Re: Pensamientos Disparejos [Priv. Astrid Dagmar]

por **Astrid Dagmar** Mar Abr 05, 2016 1:09 pm

Como se temía, Kuroi había estado en ese lugar. Y no parecía estar mintiendo. A lo mejor se equivocaba, pero tenía una corazonada que le decía que estaba siendo completamente sincera. Eso sin contar que la frase que según ella le habían hecho repetir una y otra vez la había pronunciado de carrerilla, como si fuese una cantinela de juegos infantiles. Solo que no en el mismo tono que cabe esperar de una cancioncilla, claro está. Pero lo que le extrañaba era que quisiese hacerse cargo de todo una vez entrase. De nuevo, seguía sin saber qué quería exactamente – obviamente al entrar por la fuerza no iba a querer tomarse un café con el director de aquel centro de tortura encubierto, pero quería asegurarse de que tampoco cometía una locura.

– Escucha, como te he dicho, no sé qué podré hacer. Pero tampoco te puedo dejar a ti a cargo de todo. – ¿Quizás podría malinterpretarla con esa frase? A lo mejor pensaba que la estaba infravalorando. – Así que necesito que me expliques lo que vamos a hacer allí dentro. – Necesitaba unas instrucciones más allá de “rompe un sello o dos”. No quería tampoco hacer cosas innecesarias, así que quería tener planes claros.

Se sorprendió al ver que el comportamiento de la chica cambiaba de repente, pero al mismo tiempo se sintió bien al ver que algo le animaba. – Lo pagaremos a medias, si es el caso. Quizás no sepamos cuánto tiempo vayamos a estar ahí y tengamos más gastos de lo previsto, – sentenció ante la propuesta de Kuroi de pagarlo todo ella. No se sintió incómoda cuando le tomó espontáneamente de las manos, pero sí que le resultó ligeramente extraño teniendo en cuenta su actitud previa.

Ella se disponía a salir a comprar en esos instantes. Seguramente las tiendas aún seguirían abiertas, pese a que estaban cerca de su hora de cierre. Se levantó de la cama y le dio una pequeña palmada en el hombro. – Tú no vas a ningún lado sola, al menos ahora no. No quiero tener que llegar demasiado tarde a ayudarte. – Lo dijo en un tono despreocupado, como si estuviese intentando hacer un chiste. – Te acompaño. Además, así no tienes que hacer ninguna lista mental de lo que podría hacerme falta. – Miró su propia ropa, que estaba cerca del radiador. – Y… sí, quizás nos haga falta comprar al menos una muda para evitar casos como el de hoy. – Se rascó la coronilla, haciendo una mueca. – Algo me dice que me voy a resfriar de lo lindo, - murmuró, palpando sus prendas aún húmedas. – Y tú también, porque deduzco que no irás en bata a la calle, – bromeó, alzando una ceja mientras le devolvía la vista.

por **Kiss Shot** Mar Abr 05, 2016 2:00 pm

El dinero no era problema, su trabajo le dejaba grandes ganancias y de cierta forma algunos revolucionarios le ayudaban cuando estaba corta de fondos, así que que era algo por lo cual no deberían preocuparse. ella creyó que no iría a hacer tantas preguntas al respecto sobre la ida a aquel instituto, que aunque no fuera mentira realmente no iría allí precisamente para charlar, después de todo era retirar algunos papeles de las paredes y borrar algunos símbolos... así que se tardó en responder un poco, debía pensar que no la haría actuar de mala forma, si le contaba la verdad de seguro se negaría y de todas formas ella mismo dijo que no quería interponerse demasiado, una pequeña mentirijilla no estaría de mal... pasarían un tiempo suficiente como para ganar confianza. B-bueno.. habían más niños conmigo.. ellos no tuvieron la suerte que yo tuve.. aún siguen ahí... en ese agujero y tengo que ayudarlos. Gran mentira, ella era la única demonio por aquel tiempo. Desvió la vista en aquel momento tras haber mentido y evitó verle a la cara.

Recibió una palmada en el hombro, ella giró la vista y sonrió en ese momento, al parecer la pelinegra quería acompañarla.. no era una mala idea, tampoco es que tuviera tanta compañía a menudo, y no es que fuera muy reconocida por esos lados de Spatium, ¿por qué no? Muy bien, iremos juntas, solo iré por mi dinero, Te esperaré en el primer piso. también vio la ropa ajena.. no llevaba mucha, ha de sentir mucho frío.. pero tenía gran estilo, le gustaría conseguir algo así algún día a decir verdad. Es cierto.. deberíamos comprar un poco de ropa impermeable.. y un par de paraguas.. Escuchó entonces una palabra que no había oído antes. ¿Res..friar?.. Realmente no se que significa.. Haha.. Rió por lo bajo mientras se rascaba la cabeza, ella, siendo un Súcubo elimina bacterias naturalmente, así que jamás a tenido un resfriado.

Luego escuchó algo curioso.. ¿Estaba mal salir en bata?... No tenía esa educación, siempre hacía lo que quería ignorando su alrededor, vestía con lo que le hiciera ver bien, a veces inclusive en traje de baño sin ir a la playa o a un lugar cercano al agua.. con tal de ir con algo, claro está. Oh.. ¿no te gusta? Tenía pensado ir así a decir verdad.. Dio media vuelta para que ella le viera, la bata cubría, era cierto, pero dejaba casi toda la parte inferior descubierta y su cola no ayudaba demasiado, un ventarrón fuerte y mostraría más de lo que debería.. pero nuevamente, a ella realmente no le importaba. De todas formas, estamos a unos 15 minutos, no creo que haya problema con que me vista así.. vamos a comprar ropa después de todo, luego devolveré esto. Abrió la puerta y le devolvió una sonrisa antes de marcharse. Te veré abajo, ¡puedes cambiarte si quieres! Cerró la puerta, iría a por su mochila y luego bajaría.

por **Astrid Dagmar** Mar Abr 05, 2016 4:50 pm

La expresión que se dibujaba en el rostro de Astrid se volvió severa al escuchar que había aún muchos más que, al igual que Kuroi, no sólo habían pasado su infancia allí, si no que habían tenido el infortunio de no haber podido siquiera poner un pie fuera de aquel sitio de locos. Quizás hiciera falta más de una o dos personas para sacarles de allí. ¿Debía avisar al gremio? ¿Tal vez involucrando a Indivisa Manent podría conseguir más aliados que detuvieran la injusticia que se apoderaba de ese nefasto lugar? Se mantuvo en silencio unos segundos, pero sin dejar de mirar a la chica, que había desviado la vista. – Kuroi… Tienes mi palabra. Les sacaremos de ahí, –prometió con voz firme. Decidió a última hora no mencionar a Indivisa, ya que quizás podría traer problemas con el gobierno de manera indeseada. Una cosa era meter ella misma sus narices, y otra muy distinta era arrastrar a una organización entera, aunque no llegasen a ser ni quince personas.

Su semblante se suavizó con la conversación posterior. No sabía si bromeaba con respecto a que desconocía lo que era un catarro, o si estaba hablando completamente en serio, pero prefirió responderle con un deje de sarcasmo. – Pues no sabes lo que te pierdes. Es maravilloso. – Sonrió un poco, alzando una de las comisuras de sus labios más que la otra. – Se te congestiona la nariz, toses, se te irrita la garganta y tienes flojera constante. – Bueno, eso era más bien gripe. – Pero no es nada que no se pueda aguantar,– finalizó, terminando de recoger su ropa del radiador. Al menos no estaba chorreando, por muy húmeda que siguiese.

Parpadeó lentamente al oír que Kuroi tenía pensado ir en bata a la calle. No parecía estar bromeando, a decir verdad. Soltó una pequeña risa. – No tiene nada que ver con que me guste o no, simplemente…– Y había dicho de ir sola. ¡Como para que le volvieran a pillar unos maleantes! – ¿En serio te planteaste ir así, y sola? – La chica no parecía entender que hubiese algún problema con esa vestimenta, así que Astrid se limitó a suspirar y a dejar sus prendas a un lado. Agarró la capa, que había estado tendida en la silla, y la colocó sobre los hombros de la pelirrosa. – Llévate esto al menos. No acepto un no por respuesta. – No estaba seria en absoluto, pero quizás podría dar esa impresión. – No es buena idea que vayas enseñando tanto por ahí. – Hizo una mueca. No es que ella tuviese el traje más pudoroso del mundo, pero… bueno, las cosas eran diferentes. Era… era ropa lo que llevaba, al menos, ¡no un maldito albornoz! – Además, yo aguanto bien el frío. Y tengo el pelo más largo que un día sin pan. Eso cubre la espalda, al menos. – Menuda tontería.

Se despidió de ella y comenzó a cambiarse. Habiéndose acostumbrado al cómodo tacto de la bata y del calor de la habitación, no podía evitar sentir escalofríos (e incomodidad) conforme iba colocándose cada parte de su vestimenta. Iba a pasar bastante, bastante frío, sin duda.
Agarró su morral y se dirigió a la puerta, cerrándola tras de sí, para después dirigirse al piso de abajo, donde Kuroi le estaba esperando. – Bueno, vamos a ello. ¿Dónde prefieres ir primero? ¿A por ropa, o a por provisiones? – Debían ir a por ropa. Con suerte podrían dejarles irse con ella puesta y así no tendrían que seguir aguantando el frío, pero dejó que aquello quedase a decisión de su compañera.

por **Kiss Shot** Mar Abr 05, 2016 5:26 pm

Había empacado sus cosas.. inclusive su ropa mojada, pero esta la guardó en una pequeña bolsa aparte para evitar que lo demás se averiara.. pero había otro problema.. sus chocolates y dulces volvieron su mochila un dulce embrollo, pues se derritieron al dejar su mochila tan pegado al radiador.. también tenía que cambiarla por lo visto... no iría con eso a un lugar tan lejano. Suspiró después de ver aquel (Delicioso) desastre.. pero bueno, no podía ir al aire mostrando su dinero, por lo que no tenía más alternativa. Astrid le dio su capa.. no se había percatado de lo bonita que era, un poco rasgada.. pero de muy buena calidad.. además de eso.. estaba algo caliente y olía bastante bien, ella siempre gozó de un buen olfato, por fortuna. Tal vez.. no debería mentirle tanto.. Dijo para si misma mientras ya estaba bajando por el ascensor.

Por suerte Astrid no había tardado mucho.. pero su rostro no reflejaba que estuviera muy a gusto exactamente, eso era obvio, después de todo la ropa estaba fría y húmeda.. esa sensación de que se te pega al cuerpo no es precisamente agradable, se acercó y ella le recibió nuevamente con una sonrisa. Uh.. bueno.. hace mucho frío.. deberíamos ir primero a por un poco de ropa y un par de paraguas... luego podríamos ir por las provisiones para ti. pensó un poco, realmente la lluvia era incomoda, así que lo mejor era prepararse para ella. Fue ahí cuando ambas salieron de camino al centro de antes, era mejor darse prisa. Por suerte el clima almenos no estaba tan hostil ahora, los rayos dejaron de caer por el momento pero la lluvia se mantenía constante, en pocos minutos ya estaban nuevamente empapadas... poco sirvió aquel baño caliente ahora que lo pensaba.

No había una sola alma en el lugar, algo normal a decir verdad, a nadie le gustaría estar entre toda esta lluvia a estas horas de la noche.. la visibilidad también era algo complicada, ya que a pesar de que las luces iluminaban las calles cierta neblina comenzó a salir.. y el frío estaba empezando a tocar un límite mayor en su cuerpo... titiritaba bastante y se cubrió un poco con su capa para evitar el frío. S-su-su-s-supongo... Q-qu-que debí.. l-llevar.. A-almenos.. u-u-un S-so-sostén... Dijo como broma mientras avanzaban, pero llegaron en el tiempo medido, 15 minutos al gran centro que aún tenía sus puertas abiertas y en menos de nada entraron antes de morir congeladas. Adentro el ambiente era totalmente distinto.. hacía mucho más calor que afuera.. y estaba seco... Hikari volteo a ver a su acompañante.. ella debía estar peor, no tenía mucho con que cubrirse... E-espero que ese resfriado.. no te ataque.

Caminaron un poco más.. habían tiendas de ropa por doquier.. pero entraron a la primera que encontraron y lo primero que hizo la pelirrosada fue comprar un par de toallas. A-aquí tienes.. le dio una por supuesto. Ya estando secas y más calientes era buena idea comenzar a comprar. Muy bien, yo no me tardaré eligiendo ropa, ¡Puedes comprar lo que quieras! Ambas se tardaron casi una hora eligiendo todo lo necesario, Hikari por su parte compró ropa interior nueva algo simple, calcetines, un pantalón vaquero, un pantalón corto para después y un pantalón imperneable, una camisa sin mangas.. un suéter rosa, y por supuesto una chaqueta impermeable.. por último, unas botas largas para evitar que el agua llegara adentro de sus zapatos. Se vistió después de secarse, en un probador.. tras salir no se encontró con su compañera, giró un par de veces la vista, pero no logró encontrarla.

por **Astrid Dagmar** Mar Abr 05, 2016 8:42 pm

Al menos le aliviaba ver que Kuroi estaba de mejor ánimo desde que Astrid aceptó ayudarle. Asintió de buena gana cuando propuso ir a por ropa. No estaba muy a gusto tal con las prendas que llevaba, y, de haberlas dejado en el radiador, dudaba de que éstas se secaran para el día siguiente. "¿Sólo para mí?" pensó, tras oírle decir que las comprarían para ella. – Bueno, tú te lo pierdes. – Iba a comprarle provisiones de todos modos, aunque dijera que no. Había obviado el hecho de que sí que se alimentaba de algo, pero no de comida precisamente.

Aunque ya no caían rayos, la lluvia seguía igual de pesada, para desgracia de ambas. Para colmo, una ligera neblina cubría las calles y, además, las temperaturas parecían ser más bajas. O esa era la sensación que tenía Astrid, que caminaba encogida y con los brazos cruzados sobre el pecho, además de ver el humo que provocaba cada vez que exhalaba aire, al entrar éste en contacto con el frío. Apretaba la mandíbula para controlar el tiritar de sus dientes, pero éste salió a relucir cuando se rió un poco tras escuchar la broma de Kuroi. – Eso t-te p-pasa p-por ir en bat-ta. Men-nos mal q-que t-tienes la c-capa encima. – Por suerte le cubría bastante. Cualquiera diría que iba en albornoz.

Agradeció enormemente llegar al centro comercial. La nariz se le había taponado un poco, pero no creía tener principio de resfriado. Aún. Sobre todo si ignoraba que había estornudado varias veces estando en la posada. – No te preocupes por eso. Vamos a comprar. – ¡Debían darse prisa si no querían que les pillara el toro!

Tomó la toalla que le tendía Kuroi, aunque de poco serviría si aún seguía llevando la ropa mojada. De todas maneras, le agradeció el gesto. – Compraré lo necesario. Prefiero gastarme más dinero en provisiones, nunca se sabe cuándo puede surgir una emergencia. – Apenas tardó en elegir mucho. Le bastaba con tener ropa de abrigo e impermeable para el impredecible clima de Spatium (el tiempo que les quedaba ahí, al menos, aunque le serviría para después) y con tener algunas mudas más frescas para cuando llegasen a Chaos. Sabía que no iba a aguantar muy bien el calor estando allí. Quizás en ese lugar se sentiría genial aún con la ropa húmeda.

Terminó tan pronto de elegir sus cosas que aprovechó para ir a por comida y bebida. Le hizo un gesto a Kuroi, diciendo que no tardaría mucho, pero no se dio cuenta de que ésta no le había visto. De este modo, partió hacia el supermercado que había dentro del propio centro. Y, sin notarlo, había pasado aún más tiempo del que quería. Menos mal que todo lo que había comprado le cabía en el morral, aunque éste acabase pesando como mil demonios. De todas maneras, podría repartir el peso entre la mochila de Kuroi y su zurrón.

Tras darse cuenta de que había tardado más de la cuenta, fue corriendo hacia la tienda donde estaba la chica. Ésta parecía estar buscándola. Le saludó desde fuera, haciendo gestos exagerados, para que así pudiera verla mejor. No quería entrar en el local con bolsas de otro comercio. – ¡Eh, ven! ¡Tenemos provisiones para rato! –exclamó, enseñándole algunas muestras. Esperaba que no hubiera problemas para transportarlo en el vehículo que había mencionado anteriormente.

por **Kiss Shot** Mar Abr 05, 2016 10:41 pm

En el momento en el que no le encontró pudo encontrar una zona a donde vendían bolsos y mochilas.. así que aprovecho para comprar uno nuevo y deshacerse de aquel viejo morral de instituto que tenía. dejó solo su bolsa con SL Y la bolsa con su ropa, luego fue cuestión de buscar un bote de basura y arrojar lo que quedaba de su mochila, después de hacerlo y pagar por todo vio a su compañera saludando sin disimular afuera del local, ella hizo lo mismo, estiró su brazo derecho hacia arriba y caminó hasta la entrada, también escuchó lo que gritó... ¿Provisiones para rato?... desvió su mirada hacia la mochila.. estaba a punto de reventar. Salió de la tienda de ropa justo a tiempo, pues comenzaron a cerrar poco a poco los locales, ya se aproximaba la hora de cerrar y estaban comenzando a retirar a las personas. ¡V-vaya! C-cuantas provisiones... U-un poco más grande de lo que creí... Habló con nerviosismo.. ¿¡Cómo harían para que la mochila entrase con ellas?! ¡Era como un tercer pasajero!Y-ya buscaremos la forma de acomodarla sobre la motocicleta...

Ella se notaba muy contenta a pesar de todo, Al parecer le gustaba comprar.. también le mostró un par de paquetes.. a ver... Carne seca.. fideos instantáneos.. Un par de botellas con agua.. ¡Ah! ¡Una caja con Pockys! La tomó, si que le gustaban los pockys. ¡Buen trabajo! ¡Ahora solo debemos ir por la motociclet... antes de salir se encontraron con esa misma nube de niebla y la gran lluvia... S-supongo que compraste los paraguas... Dijo al ver el clima no muy agradable... ¿¡Ella no los había comprado?! Definitivamente no se mojaría de nuevo, así que traería un par de inmediato. Espera aquí, iré a una tienda que no haya cerrado para comprar un par. avisó y luego corrió en busca de uno. Se tardó casi diez minutos en volver.. y agitada regresó corriendo un poco hasta donde estaba Astrid.

S-solo.. Ah.. solo conseguí esto... le mostró un solo paraguas, por suerte era algo grande, lo suficiente para que ambas no se mojaran por un rato. Todo había cerrado y un hombre me lo vendió... abrió el paraguas tras salir, debían pegarse un poco.. y la mochila enorme de Astrid dificultaba un poco las cosas... pero almenos estaban secas y calientes.. así que no podía ser exigente. V-vale... tengo una idea... cuando lleguemos al estacionamiento dame un poco de tus provisiones.. las llevaré en mi mochila también... Dijo mientras caminaba entre la lluvia.. el estacionamiento estaba cerca a su primer hotel, un par de calles más adelante de donde estaban.

Era dificil ver.. pero la ropa les facilitaba las cosas, al mismo tiempo que el paraguas, eso si, era un poco dificil caminar sin que una de las dos terminara siendo empapada por la misma sombrilla que les cubría. Pero aprovechando el trayecto supuso que una charla sería lo mejor para pasar el rato. Eres una chica fuerte Astrid, Tu familia debe estar orgullosa de portar ese apellido, ¿A que sí? dijo como comentario, su cola se estaba empapando, pero no podía tenerla dentro del paraguas o eso significaría tener que rodearla sobre la pelinegra, pero la sensibilidad de la misma causaba que el frío no mejorase, titiritaba como nunca, igual a la vez que no traía mucha ropa, pero almenos podía hablar con más fluidez.

por **Astrid Dagmar** Miér Abr 06, 2016 5:36 pm

La cara de Kuroi al ver la cantidad de provisiones que Astrid había traído era todo un poema. Se limitó a encogerse de hombros cuando la muchacha se refirió al tamaño del morral. – Mejor que sobre a que falte. Como te dije, nunca se sabe lo que puede pasar. – Cuando la pelirrosa mencionó en qué vehículo iban a ir, la morena no pudo evitar hacer una mueca, acompañada por una exclamación que denotaba su sorpresa. – ¿Vamos a ir en moto? – Iban a ir en motocicleta con un zurrón que parecía que contenía un muerto, y a nada más y nada menos que a Chaos, país al que para ir era necesario cruzar como mínimo un charco. Aunque evitó hacer alguna pregunta estúpida, suponiendo que tomarían un barco de todos modos, aun cargando con el vehículo.

Sin decir ninguna palabra más y tratando de pensar en cómo podrían llevar la mochila, le ayudó a rebuscar entre lo que había comprado. Se rió un poco al ver que tomaba una caja de Pockys. – Oh, ya veo. No puedes mantenerte sólo con golosinas, ¿eh? – le dijo, recordando las chocolatinas que había visto anteriormente en su mochila. De nuevo, seguía sin acordarse de un pequeño dato obvio. – No soy tan codiciosa como para poder meterme entre pecho y espalda todo lo que hay aquí, – finalizó, dando un par de palmadas suaves al morral.

…Se habían olvidado de la lluvia. Y lo peor, Astrid se había olvidado de los paraguas. No necesitó contestar a la pregunta de Kuroi, puesto que ella misma se había dado cuenta de ello. La pelirrosa se retiró a buscar unos, justo antes de que la morena pudiera acabar su frase. – Eh, esper– …bah, da igual.– Suspiró y afianzó la sujeción de la mochila, ya que estaba empezando a caerse por el peso.

Lamentablemente, Kuroi sólo vino con un paraguas. Y había tenido suerte, porque para ese entonces todas las tiendas habían cerrado y lo obtuvo gracias a que afirmaba haberlo comprado de un señor. Colocó el morral de manera que colgase del lado contrario a donde estaba la chica, para así no incordiar. – Lamento si estás incómoda. Y… sí, iba a pedirte que repartiéramos las provisiones, si no te es molestia. – No se quejaba del peso, podía con él, aunque a veces se le escurriese hacia abajo. Pero para organizar el espacio, sin duda sería buena idea repartir la comida entre ambas.

Esbozó una pequeña sonrisa ante el halago de Kuroi, mirando al frente mientras seguían caminando. – Hm. ¿Lo dices porque puedo cargar con este muerto? –bromeó, señalando con la cabeza el zurrón. Recordó a su padre, un hombre orgulloso que quería que sus hijos siguieran sus pasos, fueran hombres o mujeres. Por supuesto, él sí que presumía (no a los cuatro vientos, pero sí de puertas para dentro) de ser un Dagmar. – Mi padre sí lo estaba, desde luego. No era un fanfarrón, pero era un hombre de principios férreos. Y adjudicaba esos principios al apellido. – Astrid, por su parte, había traicionado dichos fundamentos siendo muy joven, quizás atraída por la ideología idealista de la revolución. Después vio que ninguno de los dos bandos llevaba completamente la razón, pero para ese entonces había perdido el contacto con su familia.

Miró de reojo a la chica y se dio cuenta de que estaba tiritando. – ¿Sigues con frío? – preguntó, frunciendo el ceño. Se percató de que su cola se estaba empapando, pero no sabía si eso tenía que ver. – ¿Por qué no metes la cola bajo el paraguas? – preguntó, sujetando un poco mejor la mochila. Al menos ya quedaba poco para llegar al aparcamiento.

por **Kiss Shot** Miér Abr 06, 2016 8:06 pm

De por sí estaba mojándose un poco el hombro derecho porque el paraguas no era precisamente para dos personas, si ubicaba su cola hacia la derecha poco lograría ya que igual terminaría mojandose, y si la ubicaba hacia la izquierda era bloqueada totalmente por la mochila.. no podía hacer demasiado tampoco, así que se limitó a tratar de disimular un poco el frío, pero bueno, no era una buena actriz después de todo ya que su compañera se enteró con bastante rapidez, la pelirrosada además era quien sostenía el paraguas, pero por suerte estaban por llegar. N-no hay es-espacio para que mi cola entre.. S-si la muevo hacia la derecha igual se moja.. Y n-no puedo moverla hacia la izquierda... N-no te preocupes.. E-es solo.. Q-que es un poco sensible... n-no tengo con que cubrirla.. Dijo titiritando mientras caminaba, sería un problema a futuro si quería conducir con su cola al aire, el frío era demasiado y la visibilidad poca, debían conseguir una manera de taparla para manejar el vehículo de mejor manera.

Entonces habían llegado al estacionamiento, por suerte era un lugar cerrado y allí podrían organizarse mejor, lo primero que hizo Hikari fue mostrar su tarjeta de acceso al hombre que cuidaba, luego les dejaron pasar, el lugar estaba poco iluminado y habían bastante lugares vacios... y a decir verdad el sitio era muy silencioso.. solo se escuchaban las gotas del paraguas caer en el suelo.. los titiriteos de la pelirrosada y la respiración de ambas... un lugar tétrico... de un ambiente particular. M-mira.. es esa de ahí.. Apuntó con su mano derecha al fondo, habían tan solo dos motocicletas, una vieja de color rojo y una mucho más moderna de color negro, algo grande a decir verdad. E-es la negra.. pronunció en voz baja mientras cerraba el paraguas y lo hacía más pequeño, era util, podrían guardarlo en una mochila... el temblor de la joven sucubo no disminuía.. inclusive intentaba calentar su propia cola.. pero era inutil, su cuerpo estaba como un Hielo en medio del polo norte.

Era tiempo de organizar las cosas, Hikari abrió su maleta y esta era bastante espaciosa... así que almenos así cabrían las dos en la motocicleta y estarían cómodas. M-muy bien.. T-t-tu dame varias cosas.. Y-yo las guardaré a-aq-quí. Dijo mientras Adrian comenzaba a sacar paquetes y paquetes.. era exagerado... E-es peligroso.. i-ir con tanto peso hac-hacia chaos.. t-terminaremos en un lio.. T-tengo.. tengo una idea... Se llevó un porcentaje considerable de las provisiones.. junto con el recibo para reclamar su vehiculo... y tras negociar un poco a cambio de todo eso le dieron un cambio importante, un Casco de motocicleta olvidado, estaba limpio, según le dijeron el lo limpio porque deseaba conservarlo.

M-mira... P-para ti...

por **Astrid Dagmar** Miér Abr 06, 2016 10:22 pm

Astrid no dijo nada tras enterarse que la cola de Kuroi era muy sensible. Arrugó el ceño y un leve bufido se escapó de su nariz, pero se mantuvo en silencio. Ella tal vez no conocía siquiera lo que era resfriarse, pero la morena estaba segura de que eso le debilitaría considerablemente. Quizás tendría que preocuparse de cubrirla de algún modo más adelante, puesto que no podía seguir tiritando como si estuviese en la comunión de Pingu. Estando fuera era normal pasar más frío del debido, pero una vez dentro del aparcamiento, la chica parecía continuar en el mismo estado.

No tardaron en encontrar la motocicleta de Kuroi, aparcada junto a otra más. Astrid no había montado nunca en ningún vehículo de ese tipo y empezó a plantearse la duda de si aquello aguantaría lo suficiente hasta Chaos. Aún en silencio, obedeció la petición de la muchacha, comenzando a entregarle algunas de las provisiones. Como se temía, no todo cabía ahí. Suspiró al ver que su compañera se marchaba sin más, pero confió en que se le ocurriría algo. Aún tartamudeaba por el frío y eso no le agradaba a la morena, que se quitó el abrigo y se lo echó al hombro al empezar a entrar en calor por la temperatura que había en el garaje. Tenía una chaqueta debajo, así que estaría a gusto de todos modos.

Pronto volvió Kuroi, pero ésta vez apareció con un casco, ofreciéndoselo a Astrid. Ella alzó ambas cejas, sorprendida, pero entendió que la chica había intercambiado las provisiones por aquella indumentaria por su seguridad. Sonrió con amabilidad y tomó el casco con una mano. – Gracias, Kuroi. – Agarró su abrigo con la mano libre y se lo ofreció, extendiendo el brazo. – Ponte esto antes de montar en la moto. – Le echó un vistazo rápido a la cola, para después volver a mirar a su compañera directamente a los ojos.

– No me gusta que sigas tiritando de ese modo. Si tan sensible es tu cola, deberías protegerla más. – Antes de que ella pudiera aceptar o rechazar su propuesta, la morena se colocó a sus espaldas y le puso el abrigo sobre los hombros rápidamente. – Vamos. Yo estaré bien con la chaqueta. – Se volvió a ajustar mejor la mochila y miró el casco con cierta curiosidad antes de tratar de ponérselo. Le quedaba un poco apretado, pero quizás así iría más segura.

por **Kiss Shot** Miér Abr 06, 2016 11:39 pm

Tras entregarle el casco recibió a cambio un abrigo que cubrió sus hombros, realmente la morena se comportaba de una forma muy caballerosa con la pelirrosada, cosa que no le desagradaba, de hecho le hacía sentir bien que la trataran así de vez en cuando.. se notó por la expresión tan extraña de su rostro al recibir ese pequeño gesto.. sin embargo el temblor de su cuerpo no disminuía, no lo haría de esa manera. en cambio.. utilizó el abrigo para otra cosa, se lo sacó de los hombros y cubrió con sumo cuidado su larga y Fina cola con punta de corazón alargado.. aprovechando que estaba caliente... y dio resultado poco a poco.. el color le volvía a la piel y su rubor natural era notorio una vez más.. calentó su cola frotando por encima de esta creando el menor roce posible, pues, como ya había dejado claro antes, era tan sensible que era mejor no tocarla... se sentía extraño para ella.

Yo.. me siento mucho mejor.. Gracias Astrid... Agradeció por su gran ayuda, y almenos ya no titiritaba de la misma manera.. sin embargo si quería conducir no podía mantener su cola enrollada sobre eso, además había que tener en cuenta que la lluvia aún no paraba, Astrid necesitaría su abrigo si quería mantenerse seca y caliente antes de partir, así que le devolvió el abrigo una vez que recobró el calor de su cuerpo Trato de cuidarla.. pero.. no hay muchas cosas con que pueda cubrirla.. realmente.. es muy sensible.. tanto que hasta el roce con la ropa logran hacerme saltar de vez en cuando.. Dijo mientras le devolvía su abrigo. La única manera de que no sienta algo es enrollarla directamente sobre algo, pero me duele cuando lo hago sobre mi cintura.. no se el motivo..

Se acercó a su motocicleta.. realmente era grande, era verdad, y en la parte trasera se encontraba lo que parecía ser un Guarda Cascos, obviamente ahí estaba el suyo, así que uso la llave de su motocicleta para abrirlo y sacar el suyo, ahora estaba vacío.. y su mochila no tenía demasiadas cosas.. así que guardó su maleta ahí para que no incomodara durante el largo viaje.Debemos.. hallar una forma de cubrir mi cola de este frío.. realmente no estoy muy acostumbrada al clima tan helado.. si tan solo.. pudiera cubrirla.. pensó un poco las cosas... pero no tuvo una idea a decir verdad. La media noche se aproximaba, si se iban ahora podrían cruzar hasta llegar a un puesto de Spatium.. así que era hora. ¡Bueno! Supongo que tendré que aguantarlo, tampoco es tan dificil. Fue la primera en subirse, ahora las provisiones no tenían tanto peso, estando ahí encendió la Moto utilizando su llave.. un gran sonido indicando el encendido de la misma... no había nada mal.. y un vibrar del motor se sentía bastante bien. Viene de Tempus... fue una compra especial.. bastante rápida, ¿Qué esperas? Es hora de irnos. Se colocó su casco, era normal que apretara un poco, después de todo era por seguridad, no tenía muchos decorados, era de color negro y su rostro no se veía para nada, solo pequeños mechones de cabello sobre salían por debajo, Su cola por supuesto estaba descubierta, luego la acomodaría correctamente con Astrid atrás.

Debes sujetarte fuerte para no caerte, también debes tener cuidado con no lastimarte los pies, no podré ir tan rápido ya que el suelo está resbaloso y no tengo mucha visión.. pero una vez que pare la lluvia y salgamos de la ciudad hacia el campo.. aceleraré, ¿Vale?.. es divertido.. esta ropa impermeable nos mantendrá secas, y tampoco quiero que ese.. ah.. ¿Cómo se llamaba?... Re.. resfriado, termine en tu cuerpo... es mejor que vayas cubierta. Acomodó sus espejos con cuidado, el motor ya estaba caliente, ella había dado espacio para que se acomodara.. todo listo.

por **Astrid Dagmar** Jue Abr 07, 2016 10:47 am

Alzó una ceja al ver que, en vez de usar el abrigo de la manera normal, lo estaba empleando para cubrir únicamente su cola. En ese momento, Astrid se dio cuenta de lo realmente sensible que era aquella parte de su cuerpo, por lo que sería un problema si iba a estar pasando frío constante. Si ya pensaba que dicha temperatura podría debilitarla, ahora creía que sería incluso capaz de acabar con una hipotermia. Por mucho que fuese inmune a algunas enfermedades, estaba claro que su cuerpo era susceptible a la temperatura exterior.

Tomó el abrigo a regañadientes, escuchando lo que decía. Le siguió hasta la motocicleta, aun tratando de pensar en cómo podría evitar que Kuroi acabase helada de pies a cabeza sólo por tener la cola sin cubrir. Había dicho que tenía que enrollarla alrededor de algo. Quizás al hacerlo sobre su cintura la forzaba demasiado y eso podría explicar por qué le dolía, pero como tan sólo eran conjeturas prefirió seguir en silencio.

Sin embargo, se le ocurrió una idea en el momento en el que se subió en el vehículo, detrás de ella. Se acomodó como pudo y ajustó la funda de su espada, para que no molestase. Después de eso, colocó las dos manos en los bordes del asiento y agarrándose a este para evitar incomodar más de la cuenta a la chica. – Se me ha ocurrido algo, Kuroi. – Extendió uno de los brazos hacia delante, justo al lado derecho de su compañera. – Rodéalo con la cola. Voy a mantenerlo quieto durante todo el trayecto así que puedes mantenerla enrollada ahí. – Esperó a ver su respuesta, manteniendo el brazo estirado.

– Nunca he viajado en un vehículo como este, pero creo que podré apañármelas. – Recogió los pies, puesto que aún estaba pisando el suelo. – Y no te preocupes, así voy bien. Tengo buen agarre. – En realidad, donde tenía más fuerza era en los brazos y no en los dedos. Sin embargo, desde que adquirió cierto poder, podía triplicar la potencia de su mano izquierda, haciendo que ésta se transformase. Esperaba no tener que hacerlo, ya que quizás podría causarle algún destrozo si no controlaba la presión. – Conduce según consideres correcto. Me fío de ti. – Hizo una pausa. – Y tampoco te preocupes por el resfriado. No es nada del otro mundo, si acabo teniéndolo no será una molestia muy grande.

por **Kiss Shot** Jue Abr 07, 2016 3:37 pm

Todo estaba preparado, la moto ya estaba caliente, las dos mujeres se acomodaron correctamente y ninguna de las dos estaba incomoda, la lluvia seguía allí, dándoles impedimentos cada vez más molestos con forme pasaba la noche... el conducir mientras soportaba tanto frío... era un verdadero reto a decir verdad, giró la cabeza un poco para ver a su compañera y allí vio como se había acomodado, una forma curiosa. Vaya, es una forma curiosa de sujetarse. Dijo mientras movía su fina y negra cola en forma de corazón. ¿Nunca has subido a una motocicleta?... El problema de estas es que debe haber cierto equilibrio o terminarás en el suelo... así que te recomiendo que te sostengas bien o perderás el equilibrio y ambas caeremos.. ¿Vale?. Irían algo lento, así que no había problema en que la pelinegra se sujetara así por el momento.

Antes de salir de aquel solitario garaje escuchó una idea bastante buena, enrollar su cola en el brazo ajeno para mantenerse caliente y no mojarla tanto.. ¡Era perfecto! ¿D-de verdad?... no es una mala idea... ¡y así no moriré congelada! Bromeo riendo después de hablar, pero después le hizo caso a su compañera, movió su cola hacia el brazo derecho y metió la punta por dentro de su chaqueta, estando ahí lentamente comenzó a enrollarla hasta que esta terminó en su antebrazo. S-solo trata de no moverla tanto.. Dijo mientras ubicaba su vista hacia el frente. La sensación de su cola era particular.. era lisa y suave.. algo tibia.. agradable al tacto. Después de esto estaban listas para partir, ella tomó con firmeza del manubrio y oprimió el acelerador un poco y así comenzó a moverse la moto lentamente hasta la salida, las puertas se abrieron y la lluvia les dio la bienvenida.Muy bien... allá vamos...

Salió de una vez por todas por la calle principal, el frío fue un golpe casi inmediato pero almenos la ropa especial les mantenía seca y el casco le permitía una mejor visión, tenía encendidas las luces delanteras para poder ver entre la niebla y por suerte, la calle estaba solitaria, solo para ella. Así empezaron a avanzar por todo Mills, a unos 40 Km/h ya que las calles eras resbalosas, pero el motor almenos otorgaba un poco de calor y no se sentiría tan incomoda como la primera vez.. Avanzaron sin problemas durante unos 40 minutos.. luego de eso se encontraron con un semaforo de color rojo, debía detenerse para evitar problemas.
¿Cómo estás ahí atrás? preguntó alzando su tono de voz mientras giraba nuevamente la mirada hacia ella, para confirmar que no estaba incomoda o algo similar.

Hikari no era precisamente bienvenida cuando debía cruzar fronteras.. el gobierno tenía bien controlado el flujo de personas y si pasaba por ahí, sin duda alguna le detendrían.. así que en algún punto tenía que desviar para cruzar por una zona ilegal. Astrid, Conozco un atajo para salir de aquí más rápido, lo tomaremos cuando terminemos el camino de la autopista principal, ¿Vale?.. Le mintió una vez más... pero debía hacerlo por el momento.

por **Astrid Dagmar** Jue Abr 07, 2016 6:34 pm

Ya de por sí suponía que había que mantener el equilibrio. Las pocas veces que visitó Tempus había visto a gente conducir ese tipo de vehículos, aunque en Spatium ya llevaban unas décadas existiendo, pero eran mucho más rudimentarios. Esperó a que enrollara su cola alrededor de su brazo y agradeció para sus adentros que ésta no estuviese congelada, aunque eso cambiase tarde o temprano. – Tranquila. Como ya te dije, dejaré el brazo quieto. – Bajó la mano despacio, para no hacerle daño a Kuroi, y volvió a colocarla a un lado de la motocicleta, asiendo el sillín.

Justo cuando estaban saliendo del garaje, aprovechando que aún iban a una ínfima velocidad, apartó la mano izquierda de su seguro agarre y se subió el cuello del abrigo, ocultando la parte inferior de su rostro bajo él. Algo le decía que pasarían frío simplemente por la velocidad que acabarían teniendo en cuanto aceleraran un poco. Después de eso, afianzó el asiento otra vez. Sí que era verdad que era una manera curiosa de colocarse, pero si ya de por sí tenían poco espacio personal entre las dos, quería respetar el poco que quedaba para no incomodarla. O quizás fuese una excusa para no incomodarse ella misma.

No sabía ni cómo podía Kuroi ver bien con toda aquella niebla. Ella, por su parte, por más que se esforzase, apenas podía ver nada a unos metros, incluso con el foco de la motocicleta encendido. Cuando se pararon de repente, la inercia le hizo echarse un poco hacia delante, pero logró controlarse haciendo más fuerza con las manos. – Voy bien por ahora. ¿Cómo puedes ver con toda esta niebla por medio? – preguntó, levantando la voz al igual que ella.

No tardaron mucho antes de volver a ponerse en marcha. Kuroi mencionó un atajo, a lo que Astrid respondió asintiendo con la cabeza, sin decir apenas nada, ya que no se le podía casi oír al tener la boca cubierta por el cuello del abrigo. ¿Sería un atajo concreto para las motocicletas, acaso? Ella conocía bastante bien la ciudad de Mills, y no conseguía recordar qué había después de la autopista principal. – ¿Dónde está ese atajo exactamente, Kuroi? – Se destapó la boca, de manera que así su compañera pudiera entenderle al hablar. – Juraría conocer esta ciudad como la palma de mi mano, pero conforme pasa el tiempo cada vez me llevo más sorpresas. – Teniendo en cuenta que hacía relativamente poco que había descubierto la posada donde habían estado, no pudo pensar en otra cosa que no fuese que simplemente era alguna carretera de nueva construcción, o simplemente que hasta ese entonces desconocía su existencia.

por **Kiss Shot** Jue Abr 07, 2016 7:11 pm

Una pregunta curiosa salio, ¿Cómo es que podía ver con tanta neblina y lluvia? Era realmente sencillo de responder a decir verdad.No es que yo pueda ver mejor, las señales brillan con la luz de mi motocicleta, ¿Vez esas pequeñas cosas en el suelo? Efectivamente, habían ciertos puntos que brillaban en el suelo, especiales para reflectar la luz que se les ponga encima. Con esas cosas puedo ver por donde voy, y cuando se aproxima un auto simplemente las luces también me alertan, Es muy simple en realidad. El semáforo había cambiado, y ella nuevamente retomó el camino que seguía, ya faltaba muy poco para que terminara la vía principal y pasaran al peaje para salir de Mills.. entonces escuchó una nueva pregunta.

Es por aquí. Frenó un poco en un lugar curioso, un gran muro que bloqueaba parte de la lluvia... un lugar como cualquiera, sin embargo la hierba era cómplice de ocultar varios detalles. Por aquí pasaba un viejo Tren, esos que contaminaban un montón y hacían mucho ruido.. fue reemplazado por el subterraneo y ahora está abandonado, ¿Qué te parece? Solo hay que seguir las vías. Y eso fue lo que hizo, siguió las vías por unos 5 minutos... todo parecía tan normal como siempre hasta que se encontraron con la entrada de lo que parecía ser un tunel, y ahí, un hombre descansando en un puesto desagradable, como cualquier vagabundo de la calle. Ah, señorita... ¿Viene con compañía?... no es usual en usted. Habló al verles, el tenía un paraguas, y estaba sentado en lo que parecía ser un sillón reclinable dentro de una pequeña choza que le cubría también de la lluvia. Toma, pago por las dos. Le lanzó un par de monedas que sacó de su bolsillo, tan solo 10 SL, Entonces, el hombre les permitió pasar. Adelante, señoritas~ Se despidió volviendo a sus asuntos y ella a conducir.. simplemente entró a un camino oscuro... ni siquiera se veía luz al fondo.

Muy bien... Ahora que no hay lluvia.. podré acelerar, el camino es recto hasta salir a las praderas de Spatium.. así que tendrás que sujetarte de otra manera o ambas terminaremos estrelladas contra el suelo. Dijo mientras abría un poco su casco... giró la vista hacia ella nuevamente y la luz de su moto almenos dejaba ver que tenían delante. ¿Has visto como se sostiene la gente normal en las calles? Poco a poco fue sacando su larga cola de su manga, el frío no sería un problema ahora que estaban cubiertas de la lluvia. Prepárate, este chico está impaciente por volar. Volvió con su vista hacia el frente, era tiempo de acelerar.

por **Astrid Dagmar** Jue Abr 07, 2016 9:38 pm

Pronto llegaron a unas vías de tren que por su apariencia parecían estar abandonadas, y Astrid supo que no había ido mal encaminada con su deducción tras escuchar la explicación de Kuroi. – Debo darte la razón, entonces. Si siguiéramos por el camino habitual tendríamos que estar callejeando y parándonos en cada semáforo. – Dobló un poco el codo derecho para agarrar mejor el asiento, pero tras acordarse de que tenía la cola enrollada en ese mismo brazo (y ya se había acostumbrado a su tacto) trató de no realizar ningún movimiento más.

No tardaron en arribar a una especie de puesto donde había un vagabundo. Lo cierto es que no veía por qué había que darle dinero a modo de peaje, pero supuso que de algo tendría que vivir el hombre. Y un par de monedas no eran tampoco una gran pérdida. Por lo que pudo deducir por las palabras del hombre, parecía que no era la primera vez que Kuroi pasaba por allí y, que además, podía ser frecuente. – ¿Vienes mucho por aquí, Kuroi? – preguntó, después de que volvieran a ponerse en camino. – Ese tipo parecía conocerte de sobra. – Normalmente, gracias a sus años de revolucionaria, se conocía todo tipo de atajos y lugares clandestinos, pero aquél sitio era completamente nuevo para ella.

De repente no se veía absolutamente nada. Se planteó la posibilidad de que Kuroi fuese una revolucionaria. No quería catalogarla de criminal – al menos por la impresión que le había dado (que quizás podría estar equivocada), no se le veía maldad alguna. Independientemente de la ideología y los principios que defendiera, su manera de ser no tenía por qué pertenecer a un patrón concreto. Sin embargo, la curiosidad le hacía querer preguntarle a qué bando pertenecía. Quizás le mentía, como ella había hecho otras veces para evitar meterse en problemas. De algo estaba segura: y era que el gobierno no le caía demasiado bien.

Antes de que pudiera abrir la boca, Kuroi volvió a hablar. Astrid se lo pensó dos veces y vio mejor no haber llegado a pronunciar palabra alguna. Al parecer, iban a acelerar, y aunque ella prefería mantenerse en la misma posición, supo que sería sensato obedecer lo que decía su compañera. – Bien. Disculpa si te incomodo, – murmuró, tras notar que la pelirrosa apartaba la cola de su brazo derecho. Rodeó con éste la cintura de la chica, para después hacer lo mismo con el otro. De todas maneras, aquello no podía ir a mucha más velocidad, ¿no? Ya iban bastante rápido.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
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No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater