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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
Nuevas caras [Judith Miller y Hécate F. Blackmoon]
Spirit Soul :: Spatium :: Prodigy city
Nuevas caras [Judith Miller y Hécate F. Blackmoon]
El rubio de orbes dorados se encontraba en uno de sus lugares favoritos del reino, Prodigy City, ciudad donde reinaba la serenidad, la armonía, lugar muy conocido e importante donde se hallan libros que relatan la historia de los tres grandes reinos, las leyendas de fuertes guerreros y épicas guerras enfrentadas a causa de conflictos políticos y semejantes, libros muy antiguos que aún se conservan con especial delicadeza, libros que fueron leídos por su madre para que el tan querido ángel supiera sobre la historia del reino.
El joven rubio decidió darse una vuelta por la gran biblioteca para –anteriormente dicho- recordar viejos momentos. Normalmente, cuando un libro es tan antiguo, el papel tiende a pudrirse y, cuando se descompone y se vuelve ácido, la lignina –molécula que se halla en la madera y se mezcla con la celulosa del papel- se rompe y se vuelve volátil, reviviendo ese olor a libro viejo por todo el lugar que todos conocemos seguramente, sin embargo, esto no pasaba en aquella biblioteca. Al estar los libros tan bien conservados, los libros nuevos que se añaden a la biblioteca junto con los antiguos, el olor a libro viejo no es tan fuerte y no mancha la esencia del aroma a libro nuevo. Gracias a esto, se puede disfrutar de una agradable estancia, aun así, el que huela un poco a libro viejo, a Owen no le importa lo más mínimo, al contrario de muchos, le recordaba momentos con su madre.
Echándole un vistazo a los libros de allí, se fue a la zona donde se encontraban los libros antiguos. Una vez allí, Owen tuvo la necesidad de acariciar levemente estos, dibujándose en el rostro una leve expresión de nostalgia. –Que de recuerdos… eh, madre…— Agarró el libro que buscaba, acariciándolo como a los otros y abriéndolo por una página aleatoria, lo que venía siendo una leve expresión de tristeza, acabó por convertirse en una sincera y amplia sonrisa, dejándose escapar una lagrima que acabó por caer en la página del libro –La leyenda de los fuertes guerreros… Dios, porqué me estoy poniendo así.– Para borrar la escena, empezó a secarse las lágrimas que le caían del rostro –Espero que nadie haya visto esto… Sería muy vergonzoso para mí siendo un General- musitó para que no le oyera nadie en los alrededores.
Allí parado, en frente de la estantería de libros, se quedó leyendo, rememorando nuevamente las historias de estos fabulosos guerreros.
Re: Nuevas caras [Judith Miller y Hécate F. Blackmoon]
"Al menos no he perdido toda la mañana en ello, definitivamente fue un muy buen libro" abrió los ojos nuevamente para observar al cielo que se encontraba cubierto por las hojas y ramas pero que uno que otro rayo lograba colarse hasta donde se encontraba ella, sonrió antes de darse un poco de impulso para sentarse correctamente, observando a su alrededor, era claro que las horas habían comenzado a correr sin que ella lo notara, pero aquello tenia que terminar porque la vida seguía y ella debía seguir su rumbo... Mañana, ¿Qué había de malo en tomarse un solo día libre? Estaba segura que nadie la regañaría o castigaría por ello, después de todo se pasaba todo el resto del año intentando hacer una diferencia que sabia que tardaría en notarse, porque no seria fácil derrocar a un gobierno tan consolidado como ese y menos habiendo gente tan ilusa que creía que esa era la salida y lo que era mejor para todos, solo era gente que había vivido en una burbuja o que era lo suficientemente estúpida como para no ver todo lo malo que había en aquel tipo de gobierno, un solo gobernante que vivía entre cuatro paredes sin saber lo que ocurría en el resto del mundo, le aborrecía ese tipo de personas, los tiempos cambiaban y el sistema también debía hacerlo con ellos.
No pudo evitar gruñir despacio al darse cuanta en lo que estaba divagando, por lo mismo se levanto tomando el libro y sus cosas para volver a la gran biblioteca de la cual había pedido prestado, sonriendo le al bibliotecario antes de devolver el libro y perderse en aquel gran lugar que tanto amaba, ¿Qué tipo de libro leería ahora? Uno de aventuras sonaba bien, con héroes y ese tipo de cosas, si no mal recordaba había uno que antes logro llamar su atención pero no había tomado por preferir el que antes se encontraba leyendo por lo mismo se dirigió a aquel lugar donde recordaba haberlo visto tarareando en voz baja -This is how a legend is born. It’s nothing more than a bouquet of lies, ink burning darker than black. But it’s a curse you will live with, a curse you will die with. Forever reaching for things that don’t exist- Cuando llego a su destino no tardo en encontrar el dichoso libro, el problema es que estaba en manos de un rubio, iba a hablar cuando... ¿Lo vio llorar? instantáneamente mordió su labio al verlo, oh demonios... ¿Por que diablos lloraba? Que ella supiera ese libro no terminaba mal o algo similar, trataba de héroe... Y como si su padre estuviese allí la respuesta apareció en su cabeza.
¿Ese libro significaba algo importante para él? ¿Eso significaba que ella no podría leerlo? ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Salir de allí y hacer como que no vio nada? ¿Reírse de que el hombre se pusiese a llorar en plena biblioteca? Ambas opciones sonaba bastante bien, pero para su desgracia ese era el sector que tenia antojos de leer y seria extremadamente cruel el reírse en su cara cuando posiblemente era un tema delicado para el contrario ¿Entonces que hacer? trago saliva antes de optar por lo sano.... Sacar otro libro y salir de allí lo antes posible sin que él la notara, si, eso hubiese funcionado de no ser porque casi se le cayo otro libro encima y por instinto lo detuvo, pero metió un poco de ruido en el proceso que posiblemente el otro chico había escuchado. Tragó un poco de saliva antes de desviar la mirada para no observarlo a los ojos.
-Yo... l-lo lamento.-
Re: Nuevas caras [Judith Miller y Hécate F. Blackmoon]
Hécate tocó el suelo con lentitud, haciendo desaparecer con un chasquido de sus dedos a los espíritus que la acompañaban, alejándose entre fantásticas tinieblas su carruaje. Ascendió por las largas escaleras hasta la entrada del magnificiente recinto, denotando en su exterior la sabiduría que poseía dentro, emanaba esa calida serenidad que le hacía falta desde que se convirtió en una guerrera gladius. Al ingresar parecía como si el tiempo se hubiese detenido, hermosas columnas sosteniendo el techo adornaban de igual forma los pasillos, y los jóvenes emocionados leían entre sonrisas y tristezas los libros que tomaron de las estanterías. Ella misma hubiese gritado de felicidad si no fuese un lugar de calma y paz.
Se permitió dejar la sombrilla donde se encontraba el bibliotecario, y caminó curiosa por los pasillos, notando como los estantes no dejaban ni un hueco, y las mesas del lugar estaban casi llenas, sonrió ligeramente al dar vuelta en el siguiente pasillo, topándose así con aquella extraña escena que se llevaba a cabo: un joven llorando y una chica torpe que casi tiraba un libro. Con un movimiento de sus manos, un mini fantasma apareció sosteniendo el libro que la joven retenía, acomodándolo nuevamente en su sitio. Al terminar, el fantasmita acarició la cabeza de la chica como queriendo reconfortarla cual pequeña niña que hizo algo malo, y desapareció.
—Ten más cuidado la próxima vez— susurró molesta, inflando las mejillas ligeramente. Se acercó al otro joven, no importando si se encontraba en un momento muy emotivo de su vida, ofreciéndole un pañuelo rosado con bordes de murciélago —Y tú no deberías llorar descuidadamente, ¿Qué hubiese pasado de mojarse las hojas, chiquillo? Piensalo antes de ser atrapado por la emotiva historia de un buen libro, de haberlo arruinado... te utilizaría como una marioneta— susurró nuevamente, no deseando elevar demasiado su voz y perturbar el silencio de dicho lugar.
Observó a ambos jóvenes durante algunos segundos, inflando sus mejillas con más notoriedad y retirándose finalmente de dicho pasillo. Hécate buscaba algo más algún libro que le relatase historias sobre los dioses que en ese mundo eran adorados, mitologías y leyendas recabadas por gente que quizás vivió hace muchísimos años, tomando en cuenta también la tecnología que cada reino poseía.
Y si bien no encontró algo sobre dioses, sí que se llevó algo un tanto más parecido, leyendas sobre los seres que actualmente vivían en armonia en el reino, curiosa por saber la manera en que eran tratados con anterioridad. Bufó, esperanzado de toparse con un libro que hablara sobre ella, pero sería demasiado increíble pues antes de Spirit Soul, Hécate se encontraba en otro mundo.
Re: Nuevas caras [Judith Miller y Hécate F. Blackmoon]
La cabeza de Owen se giraba con lentitud hasta un punto en el que solo quiso observar de rojo, dirigiendo su mirada a la zona donde se produjo el ruido. Para la suerte del muchacho, o mejor dicho, para la suerte de aquellas personas, esa mirada fúnebre pudo desaparecer junto a su personalidad macabra. Allí se encontraban dos chicas de estatura baja, cada una con tono de color de cabello diferente, la más baja llevaba el pelo blanco, mientras que la otra, un color rosa.
Se volteó totalmente para contemplar a las dos con claridad, sin soltar ni una sola palabra, apreciando aquella escena. Al parecer, la causa del ruido fue un libro, la chica de cabellos blancos no tuvo más remedio que retenerlo para no ser golpeado en la cabeza por este. Ahora pensaba que era estúpido aquel sentimiento que le iba comiendo poco a poco desde lo más profundo de su ser, ese lado suyo fue lo que realmente le dio vergüenza. La chica de cabellos rosados se acercó al joven sin ninguna vacilación, algo que Owen valoraba de buena manera, para entregarle un pañuelo, desde lego fue un buen detalle de su parte, por dentro le estaba agradecido por su ofrenda, aunque ya no tuviese lagrimas para secar. El rubio esbozó una agradable sonrisa echándole un vistazo al pañuelo mientras era sermoneado por la dueña de este, algo que le causó un poco de gracia.
Volteó su mirada al pañuelo por un momento, viendo los pequeños murciélagos que bordeaban este, la duda comenzó a mostrarse ante el rubio. Dirigió sus ojos hacia la chica rosa, la cual se alejaba poco a poco de ellos, sin darle tiempo a devolverle el pañuelo y sin poder preguntar, le sonaba su rostro, pensaba que la había visto en algún lugar, pero, para su sorpresa, también le sonaba la cara de la otra chica. –Creo haberla visto en algún lugar— Su atención cambió a la de la chica blanca, agachándose para que ella no se esforzara tanto cuando mantuviera la cabeza elevada, ya que por el momento, su mirada estaba desviada hacia un lado, ¿por vergüenza quizás? Es posible que fuese tímida. La mirada penetrante que mostraba Owen podría ser algo incómodo para la chica, pero quería ver alguna reacción de ella, tenía curiosidad por ella. –Perdona, ¿te he visto en algún otro lugar? Tu cara…. Me suena mucho— Aquel día estaba comenzando a entretener más al rubio: recuerdos, llantos, chicas nuevas para conocer, pañuelos… Haber tenido la idea de ir hoy a la biblioteca fue acertado.
-No te preocupes por haber hecho ruido. Pero he de decir, que me sorprendió bastante y… tienes suerte de ser una chica hermosa— Esa mirada vacía algo típica de Owen, fue mostrada en ese instante. Desde luego, esa otra personalidad que tenía para nada podía controlarla. –En esta sección se encuentran los libros más antiguos, ¿acaso viniste a buscar alguno?— Vio que aún tenía en sus manos aquel libro que le hizo llorar. –Seguramente me habrás visto llorar. Son recuerdos ¿sabes? Recuerdos de cuando mi difunta madre me leía estos libros— Acariciando de nuevo el libro, Owen se levantó para llevarlo a su sitio y guardarlo. –Dime, si buscas alguno te lo traigo. Se me de memoria donde están todos— Susurró para no llamar la atención, mientras la sonrisa invadía el rostro del joven.
Re: Nuevas caras [Judith Miller y Hécate F. Blackmoon]
Por una milésima de segundo sintió como si aquel chico más allá de estar molesto o avergonzado por haber sido visto tenia gana de matarla allí mismo ¿Tan terrible era que alguien lo viese llorar? No lo creía, claro que todo hilo de ideas que tenia se murió cuando sintió que alguien eliminaba el peso que significaba el libro que había evitado que cayese, elevó la mirada notando el pequeño fantasma sobre ella, era.... muy curioso a decir verdad, pero el sentir como acariciaba su cabeza casi se sintió como cuando era pequeña y su padre la encontraba luego de haber hecho un desastre, de hecho era muy similar, aunque al escuchar a la mujer se giro hacia ella, bajando la mirada esta vez avergonzada, sabia que debía ser más cuidadosa con los libros, pero al parecer entre menos ruido uno quisiera hacer más se hacia o entre más intentara no hacer desastres más se producían, mordió su labio levemente antes de asentir despacio.
-Lo lamento...- Musito casi como un susurro y es que se tenia bien merecido el regaño por casi botar un libro de la estantería, claro que el sentimiento anterior la dejaba en duda ¿Se había imaginado todo eso? Quizás sus sentidos la estaban engañando, solo eso, no había nada de que preocuparse, al menos no por el momento, después de todo ya no sentía ningún tipo de peligro y por lo mismo suspiro despacio cuando toda la atención de la pelirrosa había sido dirigida al rubio, ese era el momento perfecto para escapar y no verse envuelta en todo ese suceso, el rubio no le estaba dando una buena espina luego de semejante presentimiento y bueno.... no tenia nada contra la pelirrosa, un tanto... estricta e infantil quizás pero nada malo, claro que todo plan exitoso de huida se fue volando lejos en cuanto sintió al rubio tan cerca de ella ¿En que momento se había acercado tanto que no lo había notado? Aparentemente hoy eran esos días en lo que nada de lo que tenias planeado salia tal y como tu querías, llevo su mano a su boca desviando el rostro para toser despacio, tenia que volver a su compostura normal, el estar nerviosa o parecer tímida no era para nada lo suyo.
-Creo que me confundes con alguien, yo nunca te había visto en mi vida y de hacerlo lo recordaría perfectamente- Ok... eso quizás solo quizás podía sonar un poco mal interpretable pero ya lo había dicho, no había nada que pudiese decir para arreglarlos a menos que les explicara su excelente memoria pero ese no era un tema que para nada el importaba al hombre frente a ella, pero al escucharlo se giro hacia bruscamente hacia el ¿Le acababa de decir "hermosa"? Había escuchado bien, por lo mismo cerro los ojos intentando calmarse un poco, no le gustaba la gente que decía ese tipo de cosas a la ligera y menos que la juzgaran o trataran por algo tan efímero y superficial como era su apariencia, iba a contestarle cuando escucho el porque lloraba con anterioridad y sintió como si una puntada en el pecho la invadiera, sabia que significaban esos recuerdos, por ello y solo por ello su mirada se suavizo antes de asentir despacio.
-No te preocupes, se lo que eso significa, lamento haber interrumpido ese momento intimo entre tu y tus recuerdos, pero deberías tener más cuidado, como dijo la mujer de antes, si arruinas un libro de este lugar te rompo la cara- Oh bien... la amabilidad de la chica no había durado mucho, negó despacio antes de dirigirse hacia donde él había ido y sacar exactamente el mismo libro que el había guardado -Yo venia por este... Se veía interesante- Sonrió de lado antes de darse vuelta y comenzar a caminar aunque lo observo de reojo antes de irse por completo -Creo que deberías ir a devolver ese pañuelo antes de que su dueña se vaya del lugar- Susurró para luego volver a su huida, esperando que en esta ocasión fuese exitosa y no como antes.
Re: Nuevas caras [Judith Miller y Hécate F. Blackmoon]
Se puso en pie con lentitud, inflando las mejillas conteniendo un berrinche por no encontrar lo que tanto buscaba, y sobre todo porque el libro que tomó no era nada bueno.
Llegó al pasillo donde minutos atrás había tomado el ejemplar, mandando a uno de sus fantasmitas a que le colocara donde debía ir, inspeccionando ella los demás ejemplares de esa área. No todo era de su agrado, las cosas demasiado filosóficas le daban dolor de cabeza, y las historias con protagonistas sin sentido le daban asco, como esa serie extraña que había salido hace poco... "Atardecer", en la cual combinaban el romance con una supuesta "acción" y el enfermizo triángulo amoroso entre el vampiro, la humana y el licántropo. Si se hubiese encontrado con la autora seguramente le habría dado unas buenas cachetadas.
En ese momento escuchó una platica en el otro pasillo, echando discretamente una mirada entre los huecos que la otra estantería había dejado, escuchando a la perfección como el chico llamaba hermosa a la jovencita. Eso solo logró que sus mejillas se inflaran aún más. Fue así como salió del pasillo y evitó que la chica escapara, mirándola interrogante, y después a él.
—¿Cómo se atreven a coquetear en este lugar?— preguntó enojada, jalando la oreja de la chica y acercarse de esa forma a jalar la del muchacho —Son unos niños muy groseros, debería darles vergüenza, si quieren hacer esa clase de cosas entonces salgan de aquí— dijo casi como una mamá regañona, más no era muy convincente por esa vocecita chillona que la pelirosa poseía.
Definitivamente, Hécate no había escuchado como el varón le sugería ayuda a la fémina, quedando grabado en su memoria solamente la palabra "Hermosa", pensando que con ello se iniciaba el coqueteo, pues al ser una mujer mayor, aún creía que las tomadas de mano y los besitos en las mejillas eran cosas que no debían mostrarse en público, y filtrear en una biblioteca era como manchar la seriedad y serenidad con la cual gozaba dicho recinto.
Les soltó las orejas a ambos, relajando un poco el semblante pero frunciendo el ceño, esa cara de mamá pegalona que pensaba que su hijo había hecho la peor travesura posible en el mundo y que ni las excusas podrían funcionar con ella.
—Espero hayan aprendido la lección— y así se fue retirando poco a poco, refunfuñando en susurros un tanto audibles —mocosos irrespetuosos y pervertidos... hmph, en mis tiempos esas cosas no se hacían.
Re: Nuevas caras [Judith Miller y Hécate F. Blackmoon]
Al escuchar las palabras de la muchacha, el ángel sacó de su bolsillo aquel pañuelo que le había obsequiado la chica rosa fantasmal, agitando el pañuelo de lado a lado suavemente mientras se lo mostraba –Tranquila, tengo pensado hacerlo– Dejó tensar una de las comisuras de sus labios, presentando una mueca unilateral al acabar de responder a la peliblanca. Al ver que daba media vuelta Owen se decepcionó un poco, quería conversar con las dos preciosas chicas que había conocido en su biblioteca favorita, pero tampoco iba a obligarla a quedarse, no era ningún acosador y menos quería serlo. Por “casualidad”-pensó él-, la pelirosa volvió a aparecer, interponiéndose en el camino de la peliblanca, con intenciones de volver a regañar de nuevo, lo notaba en su mirada y, por supuesto, Owen dio en el clavo. Esa risita volvió a mostrarse en su faz mientras le tiraban de la oreja, era inevitable, con los comentarios de aquellas dos chicas se estaba divirtiendo ese día.
Al acabar su escena, la pelirosa optó por retirarse entre refunfuños, al ver esto, Owen no tuvo de otra que pararla tocándola en el hombro izquierdo –No estábamos coqueteando…– Con una sonrisa verdadera, Owen le extendió la mano que sujetaba el pañuelo –Toma, te doy las gracias por tu regalo, pero no lo necesito. No te preocupes, no lo he utilizado, así que no está lagrimeado– El ángel necesitaba ideas, necesitaba pensar rápido, necesitaba temas de conversación, pero actuar rápido era algo natural para él.
Por un segundo se llamó estúpido a sí mismo, algo tan lógico y no se le había ocurrido a aquel pobre hombre, normalmente, si quieres comenzar una plática, lo principal sería presentarse, y así hizo el ángel muy orgulloso. –Perdonar mis modales, ¿como he podido ser tan idiota?… En vez de reírme, recibir regalos y actuar tan amigable con vosotras, debería de haberme presentado.– Las miró a las dos con firmeza y decidido –Me llamo Owen Hawk, un raza Ángel…– Dijo mientras se inclinaba muy levemente hacia ellas, con caballerosidad, mientras un silencio intenso invadía por unos instantes el lugar –…General de Libertad en el Gobierno… – Mientras alzaba la cabeza de nuevo, se pudo presenciar con seguridad, una expresión tenebrosa que dejó mostrar con orgullo durante unos segundos. – ¿Y vosotras? ¿Quiénes sois? Nunca os he visto en este reino, y he estado viviendo aquí durante muchísimos años. ¿Turistas quizás?– La curiosidad invadía todo su ser.
Ahora se presentaba más serio, más respetuoso, más formal, con una actitud digna para su rango, quería dejar la diversión a un lado y actuar como era él realmente, quería conocerlas.
Spirit Soul :: Spatium :: Prodigy city
Vie Nov 04, 2016 6:33 am por Auros
» (Misión Rango 2- Caza un Chameleo) En busca del bicho ♫ Privado con Morgana Deveraux y Ranmaru Murakami ♫
Vie Nov 04, 2016 6:32 am por Auros
» Trapped in the swamp - Rng.4: Pantano Infestado [Atreyu ft. Rosette - Marduk]
Jue Nov 03, 2016 11:00 am por Auros
» — TORNEO DE GREMIOS [Categoría Amateur] — BRÜDER OF FIRE vs INVICTUS [Finalizado]
Jue Nov 03, 2016 12:06 am por Auros
» Ataque a mar abierto [Priv. Klaus, Vinnie, Blasius, Ilaira]
Mar Nov 01, 2016 10:37 pm por Klaus
» Tu hogar es tu refugio, pero no acabes encerrado en él [Priv. Atreyu]
Mar Nov 01, 2016 6:18 pm por Atreyu
» —Registro de Rangos [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:27 pm por Christa HelleMond
» —Registro de Cuentas [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:24 pm por Christa HelleMond
» —Registro de apellidos [Opcional]
Lun Oct 31, 2016 7:16 pm por Christa HelleMond