Re: • Expedición mortal — [Trama de Spirit Soul 8.1] — Rise in Tempus •

por **Kishimura Sho** Jue Jul 07, 2016 9:38 pm

Con un simple movimiento movimiento de mi mano derecha, la creación helada que creé segundos antes empezó a desaparecer frente a los ojos de todos los presentes, ya que no lo necesitaría más por el momento. El combate contra nuestros adversarios Jotun no había sido para nada complicado, a pesar de que estos parecían ser poderosos, pero como dicen: "Las apariencias engañan". Nuestro grupo no sería derrotado con tanta facilidad, y cada uno tenía en mente que si llegaba a morir en combate, lo haría dejando todo en el campo de batalla. Por tanto que me gustara ilusionarme con que nuestro próximos rivales tuvieran el mismo poder que los anteriores, sabía que no sería así, que cuanto más nos acerquemos a nuestro destino nos encontraríamos con monstruos y criaturas que igualaran o superaran nuestro poder.
Una vez que el último de los gigantes de hielo cayó muerto sobre el terreno congelado, pensé en acercarme al grupo para no estar tan dispersos, aunque en ese instante el suelo comenzó a temblar. En el lugar donde nos encontrábamos eso solo podía traer muchos problemas. De aquella montaña comenzaron a desprenderse grandes fragmentos que rodaron cuesta abajo, hacia nuestra posición. Cada uno trató de esquivar o bloquear las rocas que descendían a gran velocidad, no había tiempo para ayudar a los demás en esta situación. Si uno no se preocupaba por uno mismo, podría terminar aplastado. Al voltear por completo vi que estaba a punto de ser golpeado por una de piedras. Instintivamente traté de crear un muro de hielo frente a mi para protegerme, pero este no tuvo el tiempo suficiente como para reforzarse antes del impacto por lo que este se destrozó al contacto con la roca que luego impactó contra mi cuerpo, mandándome a volar varios metros. El golpe contra ese objeto produjo varios hematomas y algún que otro corte nada profundo en mi anatomía. Logré levantarme con algo de dificultad, pero al dar dos pasos mis piernas perdieron fuerza haciendo que caiga de rodillas sobre el suelo.

Mientras permanecía en la posición con la que caí sobre la sólida superficie pude ver a la joven Custos, esa muchacha con las extrañas orejas de conejo, que se preparaba para usar alguna habilidad suya. En ese momento logré visualizar unas plumas de color dorado que se posaron sobre mi, liberando una especie de energía sanadora. Tras unos segundos de estar siendo afectado por esa magia, podía sentir como algunas heridas de mi cuerpo sanaban mientras que en algunas ya no sentía tanto dolor como antes. Mis extremidades volvieron a responder como correspondía, así que logré ponerme de pie y me acerqué a la Custos que había caído de rodillas. Al parecer era una habilidad que consumía gran parte de su poder. - Te agradezco la ayuda, así que déjame devolverte el favor. Muestrame los brazos. - Sujeté ambos brazos suyos con una mano y observé los cortes y raspones que estos tenían. - Hace tiempo que no uso esta habilidad, así que no prometo buenos resultados. Aún así, sentirás bastante frío. - Dije mientras usaba la mano que tenía libre para cubrir sus heridas con una fina capa de hielo a muy baja temperatura. Ese hielo sanador tenía propiedades de ser analgésico, anti-inflamatorio y también puede relajar los músculos afectados. Una vez que utilicé ese hielo tan particular saqué otro de los cristales oscuros del bolsillo interno de mi abrigo y lo apreté con fuerza para que mi cuerpo absorbiera los poderes que de este emanaba. La voz de la vicealmirante BloodMoon llegó hasta mi, preguntando si me encontraba bien, a lo que le respondí que estaba bien gracias a la joven custos, para luego preguntarle a ella como se encontraba.

Interactué con...:

Datos:

por **Auros** Jue Jul 07, 2016 9:38 pm

El miembro 'Kishimura Sho' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Divina' : 8

por **Christa HelleMond** Vie Jul 08, 2016 11:27 pm

Aquel imprevisto natura resultó realmente molesto para todos, pero especialmente para la ministra de Tempus que aunque generó sin mucho éxito un escudo para intentar protegerlos, recibió un impacto directo en el costado izquierdo que la desestabilizó de tal manera que el escudo se debilitó, dejando que las rocas entraran en el perímetro del grupo.

Y todo esto acababa solo de comenzar. Christa sabía que aquel derrumbe no fue provocado por las estrepitosas caídas de aquellos gigantescos cuerpos, ni tampoco por la magia o energía usada por ella y los suyos, aquello era obra del caprichoso juego de los dioses. Juego que solo avisaba de que lo que estaban haciendo era peligroso y como tal el avanzar en la búsqueda tenía sus consecuencias. Por supuesto que esto no era la última “gracia” que les esperaba.

- ¿Se encuentran todos bien? – Pregunto la de cabellos zafiro apenas se restableció del golpe colocándose imponente como siempre en erguida postura. – Gracias - Le indicó a la joven de la cual sintió aquella magia sanadora en su ser.
Paseaba sus ojos azules con aquel rostro de fría expresión por todos los presentes, mostrando especial preocupación al ver como una de los suyos parecía estar más perjudicada que el resto con aquella broma macabra de la naturaleza. Realmente se preocupó cuando sintió la débil energía de la joven teniente de Tempus y rauda se encaminó a su posición.

Casi al llegar paró sus pasos cuando observó como una enorme planta literalmente se tragaba a la joven en su interior, como acto reflejo desvió su atención a su sobrina, teniendo conocimiento que era obra de sanación de la misma y el rostro de la ministra, tornó en una suavidad que casi podía sonreír. Pero la sonrisa llegó de forma suave, efímera cuando observó como todo el grupo se ayudaba unos a otros sin importar el rango o el reino al que pertenecían. –Este es el espíritu de Spirit Soul. –Pronunció en tono normal y calmado alzando la vista al cielo sonriendo ladina.

Christa adoraba esa actitud por encima de cualquier cosa, el respeto de todos y cada uno de ellos, la ayuda desinteresada, el compañerismo, todos son valores importantes muchísimo más que cualquier poder sobrenatural y riqueza que se posea. Suspiró de forma suave y alzó sus manos moviéndolas hasta señalar a tres de los integrantes del grupo que necesitaban un “soplo de vida” ya que prefirieron curar a otros antes que a ellos mismos.
En el momento en que Viktor, Gissel y Kuro fueron señalados por la ministra, un sello mágico apareció bajo sus pies iluminando la presencia de éstos como si fueran puras estrellas sobre la tierra, recibiendo algo de sanación momentánea para sobrellevar lo que iba a venir a continuación. Por qué reiteramos… esto solo acaba de comenzar.

datos:

por **Auros** Vie Jul 08, 2016 11:27 pm

El miembro 'Christa HelleMond' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Curación Cósmico' : 4

--------------------------------

#2 'Tirada Rango 2' : 6

por **Jhonatan Alexander** Sáb Jul 09, 2016 12:47 pm

El dragón se mantuvo tranquilo mientras observaba caer a la bestia que le amenazaba a él y a sus compañeros de batalla, al final no era gran cosa, unicamente humo sin fuego que lo respalde. La criatura inerte se había desplomado dando lugar con su enorme cuerpo a la causa de un derrumbamiento. Este era imposible de esquivar por mas que tratase, por lo que el noble joven de ojos dorados se quedó de pie recibiendo los impactos de las rocas hasta que finalmente pasaron. Únicamente se encontró un hombro dislocado, pero fue arreglado rápidamente al ponerlo en su lugar. Una ligera molestia quedó como punzante en aquel punto, pero rápidamente fue aliviada por la hermosa valquiria pelirroja que le acompañaba. El dragón sonrió y se acercó a ella con una sonrisa y una mirada penetrante repleta de confianza y amor propio. Se acercó lentamente, despacio y sosegado hacia la joven de ojos azules, dejó pasar su brazo alrededor de la cintura ajena y tomó con suavidad el mentón de la muchacha.

-Gracias Giss –Afirmó el muchacho acercando su propia boca para finalmente besarla apasionadamente y alejarse luego. Pues estaban de misión, pero aquel dragón no era del tipo de persona al que le importaran las cosas ajenas como el “que diran” o los posibles regaños de algún superior. Él era fiel a sí mismo, luego a su familia y amigos y finalmente al Lord y el ejército. En ese orden, porque sabía perfectamente sus objetivos. Algún día sería ministro, y si tenía suerte incluso sería Lord, El viejo tiene que morir en algun momento ¿no? Solo había que asegurarse de que fuera por sus años y no por ser asesinado. Y con eso ya era todo, lucharía para convertirse en el regente del mundo y poder acabar de una vez con las amenazas de los revolucionarios. Pero aquello eran cosas para el futuro, actualmente en los planes del muchacho no había más que completar la siguiente misión e irse a beber a algún buen bar con su compañera.

-Sabes cuando todo esto termine yo invito el sake, todo el que puedas beber –Afirmó el joven separándose de ella con una sonrisa confiada. No dio demasiados pasos, pues antes de darse cuenta el cielo se oscureció y un poderoso rayo emergió de entre las nubes. Por un acto reflejo el rubio se movió de su lugar colocándose delante de la pelirroja por si tuviera que cubrir el impacto. Sin embargo, aquel rayo se desvió y golpeó directamente sobre un muchacho rubio que se encontraba delante.

-Diablos… eso debió doler. –Musitó despreocupado el rubio, a quien no le interesaba demasiado la vida del contrario. –Imagino que está inconsciente -Musitó tranquilo hacia su compañera. -Y creo que a alguien no le agrada el viaje que hacemos… Lo normal de un Gladius en un viernes por la noche ¿no? –Dijo sonriendo, aunque algo consternado por dentro, pero no dejaría que nadie lo viera. Simplemente se dedicó a esperar que sucedía con aquel que había caído. –Si caigo sigue adelante, yo te alcanzaré luego. –Afirmó el rubio, que siempre prefería valerse por sus propios medios.

Datos:

Capturas:

Interactue con:

por **Owen Hawk** Sáb Jul 09, 2016 2:58 pm

Su andar se detuvo, habiendo escuchado segundos atrás como una desconocida voz le llamaba; y fue que reconoció su propio llamamiento pues se encontraba al tanto de cuales hombres con el mismo color de cabello participaban en la misión y, de seguro, él no era ningún alcohólico como para que alguna chica a la cual no conocía personalmente le definiera con ese pedestre término. La carga que, minutos antes, el rubio notaba en su propia espalda a causa del golpe fue aliviándose lentamente durante la continua caricia de los vientos; notaba como si la misma diosa de la naturaleza estuviera rozando su piel con sus divinos y mágicos dedos, justo en la herida de la espalda que mantenía a la vista de pocos. Viró su cabeza algo sorprendido en dirección al lugar del cual pertenecía dicha atrayente voz. Se trataba de una de los varios Guerreros Gladius que formaban en el alto gobierno; Gissel Gremory, más conocida como “La Reina Roja”. Su cuerpo se mantenía rodeado por una especie de brisa bastante tranquilizante la cual permitía que el daño recibido anteriormente por aquella enorme roca recayera en un vacío total, aliviándose del mismo dolor en cuestión de segundos. – Te debo una, pelirroja – Su expresión de orgullo y satisfacción fue inapelable, mostrándole un levantamiento de pulgar acompañado de un fugaz y grato guiño.

No tardó en encontrar de nuevo su hermosa gabardina blanca, con la cual se revistió una vez apartaba la nieve que la cubría, mostrando su elegante prenda. De nuevo, las nubes comenzaron a juntarse, ahora más lentamente que anteriormente, sin embargo, podía notarse como la misma naturaleza estaba provocando lo que sus orbes contemplaban desde el terreno que pisaba. Era bastante cómico, como aquellos desastres naturales no paraban de intentar acorralar al ser alado, como si tuviera un “mal de ojo”, como si una venganza divina recayera continuamente sobre el cuerpo del mismo. Era atosigante y muy poco agradable. Y, por desgracia, sus oídos captaron el primer golpe que la tormenta realizo, a lo lejos, acechando al grupo de guerreros que realizaban su trabajo como debía; relajados, fuera de peligro, atentos… Pero el Ángel notaba un mal presentimiento en cada una de sus articulaciones; su vello se erizaba y su mente daba vueltas. Algo andaba realmente mal, una sensación agobiante y peligrosa que pronto… experimentaría el propio Ángel.

– Voy a comenzar a odiar las tormentas – Una, otra, otra y otra… Aquella tempestad no se detenía por nada del mundo, jugando con la luz, jugando con un poder altamente destructivo capaz de matar a cualquier humano con solo permanecer relativamente cerca de él; rayos. Tiempo atrás, una semejante impresión había dominado la presencia del joven rubio, aquello le había permitido “conocer” y “experimentar” nuevos hábitos y seres ocultos en su conocimiento, pero lo de este día no pareciese que acabaría con un buen final. En absoluto.

“Y allí comenzó el desastroso final”

Durante el transcurro de la tormenta, los movimientos de las nubes negras que intimidaban al más grotesco animal, el sonido de los relámpagos al caer… todo estaba siendo calculado por Owen. Su trayecto, el lugar de caída, el momento en el que caería, el brutal impacto que realizaría; el Capitán General no se lo tomaba a juego; la atmósfera se encontraba llena de ira, invadiendo el interior del cuerpo del chico… El último rayó fue el detonante que llevaría a un estado de alta amenaza. La dirección en la que cayó, los segundos que tomaron para oírse el trueno, y la potencia de impacto… El hombre daba gracias a sus fantásticos y tan desarrollados sentidos, pues dedujo perfectamente que el próximo caería en el lugar que se encontraban, muy cerca de la posición de dos compañeras – ¡ALBA! – Su potente voz retumbó en todo el escenario nevado; su cuerpo actuó de la manera más brusca y rápida posible; su reacción llegó a ser casi impecable y precisa. “Todo en uno”. Toda su habilidad mental y física en una sola acción, llegando al tope de lo posible, lleno de adrenalina y dolor. Sus musculosos quadriceps, ayudados de las pantorrillas y mayoritariamente el torso… todos y cada uno de los músculos del cuerpo se activaron en una fracción de segundos, mientras sus alas, llenas de rabia, se extendieron con fuerza. Aquel salto fue la mejor opción que pudo haber tomado. Voló alto, voló realmente alto, con la mayor velocidad que podía... hasta que su caída llegó a ser inmediata, totalmente dolorosa y casi imperceptible a causa del tremendo trueno que impactó en su cuerpo a bastantes metros del terreno, justo por encima de su hermana y aquella mujer que cayó inconsciente a causa del derrumbe.

El choque fue tal, que su propio cuerpo fue empujado a una velocidad de vértigo, destrozando casi todo el tejido de su ropaje, colisionando con el terreno a bastantes metros del grupo y… provocando el inevitable y horrible dolor que sentiría en el cuerpo.

stats:

interactue con:

por **Alba Angelus** Dom Jul 10, 2016 2:47 pm

Acaricié la frente de la joven teniente apartando algunos cabellos que le caían por el rostro, comprobando que ya su respiración estaba normalizada pero aun así, acerqué mis dedos a su cuello para comprobar el pulso. Sonreí de forma suave porque ya había pasado aquel preocupante estado y comprobando que tenía gente cercana que podía ayudarla a levantarse cuando despertara, levanté la vista hacia mi tía que estaba acercándose a nosotras. Mi rostro se iluminó cuando mi querido padre se acercó y me dio u poco de su energía sanandome. -Gracias padre. -Le dije dandole la mejor de mis sonrisas a la persona responsable de que estuviera en este mundo.

Cuando me puse en pie atuse mi ropa quitando algo de nieve y viendo que mi tía estaba realizando sanaciones, decidí ayudar a sanar a la gente que estaba curando de ese modo evitar que ella gastara mucha energía. Pero solo me dio tiempo de sanar a la hermosa mujer de cabello rubí, cuando mis ojos turquesa se alzaron al cielo al comprobar la enorme energía eléctrica que estaba bailando en una espiral de nubes negra sobre nosotros.

-No puede ser... vaya tiempo tienes en tu nación tía Christa. - Suspiré algo cansada estaba gastando energías, no estaba reponiendo la mía propia y eso me lo recordó mi Dweler, Puxi, que apareció junto a mis piernas moviéndose como felino azulado llamando mi atención. A veces Puxi parecía más una agenda de alertas que un pet de ayuda y compañía, bueno ciertamente esto era parte de sus tareas y con una dueña tan despistada como yo, (#Albaladesmemoriada xD) normal que tenga que aparecer para recordarme que yo tengo que tener energía para seguir dando a otros.

Haciendo caso de Puxi me di algo de sanación a mí misma, pero aquella energía no solo alertó a mi tía que se puso absolutamente tensa, sino que hizo que mis ojos miraran a mi hermano Owen. -Emano... -Dije en un tono suave que apenas podía escuchar yo y me adelante al ver su movimiento mirándome. Cuando lo escuché gritar mi nombre de aquella manera con ese movimiento apurado, desesperado pero hermoso en aquel despliegue de sus alas, mis ojos se abrieron y las azules pupilas se contrajeron ante una escena ralentizada e impotente.

El cuerpo esbelto y fuerte de mi hermano fue alcanzado de forma brutal con un rayo que bien sabía él mismo que iba dirigido a la posición en donde estaba mi persona. El impacto fue tan duro que su cuerpo cayó al suelo como si fuera un pétalo que caía preso de una gravedad bestial, pero lo peor no fue eso… Al estar en cercanías conmigo, cuando su cuerpo golpeó siendo despedido varios metros por el impacto, en un movimiento inútil por cogerlo me llevó con él, quedando rasgada en menor instancia que el ángel debido gracias a que la trayectoria racheando por el suelo fue menor. Por suerte la estructura de nieve paró el movimiento de barrido en la nieve de ambos.

Mi corazón acelerado por aquello, mi cuerpo tembloroso y mis ojos llorosos miraban fijo a mi hermano tendido en el suelo sin conocimiento alguno, apenas con la cabeza sobre mis piernas y su cuerpo lateral. Si no fuera por el daño sufrido en ropajes y cuerpo parecería que estaba durmiendo de forma plácida, pero nada más lejos que eso.
No sé por qué motivo mi rostro se levantó y lo primero que miraron fue a la joven que ostentaba el título de reina roja. Mis ojos la miraron llorosos hasta que dos lágrimas cruzaron mis mejillas, sin poder hablar, sin emitir sonido alguno la miré como pidiéndole ayuda.

Cuando reaccioné, miré a mi hermano y me moví rápido pero con cuidado agarrándolo. -¡Hermano! -Grité sin recibir respuesta alguna y por instinto busque al cabeza de familia, pilar nuestro cuando todo se derrumbaba. -¡Padre ayúdame! -Puxi corrió a la posición en la que estábamos e intento sanarnos pero apenas estaba entrenando mi mascota y mucho no podía realizar.

Datos:

Interactue con:

por **Auros** Dom Jul 10, 2016 2:47 pm

El miembro 'Alba Angelus' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Curación Cósmico' : 27

por **Gissel Gremory** Dom Jul 10, 2016 2:57 pm

Parpadeó con algo de curiosidad, sin embargo sonrió con cierto cariño al recordar aquello del sake por la proposición del rubio, asintiendo sin más en lo que notaba cierta gran mejoría por la energía sanadora de la ministra anteriormente, a quien agradeció con sumo respeto al mover sutilmente la cabeza. Procedió sin más a sentarse sobre el saliente de una roca, esperando a los demás miembros del grupo a que estuviesen listos para seguir avanzando…y como era de costumbre, su fiel loba alfa se encontraba ahí de cerca, a su diestra, observando a los demás con aquellos ojos sabios que poseía a pesar de tener casi tres años de vida. —¿Sake?, eh…eso suena bien. Te vas a reír pero…llevo mucho tiempo sin beber una sola gota, como…cuatro días— Terminó confesando ante su poca resistencia a las bebidas de ese tipo que tanto le gustaban para finalmente colocarse de pie, más bien enfrentándolo pero esta vez dispuesta a recriminarle algo que había recordado en ese segundo.

¿Por qué no lo hizo?, pues el estruendo inmenso, de grandes proporciones había sido lo suficientemente intenso como para desconcertarla y dejarla sin saber que había pasado hasta que vio al rubio ahí tendido, víctima de una fuerte descarga eléctrica. —¿Es en serio?. Hay que tener mala suerte para que un rayo te caiga encima, sin embargo…— Calló a nueva cuenta, observando entonces los demás picos montañosos con algo de duda para finalmente suspirar de manera bastante resignada. —No deberíamos estar aquí, Jhonatan, desafiar a las entidades de las montañas no puede traernos nada bueno— Susurró de repente, adoptando esa propia madurez en la mirada al rememorar ciertas creencias que poseía como la digna Valkiria que era. —Estamos recibiendo muchas señales, ahora directamente sobre el cuerpo de uno de nuestros compañeros, no deberíamos tentar a que pase algo todavía peor. ¿Y si no se lo puede curar?, hay pocos sanadores…— Negó a nueva cuenta, mordiéndose la punta del dedo índice derecho, ligeramente molesta por toda la situación pero más aún por el último comentario de su compañero, aquel Gladius tan orgulloso. —Si crees que yo soy capaz de dejar a alguien atrás, es porque no llegaste a conocerme mucho, dragón. Con más razón…¿crees que yo podría dejarte atrás a ti?, ¿tú me dejarías atrás?— Cuestionó a nueva cuenta, clavando esa mirada profunda en el rostro del semidragón…pues podía notarse en la profundidad de esos orbes aguamar que había cierta intriga. —No digas tonterías. Vas a volver conmigo a Chaos, entero, quieras o no—

Desvió de modo receloso la mirada hacia donde estaba generándose el conflicto, para sin más darse la media vuelta y en ese movimiento ondearon sus largos pero hermosos cabellos rojizos que le proferían tal toque etéreo a su persona. —Ya regreso. No soy buena sanando…pero algo es algo— No perdió tiempo tampoco en absorber otro cristal de aquellos, que si bien no era lo mejor…la ayudaría a futuro.

A medida que avanzaba, mantenía esa ligera seriedad en el rostro que parecía imperturbable, sin embargo, era imposible no notar la preocupación de aquella albina que estaba al lado del herido. Si bien la apariencia de esta era ya la de una mujer, parecía que su propio corazón aun pecaba de infantil…Una ligera “sombra” se notó en los orbes de la pelirroja al observarla en lo que apenas elevaba el mentón. Si, estaba viendo su propio reflejo casi tres años en el pasado cuando era así de quebradiza emocionalmente…cuando ponerse casi a llorar era su primera opción ante las situaciones emergentes pero…no, esa Gissel había quedado sepultada bajo muchas circunstancias que ahora formaban a la mujer guerrera y estable que era hoy. —Veamos— Apenas predijo, arrodillándose a donde estaba el ángel tendido, apoyando las manos sobre la cabeza de este para repetir la misma técnica pero de un modo más directo, procurando sanar dentro de lo que cabía, lo mejor posible.

Podía sentir también el nerviosismo de la Caduceus, así que fue extendiendo la diestra para apoyarla sobre un hombro de la misma, sonriéndole con calidez. —¿Alba, cierto?. Vamos, no desesperes. Todo va a estar bien, pero si pierdes la calma interior, todo el exterior sufrirá las mismas consecuencias…Él seguro va a estar bien, confía en ello. Y tú, rubio, aun desmayado quizás puedas captarlo pero...te lo mereces por arrogante con aquella otra chica, ¿no que muy fuerte? ~ Deja de andar como princesa esperando ser despertada, preocupas a tus allegados— Le susurró primero a ella mostrando por vez primera en la jornada ese lado tierno que había en su ser, pues su tono de voz así lo expresaba con tanta dulzura, pero las últimas palabras fueron con obvia ironía en su estado máximo hacia el ángel, quizás solo para quitarle algo de drama al asunto en cuestión. Finalmente la sonrisa no se borró de su rostro a medida que iba colocándose de pie, habiendo terminado su parte se dispuso a retornar a su posición anterior, al lado de su compañero el guerrero gladius más altanero de todo Chaos.

Datos:

Interactue con:

por **Auros** Dom Jul 10, 2016 2:57 pm

El miembro 'Gissel Gremory' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Curación Cósmico' : 33

por **Sasha Alexeyevna** Dom Jul 10, 2016 2:59 pm

Su compañera Kuro había aliviado bastante el malestar físico que experimentaba ante aquella herida ocasionada por el derrumbe, sin embargo cuando el ángel se aproximó otra vez hacia ella se pudo notar ese cálido reflejo en su mirar, después de todo…se sentía más que a gusto de ese modo, más bien aliviada porque de momento nada estaba siendo lo suficientemente complicado como para hacerse mucho problema o eso era lo que pensaba…eso era lo que sentía.

Este volvió a alejarse, Sasha lo notaba inquieto o quizás como debía ser en una misión de tal magnitud, pero obviamente le restó importancia, ya que al parecer no quería incordiarlo o molestarlo de ninguna manera, así que sin más terminó aproximándose a su superior, colocándose justamente al lado para sonreírle a nueva cuenta…seguramente aquella fémina con orejas de conejo era a la única que le tenía tanta confianza en el Dominus Castle como para hablarle de un modo más suelto que el normal. —Gracias, Usagi. Me siento mucho mejor…eres realmente buena en técnicas curativas, yo…debería mejorar en eso, he dejado tal noción completamente relegada— Comentó con tranquilidad tras hacerse con otra gema de esas, dispuesta a pedirle que le enseñara en algún futuro a canalizar de esa manera su energía, sin embargo y para desgracia de muchos…la adversidad volvió a azotarlos con fiereza.

A duras penas pudo notar la inminente luz del rayo para finalmente observar al capitán general ser interceptado por ese gran poder, dañándolo con tal salvajismo que no pudo ser procesado por la mente de la diosa. Sus pupilas fueron contrayéndose un poco, el cuerpo de la chica en si parecía que no reaccionaba…quería moverse pero el shock y el pánico la habían dominado en totalidad. Aquella respiración entrecortada denotaba el estado en el que se encontraba pues su mente ahondó en cuestión de microsegundos en los recuerdos o temores más profundos de la Bellator Dei. Cientos de años habían pasado ya en su vida de aquel suceso, pero pudo verse otra vez recorriendo con desesperación el corredor principal del castillo, estaba agotada…demasiado cansada y con varias heridas sangrantes en su tersa piel…sin embargo, tenía que seguir peleando continuamente por su pueblo, también por esos hombres que estaban dispuestos a dar su vida por ella…sin embargo, antes de caer en ese pesado letargo, pudo verles la espalda y aunque no quiso…sus ojos se cerraron cientos de décadas más. Dolía, ese recuerdo dolía como el mismo infierno a tal punto que apenas culminó aquel repentino flashback, apoyó la diestra sobre su propio pecho por las fuertes punzadas recibidas en la zona.

Ahí recordó lo que se era perder a alguien importante, la tristeza que no pudo expresar a causa del sueño inducido había sido liberada ante la imagen tan terrorífica a su sentir del ángel siendo presa de tal cruel destino. —Owen…— Susurró a duras penas, sin poder creerse lo que presenciaba…¿Por qué?, ¿Por qué tenía que seguir viendo a sus allegados caer ante ella sin que pudiera hacer nada para evitarlo?, ¿Por qué?, ¿Por qué tanta crueldad?. La preguntas continuas perforaban su psiquis sin descanso alguno, sin darle tiempo a procesar todo lo que estaba ocurriendo…Por propia inercia avanzó rápidamente, arrodillándose sin demasiado cuidado a su lado e incluso raspándose en el proceso las rodillas debajo de la tela.

Tomó algo temblorosa la mano izquierda de este, apenas sujetándola con obvias intenciones de ayudar un poco con la sanación, aunque ni ella misma sabía cómo canalizar de buena forma para sanar a otra persona que no fuera ella. Continuaba por ese entonces con la mirada perdida en el rostro del chico, sintiendo algunas lágrimas caer por esas enrojecidas mejillas…realmente la diosa estaba angustiada, tal vez demasiado. Observó breves instantes a la hermana de él y entonces volteó con cuidado, extendiendo su otra mano hacia la Custos Dei. —U-usagi…Usagi por favor, tú eres mejor en esto que yo. Muchísimo mejor…por favor, ayúdalo— Pidió con sinceridad extrema y ese tono de voz quebradizo pero bajo, siendo que la imagen de la diosa lunar se le tornaba borrosa a causa de las propias lagrimas acumuladas.

Datos:

Interactue con:

por **Auros** Dom Jul 10, 2016 2:59 pm

El miembro 'Sasha Alexeyevna' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Divina' : 11

por **Kuro Usagi** Dom Jul 10, 2016 8:14 pm

Cuando cure a Sasha, me di cuenta que Owen me había agradecido por ello gracias a mis queridas orejas que escuchaban a la lejanía. A lo que yo respondí en ese instante con una sonrisa confiada. Además de Sasha también me agradeció por curarla, además de soltarme un par de palabras. Me quede pensando sobre ellos dos, pues parecían algo unidos o quizás me lo estaba imaginando, pero no había pasado desapercibido como se miraban. Pero sabía que eso no era algo de lo que me concierne, así que era mejor no decir nada y seguir con lo mío. Aun así, me digne a responder lo que anteriormente me dijo Sasha. —Gracias Sasha. La verdad es que es un alivio para mi saber que te sientas mucho mejor ahora, pero no te preocupes sobre tu habilidad de curación. Seguro que lo podrás mejorar en cuestión de tiempo si le pones empeño y sé que podrás.— Le dije con cierta confianza. Dándole ánimos.

En el momento en el que ya había terminado la curación, pensé en moverme algo pero realmente me había dejado algo agotada al haber realizado esa habilidad de forma reciente. Por eso me mantenía aun en rodillas en el suelo, tratando de recuperar el aliento. —Debería de tener cuidado..— Dije en un susurro más para mi misma que para los demás, soltando un suspiro. Mirando hacia mi alrededor Pues bien sabía que esa habilidad no debería de ser tan usada por el hecho de que me acabaría dejando totalmente agotada, ya que era una habilidad demasiado arriesgada y que podía hacer que acabara totalmente cansada. Por suerte, aun tenía fuerzas suficientes para seguir, pero prefería no arriesgarme mucho, así que al menos necesitaba un pequeño descanso antes de moverme o al menos levantarme del lugar.

Comencé a escuchar la voz de Owen de nuevo, refiriéndose a alguien que parecía ser que había resultado herida de gravedad o algo. Por ello voltee rápidamente mi cabeza y pude ver a una chica de cabellos blancos a la cual desconocía. No había soportado el desprendimiento de las rocas la chica, aunque era normal, si una de esas pedazos de rocas te cayera en la cabeza o algo, podrías acabar inconsciente. Pensaba moverme para ir a ayudarla, pero ya se habían adelantado y parecía ser que la tenían bien atendida, pues la gran mayoría fue a curar a la chica. Cosa que me hizo sonreír, pues eso quería decir que había un gran compañerismo entre ellos. Cosa que era grato de ver realmente.

Realmente no me esperaba para nada que al chico de cabellos azabache que había curado anteriormente, viniera a agradecerme o si quiera el hecho de devolverme el favor. Pues yo solo lo había hecho por ayudarlos. Pensaba obviamente negarme, pero ya que se tomaba la molestia, hice caso en mostrar mis brazos y él mismo sujeto ambos con una de sus manos. —No te preocupes. Cualquier ayuda siempre es bienvenida.— Le respondí enseguida cuando escuche lo que dijo sobre que quizás no serian buenos resultados. Y tenía razón. Comencé a sentir en mis brazos frío, cosa que hacia que hasta mis orejas se sacudieran ligeramente pero estaba notando el efecto que estaba teniendo, sanando ligeramente mis raspones. Cosa que hizo que yo misma mirara mis brazos, haciendo que mis orejas se movieran al son de mi cabeza. —¡Muchas gracias! Por cierto. Soy la Terzo Dei de los Custos Dei Kuro Usagi.— Le dije. Desconociendo aun su nombre y rango, aunque esperaba que por presentarme, él hiciera lo mismo, al menos para no estar algo desubicada de quien era quien.

También escuche como la ministra agradecía por haberla curada, a lo que yo le reste importancia al negar con mi cabeza mientras sonreía para ella. Para mi sorpresa, de nuevo recibí atención curativa. Apareciendo un sello mágico debajo de mis pies, sintiendo como era algo más curada. Esta vez fue por parte de la ministra de Tempus esa curación, a lo que yo obviamente agradecí sin dudar.

Paso entonces lo inesperado. Comenzaron a caer relámpagos, por lo cual yo alertada mire al cielo alertada, pero todo paso tan rápido que apenas podía digerir esto mi cabeza. Se trataba de Owen recibiendo ese impacto para proteger a la Caduceus y a la chica que cayo inconsciente. Fue totalmente inesperado que apenas cuando pude reaccionar, trate de levantarme, cayéndome por unos segundos de rodillas otra vez. Maldije interiormente y volví a tratar a levantarme esta vez consiguiendo por fin hacerlo. De todas formas me pude fijar que no era la única que iba a curar al Capitán General. Hasta Alba, Giss y Sasha también curaron a este. Aun así quería ayudar a curar a Owen, no solo porque lo necesitara. También fue porque cuando me acerque a ellos, me di cuenta que Sasha me miro y extendió su mano hacia a mi, pidiéndome que lo ayudara. No sabía porque, pero sentí que mi corazón se encogía al verla así. A lo que yo le dedique una sonrisa cálida y tome su mano con las dos mías con firmeza y suavidad. —No te preocupes, no tienes porque pedírmelo. Lo haré encantada Sasha.— Le dije con cierta suavidad cuando solté su mano.

Respiré entonces hondo al cerrar los ojos, sabiendo que no debía de abusar de esa habilidad, pero realmente después de ver a Sasha así, ni loca me negaba. Siendo que de nuevo las puntas de mi cabello pasaron a ser rosadas otra vez, además de que aquel símbolo del reloj salía bajo mis piernas. Al abrir mis ojos, mire a mi alrededor, observando a aquellos que no estuvieran tan lejos de donde estábamos. Me fije en Yusuke y en la Teniente de Fragata Kanu, la cual la ultima me daba algo de curiosidad sin saber porque. Volviendo a mi curación, comencé a hacer que aparecieran plumas doradas, las cuales fueron volando hacia Owen, Yusuke y Kanu. Que al llegar a estos, la pluma comenzó a rodear a estos para rociarles algo de curación. Aunque cuando apenas comencé, no pude evitar más el hecho de aguantar la habilidad, por lo que acabo rápido. Las puntas de mi cabello volvieron a la normalidad y las plumas desaparecieron. Sentí como mis fuerzas me abandonaban y esto hizo que me tambaleara a los lados, notando como perdía el equilibrio y caía de senton.

Stats:

Interactue con:

por **Auros** Dom Jul 10, 2016 8:14 pm

El miembro 'Kuro Usagi' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Curación Cósmico' : 19

por **Kanu Doragon** Dom Jul 10, 2016 8:39 pm

Todo el que estaba ahí sabía a la perfección que la misión encomendada no iba a ser nada fácil de cumplir. Cuando más avanzaban en las montañas, aunque esos pasos apenas acortaban distancia con el objetivo final, era una amenaza ante aquello que quería que el grupo no tuviera éxito alguno.
También estaba la teoría o creencia de cada uno en que los dioses disfrutaban jugando con aquellos que se encontraban con los pies en zona terrenal y eso justo, hacía que Kanu Doragon pensara en sus progenitores.

Todos hacían lo que debían o querían hacer, Kanu se puso a revisar la situación en la que se encontraban en las montañas mientras su sangre sanaba sus heridas interiores, pero sintio un soplo de energía en su cuerpo que la sano algo mas rápido. Siguió la energía brilante de esa cura, algo familiar para ella y descubrió como fuente de la misma aquella joven Custos Dei. Solo pudo sonreirle asintiendo a modo de agradecimiento.

Aunque su cargo ahora en la marina de Tempus era de teniente de fragata, sus costumbres militares no habían aminorado, todo lo contrario seguían activas realizando tareas que a veces no le correspondían, pero tal como dicen las lenguas si tu alma pertenece a algo por más que te alejes seguirás respirando por ese sino.

-Mi señora Hellemond. –Dijo Kanu acercándose a la ministra que parecía estar preocupada por el reciente acontecimiento de su sobrino, pero que a su tiempo permanecía con aquella pose fría y calmante hacia los demás ya que personas como ella, debían esconder sus sentimientos en la mayoría de las circunstancias. –Debemos seguir avanzando, a varios metros se encuentra el camino que conduce a la cueva invernal según la información de la que disponemos ministra.

Había gestos de la ministra que no necesitaban voz cuando la ministra de Tempus se dirigía a Kanu con la mirada. Entendido el asentimiento y las desviaciones en los ojos de Christa, Kanu recogió las cosas usadas para verificar la información y se adelantó a la posición donde se encontraba su por igual en rango. Con cuidado se agachó y sin esfuerzo alguno gracias a la fuerza que su padre le otorgó por raza dragón, levantó en brazos a Lydia para seguir avanzando hacia la siguiente posición al menos, hasta que su compañera se despertase.

Se adelantó hacia la posición algo avanzada en el camino que tenían los superiores como Jade y el almirante Kishimura, desvió sus ojos verdes hasta el Vicealmirante Yusuke, indicándole con un asentimiento que estaba preparada para continuar y buscó a Viktor para que se agruparan todos juntos para avanzar por el camino.

Datos:

interactue con:

por Contenido patrocinado

Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016

Ataque Dados 8	Defensa Dados -	Contraataque -
Ataque Total -	Defensa Total -	Ataque Recibido 100
HP Actual 1029 / 1029	HP Perdida/Curada -41	HP Restante 1018 / 1059


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater