Incluso el mas duro, solitario o poderoso, necesita en quien apoyarse (Cassandra)

por Invitado Vie Ene 29, 2016 1:45 am

Poco a poco la fuerza naval del reino crecía, poco a poco nuevos y prometedores reclutas se unían a sus filas, soldados que son esfuerzo parecían querer llevar a el reino de nieve hacia una nueva época. Todos desde los cargos más bajos aportaban su grano de arena en las labores diarias, claro que había ciertas excepciones pero qué lugar no las tenía. En este caso no era por falta de intención, el vicealmirante poseía todo el deseo de ver a su país mejorar pero le faltaba el factor social que le permitiera trabajar codo a codo con sus soldados. Aunque había pasado ya meses en su cargo y poco a poco fue ayudando a más personas, seguía sintiendo que no estaba cerca de expiar todos los pecados que había cometido. No se sentía digno de estar en la presencia de los demás, obviamente nunca lo diría pero debido a ello jamás sentiría correcto trabajar par a par con ellos.

La soledad que el mismo se imponía necesitaba siempre de un lugar donde no fuera capaz de escuchar a sus compañeros y esa vez eligió viajar hacia los bosques que extrañamente florecían en ese reino casi completamente cubierto de hielo. No era la primera vez que los visitaba, muchas veces había volado o marchado cerca de esos árboles pero jamás había intentado internarse en la inmensidad boscosa. Quizás por se veía tan antinatural comparado a las estepas o montañas heladas a las que estaba acostumbrado pero…siempre un cambio de escenario solía ser bueno para el alma y el corazón.

Arribo a las puertas del bosque con el sol de la tarde bajando lentamente en el cielo a su espalda. Ese día había dejado su uniforme militar y usaba en cambio una yukata morada con bordes de color oro y detalles grabados en hilo negro con hilos de plata. Usaba unas sandalias cómodas del mismo estilo que los samuráis de Oishi y en su cintura su inseparable katana dentro de esa única guarda de color oro y plata con las palabras “Destino” y “Muerte” grabados tanto en la funda como en la hoja de su arma. Finalmente llevaba su cabello blanco recogido en su típica trenza y claro, no podía faltar el parche negro que cubría la herida de su rostro. Maldita herida que aun luego de tantos siglos, seguía doliéndole y provocando que sus memorias perdidas lucharan para abrirse camino en la oscuridad de su mente.

Las primeras impresiones que obtuvo del bosque mientras se internaba en el mismo, era que se trataba de un sitio muy tranquilo. Por su nombre esperaba ver algunas de esas criaturas rodando entre los arboles pero le sorprendía que el único sonido que era capaz de percibir fuera el silbido del frio viento entre las hojas. Le agradaba pero al mismo tiempo lo ponía tenso, el exceso de calma era tan peligroso como verse rodeado de enemigos sino lo era más porque al menos rodeado de enemigos, sabes por donde y cuando serás atacado.

Creo que empiezo a volverme un poco paranoico –murmuro aunque no quito la mano de la guarda de su katana. La llevaba en su lado ciego porque aun sin su ojo izquierdo, sus reflejos eran perfectos y sabiendo que por ese lado siempre lo atacaban, podía reaccionar al instante.- Ojala encuentre un rio o algo –murmuro deslizando suavemente su mirada por todo lo que lo rodeaba, quizás viendo una o dos sombras pero no paro nunca a inspeccionarlas. Solo caminaba en silencio, pensando, buscando, siempre alerta, siempre listo para todo.

por Invitado Vie Ene 29, 2016 1:19 pm

¿Qué la había llevado a un sitio tan “extraño”?, precisamente el deseo por explorar esos territorios que jamás se había dado el lujo de recorrer. Claramente había pedido permiso para desaparecer unas horas, y presa del entusiasmo absoluto fue adentrándose en aquel bosque poco conocido a sus sentidos…Su figura fue perdiéndose en la espesura del mismo, la temperatura a sus sentidos era básicamente ideal, un poco alta tal vez, pero no por eso menos interesante. A cada paso que daba se podía notar la sensualidad con la que su cadera se mecía, incluso en la forma casi atrapante en la que aquel cabello oscuro ondeaba hacia atrás, siendo tales hebras presas de la caprichosa brisa que había tomado posesión de las mismas.

La calma era absoluta, o al menos eso parecía. Demasiado silencio, mucha quietud…algo en lo que Cassandra jamás se fiaba. Gran verdad era que toda su vida había sido una esclava y que sus movimientos eran muy limitados, pero tampoco era una mujer tonta, no…aquella maga de curvas peligrosas sabía exactamente como manipular su entorno para sacar el mejor provecho posible. Sabía que generaba grandes pasiones u odios en el corazón de los hombres, pero solo debía ser cuidadosa como para no generar la ira de ninguno…y tal vez, con un poco de suerte podría llegar a interesarse por alguien que obnubilara sus sentidos. ¿Qué clase de hombre debería ser?, ni ella misma comprendía, pero seguramente alguien que generara el corazón de la fémina cariño intenso, que despertara los celos más profundos y esa necesidad imperiosa de sentir suyo a esa persona a como dé lugar.

Mantenía la mirada en el frente, los sentidos puestos en todo lo que la rodeaba e incluso, prestaba la debida atención para no tropezar en el camino o peor aún, terminar torciéndose el tobillo entre algunas raíces bastante retorcidas que podían causar su cuota de daño. Suspiró entrecortadamente al observar muy de tanto en tanto el cielo despejado con algo de esperanza secreta, siempre con una sonrisa encantadora en el rostro hasta que decidió que lo mejor era seguir avanzando. No tenía muy en claro como regresar, eso era cierto, pero ya vería luego como se las ingeniaba para retornar…miedo no tenía, había aprendido a lidiar con él al ir creciendo, por lo que únicamente se centraba en disfrutar el momento.

Sus orbes se abrieron aún más al notar una pequeña fuente de agua natural, la que seguidamente llamó su atención y por ese entonces, no dudó en ir abriéndose paso entre la vegetación frondosa, sintiendo como incluso esta rozaba sus piernas al descubierto. La humedad del lugar le generaba un poco de calor, y precisamente era el calor lo que no le gustaba en lo más mínimo. Cuidadosamente fue llevando esas manos delicadas hasta los primeros botones de la camisa, dejando al descubierto solo un poco el pecho pero sin que se llegara a ver algo indebido…¿Qué más daba?, estaba sola más allá de todas esas criaturas que seguramente tomaron el bosque como hogar.

Llegó hasta la orilla y solo terminó por sentarse un rato ahí, asegurándose de recargar la espalda contra el tronco añejo de lo que parecía ser un sauce, manteniendo como era debido tal postura recta. Flexionó ambas piernas para un poco más de comodidad pero teniéndolas juntas todavía, la mano diestra se posó sobre su propio vientre, mientras que la otra parte permanecía sobre el césped. Los ojos magenta de aquella mujer brillaban con sutileza, incluso se mordió el labio inferior con suavidad entre algún que otro sonrojo repentino al mismo tiempo que dejaba escapar otro cálido suspiro, perdida entre sus propios pensamientos y las gratas sensaciones que le generaba un sitio así.

por Invitado Vie Ene 29, 2016 9:29 pm

Entre más se internaba y menos cosas lograban atraer su mirada, su tensión poco a poco desaparecía al igual que su precaución. Tal vez si era un poco de paranoia el pensar que en el corazón de su reino, rodeado no solo por las imponentes montañas de Tempus pero muy cerca de la capital, alguien podría atacarlo. Quizás era mejor de momento solo caminar sin pensar en peleas, después de todo su inicial razón para ir a ese bosque era alejarse de la base y poder poner nuevamente en paz su ajetreada mente.

Poco a poco la luz iba cambiando, de un cálido tono anaranjado a un frio pero no menos hermoso color plateado. Quizás por haber vivido mucho tiempo en la oscuridad y únicamente haber contado con la luna como confidente, Josef amaba las noches en especial en aquellas donde el astro brillaba con toda su hermosura en medio del cielo. Eran los únicos momentos donde encontraba algo similar a la calma aun en esos días cuando ira incapaz de evitar derramar lágrimas y gritar de dolor. Siempre pensó que había muerto cualquier ápice de humanidad en su cuerpo pero esas noches de dolor incandescentes, eran las únicas que le recordaban que estaba vivo. Aquellas y la pequeña ilusión de algún día reencontrar una persona con la que compartir el sentimiento que le fue arrancado del pecho junto a su orbe izquierdo.

Estuvo caminando por largo rato sin prestarle mucha atención al camino, no le hacía falta porque la electricidad natural en su cuerpo evitaba que ramas o piedras entorpecieran su camino. Ni siquiera tomo en cuenta cuanto había caminado hasta que vio el reflejo lunar a lo lejos en un espejo de agua. No era un lago demasiado grande pero tenía dos orillas un poco alejadas la una de la otra, viendo que al otro extremo había mucha vegetación y arboles dificultando la llegada por ese lado. Eso en parte le decía que podría nadar un rato sin tener visitantes sorpresas.
Lo primero que hizo fue buscar una roca lisa donde apoyo sus sandalias. Luego de ello abrió su yukata, retirándola y dejándola doblada junto a su calzado en la misma roca además del pantalón negro de algodón que llevaba también. Estaba tenso y todo su cuerpo lo sentía adormecido por lo que empezó a estirar un poco sus brazos y los músculos de su pecho junto con los de sus piernas también. Finalmente antes de entrar, se quitó el parche negro de su rostro y soltó su larga melena blanca, dejando que esta callera por su espalda. Movió su cuello y salto, hundiéndose en el lago.

Nado hasta llegar al fondo, moviendo su mano para quitar un poco de la arena que se levantaba por su repentina intromisión en ese nuevo lugar. No había muchos peces pero los pocos que podía observar eran hermosos. También con su único orbe podía apreciar varias plantas que parecían brillar con luz propia en esa densa pero de alguna manera, hermosa y relajante oscuridad. Permaneció sumergido un par de minutos mas hasta que finalmente necesito aire, nadando de regreso a la superficie.

-Que bien se siente…-murmuro emergiendo en medio del lago, pasando ambas manos por su cabello mientras la luna iluminaba su piel, resaltando la variedad de cicatrices que la adornaban. Era lo que necesitaba, silencio, naturaleza, soledad para relajarse.- Creo que me quedare un rato más –sonriendo comenzando a nadar, viendo en ese momento a una persona en la orilla contraria del lago. Tal vez había llegado cuando él estaba sumergido y no parecía haberlo notado pero por la sorpresa, se quedó simplemente flotando, cubierto por esa hermosa luz plateada de su amiga en el cielo.

por Invitado Jue Feb 25, 2016 11:40 pm

La noche se prestaba para más de un momento tranquilo, eso era la gran verdad absoluta…Cassandra como buena admiradora de la noche, sabia apreciar cada instante que esta otorgaba, los secretos que guardaba y por sobre todas las cosas, la soledad de la misma. Ella no era mujer que gustase de las multitudes, más bien se sentía a gusto en la sencillez de no tener más que su sola presencia para pasar las horas. Oh si, en eso pensaba hasta que escuchó una voz que la sacó del ensimismamiento en donde se encontraba…¿Cómo era posible encontrarlo justamente allí?, no lo esperaba, el bosque Goblin sin lugar a dudas era un sitio difícil de transitar hasta para los guerreros más fuertes. Elevó la mirada hasta posarla sobre la figura de su superior, aunque terminase arqueando una ceja a causa de la sorpresa, sonriendo y moviendo sutilmente los pies en la orilla del lago.

-¿No es lugar algo inhóspito como para refrescarse, vicealmirante Novak?- Preguntó sin más entre sutiles sonrisas que acompañó con miradas relajadas como decididas, atrapantes, después de todo, ¿Por qué debía ella cambiar su forma de ser?. No estaba en horario de trabajo, tampoco cumpliendo órdenes…esa noche, en ese momento, ambos eran solo dos personas que coincidieron por causas propias del destino, tan simple como eso…Ni más, ni menos. Optó entonces por ponerse de pie cuidadosamente, acomodando un tanto la falda al mismo tiempo que se adentraba en el agua, buscando acortar distancias de modo lento, deteniéndose cuando el nivel del agua llevaba por encima de sus rodillas. –Las malas lenguas dicen que este sitio es…peligroso, que no es buen destino para transitar de noche. Sin embargo, lo he notado más tranquilo que otros lugares. De todas formas, siempre voy a preferir estar en contacto con la naturaleza que el propio bullicio de las ciudades más conocidas-

Esbozó sin ningún problema, encogiéndose de hombros para finalmente cruzar los brazos bajo el busto, sonriendo y evidenciando más alegría que en otros momentos cuando el rigor de ciertos asuntos, inquiría que estuviese completamente seria o más bien, centrada en cumplir con un buen trabajo. Observó una última vez a sus alrededores, los sonidos naturales del bosque eran evidentes…comprendía que no estaban del todo solos pero que, daba olimpicamente igual si podían defenderse de tal eventualidad, en el caso que así se necesitase. –Buenas noches, por lo visto el agua fue de su agrado, he de reconocer que me da un tanto de inseguridad sumergirme en aguas que no conozco del todo bien-

por Invitado Mar Mar 01, 2016 5:28 pm

Tal vez porque ya conocía su hábito de salir también a pasear durante la noche o su hábito de a veces seguirlo, no le sorprendió darse cuenta que era la crusier. Lo que si era un poco sorprendente era que ambos terminaran en el mismo lago. No era la primera vez que estaban solos en un lugar, antes se habían encontrado en varios sitios pero de una u otra manera lo habían hecho de manera oficial, esa vez sin embargo no estaban en horario se podría decir, era solo dos personas, dos civiles comunes y corrientes.

No vio motivos para moverse, simplemente espero que la maga se acercara un poco mientras el continuaba moviendo lentamente sus piernas para mantenerse a flote. Había tenido pocas oportunidades para realmente dedicarle una mirada real a la mujer, que desde su punto de vista era la más hermosa en toda la marina. No era secreto que muchos hombres la buscaran, no solo soldados pero civiles también, algo que Josef aprendió a convertir en rutina siempre que salía hacia alguna misión en compañía de ella.

Cuando vio que no se movía más, se acercó a ella nadando. A pocos metros se detuvo, apoyando sus pies sobre la arena mientras tomaba un poco más de agua entre sus manos y la dejaba caer sobre su cabello, acomodándolo luego con sus dedos. Sonrió de costado, cruzando sus brazos por encima de su pecho, ocultando ligeramente la cicatriz que lo cortaba al tiempo que ladeaba un poco su cabeza, mirándola a los ojos.

Cassandra, me sorprende verte aquí aunque no debería, parece que estas en todos los sitios donde yo voy —Menciono con tranquilidad, acercándose un poco más a la azabache mientras su sonrisa se alargaba ligeramente — Primero, si no estamos de servicio, puedes llamarme Josef. Segundo, no tienes que tener miedo de este lago, es bastante tranquilo y si algo intenta tomarte, me asegurare de quemarlo —Dijo en lo que se inclinaba un poco y hundía sus manos en el agua, lanzando un poco hacia el rostro de la maga, seguidamente volviendo a nada para alejarse un poco.

Se movió hasta llegar casi al centro, deteniéndose y comenzando a flotar boca arriba, manteniendo su mirada en la mujer. Chapoteo un poco e hizo un gesto con su mano, invitándola a que se acercara — Vamos, te prometo que nada pasara —Dijo enderezándose y estirando su diestra en dirección hacia ella.

por Invitado Dom Abr 24, 2016 2:35 am

Ella solo observó al mayor unos momentos, parpadeando curiosa para finalmente resoplar con notable cansancio, pero a fin de cuentas, eso no la detuvo cuando poco a poco iba adentrándose al agua…Los lagos no le agradaban, bueno, las fuentes de agua en general porque jamás sabía exactamente que había debajo, que clase de criatura e incluso guardaba un temor lo suficientemente intenso como para desear mantenerse lejos, la sensación de asfixia estaba presente en su mente…por lo que primeramente solo se internó hasta que el nivel del agua tocó unos centímetros por debajo de las rodillas. La pelirroja terminó cruzándose de brazos, para finalmente negar con suavidad ante las palabras del superior, a quien respetaba por sobre todas las cosas. —N-no, está bien así, Josef…De por sí, lo mío no es estar en el agua o al menos…en sitios donde no conozco bien, pero puedes seguir haciendo lo que hacías…yo solo estaba observando, no puedo conciliar el sueño, así que…es normal que deambule por cualquier recoveco en el que se me permita acceder.—

La brisa de la noche, por ese entonces, volvió a mecer los cabellos de la fémina, tan rojizos y en un degradado natural con ligeros matices naranjas que realzaban la nívea piel de la joven. Ella mantenía esos orbes carmesí en el frente, aunque de tanto en tanto observaba en otras direcciones y por ende…observaba al albino, más que nada para prestarle atención…la debida atención que un superior se merecía. —Supongo que se trata de gustos, además…este bosque tiene muy mala fama, que sea de noche tampoco ayudaba porque ante obvias causas, no tengo la facultad de arreglármelas bien en las profundidades. Sé nadar, obviamente, pero me causa incertidumbre saber qué clase de cosa asquerosa ande nadando por allí y…es como que prefiero mantenerme lejos, dentro de lo que me sea posible—

Admitió con calma, pues era más que obvio que la muchacha sentía temor, era capaz de ponerse a llorar tontamente ante la sola idea de tener que sumergirse en un sitio que no conocía, de noche y en donde claramente podía ser la presa de cualquier criatura que habitase. Era tonto, lo sabía, siendo Cruiser, debía demostrar todavía más valor pero así de insegura se sentía respecto a varios asuntos y aunque no lo confesase, era relativamente algo temerosa, pero como toda mujercita orgullosa, poco capaz de expresarlo con sinceridad ante las personas, aunque estas fueran sus superiores o amigos más cercanos.

por Invitado Dom Abr 24, 2016 11:09 am

Ser divertido o bromista claramente no entraba en la lista de cosas que era bueno haciendo. Tampoco era muy hábil descifrando a las personas, ay que según parecía habían ciertas cosas que aún no conocía por completo de la pelirroja. En ese momento cayo en cuenta que las veces que cruzaron caminos siempre fue en tierra firme, nunca estuvieron ni cerca de un charco menos un lago, quizás debió darse cuenta de ello antes pero bueno metió una vez la pata, ahora le tocaba sacarla del enredo.

Despacio se alejó de ella, nadando hasta la orilla contraria. Salió del agua, usando un poco de fuego para secar su cuerpo desnudo antes de tomar el pantalón de algodón y las sandalias, vistiéndose con ellos. Seguido acomodo su cabello, cubriendo la parte de su cicatriz con un largo mechón antes de girarse y dejar que sus alas negras aparecieran. Nunca se había sentido del todo cómodo mostrándolas pero no estaba en presencia de cualquier persona, era Cassandra después de todo.

Con cuidado se elevó, volando sobre la superficie del lago hasta que se encontró junto a la pelirroja. Sin desaparecer sus alas, descendió hasta que tuvo la mitad de las piernas dentro del agua, mirándola a los ojos mientras formaba una pequeña sonrisa —Lo lamento Cassandra, realmente no era mi intención incomodarte pero aun quisiera estar un rato más contigo si te parece bien —Dijo estirando su mano derecha, recorriendo con cuidado su mejilla al mismo tiempo que acomodaba un par de cabellos tras su oreja mientras que deslizaba su otro brazo alrededor de su cadera.

Tomando precaución de no causarle algún daño, se elevó lentamente junto con ella. Planeo hasta la orilla contraria, aterrizando suavemente sobre la arena junto a la roca donde aún estaban sus prendas — Creo que ambos tenemos el problema de no poder dormir —Comento con una pequeña sonrisa mientras escondía de nuevo sus alas negras, quizás con un poco de vergüenza por ellas — Yo creo que podríamos pasar aquí la noche, no dormir claramente pero si estás de acuerdo podríamos conversar. En realidad me gustaría saber más de ti, al menos todo lo que estes dispuesta a contarme —Dijo dejando un pequeño beso en su mejilla alejandose luego un poco de ella. Se sentó junto a una piedra, manteniendo una pierna estira y otra flexionada con la rodilla a la altura de su pecho. Llevo su mirada de nuevo a la pelirroja e hizo un pequeño gesto con su mano, invitándola a que se acercara mientras encendía una pequeña fogata blanca sobre la tierra.

por Invitado Lun Mayo 16, 2016 12:56 am

No tuvo problema en permitir aquello, por el contrario, mantuvo las manos sobre los hombros de su superior hasta que los pies de la Maga tocaron la suave arena, momento en el que solo suspiró de claro alivio por ello…Observó con cuidado las alas del mayor, sonriéndole cuidadosamente antes de encogerse de hombros y sin más, observar de manera casi nostálgica el cielo tan estrellado, tan especial como conmovedor. Cuantos recuerdos le traía ese momento, por más irónico que sonase, ya que cientos de noches así Cassandra preguntaba cuando terminaría todo ese sufrimiento que la agobiaba por encima de cualquier cosa.

—Gracias— Murmuró bajo, observando hacia adelante en lo que solo chasqueaba los dedos de la mano derecha, pues en ese mismo instante apareció un portal en tonalidades celestes que develaba la imagen de un pequeño snowman, realmente pequeño y con poco tiempo de existencia. Su primer mascota, aunque sin saber a ciencia cierta cómo tratarlo de modo correcto. —No recuerdo ya la última vez que dormí de manera placida. Ya se tornó costumbre— Admitió al sonreírle a la criatura con algo de dulzura, extendiendo la mano izquierda para darle algunas palmaditas en la cabeza, aunque este terminó dando dos saltitos hacia atrás. Sin más, observó al Vicealmirante, a las alas de este aunque terminara escondiéndolas sin más. No preguntaría por ello, no tenía por qué, solo se relamió los labios por simple maña antes de que sonriese a nueva cuenta.

—¿Por qué no puedes dormir?. Claro si es que puedo saberlo…yo normalmente, creo que me ocurre desde pequeña, así que creo que es un mal habito muy difícil de modificar para mí— Explicó aquello con total tranquilidad, retornando la mirada hacia el lago, uno que presentaba movimientos leves pero extraños en su superficie, así que solo tomó al pequeño snowman entre sus brazos, alejándolo de la orilla para más seguridad. —Ni siquiera sé que hago en el ejército, todavía no me siento del todo yo…pero creo que no puedo perder nada con probar…Después de todo, no estoy acostumbrada a tener tanta libertad, a poder decidir en mi propia vida. Suena tonto…realmente suena tonto pero a veces me pongo nerviosa por lo más mínimo, el mundo es demasiado grande, demasiado intimidante—

por Invitado Lun Mayo 16, 2016 6:48 pm

La noche se mantenía de la misma forma, calmada sin ningún tipo de señal de que algo malo sucedería allí. Con algo de suerte el clima sería favorable incluso para caminar un poco más y ver que podían encontrar bajo el cobijo del cielo ya que….las mejores cosas pasaban bajo la mirada de la luna. Esa mirada siempre lo estuvo acompañando cuando se encontraba perdido en sus viajes, no tenía un rumbo o un hogar pero siempre el consuelo del astro plateado. Quizás porque era con a la única que podía contarle todos sus problemas…sus angustias sin recibir una mirada de juicio o palabras de reproche como respuesta. En realidad nunca había respuesta alguna pero solía aliviarle soltar todo aquello al viento nocturno.

Un tanto distraído observo a la pequeña criatura que apareció en junto a la pelirroja. No tenía conocimiento que ella hubiera conseguido una mascota pero quizás era buena idea, aprovechando su acción, de llamar a las suyas. Abriendo su mano izquierda, Josef invoco dos pequeñas esferas de pura luz entre sus dedos. La una era celeste mientras que la otra roja y cuando coloco ambas en la arena, aparecieron un par de cachorros a su lado. El primero era la cría de un Fenrir, esos lobos casi míticos de Tempus que vivían en el desierto blanco mientras que el otro era un pequeño lobo de pelaje rojo, uno que había encontrado cuando viajo a Chaos algunos meses atrás — Yo no lo sé…son varios años ya que me evaden las noches de descanso. Más que todo son pesadillas…recuerdos de ciertos días que bueno, digamos “marcaron” mi vida —Comento en un tono ligeramente sarcástico a la vez que llevaba su mano derecha por instinto a donde su parche se encontraba. Siempre que pensaba en esos sueños, la herida de su rostro ardía un poco, tenía claro que ese dolor jamás lo dejaría tranquilo.

—Cass…el mundo es enorme. Yo todavía me siento intimidado por ciertas cosas porque…es casi imposible que logremos descubrir todo lo que encierra este lugar. Existen tantos misterios que aún no han sido revelados…tantas aventuras que aún no han sido vividas…no se me da miedo pero a la vez me emociona un poco pensar en que podría haber más adelante —Menciono acercándose un poco más a la pelirroja, quitando un par de cabellos de su rostro— Mi consejo es que camines hacia adelante…no deseches ninguna experiencia que sientas que podría ayudarte a crecer y sobre todo…nunca te dejes guiar por el exterior de alguien…por experiencia propia te digo que incluso en los más bondadosos o lo más destructivos…puede encontrarse oscuridad o en su defecto…luz —Musito mirándola a los ojos con tranquilidad al mismo tiempo que atrapaba a su dos pequeñas mascotas sobre su regazo, deslizando sus manos por el pelaje de ambas—

Su mirada se desvió un momento al cielo, viendo como la luna continuaba lentamente su avance al centro del firmamento. Pronto seria media noche y la temperatura bajaría todavía más en el bosque— Cassandra… ¿Te gustaría que diéramos una vuelta por los alrededores? Podremos seguir conversando y quizás encontremos algo interesante —Propuso el albino a la vez que se levantaba con cuidado, dejando a sus dos mascotas sobre la orilla y acomodaba su yukata dorada, mirando luego a su compañera pelirroja— ¿Vamos? —Cuestiono con una suave sonrisa a la vez que estiraba su mano y tomaba la ajena con cuidado, intentando ayudarla a levantarse de la arena.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
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Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

Incluso el mas duro, solitario o poderoso, necesita en quien apoyarse (Cassandra)

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater