Misión rango 3: Cacería especial de un Duramboros [Owen Hawk y Jaina Proudmoore]

por **Owen Hawk** Sáb Jul 11, 2015 11:40 am

El tiempo era perfecto para disfrutar del día y olvidarse de problemas, ir a tomar algo, descansar, pasear por las ciudades… era lo preferible. Desde luego, era un día fantástico para estar a gusto haciendo lo que sea, ni siquiera el sol era molesto, el viento soplando suavemente relajaba a quien sea, y era de esperar que uno cayera rendido ante esto. Aún así, muchas personas decidieron por ir a entrenar o cazar.

Un rubio de piel blanca y de buena figura descansaba tumbado en el césped con los brazos estirados, no muy lejos de un local al que anteriormente había entrado. El viento acariciaba dulcemente todo su cuerpo y, con los ojos cerrados disfrutando de la brisa, Owen podría quedarse dormido en cualquier momento si no fuera por el único molesto ruido que se oía a lo lejos, a causa de los cazadores que se encontraban fuera de la taberna platicando, peleando o entrenando a solas con sus armas. Desde luego entendía el por que de tanto alboroto. Todo eso se debía por la recompensa de las criaturas que se buscaban para cazar, eran altas, pero conseguir aquella cantidad no era tarea fácil. Los portadores de cada recompensa eran criaturas absurdamente fuertes, peligrosas y muy conocidas. Cada quién sabía como debía atacarlas, si en grupo o en solitario si se trataba de una persona realmente fuerte o realmente idiota. No paraban de discutir con sus grupos de como debían atacar o peleaban por entrar en otros; lo que se le ocurría a Owen era que estaban temerosos, por eso la inquietud, solo los mas tranquilos y organizados, eran los que iban a triunfar. Eso pensaba el ángel.

Abrió los ojos y se puso a leer el papel que agarró del gran tablón del local --Duramboros…. 700 Soulinks-- musitó, mientras le echaba un vistazo a lo que venía siendo una enorme nube negra, situada encima de un tenebroso bosque oscuro -tal para cual- que se hallaba a un par kilómetros de distancia, manchando por completo parte de la belleza del cielo e intimidando a las otras nubes blancas que se alejaban de esta. Posiblemente, aquel lugar sea nido de muchas criaturas horrendas y, seguramente, de este ser sumamente fuerte. --Seguramente serás feo, Duramboros-- Apretó el puño y, arrugando el papel, dejó caer los brazos, una leve sonrisa apareció en el rostro del joven. Comenzó a pensar cómo y con quién podría realizar la misión, desde luego no estaba muy por la labor de ir a buscar a nadie, esperaría a que alguien se le acercara, y, si no, se iría solo hacia el bosque, pero aquel pensamiento no era muy inteligente. De todos modos, no había prisa, sabía que ninguno de los presentes se iría ya a cazar, había que prepararse y pensar en estrategias factibles.

El quedarse solo en un lugar no era mala idea, cualquier persona que no tuviera grupo de cacería podía acercarse y preguntarme al ver al muchacho alejado de los demás, sin embargo se arriesgaba a que esta persona fuera débil, traicionera y no muy inteligente. --Debería acercarme por si acaso, no quiero ser un vago…-- Suspirando, se levantó lentamente del césped, y limpiándose de hierba el cuerpo, se dirigió a paso lento hacia la taberna a buscar algún acompañante. No paraba de echarle un vistazo a la gente, al parecer, todo al que veía estaba en un grupo, pero a lo mejor, la suerte le acompañaba. Le llamó la atención una persona solitaria, la cual portaba una vestimenta particular que la diferenciaba de todos los demás, una túnica. Tenía curiosidad por esa persona, si estaba realmente sola o estaba esperando a alguien. Owen tomó la decisión de acercarse.

por Invitado Sáb Jul 11, 2015 8:54 pm

Búsqueda de fama, grandeza y dinero, nunca las había entendido, no las entendía y estaba segura de que no las iba a entender dentro de poco, quizá porque ella siempre había gozado al menos un poco de esas tres “Bendiciones”, aunque el único que agradecía era el dinero pues a través de ese medio podía nutrir su cerebro y alimentar su gran amor por la magia, ¿Entonces por qué estaba aquí? Era algo simple, para ella no eran nada más que deberes que venían conforme el rango y el poder ganado, a diferencia de la gran mayoría de los habitantes no estaba buscando ningún tipo de reconocimiento ni estaba pasando el tiempo por simple placer, si lograba realizar la misión con el mínimo de bajas posibles habría ayudado a disminuir las muertes en los alrededores, las criaturas más indefensas podrían volver a proliferar, el ambiente se haría más aceptable para la vida y dentro de algunos años se podría recuperar el terreno perdido, era su deber como maga y como Vicealmirante el velar por la seguridad de los demás, no por la seguridad de su bolsillo.

Un total de tres portales se abrieron en secuencia, quedando los tres en fila, se distinguían por presentar un intenso color azul que parecía recordar a un remolino, no era una conclusión muy equivocada, solo que en vez de agua era magia. Dos mujeres y un hombre serían los primeros en salir, líderes de sus respectivos escuadrones, cada uno conocía sus deberes así que después de una cordial señal de despedida entre las personas que encabezaban las filas los tres sujetos tomaron caminos diferentes, este era un asunto de mucha seriedad y peligro como para poder llevarla a cabo en solitario.

El escuadrón que comandaba la maga a diferencia de lo que se podría pensar estaba lleno de guerreros, hombres armados con espadas, cubiertos con placas de acero lo que les daba un aspecto un tanto intimidante, quizá era lo que necesitaba pues generalmente al ver a una mujer como ella dar órdenes a desconocidos no la tomaban muy en serio y no tenía ganas de quemar cejas, al menos no hoy. La puerta se abrió quizá con excesiva brusquedad cortesía de uno de sus caballeros, al menos así obtendría la atención inmediata de todos los presentes. – Lamento interrumpirlos en su comida pero la Marina de Tempus llevará a cabo un operativo de extremo riesgo, se les recomienda abandonar las cercanías del bosque para poder garantizar su seguridad. – Tras eso tomó un pequeño respiro mientras caminaba al centro de la posada, extendió su mano derecha y una ligera cascada azulada se escurrió por sus dedos, tomando la forma de un documento legal que tenía los sellos de las autoridades involucradas; El Almirante, el vicealmirante que tomaba la orden y los demás generales, ya al final se veían los sellos de las autoridades locales, así mismo otros dos caballeros extendían el mismo documento para que todos los presentes pudieran apreciarlo.

Obviamente las quejas no tardaron en llegar, en su mayoría de los cazadores.

El mismo proceso que dio origen al documento lo haría desaparecer, tras un par de segundos de silencio por parte de la dama en un vago intento de escuchar las quejas de los presentes volvió a romper el silencio. – Serán escoltados por mis soldados, toda propiedad cercana queda bajo el dominio de la Marina, así mismo todos los servicios serán agradecidos y recompensados. – Tras eso daría media vuelta dirigiéndose a la salida y dejaría a sus hombres trabajar, primero se presentarían de manera cortés esperando a que los comensales actuaran por voluntad propia, conforme ellos presentaran resistencia se verían obligados y abalados por Tempus a usar la fuerza requerida para sacarlos y llevarlos a un lugar seguro, aunque claro la mayoría joven y cobarde se vería intimidada en primera instancia por el aspecto de los caballeros.

por **Auros** Mar Jul 14, 2015 1:56 pm

Mientras aquellas dos personas Jaina Proudmoor Vicealmirante del Reino del Tempus y Owen Hawk General de las tierras de Spatium se destinaban a encontrarse en uno de los lugares más hostiles en el Reino del caos, en el interior de aquel bosque oscuro, aquella criatura que sonaba en boca de todos dormía y descansaba plácidamente entre la oscuridad que su hábitat le regalaba. Casi inmóvil en el corazón del bosque, con aquella apariencia capaz de asemejarle a un bulto de tierra volviéndolo casi indetectable para quien no pudiera observar en la oscuridad que reinaba sobre el bosque. Aquella criatura no tenía idea de que pronto un grupo de soldados o guerreros como prefieran nombrarse irrumpirían en sus tierras arriesgando su cabeza para encontrar un poco de paz en los alrededores de aquel legendario bosque. Sin embargo, Duramboros había reinado en ese bosque durante mucho tiempo y no había nada que pudiera asegurar a aquellos extranjeros que podrían encargarse de a quien muchos le acreditaban tantas desapariciones dentro del mismo bosque.

El sol brillaba fuera de ese bosque, el grupo de marinos había irrumpido en esos alrededores, un general esperaba por compañía en el mismo lugar, ambos militares con el objetivo de cazar a ese bestia, impulsados por valores diferentes, pero el mismo objetivo al fin. Solo era cuestión de tiempo para que esos dos comenzaran a adentrarse y se encontraran con la criatura que tanto anhelaban ver, sin saber la fuerza o verdadera letalidad que resisdia en el interior de aquel bosque carente de casi toda luz solar.

Datos de misión:

Duramboros:

por **Owen Hawk** Jue Jul 16, 2015 2:42 pm

Entre aquella persona y el rubio los separaban dos metros de distancia, Owen quería preguntarle lo más pronto posible para así tener la oportunidad de estar en un grupo –Discul…-- Dejó de hablar cuando de pronto vio acercarse un escuadrón de guerreros del gobierno, patrullado por una mujer a la cual reconoció con facilidad –Hmmm… ¿Esa no es la nueva Vicealmirante? ¿Qué hace aquí con los caballeros?-- El rubio, dudoso, se quedó observando como la patrulla se dirigía a dentro del local. Al ver aquella escena, Owen volteó de nuevo la mirada a la persona que quería conocer, pero para su sorpresa, ya no se encontraba allí --¿Qué mierda?...— Sorprendido, no paró de mirar en los alrededores hasta que se dio por vencido a los pocos segundos. ¿Quién era? ¿Qué hacía? ¿Cómo pudo desaparecer? Esas fueron las preguntas que Owen se hacía, aunque, era probable que se encontrara dentro de la taberna o quizás… ¿Habría huido al ver a la marina? ¿Se trataría de un fugitivo, alguien que perseguía el gobierno? No paraba de pensar en razones.

Comenzó a caminar a paso ligero en dirección a la taberna, ya que tenía cierta curiosidad por la llegada de ella y su caballería, de paso, podría ver si aquella persona se encontraba allí. Cuando llegó a la entrada, pudo divisar unos documentos que portaban dos guerreros y la Vicealmirante, mostrándolo a toda la taberna. Owen se quedó observando uno de ellos, mientras andaba hacia un lado buscando un asiento e intentando leer aquel papel.

--Interesante... Entonces no tenía por qué haber pasado por desapercibido. —

Era inevitable que aquellas personas que se encontraban en la taberna prestando atención a lo que decía la Vicealmirante, nerviosos e intrigados, empezaran a discutir y a protestar por aquel anuncio inesperado de la marina. Los entendía perfectamente, eso tampoco le hacía mucha gracia al joven Owen, quería un día tranquilo, cazando con otras personas fuera del Gobierno, sin tener que pasar por un General, pero no. Lo que si le hacía gracia era aquel alboroto, como algunos se volvían locos tirando las mesas y las jarras de cerveza para que algún que otro caballero lo noquease para tranquilizarlo, era divertido.

Owen vio como se despedía la Vicealmirante y se dirigía hacia la salida –Como me quede aquí me tomarán por un cazador cualquiera— Aprovechando la distracción de los presentes, el rubio intentó escabullirse para alcanzar lo que buscaba. Era algo importante que demostraba su lugar en el Gobierno, que demostraba su rango y su importancia en él. Mientras iba caminando en dirección a la barra donde se encontraba el tabernero, rozando su costado con la pared y empujando levemente a los que se metían en su camino, se encontró con un guerrero de frente –Aparta...— Una mirada fulminante y llena de frialdad dejó mostrar ante aquel guerrero que se interpuso y al que tuvo que esquivar al ver que no se movía del sitio, para no empujarlo y empezar con problemas en un local tan pequeño para Owen. Consiguió llegar a su destino, la barra, dirigiéndose al tabernero del lugar –Dame las cosas, me voy yendo de caza— Le guiñó un ojo mientras mostraba esa leve sonrisa de presumido.

El rubio abrió la puerta del local y apareció como el nuevo General de Libertad del Gobierno al que protegía con total seguridad, llevando la propia vestimenta de su cargo y el emblema de este que lo diferenciaba también de los demás, portando también una espada bastante larga enrollada en cinta blanca en su espalda, esa espada que no siempre llevaba para sus misiones pero que si le gustaba utilizar para momentos privados como para entrenar o…. cazar. Era una espada a la que tenía mucho cariño y cuidado, ya que ha estado cuidándola y arreglándola por años, hasta la actualidad. Con una mirada vacía, iba encaminándose para alcanzar a la mujer marine. –-¡Vicealmirante!— Gritó, mientras se acercaba y se daba la vuelta por un instante al escuchar los gritos dentro de la taberna y ver como algunos eran sacados por los caballeros.

--Vicealmirante— ya se encontraban a una distancia considerable para no tener que levantar la voz de nuevo. --Me presento como el General de Libertad, Owen Hawk. Encantado-- Se presentó cordialmente para darse a conocer a la marine con la intención de que ambos se estrechasen las manos. – ¿Quería tener un día tranquilo sabes? Me hubiera gustado ir acompañado de un cazador profesional para matar a la bestia que busco, Duramboros… ¿Te suena cierto?— Al tener casi la misma estatura, lo cual le había sorprendido ya que él llegaba al metro ochenta y seis, tuvo la facilidad de apreciar su figura con facilidad. Se trataba de una mujer alta y hermosa, de buena figura, portadora de orbes azules muy relucientes y con el cabello declorado, el cual, le daba un toque sexy y original a su apariencia. –Ya que al final no he podido encontrar a nadie...— Una sonrisa inapelable apareció dibujada en aquel rostro del muchacho. --…Me preguntaba si te unirías a mí para cazar al bicho aquel-- Señalo a donde se encontraban el bosque a lo lejos –Tengo la corazonada de que podría esconderse allí y, la recompensa es bastante buena. Solo tú y yo ¿Te parece bien?--.

El ambiente estaba cambiando, la fuerza en la que soplaba el viento aumentaba y el cielo oscurecía lentamente con el paso del tiempo. El joven se había olvidado totalmente de aquella persona que desapareció, ya no le importaba apenas, fuera lo que fuese no era de su incumbencia. Ese día relajante con el que el rubio había decidido partir en busca de una bestia se estaba convirtiendo en todo lo contrario, ¿qué pasaría cuando entrase en aquel bosque? Una mezcla entre escalofrío y excitación invadían el cuerpo de Owen. Estaba ansioso por entrar, y eso… no se lo iba a impedir nadie.

por Invitado Vie Jul 17, 2015 4:53 am

Su retirada del lugar fue la mejor decisión que pudo haber tomado, se podían escuchar los ruidos provocados por las quejas de los cazadores, como es que trataban de alzarse tratando de hacer valer su palabra, al poco tiempo eran callados por sus caballeros pero una nueva voz surgía en protesta reclamando la agresión del gobierno, las típicas quejas, a ella no le agradaban mucho las peleas y esa manifestación de violencia, se podía haber evitado con un poco de compresión por parte de ellos, después de todo actuaba en nombre de su bienestar, no comprendían la seriedad del asunto y todo lo que involucraba enfrentarse a una criatura de tal tamaño, al menos ya se encontraba fuera de la taberna y podía distraerse atendiendo la organización de la expedición, hablando con uno de sus tenientes que le informaba sobre la ubicación de los otros dos escuadrones, que es lo que estaban haciendo y si es que habían tenido alguna dificultad en el camino, de momento todo parecía presentarse acorde al plan.

¿Ya se han cerrado las demás tabernas? Perfecto, ahora cerraremos las entradas al bosque y entonces me reuniré con los demás escuadrones para poder proseguir con el p-.

Antes de poder terminar fue interrumpida por un grito que hacía referencia a su cargo, de inmediato giró su cabeza en busca del emisor, obviamente debido al impecable entrenamiento de sus tropas los dos soldados más cercanos tomaron posición en medio de ambos sujetos por simple precaución teniendo ya las espadas desarmadas, era un procedimiento agresivo pero bastante normal en personas de su rango, después de todo habían muchas personas que querían ver su cabeza en la punta de una estaca, las cosas no estaban muy bien después de todos los desastres que provocó la armada revolucionaria. – La Vicealmirante se encuentra muy ocupada para atender sus demandas, regrese por donde ha venido. – Su teniente tomó la palabra en defensa de su superior pues él sabía que Jaina no sería capaz de responder de una manera tan cortante como él, aunque claro que ninguno de ellos esperó que quien clamaba por su presencia fuese el General de la Libertad, ¿Por qué no había sido capaz de reconocerlo? Con su educación se había aprendido los nombres y apariencias de todos los cargos importantes, quizá por todo lo que debía coordinar y el hecho de que estuviera en una taberna de mala muerte eran buenas razones.

Posó su mano derecha en uno de los hombros de sus caballeros que la defendían para indicarles que su protección ya no era necesaria, con algo de desconfianza envainaron sus espadas pero no se retiraron, solo tomaron un poco de distancia, no confiaban en él y era algo evidente. – Creo que no compartimos la definición de “Día tranquilo”, General Hawk. – Correspondió a sus palabras con la educación y cortesía que la caracterizaban, escuchando en un respetuoso silencio todo lo que él le proponía mientras sus ojos se desviaban a recorrer su cuerpo, era tal y como los libros lo describían, al menos dentro de lo que hacía referencia al físico. – Es correcto, como ya se habrá dado cuenta eso es precisamente lo que nos trae aquí. – Ante su invitación no pudo evitar abrir un poco más sus ojos en señal de sorpresa, tomándose un par de segundos para pensar, ¿Es que su aparente normal trato amigable con ella y quizá hasta confianzudo lo había llevado a un mal uso de sus palabras? También caía la posibilidad de que estaba tratando de salirse con la suya, no le gustaba subestimar a las personas así que se fue por la segunda opción.

¡Es un insulto! Es una expedición aprobada por el reino, tenemos jurisdicción sobre ella y la Vicealmirante Jaina se encuentra a cargo, ¡Invitarla a dejar sus tropas y su cargo por una especie de aventura es alg-¡

Levantó su mano derecha para hacer callar a su teniente, era alguien bastante apegado a los códigos y estaba muy bien informado sobre las leyes, él no le debía respeto por el simple hecho de estar en una escuela diferente así que se podía tomar la libertad de alzar la voz, por su parte la dama no pudo controlar una suave sonrisa, siempre le había parecido graciosa su actitud a pesar de que siempre buscara lo mejor para ella. – A pesar de la evidente indignación de mi Teniente él habla con toda razón, esta expedición ya ha pasado por el debido papeleo para ser aceptada y se me ha dado completa jurisdicción, por lo que su invitación no tiene mucho respaldo, sin embargo. – Se tomó un pequeño descanso, a pesar de mantener la mirada fija en los ojos ajenos ya se imaginaba el rostro de desconcierto que mostraba su compañero por sus últimas palabras. – Lo aceptaré dentro de mis filas y lo pondré al frente, desperdiciar el famoso talento de un General por un simple tecnicismo legal y continuar sería una completa estupidez de mi parte. – No gozaba de la escuela de adivinación dentro de la magia pero no hizo falta para predecir las quejas de su Teniente. –Además. – Alzó un poco el tono de voz, callándolo. – Tengo entendido que un General vale por cientos de soldados, así se evitarían muchas bajas dentro de nuestras filas, no queremos regresar con una caravana llena de muertos, ¿Cierto, teniente? – Se vería obligado a responder a su favor, era un hombre que si bien era algo imprudente podía admitir su derrota.

Ahora sigamos.

Las órdenes ya estaban dadas por lo que no quedaba nada más que hacer ahí, al menos no para ese pequeño grupo de personas, tal y como había dicho sus soldados terminarían por vaciar los locales aleñados al bosque, luego controlarían las entradas del mismo e impedirían el ingreso de civiles y personal no aprobado en la orden. – Me sorprende que alguien como usted estuviese en busca de un compañero para esta misión, ¿Por qué no acudir a la armada? – Preguntó mientras viajaban por un camino de tierra perfectamente marcado, introduciéndose más y más al bosque, su objetivo era llegar al lugar donde habían ocurrido la gran mayoría de avistamientos y accidentes, deberían de encontrarse dentro de poco con sus demás compañeros.

por **Owen Hawk** Lun Jul 20, 2015 4:24 pm

La conversación con la Vicealmirante iba viento en pota. A pesar de las interrupciones con las que su teniente interrumpía la plática entre dos guerreros de alto rango en el Gobierno, el joven solo tenía ojos y oídos para la Vicealmirante. No le gustaba que le interrumpiesen durante una charla, mas si se trataba de una persona débil ante la presencia del General, era algo que no toleraba, sin embargo, admiraba y respetaba la lealtad y fidelidad con su superior, era algo de lo que debía de estar orgulloso la comandante de aquella tropa, así que, por ese motivo y ya que era un caballero de la armada, Owen no lo decapitó allí mismo. Cuanto más hablaba, más confirmaba con justeza ese tono afable, educado, del que muchos comentaban.

-Vicealmirante Jaina Proudmoore — No se podía desvanecer aquella leve sonrisa que mostraba Owen, estaba alegre de saber que era cierto sobre su grata cortesía. De no haber sido así, el rubio se llevaría una desilusión, su jugada, hubiera sido en vano. – Ahora mismo debe estar pensando sobre mi… confianza con la que me dirigí anteriormente hacia usted – Cruzándose de brazos, observó de reojo a los dos tenientes que tenía a los lados. La expresión de su rostro cambió de nuevo a un estado más serio. Era una de las características que mostraba Owen abiertamente con los demás, es tanto el cambio continuo de expresiones que, a veces, era complicado saber lo que pensaba con exactitud aquel muchacho. – Lo hice por una buena causa personal. Comprobaba… suposiciones, por así decirlo. Ruego que me disculpe ante mi descortesía – Dijo disculpándose mientras realizaba una pequeña inclinación hacia delante.

¿Evitar bajas? Owen rezaba con fuerzas para que aquellos guerreros que iban a acompañarlos supieran defenderse solos, no iba a estar protegiendo a todos, debían de saber que la bestia a la que nos íbamos a enfrentar era realmente poderosa, por eso, el deseo de ir solo junto a la Vicealmirante era lo más acertado. De seguro, evitaría muchísimas más bajas con ese plan. Dos grandes guerreros del gobierno eran suficientes para tratar la situación a la perfección, el tener que estar con toda la caballería acompañándonos, era algo irritante. Por encima de todo, antes está la vida de uno, si no puedes defenderte tú mismo, entonces serás incapaz de defender a los demás, eso esperaba que tuvieran claro los guerreros.

Una vez entrando con paso firme en aquel enorme bosque, la luz del día aún iluminaba un poco el lugar, lo que facilitaba la vista de los caballeros, luchar bajo una oscuridad bastante densa en el lugar donde se hallaba el Duramboros sería extremadamente amenazante para ellos. Como buen soldado del Gobierno, Owen los protegería si sus vidas estuviesen en peligro, aunque preferiría que no ocurriese, no quería tener trabajo extra, tener que salvarlos era equivalente a poner su vida en riesgo.

Aquel silencio en el que se encontraban fue interrumpido por una pregunta que la Vicealmirante realizó y a la que contestó con tranquilidad a los pocos segundos de escucharla –La armada… – Dejó salir un insignificante suspiro para continuar con la respuesta. – Si quieres evitar bajas innecesarias, dejar la armada a un lado es lo más factible. Querer probar cosas nuevas era otro de los motivos. – La miró de reojo por un instante – Espero haber resuelto su duda – Esa expresión adusta no había cambiado desde que estaban fuera del bosque, algo raro en Owen para los ojos de muchos, pero totalmente normal para él, se estaban acercando al nido, lo presentía, pero le indignaba el hecho de que lo único que se oyese fueran sus voces y los pasos de los presentes. A pesar de sus dotados sentidos, no podía escuchar nada más, si dijera alguna palabra de lo que pensaba, el desasosiego podría apoderarse de los caballeros, no era buena idea, lo único que podía hacer era agudizar los sentidos con más fuerza y estar atento a los alrededores.

Olfateó por varios segundos el ambiente, olía a podredumbre. Ante aquella pista para encontrar el nido, él joven se preparaba para lo peor. Agarrando son su mano derecha el mango de su espada con la intención de desenrollarla, Owen se decidió por avisar a las tropas – Preparaos… creo que nos estamos acer… – Sus palabras fueron interrumpidas por un crujido muy peculiar que el rubio notó en la planta de sus pies, lo que hizo detenerse al instante de oírlo. Tanto el escenario como el ambiente cambió, un olor inmundo se adentraba en los orificios nasales de todos, solo se podía divisar cadáveres de animales descompuestos, parásitos de estos, esqueletos.

–Huesos de animal… Sospecho que también pueden ser de algún humano. – Nos estábamos acercando, lo que significaba que todos debería de estar más en alerta. Terminando de desenrollar su espada, dejándose mostrar un arma de hermoso filo, un arma con ansia de cortar todo lo que viese, algo que su dueño, iba a concederle con seguridad.

por Invitado Mar Jul 21, 2015 7:02 am

No se preocupe.

Comentó mientras proseguía con su camino sin siquiera voltear a verlo, cosa que iba en contra de su educación, esperaba poder ser perdonada por su compañero pues debía atender asuntos muy importantes y al menos había alcanzado a recibir su educada disculpa. Aquella situación no solo englobaba a la bestia y la recompensa que podía otorgarle y si bien ya le había dado una mala impresión por sus palabras que aludían a esas recompensas necesitaba de su fuerza, ¿Pero actuaba de una manera interesada? Aquello no se podía definir como blanco y negro, para ella había demasiado en juego y tomar un riesgo como este ya significaba mucho para sus objetivos, de no ser porque las palabras de su maestro acosaban su mente quizá también le habría bloqueado el paso. – Mi teniente no debió dirigirse a usted de esa manera y al estar bajo mis órdenes asumo la responsabilidad y me disculpo, es mejor olvidar lo ocurrido y que nos centremos en la misión. – Su especie de “justificación” le causó algo de extrañeza al mismo tiempo que casi curva sus labios en una suave sonrisa irónica, al parecer ninguno se tenía mucha confianza, cosa que era completamente entendible, no se conocían y eran de reinos distintos.

Fue un tanto extraño que su respuesta fuese tan áspera cuando antes se había portado de una manera más educada y quizá hasta alegre, claro que no fue nada más que una observación por parte de la maga, lo que menos le importaba ahora era la charla. – Tiene algo de razón. – Volvió a reinar el silencio, el ambiente se adornaba por el sonido metálico de las armaduras, los pasos, algunos animales que cantaban de vez en cuando. La marcha duró varios minutos hasta que todos se encontraban ya dentro del bosque, acercándose a la zona de peligro, todos estaban con los ojos abiertos atentos a cualquier sonido, los cantos ya habían desaparecido y lo único que los acompañaban eran sus armas.

Todos se pusieron en guardia al escuchar la advertencia incompleta del rubio, si bien no confiaban en su presencia al menos asumían que sus sentidos eran mejores que los propios; Jaina hubiese deseado encontrar a los supervivientes en un mejor estado. – Debemos asumir lo peor. – Respuesta a la suposición del General, a pesar de que el escenario era simplemente asqueroso por la sangre en el suelo, los huesos con trozos de carne, los torsos que colgaban de las ramas de los árboles y una que otra calavera que conservaba los ojos de sus dueños todos estaban lejos de evidenciar alguna mueca de desagrado, al contrario, estaban enojados; ¿Quién podría llegar a culpar a una dama que había sido criada en la nobleza, tratada siempre con la mayor educación posible? Sería completamente normal que ella junto con sus guerreros llegasen al punto de vomitar, la verdad es que eso ya había ocurrido hace mucho tiempo.

¿Milady?

Un soldado surgió por un costado de la asquerosa escena; Su casco estaba cubierto de sangre al igual que sus manos, se podía ver que la funda de su espada también estaba adornada con aquel líquido carmesí por lo que era obvio que el terreno era peligroso, aunque al menos ahora debería de encontrarse despejado. – No hemos tenido muchos problemas, solo algunos heridos y ahora procedemos a quemar los cuerpos y… - Su mirada se fijó en el extraño que los acompañaba, Jaina se adelantó. – Siga con su reporte soldado. – Extrañado, obedeció. – Y atender a nuestros compañeros. – Con un simple ademán de su mano sus soldados comenzaron a moverse con completa seguridad, tomando los cuerpos muertos para ir apilándolos uno a uno, recogiendo los trozos de carne y tratar de dejar la zona lo más limpia posible, ¿Pero por qué? ¿Por simple amor a la naturaleza? – Sigamos. – Ahora solo quedaba la mujer con el rubio, sus palabras sonaron muy cortantes y quizá fue demasiado obvia al tratar de apartar la mirada de los cadáveres más pequeños como si quisiera ignorar que se asemejaban demasiado a un humano, ¿Cuántas madres le habían pedido que trajera de regreso a sus hijos? ¿Esposos? Sus cuerpos por último y así darles un entierro apropiado, debía ser firme.

Ya era momento, al igual que su compañero debía desenvainar su arma; Sin detener sus pasos extendió su mano hacia el frente y la hundió en el aire como si fuese una maza de agua invisible, al momento de retraer su mano estaba sosteniendo un bastón de metal que justo en la punta tenía incrustada una gema de un color celeste blanquecino.

A sus espaldas se alzaban las columnas de humo negro.

por **Auros** Mar Jul 21, 2015 10:46 pm

El olor a sangre fresca aromatizaba todo el aire que llegaba a respirar la bestia de forma lenta, casi sin notarse como aquel infectado aire entraba invadiendo su arcano cuerpo. No era un ser realmente que amase comer carne humana ni de ningún ser, su comida favorita era degustar aquellos arboles que ya no daban mas vida en el lugar, pero que servían para alargar en su muerte la vida de otros. Pero nada que no fuese él en su entorno, tenía derecho ni siquiera a tocarlos y aquellos seres resultaban ser lo suficientemente invasores como para merecer morir por profanar lo que era suyo.

El Duramboros tenía el don de camuflarse en el entorno como si fuera parte de aquel verde y rocoso escenario, haciendo muy difícil verlo si este estaba totalmente agazapado, acechando como en esta ocasión. Permanecía entre aquel paraje oculto en el mismo hasta que la figura de aquellos dos osados estaban a pocos metros de su rango. Abrió sus ojos y al divisar los contrario en un rápido movimiento, se incorporó avanzando entre la maleza apenas con dos enormes pasos que hicieron temblar todo el terreno, moviendo su enorme cabeza y cornamenta en el primer paso hacia hacia abajo para embestir hacia arriba y delante con toda furia intentando reventar los huesos de aquellos infelices.

DATOS:

por **Auros** Mar Jul 21, 2015 10:46 pm

El miembro 'Auros' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Suprema' : 3

por **Owen Hawk** Jue Jul 23, 2015 1:24 pm

Aquella repulsiva escena empeoraba a cada paso que dábamos, el hedor de los cadáveres era más impactante. Se podía escuchar a la perfección las arcadas, quejas, blasfemias, de los soldados que nos acompañaban, la sangre estropeaba aún más el lugar, el estar donde nos encontrábamos era muy desagradable e insoportable, seguramente para la mayoría de los presentes, sin embargo, el hecho de que alguno de ellos aún no se hubiera largado era digno de ser respetado. Aun así, era la mejor opción que tenían, el bosque no solo estaba habitado por la bestia a la que nos íbamos a enfrentar, también era lugar de muchas otras criaturas peligrosas, al huir, tarde o temprano serias presa de alguno de estos seres. Las tropas se pusieron manos a la obra para recoger el despojo, los cadáveres, para amontonarlos en una zona concreta, suponía que la Vicealmirante querría limpiar la zona, no le gustaba lo que veía, sin duda, el joven lo entendió.

Examinando el lugar mientras continuaba su andar, se percató por un cuerpo de pequeño tamaño, le había llamado la atención un accesorio que portaba. –Dios…. Tan pequeño.– Se trataba del cuerpo de un crío. Aún por falta de algún que otro miembro y con la sangre invadiendo todo el rostro, Owen supo que se trataba de un niño. Agachándose, con un gesto, echó a las moscas que se encontraban volando sobre su cuerpo, e inspeccionándolo lo divisó. Llevaba en su cuello un colgante de plata, el cual por respeto, lo agarró sin arrebatárselo. Con el pulgar limpió el polvo para poder ver con claridad lo que estaba grabado en el colgante, supuso que se trataba de sus padres. Fue inevitable escuchar el gran suspiro del General. Agarró el colgante con fuerza y lo arrancó del cuello del joven. –Pienso informar a sus padres, Vicealmirante. Dudo que lo sepan.– A juzgar por el color de la sangre y por la textura de la piel, teorizó sobre la muerte del chaval, el cuerpo no había pasado por el quinto día. Era lo que él pensaba. Llevándose el colgante a un bolsillo, el rubio se recompuso para mirar de reojo a los soldados –No se olviden de este cuerpo…– La voz del ángel sonó débil, pero fue suficiente para que los caballeros le oyesen.

Fue digno de presenciar la hermosa forma con la que la Vicealmirante hizo aparecer su bastón. Desde luego, a Owen le impresionaba todo aquel tema sobre la magia, le resultaba excitante. A su vez, el ángel se sorprendió de que la Vicealmirante se tratase de una hechicera o una maga, debía verla en acción para saber con exactitud, ya que un hechicero y un mago no son lo mismo, lógicamente. ¿Qué clase de magia utilizaría? ¿Qué elemento era su especialidad? Por dentro, Owen se comportaba como un niño, quería conocer sus habilidades, y para la suerte del General, lo iba a comprobar en pocos segundos.

Aquel escaso ruido de entre la maleza que Owen escuchó a pocos metros, fue suficiente como para ofrecer total atención al lugar donde escuchó el sonido del crujir de las ramas. Pero no acabó ahí, todos y cada uno de los presentes fueron testigos del estruendo que aquella bestia colosal provocó. Era inaudito como aquel ser se camufló a la perfección, sin que los ojos de ángel pudieran haberle avistado. La Vicealmirante y el General se encontraban a muy pocos metros de distancia, lo que le hizo estar en alerta máxima y no tener más remedio que optar por realizar un grito de advertencia sin el consentimiento de la líder de la tropa. No era quién para mandar a sus caballeros, pero si necesario para salvar vidas. –¡Todos! ¡En posición de defensa, YA!– Aquella bestia no tuvo otra que comenzar embistiendo con su cornamenta enorme, solo le hicieron falta dos pasos para alcanzarnos. –¡Vicealmirante!– Owen retrocedió con un salto para no estar en el rango de ataque de aquel monstruo, observándolo bien, era simplemente enorme, podía notar cómo su gigantesca y pesada cola, iba a ser un problema serio en la batalla. Había que tener cuidado.

Sujetando el arma con fuerza con su mano derecha, Owen materializó 10 espadas de la nada con un simple chasquido de dedos por parte de su otra mano. Seis de ellas se quedaron rodeando al General para tener algo de protección, mientras que las otras cuatro fueron dirigidas al Duramboros en dirección a su pecho, manejándolas con libertad gracias a la telequinesis, con la intención de que estás, rajasen y penetrasen en los músculos del coloso. Al fin había comenzado la batalla. Owen sentía como la sangre recorría y calentaba todo su cuerpo, estaba emocionado, tenía ganas de destrozarlo.

Stats:

por **Auros** Jue Jul 23, 2015 1:24 pm

El miembro 'Owen Hawk' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Rango 3' : 2

por Invitado Jue Jul 23, 2015 2:36 pm

Mientras más rápido terminaran con su deber mejor.

Quizá fue porque estaba demasiado centrada en sus pensamientos, porque la bestia se camuflaba muy bien en la maleza o solo fue cosa de suerte a favor de la criatura; El caso es que para cuando pudo distinguir la enorme figura correr hacia ella tuvo muy poco tiempo para poder actuar, la suave advertencia de un inicio se transformó a un temblor que sacudía su cuerpo, era normal tener algo de miedo cuando algo así está corriendo hacia ti buscando aplastarte. El sonido de un impacto resonó por todo el lugar y la evidencia era el humo que engullía la zona donde debería de encontrase la maga, aunque el suspenso no duraría mucho pues dentro de nada se vería un cuerpo femenino ser despedida de la bruma de humo, ella jamás se había caracterizado por tener una condición física muy elevada y de por si la fuerza de su oponente era colosal, fue normal que a pesar de su defensa el impacto no solo acabara con parte de la misma, sino que también la alcanzara; Su cuerpo giró hacia atrás un par de veces hasta poder retomar una posición más favorecedora, afortunadamente no sufría más que una molestia pasajera.

Afortunadamente su instinto natural mantuvo su puño derecho firmemente apretado para evitar que su bastón se escapara, debía de actuar rápido pues si bien la criatura podía llegar a ser lenta e inclusive torpe no tenía ánimos de probar su suerte; Su mano izquierda se alzó frente a ella con los dedos apuntando hacia arriba, formando una garra que luego abruptamente se cerró hacia abajo acompañado de un movimiento parecido de su brazo, aquello tendría su efecto en la realidad “tomando” el polvo, regresándolo al suelo como si fuese una masa de agua que regresaba al mar para así tener una vista despejada.

Entonces se verían los restos de un muro de piedra, la cabeza de la criatura no logró pasar por completo pero si sus cuernos, tenía un poco de tiempo antes de que la pudiera ubicar puesto que su visión también estaba bloqueada. Comenzó a hablar en un idioma que algunos podrían identificar como latín al mismo tiempo que su arma se posicionaba frente a ella, bastaría que la base de la misma tocara con fuerza la tierra para que la misma se sometiera a sus órdenes, respondiendo; Las placas de la tierra colisionaron con tal fuerza que se alzaron en forma de pilares con distintas alturas individuales, avanzando como si fuesen una avalancha hasta llegar a su objetivo, tenían como objetivo golpear desde abajo a la criatura, si bien era alguien inteligente no era quien para adivinar sobre la dureza de su piel, perfectamente podría llegar a empalarlo, herirlo o solo golpearlo pero ninguna de esas opciones descartaba una posibilidad, el obvio cambio en el terreno.

Los pilares de piedra quedarían fijos en el terreno y si bien no eran rivales para la colosal fuerza de la bestia si impedirían un correcto desplazamiento a donde estaba la maga, lo cual podría usar a su favor para poder ganar algo de tiempo. - ¡Saquen los cuerpos! – Ordenó, tal orden podría tener muy poco sentido en una situación como esta pero había algo que el rubio desconocía, ella trataba de ser lo más cautelosa posible para evitar preguntas innecesarias y así mantener una relación más fácil, dentro de lo que se refería a la política. Ahora, con un poco de tiempo pudo distinguir de mejor manera a su colega, ya había visto su espada en un momento anterior así que dedujo que se especializaba en un combate más cercano, cosa que su nueva habilidad confirmaba, sin embargo cuestionaba seriamente tal especialidad contra una criatura como ella, en serio esperaba que le hiciera honor a su rango pues lo necesitaba.

Stats:

por **Auros** Jue Jul 23, 2015 2:36 pm

El miembro 'Jaina Proudmoore' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Rango 3' : 13

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#2 'Tirada Rango 3' : 2

por **Auros** Vie Jul 24, 2015 8:29 am

Cabe destacar que la bestia no contaba con los fugaces movimientos de ambos seres, mas aun teniendo en cuenta que deshacerse de multitudes para ella había sido relativamente fácil y lo mismo corroboraba el escenario grotesco que había dejado minutos atrás. Para el Duramboros aquellos seres eran insignificantes y molestas criaturas que debía aplastar como su fueran hormigas que venían a robarles su comida, pero aunque la intención del robo no fuera ese el olor de los mismos en el aire que respiraba era motivo justificable para querer acabar con sus existencias.
La embestida fue rápida, brutal y un poco alocada provocando que el Duramboros chocara directamente con aquella especie de muro de piedra defensivo rompiéndolo con su pesada cornamenta y sufriendo un malestar leve en su tosca piel.

Un enorme alarido mas de rabia por haber fallado que de dolor, precedió al siguiente movimiento de la bestia, la cual dirigió su atención nuevamente en la fémina al sentir su esencia por todo el maldito muro. Pero no se olvidaba de aquel que había intentado por su diestra un ataque sin éxito por fortuna para el Duramboros. Con pesadez pero no por ello mismo lentitud extrema, viró su cuerpo hacia la derecha fijando la vista en el rubio, mientras que su enorme y pesada cola en forma de martillo en la punta, se agitaba con violencia hacia el ataque de la fémina para romper aquellos pilares defendiendo su cuerpo y derribar con un fuerte golpe a la mujer, intentando no solo dañarla sino alejarla de su área vital.

DATOS:

por **Auros** Vie Jul 24, 2015 8:29 am

El miembro 'Auros' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Suprema' : 17

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#2 'Tirada Suprema' : 25

por Contenido patrocinado

Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

Misión rango 3: Cacería especial de un Duramboros [Owen Hawk y Jaina Proudmoore]

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater