Receso para deidades [Priv. Kuro Usagi]

por **Dante Donovan** Lun Ago 15, 2016 9:48 pm

Pues e aqui un humilde narrador, dispuesto a contarles lo que es un simple dia libre para una deidad, o por lo menos para una ya olvidada, un dios oscuro, ah, tan interesantes criaturas, amados en su tiempo y dejados como un trapo sucio al pasar los años, llenos de fe y esperanza hasta que sus seguidores los abandonan a su suerte, claro, no siempre es asi, pues puede ser que sus seguidores mueran sin siquiera quererlo, ¿hay personas que quieren morir? bueno, no me pondré a contarles ahora sobre los amigos "suicidas", simplemente veamos de que va esto, un dia tranquilo, temprano en la mañana, con las calles cubiertas por una blanca nieve, casi inalcanzable por los tenues rayos de sol, que ni con todas sus fuerzas es capaz de derretir el paisaje, el hielo indomable, surgiendo de donde se le de la gana, naciendo de un pequeño charco hasta caer del cielo como pedazos de estrellas con diseños hechos con delicadeza.

¿Y a quien tenemos aqui? un dios oscuro, de nombre Dante Donovan, sin familia en verdad, nombres inventados por el mismo el primer dia que toco el mundo normal, antes de ser solo polvo de un viejo altar, bueno, aunque no del todo olvidados, Donovan era el apellido de la joven que lo visitaba todo los días, y la antigua dueña de la capucha roja cual cuidaba con tanta dedicación, su pequeño tesoro en un mundo que ignoro su existencia, pero el cual no odiaba, pues el único sentimiento que permaneció duro como una roca en su alma fue el de la libertad, y de la misma forma vivia sus dias, viajando de esquina a esquina, tomando al barco que se le presentara o volando en el dirigible mas cercano, solo se dedicaba a mirar de pie como el mundo se movia a su alrededor, como las flores crecían, como el viento las mecía, como la abeja las polinizaba y luego la nieve las bañaba como una delgada manta, y asi lo hizo, noto a sus pies lo que era un pequeño bulto en las orillas de la calle, moviendo la facilmente con su guante de metal hasta descubrir entre estés una pequeña, inocente y fuerte flor la cual resistía con valentía las heladas de su hogar —Eres una valiente... espérame aqui...— el olvidado hombre de cabellera negra reunió a sus alrededores lo que eran las rocas mas pesadas y resistentes, del tamaño claro de su palma o puño, haciendo alrededor de la flor un muro, evitando asi que las nieve la envolviera con las heladas, solo le quedaba un obstáculo, el cual era evitar que la nieve del cielo tomara su parte de la tierra, asi que sin mucho que hacer, extendió su capa con una de sus manos y se quedo de pie a un lado del improvisado masetero, sin intenciones de moverse —Se lo que se siente que tu hogar sea descuidado y atacado por la naturaleza... no te preocupes, ella tambien me cubrió con esta capucha cuando lo necesite... — cerro sus ojos levemente, con nostalgia, atacado por recuerdos cálidos y lejanos de su vida.

Los minutos pasaron para nuestro amigo Dante, y estos se convirtieron en horas, sin muestra de desistir de vez en cuando movia su mano para hacer que a un lado cayera la nieve que se dejo caer desde el cielo, casi como un poste, a ojos cerrados, causando mas de una vez las miradas con curiosidad que lo veían pasar, pensando que era tonto esforzarse tanto por el bienestar de una planta, cuando abrio sus ojos noto algo que chocaba con el paisaje frio y desolado, una figura de grandes orejas, sacada tal vez de las fantasías de un niño, pero sin poder verla totalmente mas que el contorno de su figura a lo lejos.

por **Kuro Usagi** Mar Ago 16, 2016 5:07 am

Estaba paseándome al fin por el Valle Chocobo de Tempus, mientras sujetaba entre mis brazos una bolsa marrón de la cual contenía bollos calentitos rellenos de chocolate. Olvidándome traerme un abrigo o algo, a pesar de que hacia demasiado frío pero realmente no me esperaba que el frío me calara a pesar de ser una diosa. Sinceramente no me esperaba pisar este reino después de la ultima misión que tuvimos en tal lugar hace ya unos cuantos días. Siendo una pelea algo complicada pero que al final todo salio a pedir de boca. ¿Cómo no íbamos a vencer? Después de todo. Estábamos todos juntos, a pesar de que no conocía a la mayoría pero aun así eramos compañeros. De todas formas, yo siempre era optimista en prácticamente la mayoría de las cosas. Siempre pensaba de buena manera de las cosas, seria raro que no lo hiciera. Omitiendo eso y volviendo al tema del lugar en el que me encontraba. Este tenía una larga historia que contar y que muchos conocían, pero quizás otros no sabían sobre su historia. Yo entraba algo en esos otros, aunque sabía más o menos sobre los hechos. Que a pesar de haber vivido muchos años, en ese tiempo apenas recordaba que había sido de mi vida, como si esta se hubiera bloqueado en alguna parte de mi memoria. Así que preferí no pensar más, era mejor cuando no lo hacía y me dejaba llevar por los momentos.

Pensaba recorrerme la ciudad de cabo a rabo y por eso me compre hasta los bollos de una tienda del lugar por si me entraba hambre. También era por si quizás así entraba algo en calor a falta de abrigo. Que recordando la misión, en ese entonces no tuve tiempo de apreciar la nieve. Pues si no hubiera estado en misión, seguramente ya me hubiera puesto a jugar con la nieve como si de una niña se tratara en ese entonces. Obviamente amaba Spatium por el simple hecho que era el primer lugar en el que estuve, pero Tempus era demasiado hermosa con su nieve. Podía recorrer la mayoría de sitios que residían en Tempus, que nunca me cansaría del frío que procede de tal reino o de ver la nieve caer.

Miraba a mi alrededor mientras caminaba. Ver el ir y venir de la gente era agradable. Estos iban abrigados lógicamente por el frío, aunque podría decirse que seguramente estaban acostumbrados del clima del lugar. También se podía ver a niños divertidos jugar al pilla pilla o gente parándose en un lugar para charlar un rato. Parecía que a pesar de haber sido un lugar donde sufrieron mucho, seguían teniendo mucho animo. Aunque también recalcaba el hecho de no olvidar el hecho donde el Lord sama mando para ayudar a restaurar tal lugar. Siendo que los tres reinos debían de ayudar a que el Valle Chocobo se recuperara. Un gesto demasiado hermoso realmente y que debería de ser bien recalcado. Pues gracias a eso, la gente de este lugar no tendría que seguir pasando penurias o estar en la calle con el frío que hacia. Ni si quiera yo, siendo una diosa, podría soportar tanto frío. Aunque al ser de tal raza, no podía enfermar o al menos sentir que significaba el hecho de enfermarse. Cosa que aunque sonara loco, me desagradaba algo. Pues quería experimentar tal cosa, porque muchas veces hasta me olvidaba que era una diosa, la diosa de la luna precisamente.

Seguía caminando mientras mi cabello azulado se ondeaba con la pequeña brisa que hacia, ademas de que se llenaba algo de nieve mi cabeza. Pensando hacia que lugar exacto del Valle dirigirme para sentarme y observar la nieve como caía. Mis ojos rojizos entonces observaban a cada lado, hasta que estos se posaron en algo inusual o al menos para mi lo fue desde la lejanía en que lo vi. Siendo raro, cuando la mayoría de colores que vez en este tipo de sitios es mas bien el blanco o tonos que se mezclan con el mismo. Hasta hizo que detuviera mi paso. Había alguien de pie en la nieve con una capa rojiza la cual había sido lo primero que tomo mi atención, la cual estaba algo destrozada. Mis orejas se movieron ligeramente con curiosidad, hasta ladee mi cabeza lentamente para después parpadear un par de veces. ¿Me estaba mirando? Se podía ver de forma notable el rostro de tonta que se me quedo mientras dudaba y debatía mentalmente si me miraba a mi o no. Aunque durante mi duda, me dedique a observar su ropa con curiosidad, que cuando llegué a la suela de sus zapatos, pude ver lo que se encontraba ahí y era una delicada flor que trataba de resistir con fuerza entre la nieve. Aunque lo extraño fue ver ese murito de piedras. Fue entonces cuando mis ojos se abrieron algo de par en par y volvieron hacia arriba buscando los ojos del contrario. —¿Tu le hiciste ese murito?— Pregunte y sin esperar alguna respuesta, fui corriendo hasta quedar en frente de él. Poniéndome de cuclillas mientras aun seguía sujetando la bolsa entre mis brazos y observando así a la flor con un rostro algo infantil. —¡Vamos flori! ¡No dejes que el frío te venza!— Anime a la flor, además de darle un apodo demasiado simple. Siendo así que quizás obtendría miradas burlescas de algunos por estar hablando a una flor. —¡Sino ya no me ajuntare contigo!— Le decía a modo de reproche a la flor que acababa de conocer. Aunque la trataba como si la hubiera conocido hace mucho y se tratara de una persona más. —¡Además! Tienes que enseñarles que eres fuerte y puedes resistir algo así.— Decía. Asintiendo un par de veces y que de ese modo las orejas se moviera al son de la cabeza. Era como si yo misma me diera la razón a algo.

por **Dante Donovan** Dom Ago 28, 2016 12:23 am

El pelinegro de capucha roja debía admitir que no se esperaba que la figura lejana de largas orejas se terminara por acercar a el, pero no le desagradaba, había visto sin duda a lo largo de su vida tanto en el altar como fuera de este a muchas personas con distintas características, claro, con la gran cantidad de razas existentes en este mundo, como no ver a tipos con cuernos o calvos... bueno, no se si los calvos sean algo que destacar, pero ¡por que no destacar los! discriminar esta mal así que se vienen al saco juntos con las razas, bueno, terminando de ir por las ramas Dante se quedo un buen tiempo mirando de pies a cabeza a quien había llegado, claro esta, casi el mismo tiempo que ella lo miro, tal vez devolviendo su moneda y por lo mismo sin sentir pena por quedarse mirando, hasta que la escucho hablar, casi se podía reír, pero por su personalidad eso lo dudo... así que yo, el narrador, me reiré en su lugar, ja, ja, ja, alcanzando el grado de demencia mental esta hablo con la planta, sin saber que en el interior la pequeña flor solo queria ver el mundo arder... bueno, no, yo no lo se, solo puedo hablarle de los pensamientos mentales de Dante y de lo que veo, así que los sentimientos de una flor son un misterio para mi, volviendo a la deidad olvidada, este sacudió su capa, dejando que algo de nieve cayera al suelo, pero aun así, evitando completamente que la flor fuera tocada por esta —Le hace falta un masetero... para sacarla de esta tumba helada... tarde o temprano las rocas serán cubiertas tambien...— No dijo mucho, claro esta, era su forma de ser, pero tampoco la miro extraño por hablarle a la flor, despues de todo el había hecho lo mismo hace unos minutos, aunque seguía como un poste, haciendo de techo para la pequeña planta.

—Mi nombre es Dante... yo mismo lo elegí... ¿como suena?— Tal vez sin mucho sentido sus palabras pero sin un poco de mentira, pues fue el nombre que el mismo eligió despues de volver a la vida, o por lo menos como es ahora, una entidad de carne y hueso, es dificil de llamar, pues siendo olvidado y luego volviendo por las emociones negativas... ¿es nacer? ¿renacer? ¿reencarnar? siempre me a costado encontrar palabra para el origen de Dante, tal vez lo deje en creación, pero bueno, sin muchas vueltas, este pelinegro dio unos pasos, sin dejar de cubrir a la flor para mirar a los lados y luego al cielo, el cual no parecía dispuesto a parar de nevar —Si me muevo de aqui esta pequeña se congelara... ¿me ayudas?— dijo sin mas, suspirando.

Sin duda algo que no conocia este sujeto era el no hablar con extraños, o mas bien el desconfiar de estos, pues conservando las costumbres del pueblo en el que estaba su altar, mostraba un grado de empatia bastante decente con todos, sin importar su bando, tal vez por esto se habia unido a los Rubinus, para mirar a todos de la misma forma sin etiquetar, podia charlar sin compromisos con un marino fumador o un revo azulado, y sin mas reir o bromear, claro, a su estilo peculiar y silencioso.

Este empujo algo mas de la nieve en el suelo hacia un lado, haciendo mas espacio para la flor, buscando hasta finalmente toparse con la tierra bajo esta, haciendo un pequeño margen a su alrededor, buscando sacarla con la tierra, pero antes de cualquier movimiento, miro de nuevo a la recién, siguiendo hasta arriba con sus enormes orejas, y luego a la bolsa entre sus manos y a los alrededores —Hay pocas opciones para la maceta... y las tiendas no aparecen de la nada por un ente extraño que narre todo lo que pasa...— y asi era para la suerte de nuestro amigo Dante, facilmente yo como narrador podia hacer que una tienda de macetas se encontrara cruzando la calle, pero viendo lo listo que salio el pelinegro elijo no hacerlo, solo para ver en que lugar guardaran a tan pequeña flor.

por **Kuro Usagi** Lun Ago 29, 2016 3:14 am

Me resultaba algo silencioso el lugar, a pesar de que iban y venían algunas personas pero era precisamente por el silencio del moreno. Aunque si era sincera, tampoco es que me incomodará. Obviamente él chico no estaba obligado a contestar mi pregunta y mucho menos a decir algo, de todas formas no lo iba a forzar. Volviendo mi mirada a la flor, me pude fijar en esta con más detenimiento. Era una flor demasiado bonita, aunque al estar observando esta, me di cuenta en ese instante que apenas había visto flores o reparado en estas, que cosas. ¿No? Obviamente era por el hecho de que estaba no solo ocupada con x misión importante, sino que apenas me había atrevido a salir de la Dominus Castle sola. Pero por suerte la primera vez que me atreví, pude conocer a dos chicas que fueron mis salvadoras a pesar de perderme por el pantano de Chaos. Cosa que me hizo recordar que en esos días realmente pase mucha hambre y eso me hizo apreciar aun más la comida, siendo así que si tenía oportunidad de comer y en ese instante tengo ganas de comer, enseguida lo haría.

Estuve divagando entre mis pensamientos y recuerdos de ese día, hasta que escuche hablar por fin al contrario. Claramente eso hizo que dejara de estar divagando y me centrara en lo que decía. Siendo así que eleve mi cabeza, pues estaba de cuclillas aun. A lo que mostré con mi rostro con cierta aflicción del como eso me había afectado, a pesar de ser una flor, cosa que aun así no tenía nada que ver. Después de todo, seguía siendo un ser vivo. —¡N-no! No podemos dejar que se cubra. Tenemos que ayudar a Flori.— Le dije, asintiendo con la cabeza lentamente. Pensando que cosa podríamos usar de maceta, hasta miraba a mi alrededor desde mi sitio. Aunque antes de que planeara levantarme o algo, nuevamente escuche la voz del chico. Este me decía su nombre, el cual él mismo eligió según dijo y hasta me pregunto como sonaba. Por unos instantes me tarde meditando, pero enseguida respondí al mirarle con una sonrisa dibujada en mis labios. —¡No esta nada mal! Yo creo que seguramente me tardaría años en hacerlo.— Dije asintiendo con la cabeza. Al menos yo sentía eso y ni me daba cuenta de los motes que le ponía a cada uno en un instante. —Yo me llamo Kuro Usagi, aunque yo no invente mi nombre pero tampoco recuerdo quien me lo puso.— Dije sin pensar mucho lo que decía. Volviendo a buscar con la mirada cualquier cosa.

Esta vez me levante lentamente del sitio, aunque antes de moverme, otra vez la voz de Dante me mantuvo en el lugar. Haciendo que devolviera mi mirada a este con curiosidad. Pues este me pedía ayuda, a lo que yo obviamente asentí varias veces, diciendo. —¡No tienes ni porque preguntarlo!— Le dije enseguida. —¡Claro que te ayudare! No podemos dejar que Flori muera aquí en el frío.— Le conteste. Siendo que al mencionar esto ultimo, sentía como el frío comenzaba a calarme a mi pero no iba estar dando a relucir esto ahora en ese instante. Teníamos que salvar a Flori. Por eso espere paciente lo que me fuera a decir, aunque antes hizo un circulo alrededor de la flor y yo obviamente solo me quede en ese lado, observando con curiosidad. Sin saber del todo porque hacía eso. Ni si quiera cuando me soltó las siguientes palabras, las cuales me confundieron un poco, pero trate de volver a lo que estábamos. —¿Podríamos usar una bota?— Sugerí al ser lo primero que pensé, aunque al fijarme que sus ojos repararon en mi bolsa, medite unos segundos. —¿Y mi bolsa? No la necesito, pero antes deberíamos de comer los bollos. Seguro que te encantan y no creo que vaya a poder comerlos todos yo sola. Sino, iré en busca de alguna tienda.— Le conteste. Si con eso podía ayudar, no me importaría.

Quizás otros se tomarían a mal ese gesto, el hecho de querer ayudar sea como sea. Pero yo era así aunque no conociera a la otra persona, pues era agradable el hecho de poder ayudar a aquellos que necesitaran una mano ayuda. Además de que estaba aprovechando mi tiempo libre y podía aprovecharlo en cosas así. Siendo que seguramente dentro de poco tendría que volver a algún lugar en la cual me veré obligada a usar la fuerza o quizás en alguna misión importante.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater