Re: Discrepancia de opiniones [Hileach]

por **Saito Hajime** Jue Oct 08, 2015 10:36 am

Tras unas horas al fin Jhon había llegado a la taberna, las calles parecían inundadas con un silencio envolvente, no se veía ni un alma por los alrededores. Puso su mano en la puerta de la taberna empujándola suavemente, adentro estaba casi tan vacío como afuera, aparte de Astrid a la cual estaban curando solo habían un par de tipos en las mesas finales que no eran capaces en el estado en que estaban de mover un dedo.

Mientras caminaba le llenaba un sentimiento de alegría al saber de que tanto la niña como la joven habían logrado estar a salvo sin problemas, aunque la morena estaba un poco magullada… una cosa que le llamaba un poco la atención era que la joven si la cuenta no le fallaba había logrado abatir a unos cuantos de aquellos malhechores, por lo que debía ser muy hábil en el arte del combate y de seguro aquella no había sido su primera pelea, debía haber tenido algún tipo de entrenamiento previo…. No sabía con certeza pero algo le decía que esa chica no era lo que le había dicho, empezó a sacar conjeturas pensando que quizás fuera una anti gobierno o una cazarrecompensas, aunque se decantaba más por la primera.

Se acercó a la mesa donde estaba Astrid y pidiéndole a la camarera que los dejara solos un momento que él se encargaría, se sentó en la mesa, miro a la morena y le dijo -Me temo que no hemos tenido mucho tiempo para hablar…. Supongo que la niña está sana y salva en la habitación de su madre, es un alivio…. Hay una cosa que no te he dicho, que no es que lo vaya gritando por ahí pero creo que mereces saberlo- segundo después Jhon puso su mano encima de la de ella, enseguida su cuerpo se empezó a recuperar y hasta no haber sanado todos sus rasguños no paro. Al terminar aquel proceso un tanto incomodo, -Soy un Lycan, nací con los genes por lo que eso me convierte en uno purasangre o verdadero como se le llega a decir en algunas partes, por eso fui capaz de sanar a la niña y a ti, y capaz de vencer a todos aquellos bandidos sin casi rasguño alguno, no me importa si eres cazarrecompensas o una anti gobierno, eres libre de marcharte si así lo deseas, te agradezco el apoyo ya que has sido de gran ayuda, sin duda eres una buena guerrera…. Si alguna vez necesitas ayuda no dudes en pedírmela, que sepas que no tienes el apoyo de un Capitán de Tronus, sino el de Jhon Hileach- dijo Jhon mirándola a los ojos y esperando que dijera alguna palabra o que simplemente hiciera algún gesto.

Tenía gran satisfacción en haberla curado y saber que estaría bien, pues era lo menos que podía hacer después de que la chica haya arriesgado su vida a su lado por intentar ayudarle ya que desde un principio ella le siguió aun sin saber el motivo, lo cual es algo digno que no todas las personas son capaces de hacer, le daba un poco igual cuáles eran sus ideales y su inclinación política pues Astrid ya le había demostrado la verdadera naturaleza de su persona.

por **Astrid Dagmar** Lun Oct 19, 2015 2:45 pm

Por supuesto, Hileach iba a volver a la taberna tarde o temprano. Astrid dedujo que se habría despertado poco después de su marcha, porque de no ser así no habría regresado tan pronto. Al verlo entrar por la puerta no pudo evitar que sus músculos se tensasen, hasta el punto de notar que estaba apretando los dientes, contrayendo la mandíbula. La camarera saludó al hombre e inmediatamente después le dijo a la morena que se relajase, pero él le pidió que les dejara a solas. Obviamente, la mujer no tenía ni idea de que la revolucionaria se sentiría bastante violenta si eso pasaba, por lo que accedió de buena gana. Por otro lado, la joven estaba tan conmocionada que no podía pensar en una excusa coherente y creíble para poder evitarle.

Quiso retirar la mano cuando éste la colocó encima, pero sintió que poco a poco iba encontrándose mejor de manera inexplicable. Observó, estupefacta, como cada una de sus heridas iba desapareciendo, hasta que Hileach detuvo lo que fuera que estuviese haciendo y continuó hablando. No iba a revelarle que estaba en contra del gobierno, ni mucho menos. No podía hacerlo, pese a que éste estaba ofreciendo su ayuda como individuo, sin fijarse siquiera en su propio cargo. Ahora podía entender el porqué de su fuerza sobrehumana, así como el hecho de que la niña hubiese podido regresar sana y salva. Sin embargo, seguía dudando de su naturaleza violenta. ¿Quizás esa era una característica más de los licántropos? Temía preguntar, por si eso era algo que él desconocía y le haría sentir aún peor.

– Gracias, Hileach. Lo tendré en cuenta. Supongo que, a cambio, también puedes contar con mi ayuda. – Fijó la vista en su rostro, como si quisiera asegurarse de que lo que había dicho era completamente verdad. – Quizás te he juzgado mal. Pero hay algo que no comprendo y que es lo que me hizo llevarme a la muchacha conmigo, - explicó, cruzándose de brazos. - ¿Eres realmente consciente de lo que haces a veces? – Pensó que tal vez no se había expresado bien, así que optó por utilizar otras palabras. – Digamos que… tu agresividad, en ocasiones, puede llegar a hacer que se malinterpreten tus intenciones. E incluso puede llevar a pensar que tienes un criterio propio acerca del bien y el mal. Pronunciaba cada palabra lo más calmadamente que pudo para que no pensase que estaba reprochándole nada, pero no quiso ocultar ninguna de sus dudas, por lo que intentó comentarlas sin tapujos, pero midiéndose.

– Y… Sí. La niña está bien. Y su madre está recuperándose. Afortunadamente no tienen que temer ya. – Esbozó una pequeña sonrisa cansada, tan débil que era difícil ver que estaba sonriendo si no fuera porque una de las comisuras de sus labios se curvaba muy ligeramente hacia arriba.

por **Saito Hajime** Jue Oct 22, 2015 10:55 am

Tras las preguntas de Astrid, Jhon se recostó al espaldar de la silla, bajo la mirada, suspiro y respondió –ultima mente estoy pasando por una racha de pensamientos y recuerdos ajenos a lo acontecido que nublan inconscientemente un poco mi juicio… o sea que a veces se me va la mano inconscientemente, lo admito- no trataba de justificar lo que había hecho ni nada por el estilo, una vez más había pasado, una vez más había perdido los estribos y para empeorar las cosas cada vez le estaba sucediendo más seguido.

Después de la muerte de su pequeña hermana Jhon dejo de hablar y estaba el día entero como ausente, sus padres preocupados lo llevaron a un médico que había en el poblado cercano, pero este dijo que el niño había pasado por una situación muy dolorosa emocionalmente que le había ocasionado un trauma, que la pérdida del habla y otros efectos se le quitarían con el tiempo, pero que tal vez no se cure por completo y regrese a la normalidad hasta encontrar justicia al asesinato de su hermanita.

Jhon paso un tiempo tratando de buscar alguna pista que le llevara hacia el asesino de Lisa, su hermana, alguna que otra vez escuchaba rumores e historias, pero nada coherente y siempre de fuentes no confiables, así viajo de poblado en poblado buscando algún rastro del asesino, no fue hasta un par de años que Hileach desistió un poco en la búsqueda, pues había pasado mucho tiempo y aún no había escuchado nada, aunque todavía anda con el dolor de una espina clavada en lo más profundo de su pecho al pensar que el asesino de Lisa aún puede andar suelto sin pagar por lo que ha hecho, por el mal que ha causado.

Mientras seguía sentado en la mesa junto a Astrid la camarera volvió a entrar, -por favor dos tragos de la mejor hidromiel- le dijo Jhon, miro a la morena diciendo –pues aquí te pago la ronda que te debía- sonrió –me acompañas en este trago?- preguntó mientras la seguía mirando.

La camarera miro al capitán y respondió al pedido –sí, enseguida capitán- busco entre unos barriles la mejor hidromiel que tenía, lleno los dos tragos y los sirvió en la mesa, -aquí tienen... con permiso- musito la camarera para así regresar hacia la barra.

por **Astrid Dagmar** Sáb Oct 24, 2015 11:00 pm

En el momento en el que Hileach explicó la razón de su agresividad tan dispar y espontánea, tuvo que morderse la lengua para evitar soltar un comentario inapropiado. “Se me va la mano inconscientemente” era un buen eufemismo, desde luego, y no quería catalogarlo como excusa barata porque en realidad comprendía que ciertas circunstancias podían dar lugar a arranques de ira que hagan abandonar la razón por completo. Y si a eso se le sumaba la fuerza de un licántropo, se podían obtener resultados de lo más sangrientos y violentos.

El capitán pidió una ronda de hidromiel, como si quisiera cambiar el tema de golpe. No quería inmiscuirse – temía que eso sólo le provocase acordarse de eventos amargos o que se enfurecería tanto que echase a Astrid del lugar a patadas. Sonrió ante el ofrecimiento de la bebida. – No olvido las deudas, Hileach, –bromeó, siguiéndole la corriente. Sin duda lo mejor sería tratar de alegrar el ambiente para que él no volviese a caer en esos intentos.– Así que estamos en paz.

La camarera se alejó tras dejar el hidromiel en la mesa. La morena se lo agradeció y agarró su bebida, alzándola en señal de querer hacer un brindis. – Bien, Hileach. Quizás sea buena idea celebrar que hemos decidido aliarnos. – Sonrió de lado, invitándole a que chocaran ambas jarras. Después dio un trago largo, como si después de tanto caminar se hubiese deshidratado.

Quizás podría preguntarle acerca de cómo diantres fue capaz de curarla por completo, tan sólo apoyando la mano en un lugar concreto del cuerpo. Sin duda, le sería muy útil aprender a hacer eso, pese a que Astrid era pésima en cuanto a magia y hechizos. Puso el codo izquierdo en la mesa, para apoyar el rostro en su mano.

– Y… dime. ¿Cómo va esa magia de curación? ¿Te cansas mucho al usarla? ¿O cómo es? – Se dio cuenta de que había hecho demasiadas preguntas, lo cual le pareció poco prudente por su parte. – Disculpa. No quiero agobiarte con preguntas. Pero estoy realmente interesada en eso. – Tomó otro sorbo, esta vez mucho menos largo que el anterior.

- ¿Quizás podrías tratar de enseñarme ese tipo de magia algún día? – Le miró directamente a los ojos, como si no quisiera que éstos se desviasen hacia otro lado, por si tratara de ocultar algo o simplemente se sintiese más incómodo de lo normal, cosa que Astrid pretendía evitar a toda costa.

por **Saito Hajime** Jue Nov 05, 2015 12:21 pm

Un brindis, Hileach le sonrió a la morena mientras le aceptaba la invitación chocando su copa, el ambiente estaba un poco tenso, después de lo que le dijo a Astrid pensara que es como una bomba que podría detonar en cualquier momento por cualquier sobre salto, cosa que no era del todo cierto, porque por cualquier cosa no, no tenía ni la más mínima idea de cuando le pasaría pero trataba de evitarlo a toda costa.

De pronto el silencio se vio interrumpido por una serie de preguntas al ritmo de cañones de barcos, ella parecía interesada en su habilidad de curar, sonrió y le dijo –No pasa nada, no es necesario que te disculpes que no me estas agobiando- dio un sorbo a la hidromiel de excelente calidad.

Lo miro a los ojos para decirle que le enseñara esa habilidad, Jhon ya veía venir esa petición, él no era un gran maestro ni nada por el estilo ya que nunca le había enseñado sus habilidades a nadie, no porque no quisiera sino porque nadie se lo había pedido antes, hasta ahora. El Lycan ya había notado que Astrid tenía un buen corazón y que era una buena persona, independientemente del cargo que poseyera, pero por ahora no accedería, quizás más adelante, puesto que quería pasar más tiempo con ella, conocerla mejor, hacerse amigos.

El Capitán la miro a los ojos también y le comunicó –Puede ser, quizás más adelante… cuando nos conozcamos mejor y nos tengamos un poco más de confianza… por ejemplo que me dijeras que eres una anti gobierno- faroleo pendiente a los gestos y latidos de Astrid –tranquila que para mí los amigos son primero que los cargos… y aunque todavía no te considero como tal me caes bien y espero algún día poder llegar a serlos- terminando de hablar dio otro buche de hidromiel para refrescar su garganta.

-No pasa nada si ahora no quieres hablar- expreso el joven Lycan dándole el último sorbo a la copa de hidromiel, se quedó con ganas de tomar otro trago así que pediría otra ronda, -Otra ronda?- le pregunto a la chica. Esta noche parecía cada vez más larga y el sueño era algo lejano que Jhon no podía concebir a veces, las pocas veces que lograba dormir era tan solo por unas horas, por lo que las noches largas ya eran costumbre para él.

Jhon esperaba la respuesta de la morena para proceder y realizar el pedido, levanto la mirada en busca de la camarera, la cual se encontraba detrás de la barra limpiando y recogiendo el reguero dejado atrás por los visitantes como era ya de costumbre.

por **Astrid Dagmar** Miér Nov 11, 2015 5:32 pm

Hileach aseguró no estar agobiándose. Eso alivió a Astrid, que cada vez daba tragos más grandes a su jarra. Aún con la misma en sus labios, en medio de un buche, clavó su vista en el capitán cuando éste dejó caer que sabía que estaba en contra del gobierno. Algo se tenía que haber olido, después de todo. O quizás sólo quería asustarla para bromear un poco y romper el hielo y así olvidar el momento incómodo que se había dado poco antes.

Dejó su hidromiel en la mesa, sin retirar la vista de él. – No voy a decir que estoy contenta con el gobierno que tenemos. Pero tampoco voy a decir que soy activa en el bando revolucionario. – Últimamente apenas participaba en actividades que tuvieran que ver con ellos. Y de hacerlo, no solían tener mucha repercusión. Era una doña nadie, por llamarla de alguna manera. Al menos, hasta la fecha no había hecho nada del otro mundo. Volvió a acercar el vaso a los labios, como si inconscientemente se refugiara tras él, pero aún sin apartar la mirada de los ojos de Hileach. – Eso no quiere decir que no hayas acertado, ni que no hubiese sido activa antes. – Bebió otro trago más, acabando el contenido.

Pese a que sabía que no debía haber dicho nada, la desconfianza que había sentido hacia él antes de volver a verle se había disipado en cierta manera tras conocer un poco más sobre su naturaleza. Quizás estuviese siendo ingenua, tal vez tan sólo fuera una treta, pero tenía la corazonada de que podrían llevarse bien.

Enarcó una ceja cuando Hileach le preguntó si quería otra ronda. Desde luego, no iba a rechazarla. – ¿Realmente quieres acabar hasta las cejas o lo haces sólo para poder emborracharme y sacarme información? O vete a saber qué tienes en mente, – bromeó, levantando la mano para llamar la atención de la camarera. – ¡Marchando otra ronda por aquí, por favor! – dijo, elevando la voz para que la mujer le oyera.

Tras realizar el pedido se recostó en la silla otra vez, apoyando el codo en el respaldo, jugando con la mano libre con el asa de la jarra vacía. – Veo que eres agudo, Hileach. Quizás por eso te mereces el cargo que tienes. ¿Cómo llegaste a ser capitán? – le preguntó, por mera curiosidad.

por **Saito Hajime** Miér Nov 18, 2015 5:32 pm

Tras la broma de Astrid le sonrió mientras se recostaba por completo sobre el espaldar de la silla. Sin duda le gustaba disfrutar de su compañía, puesto que lograba despejar un poco su mente, algo muy difícil de lograr desde hace unos días atrás, además así se relacionaba un poco más con la gente sin menospreciar que disfrutaba de su compañía.

Después de que la chica le hiciera la pregunta musitó –Al final parece que la que quiere sacar información eres tu… o no sé lo que tengas tú en mente… *sonrió levemente tras la broma* te informo que no soy fácil de emborrachar, raramente me han visto en semejantes circunstancias-

La camarera se acercó a la mesa para servir las jarras tras la afirmación en voz alta de la morena hace unos segundos atrás –Aquí tienen… con permiso- expreso la camarera, a la cual se le notaba el cansancio que seguro traía después de un extenso día de trabajo atendiendo a todo tipo de calañas como las que se suelen reunir aquí.

Hajime le propicio un buche a la hidromiel, poniendo sus dos brazos sobre la mesa –Pues bueno, cuando llegue a Spatium me vi envuelto en una serie de altercados que no eran del todo de mi agrado pero no podía hacerme el de la vista gorda, al cabo de los días me entere de que El Ejercito de Justicia estaba buscando Capitanes para sus Brigadas Dominia, me parecía un buen comienzo en aquel entonces, por lo que me presente y me aceptaron… ahí tienes la versión corta… espero que haya satisfecho tu curiosidad- expreso Saito mirándola.

-Ahora me siento un poco en desventaja, tu sabes más de mí que yo de ti, anda cuéntame de ti- musitaba el joven Lycan dándole otro buche a la jarra de hidromiel, pues la noche avanzaba y el ansia de conocimiento y entretenimiento con ella. Sin duda apreciaba mas el estar aquí en la taberna que en su pequeña morada aburrido y dándole vuelta a sus pensamientos, o que en el pequeño muro del puerto en el que a veces se sentaba por las noches a la luz de la luna para disfrutar de la tranquilidad y belleza del paisaje.

por **Astrid Dagmar** Vie Ene 29, 2016 5:06 pm

Astrid soltó una pequeña carcajada que denotaba tranquilidad después de que Hajime alardeara acerca de su resistencia al alcohol. Para ser un capitán estaba claro que su apariencia juvenil y frágil debía ser un mero engaño que escondía su verdadera capacidad física, por lo que, a pesar de que no tenía pinta de tener aguante férreo ante la bebida, quizás se estaba equivocando completamente. Alzó una ceja a la vez que levantaba la barbilla, como si estuviera evaluando orgullosamente a su acompañante, fingiendo superioridad, como si quisiera desafiarle. – Me dijeron que los militares no son tan capaces de aguantar muchas rondas, aunque digan lo contrario. ¿Estoy en lo cierto? – preguntó, agarrando su jarra cuando la camarera trajo el pedido. Parecía estar un poco harta de seguir trabajando, pero no tenía más remedio. Si había que estar más de diez horas sirviendo comida y bebida aquí y allá por ganarse un par de perras gordas, igual le merecía la pena.

Mientras iba dando pequeños sorbos a su bebida, escuchó la breve historia del joven capitán. Dejó el recipiente sobre la mesa, con cuidado, apoyando ambas manos encima de mueble otra vez. – ¿Fue por motivos relacionados con tus principios, entonces? – No quería agobiarlo indagando en los altercados que había mencionado, al menos, no por el momento. La pregunta de él le permitió seguir con la conversación sin que se formara un silencio incómodo. – En mi caso también fue por principios. Fui criada por un firme pro-gobierno – dejó escapar una breve risita ante la ironía – que se dedicó a educar a sus dos hijos bajo la doctrina del Lord con el fin de que sirvieran alguna vez a Spatium como soldados, o quizás, con un cargo mayor. – Se encogió de hombros y levantó las dos manos. – Como puedes ver, no es mi caso. Puedes achacarlo a la rebeldía juvenil, a las dudas que me surgían con respecto al sistema de gobierno que tenemos y quizás a alguna que otra influencia… pero acabé en el bando contrario. – Frunció el ceño ligeramente al recordar sus inicios en el extremo más radical de los revolucionarios. – A decir verdad, tampoco me gustaron los métodos seguidos por los que se oponen. Así que decidí ir por mi cuenta. – Y aun así, cada vez se alejaba más de la idea utópica de una anarquía donde todos fuesen vistos como iguales. No podía evitar preguntarse si aquello era un objetivo realista o idealista.

Después de unas rondas de hidromiel más, notó que comenzaba a irse de la lengua, pero tampoco era muy consciente de que aquello fuese importante del todo. Los pensamientos que habían aparecido en su mente unas preguntas atrás cobraron forma de voz, pronunciando de una manera ligeramente torpe debido al alcohol. – Sabes… A veces pienso que nadie está en… en lo correcto, ¿verdad que no? C-cada uno quiere... *hic* quiere imponer su opin-nión por encima del otro y no ssaben hacerlo de otra… manera que no sea at…temorizando al q-que opine distinto. – Había adoptado una postura rara, donde dejaba caer todo su peso sobre sus codos, que estaban apoyados en el mueble, a la vez que se sujetaba la cabeza con una de sus manos y agarraba firmemente con la otra la jarra, que ya le quedaba un cuarto de contenido. – ¿N-no crees que a-ambos b-bandos p-persiguen una utopía imposible? – balbuceó.

por **Saito Hajime** Mar Feb 09, 2016 11:36 am

Saito escuchaba las palabras de la morena con atención notando una vez más la realidad en la idea de que las experiencias que vivimos son cadenas que arrastramos, haciéndonos moldear nuestro presente en forma diferente, pero siempre basándonos en el sabor que nos recuerda el pasado. Mientras escuchaba aquellas palabras su mente no pudo evitar darle un poco de vueltas al asunto a pesar de que esos temas nunca han sido de su agrado. Sin duda ambos bandos tenían métodos muy diferentes y quizás puede que en un hipotético caso ninguno sea el correcto, la forma adecuada o correcta de hacer las cosas o de tomar las decisiones, la verdad siempre será de quien la cuente, quien triunfe de los dos bandos contara su verdad y esa será la única realidad… por su parte el bando que caiga se llevara su verdad a la tumba junto con él, haciendo que cada vez más personas se pregunten que cual bando es el bueno y a su vez cual es el malo. Como tantos miles de personas hay puntos de vista, haciendo que las filas de ambos grupos aumenten con decisión, llenándolas de guerreros dispuestos a morir por la causa que creen, que defienden, dispuestos a morir… por su verdad.

Por su parte el joven de azules ojos creía un poco en la soberanía del Lord, haciéndole pensar que quizás no gobernaría como un dictador como solían decir los revolucionarios, sino que lo haría como un justo regente trayendo orden y paz al país. Aunque no se desmiente de que a veces el Lycan había pensado en la neutralidad, ya que si bien el futuro después de la guerra pudiera traer algo diferente, algunos de los sucesos actuales traían cierto conflicto a su juicio llevándole a pesar en no posicionarse con respecto a ningún bando, sino a mantenerse al margen… pero bueno al fin y al cabo era solo un pensamiento que solo el tiempo dictaría si se llegase a concretar, o que si solo seguiría siento una idea de las tantas que rondaban por los caminos y perdiéndose en los senderos de la indescifrable mente del Capitán.

La noche avanzaba pero sin dejar aun su juventud, un par de rondas de aquella dulce bebida quedaron en el pasado relajando cualquier rasgo de tensión en el ambiente y ya empezando a mostrar algunos indicios, no obstante la lucidez no había abandonado al Lycan. Levanto su mirada hacia al frente donde yacía la morena mientras la escuchaba hablar notando algunos destellos de la bebida en su vocabulario, dejo ver por unos segundos una leve sonrisa en su inexpresivo rostro, no era por motivo de burla ni nada, simplemente que notaba cierta verdad en sus palabras notando como al parecer sus opiniones coincidían en ciertos puntos y en ciertas cosas. -Yo no diría imposible, pues esa palabra solo el caer de las hojas podrá confirmártela… pero si diría que persiguen una utopía difícil e incierta- afirmo con tono seguro como siempre mientras observaba a la joven que tenía justo enfrente para tras unos instantes desviar su mirada a la jarra un tanto preocupado frunciendo ligeramente el ceño y darle un sorbo saboreando la bebida de la cual solo quedaba un tanto más del fondo.

por **Astrid Dagmar** Lun Feb 15, 2016 4:08 pm

Astrid levantó una ceja, sonriendo divertida ante las palabras de Hajime. ¿Alguien del gobierno no consideraba realmente imposible que los partidarios de la revolución lograsen sus objetivos? Además de derrocar al Lord, claro está. Pero el motivo de tener esta meta no se reducía a una mera disconformidad con su forma de regir sobre Spirit Soul, si no que provenía de donde había dicho la morena. Se inclinó un poco más sobre la mesa, ésta vez en una posición un poco fuera de lugar, como si se fuera a caer encima del mueble. – Hajime… Con eso que dices, parece ser que ves un pequeño rayo de esperanza en los ideales revolucionarios. – Era curioso: ella, siendo una revolucionaria, aunque moderada, cada vez veía el asunto más turbio. Sabía que aquello sólo acabaría beneficiando a unos pocos: y si bien quería quitar al gobernante de su puesto, también sabía que quienes lo ocuparían no serían tan equitativos como muchos ingenuos se habían creído.

– Capitán… Para los que están arriba del todo, tanto en un bando como en otro… “Todos somos iguales, pero algunos son más iguales que otros,” – citó, riéndose un poco, con cinismo. Oyó esa frase una vez. Una sola vez, pero fue suficiente para dedicar su vida a la revolución sin pertenecer a ninguna organización. No recuerda quién la pronunció en aquel momento, pero sin duda fue la responsable de plantar el germen de la duda en su mente, además de muchos otros factores que lo hicieron aflorar. Sin embargo, dicha oración la mencionó con idea de referirse a ambos bandos.

Se terminó su bebida, pero dudaba de si debía pedir más. Podía con más, lo sabía, pero no quería acabar vomitando por las esquinas. Intentó adoptar una postura erguida y correcta, mirando fijamente al capitán. – No te conozco de nada y puede que te siente mal lo que te acabo de decir, pero por lo poco que te conozco sé que respetarás mis ideas. Así que no te estoy mintiendo con esto que pienso. – Se estaba yendo de la lengua, más de la cuenta, y no tenía ni idea. Podía llegar a meterse en problemas.

Aunque se encontraba relativamente bien a pesar de haber bebido un poco de más, comenzaba a notar cierto sofoco. Quizás debería beber agua, pero no tenía sed en ese momento. – Disculpa que interrumpa nuestra conversación, pero creo que voy a salir a tomar el aire un poco. Me estoy empezando a agobiar, – admitió, abanicándose un poco con la mano derecha. Se levantó torpemente y caminó hacia la puerta, sin fijarse si él le seguía o no.

Tenía que aclararse las ideas. ¿Qué diantres estaba haciendo contándole todas esas estupideces a un capitán de la División de Tronus? No era la primera vez que tenía problemas con uno de ellos y, aunque parecía un buen tipo, podría incluso estar fingiéndolo. De ser así, lograba ocultar sus intenciones muy bien. No quería desconfiar: ella no era lo suficientemente importante en el bando revolucionario como para ser considerada como un peón relevante en alguna trama manipulativa del extremo contrario. El hecho de que se hubiera tomado tantas molestias fue lo que le hizo reconocer a la morena que se había equivocado con él, pero temía que al habérsele escapado ciertos detalles sobre su propia ideología, el hombre pudiera actuar de otra manera.

Al menos el aire fresco le sentaría bien para dejar de hablar tan inconscientemente.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
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No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater