Una visita inesperada {Privado con Hikari}

por Invitado Sáb Dic 05, 2015 3:21 pm

El viento mecía de forma suave a todos los que andaban rondando el exterior del reino de Chaos. Un hombre de porte elegante, hermoso, envuelto en un traje negro casi perfecto, bajó de un vehículo y caminó lo justo para abrir la puerta trasera de este. Al extender la mano hacia delante, una fina mano de mujer con blanca piel y tan delicada que a primera vista pareciera romperse si se tocaba con poco tacto, tomó la suya saliendo esta del vehículo a medida que el hombre daba unos pasos atrás para ayudar a aquella dama felina.
Tan solo un gesto con el rostro y una sonrisa ladina fueron los gestos que la híbrida le dedico a uno de sus fieles hombres que siempre la acompañaban hasta cuando pareciera que estaba sola.
-Seguiré sola el camino. -Indicó aun sabiendo que la soledad era solo una mera ilusión que escondía una seguridad que ella no veía en la mayoría de las ocasiones necesaria, pero que tranquilizaba al padre de ésta.

Sus pasos eran lentos, seguros y sus tacones ofrecían al silencio de la calle una especie de música constante al mismo ritmo. El perfume de orquídea que caracterizaba a la azabache se impregnaba con las caricias que ese viento nombrado al principio, se llevaba en su juego por tocar todo lo que ponía en su paso.
Los ojos ámbar, felinos, curiosos miraban aun lado y otro de la calle observando las casas que allí habitaban y se quedaban marcados con algunas miradas curiosas con las que se topaba, ya fuera con alguien que se cruzada con la híbrida o las miradas curiosas que se entreveían tras las ventanas, seguramente preguntándose el quien era ella. De todas las casas había una en específico que había sido vigilada por hombres de la familia Toujou, varios días habían bastado para llevar a la azabache u informe de los movimientos habituales de una chica que habitaba en ese hogar, la cual había cesado sus movimientos continuos no hace mucho. A sabiendas que la joven se encontraba dentro de su hogar, una vez que Kuroka llegó a la puerta principal alzo su mano tocando dos veces la puerta de entrada, como si aquel llamado de la puerta fuera una especie de sonido secreto que ambas conocieran. Con paciencia y sus manos sujetando delante un abanico recogido, espero paciente a que la joven abriera la puerta del hogar.

por **Kiss Shot** Sáb Dic 05, 2015 5:20 pm

Últimamente estaba en casa debido a varios asuntos que tenía que resolver, resultó herida en su viaje de vuelta de Spatium y problemas económicos por falta de dinero le estaban llegando, tenía que reposar en casa y la falta de comida le afectaba de la misma manera pero la condición en que se encontraba en las ultimas semanas no era la optima para ir y cazar algún hombre. Su retirada de Spatium fue temporal, pues necesitaba volver a tener los recursos necesarios para poder quedarse más tiempo en aquel lugar así que por esa razón volvió a su casa. Había olvidado aquel trato que formalizó con la felina mujer que mostró interés en su persona, tantas cosas por las que pasar hacían que olvidara ciertos detalles que realmente eran bastante importantes para la súcubo.

Su que hacer diario no era la gran cosa, salir a comprar medicinas para el dolor, volver a casa, limpiar vendas y salir hasta el día siguiente, esa era su rutina Diaria durante casi tres semanas continuas, así que era más que sencillo seguirla y monitorearla pues el descuido de la pelirrosada era muy grande cuando no hacía cosas fuera de lo común, pero a pesar de las lesiones que tuvo semanas atrás ella se encontraba en condiciones muy favorables cuando su visita inesperada llegó.

Estaba en ese momento arreglando un par de cosas en su casa, moviendo estantes y cambiando bombillas que ya no servían, limpiando como una persona común y corriente, quien la viera diría que en serio se trataba de una chica simple, una humana cualquiera, pero en medio de su no muy agradable que hacer el sonido de la puerta llamó su atención pues ella jamás tenía visitas debido a que su casa estaba bastante apartada de las demás en Rihm, pero al momento de escuchar el tono con que golpearon lo identificó, Sabía de quien se trataba y para que venía, tenían un trato y la súcubo debía cumplirlo. Suspiró con algo de calma y dejó lo que hacía para atender la puerta, realmente no sabía en que se había metido pero lo averiguaría pronto. Abrió la puerta lentamente para confirmar bien de quien se trataba, sin duda alguna era ella, esos ojos los reconocería en cualquier parte sin necesidad de que se lo recordaran.

Frunció el ceño levemente y miró hacia los lados para ver si alguien más estaba por ahí, afortunadamente no había nadie más aparte de la felina, se hizo a un lado para que su visita pudiera seguir y habló para darle la bienvenida.

Supongo que llegaste justo a tiempo.. preparé te con galletas... te agradecería que te quitaras los zapatos después de entrar.

por Invitado Sáb Ene 23, 2016 4:31 pm

Paciencia, fría paciencia calculadora era algo que identificaba a la nekomata entre otros atributos que eran notorios tanto para hombres como para mujeres, pero que eran los que menos interesaba que se resaltasen en ella, a menos que fuera algo estrictamente necesario.
Como era de suponer la joven no mostró un síntoma de agrado ante la figura de la fémina azabache en su puerta, no obstante tenía que reconocer que al menos se forzaba por parecer agradable en todo momento y cualidades así como muchas otras que la joven tenía eran justo parte de los motivos por los que ella se encontraba allí.
-Por supuesto. -Indicó la híbrida mientras se desposaba de sus zapatos de una forma delicada, dejando ver desnudos sus pies perfectos en simetría, finos y de piel blanca como todo su cuerpo. Aquello le agradó, ella tenía el mismo protocolo en sus aposentos mas íntimos. - Oh, acepto su ofrecimiento con mucho gusto aunque permítame y disculpe rechace el té, no es precisamente una bebida que agrade a mi paladar.
Sus ojos felinos de color dorado recorrieron de manera rápida lo que pudo de la casa, tampoco quería ser una invitada incómoda en ese aspecto. -Tiene un hogar bastante agradable por dentro señorita Hiroshi. -Dijo para hacerle un cumplido que sentía como tal ya que por fuera la casa dejaba bastante que desear pero el interior se veía limpio y agradable, siempre como no mejorable a los pensamientos de la fémina felina. -Aunque siempre se puede mejorar, estoy seguro que pronto lo hará.

Esperó a que la joven le invitara a un asiento, sus modales en estos casos no eran los de siempre puesto que no venía con ánimo de increpar a la joven sino todo lo contrario, quería visitarla cordialmente. Por extraño que pareciera aquella pelirosa resultaba a ojos de la azabache una joven a la que deseaba ayudar, sin saber muy bien el por qué exactamente, quizás alguna parte de ella la recordara a ella misma o quizás porque la mujer nunca tuvo a nadie a la que proteger como una hermana, fuera como fuese, los constantes comentarios y noticias que habían llegado a sus manos, hicieron que captara enormemente su atención y cuando tuvo el contacto primero con ella, resulto que la joven capto su atención más de lo que Kuroka había pensado.
-¿Cómo has estado? No malinterpretes mis palabras pero no te veo muy bien exactamente. -Dijo acomodándose en un sofá que aunque tenía apariencia vulgar era bastante cómodo. Los gestos de la nekomata no dejaban de ser los gestos de una dama de alto nombre pero aunque pretendían ser solo eso, su aire de misterio, de no saber exactamente por donde iba a salir, no la dejaba expresar del todo que ella no venía a buscar algún mal a la pelirosa. -Esperaba que solicitaras mi ayuda pero ya ves, no lo has hecho y eme aquí.

por **Kiss Shot** Sáb Ene 23, 2016 5:40 pm

Realmente ella no solía recibir personas en su hogar, así que no sabía exactamente como ser una digna anfitriona, pero al parecer la actitud de ella no necesariamente era la que la súcubo esperaba así que se calmó un poco, tampoco quería parecer como si ella fuera una mujer amargada o algo parecido. Es cierto que no poseía los modales que tal vez la felina ya tenía más que pulidos, su habla tampoco era el más cortés o amplio de vocabulario debido a que jamás tuvo la oportunidad de aprenderlo ya que dejó su instituto hace ya bastante tiempo. Cuando la mujer mayor entró a su casa siguió la orden que ella le indicó y se quitó los zapatos sin rechistar, cosa que realmente le sorprendió pues cuando solía recibir visitas jamás le hacían caso y terminaban ensuciando su piso.

Entonces cerró la puerta y le indicó a donde quedaba su sala; realmente no era la gran cosa, una mesa, dos muebles, un televisor, una chimenea, un par de cuadros con fotos de la pelirrosada en diversos lugares de Spirit Soul y un pequeño marco colgado en la pared con su foto junto con una recompensa no muy grande por su cabeza. dejó sola a Kuroka por un momento, fue por el té y galletas, pero ahora que recordaba ella había hecho un pastel hace poco tiempo así que sacó dos pedazos para compartir con su invitada. Lo traía todo en una bandeja, dos platos, un cuchillo para mantequilla, los dos trozos de pastel de chocolate y galletas dulces junto con una tetera que dejó sobre la mesa, acto seguido se sentó junto a ella.

Este lugar es como mi templo personal, puse en ella todo mi esfuerzo y dedicación para tomara la forma que tiene actualmente.. digamos que para mi es el único lugar en donde me siento segura, el calor de un hogar es irreemplazable, no importa que tantos lujos tengas. habló en un tono algo bajo mientras que con cuidado servía los bocadillos en un plato para la felina, luego se los entregó en la mano, sirvió un poco de té, pero al parecer no era de su agrado. Aunque.. es algo solitario, tal vez traiga a una mascota para que me haga compañía. dejó la tetera sobre la bandeja y tomó una galleta, para morderla un poco. ¿Qué te gustaría beber? Tengo un poco de leche. Tal vez eso era lo que le gustaba, después de todo era un felino.

Todo su torso estaba vendado, su pierna derecha y brazo izquierdo también, incluso resaltaba en su rostro un pequeño moretón que ya estaba sanando, pero aunque intentara ocultar sus heridas las cajas de los vendajes estaban regadas por ahí junto varias medicinas para el dolor que compraba a diario. La pregunta de la mujer de ojos dorados fue clara y sin llegar a ser grosera, pero lo cierto es que no sentía mucha confianza ya que no la conocía demasiado, así que mentir era una opción simple para saltar el tema. No he tenido mucha suerte últimamente, tropecé desde un lugar muy alto y bueno.. terminé con más de un hueso roto. No le dio mucho tiempo para pensar ya que la pregunta le agarró desprevenida, su excusa se notó muy rebuscada y las heridas en su cuerpo no encajaban con lo que ella había descrito, y a pesar del tiempo transcurrido en reposo aún tenía heridas abiertas, por eso debía lavar sus vendajes a diario.

Realmente no esperé que nos volviéramos a ver, señorita Kuroka, es solo que mis asuntos se complicaron un poco y por ahora mi única opción es permanecer escondida en mi casa. Dijo mientras volvía a dar un pequeño mordisco a sus dulces galletas que ella misma preparó, le encantaba cocinar postres a decir verdad.Ah.. No me llaman Hiroshi desde que estaba en el instituto, puedes llamarme Hikari.

por Invitado Jue Ene 28, 2016 8:39 pm

Todo era pinturesco en aquel lugar, no podía ser menos teniendo en cuenta la singular joven que había hecho posible que un lugar tan poco vistoso, fuera agradable, confortable y hasta bonito.
Mientras que sus dorados ojos miraban las paredes observando las fotografías y cuadros, se percató de dos cosas que captaron su atención. La primera de ellas era la sorpresa de enterarse que Hikari tenía una hermana tan linda como ella pero de alguna forma se veía mas madura que la menor y la segunda es aquel cartel de se busca enmarcado, que provocó en la nekomata una pequeña risa que terminó con una agradable sonrisa divertida.

Y con una enorme sonrisa recibió a Hikari a su regreso al salón con aquella bandeja y ese delicioso olor del dulce que lamentablemente se apocaba con el del te. Igualmente la peli azabache no iba a decirle nada sobre el te, era una invitada y como tal no iba a decir dos veces lo asqueroso que le parecía ese olor, de todos modos estaba acostumbrada a soportarlo, ya que a su querido padre le encantaba de todos tipos. Quizás por eso a Kuroka no le agradaba el te, estaba de el sobradamente cansada.
-Tiene una pinta deliciosa el pastel...Hikari. -Dijo de forma suave mientras con un gesto del rostro, leve pero amable, le agradecía antes de tomar el pequeño plato que contenía su trozo.

-No es necesario que ocultes los incidentes ni la verdad conmigo, siempre es mucho mejor decir la verdad, ser sinceros, le guste o no al contrario. Por supuesto, siempre hay que decir las cosas en el momento justo, a veces si es conveniente callar la verdad, pero en este caso, no es preciso que maquilles lo ocurrido... hablas conmigo pequeña. -Le dijo sonriendo pronunciando ese adjetivo de forma cariñosa, tomando un trozo del pastel el cual comió de forma lenta sin ansiedad alguna y boca cerrada. La familia de la fémina tenía contactos por todo Spirit Soul, lo que hiciera falta o fuera importante saber lo sabían, por eso justo se había presentado en casa de la peli rosa.

-Tenemos un contrato recuerdas, y según el mismo tengo que cuidarte. Esperé que vinieras por ti misma pero al no ser así tal como te dije antes eme aquí. Disculpa mi despiste, con agua estará bien Hikari, gracias. Por cierto delicioso el pastel. -Así era, aunque a raíz de aquello que ambas firmaron ciertamente tenía que cuidar de ella, también era cierto que sabía que la joven no era ninguna inútil y también sabía valerse por si misma, de todos modos cuando Kuroka se proponía algo era firme y tajante con lo que deseaba y la tenacidad era algunas de las características de la fémina. -Se perfectamente que sabes cuidarte, aún así permíteme que cumpla parte del contrato. Pero bueno todo no van a ser esas cosas, he visto que tienes al parecer una hermana tan linda como tu, seria agradable conocerla algún día, puesto que si estáis juntas no es justo que atienda a una y a la otra no. ¿no crees?

por **Kiss Shot** Jue Ene 28, 2016 10:44 pm

Lo primero que notó fue el desagrado que tuvo la felina al percibir el aroma del té, así que más pronto que nunca decidió sacar la tetera de ahí, le traería un poco de agua en su lugar como ella lo indicó, no se tardó mucho en ir y volver realmente ya que no quería que ella estuviera de alguna forma inconforme con sus tendencias del hogar. Su casa tenía bastantes cuadros colgados por ahí, pero había un rasgo en particular que los caracterizaba a todos ellos y era que en ellas solo aparecía una sola persona, siempre era Hikari quien posaba en distintos escenarios con una pequeña risa, lo hacia siempre de la misma manera pero en lugares diferentes, jamás estaba acompañada por otra persona. Aunque había una pequeño cuadro que en particular era su favorito, pues no solo estaba acompañada, si no que también se le notaba muy feliz junto a otra niña que era totalmente idéntica a ella, ambas sonriendo ante la cámara y al parecer no tenían más de 4 0 5 años en aquella escena.

¿Te gusta? ¡Me encanta cocinar postres! mi cocina es especial para solo hacer deliciosos dulces. le agradó su comentario, nunca alguien había probado sus postres además de ella misma y que su primera degustante le diera un punto bueno era una señal de que hacía bien lo que le gustaba , era un hobby curioso a decir verdad, aunque últimamente no tenía mucho tiempo para hacerlo. Esta vez le dio un vaso con agua fría, era exactamente lo que le pidió aunque tenía leche en el refrigerador.. pero no insistió con dársela ya que no quería molestar a su invitada, ella se animó a probar un poco de pastel también, así que tras dejar el vaso con agua sobre la mesa agarró su taza para beber un poco, luego mordió un poquito de la punta de su delicioso pastel, también con tranquilidad, ella conservaba ciertos modales t que aprendió por su cuenta, no le agradaba ver a alguien hablar mientras come o similar, así que por eso no hacia lo mismo.

La pelirrosada notó como la felina miraba con detalle su hogar, las fotos le causaban un poco de vergüenza ahora que las veía otra persona, pero no dijo nada, solo apartó la vista hacia otro lado solo para mirar el desorden que tenía... tantas cajas vacías no hacían que su casa se viera muy organizada que digamos... tenía que desecharlas o guardarlas en algún sitio, pero no podía ponerse a limpiar justo cuando alguien más estaba dentro. Fue en ese momento cuando escuchó las palabras femeninas y era cierto lo que decía, tenían un contrato y con ello promesas que no podían incumplir, así que lo mejor era confesar la verdad de lo que realmente le pasó. Supongo.. supongo que tienes razón... no puedo ocultar mi condición física en este momento.. así que es mejor que te muestre.. dejó su comida y bebida sobre la mesa por un momento.. pero luego recordó que estaban en medio de un aperitivo, no quería arruinar eso, así que primero esperó a que Kuroka terminara de comer para luego enseñarle a más detalle sus heridas.

Lo que realmente sucedió... fue que tuve problemas con el gobierno de Spatium... cuando iba de regreso a Chaos lograron encontrarme y entre varios sujetos me golpearon, dos de ellos tenían navajas y el resto tenían varillas y demás cosas.. eran 6.. eso creo.. así que no pude defenderme demasiado. Se tocó el vientre por un momento, aunque naturalmente sanaría y no tendría cicatrices, aún el dolor era grande aunque ya haya pasado casi un mes, habían heridas más severas que no curaban correctamente. No estoy segura si eran parte del gobierno o eran revolucionarios.. pero me dejaron en cuanto el barco llegó a las costas de Chaos y bueno, todos los del lugar hicieron la vista gorda ya que ese viaje no era exactamente legal.. aunque almenos.. un hombre amable me llevó a casa, se lo pedí cuando iba de camino al hospital.. ya que lo más seguro es que terminaría en un calabozo en vez de un centro médico. Desde entonces trato mis heridas aquí, en casa.

Esa fue su confesión, esta vez decía la verdad, si no fuera por su sangre demoníaca lo más seguro es que ya habría muerto, la perdida de sangre fue grande y el tratar con heridas abiertas por si sola era una gran pesadilla, no tenía a nadie que pudiera ayudarle y no podía asistir a un hospital debido a los problemas con la ley que le impedían acercarse, pero ha podido mantenerse a salvo en su casa con un tratamiento casero que aunque no le estaba ayudando demasiado le mantenía viva y le permitía caminar.Entonces.. ¿Viniste a ayudarme?.. en este momento.. mi cuerpo está en muy mala condición y no se que hacer en este momento.. aún tengo heridas que sangran a diario.. y el dolor no disminuye con los días.. Era una joven ignorante a pesar de todo.

La palabra hermana salió de entre la conversación y Hikari guardó silencio por un minuto, su cola larga y fina se movía lentamente hacia los lados y tras un suspiro sonrió de una forma curiosa mientras se levantaba de su asiento, le mostraría aquella foto que tan bien conservaba. Se acercó un poco más a Kuroka y le entregó el pequeño marco, ahí estaban dos pequeñas niñas.La chica de traje rojo, ella era mi hermosa hermanita... esta foto es muy especial para mi, la encontré hace muy poco en un horrible lugar y esta única foto es lo que me hace saber que tuve una hermana.. no se su nombre, pero recuerdo que teníamos cuatro años. Su tono de voz era algo tranquilo, sonreía con ganas al ver aquella pintura que se notaba algo desgastada por los años. Ella murió hace 15 años... así que no puedo presentártela...

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por Invitado Dom Ene 31, 2016 12:22 am

Sabía perfectamente que era cuestión de tiempo que ella le contara, la realidad de aquel asunto que lamentablemente la tenía tan lastimada, asunto que tenía un poco preocupada a la azabache. No era persona de mostrar preocupación por nadie ni debilidad de afinidad con otro ser que no fuera su padre y hasta con el mismo, ante otros no mostraba nunca un ápice de punto débil. Su trabajo constante, los negocios familiares y hasta la propia reputación que tenían los Toujou le hacía a la fémina mostrarse fría ante esas cosas. Los Toujou tenían muchos conocidos, contactos, amigos pero también enemigos y si mostraban debilidad en algo ese algo o alguien siempre podían estar al acecho de gente indeseable y justamente ellos, se quitaban esas cosas de encima.

Por encima de todo ello, Kuroka era un ser cariñoso en el fondo, le gustaba ser detallista al igual que implacable y en esa joven tenía algo que no sabía aún, que despertaba en la fémina nekomata sentimientos de cariño hacia ese ser. Quizás la viera frágil y necesitada de ayuda, quizás la recuerda en rebeldía a ella, a lo mejor sentía por ella ternura, fuera como fuere algo le decía que no tenía que que cuidar a esa joven.
-Imagino lo que habrás pasado Hikari, debiste contactar conmigo ¿Acaso no eres mi protegida según contrato? -Indicó algo seria dejando el vaso casi vacío de agua sobre la mesa levantando la dorada y felina vista hacia ella. Volvió a guardar silencio para seguir oyéndola. Kuroka se sentía tranquila y cómoda porque la joven parecía que ya había dejado esa hostilidad que desprendía su energía cuando ella estaba cerca y eso le agradaba.

Con lujo de detalles memorizó cada uno de sus movimientos, palabras, gestos que detonaban cada sentimiento que afloraba en sus palabras. Era una gran observadora sobre todo cuando le interesaba realmente escuchar, siempre sus cinco sentidos estaban a disposición del locutor que pronunciaba cosas interesantes y había que reconocer que el tema de la hermana era de su interés sobre todo, porque era importante para la que ahora sentía como su protegida.
Observó sus ojos, el gesto tierno de su rostro cuando le acercó la fotografía la cual tomo con mucho cuidado, marcando sus ojos en ambas niñas. Se veían tan lindas y felices que trasmitían aquello en esa vieja imagen. Kuroka mostró una sonrisa dulce que modificó todo su gesto y sintió algo de envidia sana ya que ella nunca tuvo hermano ni hermana a quien producir esa sonrisa de felicidad ni de quien ella misma recibir.
-Discúlpame si te hice recordar algo doloroso, no era mi intención. -Pero los sentidos de la nekomata sin saber motivo alguno le hicieron dudar de la muerte de esa joven, el por qué ni Kuroka misma lo sabía, pero cualquier aspecto de su protegida era bueno investigarlo y esa hermana que ya no está y que tanto quería era una de esas cosas que causaba una enorme curiosidad felina.

Le devolvió con cuidado la fotografía y cerró sus ojos respirando hondo pero inaudible, relajándose un poco de esa revolución de sensaciones que aquella imagen y la dueña de la misma le transmitieron y levantando la vista volvió a su traviesa sonrisa y mirada.
-Bueno pasamos a otra cosa ¿si? no quiero que estés triste. -Suspiró despreocupada cambiando de postura sus piernas cruzándolas al contrario. -Bien bien esas heridas llevan muchísimo tiempo sin sanar como deben, necesitas energía Hikari y aparte alguna que otra cosa que cure rápido algunos daños. -Metió la mano dentro de su obi y sacó un móvil de ultima generación de esos que su padre compraba en Tempus para todos sus empleados. -Acepta esto de mi parte. -Dijo entregando el móvil en la mesa para que ella lo viera. El móvil era de color rosa con morado y tenía unas pegatinas de gatitos con su nombre grabada en la carcasa. -Siento si no es de tu gusto pero he procurado que sea lo mas discreto posible, sino parecerá extraño que alguien como tu lleve algo negro sobrio formal... ni yo lo llevo así. De todos modos puedes personalizarlo a tu gusto. La línea es sin limite, esta conectado directamente con nuestro centro de control, si necesitas algo solo tienes que darle a marcación por voz y decir mi nombre.
No quería tenerla controlada de ese modo al contrario no le hacía falta esas cosas para controlar a alguien, pero si deseaba que si le pasaba algo como esto último tuviera a quien acudir. Por mas fuerte y auto suficientes que se sea puede pasar cualquier cosa y esas cosas había que prevenirlas. Piensa mal y acertarás... mas vale prevenir que lamentar... a la nekomata le encantan ese tipo de refranes y procuraba hacer uso correcto de ellos.

por **Kiss Shot** Dom Ene 31, 2016 4:06 pm

Era cierto que debió pedir su ayuda en aquel momento.. pero a decir verdad ella jamás fue demasiado dependiente de las personas y la costumbre de estar sola era algo que acopló para si misma con el pasar de los años, jamás tuvo una verdadera compañía desde que sus padres fallecieron y por lo general era una chica de muy pocos amigos a pesar de no resultar ser irritante en la mayoría de los casos, pero además de eso tampoco tenía una forma directa de contactarle, pero bueno, ya había sucedido todo y no podía viajar al pasado para que le apoyara en esa ocasión.. pero aunque le costara admitirlo si continuaba sin depender de alguien terminaría muerta en poco tiempo, tenía que ir de la mano de la felina si no quería acabar entre la pila de cadáveres que se acumulan con los días en Spirit Soul a causa de la guerra y conflictos en general entre las personas.

S-se que debí contactarte.. desvió la mirada para evitar verle a la cara, se sentía de cierta manera reprendida por la mayor y no podía reprocharle porqué realmente tenía razón, pudo haber muerto a manos de esos hombres si no hubiera sido por los ciudadanos que le ayudaron, guardó silencio por un momento y cuando la mujer de ojos dorados terminó de hablar ella quiso remendar su error. Pero.. no quería meterte en problemas por mi culpa... ¡Además!... no estoy acostumbrada a que la gente me ayude.. Su tono de voz subía y bajaba, se notaba la inexperiencia de la joven sucubo al tratar con alguien en quien relativamente podía confiar, estaba un poco nerviosa a decir verdad, el pequeño rubor en sus mejillas aumentó por un segundo y su voz se cortaba un par de veces, además de eso sus orbes violetas siempre se mantenían evitando la mirada de la azabache.

Pero almenos el tema de su hermana cambió la situación, más que una reprimenta era una forma de hacer florecer sus viejos recuerdos que almenos le hacían sonreír de vez en cuando, aunque la sensación de nostalgia siempre invadía su cabeza cuando hablaba sobre su familia porque realmente no recuerda mucho sobre ella.. un par de cosas realmente, sin embargo daría mucho por tener a su hermana consigo aunque fuera solo por un día. Ella tomó la fotografía una vez más y la dejó en su lugar, luego volvió con ella nuevamente. Se que ella está junto a mis padres ahora, ha de ser muy feliz con ellos, o almenos eso pienso.. es lo que me motiva a caminar a diario..Su dolor empezó, empezaba a acostumbrarse después de un tiempo.. pero disimular era algo difícil, se tocada los costados de vez en cuando y a veces su expresión facial reflejaba algo de incomodidad, a pesar de esto intentaba continuar con la charla como si no pasara nada.

Aunque lo que ella deseaba en ese momento es que sus heridas sanaran, en ese caso el tiempo no estaba mucho a su favor ya que a pesar de los días parecía no mejorar demasiado y eso le estaba preocupando, pero lo que sucedía su cuerpo era una reacción en cadena. De hecho.. mi cuerpo está tan débil gracias a una causa muy simple y por esa razón no estoy teniendo resultados en sanar.. por más medicinas que compre y por más tratamientos que haga.. simplemente no cierran las heridas.. y me estoy quedando sin dinero ya que no he podido ir a.. bueno.. a hacer mi trabajo. era algo difícil de explicar.. bueno, lo era ya que su forma de alimentarse era particular. Bueno.. siendo un sucubo.. supongo que sabrás que.. que debo ir a cazar hombres para mantener mi energía.. pero en esta condición no puedo ni siquiera caminar por más de dos horas, terminaría apaleada de nuevo si lo intentara... nuevamente un ligero rubor se asomó por sus mejillas, pero era lo que estaba sucediendo en verdad, sin la energía vital que ganaba con los hombres su cuerpo naturalmente sería más débil.

Pero en ese momento la Felina de orbes dorados le sorprendió con un obsequio de su parte, un gran detalle que ella valoraría bastante, jamás había recibido un regalo de parte de nadie, nunca alguien había sido tan atenta con ella en tan poco tiempo y eso significaba mucho para Hikari.Un móvil.. ¿Para mi?.. lo recibió con mucho gusto, no le importaba demasiado el diseño ya que jamás había tenido uno antes, lo sujetó con firmeza y comenzó a verlo de arriba abajo, era bastante bonito a decir verdad, pero Kuroka parecía indecisa al respecto pues comenzó a hablar sobre ello, sin embargo la pelirrosada no pudo contenerse ni un poco, no dejó que la nekomata terminara de explicarle como funcionaba el móvil,la interrumpió dándole las gracias de la mejor manera, agachó su cabeza un poco hacia abajo en frente de ella y con una voz muy baja habló. De verdad.. no tienes porqué hacer todo esto.. te agradezco por todo.. señorita Kuroka... sabía que no podía romper ciertos limites y tocarla aunque sea para abrazarle era una gran falta de respeto, era consiente de ello, sabía que no tenían las mismas costumbres así que siempre mantuvo la distancia y el respeto. Prometo llamarte si tengo algún problema, no lo dudaré.

por Invitado Mar Feb 23, 2016 11:03 pm

Era una situación extraña para la fémina ya que nunca había tenido a alguien que considerara amiga, así que para ella simplemente era…extraño ya que no la reconocía como tal al no haber experimentado eso antes. Para Kuroka Toujou, llevar ese apellido era sinónimo de gente pegada a ti por lo que representaba tu fortuna, posición o todo lo contrario gente alejada de ti justo por la misma razón. Era complicado tener una amistad para ella sobre todo siendo como era, alguien que no se fiaba ni de su misma sombra.

Aquella joven sacaba de dentro de la nekomata lo mejor de ella, la veía tan tierna, linda y delicada a punto de romperse si se le abrazaba más de lo debido. En más de una ocasión, observando con detalle todos y cada uno de sus movimientos como gran estudiosa de los demás que era, la felina había esbozado una sonrisa y no ladina, pícara ni maliciosa, una simple sonrisa de lo agradable que era el compartir esos momentos en compañía de la menor.

La escuchaba atenta, tan atenta como sus sentidos agudos le permitían, ignorando su propio móvil que a pensar del silencio estaba vibrando por las llamadas, mensaje o a saber que recibía.
- Tranquila Hikari el pasado… pasado es, no podemos encerrarnos en él y lamentarnos toda la vida por cosas que no hicimos o que deberíamos haber hecho de otro modo. –Le indicó con respecto a todo, desde por lo que se atormentaba de no haber acudido a ella y por lo referente a su hermana, algo que no sabía Kuroka por qué pero cada vez mas llamaba su atención, sobre todo porque era algo que para la peli rosa parecía muy importante. No era para menos claro está.

Los ojos felinos ámbar de la nekomata se abrieron un poco al ver como la joven agradecía el regalo de aquella manera tan respetuosa y educada, el rostro de la mayor se suavizo sonriendo con dulzura. –Hikari no es necesario que agradezcas así para mi es mucho mas cómodo tenerte comunicada. Esta todo en el contrato recuerdas al igual que tu mantenimiento y mejora de condiciones por parte de mi persona. –Le indicó de manera recta y seria pero sin querer sonar hostil en ningún momento, sino con una firma dulzura. En realidad le indicaba aquello para evitar que la joven se sintiera incómoda con sus atenciones o peor aun pensara que le debía algo por ello, cosa que realmente ahora no pensaba cobrar. Esa chica tenía mucho potencial, demasiado como para estar en las condiciones en las que se la encontró la primera vez y mucho menos aún en las que se encontraba ahora.

Para Kuroka el verla adolorida haciendo aquel esfuerzo por mostrarse perfecta antes una visita soportando esos dolores, fue más que suficiente. Metió la mano en su obi sacando su propio móvil y tras marcar solo un número, obtuvo rápida respuesta. –Oscar y Lion los quiero en mi posición lo antes posible. –Indicó colgando el móvil sin más regresándolo a su lugar, luego miró a su anfitriona con una nueva sonrisa. –Oscar es un semidragón, bastante fuerte, resistente y una persona con la que puedes hablar prácticamente de todo, en cambio Lion es mas… salvaje, es un lycantropo, jajaja es gracioso que lo sea con ese nombre ¿No crees Hikari? –Preguntó sonriendo tras aquella risa con la que quiso hacer cómplice a su protegida. – Ambos trabajan para mí, son fieles y no se achantan ante nada, de verdad confió en ello todo lo máximo que me permito en confiar en los demás. Los hice llamar para que te cuidaran y mejoraran tu estado de salud. Entiendo que no desees que nadie te ayude se que eres orgullosa, pero no puedes seguir así, debes alimentarte y no me refiero a tus deliciosos dulces. Solo te pediré algo, contrólate y no acabes con ellos a menos que sea una necesidad imperiosa.- Aunque llevaba tiempo con aquellos seres trabajando para ella y cierto era que algo de aprecio les tenía, estaba acostumbrada a las bajas y donde se iba uno o una volvían otros, pero debía de acostumbrar a la joven a controlarse a si misma, ya que no sabía si podía hacerlo o no.

por **Kiss Shot** Dom Feb 28, 2016 8:19 pm

Vio el móvil que le regalaron con más detalle, bonitos diseños de gatos por ahí.. además era muy moderno.. no sabía muy bien como utilizarlo.. deslizaba sus finos dedos por encima de la pantalla táctil y funcionaba correctamente, oprimía botones con funciones aleatorias y se impresionaba con las cosas que salían de la pequeña pantalla, reloj, mapa, linterna, teléfono... le tomaría todo el día identificar todas las funciones que ese útil aparato así que lo guardó, tenía que ocuparse de sus heridas primero, pero fue ahí cuando escuchó cuando la felina hablaba con una persona... no duró mucho tiempo, ella fue directa y les dio la ubicación de su lugar privado.. vaya.. su privacidad poco a poco se iba a la basura, suspiró por lo bajo y no renegó en nada, luego las palabras de Kuroka le llamaron la atención.

¿O-Oscar y Lion?... Dos nombres que jamás había escuchado en su vida, pero.. ¿Exactamente para que venían? ¿¡U-un dragón y un Lycantropo?! P-pero.. señorita Kuroka... no.. no necesito mayordomos en casa.. S-soy capaz de hacer mis quehaceres diarios.. además.. son pocas las personas que me buscanen este momento.. es poco probable que.. Pero entonces la explicación le hizo caer en cuenta de las intenciones de su acompañante, tenía una expresión facial de confusión, movía la cola lentamente hacia los lados mientras sostenía un poco su vientre que sangraba un poco, sus vendajes por debajo de su ropa estaban de un color rojo carmesí... pero para cuando comprendió las cosas su expresión cambió radicalmente, como un niño que no comía en día, un brillo en su rostro se notó en aquel instante, cerró los puños y se acercó un poco a Kuroka. ¿¡T-traeras comida?! Negó con su cabeza un par de veces con rapidez, revolviendo su cabello. D-digo.. ¿Vendrá compañía..? D-digo.. es que.. una risa nerviosa salió de sus labios, la verdad es que la cordura era dificil de controlar cuando los instintos llegaban, su cola era como la de un perro, de un lado al otro se movía con solo tocar ese tema.

E-en ese caso.. m-me controlaré.. p-pero.. dos hombres fuertes.. tendré que tomar medidas cuando lleguen.. se mordió su labio inferior, un pequeño colmillo se asomó por entre sus labios, muy fino y puntudo, fue ahí cuando se le ocurrió una idea fantástica. ¡T-tengo una petición! Señorita Kuroka.. P-primero.. bueno.. si no es mucha molestia.. ¿Podrías ayudarme con mis vendajes? tengo vendas limpias guardadas en esas cajas desordenadas.. y.. después.. ¿Podrías atarme las manos?, sobre mi hacia atrás cuando lleguen.. supongo que con eso sería suficiente como para no abusar de ellos más de lo que debería..

por Invitado Sáb Mar 05, 2016 7:16 pm

Aquella sonrisa ladina asomaba en los labios maquillados con un brillo afrutado que resaltaba sus naturales rojos labios, mientras observaba a la joven pelirosa toqueteando el teléfono móvil como niña con juguete nuevo. Se acomodó en el asiento de nuevo con un suave suspiro que indicaba lo relajada que estaba en ese momento y tras pasar sus ojos en la instancia sin mucho mas que hacer, los regresó sobre los violetas orbes de su amiga.
-Asi es Oscar y Lion, eso dije. -Respondió regresando su atención a ella alzando un poco ambas cejar escuchándola hablar tartamudeando un poco cosa que la hacía encantadora a ojos de la nekomata. -Jajaja me acabo de imaginar a los dos con vestidos de maid. -Comentó riendo muy divertida Kuroka por las ocurrencias que había tenido su amiga.

-Ains... Comprendo. -La miró de reojo en su acercamiento, moviendo el rostro para verla mejor. Alzó con delicadeza su mano diestra y la acercó al rostro ajeno otorgándole una caricia tan suave como si fuera una pluma, apartando un poco de cabello que caía por la frente de la joven. -Claro que te ayudo con esas vendas, pero me temo que no puedo concederte esa petición ultima que me indicaste. - Le indicó mirándola con una pincelada de cariño en su fría y felina mirada. -Vaya por las vendas y no se preocupe por eso, estas demasiado hambrienta como para mantener un absoluto control en estos momentos. Las cosas paulatinamente salen mejor, las enseñanzas se dan poco a poco y así uno debe ir adaptando a su cuerpo. No te preocupes por ellos dos, no van a venir solos ellos no van a ser tu comida sino tu sustento y ayuda en estos días mientras te recuperas completamente.

Apartó su mano y con ella sus caricias permaneciendo en aquella postura correcta pero sin dejar de ser relajada, ante la joven súcubo. Sabía que no tardaría mucho en escuchar la puerta sonar, al menos si los otros sabían hacer las cosas como debían. -Espero que no se olviden de nada. -Dijo hablando en voz alta suspirando de manera sonora y despreocupada. -¡Vamos cielo ve por esas vendas! Aprovéchate no suelo hacer esto con nadie. -Le indicó fingiendo algo de molestia al tener que hacerlo, pero no mas alejada de la realidad. En verdad era la primera vez que ayudaría a realizar tal cosa pero lo hacía con gusto, ella nunca hacía nada que no quisiera, ni por su protegida ni por nadie.
-Para cuando ellos lleguen tienes que indicarles donde quieres que te pongan la comida, disculpa si no me quedo en el mismo lugar a disfrutar del "banquete", pero entiendo que por tu apetito será mucho mejor que sea privada tu cena. Yo mientras conversaré con ellos un segundo porque tengo cosas que indicarles antes de irme. -Espero con paciencia a que ella regresara para cambiarle esas sucias vendas por unas limpias.

por **Kiss Shot** Lun Mar 07, 2016 8:34 pm

Que dos hombres llegaran a su casa solo para darle de comer era algo maravilloso.. aunque bueno, "comer" sería una palabra contradictoria ya que tenía una gran restricción de su parte, no podía jugar con los hombres como lo solía hacer con normalidad gracias a la presencia y limitación que la felina le imponía, no hizo un gesto de mucho agrado por su parte... pero bueno, almenos eso lograría que sus heridas sanaran y que su fuerza aumentara aunque fuera un poco para volver a pulular por Chaos, así que tampoco le renegaría nada. ¿Ellos dos se vestirían de Maids?... Jaja, son bastante fieles a ti, Kuroka-sama. Dijo al escucharla reir, su sonrisa duró poco, pues se levantó un segundo para ir a la cocina para preparar las cosas para su llegada. Sacó una copa y simplemente la dejó en el baño, ahí supuso que los hombres tendrían la privacidad de hacer lo que quisieren y mantendrían su hambre controlada, también aprovechó para sacar un pequeño tapón para su nariz, eso para cuando los dos sujetos llegaran.

Muy bien... he dejado todo listo para su llegada, Kuroka-Sama... solo debo ponerme esta cosa.. se colocó el tapón para su nariz, similares a los que los nadadores suelen utilizar en las competencias, luego de eso sacó vendajes limpios y esteriles de una caja guardada en un pequeño estante, los sacó y los dejó sobre la mesa, que obviamente estaba limpia. En cuanto a las vendas.. las heridas están abiertas en mi espalda alta.. costados y zona del vientre.. espero que no te moleste cubrir esa zona... dijo con cierta desconfianza ya que la Nekomata se notaba un tanto disgustada por la idea- Y.. los vendajes sucios.. dejalos sobre este platón lleno de agua caliente.. que estaba sobre la mesa.

Hikari llevaba puesta una prenda sumamente suelta precisamente para evitar un dolor debido al roce de la ropa, así que quitársela no era precisamente un problema, era algo similar a un Kimono de color rozado que se ajustaba justo en el centro, con desabrochar la venda que sostenía la mitad de su traje fue suficiente como para quitarse la prenda que le cubría, todo su pecho estaba totalmente cubierto por vendajes sucios que tenía que cambiar, al igual que todo si vientre, espalda alta y espalda baja y este debía ser removido de abajo hacia arriba con cuidado. T-te daré la espalda, ¿Vale?.. S-solo ten cuidado con las zonas rojas.. aún siento el ardor. Dijo mientras se daba vuelta para que ella procediera... pero lo cierto es que habían varias zonas rojas, sangre disuelta en vendajes que se negaban a sanar, zonas realmente sensibles que se tenían que tratar con cuidado.

por Invitado Miér Mar 09, 2016 8:54 pm

Durante todo el proceso en que la joven de cabello rosado realizaba aquellos quehaceres en su casa la nekomata la seguía con la mirada hasta que la perdía de vista cada vez que su cuerpo se perdía dentro de otra habitación. Su cola bifurcada en dos se movía con tranquilidad en un movimiento casi exacto en tiempo como si siguiera un ritmo que su instinto felino conocía a la perfección. -Tranquila o hay prisa tenemos tiempo así que tendré mucho cuidado.
Los ojos dorados de Kuroka se afilaron aun mas al ver el cuerpo de la joven tan sumamente dañado y una mueca de desagrado por ello se hizo presente en la azabache. -No pensaba que tenías heridas de tal magnitud, al parecer guardas muy bien las apariencias. -Dijo al saber que la información que tenía no era del todo real con lo que estaba viendo en ese momento aunque si le agradó saber que la joven sabía ocultar cosas de ese tipo.

Sin mediar mas palabras se levantó comenzando a caminar directamente donde estaba el baño y una vez allí, se remangó las mangas de su kimono con sumo cuidado, procediendo de seguido a lavarse las manos, muñecas y un poco de sus brazos también. Regresó donde estaba la joven de forma rápida para no hacerla esperar así y siguió el protocolo correcto con sus heridas, limpiándolas con esmero y cuidado para no dañarla, como si fuera enfermera y lo hubiera hecho toda su vida. -Ni se te ocurra lavar estas vendas sucias para reutilizar ¿Me oyes? Usarás siempre limpias no es bueno después de heridas así reutilizar. Por mas súcubus que seas no estas exenta de contraer infecciones que te empeoren la sanación.

Aquello duró un rato ya que lo estaba haciendo con cuidado y mientras tanto el silencio reino en la sala durante varios minutos, solamente acompañado de algún que otro suspiro y quejido leve de la joven en esas curas. - ¿Para qué esa pinza? - Preguntó Kuroka interesada en el motivo de por qué tenía que ponérsela. No faltaría mucho para que llegaran sus hombres y ya el vendaje estaba totalmente puesto. -Espero que no lo haya puesto de forma incorrecta, nunca antes lo había hecho, ellos podrán ayudarte mejor con estas cosas están mas acostumbrados que yo. -Regresó una vez terminado al asiento en donde estaba antes acomodándose, regresando las mangas del kimono como tenían que estar y al cabo de apenas 2 minutos sus ojos se movieron hacia el lado donde estaba la puerta de entrada, en donde a los pocos segundos se oyó llamar dos veces, con la mano y de forma seca. Kuroka simplemente miró a su amiga y protegida puesto que ella no era quien en su casa para realizar acciones que hacía por norma y costumbre con cualquiera.

por **Kiss Shot** Sáb Mar 12, 2016 7:42 pm

Su comentario no fue realmente demasiado positivo, ella sabía que estaba en mal estado y además de eso no le quedaba demasiado como para ir comprando y desechando vendas.. así que siempre se aseguraba de dejar las vendas totalmente limpias para reutilizarlas, a falta de dinero mejor buscar mejores recursos después de todo.. además no tenía demasiadas opciones como para buscar vendas nuevas. Se que se ven un poco mal.. pero hago lo que más puedo Kuroka-Sama.. Dijo mientras ella poco a poco comenzaba a desprender sus vendajes, y lo primero que se notaba era algo no muy agradable a la vista, un gran corte que se negaba a sanar, tan rojo y vivo como se esperaba... y ni siquiera habían señales de que sanara, se notaba como un gran problema, por esa razón era que se encontraba en casa tan aislada del mundo.

Kuroka se había desinfectado y fue entonces cuando comenzaron con la limpieza.. la joven pelirrosada se mantenía quieta cubriendo su pecho mientras que Kuroka limpiaba con cuidado sus heridas, pero por más suaves y finas que eran sus manos el ardor no se iría tan fácil, leves suspiros se le salían junto con quejidos por su parte, aunque bueno, ella era realmente buena, la delicadeza de un felino no tenía comparación con nada, y eso lo notó en el momento en que sus heridas era atendidas correctamente, y tras un buen rato ella al fin había terminado, con vendas limpias la mujer de orejas hermosas comenzó a rodear su cuerpo hasta cubrirlo por completo, poco a poco hasta llegar a su torso. El proceso duró casi treinta minutos pero tras terminar solo era cuestión de asegurar las vendas.

se vistió después de que todo había terminado, acomodó su Kimono y se cubrió utilizando la cinta que rodeaba su cintura, luego salió la pregunta de sus pinzas sobre la nariz y responderle no era realmente muy dificil. La testosterona me enloquece, señorita Kuroka, si percibo ese delicioso aroma temo hacer algo indebido, así que tapando mi nariz es una gran forma de controlarme. era verdad, no deberían estar muy lejos así que tenía que auto controlarse, dio un suspiro muy largo y agitó su cabeza levemente, no podía hacer una escena con Kuroka adentro, Gracias por tus atenciones, de nadie había sido tan atenta conmigo.. cuando me recupere entraré en tu bando, como parte del trato.. hablaré con los revolucionarios para trabajar para ti.. señorita Kuroka, después de que sane espero ordenes.. para compensar todo esto.

Entonces escuchó la puerta, para su suerte no sintió ningún aroma así que aquel tapón funcionaba correctamente, se levantó de su asiento y procedió a abrir la puerta y tras hacerlo se encontró con aquellos dos misteriosos hombres.. altos.. fuertes... sus pupilas se volvieron más pequeñas casi al instante de verlos y su cola simplemente comenzó a menearse con rapidez, ellos saludaron y ella solo se quedó mirando, detalle por detalle solo para hacerse a un lado e invitarlos a pasar. S-sean bienvenidos.. P-por favor retiren sus zapatos después de entrar... K-kuroka se encuentra adentro.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
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No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

Una visita inesperada {Privado con Hikari}

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater