La bella y la bestia (Priv. Kou)

por **Alek Beckett** Miér Mayo 25, 2016 5:25 am

Que día tan caluroso, el sol resplandecía y la temperatura incrementaba, pues apenas sería medio día. Un día glorioso para Alek, donde daría inicio a uno de sus tantos planes que tenía bajo la manga. El revolucionario se encontraba en su escondite barra casa barra guarida, acostado en el suelo sobre varios cojines y almohadas mientras comía un plato lleno de frutas: uvas, manzanas, mandarinas, piñas, y otras frutas exóticas... toda una variedad de dulces y ácidos manjares, pues había decidido relajarse antes de salir a las calles para empezar con su "pequeña" y personal misión. ¿Por qué hacía esto? ... ¿Por qué no hacerlo? Sería para su conveniencia y diversión, y si todo marchaba conforme al plan podría matar dos pájaros de un tiro.

Había escuchado por ahí que una persona de "arriba" bajaría de sus aposentos reales y regalaría unos momentos con su presencia, pues una mujer con título dudoso para Alek, visitaría aquellas tierras alejadas de la ciudad principal. Ese sería su momento, estaba seguro de que todo se llevaría a cabo sin error alguno, pues el muchacho, seguro de sí mismo, pondría las manos a la obra al bajar el sol.

El castaño se mantuvo escondido durante varias semanas, obteniendo información de aquellos que se ocupaban del reino, pero esa información era básica... Nombres, edades, rangos, hasta había hecho un mapa conceptual para no olvidarse o perderse de ningún detalle que pudiera usar algún día. Sin embargo, todo el mundo podía obtener esa información con solo preguntarle a alguien más. No era ninguna clase de secreto lo que él ya sabía, pero eso no significaba que no podría serle útil en algún momento. Él quería más, algo más grande, un secreto que nadie sabía, y pensaba que sería capaz de conseguirlo fácilmente. Ahí es donde entraba la presencia de aquella muchacha, pues seguramente aprovecharía esa oportunidad y le pediría una audiencia... "gentil y pacífica", a aquella persona.

Después de acabarse su plato de frutas, se levantó del suelo, y tras cubrirse la cabeza con unas telas, salió de la casucha donde se quedaba. El barrio era un lugar con pasillos estrechos y casas pequeñas. No era la parte más segura de la ciudad, pero nuestro querido revolucionario no sentía miedo, pues confiaba en sus habilidades y en que nadie se atrevería a robarle o hacerle de frente, pues solo con verle , se daban cuenta de que no era una persona muy amigable. En ese lugar las personas se conocían entre sí, pero Alek era un completo extraño, pues no tenía mucho tiempo viviendo en aquella cabaña.
Aquel día, las calles estaban casi vacías, pues gran parte de las personas se habían ido al lugar donde dichosa "princesa", como le llamaban algunos, aparecería. El punto de reunión se había vuelto concurrido, lo cual le pareció excelente, pues podía pasar tranquilamente entre las personas sin levantar sospecha. Ahora Alek, solo tenía que esperar. Salió de entre la gente y subió a una casa de dos pisos, no muy lejos. Sacó una manzana de una bolsa de tela que traía consigo, y se sentó en el techo a comer mientras disfrutaba de la vista y esperaba el momento tan esperado.

por **Kougyoku Ren** Miér Mayo 25, 2016 2:08 pm

Era la segunda vez que venía al Templo Arábico de Spatium. La primera vez fue con un grupo reducido de soldados de Spatium para luchar codo con codo. La razón de que tuviera que venir de nuevo era que para mi sorpresa, me habían solicitado una misión que cumplir allí. La sorpresa viene en que me eligieron a mi para poder cumplirla y como no, yo me sentía demasiado feliz por ello. ¿Cómo no lo iba a estar? Después de todo. Yo siempre quería ayudar en lo que pudiera y demostrar mi valía en todo momento, aunque yo misma no estuviera tan confiada en mi misma a pesar de haber tenido muchos momentos en los cuales deberían de haberme tal confianza. ¿Qué le iba a hacer? Pareciese que no aprendía, aunque realmente no era del todo así. Pues cuando conocí a un semidragón pelirojo, el cual le apodo como lagarto y a veces lagartito. Me hizo aprender demasiado en tan poco tiempo, que en años de lo que llevo tratando de aprender. Quizás sonaba estúpido o tonto, hasta quizás cursi, pero es que realmente era así. Eso era una de las curiosidades de la vida que de momento no lo entendí o quizás en el fondo si lo supiese, pero mi cabeza trataba de evadir aun ese hecho.

Como era común. Vestía mi típico vestido de telas finas bastante elaborado. Sus mangas como siempre eran grandes que siempre ocultan mis manos sin problema alguno. También la cinta verde suave que pasaba tras mi cabeza, uniéndose en mi cintura para atar otra parte de mi vestido, tela que apenas mencionaba pero que en todo momento estuvo ahí. Era de la nobleza y siempre tenía que tratar de vestir bien, además de andar limpia. Pues a pesar de que aun recordaba las palabras del lagarto sobre que fuese yo, aun así trataba de seguir de no fallarles.

Volviendo a lo que estaba. Cuando llegué al Templo Arábico. Cosa que me costó lo suyo. Pues primero tuve que venir en caballo desde mi hogar, junto con mi asistente Ka Koubun, pero este se marcho nada más yo baje. Antes de ingresar al Templo. Me acomodé por si acaso bien el vestido por si se hubiera removido o algo, siempre tenía que estar presentable en todo momento. Aunque realmente la mayoría de las veces era al re vez más cuando solo estaba con el lagarto. Este logrando siempre que mi vestido o se rasgara o estuviera completamente sucio. Omitiendo eso. Recordé que la misión básicamente era hacer guardia. Quizás otro se sentiría ofendido y preferiría una misión algo más importante o de ese calibre, pero... ¿Sabes? Prefería esto a que me mandaran a limpiar o cosas similares. Realmente no quería volver a limpiar de nuevo un pasillo o cosas así.

Ya dentro del lugar fijado para hacer mi guardia. Mire a mi alrededor atenta. Tratando que cada detalle del lugar se me quedara en la mente. Además de que me fije que había más gente rondando por ahí para admirar las reliquias que el templo contenía. —Bien. Ya estamos aquí.— Dije suavemente para mi misma. Sabiendo que nadie me escucharía, a no ser que estuviese algo cerca de mi. Trague saliva con algo de dificultad. Claramente nerviosa. Pues era mi primera vez haciendo guardia. Temía el hecho de meter la pata en cualquier momento o que algo pasara y se me fuera de las manos, pero no debía de pensar así. Negué varias veces con la cabeza y luego asentí con la cabeza lentamente. Debía de centrarme en vigilar el lugar. Fue entonces cuando comencé a caminar con paso lento, mirando a cada lado y deteniéndome de vez en cuando nada más para mirar a todos lados de una forma algo asustadiza.

por **Alek Beckett** Dom Jul 10, 2016 5:54 pm

Permaneció sentado en el techo de aquel edificio mientras observaba intrigado a la muchacha que paseaba por el lugar. Alek ya la había tachado como alguien pretenciosa, pues aquellas ropas no eran del gusto del revolucionario como para realizar una visita en aquel tipo de lugar. Se encontraba a una distancia alejada, pero a leguas se podía ver que tenía dinero hasta por los codos. Miraba como su vestido de finas telas se rasgaba con una que otra piedra y se ensuciaba al caminar, mientras que los habitantes vestían con ropas mucho mas sencillas y humildes.
El era amante de lo bonito y lo brillante, era dueño de varias joyas, piedras preciosas, que alguna vez obtuvo en su pasado, y aunque llevaba aretes y algun brazalete de oro se consideraba alguien discreto.

El revolucionario bajó del techo donde estaba sentado y tiró la basura de su manzana por ahí, deshaciéndose de ella con un lanzamiento desinteresado para luego llevar sus manos a sus bolsillos y comenzar a caminar. Dio un bostezo, no tenía prisa alguna. Andaba a paso lento, con flojera, pereza, como si tuviera todo el tiempo del mundo mientras se dirigía al templo donde se encontraba la muchacha.
Analizaba en su cabeza las palabras con las que se presentaría, que era lo que le diría y como haría para sacarla de ahí, ya que no podría interrogarla con guardias por todas partes. No quería levantar sospecha, asi que dio comienzo a su actuación.
Sonrió ampliamente, una sonrisa casi genuina, y entró al templo con facilidad, escabuyendose entre las sombras.

Dio un silbido ante su asombro, era un lugar inmenso, hermoso y bien cuidado. Era la primera vez que visitaba el templo en su estancia ahí. Podía visualizarse en ese lugar, era el palacio ideal de Alek, y no le molestaría cambiar aquella casita de juguete por el templo que segun el merecia. Pero no podía pensar en eso ahora, tenía que ponerse a trabajar y buscar a la chica.

Alek era poco conocido, no corría peligro al aparecerse por ahí, nadie sabía quien era realmente.Caminó por los pasillos y al verla cerca se escondió detras de uno de los pilares. Aclaro su garganta y sonrió nuevamente. Luces, camara... Acción.- ¡Bienvenida! No puedo creer que esté ante su presencia.- Salió de detras del pilar con los brazos bien abiertos. El demonio hizo una reverencia sin apartar la mirada de la mujer.- Es un verdadero gusto y honor conocerla finalmente. -Se acercó a ella tranquilo, mostrandose amable, para tomar una de sus mano entre las de el y posar un suave beso en el dorso de esta.- ¿Cómo estuvo su viaje? ¿La trataron bien? Permitame acompañarla.- Hablaba emocionado, como si el haberla conocido fuera lo mejor que le hubiera pasado en la vida, era un excelente actor. Desvió la mirada rapidamente buscando guardias, posibles salidas para una huida rapida, pero pronto se puso frente a ella juntando sus palmas , quedandose en silencio, pues era el turno de ella para hablar.

por **Kougyoku Ren** Dom Jul 10, 2016 11:25 pm

Quizás no era normal el hecho de estar mirando de forma asustadiza a cada lado, como si en cualquier momento me fueran a asaltar o algo parecido. Pues por algo era la Capitana de Division de Tronus. Un rango que me hacia pensar que tenía que demostrar que era firme como mis superiores, los cuales admiraba al recordar cuando me tope con un par de mis superiores y eran digno de alabanzas. Pero yo siempre estaba insegura de mi misma, siempre dudando de mi propia capacidad. Razón por la cual me llevaba a tratar de fortalecerme cada día en mi hogar, siendo que nada más me despertara, solo me levantaba paras estar practicando con mi esgrima en el jardín de mi hogar, ya sea con mi asistente o sola. Aunque después del ultimo encuentro que tuve con lagartito, estaba tomándome algo más relajado ese tema. Siendo extrañamente que ahora me costaba a veces levantarme y era como si quisiera quedarme durmiendo más. Como si él me hubiera afectado de cierta manera.

De repente me pare por unos segundos. ¿Por qué demonios estaba pensando de nuevo en él? ¿Por qué siempre acababa apareciendo de alguna manera u de otra en mis pensamientos? No pude evitar inflar ligeramente las mejillas por eso. —Baka...— Susurre suavemente con el ceño fruncido, aunque después no pude evitar suavizar este ultimo y desinflar las mejillas. Mostrando una sonrisa tierna inconscientemente sin darme cuenta. Hasta también, sin darme cuenta el miedo anterior se había ido sin más. Pareciendo que al estar ese tonto en mis pensamiento, había ahuyentado mis temores, al menos de forma momentánea. Trate de reaccionar obviamente, sacudiendo mi cabeza hacia los lados, haciendo el cabello se moviera al son de este. ''¿¡Por qué demonios me había quedado en trance cuando pensé en él!?'', es lo que pensé cuando mire al suelo. Que al elevarla, me di cuenta que algunos se me quedaron mirando raro, por lo cual comencé a caminar con prisa por nervios y al sentirme avergonzada.

Trate de centrarme a lo que había venido a hacer. Obviamente esto era el hecho de patrullar el lugar. ¿Cómo se me había podido ir la pinza en tan solo unos segundos? Esas cosas no deberían de pasar, tenía que estar bien centrada y no dejarme ir a la mínima pensando en ese pedazo de baka. Aunque me conocía y sabía que en cualquier momento se me iba a ir otra vez la cabeza pensando en cualquier otra cosa que no venía a cuento de lo que tenía que hacer realmente. Siempre tratando yo de sobre esforzarme sin darme cuenta, exigiéndome más que a los demás.

Después de pasar una zona hasta otra, llegué a un lado del templo en los cuales si miraba bien hacia los lados, podía ver unos pilares que parecían sostener el techo del lugar. Realmente el templo parecía ser hermoso, además de inmenso por dentro. Seguí entonces mi camino, aunque antes de poder seguir avanzando, no pude porque de repente alguien salió de la nada de uno de esos pilares, lo peor fue que me asuste y había pegado un brinco hacia atrás por el susto, además de que había levantado los brazos automáticamente. Me quede mirando al chico asustada y apenas me fije bien en él, porque lo primero a lo que trate de reaccionar fue en tratar de parecer calmada. Después trate de digerir lo que había dicho y es que este me daba la bienvenida, espera... ¿Qué? ¿Me conocía? Por sus palabras parecía ser que si, pero me quede mirándole con duda, ahora si mirando su apariencia y sus ropajes, además de que me fije como tenía los brazos abiertos. No pudiendo evitar calificar sin querer al desconocido por un vagabundo o quizás uno de esos tipos callejeros que se juntaba con otro grupo de personas y se hacían llamar ''bandas''. A lo que yo me recrimine, porque no puedes juzgar a un libro por su portada.

Le seguí escuchando atenta y aun con duda de quien se trataba. Pues las siguientes palabras que soltó, me hacia pensar de que realmente me conocía. ¿Acaso era algún militar de Spatium? Eso hizo que ladeara ligeramente mi rostro, mirando en silencio al desconocido que se estaba mostrando notablemente amable, cosa que era algo de lo que agradecía internamente. Aunque el gesto que hizo de tomar mi mano y darle un beso en el dorso de esta me hizo sentir incómoda. No solo eso, sino que sin saber porque, de repente el idiota pelirojo de James apareció de forma fugaz en mi mente, siendo que incrementara más el estado de sentirme incómoda sin saber porque. Por ello cuando termino de darle un beso a mi mano, enseguida tratando de no ser grosera, aleje mi mano, dejando que la manga larga de mi vestido ocultara esta. —Bu-bueno..— Tomándome unos minutos antes de responder al chico que de repente junto sus propias palmas. —Fue al-algo agotador tener que ve-venir de Spatium Urbanis hasta aquí. Pero el me-merito se lo lleva el po-pobre caballo que nos tra-trajo.— Después de responder eso. Le seguí mirando con duda. —¿A-acompañarme? ¿Acaso eres un escolta del Templo? O ¿Un militar de Spatium? Es que.. no sa-sabía que alguien me estuviera esperando.— Le pregunte con duda. Además de afirmarle lo ultimo. Pues me resultaba confuso que me acompañara o conociera.

por **Alek Beckett** Mar Jul 26, 2016 8:34 pm

Quería poner las manos a la obra cuanto antes. Quería tomarla y huir, pero sabía que no debía precipitarse. Tenía que manejar la situación con calma y seguir su plan paso por paso para que saliera como lo había planeado. Miró a la chica con una sonrisa de oreja a oreja, como si fuese la persona mas amigable y alegre del mundo. No parecía ninguna amenaza, no se podía percibir la maldad de su interior aun, era un verdadero actor... Eso o es que la chica en verdad era muy ingenua.

Había que aprovechar sus palabras, así que Alek asintió con la cabeza, "confirmando" lo que Kou había dicho. - Si, soy su escolta, conmigo estará a salvo, puesto que estas tierras pueden ser un poco traicioneras. ¿No le comentaron nada?- Si tan solo supiera que le esperaba...
El aseguraba poder hacerlo sin ayuda alguna. El demonio era un revolucionario algo solitario, ya que consideraba que un compañero o algo parecido solo lo atrasaría. Alek era perfeccionista y si las cosas no salían como planeado se enfadaba, tenerlo de mal humor no era bueno para nadie.
-Me que algunas de las calles son demasiado pequeñas, así que ir en caballo no sería tan buen idea. Espero que no le moleste caminar, quiero llevarla a conocer este bello lugar. -Hizo un gesto con la cabeza, una pequeña reverencia y se paró a su lado, esperando a que tomara su brazo para escoltarla.

Pudo notar el nerviosismo con el que la chica hablaba, la inseguridad era bastante obvia. ¿Enserio ella formaba parte del grupo de personas que "cuidaba" el lugar? Ahora aceptaban a cualquiera, al parecer. Que desperdicio... Pero en parte, que conveniente. No la conocía en absoluto, ni se molestaría en intentar hacerlo, pero era una persona que se leía fácilmente. Su forma de vestir, sus expresiones, su voz temblorosa al hablar, era una niña... Una niña inocente, y a esas era fácil engañar y manipular.

El revolucionario pensaba en miles de cosas para que cayera en las garras de la bestia, sus garras, así que por lo que había notado hasta ahora trataría de apelar a su lado sensible y bueno. -Escuche... -Se acerco un poco a su oído, como si fuese a decirle un secreto- No le diga nada a mis jefes... Pero mi hermanita muere por conocerla y se que no debí de hacerlo.. Pero le prometí que la llevaría con ella en algún momento del día.- Le miro suplicante. - ¿Podría concederle ese honor? Serán solo unos minutos, después seguiremos con el itinerario. -Prometió con una ligera sonrisa, mirandola expectante.

por **Kougyoku Ren** Miér Jul 27, 2016 1:19 pm

Realmente no sabía que pensar del chico. Parecía demasiado amigable por la sonrisa que mostraba, además de que era extraño aun el hecho de hablar con los demás. Pues no había olvidado como se me dificultaba muchas veces hablar con desconocidos, hasta con gente conocida. Aun así seguía teniendo mis dudas respecto al tipo. Aun desconocía realmente de quien se trataba, volviendo a recalcar que no me esperaba para nada que alguien me estuviera esperando aquí. Porque después de todo, yo solo había venido a vigilar este lugar.

Cuando por fin el contrario se decidió hablar, me tomo por sorpresa sus palabras. A pesar de que debería de ser lógico que esas fueran sus palabras, sino.. ¿Por qué me estaría esperando alguien? Sinceramente para mi aun personalmente, me parecía extraño que alguien hiciese eso. Omitiendo eso, ante la interrogante del escolta, negué lentamente la cabeza mientras aun seguía teniendo la manga de mi vestido tapando aun la mitad de mi rostro. De ese modo indique de que realmente no sabía que fuesen traicioneras estos lares. Es más, parecía todo tan tranquilo, que me sorprendería que pasara algo, aunque siempre debería de estar esperando algo de ese tipo para estar preparada y no verme con la guardia baja.

Mire con cierta duda al escolta después de escuchar lo siguiente que dijo sobre ir caminando en pie. Hasta observe como había hecho una reverencia y se había parado a mi lado. Yo solo lo mire con duda, sin saber que hacer. ¿Qué haría lagartito en esta situación...? Me quede pensando en eso por unos momentos. Quizás él hubiera mirado mal al escolta y luego se hubiera largado tranquilamente alegando que no necesitaría de escolta porque no es débil y podría bastarse por sí mismo o algo de ese tipo. No pude evitar reír por lo bajo inconscientemente para luego reaccionar al darme cuenta de esto, desviando la mirada hacia otro lado. Tratando así disimular eso. De todas formas parecía buen chico, no podría estar negando que me escoltara. Siempre era de agradecer esos gestos o tipo de molestias, aunque fuesen su propio trabajo o así.

Estaba tan ensimismada en mis pensamiento, que me tomo por sorpresa cuando sentí como el escolta me hablaba algo de cerca a mi oído. Fue entonces cuando puse totalmente mi atención por lo que fuese a decir. ¿Qué es lo que diría? Me preguntaba en ese entonces. Aun sin apartar la manga de mi vestido del medio de mi rostro, prefiriendo aun dejar algo oculta la mitad de mi rostro. Aunque más bien eso era ya una manía o tic que me pasaba de forma inconsciente sin darme cuenta la gran mayoría de las veces, pero habiendo también otros momentos en los que apenas lo hacía. Mayormente lo hacia para ocultar mi rostro de forma instintiva o cuando meditaba algo muchas de las veces. También para cuando me sentía algo avergonzada o ese tipo de cosas. Volviendo a lo que estaba que era escuchar las palabras del escolta que aun desconocía su nombre. Este me hablaba sobre su hermana de que esta parecía ser que quería conocerme. ¿Lo decía en serio? Eso fue tan sorprendente para mi, que no pude evitar reflejar en mi rostro la sorpresa que me causaba eso. Pues recalcaba que no esperaba que alguien estuviera tan interesado en conocerme a mi. Me tomo un tiempo en reaccionar y meditar sus palabras, hasta que finalmente respondí. —¡Cla-claro que si! Es.. Es decir...— Aun no podía evitar tartamudear. —Seria un gusto po-poder concederle ese de-deseo a tu hermana.— Dije con una sonrisa suave.

¿Por qué no lo haría? Es decir. Realmente gustaba siempre hacer lo correcto por los demás y si podía hacer cualquier cosa por hacer feliz a alguien o ayudarle, seria suficiente para mi. Además de que era algo rápido, de ese modo no entorpecería el hecho de que siguiera vigilando el lugar. Aunque omití el hecho de no tomar su brazo, volviendo a recalcar que hacer eso me hacia sentir algo incómoda sin saber porque, a pesar de que tampoco quería ser grosera. Pero para eso, me adelante unos pasos y mire de vuelta al escolta. Esperando que fuese él que me guiara hacia donde estuviera su hermana.

por **Alek Beckett** Vie Sep 02, 2016 12:59 am

¡Bingo! En verdad había sido más fácil de lo que hubiera pensado. ¿Cómo es que alguien como ella tuviera dicho rango? Era ilusa e inocente. Alek la consideraba hasta un poco tonta, pues había creído sus palabras con facilidad, ni si quiera necesitó algún tipo de explicación, alguna prueba de que dicha hermana fuera verdadera, bastó con un par de frases y una cara de esperanza bastante fingida para que ella aceptara... Ahora era momento de actuar.

El revolucionario tomó sus manos, o al menos eso intentó, pues estaban cubiertas por las telas de su vestido, las estrecho firmemente y le mostró una sonrisa con una pizca de emoción. -En verdad se lo agradezco, señorita. No se imagina que tan emocionada estará ella. Solo necesito que me acompañe a mi casa... si no es mucha molestia. No está muy lejos de aquí, y una vez que le conozca volveremos. ¿Qué le parece?.

Por dentro, Alek, estaba muriendo de la risa. Su alma reía a carcajadas, si es que tenía una... como si le hubieran contado de esos chistes malos, tan malos que te hacían reír al final, pues para él era como si le hubieran contado uno. Soltó las manos de la muchacha casi al instante e hizo un gesto con los brazos extendidos en dirección a la puerta, inclinándose un poco, como para indicarle la salida. -Sera un viaje bastante rápido. Volveremos antes de que se de cuenta.

En el fondo, muy en el fondo, el demonio llegó a sentirse mal por haber usado a su hermana de esa manera. Si hubo una hermana en algún momento, pero ella se fue mucho antes de lo que él había previsto. En realidad, creía que nunca se iría, sin embargo lo hizo. Lo dejó solo... pero no por decisión propia. Ellos fueron muy unidos, pues solo se tenían el uno al otro. No necesitaban más, pues juntos llegaban a ser invencibles. Vivían tranquilamente sin molestar a nadie, se podía decir que eran una anomalía, se podía decir que eran "buenos".
Pero no todos pensaban así... Ellos se deshicieron de su hermana, y al perderla, Alek endureció su corazón. Se volvió un demonio más. Uno lleno de ira, rencor, odio... Decidió vengarse y lo hizo y al darse cuenta de lo que había hecho, de su potencial, de su poder... se obsesionó.

Sonrió para sus adentros, una sonrisa malévola y llena de seguridad, olvidando aquellos recuerdos que llegaban a atormentarlo, momentáneamente, y volvió su atención a Kou. Hizo una lista mental, pasos a seguir que lo llevarían a realizar su plan y esperó con paciencia a la muchacha.

por **Kougyoku Ren** Sáb Sep 03, 2016 5:06 am

¿Qué haría otra persona en ese instante con algo así? ¿Ignoraría el tipo y seguiría con su deber? ¿No concedería tan solo unos minutos a tal cosa? Aun me quedaba mucho por descubrir realmente a pesar de llevar ya cierto tiempo como Capitana A de la Division de Tronus. Realmente no tenía ni idea, pero lo único que entraba en mi cabeza que siempre estaba el hecho de tratar de ayudar a los demás. Era un gesto que siempre salía de mi corazón, siendo así que nunca podía decir que no aunque... ¿Eso era verdad? No olvidaba que solo una única persona es con el que me atrevía a negarme a lo que pedía. Obviamente aun desconocía del todo el porque pero de momento era el único de la faz de Spirit Soul. Que volviendo al pensamiento principal, sinceramente nunca me cansaría en el hecho de a ayudar a los demás, sin olvidar obviamente no mancillar el apellido que portaba y nuevamente el rango que poseía.

No me espere para nada que el chico del cual aun desconocía el nombre, tomo mis manos como pudo. Obviamente volví a sentir en mi interior ese sentimiento incómodo que no sabría especificar del todo del porque sucedía, aunque era consciente de que no lo hacía adrede el escolta. Después de todo, parecía amigable por las cosas que decía, pero entonces... ¿Por qué? No sabía por cuantas veces iba a suceder, solo sabía que él no paraba de salir de mi mente. ¿Qué demonios había hecho ese idiota pelirojo conmigo? Trate de no darle más vuelta y fue entonces que obviamente de nuevo trate de poner atención al chico de nombre desconocido. ¿Dijo de ir a su casa? La verdad es que si era muy cerca, no tenía porque molestarme la verdad, así que si o si ya tenía decidido de hacer el pedido de la pequeña. —Cla-claro. Llévame entonces a donde se en-encuentra tu hermana.— Solté obviamente para que el reanudara la marcha y así cuanto antes comenzar a caminar.

Agradecí el hecho de que me soltara las manos, porque si no las soltaba seguramente hubiera sido yo la que las hubiera apartado como pudiera sin ser demasiado mal educada o algo por el estilo. Pues no quería ser brusca con alguien que me estaba tratando bien, era mi culpa estar sintiéndome así o eso suponía. ¿No? Obviamente otra vez trate de no pensar en ello, no era momento de estar matando mi cabeza en esas cosas. Esta vez deje descansar uno de mis brazos hacia abajo, siendo que el vestido cubrió completamente la mano y no se dejaba ver esta si quiera, mientras que la otra la volví a elevar para cubrir la mitad de mi rostro con el vestido. Obviamente aun teniendo los nervios a flor de pie, pero algo más calmada. Me fije que el escolta había extendido su brazo, para luego dedicarme unas palabras, a lo que yo obviamente asentí. Dispuesta a comenzar a seguir al chico como si nada. —Por ci-cierto. Nu-nunca me has di-dicho sobre tu nombre.— Dije mientras me adelantaba unos pasos, mirándole de reojo cuando me quede quieta por unos instantes. Recordándome de repente que tenía que mostrarme fría y superior, por lo que trate de mostrar otro rostro. Uno que hacia que mis ojos se afilaran ligeramente sin estarlo del todo realmente. Siendo que recordaba que siempre tenía que hacer sobresalir el apellido de noble y que no lo portaba por nada. Algo así era, siendo que tenía algo borrosa mi memoria.

En verdad no supe desde cuando se me había olvidado el hecho de tratar de poner esa mascara, la cual solo había usado principalmente el primer día que estuve por la base de Spatium, encontrándome en ese entonces con la ladrona llamada Astrid. Aunque el último encuentro con ella fue básicamente protegiendo a esta. ¿Por qué lo habría hecho? Suponía que era obvia la respuesta y era que no guardaba un gran rencor a la chica por lo que paso en ese entonces con su amigo ladrón. Para mi punto de vista, nunca estaba mal ayudar a aquellos que requieran de tu ayuda. Aunque era obvio que me negaba a ayudar a un Revolucionario, después de todo era consciente que estos habían hechos barbaridades según me habían contado.

por **Alek Beckett** Mar Sep 20, 2016 12:24 am

La noche llegaba y el caminaba por las calles cercanas al templo, las cuales eran reducidas, llenas de polvo y tierra y pequeñas construcciones alrededor. Se alejaban cada vez más, los montones de personas iban disminuyendo conforme caminaban y Alek aún mantenía su sonrisa de alegría en el rostro para darle seguridad y confianza a la peli rosa. Las casas se veían bonitas y decentes por donde caminaban, como si la casa de Alek estuviera en el barrio lindo de la ciudad, pero era solo una fachada, un engaño más para que la chica no se asustara y se arrepintiera de la decisión que había hecho al seguirlo. El demonio sacó a su espada "Mutou", pero la mantuvo escondida entre sus ropajes para no alarmarla. Murmuro unas palabras en voz baja para no ser escuchado y guardó su espada.

-Es verdad, que torpe soy... ¿Dónde están mis modales? Mi nombre es Alek, Alek Beckett, estoy a sus servicios.- La miró con ojos entrecerrados pero sin borrar su sonrisa. - En verdad ha sido un gusto conocerla, la pequeña estará encantada.- La visión de ambos comenzó a verse borrosa y esto ocurrió a que una especie de niebla comenzó a rodearles. -No se preocupe, es común que cosas como estas pasen a esta hora, no nos falta mucho para llegar, solo sígame.- Había activado una de las habilidades de su espada al sacarla, Alek había hecho que esa niebla apareciera, haciéndose a cada segundo más y más densa. Era parte de su plan, llevarla por un "atajo" para poder salir de ahí rápidamente. - Será mejor que caminemos más rápido. A veces es peligroso no poder ver de noche. Conozco un lugar donde nos podremos quedar unos minutos hasta que la niebla se despeje.- La llevó por pasillos estrechos hasta su verdadera guarida y abrió una puerta de madera que provocó un rechinido al moverse.- Después de usted. Cerró la puerta tras ellos, le puso seguro, dándole la espalda a la chica y encendió un par de velas para alumbrarse.

-¿Eres estúpida o solo estas fingiendo?- Su voz y su rostro segundo a otro. Se dio media vuelta, la gran sonrisa se había esfumado. -Ahora aceptan a cualquiera ¿No?. -Miró a Kou a los ojos, los de él brillaban por la luz y en ellos se reflejaban las llamas de las velas, las cuales se habían hecho más grandes. -Si no gritas... no morirás. Obedece y estarás bien- Se acercó a ella y la tomó del mentón con algo de brusquedad. La empujó con fuerza para que cayera sentada en una silla y la miró con la barbilla en alto y una sonrisa tétrica.

Spoiler:

por **Kougyoku Ren** Mar Sep 20, 2016 1:47 am

¿Cuánto nos tardaríamos? Era mi duda actual mientras íbamos caminando por las calles. Mirando fijamente al frente, ya que tenía algo de nervios de mirar al chico como siempre. Obviamente no me molestaba para nada el hecho de hacer la petición que me había pedido. Después de todo, yo era quien había aceptado tal cosa sin duda pero no quería descuidar mi puesto y mucho menos perder mi rango por ello. Pues yo era demasiado responsable con este, por algo siempre entrenaba para mejorar mis habilidades cada vez más o me fortalecía como podía. No quería fallar a nadie más otra vez, por eso era un constante entrenamiento que no solo me servía para fortalecerme, sino para distraerme de aquello que realmente no quería pensar. Tenía que mantener mi cabeza totalmente centrada en lo que hacia y que esta no se fuera como siempre a otros lados sin querer.

Después de quien sabe cuanto rato, el contrario se presento de la nada. Esto obviamente me hizo parpadear un par de veces, porque no esperaba que hablase durante el camino pero ya que lo hacia... ¿Por qué no yo decía algo? —Es..— Hice una leve pausa. —La pri-primera vez que escucho un no-nombre así.— Declare al contrario. Siendo que no se me ocurría nada más que decir, aunque busque exageradamente con urgencia que más decirle para que no quedara tan mal lo que dije. —¡E-es decir! ¡E-es un gus-gusto tam-también para mi! ¡O-o sea el sa-saber tu nombre!— Dije rápidamente. Maldiciendo mentalmente por el hecho de estar tartamudeando. Tome una gran bocanada de aire, para luego decir. —Se-seguramente tu ya sepas quien soy ob-obviamente pero aun así, debo de presentarme.— Antes tome otra bocanada de aire por los nervios. En verdad era difícil como siempre el hablar con los demás. —Kougyoku Ren. Capitana A de la Division de Tronus.— Al menos ya me había presentado, aunque como había dicho. Seguramente ya me conocía pero no estaba de más el hecho de presentarse correctamente como era debido.

Mi visión después de eso, se torno borrosa después de un rato. No pudiendo evitar entrecerrar los ojos de vez en cuando y restregar con la manga de mi vestido los mismos, tratando de no tropezar con nada. Era confuso para mi el hecho de porque estaba pasando eso, aunque luego al fijarme. Me di cuenta que había una niebla extraña que nos rodeaba. A lo que Alek me contó que eso era normal, por lo que no me alarme por ello. Debía de suponer que seguramente podría ser tierra que se había levantado. ¿Verdad? Yo solo pude asentir para darle a entender que le seguiría, aunque obviamente no me fije si este pudo verme o que, simplemente trataría de no tropezarme con las cosas, tratando de seguir la mancha borrosa que se movía. Pues sabía que este era esa mancha borrosa. —Es-esta bien...— Dije sintiéndome algo frustrada por esa niebla. No quería hacer esperar más a su hermana, realmente quería hacer acto de presencia donde esta se encontrara. Hasta que llegamos a un lugar extraño, ofreciéndome entrar primera. Cosa que obviamente no negué y entre por ello primera.

Al entrar dentro, estaba todo oscuro. Cosa que me daba demasiado miedo, aunque aproveche un rato para poder restregar mejor mis ojos con ambas manos. Luego de eso baje ambas lentamente, observando el lugar cuando Alek encendió unas velas. Parecía ser un lugar muy poco cómodo, aunque no era algo que me llamara la atención, pues sabía que íbamos a durar unos minutos aquí hasta que pasara la niebla. Dejándome totalmente confundida sus palabras. Por lo que obviamente me voltee rápidamente en el acto, siendo que mis cabellos se movieron de forma circular por ello. Mantuve mi mirada fija sobre Alek, pidiendo explicación a sus palabras. ¿Era a mi a caso? Parecía ser que si, porque cuando se volteo su sonrisa ya no estaba y lo peor fue lo siguiente que dijo. Cosa que hirió demasiado mi porte, aunque realmente comenzaba a dar cierto miedo. ¿Por qué..? Cierto es que es la primera vez que me pasa algo así, por lo que no sabía exactamente como actuar. Sus ojos daban algo de miedo, por lo que a inercia trate de alejarme de él después de las palabras que me dedico. ¿¡Morir!? ¡No estaba preparada para morir!

Obviamente no me dio tiempo de reaccionar, por lo que cuando tomo mi mentón con esa brusquedad me paralice al instante. Siendo que cuando me empujo contra la silla, quedándome mal sentada en esta. Doliéndome hasta la espalda. ¿¡Quien se creía que era!? Trague grueso pensando que hacer. Debería de sacar mi pasador y atacarle enseguida, pero un paso en falso y seguramente me cortaba el cuello. Comencé a mirar rápidamente a cada lado del lugar, ahora si tomando con importancia con lo que hubiera alrededor. ¡Tenía que pensar rápido en algo! Aunque primero tenía que adivinar primero las intenciones de él. —¿Qué quieres de mi...?— Pregunte, mirando alertada al tipo.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater