La hora de la anomalía (Ghostfare).

Caminaba erráticamente por los frías y desoladas calles de Valle Chocobo. Sus articulaciones parecian atascadas por la forma tan poco coordinada y limitada de moverse. Penso que seguramente su batería estaría próxima a acabarse, aún que núnca antes le había pasado igual. Solo necesitaba depurar su sistema, pero necesitaba de un espacio para colocarse en modo "hibernación", pero no tenía un lugar de hospedaje en aquel lugar y recien llegaba después de un largo viaje en transporte local solo para buscar un comerciante de partes mecánicas originales con una antigüedad anterior a la gran guerra, las piezas de repuesto que búscaba eran para reparar un pequeño androide abandonado que había encontrado en su visita por Ciudad Fedder, y para colmo de males la noche ya había caído. Creia que su batería le duraría todo el viaje que hizo desde Ciudad Fedder hasta Valle Chocobo, pero ahora su sistema presentaba problemas.

Siguió andando, topandose con varios carteles en las calles que decian algo asi: ¡Cuidado androides y ginoides! No anden por la calle desde las 7:00 pm - 8:00 pm. Pueden sufrir  de Privación de Servicio y quedar varado en la calle. Por eso te recomendamos que te refugies o no salgas de casa, y si eres dueño de algúno, por favor cuidalo. Pero no te asustes, la anomalía solo dura una hora y no presentaras ningún problema algúno.

También había algunos otros anuncios que protestaban sobre por que no hacían nada las autoridades al respecto, o quien era el responsable y para que lo hacía. Pero Regina no leyo ningúno, su visión se hallaba alterada al poco tiempo que había llegado, de haberlos leido habría hecho caso y se hubiera puesto a salvo. Pero ahora era tarde, eran las siete de la noche con ocho mínutos y estaba al borde de su límite. No pudiendo ya más, se recargo en la esquina de una calle vacía que apenas y se alumbraba por un farol a lo lejos, se dejo resbalar por la pared hasta quedar sentada y casi se le caía su pequeña bolsa que llevaba. Continuó con su tarea de análisis de la batería, pero cual fue su sorpresa que descubrió que aún tenía el veinte porciento de esta pero disminuía con rapidez, ante tal misterio, procedio a escanear todo su sistema, pero el análisis se detuvo de pronto hasta que hubo interferencia, varios códigos de programación extraños entraban a su sistema, intento detenerlos pero alcabo de un rato su sistema dejo de responder y se pasmo. Ella se quedo inmovil en aquella esquina, abandona y con los ojos vidriosos y la mirada fija hacía la nada.

Pero no solo Regina había sufrido de "Negación de servicio", si no que era un fenomeno que desde hace unos días sucedia en la región afectando a todo dispositivo que captara esos códigos de programación, y sucedía todos los días a las misma hora, siete de la noche en punto, afortunadamente la única parte de Villa Chocobo que se salvaba de aquello, eran unos cuantos kilometros de tierra al este. Al principio los habitantes pensaron que quizás era algun virus virtual producto de una broma, pués cuando daban las ocho en punto, toda señal y dispositivo se restablecía, y todo volvía a la normalidad. Algunos civiles habían organizado asociaciones para patrullar las calles ademas de la fuerza policial, pero como todo, agunos solo salían a robar a los androides o a desmantelarlos.

Regina permaneció en su posición durante varios minutos hasta que un desconocido la encontro, se acerco a ella y la alumbro con su lamapara y se detuvo a examinar su frente donde tenía la marca que la identificaba como una androide de Industrias Vector, el hombre supo inmediatamente que era una androide extranjera que había tenido la mala suerte de llegar a la hora equivocada, así pues el robusto hombre se acomodo la lampara entre sus ropas y se agacho para tomar a la androide y echarsela al hombro, y llevarsela consigo. La llevo hasta un pub, donde entro por la puerta trasera y la llevó a un cuarto especial donde tenía una enorme capsula que servía como dispositivo para cargar la batería de los androides, la coloco dentro de la cápsula para luego programar el aparato y que así la batería de Regina comenzara a cargarse.

Tras ochenta minutos despues, que era el tiempo necesario de recarga de Regina, esta desperto al fin cuando de pronto sono el timbre de la cápsula que anunciaba el termino de carga y automáticamente se abrio la cápsula para dejar que Regina se levantase y saliera de la cápsula. Al instante se puso a escanerse a si misma para revisar si había habido algún daño, pero no encontro nada inusual, todo estaba en orde, mientras hacia eso se abrió la puerta de la habitación se abrio de pronto y por ella entró una androide vestida de mesera y que presentaba un notorio desgaste en su piel sintética pero mantenía una enorme sonrisa en su rostro-. Ya estas despierta... -sin previo aviso se acerco rápidamente a Regina y comenzo a examinarla energicamente-. Hola, me llamo Anais. ¿Tú te encuentras bien? ¿No tienes algún problema? ¿No necesitas algo? -preguntaba a la vez que analizaba con su gran capacidad dioptrica de sus ojos, los cabellos de Regina-. Ah... nanobots, que genial ingeniería, y ese color de cabello... ¡Que envidia! -puso cara de excesiva tristeza para luego cambiar su expresión a una admiración cuando continuó examinando de forma microscopica a Regina-.Pero que bonita eres, y tús nanomáquinas hacen una muy realista imitación de cabello y piel.

-G-gracias -dijo la aludida algo incomoda por la otra que le jalaba el cabello, estiraba su piel y que luego terminó por distraerse mirando el resto de su rostro.

-¡Ah! Tus ojos... ¿Me dejarias examinarlos? -pero antes de recibir autorización se acerco irrumpiendo el espacio personal de Regina para observar sus ojos.

-Ya es suficiente -dijo firmemente Regina mientras tomaba de los hombros a la desconocida y la apartaba de ella.

-Ahw, yo solamente quería ver tus ojos.

-Lo note, creeme -dejando de lado su comversación, volteó a todos lados examinando la habitación para luego posar su mirada en la androide que estaba frente a ella y le preguntó-: ¿Sabes qué ha pasado, y en dónde me encuentro?

-Si, mí dueño te trajo aquí, a la Taberna del dragon chino, eres una de las desafortunadas que llegan a Valle Chocobo sin saber nuestra situación, pero no te preocupes, ya todo esta bien, y te aseguro que no sufriste ningún cambio, la hora de la anomalía ya paso.

-¿La hora de la anomalía, qué es eso?

La desconocida tomó de la mano a Regina, lísta para llevarla fuera de la habitación-. Así la llamamos, es la hora en que las redes informaticas, los aparatos de computo, ginoides y nosotros los androides, nos alteramos y quedamos fuera de servicio durante toda una hora -jaló de la mano a Regina y salió del cuarto-. De prisa, mí dueño me dijo que te llevara con él cuando estuvieras lísta.

-Pero... -mientras era llevada a la fuerza, con su mano libre revisó si aun traí su bulso- ¿Mis cosas, dónde estan?

-Descuida, estan guardadas, te las daré luego. Mejor dime si tienes la capacidad de comer.

-No, yo no puedo ingerir alimentos.

-Oh, no te preocupes. Mí dueño importa Aqua bit, no se si la conozcas, pero se esta volviendo famosa esa bebida para androides que no tienen la capacidad de ingerir alimentos, pero creeme, sabe deliciosa, te encantara.

No tardarón en llegar al final del pasillo, pasar por la puerta y atravesar la cocina hasta llegar al otro lado donde estaba la barra de la taberna- ¡Phineas! -grito Anais al ver a su dueño que servia unos tragos. Jaló a Regina y la puso junto a él-. Míra, míra, ya esta aquí.

Phineas terminó de servir licor a sus clientes y se dió la media vuelta para guardar la botella y finalmente terminar viendo a una Regina con cara de asustada- H-hola... -dijo dudosa Regina. Y ante esa mirada de la androide, Phineas miró con recelo a Anais.

-¿Qué le hiciste Anais?
-Nada, nada, me he portado bien, lo juro.

El dueño de la tarbena solo nego con la cabeza sonriendo un poco, conocia bien a su androide, sabía bien que le gustaba analizar a sus iguales cual objetos de laboratorio-  De acuerdo, dejala aquí, tú ve a atender a los clientes que ya tenemos mucha gente esperando a que los atiendas.

-¡Si, señor! -asintió con la cabeza y luego volteo a ver a Regina-. Fue un gusto conocerla señorita...

-Regina, y creo que tambien fue un gusto conocerte.

Anais sonrio y se fue inmediatamente a atender a los clientes, quedandose Regina con Phineas-. Señor Phineas, su androide me comento que usted me recogió y me trajo aquí como una obra altruista de su parte. Le aseguro que estoy enteramente agredecida con usted.

-De nada, señorita. Veo que usted no es de por aquí, tal vez no me incumbe pero... si busca un lugar para hospedarse, puedo ofrecerle una habitación a un bajo precio por el tiempo que este usted aquí.

Regina asintio y respondio-: Por supuesto que si.

-Muy bien. ¿Por que no toma asiento y le sirvo algo de beber? Puedo ofrecerle una nueva bebida especial para alguien como usted.

-Claro, acepto la bebida -la androide se giró y fue al otro lado de la barra para sentarse frente a ella.

Phineas no tardo en servir el trago y colocarlo frente a la joven-  La casa invita.

-Gracias -tomo el vaso y bebio un poco, Anais tenía razón, no sabía mal-. ¿Señor Phineas, puedo preguntarle por la hora de la anomalía?

El bar man se giro y se acerco a la chica-  Si, es un fenomeno que aparecio hace poco mas de dos meses, no se sabe mucho y nadie ha podido hacer algo al respecto, algúnos creen que es para buscar información. ¿Pero de qué? No sabría decirle, nadie lo sabe con certeza.

-Entiendo, gracias de todos modos.

La joven siguió bebiendo de su bebida mientras se quedaba pensativa mientras que Phineas se dedicaba a tender a los clientes. Y una extraña idea cruzo por la mente de Regina: ¿Y si su antigüo dueño, el CEO de Indrustrias Vector, tenía algo que ver con la recien situación de aquel lugar?

Era una noche mas,mientras el cazarecompenzas de cabello celeste bagaba tranquilamente por chocobo,todo estaba muy solitario a su alrededor,pero no era algo que le molestara,ya que a el le gustaba la soledad y preferia caminar por lugares tranquilos,con poca gente y poco ruido a su alrededor,a medida que caminaba encontraba por las calles algunos androides tirados,otros arrastrandose mientras decían en voz baja que les quedaba poca energia,el no le dio mucha importancia a eso pero había notado que el  mismo fenomeno había estado ocurriendo desde hace algunos días,era algo que lo intrigaba y le parecía sumamente raro a pesar de no mostrar interes a esos androides,buscaba un lugar donde pasar la noche,hasta que encontró un anuncio el cual hablaba sobre una anomalia en los sistemas electronicos,la cual le ocurria principalmente a estos seres con partes humanas y roboticas,conocidos como androides,hablaba sobre una privacion del servicio en una hora exacta,termino de leer todo lo que allí decía y acto seguido,se fue caminando,aun buscando un lugar donde pasar la noche,casualmente encontro una taberna algo llamativa pero que parecia tener poca gente en ella,quiza por que había ocurrido algun tipo de panico colectivo y las personas tenían miedo de salir de sus casa,incluso las normales,armaban sus propias teorias sobre esto y a pesar de que no eran androides,se consideraban de cierta forma en riesgo,ya que creían que esto seria solo el comienzo de algo mas grande,también se podían apreciar androides en ella,sin pensarlo dos veces entro allí y observo a sus alrededores y a quienes lo rodeaban.

-Puedo ayudarte en algo?que necesitas? ,dijo un empleado de aquel lugar el cual se acerco a el

-Por el momento no necesito nada ,le dijo mientras apartaba su mirada hacia otro lugar,acto seguido de eso se dirigio caminando hacia la barra y se sento alli,pensando acerca de que podria estar causando este extraño suceso que estaba causando tantos problemas.

Pudo notar que a su lado había una androide tomando algo de lo que el no tenia ni la mas remota idea acerca de que era,la miro fijamente a los ojos por unos segundos al mismo tiempo que pensaba diversas teorias sobre la razón por la que esto estaba ocurriendo,pero no eran mas que teorias que descartaba por falta de informacion,aun asi el queria resolver el caso,penso que podría tratarse de alguna organizacion o criminales los que estaban detras de esto,no queria hacer esto por dinero,de hecho era lo que menos le importaba si se trataba de algo que afectaba de manera perjudicial a los demas,despues de todo...a pesar de ser un caza-recompenzas tenia su propia definicion de justicia y estaría dispuesto a ayudar a quienes lo necesitaran,penso que quiza deberia aliarse con alguien que tuviera mas informacion o que simplemente tuviera su mismo deseo de detener esto.

Mientras mantenia una expresion fria como de costumbre observava como algunos jugaban al poker,el no había entrado a tomar ni comer nada,simplemente a pasar un rato acompañado a pesar de que era tan solitario,tambien penso que podría obtener algo de informacion acerca de este acontecimiento,el barman se acerco a el y le pregunto -Deseas algo? , -No necesito nada por ahora,solo algo de informacion,sabes acerca de lo que ha estado ocurriendo estos ultimos dias? ,Mi informacion es muy limitada,lo lamento,dudo saber mas de lo que tu sabes. a la androide cuyo nombre el desconocia y le pregunto:
Por casualidad...has sido victima de ese fenomeno al que llaman  hora de la anomalia ?he podido notar hace un rato a varios como tu tirados en la calle,por alguna razón esto me parece muy extraño y no puedo evitar pensar en ello ,creyo que quizá la molestaría al preguntar eso.

Contiuó sentada frente a la barra, pensativa por los recientes sucesos en aquel lugar. Dió un pequeño sorbo a su bebida, mientras sintió que la persona que estaba a su lado la miraba desde hace rato. Regina solo lo miró de reojo por unos segundos y volvió su vista hacia el frente. "Creo que llama mucho la atención las marcas de mi frente." Dijo para ella misma creyendo que era eso lo que el desconocido miraba, mientras acercaba una mano a su cabello y disimuladamente intentaba cubrir su sello de calidad que tenía grabado en la frente. No dijo nada y siguió en silencio hasta que él hombre a su lado le dirigió la palabra, dejó su bebida en la barra, volteo a verlo y le contesto-: No se mucho al respecto, yo acabo de llegar a este lugar, pero te puedo decir que la experiencia que se siente es como si tú te quedaras paralizado y luego terminas desmayandote -tomo su bebida y le un trago para luego continuar con su relato-. Lo poco que he averiguado es solamente que es algo que deja fuera de servio a los que son como yo, y "La hora de la anomalía" recibe ese nombre por la hora en la que siempre sucede.

Al poco rato entro un hombre cargarndo unos cuantos posters, caminó hacia la barra y se detuvo en ella- ¡Hola, Phineas!

-¿Buenas noches, Theodore, qué te trae por aquí? -pregunto el aludido mientras limpiaba un poco la barra con un trapo.

-Queria pedirte que colocaras estos cartes -del tubo de posters que tenía saco dos y los coloco encima de la barra-. Te los dejo, debo seguir repartiendolos.

-De acuerdo, yo me encargare de esto -tomó un cartel y lo examinó, para luego juntarlo con el otro y llevarselos con él. Salió de la barra y fue hastá la pared junto a la puerta de la taberla, ahí había un tablero con varios posters ya pegados, pero Phineas búsco un espacio para pegar los nuevos carteles.

Regina, que seguía aún sentada y conversando con el desconocido, sintió curiosidad con aquellos papeles que tenía el bar man y echo una rápida mirada, observando como Phineas terminaba de pegar los posters, y luego volvió su vista hacía él hombre con él que conversaba-. Si, es preocupante, pero en lo personal, quizá un día salga a la luz él culpable o tal vez alguien lo atrape. Yo espero que lo hagan pronto, no es bueno que algo así suceda -de pronto se inclinó un poco hacía el desconocido y le dijo-: Tal vez deberías ver eso -levantó su mano y señalo hacía los carteles que Phineas recien había pegado. En uno de ellos se podía leer lo siguiente: ¡Recompensa! Se ha visto al sur de Valle Chocobo, un presunto traficante de partes robadas de androides, se dará 1200 soulinks a quien lo encuentre.

El otro poster hablaba de algo menos importante, anunciaba un negocio que prometía modificar todo tipo de dispositivos para hacerlos inmunes a las manifestaciones de la dichosa anomalía. Y a lado de esos dos posters estaban los mismos posters que se podían ver en la calle, y daban recomendaciones sobre la hora de la anomalía.

-Ya decía yo -dijo de pronto Regina-. Esto de la dichosa anomalía no es mas que un fenomeno para el comercio ilegal. ¿No creés? -pregunto al hombre a su lado-. De cualquier manera, no es admitible que halla personas que roben así a los androides, eso debe ser detenido -dijo indignada mientras terminaba su trago para luego volver a decir-. Por cierto, llevo rato platicando contigo y no se tú nombre. Bueno, me presento primero, Regina, Regina Becher -y extendió su mano para saludarle.

Desde el momento en el que el había entrado a ese bar,sintio curiosidad por la androide,hacia mucho tiempo no habia visto uno y la observo disimuladamente mas de lo debido antes de comenzar a entablar un dialogo con ella,el cual duro un rato,poseia una mirada fria y vacia.Sintio curiosidad al observar al desconocido que traia los posters,observo dos posters que habia dejado sobre la barra pero no llamaron su atencion en lo absoluto,Ghostfare contesto Si supongo...aunque ultimamente estan ocurriendo muchas cosas en muchos lados y ya he ayudado a algunos soldados a capturar a algunos criminales,pero esta debe ser una organizacion distinta,una la cual se oculta entre las sombras... .

Escucho las palabras de la androide y vio como señalo uno de los posters que estaban pegados,lo leyo rapidamente,hablaba sobre supuesto traficante que habia robado partes de androides,seria una buena oportunidad para obtener informacion,por las buenas o por las malas.El primer pensamiento que cruzo su mente fue dirigirse al sur y encontrar a ese criminal, Ya veo...supongo que sera una buena oportunidad para averiguar mas a fondo sobre lo que esta pasando,la recompensa es interesante,pero principalmente me importa la idea de que el seguro sabe algo,hare que me lo diga,si no quiere....bueno....terminara mal ,el no solia ni suele tener piedad ante criminales,le gusta aceptar misiones de asesinato,pero hay esepciones,si obtenia la informacion que queria,le perdonaria la vida al traficante.

Se levanto decididamente y dijo Bien....esto es todo lo que necesitaba saber,ire por el,quiza consiga informacion,si te interesa puedes acompañarme ,el conocia poco ese lugar ya que había estado muy pocas veces alli y no se podia ubicar a la perfeccion,el noto que la androide aceptaria sin dudarlo un segundo,
Ghostfare,ese es mi nombre ,acto seguido la sujeto de la mano,su nombre le parecio interesante,pero mas interesante aun la marca que ella tenia en su frente la cual volvio a mirar con curiosidad,se le hacia familiar de algun lado,no estaba seguro de donde,pero ya sabia que la habia visto antes.

Entonces que dices?vendras conmigo?no conozco tanto este lugar y por lo tanto no puedo guiarme tan bien aqui,pero tu pareces conocerlo bien,ademas puedo notar que tienes ansias de atrapar a ese traficante y averiguar cuanto puedas,puedo verlo en tu mirada ,cuando ambos salieron pudieron notar a medida que caminaban que la temperatura estaba muy baja y parecia que comenzaria a llover.

Encerio eres una androide? se que si,pero te ves muy real al punto de no parecer una,eres interesante le dijo mientras caminaban

Escucho atentamente sus palabras y entonces respondió- En realidad no suelo venir por aquí, de hecho, yo vine buscando a un comerciante de partes mecánicas originales. Pero no me gusta nada esto que esta sucediendo -al instante se puso de pie, decidida a ir con él aún que recien lo conociera, pero aún así decidio aventurarse- Solo dame un segundo -al instante corrió para ir por sus pertenencias que solamente consistian en un pequeño bolso, en cuanto lo tuvo, regresó hasta donde estaba Gosthfare-.  Lista. Bien, vamos -y ambos salierón del lugar caminando en la oscuridad de la noche, y de vez en cuando se escuchaban truenos, anunciando que pronto llovería.

-Si, soy una androide, estoy conformada por nanomáquinas, y como veras, mís creadores me pusieron su marca en mí frente -señalo con el dedo indice de su mano hacia su frente, donde se podia observar un semicirculo azul con las orillas invertidas, y en el centro estaba escrito la palabra KOS-MOS- No me gusta mucho esta marca, me recuerda que solo soy mercancia y no un ser vivo. Pero no puedo borrarla -claro que se había dado cuenta de que aquel hombre miraba hacia su marca desde hace un rato, pero ya estaba acostumbrada a que la miraran, aún que siempre le disgustaba la idea de andar por ahí con semejante marca de calidad.

Siguierón andando, dierón vuelta en la esquina hacia la izquierda- Por aquí -señalo con su mano el camino-. El sur queda por alla, solo caminaremos unos pocos kilometros -aún que ella no conocia a la perfección ese lugar, sabia lo básico, se había preparado bien para su visista a Valle Chocobo. Y mientras caminaban, Regina continúo con la conversación-: Hace un rato mencionaste que habias ayudado a atrapar a criminales, ¿acaso eres un cazarecompensas?

Alcabo de un rato, y sin haber llegado a su destino aún, se vió aun hombre correr por la acera de enfrente, aquél hombre parecia ir en la misma dirección que Regina y Gosthfare, y constantemente volteaba a ver hacia atras, como si esperara haber perdido a alguien que lo perseguia mientras sujetaba fuertemente un bulto que traía consigo entre los brazos, pero mientras corría, aquel bulto quedo descubierto un poco, dejando ver así un brazo mecánico que comenzaba a quererse caer. Al instante, Regina se puso en alerta, transformó su mano derecha en una pistola, y sin aviso algúno, echo a correr detras del desconocido. Ella cruzó la calle y corriendo tan rapida como pudo, le dio alcance cuando el desconocido se tropezo al dar la vuelta en la esquina haciendo que varias cosas que traia envueltas en una manta se le cayeran al suelo. Rodarón al suelo algunos objetos como una mano mécanica, un ojo bíonico, y aquel brazo que desde hacia rato se asomaba a la vista. Él hombre se detuvo queriendo recoger lo que se le había caído, lo que le dió ventaja a Regina para alcanzarle.

-¡Quieto ahí! -gritó Regina, apuntandole con su arma, haciendo que aquel hombre se asustara y dejara las cosas que yacían en el suelo - ¡Alza las manos! -dijo firmemente mientras el hombre obedecía, y el resto de las cosas que aun traia en las manos fuerón a parar al suelo- ¿Qué es lo qué haces con todo eso?

-Nada, de verdad no es nada -dijo temeroso aquél hombre.

-¿Eso dirás? -sin aviso alguno, Regina estiró su pierna para golpearlo y tirarlo al suelo, y despues se acercó a él y coloco con firmeza su pie en el cuello del desconocido y siguió apuntandole con su arma.