Re: El mejor remedio es entrenar. (Priv, Myridian Ninmehl)

por **Myridian Ninmehl** Sáb Ago 06, 2016 10:22 pm

Ella no vuelve a reaccionar hasta que escucha el relato de la hermana de Toru. Es en ese instante en que posa una de sus manos enguantadas sobre el hombro derecho del draken, inclinándose hacia él y haciéndole una caricia en el hocico. No podía imaginarse ese dolor, concretamente, pero intentaba verlo como algo parecido a darse cuenta de que nunca más volverás a ver a tu familia y que estarás destinado a que te traten como un experimento. Iba a replicarle uno de sus comentarios, pero si se paraba a pensar, con su poca parte humana, él tenía razón... No arreglaría nada matando a esa gente, pero lo deseaba tanto... ¡No podía evitarlo! No merecían la vida, eran monstruos. Y si ella se convertía en uno, con la excusa de ayudar a los demás ¿Acaso estaba mal? Se crispaba demasiado. Green Heart amenazaba con salir a tomar el protagonismo, pero fue capaz de evitarlo.

-Yo soy un experimento y me escapé.- Comenta, para soltarlo de una vez. El tono que emplea es de desprecio, sí, hacia si misma. -Hace tres días.

La ginoide sirvió un vaso de zumo para el draken y ella se pidió agua. Era demasiado tradicional para eso, pero digamos que sentía ansias por probar el auténtico fluido de la vida, uno que pudiera tomar por voluntad propia. Se veía bastante suelto a la hora de la pelea y la cocina, según le decía. Por alguna razón, todo aquello le traía algunos sentimientos encontrados, lo que le decía Toru. No entendía porqué, pero no podía quedarse como una piedra tras escucharle. Tampoco tenía palabras para dedicarle, después de todo, hacía muchísimo tiempo que no se relacionaba con nadie normal. Solo había hablado con sus compañeras mutadas y al estar en su misma situación, nunca había habido una conversación interesante.

-Ya tengo agua, gracias.- Pensó que excusarse revelando la razón, podía ser positivo. -No tengo costumbre de hablar... Sé que se nota. Discúlpame, es raro para mi.- Y por más esfuerzos que hacía, no era capaz de abrirse como lo estaba haciendo él. -Solo los adultos viven solos: Te creo.

Un pensamiento ambiguo, pero tampoco se le podía pedir más. Con una torpeza increíble, Myridian se dispuso a cortar la carne. Se le escurría el filete y además, no atinaba bien a cortar, pero aprendió rápido por su cuenta. Empezó a comer las patatas cuando casi se acababan y la verdad es que le gustaron bastante. Mezcladas con la carne era todo mucho mejor. Se preguntó si ella algún día podría hacer una delicia como esa. Dio unos pequeños sorbos de agua al vaso y siguió escuchando al draken.

-Si me disculpas... N-necesito ir al baño, Toru.- Se levantó de la mesa con lentitud, dejando el plato casi vacío.

Recordaba dónde le había dicho que estaba: Abajo, por lo que buscó directamente las escaleras. La casa era mucho más grande por dentro contando con todo esto. Myridian sabía que no podía quedarse a vivir con Toru, además, tampoco quería hacerlo, porque sentía que el mundo la llamaba. Ella jamás podría vivir de manera normal, eso era un mito, una broma que le jugaba su mente y es que en efecto, ella era una máquina. Una máquina de matar. Allí, en el baño, se miró el cuerpo: Sintió pena. Bueno, aprendería de Toru antes de partir, le tendría como maestro y quizá, en un tiempo, fuese ella quien lo tuviera que ayudar. Aprovechó para remojarse un poco, con agua lo más fresca posible, dejando la ropa en el suelo.

Demasiadas tonterías, Myridian. Basta.

Resonó su voz interior, su parte más experimental. Acabó llorando dentro del baño, tapándose la cara y sollozando, no podía soportarlo. Estaba muy triste, hundida. Tras más de media hora, salió del agua, se secó con una toalla y volvió a ponerse la ropa. Bueno, no era lo más limpio pero no podía quedarse sin nada. Luego, sube para encontrarse con el draken.

-Gracias por tu hospitalidad, de nuevo. Mañana al alba, creo que debería irme y así no te invado el hogar.

por **Toru D.** Dom Ago 14, 2016 7:33 pm

Toru se quedó bastante sorprendido por el amable gesto de Myridian cuando apoyó una mano sobre uno de sus hombros y le acarició el hocico, haciéndole ruborizar un poco, agachó un poco las orejas y sonrió agradecido. Parecía que la historia sobre su hermana había afectado a Myridian más de lo que él había pensado que podría afectarle a la joven. Cuando ella le confesó que era un experimento y había escapado Toru se sorprendió, aunque tampoco demasiado, pues con lo que había visto en las termas le hacía imaginar porque razón la habían mantenido retenida y experimentando con ella, la raza draken sabía mucho sobre aquel tipo de cosas.

-Vaya, lo lamento mucho…- Dijo sincero el draken mientras daba un trago del zumo que la chica le había servido.- ¿Hace tres días? –Dijo frunciendo el ceño algo preocupado.- ¿Estás segura de que has conseguido darles esquinazo? Si sabes quienes te han tenido así podrías buscar a los enemigos de éstos, a alguien que pudiera ayudarte a acabar con sus malvadas maquinaciones. –Le dijo el draken algo enfadado por aquello, agitando la larga y musculosa cola.- Espero que esos tipos no aparezcan por aquí, podrían salir escaldados.- Aseguró. El draken daba sorbos a su zumo que ella le había servido mientras daba cuenta de la comida. –No te preocupes, yo hablo por los dos, soy bastante parlanchín.- Se disculpó rascándose con un dedo el morro.

Sonrió divertido cuando ella le dio a entender con aquello de que era mayor al decirle que solo los adultos vivían solos. Casi habían terminado de cenar cuando ella se disculpó diciendo que tenía que ir al baño, Toru asintió y le hizo un gesto señalando la puerta que la llevaría a la zona de las termas y el baño. Mientras que ella fue al baño el draken terminó de cenar, recogió las cosas y se puso a lavar la loza. La dejó escurrir en una bandeja y se puso a comer unas uvas de postre, sacó otro racimo para cuando volviera Myridian que dejó en un cuenco con un platito al lado para que dejara las pepitas. El draken se sentó despatarrado y relajado en uno de los sillones, debajo de una de las gemas de luz de la casa mientras leía un libro que había depositado sobre una mesita.

-No hay de que, hay uvas, si te apetece.- El draken agitó una de sus orejas, cuando ella dijo de irse al día siguiente.- No es necesario que te vayas tan pronto, puedes quedarte unos días si quieres.- La tranquilizó el draken.- Es agradable tener alguien con quien charlar. - Le aseguró mientras dejaba el libro que leía a un lado.–Pero no te obligaré a quedarte, si no te sientes cómoda puedo acompañarte a la ciudad, mañana tengo que ir a entrenar al coliseo.- Le explicó mientras daba cuenta de unas cuantas uvas. –No mucha gente se siente cómoda viviendo entre draken.-Dijo sonriendo divertido mientras apoyaba las manos en la barriga y se despatarraba un poco, lanzando un bostece con ojos adormilados. –Si quieres pudo enseñarte tu habitación, yo me iré a dormir ya.- Dijo mientras se incorporaba, estirándose un poco.

La guio por las escaleras que llevaban al segundo piso, llegaron a un pasillo que iba a izquierda y derecha. El draken cogió el de la izquierda, de fondo se veía una puerta y a la derecha había otra que le indicó.

-Ésta es tu habitación, es la habitación de invitados.- Le dijo abriendo la puerta e invitándola a pasar.

La habitación estaba bien adornada, había una alfombra en el suelo, una cama de buen tamaño, quizás un poco justa para ella. Una mesilla con una pequeña lámpara de gema de luz, un tocador con un banquito para sentarse ante el espero, una ventana con cortinas, un armario empotado y una pequeña mesa circular con un par de sillas acolchadas. El draken esperó para ver que decía ella o si necesitaba algo más.

-Mi habitación es la del fondo, si necesitas algo durante la noche no dudes en llamarme o entrar.- Le dijo con tranquilidad mientas esperaba ver si podía ofrecerle a ella algo más antes de irse a su habitación.

por **Myridian Ninmehl** Miér Ago 24, 2016 11:49 pm

-La verdad es que no lo sé.- Dijo, sin querer que él pensaba que "todo estaba controlado". -Puede que sepan donde estoy. Puede que pasen de buscarme.

Y ahora que lo decía el draken, tenía que intentar recordar alguna conversación de aquellos científicos. Todo el mundo tiene enemigos, pero solo era capaz de traer a la mente, los peores momentos, los más dolorosos. Sabía que había un jefe, que siempre vestía de negro y llevaba el rostro cubierto. Lo llamaban "Perdición" y su voz grave era difícil de entender, las palabras sonaban atropelladas y por eso, Myridian era incapaz de descifrar quién podría causarles problemas. Quizá el gobierno, si es que no pertenecían al mismo. Temía investigar, quería olvidarse de todo, pero sabía que nunca podría. También quería vengarse de todos ellos, matarlos, devolverles las torturas... Aunque se convirtiera en un monstruo. Ella jamás llegaría a ser como ellos. Ella tenía sentimientos.

-Uvas ¡Oh! Las probaré.- Y acto seguido se toma unas cuantas. Los primeros pipos se los traga y los siguientes los escupe. -No es que no me sienta cómoda... Es solo que... No sé ¿Debería entrenar para encarar a esas personas?

Ni siquiera sabía porqué le metía en sus decisiones, pero bueno, por ahora se decantó por seguirle hasta su cuarto. Al día siguiente le acompañaría al coliseo, probaría a pelear contra alguien y así sabría hasta dónde puede llegar. Entró al cuarto y lo recorrió con la mirada, estaba bastante amueblada para lo que solían ser las habitaciones de invitado. Se sintió muy bien acogida, como si él se hubiera convertido en su familia. Fue a sentarse en el colchón, notándolo blandito, fresco y suave. Dio un par de botecitos y luego le miró.

-Si necesito algo, te lo pediré.- Levanta el pulgar de una mano y luego se recuesta. -Buenas noches, Toru, espero que descanses.

No tenía frío, así que no se arropó. Abrazó un poco la almohada y restregó la cara contra la misma. Tardó un poco en dormirse, probablemente media hora larga, hasta que las garras del sueño la sumieron en una pesadilla tan real como los recuerdos pasados. Su subconsciente no quería que ella olvidara su sed de venganza y cada vez que dormía, traía a la mente las torturas por las que había pasado. El bisturí rasgando la carne, los hilos de sangre deslizándose por los pliegues... Sus agónicos gritos y las sonrisas de aquellos científicos. La chica que sufrió para mitigar su dolor: Otro experimento. Una mujer amputada de cintura para abajo, cosida de mala forma, con espinas implantadas en la espalda. Se despertó sofocada. Había caído de la cama, estaba sudorosa, con los ojos llenos de lágrimas. Todas las noches era igual... ¿Cómo podía dormir así?

Fue andando, casi desvalida, hasta el cuarto del draken. Abrió la puerta con lentitud, tragó saliva y se adentró hasta quedar justo enfrente. Las dos manos le temblaban, el pelo estaba desordenado y la respiración era acelerada, como si estuviera exhausta tras un montón de ejercicio. Acarició la cabeza de Toru con suavidad, no quería despertarlo de mala manera, ni molestarlo, pero él mismo había dicho que si necesitaba algo, lo buscara. No sabía lo que necesitaba, pero estar sola era lo último, desde luego y sin ninguna duda.

-T-toru... ¿Puedo dormir contigo...?- Sollozó y luego se frotó los ojos. -¿Tienes algo que ayude a dormir? No puedo... Me da miedo.

por **Toru D.** Jue Ago 25, 2016 5:27 pm

El draken esperó en la puerta de la habitación de invitados mientras dejaba que ella explorara un poco el lugar. Se mantuvo con una puerta en el marco de la puerta y la otra a su espalda, mientras su musculosa y larga cola se movía alzada a su espalda.

-Bueno, lo sepan o no, vengan o no, no les gustará el recibimiento que le daremos los draken si vienen con intenciones hostiles.- Le aseguró el draken, haciéndola ver que allí contaba con amigos que la defenderían.

El draken había llevado más uvas con él en un bol, pues a ella parecían haberle gustado. Entró en la habitación y dejó el bol con el racimo de uvas en una mesita. La dejó explorar los muebles y la cama, sonriendo cuando ella dio unos botecitos sobre el blando colchón.

-Me alegro de que encuentres la habitación de tu agrado. –Señaló las uvas.- Puedes comer todas las que quieras, son del jardín trasero.-El draken se encaminó de nuevo hacia la puerta, para dejarle espacio a la mujer.- Bueno, creo que entrenarse nunca viene mal, draken precavido vale por dos… o en este caso mujer precavida.- Dijo riendo un poco.-Puede que algún día necesites hacer uso de tus habilidades o puede que no, pero es algo que no ocupa lugar y solo es dedicarle tiempo.- Dijo cruzándose de brazos y apoyándose en el marco de la puerta sobre un hombro.

Al ver que ella se recostaba dispuesta a dormir y diciéndole que lo llamaría si necesitaba algo, se separó del marco de la puerta y asintió.

-Muy bien. Buenas noches, Myridian, descansa tú también.- Le deseó mientras se volvía.- Puedes cerrar la puerta o dejarla abierta, como más cómoda te sientas.- Le dijo mientras echaba a caminar por el pasillo hacia su habitación.

Toru llegó a su habitación dejando a Myridian en la suya, se acercó a una pequeña estufa que había en un rincón. Estaba apagada pero la encendió en un momento con unas astillas y yesca que había en un rincón. Puso una pequeña tetera sobre la placa metálica que se calentaba con la llama y en unos minutos el agua hervía. Mientras el agua llegaba a ebullición el draken cogió unas hierbas de un tarro y llenó un artilugio que eran como unas pinzas con una espera de metal con cientos de diminutos agujeros. Cuando el agua hirvió la echo en una taza y hundió aquella esfera llena de hierbas en el agua de la taza, dándole vueltas hasta que el agua se convirtió en un aromático té. El draken frunció el ceño por el olor agrio y sopló un poco la bebida antes de tomarla. Era un té especial para los draken que les permitía reprimir las reacciones instintivas de su cuerpo durante el celo. No eliminaba del todo las ganas de aparearse y de excitarse, pero al menos podía andar por la calle sin tener una erección cada vez que una hembra o un macho movieran el trasero o la cola de manera provocativa. Después de tomarse el té apagó el fuego pues hacía calor como para caldear más la habitación. Dejó la ventaba abierta y la puerta entre abierta, dejando un espacio suficiente para que hubiera corriente. No le apetecía taparse con sabanas ni nada, de modo que se despatarró encima de la cama, tomando un libro para leer un poco. Leyó durante un ratito antes de manipular una gema de luz que había junto a la cabecera de la cama. Al apagarse la luz la única que entraba de forma tenue era la de la luna a través de la ventana.

Toru estaba profundamente dormido, sin ningún sueño cuando sintió que algo le tocaba. Despertó un poco sobresaltado, con un pequeño respingo parpadeando rápidamente para despejarse. Al enfocar un poco la vista en la penumbra vio la figura de la mujer, el draken carraspeó un poco mientras se frotaba los ojos somnolientos. Tardó un poco en procesar las palabras de ella porque andaba medio dormido, cuando su cerebro procesó la información sintió que se ruborizaba un poco.

-Cla-claro, no hay problema.- Le dijo con una sonrisa tranquila, dando unas palmaditas en la cama para que se acomodara.- Aunque estaremos un poco apretados.- Dijo sonriendo un poco, mientras se echaba más hacia un lado, al verla sollozando un poco puso cara de preocupación.- ¿Es-estás bien? –Preguntó preocupado, cuando ella le preguntó si tenía algo para dormir asintió y se levantó de la cama.

Tenía el pelo un poco revuelto y se acercó a la estufa arrastrando un poco la cola, empezó a encenderla, iluminando con ella la habitación, tomó la tetera y la puso para que se calentara el agua que quedaba.

-Te haré un poco de té. Aquí tengo algo para dormir…- Dijo buscando por un tarro distinto al que él había usado antes. Preparó la esfera de metal con el té para Myridian frotándose un poco un ojo para despejar el sueño.-Si crees que puede ayudarte puedes decirme porque te da miedo dormir… dicen que las pesadillas no se cumplen y desaparecen cuando las compartes con otra persona.- Dijo mientras esperaba a que el agua hirviera.

Una vez el agua empezó a hervir, el draken echó el agua en una taza limpia. Un olor aromático a manzanilla llenó la habitación, una vez preparado el draken le llevó la taza humeante a la mujer.

-Bebe despacio, está caliente.- Le advirtió mientras él se preparaba otra taza de té, aquella vez se hizo uno de hojas de pino, pues no era bueno abusar del té para paliar los síntomas del celo.

Se hablaba de draken que se habían “castrado” o habían perdido todo deseo por abusar de aquel té en grandes cantidades, aunque solo eran leyendas urbanas. Toru no conocía a ningún draken que le hubiera ocurrido aquello y tenía amigos que bebían mucho de aquel brebaje. Cuando se lo hubo preparado caminó hasta la cama y se sentó con las piernas cruzadas, mientras daba sorbos de su té de pino. Esperó a ver si ella quería compartir sus pesadillas, esperando a que se tomaran el té.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater