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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
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Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
Según indican los rumores de la gente de aquella época que aún sobrevive en dicha ciudad, Los Hiroshi tuvieron una gran influencia en las tácticas militares defensivas de su nación y que bajo la mesa recibieron una enorme paga, protección en contra de las autoridades y un lujoso hogar en donde se hospedaron por más de 6 años, y no solo eso, aún se conserva dicho hogar que lleva abandonado más de 13 años en un vecindario central de Chaos Urbanis, pero no solo eso, aquella mansión tenía consigo un sobre nombre que entre los niños corría de un lugar a otro y era defendido a capa y espada por los lugareños. "La mordida de la gran mansión" se trató de nada más y nada menos que el cruel asesinato de aquella pareja de grandes cualidades, ese apodo fue ganado debido a las heridas hayadas en los cuerpos de las victimas que al parecer fueron asesinadas por agentes externos de un gobierno distinto, una raza de vampiros alojada en Spatium. No se sabe muy bien el porqué la gente dice que son de Spatium, algunos mencionan que es gracias a los grabados de su ropa, otros dicen que incluso los asesinos dejaron Pistas relevantes para el caso.
Este gran rumor fue un gran Boom en su tiempo, pero poco a poco se fue disolviendo con el pasar de los años hasta el punto de que el apellido Hiroshi terminó por no ser más que eso, un apellido poco común. Pero había algo detrás de todo eso, la historia detrás de los rumores eran más que ciertas y no solo eso, había un testigo que sobrevivió y tenía el mismo apellido que el de las victimas, pues al parecer la pareja de demonios habían procreado y mantenido en secreto su gran y más valioso tesoro.
Hikari en ese entonces era muy pequeña, tan solo una niña de 4 años dependiente de sus padres que tuvo una vida muy buena a pesar de que su existencia se diera alrededor de una guerra, jamás pasó hambre, durmió en el suelo o algo similar, sus padres se encargaban de que su mayor logro tuviera una vida sana y agradable que cualquier niño merecía, fue así hasta que el día de la mordida de la gran mansión sucedió. Sus recuerdos actualmente son muy vagos sobre ellos, pero el amor que siente por ellos se conservan como si ella aún fuera una niña pequeña, por esa razón decidió que tenía que investigar más a fondo sobre ello, ¿Quienes eran los asesinos? ¿Por qué cometieron aquella matanza? ¿Por qué ella sigue con vida? Todas las respuestas estarían allí, en su antiguo hogar que ahora no era más que un guarda polvo de Chaos.
Se propuso a ir de noche, pues a pesar de que ella tenía el derecho ya que técnicamente ese hogar era suyo y podría reclamarlo gracias a su apellido, sin embargo no tenía los recursos necesarios para mantener la mansión, los impuestos mensuales acumulados por más de 13 años eran una cifra de varios ceros que no eran muy agradables a la vista de nadie, así que colarse era la opción más viable. El lugar estaba cerrado con candados y cadenas que estaban bastante viejas.. tanto así que se cayeron por si solas gracias al oxido que se acumuló con los años, así que entrar no fue la tarea más difícil a decir verdad, después de todo.. ¿A quien le interesaría entrar a un lugar en donde no se encontraría nada? el sitio estaba tan olvidado que ni siquiera los ladrones se interesaban por el lugar... aunque pensándolo bien, podría que ahora se tratara del hogar de algún indigente local. Por esta razón ella fue preparada, tenía una mochila en donde tenía guardados varias cosas que le serían de ayuda en caso de algo, un pequeño cuchillo, agua, una linterna, un par de baterías, una cámara para guardar lo que encontrara y poco más que eso. Iba vestida de forma muy casual, un suéter de cuello tortuga de color rosa, un pantalón holgado de color negro y unas zapatillas bastante cómodas, su cola estaba libre y a la vista de todos, pero realmente no creyó que encontraría a alguien en aquel lugar.
Entró por la puerta principal que también estaba dañada por el óxido, las cerraduras simplemente no respondían o se quebraban con una facilidad increible, además de eso la madera de las puertas estaban podridas y llenas de moho, por fuera el lugar no se veía muy bien, la vegetación se consumía la mansión poco a poco y ya varios pedazos de casa estaban por el suelo, pero la gran mayoría aún así estaban en buenas condiciones. Por dentro era un poco diferente, todo se conservaba muy bien, los tapetes y muebles viejos seguían ahí, desgastados por la tierra y el polvo claro estaba, y no solo eso, parecía ser que algunas cosas tampoco estaban en su lugar, (Las cosas de valor fueron robadas por supuesto). la sala era muy amplia y habían varios lugares que recorrer.. así que debía meditar bien las cosas antes de partir, así que se quedó un momento en la sala para ver qué es lo que exactamente podría recorrer sin perder su tiempo.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
Akki se acercó a ellos, les pidió detalles. Al vivir principalmente en Spatium, las historias de los demás reinos habían pasado a ser algo secundario. Entre todo el grupo, le contaron la historia como ellos se la sabían y que seguramente, habrían muchas cosas falsas. Le advirtieron que no se acercara, pero decirle eso a un temerario como él, era exactamente pedirle que se adentrara en la mansión. Podía resultar muy interesante investigar esa zona abandonada. A lo mejor encontraba algo que le fuera de utilidad, una manera de aprovechar esa mansión, de hacerse una idea para trazar planos. Incluso en las cosas que uno piensa que son inútiles, se pueden encontrar respuestas. Por otro lado, a él siempre le ha gustado la exploración, así que ir a la mansión, sería como un "pastelito". El íncubo regresó a casa para meditar un poco y decidió visitar el lugar por la noche, para que ningún imbécil le intentara detener. Llevó solo una mochila, vacía, por si tenía algo que guardar ahí dentro, que nunca se sabía. Papeles o cosas de esas. Tampoco tiene que ser de valor, necesariamente: Él no quiere dinero.
A estas horas, no tenía nada de qué preocuparse, aunque muchas criaturas oscuras mostraban actividad hostil cuando la oscuridad intentaba opacar la luz de la lava. Estaba un poco serio, dándole vueltas al tema de la mansión. Creía que había escuchado sobre ello cuando acababa de descubrir que era un íncubo y aún, por aquel entonces, se negaba a admitirlo. Por desgracia, estaba tan afectado por lo que le sucedió a él, que nunca se dignó a informarse sobre el asesinato de aquella familia. Los recuerdos sobre el incidente eran tan borrosos que jugaba con el azar. Sumido en los pensamientos más profundos, ni se dio cuenta del tiempo que había transcurrido cuando se vio frente a las rejas desgastadas de lo que fue el hogar de una familia. La mansión era delineada por un muro no muy alto y dentro, se levantaba el edificio demacrado. Las plantas que conformaban un pequeño jardín, en lo que tal vez había sido un patio, crecían a un ritmo desmesurado y totalmente descontroladas. La verja debería estar cerrada, pero estaba en tan mal estado que los cierres casi se habían hecho polvo.
Apenas tuvo que rozar las barras de hierro para hacerlas ceder con un chirrido agudo y penetrante. Se ajustó la mochila y se agarró a las asas, adentrándose con paso firme hasta la puerta principal. Dudaba que fuera idea entrar por ahí, pero ni se le ocurriría pensar que la casa pudiera cobrar vida propia y comérselo, en cuyo caso, tampoco le importaría porque la inestabilidad de la estructura no le resultaba un problema a la hora de atravesar una pared. En el momento en que iba a entrar, advirtió que la puerta estaba entreabierta y el pomo, desgastado, pero más "limpio". Alguien había pasado por ahí hacía poco rato, así que tenía que tener cuidado. Seguramente jugaba con desventaja si el individuo que estaba ya dentro, había escuchado la verja abrirse y podía esperarlo armado, justo tras la puerta. Definitivamente, no iba a pasar por allí, mejor por la ventana que estaba en el lateral derecho. Estaba cerrada pero no se le resistió para abrirla con la mano derecha, presionando ligeramente. Extrañamente el cristal estaba intacto, aunque cubierto de polvo, opaco. Al pasar por el marco y apoyar los pies en los tablones que conformaban la habitación, estos crujieron, como refunfuñando el tener que aguantar un peso como el suyo, después de tanto tiempo descansando.
Encontró una mesa en el centro, con un mantel que en su día fue blanco y ahora era gris con tonos marrones. Encima, los restos de un ramo de flores, sin el jarrón, pues seguramente lo habrían robado. Empotrado contra la pared, había un armario con varios cajones y unas puertas dobles. Estaba cubierto de telarañas, pero al íncubo le dio igual y se acercó para abrirlo. No encontró más que jirones de cuero y tela sucia: Ahí habían ocurrido más cosas que solo un asesinato, desde luego. Toda una lástima, sin duda. También habían otros muebles, pero no tenían nada encima... Y parte del suelo, lo cubría una alfombra que aún seguía actuando como cojín a aquellos pies cansados. Se paseó por la habitación en dirección a la puerta, cuando uno de los pasos golpeó un objeto suavemente. Se quedó quieto durante unos instantes, por si no había sido él, antes de comprobar que tenía algo delante: Se trataba de una caja de música. Pasó la manga de la gabardina para quitarle el polvo y vio que era roja, con el tacto aterciopelado y los bordes dorados. Tenía una llave en la parte derecha y con delicadeza, le dio varias vueltas, pero no ocurrió nada. Miró la caja por todas partes, hasta que se dio cuenta que debía abrirla. Dentro, una plataforma de madera sostenía una figurita rota de lo que parecía ser una mujer. Detrás, un espejito redondo estaba hecho añicos, pero aún sonaba la música.
Era una melodía dulce, muy suave, una canción de cuna hipnotizante. Hacía eco dentro del cuarto, sobretodo en el silencio de la noche y en la desolación de la mansión. Le hizo sonreír, mientras observaba dar vueltas a la llave.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
Era normal notar estas características cuando se estaba adentro.. aunque era difícil hacerlo gracias a que el mugre y el polvo servían como una manta que ocultaba más de un detalle que la mansión guardaba con el pasar de los años, pero si se lograba ver más a fondo se notaba todo, desde algunas fotos, hasta juguetes para infantes que se encontraban regados por ahí, en un estante inclusive había un pequeño collar de oro que increíblemente no había sido robado, pero era tan corto que parecía que estaba hecho específicamente para un cuello muy delgado.. como para un niño. Tal vez aquella caja musical con aquella tonada calma resultaba ser una canción de cuna que una dulce madre cantaba todas las noches para ayudar a sus retoños a dormir.. la historia salía a la luz por si sola con tan solo verla, realmente era un cálido hogar que con los años perdió su llama.
La canción sonaba por toda la sala del fondo, se escuchaba claramente desde cualquier parte de la primera planta si se prestaba atención, en ese momento le pelirrosada se encontraba en lo que antes era la cocina y no fue difícil notar la melodía entre la soledad que le rodeaba y sin duda alguna se alarmó, un sobresalto hizo que dejara de lado lo que estaba haciendo solo para girar de inmediato hacia donde estaba, entre la sala y al cocina había un pequeño pasillo y ella sin pensarlo dos veces se pegó a la pared junto a la entrada para evitar que la viera y poco a poco fue asomando la cabeza para ver de quien se trataba.. ¿Un indigente? Para nada, sentiría su aroma a metros si se tratara de un vagabundo... ¿¡Y si era uno de esos vampiros!? se exaltó solo con pensar en esa posibilidad, la terminarían matando si se tratara de uno de ellos, mas no podía perder la calma por eso, aunque estuviera por eso solo tenía que buscar la manera de salir de ahí.
El sujeto simplemente veía la caja musical y al parecer no había notado la presencia de ella, y por el momento la melodía no se le hacía familiar.. ¡pero eso no era lo importante! El estaba mirando en la dirección opuesta a la de la entrada de la casa, así que podía aprovechar su despiste para salir de ahí si no hacía ruido e iba en gatas hasta la salida, pues no podía utilizar una ventana o el ruido que harían estas llamarían su atención, así que eso es lo que haría, pero cometió una gran estupidez a tan solo dar el primer paso, ella sola se enredó con la alfombra que dividía el suelo de la cocina con el de la sala y cayó directamente al suelo boca a bajo haciendo bastante ruido por su puesto, no solo el de la caída, si no el del quejido por el golpe en la cara que se dio contra la alfombra. ya era tarde, era imposible que el no se diera cuenta de que ella se encontraba ahí.. pero en vez de levantarse hizo algo muy diferente.
Se cubrió la cabeza con sus brazos y evitó mirarle, como.. si estuviera asustada, Claro, algo normal, pues pensó que tenía delante a uno de los vampiros que asesinó a sus padres en esa misma mansión, un pequeño temblor en sus manos se notó, al igual que en su larga y fina cola negra que se mantenía tan quieta como una fotografía. N-no.. N-no era mi intención venir a este lugar.. Dijo en un tono muy bajo y pasivo, era como si estuviera pasmada, como si hubiera visto al mismo satanás en persona y ahora estuviera esperando algo a cambio, justo en ese instante la melodía dejó de sonar y nuevamente el silencio se hizo dueño del ambiente.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
Salió del trance tan pronto como por encima de la melodía, escuchó un golpe. Se giró hacia la puerta, pero no había nada. No obstante, el quejido había sido audible y definitivamente, había alguien rondando por ahí. Estaba en lo cierto cuando había visto que alguien había entrado por la puerta principal y ahora, se encontraría con quien fuese. No tenía miedo, no, él confiaba totalmente en si mismo, en su fuerza. Era algo curioso que, no notaba hostilidad en el aura de la otra persona, aunque todavía no la hubiera visto, al concentrarse sobre la presencia, no notaba un poder que se desbordara y resultara caótico. A pesar de eso, le resultaba familiar... Más que nunca, como si ya hubiera sentido esa esencia anteriormente, pero era demasiado débil, apagada, como si el aliento vital se le escapara lentamente. Necesitaba algo más para poder desvelar la raza ajena, ya que le provocaba cierta confusión con otras. Salió del cuarto a paso firme, aún con la caja entre las manos.
Al final se trataba de una jovencita bastante pequeña para él, con el pelo rosa chicle, bastante vistoso, brillante. Seguro que se lo cuidaba mucho, no como él, que estaba totalmente despeinado, aunque lo tuviera limpio. La prenda superior, un jersey, estaba a juego con el color del pelo. Si de verdad quería pasar desapercibida con eso, tendría que trabajárselo bastante más, en su opinión. Akki ladeó la cabeza, confuso: Estaba acostumbrado a que le tuvieran miedo por su aspecto, pero nunca comprendía porqué. Él no se veía amenazador, ni mucho menos, pero al parecer, el mundo tenía otra percepción de su persona. Le sonrió a la joven, atemorizada, como si así pudiera consolarla. Luego flexionó las piernas, apoyando el pie derecho y la rodilla izquierda en el suelo. Dejó la caja en el suelo, cuidadosamente y se le quedó mirando, con aires amistosos. La poca piel que podía ver, era nívea y no veía marcas o heridas. También pudo dar cuenta del rabo que descansaba en la alfombra sucia.
-No te preocupes, no te voy a hacer nada.- Le dijo, para calmarla. -¿Qué hace una chica tan linda por aquí? Yo quería conocer el lugar y tal. Por ahora, solo he encontrado esta caja de música.
Volvió a levantarse, creyendo haber dejado en claro que sus intenciones no eran hostiles. Miró a todos los lados, incluyendo al techo. Las paredes estaban desgastadas y la decoración inferior, por encima del zócalo, rasgada, con marcas de arañazos. Aún sostenidos en las paredes, habían algunos candelabros, pero sin velas. Ya no eran dorados y brillantes como cuando eran esplendorosos, ahora incluso eran pegajosos y estaban oxidados. Se extendían por ambos lados, con cierta distancia entre uno y otro. Volviendo a centrarse en ella, asumía que se trataba de un demonio y que ese aura tan familiar, era parte de la esencia que compartía con él. Sentía curiosidad por saber cómo es que era tan débil ese aura, ya que normalmente, reconocía a las súcubos a varios metros sin siquiera verlas. Ella ni siquiera parecía crear un conflicto espiritual, como ocurría habitualmente. Se sintió receloso por un momento, pero podía equivocarse y primero debía estar asegurado. Metió las manos en los bolsillos, quedándose inmóvil delante de ella.
-Me llamo Akatsuki, pero me suelen llamar Akki ¿Y tú?
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
Poco a poco fue retirando sus brazos de su cabeza y lentamente fue girando la mirada hacia el extraño que se encontró, era un hombre de buen hablar y vestir, pero bueno.. se trataba de Spirit Soul, cualquier criatura tenía varias máscaras que cubrían su verdadera identidad, o almenos ella creyó eso en su momento, pero bueno, se alejó un poco y se levantó apoyando sus brazos sobre el suelo, acto seguido se limpió la cara para verle mejor. B-bueno... hay ciertos rumores en este lugar que quisiera.. confirmar, por así decirlo.. se quedó pensando un poco ya que realmente no sabía exactamente lo que buscaba.. pero ahora que le ponía atención, ¿Qué hacía un tipo como el en un lugar así?
Akki.. que nombre más curioso.. Soy Hikari, Ah.. bueno, siempre me dicen así. Movió su cola lentamente hacia sus lados mientras ojeaba la caja musical.. no la reconocía del todo, tal vez porqué era muy pequeña en ese entonces para acordarse de esos detalles, la melodía tampoco se le hacía muy familiar, pero si es como si la hubiera escuchado antes. Sonrió levemente dejando al aire su puntudo colmillo superior, tenía que investigar bien el lugar lo antes posible. Bueno.. ¿Y tu qué buscas exactamente? preguntó con curiosidad mientras desviaba levemente hacia los lados su mirada para prestarle más atención a algunos cuadros que habían por ahí, la mayoría eran irreconocibles a decir verdad, pero tal vez indagando encontrarían algo que almenos se notara.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
-Encantado, Hikari.- Dijo, un poco más serio. -Em... No busco nada en particular, solo quería ver cómo era este lugar. Seguramente por lo mismo que tú.
Avanzó varios pasos hacia la habitación que estaba al lado de en la que él había entrado. Asomó la cabeza, curioso: Se trataba de la cocina. Bueno, del tipo de cocina típico de Chaos, una bastante antigua. Se requería de madera para poder calentar las cosas, aunque también servía la lava que rodeaba la ciudad, no obstante, la mansión no estaba al lado, así que rentaba más utilizar leña. La magia era otra posibilidad, por supuesto. No estaba medio destruida, sino muy sucia, lo que le daba un aspecto en el que nadie comería nada allí. Era amplia, como seguramente cualquier parte de una mansión, alguna diferencia debía tener con respecto a una casa normal ¿No? Para Akki era esto. No le interesó nada de allí, así que salió al pasillo de nuevo.
-En realidad muchas cosas están genial, solo sucias, quizá dentro de algún cajón encontremos pistas sobre los sucesos.- Comentó, mirando las pinturas que antes había ignorado. -Datos sobre los que alguna vez vivieron aquí.
No lograba distinguir absolutamente nada en las pinturas, salvo unas siluetas desconocidas. De hecho, alguna ni siquiera era de una persona sino de un objeto. No se veían muy bien, quizá no eran valiosas, aunque para comprobarlo... ¡Tenía que descolgar uno! Solo faltaba encontrar un pasadizo secreto al hacerlo y entonces, se sentiría como un auténtico detective explorador de película. También se le ocurrió intentar asustar bromeando a la joven, a ver cuál era su reacción. Podía ser con motivo de hacerla de rabiar un poco, como muestra de recelo, aunque eran más tonterías y juegos que otra cosa. Y ya sabía que la protagonista de la broma, iba a ser la hermosa cajita de música.
-¿Te imaginas que la música de antes, despierte a un monstruo guardián que tuvieran? Sería gracioso ¡Jaja!
Akki atraía la mala suerte, siempre pasaban cosas raras con él. Prosiguiendo con la exploración, decidió ignorar las pinturas y terminar de recorrer el pasillo, con pasos tranquilos y pausados, sin ninguna prisa. Giró en la esquina, para divisar otras dos puertas de madera, cerradas. Una de ellas, estaba astillada, mientras que la otra permanecía intacta. Se preguntó el porqué de esta diferencia abismal y tal vez, hubieran tenido lugar varios acontecimientos importantes. Podía ser la habitación donde se produjo el asesinato... O tal vez una pelea. El íncubo se acercó lentamente y posó la mano sobre el picaporte: Estaba áspero y muy frío. Al agarrarlo, notó que no estaba firme, sino roto, movido de su sitio. Estas cosas tan pequeñas, podían significar mucho. Frunció el ceño y abrió el cuarto, con un chirrido ensordecedor. Dentro estaba todo oscuro y solo entraba la luz por la ventana. Los cristales estaban rotos, pero solo por el centro, formando picos, como quien lanza una roca.
-Que raro... No hay cristales dentro.- Mencionó, como si diera por hecho que ella lo escucharía. -En estas condiciones, dudo que los hayan recogido... Investigaré a ver qué pasó.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
Dejó las cosas de un lado.. si quería conseguir más información debía avanzar hasta las zonas que valieran la pena, si sus recuerdos no le fallan todo comenzó en el segundo piso, pero el problema avanzó hasta el primero, así que muchas cosas se verían tanto en el primer piso como en el segundo, si se era detallista habían muchas cosas que salían de lugar en esa situación, pero entonces escuchó el comentario masculino, ¿Una caja musical maldita? era algo tonto de pensar.. pues ella era un demonio.. pero.. ¿y si esa cosa llamaba a un vampiro o algo así?, se le erizó la piel casi de inmediato y se pegó un poco más a el, con disimulo, mientras que con una risa nerviosa le respondía. ¡H-haha! ¿¡N-no crees que soy un poco vieja para caer en esos chistes!? ¡M-mejor evita decir esas cosas y avancemos un poco más! le empujó levemente para que continuara, entonces tras avanzar por el pasillo se encontraron con dos pequeñas puertas.
El valiente Incubo entró en primer lugar al ver una puerta más gastada de lo normal, de por si el lugar estaba oscuro.. pero al entrar a esa habitación lo único que daba luz era la luz de la luna que asomaba de manera minúscula el lugar, tan solo se podía ver una parte del piso de la habitación y poco más que eso. Ella no se quedaría atrás, entró junto a el y lo primero que notó fue la ventana rota.. tenía razón, no había rastros de que el vidrio se hubiera roto dentro.Se siente la tensión en esta habitación... ¿No crees? además de eso.. mira.. la ventana tiene las persianas desgarradas también... pero.. no veo muy bien.. está demasiado oscuro. Dijo mientras avanzaba para ver lo mismo que el, sin embargo ahora recordaba algo que había traído consigo, ¡Una linterna guardada en su mochila! no lo pensó dos veces y la sacó, pero cuando la encendió las pequeñas inconsistencias se volverían más que claras.
Un click se escuchó y la linterna alumbró directamente la pared del fondo de la habitación hacia la derecha, un centenar de muebles apilados cubrían totalmente toda la pared, pero lo más particular era que en el suelo cercano habían lineas rojas que se encontraban remarcadas en círculos una y otra vez, en los muros rasguños notorios que recorrían casi toda la sala y huellas de manos difuminadas en las mismas, gotas que parecían pedazos de manchas de pintura del tono carmesí grabadas hasta en el techo y por un tipo de escritura que rodeaba los múltiples círculos remarcados por doquier que ella no distinguía para nada... A-Ah.. ¿Q-qué.. Q-qué..? apenas y pudo decir eso, sus ojos abiertos como platos ante tal situación desagradable le dejaron pasmada, su corazón comenzó a latir de golpe y su temblor en las manos fue inmediato,tanto así que dejó caer la linterna al suelo por esa razón.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
-Creo que es lenguaje arcano.- Le dice a Hikari, justo cuando ella dejó caer la linterna. -O quizá... El idioma de los muertos... Bueno, los muertos no hablan. Seguramente es el de la magia.
Sin duda, ella había quedado mucho más impactada que él, pero Akki había visto cosas mucho peores e incluso, él había matado a gente, por lo que ver algunas manchas, no era impresionante. Quizá algo sorpresivo por no habérselo esperado, pero nada más lejos que eso. El íncubo se giró hacia la chica y se agachó para recoger la fuente de luz y volver a dirigirla hacia el cuarto, esta vez, empezando desde un lateral, dispuesto a examinarlo todo. Enfocó la pared de la izquierda, de arriba a abajo. No parecía haber absolutamente nada, las salpicaduras no construían ningún mensaje, ni tenían una "posición" especial. Meras gotas estampadas como si se tratara de una decoración macabra. Terminó de entrar, casi hasta el centro de la sala, continuando hacia la derecha, pasando también por el suelo. Este crujía, como el del resto de la casa, quizá, incluso más alto. Los muebles empotrados, rotos, parecían haber sido utilizados como defensa, aunque lo cierto es que no tenía mucha lógica si estaban contra la pared. Nadie puede esconderse de esa forma, claro que, desconocen la posición inicial.
Los que estaban contra el suelo, soportando el peso de los mayores, tenían más restos que los demás. Creía que, eso se debía a la altura de las víctimas o la cercanía con la que se encuentra uno en sus últimos momentos, cuando no es capaz de tenerse en pie. Después de revisarlo todo bien y sacar la conclusión de que no había prácticamente nada interesante, salvo esas pistas que incitaban a las hipótesis, se volvió hacia la chica. De verdad que estaba aterrorizada y él no podía permitir eso. Se aproximó a Hikari y le rodeó con un brazo, sosteniendo la linterna con la otra mano. A menudo le decían que parecía un padre con sus abrazos. Cuando se separó, regresó a la pila de muebles, directamente para mover varios de ellos y apartarlos. Quería rebuscar entre los mismos por alguna pista: Un trozo de tela, un anillo, pañuelo... ¡Cualquier cosa, por mínima que fuera! Quería volcarse en averiguar los sucesos de la mejor manera posible.
-Oye, tú eres más pequeña y menuda, con un cuerpo más estilizado, ven a ver si puedes meterte por aquí.
El íncubo enfocó hacia una esquina, entre un par de armarios torcidos. Había un extraño hueco en la pared y tal vez no era un túnel, sino una cavidad en la que siquiera pudiese entrar, pero puede que descubrieran algo. Una mansión así de grande, tiene que tener de estas cosas a montones y por ello, hay que registrarlo todo. Él se encargaría de darle luz, a no ser que ella quisiera quedarse con la linterna.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
¿Tal vez... Alquimia?... S-se que esos son circulos de transmutación.. en mi instituto los vi... hace mucho tiempo.. pero no se que significan. habló en un tono bajo mientras caminaba entre la habitación iluminada por el Incubo, el no se notaba tenso, como si ya estuviera acostumbrado a vivir ese tipo de cosas a diario.. mente y alma frías... movió la cola lentamente mientras que sostenía ambas de sus manos confirmando su estado, pero entonces sucedió algo curioso, entre el crujir del suelo el incubo.. ¿Le abrazó? Ese olor... era muy peculiar, no era el de un hombre normal... era asquerosamente penetrante.. Como el que ella solía emanar de la misma manera.. se giró para verle con más detalle, esas facciones de la cara tan perfectas.. cuerpo musculoso y varonil.. ¡Un incubo!¡Somos parientes! Exclamó con sorpresa mientras su rostro reflejaba incertidumbre. Reconozco ese aroma.. Yo, Soy un Sucubo, de Raza pura, Oshino Deviluke... aunque bueno.. esos apellidos ya no valen nada.
Para entonces el ya había hablado sobre entrar al agujero extraño.. pero lo cierto es que no le parecía muy agradable.. y además el suelo estaba algo inestable, crujía más de la cuenta y estaba lleno de polvo y mugre.. pero era cierto que algo podrían encontrar.. una pista se encuentra en cualquier sitio, una huella vieja, algun rastro de tela.. cualquier cosa sería una buena idea.. así que no perdería el tiempo. ¿En ese agujero?.. se acercó al punto y lo cierto es que ella podía entrar, pero era estrecho, así que se agachó levemente y comenzó a adentrarse por ese lugar poco a poco.. el piso crujía demasiado y el polvo caía de las paredes junto con un par de escombros, no veía demasiado ya que estaba muy oscuro, pero poco a poco se metía para ver que podía encontrar.
¿Puedes iluminar un poco hacia la derecha?... El hizo lo que pidió y entre aquella grieta notó más rasgaduras creadas con lo que parecían ser uñas.. y no solo eso, habían trozos de madera rotos, al parecer resistencias de la casa y además de eso escombros y pedazos de vidrio.. no solo eso, también habían marcas como las de la habitación... giró la vista hacia arriba y se encontró con un montón de papel.. ¿Papel? había papel pegado entre aquel Hueco, eso si que era extraño... así que arrancó uno de ellos para ver lo que tenía escrito. Akki... encontré algo, Hay papel blanco pegado en este lugar.. mira.. ella no podía leer lo que tenía escrito, así que sacó la mano con el papel para que el lo viera. ¿Qué es lo que dice? No puedo leerlo.
"99999999999999999999999999999999999" se encontraba escrito claramente alrededor de toda la hoja de papel amarillento, numeros nueve escritos aleatoriamente con desesperación por toda la hoja, nuevamente en color rojo.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
-¿Y te encuentras bien? Tienes la libido tan baja que creí que eras un demonio normal.- Le dice, haciendo una pausa corta. -Y porque te he visto el rabo, que sino te creía humana...
Hizo el silencio un poco más largo, luego se empezó a reír bajito durante unos instantes y de vuelta al silencio, hasta que fue ella quien habló para decirle que había encontrado algo. Una de las cuestiones a las que le encantaría encontrar respuesta, es qué hacer un papel en un agujero. Era verdad que ya había estado antes intentando sacar conjeturas, pero no se le ocurría ninguna explicación, no al menos si no había túnel, como era este caso. Se llevó una mano al pelo, pensativo, mientras veía como ella le extendía una de sus manos, pequeña y con la piel muy clara. El íncubo miró el papel y se quedó tan perplejo como al principio, casi sin expresión. El tacto del papel era áspero y rugoso, cosa bastante obvia, pero igualmente era una sensación misteriosa para él. Y lo que había escrito, era cuanto menos curioso e indescifrable por el momento. Iluminó bien el papel, apretando los labios y entrecerrando los ojos, concentrándose bien.
-Son muchos nueves ó...- Dejó la frase incompleta, mientras le daba la vuelta al papel. -Un montón de seises. Le veo más sentido al número seis, ya que se dice que es el número del diablo y bueno... ¡No tengo explicación, pero le veo más sentido!
Aún así, eso no le decía nada. Instó a Hikari a rebuscar un poco más y a salir de allí, no sin antes fijarse durante un momento en el culo de la chica. Estaba bastante disimulado a decir verdad. Dejó de mirar, intentando sacar algo más del papel, pero no hubo resultado. Incluso miró las marcas de sangre con la esperanza de que a simple vista, pudiera relacionar algo. Una vez pasaron un rato allí, Akki salió primero de la habitación, iluminando con la linterna. Enfocó al pasillo que habían girado para llegar hasta el cuarto, viendo muchas más puertas, en mejores condiciones. El techo no presentaba nada extraño, lo cuál era todavía más misterioso, que uno sí y el resto no. Fue avanzando paso a paso, lentamente, atento a todo. Abrió todas las puertas y miró con cuidado, pasando rápidamente la luz por las estancias. No tenían nada, solo estaban desordenadas, pero a un nivel bastante "normalito". Todas estaban igual, salvo una que, volvía a tener algunas marcas y estaba peor.
-Es posible que aquí haya habido otra parte del altercado. A lo mejor hay otro papel o algo así... ¡Am...! ¿Puede que sea un acertijo?- Dijo, dudando y retrocediendo un paso. -¿Acaso predijeron su muerte para hacer esto? A lo mejor es de los asesinos... En ese caso... Tengo dudas de que vayamos bien.
Los trazos de los números (que volvió a mirar), eran muy irregulares, pero no podían ser sangre, si esta se oxidaba y se volvía marrón, incluso en el papel. Si aún tenía el color rojo, podía ser pintura o sangre reciente, en cuyo caso, significaba que no estaban solos. Juraría que no es capaz de sentir ningún aura más, entonces debe ser tinta. También la cosa de que estuviera en el agujero, si alguien lo hubiera colocado allí... ¡Agg! Era demasiado para él, no podía con ello. Demasiada confusión y poca lógica para crear hipótesis nuevas.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
¡N-no es un rabo! Dijo con algo de enojo, era la primera vez que alguien se refería de esa manera a su larga y ultra sensible cola E-es una Cola, la heredé de mis padres... pero mis alas son casi inutiles.. supongo que esta cola compensa eso.. pero es algo sensible. Entonces volteo a ver al sujeto, con curiosidad dio la vuelta para analizarlo de mejor manera, no veía su cola, ¿Acaso la escondía o algo así? ¿Y tu Cola?... preguntó mientras tocaba su espalda, era ingenua e ignorante por aquella época, jamás había visto a un pariente y se imaginó que todas las sub razas de incubos y sucubos eran las mismas. En cambio movía su extremidad negra con disimulo de un lado al otro para esperar una respuesta.. pero era cierto que aún habían ciertos enigmas que resolver en aquella mansión.
¿El número de la bestia?... es raro que lo digas.. pero yo no le encuentro mucho sentido... el lenguaje de la alquimia es algo complicado.. ¿Y si se trata de una cantidad?... aunque.. es una cifra muy alta.. escrita de forma tan caótica.. como si alguien realizara cálculos.. ¿q-que clase de cosa intentarían transmutar para que diera un resultado tan inmenso?.. realmente extraño, pero era cierto que al mezclar ciertos componentes caía la posibilidad de que eso sucediera, si alguien buscaba transmutar algo de tal valor el tener en su poder a dos almas de gran poder llenaría esas cifras... ¿no?... Recorrieron los pasillos sin encontrar demasiado, algunos cuartos estaban vacíos, otros estaban llenos de basura, pero nada en particular resultaba interesante.. fue así hasta que llegaron a otro cuarto con las mismas marcas.
Probablemente aquí fue donde asesinaron al Incubo... mira, las marcas de huellas son mucho más disparejas.. irregulares.. Como si se defendiera con más ira.. además.. las marcas se extienden mucho más.. solo mira el rastro.. hay una linea que va desde la entrada hasta el fondo del cuarto.. era cierto.. que gran linea, como si hubieran arrastrado a alguien desde el suelo, marcas de uñas en el suelo iban junto con el rastro.. y al fondo escombros que al parecer se habían desprendido del techo. I-ire a ver.. dijo mientras comenzó a caminar por el rastro de sangre, no encontró nada en particular de camino.. polvo y suciedad, nada más que eso.. fue así hasta llegar a los escombros.. comenzó a retirar pedazos de techo que se desprendió y también retiró polvo que había ahí... ... ¡...! ¡Sorpresa! entre toda esa mugre encontró algo.
¡M-mira, una llave! Muy linda a decir verdad, era dorada y con un grabado pintoresco en los bordes, ¡Gran hallazgo! se acercó al incubo y dejó que el la viera. ¿¡C-crees que lleve a algún sitio de la mansión! ¡S-se que en el segundo piso hay una puerta cerrada! ¡Y en el sotano de abajo también!
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
-Creía que los semi-dragones eran criaturas descomunales con una resistencia inusitada.- Le dice, sonriendo, mientras le muestra los colmillos. -Pero bueno, no te preocupes. Yo podría arreglar eso. Pensé que estabas enferma o algo así.
Hace un gesto de ignorancia alzando los hombros y cuando mantiene esa postura, ella lo observa dando una vuelta alrededor. Mira hacia atrás, como si él mismo se extrañara de no ver una cola larga y sinuosa, pero lo cierto es que nunca se había puesto a pensar en eso. Podía afirmar, frente a todo, que jamás había echado en falta ese apéndice. Eran bien sabido (incluso por él) que los demonios solían tener una forma verdadera o ciertos rasgos, pero que él supiera, como íncubo íntegro, no tenía nada de eso, salvo su furia de berserker.
-Yo no tengo cola, ni alas, ni cuernos. Tampoco tengo ojos rojos. Lo único que sí tengo, son unos colmillos más largos.- Hace una pausa, levantando un pulgar. -Y el pene más grande que el de los humanos.
Se ríe y trata de que no se tome a mal el comentario. No le dice que es broma, porque no lo es y lo dice en serio, pero sin ninguna intención perjudicial. Si quisiera, podía haberle hecho lo que le diera la gana en el tiempo que llevaban juntos. Después de un momento de "estupidez", de menos seriedad o al menos, poca gravedad, vuelven a centrarse en las ideas. Hikari parece ser mucho más coherente, pero Akki no tiene ni idea de qué responderle. Si es una cantidad, a saber qué pueden querer crear, no se le ocurre nada. Manifestó su desconocimiento abiertamente y luego le dijo, que más tarde, con el resto del registro a la mansión, podrían aclararse. Incluso que podrían buscar algún libro, estaba seguro de que en un sitio tan grande, debía haber alguno. Sino, él estaba dispuesto a viajar a Ciudad Prodigio, en busca de información.
Hikari se aventuró a explorar el cuarto. Eso le sorprendió porque se veía bastante asustada, así que no sabía si es que quería hacerse la valiente con él. Akki se dedicó a mirar por lo que tenía cerca, al lado de la puerta: Detrás de ella y a los lados. Debajo de un mantel sucio y desgarrado. Él no encontró nada, pero el hallazgo de la súcubo fue una auténtica revelación. Para que una llave tan bonita encaje en alguna cerradura de la mansión, tiene que ser una puerta especial: Por el tamaño y la forma. No parecía estar mellada, ni oxidada, ni dañada de ninguna manera. Eligió ir al piso superior, porque tenía sus dudas de que un sótano requiriese de una llave en tan buen estado. Terminaron de recorrer el pasillo, bastante largo, para encontrar las escaleras. Los pasamanos estaban llenos de polvo y mugre en general. La alfombra ligeramente desgastada y la madera crujía bajo los pies, pero aún aguantaba a la perfección el peso.
-Se ve desde la escalera la puerta. Es esa.- Comentó, señalando a la que más destacaba, a la derecha del nuevo pasillo.
Akki correteó con entusiasmo hasta situarse enfrente y le indica a Hikari de abrir la puerta. Él espera paciente antes de entrar y observar que el interior, está perfecto. La habitación más bonita que hubiera visto en su vida, casi podría afirmar. Una alfombra roja con ribetes dorados que cubría casi toda la sala. Las paredes pintadas, sin ningún desconchón, ninguna marca, ni siquiera de pintura o de haberle dado un golpe accidental. Una gran cama al fondo llamaba la atención. Era incluso más grande que una de matrimonio normal: Estaba cubierta por un bonito dosel. Las sábanas planas sin ninguna arruga, con parte colgando, pero solo mejoraban la imagen. Se veía muy cómoda y blandita. Curiosamente, no había ninguna ventana, lo que era extraño. La luz la proveía una misteriosa lámpara de araña colgada del techo: Era realmente hermosa y los cristales, brillaban como si no hubieran cogido nada de polvo.
-Está en mejores condiciones que mi casa.- Dice, echándose a reír. Decía la verdad, a pesar de todo. -Revisemos los cajones ¿Vale? Yo por un lado y tú por otro.
Las mesas no habían sido movidas, tenían sus jarrones y cuencos en perfecto estado, colocados, con todo intacto. En el lado contrario, se encontraban un par de armarios cerrados, con algunas cajas encima, las puertas cerradas y los cajones entreabiertos. El íncubo se apresuró a revisar los armarios, viendo un montón de ropa colgada en una barra, tanto de hombre, como de mujer. Metió la mano en cada uno de los bolsillos de cada prenda: Encontró una pulsera dorada, bastante pequeña y con trazos circulares. Luego, en los cajones de abajo, donde habían algunas zapatillas, encontró un broche ¿Qué hace eso ahí? A saber. También era dorado, solo que con un enorme rubí en el centro. Por detrás tenía una inscripción que no entendía muy bien.
-¡Hikari! Ven, mira esto.- La llama, para enseñarle el broche.
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
¿Sin alas? ¿Ni cola?... que extraño, aunque recuerdo que mi padre no tenía alas, pero si tenía cola... dijo mientras continuaba explorando con más detalle el enorme cuerpo de su familiar.. pero bueno, quedaba claro que no tenía anormalidades en su cuerpo como las que ella si poseía, algo particularmente curioso. ¡Oh! ¿Colmillos? Yo tengo uno pequeño.. aunque no se ve mucho. sonrió mientras volvía a su posición original, bueno, almenos se distraía un poco del tétrico ambiente de su alrededor hablando sobre ese tipo de cosas. Luego, escuchó lo de su pene, cosa normal, supuso. Según leí.. que nosotras tenemos el canal un poco más profundo, aunque bueno, rumores de libros y esas cosas, no se mucho sobre mi propia raza.
Pero era hora de continuar... Habían dos puertas que estaban totalmente selladas y disponían de una llave... así que era preferible visitar el segundo piso por orden.. además jamás le agradó el sótano cuando vivía ahí, y sus padres tampoco le permitían pasar muy a menudo por razones que ella desconocía... suspiró un poco y avanzó junto a el, estaría a salvo si no se despegaba de el.. le veía tan fuerte y grandulon que bueno, era mejor que andar sola.E-es cierto.. mira, la llave tiene los mismos decorados que la puerta,.. creo.. que es más que obvio.. ¿N-no? subieron la escalera lentamente, Akki se veía más que seguro y aceleró el paso, fue rápido y en poco tiempo llegaron ahí. Ella metió la llave en el cerrojo y este entró como anillo al dedo.. la puerta se abrió con mucha facilidad y milagrosamente se encontraron con un cuarto perfecto.
E-esta debe ser la habitación en donde ellos dormían.. Dijo mientras que entraba junto con el, la puerta se cerró sola después de que quitaran la llave, se escuchó el cerrojo de la misma, al parecer estaban encerrados.. pero tenían la llave, así que no sería ningún problema.. había un gran armario, una alfombra hermosa, estantes, un candelabro de araña que se encendió por si sola, funcionaba con velas, un par de linternas... y una cama doble bastante grande, más grande que una común de parejas.. algo normal, después de todo ahí vivían demonios sexuales. M-muy bien.. revisaré por aquí. Dijo después de recibir aquella orden.. comenzó por las mesitas de noche, no había nada en particular, algunas cosas curiosas, algunos peines... notas en blanco, libros.. planos viejos.. y un pequeño juguete.. curioso, pero lo dejó ahí.. pero entonces, entre aquel alboroto encontró un pequeño broche dorado.. tenía una linda joya, ¿Una esmeralda? era de color verde así que era muy probable.. y detrás, un grabado.
Fuerza que. no entendía realmente.. pero akki llamó su atención cuando estaba tratando de analizar... se acercó solo para ver el collar, notó de inmediato que este era tenía la joya de color rojo en vez de color verde... que extraño... realmente extraño, y al mirar el mensaje las cosas tampoco quedaban claras. Poder.
Yo encontré este... ¿que querrá decir?...
dijo mientras con algo de confusión se sentó sobre la cama. ugh.. nunca fui buena para estas cosas.. se recostó sobre la cama con pereza, boca arriba, era algo dificil unir aquellas pistas y relacionarlas.. ¿que ganarían con eso además?... se estiró entonces, la manta que cubría la cama era peluda y gruesa.. muy cómoda.
Al estirarse su ropa se subió un poco dejando ver un poco su vientre, su cuerpo era realmente muy curveado y delineado, pues las marcas de su abdomen perfecto se veían a simple vista, mientras que su cola se llevaba gran parte de la cama, era tan delgada que su punta en forma de corazón estirado sobresalía. ¿Tienes alguna idea?.. estas cosas son muy complicadas...
Re: Coincidencias inesperadas. [Priv. Akatsuki Ousawa] [+18]
-Fuerza que... Es poder ¿No? Parece ser una virtud, am... Posiblemente, quien tenga la fuerza, tenga el poder. O bueno... No lo sé, preciosa.- Dijo, sujetando ambos colgantes. -Estoy quemado, ya lo pensaremos más tarde.
Volvió a echarle un vistazo a la habitación, mientras Hikari se recostaba tranquilamente de aquella gran cama. No había ventana, ya, pero sabía que fuera todavía era de noche. Las horas más oscuras y tenebrosas, de madrugada. Era hora de dormir, desde luego, entendía que ella se tumbara. Él también lo haría, para dormir, de no ser que estaba con una mujer y solo un íncubo fracasado ignoraría una presencia femenina tan deliciosa. Sobretodo si le veía el vientre, plano y con un color suave. El cuerpecillo de la súcubo yacía despreocupado sobre el colchón mullido y el resguardo de la cálida sábana. Parecía una muñequita frágil, pero él estaba dispuesto a cambiar eso, aunque fuese de una manera muy ruda. Como lo hacen los demonios.
-Tengo una idea...- Hace una pausa, acercándose a ella por el lateral contrario. Entonces, se sienta. -Tal vez este momento sea idóneo para mostrarme tu verdadera naturaleza.
Le sonríe con cierta malicia, arrodillándose sobre la cama, apoyando las manos sobre los muslos. Lo peor que podía pasar... Como mucho, era que lo intentase matar, pero entonces ella dejaría ver que es una súcubo bastante deplorable. Tener ahí a alguien dispuesto y poder rechazarlo, cuando debería tirársele como loca. Pero nada de dar cosas por hecho, si incluso él estaba seguro de que no podría resistirse. Dejó los colgantes en la mesita de noche y entonces, empezó a acariciar el torso de la súcubo con el dedo índice derecho. Trazaba círculos juguetones, ascendiendo poco a poco hasta los bordes arrugados de la prenda que cubría la piel inmaculada ajena. A veces hay que intentar provocar a alguien, aún si no son las mejores maneras. Depende del punto de vista.
-Demuéstrame que eres una auténtica súcubo.- Le manda, con un tono de voz, algo más agresivo y obsceno.
Tampoco es que Hikari tuviera muchas opciones: Por las buenas o por las malas. Alguien como él puede cambiar rápido de opinión y ahí donde pensó en tener su consentimiento, ahora le da bastante igual. Por el momento, a la espera de las reacciones ajenas, él decidió quitarse la camiseta, para enseñarle el torso, musculoso y con algunas marcas de batalla. La piel del íncubo contrastaba incluso con la de Hikari, él era un tanto más moreno, además de que al tacto era un poco más áspera.
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