Re: Aprendiendo cosas en un pic nic [Entrenamiento]

por **Alba Angelus** Sáb Ago 29, 2015 7:07 pm

Algo ya me olía a mi con las palabras de mi tía que no se iba a quedar en un simple, haz mas grande el escudo, demasiado facil para mi algo mas iba a pasar asi que me mantuve alerta y observando todo a mi alrededor.
En efecto, el gesto de mi tía confirmó mis sospechas, por suerte para mi estaba preparada y mi concentración no había aminorado en lo mas minimo, menos mal que cuando me pongo a escuchar y seria hago caso real a lo que se me está diciendo.

Me moví lo justo para ponerme de frente a los ataques. Uno me venía del centro, otro de la derecha y un tercero y ultimo de la izquiera. El primero lo soporte bien, sin mucha complicación, no obstante el central y de izquierda tuve que mover mis manos hacia ellos porque me veía que no sabía si podría concentrarme en detener ambos, aunque el escudo se supone que cubre todo nuestro alrededor en un rango de 20 metros a nuestro alrededor.

El último impacto hizo que me moviera hacia atrás y sintiera como un desgarro en mi interior como quitándome una energía que me estaba haciendo realmente falta y la luz de mi circulo mágico, por cada ataque se veía como parpadeaba de mayor a menor intensidad. Ese ultimo golpe hizo que el escudo se debilitase hasta eliminarse.
-Es muy agotador.

por **Christa HelleMond** Sáb Ago 29, 2015 7:16 pm

La ministra confiaba en su sobrina pero había que reconocer que una especie de adrenalina quizás o sensación de que iba a tener que actuar, hizo que la misma Christa moviera la mano conteniendo el ultimo escudo de Alba.
-Lo es Alba, si no sabes concentrar la energía según el ataque es muy agotador. Si mantienes continuamente una energía extrema que genere el escudo, las fuerzas te fallaran. No todos los ataques son iguales Alba, unos son mas débiles que otros, eso también tienes que aprenderlos.

Se acercó a la joven y puso su mano en el hombro ajeno sonriéndole. -Lo has hecho muy bien después de todo ya falta poco para que aprendas la habilidad. Cuando terminemos el ultimo ejercicio descasaremos un poco ¿si? -La ministra volvió a apartarse de su sobrina caminando un poco hasta extender sus alas y agitarlas tomando altura dentro de aquella carpa. -Como te iba diciendo alba los ataques físicos de armas necesitan menos concentración energética para ser bloqueados, mientras que los ataques elementales o mágicos si van a necesitar de tu energía directamente. Una vez que creas un escudo, ese mismo bloquea directamente los ataques físicos, alimentándose de la propia energía que usas para crearlos, cuando te atacan de forma mágica eres tu quien bloqueas el ataque usando tu propia energía.
La ministra se paró una vez que tomo una altura que ella consideraba apropiada. -Alba lánzame un escudo, protégeme estando en el aire.

por **Alba Angelus** Sáb Ago 29, 2015 7:23 pm

Lo que me estaba explicando lo entendía perfectamente y me daba cuenta que estaba bastante energía tontamente. Eso era algo que debía perfeccionar por mi misma poco a poco a medida que fuera entrenando esta nueva habilidad.

Me quedé mirando a mi tía Christa a medida que se alejaba y cuando la vi ascender sabía perfectamente que es lo que iba a pasar a continuación. A veces ella y yo no necesitábamos hablar para entendernos pero por si fuera necesario ella misma me dio la indicación de lo que iba a hacer. Con lo que no contaba era con que im tía ya tenia todo este entrenamiento planeado y mientras que yo asentía a sus palabras y su petición Henri, se me había adelantado y estaba creando una flecha de fuego en su mano la cual lanzó directamente a mi tía sin aviso previo.

-¡Tíaaa! -Grité al ver la flecha y alcé mis manos con rapidez hacia arriba creándole a mi tía un escudo de luz que hacía parecer que tenía un aura de luz a su alrededor. El escudo por fortuna hizo su efecto y la flecha de fuego reboto en el golpeando a Henri hasta el punto de tirarlo al suelo. -¡¿Estás loco porque atacas a mi tía de ese modo!? -Dije alto alterada y directamente hice aparecer mis alas impulsándome con ellas para acudir junto a mi tía Christa esperando que estuviera bien.

por **Christa HelleMond** Sáb Ago 29, 2015 7:31 pm

Christa había conseguido lo que ella quería, poner a Alba en una situación que no estuviera realmente preparada y su reaccion fue la deseada por la rubia.
-Alba cálmate, Henri solo hizo su trabajo estoy bien...gracias a ti mi pequeña. -Se acercó a su sobrina y la abrazó en el aire, la pobre estaba algo temblona y parecía enfadada, no se había esperado eso realmente. -Mi pequeña Alba, tu entrenamiento ha finalizado ya aprendiste a crear escudos de protección, ahora te toca a ti el arte de perfeccionarlos y seguir aprendiendo de ellos y de ti misma.

La ministra descendió abrazando a su sobrina con cariño y cuando estuvo en el suelo le acarició el rostro sonriendo. -Estoy orgullosa de ti, como siempre no me has defraudado en lo mas mínimo. -Christa sonrío y se apartó un momento de Alba para acercarse a Henri el cual estaba ya de pie pero sujetándose el brazo.
-¿Henri estás bien? -Dijo algo preocupada Christa mirando el brazo de su asistente. -Por suerte tenemos a alba con nosotros ella te lo curará tan rápido que ni te darás cuenta. -Dijo Christa apartándose bajando la vista hacia el suelo. Por as que ella quería tenía algo en su interior que la ahogaba, una incomodidad que el tiempo otorgó a la mujer ángel un secreto que hacía que la ángel no pudiera curar desde entonces a nada ni nadie.

por **Alba Angelus** Sáb Ago 29, 2015 9:21 pm

Estaba plenamente feliz porque al fina había terminado mi entrenamiento con éxito y siempre el escuchar de alguno de los míos que sentían orgullo por mi era algo que me llenaba de enorme satisfacción.
Caminé despacio acercándome a Henri, ya que mi tía había ido junto a el para revisarle la herida.
-Henri, lo siento mucho por lo que dije. -Dije realmente apenada agachando la cabeza disculpándome con el joven asistente de Christa. - Srta Angelus no se preocupe, es bueno ver lo que quiere a la ministra.
Observé un momento algo curiosa la reacción de mi tía, además de que podía sentir el agobio que ella albergaba en su pecho, pero no sabía exactamente porque era aquella sensación.

-Oye tía Christa y ¿Porqué no curas tu a Henri? -Le pregunté a Christa sabiendo que ella no curaba nunca a nadie, pero quería saber que me diría. - Estoy bien de verdad eso no es necesario. - Respondió de manera muy rápida Henri para escusar a su Señora y mas aun librarla de aquella incomoda situación. Todo aquello me estaba oliendo raro y no pensaba irme de allí sin por fin enterarme aquella cosa que escuché de mi padre un día a cerca de que tía Christa era de las mejores sanadoras de Tempus. ¿Cómo es que ahora no cura nada?
De todos modos me adelanté al movimiento de Henri y puse mis manos en su brazo para curarlo, cosa que no era difícil apenas tenía una quemazón que le había lastimado superficialmente la piel.

por **Christa HelleMond** Sáb Ago 29, 2015 9:46 pm

La ministra se quedó en silencio durante un momento ya que estaba perdida en recuerdos de antaño que la atormentaban una y otra vez.
Alzó la vista un segundo hacia su asistente y le sonrió agradeciéndole enormemente que quisiera protegerla ante aquello, el sabía de sobra que ese tema agobiaba a la ministra y peor aun cada vez que se tocaba ella sufría enormemente.
-Verás Alba hace mucho que perdí la habilidad de sanación, por ende no puedo curar yo a Henri. -indicó la ministra algo apenada pero muy sincera en sus palabras. -En cambio tu has mejorado muchísimo tu habilidad desde la ultima vez que te vi usarla.

La ministra alzó de nuevo el rostro hacia su asistente mientras tomaba asiento sobre la hierba junto a su sobrina. -Henri, por favor, déjanos solas hasta nueva orden. -En ese momento la ministra realmente dudo si contarle a su sobrina lo que estaba apunto de contarle, pero realmente en contarle a su sobrina el motivo, pero sabía que Alba no se quedaría sin mas con una sencilla explicación, era demasiado lista como para no creerse mentiras piadosas sin una lógica correcta y peor aun, indagaría sobre ello provocando la curiosidad de más personas sobre el tema.
-Hace tiempo como tu dices yo tenía la habilidad de sanar al igual que tu. Ocurrió un día un incidente con dos personas que querían mucho a esa persona especial de la cual te hable un día. Esas personas murieron y yo no pude curarlas y desde entonces, mi pequeña Alba, no pude volver a curar a nadie.

por **Alba Angelus** Sáb Ago 29, 2015 10:00 pm

Desde muy pequeña era algo empática y sentía perfectamente lo que sentía la gente a mi alrededor, sobre todo la gente que mas me importaba en este mundo. Sentir la pena, la tristeza de mi tía Christa en sus gestos sus palabras, aquello me tenía el corazón sobrecogido, jamás la había visto así. Christa Hellemond era una mujer que rebosaba alegría y belleza por donde iba y la mujer que tenía delante mia rebosaba una belleza triste y apagada en esos momentos.

-Tía no te preocupes. -Dije poniendo mis manos en las de ella una vez que había tomado asiento sobre la hierba a su lado. -Yo te ayudaré para que tu habilidad regrese, pero necesito de tu parte si tu no quiere hacerlo es imposible mi ayuda. -Miré a mi tía ladeando el rostro buscando sus lindos ojos azules y le sonreí de forma tierna para sacarle una sonrisa. -No todo vas a enseñármelo tu, déjame que yo te enseñe algo a ti. Algo en lo que realmente soy buena.

Había escuchado aquella breve historia o motivo como se quiera llamar, de el por qué Christa ya no podía curar, pero necesitaba saber mas, tenía que abrir su corazón. -Tía la gente muere constantemente, lo primero que nos enseñan en medicina, es quien esta en su destino morir, morirá inevitablemente. No es nuestra culpa que ellos partan al otro lado, no...si hacemos todo lo que podemos por ayudarlos. No puedes culparte de aquello, ese es el motivo por el que tus poderes ya no curan, has perdido la confianza total en ti misma.

por **Christa HelleMond** Sáb Ago 29, 2015 10:13 pm

Era mas que notorio que el aura de la ministra se había apagado por unos instantes, aquella radiante mujer, ahora se notaba débil y temblorosa y todo por unos recuerdos que habían pasado hace ya muchísimo años atrás.
-Gracias Alba. -Indicó la rubia sonriendo débilmente mirando a su sobrina que intentaba hacerla reír con todos sus esfuerzos. La calidez de las manos de la joven ángel la lleno de una manera extraordinaria, calmando un poco aquel corazón herido.
-Mi caso es distinto Alba, por favor, quiero que lo que te cuente quedé entre nosotras dos, pero necesito hablarlo en profundidad con alguien y ese alguien eres tu. Es posible que despues de esto, cambies tu concepto hacia mi, es a lo que me arriesgo a lo que me expongo, pero seria cruel ocultarle algo tan importante a mi sobrina ¿no? -Dijo Christa sonriéndole un poco.

-Empezaré desde el principio pero omitiré cosas innecesarias no quiero que mueras tampoco de aburrimiento con toda la historia interminable. yo estaba enamorada de alguien hace ya muchos años, ese alguien se caso con otra mujer y tuvieron una hija. Yo hacía tiempo que no los veía ya que me alejé para no sufrir. Un día yo perseguía a una sombra maligna que había estado asesinando por la zona en la que nos encontrábamos y yendo en su búsqueda llegue a la casa de el. Cuando llegue la sombra había teñido todo el hogar y en el suelo yacían tanto esposa como hija de mi ser querido. -La ministra paró un segundo y aferró sus manos a las de Alba. -Yo...corrí primero a salvar a la mujer que parecía aun con vida, pero algo extraño me ocurrió estando allí dentro que mis mas oscuros sentimientos afloraron y no pude curarla Alba, yo...no deseaba sanarla. Mi magia se vio bloqueada por mis malos pensamientos y para cuando reaccioné era demasiado tarde. -Los ojos de la ministra se vidriaban mientras su voz a veces temblorosa relataba aquel doloroso suceso. -Cuando me moví a la pequeña y fui a imponer mis manos sobre su cuerpo, no pude ni si quiera emitir luz alguna, de todos modos era tarde porque yacía sin vida. Giré el rostro hacia la mujer y ya hacía compañía a su hija... Me oculté al oír pasos y vi a ese ser querido sufrir el dolor mas grande que alguien puede emitir, ese día juro quise haber muerto yo en vez de ellas... Desde entonces Alba, no he podido curar a nadie, ni siquiera a mi misma.

por **Alba Angelus** Sáb Ago 29, 2015 10:23 pm

Aquel triste relato se apoderó tanto de la narradora como de mí, los ojos de mi tía estaban llorosos pero los míos no andaban mejor, sentía el dolor de su corazón y ahora entendía muchísimas cosas, pero sobre todo, sabía como ayudar a tia Christa.
Como un acto de necesidad abracé a mi tía, lo necesitábamos las dos y estoy segura de que ella esperaba algo así hace mucho tiempo, al menos noté un poco de alivio de contar esa cruz y compartirla con otra persona y estaba feliz de que lo hiciera conmigo. -Te quiero tía Christa no me gusta verte así por nada, ni por nadie. tu eres una buena mujer, no debes de atormentarte por algo que cualquier persona habría sentido. Tus pensamientos afectaron a tu habilidad por culpa de la sombra tía Christa, tu misma dijiste que cuando entraste todo estaba impregnado de ella. Eres un ángel pero no eres inmune a todo, tu jamás desearías el mal a nadie menos a alguien a quien amas tanto...porque si, aun amas a esa persona.

Era la primera vez que escuchaba y veía llorar a mi tía, por supuesto esperaba que también fuera la ultima. Aquella imponente ministra de Tempus lloraba abrazada en mis brazos como si fuera una niña asustada bajo la atenta mirada de Henri que sufría sin parar al verla de ese modo, estoy segura que Henri lo había oído todo, porque el gesto de impotencia del mismo era por sobremanera algo que no se alejaba de mi percepción. -Veamos tía Christa ya que estas mejor, seguimos tu entrenamiento. -Dije así en un tono gracioso como imitándola a ella, alejándome del abrazo para tomar mi papel de entrenadora de sanación.
-Quiero que practiques la canalización de luz en tus manos, no es difícil para ti ya lo has hecho antes y no vengas a decirme que no puedes generar luz divina porque no me lo creo.

por **Christa HelleMond** Dom Sep 20, 2015 12:05 am

Aquella jovencita de cabellos patinados, poseía una brutal energía divina, positiva que llenaba a otros y ahuyentaba o negativo de la gente sin apenas ella misma darse cuenta. La ministra de Tempus, esa mujer imponente, aparentemente alejada de cualquier oscuridad que pudiera albergar SpiritSoul, llevaba años presa de una maldición desde aquella noche, una maldición que su joven sobrina acababa de romper sin que se diera cuenta.

Christa Hellemond sintió aquel abrazo cálido, lleno de amor de Alba como una especie de desgarro interno que provocó que dentro del pecho de la rubia un calor abrazador, pareciera que estaba quemando su corazón maldito. Cuando Alba se separó de la ministra alejándose de aquel abrazo, todo lo que dijo en ese momento estaba lejano de la percepción de la ángel mayor ya que esta, estaba encogida con las manos en el pecho y la cabeza baja con sus cabellos largos y dorados ocultando su rostro.
-¡Ministra! -Gritó Henri acercándose a la fémina agachándose donde ella estaba y en el justo momento en que los brazos del hombre tocaron los de su señora, una especie de circulo negro salió del pecho de la ministra, esfumándose en el aire bajo los atentos ojos de los allí presentes.

El hechizo de la sombra se había roto y el corazón de la ángel volvió a ser lo que era. En ese instante en que su puro corazón se limpió de aquella oscuridad, sus recuerdos de aquel día volvieron a pasar ante sus ojos. Ese día realmente ella iba tras la sombra y en efecto la misma la condujo hacia la casa de Jósef y su familia. Pero la casa estaba absolutamente vacía. Al instante en que la joven ángel de ese tiempo piso la instancia sombría, una especie de bruma negra la envolvió por completo, axfisiándola hasta que su cuerpo se desplomó en el suelo de aquel inerte hogar. Nunca hubo mal deseo por su parte en no curar a esa mujer, nunca vio ningún cuerpo moribundo pidiendo su ayuda y jamás cometió ningún mal acto que no fuera el no cuidarse a si misma de aquel maldito ser.

Christa alzó su rostro y en aquel momento un suspiro solo lleno aquel silencio del momento, relajando su rostro en una sonrisa que solo bañó un segundo unas lagrimas que cruzaron sus mejillas.
-Gracias...Alba.

por **Alba Angelus** Dom Sep 20, 2015 12:15 am

Estaba tan metida en mi papel de imitación de mi tía que no me di cuenta de lo que estaba sucediendo hasta que no escuché el grito alarmante de Henri. Volteé directamente hacia mi tía de forma brusca porque me asusté y Henri en cuestión de segundos la tenía agarrada. Me quedé directamente estupefacta con aquello, en ese momento la inmovilidad de no saber que estaba pasando, mi inmadurez ante cosas así me hizo quedarme petrificada ante lo que veían mis ojos. ¿Qué era esa cosa negra que salía de mi tía?

Mis ojos la observaron con ternura y con lagrimas que no tenían pensamiento de salir del perfil de mis ojos, porque me había asustado mucho, muchísimo pero ahora que la veía con fijación estaba bien, su rostro estaba aliviado y sus palabras confirmaban justo eso.
-¿Gracias?...¿Por qué?

No sabía muy bien lo que había pasado pero si sabía que mi tía a partir de ahora estaría mejor. Cuando todos nos serenamos me di cuenta de lo que había pasado, yo tenia razón, mi tía no había hecho aquello por propia voluntad, esa cosa la estaba dominando y por suerte ya se fue.
-Ahh...no se vale tía Christa no te vas a librar del entrenamiento. -Dije caminando como toda una maestra estricta y recta, provocando una risa en Henri bastante tierna he de decir.
-Tienes que hacer lo que justo dije, vamos tu puedes hacerlo. Intenta concentrar la energía en tus manos para poder curar a Henri.
Esas ultimas palabras provocó que aquel joven arqueara una ceja mirándome, seguramente pensando que era lo que debía curarle si estaba bien, pero yo ya tenía pensado que hacer...espero que me perdone. Me acerqué al joven y tomando la daga de antes que el portaba, le corte el brazo sin bacilar ni un poco.
El joven ni rechistó, seguramente a el le agradaba servir de ayuda a mi tía en todos los sentidos y sintiéndolo mucho por el, se acaba de convertir en mi ratoncito de laboratorio.

por **Christa HelleMond** Dom Sep 20, 2015 12:25 am

Aquella palabras de Alba hicieron no solo reír a Henri sino a Christa también. La ministra miraba con ternura a la joven de cabellos plata mientras agradecía con un dulce gesto a Henri su ayuda, indicándole con un asentimiento que se encontraba bien.

-Ya veo Alba jajaja entiendo... -Dijo la ministra colocándose cómodamente donde estaba y tomando aire de forma profunda cerrando sus ojos para concentrarse tal como lo decía su sobrina, no quería que la ira de albita cayera sobre ella. Podía sentir como la calidez de su interior de forma tímida se hacía por todo su cuerpo, hacía muchos años que Christa dejó de sentir esa calidez, pero aun no tenía confianza en ella misma como para emitir esa luz interior que ayudaba a sanar a otros.

Sus manos aun temblaban con algo de miedo, mientras movía las mismas poniendo las palmas hacia arriba. -Ains Alba no se si podré ahora. -Comentó Christa abriendo los ojos, los mismos que abrió aun mas cuando escuchó a alba diciéndole que tenía que curar a Henri, aquellos hermosos ojos azules que se abrieron alucinando cuando vio como su sobrina le cortaba con aquella daga a Henri el brazo. -¡Alba!

-Todo esta bien ministra. Solo debe curarme, nada mas. -Dijo Henri sujetándose el brazo que sangraba adornando con su rojo carmesí aquella camisa impecable blanca. La ministra los observó a ambos algo inquieta y un poco nerviosa, el solo hecho de intentar volver a curar le provocaba ese nerviosismo.

por **Alba Angelus** Dom Sep 20, 2015 12:38 am

-¡Perdón Henri! -Dije soltando la daba directamente igual que si hubiera cogido un bicho que me diera mucho asco. Eso me pasa por la poca experiencia usando armas etcétera y todas las cosas que mi padre me había metido de que esas cosas eran malas. -Es por el bien de mi tía, además fue un cortecito de nada. -Eso pensaba yo pero le había dado bien duro en el brazo y estaba sangrándole como fuente. Mi instinto casi lo cura directamente, pero cuando me di cuenta, estaban ellos dos mirándose en aquella conversación y me di cuenta de dos cosas, una que si no supiera que no pasaba nada entre esos dos pareciera que sujetaba vela y la otra, que mi tía estaba realmente usando su luz interior y se hacía sentir una calidez en ella que no había sentido nunca.

-Vamos tía cúralo ¿si? Tu puedes hacerlo, tal como me ayudabas a practicar a mi, pon sus manos en el y piensa en curarlo. -En ese momento recordé muchas veces que ella y mi padre me habían estado ayudando desde mi incidente, a canalizar mi luz para ayudar a otros. Había estudiado medicina en diferentes ramas, pero sin duda alguna este tipo de sanación era tan mía como aquellos estudios que me decían que debía hacer en diferentes casos. Solo había uno en especial que hasta ahora, había sucumbido a mis curas y estudios...la sanación de mi madre. Esa era una barrera, una meta que debía cumplir costase lo que costase.

por **Christa HelleMond** Dom Sep 20, 2015 12:51 am

La ministra miró a alba y asintió tomando algo de confianza en si misma, frotó sus manos y las acercó al brazo de Henri. El joven esperaba paciente, aguantando el dolor o la molestia que aquella herida podía estar ocasionando en su cuerpo. Era digno de admiración como se entregaba a todo lo que necesitara la ministra, realmente mejor asistente que el no podía encontrar la rubia.

Christa cerró sus ojos intentando concentrarse, intentando no pensar en aquellos miedos internos, luchando con sigo misma para devolver aquella confianza en si misa que tenía hace años. Antes de aquel incidente con la sombra, la ministra había sido una de las mejores sanadoras de todo el reino de Tempus, nadie ni nada se podía igualar a su poder de sanación, nadie hasta que Alba apareció en el mundo que parecía digna sucesora de ella misma.

Las manos de la ministra comenzaron a emitir un calor agradable, de forma tímida una luz comenzaba a emanar de la pal de sus manos, una luz hermosa y de color celeste que de forma tímida iluminaba el brazo del joven Henri. Estaba a punto de conseguir lo que hacía mucho había perdido, la ministra iba a volver a curar y todo gracias a el entrenamiento y la ayuda de alba con aquella maldición. Pero justo cuando sus ojos se abrieron un poco para observar, aquella luz se apagó nuevamente quedando la ministra algo apenada. -Te dije Alba...que no iba a poder, al menos hoy no puedo. Mis manos aun sienten miedo.

por **Alba Angelus** Dom Sep 20, 2015 12:59 am

Tenia total confianza y seguridad en ella, sabía que podía hacerlo y por otro lado me daba una enorme ilusión ver a mi tía realizando una sanación. Había oído de mi padre tantas cosas sobre ella, mi tía tenia muy buena reputación en todo SpiritSoul como sanadora y al mismo tiempo había muchas habladurías que escuché en Tempus a cerca del motivo de porque ya no curaba, pero las habladurías solo son eso, chismes tontos que no se acercan a la realidad.

-¡Bien ya casi! -Dije con entusiamo animandola con mis manos entrelazadas como si estuviera rezando y quizas si. Aquella luz que ella desprendía era hermosa, la mia era normalmente una luz blanca que a veces por la gravedad de la herida se tornaba un poco amarilla pero la de ella era de un celeste hermoso y brillante.
Lastima que durara poco aquella luz. -No puedo creerme que Christa Hellemond, ministra de Tempus tenga miedo de curar un cortecito de nada. -Vale no era un corte de nada dije con mis ojos a mi tía por la mirada que me echó en ese mismo momento, pero ella me entendía perfectamente lo que intentaba decir y hacer. -Otra vez. Y esta vez en serio tía sin vacilaciones, concéntrate que Henri esta ya perdiendo mucha sangre. Cerré mi puño y la miré dándole ánimos. -Confiamos en ti, puedes hacerlo.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
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No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
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Ichinose Takumi
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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater