[Misión: Primera parte] La escultura de remolino.

por **Akatsuki Ousawa** Dom Ago 31, 2014 11:59 pm

A partir de las dos de la mañana, Akatsuki permaneció en vela, no había ningún evento el día siguiente, pero era incapaz de conciliar el sueño y por más que lo intentó, estaba con los ojos más abiertos que un búho. Para no molestar con sus vueltas incesantes a su esposa, se levantó de la cama y miró por el resto de habitaciones para asegurarse de que dormían. Se fue al salón y cogió su nueva videoconsola que estaba totalmente cargada. Se acostó en el sofá y se puso a jugar sin volumen, a ver si le entraba el sueño de tanto ver al muñequito saltar de un lado a otro, matando murciélagos de tres ojos y séis alas con una espada corta.

Estuvo cerca de una hora y media jugando, hasta que empezó a sentir que le picaban y le escocían los ojos, de modo que apagó el aparato y por no desvelarse de volver al cuarto, se quedó acurrucado en el sofá tranquilamente, con dos cojines en la cabeza. Tampoco pudo dormir en esta ocasión el resto de la noche de un tirón, dos horas después, de madrugada se levantó, para beber e ir al baño y antes de despejarse, decidió meterse en la cama sigilosamente. La noche fue asquerosa y le sentó muy mal escuchar la alarma del despertador, justo un día en el cuál no debía sonar. Akatsuki gruñó y abrió un ojo, viendo todo borroso, estiró un brazo y tiró el despertador porque no atinaba a pararlo, pero demasiado tarde, todo el mundo se habría despertado por estar las puertas abiertas, sin embargo, él estaba dispuesto a fingir que seguía dormido.

-Am...- Suspiró escondiendo la cabeza en la almohada, como estaba despierto, sabía que notaría a Catherine moverse, además de la luz mañanera que le daba en los ojos. No podía quedarse en casa teniendo a dos mujeres con las que salir a pasar el día, a comer y a ver cosas, a hablar y simplemente pasar el rato haciendo algo que no fuera dormir, aprovechando un día festivo.

Off Rol:

por **Catherine Leroux** Mar Sep 02, 2014 10:43 pm

Catherine la verdad es que estaba cansada en particular ese mismo día, se había acostado un poco tarde junto a su amado esposo después de una noche en la que ambos habían estando riéndose y bebiendo un poco los dos juntos mientras estaban solos de fiesta. En la casa hacía algo de calor por lo que la valkiria decidió acostarse a dormir en ropa interior para poder dormir más a gusto, ya que al dormir con su amado haría más calor que si estuviese ella sola, lo cual era un poco incomodo a la hora de conciliar el sueño. La joven se durmió antes que su amado y permaneció así hasta que se despertó por una sensación extraña en su estomago, era como si se le estuviera revolviendo. Se mantuvo un poco en la cama con los ojos cerrados esperando que se le pasara, pero no fue así.

En lugar de que se le pasara, empeoro y la sensación de tener el estomago revuelto, se convirtió en ganas de vomitar, por lo que fue lo más rápido que pudo al baño y una vez allí dejo salir todo el contenido de su estomago. Era un poco raro que tuviera esto ahora, no podía ser que se hubiera puesto mala, ya que no había comido nada en mal estado recientemente, al menos que ella supiera, pero claro... a la joven no se le paso por la cabeza pensar que lo más probable es que fuese que ya estaba embarazada, ya que recientemente había tenido un retraso en su periodo, y manifestaba los primeros síntomas de la gestación de una nueva vida en su interior. Ignorante de su estado, tiro de la cisterna del váter dejando que el desagüe se llevase la vomitona y una vez se hubo desecho de eso volvió a su cuarto para ver que su amado no estaba.

Se le hacía extraño pero supuso que a lo mejor su esposo se había desvelado y estaba en el salón con alguna de sus consolas y lo dejo estar, pensando que volvería pronto. Cerro los ojos y dejo las horas pasar mientras se dejaba llevar por el placentero estado que era el sueño. Se durmió en poco tiempo y siguió así hasta que su amado la despertó al meterse en la cama, ella no sabía cuanto tiempo había pasado desde que falto que estaba hasta que había vuelto, pero prefirió dejar la charla para cuando fuese de día y hacerse la dormida para que ambos pudiesen descansar, por lo que volvió a dormirse una vez más.

Ya una vez por la mañana se despertó por el ruido del despertador y por los bruscos movimientos de su amado al tirar el despertador lejos por haberle despertado. Ella no sería igual de brusca que él, por lo que se incorporo lentamente en la cama y poniendo su boca justo en la oreja de su amado le hablo.-Se que estas despierto, acabas de tirar el despertado, así que levántate, que quiero saber donde pasaste la noche.-Dijo reposando su cuerpo sobre el de su amado, pero poco duro su momento tierno, porque le volvió a dar ganas de vomitar y fue corriendo otra vez al baño para devolver.

por **Karurauatsuurei** Mar Sep 02, 2014 11:42 pm

El olor acre y rancio de la ceniza negra le llegaba a la nariz. Las llamas cubrían la mayor parte de lo que había sido la mansión donde siempre había jugado y correteado, lamían los cimientos de acero negro y se expandía deprisa por el techo, que ya empezaba a desmoronarse. Un hombre vigoroso la envolvió en su propia capa negra, la tela aterciopelada era cómoda, y empezó a sentirse segura entre ella y los brazos de su padre, que la levantaba en volandas y corría por una de las anchas galerías. Los cuadros adosados se desprendían a su alrededor, los candelabros precipitaban al suelo en una nube de polvo y cristal, pero aún así aquel hombre conseguía mantenerla a salvo entre sus fuertes brazos, cálidos y protectores.

— No te preocupes, Karurauatsuurei, tú sobrevivirás —le decía—. Tú perpetuarás nuestro legado en la superficie.

Y justo después, al llegar a una portezuela, una viga de acero se les echaba encima. En aquel momento, sólo pudo cerrar los ojos, sus oídos percibieron un golpe remoto, seco, resonante, que acabó con un pitido continuo y molesto que se apagó dejando un tranquilo silencio. Karura no se encontraba en peligro, sino sobre una cama espaciosa en una habitación oscura. Le llevó unos segundos localizarse, y cuando apartó las sábanas arrugadas de encima, supo que había tenido un sueño. Otro sueño.

Había estado teniendo ensoñaciones desde hace días, todas relacionadas con su pasado. En todas también aparecía su hermana, y su padre, que en ese momento los suponía muertos. Las pesadillas no la agotaban, pero sí que molestaban su descanso. Le recordaban que todo lo que había hecho hasta ahora había sido huir, huir lejos de todo cuando ella había sido.

Se acercó a las ventanas y abrió los póstigos. La habitación se vio iluminada con el cielo gris cenizo. Afuera hacía un día encapotado y fresco. Cuando terminó de airear la habitación se encaminó por los pasillos hacia el baño. Se encontró repentinamente con Catherine, la esposa de su anfitrión, a la carrera. Ni siquiera se percató de que estaba allí plantada y entró dando un portazo en el baño. Dentro se escucharon los estertores horribles de alguien vaciando el estómago por la boca.

— ¿Se encuentra bien, Señorita Leroux? —le preguntó desde el otro lado de la puerta—. ¿Desea que le prepare algo ligero para desayunar?

por **Akatsuki Ousawa** Miér Sep 03, 2014 2:05 pm

Le sonó muy agresivo el comentario de Catherine, porque era como si él hubiera salido de casa por la noche, parecía que le estaba acusando de haber hecho algo. Iba a abrazarla pero se le escapó del rango y se fue corriendo, cosa que le sorprendió hasta el punto que hizo que se pusiera de pie al instante. Se mareó debido al cambio de posición repentino, pero tras unos segundos se recuperó y cogió ropa limpia, para salir luego del cuarto. Se encontró a Karura ahí plantada y fue hacia ella, para darle un abrazo sorpresivo por la espalda. Le besó la mejilla y llamó a la puerta, le había preocupado la actitud de Catherine, pero si tenía algún problema en el baño, era capaz de arrancar la puerta para ayudarla.

-Buenos días, Karura ¿Qué tal has dormido?- Preguntó mirándola, escuchando las arcadas de la valkyria. Él pensaba que era culpa del alcohol que tomaron la noche anterior, que al parecer le sentaba especialmente mal, a él nunca le había pasado pero quizá a ella le pusiera enferma. -¿Te encuentras bien, Catherine?- Abrió la puerta y cogió papel para ayudarla, como el "buen" marido que era. La pobre estaba roja y él no sabía bien que hacer salvo estar a su lado hasta que ya no tuviera nada más que echar. -Ve a desayunar con Karura, yo me ducharé y vemos a ver qué te pasa.- Se aseguró de que se tenía en pie ella sola, que no estaba tan débil como para caerse y esperó a que la elfa oscura se la llevara.

-No tardaré mucho.- Aseguró antes de cerrar la puerta y terminar de quitarse la ropa interior con la que dormía. Dejó la ropa limpia a un lado y se metió en el baño, para poner el agua caliente y extrañamente, verse afectado y a la vez inmune al calor. Estaba acostumbrado a las altas temperaturas y en vez de no enterarse de las mismas hasta que fueran demasiado, las notaba casi al instante, por esto, le resultaba agradable a pesar de que a muchas otras personas les haría gritar quemándose. Mientras se limpiaba, le entró sueño, ganas de volver a la habitación a descansar, pero antes estaba la preocupación de lo que le pasaba a Catherine, que por más que lo pensaba no le veía ningún sentido. Se entretuvo un poco y tardó cerca de media hora, para luego aparecer por la cocina con unos pantalones negros y una camiseta del mismo color de manga corta.

-¿Mejor? Bueno, en cualquier caso estoy pensando en salir para que alguien menos ingenuo que yo te vea.- Se sentó en la mesa, enfrente de ambas chicas y se les quedó mirando tranquilamente, esperando la respuesta de ambas. Akatsuki pensaba en aprovechar eso para pasar el día fuera de casa, aunque Catherine estuviera enferma, seguro que si se tomaba algo se le pasaría y podía hacer vida normal.

por **Catherine Leroux** Miér Sep 03, 2014 10:32 pm

Le hubiera gustado estar en la cama junto a su amado un rato, le apetecía acurrucarse junto a él y estar un poco acaramelados, pero por desgracia le había entrado esta maldita y desagradable gana de echar todo el contenido de la boca por su estomago. Una vez lo hubo soltado todo, o al menos ella pensaba que acabo, espero un poco sin limpiarse por si acaso le volvían a dar ganas de vomitar. No entendía porque estaba así y por más que quisiese, no podía dejar de darle vueltas, ya que era algo un poco desagradable, pero tenía que ser fuerte y aguantar. De pronto la sobresalto cuando Karura le pregunto desde el otro lado de la puerta si todo estaba bien. Podría estar mejor, pero no era el caso, de todos modos le contesto lo más amablemente posible a sus preguntas, no quería ser borde.

-Estoy bien Karura, gracias por preocuparte, solo necesito reposar y tomarme algo. En cuanto al desayuno... agradezco tu oferta, pero me lo preparare yo misma. Gracias por ofrecerte.-Dicho eso se iba a poner en pie para limpiarse y volver con su amado como si no hubiera pasado nada y no estuviese enferma, pero de pronto entró él preguntándole por su estado y limpiándole la boca. Ante la buena intención del incubo, la valkiria le dio un abrazo y cerró los ojos.-Si mi amor, ahora si estoy bien. Tan solo estaba un pelín provocada, puede que fuese por lo de ayer por la noche, no te preocupes mucho.-Dijo separándose para darle un pequeño besos en los labios para posteriormente dejar el baño y permitir a su amado que se bañase tranquilo.

Al salir del baño fue a su habitación para ponerse algo de ropa, ya que solo estaba en ropa interior por haber dormido así. Se puso una ropa que le pareciese cómoda y se limito a hacer la cama y a dejar la habitación recogida mientras le daba vueltas a que podría ser la causa de sus repentinos vómitos. Empezó a hacer memoria sentada en la cama, pensando en todas las múltiples causas. Primero miro la comida, a lo mejor pudo comer algo en mal estado, pero eso era imposible, ya que había comido en casa estos días y todo era bueno, ya que si no, alguno que otro habitante de la casa hubiese enfermado con ella. Después pensó en el alcohol, pero no pudo ser tampoco, no había bebido mucha cantidad. No sabía que más pensar, hasta que por la cabeza se le paso que tenía un retraso en su periodo menstrual de unos día.

¿Podría ser? ¿Podría ser que ya estuviese teniendo los primeros síntomas de su embarazo? De ser así debería avisar a Akki para que ambos se pudiesen preparar a conciencia para la llegada de una nueva vida. Después de este rato pensando salió a la cocina y poco rato después de que ella llegara y estuviese con Karura, llego su amado preguntando por su estado diciendo que estaba pensando en llevarla al medico. A lo mejor era buena idea ir pero primero tenía que darle la buena noticia, o al menos es lo que ella creía, ya que no estaba al cien por cien confirmado que era un embarazo.-Pues no me parece mala idea que me lleves a un medico y más ahora que tengo algo importante que decirte, prepárate porque vas a flipar.-Dijo algo emocionada.-Pues veras, desde hace días tengo un retraso con la menstruación, así que... puede que este embarazada.

por **Karurauatsuurei** Jue Sep 04, 2014 8:26 pm

Entre los dos había una confianza típica entre dos cómplices. Cuando Akki se levantó y fue hasta el pasillo saludó a la elfa con un beso en la mejilla. Ella se volteó para verle, y le dedicó una pequeña sonrisa. Tenia ganas de besarlo en los labios, pero no debía recordar que ello incomodaría a su esposa. Para los elfos era muy normal las relaciones poligámicas, no así en otras razas; afuera, en la superficie, las cosas eran muy diferentes. Su padre le había dicho que había que respetar las costumbres de los otros para adaptarse a ellas y sobrevivir. Por ello, hasta entonces, los labios de Akki le estaban vetados mientras Catherine estuviera presente.

— Bien —le respondió, y dirigió sus pasos hasta la cocina sin decirle nada más.

Abrió las cortinas para iluminar la estancia. El aire fresco de la mañana le golpeó las mejillas cuando abrió los ventanales. Se preparó un desayuno a base de cereales y leche. Hasta entonces nunca había comido nada parecido, pero le gustó la primera vez que los paladeó. Desde entonces, no había mañana en que no atacase la caja de cereales, y ahora su porción de la despensa estaba repleta de cajas y cajas apiladas. Estuvo allí dando cuenta del desayuno hasta que en unos minutos llegaron sus dos anfitriones.

En unos segundos la conversación se coloreó de matices más circunspectos y la palabra “embarazo” salió de la boca de fresa de Catherine. Karura le echó una mirada inquisitiva. Por el tono de su voz, no parecía mentir, y por el brillo de sus ojos, parecía ansiosa en tener un niño. Karura aún era joven y no comprendía el sentimiento de maternidad, aunque sí el de supervivencia, que tenía muy desarrollado. De cualquier manera, el peliazul le recomendó que fuese un médico para examinarla, aunque al principio recibió la noticia con sorpresa, se alegró al final. La elfa se quedó con la cuchara dentro de la boca, estuvo tan atenta a la conversación que ni siquiera se dio cuenta de ello. La soltó y cayó sobre el bol de cerámica en un tintineo agudo.

— Es genial. El General va a ser Papá —dio unas palmadas. Su sonrisa era sincera, pero cargada de misterio.

por **Akatsuki Ousawa** Jue Sep 04, 2014 10:55 pm

Ya todos reunidos en la cocina, Akatsuki estaba por sentarse cuando se fijó atento al desayuno que se estaba preparando la drow, se relamió y fue a por ella, para abrir un armario pequeño sobre la encimera y sacar otra caja de cereales, pero los miró con desagrado. Le gustaban pero tenía en la cabeza otra cosa y esos no los quería. Sabía que tenía que acabarlos antes de abrir otra, pero ese día estaba dispuesto a saltarse la "regla" y buscar el envase que se le había antojado. No acostumbraba a desayunar casi nunca, pero de vez en cuando veía algo que le gustaba y es cuando se animaba a devorar casi todo el paquete.

-Cereales con miel, no quiero esto.- Los primeros tres envases habían sido de lo mismo y seguramente eran de los que Karura se estaba comiendo, pero a él le apetecían los de chocolate, unos que estaban ligeramente hinchados de crema de chocolate, esos le volvían loco. -Mis Chocolitos.- Empezó el paquete y los echó en un bol blanco, junto a la leche del mismo brick que había usado Karura. Fue a sentarse a la mesa, cuando justo Catherine le dijo que seguramente estaba embarazada. El General se quedó azul por unos momentos, le había pillado tan de sopetón que apenas había podido reaccionar adecuadamente.

-¡Woah...!- Aún así le impresionaba la noticia y por encima de todo le agradaba. No lo había confirmado pero incluso él sabía que tenía que ser así, porque sino significaba que su arduo trabajo en hacer la puñetera medicina esa de compatibilidad, no había servido para nada. -¡Vivaaaaaaa!- Se levantó y abrazó a Catherine, pero no dejó a Karura sola, porque luego las unió a las dos al fuerte y cariñoso abrazo. Él no tenía ningún problema en estrujarlas a la vez y esperaba que ellas tampoco porque no admitiría ningún tipo de reproche. Diría que se le quitaba el hambre, pero él nunca tenía hambre de comida humana.

-Bueno, bueno, comamos rápido que tenemos que salir.- Les metió prisa a ambas y luego como un bestia empezó a engullir sus cereales de chocolate. Estaba ansioso por salir a la calle con ambas, al menos para asegurarse de que su esposa estaba embarazada. Ya estaba vestido así que en cuanto acabó su tazón, lo dejó en la cocina y esperó a que ellas estuvieran listas.

por **Catherine Leroux** Vie Sep 05, 2014 4:10 pm

Mientras la valkiria se encontraba junto a ellos en la cocina no sabía como iban a reaccionar ambos, a lo mejor a su esposo le daba algún desmayo por la sorpresa de la noticia, a lo mejor se alegraban o simplemente no ocurriría nada del otro mundo. Mientras ambos desayunaban cereales ella solo se sirvió un vaso de zumo el cual se iba tomando a pequeños sorbos en lo que esperaba una respuesta de ambos. Cuando por fin ambos reaccionaron, Karura se le cayo la cuchara al bol mientras dijo que su marido iba a ser padre, aun así ella se quedo esperando algún tipo de felicitación por el pequeño milagro, pero algo así no llego nunca de los labios d e la drow, tampoco merecía la pena darle importancia, así que lo dejo pasar.

Por otro lado su marido su puso un poco azul y asombrado, para después cambiar a un estado de euforia en el que se le podía notar bastante alegre, tanto que le dio un abrazo a ella y a la drow estrujándolas. Ella no quería resultar arisca, así que sonrió y les paso a cada uno, un brazo por encima del hombro durante la duración del abrazo, el cual no fue muy largo tampoco. Después de eso Akki las apuro para que comiesen rápido y salir a la calle mientras el engullía sus cereales como si fuese el fin del mundo y esa fuera la única comida que fuese a probar en lo que le quedaba de vida. Ella no creía que hubiese tanta prisa por salir ahora mismo de la casa, pero si el quería no se lo iba a discutir, se bebió su zumo y como ya estaba preparada no tuvo que hacer mucho más que esperar.

Solo faltaba por prepararse Karura y cuando ella estuvo lista emprendieron marcha a la consulta del medico para que la examinasen y así estar más seguros de lo que podían hacer todos con respecto al embarazo de la valkiria. Caminaron durante un rato por la calle cuando después de un rato de estar andando les asalto un señor, alto, delgado, con gafas y sombrero. Iba vestido como una especie de explorador.-¿Es usted el General Ousawa? Necesito de su ayuda para algo muy importante, me llamo Jones, Harrison Jones, soy arqueólogo y necesito ayuda.-Dijo algo nervioso. Podía notar como estaba muy nervioso y sinceramente le gustaría ayudarle, pero era elegir eso o el medico, ya que no podían dejar la cita del medico a medias.

Pero al final, obviamente, era lógico que le iban a ayudar, su amado siempre se esforzaba mucho en ayudar a quien lo necesitase, así que seguro que le acabarían ayudando. A parte, el trabajo de ella también consistía en ayudar a la gente, así que lo haría sin rechistar, de todas maneras no era algo tan grave lo que ella tenía, podía hacer la tarea que el ciudadano necesitase siempre y cuando tuviese un poco de cuidado con su condición de mujer embarazada y no hiciese esfuerzos muy grandes.

por **Karurauatsuurei** Dom Sep 07, 2014 1:44 pm

Akki reaccionó con vehemencia, no se lo tomó nada mal, como solía ocurrir la primera vez que se recibían noticias que te cambian para siempre la vida, parece que se lo esperaba. Lo que no sabía Karura es que lo habían estado buscando desde hace unas semanas, yendo en pos a una misión para conseguir la fertilidad. Según le habían informado en la recepción del ministro de justicia, el General se ausentó brevemente de su servicio para una misión privada en Tempus.

Karura permaneció todo ese tiempo en Spatium, cumpliendo con sus deberes para con la brigada. En ningún momento el general se alejó de su mente, pero no dejó que se le notara por fuera. Todos veían en ella una drow introvertida, un muro de piedra imposible de franquear. La frialdad con la que miraba a sus superiores e iguales se disipaba cuando estaba con el general, pero ya se había acostumbrado a la presencia de Catherine. Ahora, incluso, se permitía sonreír delante de ella.

Con los brazos abarcó a las dos, estrujándolas en un abrazo. Karura se encogió de hombros, pero sonrió tímidamente, luego, acabaron con el desayuno y fueron cada uno a prepararse para salir. Por su parte Karura subió hasta la habitación, retiró las sábanas del colchón y se dispuso a vestirse. La cota de cuero de la brigada era plateada, sin embargo, a diferencia de muchos, la mayor parte de sus piezas eran de cuero endurecido, para no entorpecer su movimiento. El tintineo de una armadura sería molesto para ella, y revelaría con facilidad su posición. Es por ello que su indumentaria es muy diferente a la de los demás brigadas. Se ató el cinto con las dos fundas superpuestas en la parte posterior, llevaban los kodachis, afilados desde el día anterior. Estaba preparada para un nuevo día.

Los dos la estaban esperando en el umbral de la puerta cuando bajó. Dejaron atrás el caserón a los pocos minutos y, como era la intención de la pareja, condujeron sus pasos hacia un curandero que les pudiera explicar la sintomatología de Catherine. A medio camino, por uno de los callejones más concurridos de la ciudad, los abordó un hombre con pintas de explorador. Aparentaba la treintena, pero tenía bastantes arrugas en el rostro: barba mal recortada, grisácea, boca gruesa, nariz ligeramente afilada, y un brillo preocupado en unos ojillos pequeños y oscuros. Solicitaba ayuda, y se presentó ante el General como un arqueólogo.

Karura sólo se dispuso a esperar detrás de ellos con una mirada cautelosa, midiendo con los ojos rasgados los movimientos del desconocido.

por **Akatsuki Ousawa** Dom Sep 07, 2014 9:05 pm

Al fin salieron, tardando menos de lo que él pensaba, pero mucho mejor porque estaba muy intrigado. No lo aparentó en ningún momento, pero por dentro le hizo gracia que Karura iba equipada como si fuera a la guerra en vez de al hospital, pero cada uno vestía como le agradaba. Ellos iban tan tranquilos andando, hablando sobre las cosas de casa, del trabajo ya que estaban relacionados, de todo lo que hacían y demás, cuando alguien le asaltó y le pidió ayuda. Akatsuki dudó unos momentos, era Catherine y Karura o un problema mayor que podía amenazar la seguridad de la ciudad, cosa que le tiraba mucho más, por lo que acabó aceptando.

-Bueno.- Se cruzó de brazos y se fijó en las pintas del explorador. Lo primero y único que notó fue que estaba desesperado, como si algo gordo y grave sucediera, lo que aumentaba los nervios del General. -A ver, cuéntame ¿Qué te ocurre?- Tras decir eso, aquel hombre de nombre Jones, pareció alegrarse mucho, convencido de que él y su equipo de mujeres acabarían con el problema fácilmente. -Pues, hay un artefacto muy importante y valioso en el Templo Arábigo.- Empezó a relatar el arqueólogo. Akatsuki asintió pensando sobre la ubicación de aquel lugar y animándole a proseguir con los detalles.

-Al parecer alteró algo que no sabría describir y ahora ese lugar está lleno de monstruos feroces, necesito recuperarla, para investigar, es muy importante.- A él le parecía una tontería, porque era de esas personas que no reconocía algo valioso si se trataba de un hueso o un resto, para él simplemente era lo que veía, una piedra, un dibujo o lo que fuera, nada más. -¿Y cómo es?- Preguntó Akki seriamente, pidiéndole además ya fuera una imagen o algo de referencia, algo más que una simple descripción, por si acaso. -La Escultura de Remolino es fácil de reconocer, es marrón y tiene forma de torbellino, hay pocas cosas así y no encontraréis otra que no sea ella.- El General se rascó el pelo y asintió.

-Os pagaré, si cuando la tengáis, se la lleváis a un amigo que tengo en la Ciudad Fedder.- El arqueólogo le dio una dirección apuntada y el nombre de la persona a la que tenían que buscar. No iba a decir nada respecto al dinero, porque era obvio que le venía bien para el futuro, así que después de haber hablado con aquel señor, prosiguieron el camino en busca de la salida más cercana al desierto en el que estaba el templo. La ciudad tenía varias salidas y por ahora, Akatsuki buscaba un cartel que hacía de mapa mostrando todos los accesos de la capital.

por **Catherine Leroux** Lun Sep 08, 2014 4:34 pm

Al final su esposo acepto la misión que les encomendaba el señor Harrison Jones, dicha decisión no le sorprendía, aunque Akki fuese un bruto siempre se implicaba con aquellas personas que le pidiesen ayuda por muy pequeña que fuese la ayuda que necesitaban, él simplemente no podía, su corazón es muy grande como para dejar que alguien sufriera, daba igual si le conocía o no, él siempre tenía tiempo para mejorar la vida de alguien y esa es una de las razones por la que le amaba, pero al igual que tiene cosas buenas, su personalidad tienen otras facetas que le parecen bastante malas, pero bueno, ese era otro tema del cual no es relevante hablar ahora que tenían un nuevo objetivo de por medio para poder solucionar el problema del señor Jones.

Después de aceptar la misión, el explorador comenzó a darle todos los detalles, de como se unos extraños seres se apoderaron del Templo Arábigo haciendo que se perdiera una importante escultura, la Escultura del Remolino. Después de eso les describió la forma de la escultura y les dijo que el objetivo era recuperarla para llevarla a casa de un amigo suyo en la ciudad de Fedder. Esto último le pareció un poco extraño, ya que si el era un arqueólogo y quería que sacasen la escultura... ¿No sería más razonable que la llevasen a un museo en vez de a casa de un amigo suyo? Era un poco extraño, no le acababa de cuadrar del todo, pero decidió no pararse a darle mucha importancia, ya verían más adelante en que desencadenaría todo esto.

Después de eso empezaron a caminar de camino a hacer su misión que seguramente sería un paseo para ellos, tres personas que tenían que derrotar a un par de criaturas y recuperar una estatua, muy difícil no podía ser eso y si no lo conseguían es que no se merecían el cargo en el que estaban ya que si se supone que ellos eran los fuertes... ¿Qué hacían si no podían vencer a unas criaturas normales y corrientes. Pero bueno, no debían perder tiempo y ponerse en marcha hacia el templo el cual ella no sabía muy bien donde quedaba pero sabía que estaba bastante lejos de donde ellos estaban.

Miro un mapa para mirar la ubicación en la que estaban los tres y el recorrido que tenían que hacer. Por lo visto tenían que llegar desde donde estaban al este de la ciudad y una vez allí coger la salida de la ciudad y ir al templo. Le enseño el mapa a su esposo y le señalo a donde tenían que llegar.-Hasta aquí tenemos que llegar cariño mío, como ya veras estamos un poco lejos de donde tenemos que estar para salir de la ciudad y más aun del templo, así que... hay que emprender la marcha supongo.

por **Karurauatsuurei** Lun Sep 08, 2014 6:20 pm

Todo había pasado demasiado rápido para Karura. Aún no podía confiar en ese hombre: había desaparecido tan rápido como se había encontrado con ellos, y además, no tenía ni idea de porqué les había encomendado la misión de recoger su objeto, y después, entregarlo en Fedder. Aunque tampoco profesaba demasiada fidelidad en el alto mando de la justicia, lo mejor y más sensato era considerar el problema con ellos antes de partir. Por otro lado, si era cierto lo que decía el explorador, aquel templo, sea lo que sea, podría contener algo peligroso para Spatium.

Cambiaron el rumbo, y Catherine pareció estar de acuerdo. Fueron hasta uno de los carteles que se repartían por varios puntos de la ciudad y empezaron a idear planes, improvisadamente, a juicio de Karura. Los miraba con un dedo en el mentón, sin pronunciar palabra. Los ojos oscilaban entre ellos y el mapa, trazado en tinta negra sobre un cartel grueso y metálico.

Según su informante, la escultura se debía a los cambios que recientemente estaban ocurriendo en el templo, en el justo centro de un enorme y ardiente desierto. La primavera arreciaba a Spatium, y un calor agradable se apoderaba de las callejuelas. Las personas salían de las casas, se iban a disfrutar de las tardes, veían florecer a los cerezos y los niños jugueteaban con la arena de las playas. Allí, en el desierto, un calor insoportable aguijoneaba un enorme banco de kilómetros de arena reseca y caliente. Soportaría muy bien el calor, pero no el sol. La luz escandilaba sus ojos oscuros, ambarinos, acostumbrados a la oscuridad y a la penumbra tranquila.

— General —carraspeó su garganta—. No es sensato salir ahora mismo. Hay que informar al resto de la Brigada de la misión y, también, conseguir víveres suficientes para el viaje. Es un desierto, no sobreviviremos si no llevamos suficiente agua y comida.

Tampoco sabía cuánto tiempo les llevaría cruzar todo el desierto hasta su mismo centro. Hasta puede que necesitaran un guía para llevarlos al templo.

por **Akatsuki Ousawa** Mar Sep 09, 2014 7:12 pm

Los tres habían avanzado y estaban viendo qué hacer. Tenían dos caminos, saliendo por el mismo lugar: El Norte. Akatsuki estaba viendo qué les sería más rápido y eficiente, escuchando a su vez el comentario de la drow. Ella tenía razón, al menos a medias, porque él, concretamente no necesitaba ni comida ni bebida porque no eran los elementos clave que necesitaba para vivir. Por otro lado, Akatsuki había nacido en Chaos y estaba más que acostumbrado a las altísimas temperaturas, por eso no se preocupaba por el desierto. El General se dio la vuelta y se cruzó de brazos seriamente.

-No, no avisaremos a nadie. Esta no es una misión oficial, estamos actuando como cazarrecompensas, porque nuestro trabajo, por así decirlo, no "permite" hacer cosas por dinero ajeno al de nuestro jefe.- Tal y como era, ellos como militares trabajaban para el ministro y ayudaban a la gente, pero no por dinero de la gente, sino por el del ministro. Si fuera por él, en muchos casos trabajaría gratis, porque no es alguien que necesite comodidades para poder vivir. -Este encargo es un extra, los demás no tienen nada que ver. Si hay alguna amenaza mayor, entonces sí se comunicará.- Sacó del bolsillo algo que les hizo ver mientras sonreía. Tenía un artilugio pequeño y extraño que le permitiría contactar con la base en cualquier momento y lugar, excepto en el desierto del Chaos que ahí toda la tecnología dejaba de funcionar.

-Por la salida Norte hay dos rutas. Por una de ellas, pasaremos por Ciudad Prodigio, allí podemos comprar víveres, estando mucho más cerca del desierto. Por la otra ruta es todo del tirón.- Sabía que ambas chicas estarían de acuerdo en seguir el primer camino, porque incluso podían dormir allí y prepararse desde otra ubicación más cercana, lo que aumentaría la duración de la comida por ser un par de días menos de travesía. -Tenemos que atravesar un río que divide esta zona. Da igual por donde vayamos tenemos que hacerlo, así que pediremos prestada una barca para pasar.- Según el mapa, luego era muy sencillo, aunque a decir verdad este viaje no era de los más complicados que él había hecho. Lo único que le podía llegar a alertar, era ir hasta Fedder, porque directamente tenían que cambiar de continente y eso les llevaría muchísimo tiempo sin vehículo, ese era el auténtico desafío.

-Luego desde ahí, es ir al noroeste en línea recta, no hay mucha dificultad realmente.- Concluyó con el plan de contarles por dónde iban a ir. Les sonrió a ambas y señaló alguno de los comercios que se podían ver por la calle, era hora de ir de compras y aunque no le gustaba, estaba de muy buen humor. -Y ahora, vamos a comprar algo para la primera parte del viaje. No está taaan lejos... Un par de días seguramente.- Dijo tranquilamente. Para él hasta cinco días era poco según qué distancia, a partir de ahí, ya los consideraba viajes largos y peligrosos.

por **Catherine Leroux** Miér Sep 10, 2014 5:00 pm

Al aceptar la misión el hombre les había dejado ahí de repente y sin decir ni una palabra, de echo, Cath no se dio cuenta de la desaparición del señor Jones hasta que comenzaron a mirar el mapa de la ciudad para elegir la ruta más adecuada a su modo de operar. Primero hablo ella diciendo su opinión sobre por donde pensaba que debían ir para salir de la ciudad de una forma bastante rápida y buena, o eso creía ella en ese momento. Pero en ese momento su idea fue interrumpida por la de Karura, la cual pensaba que debían avisar a alguien más del ejercito para que les ayudasen. Aunque nadie le contestase en ese momento, cosa que le molesto un poco, pensó en lo que la drow dijo sobre la posibilidad de pedir algunos refuerzos por parte del ejercito.

Al igual que su amado, ella pensaba que no era necesario implicar a más gente, ellos podían solos, con una tarea tan sencilla como esa todo estaría más que chupado, por lo que, quitándole lo que tardarían de la ciudad hasta el templo, tardarían aproximadamente una hora en entrar, patear a las criaturas y salir de allí con la escultura, si es que no acababan su tarea antes. Akki le explico a ambas el porque no habría refuerzos del cuartel mientras no fuese una amenaza muy largo y todo quedo claro para las dos chicas. Después de eso pensó que el incubo le respondería ahora a Catherine en cuanto a lo que ella explico de la ruta por el este. Ya habían pasado del tema dos veces y la valkiria pensaba que ocurría algo con su persona, pero de todas maneras reviso el mapa por si acaso su amado tuviese razón.

Y en efecto, así fue. La joven valkiria había interpretado erróneamente el mapa al decir este cuando lo que estaba viendo era el norte. Esto ya explicaba a medias porque nadie le había respondido y en cierto modo comprendía el motivo, pero eso no les excusaba, podían haber dicho algo, así al menos la valkiria no se sentiría un pelín ignorada. Después de eso, su marido les explico como tenía pensado realizar el plan para llegar al templo de la mejor forma posible y garantizando que tendrían un viaje tranquilo. Ante el plan, la valkiria asintió dándose por enterada y lista para comenzar un largo viaje con su esposo y con Karura.

Caminaron un poco más hasta llegar a unos comercios de la zona donde Akki sugirió que parasen a comprar algunas cosas para la primera parte del viaje. La valkiria no le apetecía nada en ese momento, así que no quería entrar en alguna de las tiendas, sin embargo decidió preguntar por si alguno de sus dos acompañantes quería algo.-¿Queréis algo alguno de vosotros? Es para ver si entramos en alguna tienda o seguimos avanzando.

por **Karurauatsuurei** Miér Sep 10, 2014 7:26 pm

Karura entreabrió los labios para una réplica, pero la ahogó en una tímida incertidumbre. Sabía de buena cuenta que los superiores de Akki aprovecharian su ausencia injustificada para incriminarlo de irresponsabilidad. Muchos no toleraban su estancia entre los generales de la Brigada, pues lo consideraban un muchacho inmaduro, sin talante ni carisma, un vago sin precedentes. A pesar de que lo último fuera cierto, Karura pensaba que Akatsuki era una persona demasiado amable, lo suficiente como para arriesgar su carrera por un desconocido que los intentaba llevar a un templo perdido por el desierto.

Suspiró hacia un lado y desterró de su mente toda su pesadumbre. A pesar de su osadía y ciega justicia intentaría ayudarlo.

“Quizá algún día se dé cuenta de que no todo el mundo merece de su compasión, no sólo los enemigos del ministro y de los árbitros de la Brigada”. Pensó, esperanzada.

El mercado no se encontraba lejos de allí. El bazar se extendía a lo largo y lo ancho de la avenida principal, que por supuesto conectaba más adelante con un centro comercial, enorme, con la forma de una torre acristalada y brillante. Catherine no mostró intención alguna de entrar en las tiendas, en cambio, su pareja estaba un poco más animada. Karura se obligó a sonreír y se acercó a Catherine para posar el dorso de la derecha sobre la frente. La notó dulcemente tibia.

— Usted no deberías ir. Necesita descansar —dijo, bastante segura, y sin esperar respuesta desvió la cabeza hacia el general—. Mi señor, recorreré las tiendas en busca de provisiones. La comida de fácil conserva y el agua serán de mayor prioridad.

Atada a las formalidades, los saludó con la mano extendida, justo encima de la ceja izquierda, y se giró para darles la espalda y acercarse a la muchedumbre que se agolpaba en torno a los puestos de comida ambulante. Los vendedores bramaban los productos a pleno pulmón por la mañana, pero aún así, el tirón de los supermercados les estaba quitando el trabajo. Aún así se afanaban, no dudaban en precisar que sus productos eran mejores y de mayor calidad que las empresas multinacionales, más grandes y competitivas.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

[Misión: Primera parte] La escultura de remolino.

[Misión: Primera parte] La escultura de remolino.

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater