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Lider: Jhonatan Alexander
Miembros: 16
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Miembros: 12
Lider: Christa Hellemond
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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
Muestrame que se esconde tras tu orgullo -Gissel-
Spirit Soul :: Spatium :: Templo arábico
Muestrame que se esconde tras tu orgullo -Gissel-
Su destino estaba predeterminado, sabía que llegar hubiera sido más rápido por aire pero habían un par de cosas que necesitaba ver en distintos lugares antes de alcanzar la frontera además que prefería no utilizar aquella forma a menos que se viera en una situación donde no pudiera evitarlo. No se avergonzaba, todo lo contrario, gustaba de presumir su aspecto verdadero y el poder que encerraba pero muchas lecciones de humildad hicieron un poco de mella en ese antiguo placer que solía tener, especialmente aquella que vinieron a fuerza de combates perdidos y situaciones cercanas a la muerte, todas no por debilidad pero por exceso de soberbia cuando se centraba solo en burlarse de sus enemigos y vanagloriarse del poder que realmente ostentaba su persona. Todo eso quizás era bueno para otros pero para Marcus resulto ser contra producente y por tanto una actitud que debió eliminar a fuerza de necesidad.
Su caminar era lento sin embargo iba acompañado de una elegancia que tenía grabada casi en los genes. Hijo de antiguos nobles, aun siendo soldado siempre conservo ese dote de altura que tenían aquellos nacidos en la luz de esas familias aunque los años de ejercer su profesión habían convertido esos gestos en algo muy difuminado que solo se podía ver cuando se encontraba en presencia de alguien con la misma estatura social y lejos de los que alguna vez pensaron sobre su persona, nunca mostro gestos de sentirse superior a sus compañeros soldados, al menos no en estatus social aunque nunca faltaban sus “amistosas” competencias, después de todo, debía conservar aquel escalón de poder que había conseguido a pulso de esfuerzo y duro trabajo. Y con todo eso, seguía usando el mismo uniforme que ya mostraba señales de deterioro por el tiempo y la misma arma que sin importar cuantas espadas le ofrecieran, continuaba portando en el costado de su cuerpo.
En su cuello sintió no solo la primera brisa más templada pero también una gotas de agua mojaron su rostro cuando se elevó sobre una colina y vislumbro la ciudad samurái en la distancia. Ese lugar era quizás el único hogar que tenía en ese reino ajeno, realmente el único sitio que conocía como la palma de su mano y donde lo trataban como otro hijo de la casta samurái gracias a los años que paso bajo la tutela de ellos, aprendiendo sus costumbres y adoptando su código de ética aunque este último lo practicaba con un poco más de soltura que ellos pero aun así respetaba todo lo que englobaba. Allí lo esperaba una de las personas que visitaría en su camino a su verdadero objetivo y es más, mientras bajaba la colina ya pudo verla saliendo por el portón norte con los objetos que había pedido tuvieran listos. Le gustaba la eficiencia con la que trabajaban y el esfuerzo que imprimían en cada una de sus obras, fueran armas o simples adornos, utilizaban la misma energía al fabricarlos —Gracias por la pronta entrega Lizbeth pero no era necesario que salieras a esperar por mí —Dijo el azabache al llegar frente a la joven samurái, tomando de sus manos ambos objetos que puso a resguardo en dos cajas de madera, las cuales comprimió con su poder para facilitar su traslado— El pago se lo entregue a tu padre la noche de ayer y lo otro vendré a dejarlo una vez que mi viaje termine. De nuevo muchas gracias —El fénix realizo una reverencia frente a la muchacha y volvió a tomar el camino, esta vez hacia una bifurcación que se dirigía hacia las zonas cercanas al mar.
Ahora el camino era un poco más complicado, muchas colina y pequeñas montañas frenaban un poco su avance y lo obligaron muchas veces a buscar desvíos para evitarse rodearlas. Estaba evitando demasiado usar su transformación pero había un motivo para ello, un motivo quizás un tanto idiota pero lo bastante fuerte para frenarlo de pasar aquellos obstáculos volando— Desde el cielo no se ven tan empinadas pero no importa…sirve para entrenamiento —Murmuro por lo bajo, dándose ánimos mientras continuaba escalando un peñasco especialmente empinado y derruido, siendo obligado en más de una ocasión a usar su control de tierra para evitarse caer hasta la base nuevamente. Sabía que desde ese punto estaría obligado a continuar su camino de forma vertical al menos por algunas horas más pero una vez superados esos peñascos, con suerte volvería a tomar una ruta descendiente y menos exigente.
El cielo estaba pasando a una tonalidad más anaranjada, más agradable cuando se dejó caer en la cima del último peñasco. Sus músculos se encontraban agarrotados, especialmente los de sus piernas y brazos pero aun así, había logrado llegar a la cima. Por encima de su cabeza, directamente frente a sus ojos, las primeras estrellas comenzaron a brillar en el firmamento pero solo pudo ver unas pocas porque nubes volvieron a deslizarse sobre la oscura sabana del cielo, trayendo con ellas una repentina y fuerte tormenta. Esta baño en cuestión de segundos toda la superficie del peñasco y empapo al azabache, que se contuvo de protegerse hasta que su cuerpo se encontró por completo mojado. Solo entonces elevo su mano y un domo de piedra mezclado con madera lo protegido de la dura llovizna, ahora convertida en un sordo murmullo que chocaba sobre el techo de su refugio. Ese cambio climático era razón suficiente para que muchos frenaran su viaje en espera de un mejor tiempo pero Marcus realmente no tenía mucho tiempo para malgastarlo en descansar. Únicamente espero a que su ritmo cardiaco retornara a la normalidad y sus músculos volvieran a un estado más operable, momento en el cual se enderezo y desintegro el refugio, continuando la marcha que de nuevo se complicaba porque entre la lluvia y la oscuridad de la noche, era incapaz de ver nada.
Sufrió unos pocos percances, dos veces estuvo a punto de caer por el barranco y por mala fortuna, varios relámpagos golpearon cerca de su posición, destrozando el camino y lanzando pedazos de roca que en una ocasión incluso lograron sacarlo de balance, quedando suspendido sobre un pedazo de roca externo que apareció en respuesta al peligro, una reacción instintiva de sus poderes. Pero nada de eso le importaba porque necesitaba probarse, y aquí venia la razón por la que no se había transformado aun, que aún era capaz de realizar todo ese tipo de trayectos sin depender de sus poderes…probarse que sus habilidades no lo habían convertido en un inútil. Sabía que no era malo contar con sus poderes pero no siempre podría hacerlo y era necesario ver si todavía conservaba los instintos y las destrezas que desarrollo antes de que su primer dominio sobre la naturaleza despertara.
Con todo eso en mente, continuo avanzando hasta que dejo atrás las montañas y se encontró en un camino rodeado de apenas un par de árboles que de alguna manera se veían saludables a pesar de toda la aridez que los rodeaban. Más allá, aun a pesar de la tormenta que si bueno había mermado un poco, continuaba golpeando con mucha fuerza, avisto la cabaña que marcaba lo último que necesitaba hacer en Chaos antes de tomar rumbo a la frontera y de ahí, su verdadero objetivo. En el lumbral podía ver a dos personas sosteniendo unas linternas de aceite que sirvieron para que lograra encontrar el camino correcto sin sufrir algún accidente por la falta de claridad. Esas personas habían conocido a su familia, era gente buena que se mantenía alejada de las ciudades grandes y solo buscaban una vida más tranquila sin verse atrapados en los usuales conflictos que envolvían al reino— Leona, Arabella, es bueno verlas. Lamento haberla tenido esperando tanto tiempo y en este clima pero no podía esperar a la mañana —Dijo siguiendo a las dos mujeres dentro de la casa, dejando su chaqueta húmeda en la parte exterior de la casa, protegida por el pequeño techo del pórtico— Espero que no tuvieran problemas con mi pedido. No estaba seguro si las escamas y las pieles eran suficientes —Menciono caminando hacia otra puerta donde le indicaron esperaba el esposo de Arabella, quien estaba encargado de lo que había solicitado el fénix. Tras la puerta se encontraba un taller donde un hombre que era casi de la misma estatura que Marcus pero mucho más robusto, terminaba de guardar los objetos en 5 distintas cajas de roble, ya dispuestas para que el Gladios hiciera su pequeño truco para alivianar el equipaje— Alexander, aquí dejo el pago y en unos días llegaran varias cajas con objetos valiosos de cacerías que efectué hace un tiempo. Considéralos como un agradecimiento adicional por haberte echo trabajar tan aprisa —Una media sonrisa se formó en los labios del soldado mientras guardaba todas las cajas, ya con sus tamaños cambiados, dirigiéndose hacia la sala donde luego de despedirse de las mujeres, salió de nuevo por la puerta hacia la tormenta.
Ahora tenía todo lo que necesitaba para ese viaje, lo único que faltaba era tomar la frontera pero volar en ese clima era algo muy arriesgado, especialmente cuando eres una enorme ave de puro fuego así que recurrió a la segunda, igualmente arriesgada, alternativa. Recorriendo la línea costera tras la cabaña de la familia, busco más o menos al ojo la parte central del océano, guiándose un poco por las tantas veces que lo sobrevoló en su forma de fénix. Cuando halló lo que buscaba, esperó a que la última ola rompiera contra la costa antes de saltar sobre la superficie, comenzando a correr sobre un camino de hielo que se formaba bajo sus pies a medida que avanzaba sobre el agua. Aquello era arriesgado, la tormenta había embravecido al océano y las olas se agitaban con violencia a ambos lados del fénix, golpeando con brío el camino de hielo casi logrando derribarlo en más de una ocasión. Por suerte el hombre contaba con algo más que solo hielo y usando un poco de viento sobre su cuerpo, formo una especie de embudo que mantenía alejado el oleaje aunque su resistencia no era la mejor, necesitando restaurarlo luego de cierto número de golpes. Aun así se las ingenió para no frenar en ningún momento, continuando por varias horas mientras el caos a su alrededor ira mermando a medida que la tormenta cesaba y el nuevo día comenzaba a llegar.
El sol apenas había comenzado a subir en el cielo cuando piso las costas del reino de los guerreros. Su cuerpo entero parecía haber pasado por la lavadora más grande del mundo, sus ropas estaban más que empapadas y tan adheridas a su cuerpo que parecían una segunda piel. Su cabello era un desorden y que decir de sus cigarrillos, estaban más que inutilizables con toda esa humedad que soportaron pero al menos las cajas estaban a salvo. Había usado una bolsa especial que fabrico con la piel de una hidra y que al parecer fue capaz de soportar todo el maltrato a la que fue sometida sin siquiera presentar un mínimo desgarrón en la tela. Dentro todo estaba en orden por suerte, hubiera sido muy malo si esos objetos se hubieran dañado en el viaje —Seguramente ya estará en ese sitio o estará por llegar aunque quizás si me apresuro poder llegar antes —Murmuro mientras dejaba la bolsa sobre la arena y comenzaba a desvestirse, invocando un roble pequeño hueco que contenía algunas cosas que siempre llevaba como un respaldo para esas situaciones. Desnudo, doblo el uniforme y lo guardo en el árbol, sacando en su lugar una camiseta azul oscuro y una chaqueta larga de color negro junto a pantalones del mismo color que tenían a los costados detalles en plateado, terminando el conjunto con botas de combate que eran perfectas para caminar — Bien, solo algo más y poder irme —Murmuro tomando una cadena de plata que estaba en el fondo del árbol colocándola en su cuello, comenzando entonces a vestirse mientras el árbol desaparecía.
Con la nueva ropa puesta, volvió a tomar la bolsa de cuero y se lanzó a pequeña selva que lindaba con esa hermosa playa. Ahora el camino fue mucho más sencillo y menos trabajoso, solo necesitaba abrirse camino con su espada para tener una ruta limpia sin obstáculos ni repentinos cambios en la configuración del terreno. Gracias a eso, tardo únicamente un par de horas en cruzar no solo la “selva” pero también el trayecto que la separaba del gran desierto de Spatium. Allí donde vivió su primer entrenamiento y se le fue explicado todas las cualidades que un guerrero necesitaba, era donde haría esa pequeña aventura/exploración junto a su compañera Gladius —Realmente espero no llegar después que ella —Murmuro desde la cima de una columna de piedra en la entrada del desierto. Desde allí echo una mirada a todo el horizonte y luego de tomar una gran bocanada de aire caliente, se lanzó hacia adelante y con la ayuda de las corrientes de viento, aterrizo varios metros más allá de la entrada, haciendo su camino hacia la primera duna que se podía ver, sitio donde acordaron encontrarse.
Re: Muestrame que se esconde tras tu orgullo -Gissel-
Ahí se topó con varios conocidos, de todas las edades y por obviedad, se detenía unos prudenciales momentos a saludarlos, prudenciales si es que deseaba llegar a tiempo a una de sus primeras paradas, una posada bastante antigua pero encantadora por donde se la mirase, donde allí no pudo privarse de darle un cariñoso abrazo a la dueña de tal lugar, una mujer ya bastante anciana cuyos ojos verdes se llenaron de ligeras lágrimas emotivas al verla así, tan crecida, tan llena de vida. Por otra parte, le explicó que solo estaría unas horas, pero que procuraría ponerla al día de todo lo que había pasado en su vida.
De tal modo se hizo, en cuestión de algunos minutos, la pelirroja estaba en una de las habitaciones con mejor vista a las dunas, acompañada por aquella anciana que estaba preparándole lo necesario para un baño de inmersión relajante, pues la tina prácticamente estaba repleta con pétalos de rosa y tras otros momentos así de breves, algunos de ellos descansaban sobre la tersa piel de la guerrera, cuyo cabello recogido para evitar mojarlo, despejaba por completo tanto la espalda como el cuello o sus hombros. La mirada de Gissel se perdió en las dunas, por consiguiente, escuchaba atentamente a la mujer que en más de una ocasión cumplió sin necesidad alguna el papel de madre para con ella.
—Parece como si hubiese sido ayer, cuando ibas correteando por toda la ciudad, Gissel. Siempre supe que ibas a ser en un futuro una mujer con un carácter bastante especial, fuerte pero noble. No aceptabas lo que a tus ojos era injusto y luchabas por cambiarlo. En su momento, temí por ti, por tu futuro y precisamente por este mundo plagado de gente corrupta, pero eres como el fuego…imposible de adaptar y que siempre busca hacer su voluntad— Susurró la anciana, sentada a un costado, observándole quizás entre sonrisas que reflejaban verdadera felicidad por verla una vez más, sana y salva. —Pero tampoco te olvides de tu corazón—
La valkiria voleó el rostro otra vez, admirándola con curiosidad hasta que de buenas a primeras, supo a lo que se refería, negó apenas, dejando escapar una pequeña risilla. —Yo no tengo tiempo para el amor. Mi deber, mi corazón está con Chaos— Respondió con notable sinceridad, ocasionando que la mujer entrada en años y con el cabello casi totalmente blanco, volviese a posar su sabia mirada sobre la muchacha tan altanera, procediendo a dedicarle una mirada de profundo cariño posteriormente. —No lo hagas. Gissel, no eres la mujer de Chaos, ni tampoco un arma a simple disposición. Está bien que luches por quienes amas, que protejas a la gente, pero no descuides tu corazón en el proceso…eres joven, eres hermosa, pero esto no durara toda la vida ¿me explico?. Estar con otra persona no es cambiar, es seguir siendo tu misma pero con alguien más— Susurró tranquila, asintiendo ligeramente —Tu vida en algún momento va a necesitar ser respaldada o llenada por otro sentimiento, aférrate a eso o con el paso de los años, todo ese fuego ira consumiéndote. Nada de lo que yo pueda decirte será con mala intención, porque te quiero como si fueses mi propia hija, ¿recuérdalo, si?— Mencionó como punto final, cambiando drásticamente de tema…Aunque, esas palabras rondaron en la mente de Gissel en todo el sentido de la palabra.
El resto del tiempo se lo tomó a comer algo ligero, a descansar un poco y cuando fue el momento, se despidió prometiendo que regresaría pronto. Ya como último paso tenía que acudir al llamado de su compañero, ¿qué demonios le había pasado?. No lo sabía, pero para ir acortando tanto camino, tanto viaje y una posible caminata larga que no estaba dispuesta a hacer, fue sobre el lomo de su cuervo tormentoso que en cuestión de menos de la mitad de tiempo, la dejó en el lugar indicado, desapareciendo por ese entonces en un remolino eléctrico. Gissel terminó acomodando algunos cabellos con ayuda de la mano diestra, aproximándose con lentitud cuando notó la presencia del Gladius, en lo que sin más observaba con absoluta curiosidad.
—¿No pudo haber sido en un sitio más lejos?— Replicó con obvia ironía, acercándose para luego solo suspirar, observando atentamente el sitio. —Lo sé, me demoré, estuve haciendo algunas cosas e incluso aproveché el momento para descansar un poco, ponerme al día con algunas personas y…nada, aquí estoy—
Re: Muestrame que se esconde tras tu orgullo -Gissel-
Ventajosamente Marcus arribo al punto de encuentro antes que su compañera, realmente agradecía eso ya que usualmente solía siempre presentarse tarde y personalmente le disgustaba mucho. Ahora en cambio tenía un poco de tiempo para prepararse aunque ese sitio siendo el punto de inicio, solo necesitaría algo de agua y ya. Tomando de su ropa una botella que llevaba colgado, vertió parte del contenido helado sobre su rostro y cabello, disfrutando de la frescura en su piel mientras bebía un poco también. No había nada mejor que el agua fría y por suerte podía generar cantidades casi ilimitadas de la misma —Solo un poco más de hielo —Murmuró llenando todo con hielo que posteriormente derritió, reabasteciendo su botella pero antes de guardarla volvió a congelarla aunque esta vez fue por la parte externa para mantenerla a una temperatura agradable.
Lo siguiente que se disponía a hacer era comer un poco pero escucho las chispas en el aire, girando su mirada hacia la pelirroja. Recordaba que ella poseía un Pegaso así que le sorprendió un poco su llegada en esa ave eléctrica. No era la primera con la que se cruzaba pero si la primera vez que veía una domesticada y siendo utilizada como transporte —No te preocupes, yo llegue hace solo unos minutos —Indicó acercándose a la pelirroja para tomar su mano y dejar un beso en el dorso a modo de saludo —La verdad es que pensé que te gustaría. Ambos siendo de Spatium, este desierto es uno de sus lugares más hermosos además que guarda algunas memorias mias y seguramente tuyas también —Explicó luego de soltarla a la vez que giraba un poco y avanzaba sobre la duna, mirando el horizonte —He planeado un pequeño paseo del tipo que ambos disfrutamos. A unas horas de aquí se pueden encontrar las ruinas de una antigua ciudad que estoy seguro será divertido mirar además de otras cosas en medio del camino —Comentó mostrándole una suave sonrisa mientras envolvía sus piernas en una delgada capa de viento — Trata de seguirme el paso —Señaló luego de mover su pierna derecha, impulsándose hacia el cielo.
Las distancias se veían mucho más cortas cuando iba por el cielo, realmente facilitaba mucho no tener que avanzar a tropezones por la ardiente arena además que a esa altura, la brisa se volvía un poco más fresca. Su velocidad era estable, manteniendo un trayecto recto aunque cada tanto llevaba sus ojos a las dunas, asegurándose de no desviarse. Para muchos seguramente todo se vería igual pero luego de los años que paso sufriendo en ese pequeño horno, aprendió a distinguir los mínimos detalles que diferenciaban un montículo de otro —¡En unos…30 metros daremos un giro! —Exclamó el azabache sin regresar a ver ya que tenía la certeza de que su compañera le seguía los pasos. No dudaba que la única razón por ir delante era que conocía el camino y ella no.
Efectivamente cuando se cumplió la distancia, Marcus incremento el viento alrededor de sus piernas y realizo un giro repentino hacia la izquierda. El camino que ahora se abría ante los guerreros era más escarpado, lleno de dunas mucho más altas e incluso alguno que otro pilar de piedra que caprichosamente había sido esculpido por los inclementes vientos. El fénix mantuvo silencio por cerca de unos dos kilómetros, analizando lo que se presentaba ante sus ojos hasta que hizo otro giro brusco y se lanzó en picada entre varias dunas — ¡Cuidado con las piedras! —Indicó a viva voz mientras se internaba entre las cuatro dunas doradas.
Fue un descenso bastante rápido una vez que paso la parte de arena y llego al pequeño oasis escondido en el fondo. Aun recordaba como encontró ese paraíso, un accidente al caer desde la cima cuando recibió un golpe de calor —Me alegra mucho que aun se encuentre intacto —Murmuró al acercarse a la orilla y hundir sus manos, sintiendo el agua a una temperatura más fría de lo que podría ser normal. Ese manantial era alimentado por una afluente subterránea que siempre mantenía una temperatura muy baja y por lo tanto, ideal para revitalizar a viajeros agotados —Cuando llegue seguro querrá mojar su cabeza…yo mientras aprovechare y buscare comida —Pensó en voz alta mientras daba un par de saltos, comenzando a subir una de las tantas palmas donde recordaba se daban cocos y otras frutas tropicales.
Cuando llego a la cima no solo encontró algo para comer sino también una especie de choza miniatura fabricada de piedras y madera —No lo creo —Era el refugio que usaba cuando iba a refrescarse a ese lugar. Estando tan lejos de las tierras donde practicaba había diseñado eso para poder dormir sin problemas aunque viéndolo ahora como adulto, cualquier animal volador pudo haberlo usado de cena o incluso alguno terrestre con suficiente fuerza como para derribarlo.
» El orgullo se lleva en la sangre [Jhon] [+18]
» Cuestiones de orgullo y honor [Priv: Takeshi Kotarou]
» Tras la Cascada [Indivisa Manent]
» Tras el caluroso atardecer [Takumi]
Spirit Soul :: Spatium :: Templo arábico
Vie Nov 04, 2016 6:33 am por Auros
» (Misión Rango 2- Caza un Chameleo) En busca del bicho ♫ Privado con Morgana Deveraux y Ranmaru Murakami ♫
Vie Nov 04, 2016 6:32 am por Auros
» Trapped in the swamp - Rng.4: Pantano Infestado [Atreyu ft. Rosette - Marduk]
Jue Nov 03, 2016 11:00 am por Auros
» — TORNEO DE GREMIOS [Categoría Amateur] — BRÜDER OF FIRE vs INVICTUS [Finalizado]
Jue Nov 03, 2016 12:06 am por Auros
» Ataque a mar abierto [Priv. Klaus, Vinnie, Blasius, Ilaira]
Mar Nov 01, 2016 10:37 pm por Klaus
» Tu hogar es tu refugio, pero no acabes encerrado en él [Priv. Atreyu]
Mar Nov 01, 2016 6:18 pm por Atreyu
» —Registro de Rangos [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:27 pm por Christa HelleMond
» —Registro de Cuentas [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:24 pm por Christa HelleMond
» —Registro de apellidos [Opcional]
Lun Oct 31, 2016 7:16 pm por Christa HelleMond