En búsqueda de la reliquia sagrada. [Semi-Trama • Custos Dei]

por **Kuro Usagi** Mar Jul 05, 2016 7:04 pm

Hoy seria uno de esos días corrientes en los que siempre estaría paseándome de un lado para otro en la Dominus Castle al no tener nada en mente que hacer, como si de ese modo el día se fuera a acortar con tan solo hacer eso, pero no. Hoy no era ese típico día. Más bien hoy era un día en el cual por fin podría estar junto con los otros Custos de misión. Una misión de vital importancia que solo los Custos Dei podían participar en tal cosa. ¿Cómo no me iba a emocionar eso? Apenas había podido coincidir con los otros cuando tuvimos que ir a Prodigy City y como fue todo tan rápido, ni me dio tiempo de hablar con algunos de ellos, solamente con Morte era con la cual había intercambiado un par de palabras. Que por cierto, me había llevado una buena impresión de ella, pero de los otros no podía opinar aun realmente hasta haber entablado alguna que otra palabra con estos.

Volviendo a la misión. Esta provenía directamente del Lord. Sorprendente. ¿Verdad? Esta trataba sobre una supuesta reliquia sagrada que se encontraba en el Castillo Abandonado de Chaos y teníamos que verificar si existía tal cosa en ese lugar. El Lord entonces nos había encomendado expresamente que solamente los Custos Dei podíamos hacer esta misión no por su sola importancia, sino porque a pesar de ser solo una búsqueda, era sabido que al lugar al que nos dirigíamos estaba lleno de peligros de muchos tipos. Así que por eso me había preparado antes del pequeño viaje. Pues nos habían indicado que todos los Custos Dei debíamos encontrarnos en la entrada del Castillo Abandonado y a partir de ahí, en conjunto debíamos acceder a ese lugar.

A pesar de que mis piernas tenían un gran poder para recorrer lugares en tan solo km, me tarde lo mío para llegar a Chaos. Obviamente a pesar de ser una diosa, eso no quería decir que no me acabara cansando de tanto correr. Por eso al llegar al lugar indicado, me doble un poco y apoye mis manos sobre mis rodillas jadeando por tal recorrido. No sabía si había sido la primera en llegar. Al recuperar el aliento, levante mi mirada y deje de apoyar mis manos contra mi rodilla. Me entretuve mirando a mi alrededor sin moverme del sitio. Era la primera vez que había visto alguna zona de Chaos realmente. Solo podía decir que me daba mala espina ese lugar.

Observe con detenimiento ahora el castillo desde el mismo lugar de antes. Me daba escalofríos con tan solo verlo, pero eso no quería decir que me diera miedo. Solo daba mal rollo. Vete a saber que cosas nos encontraríamos cuando entrásemos ahí. De repente no pude evitar sonreír con cierto optimismo. Pues ya me estaba imaginando que esta misión nos iba a ir de perlas y eso que aun ni si quiera la habíamos iniciado, pero es que yo no podía evitar tener un gran optimismo. De ese modo también podía alentar a los demás con esto.

Off Rol:

Reglas:

por **Fingon Sindar** Miér Jul 06, 2016 11:42 am

La guardia de Dominus Castle, era gloriosa, llena de reglamentos, procedimientos y puntos que cubrir, nada escapaba de la vista de sus guardias y era realmente honorable el ser partícipe de una de ellas. Era aburrido, Fingon como Custos Dei podía ir y venir a cualquier parte del reino y muchos de los altos cargos se aprovechaban de ello dándose la gran vida, la puerta lateral del castillo estaba siendo vigilada por él, casi como un guardia más. Con una lanza ceremonial y un gran escudo dorado cambiaba su peso de un pie al otro mientras sus ojos fijos en el horizonte trataban de ver una emboscada o ataque donde no había ninguna. Su uniforme era el reglamentario y realmente pasaba por un soldado más hasta que llego una carta.

-Realmente no tienes por qué hacer este tipo de cosas. Eres un paranoico, sabes que hay soldados que pueden hacer este trabajo y que son muy bien recompensados con días de franco.- dijo una hermosa chica elfa con cabellos rojizos y tez muy blanca.

-Todos los puesto en el ejercito de nuestro altísimo señor son primordiales Nerdanel, el hacer una guardia no me denigra, además como mi padre dijo, uno debe ser cercano a los hombres que comanda, y debe ser capaz de hacer el trabajo de absolutamente todos los que están abajo, sino las filas de soldados te verán como un consentido- respondió Fingon sin moverse ni un milímetro de su puesto.

-bueno como sea, llego una carta desde arriba, dicen que debes acudir a una expedición con la guardia.- Indico la elfa mientras sacaba una carta de un pequeño bolso que llevaba en el cinto.

Spoiler:

-Que guardia?- interrogo Fingon a su prima.

Una hora después de entregada la carta el Custos de la casa Sindar se encontraba armado con su uniforme de combate y preparando su armamento, Nerdanel iba detrás de él hablándole cosas triviales e intentando que firmase algunos documentos propios de su cargo como rendiciones de gastos, rotaciones de guardia, francos, y admisión de nuevos reclutas, entre ellos vio un nombre que ya había visto antes.

Nerdanel consulto si quiera algún tipo de preparación especial o incluso si quería que le acompañase de alguna forma?, Fingon se negó, indicando que era la ocasión ideal para conocer a sus compañeros de la guardia real, a quienes conocía solo por nombre y a un par por descripción, el viaje fue algo corto, usaron un navío de guerra que casualmente se dirigía a Chaos y desde ahí su fiel compañero Hellfrost lo llevo, este era un lobo gigante de pelaje oscuro y rayas color cyan, muy inteligente que solía llevarle de un lugar a otro.

Spoiler:

Cuando se acercaron a su objetivo, el castillo de Chaos el lobo olfateo un aroma peculiar, uno que hizo que el lobo corriera aún más rápido, el elfo acaricio las orejas del animal tratando de averiguar qué era lo que le hacía actuar de esa manera. Cuando al fin estuvo a la vista el castillo comprobó que era lo que había sentido. Tal como lo había hecho en el pasado con Aldara, otra Custos, Hellfrost, el Fenrir había olfateado a otra compañera de armas de Fingon Sindar, esta vez según la descripción… bueno era bastante corta cuando ojeo los documentos. Ponía en la letra de Nerdanel “Tiene más orejas que tu”, su nombre era Kuro Usagi, se veía jodidamente fuerte, ciertamente un acierto en la elección del Lord. El lobo aminoro la velocidad y el elfo descendió de su montura al tiempo que se quitaba la capucha.

-Saludos Custos Usagi, mi nombre es Fingon Sindar, el quinto Dei.- dijo extendiendo la mano a la mujer conejo para estrecharla.-Supongo que es usted la primera en llegar, a menos que contemos entre los Custos a alguna sombra o brujo poderoso y que nos mantenga sumidos en una ilusión, eso dicta que es una persona sumamente confiable, espero que nos llevemos bien- Indico mientras hacia una pequeña reverencia en muestra de respeto, sus ojos incandescentes solían acarrearle un montón de preguntas y esperaba que nadie hiciera hincapié o le preguntase si le dolía tener los ojos hechos ascuas.

Fingon trato de con su vista elfica inspeccionar el terreno en toda su extensión tratando de comprobar que no hubiera algún peligro inmediato, pues las garras de los terrores podían extenderse en cualquier minuto.

El lobo mientras caminaba alrededor de Usagi olfateando, deleitándose de su aroma embriagador, y cuando se acercó demasiado al punto de querer olfatear con el tacto las largas orejas de la terzo, Fingon le dio una orden con un silbido y el fenrir retrocedió como si le hubieran dado con un palo.

-No hagas eso, bruto, o no tendrás más amigos- increpo mientras tomaba del cuello al gran animal para alejarlo de su compañera en la guardia del lord.

por **Izaak K. Arliden** Mar Jul 12, 2016 8:17 pm

Las puertas inmensas de Dominus Castle se abrieron de nuevo, las imperiales puertas de madera con detalles calados y dorados, el redoble de botas y aquellas voces en coro... "Bienvenido de vuelta, mi Señor" y de nuevo el mismo protocolo, las sirvientas se acercaron para despojarlo de sus ropas ligeras y sucias, cargadas con el polvo de caminos, aquel ropaje de pordiosero que solamente el era capaz de llevar y es que el Primo Dei se podría hacer más vil de lo que podían imaginar después de todo, es alguien que nunca le ha gustado mucho la idea de las jerarquías, pero tiene que aceptar que son necesarias por el mundo en el que reside.

— Mi Señor, siendo tan fuerte y poderoso, me sigo reusando a que lleve sobre su cuerpo estos ropajes, por favor, ruego me permita a mi, buscarle unas ropas más presentables para usted la próxima que salga a uno de sus largos viajes — el Custos la miró, no llevaba nada encima, como cuando Dios lo trajo al mundo y sonrió, cubriéndose con una toalla — Chiara, tan bella y delicada — el azabache se dedico a buscar algo entre su macuto que siempre llevaba consigo, de ahí sacó un horquilla, una flor de loto, labrada con cristales pintados, con la tecnología de Tempus, se acercó a ella, recogió uno de sus cabellos y le puso aquel tocado sobre su cabello, el rostro de la chica resalto, dejando claramente lo hermosa que era, belleza infinita, acompañado de un inocente y tierno sonrojo en las mejillas — ya te he dicho que si quiero, podría hacerme más vil, no importa el atuendo, importa lo que llevas adentro — el Custos le ayudo a levantarse, pues ella se encontraba de rodillas frente a él, cual caballero a su Rey y coloco la palma de su mano sobre el pecho de la chica, sin intensiones perversas o lascivas.

El Custos se dirigió a su baño y tras cerrar la mampara abrió la llave para comenzar a mojarse, la chica le siguió y se detuvo en la puerta con el rostro inclina y los mofletes ardiendo — ha llegado un mensaje para usted — Kvothe no detuvo su baño ni por un segundo y se metió a la enorme tina, el vaho humo de la calidez del agua flotaba en el aire de aquel baño — ¿Sí? ¿Otra vez el viejo? — Sí, parece que es una misión importante, solo fueron asignados los Custos para esta misión — el pelinegro se sorprendió y estiró la mano para que ella le diera la carta y sin tomarse más de un segundo el papel ya estaba en sus manos — Ya veo, así que una reliquia sagrada, sin embargo, si fuese algo tan simple, no habría tenido que mover a todos — caviló unos momentos y se llevó la mano al mentón — Chiara, prepara mi armadura, esto debe ser realmente serio, debo salir ahora mismo — la chica se puso firme — Sí mi Señor, enseguida, Chiara a sus ordenes — y habiendo dicho aquello salió con una sonrisa en los labios — Esto puede ser problemático —.

Antes que pudiera pensar en que hacer al salir, su armadura dorada y ostentosa se encontraba frente a él, Chiara a un lado y las chicas preparadas para vestirlo; Kvothe entrecerró los ojos, un tanto desgustado por el atuendo — ¿No crees que es mucho? El lugar es un castillo en Chaos, debido a los pasillos y al terreno podrían haberme dado una armadura más ligera y que sea flexible — la chica hizo un puchero un tanto infantil y refuto al Custos — Mi Señor, ¿podría hacerle un comentario informal? — Kvothe se extrañó y asintió — Adelante — un silencio reinó unos instantes en el lugar y luego... — ¡No! ¡Eres un tonto! ¡Seguramente volverás a poner esos harapos que no son aptos para una batalla! ¡Mi deber es cuidarte, no puedo permitir que un mensajero del gran Lord ande con esas ropas mugrientas así que te pones esta y no hay ningún cambio! ¡¿Entiendes?! — Chiara jamás había levantado la voz, siempre había soportado sus caprichos, pero en esos momentos ardía de ira y sus ojos por fin brillaban, se encontraba jadeando debido a la potencia con la cual gritaba y Kvothe, se había quedado mudo de la sorpresa, todas las demás, temblaban, sabían que sucedía si le gritaban a un superior.

El pelinegro se acercó a ella y sus manos se levantaron, ella enmudeció y comprendió su error — D-Disculpe mi Señor, yo... solo... en rea-... yo... pe-erdo... me — entrecerró los ojos y frunció los labios esperando la bofetada por parte del azabache, pero tan solo recibió una caricia — No te muevas — Arliden le acomodo la horquilla y volvió abrochar — no lo pierdas hasta que yo vuelva, ahora chicas, necesitaré ayuda con esto — habiendo puesto una camisa, una malla de acero y una ropa de lino fino debajo, las demás chicas comenzaron ayudarle con la armadura pesada y dorada que le había traido, Chiara envuelta en confusión y rabia, no encontraba como comprender la situación y ordenar sus emociones que habían hecho trizas el momento. Cuando terminó de vestirse, se volteó a la chica y le sonrió — Me voy yendo, Chiara —.

Cruzó las puertas enormes de Dominus Castle y al dar un paso afuera, desapareció como el viento, la brisa se lo había llevado y con ella si presencia dominante y voluble.

— Oh vaya, parece que se me han adelantado — se escuchó por aquel lugar, Chaos... había estado ahí más de una vez, la capital del infierno, un lugar realmente temible, no por sus habitantes, sino por la historia que se hallaba plasmado en sus muros. En su mirada se encontraba una imperial silueta, por su atuendo, llego a la conclusión de que era un elfo y el segundo varón entre ellos, Fingon Sindar, hombre que solo había escuchado de palabras — Sir Fingon Sindar y... un conejo — el Custos hizo su aparición por fin, dejando que el viento le diera forma, apareció acariciando las orejas de la chica que parecía estar descansando de un largo viaje — Lady Kuro Usagi — el pelinegro se alejó y los miró a ambos, aun le incomodaba la armadura que llevaba y se hacía ver por su postura, después de todo, odiaba las formalidades, pero tenía que seguirlas — Kvothe Arliden a sus servicios — el azabache hizo una majestuosa reverencia, cual caballero a su señor — Es un gusto el tenerlos hoy, me alegra que por fin este Quinteto se haya completado — concluyó con una enorme sonrisa en los labios.

por **Aldara Sashenka** Dom Ago 07, 2016 8:25 pm

Era un pecado seguir así, o bueno, al menos ante ojos críticos y de estreches inmensurable.

Un simple suspiro y una sonrisa ladina terminaban por responder ante aquellos pensamientos fugaces que de tanto en tanto se arremolinaban en su mente cuando sus acuosos ojos terminaban por cruzar el horizonte contra la ventana de aquel viejo almacén.-

Un sacudir de melena y nuevamente sus dedos regresaban a la psicodélica orgía musical que se producía entre estos y la dulce suavidad de su adorada gunblade, quien acompañada por los jadeos de su presa arrastraba desde los recovecos más oscuros de su mente una melodía tan descabellada que lograba concatenar en una sola: Justicia.

Oh vamos, que no es un misterio, nunca lo fue…

Ella era así de simple y a la vez así de compleja en su misma “perfección”, no había nada que decir. Había sido creada por esos enredados hilos de materialidad y divinidad, lo retorcido era parte de su esencia a pesar de figurarse tan angelical como lo hacía y esa noche había tenido una oportunidad “legal” para salirse con la suya confirmando su intransigencia ancestral. ¿ Por qué no prepararlo en grande?. Ella debía hacerles sentir el peso de su ira, el peso de su pecado, el peso de haber querido engañarla. Nunca nadie podrá engañar a una Sashenka, mucho menos a la mismísima Aldara.

-Recuérdame, Querido Acathor, la razón por la cual me encuentro perdiendo el tiempo contigo en este apestoso almacén mientras mis dignos compañeros ya se encuentran rumbo a la importante misión que nos han encomendado….- le susurró al oído, inclinándose sobre este mientras el peso se su cuerpo hacía que la punta sable de su arma girase y hundiese aún más en la coyuntura del hombro izquierdo de maltrecho vampiro.

La imponente figura de la joven Custos, se dibujaba sobre el mismo en una paleta que conjugaba los colores de la omnipotencia y la belleza más regia y dura que pudiese ser concebida por artistas y soñadores. Única y magnánima, aún materializada en medio de toda la pútrida madera y basura, seguía enarbolándose casi intocable, mientras la pobre masa de carne picada se movía bajo sus pies cual cúmulo de gusanos a medio morir.

Algunas murmuraciones rematadas por extraños sonidos regurgitantes escapan a duras penas de lo que sería la boca del vampiro, mientras la bella diosa ladeaba la cabeza de un lado a otro en un movimiento muy lento y hasta casi hipnotizante. – ¿Mmmmm? – murmuró – No comprendo Acathor… ¿Las palabras ya no logran emerger de tu fétida alma? – preguntó girando un poco el eje de su sable propiciando que el esbirro se retorciese y chillase aún más bajo sus ella.

-La.. las… las re.. liquias…- balbuceó el tipejo y Aldara asintió lentamente - ¡Exacto, Mi buen amigo! – espetó la Custos y se apartó dejando clavado su sable en el cuerpo del hombre. Se irguió finamente y volvió a despejar su clara mirada eterna hacia los vastos campos que se lograban divisar tras las polvorientas ventanas del almacén – Esas reliquias pertenecen al pueblo del Spirit Soul…- murmuró pasa si con una expresión casi apacible cruzándole en la lozanidad de su delgado rostro, el cual volvió a tornarse recio al girar hacia el vampiro – Tú, vendiste cierta información sobre ellas… - se acercó y “desenfundando” su sable del hombro del sujeto, colocó el filo junto al cuello del mismos. – Y eso amigo mío, es alta traición….- le susurró casi envenenada en éxtasis para luego enderezar el filo contra la piel, carne y hueso decapitándolo sin miramiento alguno.

Blandió el sable al aire despojándolo de toda gota de sangre, activó su dispositivo de cambio y en forma de revolver lo devolvió a su funda mientras la brisa del amanecer la recibía tras las pesadas y desvencijadas puertas del almacén, mientras los finos y cálidos rayos del efebo la abrazaban con extrema pasión a cada paso que daba rumbo al Castillo Abandonado, rumbo a aquella misión cuya razón la había llevado hasta ese paraje aquella noche.

Su camino se vio enrarecido de tanto en tanto por bifurcaciones amañadas y hechizadas, más al final logró depositar su magnánima figura taciturna en los amplios latifundios del antiguo centro monárquico de la Gran Chaos, perfectamente cargada con su artillería y su ligero traje de viaje y batalla.-

Ágilmente sorteó los extraños caminos y casi hechizada se mezcló con la extraña naturaleza que embrujada franqueaba con un aire casi enigmático y hasta algo aterrador, los caminos hasta la gran mole de rocas apiladas, hasta que finalmente sus enormes orbes de azul insoldable divisaron la figura preponderante del Elfo Sindar en compañía de otros dos extraños pero no por ello débiles sujetos.-

Apartando ligeramente la capa de viaje, se acercó y despejó su rostro de los rizos claros que traía como mata de cabello. –Sindar…- le soltó inexpresiva, más respetuosa y parsimoniosamente volvió la mirada hacia los dos entes apostados junto a él. - Señorita, Señor…- los saludó cordialmente.-

Aldara Sashenka, Quarto…- volvió a hablar, dejando que su profunda y muy pausada voz hiciese todo el trabajo por ella, bajó ligeramente el rostro y conjugó una ligera reverencia de respeto ante los tres.

por Contenido patrocinado

Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

En búsqueda de la reliquia sagrada. [Semi-Trama • Custos Dei]

En búsqueda de la reliquia sagrada. [Semi-Trama • Custos Dei]

Re: En búsqueda de la reliquia sagrada. [Semi-Trama • Custos Dei]

Re: En búsqueda de la reliquia sagrada. [Semi-Trama • Custos Dei]

Re: En búsqueda de la reliquia sagrada. [Semi-Trama • Custos Dei]

Re: En búsqueda de la reliquia sagrada. [Semi-Trama • Custos Dei]

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater