La aparición de un revo

por **Kvothe** Jue Ago 18, 2016 2:34 pm

Oh, la Ciudad de Fedder. Qué buenos momentos habrán pasado allí sus habitantes, los trabajadores de la gran compañía... Hasta los trabajadores más humildes parecían felices en Fedder. Y Kvothe era conocido allí como músico itinerante, alguien que recorría el mundo con su laúd a la espalda tocando bar por bar, taberna por taberna o en cualquier escenario al que se le permitiese subir. Las cosas funcionaban así: el músico tocaba, a quien le gustaba le pagaba una copa, y los más ricos daban, junto con sus airosos gestos de superioridad, ya fuera por riqueza, nobleza o estupidez, un par de monedas al músico de ojos verdes.
Sin embargo, esta vez Kvothe simplemente paseaba por la ciudad, discurriendo por las concurridas calles de la ciudad más avanzada, probablemente, en todo Spirit Soul, en lo que a tecnología se refiere, gracias a que allí mismo se encontraba la central de Tempus Company.
-Buenas tardes, señor.
Kvothe saludaba con su falsamente alegre sonrisa a todo conocido que se cruzaba durante sus paseos, eso era ya una tradición, y todos los hombres y mujeres que frecuentaban los bares donde Kvothe tocaba sabían que al pelirrojo le gustaba mucho pasear bajo la luz del Sol, junto con el frío de Tempus del que la ciudad de Fedder no se libra. Por supuesto, todos los edificios y todas las casas, así como los comercios y los bares, tenían su propio sistema de calefacción para que nadie pasase frío en ellos, pero a Kvothe le encanta el frío, y viene bien enfriar las cuerdas de su laúd, en ocasiones.
Pero no, tampoco era exactamente eso lo que Kvothe tenía en mente.
Aún así, el paseo continuó hasta llegar a "Anker's", el bar donde Kvothe más había tocado un par de años antes para ganar dinero y comprarse su espada, "Delirium". Y allí entró el joven de pelo de fuego, y se dispuso a hablar con el camarero en un local cuya clientela brillaba por su ausencia, al menos por el momento.
-Ya sabes, Anker. Lo de siempre. Ponme una beca, de las buenas. Por supuesto, con 17 años no se podía beber alcohol, y menos en un local tan concurrido como era Anker's, pero el barman y Kvothe tenían su pequeño código para las bebidas. Si Kvothe quería agua, pedía claramente una bebida; si quería una bebida, pedía agua; y si quería su bebida especial, algo que muy pocos en el mundo podrían aguantar sin desmayarse tras el primer sorbo, Kvothe pedía una beca.
Y allí se fue el camamero, a preparar el mortal mezclado de bebidas que era la beca, una bebida que hasta el momento solo Kvothe había pedido allí, al menos específicamente, y el único que dentro de aquel bar había aguantado despierto tras beber un vaso entero.
Pero la razón de su paseo y de su visita a Anker's no era tampoco el beber de nuevo una beca para acabar borracho con la primera copa. Kvothe tenía un asunto turbio entre manos, algo que era mejor no hablar en ningún lugar público, salvo tal vez Anker's, por la confianza que su dueño tenía con el joven. Lo cierto es que se trataba de un asunto de importancia para el movimiento revolucionario, y por ello Kvothe no hablaría de ello con nadie que no estuviera dispuesto a colaborar, y el mejor lugar para encontrar a alguien de esas características era, sin lugar a dudas, Anker's.
-Esta noche tocaré de nuevo. Ya sabes que me gusta improvisar, pero tengo un asunto entre manos y me gustaría tener un lugar privado en el que hablar.
El barman asintió, sin mudar su seria expresión, y sacó de debajo de la barra una llave que abría la vieja habitación de Kvothe.
-Ahora solo la utilizo como almacén, así que debería ser seguro siempre que os escondáis en la parte de atrás, para que ningún fisgón os escuche simplemente acercándose a la puerta.
-Gracias, viejo amigo.
Cogí la llave y, tras beber lo que quedaba en el vaso de golpe, salí afuera. La noche empezaba a caer, y la gente que me veía allí se paraba a preguntar si hoy tocaría. Gente de todo tipo: desde un simple vecino que conocía bien hasta un hombre de negocios que, por la calidad de la vestimenta que llevaba, supuse que tendría algún cargo de importancia en la Tempus Company. Empezaba a hacer frío, así que me ajusté bien la capa al cuello y me calenté las manos. Había dejado mi laúd a cargo de Anker, ya que era una persona de confianza, hasta que empezase a tocar. Lo cierto es que era extraño ver a un laudista en una ciudad como Fedder, tan avanzada con respecto a las demás; pero es por eso precisamente por lo que la gente que me reconoce entra al local, y por supuesto el dueño me paga una pequeña suma de lo que gana esa noche gracias a mi simple presencia.
El tiempo iba pasando, y la noche cayó por fin. Ya no se veía a nadie pasear bajo la luz artificial en aquella calle, por lo que decidí finalmente entrar. Le pedí un refresco a Anker, ese que se rumorea que te da alas, antes de preparar mi laúd. Entonces me subí al pequeño escenario del bareto, me senté en una silla y afiné mi laúd, y cuando hube acabado, rasgué suavemente un acorde que silenció por completo el bar como si allí adentro no hubiera un solo alma. Nadie además de mí y mi laúd. Y comencé a tocar "Balada de una dama", una canción que mi padre había compuesto para mi madre, por lo que me traía muchos buenos recuerdos de mi infancia. Primero despacio, suave, con delicadeza en cada uno de los acordes; y de repente, un cambio de ritmo que provocó que todos los presentes se sobresaltasen en sus sitios. Algunos empezaron a silbar la melodía, y otros a dar palmas al ritmo. Y finalmente, llegó la letra, que era de nuevo una parte lenta, con una letra hermosa que hacía juego con mi voz de barítono que tanto había curtido con los años.
Tras terminar, recibí un efusivo aplauso por parte de la clientela, a quienes les di unos minutos para tranquilizarse por la actuación que acababa de dar, para acercarme a la barra y ver si la persona a quien buscaba se habría presentado.
-Anker, ponme una beca.

por **Li Wei** Jue Ago 18, 2016 8:49 pm

Una vez más había optado por ir a Tempus, era la primera vez que pisaba el reino helado desde que fue a entrenar a las montañas nevadas y pasó allí dos semanas, eso que muchos normalmente llamarían “una locura” pero ella consideraba un reto, un reto que no se podía rechazar. En realidad para Li absolutamente todos los retos eran irrechazables, no era imbécil, sabía que algunos retos son más perjudiciales que otra cosa y no sirve para demostrar nada salvo lo increíblemente retardado que eres pero los retos de valor y fuerza… esos si que se los comía todos. Ahora sin embargo la mayoría de sus retos se centraban en el entrenamiento, en aumentar sus habilidades por encima de sus límites y aun así seguir aumentando cada vez más los retos, desde aquella ocasión en la que su confianza se la jugó y perdió uno de sus objetos más preciados de los dos iguales que tenía, no volvería a cometer semejante error. Sin embargo, no estaba ahí para liarse a golpes con nadie ni para entrenarse hasta niveles absurdamente peligrosos sino para pasar un día tranquilo en compañía del habitual frío de Tempus. Tratándose de un Fénix de fuego cuya temperatura corporal era lo suficientemente elevada en ocasiones como para hervir agua, a veces le gustaba estar en climas algo más frescos, irónicamente no le gustaban los días en exceso calurosos y eso que ella no sentía dicho calor, pero es que la razón por la que odiaba esos días no era el calor en sí, sino lo que provocaba.

Los días muy calurosos hacían que la gente estuviera desganada, agobiada y en ocasiones intratable, con el pasar del tiempo Li había optado por esquivar ese tipo de días o bien no saliendo de casa o bien yendo a un sitio que, por el contrario, no estuviera tan caluroso y la gente se comportase con algo más de normalidad y ánimo. También es que en su último viaje a Tempus apenas había podido ver nada además de las montañas y muchísima nieve, quería hacer un poco de turismo por así decirlo, dar una vuelta con cierta calma por algunos de los lugares de interés de los reinos, últimamente había estado de viaje constante a distintos lugares y en ninguno de ellos había podido estar tranquila, la única vez que creyó lo estaría terminó encontrándose con quien le había derrotado. No creía encontrarla ahí -no otra vez- por lo que se relajó un poquito, el problema era que había decidido salir un poquito tarde y como viajaba a la velocidad de la Luz gracias a su aeronave pues el viaje no daba tiempo a que pasara la noche como sí sucedía con otros medios de transporte. Ahora que ya estaba ahí… ¿Por dónde empezar? ¿A dónde ir primero? A esas horas no había muchas opciones y algunas de las mismas no las pisaría ni cobrando por ello así que buscó un lugar donde tomar algo, pasar un rato divertido y quizá la noche también, si era uno de esos bares-posada pues mejor que mejor.

Entró en el primer lugar que vio abierto, ni tan siquiera se fijó si tenía posada o era solo un bar, ya lo preguntaría dentro más tarde pero de primeras tenía algo de sed y quería probar algo que no hubiera probado antes, esperaba que por ser un reino diferente y con una tecnología tan avanzada hubieran podido desarrollar una especie de super bebida o algo… quizá flipaba mucho. Por lo que vio y escuchó al entrar, hacía poco había terminado un espectáculo o algo así, o eso o es que estaban todos borrachos tan pronto, pero ella se dirigió directamente a la barra. -¡Buenas noches! ¿Qué es lo más fuerte que tienes?- Preguntó con total naturalidad, se le olvidaba que ahí no la conocían y quizá le ponían pegas por su aspecto, la costumbre de llevar la ropa un par de tallas más grande para crear el efecto óptico de que era más pequeña de lo que realmente era. En cualquier caso le dieran lo que le dieran solo quería probar si era realmente fuerte o no, pues independientemente de lo que le dieran ella podía librarse del alcohol muy fácilmente.

por **Kvothe** Vie Ago 19, 2016 1:13 pm

Mientras bebía, observé concienzudamente entre el público. Se trataba, a simple vista, de un montón de gente de toda clase, desde pobres hasta ricos, pasando por algunos que todavía se consideraban "nobles" por su apellido, y por supuesto había otros músicos que ansiaban volver a verme tocar. Sin embargo, no era solo eso. Toda aquella multitud tenía un pasado, una historia, un nombre, y por supuesto un legado, algo que dejarían en herencia al mundo cuando ellos ya no estuvieran. Inventos, innovaciones, familia... Y por supuesto, la música, que entre aquel jaleo de personas era palpable en el ambiente. No como si un músico estuviese tocando en el escenario, ni como si estuviese sonando algo por la amplificación. No. Aquel sentimiento musical era más profundo, y mucho más difícil de explicar. Se trataba tal vez de las miradas de la gente, de sus actos y su lenguaje corporal. Allí adentro todos estaban a gusto entre ellos, inclusive los más ricos con los más pobres. En aquella taberna no había lucha de clases, no había alguien superior que dictase las normas para que todos los demás las acatasen sin rechistar. Y esa era una de las mil razones que yo tenía para, de nuevo, reafirmar mis ideas revolucionarias ante Anker.
-Anker, viejo amigo. Hoy tocaré esa.
El tabernero me miró de reojo mientras atendía a un par de clientes.
-¿Sabes que puede causarte problemas, cierto?
Tenía razón, como casi siempre. Anker era un hombre ciertamente sabio, y en especial con mucha experiencia en su vida, y por ello todo el mundo de por allí hacía caso de sus consejos. Y por supuesto era capaz de entablar una agradable conversación con toda persona acerca de cualquier tema. Pero, cuando se trataba de su negocio, Anker era una persona totalmente seria y distinta a cuando te lo encuentras por la calle, o cuando trata un tema distinto, por supuesto.
-Lo sé. Solo déjame hacerlo por esta vez, el público está muy animado esta noche.
Anker asintió, y cuando me disponía a levantarme para subir de nuevo al escenario, una joven extraña entró en el bar. No parecía estar buscando a nadie en particular, sino más bien que había entrado allí por casualidad y, en especial, por el barullo de gente que se escuchaba ya desde el exterior. Su forma de vestir era cuanto menos extraña, con ropa muy holgada, como para disimular su cuerpo ante los demás. Sin embargo, desprendía un aura de confianza en sí misma, como cuando hablas con un empresario importante; y por supuesto no era alguien cualquiera. Tal vez allí, en Tempus, fuese una simple extraña, pero estaba seguro de que en algún lugar de Spirit Soul, probablemente en Spatium, ella era alguien importante. Entonces recordé: en la ciudad de Ba Sing Se había una moda de aquel tipo. Y por el aspecto de la chica, se podría decir que se trataba de una noble de allí, tal vez incluso una de las nobles más importantes.
Volví a sentarme relajadamente ante la posibilidad de que se tratase de la alta nobleza, aquella familia que vivía tras la tercera muralla de Ba Sing Se, y la chica, sin fijarse en mí, se sentó a la barra, justo delante de Anker, y dijo: -¡Buenas noches! ¿Qué es lo más fuerte que tienes?
Sabía que Anker no le pondría una beca por temor a que la tumbase de un solo sorbo debido a su complexión. Sin embargo, en ella seguía reflejándose la confianza con la que había entrado, lo veía en sus ojos. Por ello, aunque sin todavía estar del todo seguro de lo que hacía, me dirigí yo mismo a Anker, tras poner un par de monedas sobre la barra.
-Ponle una beca, Anker. A ver si ella puede aguantarlas como yo. Terminé mi vaso y, sin dejar que ella dijese nada, volví a subir al escenario.
Esta vez, como le había dicho a Anker, tocaría una canción titulada "Un semental llamado Rold". Por supuesto, Rold era un simple acrónimo de "Lord", y por supuesto la entera canción, rápida como el diablo y compuesta por mí mismo, se trataba de una crítica oculta dirigida al Lord, a los ejércitos, a la guerra y, sobre todo, a la incesante lucha de clases que tenía lugar por todo Spirit Soul. Allí, en Fedder, el Lord gobernaba a través de la Tempus Company, que tenía el poder económico y social casi por absoluto, pero esa era la razón por la cuál muchos de los trabajadores que se encontraban en Fedder se reirían ante una canción de sátira hacia el Lord, que sin embargo hablaba de un viejo caballo al que se la había pasado la gloria y los años le pasaban factura.
Tras finalizar esa canción, recibí un fuerte aplauso, y sin parar demasiado tiempo comencé a tocar canciones de folclore, canciones que contaban historias del pasado, así como algunos mitos y leyendas de la historia de Spirit Soul, y finalicé mi actuación con la canción que mejor recordaba de mi infancia y de la cual había ido aprendiendo y añadiendo estrofas de todo tipo: "Calderero, curtidor".
Por fin, tras un largo rato de concierto, guardé mi laúd y bajé del escenario entre aplausos y gritos, y me dirigí directamente a la barra. Allí seguía la joven de antes, en la que no me había fijado en todo el rato que había tocado para no levantar sospechas, si bien ya sabría quién era yo tras tocar mi canción.
-Ponme la última beca, Anker. La noche será larga.

por **Li Wei** Vie Ago 19, 2016 5:51 pm

Esperaba la respuesta del hombre tras la barra con respecto a la pregunta que había hecho nada más llegar, ni lo había dudado ni dudó en su trayecto hacia la barra, sencillamente entró y preguntó cual era la bebida más fuerte que tenía para probarla. Cerca de su posición había un chico con un Laúd, o eso le pareció en el momento que lo vio pues apenas lo miró por un segundo cuando éste le dijo al posadero que le pusiera una “beca”. Ni la más remota idea de lo que era eso pero por cómo hablaba de ella debía ser algo realmente fuerte, o quizá solo se las estaba dando de guay, capaz que ni él la había probado aunque tampoco tenía razones para desconfiar del chico, solo miró al barman esperando que le pusiera una de esas. Esperó a tenerla y entonces ya le prestó atención al chico, que se había ido al escenario para tocar y cantar, debía de ser un músico famoso de la zona o algo parecido, pero tenía ganas de probar lo que fuera aquello así que devolvió su atención a la bebida y le dio un pequeño sorbito antes para ver qué tal. Si que era fuerte, bastante fuerte, pero a pesar de su apariencia Li era bastante resistente al alcohol por la práctica y por una pequeña trampa que utilizaba cuando se emborrachaba y tenía trabajo importante que hacer, la trampa del Fénix.

Pegó un trago grande y se giró nuevamente al escenario para ver al cantante en cuestión, los lugares con espectáculo le gustaban bastante y por el entusiasmo de los clientes presentes era evidente que el chico debía ser bastante bueno, así que ¿Por qué no verlo mientras tomaba algo? Escuchaba la canción tranquilamente mientras terminaba su vaso y aún pedía otro igual, no era su estilo de bebida pero quería ver hasta cuantas podía aguantar, aunque la música le agradaba no era muy de buscarle dobles sentidos o significados ocultos, simplemente disfrutaba de la sintonía y la letra tal cual. Tras eso continuó escuchando el resto de canciones mientras se echaba una tras otra, al cabo de un rato había perdido la cuenta y empezaba a perder el sentido del tiempo y el espacio pues el suelo parecía estar cada vez más lejos de ella aunque en realidad no se había movido del sitio. Para cuando volvió el chico ella había empezado a tener ciertos problemas en el habla, ya le costaba un poco conectar correctamente las palabras y por eso dejó de beber, al menos por el momento, no quería perder la consciencia tampoco.

-Pues que tampoco era para tanto la cosa esa… ¡Como se llame! Aunque es fuerte la verdad…- Consiguió decir más o menos de una forma correcta, no era ni de lejos la primera vez que acababa tan pedo pero si la primera vez que le pasaba en el reino de Tempus, esperaba que a nadie se le ocurriera intentar nada raro porque se llevarían una sorpresa muy poco grata.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater