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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
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La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
Un vicealmirante sin barco, vaya cosa más extraña, si, aquella Hydra había hecho añicos su Astro Spiker, el barco más fuerte del kundo junto al proclamado Hombre más fuerte del mundo. Durante el tiempo sin muchos logros nuestro vicealmirante, se dedicó a reparar y por supuesto mejorar al "Astro Spiker", demasiado orgullo poseía, impidiendole aceptar otro barco que no fuese su Astro. Fue un gran desafío no existe duda alguna, aquel navio sometido a una riesgosa operación que solamente el tiempo pudo presenciar hasta ver al imponente barco, mejor que nunca, emanaba gloria , como si de barco y modelo nuevo se tratase.
El hombre más fuerte del mundo solo podía probarlo de una forma, una aventura, claro aquel hombre llevaría su tripulación aunque lucharía independiente.
Abordo el navío, la nueva cualidad poseyente del transporte era la capacidad de poder surcar los cielos, también volverse un submarino, increíble no?, oh su armamento era mejor que nunca, blindado hasta los dientes para resistir golpes, solo esperaba que nuestro vicealmirante no hubiese malgastado su tiempo en costosas reparaciones que dicho informalmente le dejaron sin ningún cinco.
Como siempre reunido en un muelle de Spatium, donde su tripulación abordaria, noto que la cantidad era mayor, dos personas más, nuestro vicealmirante al pie de la escalera para abordar recibió a quienes al parecer serian invitadas en galante barco -Hola, Soy Adlet Franchesco Muzule Maier, vicealmirante y el hombre más fuerte del mundo, un placer conocerles , pero quienes son?, supongo que al venir con mis hombres iremos al mismo destino- afirmó por si solo , ya conocia a una de los tripulantes, bueno hace unas semanas, antes de recuperar al gran Astro Spiker, pero esa es otra historia.
Cuando todos subieron al navio nuestro vicealmirante puso en marcha su barco, si, en persona lo dirigió hasta llegar al destino, el reino de chaos, el famoso bosque oscuro, el joven aterrizo el navio dejándolo bien colocado ordeno a sus hombres -cuidad el Astro Spiker- hizo una pausa mirando al par femenino -Si gustan pueden acompañarme, el hombre más fuerte del mundo puede solo pero.... algún truco podrán aprender- comento siempre tan arrogante, seguro de si mismo, aunque claro respetaba más al bando femenino que masculino, aunque no lo pareciera solicitaba ayuda femenina, pero su orgullo impedía decirlo con precisión.
Los pasos del hombre hicieron finalmente abandonar el barco, sus pies ya tocaban tierra firmel supo que tenia que avanzar por el famoso bosque cuya reputación lo volvía famoso, almenos sabia algo, no estaba solo. En caso de morir , habría muerto como el más fuerte, visitaria a su maestro,pero aún no era el momento, eso era lo que los sonidos del b9sque querían hacerle creer, El hombre más fuerte del mundo llevo su mano derecha al cinturon teniendo listo ya un par de dardos por si la situación requería medidas drasticas
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
Un viejo conocido cazarrecompensas le comentó acerca de un wendigo que aterrorizaba el bosque oscuro de Chaos. En un principio iba a rechazar la oferta, queriendo abstenerse de pisar aquella nación de nuevo, pero la recompensa parecía tan jugosa que, después de consultarlo con la almohada, no dudó en pedir permiso para ausentarse de su cargo durante unos pocos días para poder llevar a cabo dicha misión. Al menos, esperaba que a Mireault no se le volviesen a ir los cabales al enterarse de que sus días libres iba a pasarlos en el mismísimo reino que le consideraba persona non grata.
Cuando aceptó el encargo, el conocido le dio varios detalles a tener en cuenta, incluyendo quiénes le acompañarían. Le sorprendió que una Custos, Aldara Sashenka, decidiera mancharse las manos en un asunto de tan poca importancia como una cacería. Sin embargo, no le resultó sorprendente en absoluto que Maier se prestase voluntario para la misión. Aquél vicealmirante bocazas había demostrado tener unas capacidades combativas que estaban a la altura de sus fanfarronerías, pese a que en el momento en el que se disponía a hablar echaba todo a perder.
Partirían desde Spatium hacia Chaos en el barco del pelirrojo, navío que la capitana ya conocía perfectamente de otra misión en la que se había embarcado con él. Cuando arribó al puerto y le guiaron hasta el Astro Spiker, encontró a la mujer de cabello rosado esperando pacientemente delante del barco. Bueno, no sabía si estaba siendo paciente o si se estaba acordando de todos los antepasados de cada uno de los presentes porque no podía aguantar en echarse a la mar cuanto antes. La pelirroja se acercó a ella, sin muchos rodeos, tratando de mantener un semblante firme a la vez que le hacía el saludo militar. —Quarto Dei Sashenka, es un honor tenerle como compañera en esta misión. Capitana General Garnet Vermell, del ejército de Spatium. A su servicio.— Le habían dicho que era bastante estricta, así que esperaba que no hubiera llegado a sus oídos lo que pasó en Chaos Urbanis. A cruzar los dedos tocaba.
El vicealmirante descendió hasta ellas dos, presentándose como si no las conociera. Garnet miró de reojo a Sashenka antes de virar su rostro hacia él, con una expresión de extrañeza en el rostro. Podía pasar que no la reconociera a ella (a pesar de que se habían visto varias veces), ¿pero a la Custos? ¿Vivía debajo de una piedra, acaso?—¿Qué te pasó, Maier? ¿La fanfarronería te comió la memoria?—espetó, rápidamente cubriéndose la boca con una mano. —Disculpe la actitud del vicealmirante, señorita Sashenka—musitó, con una sonrisa temerosa., mientras se ponía al lado del pelirrojo y le daba un pellizco en el costado disimuladamente. —Este hombre es un feroz marinero que, lamentablemente, ya no es el mismo desde un trágico accidente con una hidra. Yo misma lo presencié… y aquello derivó en su extraño comportamiento y fallos de memoria.— Volvió a pellizcar al muchacho. —Pero os aseguro que es un excelente combatiente y que podrá ayudarnos de la mejor manera posible.—
La travesía duró menos de lo esperado. A Garnet le daba tanto respeto aquella Custos que casi prefería no molestarla en lo que fuera que estuviera haciendo, y Maier estaba ocupado dirigiendo el barco, de modo que la pelirroja se entretuvo con las vistas marítimas hasta que llegaron a su destino.
No pudo evitar fruncir el ceño de nuevo cuando Maier volvía, otra vez, a hacer alarde de sus habilidades. Se mordió la lengua y asintió levemente a la Custos para indicarle que ya debían bajar del barco, más como recordatorio (aunque era bastante obvio) que como orden. Se adelantó un poco para agarrar al joven del hombro y susurrarle un par de comentarios al oído. —Contrólate un poco, anda. Estamos delante de la Quarto Dei, así que evita fanfarronear demasiado.— Le dio una palmada suave, seguida de una pequeña risa. —Ya quiero ver cuánto has mejorado, Maier.—
[/b]
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
El repetitivo sonido inicial paró súbitamente siendo reemplazado por el suave sonido de telas, cuero y metal en pleno roce. – ¿Está segura de que es lo correcto?- cuestionó la recién llegada, a lo que una profunda voz respondió con un simple resoplido. Su dueña, erguida en toda su divinidad magnánima junto al postrado cuerpo de la joven amazona, la observó con sus profundos y enigmáticos orbes de color mar, enfrascada en una expresión tan perfecta y a la vez misteriosamente macabra, teñida de atisbo de gracia y severidad metálica.
-Pero… esto es demasiado tonto como para enviarla a usted. Bien el Sr. Sindar podría haberse encargado de esto, después de todo fue él quien presenció todo en Chaos. – continuó la amazona. A lo que la dama de la profunda voz solo respondió elevando la carta en papel pergamino que llevaba en la mano derecha, la hizo levitar por unos segundos y terminó por hacerla volar al escritorio del cual segundos atrás se había levantado, dejando que cayese sobre un montón de papeles y carpetas, todos al parecer expedientes de algún soldado en especial. – Esa es la razón por la cual voy yo… - le respondió la dama y ajustándose el cinturón se dirigió a las afueras de la gran oficina, mientras la amazona de pie nuevamente observaba el cúmulo de papeles sobre el escritorio alcanzando a leer algo sobre un soldado llamado Vermell.
Horas más tarde….
El pegajoso aroma a mar molestosamente se había filtrado en la finura de su nariz de porcelana, provocándole cierta molestia conjugada con su ya de por sí incomodidad ante la situación que se desdoblaba ante sus ojos, pues las palabras de aquella carta oficial seguían dándole vueltas en la cabeza como el susurro de una banshee, envenenándole lentamente cada recoveco de la mente con un sinfín de pensamientos no muy placenteros a su acostumbrada dilucidación.
Llevaba como unos diez minutos aguardando la aparición de la silueta de la Capitana de los Reinos perdidos cuando por fin logró notar el llamativo brillo de aquellas hebras tan particulares. Lentamente apartó su cuerpo de los barriles de madera que había estado usando como sostén y se irguió en toda su elegancia, despertando tras un parpadear, de manera extremadamente parsimoniosa y desdeñosa. Observó de pies a cabeza a la Oficial, analizándola profundamente, procurando desnudar su alma si fuese posible, para luego responder con un simple…- Llega tarde..- y girar sobre sus tacones en dirección a la rampa del navío. Se detuvo de golpe oyendo inexpresiva las excusas insulsas con las cuales trataba de justificar la tremenda estupidez del Vicealmirante, para luego bajar el rostro y soltar un simple bufido y continuar su camino en silencio.
Su decepción con respecto a la flota actual de Tempus y Spatium se dibujó de inmediato en su angelical rostro, más sus palabras permanecieron ocultas en lo más profundo de su mente. Como antigua general, tenía la costumbre de observar antes de dar por sentado ciertos puntos y era más que obvio que ambos ejércitos se encontraban al borde de una indisciplina total, sin embargo aún faltaba un punto por evaluar….
Una vez el navío llegó a puerto, la joven Dei aspiró con cierta pesadez y tomando sus armamentos, los resguardó bajo su larga capa blanca para luego descender en silencio aguardando notar la iniciativa de los guerreros que la acompañaban…
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
Entre ellas la demanda protagonista se centraba en el avistamiento y prevención sobre unas bestias no tan conocidas llamadas Wendigo. Junto con la desaparición de ciertos transeúntes y el aspecto despiadado que poseían, fueron suficientes motivos para hacer de ello un comunicado oficial en dar vía libre a su caza y reducción de número, por no decir extinción. Tres valientes fueron quienes tomaron aquella tarea entre sus manos: Un vicealmirante pelirojo de naturaleza intrépida, una capitana mejor conocida por su rudeza que por la delicadeza, y por último una importante Custos Dei con los suficientes nervios de acero como para pelear de igual a igual contra un coloso.
Junto con la aceptación de dicha responsabilidad, los preparativos para la misión comenzaron a ser ejecutados en orden de importancia, siendo el medio de transporte algo primordial para ellos. Por dicha del destino, el clima les favoreció a los viajantes y el barco no tuvo que enfrentar ninguna adversidad propia de la madre naturaleza. Tras un viaje tranquilo y que sin ningún tipo de miramientos se podría tachar como monótono, el barco perteneciente al vicealmirante logró llegar a tierra firme en el reino donde la sangre y la violencia eran los buenos días para los guerreros más curtidos. Una vez posaran sus pies en el suelo, al trío de dos mujeres y un hombre se le haría posible visualizar un tétrico bosque al fondo, de aspecto peculiar y no muy lejos de la capital principal.
A pesar de ser un lugar ubicado tan cerca de donde centenares de guerreros entrenaban cada día, continuaba siendo uno de los lugares más peligrosos por sus criaturas sedientas de sangre y hambre de tierna carne. Cosas espantosas se dice de ese sitio, pero aquello no bastaría para que los tres guerreros dieran media vuelta y abandonaran toda esperanza por la misión que tenían encomendada. Aun así, ellos debían ser cautelosos, el bosque entero sería una trampa mortal para ellos donde un paso en falso significaría atraer la atención de los más feroces. La inocencia era algo que ahí se pagaba de una manera muy cara.
- Detalles de la misión:
- •El bosque está compuesto de enrevesados caminos donde perderse es sumamente fácil.
•No se podrá apreciar vida a simple vista, solo árboles muertos que dejan escapar agudos sonidos cuando sus ramas son agitadas o el viento pasa a través de sus finos orificios.
•En algún punto del lugar podrán encontrar una cabaña que por ciertos detalles será deducible que en ella vive un leñador. El anciano estará loco pero puede dar información útil sobre el Wendigo.
- Objetivo de la misión:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Wendigo: Criatura de esquelético aspecto con extensos cuernos, grandes orejas y de tamaño similar a un hombre promedio. Su cabeza recuerda en cierta forma a las de un reno. Se mueven a gran soltura sobre sus cuatro patas y son capaces de perforar fácilmente tejidos blandos como la piel o las prendas con sus colmillos, cuernos o garras.•300 HP
•Dado supremo
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
Pies entierra era momento de emprender camino, sacando de aquel enorme estuche localice mi brújula la cual tan pronto fue puesta en funcionamiento para guiarnos por el camino, gran parte de aquel recorrido me mantuve callado sin decir mucho, -Bueno Garnet que ha sido de ti?- comenté para no permanecer tan callado, ya podía ver una cabaña a lo lejos -deberíamos ir talvz encontramos información - opine más por decirlo, pues como si fuese orden mi cuerpo se dirigía al lugar
Aquella cabaña no me traía mucha confianza, tampoco es como si todo el lugar me trajera confianza, si bien no me molestaba que pudieras encontrarte todo tipo de personas por aquel lugar lo molesto era no saber que te encontrarías sin darme cuenta ya estaba por aquella cabaña, observando el mango de la puerta, pensando si abrir o no, toque la misma tres veces y tras escuchar un "adelante" pude pasar, entre en la misma esperando que mis acompañantes entrarán, a todo esto se preguntarán que paso con el resto de tripulantes? , simple se quedaron cuidando mi navio
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
Durante el camino, un silencio más incómodo que llevar un jersey mojado reinaba el ambiente. La capitana no quería abrir mucho la boca, y la presencia de la imponente Quarto Dei no le animaba a hablar demasiado. Maier fue el primero en romper el hielo, aunque sólo se dirigió a ella. —Sigo entrenándome lo mejor que puedo.—No iba a ponerse a fanfarronear de su relativamente reciente cargo delante de Sashenka, ni mucho menos. Miró de reojo a Sashenka. A saber lo que se le estaba pasando por la cabeza. —Y aprendiendo un poco de errores pasados para ir mejorando.—Claro. Porque lo de Chaos fue un error de lo que se podía aprender, ¿eh? ¿Eh?
Maier dijo de ir a buscar información, ¿pero a dónde? La pelirroja se limitó a mirarle con el ceño fruncido. ¿A dónde se dirigía? ¡Ni siquiera les había indicado nada! La joven estuvo a punto de preguntarle que a dónde pensaba ir, pero se calló en cuanto vio una pequeña cabaña a lo lejos. —¿Necesita ayuda, señorita Sashenka?—preguntó, justo cuando iban a cruzar por encima de unas cuantas raíces antes de llegar al cobertizo al que se dirigían.
Por el Lord, hasta ella misma se repugnaba a veces de lo pelota que podía llegar a ser.
Pronto arribaron a la cabaña, que estaba habitada por un señor mayor. La joven capitana se quedó esperando en la puerta a que sus compañeros terminaran de entrar, haciéndole un pequeño gesto a la superior para indicarle que fuera ella primero (ya que Maier se había adelantado antes.) —Usted primero, por favor.—
- meh:
No puse mucho más porque no quería mover al viejete, eso se lo dejo a Auros. Como no sé si la acción de Adlet es válida (de decir que nos abrió la puerta y tal), lo dejé así, aunque igualmente asumo que el anciano sí nos abrió xD
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
Únicamente se necesita un pequeño roce con su tersa suavidad para quedar completamente envenenado con su ligereza y ponzoñoso descontrol, el cual sin posibles tropiezos recorre los fluidos espirituales de cada ser, consumiendo hasta lo sumo la crepitante llama de identidad. Únicamente un solo roce y el rostro de la Parca se dibujaba con tremenda claridad ante los ojos de uno, sonriente en su derretido rostro, sonriente tácitamente.
Las sombras de la ineptitud eran las únicas que representaban cierta preocupación en el panorama que la joven Custos vislumbraba en el horizonte que cual acuarela se dibujaba tan acuoso y cálido a un lado del navío que los transportaba. La tierra a la cual se dirigían hoy estaba mucho más herida que antes a causa de los estragos causados por el extraño engendro de motivos oscuros y sus sentimientos latían a carne viva, sensibles a cualquier soplido o roce.
La divinidad encarnada giró su rostro y observó inexpresiva a la guerrera de Spatium meditando de la forma más imparcial posible, más no podía evitar cavilar subyugada a los textos e informes recibidos.
Finalmente, y tras varias sesiones de meditación profunda, sus ojos nuevamente lograron dilatarse maravillados ante la grandeza salvaje de aquella tierra de fuego, la cual se alzaba ante ellos tan regia y poderosa cual prepotente bestia arcana. Aldara no pudo evitar soltar un ligero suspiro de admiración para luego tomar sus armas, ajustarse los cinturones de las mismas, acomodar su capa y desembarcar en compañía de los oficiales de Tempus y Spatium. Gran intromisión la suya, ahora todo dependía de que tan herida pudiese estar Chaos como para no contar aquella travesía de “ayuda” como un posible acoso por parte de los reinos de los cuales provenían.
La palabrería no era su fuerte, sin contar con que su atención se hallaba enfocada en sentir a Chaos, por lo que decidió dejar a los subalternos enfrascarse en su tema mientras ella seguía con paso firme entre las ramas retorcidas y las malezas enmarañadas, hasta que la joven le ofreció ayuda.
No pudo evitar parar sus pasos abruptamente, más su rostro seguía tan lustroso y sin mancha emocional alguna que pareciera estar cincelado sobre mármol macizo. Atornilló su profunda mirada de hielo en ella y negó con un casi imperceptible movimiento de cabeza, para cruzar junto a ella y dejarla atrás siguiendo al acelerado Vicealmirante que cual marino atraído al canto de las sirenas, se dirigía sin miramientos a la sospechosa construcción.
Otro pesado suspiro escapó de su fina nariz y llevando la mano diestra a la empuñadura de su arma colgada al lomo, afinó sus pasos y agudizó sus sentidos a lo que la Capitana volvió a adelantársele para luego ofrecerle el paso de manera extremadamente cordial a la garganta de los desconocido en las entrañas de aquella edificación engañosa.
-Huuummm.- un último suspiro, mucho más pesado y severo que el anterior surgió como respuesta de su ser y la mirada de hielo volvió a la orbe de la Capitana, enmarcada con cierto desdén y reproche. Se movían con demasiada soltura y confianza para su gusto. Movió apenas la cabeza y le indicó que entrase mientras ella inspeccionaba los alrededores desde el umbral de la puerta antes de ingresar a la chirriante y mohosa cabaña.
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
En vista de que no existían mapas concretos sobre el interior de tal peligrosa zona, aquellos con los suficientes nervios de acero como para entrar deberían vérselas en un periplo a ciegas, teniendo como guía únicamente sus cinco sentidos. El joven varón se encaminó de madera apresurada a una pequeña construcción de madera que yacía unos metros más hacia adelante. Junto a la casa, un pequeño cobertizo con troncos de árboles talados y un hacha de hierro a medio clavar se hacían visibles, delatando que quien fuera que viviese ahí, se dedicaba a crear leña con sus propias manos y fuerza física. Tres golpes fueron otorgados a la puerta simulando ser una especie de santo y seña, la palabra de “adelante” fue incentivo suficiente para hacer al vicealmirante abrir la puerta sin pudor alguno.
El interior de la casa se hacía un tanto monótona de ver, apenas algunos utensilios de comida, fotos familiares y algunos muebles carentes de adornos que le dieran vida. Un anciano de barba corta y canosa se encontraba sentado en una silla frente a su principal mesa de madera, con un plato sobre esta que contenía tan solo un pedazo de pan a medio comer. “—¡Oohh! ¿Visitantes?—“ Preguntó alzando la mirada hacia el joven y la hermosa dama que se ubicaba en la entrada, puesto que no vio a la chica restante de pelo rosado. “—Y parece que vienes muy bien acompañado.—“ Reía de forma suave dejando visible su dentadura ya poco cuidada. “—¿Sois viajeros? ¿Campistas? Bueno no importa… Os sugiero que deis la media vuelta ahora que podéis, antes de que sea demasiado tarde.—“ Se levantó de su silla y los señaló.
“—Si necesitáis un día para prepararos, os puedo prestar una habitación mientras mi esposa está ausente.—“ Caminó unos pocos pasos hasta situarse frente a la ventana. “—¡Pero no quiero ruidos ni cosas raras! Sé que los jóvenes últimamente vivís la vida de manera alocada…—“ Realizó una pausa para tragar saliva. “—Una vez el atardecer esté aquí, ya será demasiado tarde… El wendigo saldrá a patrullar.—“ Colocó una mano sobre el frío cristal que tenía delante de sus agotados ojos mientras musitaba aquellas palabras. “—Oh… El wendigo… Si esa cosa no hubiera asesinado a mi esposa, ahora estaríamos viviendo felices.—“ Su declaración se hacía un tanto contradictoria a la par que regresaba a su silla. “—Pase lo que pase no os acerquéis a la cueva que hay al Norte, la vida en cuerpos joviales es demasiado valiosa para desperdiciarla de forma estúpida…—“
- Objetivo de la misión (recordatorio):
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Wendigo: Criatura de esquelético aspecto con extensos cuernos, grandes orejas y de tamaño similar a un hombre promedio. Su cabeza recuerda en cierta forma a las de un reno. Se mueven a gran soltura sobre sus cuatro patas y son capaces de perforar fácilmente tejidos blandos como la piel o las prendas con sus colmillos, cuernos o garras.•300 HP
•Dado supremo
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
Debido a que el tiempo de espera máximo ha expiado y por ausencia de conexión, el usuario [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] queda fuera de la misión. El turno pasa a manos de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
Pero, al mismo tiempo, podría tener sentido. Según lo que pudo entender de los balbuceos incoherentes del viejo, el wendigo saldría al atardecer. Y habló sobre una cueva situada al norte. ¿Sería esa la guarida de la criatura? Miró de reojo a Sashenka, haciéndole un gesto con la cabeza para indicarle que quería hablar con ella aparte. Después volvió a mirar al señor, que estaba en su mundo. —Muchas gracias por la información. ¿Dice que la cueva del norte es donde se aloja el wendigo?—No lo había dicho, aunque Garnet deducía que no se equivocaba en deducir eso. Esperó respuesta, pero el tipo parecía estar completamente ido. Suspiró y se dio la vuelta para quedar de frente a la Custos.
—Señorita Sashenka,—le comentó en voz baja, tras un carraspeo—si es cierto lo que está diciendo este señor, sugiero que partamos de inmediato hacia la cueva que está ubicada en el norte.— Respiró hondo, temiendo que la Quarto Dei lo viera como una auténtica locura. Pero qué diantres, si estaban en esa misión tenían que hacer lo posible por capturar al bicharraco. Si se quedaban esperándole dentro de una cabaña resguardándose en el calor de una chimenea, jamás le encontrarían. —Comprendo que pueda pensar que es un riesgo innecesario. Pero, ¿no considera que la mejor opción que tenemos es sorprender al wendigo?—preguntó, para después volverse otra vez hacia el anciano.
Sacó una pequeña bolsa de cuero del tamaño de un puño con unas cuantas monedas y la dejó sobre la mesa, empujándola un poco en dirección al viejo. Probablemente con lo demente que estaba no le servirían para nada, pero tenía que haber alguna manera de agradecer la información que les había proporcionado. Quizás esta no le llevaba a ningún lado, pero bueno, si estaba en lo cierto tendría que darle las gracias. —Tenga. Esto es para usted, de mi parte. Le agradezco las molestias que se ha tomado para ayudarnos.—Bah, molestias. Seguro que lo hacía con cada viajero que pasara por allí.
Se acercó a la puerta, pero sin llegar a abrirla, esperando la aprobación de la mujer que le acompañaba. Se quedó quieta, en una posición firme, aguardando cualquier indicación por parte de la Custos.
- Meh x2:
Como Adlet no está no supe qué hacer con él, como si nunca hubiera venido o yo qué sé
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
Cuando sus pies cruzaron el último emarañe donde la Capitana se había ofrecido a ayudarla lo había sentido, todo aquel bosque oscuro parecía estar cargado con una energía tan pegajosa y oscura cual brea, con un aliento a podredumbre tan espeso que la respiración se volvía más dificultosa con cada segundo que pasaba y con cada metro adentro que cruzaban.
A duras penas logró lubricar su garganta y apretó los labios dibujando una expresión un tanto molesta en su rostro de mármol, mientras sus orbes de cristal lunar observaban centímetro a centímetro el perímetro del lugar. El ocaso lo estaba consumiendo todo, concediéndole un tono tétrico y fantasmal al húmedo espectro, dibujando entre las ramas y los grandes tallos, enemigos al asecho y bestias de ancestrales.
Viró el rostro hacia el interior de la casa y pasó los pies hasta el umbral de la puerta donde pudo oír parte de la historia del viejo. La expresión de Garnet había cambiado y ahora se dirigía a ella con cierto semblante un tanto más cauto que minutos antes, modificando ligeramente la percepción de la Custos.
La oyó en silencio, asimiló sus palabras y viró nuevamente el rostro hacia la odisea de fantasmas nocturnos y magia de ultratumba que cual humo negro se desprendía de las curvas de la tierra y se alzaba a los cielos con un el gozo a flor de piel, invitándolas a rendirse cual dóciles vírgenes al festín del miedo y la locura.
Un profundo suspiro surcó las vías respiratorias de la diosa, quien al notar a su acompañante completamente liberada de los protocolos sociales con el viejo ahora se apostaba junto a ella. – Me temo…- dejó escapar con calma y serenidad – Mi querida Capitana… que preocuparnos por el riesgo se ha vuelto completamente irrelevante ya..- su voz profunda sonaba mística, casi divina y el brillo de sus ojos más que su propio color, parecía batirse en el destello del mismo universo.
Finamente extendió la mano contra la puerta de red metálica traslucida que las separaba y la invitó a que saliera junto a ella en el alfeizar de la cabaña. - ¿Lo puedes sentir? – le preguntó suavemente. Estaba segura de que alguien con su capacidad y fineza podría notarlo, el veneno de la bestia se había tragado toda la esencia del bosque, dejándolo muerto en su propia maldad, ajeno a la vista simple de seres corrientes, solo ellas, solo seres con un poder superior podrían notarlo, solo seres con la capacidad de exorcizar al demonio de la muerte.
Alerta…- le indicó y como si de una pluma se tratase, la joven de cabello claro soltó su cuerpo. Al principio parecía que la misma había comenzado a caer en cámara lenta, sin embargo con el destello de su larga cabellera y su fina piel a la luz casi inerte del ocaso, su imagen se borró. Sus pies iniciaron una carrera en verdad veloz, tan suave como si flotara en el aire, surcó sobre las ramas, se filtró entre otras y sorteó un gran número de pozos y peñascos. De tanto en tanto viraba un poco el rostro a su costado asegurándose que la joven le siguiese el paso y aminoraba las arremetidas a fin de quedar junto a ella y de asegurarse en observar mejor lo que tenía en frente.
Unos minutos se mantuvieron en plena carrera, hasta que a lo lejos una especie de garganta se abría entre los retorcidos árboles. Aldara frenó de golpe y saltó hasta una gran rama a su derecha, elevó la mano y solicitó que su acompañante frenase con ella. Lentamente se inclinó y agudizó la vista hacia lo que parecía una especie de agujero en el centro de una extraña formación de tierra.
Volvió nuevamente la mirada hacia la Capitana y apartó la capa que traía sobre el cuerpo indicándole que se preparara. Suavemente llevó un dedo a los labios en señal de silencio y luego a los ojos indicándole que fijase la vista en esa dirección, mientras ella descendía sigilosamente. Prefería mantener a la joven como apoyo y rápida respuesta mientras ella servía de cebo, pues a pesar de su posible actitud desdeñosa hacia la misma, estaba consciente de su capacidad y consideraba un buen momento para ponerlo a prueba.
Bajó el gran tronco y percibiendo el flujo del viento, se posicionó en forma contraria a este a fin de esconder su aroma y lograr acercarse a la cueva sin ser detectada.
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
“—Oh… No tengo suficientes palabras para agradecerte, con esto podré comer durante unos días más.—“ Terminó confesando. Una vez ambas mujeres tuvieron decidido que habían acabado sus asuntos en aquel solitario pero hospitalario lugar, pusieron rumbo hacia la puerta de la misma cabaña, donde todo un bosque sediento de carne fresca les esperaba con los brazos abiertos, invitándolas a pasar entre sus raíces muertas con el aire pútrido que acompañaba. Si ese sitio incluso de manera natural parecía ser terrorífico a la luz del día, por la noche muy fácilmente se podría convertir en un camino de descenso al mismísimo averno. El señor mayor se levantó una última vez de la silla en cuanto vio a la chica de cabello rosa abrir la puerta, dispuesto a soltar unas últimas palabras antes de despedirse. “—Di-disculpen… Uhm… Si en su camino encuentran a mi esposa, ¿Le podrían decir que regrese a casa? Desde que me dejó solo en este mundo me he sentido muy abandonado…—“ Nuevamente las contradicciones invadieron el entorno, que concluyeron con la marcha de las dos valientes guerreras hacia su cita con una bestia de los males.
Tan rápido como un puma y tan ligero como el mismísimo viento, la superior de las dos emprendió una carrera en lo que duró un guiño hacia el interior del bosque. Aquellos movimientos, esa naturalidad al balancearse entre las ramas de los árboles… cualquiera que la viese podría pensar con mucha facilidad que se trataba de una bestia más paseando por sus dominios, dando la sensación de estar perfectamente familiarizada con cada trocito de madera o pasto seco que sus pies pisaban y dejaban atrás. Al finalizar el recorrido, la impulsiva mujer acabó llegando a un llamativo terreno donde una deformidad en la tierra yacía cubierta de piedras musgosas, tomando la apariencia de una madriguera gigante en la cual mirar hacia el interior solo se podía visualizar infinita y peligrosa oscuridad. Resultaba muy obvio deducir que se trataba del hogar de la presa que andaban buscando, y la fémina tomó las precauciones necesarias para intentar no ser detectada. Aunque el intento fuese bueno, los Wendigo eran bestias cuyo sentido del oído y el olfato estaban mucho más desarrollados que el resto al carecer de vista, por lo que aunque el intento de la Custo Dei por ocultar su aroma había sido bueno, la llegada que había tenido no había pasado desapercibida para la criatura del interior de la madriguera.
Lentamente y con un aire amenazante alrededor, fue saliendo poco a poco. Primero asomó sus cuernos, luego su cabeza y finalmente mostro su deteriorada forma, mostrándose completamente inmóvil enfrente de su guarida. “—…Grr…—“ Rugió, pues esa era su forma de decir “Sé que estás ahí y voy a saltar hacia ti”. Se mantuvo inquieto durante un minuto más aproximadamente, ya que aunque su horario de caza parecía haber cambiado, el modus operandi seguía siendo exactamente el mismo. Él estaría a la espera, acechando cualquier tipo de ruido, desde una respiración agitada hasta un leve movimiento de pies, hasta que… la oportunidad perfecta se mostrara ante los ojos con los que no podía ver. Quizá tan rápido como la mujer de pelo rosado, se abalanzó hacia la rama de un árbol y de la rama saltó en picado dando uso de sus cuatro patas hacia la parte trasera de otro árbol, donde la chica previamente mencionada se encontraba a la espera. La bestia no se lo pensó mucho antes de abrir sus fauces para atacar en un mordico sorpresa desde el aire.
- Wendigo:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Criatura de esquelético aspecto con extensos cuernos, grandes orejas y de tamaño similar a un hombre promedio. Su cabeza recuerda en cierta forma a las de un reno. Se mueven a gran soltura sobre sus cuatro patas y son capaces de perforar fácilmente tejidos blandos como la piel o las prendas con sus colmillos, cuernos o garras.
•300 HP
•Dado supremo
- Dados:
- •Ataque a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] = 9
Última edición por Auros el Jue Jul 14, 2016 1:11 pm, editado 1 vez
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
'Tirada Suprema' : 9
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
No estaba acostumbrada a la actitud de la Custos. No se iba a acostumbrar en el rato en el que tardaran en cazar al wendigo y sabía que no lo haría en futuras ocasiones en las que pudieran llegar a encontrarse. O al menos, eso era lo que pensaba. Tan sólo había conocido en persona a Fingon Sindar, el Quintus Dei, que, a pesar de mantenerse en una posición firme y digna de su puesto, se mostraba mucho más cercano e involucrado con el resto de soldados. Obviamente, sabía que el resto de los Dei no se comportarían del mismo modo, pero probablemente su inconsciente le habría jugado una mala pasada en cuanto al concepto que tenía de Sashenka. ¿Qué se le pasaría en la cabeza durante esos incómodos silencios?
Antes de seguir a Sashenka al exterior de la cabaña, se giró al oír la petición del anciano. Claramente estaba senil, pero aún así la joven no dudó en asentir con la cabeza, como si le estuviera haciendo una falsa promesa. Después de eso, salió para colocarse junto a la Custos, frunciendo el ceño ligeramente ante la pregunta que le había hecho. ¿Sentir qué? ¿Qué se supone que debía decir? ¿Tenía un sexto sentido para los wendigos y asumía que ella también lo tendría, o a qué se refería exactamente? Tragó saliva, mirando de reojo a la mujer, antes de responder cualquier tontería. —…Sí,—contestó, intentando reflejar seguridad en su voz. Y ya está. Sashenka no tenía mucha pinta de hacer muchas más preguntas al respecto para asegurarse de que la capitana tenía alguna idea de lo que hablaba, así que así la pelirroja al menos se salvaba de hacer el ridículo.
Y desapareció. Bueno, casi. De la nada, Sashenka se retiró del alféizar de la choza a una velocidad tan impresionante que Garnet sentía que no podía seguir. Más de una vez estuvo a punto de tropezarse con las pútridas raíces que sobresalían del suelo mientras corría tras la Custos. Sobre todo cuando frenó al ver que ésta le indicaba que se detuviera. La capitana apoyó sus manos en las rodillas, tratando de recuperar el aliento sin hacer mucho ruido, mientras intentaba observar cuidadosamente lo que había a su alrededor.
¿Iba a aventurarse ella sola contra el wendigo? Apenas hablaba, pero le dio a entender que sí. O que acudiría como cebo. Quién sabía. —Esp…—Calló al caer en la cuenta que sería mejor seguir las órdenes de la Custos. Al menos, por ahora.
Abrió exageradamente su ojo al observar un rápido movimiento cercano en un árbol contiguo. Una sombra monstruosa que apenas podía discernir, pero que parecía ir de lleno contra Sashenka. —¡Cuidado, señorita Sashenka!—, exclamó la joven capitana, que, sin saber cómo, sacó las fuerzas suficientes como para llegar a tiempo para interponerse entre la Custos y el monstruo. Envolviendo sus manos y brazos con fuego, logró detener las fauces de la bestia y protegió a la mujer de pelo rosado al tiempo que se aseguraba de hacer el máximo daño posible a la criatura mediante las quemaduras. O al menos, distraerle de algún modo. —¡Fuera de aquí, bicharraco!—gritó, aumentando la intensidad de las llamas mientras intentaba darle un buen empujón para ganar terreno.
- Datos:
HP: 999/999
Dado 1: Ataque a Wendigo (52) + 45 de contraataque = 97 de daño final
Dado 2: Defensa de Aldara (54)
Habilidad usada: Control de fuego
Puede crear fuego y manipular cualquier llama que esté a su alrededor, por pequeña que sea. Es capaz de usar el fuego a su antojo, de modo que puede darle la forma que desee, para así usarlo de manera ofensiva o defensiva.
- Puede usar esta habilidad más veces que el escudo, pero requiere bastante energía física. Es por ello por lo que es conveniente que no se abuse y que Garnet esté en plena forma, puesto que la fatiga puede conducir a usar erróneamente este poder. Además, la efectividad de esta habilidad depende de los dados.
- OFF ROL:
- SOY TAN MANCA QUE TIRÉ CON UN DADO DOS VECES INFERIOR AL QUE ME CORRESPONDE XDDDDDDD
En fin, me han dicho que por este turno me jodo. Pa el siguiente ya puedo tirar con el mío xD.
Última edición por Garnet Vermell el Mar Jul 26, 2016 12:46 am, editado 1 vez
Re: La primera Ordalia, desafío //Misión cacería especial, Cazar un Wendigo [Aldara Sashenka y Garnet Vermell]
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