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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
A la deriva...
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A la deriva...
La muchacha no podía evitar pensar que eso se ganaba por estar apostando con quien no debía, y más importante, sin tener un solo centavo encima. Era pleno mediodía y el sol pegaba de lleno sobre todo su cuerpo, había optado por quitarse la camisa para usarla como bincha luego de mojarla y así el intentar estar algo más fresca. Se había quedado tan solo con una remera sin mangas puesta, en un intento de conservar algo de pudor. Sentada en la tabla miraba al horizonte con la esperanza de que algo o alguien aparecieran…
Se había embarcado en un enorme barco de carga hacía tres días en un intento de ganar algo de dinero, no tendría que haber resultado nada demasiado complejo, tenían turnos rotativos y cuando no estabas en alguna tarea podías pasar el rato con el resto perdiendo el tiempo. Lo común era que siempre alguno llevara cartas o dados para jugar, y cuando se habla de juegos de azar no pueden faltar las apuestas. Una persona racional sabe que no hay que aventurarse en ese tipo de entretenimientos si no puedes sostener las apuestas con dinero real, los individuos lúcidos se mantienen al margen y se entretienen mirando. Pero Sophitia nunca había sido un ser muy razonable.
Paso exactamente lo que tenía que pasar:
-Se que te pareció muy gracioso, pero veamos si sigues manteniendo esa estúpida sonrisa luego de esto – Dijo uno de los marineros haciendo un esfuerzo enorme por no matar ahí mismo a la muchacha, era al menos una cabeza más alto que ella, podría haberla reducido con facilidad, pero tenían otros planes – Aprenderás la lección por las malas.
-Admito que en mi cabeza la situación no terminaba de esta forma – Respondió Sophitia mientras se debatía en un intento por soltarse del fuerte agarre del marinero – Pero vamos, cualquiera que hubiese sacado tres ases habría hecho lo mismo…
-Es curioso que siempre sacaras los ases – Agrego otro de los hombres mientras se acercaban a la baranda del barco.
-Hay que ser buen perdedor, pero también buen ganador, esto no es necesario… - Dijo la pirata mientras miraba el oscuro mar moviéndose muchos metros por debajo de ella – Les pagare en cuanto toquemos tierra…
-Ya es tarde para eso – Dijo el primer hombre para luego lanzarla al océano sin más, luego se apoyó en el pasamanos para ver cómo caía, satisfecho con el resultado. La muchacha apenas hizo a tiempo de acomodarse para no caer del peor modo y darse de lleno contra la dureza del agua, nado hacía la superficie y miro a sus excompañeros de barco riendo desde estribor.
-Váyanse al demonio malditos malnacidos, hijos de la gran …- Un “¡Cuidado abajo!” la alerto de moverse justo cuando un enorme mueble caía a poca distancia de donde ella estaba, escuchó algunas risas mas mientras el barco se alejaba y ya no supo mas de ellos.
Ahora se encontraba a la deriva, sin agua ni comida, y con la certeza de que si no llegaba pronto a la costa o la encontraba algún barco, moriría de seguro. Se puso en pie con cuidado para que la madera no se diera vuelta y miro en busca de algún indicio de tierra, por la posición del sol sabía que la playa tenía que estar en esa dirección, pero tan solo podía ver una leve sombra que quizás fuera arena como bien podía ser una alucinación producto del calor.
Se dejo caer nuevamente haciendo que el mueble se tambaleara de forma peligrosa, acostada mirando el cielo celeste intento no pensar cuáles eran sus posibilidades de sobrevivir cuando le pareció escuchar algo. Se sentó nuevamente y miro a lo lejos ¿Qué era eso que se acercaba?
Re: A la deriva...
-Me quiero bajar... Me quiero bajar... Me quiero bajar - Decía una y otra vez Alexia mientras sentía el suave movimiento del barco en el que iba, no era una persona muy fanática del mar, debido a que simplemente le tenía pánico a las aguas entre las que ahora se encontraba viajando y sentir que varias veces las olas chocaban con el mismo, no ayudaban a que pensara que no era alguna monstruosa criatura que intentara derribarlos y matarlos por navegar en sus aguas
Decidió mejor relajarse y prender un cigarrillo con esencias que había adquirido en uno de sus viajes. Tomó asiento en la baranda del barco intentando pensar en otra cosa mirando hacia el cielo, imaginando con alguna vez llegar hasta ahí arriba y admirar desde arriba parte del mundo en el que vivía, fantaseaba con sentir las nubes rozar su cara y que podría llegar a tocarlas si se estiraba un poco mas...
El barco se había sacudido tan fuerte que Alexia se tambaleó hacia los lados y por agarrarse con fuerza donde estaba sentada el cigarrillo cayó al mar y ni siquiera había llegado a la mitad, buscó con la mirada al que según ella era el "culpable" de que SU cigarro se cayera sin ella haberlo terminado, hasta que se dio cuenta de que estaba parada en la baranda del barco, en donde se podían ver el mar de muy cerca, sintió un escalofrío y rápidamente se fue a un lugar que ella encontrara seguro, quería llegar cuanto antes a Spatium, tocar tierra cuanto antes era su prioridad.
Decidió muy a su pesar caminar por todo el barco, sonriendo de vez en cuando a los sujetos que trabajaban allí cuando le decían algún que otro piropo, encendió otro cigarro ya que el último había pasado a mejor vida y se fue al inicio del barco, cerca del capitán a quien le había pasado algunas monedas por el aventón hacia tierras de Spatium
-No deberías Fumar- mencionó el hombre mirándola de reojo, Alexia, quien estaba apoyada en lo que parecía haber escuchado a los tripulantes el palo de trinquete, miró al capitán y sonrió de lado, estaba acostumbrada a que varias personas le dijeras eso, abrió un poco más los ojos que se habían puesto de color negro, cosa que el capitán no notó e hizo una especie de puchero, diciendo en tono asi inantil
-La que está fumando soy yo, lo que va a mi boca o lo que no, quien lo decide no es usted -Dijo de una manera en la que el capitán no supo si era a la defensiva o si estaba a punto de llorar
-Tsk!, jóvenes- murmuró malhumorado mientras se volteaba y fijaba su vista al frente, Alexia sonrió para sus adentros, era lo que siempre respondía cuando alguien le decía algo con respecto a fumar, hubiera sido malo para ella el haberse dejado llevar por su enojo, pero se contuvo recordándose que no debía ser tan grosera con el sujeto, de todas formas le había llevado en su barco por unas pocas monedas, así que pasaba a ser una especie de "favor" hacia ella.
Mientras daba una calada miró hacia la nada mientras escuchaba a los del barco gritar y repetir órdenes, ruidos por aquí, conversaciones por allá, murmullos y maldiciones por parte de los marineros... ~(Espera... ¿maldiciones?~ pensó mientras buscaba el origen de los cuchicheos, se acercó hacia donde estaba toda la gente acumulada y vio que el barco tomaba una nueva dirección, todos apuntaban hacia un lugar y no la dejaban ver, se alejó un poco de la multitud pero su curiosidad no la dejó alejarse mucho, comenzó a mirar buscando un lugar donde poder encaramarse para poder ver mejor, pero pronto escuchó la razón por la que todos estaban tan inquietos... habían encontrado a alguien el medio del mar flotando en un pedazo de madera.
Se cruzó de brazos y se apoyó en una muralla lo más alejada de la orilla, ya había tenido suficiente de mar por un rato, mientras veía cómo los hombres le lanzaban una cuerda, seguramente para ayudarlo a subir al barco Alexia murmuraba
-Me quiero bajar... me quiero bajar- mientras cerraba los ojos escuchandoo el bullicio a su alrededor
Re: A la deriva...
Luego de estar varios minutos moviendo la camisa como si fuera una bandera comenzó a notar que el barco cambiaba el curso, dejo escapar un grito de alegría al notarlo, cayendo de rodillas en la tabla. Ahí tenían esos desgraciados, se habían creído que eso era todo, que abandonándola allí no volverían a saber de ella, no tenían idea de lo que les esperaba, Sophitia se encargaría de devolverles el favor.
A medida que el barco se acercaba las olas hacían oscilar su precario soporte, tuvo que pegarse a la madera y agarrarse de los bordes para no caer y complicar aún más el asunto. Comenzó a subir en cuanto le lanzaron la soga, por suerte para ella, su trabajo la proveía de brazos fuertes y resistencia para ese tipo de cosas.
-En verdad no se dan una idea de cuánto les agradezco esto – Dijo mientras pasaba la primer pierna por encima de la baranda, se sentía extraño el abordar un barco desconocido sin tener la intención de robar, pero allí estaba – Por un momento pensé que aquí terminaba mi historia – Dijo mientras se volvía a poner la camisa que había servido de bandera provisoria.
-Es solo una cuestión de ser humanitario – Dijo uno de los hombres, Sophitia no tardo en darse cuenta que era el capitán no solo por su distintivo, sino también por las miradas de respeto del resto de los marineros y el silencio que se genero cuando se acerco – Aunque no puedo evitar manifestar mis sospechas…
-Me caí del barco en que iba – Dijo la pirata, inventando en el momento. Pero el hombre ya había notado las cicatrices que cruzaban el cuerpo de la mujer, además de su estilo tan poco femenino, sin duda no era una dama en apuros.
-¿Caíste con un mueble? – Le respondió, sin dar el brazo a torcer mientras la miraba fijamente. La muchacha puso las manos en los bolsillos mientras se reía, no se entendía como podía mostrarse tan tranquila estando en una situación tan precaria.
-jaja, no, eso fue casualidad, lo encontré flotando a la deriva, será de algún barco hundido o algo así – Se encogió de hombros como quitándole importancia al detalle – Si me deja quedarme puedo ayudar a la tripulación…
-No necesitamos más marineros… - Por un momento Sophitia pensó que iba a devolverla al agua, y si su boca no hubiese estado más seca que lengua de gato, era el momento adecuado para tragar saliva – Pero puedes quedarte, no abandonare a una joven en medio del mar – Acto seguido se dio la vuelta y se fue, dirigiendo una significativa mirada a uno de sus marinos, entendió en seguida lo que quería decir “Vigílala”
Sophitia dejo escapar un suspiro de alivio y con mucha más calma se puso a mirar el barco por primera vez. Estaba desalineada, cansada y con mucha sed, pero nada de eso parecía menguar su buen ánimo, no todos los días uno se salva de semejante situación.
Re: A la deriva...
Hace un tiempo
-En los barrios bajos de la gran ciudad Mills, Spatium, pasada la media noche:
Alexia miraba entre toda la gente que se encontraba bebiendo y disfrutando en aquel bar, no era demasiado conocido, de hecho hasta a ella misma se le había olvidado el nombre pero aún así se podía notar la presencia de jóvenes adultos y ancianos, todos contribuyendo a que aquel lugar fuera agradable de estar, con bromas, risas y bailes. El lugar a su gusto era espacioso, viejas mesas con sus respectivas sillas se distribuían en alrededor del improvisado escenario donde más de algún ebrio se colocaba para hacer algún show, que pronto era sacado por los mismos dueños del bar, a ratos se escuchaba a algunos músicos interpretar alegres canciones mientras los demás las seguían cantando y bailando al son de la misma.
Estaba esperando a un conocido que tenía en ese lugar, se juntaban cada vez que Alexia visitaba esa zona de la ciudad, pasaban un buen rato y luego ella se marchaba y quedaban de verse la próxima vez, era una buena "relación" ya que ninguno exigía nada del otro y así se mantenían. Había llegado un poco mas temprano de la hora acordada siempre ya que le apetecía beber y disfrutar del ambiente un poco, así que mientras llegaba la hora del encuentro ella se mantenía en la barra esperando.
- Aquí tienes - dijo el joven cantinero mientras le acercaba una jarra de cerveza, a lo que ella agradeció con una pequeña sonrisa mientras tomaba el jarro y bebía manteniendo el contacto visual con el muchacho
-Muchas gracias- agradeció con otra sonrisa pero esta vez ladeada
Desvió la vista al haber escuchado unas palabras subidas de tono que se dirigían a alguna de las mujeres que allí trabajaban, las pobres tenían expresión escandalizada a lo que los hombres les decían cuando pasaban por el lado, el joven intentó llamar de nuevo su atención , pero lo habían llamado desde la otra esquina de la barra así que a regañadientes se largó a atender. Alexia seguía atenta a lo que ocurría con las mujeres que intentaban hacer oídos sordos a los ebrios que allí habían ~(Suerte con esos tipos)~ pensó mientras se volteaba y seguía bebiendo alegremente, sintió movimiento a su lado y a través de su capucha divisó a una chica morena, y de pelo negro que llamó al camarero con una señal de manos y rápidamente el chico le sirvió lo que había pedido.
Pasados unos momentos observó que la chica intercambiaba alguna que otra palabra con un hombre que se veía bastante borracho, observaba que el sujeto intentaba insinuarse y como al parecer no le resultaba subió de tono las proposiciones, cosa que a cualquier mujer habrían escandalizado, sonrió de medio lado cuando escuchó lo que ésta le respondía, no supo muy bien qué fue lo que ocurrió, sólo que de un momento a otro el sujeto estaba tirado en el piso con una mano cubriendo su mejilla y un hilo de sangre corriendo por su nariz, al parecer la chica le había dado un derechazo, con todo, Alexia se puso de pie en el momento en el que vio caer al sujeto, salvando su jarrón con cerveza y el vaso de la chica también producto del impulso, y los dejó en la barra de nuevo, lanzó una carcajada ya que le había parecido graciosa la situación. El hombre con ganas de pelea se puso de pie, mas la chica no se dejó intimidar, es más, lo provocaba. Divertida con la situación, la fénix se fijó que uno de los amigos del ebrio se acercaba por detrás, como tenía la adrenalina algo subida por lo pasado se volteó para encarar al sujeto que tambaleándose intentaba intimidarla, arqueó una ceja en forma burlesca mirándolo de arriba hacia abajo le indicó al sujeto con la mirada que observara su mano bajo la capa, intencionalmente envolvió uno de sus puños en fuego, sonriendo de lado miró al tipo y negó con la cabeza, el hombre poco a poco retrocedió y rodeó a las chicas para sacar a su amigo de allí, una vez lo llevaron a otra mesa Alexia tomó ambos tragos, la tocó en el hombro para llamar su atención
-Ten- dijo tendiéndole su vaso- Buen derechazo por cierto- elogió mientras señalaba la barra para que se sentaran, no tomó mucho para que ambas comenzaran a charlar y beber hablando de nada en particular.
Pasado un rato, Alexia sintió un ligero apretón en el brazo derecho, no tuvo necesidad de voltear par a saber quién era, sonrió expectante mientras veía por el rabillo del ojo que su "amigo" caminaba en dirección a una mesa cercana a la barra.
-Fue un gusto conocerte Sophitia, espero volvamos a vernos- dijo con una sonrisa mientras se ponía de pie, hacía contacto visual con su "amigo" y salía del bar en dirección a terminar bien la noche
~~~~~
Hoy en día
Apoyada en la pared miraba con curiosidad a la persona que estaba subiendo al barco, una vez subió, Alexia se sorprendió al reconocer a la simpática joven que había conocido en uno de sus viajes a la ciudad Mills en ese bar... Sophitia, si no recordaba mal, observó que intercambiaba algunas palabras con el capitán y que luego ella reía, Alexia sonrió por la actitud que tomaba frente a los otros y una vez vio que toda la multitud de disipaba, se acercó a ella, segura de que quizás no la recordara y le dijo
-Tantos lugares y nos encontramos aquí- le dijo con una sonrisa tendiéndole un poco de agua de una botella que llevaba en su bolsa de viaje- es un gusto volver a verte Sophitia
Re: A la deriva...
En general esas cosas no funcionaba, de alguna manera, mientras más intentaba alejarse de los problemas, mas la perseguían. Ella diría que era cuestión de mala suerte, que el asunto de estar bebiendo en un bar lleno de sujetos rudos y romperle a uno una botella en la cabeza no tenía nada que ver con lo de terminar en medio de una pelea a gran escala que continuo luego en la calle cuando los guardias del lugar los sacaron a empujones y golpes. Esa era una noche común y corriente como cualquiera, nada más.
Meditaba sobre esto cuando una muchacha de largo cabello negro, algo mas bajita que ella, y con unos bonitos ojos castaños se acercó. La pirata no se esperaba que nadie se le arrimara luego de semejante entrada, mucho menos una linda señorita, podría esperar algo de curiosidad de parte de los marineros, en cualquier caso, allí estaba ella, frente a frente con esa muchacha que además parecía conocerla.
-Es un gusto también, sin duda, pero... - La miro de arriba a abajo intentando de hacer memoria de donde le sonaba esa chica, estaba segura que su rostro le era familiar. Agarro el agua que le ofrecía mientras seguía pensando y entonces el recuerdo llego de un golpe a su mente - ¡Ah! ¡Lo tengo! Eres la chica de ese bar, la que se acerco cuando unos pesados no me dejaban beber tranquila... - Tomo un trago y le devolvió la botella - En verdad es algo insólito que volvamos a encontrarnos, mmm, tendrás que disculparme, pero no puedo recordar tu nombre.
Conocía a muchas personas, su trabajo la obligaba a pasar todos los días en contactos con gente de todos los reinos, y si bien intentaba en líneas generales recordarlos, muchas veces se encontraba en ese tipo de situaciones. Mientras escuchaba su respuesta pretendía acomodar mínimamente su camisa, sus intentos eran en vano, la tela estaba arruinada producto del agua salada y las horas bajo el sol.
-Por cierto ¿Sabes a donde se dirige este barco? Aunque... Supongo que cualquier puerto estará bien - Sea donde fuere, se pondría a averiguar sobre esos marineros, y cuando los encontrara se aseguraría de que se arrepintieran de haberla tratado como a un montón de basura - Tengo... Cosas que hacer... - Comentó de forma evasiva.
Re: A la deriva...
-No te preocupes- dijo despreocupada mientras disimuladamente miraba a su alrededor, notando que había varios ojos sobre ellas, más en Sophitia
Había escuchado parte de lo que ésta le había explicado al capitán, aunque no lo dijera en voz alta, tampoco le creía mucho lo de haberse "caído" simplemente de algún barco, es más, hasta comprendía que debería tener sus propias razones para no decir la verdad aún así suponía que no sería tan ingenua para suponer que si hacía algo indebido, el capitán no dudaría en ordenar que fuera arrojada al mar de vuelta, y además ella también había ocultado su verdadera identidad al conversar con el capitán acerca del aventon, diciendo que era la hija de un vendedor de la ciudad de Spatium y que se había quedado sin el dinero suficiente para volver a sus tierras en vez de decirle que había estado buscando a un criminal que había resultado ser muy escurridizo. Regresó de sus cavilaciones al escuchar que la joven le preguntaba algo y le respondió
-Hará escala en diferentes puertos de Spatium a lo largo de toda la costa, la más próxima según me dijeron no será hasta en un par de horas si no me equivoco- le informó mientras distraídamente sacaba otro cigarro, estaba muy nerviosa, no le gustaba el mar ni mucho menos lo que podía haber bajo las aguas, y los constantes golpeteos de las olas contra el barco eran cada vez más frecuentes a su parecer
Le frunció el ceño a un marinero alto y demasiado musculoso que estaba muy cerca de ellas, es más, no se molestaba en ocultarse siquiera y su actitud era bastante prepotente, cosa que a Alexia le molestó mucho, pero nuevamente se mentalizo en que debía mantener el perfil bajo, no podía abusar de la buena voluntad del capitán y andar insultando u ofendiendo a su personal, ya que allí la intrusa era ella.
Decidió entonces que ayudaría a la joven a tener un poco de espacio, aún sin que se lo pidiera, ya que al menos a ella no le gustaba sentirse vigilada y quería ayudarla, así que con una sonrisa que no dejaba ver su disgusto para con el marinero, se puso de espaldas al hombre y frente a Sophitia, hizo un leve movimiento con los ojos esperando que ella notara que se refería al hombre que la vigilaba y le preguntó lo suficientemente alto como para que se escuchara claramente pero no demasiado fuerte para que no fuera obvio que pretendía que el marinero lo escuchara si estaba espiando
-Últimamente he notado que algunos de los barcos de pasajeros ya no son muy seguros- inventó mientras intentaba ver si Sophitia le seguía, necesitaba distraerse además que faltaba a lo mucho unas dos horas para llegar a tierra, necesitaba mantenerse ocupada- Mi hermana... Clau me dijo que un hombre que trabajaba en uno de esos barcos se perdió en alta mar, nadie supo cuándo ni cómo pero una vez tocaron tierra se habían dado cuenta de que el hombre no estaba...- no tenía ninguna hermana ni sabía si aquella historia sería creíble, pero si el marinero pensaba que estaban cuchicheando sería mejor para Sophitia ya que se vería normal el que dos mujeres conversaran- Y es que en estas máquinas un pequeño descuido, te caes y ya puedes despedirte si nadie te ve en el agua, menos mal aún queda gente buena que aún ayudan a los que lo necesitan- mencionó mirando hacia el capitán, no sabía si Sophitia se había dado cuenta de que era show para el marinero, pero decidió igual seguir el juego, volteó y miró al sujeto, se hizo la sorprendida y agrandó los ojos con "inocencia"- Ups, lo siento señor, no sabía que estaba por aquí, sólo compartía mi preocupación con ella, es un milagro que no haya resultado herida, ¿no?- el sujeto la miraba ceñudo, sin duda era un hueso duro de roer
-Hmp -dijo medio gruño el hombre
-Si me permites, ¿podrías por favor indicarme algún lugar donde le pueda pasar algo de ropa limpia a la señorita?- usó su ultima carta- no creo que sería conveniente que enfermara por la ropa húmeda- agregó
El marinero se debatía entre ignorarla simplemente o hacer caso a las ordenes del capitán antes de abordar (sean educados con los pasajeros), decidió claudicar y les indicó una habitación que era la improvisada enfermería, Alexia miró a Sophitia esperando que hubiera captado el mensaje y los siguiera
Re: A la deriva...
La miro unos segundos, luego vio al marinero que estaba detrás de ella y en un instante todo conecto a la perfección en la mente de la pirata, sonrió y con una expresión divertida en el rostro le continuó el juego.
-Cierto, hay muchas cosas que pueden salir mal en un viaje, incluso en los mas rutinarios, entre las enfermedades, los piratas y las posibles caídas es un milagro que lleguemos a tierra – Por fuera se mantenía calmada, pero por dentro una carcajada estridente amenazaba con hacerla llorar de la risa ¿Los peligros del mar? Eso era una tontería, no había nada más hermoso en el mundo que el océano, los que eran peligrosos en todo caso eran los humanos, no el agua – Por gente como esta es que una no pierde las esperanzas en esta sociedad.
Las esperanzas de Sophitia en la sociedad habían muerto hacía ya muchos años, se había pasado toda su niñez entre la peor calaña, los humanos más ruines, ventajistas y egoístas, teniendo que pelear hasta por el más pequeño pedazo de pan duro para poder sobrevivir. En su opinión no había esperanza alguna para la gente, pero no se lo tomaba como algo malo, eran las reglas del juego y ella las aceptaba así.
-Sí, de verdad estaría muy agradecida si pudiera cambiarme esta ropa, sé que mi compañera aquí presente es amable y no me lo dice, pero apesto – Agregó con una sonrisa que quedaba a medio camino entre cordial y burlona. Era interesante ver el gesto de confusión del marinero, evidentemente no era un hombre con muchas luces, mejor así, en un instante les señalo un cuarto donde suponía encontraría algo que ponerse – Muy amable – Le dijo al hombre mientras iban hacia el lugar.
Abrió la puerta y dentro había una improvisada camilla, un mueble con muchos pequeños compartimientos cerrados donde guardaban algunas medicinas, firmemente agarradas para que no se cayeran con el movimiento del barco. El marinero les señalo un baúl que estaba en un rincón del cuarto donde guardaban algunas ropas de recambio.
-Pero es toda de hombre… - Aclaro el sujeto, pero se detuvo a media oración cuando vio las prendas que llevaba Sophitia, todas de hombre también.
-Jajaja, eso no será un problema – Fue hacia el arcón y empezó a buscar algo que fuera cercano a su tamaño, ciertamente era una mujer alta, pero no tenía ni de cerca la enorme espalda que desarrollaban los marineros en general – Eso si, tendrás que esperar afuera mientras me cambio, soy una chica al fin y al cabo…
El hombre se percato en ese momento de que claramente sobraba en el cuarto, murmuro unas disculpas rápidas y salió de la enfermería, esperando junto a la puerta del lado de afuera, ya que no por eso dejaría de cumplir con la tarea que el capitán le había dado.
-Gracias por eso – Le dijo en un murmullo mientras sacaba unas camisas, las comparaba y se quedaba con la que estaba más nueva – No pensé que fuera posible lograr que me den siquiera un pañuelo hasta que interviniste – Luego se saco la ropa para cambiarse – Comienzo a pensar que eres mi talismán de la suerte jaja – De toda las cosas que llevaba puestas lo único salvable era el cinturón, el cual además le vino muy bien ya que todos los pantalones se le caían – Te debo una, y no es un modo de decir, yo devuelvo los favores.
Re: A la deriva...
Siguieron al marinero que las guiaba a la habitación donde seguramente le entregarían algo de ropa seca a la muchacha y Alexia pensaba en lo gracioso que había sido tomarle el pelo al tipo, había estado en varias ocasiones a punto de estallar en risas por lo absurdo que era el tema que había elegido como excusa, se le había pasado por la mente que Sophitia iba a pasar de ella o no le seguiría el juego, pero había contado con ella para eso, y al parecer era bastante buena ya que había sonado muy creíble, o al menos el marinero dejó de mirarla como si fuera a robar algo al menor descuido, recordó con gracia (ahora) la ocasión en que había intentado ayudar a una muchacha, la cual nunca se dio cuenta del juego y no habían salido muy bien paradas con eso
Cuando llegaron a la improvisada enfermería y el marinero las dejó solas, vio a la muchacha elegir prendas y cuando se cambió miró hacia otro lado para comodidad de ella, aunque por lo visto no le importaba en lo más mínimo, pero de todas formas lo hizo, mas por costumbre que por nada. Escuchó cuando le dijo que comenzaba a pensar que era su talismán de la suerte, lo cual le pareció divertido, en su vida la habían llamado de muchas formas, pero nunca algo relacionado con la suerte, la chica continuó vistiéndose mientras Alexia estaba concentrada en el movimiento del barco, pero pronto se distrajo cuando la escuchó volver a hablar, y sonrío ante lo que dijo acerca del favor, se veía que ella era alguien que cumplía... como favor o como cobranza.
-Te sorprendería la de nombres que me he ganado en lo que llevo viva...- mencionó divertida mirándose el extremo de su cabello- Y por lo de devolverme el favor, no te preocupes, ya veremos cómo se soluciona- dijo mirando hacia la puerta, no sabía de qué mas conversar, así que para no caer en el silencio dijo lo primero que se le vino a la cabeza- Pato desplumado- lo había dicho tan derrepente que se le quedó mirando con grandes ojos a la muchacha quien al parecer ya había acabado, iba a explicar lo que le había pasado cuando de pronto
Booooom!
Sonó una explosión y perdió un poco el equilibrio ya que el barco fue sacudido violentamente y esta vez estuvo segura de que no fue una ola que golpeó el barco, se escuchaban gritos y carreras por todos lados, Alexia miró significativamente a Sophitia y salió apresuradamente de la "enfermería" sin percatarse si ella iba también o no.
- No deben ir a cubierta - llegó diciendo un marinero bastante agitado- ¡Estamos siendo atacados por piratas! Casi no los vimos venir - maldijo- Cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde, las mujeres no deben pelear, estamos escondiendo a los pocos pasajeros que hay a bordo en la bodega, diríjanse hacia allá ¡ahora!- ordenó mientras emprendía la carrera hacia la cubierta
-Las mujeres no deben pelear y blablabla- hizo gestos e imitó la voz del marinero en forma de burla, mostró una sonrisa guasona y se encendió un cigarro, acomodó su capa con la capucha puesta y caminó entre los pasillos para llegar a cubierta siempre intentando evitar contacto directo con los marineros, no sería gracioso el que la escoltaran a la fuerza a la bodega del barco, no le apetecía ir allí y no quería armar un jaleo más por desobediencia, pero quería luchar, necesitaba desfogarse de alguna manera y la oportunidad se le había presentado allí mismo
Una vez llegó a cubierta, no se lo podía creer, había al menos una docena de hombres armados reduciendo a los marineros del barco en el que se encontraban, vale, que los piratas estaban acostumbrados a pelear y cosas así, pero le pareció insólito que casi veinte hombres... bueno dieciocho, fueran reducidos por ( uno, dos tres... -contaba mentalmente Alexia- siete... diez... ¡once! ) once piratas, decidió ir y ayudar ya que al parecer mas de la mitad no estaba muy familiarizado con peleas y cosas por el estilo.
Se ajustó bien la capa y salió a cubierta, fue abordada por sorpresa por uno de los piratas, el cual le mandó un puñetazo que iba directo a su pómulo, gracias a sus reflejos logró echarse para atrás y tomó la mano del sujeto y apretó, pero no contaba con que otro la embistiera con el hombro por la espalda, haciendo que cayera unos metros más allá y soltara al sujeto que tenía afirmado de la muñeca, cayó de culo y adolorida se frotó la zona afectada, sus ojos se volvieron negros producto de la ira que sentía y arremetió con fuerza hacia el hombre que la había empujado, tal fue el impulso que el sujeto quedó en la barandilla del barco y por poco no cayó por la borda. Furiosa se volteó para ver si podía localizar al pirata que había intentado golpearla en el rostro pero no lo encontró
- Buscabas a alguien pequeña ramera- escuchó cuando sintió que la asían del pelo bruscamente, sintió como si le quisiera arrancar el cabello de sus raíces y casi vio puntitos de colores frente a sus ojos producto del dolor que sentía, hasta que sintió que el agarre cedía hasta el punto de aflojarse completamente, el tipo había sido golpeado y yacía inconsciente en el suelo bajo ella junto a lo que en mejores tiempos había sido una pequeña mesita
Agitada, se compuso y volteó para ver quien la había ayudado, mas no vio a nadie como para agradecerlo, así que sin perder mas tiempo se metió de lleno a intentar ayudar y a echar a los sujetos que invadían el barco, quería llegar cuanto antes a la costa para tocar tierra firme, y esos gamberros no la dejarían. Se apartó un poco de la zona de pelea por unos instantes y notó que su cigarro yacía en el suelo mientras se consumía lentamente, en cosa de segundos el tiempo parecía haberse detenido para ella, todo ocurría en cámara lente a su alrededor y sólo se centraba en el humo que salía en vertical y se ondulaba en el extremo, era fascinante el ver cómo el humo tomaba formas y luego se deshacía, concentrándose en la densidad que requería, comenzó a enfocar sólo el humo, en cosa de segundos comenzó a manejar el sentido en el que se movía y el mundo recobró su rapidez normal, al menos para ella, ya que había estado en una especie de trance mientras se concentraba en él. Moldeó una pequeña esfera de humo denso en la palma de su mano, la cual comenzó a hacerla crecer hasta el tamaño de una cabeza normal, se re integró a la lucha y puso la bola de humo en el rostro de uno de los piratas, hizo que el humo rodeara la cabeza completa, y como no había forma de disiparlo, a no ser que pasara una ventisca mas fuerte que la densidad del mismo, comenzó a provocar que el sujeto perdiera poco a poco el oxígeno, ya que simplemente respiraba el humo que Alexia había manipulado, causando que se descompensara, una vez estuvo lo bastante aturdido lo empujó con fuerza hacia la orilla del barco y lo envió al agua, una sonrisa se formó en su rostro ya que había empezado a disfrutar
Re: A la deriva...
La muchacha salió disparada de la habitación antes de que pudiera advertirle de nada, bueno, parecía ser del tipo de mujer que podía perfectamente cuidarse sola, era más probable que los piratas se arrepintieran de intentar atacarla que al revés. Con rapidez se termino de ajustar la ropa y salió también de la enfermería, la pregunta ahora era ¿De parte de quien pelearía? Bien, si peleaba a favor de los marineros de abordo les estaría pagado por el favor de salvarla de una muerte segura en alta mar. Por otro lado, le importaba un cuerno el pagarles el favor, y si ayudaba a los piratas bien podía irse con ellos. Era difícil decidir…
-Cuando es difícil decidir, mejor ni hacerlo – Se dijo a sí misma y sonrió de modo burlón. Apoyó las manos en el marco de la puerta y salió a lo que se había convertido en un campo de batalla, los atacantes no eran tantos, pero el propio barco tampoco tenía tantos marineros ya que era un viaje común que no tenía la necesidad de tener gran cantidad de guardias ya que no llevaban nada importante entre su carga.
Un pirata se batía a duelo con uno de los marineros y estaban tan concentrados en eso que siquiera se fijaron en que Sophitia estaba parada ahí. La muchacha los miró muy entretenida como atacaban y se defendían a turnos, enfrascados en el calor de la batalla, el marinero cedía terreno caminando hacia atrás, por lo que una simple traba alcanzó para que cayera al piso de espalda, oportunidad que su rival aprovecho para darle el golpe de gracia. El ganador miro a la pirata como intentando identificar si era amiga o enemiga, ella le sonrió para luego darle un puñetazo en pleno rostro, dejándolo fuera de combate.
Riendo a carcajadas paso por arriba de ambos hombres y se dirigió hacia donde estaba la mujer que la había ayudado, la encontró en el momento mismo en que uno de los atacantes la estaba tomando del pelo. Bien, esa sería una buena oportunidad para pagar su deuda, miró a los costados buscando algo que pudiera servirle de arma, solo encontró una pequeña mesita, pero serviría para el caso. La agarro con ambas manos, la levanto bien alto y se la partió al sujeto en la cabeza, luego tiro los restos que habían quedado del mueble y siguió camino.
Caminando por la cubierta, divertida en medio del caos, una patada en la espalda la saco de sus ensoñaciones, cayó al piso, pero en cuanto toco las tablas comenzó a girar para evadir una espada que apuntaba directo a su corazón. Al estar boca arriba vio quien era el atacante, nada más y nada menos que el muchacho que la había ayudado a ir hasta la enfermería.
-¿De qué lado estas tu, traidora? – A su pregunta la siguió un nuevo ataque, Sophitia lo esquivo haciendo un giro hacia atrás y aprovecho el impulso para ponerse en pie. No tenía arma alguna, pero aun así su rostro mostraba una enorme sonrisa - ¿De que demonios te ríes?
-De cómo quedarás luego de eso – Dijo rápido Sophitia y salto a un lado justo cuando un enorme pedazo de viga en llamas cayó encima del muchacho, al parecer uno de los cañonazos de los atacantes había dado contra una de las velas del barco, haciendo que varios pedazos madera saltaran en todas direcciones. La muchacha se acerco al cadáver del marinero y le sacó la espada – Gracias de nuevo, eres un buen chico, jajaja.
Ahora tenía un arma, estaba de buen ánimo y lista para dejar algunos cuerpos extras flotando en el mar.
Re: A la deriva...
Vio a Sophitia armada a unos pocos metros de donde ella se encontraba, no parecía ni asustada ni tampoco en apuros así que mantuvo las distancias, debía ocuparse de ayudar a sacar o liquidar a los piratas del barco cuanto antes, ya que no sería para nada agradable el quedarse en esas condiciones, o peor... con los piratas, no tenía muy buena relación con algunos, ya que a veces por su trabajo capturaba de todo, incluyéndolos.
Miraba para todas partes buscando algo para hacer, estaba entretenida golpeando a los sujetos, pero muy adentro sabía que algo no iba bien, no sabía que estaba buscando ni para qué, pero todo pintaba muy mal en ese momento, no eran tantos piratas pero estaban organizados, y eso era muy malo, ya que era cuestión de tiempo para que todo se fuera al demonio.
-Sabía que no debería haber aceptado este trabajo en particular- murmuró entre dientes a la vez que detenía con un palo la espada de un pirata y con el impulso lo empujaba con el pie con fuerza y perdió el equilibrio por uno momentos, miró hacia el borde del barco y vio a un pirata intentando abordar el barco, con una sonrisa maliciosa lanzó el palo a la cabeza de un pirata y del impacto lo botó al mar, haciendo que Alexia soltara una carcajada, era un juego para ella, aunque sabía que jugaba con fuego, estaba en mar abierto, el hogar de criaturas que si bien se conocían algunas, había otras que nadie nunca se podría imaginar y era cuestión de tiempo para que se dieran a conocer, y si se quedaba varada allí sería algo bastante malo para ella. Sacudió la cabeza intentando ser positiva
Por el rabillo del ojo percibió movimiento, en cosa de segundos volteo y notó que uno de ellos intentaba golpearla por la espalda con otro palo bastante grande, tenía rasgos extraños a decir verdad, se atrevía a decir que no era humano, pero Alexia no se metería allí, siendo lo que fuera que era no le importaba, sólo veía que estaban retrasando su llegada a tierra firme y eso la cabreaba y mucho, rápidamente se volteó en el instante en el que el sujeto levantaba el palo, y antes de que la golpeara tomó su antebrazo con fuerza y desvió el palo hacia un lado, cosa que éste golpeó cerca de sus pies, y aprovechó el despiste para mirar al pirata de forma guasona y le pegó un puñetazo con fuerza, en el momento en el que sus nudillos hicieron contacto con el rostro del sujeto, se escuchó claramente cuando sus huesos se destrozaron, con la cara llena de sangre el sujeto cayó hacia atrás yaciendo ahí como muchos otros en el barco. Las llamas estaban creciendo cada vez más rápido y no sabía si el barco soportaría seguir así, vio que algunos marineros intentaban apagar las llamas mientras lo otros intentaban cubrirles las espaldas, Alexia se unió a ellos para ayudarles, aunque ya dudaba que pudieran salir de ésta bien parados. Con decisión llevó sus manos al frente y unió las palmas, comenzó a frotarlas rápidamente unos momentos y sus manos se cubrieron de fuego hasta sus muñecas, se abalanzó con diversión hacia unos piratas que estaban cerca de ahí, golpeándolos con lo que se le ocurriera: patadas, puñetazos, e incluso codazos.
En un momento dado, Alexia miró hacia el timón e identificó al que de seguro era el jefe de los piratas que ahí estaban, estaba luchando con el capitán del barco, quien parecía que caería en cualquier momento, sabía luchar al parecer, pero ya estaba muy herido y sus fuerzas comenzaban a flaquear, en un momento de despiste, el contrincante hayó su oportunidad y le dio el golpe final, yaciendo en su nave, la nave se había quedado sin un capitán y ya no sabía que rayos pasaría a partir de ese momento
Re: A la deriva...
-Oh! Esto es la gloria - Para ella era como un regalo, por un momento había creído que tendría que pasarse todo el viaje mirando el cielo, aburrida, matando el tiempo con charla insulsa - Bien dicen, la vida no te cierra oportunidades sin regalarte otras - Acto seguido movió la espada cortando el cuello a uno que pasaba corriendo cerca de ella, no sabía de qué bando era, pero sin duda no era su día de suerte.
Corrió unos pasos para tener impulso y salto la viga en llamas que aplasto a su anterior oponente, luego subió la pequeña escalera que separaba la cubierta superior del barco del castillo de proa. Un muchacho se paró frente a ella, al parecer con intención de atacarla, aunque al ver que era mujer se detuvo un segundo, algo confundido, momento que sophitia aprovechó para golpearlo con el pomo de la espada en la garganta. El hombre se llevó las manos al cuello, haciendo gárgaras de sangre, aunque pronto no le preocupó más, ya que la pirata lo atravesó con su propia arma.
-Y ahora tengo dos armas - Tarareaba la muchacha contenta con una espada en cada mano. En ese momento, rodeada por el caos, pudo ver de nuevo a la chica que la ayudó antes, parecía estar arreglárselas bien. En una actitud totalmente fuera de contexto levantó la mano y la saludo muy alegre - ¿Como vas con eso? - Le gritó contenta.
No pudo escuchar bien la respuesta porque alguien la pateó en medio de la espalda, logrando desestabilizarla y tirarla del castillo de proa de nuevo a la cubierta. Miro hacia arriba pero del enemigo no había ni noticias, en cambio, la pirata noto otra cosa más interesante, sonrió ampliamente al ver como los capitanes de ambos barcos se peleaban entre sí y más aún, como el pirata ganaba la mano y dejaba al vejete estúpido que había sospechado de ella tirado en un charco de su propia sangre.
Ya estaba decidido, iba a ganar los piratas, no necesariamente eso era bueno para ella, que fueran del mismo grupo no los hacia compañeros. Se puso en pie, sacudiendo el polvo de la ropa mientras pensaba él como acercarse a ellos, estaban terminando las últimas peleas, sacando a los pasajeros de sus cuartos y alineandolos arrodillados de espalda, a los que estaban viejos o enfermos los pasaban por el filo de la daga al instante y tiraban su cuerpo al mar.
Pronto le llegó el turno ella, bruscamente alguien tiró de su camisa y comenzó a arrastrarla por la cubierta antes de que les pudiera decir nada, luego la arrojaron junto al resto de las mujeres y niños.
-¡Oye! ¡Un momento, imbécil! ¡Yo también soy pirata! - A lo cual los prisioneros que estaban cerca de ella se alejaron levemente entre asustados y mirándola de mala manera. El pirata la observo pero no parecía ser muy avispado y no entendía qué pretendía - Déjame hablar con tu capitán, él entenderá, tu pareces algo estúpido ¿Por casualidad tus padres no eran primos o hermanos?
Tal vez con eso último se había pasado, no lo sabía, ya que lo siguiente que podía recordar era una patada en la mandíbula que la dejó inconsciente.
Re: A la deriva...
Una vez muerto el capitán, los marines perdieron el control, algunos hasta dejaron sus armas y suplicaron por sus vidas, algunos los dejaban vivos y otros simplemente eran asesinados antes de siquiera abrir la boca. Alexia estaba muy, muy cabreada y eso no era bueno, algunos piratas habían ido a buscar a los pocos pasajeros que llevaba la nave, algunos ancianos comerciantes, hombres mujeres y niños los cuales no superaban la cantidad de veinte individuos y los alineaban de rodillas en grupos, su instinto le decía que por el momento no hiciera nada estúpido, porque de luchar, serían pocos los que harían algo, y ya que los marines que seguían vivos era por que habían dejado las armas, dejaban mucho que desear de su valentía.
Fue reducida e inmovilizada por las manos las cuales fueron amarradas con una soga algo vieja, pero gruesa, y la llevaron al grupo donde estaban las mujeres, una vez cayó al suelo, se movió hasta que se localizó en un lugar donde podía apoyar la espalda en la barandilla, convenientemente para los piratas, que los habían alineado allí, ya que fácilmente podían tirarlos al mar, como ya habían hecho con algunos ancianos luego de matarlos a sangre fría cosa que enfureció a Alexia de sobremanera, el abuso que éstos demostraban con los más débiles era algo que la fénix no toleraba.
Fue sacada bruscamente de sus pensamientos cuando vio que a la joven Sophitia también era llevada al grupo en el que ella se encontraba, en un momento dado, la joven reclamó por el trato que le propinaban, exclamando que ella también era pirata, para la sorpresa de muchos los pasajeros quienes no dudaron en alejarse de ella, y enviándole miradas de reproche a partes iguales, la caza-recompensas en cambio no se sorprendió tanto ante aquella revelación, se imaginaba que la muchacha no fuera alguien corriente por su manera de vestir o de actuar.
El pirata a quien ella se dirigió no se dio por enterado, a lo que resultó insultado por parte de la joven Sophitia, a lo que la caza-recompensa tuvo que morderse el interior de las mejillas para no carcajearse ahí mismo, pero pronto toda gracia se esfumó cuando el sujeto, ofendido ante la ávida lengua de la recién descubierta pirata, le propinó una fuerte patada en la mandíbula, seguido seguramente de algún insulto que la chica no alcanzó a entender del todo. El pirata, con claras intenciones de echarla al mar, fue detenido en el momento que se dispuso a arrastrarla al borde del barco por una fuerte e imponente voz
- ¡Silencio!- gritó apareciendo el capitán cuando sintió que los prisioneros comenzaban a exclamar asustados, miró el cuerpo inconsciente de Sophitia y comenzaba a hablarle a sus piratas
En ese momento Alexia se perdió en sus pensamientos y conclusiones propias, estaba en una situación crítica, o bueno... casi critica, ya que estaba de rehén en un barco que acababa de ser invadido por una docena de piratas, de los cuales quedaban... ¡¿Seis?!, habían liquidado a seis piratas, y aún así quedaban a lo sumo unos ocho marineros, estaba indignada, cómo era posible que siendo más marineros que piratas les hayan ganado el barco, era inaudito. Comenzó a mirar alrededor, buscando posibles soluciones, la cuerda que tenía atadas a las manos era de un material inflamable, pero no serviría luego para nada, además que si la quemaba... ¿sobresaldría el olor por encima del de las partes del barco que aún se estaban quemando? o ¿simplemente pasaría inadvertido?, no sabía si podría romperá solamente al forzarla, ya que a pesar de levantar cosas realmente pesadas, o de golpear condenadamente duro cuando lo quería, no sabía si podía tener ese tipo de fuerza, y en esos momentos debía ser discreta. Hizo un pequeño listado acerca de las personas que había visto luchar anteriormente y de inmediato los contó, si había un total de ocho marineros, con ella serían nueve personas que lucharían, aunque de ser así, no los habrían reducido de esa forma, a lo sumo debían de haber al menos la mitad de personas que lucharan... dejando fuera a los pasajeros, quienes aún no podía saber si luchaban o no, ya que no los había visto.
Fue nuevamente interrumpida cuando notó que un poco alejados del grupo de sucios piratas, había un par en especial que se miraban de forma hostil entre ellos, las miradas de odio que de soslayo se echaban eran inconfundibles para alguien tan calculador como Alexia, la expresión corporal de éstos detonaba violencia para con el otro, más que con los del barco que habían invadido, su mente comenzó a cavilar una forma de hacer que ambos iniciaran una riña, que sería igual a distracción que sería un punto vital en aquella situación. De reojo observó que entre el grupo de mujeres, había una que miraba con furia al capitán, disimuladamente la joven caza-recompensa se acercó a la joven, tenía pinta de saber algo de salud, si tenía suerte sería alguien relacionado con medicina, o por último curandera, cualquiera fuera el caso, necesitaba ayuda
- ¿Eres medico o algo por el estilo?- le preguntó mirando al frente a la vez que discretamente se le acercaba, la chica tardó unos momentos en procesar la pregunta, la miró un momento y volteó al frente mientras respondía
- Algo por el estilo- respondió vagamente, Alexia no tenia tiempo para indagar más allá, tampoco le interesaba
- Bien, con eso me basta- sintió la mirada confundida de la chica en su persona y le explicó- necesito que revises a la pirata y veas si puedes hacer algo para despertarla o hacer que vuelva en sí... no me mires así- le reprendió ante la cara de desagrado de la chica, no tenía ni la paciencia ni el tiempo para disimular con nadie-¿ o acaso quieres terminar abusada y lanzada al mar medio o si no muerta al mar? o en el mejor de los casos, ¿lanzada al mar si más?- le pareció que la chica comprendió la situación, por lo que negó rápidamente con la cabeza, la caza-recompensas sonrió complacida- bien, necesito que la intentes despertar como sea, yo me encargo del resto- sonó decidida, aunque por dentro ya comenzaba a dudar que fuera a resultar, ya que existía la posibilidad de que por el fuerte golpe hubiera matado a la pirata, pedía mentalmente que no fuera así, ya que necesitaría todas las manos posibles para recuperar el barco y de una maldita vez por todas llegar a su cuarto en la orden para descansar del viaje tan pesado que estaba teniendo
Miró hacia los piratas y notó que no debía hacer ya nada para que aquellos dos pelearan, ya que algo había pasado porque estaban empujándose mutuamente de forma violenta, la atención de algunos piratas se fue con ellos, y luego la del capitán, confiados de que ya tenían la situación bajo su mano, descuidaron a los rehenes dejando sólo a un pirata al cuidado de todos, mientras iban a ver que sucedía, (grave error), pensó Alexia mientras se concentraba y envolvía sus muñecas en fuego, quemando así las sogas rápidamente, ahora con las manos sueltas podía hacer algo, pero debía ser paciente hasta que se presentara la oportunidad justa, un movimiento en falso y todo podría salir muy mal, miró a la joven con quien había hablado y vio que se acercaba despacio a Sophitia con unos pequeños frascos algo extraños
- Ojalá resulte y esa mujer nos ayude despertando y luego con los piratas- dijo mirando al cielo, intentando encontrar paciencia que ya casi no le quedaba
Re: A la deriva...
En su mente habían pasado solo unos segundos, tenía la sensación de que había soñado algo importante, pero no podía estar segura, todo era muy difuso. Una sensación atravesó sus sentidos, como una señal que llegaba directo a su cerebro ¿Qué era eso? ¿Vinagre? La hacía acordar a cuando era pequeña y dormía detrás de la barra de la taberna donde su padre iba a beber con sus amigos, esos habían sido buenos tiempos.
Comenzó a quejarse a medida que recuperaba la consciencia, sentía un dolor agudo en casi toda la cara, el piso se movía, y no porque estuvieran en un barco, sino porque su sentido del equilibrio aún no se había estabilizado. Abrió los ojos de a poco, a su lado había una mujer que no conocía con un frasco en la mano, así que de ahí había llegado ese olor. Luego miró alrededor, estaban todos los pasajeros asustados esperando, y un poco más allá vio a la chica que podría decirse que era su compañera.
Aún no se levantaba, solo movía los ojos para no llamar la atención de sus captores, los piratas estaban peleando, claro, era típico de ellos, en cuanto había un botín para reclamar surgían los conflictos, eso era culpa del capitán, seguramente no tenía el control suficiente sobre sus hombres. No era necesario que le dijeran cuál era el plan, resultaba muy claro para ella que se esperaba que hiciera.
-Alexia... Ese era tu nombre - Murmuro la pirata mientras esbozaba una sonrisa satisfecha, al parecer el golpe le había acomodado las ideas, luego tuvo que aguantarse de gritar, ya que el hablar hizo que el dolor de la mandíbula se volviera más punzante, no podría decir casi nada en días.
Por suerte para ella no la habían atado, seguramente porque pensaron que no despertaría en un largo rato. Pero aún así siguió en la posición que la habían dejado, esperando a que surgiera la oportunidad de dar vuelta la situación ¿Y luego qué? Ahora todos sabían que ella también era pirata, en cuanto volvieran a tener el control del barco la tirarían por la borda como ya habían hecho la noche anterior. Bien, un problema a la vez, primero había que devolverle al imbécil que la había hecho perder la consciencia un buen golpe en la cara.
Mientras tres de los piratas discutían a viva voz, el capitán los miraba y agregaba comentarios de vez en vez como intentando que se calmaran. Un cuarto hombre, el que le había pegado, se acercó al parecer para continuar con su tarea de vigilar. Sophitia le hizo una señal a Alexia para que se pusiera en marcha el plan, luego se levantó de un salto, le sacó una daga que el hombre llevaba en el cinturón solo para cortarle el cuello en cosa de un segundo.
-Eso fue por pegarme - Dijo mientras el cuerpo sin vida del pirata caía al piso, la muchacha se llevó la mano libre a la mandíbula, ya que aun le dolía mucho al hablar, luego miró al resto de los enemigos y se puso en guardia.
Re: A la deriva...
-Hey- llamó a la que estaba más próxima, debido al escándalo que tenían los piratas entre sí, dudaba que la escucharan, pero de todas formas no estaba de más prevenir.
La mujer la miró con la cara llena de lágrimas, pero se detuvo al ver la mirada molesta de Alexia, con un ademán de cabeza, le señaló que tenía las manos sueltas y que tenía un cuchillo en sus manos, hizo un gesto para que lentamente se volteara y procedió a cortar la soga en unos cuantos movimientos.
-Necesito que liberes a cuantos puedas- le pidió- pero sé discreta, que nadie te vea, y por cierto, ya deja de llorar- agregó eso último en un tono amenazador pero con una sonrisa tierna, la cual no calzaba con su tono al hablar, haciendo que la mujer se confundiera, pero aún así haciendo lo que le había pedido, lo más oculta posible, quizás también ayudaba el hecho de que no era muy grande, seguramente... pensó Alexia, no medía más de un metro cincuenta y tantos centímetros.
Esperando cualquier especie de señal, observó que había un marinero no muy lejos de ella que al tener las manos atadas en su espalda, no se vería lo que estaba haciendo realmente, pero la fénix pudo imaginarse lo que ocurría, estaba intentando cortar las sogas con algún objeto, ya que el vaivén de sus hombros lo delataba, claro que al parecer no había sido la única que lo había notado, un pirata se acercaba sigilosamente con un cuchillo en su mano al marino, con claras intenciones de abrirle la garganta con el mismo, en un instante se fijó en que Sophitia estaba ya despierta, y con un ademán que le hizo entender que era hora, se levantó de un salto, y en el camino sujetando una vasija de al parecer era de algún metal pesado que había en el suelo... (¿¡Que carajo hace esto aquí!?) pensó en nanosegundos antes de arrojarlo al pirata en pleno rostro, en el mismo momento en el que observó a Sophitia cortándole el cuello al pirata que la había golpeado.
El caos que siguió luego fue una absurda diversión para Alexia, envolvió sus puños en fuego, y nuevamente comenzó a golpear a pirata que se le cruzase, con la diferencia que ahora estaba muy, muy cabreada, no tenía intención de dejar a ninguno de ellos con vida, así que sólo se dedicó a golpear duro y rostizar si tenía la oportunidad.
Un pirata intentó tomarla por detrás y arrastrarla hacia el barco contrario, pero ella reaccionó a tiempo y tomó ambas manos del sujeto, y se las quemó al rojo vivo, una vez el sujeto, adolorido la soltó, se volteó y tomó su cara entre las manos, aún con fuego y entre gritos de dolor que hasta al más valiente hicieron estremecer, el ruido en el barco se limitó al golpear de las olas en el mismo, el cadáver del pirata cayó inerte al suelo, bajo la atenta mirada de los presentes, con la respiración medianamente acelerada, sintió algo en su espalda, su capa ya no la tenia puesta, y en su descontrol, sus alas intentaban erguirse en su totalidad, se maldijo mentalmente por su descuido y las ocultó antes que cualquier curioso las viera, rápidamente frunció el ceño molesta.
Cayó en cuenta que ya sólo quedaba el jefe de los piratas en condiciones de pelear, buscó a Sophitia con la mirada, esperando encontrarla para que ella misma se encargara del hombre, algo le decía que si era ella quien se encargaba de él, tal vez, la gente del barco no querría dejarla en alta mar, y al menos, la dejarían bajar a tierra en cuanto llegaran. Si no, debería hacerlos entrar en razón por la fuerza, ya que la chica, fuera de ser pirata, les había sido de gran ayuda en esa oportunidad, y nadie podía decir lo contrario.
Re: A la deriva...
Luego de matar al imbécil que la había golpeado antes, otro de los hombres se acercó corriendo por su derecha, a lo que la pirata lo recibió con un fuerte codazo en el estómago, seguido de un puñetazo en el rostro. Pudo sentir en sus nudillos como la nariz del hombre se partía, era una sensación de lo más agradable, pero no había tiempo para regodearse en la violencia, otro más se acercaba corriendo, increíblemente una de las mujeres le puso una zancadilla cuando pasaba, a lo que Sophitia aprovecho para patearlo y dejarlo fuera del juego.
-Muchas gracias por eso, primor - Le dijo a la muchacha, luego salió disparada a continuar con la pelea. Algunos de los hombres que habían quedado del barco se habían podido levantar y hacer frente a los piratas, incluso las mujeres agarraron lo que tenían a mano e intentaban ayudar - Esto es algo digno de verse jajaja - Levantó un pedazo de madera que estaba encendido en la punta de los restos de la vela caída - Pero se volverá aún más interesante.
Allí estaba el capitán del barco enemigo, ya casi no le quedaban hombres para sacrificar, pero se defendía con todas sus fuerzas hasta el final. Sophitia no se apuro en realizar su acción, fue caminando muy tranquila, esquivando los cuerpos, saltando los trozos de madera quemada y en cuanto vió la oportunidad le dio con todas sus fuerzas en la cabeza.
-Y así se termina esto... - Como vió que aun se movía un poco lo pateó un par de veces - Dije que se terminó ¡Maldita sea! - Se secó el sudor de la frente con la manga de la camisa, se había cambiado de ropa hacía casi nada y ya estaba hecha un desastre de nuevo, por eso nunca se molestaba en comprar ropa nueva.
Estaba hecho, habían recuperado el barco... O lo que quedaba de él, aún habían varios incendios dispersos por la cubierta, parecía que sería difícil llegar con eso a la costa. Miró el barco pirata, pero tampoco estaba mucho mejor, y de todos modos necesitaban muchas más personas para poder conducirlo bien.
-No parece que queden muchas alternativas,tendremos que ver el modo de llegar a tierra con esta cosa - dijo mientras golpeaba las tablas de la cubierta con la bota - No hay tiempo para ponernos en quisquillosos, todos los que tengan fuerzas tendrán que trabajar para poner a andar esta máquina.
Los miro de brazos cruzados, como esperando a que se pongan a hacer lo que les había dicho, pero lo único que le devolvían eran miradas de sospecha e incredulidad. Sophitia frunció el ceño, e hizo una mueca de desagrado.
-Miren, yo no les gusto, ustedes no me gustan, pero soy la que sabe navegar y ustedes tienen la mano de obra, así que hagamos esto y terminemos lo antes posible - Podía ser una persona muy carismática, pero cuando la observaban de esa manera su faceta más caprichosa salía a la luz.
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