[Misión de captura especial R2] Almost easy [Solo]

por **Kishimura Sho** Sáb Ene 02, 2016 9:24 pm

Toda la situación había cambiado en un abrir y cerrar de ojos. Por alguna no me encontraba al 100% de mi capacidad, fue por eso que no pude evitar aquél fuerte impacto que me hizo retroceder varios metros. - ¡¡Arghhh!! Eso sí que dolió... ¡Por favor, apártense lo más rápido posible de aquí! - Grité a todo pulmón mientras me reincorporaba sosteniéndome el hombro derecho el cual había recibido el impacto. Sabía que si seguía así, la situación no iba a terminar muy bien para mi, pero algo impedía que mi mente no estuviese en óptimas condiciones para el combate, además de sentirme algo fatigado. Antes de que alguno de los dos realizara su próximo movimiento traté de hacer un vistazo rápido de lo sucedido en el día, para saber que me ocurrió.

Tempus - Base Marítima / 2 de Enero / 07:00 a.m.

Todos los días laborales me levantaba a las siete de la mañana, pero permanecí cinco minutos más recostado porque mi cuerpo aún seguía un poco adolorido por el entrenamiento grupal del día anterior. A pesar de mis ganas de seguir durmiendo, tuve que levantarme de mi cómodo colchón puesto que alguien se encontraba golpeando la puerta mientras repetía de manera constante mi nombre. Caminé hacia la entrada del cuarto, aún en ropa interior y la abrí para ver quién reclamaba por mi presencia tan temprano. - ¿V-vicealmirante Kishimura? Lamento mucho si lo desperté, o no le di tiempo a vestirse... - Dijo cubriéndose el rostro con una carpeta metálica algo avergonzada, pero continuó hablando sin dejar de mirarme a los ojos. - ...Pero me avisaron que le entregara esto lo antes posible ya que se trata de algo importante y como no se encontraba en su oficina, creí que estaría aquí. - Llevé la mano derecha a mi nuca y me la rasqué, al mismo tiempo que la observaba con los ojos entrecerrados, pero no por estar enojado con ella ni nada parecido, es que la expresión de mi rostro aún reflejaba sueño - Uuh... E-en serio lo lamento mu... - - No, no, no te preocupes, por favor. Es que aún sigo algo dormido, pero ya me despertaré. ¡Oh! En cuanto a los documentos, ¿Serías tan amable de entregarselos a mi secretaria en mi despacho? Supongo que a esta hora estaría llegando. Yo ahora mismo no podría revisarlos ya que tengo una reunión con los nuevos reclutas de la marina. Lamento todas las molestias que te has tomado. - Traté de regalarle una leve sonrisa a la muchacha de largos cabellos rosados, pero en su lugar solo bostecé. - Muchas gracias por todo y que tenga un buen día, señorita. - Era una costumbre mía tratar a todos con respeto, sin importar si su rango era inferior al mío.
Al cerrar la puerta del cuarto comencé con la sesión de ejercicios matutino, que consiste en flexiones de brazos y abdominales, para luego ir a ducharme con agua helada la cual me ayudó a despertarme por completo. Una vez que salí del baño, me acerqué al armario y agarré mi uniforme, además de mi fiel, cálido y característico abrigo blanco con detalles en negro. Ya limpio y vestido, salí de mi habitación y caminé hacia el campo de entrenamiento donde conocería a los nuevos reclutas que se alistaron en la marina, de paso conocería al grupo que asignaron para estar bajo mi supervisión. Me reuní con uno de los entrenadores, quién me informó acerca de la condición de los cruisers ingresantes mientras los observábamos atravesar la pista de obstáculos. - Estos nuevos cruisers parecen estar en buena condición física. Me alegra ver como progresan con el entrenamiento de la marina. - Permanecimos hablando unos minutos hasta que el la práctica finalizara, fue entonces que el entrenador me presentó con los reclutas para que diga unas palabras y conocieran a uno de sus futuros superiores. - ¡Muy buenos días a todos ustedes! Soy el quinto vicealmirante de la marina de Tempus, Kishimura Sho. Los he estado observando durante su entrenamiento y puedo decir con toda confianza que si trabajan con el mismo espíritu y motivación con la que entrenan, todos ustedes llegaran lejos aquí. Como seguramente les hayan dicho anteriormente, todos ustedes serán designados a un grupo bajo la supervisión de cada vicealmirante. Tengan siempre en mente que nosotros nos protegemos en todo momento, no importa que la situación parezca imposible porque si trabajamos en equipo podremos superar cualquier problema. ¡Jamás abandonen a sus compañeros! Y por último, pero no menos importante quiero recordarles que: ¡¡El reino de Tempus está orgulloso de todos y cada uno de ustedes!! Eso es todo, vayan a descansar. - Al mismo tiempo, todos los reclutas se pusieron en posición de firmes y gritaron al unísono. Acto seguido ellos se marcharon, al igual que yo.

Luego de despedirme del encargado de los ingresantes, regresé a la base. Mientras caminaba hacia mi despacho recordé a la joven mensajera que me había llevado la carpeta con documentos importantes. Al no tener más asuntos pendientes podía sentarme a leer el contenido de aquél archivo clasificado. Ni bien llegué a mi destino fui recibido por Meru, mi secretario de cabello plateado, quien se puso de pie al verme. - Buenos días, Sho. ¿Cómo se encuentra hoy a pesar de la fatiga muscular? - Su sonrisa era grata de ver y siempre me alegraba las mañanas. - Muy buenos días, Meru. Estoy bien, gracias. Y en cuanto a la fatiga sigo con dolores musculares, pero estaré bien. ¿Tu qué tal estás el día de hoy? ¡Ah! Casi me olvido... - Me acerqué al escritorio de mi secretaria y coloqué la mano sobre el mismo. Me concentré un poco e hice aparecer una flor de hielo, junto a un pequeño recipiente para esta. A ella le encantaba decorar su escritorio y todos los días me pedía si podía crear diferentes cosas para hacer más lindo su espacio de trabajo, hasta el punto que se hizo una costumbre nuestra.
Entré en mi oficina y a los pocos minutos mi asistente entró para dejarme la carpeta en la que venía pensando durante el camino, pero que me había olvidado ni bien entré al despacho. - Kishi~ Me entregaron esto antes de que llegaras. - Dijo mientras dejaba los documentos sobre la mesa. - ¿Recuerdas que me habías pedido que solicite los informes acerca de los delincuentes más buscados? Bueno, el informe dice que se ha visto a uno de estos criminales rondando por el Valle Chocobo, ¿Quieres que llame a sus subordinados para ir a capturarlo? - Todo esto lo dijo antes de que pudiese echarle un ojo al contenido, pero no tenía tiempo que perder, ni siquiera para ver de qué criminal estaba hablando. No iba a permitir que el criminal escapara. - ¡Meru, avisa que preparen el teletransportador! Iré solo, quiero evitar posibles bajas en mi grupo. - Me puse de pie, tomé mi abrigo el cual estaba en el respaldo de la silla, y corrí en dirección a la salida. - ¿S-seguro? ¡De acuerdo! ¡¡Tenga cuidado, Sho!! - Fue lo último que le escuché decir mientras me alejaba. Evitando a todo aquel que se me cruzara logré llegar a la sala de teletransportadores, donde me estaban esperando diciendo que Meru los había llamado con urgencia. Me subí al aparato y comenzó la secuencia de transporte, con destino al Valle Chocobo.

por **Auros** Dom Ene 03, 2016 9:25 pm

Hoy como era habitual en Tempus. Su clima era lo bastante helado o frío como para permanecer mucho tiempo fuera de las casas sin llevar un buen abrigo o un tipo de ropa que pudiera hacerte entrar en calor bien. Igual las comidas cálidas eran una buena medida para luchar contra el frío. A no ser que se encontraran por las calles a alguien con cuya raza o ser que no le afectara tal clima. De igual modo era demasiado temprano y pocas personas iban de un lado para otro, siendo así que solo estuvieran aquellos que normalmente habituaban levantarse o rondar por esta hora por Valle Chocobo. En este lugar muchos recordarían la tragedia que aconteció en tal zona y para aquellos nuevos quizás no conocerían de tal hecho.

En este lugar se encontraba cierto alquimista, el cual estaba haciendo un ritual. Había un animal deforme en el centro de unos dibujos o mejor definido como un pentagrama satánico. —Levántate hermano mió y ven junto con nosotros. Es hora de hacer derramar sangre.— Imploraba el criminal a aquella criatura salvaje que aun seguía con vida, la cual hizo caso pero porque estaba alquimizada para que siguiera las ordenes de este tipo. Cuando la criatura se levanto, se puso al lado de las otras, las cuales eran aun más deformes o similar que esta. El tipo enseguida alzo las manos, mirando al cielo. —Hermanos míos. Hoy es el día en que haremos ver a los de esté lugar, del porque tienen que temernos. No dejéis con vida a nadie, no tengáis piedad. Pues sus vidas nos pertenecen. Así que no temáis, ellos agradecerán dejar este mundo tan nefasto.— Les decía, bajando una de sus manos y con la otra indico que se prepararan.

Pasado ya un escaso y pequeño tiempo. El lugar comenzó a llenarse al menos un poco más, siendo así que ya no estuviera tan solitario. Pues ahora se podía ver ir y venir a algunas personas. Recordando que hace cierto poco tiempo, habían obtenido ayuda de los otros dos reinos, más de otros voluntarios. Por ello al menos podrían luchar un poco más, pues esa ayuda podría servirles a que siguieran adelante.

De la nada, cuando comenzaron a llegar más gente, el criminal salió de su escondite. Este alzo nuevamente las manos y grito. —¡Atacad hermanos míos!— Les ordeno. Entonces comenzaron a resurgir de muchos lugares criaturas deformes con aspecto de animal, atacando a la gente que se encontraran ahí fuera. Lo cual muchos reaccionaron a tiempo y se adentraron a sus casas para encerrarse, poniendo muebles o objetos pesados delante para que no pudieran abrirse paso contra la puerta de esos lugares. Aunque no habían muchos afortunados que pudieran llegar a su casa a tiempo y eran placajeados por esos seres.

DATOS DEL CRIMINAL:

por **Kishimura Sho** Lun Ene 04, 2016 7:04 pm

Tempus - Valle Chocobo / 2 de Enero /10:43 a.m.

Gracias a la tecnología del reino de Tempus, uno podía viajar a una ciudad en tan solo cuestión de segundos, sobre todo si le ordenas a tu secretaria que le informe a los del centro de teletransportes que preparen las coordenadas de tu destino antes de que llegues a la sala donde se encuentran los encargados del moderno equipo de viajes. Mi cuerpo notó el cambio de temperatura al instante, y al abrir los ojos confirmé que ya no me encontraba en la base marítima, sino en el centro del Valle Chocobo.
Habrán pasado años desde la última vez que visité aquél lugar, pero había escuchado todo lo que sucedió durante el transcurso del tiempo. Una lucha que tuvo lugar durante la conmemoración del 150° aniversario de la gran fábrica de chocolate; la muerte del magnate chocolatero y su entierro; el cierre de la fábrica, la cual fue demolida no mucho tiempo después. Eso le trajo varios problemas a los habitantes que trabajaban allí, quienes optaron por viajar a otra ciudad donde podrían conseguir otro empleo. Pero gracias a las fuerzas unidas de los tres reinos, el pequeño pueblo comenzó a progresar nuevamente.

No sabía exactamente por donde comenzar, tampoco sabía como era el criminal al que estaba buscando, y todo por salir corriendo de mi oficina sin leer los documentos que Meru me había entregado. - Hmm... Lo mejor será llamar para que me de algo de información. - Me dije a mi mismo en voz baja, sacando el teléfono del bolsillo, mientras caminaba por el valle en busca de actividad sospechosa. - Oficina del vicealmirante Kishimura Sho, ¿Qué necesita? - La voz de mi asistente sonó al otro lado del teléfono. - Meru, soy yo, Sho. - Tenía la necesidad de hacer ese chiste tan poco original y divertido a la vez. - Lo lameeeento, pero no le entendí, ¿Quién habla? - Suspiré ante su respuesta porque sabía lo que quería que dijera. - ¿En serio no sabes? ... Soy yo, Kishi. - - ¡¡Kishi~!! Me alegra que llamaras. ¿Qué tal el clima allá? ¿Me traerás algo de recuerdo? ¿Cuándo regresarás? O tal vez no llamaste para ver como estaba, si no que necesitas información acerca del criminal, ¿O me equivoco? jejeje - Era tan de ella hablar tanto a propósito cuando sabía la razón por la cual la llamé. - Lo siento, Kishi. Ya mismo te diré lo que sabemos, aguarda un momento. [...] La persona que buscas es Brink Shadowend, AKA "Vodoo", es un alquimista y está entre los criminales de rango C, pero si se le da la oportunidad puede llegar al nivel de los de rango B. - Continuó otorgándome la información necesaria. - Te mandaré una fotografía para que lo reconozcas. Ten mucho cuidado, Kishi. - Tras haber dicho eso, ella finalizó la llamada. En su tono de voz podía notarse la preocupación. - Regresaré pronto. Esto será fácil. - Le dije a la nada misma, guardando el celular en el bolsillo de mi abrigo mientras continuaba con la búsqueda.
Las personas que me veían caminar me preguntaban el motivo de mi visita, ya que parecía poco común que alguien de alto rango se presentara ante ellos. Como no quería preocupar a nadie solo decía que se trataba de una vigilancia previamente programada por parte de la marina, y aprovechando la oportunidad les preguntaba si no habían visto nada ni a nadie extraño últimamente, aunque no conseguí resultados positivos. Supuse que una personas como él permanecería oculto en algún lugar hasta la hora de que decidiera salir para comenzar un ataque contra el pueblo. El reloj marcaba las 11 de la mañana cuando todo comenzó.

Gritos de terror y sufrimiento llamaron mi atención. Algo estaba sucediendo y temí lo peor, por eso salí corriendo en la dirección en la que los gritos provenían solo para encontrarme con un montón de criaturas atacando a los habitantes del pueblo y en el centro de todo el ataque se encontraba el que creía que era el responsable de esto. No había tiempo para pensar dos veces, tenía que actuar ya para tratar de salvar la mayor cantidad de vidas posibles. Un rápido vistazo a la situación me ayudó a decidir por dónde comenzar. Corrí hacia la derecha donde se encontraba el mayor número de personas, incluyendo niños pequeños, quienes golpeaban las puertas con fuerza a gritos de que los dejaran entrar, pero ninguno de los que se encontraban dentro de las casas ayudó. Los aterrados que fueron dejados fuera le dieron la espalda a las entradas de los hogares para encarar una muerte inminente. Antes de que las bestias lograran llegar a sus presas, golpeé el suelo con fuerza e inmediatamente una pequeña muralla de hielo resistente se interpuso en su camino, salvándoles las vidas. Con esta pequeña distracción tuve tiempo de materializar un arco helado y lo utilicé para atacar a las criaturas que se encontraban del lado izquierdo, lanzando una flecha tras otra hasta dejarlas fuera de combate. El arma previamente creada se desvaneció frente a mis ojos. - ¡¡Yo las distraeré!! ¡Corran y protéjanse en sus casas! - Junté bastante aire antes de poder dar un grito a ese volumen, lo cual sirvió también para llamar la atención de los monstruos que aún seguían distraídos con el muro de hielo. Cerré ambos puños con fuerza y luego los abrí, dejando que aparezcan dos espadas de mi elemento y me preparé para enfrentarme a las pocas criaturas restantes. Un muro, un arco y varias flechas... Fue un gasto de energía muy brusco pero valió la pena por salvar todas las vidas posibles, así que debía arreglarme con lo que tenía por el momento, al menos hasta recuperarme. - ¿Cuál de ustedes será el primero? ¿Qué tal tu? El más feo primero jaja. - Señalé con la espada, que tenía en la mano derecha, a la bestia del medio quién pareció entender lo que dije, ya que avanzó a gran velocidad contra mi para embestirme. Tuve tiempo para esquivar ese ataque, pero opté por bloquearlo con mis armas y cuando vi la oportunidad, usé una de estas para clavarsela en la cabeza. Uno menos. Luego de esto los demás se organizaron para atacar al mismo tiempo. Con un par de maniobras evasivas logré encontrar los huecos necesarios para poder atacar a esas cosas que atacaron a la gente.
Mi respiración se aceleraba cada vez más, pero una vez que pude acabar con todas esas bestias me pude tomar unos segundo para recuperar el aire, mientras encaraba al responsable. - Debo admitir que fue una buena entrada en calor. Varios enemigos contra uno no es algo justo creo yo, pero fue algo fácil. - Suspiré. En ese momento, mi cara de relajado cambió a una expresión seria y fría como el hielo mismo. - Brink Shadowend, el alquimista. En nombre de la marina de Tempus, ordeno que te entregues y evites una pelea innecesaria. Si me obligas a luchar, no puedo asegurar que te entregue con vida. - Apreté las empuñaduras de las armas y permanecí inmóvil, observando fijamente a mi rival hasta ver su primer movimiento. Un criminal que podía ser considerado rango B no era algo para tomarse a la ligera.

por **Auros** Lun Ene 04, 2016 8:01 pm

Ver como se reinaba el caos era un sentimiento inexplicablemente agradable para aquel alquimista, aunque no se espero que apareciera un tipo molesto y acabara con la vida de sus hermanos. Ante ello, apretó sus manos hasta formar estas en puño, montando en cólera. —¿¡Qué has echo impertinente!?— Grito, ignorando las palabras del mago. Pues su prioridad o importancia eran aquellas criaturas que se encontraban muertas a manos de ese chico. —Ellos estaban esperando este glorioso día. Pues todos los seres solo quieren abandonar este mundo tan desagradable. Siendo así que sus vidas me las regalaron desde que nacieron.— Decía como si tuviera toda la razón del mundo.

Después de unos segundos de ver el alquimista su alrededor. Volvió a alzar sus manos aun más al cielo, abriendo estas. —¡Eso apenas acaba de comenzar!— Grito al cielo, haciendo que aparecieran más animales de la nada o mejor dicho, de sus escondites. Porque parecía ser que sabía el criminal que vendría un pesado a matar a sus hermanos. Después de todo, estaba en busca y captura, por ello era de lógica el hecho de que alguien le pudiera estar siguiendo los pasos. Aunque pasando ya ciertos minutos, apareció una especie de criatura como si fuera un elefante deforme. —¡Hermanos! ¡No tengáis piedad con ese hombre! ¡Pues él no la tendría con ustedes a pesar de que queremos aliviar a estas personas! ¡Arremeter contra él y saciaros con la sangre de este joven!— Les ordenaba a aquellas criaturas.

Solo fueron cuestión de unos segundos en que se tardaron en comenzar a moverse. Muchas de esas criaturas obedecieron al criminal y atacaron a la vez al mago, para de ese modo conseguir más eficacia al participar todos unidos. Otras criaturas se quedaron al lado del alquimista, mientras iban resurgiendo aun más de estos alquimizados de sus escondite, acercándose hasta Brink. —¡Su alma implora descanso eterno!— Les decía el tipo a sus criaturas, las cuales miraban hacia la nada.

Mientras tanto. Las personas que fueron salvadas por el mago, optaron lógicamente a resguardarse como pudieron en sus casas, hasta había gente que entraba a casas ajenas que ni eran suyas. Lógicamente saldrían de estás cuando pasara el peligro de ser devorados o atacados por esas criaturas deformes. De igual modo, estos estaban apenas observando por la ventana para ver como se se desarrollan los hechos. Aunque algunos no se atrevían a hacer eso.

Stats:

por **Auros** Lun Ene 04, 2016 8:01 pm

El miembro 'Auros' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Rango 3' : 20

por **Kishimura Sho** Mar Ene 05, 2016 6:57 pm

Después de haber salvado a los aldeanos tras matar a aquellas criaturas deformes, había logrado llegar hasta la mente criminal que planeó ese ataque al Valle. Le ordené rendirse para evitarse problemas y una pelea innecesaria, pero ese sujeto me ignoró completamente gritando furioso que la vida de los seres le pertenecían y que por eso debía ayudarlos a abandonar este mundo horrible. Ese era su punto de vista, pero yo no creía en nada de lo que decía. - ¡Ninguna de estas personas te regaló su vida, ni tienes derecho a tomarlas por la fuerza! Los sobrevivientes de este ataque seguirán vivos porque los protegeré de personas como tú. - ¿Quién se creía él como para decir semejantes cosas? Pero una cosa era segura: Lo detendría a toda costa para preservar la paz.

El criminal exclamó que esto apenas empezaba y de un momento a otro varias criaturas comenzaron a salir de la nada para colocarse al lado del alquimista. Al parecer estaba bien preparado en caso de que algo así llegase a suceder. Por mi parte ya me esperaba que él tuviese refuerzos, pero mi sorpresa fue grande al ver una bestia que no tenía comparación con las demás. Esta última era enorme y podía percatarme de que su poder era mucho más elevado al de las demás. Mientras observaba al batallón de monstruos, su creador les ordenaba que me atacaran y que no tengan piedad contra mi. Al oír sus palabras apreté los dientes preparándome para pasar a la defensiva, al mismo tiempo que veía avanzar al primer grupo de ataque. Era hora de demostrarle de lo que era capaz el quinto vicealmirante de la marina de Tempus.
Comencé dando un fuerte pisotón al suelo creando frente a mi tres estacas de hielo las cuales salieron del suelo y en dirección a las bestias que avanzaban juntas para atacarme, aunque solo unas pocas cayeron ante mi ataque. Luego me vi obligado a retroceder a medida que lanzaba ataques para derribar al mayor número posible. Mientras me concentraba en los que se encontraban frente a mí, podía ver de reojo como algunos caminaban por los costados buscando un hueco para poder ataca, y para cuando me di cuenta me encontraba completamente rodeado. Me pude dar unos segundos de respiro para analizar la situación. A pesar del frío que hacía en ese lugar, se me podría ver sudando demasiado además de agitado por el constante movimiento y el hecho de que no podía bajar mi guardia ni un solo segundo. Me di media vuelta rápido gracias a los rugidos de una de las bestias que estaba a punto de atacar, bloqueé su ataque y contraataqué con un corte en lo que parecía ser su cuello. En ese mismo instante las demás avanzaron lentamente, cerrando cada vez más el círculo y reduciendo mi rango de movimiento. Por cada ataque que lanzaban buscaba un punto débil para poder lanzar una respuesta, pero cuando más de uno atacaba a la vez y desde distintos ángulos me resultaba casi imposible. Uno de los monstruos rompió mi defensa y antes de que pudiera morderme puse una de mis espadas entre sus dientes y yo. La bestia retrocedió y perdí un arma tras ese ataque. Ahora con una sola espada en mi poder me sentía en una mayor desventaja. Un error de cálculos me llevó directo a las garras de uno de mis atacantes y como ya no tenía armas o escudos en mi mano derecha, la cual usaba para defender, traté de bloquear el zarpazo con mi brazo por instinto, recibiendo el daño realizado por la criatura. - Tsk... ¿Eso es todo? - Miré los cortes y levanté la mirada con una sonrisa, como si comenzara a disfrutar del encuentro, para luego clavarle la segunda espada en el medio del rostro y este retrocedió al instante. Me había quedado sin defensa alguna.

Sin salida, sin armas y con una reserva limitada de magia. Debía pensar rápido una manera de escapar o de acabar con todos esos de una buena vez. - ¡¡Vamos!! Ataquen todos juntos, aún así no podrán contra mí, malditos bichos deformes. - Tras decir eso solo esperaba que funcionara mi plan, lo cual para mi buena fortuna sucedió. Mi provocación hizo que todos atacaran al mismo tiempo, saltando sobre mi para morderme o atacar con sus garras. Me arrodillé en el suelo y generé un domo de hielo a mi alrededor el cual me protegió de ellos, pero no tenía tiempo para dudar porque sino el escudo se destruiría y yo pasaría a la historia. Había llegado la hora de la ofensiva. El domo comenzaba a agrietarse, pero de las mismas grietas comenzaron a formarse espinas heladas, las cuales a mi orden se extendieron causando un grave daño a todos los monstruos que me había rodeado. Cuando me aseguré de que ninguno de ellos seguía con vida hice que el caparazón se destruyera y, entre los fragmentos de hielo que caían como si fueran nieve, me puse de pie. - Siempre es necesario tener una reserva de magia para situaciones como esa... Ahora es mi turno. - Decía mientras llevaba una mano hacia mi cabello para peinarmelo para atrás, dejando un mechón caer sobre mi frente. Aproveché la distancia que tenía entre mi enemigo, y sus criaturas, para crear otro arco de hielo el cual utilicé para lanzar una flecha gélida hacia el alquimista, ignorando a sus subordinados y al "elefante deforme" que seguía a su lado. Solo esperaba que mi ataque fuera lo suficiente como para dañarlo un poco. Por el momento no tenía oportunidad de acercarme con todas esas bestias a su alrededor

Stats:

por **Auros** Mar Ene 05, 2016 6:57 pm

El miembro 'Kishimura Sho' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Divina' : 16

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#2 'Tirada Divina' : 24

por **Auros** Miér Ene 06, 2016 12:26 am

Aquellas criaturas al ver lo que se proponía hacer el mago, no dudaron ni un segundo en tratar de interponerse cuando disparo aquella flecha gélida, aunque solo sirvieron para amortiguar el impacto, porque esta de igual modo llego hasta aquel criminal, hiriendo con esta en una de sus piernas. Entre quejidos ahogados que no se hicieron esperar por su parte, este se saco como pudo aquella flecha sin importarle el dolor y la lanzo al suelo enseguida, comenzando a derramar sangre por aquella parte de donde se la desclavo y enseguida su mirada se dirigió sobre el joven alquimista. Lo miraba con ira y cierta locura en sus ojos, los cuales no se podían ver por culpa de aquella mascara un tanto macabra.

El alquimista bajo lentamente las manos y con solamente una alzada, señalo con esta al mago, gritando. —¿¡Cómo osas!?— Luego de eso, con la misma en la que señalaba al chico, la apretó con fuerza para formar en puño esta. —¡Tu no entiendes nada! ¡No sabes cuanto han sufrido estas personas! ¡No sabes que tan nefasto es este mundo! Pero, no te preocupes...— Hizo una pausa mientras sonreía de forma extraña bajo su mascara. —Pues nosotros te haremos ver que tan equivocado estás.— Enseguida una criatura parecida a una especie de leopardo deforme, se lanzó a atacar al chico sin piedad alguna. Como si las palabras del alquimista hubieran sido una orden indirecta de que le atacara enseguida, cosa que era así. Ya que él mismo dijo que le harían demostrar que este esta equivocado, como si creyera que solo lo que él pensaba era lo lógico y todos los demás que no pensaran como él, estuvieran equivocados.

Se escuchaba una risa macabra. Esta provenía del alquimista. —Eso es...— Decía entre risas. —Te lo haremos ver y luego seguirás viéndolo del más allá. Pues me quedare con tu cabeza como trofeo de este día en el que un inconsciente se interpuso ante nosotros. Podrías hasta formar parte de mi mascara o quizás tu cabeza se vea mejor encogida y la cuelgue en un bastón o en otro lado mejor.— Seguía hablando de una forma extraña. Era como si ya estuviera visualizando la muerte del mago, a pesar de que apenas la batalla acababa de comenzar o así había dicho anteriormente el alquimista.

Mientras seguía desvariando con la cabeza del mago, además de quejarse de que hubiese matado a sus hermanos. Comenzaron a resurgir un par de criaturas más, las cuales eran aun más deformes o similares a las otras. Estás se pusieron al lado de las demás, amontonándose de esa forma ahí. Por si el alquimista requiriera a más de estas. A pesar de parecer un chiflado, parecía tener todo planeado. Pues de otro lado resurgió una especie de criatura similar a un gorila deforme, además de un rinoceronte igual de deforme y felinos grandes que igual eran deformen y se seguían amontonando alrededor del alquimista.

Stats:

por **Auros** Miér Ene 06, 2016 12:26 am

El miembro 'Auros' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Rango 3' : 8

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#2 'Tirada Rango 3' : 5

por **Kishimura Sho** Miér Ene 06, 2016 6:16 pm

Mi último movimiento consistió en lanzar una flecha gélida contra el alquimista, quién se encontraba resguardado por sus criaturas, pero a pesar de que estas se colocaron en el camino del proyectil para salvar a su amo ninguna fue lo suficientemente resistente para detener mi ataque a distancia. En mi rostro se dibujó una sonrisa al ver como la flecha se clavaba en la pierna de aquel alquimista, además de que yo parecía estar disfrutando en cierto modo el escuchar sus quejidos de dolor. - Deberías aplicarle algo de hielo a la herida para detener la hemorragia. - A pesar de mi seriedad en el momento me tomé la libertad para bromear un poco.

El frío viento del valle comenzó a soplar con más fuerza, provocando que todos los objetos no sujetos al suelo salieran volando por doquier, incluyendo algunos escombros del previo ataque de las bestias. El furioso criminal comenzó a gritar de que yo no entendía nada de este mundo, ni del sufrimiento de las personas, pero que él se encargaría de hacerme ver mi error. Al ver que solamente una de sus criaturas adoptaba una posición ofensiva para luego tomar carrera y así atacarme. Llevé ambas manos al costado de la cintura como si sostuviera una espada enfundada y salté hacia la izquierda rodando en el suelo para incorporarme nuevamente antes de que la veloz invocación del alquimista lograra alcanzarme. Mientras seguía esquivando con dificultad sus embestidas, Voodoo rió y decía que reclamaría mi cabeza como si fuera un trofeo de su futura victoria, aunque yo sería incapaz de perder ante alguien como él. - Son ofertas tentadoras, pero prefiero quedarme con mi cabeza si no te importa. - Comenté sin quitarle los ojos a la bestia. No podía perderla de vista ya que su velocidad la convertía en una gran amenaza. En el momento que esta me dio la espalda tras haber esquivado su último ataque, creé un escultura de hielo similar a mi y me coloqué detrás de ella para que cuando mi oponente lo atacara yo materializaría una espada helada mientras la "desenfundaba" desde mi cintura, donde mantuve mis manos todo el tiempo. Una táctica muy inteligente que tuvo resultados positivos.

Clavé el arma filosa en el suelo y me recargué sobre esta, apoyando una rodilla en la superficie aún agitado y sin aliento. Sentía que los músculos de mis piernas ardían, porque los sobre-exigí durante el breve enfrentamiento contra ese intento de felino gigante. - ¿Seguro deseas continuar con esto? Te he dado la oportunidad para que te entregues sin necesidad de pelear... - Usé la espada como soporte y me puse de pie, observando la gran cantidad de súbditos que él tenía a su alrededor. - Esas cosas, a las que llamas hermanos, solo son pobres creaciones hechas por alguien demente. ¡Te enseñaré lo que es una verdadera creación! - Lancé mi arma al cielo y de un momento a otro esta empezó a modificar su forma para adoptar la de un dragón de hielo de casi unos tres metros de altura, que a mi orden avanzó de manera lenta pero amenazante para atacar al criminal y a sus "hermanos", con la esperanza de que redujera drásticamente el número de secuaces vivos y así tener la chance de tener un combate a corta distancia.

Stats:

por **Auros** Miér Ene 06, 2016 6:16 pm

El miembro 'Kishimura Sho' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Divina' : 24

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#2 'Tirada Divina' : 18

por **Auros** Lun Ene 11, 2016 12:43 am

Brink ignoraba la mayoría de los comentarios que el Vicealmirante le dedicaba. Aunque algunas al menos parecía prestarle algo de atención y al menos las respondía pero las demás eran como si nunca las hubiera dicho. De igual modo ignoraba el clima del lugar o hasta el viento cuando este comenzó a soplar más fuerte, más bien el interés de este y de sus criaturas era el cumplir sus objetivos. Lo cual trataba de infundir el caos allá donde iban. Cosa que estaban consiguiendo al principio, hasta que apareció el mago y les detuvo la diversión, algo que al criminal le había desagradado bastante. Por ello ahora buscaba pagar toda su ira con él, queriendo de igual modo su cabeza como un trofeo y para indicar a aquellas personas que se interpusieran, acabarían de la misma manera.

Mientras el mago se mantenía ocupado con una de las criaturas del criminal, este se encargo a ponerle en la boca de algunos de sus ''hermanos'', pócimas de las cuales contenían un líquido extraño color verde brillante. —Id pequeños míos. Id en busca de más hermanos que nos ayuden en nuestro cometido. Buscad y hagámonos más fuertes. Mientras estemos unidos todos, más fuertes seremos y seremos imparables.— Les decía el alquimista, a lo que lógicamente aquellas criaturas deformes hicieron caso. A los que parecían ser aves, se iban volando hacia otra dirección sin perder tiempo, buscando a más pobres animales. Mientras a los terrestres, estos trataban de desaparecer de la vista de ambos para hacer la misma orden que había mandado el alquimista. De ese modo muchos se dividieron pero a pesar de eso, el criminal aun tenía a más de sus criaturas a su alrededor, esperando algún mandato de este.

El alquimista se rió de forma psicópata por los comentarios del mago, volviendo a omitir o evadir el hecho de responder a este, como si nunca hubiera vuelto a decir las palabras. Pues para él le parecía divertido los comentarios que le había dedicado, como si realmente temiera al chico, cosa que realmente no hacía, más bien lo veía como otro ''sacrificio'' o otra ''vida'' simple que arrebatar sin compasión para que deje de vivir una mentira. Para el criminal eso era algo lógico pero era obvio que para otros no era eso, el hecho de llevarse las vidas de alguien sin permiso. Estaba tan metido en sus pensamientos, que cuando se dieron cuenta del dragón de hielo que se les avecinaba, muchos trataron de proteger a Brink pero la defensa no sirvió para nada bien. Pues el ataque que le había causado el dragón de hielo fue devastador para muchas criaturas.

Las criaturas que se pusieron delante de Brink, fueron los que pudieron protegerle algo bien aunque estos corrieron el riesgo de morir. En cambio el alquimista cuando pudo reaccionar, solo estaba lleno de ira, aun más que la anterior. Pues había matado a muchos de sus hermanos. Entonces comenzó a gritar algo inentendible. Por ello de los que se salvaron, siendo la especie de gorila, se abalanzo contra el mago, pero no solo él. También una especie de león y cocodrilo de igual modo fueron a por el chico, además del elefante. Atacando así todos ellos a la vez, siendo así algunos pocos de los que se habían salvado.

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por **Auros** Lun Ene 11, 2016 12:43 am

El miembro 'Auros' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Rango 3' : 18

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#2 'Tirada Rango 3' : 1

por **Kishimura Sho** Lun Ene 11, 2016 1:28 pm

Mi creación avanzó lentamente hasta el grupo de enemigos y arrasó con la mayoría de un solo ataque devastador. Mis ataques solo hacían que el criminal se enfadara más y más, sobre todo cuando sus "hermanos" caía en combate tratando de defender a su amo o intentando eliminarme. Extendí mi brazo con la mano abierta en dirección a mi dragón de hielo y al cerrar la mano este gigante helado comenzó a desaparecer. No podía mantener algo como eso en el campo de batalla por mucho tiempo puesto que requería bastante concentración y una considerable cantidad de magia. Una duración prolongada de bestias de gran tamaño podía producir desde dolores de cabeza hasta perdida de conocimiento.

Brink ordenó a algunos de los sobrevivientes que se lanzaran al ataque, entre ellos un mono gigante, y lo que parecía ser un cocodrilo deforme. - ¿De donde saca tantas deformidades? Por cada una que cae aparecen dos más... - Me preguntaba mientras me preparaba para defenderme. Mi prioridad era la criatura más rápida ya que sería la primera en acercarse a mi. Hice aparecer una sola espada de hielo en mi mano derecha y tomé una posición defensiva. El primer ataque lanzado por mi veloz contrincante, que parecía ser un león, era muy predecible por lo cuál pude evadirlo sin dificultad alguna. Aproveché el tiempo en el que se incorporó para saltar sobre su lomo y realizar un corte profundo en la zona de la cabeza, provocando una muerte rápido e indolora. Uno menos contra quién luchar no significaba que el combate resultaría más fácil ya que para ese momento las demás bestias ya se habían acercado lo suficiente.
Al voltear pude ver al gorila detrás mío quién trató de aplastarme con un manotazo poderoso. Tuve la buena fortuna de saltar hacia adelante y evitar ser eliminado, pero ni bien levanté la mirada estaba ese elefante el cual me pegó con la trompa y me sacó volando hacia los brazos del simio a quien había logrado evadir. Sus brazos tenían una fuerza sorprendente e impedían que me liberara. Si permanecía en esa situación por más tiempo me podría haber roto los huesos. Sujeté con fuerza mi arma y tras unos segundos de forcejeo logré, de alguna manera, clavársela entre las costillas para luego sacarla lentamente. Gracias al dolor sufrido, este no tuvo más opción que soltarme. Ni bien mis pies tocaron el suelo me impulsé en dirección a mi rival para realizar una estocada directa en donde debería estar su corazón. - N-no me voy a rendir, pero necesito aire... - Apoyé las manos en mis rodillas y trataba de recuperar el aliento. Pude tomarme unos segundo antes de volver a la defensiva. Transformé la espada en un arco y apunté al ojo del elefante, pero al estar tan cerca de eso opté por retroceder unos cuantos pasos para estar fuera de su rango de ataque. Cuando estuve a una buena distancia apunté nuevamente al globo ocular de la enorme criatura y lancé una flecha gélida a este, la cual penetró en su cráneo causándole la muerte.

El último atacante permaneció quieto esperando la oportunidad ideal para avanzar, lo cual hizo mientras yo veía como el elefante caía al suelo tras el impacto del proyectil. No tuve tiempo a reaccionar antes de que el cocodrilo me mordiera el tobillo. Grité de dolor al mismo tiempo que decidí clavarle el arco en la cabeza a lo que me había mordido, liberándome de esos dientes afilados. Acto seguido hice desaparecer el arma que actualmente se encontraba en la cabeza de la bestia. Respiré agitado y conteniendo el dolor, sin quitarle los ojos de encima al alquimista. - No importa cuantas deformidades me ataquen, ¡No dejaré que le arrebates las vidas a las personas de este valle! - Arriesgar mi vida no importaba si con eso era capaz de salvar a las personas que necesitaban ayuda. Eso mismo había jurado cuando me uní a la marina años atrás.
Materialicé una filosa daga de hielo. Cuando sentía que ya me encontraba en condiciones de atacar comencé a correr hacia él, ignorando completamente a los seres que lo resguardaban, pero el ataque no salió como lo tenía planeado. Una gran cantidad de magia había sido utilizada lo que me causó un fuerte dolor de cabeza por unos segundos, además de que los músculos de mis piernas se encontraban fatigados y dejaron de responder. Caí al suelo golpeándome la cara contra este y soltando la daga durante el impacto. - Tsk... Es solo una caída, Sho. Si te rindes ahora Silver estará decepcionado. - Me decía a mi mismo en voz baja intentando ponerme de pie, pero me resultó imposible, así que solo levanté la mirada hacia el sujeto quien seguramente se estaba riendo de lo ocurrido.

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por **Auros** Lun Ene 11, 2016 1:28 pm

El miembro 'Kishimura Sho' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Divina' : 2

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#2 'Tirada Divina' : 17

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater