Lo unico real es aquello que nos enloquece el alma -Akasha-

por **Alexey Zherdev** Sáb Abr 23, 2016 8:00 pm

Lo unico real es aquello que nos enloquece el alma

Yusuke Shishiken & Akasha Leberecht| Ciudad Ichi| Noche-Lluvia

Siempre se consideró libere como el viento del que había nacido. Nunca dejo que nada ni nadie lo limitase a un solo lugar, necesitaba moverse, conocer y explorar ya que permanecer en un solo lugar lo volvía loco. Y así condujo su vida hasta que se vio enfrentado por la muerte de sus padres y con ello, su libertad termino. Confinado a una casa, a un labor que simplemente lo sofocaba y seguramente habría estallado si esa mujer no hubiese aparecido.

Su relación, en principio amistad, con Akasha fue una manera de recuperar su libertad aun estando confinado a su prisión. Verla, hablar con ella, lo saco del foso donde había terminado luego de tantos años haciendo lo mismo. Por ello no fue sorpresa que eventualmente termino enamorándose de ella, un amor en verdad hermoso y que le mostro muchas nuevas cosas a Yusuke, cosas que podría decirse había tenido miedo de conocer o siquiera aventurarse a buscar.

El tiempo transcurrió de manera rápida y antes de darse cuenta, esa hermosa mujer dejo el reino donde vivan para convertirse en la directora de la famosa academia en el reino gélido. Un avance sin dudas muy grande para ella, algo por lo que estaba muy orgulloso pero también un tanto triste, significaba que no sería capaz de verla a diario como antes y en principio lo acepto, se las ingenió para mantener aquello que tenían vivo pero eventualmente llego a cansarse de esa distancia tan terrible.
Su decisión fue sencilla sobre todo porque aprendió mucho del tiempo que estuvo con ella. Sin mirar atrás dejo aquella mansión que fue su hogar por tantos años, entregándola a las personas que siempre la cuidaron. Abandono el cargo que ostentaba y viajo hacia el reino gélido, presentándose en la academia con una simple petición, ser aceptado como profesor de la misma. Seguramente una elección extraña para muchos pero era lo mejor que había hecho en mucho tiempo.

Ahora un par de semanas en su nuevo cargo, se encontraba bebiendo en una posada. Los últimos días los dedico a buscar un sitio idóneo para construir una casa y finalmente lo había encontrado en las afueras de esa ciudad. Ahora solo quedaba una cosa por hacer y era convencer a su pareja que viniese a vivir con él. Se encontrarían pronto, es más apenas su taza estuvo vacía, dejo la taberna y se internó en las calles, caminando por el borde del rio que la cruzaba. Podía ver su reflejo, traje militar con una coleta de caballo que en realidad le hacía ver mayor y al mismo tiempo mucho más afable.

Aquí como siempre, la esperare —Murmuro para sí mismo mientras apoyaba su espalda en el tronco de un árbol. Su mirada un tanto cansada pero igualmente ilusionada, se deslizaba por la calle mientras observaba a la gente pasar al mismo tiempo que las primeras gotas de la lluvia comenzaban a caer, formando luego de un rato una pequeña neblina en la calle aunque claro el permanecía seco ya que solo esa pequeña fracción de la vía estaba protegida por un techo de las ramas del árbol entrelazadas.

Creado por Arno Ψ

por **Akasha Leberecht** Dom Abr 24, 2016 1:41 am

El reino de Tempus bien conocido era por su baja temperatura casi constante en algunos sectores, pero ante los sentidos de la vampira no era ciertamente un problema a tener en cuenta…¿por qué?, difícil de saber con claridad…un vampiro era normalmente conocido como un ser que carecía de vida, aunque las versiones eran completamente diferentes según la raza, a Akasha le daba soberanamente igual, su cuerpo de por si estaba adaptado a las bajas temperaturas que no resultaban un problema para la pelirroja, no cuando se desplazaba lentamente por la ciudad sin siquiera estremecerse por el frio, aunque sus cabellos rojizos se mecían hacia atrás con delicadeza, oscilando estos de modo casi continuo permanente, siendo presas del propio capricho del viento que parecía adueñarse de estas hebras rojizas que solo enmarcaban todavía más la silueta de la joven.

Mantenía el paso tan lento como cuidado, un paso delante del otro en lo que iba aproximándose al sitio del encuentro después de haber terminado con sus obligaciones, las que de alguna forma la habían orillado sin más a tomar otros rumbos…inciertos, si, dejando atrás todo un legado que durante siglos le correspondía pero que ante algunos sucesos que obviamente no prefería revelar hacia los demás. La tragedia de su familia la había llegado a marcar, aquella mansión en la que vivió por tantos años…vaya, tenía sentimientos encontrados respecto a ese lugar, amaba ese sitio pero por otro lado, los recuerdos eran demasiado tristes como para que pudiese siquiera dormir en paz, el pasado la asediaba de modo constante.

Puede que en el camino se haya robado alguna que otra mirada, pero la fémina jamás lo notó…no…ella iba demasiado absorta en sus propios pensamientos, algunos que la atormentaban tan solo un poco como para hacer que su semblante se tornara serio, intransigente como era el simple recuerdo de su hermano mellizo, ¿qué era de él?, no lo sabía…no sabía absolutamente nada de su otra mitad, más que se había metido con la gente equivocada, o incluso que él ya no era el mismo chico con el que se crio. Debió por ese entonces dejar escapar un suspiro tan repentino como necesario, no pretendía que el contrario notase que algo la agobiaba, menos cuando Akasha era tan cerrada con sus problemas hasta un punto hermético, en donde casi nadie podía averiguar que pasaba por la mente de la chica, nadie era capaz de penetrar esos muros que ella creaba por propia protección…porque era parte de la naturaleza de aquella vampira tan misteriosa como “solitaria” en tantos aspectos personales.

A medida que fue aproximándose al sitio del encuentro, se colocó aquella “mascara” de que todo estaba como siempre y sin más, pasó por la derecha del contrario, observándole de reojo con una sonrisa relativamente cauta, procediendo sin más a sentarse frente a este, manteniendo una postura cuidada como recta para finalmente cruzar la pierna derecha por encima de la izquierda. —Lamento la demora, pero me entretuvieron con algunos asuntos. ¿Te hice esperar demasiado?, en mi defensa…puedo decir que todavía no conozco demasiado la ciudad y me es fácil perderme— Afirmó en ese tono de voz tan altanero pero melodioso, claramente bromeando en esas instancias.

por **Alexey Zherdev** Dom Abr 24, 2016 10:35 am

Podía decir con sinceridad que había empezado a tomarle aprecio a ese reino. En un principio le había costado adaptarse a las temperaturas pero al final ver las nevadas o caminar por las montañas congeladas se volvieron parte de sus pasatiempos favoritos. Existía algo de belleza en esas tierras gélidas, un tanto diferente a la belleza normal de la naturaleza pero el Dijin podía apreciar su hermosura en las corrientes que viajaban eternamente por sus extensos terrenos igual que las nevadas que prefería a la lluvia normal que aun podía encontrarse en ciertos sitios del reino.

La llovizna se convirtió pronto en una tormenta un tanto fuerte pero claro, realmente era solo parte del trasfondo ya que su “techo” lo mantenía seco y por suerte lo mismo sucedió cuando su compañera se hizo presente.
No importaba cuantas veces la viera, seguía sintiéndose sorprendido por la forma en que su presencia podía volverse el centro de cualquier lugar donde ella estuviese. Originalmente cuando la conoció, fue atracción física por el delicado rostro que poseía y ese cabello tan hermoso, una melena de fuego puro. No fue hasta que compartieron más tiempo que nació un sentimiento más profundo y puro hacia ella, podría incluso decirse que era igual a cuando veías a tu primer amor. Como un relámpago que te golpeaba, afectando todos y cada uno de tus sentidos.

No llegue hace mucho —Respondió sonriendo con suavidad. Movió su mano derecha en un pequeño círculo, cerrando aquella pequeña zona con un par de paredes para evitar que la lluvia entrara— Me alegra verte Akasha —Dijo caminando hacia ella. Estiro su diestra, acariciando lentamente su mejilla izquierda mientras se inclinaba y depositaba un beso suave en la derecha— Te extrañe —Susurro en su oído antes de alejarse de ella.

Dio un par de pasos hacia atrás, haciendo aparecer una mesa en medio de ellos y un par de sillas. En el centro de la mesa se formó un árbol miniatura con una variedad de frutas exóticas junto a dos copas de plata en los extremos de la mesa. Finalmente el profesor saco una botella negra, sirviendo el contenido incoloro en ambas copas antes de sentarse y tomar una manzana del pequeño árbol.

Cuéntame algo—Dijo mordiendo la manzana, manteniendo la mirada puesta en la pelirroja— ¿Cómo se siente ser la directora de esa academia? —Cuestiono mirándola con un toque de curiosidad mientras movía su dedo índice, creando una pequeña manta carmesí en el respaldo de la silla contraria— Yo he pensado mucho en ti ¿Sabes? Y bueno en nosotros también —Admitió soltando su cabello negro, todo desordenado, sobre su espalda— Me gustaría hablarte de algo…o más dicho proponerte algo Akasha ¿Me harías el honor de escucharme? —Pregunto en un tono de voz cálido, sonriéndole como solo lo hacía cuando se encontraban juntos. Necesitaba pensar bien sus palabras, no quería arruinar esa importante ocasión.

por **Akasha Leberecht** Lun Abr 25, 2016 1:48 am

En todo momento se mantuvo observándole a los ojos con ligera curiosidad, pues a ciencia cierta no imaginaba que tanto motivo escondido tenía esa reunión así tan repentina…No le disgustaba ni tampoco le molestaba, pero era muy sabido que la curiosidad tenía su peso importante en la vampiresa de rojizos cabellos, así que simplemente se dedicó a observarle con una sonrisa encantadora…envolvente como bien podía ser algo natural en su propia personalidad. —Es simplemente un hobbie, no lo tomo como algo verdaderamente serio, Yusuke. Nada más que eso…— Afirmó, extendiendo la diestra para rozar con el dedo índice la parte superior de la mano izquierda ajena, para así, finalmente solo retomar la posición anterior sin demasiados problemas al respecto. —¿Extrañarme?, vamos, no seas tan pretencioso que no ha sido demasiado tiempo el que llevo aquí— Musitó con ese carisma propio que tanto la precedía, solo para suspirar con ligero cansancio…Si, se notaba un poco en su mirada, las noches estaban volviéndose una tortura…la sed la invadía por completo como si fuera una neófita, ¿por qué?, cambios cíclicos que alteraban la sed en Akasha, a diferencia de otros vampiros…era bastante inestable, condición que la preocupaba siempre ante terceros.

—Te noto más…umh...animado de lo común. Por decirlo de alguna forma, y sinceramente me ha sorprendida tu propuesta de vernos, es decir, tu insistencia. ¿Ha pasado algo?— Cuestionó por ese entonces, ladeando el rostro y adoptando en ese rostro tan delicado una interrogante bastante notoria que seguramente no pasaba desapercibida en lo más mínimo, como si por algunos segundos, toda inocencia se instalase tanto en su mirar como cuando realmente nada la asediaba ni tampoco molestaba. —¿Nosotros?— Y ahí arqueó una ceja ante la notable cuestión que la abordó, por lo que en ese entonces soltó un suspiro a nueva cuenta, perdiéndose en la mirada del contrario…Indagando, buscando, deseando en todo momento saber que podría estar ocurriendo. —Me preocupas—

Y eso fue todo lo dijo antes de que sus labios no musitaran ya palabra alguna, dándole a entender que le daba pie a que le dijera eso que tanto tenía pensado. La respiración de la fémina fue en todo momento bastante lenta como calmada, relajada, denotando que realmente no estaba nerviosa, más solo agotada o posiblemente deseando dormir durante largas horas a falta de sangre. Con su mano derecha acomodó algunos cabellos detrás de su oído y sin más, apoyó esas manos delicadas sobre su propio regazo…Le mantuvo la mirada en todo instante habido, manteniendo el mentón ligeramente alzado pero a su vez, luchando por demostrar que se encontraba bien aunque esto no fuera del todo cierto…Pero, ¿qué más daba?, así de orgullosa era la fémina que no se resignaba a demostrar debilidad ante otros.

por **Alexey Zherdev** Lun Abr 25, 2016 1:21 pm

No era muy común ver esa expresión en su rostro, generalmente siempre terminaba siendo el mismo quien buscaba respuestas de la mujer. Realmente nunca habían tenido alguna clase de secreto o alguna situación que los pusiera en ese plano sin embargo lo que iba a proponerle sería un cambio completo a la forma en que llevaban esa relación. Desde su punto de vista obviamente podía ser un cambio excelente pero aún faltaba saber que pensaba la pelirroja.

Intentando buscar la mejor forma para decirlo, pudo notar durante un instante que algo no estaba del todo bien en ella. Quizás porque había pasado tantas horas a su lado que simplemente había adquirido cierta habilidad para discernir ciertas situaciones por los gestos que hacía o en su defecto, la ausencia de ellos. Sin embargo no estaba seguro que podía ser, sabía que era algo, pero prefería por el momento al menos no mencionar nada. Fuera a ser que estaba equivocado y terminaba quedando como un tonto en frente de ella, algo que sinceramente no le atraía demasiado.

Volviendo a concentrarse en la razón por la que pidió esa reunión, el dijin se levantó de su silla y camino hacia la pelirroja. Frente a ella se puso en cuclillas, manteniendo su mirada en esos hermosos ojos mientras estiraba su mano derecha hacia su cuello, generando de sus dedos una delgada cadena negra que rodeo su piel hasta unirse en una pequeña lagrima dorada. Sonriendo levanto el dije en su palma, mirándolo un momento antes de mirar a la pelirroja — ¿Sabes? He pensado durante mucho tiempo esto. No sabía cómo mencionarlo o si realmente tú estarías de acuerdo con la idea pero el que te movieras a este reino quizás me brindo la excusa para tomar el valor necesario. Yo desde que te conocí sentí una atracción hacia ti, realmente empezó como una atracción física pero poco a poco fui desarrollando sentimientos que si bien no soy experto en demostrar, son fuerte y completamente reales. Ahora se me presento una oportunidad y por ello te llame Akasha —Dijo tomando un pequeño respiro mientras soltaba lentamente el dije y llevaba su diestra a los cabellos rojizos de la vampiresa mientras cruzaba su mano izquierda por su cadera.

La miro con intensidad, perdiéndose momentáneamente en sus ojos mientras se acercaba a su rostro, finalmente uniendo sus labios con los de ella. En principio suave, poco a poco fue intensificándolo hasta que deslizo ligeramente su lengua entre los labios de la vampiresa, acariciándolos con delicadeza antes de morder ligeramente el inferior. Mucho tiempo había pasado desde que compartió un beso así con ella pero la electricidad y los escalofríos agradables que sentía seguían ahí como en la primera vez que lo hicieron —Akasha…quiero pedirte hoy…nuevamente que seas mi pareja…mi novia pero también…quiero pedirte que me hagas el honor de por favor…aceptar vivir conmigo…mi pelirroja hermosa —Murmuro entre un suspiro al separar apenas sus labios para poder mirarla a los ojos y sonreír en espera de su respuesta.

por **Akasha Leberecht** Miér Abr 27, 2016 12:49 am

La fémina se esperaba cualquier tipo de respuesta o cuestión, aunque lejos estuviese de imaginarse que tanto querían decirle o más bien, proponerle. Siempre se mantuvo igual de calmada, igual de serena y posiblemente relajada…pero eso sí, expectante ante cualquier cosa que pudiese pasar. Le siguió con la mirada cuando este fue aproximándose lentamente, más contrariada todavía y no dudó en bajar la mirada ni bien este se agachó…Poco tiempo le dedicó a la joya que estaba a su alcance, pues las palabras envolventes del mayor lograban mantenerla centrada en cada palabra que él pudiese dedicarle.

Procuró corresponder como era debido, aunque era demasiado para ella al ser tomada por sorpresa, así que solo entrecerró la mirada al sentir la cercanía de los labios ajenos, besando con el mismo cuidado pero sutileza, apoyando la diestra en una lenta caricia que culmino sobre la mejilla de él, mientras solo le observaba…en profundidad e incluso puede que demostrándose sorprendida como emocionada por primera vez en demasiado tiempo. —Yusuke…e-en algo tienes razón. Que nos conociéramos fue pura casualidad y más que nada por mero gusto físico, sin embargo…no creí de hecho estar hoy frente a ti, así— Suspiró, mordiéndose por breves instantes el labio inferior con ligeros nervios, preocupada, sin saber ciertamente cómo reaccionar apropiadamente. —Me sorprende que me pidas algo así…demasiado, es decir…yo…No lo esperaba, me complace que pienses en mi de esa manera, pues no cualquiera estaría dispuesto a hacerlo, a entregarse de alguna forma a pasar el resto de su tiempo bajo un mismo techo con otra persona—

Hizo una pausa, casi de modo obligado, temblando ligeramente a tal punto que pudo notarse en su débil tono de voz cuando pronunció lo siguiente. —Pero creo que aceptar sería un acto de egoísmo para ti mismo. Hay ocasiones en las que yo no tengo control de mi misma, soy completamente inestable, Yusuke. Es serio…es algo a tener en cuenta, normalmente no suelo hablarlo con nadie…pero las personas de la mansión si saben a la perfección de lo que hablo. En algunas noches, no tengo filtro ni tampoco freno…no soy capaz de distinguir quien está en frente mío y no pasa por una cuestión de alimentarme bien o no— Suspiró a nueva cuenta, pasando ambas manos por su rostro, moviendo hacia atrás algunas hebras tan rojizas como la sangre, tan suaves como la seda. —Entiendo si no te acabo de dar la respuesta que deseas…si eso te genera enojo o inconformidad, tal vez decepción pero…yo no podría tolerar la idea de hacerte daño y esa es la verdad—

por **Alexey Zherdev** Miér Abr 27, 2016 12:57 pm

Un suspiro fue lo primero que dejo sus labios mientras escuchaba la voz de la pelirroja. Eran palabras que ya otras veces había escuchado, era en realidad la misma razón que siempre le daba cuando mencionaba algún cambio en la relación que tenían. La entendía, era por preocupación hacia su persona pero al mismo tiempo también se volvía una pared que difícilmente alguien intentaría superar y si hubiesen estado en el principio de su relación, quizás Yusuke hubiese dado un paso hacia atrás con su propuesta pero ya esos tiempos eran historia. Su único deseo en ese momento era tenerla a su lado por el tiempo que le fuese permitido y esta vez iba a hacer todo en su mano para convencerla de que estaba equivocaba al pensar así.

Espero a que terminara de hablar para separarse un poco de ella, tomando sus manos con delicadeza mientras deslizaba sus dedos por el dorso de las mismas. Sabía que tenía que decirle, solo necesitaba encontrar la forma de convencerla. Suspiro y negó, formando una fina sonrisa mientras entrelazaba con cuidados sus manos — Akasha llevamos conociéndonos ya mucho tiempo ¿Verdad? Y durante ese tiempo, hemos hablado sobre esto antes —Tomo un poco de aire, continuando las pequeñas caricias a sus manos— Entiendo perfectamente tu miedo a lastimarme pero también sé que te conozco y si bien cuando un vampiro pierde control de su sed, tengo una ligera sospecha que si se tratase de mí no me lastimarías pero bueno, conozco una manera de ayudarte si estas dispuesta a confiar en mi para ello —Dijo acercándose de nuevo a ella, tomando asiento prácticamente a centímetros de su cuerpo.

Llevo las manos de la mujer hasta sus hombros, pasando luego las propias por la cadera de ella, atrayéndola casi hasta su regazo. Enderezo su cuerpo, elevando su rostro un par de centímetros por encima del contrario y se inclinó besando ligeramente la punta de su nariz— Aquí solos, tu y yo viéndonos como siempre lo hemos hecho, sin secretos, sin mentiras, sin máscaras, quiero proponerte algo Akasha —Dijo calmado mientras usando una pequeña brisa, retiraba el parche que siempre llevaba en su rostro. Lentamente abrió su ojo cruzado por una delgada cicatriz oscura, mostrando un iris morada y una pupila rasgada como las de un felino—Quiero que pases este día conmigo, no solo estas horas sino que vengas y nos perdamos en las tierras que rodean a esta ciudad. Quiero que por ahora no pienses en lo que quizás podría pasar si viviésemos juntos y más bien, veas todo lo hermoso que sería —Susurro sonriendo de lado, mostrando quizás un poco de vergüenza o miedo en su rostro debido a que jamás había mostrado su otro ojo a nadie— Todos tenemos miedos…secretos Akasha pero…pocos tienen lo que tenemos tu y yo…una persona dispuesta a recibirlos y hacer todo lo posible para que dejemos de estar asustados. Por lo menos…yo estoy dispuesto a hacerlo todo en mi poder para librarte de esos miedos…porque visualizo un futuro juntos…porque ambos estamos hechos para la eternidad y yo no desearía pasarla con otra persona…mi vampiresa —Murmuro apoyando sus manos con cuidado sobre sus mejillas mientras se inclinaba y nuevamente besaba sus delicados labios.

por **Akasha Leberecht** Lun Mayo 09, 2016 11:45 pm

A pesar de toda la inseguridad que la rodeaba en ese momento, estaba más que segura en que las palabras del contrario lograban llegar a ella, de un modo u otro estas palabras tan dedicadas tenían el poder como para tal cosa, calmándola y aquietando esa mente tan vertiginosa que poseía por propia naturaleza…Jamás se mostraba intimidada, muchos menos insegura ante los demás, pero sin lugar a dudas…ese hombre lograba confundirla ante el gran paso que estaba proponiendo con suma simpleza.—Es que no bromeo, o quizás tú le restas importancia, Yusuke. Y en este caso puede ser fatal—

Explicó con calma, relamiéndose los labios en lo que mantenía esos orbes rojos como el granate sobre el rostro de su compañero, quizás con un reflejo de leve nostalgia…de posible resignación a lo que era, una vampiresa orgullosa que en sus peores momentos no distinguía bien aliados de enemigos, y que solo buscaba saciar su sed. —Ahora me adoras, me adoras porque conoces el lado más afable de mi ser, el más racional y sentimental, pero mi mayor temor es que cuando caiga la noche en esos días…aborrezcas la clase de ser que puedo tornarse. Y sí, tengo miedo, tengo miedo de lastimarte, temo querer morderte hasta que la luz de la vida escape de tu mirar y…si pretendes que tú seas la fuente de mi alimento, estás muy equivocado, te considero mucho más que eso— Sentenció en un tono de voz bajo, sutil pero armonioso, relamiéndose ligeramente los labios antes de suspirar, profiriéndole un sutil beso en los labios para luego solo abrazarlo más, escondiendo el rostro entre el cuello ajeno.

—Quizás si hubiese una forma de garantizar tu seguridad, estaría más tranquila. Sin embargo, lo que quiero decirte aquí y ahora es que, efectivamente, deseo vivir contigo…así que mi respecta, ya sin demasiado preámbulo…es que acepto— Afirmó manteniendo el tono de voz, dedicándole caricias suaves en la cabeza de este con la mano izquierda e incluso jugando un poco con los cabellos del mayor, enredándolos entre esos finos pero delicados dedos. Optó por observarle fijamente a los ojos otra vez, como correspondía, para sonreírle con suavidad pero cierta delicadeza…Si, Akasha parecía una imagen entrecortada en el tiempo, con esa elegancia o porte de una existencia que quedó obsoleta con el paso del tiempo, muy atrás.

—No sé…no sé cómo resulte todo esto, pero estoy dispuesta a dar lo mejor de mí para lograrlo. Aunque no tengo ni idea de cómo…Es decir, yo…me siento una tonta, pero si…si estoy segura que deseo dar este paso contigo, ya veremos cómo solucionar cualquier eventualidad que se ponga en nuestro camino, ¿no?. Estoy sonando repetitiva…lo sé muy bien, pero es la mejor propuesta que me han hecho en toda mi vida, Yusuke…—

por **Alexey Zherdev** Mar Mayo 10, 2016 2:02 am

Esa mujer era la fuente de todos sus deseos, de sus anhelos y de sus aspiraciones. No podía pensar en momentos que fueran más felices que los compartidos a su lado, era la mujer de sus sueños y lo sabía desde la primera vez que la conoció, quizás no tan claramente pero siempre supo que era alguien especial, alguien que mejoraría su vida con solo estar presente en ella y hasta el momento eso era lo que la pelirroja había logrado, mejorar enormemente la vida del azabache.

Suspiro por el contacto de sus labios y el aroma tan dulce que siempre parecía envolver a su pareja. Fue cuidadoso cuando correspondió al abrazo, estrechándola con mucha suavidad contra su pecho mientras que sus manos vagaban por su roja melena en lo que escuchaba cada palabra de la joven. Ambos tenían miedos, demasiados en realidad pero se alegraba de ver que había logrado llegar hasta ella, de alguna manera había conseguido convencerla de tomar ese paso con él. Sinceramente aliviaba un poco sus propias dudas, el temor de no ser suficiente para ella se iba desvaneciendo lentamente, siendo reemplazado por una nueva ilusión aunque esa tendría que esperar un poco más.

—Si esto que sentimos es real…si esto es fuerte, entonces encontraremos como resolver cualquier cosa que nos suceda —Susurro sonriendo con delicadeza, mirándola fijamente a los ojos. El genio era un hombre frio, un hombre que poseía mil mascaras con las que se ocultaba del mundo, de las personas pero no tenía una sola mascara cuando estaba a solas con ella. No por elección, fue a puro pulso que la mujer las fue removiendo una a una, dejando únicamente al hombre que hasta ese momento se había escondido en las sombras. No era un noble…tampoco un político…solo un simple guerrero que solo conocía la vida llevada en las guerras, que aún se sentía incómodo en la sociedad y que era incapaz de permanecer quieto en un solo lugar. Sin dudas estaba lleno de errores pero mientras ella se encontrara feliz a su lado, sabía que ninguno de sus fallos sería capaz de separarlos.

—Ahora sígueme, quiero mostrarte la casa donde viviremos. No será tan grande como nuestras mansiones pero…pienso que seremos felices allí —Murmuro con delicadeza en el oído de la pelirroja mientras la separaba suavemente de su cuerpo y levantaba sus manos, desintegrando la pequeña “caja” que había creado para ellos. Se enderezo y comando a todos los árboles que cruzaran sus ramas en un amplio camino techado—Vamos amor mío —Susurro besando su mejilla con ternura, entrelazando sus manos y comenzando a caminar por la calle.

por **Akasha Leberecht** Mar Mayo 10, 2016 5:37 pm

No hubo impedimento cuando por fin se puso de pie como este solicitaba, para así ir dirigiéndose hacia la casa en cuestión que él ya había elegido y por instantes observó hacia adelante, algo perdida entre sus propios pensamientos…No lo esperaba, le resultaba repentino el hecho de tener que abandonar la mansión Leberecht, la que había sido su hogar por tanto tiempo…una mansión antigua que escondía más de un secreto o memoria de sus antepasados…Le daba nostalgia, puede que hasta una parte de la pelirroja se negara a abandonar lo que tanto conocía, pero…podía intentarlo, al menos sabiendo que la dejaba al cuidado de los sirvientes que durante años se encargaron de proteger la mansión. Eso la dejaba tranquila, ya que más allá de todo mal recuerdo, también había sido feliz.

—No te voy a negar que son demasiados cambios, pero tu tendrás que lidiar con mi mal humor cuando algo no me agrade— Musitó en un tono de voz coqueteo pero sincero, bromeando a medias…pues para bien o para mal, la pelirroja siempre había sido una caprichosa en potencia que no se cortaba a la hora de decir las cosas. A medida que iba caminando, tan solo un microsegundo bastó para cierto recuerdo dominase su mente por completo, el no poder controlarse…el beber de él hasta dejarlo sin una gota de sangre y puede que inconscientemente…muy en lo profundo de ella esa idea le sedujera demasiado…Ah sí, enterrar los colmillos en diferentes partes del cuerpo de este, únicamente para saciar esa imperiosa sed de sangre, una que cuando despertaba era capaz de consumir absolutamente todo lo que la rodease a causa de esos instintos…bajos instintos.

Ocultó ese hecho, observándole de reojo con una cálida sonrisa como si se tratase de una máscara, forzada a mostrarse por propia decisión de la vampiresa que poseía sentimientos encontrados…deseaba poder detenerse a tiempo o controlarse, si, pero por otro lado la idea de dar rienda suelta a su sed era por demás de tentadora. —Extrañaré esas paredes. Pero bueno, siempre puedo huir de regreso cuando las ganas de matarte me superen…— Susurró en broma, acortando distancias para besarle con delicadeza la mejilla, cerrando los ojos en esta acción hasta que volvió a retomar la postura anterior. —Supongo que también deberé posponer escapadas nocturnas, es algo que hago, o más bien hacía bastante seguido…La noche siempre va a ser una de mis debilidades. El día…no me agrada a menos que esté nublado o cuando el sol no es fuerte. Sinceramente prefiero los días nublados y con lluvia o las noches frías, observar el fuego de la chimenea oscilar en ese continuo vaivén…Así de simple—

por **Alexey Zherdev** Mar Mayo 10, 2016 8:57 pm

Tenían un largo camino por delante hasta llegar a la casa pero les daría tiempo de conversar y claro bueno de ir armando más o menos como la pelirroja querría su hogar. Nunca había sido muy bueno en lo que tenía que ver con decoraciones, después de todo cuando viajaba siempre había usado hoteles o simplemente pequeños refugios en la naturaleza para vivir y cuando se mudó a la mansión, todo ya estaba en su sitio así que nunca se vio en la necesidad de aprender algo de eso. Aun así esperaba que la casa fuera del agrado de su pareja, tenía el dinero para comprar algo más grande pero quería empezar una vida completamente nueva y una mansión sería demasiado grande para ellos aunque quizás más adelante, si una familia se formaba, podrían buscar una.

Un escalofrió repentino bajo por su espalda, obligándolo a mover ligeramente los hombros mientras giraba su cabeza hacia la pelirroja. La vio en dos distintos tonos y se dio cuenta que aun llevaba su otro ojo descubierto por lo que deslizo su palma por esa parte de su rostro, confeccionando otro parche negro para ocultarlo. Siempre que lo liberaba, recordaba la historia tras ese ojo y todos los problemas que alguna vez les trajo a ciertos miembros de su árbol familiar. Una pequeña maldición solían decir sus padres, algo para nivelar toda la fortuna con la que habían nacido, algo justo por parte del mundo. Yusuke nunca lo vio así…nunca considero aquello como algo justo…era un verdadero problema tenerlo bajo control…sobre todo a ese ente que muchas veces se chocaba contra las paredes de su conciencia, encerrado por siempre en ese ojo que tenía prohibido ver la luz del mundo.

No dejo de escuchar a la joven, asintiendo a sus palabras a la vez que simplemente la atraía incluso más cerca de él envolviéndola con ambos brazos — Ja no te preocupes Akasha…ambos tenemos nuestros…”secretos” pero te puedo asegurar que no podrías matarme…y no solo digo eso por el lazo que nos une ahora —La miro un tanto misterioso, deslizando su diestra por su hermosa melena roja— Los cambios siempre son difíciles para todos pero a medida que nos vayamos acostumbrando…irán haciéndose más sencillos —Susurro despejando su rostro con cuidado, deteniéndose en los límites de la ciudad, mirando de reojo el nevado bosque— Siempre podemos salir juntos…yo amo la noche…sentir el viento en mi rostro…el aroma de la lluvia…es algo que me atrae demasiado. Sin embargo me tienta mucho tu idea, siempre podríamos encender la chimenea…y pasar largas noches a la luz de su lumbre…como pareja —Murmuro con una pequeña sonrisa, tomando sus mejillas entre sus manos y depositando un suave beso en sus dulces labios. Estaba enamorado de esa mujer y no había marcha atrás, únicamente un camino lleno de nuevos sueños…metas e ilusiones.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
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Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

Lo unico real es aquello que nos enloquece el alma -Akasha-

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MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater