El cementerio olvidado (Kotarou Takeshi)

por **María Sforza** Lun Ago 31, 2015 11:04 pm

El cementerio de dragones, un lugar casi olvidado por la humanidad donde aquellos majestuosos reptiles encontraban su muerte después de una milenaria vida, lugar donde sus huesos se preservaban otros miles de años más, lugar donde sus escamas podrían encontrarse con mayor facilidad en lugar de aniquilar a los dragones jóvenes que vagaban por la tierra. Y era sorprendente como tantos dragones de distintas partes del mundo habían concordado en el mismo sitio para perecer, ese misterio que volvía locos a los científicos y estudiosos de la especie.

María se movía con lentitud en la zona, cuidadosa de no pisar los huesos que se encontraban en el suelo, resultado de destrozar un enorme craneo por querer quedar solamente con la mandíbula, un pesado suspiro escapó de sus labios ante el nulo respeto que se tenía a los muertos, porque aquellos cadáveres eran vistos simplemente como objetos para manufacturar armas poderosas y utensilios de gran valor. Sus escamas eran las más cotizadas, piel férrea capaz de convertirse en la mejor armadura o el escudo más resistente, incluso transformarse en la hoja más filosa para una katana... y le dolía, porque comprendía por las historias que en antaño contó su progenitora, diciendo que incluso los colmillos de los rakshasa eran deseados en el mercado para crear dagas poderosas, collares de suerte y quizás algún extraño elixir que aumente el vigor.

Apretó sus labios en una fina línea, encontrándose de frente con el cadáver de dragón que llevaba un tiempo buscando, años recorriendo tan oscuro lugar para finalmente toparse con aquel ser que tanto quiso, ella y su madre. Un dragón tan imponente que había protegido a su madre durante su época como revolucionaria, aquel que la cuidó como si fuese una hija y que desapareció sin dejar rastro, sin decir nada, solo el corazón destrozado de su querida madre.

—Finalmente nos encontramos, Bailong— susurró la morena, arrodillándose frente a su esqueleto, aquel que aún poseía sus escamas en el lomo. Suspiró profundamente, posando su diestra sobre la del cadáver —no importa donde estés, tu aroma es fácil de detectar— con lentitud, una dulce sonrisa se fue formando en su rostro, pasando delicadamente sus manos por aquellos blanquecinos huesos —hay tantas cosas que deseo contarte, pero no tengo el tiempo suficiente, encontrarte me llevó demasiado tiempo y solo mírate— mencionó sonriente —llegué muy tarde, pero... te pido de favor me permitas llevarme una de tus escamas, así como un colmillo, los retiraré con cuidado para no dañarte más de lo que ya estás.

Observó nuevamente su esqueleto, no estando del todo segura en si retirar o no lo que había dicho, porque ser su hija adoptiva no significaba cumplirle cualquiera de sus caprichos, y aún así, se lo había pedido de una forma amable, demostrando de esa forma lo mucho que respetaba a los muertos.

Su agudo oído detectó entonces un par de pisadas acercándose a su posición; chasqueó la lengua, sabía lo que eso significaba, solo aquellos que necesitaran materiales para manufacturar visitaban el cementerio, por lo que se posó frente al cadáver de Bailong, sentándose, sabiendo que ese desconocido iría a por él... porque era el único dragón que aún poseía sus escamas.

por **Kotarou Takeshi** Sáb Nov 14, 2015 10:05 am

De su padre y muchos otros samuráis, había escuchado un sinfín de historias sobre la mística unión que compartían con ciertos dragones que siempre habían sido amigos de esos milenarios espadachines, incluso compartiendo con ellos los secretos de su fuego o regalándoles unas de sus poderosas escamas para fabricar las armas que los convertían en los poderosos guerreros que todos temían enfrentar. Una gran cantidad de poderosas katanas habían sido creadas con esos materiales, incluso las suyas que fueron forjadas con las escamas de dos dragones hermanos y que por su especial naturaleza elemental, convertían a sus armas en dos reliquias que muchas personas buscaban obtener. En pos de evitar que fueran destruidas o robadas en caso de ser derrotado, necesitaba fabricar un juego que sirviera como un remplazo, no tan valiosas y por tanto no necesitaría preocuparse por si eran robadas.

Primero pensó en buscar un dragón para pedirle sus escama pero los pocos que había visto en su vida, sabían que había abandonado muchas de las doctrinas que seguían sus antepasados y por tanto, no lo veían digno de recibir su ayuda, incluso muchos intentaron atacarlo para darle una lección. Aun poderoso, no tenía la destreza para enfrentar a un dragón vivo por sus escamas por tanto la otra opción, era ir en busca de uno ya muerto y sacar sus escamas del cadáver. Por lógica no serían tan buenas como las de un dragón aún vivo, eran más frágiles por la pérdida del fuego interno de la bestia pero seguían siendo valiosas para crear semi preciosas reliquias.

Luego de subir un par de montañas y pasar un especialmente pedregoso valle, se encontró con el antiguo valle que servía como cementerio de esa raza milenaria. Desde la entrada podía ver cientos de esqueletos desperdigados por todos lados pero todos, como era de esperarse, no tenían escamas mucho menos dientes o garras. Parecía que no era el único que conocía ese sitio pero los demás carecían de cualquier clase de respeto por esos seres, respeto o miedo como quisiera verse. El punto era que los humanos ya no respetaban a las antiguas castas, lo sabía por qué incluso su raza era perseguida por las propiedades que su sangre poseía.

Tal parece que deberé investigar un poco. Espero que aun queden dragones que no hayan sido profanados de esta manera tan…terrible –con un ligero suspiro, acomodo las dos espadas que llevaba en su cinturón y empezó a caminar en silencio, utilizando su destreza sobre la arena para moler la piedra y empujar con esta los huesos que estaban regados por el camino, tratando de completar nuevamente los esqueletos de los antiguos reyes del cielo.

Sus pasos no se detuvieron hasta que capto una esencia y distinguió en la distancia otro cuerpo, uno más pequeño que quizás buscaba lo mismo que el demonio o tal vez lo había encontrado, porque no parecía moverse. Si era otro supuesto herrero o cazador de reliquias, había una alta posibilidad que empezaran a pelear, sobre todo porque esos “artistas” eran muy codiciosos con esas extrañas piezas. Su viaje no había sido echo para batirse en combate por las escamas de un reptil ya fallecido pero tampoco le importaba. Conservaba todavía el respeto infundido por años de historias y adiestramiento, nadie debía ser profanado de tal manera, fueran lo que fueran, merecían descansar cuando su vida terminaba.

Supongo que si te encuentras en este lugar, buscas lo mismo que yo –menciono con una fría tranquilidad mientras posaba sus orbes violetas sobre el rostro de aquella mujer. Tenía la sensación de haberla visto en algún otro sitio pero donde, no lo recordaba.- Solo lo pediré una vez. Necesito una escama para un trabajo, no busco pelea por lo que te pido. Déjame tomar una y me marchare por donde vine, no deseo usar la fuerza –dijo sin mover su mirada de su rostro pero colocando sus manos sobre las empuñaduras de sus espadas. La costumbre de un samurái, aun uno que había dejado casi todos sus antiguos ritos, era siempre pedir las cosas primero pero también siempre estar preparado para pelear si no era posible evitarlo.

por **María Sforza** Dom Nov 15, 2015 5:10 am

Se mantuvo sentada frente a Bailong, observando serena al varon mientras posaba su mano izquierda en la empuñadura de su katana, sentía que ya había visto antes a ese hombre, más no recordaba el lugar de su encuentro. Mientras dejaba a su mente vagar intentanto recordar al pelinegro, María se puso finalmente en pie, colocando su diestra delicadamente en donde deberían estar las mejillas del enorme dragón.

—¿Por qué debería creerte? Pareces calmado, pero estás en guardia, no vas a dudar en atacarme... tus ademanes no concuerdan con tus palabras— susurró la morena, moviendo su mano en una caricia sobre la misma zona —no puedo confiar en ti, extraño, sé que hay muchas personas buscando escamas como las de Bailong, incluso tú podrías estar tendiendo una trampa para que tus compañeros le quiten las partes más importantes de su cuerpo.

Suspiró pesadamente, María no deseaba pelear, pero tampoco podía confiar en esa persona. Aunque era irónico, le negaba las escamas del dragón, pero de todas maneras ella tomaría una para su espada, aquel actuar sería de lo más mezquino. Incluso sabía que alguien más podría llegar y quitarle sus colmillos cuando ella no estuviese, entendiendo perfectamente que no podría cuidar eternamente del cadáver de Bailong.

espués de aquella platica interna, la joven rakshasa regresó a su posición inicial, bajando un poco la guardia. Pudo entender que de haberle querido atacar lo habría hecho desde el principio. Aunque dejarle al varón una de sus preciadas escamas la hería, era lo único que quedaba en el cuerpo de la bestia.

—Llévate las que quieras, extraño— dijo finalmente, cruzándose de brazos mientras su espalda se recargaba en lo que vendría siendo las costillas del dragón —comprendo a la perfección que no estaré aquí para proteger lo que queda de sus restos... y seguramente él me regañaría por ser tan egoísta— terminó, sonriendo ligeramente, podía recordar cuando Bailong la regañaba por meterse mucha comida a la boca, o cuando no deseaba prestar sus juguetes a las demás niñas que vivían en el burdel.

María podía recordarlo todo, una vida que parecía tan cercana, pero se desvanecía por los siglos transcurridos, y marcado quedó en su cuerpo el momento en que Bailong nunca regresó, porque su propia madre había enloquecido ante la soledad que le provocó la ida del dragón blanco; los golpes, los maltratos, gritos y violaciones, simplemente porque él no volvió.

—Era como un padre para mí, por eso estoy tan recelosa de dar algo de su cuerpo, puedes llamarlo egoísmo, pero él fue la única persona que me quiso.

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Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater