Cuestiones de orgullo y honor [Priv: Takeshi Kotarou]

por Invitado Mar Jul 26, 2016 5:04 pm

Una casualidad...?

Una noche previsible como cualquier otra, la fémina se encontraba caminando en lo que sería la ciudad que la vio nacer. A cada paso que daba se podía notar la elegancia digna de una Geisha, pero lejos estaba ella de serlo…Su cabello negro ondeaba hacia atrás, mientras mantenía la mirada fija en el frente, parpadeando lentamente y en ese efímero gesto desprecia sensualidad innata. Sabía el efecto que causaba, pero poco le importaba en ese instante en el que solo podía pensar en una cosa, relajarse después de un entrenamiento arduo en las afueras de la emblemática ciudad samurái…Llegó tarde, casi cuando el sol se ocultaba detrás de las colinas y tras tomar una ducha extensa de casi cuarenta minutos para relajarse, procedió a vestirse con un kimono blanco en combinación con tonalidades crema, partiendo hacia el mismo centro de la ciudad. Aquellas manos delicadas no presentaban ningún corte, pues los daños mayores estaban bajo esas prendas y no le importaba mucho, ya que a fin de cuentas, su cuerpo no procesaba el dolor como tal o quizás…con el paso de los años, supo encontrar una manera para solventar esto.

Robaba algunas miradas indiscriminadas o suspiros, varias reverencias de sus conocidos que correspondía con una mirada de aprobación hasta que, toda su atención se puso en una tienda tan antigua como conocida. Acortó distancias, siendo que su atención fue llamada por completo por una simple hebilla para el cabello hecha de jade…Era hermosa, se notó el agrado que sintió al verla pues automáticamente ese rostro delicado mostró una sonrisa tan efímera como delicada que contagió al del vendedor, un anciano que en parte la alentó a llevársela. ¿Podría?, ¿por qué no?, darse algún gusto de cuando en cuando nunca estaba de más, sin embargo y para muy a su pesar, ciertas palabras la sacaron de aquel breve ensimismamiento en el que se encontraba. “Representa un ave del paraíso, trae buena fortuna y seguramente la próxima persona que veas a los ojos será la que pase el resto de su vida a tu lado”. Esas fueron las dulces palabras del anciano, que parecía demasiado seguro al respecto.

La fémina por otra parte suspiró, reprimiendo alguna que otra risa, para explicarle brevemente que entonces dicho objeto no era para ella. Porque simplemente no buscaba el amor ni mucho menos.

Le dedicó otra reverencia final, sin más alejándose a paso tranquilo pero sin perder el tiempo al lugar elegido, olvidándose en parte de las palabras del vendedor. —Buen comerciante— Mencionó bajo, distraída, en lo que al mismo tiempo abría los ojos un poco más al sentir un suave roce contra el lado izquierdo de su cuerpo y sin más, ver a un niño no mayor a ocho años salir corriendo a toda prisa con algo que reconoció como familiar. Rápidamente llevó una de sus manos a la cadera, notando que faltaba la pequeña daga que siempre llevaba consigo y no dudó en apurar el paso para perseguirlo, meterse callejón tras callejón. ¿Quién en su sano juicio osaba con robarle a la Yakuza?, aunque para su desgracia era un mocoso que de buenas a primeras no sabía con quién estaba metiéndose.

Finalmente, chasqueó apenas la lengua en lo que apuraba el paso, procurando no perderlo de vista entre esos estrechos pasillos, consiguiendo llevarse algún que otro raspón en el dorso de la mano derecha a causa de la proximidad con la pared.

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por **Kotarou Takeshi** Mar Jul 26, 2016 6:23 pm

Un día rutinario…algo a lo que se había acostumbrado en las últimas semanas. Su tiempo se había dividido en sus entrenamientos y en la nueva obligación que había adquirido hacia poco tiempo…cuando decidió iniciar un gremio para que todos los piratas tuvieran un santuario donde descansar. Eso lo había mantenido alejado de su hogar en Oishi y siendo sinceros, el samurái extrañaba su mansión además de que echaba de menos a las pequeñas mascotas que dormían en su casa cuando se ausentaba. Debido a eso apuro sus obligación y pudo partir de esa isla cuando la mañana empezaba, tomando esta vez un camino más rápido, al correr sobre el océano ya que navegándolo iba a tardar mucho.

La luna apenas cortaba el horizonte cuando el demonio entro a la ciudad. Antes había sido un paria entre sus compañeros samurái, un hombre que le dio la espalda a todo lo que representaban para saciar un vacío deseo como era la venganza pero eso, mucho había pasado. Ahora lo miraban como uno más e incluso se había convertido en maestro de algunos jóvenes que deseaban seguir el mismo sendero que los antiguos guerreros honrados en aquel muro. Era tan divertido ver como la vida tomaba giros inesperados y te ponía en situaciones donde jamás pensaste verte…algo que para Takeshi había estado sucediendo una y otras vez en los últimos meses. Quizás después de todo había un futuro no tan oscuro para ese guerrero que ahora luchaba solo para mantener lo poco que tenía a salvo.

Se apresuró a llegar a la mansión que tenía en las afueras de la ciudad, solo necesitaba un cambio de ropas y luego podría salir a comer. Por tradición una vez que estuvo en su hogar, cambio el uniforme militar que llevaba por una yukata morada con grabados en hilo de plata. Luego de eso volvió a salir ya que hacía poco había vuelto a cortar su cabello, ahorrándose una buena cantidad de tiempo al momento de prepararse. Ahora solo restaba buscar un sitio donde poder comer y descansar…quizás incluso podría dar una caminata por la ciudad…algo que no hacía desde que fundo su gremio.

Sabía que las calles principales estarían repletas, era normal en esa época del año así que tomo una ruta un tanto distinta hacia una zona que no muchos solían visitar. Los barrios más bajos de la ciudad era evitados por casi todos los habitantes pero Takeshi conocía a muchas personas que vivían ahí además que lejos de la creencia popular, era un lugar con gente agradable y sitios acogedores donde comer o descansar. Para el demonio ese era uno de los mejores lugares y disfrutaba estar ahí aunque no le gustaba mucho la atención que recibía por esas personas cuando caminaba por la calle y es que a pesar de pertenecer a una de las familias más milenarias de Oishi y ser hijo de un linaje que dio luz a tantos valientes guerreros…el prefería un poco más la calma del anonimato…algo que perdió cuando su nombre se hizo conocido por su intervención en la última invasión sufrida en la capital.

Su marcha de todas maneras continuo, deteniéndose cada tanto en algunos de los establecimientos donde hacia compras o simplemente agradecía los pequeños regalos que algunas familias le daban —No es algo necesario…realmente se lo agradezco pero no hace falta que lo hagan cada vez que vengo —Indico el samurái luego de guardar entre sus ropas una pequeña caja de dulces que recibió por parte de una pequeña niña — Tu solo céntrate en crecer fuerte y quizás cuando estés un poco mayor, pueda enseñarte a usar las armas de la ciudad —Dijo luego de despedirse de la niña y de su familia, continuando su camino aunque no avanzo mucho ya que choco contra alguien que parecía tener prisa.

Podía notar que era un niño ya que el golpe no fue suficiente para derribarlo pero si para tirar al niño en el suelo. Lo reconocía, no sabía su nombre pero lo había visto en uno de los hogares que acogían a huérfanos aunque no parecía venir de allí ya que apenas se dio cuenta de quién era Takeshi, volvió a salir corriendo pero dejo algo tirado en el suelo —…¿Y esto? —Se cuestionó levantando la daga, notando que era definitivamente un arma bastante hermosa después de haberle limpiado la tierra. No era algo que ese niño debería tener y no era extraño a los robos que sucedían en esa zona aunque él ya no había sido blanco d ellos últimamente —Me pregunto a quién se lo habrá robado —Murmuro haciendo girar el objeto entre sus dedos en lo que seguía caminando aunque esta vez no prestaba atención al camino sino al arma, intentando encontrar algo que le diera una pista de su dueño.

por Invitado Miér Ago 17, 2016 5:33 pm

Y como era de esperarse, entre tantos recovecos que tenía ese sector perdió al muchacho de vista, sin embargo empezó a rastrearlo…para ello era buena, o al menos así se consideraba y aunque no estaba realmente enojada, era capaz de darle una buena reprimenda al mocoso que había osado huir sin más con una de sus tan preciadas piezas, las que obviamente no tenía intención alguna de perder así como así. Muy de tanto en tanto suspiraba, pero cuando por fin logró salir de todo ese enredo de calles, el rastro de energía terminó llevándola unos metros más adelante pero para ese entonces, su kimono tan “perfecto” ya mostraba algunas motas de polvo que con algo de mal humor fue quitando con sus manos.

Su jornada no estaba siendo la mejor, sin embargo procuraba no sentirse más molesta de lo que ya estaba y metida en sus propios pensamientos, más bien en el de todos esos contratiempos que padecía y cambiaban sus planes del día, minuto a minuto. Molestarla tampoco era la mejor opción pero en vista que no podía hacer más que procurar tener paciencia, continuo avanzando unos metros al sentirse completamente llamada de atención por un hombre, y no cualquier hombre, más bien ese que portaba entre sus manos el objeto que tanto estaba buscando. ¿Qué posibilidad había que él fuese parte de un grupo de ladrones?, bueno, las posibilidades altas eran pero Naomi no estaba dispuesta en lo más mínimo a perder su tan preciada arma…No así como así.

Acortó distancias significativamente hasta ponerse en frente del contrario, manteniendo ese semblante serio como obviamente impasible, inmutable, hasta que dirigió esos ojos negros tan densos como la misma noche hacia el objeto en cuestión. —Me pertenece— Confesó de buenas a primeras, extendiendo la diestra con suavidad…el viento repentino meció esos largos cabellos negros de la Kunoichi, una mujer tan misteriosa como letal cuando se la provocaba de una manera poco correcta. Más allá de eso, su rostro era realmente bello, y tras esa mirada escondía tanto tristeza como vivencias poco gratas vividas en un mundo que la forjó con algo de rudeza sin demasiada contemplación. —En el dorso del filo tiene inscripto mi nombre, Yakuza Naomi. Acaban de robármela, un chiquillo al que perdí de vista— Sentencio, sin cortarse a la hora de observarle fijamente a los ojos con total decisión. ¿Qué había de raro en esto?, como toda mujer criada en Oishi se le enseñó que debía ser sumisa y servicial, bajar la mirada ante un hombre, pero ella jamás acató esto, más bien todo lo contrario, su propio orgullo se lo impedía constantemente.

Aquella mano extendida mostraba una piel por demás de delicada, tan suave como la seda y tan certera para manipular todo tipo de armas cortantes. En pocas palabras…esa mujer era en apariencia todo lo que un hombre de Oishi pudiera desear, pero claro…su carácter, su pasado y su vida actual eran aristas que obviamente no cualquiera podía tolerar. La líder Yakuza aguardó con calma a las acciones de aquel hombre que a simple vista parecía un samurái, curiosa a lo mejor…ya que no recordaba haberlo visto nunca antes en su vida.

por **Kotarou Takeshi** Jue Ago 25, 2016 12:59 pm

Aunque su mente se encontraba concentrada en aquel objeto que recupero, no podía evitar cada tanto elevar su mirada debido a los distintos sonidos que poco a poco se adueñaban de la calle. En un principio le había parecido extraño la falta de personas pero a medida que avanzaba el tiempo, comenzaban a arribar los usuales y algunos nuevos clientes a los diferentes locales de ese barrio. Era agradable ver como algunos apreciaban lo que podía ofrecer ese sitio y no se dejaban guiar por los rumores…bueno ni tanto rumores porque tanto como se oían risas, también podían oírse cada cierto tiempo el grito de una persona distraída que era relevada de sus pertenencias. Nada se podía hacer…era por decirlo de alguna manera, el orden natural de ese lugar.

Por su parte, Takeshi poseía la suerte de ser ya conocido en esos lares y por tanto muchos de los pequeños ladrones evitaban confrontarlo. Sabía que no era por miedo ya que nunca hizo nada para provocarlo…simplemente era respeto o al menos eso pensaba el azabache. El samurái continuó caminando, esperando volver a encontrar al niño que dejo caer la daga…quería preguntarle de quien la había tomado ya que luego de mucha examinación, no logro encontrar alguna muestra de su dueño. Se negaba a creer que ese objeto perteneciera al muchacho, como herrero podía discernir cuando un objeto desencajaba con su dueño y ese puñal por lejos pertenecía a una persona de clase alta —Supongo que podría guardarla en la mansión —Murmuró en voz baja a la vez que rodeaba el objeto con una pequeña caja de cristal rojo para protegerlo.

Se encontraba cerca de un puente que lo llevaría a su hogar pero no logro llegar a que fue bloqueado por una mujer. Era la primera vez que la veía en la ciudad pero no parecía extranjera…sus ropas además de su aspecto delataban su unión con Oishi pero claro, no fue hasta que escucho su petición que le presto real atención — ¿En el dorso? —Cuestionó el azabache mientras desaparecía la caja con un gesto de su mano, procediendo a rotar la hoja hasta que fue capaz de discernir las palabras cuando la luz se reflejó en el metal —En efecto lo dice pero…no recuerdo haber escuchado que el clan Yakuza tuviera una hija —Mencionó con calma el samurái sin soltar todavía el arma — ¿Cómo sé que no estas con él? No sería la primera vez que se confabulan por algo así de valioso —Indicó llevando sus ojos violetas al rostro de la joven, tomándose unos segundos para analizarla. No parecía bajo ningún aspecto alguien de ese barrio y dudaba mucho que una persona con ese aspecto tan…noble se tomara el tiempo para elaborar una artimaña como esa —Supongo que deberé confiar en tus palabras —Dijo estirando el arma hacia ella pero se detuvo casi de inmediato, volviendo a recubrirla con cristal —De echo…tengo una mejor idea —Comentó comenzando nuevamente a caminar.

Le sorprendió mucho escuchar que ese clan tuviera una hija…no recordaba esa noticia o quizás era que había pasado demasiado tiempo apartado de su hogar. Notaba las miradas de muchos sobre su persona pero no se detuvo hasta llegar a un sitio un tanto apartado de la multitud, procediendo entonces a llevar su mirada calma pero fría a aquella deslumbrante mujer—Te seré frontal. Si te devuelvo ahora su daga, no pasara mucho antes de que otro te la robe y te aseguro que no la recuperaras si vuelve a suceder—Señaló apoyando su espalda sobre una pared mientras cruzaba sus brazos por encima de su pecho —Desentonas demasiado con este lugar sin embargo te propongo algo —Dijo mostrándole una sonrisa suave a la vez que bajaba sus brazos, haciendo girar la daga entre sus dedos —Acompáñame a comer algo…tengo interés en saber más de tu relación con el clan Yakuza y a cambio, te prometo que te devolveré tu daga cuando salgamos de esta zona —Expuso el samurái mientras colocaba la daga en una guarda de cuero que llevaba junto a su katana. Así era ese hombre que se preciaba de ser siempre sincero y directo con lo que deseaba…en especial cuando se trataba de una mujer tan hermosa —Por cierto…mi nombre es Takeshi…Kotarou Takeshi. Es un placer señorita Naomi —Mencionó manteniendo esa expresión que bordaba en lo entretenido mientras aguardaba la respuesta por parte de la contraria.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
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MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater