Re: Intereses en común [Semi privado — Piratas, Revos y Neutros]

por **Isela A. Ichinose** Vie Ago 12, 2016 5:10 pm

Cuando por fin subieron a la embarcación, la fémina notó la espaciosa cubierta y por ende la tripulación restante con la que contaba el pirata Takeshi…Arqueó una ceja, mirándoles siempre de manera sobradora a los “piratas menores” en lo que con mucha seguridad al respecto se atrevió a recorrer solo un poco, al menos hasta que los demás fueron llegando y entonces…comenzó a analizarlos cuidadosamente…De momento parecía que en su mayoría eran revolucionarios, si, Isela tenía como minino algún informe base de cada uno de ellos…Gracia la causaba, así que fue inevitable que dijese las demás palabras que a continuación marcaron su poco buen humor respecto a algunas revolucionarias faltantes. —Es un placer contar además con la presencia de Iris, Maya, Grommash y Jabaku. Al parecer son los únicos revolucionarios que en verdad parecen interesados en marcar la diferencia. Qué pena…no puedo decir lo mismo de Backsoul, Akuma y Kuran— Suspiró, observando atentamente al revo Tech que actualmente mantenía controladas ciertas acciones revolucionarias en el reino de Tempus, sonriéndole obviamente con tranquilidad. —En efecto, la mayoría de los aquí presentes no tienen mucha idea de lo que está pasando. Y como el ex revolucionario Takeshi parece que es un poco tímido para aclarar los puntos, he de decir que estamos aquí por una supuesta oferta que a decir verdad, es tentadora—

El viento volvió a soplar con algo de fuerza, meciendo sus largos cabellos con delicadeza en lo que al mismo tiempo, solo continuaba. —Creo que no hay necesidad de presentarme pero los modos jamás deben perderse. Mi cabeza sobre una estaca es la gran fantasía del monarca conocido como Lord. Soy Astartea, conocida tal vez como Isela Adramelech Ichinose, y en vista que mi esposo requirió ocuparse de otros asuntos, como segunda al mando tengo autoridad para obrar cuando él no puede hacerlo—

Tras observar el barco ahí, asintió nuevamente con delicadeza, no sin antes morderse el labio con esa innata coquetería de la que Astartea podía presumir libremente. —Sorprendente es el hecho que esta proposición viniese de mano por uno de los piratas. En resumidas cuentas, Takeshi es un ex miembro revolucionario, al igual que Astrid…quien actualmente es una Rubinus. Vaya desperdicio— Retomó una pequeña pausa, observando atentamente a cada uno de los presentes. —Esta noche se estaría planteando la supuesta y futura pero no muy lejana invasión a Tempus. Los piratas desean un territorio en especial, pero me temo que solos no pueden invadir ni tampoco resistir los ataques de la nación gélida…Es ahí donde ingresamos nosotros, que Tempus acuse a la revolución de un atentado a sus dominios me importa poco. Pero lo que sí quiero saber, ¿Qué obtendremos nosotros a cambio en caso de aceptar y respaldar sus acciones?— Esta vez, observó al principal de ellos con absoluta atención y un matiz serio en su rostro.

—No mal entiendas, no pregunto por nada en particular…sin embargo, he aquí la cuestión. La oferta debe ser tentadora como para que exponga a mis revolucionarios a los ataques de un reino decadente a nivel de milicia— Planteó con seguridad en lo que hablaba, solo para continuar abanicándose en movimientos delicados con la mano izquierda esta vez. —Recuerdo muy bien mis días de Vicealmirante, la formación era otra, mucho más digna. Sin embargo, parece ser que la ministra actual es deficiente para poder proteger por si sola su reino, y sus perros…ladran más de lo que puede morder. Estoy segura que si ahora mismo enfrentásemos a los revolucionarios contra los soldaditos de Tempus, la batalla terminaría favorablemente para nosotros en un abrir y cerrar de ojos. Aunque, creo que Jabaku es la más indicada para confirmar la situación actual de Tempus—

Tras desplazarse un metro y medio hacia la izquierda, procedió a tomar asiento para estar más cómoda…siempre manteniendo esa postura recta como tan bien cuidada. —Dispuestos estamos tanto neutrales como revolucionarios a oír la oferta, Takeshi— Finalmente, observó de reojo a la fémina que dijo presentarse como Hikari, su nombre tal vez le sonaba a algo…pero vagamente no alcanzaba recordar estrechamente a que, así que terminó por atribuirlo a una ligera confusión del momento.

por **Zwei** Sáb Ago 13, 2016 7:43 pm

Las instrucciones habían sido claras. Le tocaba esperar en el barco. Como si fuese un chucho, un maldito perro que se queda esperando a que sus dueños vuelvan de revolcarse en una casa rural durante el fin de semana mientras se alejan del estrés de la ciudad. Unos malos dueños, eso sí. Por suerte, ella no tendría que esperar un par de días, si no un ratito de nada. O eso creía. La paciencia no era su fuerte, y pronto empezó a aburrirse más de la cuenta.

Se había subido en el carajo (previamente echando al vigía) para poder estar más pendiente de la llegada de los invitados. Si aquella reunión salía en buenos términos, los revolucionarios y la tripulación de Kotarou Takeshi comenzarían una invasión contra Tempus. Nada fácil, pero sí tentador, teniendo en cuenta que la recompensa sería una isla para ellos solos. Un buen territorio donde asentarse, algo mejor que ir deambulando de puerto en puerto.

Por supuesto, su aburrimiento le gritaba que hiciera algo más que mantenerse de brazos cruzados mientras miraba al horizonte. Fumar para relajarse un poco y calmar su impaciencia estaba completamente descartado — un descuido y aquello acabaría pareciendo la biblioteca de Alejandría, fuese lo que fuese eso. Así que, tras una media hora aproximadamente, sucumbió a la tentación de generarse una pequeña botella de ron. No era del tamaño de las que colocan de muestra en los hoteles, pero sí un poco más pequeña que las ordinarias. Disfrutar de una bebida no iba a causar ningún problema, ¿verdad?

Dos.

Tres.

¿He mencionado que su hígado es de hierro? Tan de hierro que consumiendo alcohol no le ocurría nada… pero sí cuando lo generaba. Y obviamente, ¿para qué iba a bajarse de ahí arriba para buscar alguna bebida, pudiendo crearla ella?

Para cuando había perdido la cuenta de las botellas que llevaba encima, oyó una suave voz femenina desde abajo. No podía ver quién era, puesto que se había colocado en una posición un tanto peculiar: con la cabeza apoyada en el mástil, la espalda en el suelo del carajo y las piernas colgando por encima de la barandilla del mismo. Se hacía a la idea de quién podía ser, pero le daba demasiada pereza bajar en ese instante. Mejor se quedaría escuchando atentamente, que era lo importante.

Sin embargo, cuando la revolucionaria se autodenominó como Astartea, la pirata dio un pequeño respingo — sí, había intuido que era ella, pero por alguna razón, se había sorprendido de todos modos. Bah, seguramente era porque estaba como una cuba. Colocó las piernas en el suelo del carajo e intentó levantarse apoyándose en el mástil, gruñendo ante el emergente malestar muscular por haber estado tanto tiempo en aquella posición tan extraña. Se apoyó en la baranda para mirar a los recién llegados. Probablemente el capitán se acordaría de todos sus antepasados en cuanto la viera ahí subida… y ebria. Pero a esas alturas del discurso era él quien tenía que ponerse a hablar en lugar de fijarse en lo que estuviese haciendo, así que mientras estuviese ahí quietecita y sin armar follón, no tendría por qué recibir un capón de proporciones cósmicas en cuanto se cerrase el trato y los revolucionarios y demás mindundis se marcharan de allí. Pero no se dio cuenta de que su propio peso iba a jugarle una mala pasada. Más bien, lo mal que estaba repartiendo el peso entre sus manos — apoyadas en la barandilla — y el resto de su cuerpo. Y así fue como se precipitó, mástil abajo. —¡Pero que me ca-!—

¡CRASH!

De milagro no se había roto algo. Había unas cuantas cajas justo donde había caído… solo que ahora estaban rotas y con todo el contenido esparcido. —¡Me cago en el que hizo los planos de este barco y en toda su puta estirpe!—exclamó, con un acento particular, probablemente por culpa del alcohol. Se levantó torpemente y muy dolorida, llena de magulladuras, contusiones y heridas varias, sin ser consciente de que probablemente habría armado mucho alboroto. De lo único de lo que se preocupaba ahora era de intentar sacarse toda la madera del cuerpo lo más rápidamente posible. —¡Joder, voy a tener astillas hasta en el culo!— Levantó la vista, arrugando el ceño, dándose cuenta de que estaba muy cerca de todos los que se habían reunido.

—…— Bien que la había cagado.

por **Grommash Hellscream** Sáb Ago 13, 2016 8:00 pm

Gromm desconfió un poco al ver como en la reunión había inclusive una niña, quizás era algún rito satánico que la incluía, eso le erizo la piel, no le gustaba inmiscuirse en temas de demonios, le daban muy mala espina. Muchas palabras se le escapaban, las entendía pero no podría repetirlas todas y como era obvio no era nadie para echar a los que consideraba débiles. Sin embargo, había algo que la ley de Gromm no permitía, y era poner a niños y ancianos venerables en peligro. No señor, Gromm sabía que era considerado una bestia pero era una bestia con integridad.

Entonces empezó la marcha hacia el barco, y antes de subir el gigantesco ser se paró frente a la niña y se acuclillo para quedar más o menos a su altura. No sabía las palabras correctas ni si estaba bien visto según las costumbres humanas que el hablase por todos los presentes, pero puso su gran mano frente a la niña, una mano tan grande que cada dedo parecía un gran plátano.

-Guerra mala, Guerra no niños. Tu ir con madre… irte!- Dijo moviendo su mano para que la pequeña se fuera.

El navío entonces llego y Gromm volteo a ver la embarcación, se levantó y se movió raudo entre la gente para abordar. Cuando volvió a ver dónde estaba la niña ya no estaba y todos estaban abordando, quizás le había entendido y se había ido a su casa. Era lo mejor, odiaba cuando los jóvenes sacrificaban su vida en una causa vana, pero pro dios era una pequeña que siquiera había pasado por el Om´riggor, un ritual de su gente donde pasaban de ser niños a adultos, ritual que practicaban a los doce años después del nacimiento y era cuando obtenían su nombre de adulto.

La jefa de Guerra hablo complicadas palabras que entendió a la perfección, eran palabras de guerra, cuando ella menciono su nombre con sus gráciles labios la bestia no pudo contener un gran y enérgico Lok'tar! Al tiempo que levantaba su gran hacha la Aúllavísceras. En su lengua primitiva significaba victoria. Y solían decirlo cuando les nombraban en las historias de guerra o en las estratagemas, una forma de asentir y estar de acuerdo con los planes de guerra. El estudio de la lengua común por su parte fue lo peor, no tenía la suficiente fuerza mental para recordar pronunciaciones pero su oído rápidamente se acostumbraría, hablar sería complicado porque para pronunciar ciertas cosas en otros idiomas hay que ejercitar músculos diferentes, por ello casi todas las lenguas son únicas.

“Invasión” se coló en su mente, una palabra deliciosa una palabra que escucho cuando las fuerzas del lord atravesaron las defensas del valle donde vivía, el lugar donde todo había sido arrasado, al fin tendría oportunidad de dar rinda suelta a todo su poder, al poder que no pudo usar cuando fue atacado, ahora esgrimiendo nuevas técnicas era muy probable que fuera distinto el resultado y si moría, pues no importaba mucho porque morir por una causa es lo mejor que le podría pasar.

La jefa de guerra hablo de un trato pero principalmente que tomaríamos una ciudad de Tempus, esa donde los humanoides, enclenques humanoides se debe mencionar son amantes irracionales de la paz, un reino en la ruina militarmente que se jacta de tener la vanguardia en cosas sin sentido como ropa y transporte.

La jefa de Guerra le dio paso a otra persona que tenía que hablar pero ocurrió algo raro. Uno de los piratas, una delgaducha mujer, tanto o más que la jefa de guerra se había venido sobre un montón de cajas haciéndolas añicos… el plan de invasión no le pareció muy profesional al gigante y se replanteo el volver nadando a la playa.

El gigante al sentir el estrépito se sobresaltó y su hacha rugió en su mano, pero solo cuando vio que todos estaban atónitos comprendió que era otro tripulante. Se acercó pesadamente, con su gran cuerpo golpeo a un par mientras pasaba y bruscamente aparto a un par más que no se movían y parecían que estallarían en carcajadas. Con un rostro duro y serio lleno de arrugas propio de su raza le tendió una mano a la muchacha para que se levantase. Sería demasiado maleducado aprovechar ese impulso para echarla por la borda?, quizás sería mejor que los que no puedan luchar se quedasen en tierra o en el agua tal vez?.

-Throm-Ka... tu bien?- pregunto el gigante al tiempo que levantaba la vista... la jodida niña estaba en el barco. La vena de su cuello estaba a punto de reventarse.

por **Kiss Shot** Dom Ago 14, 2016 4:00 pm

Grande era su paciencia, sin embargo se reducía bastante al momento de encontrarse con tantas personas a su alrededor.Había abordado aquel enorme barco simplemente caminando junto con varias personas que allí se encontraban, no quiso llamar demasiado la atención ya que realmente no era eso lo que buscaba, después de todo la razón por la cual accedió fue el horrible deseo que tenía por vengarse de cierta manera del gobierno, aunque no especificamente por rencor hacia este bando.. simplemente el trato que recibió en Arcadia no fue exactamente el más justo, quedar mano a mano era lo más indicado en aquel momento, o al menos así lo pensó la femina de cabello dorado. Era muy observadora, sus orbes color miel se fijaban en diversos detalles que en poco influían.. pocos con la madera y el deseo de venganza... la falta de odio realmente le incomodaba para ella, después lo arreglaría.

¡Vaya! ¡Un grandote primitivo se había colado también, cosa que le llamó bastante la atención... si, lo molestaría más tarde, tenía la poca paciencia que tanta disfrutaba hacer estallar y además de eso le pondría algo de ánimo a la situación, sin embargo las palabras de la lider de la futura invasión llegaron primero, la rubia se mantuvo bastante cerca del enorme sujeto que al parecer no vocalizaba correctamente, pero evitó molestarlo por el momento... y dispuso a escuchar las palabras que la "jefa" tenía en la cabeza y planear tanto para molestar al Lord y ganar un poco de terreno era algo bastante arriesgado a su parecer.- De verdad está loca, señorita Ichinose.- Mencionó como comentario general. Pero admito que tiene agallas para Desafiar al Lord, es tan sanguinario como hace 100 años, y el agujero de Arcadia está peor que nunca, me costó salir de ese maldito agujero- Apoyó su peso en contra del Grandote, como si se sosteniera con su brazo contra una pared y continuó con su habla. Sin embargo, me gusta la acción.. quiero ver que sucede, así que le apoyaré con lo que pueda.- luego desvió su vista hacia otro lado.. precisamente hacia el destrozo de la pirata.

El estruendo se escuchó alto y claro, y una mujer de cabello castaño permaneció en el suelo sobandose el culo, mientras que maldecía con fuerza y ganas, ¡Vaya boca la que tenía!. -Deberías lavarte la boca y el culo, niña bonita.- Pues un liquido comenzó a esparsirse por el suelo, Mientras tanto la rubia se vió la mano izquierda y comenzó a frotarse las uñas en contra de su ropa, para limpiarlas un poco. -Creí que el que haría destrozos sería este grandote de cabeza vacía, pero resultó ser una chiquilla ebria.- Sonrió levemente, quería ver la expresión de todos al ver como la había cagado la estúpida pirata. ¿Qué es esa cosa?.. huele a alcohol. Continuó apoyada en contra del mastodonte que tenía al lado. -Gran desperdicio.-

por **Jabaku Fūenjin** Dom Ago 14, 2016 6:00 pm

Suerte tuvo la pelirrosa de no verse en la obligación de esperar demasiado a que la reunión se hiciese… “oficial”, pues en seguida comenzó a hablar la segunda al mando del lado de los revolucionarios, Isela. No recordaba haber tenido el honor de verla en persona en el pasado pero por supuesto que sabía sobre ella, lo que todos sabían y poco más que le habían contado. Se limitó a asentir ante las palabras de la contraria cuando fue mencionada por ésta así como a la sonrisa que le dedicó, como una especie de reverencia en contestación para luego apoyarse en el primer lugar que vio cerca de su posición, la barandilla exterior del barco que quedaba en dirección a tierra. Prefirió mantenerse en silencio mientras la mujer se presentaba y continuaba con las explicaciones pertinentes sobre qué era lo que les había llevado hasta ese lugar para esa extraña reunión. Según lo que pudo comprender los piratas querían invadir Tempus y buscaban el apoyo de los revolucionarios para dicho fin, no pudo evitar hacerse mentalmente la misma pregunta que había hecho su jefa en voz alta, ¿Qué obtendrían a cambio de dicha cooperación? No es que los piratas fuesen precisamente personas de confianza pero al parecer ya se conocían de algo, no quiso decir nada al respecto sobre un tema del que no tenía el conocimiento suficiente, ya tendría ocasión de hacerlo luego. Primeramente se mantuvo en silencio mientras continuaba hablando sobre la situación en Tempus, mas pronto tuvo la ocasión de hablar ella misma, era lo más lógico si se tenía en cuenta que ella era la única que había estado residiendo en dicho reino y analizando sus puntos fuertes y débiles por igual.

-La jefa lo ha descrito bastante bien en realidad. El ejército de Tempus es de risa, se esfuerzan demasiado en fortalecer las murallas y prácticamente nada de fortalecer a sus hombres, sin ayuda de los otros reinos son en este momento muy vulnerables…- Apenas había terminado de hablar cuando escuchó el fuerte estruendo cerca de su posición y por instinto sujetó la vaina de su katana, dejando ver parte del filo de la misma al empujar la tsuba con el pulgar, sin embargo pronto se dio cuenta de que no se trataba más que de una pirata borracha que se había caído de lo alto del carajo. Dejó su arma para volver a tomar el kiseru que casi se le había caído y recuperar su postura calmada, llevándoselo a la boca. -Bonito espectáculo…- Comentó con cierta molestia, había imaginado que se suponía de una reunión seria pero ya empezaban a salir los payasos al escenario, tenía la esperanza de que no fuese más que una aparición breve y la reunión pudiese volver a lo que era originalmente. Dejando a un lado el estropicio causado por la pirata, dirigió su atención a la otra mujer que se encontraba ahí también y que se había dirigido directamente a Isela, parecía resentida o molesta y escuchando la palabra “Arcadia” tampoco necesitaba saber muchos más detalles, no es que fuese poco conocida precisamente. -Dudo mucho que el Lord esté esperándonos en Tempus echado en una tumbona pero estoy segura de que, si finalmente colaboramos en ésta pequeña escaramuza, le pondremos contra las cuerdas. No creo que le haga especial ilusión ver sus reinos siendo conquistados- Estaba haciendo un esfuerzo inhumano para hablar lo más correctamente posible al tratarse de una reunión importante, mas incluso en ese momento se le escapaba alguna palabreja poco adecuada a la situación.

Estaba deseando ver caer finalmente al Lord, pero le gustaba más la idea de acorralarlo a base de invadir y conquistar los reinos uno a uno, si bien derrotar a un enemigo en combate es placentero, lo era aún más ver como iba perdiendo terreno poco a poco, disminuyendo su número de efectivos y finalmente siendo rodeado por todos lados. ¿Que le gustaría ser ella misma quien le arrebatase la vida? Por supuesto que sí, no tenía nada personal contra él pero era la máxima autoridad de un gobierno que detestaba, por desgracia sabía que ese honor no recaería en ella, ni tan siquiera se veía en condiciones de retarle a un combate al menos en su estado actual…

por **Lilith BlackSoul** Lun Ago 15, 2016 6:36 am

Las tropas de Tempus se habían quedado debilitadas en los últimos tiempos por lo que ahora más que nunca se hacia atractiva la idea de atacar el reino, ¿para que? sinceramente a Lilith poco le importaban los premios materiales, lo suyo como ya saben los que la conocen son los trofeos corporales.
-¿Que se sentira al decapitar al almirante?-, pensó mientras caminaba en silencio por la costa de aquella isla, obviamente como siempre llegaba tarde pero justo para escuchar como Isela, la segunda al mando de la revolución revelaba los planes a los allí presentes.
Su odio a Tempus era evidente, pero ¿que narices hacían allí aquellos piratas?. -¿Acaso quieren probar a King Saw?-, musitó mientras una sonrisa maliciosa se formaba en su dulce rostro.
Decidió esperar antes de atacar, un movimiento en falso y las cosas no acabarían bien para nadie, también estaba la lider de los cazarecompensas, y en ese mismo instante adivino que aquello se trataba de una alianza, extraña pero al fin y al cabo alianza.

Isela pronuncio el apellido de Lilith con cierto tono de decepción, si supiera que ella si estaba presente pero en modo sigilo la cosa hubiera tenido bastante más gracia, "BlackSoul", nunca un apellido había sido tan adecuado para una persona que el que la propia demonio poseía y en cierto modo adoraba.
Las palabras de astartea siempre tan correctas pero tajantes confirmaban lo que la azabache tenia en mente, la invasión a Tempus era inminente y da la casualidad de que justo antes de ascender a revolucionario de élite Lilith había formado parte de los revolucionarios Tech, por lo que conocía Tempus a la perfección.

Después de analizar la situación decidió salir de su escondite y presentarse a los allí presentes; -Buenas noches queridos amigos, mi nombre es Lilith BlackSoul, formo parte de la revolución y suelo permanecer en las sombras para los que aún no me conozcan. De más esta decir que apoyo firmemente cualquier decisión tomada por la señora Isela y estaré feliz de ser vuestra aliada si el plan se lleva a términos finalmente.- Sentenció mientras se posicionaba cerca de Astartea, quizá demasiado pero queria saludarla cordialmente; -Disculpe la presentación tardía mi señora, decidí permanecer entre las sombras por si en algún momento intentaban atacarla pues como ya sabe no me fio de nadie, aunque se que no lo necesita sentí la necesidad de ser una especie de guardaespaldas de su persona, disculpe el atrevimiento-. Le susurró a la neflim con sumo respeto, no conocía aún a Isela enfadada pero no tenia ninguna intención de conocerla en estas circunstancias.

por **Maya Natsume** Lun Ago 15, 2016 4:38 pm

Giró la vista al mar, estaba en calma, la noche era clara. Unos cuantos más se añadieron a última hora, se tenía que estar preparando algo gordo. Comenzaron a moverse, siguió al grupo cuando una criatura extremadamente enorme y musculosa se acercó a ella, agachándose para aconsejarle que se fuese a casa. - "¿Y este quién cojones se cree que es?” - Le estaban entrando unas tremendas ganas de darle una patada en la espinilla, ya que era la única parte de su cuerpo a la que llegaba con facilidad, o un mordisco en uno de esos grotescos dedos de le señalaban intimidatoriamente. Pero debía mantener la compostura, lo mejor sería ignorarlo y seguir a su aire.

Mezclándose entre la gente subió al barco. No tenía intención de cambiar de forma, así que encontró unas cuantas cajas apiladas en una posición perfecta para poder observar todo lo que pasaba en cubierta. Encaramada en lo más alto de las cajas la vio de nuevo. En la playa le llamó la atención, pero ahora, tras sus palabras, no tenía ninguna duda - “¡Que fuerte! La mismísima Astartea!” - Exclamó en voz baja con los ojos abiertos como platos en cuanto la reconoció. Había oído tantas cosas sobre ella, si realmente eran ciertas tan solo la mitad, sin duda se encontraba frente a mujer que se había reinventado a ella misma. Alguien digno de admiración y profundo respeto. Prestó atención a cada palabra que pronunciaba, no tenía muy claro si era buena idea o no venir aquí. Pero tras la breve introducción, se sintió motivada, que estaba en el lugar correcto, que fue todo un acierto venir aquí.

Jamás había tratado con un pirata, es más no sentía empatía alguna por ese gremio, pero tras escuchar a Isela, si hacía falta ayudar, lo haría, sin dudarlo. Si había que atacar Tempus o el mismo castillo del Lord, estaría la primera, con su katana y sus tessen. Pero no todo dependía de ella, un tal Takeshi, al parecer el líder del otro bando, era el que tenía que negociar el acuerdo, y aún no había pronunciado palabra.

De pronto notó cómo algo se precipitaba a su posición, por reflejo salto de las cajas para caer justo al lado. - “ ¿¡Pero qué..!?”- Una mujer se había arrojado desde ¿el mástil? aterrizando sobre lo que ahora eran los restos de tablas y astillas de madera. No pudo contener una risita, pues la mujer que se encontraba tirada en el suelo parecía medio ebria, o tal vez simplemente estaba mareada por culpa del tremendo golpe…. - “Otro no lo contaba…” - Su lenguaje le resultaba gracioso, ya que era como ella, soltando más insultos que palabras.

La risa se le cortó de golpe al ver al tío enorme de la playa que se acercaba para ayudar a la mujer a levantarse. Observó como la vena de su cuello adquiría una textura peligrosa. - Oye, espera un momento, antes de que te vuelvas loco, mira - Recolocó el cinturón de su hakama y colocó la larga katana en el, sujetándola con ambas manos cerró los ojos concentrándose, su cuerpo poco a poco fue cambiando de apariencia, adoptando su real forma, la de la mujer que realmente era. - No soy una puta niña, ¿te queda claro? Así que deja de darme la brasa con que me vaya a mi casa o te parto en dos… - No era una amenaza, era más bien una advertencia. Ya se estaba cansando de la actitud del tipo este, a ella nadie le mandaba a su casa, más que nada porque no había donde ir.

por **Iris Night** Lun Ago 15, 2016 8:59 pm

Por lo menos la noche seguía siendo tranquila, ya que una joven comenzó hablar y contar de que iba a tratar la reunión, algo interesante para ser honesta pero para mi gusto no tanto, yo no estoy con nadie y voy libre sin que me den ordenes, tranquilamente me podía ir de aquí pero mi curiosidad me ganaba y bueno tenía que satisfacer esa curiosidad. Mientras Isela proseguía hablando, yo puse mi guadaña firme en el suelo para saltar y mantener equilibrio en esta, sus palabras eran firmes y mostraban confianza en si misma, el asunto se puso algo divertido cuando dijo de invadir Tempus para que los piratas tengan un terreno fijo y todo eso, ademas de que le daba igual si nos echaban la culpa (Algo que aclaro por lo menos). El paisaje que se podía apreciar desde el barco era magnifico, así que como si me diera igual todo, mi vista fue hacía la luna que reflejaba delicadamente el mar.

-¿Así que molestar al Lord?- pregunte sarcásticamente para mi misma mientras escuchaba a los demás hablar, era algo divertido saber que también lo íbamos a joder un rato con todo esto, ademas de pensar en como sería todo pero los espíritus que se encontraban en el barco (¿Enserio, hasta en el barco?) comentaban que era un ser bastante desquiciado cuando perdía la cordura y todo eso, a lo que solo pude escucharlas y no preguntarles el porque ya que estaba en un lugar rodeada de personas. Pero luego escucho un estruendo y a una muchacha insultar a todo pulmón para que luego una rubia le respondiera, también al ver el espectáculo la observe bien -Si estas arriba de algo, lo logico sería no tomar alcohol- digo con seriedad mientras una pequeña sonrisa de sarcasmo aparecía en mis labios (Cosa extraña, no?) pero luego volví a observar al paisaje mientras escuchaba que decía que el ejercito de Tempus era un mal chiste pero luego me quede pensando en muchas posibilidades que podrían llegar a pasar y como nos podría jugar en contra. -No tendríamos que estar tan confiados por si acaso- agrego con tono frió y firme, mientras que observaba de reojo a todos los presentes, no quería pasar un mal rato ademas sería un dolor de cabeza estar escuchando si nos llega a salir mal que tendríamos que haber estado atentos y bla bla bla.

Luego entre las sombras aparece otra joven presentándose y diciendo que apoya firmemente en todas las decisiones que tomara la "jefa", ademas de decir que no confía en nosotros, que estaba como guardaespaldas por si la llegáramos a atacar y todo eso, yo no ataco por atacar si no me dan un motivo bastante serio o si es para defender mi vida, honestamente no tengo motivos para atacar pero los demás que estaban en el lugar piensan de forma muy diferente a mi pero no creo que sean tan estúpidos a atacar a alguien que muestra que tiene mucho poder para acabar con todos nosotros si lo quisiera.

por **Kotarou Takeshi** Mar Ago 16, 2016 6:04 pm

Era un poco tensa esa marcha, Takeshi podía percibir que las cosas iban a tomar un camino muy complicado si no tenía un cuidado extremo en sus palabras. No le preocupaba demasiado la presencia de la revolucionaria, de una u otra manera estaban a un nivel relativamente parejo en combate pero eso si la enfrentaba en solitario. La mujer estaba acompañada por una comitiva bastante amplia que solo parecía continuar creciendo a medida que pasaban los minutos, llegando a ser bastante completa cuando arribaron a la cueva que funcionaba como puerto rudimentario —Dentro de este lugar se encuentra mi nave. Si gustan seguirme, les mostrare donde —Indicó el demonio luego de entrar y hacer que el camino de cristal desapareciera finalmente.

Según pudo apreciar su tripulación fue capaz de preparar todo en el corto tiempo que tuvieron. La cueva tenía un aspecto más presentable, incluso podía pasar como una guarida en lugar de un escondite de oportunidad. Por otra parte la nave en si misma se encontraba iluminada por los faroles de aceite y en la cubierta estaban colocados distintos muebles para volver más cómoda la charla. Era agradable ver como sus compañeros eran capaces actuar como debían cuando la situación lo requería —Si gustan pueden subir ya a la nave o descansar en la orilla. Aun no partiremos, ya que el oleaje podría provocar un accidente —Explicó el pirata mientras subía a la cubierta de la nave. Todo en apariencia estaba en orden pero no se fiaba del todo…especialmente por un par de personas que llevaba en la tripulación que ya tenían un historial de sus destrozos y como llamado, no tardó en darse el problema.

Fue mientras Takeshi escuchaba hablar a la revolucionaria que esa pirata, si es que podía ser llamada así, apareció de esa manera tan peculiar en medio de la reunión. Usualmente era motivo de risa para el azabache pero teniendo a “invitados” tan volátiles en su nave además que el tema que estaban tratando requería un cierto grado de seriedad que esa mujer acababa de destrozar por completo —Zwei…—Un suspiro de resignación junto a un pequeño gesto con sus manos fue lo único que hizo en ese momento antes de girar hacia su anterior líder —Isela…en un momento expondré lo que deseas saber pero primero…necesito arreglar esto —Dijo con la más fría calma que pudo mostrar mientras giraba otra vez y caminaba hacia la torpe mujer.

No solo había destrozado parte de la mercancía, algo ya de por si suficiente para ser castigada, sino que también rompió muchas botellas de un licor que no era fácil de conseguir en ningún reino. Además de eso había pedido específicamente que tuvieran mucha precaución en el modo de actuar cuando estuviera la revolucionaria en la nave…tanto por la integridad de la misión que tenía planeada como también por la misma seguridad física de todos —Fui bastante claro creo yo…cuando pedí que mostraran la mejor actitud posible ¿Verdad? Y generalmente encuentro hasta cómicos muchos de tus accidentes pero…esperaba que al menos esta vez tuvieras un poco más de cuidado —Dijo aun manteniendo la calma pero mostrando signos de enojo en su cuerpo ya que tanto su cabello como sus ojos comenzaron a cambiar de color —Ahora…sé que puedes reemplazar el licor que regaste y no me malinterpretes, vas a reemplazarlo pero por el momento, te prefiero lejos de todo sitio donde puedas causar otro accidente —Indicó el hombre al mismo tiempo que a su espalda se formaban una gran cantidad de cuerdas resinosas nacidas del mismo mástil del barco —Agradece que perteneces a mi tripulación…sino ya estarías sirviendo como comida para las bestias de este océano —Murmuró al mover su mano izquierda, lanzando las cuerdas hacia la mujer de manera que fue no solo rodeada pero arrastrada hasta quedar adherida y colgando de cabeza del mástil —Ahora si…—Un nuevo suspiro se dejó escuchar mientras usaba su poder para restablecer las botellas y las cajas, además de atraer un sillón de madera donde tomo asiento para posteriormente posar sus iris rojos en la multitud.

Esta reunión fue para proponer a la líder y por extensión a todos ustedes…que nos ayuden en un plan que vengo preparando hace mucho tiempo —Indicó el azabache mientras volvía a mover su mano, haciendo aparecer un tablero bastante grande de madera en medio del navío junto a un sin número de piezas de cristal en ambos extremos —Durante varios meses estuve estudiando los tres reinos y llegue a la conclusión que en este momento el más factible para ser atacado es el reino de Tempus. No solo por su falta de soldados sino también porque estratégicamente tiene muchos territorios que nos servirían a los piratas pero tenemos un problema —Dijo moviendo un pequeño grupo de piezas hacia adelante —Somos una fuerza muy limitada y no tenemos los recursos necesarios para lanzar esta empresa pero…ustedes los revolucionarios si los tienen —Señaló moviendo el otro gran grupo de piezas en el mismo lado del tablero —Ahora…esto no es una petición sin beneficio a ustedes o más bien dicho a ti, Isela. Por mi tiempo en la revolución, se de tu odio hacia el reino de hielo y no dudo que te gustaría verlo ser atacado e incluso ver cómo le son arrebatadas sus tierras. Yo propongo una alianza entre ambos frentes para poder lanzar un ataque sobre ellos. Con esto nosotros podríamos obtener una nueva base para nuestros negocios y ustedes también podrían obtener un sitio “seguro” para sus tropas…algo así como el que poseen en Chaos —Tomo un corto respiro y llevo su mirada hacia la líder revolucionaria —Esta es mi propuesta…ahora me gustaría saber qué piensas sobre ella, Isela —Sabía que era necesario mucho cuidado al tratar con ella pero esperaba que sus palabras fueran lo bastante convincentes como para conseguir el apoyo de ellos.

por **Isela A. Ichinose** Mar Ago 16, 2016 8:05 pm

Por momentos el silencio sepulcral de Isela indicaba una sola cosa, estaba pensando absolutamente en todas las posibilidades sobre el asunto a tratar, ya que aunque el plan concreto no era tacar Tempus Urbanis, apoderarse de las islas no sería justamente lo más fácil y tenían que ir con cuidado ni darse el lujo de pisar en falso. A punto estuvo de preguntar algo pero una presencia inquietante hizo que se volteara con algo de velocidad como buena desconfiada que era por propia naturaleza…Lo que vio la dejó sin palabras, una mujer desplomándose pesadamente contra unas cajas, derivando que varias esquirlas de madera e incluso vidrio salieran esparcidas por toda la cubierta. El fuerte aroma a alcohol capturó rápidamente sus sentidos, aquel rostro perfecto mostró algo de decepción…era sin lugar a dudas un desperdicio. —La pérdida más significativa que tuve en toda mi vida— Afianzó con ironía, desviando después la mirada hacia la chica cuyo vocabulario no era propiamente decente, pero eso era lo que menos le importaba, más por el “regaño” que recibió del pirata. —¿Astillas en…?, si, suena demasiado cómodo— Volvió a callar, esperando con calma a que toda la situación volviese a rearmarse como era debido para pro reseguir.

A todo esto, Grommash parecía querer ayudarla, mientras que la albina adoptaba su verdadera forma para demostrarle a más de uno que no era una simple niña. Ella sonrió ligeramente por esto, consideraba la facultad de la revolucionaria Alpha por demás de adecuada para infiltración…si, sin dudas podía ser todo un peligro. Para cuando la brisa volvió a mecer esos cabellos negros, Isela posó su mirada en la rubia, precisamente Hikari para finalmente encogerse de hombros. —Ahá, un desperdicio bastante lamentable. Ese Sake si era de calidad, lo que me hace querer saber de dónde lo obtuvo Takeshi. He de suponer que no tenía intención de regalarme algunas cajas, así que…mejor, karma instantáneo—

Se acomodó en su sitio, analizándola con cuidado y observándola fijamente, como si quizás pudiera atravesar su alma, hipotéticamente hablando. —Locura es lo que muchos definen a actos que nadie más se atreverían a hacer. Quizás no conozco al Lord, pero si tuve la desgracia de recibir un golpe directo y disfrutar el mismo infierno en Arcadia…Seguro tome tiempo hacer que la gente sepa en verdad la clase de monstruo que es él, pero…¿qué más podemos hacer?, no hay ciego peor que el que no quiere ver. Sin embargo, quizás en otro momento me gustaría hablar contigo a solas, me resulta muy interesante lo que tengas para decir. Si te parece bien, claro está—

Y entonces…recordó a la revolucionaria independiente, por lo que igualmente posó la mirada en ella siempre de modo seco, carente de emociones. Tenía mucho para decir, pero armar una escena en frente de todos seguramente era innecesario…Indudablemente los revolucionarios independientes solo traían problemas, no eran de fiar ni uno solo. Recordó sin ir más lejos al Independiente Reiv, hombre de quien aprendió el control de fuego…la escena se presentó en su mente una vez más. En un momento crítico, el revo en cuestión no tuvo mejor idea que proteger a la prostituta de turno, lanzándola por una ventana y desde ese entonces todo comenzó a venirse abajo por el repentino cambio de planes. Ah sí, revolucionarios independientes que se creían con el derecho de ayudar a miembros del gobierno…despreciable. —La confianza es algo primordial, Iris. De hecho, hace ya un tiempo cuando fue el incidente en el castillo del Lord, todo estaba por demás de estructurado y organizado…Sin embargo, un revolucionario independiente llamado Reiv como así también el famoso pirata, señor de los mares, Bartolomeo, dieron vuelta nuestros planes al dejarse llevar por impulsos…Aunque Reiv fue por puro sentimiento a una estúpida mocosa con ínfulas de princesa en apuros. No se supo más nada de él, pero espero que esté pudriéndose en una zanja. Hay dos cosas que yo no perdono bajo ningún punto de vista— Tras eso, en su rostro se dibujó una ligera sonrisa, en lo que con tal mirada carmesí continuo observándola atentamente. —No perdono ni las mentiras ni mucho menos las traiciones, si por subversión de alguien se volviese a poner en peligro a mis revolucionarios o allegados, no dudaré en encargarme personalmente de que reciba los castigos más aberrantes a tal punto que Arcadia sería un simple paseo por el parque— Su tono de voz siempre melodioso destilaba puro veneno, dando una clara indirecta o advertencia en general. —Pero eso no ocurrirá, ¿verdad, Iris?. He de creer que todos aquí presentes buscamos una sola cosa, ser libres de nuestro propio destino, no quiero pleitesía, pero si llegaría a castigar con brutalidad todo tipo de traición— Dio por zanjado el asunto, en lo que recargaba el codo sobre un saliente para apoyar el mentón precisamente en la palma de la mano sin necesidad de dirigir su atención hacia la voz que provino de repente, tan siniestra como letal. —Lilith, ¿Cuándo no?. Eres como una sombra, te escabulles por todos lados. ¿Tienes afilada tu arma?, me temo que pronto podrás darle un tributo de sangre—

—Exactamente, Jabaku. Incluso si arrasáramos con el reino en totalidad, el Lord no se molestaría en aparecer hasta que el último soldado caiga. A él no le importa su gente ni tampoco lo que haya en medio, así que si a alguno le preocupa que el anciano salga de la cueva…esperen tranquilos porque temo que ni se dignara a prestar sus perritos falderos para que apoyen a Tempus— Negó en lo que chasqueaba la lengua, poniendo toda su atención finalmente sobre el pirata que ahí los había convocado…Las pupilas de la Nefilim apenas estaban contraídas, otorgándole cierto magnetismo como también ápices de ferocidad.

—Atacar Spatium no tiene mucho sentido, podríamos sufrir bajas de las cuales no nos recuperaríamos facilmente. Chaos de momento no tiene sentido, no ahora. Pero he de decir que me has tentado cuando mencionaste Tempus…no voy a negártelo, desprecio esas tierras y no pienso detenerme hasta que no queden cimientos de ese lugar. No olvido, así que deseo devolverles un poco de lo que recibí— Prometió sin dar demasiadas vueltas, pues Astartea odiaba los rodeos en todo el sentido de la palabra, prefería tratar las cosas en directo sin intermediarios. —He de suponer que atacaremos de noche, será arriesgado para embarcaciones comunes pero preferiría que fuera con tormenta o un clima igual de inestable. ¿A qué voy con esto?, si el clima no nos acompaña, será cuestión de alterarlo con la gracia de algunos Atmokinesicos. El efecto sorpresa es una virtud— Procedió a colocarse de pie, acortando distancias hacia un mapa de dimensiones notoria plasmado sobre una pared de madera. Lentamente extendió la diestra, rozándole con los dedos, totalmente absorta…extasiada por la inminente destrucción del reino que la había convertido en un monstruo sin piedad en el campo de batalla.

—¿De cuánto tiempo en preparación estamos hablando?, ¿un mes?, ¿dos meses?. Mañana mismo puedo contactar a uno de nuestros proveedores del mercado negro, planeo invertir en diez aeronaves de Chaos y diez buques de Tempus. Los Ars Nova…son realmente una belleza— Afirmó, tras voltearse para observarlos con cuidado. Si, tenía sus ventajas haber sido Vicealmirante, se llevaba demasiado bien con la tecnología y para fortuna o desgracia, dependiendo el caso, Isela no era una mujer que se preocupase por el dinero. —Esos buques costaran una fortuna, millones de soullinks, pero he de suponer que vale la pena para tal ocasión. Tecnología avanzada de alto calibre, ya tengo casi un año maniobrando uno, probándolo…es bastante destructivo. Los Ars Nova combinan la tecnología de Tempus con las modificaciones de otras mentes maestras y sería gracioso verles las caras cuando noten el poder de algo que no tienen…Pero bueno, de sobra sabemos que Tempus no es eficiente, sin embargo no nos confiaremos. Deberíamos atar cualquier posible cabo suelto—

Recayó en la necesidad de tomar asiento otra vez, manteniendo la postura y por ende, ambas manos sobre su propio regazo. —Obviamente los neutros pueden actuar a puro placer respecto a los civiles, pero estrictamente voy a solicitar que los revolucionarios procuren no atacar civiles, isleños entiéndase. Primero y principal porque no somos como esos gusanos cegados que por cumplir órdenes, arrasan con todo a su paso. Segundo, porque no quiero problemas innecesarios con los Rubinus, claro que si alguno de ustedes es atacado, defiendan su vida sin dudar— Suspiró, volteando a ver una vez más las botellas de sake por simple maña, hasta que continuo expresando todo lo que pasaba por su mente. —Propongo que los piratas estudien un poco el terreno marítimo, aunque puedo tener conocimientos sobre embarcaciones o el mar, no son tan afinados como los de ustedes. Sería bueno despejar toda posible brecha que nos perjudique, sin importar que tan pequeña llegue a ser. Teniendo amplio conocimiento del terreno, del mismo Tempus y comprender que en esa batalla no seremos neutros y revolucionarios…seremos un solo grupo que busca exactamente lo mismo, he de suponer que es posible obtener victoria— Como acción final, recargó su espalda hacia atrás pero sin perder la rectitud en la postura, cerrando lentamente los ojos. —En las semanas que resten podríamos ir comunicándonos con cautela—

por **Iris Night** Miér Ago 17, 2016 10:06 pm

Me quede en silencio cuando, por lo visto, el jefe de este barco comenzó a regañar a la muchacha que hizo un espectáculo para nosotros y se le notaba un poco furioso. Luego de unos minutos se dirige a nosotros y suelta su propuesta, mientras que lo escuchaba atentamente, el análisis que cuenta que hizo sobre los tres reinos me pareció bastante interesante y esa información me la estaba anotando mentalmente para recordar todo, ademas tenía entendido de que los piratas no tenían un lugar fijo sino que siempre andaban de un lado a otro y esta oportunidad iban a luchar para tomar posesión de una.

Saber que la joven se llamaba Isela, la que convoco la reunión, y que tiene un odio hacia un reino era algo que me parecía común, "Si no le tenias odio a algo o a alguien ¿porque vas a atacarlo?" una pregunta lógica que pasaba por mi mente mientras seguía escuchando su propuesta, y ademas el beneficio sería para ambos bandos (Bastante peculiar, ellos ganaban tierras para sus cosas y notros para nuestros guerreros) así que cuando termino de explicar Isela comenzó a hablar. Las primeras palabras eran dirigidas a la muchacha esa y luego para una rubia, sus segundas palabras fueron dirigidas hacía mi (me siento alagada) y se notaba seguridad y eso de repetir constantemente lo que le haría a los traidores me hacía soltar un suspiro de "Bueno che, ya, di otra cosa" pero luego entendí cuando hablo sobre un joven que por estar (termino argentino) caliente con una muchacha cambio sus planes. -Había escuchado algo sobre ese joven y lo de su ataque al Lord, pero nunca supe bien el porque todo se había dado vuelta y menos que fueron dos tontos. Bueno, ahora lo se- comente con tono seco y frió mientras la miraba fijamente a los ojos, jamas bajo la mirada cuando hablan conmigo ya que sería una falta de respeto, luego esa pregunta que fue dirigida hacía mi y hacía todos de forma indirecta hizo que mi mirada fuera seria y con ganas de pegarle a alguien por tirar todos patas arriba por algún impulso estúpido.

-La libertad la buscamos todos, pero no de la misma forma creo yo- hago una breve pausa y suelto un suspiro pero la otra presencia que apareció hizo que frenara y no continuara con mi breve explicación, ademas estaba apunto de decirle sobre que hablan los espíritus y por suerte fui interrumpida, pero esto me hacía pensar en muchas cosas. Todo lo que dicen es atacar, el odio mutuo que ahí entre los reinos era grande, el orgullo de estos también, todo, y eso me estaba poniendo un problema para como soy realmente ir todo y arreglarlo con peleas era bajo, pero desgraciadamente muchos lo hacían sin tener otro modo para conseguir lo que quieren. Y los piratas, por lo que se, son los que más tienen motivos para hacer esto, y solo por eso los ayudare en esta ocasión, tal vez mas adelante cambie mi postura pero ahora seré de ayuda y mas con los motivos claros. Isela prosigue con la charla y nos explica muchas cosas, la mas importante no dañar a civiles (obvio que esa para mi es una regla de oro) y luego continua hasta llegar a la parte de que no se van a confiar y eso me saco una leve sonrisa por lo menos van a tener precaución y pensar en todas las posibilidades. Y por último la palabra más reconfortante de seguro, que en las semanas vamos a comunicarnos con cautela, ya con eso último moví la cabeza en afirmación a todo, mire nuevamente el mar y solté un leve suspiro por el paisaje bello que aún podía contemplar.

por **Meiko Kuran** Vie Ago 19, 2016 6:44 am

La demonio rubia no puedo llegar antes a la reunión. Habían intentado asaltarla 2 seres del gobierno pero con poco éxito,
Liquido a los dos con poco esfuerzo y les dejo una bonita sonrisa dibujada en sus rostros al más puro estilo Joker (el antiguo obvio, nada de Jared Leto) en esos endebles secuaces del lord. -Maldición, no debí entretenerme desfigurando a estos ilusos que intentaron pillarme por sorpresa, Isela me va a matar...-.
Dijo mientras se sacudía el polvo de la ropa para después desplegar sus alas y emprender el vuelo hasta el punto de la reunión.
La travesía se le hizo corta gracias al milagro de la tecnología que permitía poder escuchar música en cualquier lugar y momento. Las melodías sonaban en el móvil de la novarum y esta iba anotando mentalmente nuevos temas para su grupo, el cual por cierto tenia bastante descuidado dado el poco tiempo para ocio del que disponía desde el preciso momento que ascendió a pruslas, sinceramente no le importaba. Amaba su nuevo rango y admiraba a sus compañeros, bueno no a todos pero a la gran mayoría.

Pero volviendo al tema, ¿una reunión en una Isla por la noche y sin contar con más revolucionarios para acompañarla?. Definitivamente nuestra líder de cabellos negros no temía a nada ni a nadie.
-Un momento, ¿que hace BlackSoul ahí escondida como si de un felino se tratara? Bueno se se abalanza contra alguien que no sea de los nuestros no tendrá mayor problema conmigo-. Se dijo mientras sobrevolaba el lugar esperando para pisar tierra firme cuando Isela terminara de hablar, no iba a interrumpir a su líder mientras hablaba, eso ni pensarlo.
Mientras escuchaba posada de una rama, admiraba el paisaje mientras escuchaba que pasaba por ahi abajo, ¿De donde habían salido tantos piratas?. Se reproducían como cucarachas, hizo una muesca de asco arrugando su nariz

-¿ Una invasión a Tempus?-, susurro tras oír las palabras del tal Takeshi, líder de los piratas o representante de los mismos, ni idea. Sinceramente ella prefería invadir Chaos, reino que la vio nacer y crecer y de paso accidentalmente acabar con la insignificante vida de sus progenitores.
El viento mecía fuertemente los cabellos de la rubia que seguía posada ahora en la cima del árbol, ya había oído suficiente por lo que decidió entrar en escena.
Simplemente dijo buenas noches, no se presento ¿para que?, ella siempre apoyaría cualquier decisión de Astartea y se posiciono a su derecha dos pasos por detrás de la misma esperando pacientemente por si la precisaba en cualquier momento.

por **Jabaku Fūenjin** Vie Ago 19, 2016 1:22 pm

Jabaku se limitó a ignorar descaradamente a la mayoría de los presentes puesto que su atención estaba fija en el resultado de la reunión, saber si finalmente habría tal invasión de la que hablaban y por supuesto deseaba saber cuál sería su papel en todo ello. Residía en Tempus, perfectamente podría servir de informante desde el interior una vez comenzase el ataque, en cuanto empezasen a llegar piratas y revolucionarios la mayoría de los efectivos centrarían su atención en dicha incursión y no en una mujer con más aspecto de vagabunda que enemiga, siempre era una ventaja. Por otra parte, no se negaría a participar directamente en el ataque si así se lo pidiesen, cualquier opción le venía bien así que estaría donde más necesaria fuese su ayuda. De haber sido decisión suya casi con total seguridad habría aceptado la propuesta del pirata, es posible que hubiera regateado algún que otro pago más material -en concreto, el que se había derramado- mas no era su opinión la que importaba y cual fuese la respuesta de Isela estaría en su favor.

Conservó su estado calmado a la vez que escuchaba las palabras de su jefa, no estaban dirigidas a ella y sin embargo continuaba atenta a cada una de ellas por si acaso se perdiera algo importante, aun si una de sus especialidades era precisamente estar al tanto de todo lo que se decía. Pronto le llegó el turno, Isela se dirigió a ella en respuesta a lo que había comentado sobre el Lord, estaba en lo cierto al pensar que no aparecería únicamente porque atacasen y conquistasen uno de los reinos. Y al fin llegó el momento que estaba esperando, su respuesta al pirata sobre la posible alianza contra Tempus, siendo incapaz de evitar asentir con complicidad cuando mencionó que le había tentado la idea de invasión. No conocía los detalles por los que al parecer conservaba cierto rencor y desprecio hacia dicho reino aunque también mencionó la palabra “Arcadia”, mejor no preguntar demasiado sobre ese tema pues prometía convertirse en recurrente entre los presentes. -Contaríamos con evidente ventaja, si añadimos el elemento sorpresa bajo una tormenta las posibilidades de que puedan repeler nuestro ataque caerían en picado.- Quiso añadir.

Todo parecía indicar que estaba de acuerdo con la propuesta y como consecuencia de ello, Jabaku también comenzaba a sentir la necesidad de que el día llegase a la mayor brevedad, se trataba de un paso importante que les acercaría a su objetivo final aun si debían colaborar con los piratas. Kiseru en mano desvió la mirada al exterior del barco por si se acercaba alguien más, en concreto cualquier persona que tuviera pinta de civil o de soldado, probablemente no hubiera nadie ni remotamente cerca pero nunca estaba de más asegurarse de que todo seguía yendo a la perfección. -Seguiré al tanto de lo que ocurra en Tempus hasta entonces, puedo avisar si noto algún cambio o movimiento raro por su parte.- En el hipotético caso de que los soldados descubriesen el ataque y se preparasen para un contraataque, que hubiera alguien en Tempus de antemano sería de gran ayuda aun cuando sus posibilidades seguían siendo bastante bajas aun sabiendo que les planeaban invadir. De cualquier modo, esperaría la confirmación de la jefa antes de hacer nada, no hubiera planeado algo para ella.

por **Adam Benjamin** Sáb Ago 20, 2016 6:51 pm

En las maravillosas costas de Spatium, un intenso brillo carmesí “alumbraba” con desdén el oscuro océano que se mostraba con descontrolados oleajes; La luz que todo lo iluminaba aquella noche resplandecía en aquellas aguas cristalinas, limpias, llena de vida y conocimiento. Las negras pupilas que aquel alto hombre localizaron la gran circunferencia lumínica situada en lo alto de la propia naturaleza. Sus orbes, tan apacibles y atractivos, no decidían por siquiera un instante el apagar aquella resplandeciente “luz” proveniente de los mismos, y, que, sin consciencia alguna, provocaba horrores, pánico y locura en las pobres mentes… en las desdichadas almas que por cualquier maldad de la misma vida se decantaban por querer observar a la misma muerte; una muerte en forma de espejo que todo lo que reflejaba era desgracia descomunal. Su intenso y negro cabello era acariciado por las dulces manos del viento, quien peinaban con habilidades inigualables el propio flequillo del Nigromante; una brisa relativamente fuerte la cual provocaba con facilidad pequeñas estelas de arena en la playa. Las aguas pudieron conseguir escuchar el leve suspiro de deleite procedente de los prohibidos labios del joven; su pasividad en aquel momento era causado por la tranquilidad del ambiente. Se mantenía al tanto de su tardanza, pero sus razones lograron alcanzar la idea de lo razonable.

Su figura podía mimetizarse con la oscuridad de la noche si así lo deseara. Vestía un traje formal totalmente negro, siempre combinando con ese blanco que nunca abandonaba la esencia del propio Mayordomo. Sus guantes negros mostraban claras intenciones ocultas que tarde o temprano se mostrarían como apoyo al grupo. – Huellas – Sus suaves palabras rompieron el “silencio” de la orilla de la manera más cautelosa posible. Adam se mantenía parado delante de una serie de pisadas en la arena, seguramente del grupo que se había formado escaso tiempo atrás, pues si dichas señales de vida no se habían extinguido aun en la nada, podía intuir con facilidad que aún tenía tiempo de alcanzar a los suyos. Por suerte, la velocidad que mostró su enorme halcón era digna de ser premiada; gracias a aquella criatura, Adam había logrado llegar con relativa tardanza al lugar de encuentro, pero la soledad indicaba el abandono del lugar por parte de los participantes en aquella “misión” en la que, posiblemente, el caos tomaría protagonismo. Sus pasos se dejaron llevar por las señales que sus pies contemplaban.

Era un buen lugar para que cualquier mortal pudiese relajarse, desde luego; aunque aquella naturaleza que podía contemplar sin obstáculos de por medio era digna de ser retratada en un cuadro, los gustos del Nigromante no abandonaban su verdadero ser. Ese ambiente lúgubre y tenebroso del cual provenía lo amaba más que cualquier arcoíris que un cielo pudiese dibujar… sin lugar a dudas, sinceramente. Las diminutas partículas de roca esparcidas que formaban la arena pareciese que se alejaran de aquel intimidante y sosegado ser oscuro con cada pisada que este les mostraba. A pesar de su aparente serenidad es sus movimientos y expresión, su cuerpo emanaba un aura apagada, negra; una esencia podrida por la mismísima atrocidad y frialdad que tanto su misma magia y personalidad le brindaban. Ahuyentando incluso a los seres nocturnos que se mostraban inquietos por su presencia, quienes observaban con espanto a lo que jamás debían acercarse, a lo que nunca debían recordar… ni admirar. Sus orbes localizaron a lo que venía ser un enorme peñasco rocoso rodeado escasamente de vida esmeralda. – Las marcas llegan hasta esa cueva – Su traje, totalmente ajustado a su cuerpo, desprendía sin previo aviso partículas negras que flotaban y desaparecían a los pocos segundos; la “forma” oscura se iba haciendo más intensa en cuanto pasaba el tiempo. Se detuvo. Apretó la corbata sujetada al cuello de su camisa interior y, en un mero instante, aquella oscuridad consiguió tragarse el cuerpo del Mayordomo, envolviendo su ser en una cortina de vapor negro.

Aquella naturaleza oscura en forma de sustancias negras volátiles se acercó con sutileza hacia el interior de la cueva; en aquel antro pudo divisar con facilidad un gran navío, vehículo marítimo con el que, seguramente, todos y cada uno de los presentes allí iban a viajar. Y no dudó siquiera un instante en mostrarse. Aquel manto negro en el que se transformó Adam, se dirigió con violencia hacia aquellos guerreros, y, como si de una enorme ola envuelta en oscuridad se tratara, los engulló sin más, lógicamente hablando en el sentido figurado, pasando por cada uno de ellos… hasta llegar a su destino. Aquel vapor negro se situó delante de la más carismática Revolucionaria; comenzó a provocar una especie de pequeño torbellino, para luego, dentro de aquella “cosa”, comenzar a mostrar una figura alta y formal, empezando desde sus pies hasta acabar en el rostro. Las partículas negras desaparecieron, adentrándose en el interior del cuerpo del Nigromante. Adam inclinó su torso ante la joven dama que tenía delante, olvidando a los demás presentes que allí se encontraban. – Madam, me disculpo personalmente ante mi tardanza aparentemente inexcusable. – Movió su cabeza levemente de tal manera que sus pupilas localizaran los increíbles ojos de su Señora. – Era necesario el hacer “limpieza” en los alrededores de la Mansión. – Su torso volvió a la postura de origen, mostrando su claramente, alta figura. – Damas… Caballeros. Déjenme presentarme ante ustedes como el Mayordomo de la Mansión Ichinose, Adam Benjamin, uno de los actuales líderes Novarum. – Su voz apacible se dejó chocar con las paredes de la cueva, produciendo un eco sobrehumano que se extinguía con el paso de los segundos

por **Takumi Kurosawa** Lun Ago 22, 2016 9:51 am

El mar se podía notar en calma en aquella noche que se veía tan apacible, resultaba difícil de creer que en un lugar como ese pudiera estar sucediendo nada que fuera malo o peligroso, quizá alguna pareja acercándose al lugar para aprovecharse del ambiente y disfrutar en privado del paisaje. Pero ella no estaba ahí por eso, había escuchado sobre una reunión que se celebraría allí y que era importante, lo poco que sabía es que involucraba a los revolucionarios y a los piratas pero nada más. Se había adelantado a su jefe para dar el aviso de que no podría llegar aún, algunos asuntos importantes le habían ocupado el tiempo y se retrasaría un poco más de lo que ya llegaba tarde ella, y por eso intentaba darse la mayor prisa posible por llegar, sin correr pero sin detenerse.

Para cuando llegó escuchó a alguien dando un discurso, pero tuvo que acercarse más para darse cuenta de quién se trataba, no quería aparecer en ese momento para interrumpir así que se quedó un poco alejada a la espera de que terminase de hablar, así como intentaba escuchar lo que decía para enterarse un poco de lo que había pasado antes de su llegada. De entre lo que entendió sacó un par de frases en concreto que eran suficientes para querer participar en el plan, no podía perderse la oportunidad de invadir Tempus por nada del mundo, que se lo quedaran los piratas le daba igual siempre que no fuese del gobierno y entonces podría estar de nuevo en su querido reino frío. Esperó hasta que había terminado antes de entrar en el espacio en el que se encontraba el resto para dejarse ver, al parecer no era la única que acababa de llegar, menos mal, ya se estaba esperando alguna crítica. -Buenas noches, lamento la demora pero hemos tenido un… pequeño percance de última hora. Quisiera pedir disculpas en nombre del señor Kessler, estará aquí en cuanto le sea posible.- Hizo una pequeña reverencia, era casi como una secretaria pero es que en realidad ese era uno de sus trabajos en la familia.

-Me presento, mi nombre es Veronika Volkov, encantada de conoceros.- Repitió la reverencia. En una mano llevaba una especie de libreta gruesa, cerrada por supuesto, en la otra una pluma estilográfica con la que jugueteaba con los dedos. No llevaba mucho tiempo en el barco y solo se había enterado de una parte de lo que se había hablado ahí, no quería decir algo inapropiado o fuera de lugar pero tampoco quería quedarse sin decir nada, y preguntar por lo que habían estado hablando a lo mejor era una molestia. Abrió la libreta para ponerse a escribir algo en ella, intentaría apuntar todo lo que había oído y lo que fuera oyendo para luego informar a su jefe cuando llegase, además de asegurarse mejor de lo que estaba pasando y saber qué decir si hacía falta.

por Contenido patrocinado

Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater