Noche de tragos [Privado Alisa]

por **Ryusei Ookami** Lun Ago 03, 2015 8:00 pm

Ah... Chaos Urbanis, la mas grande de las ciudades de todo el reino. Cuna del fuego, de la arquitectura antigua y de una mala leche de calibre monumental. Hace ya un buen tiempo que no me pasaba por este lugar por razones que no tuvieran que ver con mi trabajo, sino que esta vez era por puro placer. Bueno, no realmente placer en gran medida, siendo que hay una cita a la que debo asistir y a la que acudo cada vez que puedo.

¿Cuando fue la ultima vez que he visitado la ciudad? Supongo que ha sido hace cosa de un año y algo... o tal vez ha sido hace unos meses, la verdad ya no me acuerdo muy bien. Esas cosas no son de mi importancia, y eso es algo que la persona con la que voy a encontrarme sabe muy bien. Después de todo, le he conocido desde hace ya varios años, desde la primera vez que cruzamos caminos siendo niños en Spatium, en las tierras que nuestras familias han habitado una vez... Mas que nada cuando ella iba al templo donde vivía con mis padres.

-Me pregunto, me pregunto~ Me pregunto que es de ella~-Iba diciendo entre dientes, caminando a paso relajado por las solitarias calles de la ciudad, una noche tranquila únicamente iluminada por las estrellas y el discurrir de los ríos de lava que cada tanto cortaban la arquitectura de la capital del reino-Hace mucho que no le veo, y es la primera vez que tengo tiempo libre como para hacer una visita~

Si, es verdad que era la primera vez en que yo podía pasarme por este lugar sin tener que hacer trabajo alguno, sin espíritus malignos de por medio que cortaran mi tiempo de permanencia y mis ganas de ver a mi mas querida persona en el mundo y con quien mejor me llevaba. Ella es importante para mi, porque me ayuda en muchas cosas el tener contacto con ella, pero por encima de todo me agrada por la clase de persona que es.

Unas calles mas fueron cruzadas, varios metros de marcha lenta y sin problema alguno, y ya las puertas de mi destino se veían, acercándose de manera constante. Era un edificio mustio, con un cartel de un pichel de acero colgando sobre la puerta del establecimiento, dando a entender que clase de negocio era el que se desarrollaba allí. Pues si, era un bar el punto de reunión habitual, el mismo bar de siempre, el "Capitán de la Noche", creo que era su nombre. Sinceramente, no es de mi interés recordar esas cosas, porque no me gustan mucho los bares, pero son el mejor lugar para tener una buena conversación con ella.

-Ah, Alisa-chan~ Ya estoy llegando~-Fueron mis ultimas palabras, acompañadas por una sonrisa boba que de inmediatamente se borró ni bien puse una mano sobre el picaporte de la puerta, tomando un aire serio y frío que nadie podría imaginarse en mí jamas-Ahora... a ver donde te encuentras, Alisa Amiella.

por **Alisa Amiella** Lun Ago 03, 2015 9:38 pm

El tiempo se había hecho eterno para ella, pero todo el trabajo que había tenido que realizar, aquellos enormes y fuertes entrenamientos para pasar la prueba de ascenso de rango y por supuesto había tenido que estar acompañando como escolta a ministro una vez que le dieron su cargo de caballero Élite 1. Los Gladius tenían muchísimo trabajo y para cosas sencillas la llamaban a ella, no le importaba mucho el ministro no era tan desagradable como algunos altos cargos que se encontró cuando ella era soldado, incluso podría decirse que era agradable trabajar para él. Pero nada ni nadie podía compararse con la compañía de Ryusei, su mejor amigo, solamente él conocía la verdad sobre ella, solo el conocía el alma de la dragona.
Esa noche no había apenas dormido peor jamás reconocería ante él que eso había sucedido ni mucho menos indicarle que llevaba horas esperando su llegada y que las mismas se hacían tan eternas como una tortura. "¿Decirle a él que lo necesitaba tanto como al respirar? ni lo sueñes"...

Había estado esperándolo escondida en el callejón anterior al bar, esperando que el pasara de largo en camino a su lugar de encuentro. Las ansias de verlo eran tan grandes que no podía estarse quieta y a medida que la hora se acercaba mas acelerada se ponía. Cuando lo vio pasar, salto directa al suelo ya que estaba sentada en un viejo balcón esperando y corrió directamente hacia él. Ella siempre había sido silenciosa, era parte de su juego de niños el aparecer de repente y abrazarlo como estaba haciendo ahora.
-Aquí... -Acertó a decir la joven dragona mientras se fundía en un abrazo con el joven dragón, posicionada a su espalda y pegando su mejilla con la espalda ajena cerrando los ojos en aquella respiración que la embriagó profundamente del aroma ajeno.
La sonrisa era absolutamente plena aun a ojos cerrados disfrutando de tenerlo cerca y en su mente como siempre alguna canción lo adornaba todo.

Because You're Here:

Era su mejor amigo, lo único que le quedaba en este mundo, todo lo que había amado hasta decir basta se había ido de su vida. Tenía miedo de quererle de ese modo pero al mismo tiempo no quería perder contacto con él. Por eso se intentaba mantener lejos de su persona, pero siempre procurando que esa lejanía no fuera tan extensa como para sumirla en una tristeza absoluta. El dragón era una especie de recarga energética para la peli plata, el saber que se acercaba el día de su encuentro la llenaba de ganas, ansias y sobre todo ilusión. En aquellos días en los que compartían o aquellas horas, ya que el dragón no era la primera vez que había tenido que salir corriendo de alguno de sus encuentros por motivos de "trabajo", todo era feliz al rededor de Alisa.

Separó su rostro y aflojó el abrazo dado de forma tímida unos pasos hacia atrás hacia ya varios meses que no se veían quizás su amigo había cambiado y ya aquellos axuxones que le daba la dragona no eran bienvenidos. Cada vez eran mas adultos y su nuevo cargo la pedía a gritos que dejara de comportarse como una niña. -Hola Ryusei...tiempo sin verte -Finalizó mirando al suelo mientras jugaba con uno de los tirantes que tenía unido a su falda escocesa.

por **Ryusei Ookami** Jue Ago 06, 2015 5:52 pm

El tiempo parecía haberse detenido cuando habia puesto mi mano sobre el picaporte, no precisamente porque alguien ha realizado un hechizo de estasis temporal o alguna de esas idioteces sin sentido salidas de la mente enferma de un mago. Tampoco he oído a un vampiro ir diciendo por ahí "Muda da", "Za Warudo" o "Wryyyyyyyyyyy~", así que puedo hacer a un lado el uso de invocaciones con el poder para congelar el tiempo en un área localizada. Como tal, solo puedo pensar que mi propio cuerpo es el que está bombeando adrenalina en ingentes cantidades, convirtiendo mi torrente sanguíneo en un cóctel hormonal cargado hasta el extremo.

¿Todo eso? Por un abrazo y un simple "Aquí..." de la mas dulce de las voces que yo podría oir en este mundo. ¿Esa voz? De la persona mas importante en mi vida en estos momentos, y a quien estaba buscado y que, por casualidades de la vida, me ha encontrado antes a mí.

-Veo... Veo que no has cambiado al respecto con eso, Alisa-chan.-Dije con una pequeña sonrisa grabada en mis labios, que amenazaba con quedarse permanentemente en ese lugar si no hacia algo al respecto, y rápido-Pero está bien eso. Yo estoy bien, por cierto. ¿Que tal tú?

Se habia sentido agradable el abrazo de mi gran y mayor amiga en este mundo, eso no podía negarlo en ningún momento. Su calor era suave y, pese a la ropa que ambos llevábamos, podía sentirlo a través de mi piel recorriendo todo mi cuerpo y llenando mi ser de gran felicidad. Supongo que, en algún momento de los años en los que nos hemos conocido y en los que hemos sido amigos, el modo en que yo le veía ha cambiado y ya no la considero tan solo una amiga mas, sino que se ha vuelto alguien mas... importante, supongo, si puede describirse de alguna manera. No, creo que sería correcto decir que ella es tan importante para mí como el respirar aire: Algo con lo cual yo no podría vivir y por lo cual moriría si me faltara de repente.

Su mirada, cuando me giré para verle al rostro, el cual estaba mirando hacia el piso, se veía un tanto nervioso y con vergüenza. Sinceramente, no entiendo bien el porque de esa acción, porque no me molestaba en lo mas mínimo lo que ella hiciera, nada de lo que hiciera lo haría jamas, de hecho. Supongo que, en su mente, se pensará algo como "Oh, no debo actuar como una niña" o, los dioses no lo permitan, "No quiero darle esperanzas sin base a Ryusei". Espero, si fuera posible un milagro, que sea lo primero, porque yo quiero tener esperanzas de que algún día los sentimientos que tengo por Alisa sean correspondidos. No tiene sentido, sino, que yo venga todo el tiempo a verle específicamente a ella si ella no me ve de esa manera.

También supongo que sería el día en que me arrancaría el corazón por el dolor.

-Me agradan tus abrazos, Alisa. Se siente bien y me hace pensar que estoy en casa.-Dije, buscando levantarle el animo con una sonrisa y palabras honestas, mientras mis manos buscaban las suyas y encontrándolas jugando con un tirante-Es difícil que ahora considere el templo como un hogar. Prefiero que mi hogar esté junto a alguien a quien quiero mucho, y ese alguien es Alisa-chan~

Supongo que, de seguir así, nos íbamos a quedar hablando a la puerta del bar. A mi no me importaba, la verdad, porque mi gusto por el alcohol, aunque grande, no es uno al que voy a dar indulgencia muy seguido. Es... tan solo un deseo de pasar el tiempo con Alisa, solo eso.

Si por mi dependiera, me la llevaría a otro lugar a pasear.

por **Alisa Amiella** Jue Ago 13, 2015 10:41 pm

Aquella frase de que no había cambiado mucho fue como un mazo directo que hizo que tomara aire y lo mantuviera un buen rato retenido en mi interior, soltándolo de forma desganada obligándome prácticamente a bajar la cara de nuevo y mas sonrojada aun si es que se podía a caso.
-Yo...pues bien supongo. Pero me alegro que tu estés bien. -Incluso él pensaba que era aún una niña, pero es que no podía contener sus actos mas cuando estaba Ryusei cerca de ella, le hacía revivir momentos felices de su dura infancia y con él siempre se sentía bien, así que después de todo las palabras que le indicó después surtieron el efecto deseado en ambos y tras un cortando silencio que solo interrumpió una ráfaga de aire, la joven alzó el rostro con una resplandeciente sonrisa.

-Bueno pues... -Llevó apurada su mano derecha a su cabello agitándolo levemente mientras reía un poco de forma dulce, quitando importancia a lo anterior, igualmente así era Alisa, una loca infantil y cariñosa, hasta que le tocaban mucho la moral o a su amigo, ahí su forma de ser cambiaba. De todos modos no siempre se comportaba de esa manera, cuando estaba sumida en su trabajo, sus entrenamientos era de lo mas seria y responsable.

Se adelantó hacia el y se abrazó a uno de los brazos del dragón -Dime ¿Quieres entrar...o prefieres que vayamos a otro sitio? Aún es pronto para cenar en sí, podemos caminar un rato y ver sitios de comida hay muchos en esta zona. -Le indicó mirándolo con una sonrisa entusiasmada por tenerlo cerca de ella, aferrándose cada vez mas a su brazo pegándolo a su cuerpo sin apenas ella misma darse cuenta del acto.
-Hay muchos cosas que tengo que contarte y tenemos algo que celebrar. -Sonriendo a ojos cerrados apoyó un momento la cabeza en su hombro, separándose para soltar su brazo y tomar su mano. -¿Recuerdas la última vez que nos vimos, que estaba entrenando para unas pruebas dentro de la milicia? -Soltó su mano y avanzo delante de él un poco alejada de la puerta del bar, colocándose en pose orgullosa con las manos en la cadera. -Tiene delante suya a la nueva caballero Élite Sr. Ookami. -dijo toda digna guiñándole un ojo sonriendo de forma cómplice regresando a su lado de nuevo. -Así que mientras me cuentas tooodas esas historias y cosas que siempre ves por todos lados, te invito a cenar donde tu quieras, que ya la verdad un poco de hambre si hay -Dijo tocándose la pancita de forma suave. -Yay con los nervios no comí apenas hoy, pero ahora que te tengo conmigo me dio toda la hambre de golpe.

por **Ryusei Ookami** Mar Oct 27, 2015 12:02 am

Su voz era siempre hermosa a mis oídos, siempre queriendo escucharle hablar y dirigirse a mi persona únicamente cuando nos veíamos. Supongo que, aunque somos amigos, soy algo celoso y no me gusta que otros hombres se le acerquen, lo cual puedo identificar como un enamoramiento por Alisa, lo cual puedo aceptar si es que ella también sintiese esas cosas por mi. Lo malo es que nunca supe que pensaba ella de mí, así que todos esos planes están en ciernes de momento.

Al menos soy parte de su vida, eso ya es mas que suficiente para un viajero como yo. Ademas, tener noticias sobre sus logros es siempre bien recibido, considerando que justamente estaba contándome como ella era ahora una de los caballeros de elite del reino.

-Ohhhhhhh, ¡Felicidades, Alisa-chan!-Exclamé a viva voz, abriendo los ojos todo lo que podía, notablemente sorprendido por los avances de mi mas querida amiga, que me ha superado ya en muchas cosas si es que es cierto lo que dicen de que los caballeros de elite son muy fuertes. Eso es todo un logro si es que es verdad, porque significaría que Alisa-chan ahora es muy fuerte por merito propio, aunque siempre lo haya sido en comparación con su familia-Algún día tendremos que volver a realizar nuestros combates de practica. Estoy seguro que nos divertiremos mucho con eso.

Extrañaba verdaderamente y de todo corazón esos momentos en nuestra niñez en los que jugábamos y entrenábamos, siempre con el deseo de ser los mas fuertes, los mas valerosos y los mas audaces de todo el reino. Es... curioso como, con el paso de los años, fuimos creciendo y cada uno siguió su camino cuando nos separamos por culpa del destino, pues yo estuve recorriendo el sendero marcado por mi familia y me convertí en lo que soy ahora, un exorcista viajero. ¿Ella? No supe bien que habia sido de ella hasta hace unos años, pero ahora se ha convertido en alguien importante en uno de los reinos. Es una de las mas fuertes, no tanto como los afamados Guerreros Gladius, pero si en alguien fuerte.

Y yo... yo sigo viajando, viendo y aprendiendo. Seré fuerte algún día, estoy seguro. Se que lo seré y que lograré grandes cosas... Posiblemente con ella a mi lado.

-Bueno, puedo contarte todas esas historias que tanto te gusta que te relate mientras comemos algo. Como siempre, yo pago, porque así es como va la mano con nuestras citas, ¿o no?-Dije con un pequeño amague de rubor en las mejillas, tanto por la referencia a que nuestras quedadas eran algo mas que simples encuentros entre amigos, como por el hecho de que su cuerpo estaba cada vez mas pegado a mi brazo y, eso, aunque incomodaba un poco se sentía muy bien. Adoraba tenerla cerca, aun cuando me ponía nervioso por mi... eh, falta de practica con las chicas-Hay mucho para contarte esta vez, y posiblemente la noche termine antes de que eso suceda, pero tenemos varios días por delante para ponerte al día.

Era verdad, pues, que el tiempo sobraba ahora. No habia trabajo de momento, así que podía pasarlo haciéndole compañía a mi Alisa. Ademas, la idea de comer era atrayente, ciertamente. Me pregunto si habrá algún restaurante de carne en las cercanías... Hmmm, carne... El pensamiento en si mismo hizo que comenzara a salivar profusamente, mientras que mi mano distraidamente acariciaba el brazo de la contraria que rodeaba el mio.

por **Alisa Amiella** Mar Oct 27, 2015 11:48 pm

El clima en Chaos era ciertamente cálido de por si, pero cuando Alisa estaba cerca de Ryusei a veces le gustaría pasar un poco de frío de ve en cuando por muchos motivos, que en ese momento pasando por su mente y nada mas alejado de pensamientos subidos de tono, ya que aun su mente levemente inocente no llegaba a esos extremos.
Al proseguir el camino a pie incorporándose a su lado, la dragona tomó el brazo de dragón abrazandose a él, sonriendole con un brillo de felicidad que se convirtió en rubor cuando éste pronunció la palabra "cita". sus ojos se desviaron hacia un lado como queriendo salir de ese apuro momentáneo en el cual se quedó sin saber que comentar al respecto, pero ciertamente era que Alisa pecaba de decir muchas veces lo que pensaba y en numerosas ocasiones, sin darse cuenta soltaba sus pensamientos en voz alta, aunque en este caso lo siguiente que pronunció lo hizo tan suave como el viento que de forma tímida meció sus cabellos.

-¿Cita...? si fueran eso... -Un atisbo de ilusión mezclada con desanimo susurró sus labios en forma de suave suspiro y tras unos segundos en total silencio, subió sus ojos al joven Ryusei y le dedicó una de sus indas sonrisas despreocupantes aún con las mejillas sonrosadas.
-Bueno eso ya se verá, también es justo que sea yo la que te invite ya que vienes a verme a mi no al revés. Lo observó sin mediar palabra mientras el hablaba, disfrutando cada décima de segundo de su voz, sus actos y se su aroma, olor que tenía impregnado en su mente como todo lo que pertenecía a Ryusei Ookami. Esos recuerdos la ayudaban a seguir adelante sin echarse atrás, si ella era lo que era en cierto modo era porque deseaba que su mejor amigo estuviera orgullosa de ella. Desde muy niña se había sentido por culpa de otros una buena para nada, empezando por su familia y terminando por ella misma ya que ella no posee los mismos excelentes dones que la familia de su querido dragón. Se sentía como pez fuera del agua, una hija de nadie y perteneciente a ningún sitio, por eso en parte dedicaba tanto tiempo a la milicia de Chaos, porque era el único lugar donde habían apreciado sus esfuerzos sin olvidar, que tanto Ryusei como su familia la querian por lo que era ella, pero para Alisa, eso no era suficiente...ella tambien quería ser útil y que la gente que la quería sintiera orgullo por ello.

-Conozco un sitio cerca de aquí que hace unos asados estupendo. -Dijo a Ryusei mirándolo con una traviesa sonrisa al ver su rostro reflejo puro de la ansia de comer carne. Se conocían demasiado y a veces incluso podía parecer que ambos se leían la mente el uno al otro, no necesitaban hablar para decirse muchas cosas. -Además ya debes de estar sintiendo el olorcito de la carne. -Finalizó respirando hondo cerrando los ojos en el momento del acto de respirar, percibiendo mil olores y separándolos para quedarse justo con el olor delicioso a la carne asada. -Uh tremenda hambre me entró, apresurémonos jejeje -Indicó dejando de abrazar su brazo tomándole solo la mano comenzando a caminar casi corriendo como si fuera una niña traviesa.
El local al que ambos se dirigían, era una especie de taberna antigua de estructura totalmente medieval, sus paredes estaban hechas con piedra, dándole un antiguo aspecto y sus adornos eran espadas, escudos de armas y armaduras bastante antiguas. El cartel de madera tenia el nombre del lugar grabado como a fuego, mostrando un aspecto mas rudimentario aun y el olor a carne asada embriagaba todo aquello de una manera que Alisa no pudo evitar relamer sus propios labios al llegar a la entrada.

por **Ryusei Ookami** Mar Dic 29, 2015 11:00 am

Bueno, no estaba de mas el pensar que Alisa, como una habitante mas de Chaos, conocía los mejores lugares cuando se trata de ir a comer algo. Posiblemente eso es debido a que ella mas de una vez los ha tenido que frecuentar por razones varias, así que se puede imaginar que ella sabe cual de todos es el que mejor comida ofrece. Estamos también considerando en eso que su comentario sobre asados estupendos influye en su toma de decisiones, porque se cuanto le gusta la carne a ella. No es algo que me sorprenda, si es un gusto que adquirió cuando iba de visita a mi casa y se quedaba a cenar.

Huh, yakiniku. La vieja hacia buena comida, y me pregunto si tendrán algún problema en que lleve a Alisa para allá algún día.

La cosa es que mi reminiscencia sobre cosas del pasado generales, algo que hago bastante seguido cuando tengo el tiempo para pensar y estoy con la compañía adecuada -De la cual justamente ahora tengo a la mejor de todas y con la que quiero pasar el resto de mi vida... algo que ella no sabe aun-, fue súbitamente cortada al sentir un pequeño tirón de mi brazo al notar que este habia sido capturado de forma repentina por una extremidad de piel suave ajena unido a la adorable figura de mi... ¿No novia? ¿Mejor amiga? Juro que tengo que acomodar estos asuntos antes de irme, y por los dioses voy a hacerlo esta noche de ser posible. Me tortura en el alma y el corazón estar a su lado sintiendo lo que siento por ella y no saber que diantres sucederá. La sensación de que mil cuchillas oxidadas se clavan en el corazón de uno, todo porque no se puede saber si uno es correspondido o si simplemente está exagerando los mensajes recibidos de parte de Alisa...

-Oi, tranquila. La comida no va a irse a ningún lado así que no necesitas correr.-Le dije con tono jovial, riendo alegre al verle mas animada de repente, algo que sin duda aun me dejaba bastante pasmado por la cantidad de veces que su rostro demostraba una expresividad mucho mayor a la usualmente vista en las personas. Lo que sí, al inspirar profundamente por mi nariz, pude comprobar cuan ciertas eran las palabras de mi Alisa, porque uno casi podía imaginarse el trozo de carne sabroso frente a sus ojos, con el jugo chorreando y permeando todas las fibras de esa carne apetitosa... Vale, ya paro-Aunque, por otra parte, puedo entender tu apuro por querer ir a comer.

Pues si, en cierto sentido el aroma de la carne asándose lentamente a las brasas era algo que atraía de manera hipnotizante a cualquier amante de esa comida hacia un lugar especial de Chaos Urbanis. Se que somos semidragones con Alisa, y eso es algo que tenemos en común pese a nuestras marcadas diferencia como el día y la noche, pero no significa que seamos poseedores de sentidos agudizados y finamente entrenados para la tarea de captar señales de ínfimo tamaño. En este caso, la presencia de ese seductor olor, el segundo mejor que sentía esta noche y solamente superado por el aroma del perfume usado por mi compañera, indicaba la cercanía del establecimiento mencionado por la fémina anteriormente. Esa hipótesis se vio corroborada casi de forma instantánea, pues a la vuelta de una esquina se alzaba imponente el restaurante de carne asada previamente mencionado y olfateado, en el cual entramos en silencio y en el que pude notar con solo una mirada que estaba rebozante de gente, todos los comensales disfrutando felizmente de sus cortes de carne asada.

-Alisa, a todo esto, nunca supe que hayas tenido pareja alguna mientras he estado visitándote.-Comencé mientras buscaba con la mirada un buen lugar en el cual podíamos sentarnos. Naturalmente, pese a que ella dijo que cada tanto podía invitarme a comer dado que yo soy el que visita, tenia una mano descansando sobre el bolsillo de mi chaqueta que contenía mi billetera porque estaba mas que seguro que por mi honor y palabra dada iba a pagar esa cena de carne, deliciosa carne-Eres una chica hermosa, simpática y exitosa, así que ¿Porque no has tenido nunca un novio desde que vives aquí?

Bienvenidos al campo de minas mas grande del mundo. Cuidado donde pisa, no sea que termine recibiendo una patada en la entrepierna.

por **Alisa Amiella** Vie Ene 08, 2016 12:28 am

El correr de aquella manera con su mano sujeta hacía que la dragona sonriera con añoranza de una manera dulce mientras su mente se perdía en antiguos recuerdos de infancia, que de una forma u otra siempre lo llevaban a él. Desvió sus ojos echándole un vistazo riendo un poco al escucharlo hablar, aunque perdida en sus pensamientos se había enterado de la mitad del comentario, pero era más que obvio que se refería a la manera impetuosa en que la albina corría con el siguiendo el camino de aquellos aromar cárnicos a la brasa. Y ahí estaba el lugar imponente tal y como lo recordaba de sus pasadas frente a el y de las pocas veces que lo había frecuentado. Aunque pareciera mentira y realmente fuera un lugar que le gustaba mucho, no llevaba mucho tiempo abierto y a eso se le sumaba que Alisa no era de las que iban solas a comer menos a sitios que le recordaran a otros y le provocaran una leve tristeza o melancolía, así que muchas veces prefería comer en las inmediaciones del cuartel o incluso en su habitación en donde tenía una pequeña cocina.

La puerta se abrió justo cuando ella iba a entrar sin darse mucha cuenta de ello al distraerse con las palabras de Ryusei que provocaron en el cuerpo de la dragona una especie de calambre eléctrico que la puso tensa y con la piel erizada, por suerte el no apreció la reacción de su rostro al escuchar esas cosas, pero por inercia el apretón en su mano y los años ya de conocerse seguramente no iban a dejar escapar aquella reacción de apuro que sintió en el momento. Como se veía venir, fruto de aquella distracción, se vio obligada a parar de golpe y dar un paso atrás que acabo siendo un medio volteo a un lado topándose directamente de lado contra el cuerpo de Ryusei, mientras cerraba los ojos por el impacto como si aquello fuera un choque contra un muro inquebrantable.
-Uhh perdón me distraje mucho con el olor a carne. -Pronunció riéndose de una manera evasiva para salir del momento llevándose la mano que estaba en postura externa a su cabeza colocando bien su boina, mientras que el gordo hombre que salía del local los miraba con cara extraña intentando pasar por el lado sin empujarlos con su enorme barriga. -¿Habrá quedado algo ahí dentro? -Dijo con sarcasmo mirando de reojo al tipo barrigón sin darse cuenta que seguía en la misma posición pegada y aferrada a su amigo. -En ese momento volteó el rostro a él mirándolo a los ojos y sus mejillas se tornaron rojas en un santiamén. -Eeemm...etto... -Sus pupilas se contrajeron y las desvió a un lado. -Yo pues...novio...eh...no. ¿Por qué me preguntas eso? No me salgas con eso de que soy bonita y tal porque pues no. -Se apartó un poco de él y disimuló atusándose la falda a tablas y alargando la mano cogió el pomo de la puerta abriéndola para entrar dentro dando un enorme suspiro que procuro fuera insonoro, poniendo la mano derecha en el lado izquierdo del pecho como intentando contener los latidos nerviosos de su corazón. -Creo que ahí tenemos una mesa. -Dijo señalando una mesa para dos en un rinconcito acogedor de la sala.

por **Ryusei Ookami** Lun Ene 25, 2016 1:37 pm

Curioso como a veces las preguntas que uno hace terminan recibiendo una respuesta inesperada, que nos hacen pensar si tenemos suerte en esta vida, aunque deja una nueva interrogante flotando sobre si esta suerte es buena o es mala. En mi caso, pareciera ser que es buena, pues daba a entender Alisa que ella no tenia a nadie a quien estaba viendo de manera romántica y que fuera oficial, de la misma manera en que dejaba a flote la duda sobre si tendría o no algún sentimiento reciproco hacia mi persona. Eso ultimo era la mayor de las torturas, porque me debatía entre si revelar lo que mi corazón oculta o seguir guardándolo temerosamente por miedo a que ella dijera que no me ama de la misma manera en que yo la amo a ella.

Honestamente, es divertido de una manera trágica ver como yo, siempre tan decidido a todo y sin problemas para llevarme por el camino a cualquier obstáculo, estoy temblando como una hoja y no se que hacer. Es... refrescante, en cierta forma, porque a veces olvido lo que me hace ser cercano a los seres humanos, de los cuales yo se que poco tengo en común. Mi vida es un conjunto de situaciones extrañas, se mire como se la mire, y eso no iba a cambiar nunca pese a los dramas adolescentes que ahora estaba protagonizando con mi mejor amiga.

Ah, diablos, supongo que el "no" lo tengo asegurado, de todos modos. Podría intentarlo y ya.

-¿No? Eso es bueno, supongo. Quiere decir que aun puedo tener una oportunidad.-Dije relajado exteriormente pero nervioso por dentro, abrazando por detrás a mi amiga dragona, aquella con la que mas habia compartido mi vida y quien conoce muchos de mis secretos mas no el mayor de ellos, pero eso era algo que iba a cambiar en estos momentos-Después de todo, todo lo que necesito en mi vida está entre mis brazos ahora, Alisa. Es mi mundo, mi sueño y mi tesoro, y por el cual destruiría todo si pudiera ver aunque sea una sola sonrisa.

Poniendo un dedo en su nariz, cerré un ojo y apoyé mi mentón en su hombro, observando de refilón a mi dragona favorita como quien es un travieso felino que se deleita con la incomodidad de quienes le rodean, pero no de una mala manera. Casi como si fuera el gato de Cheshire, por decirlo así. Supongo que nunca iba a hacer a un lado mi conducta burlona, porque es algo que llevo incrustado en mi subconsciente desde que soy pequeño, aunque antes era mucho mas serio y no me fijaba tanto en las sutilezas del humor irónico y de los sarcasmos inteligentes y afilados.

-Y no digas que no eres bonita, porque lo eres, Alisa-chan.-Susurré a su oído de manera falsamente seductora, casi como un ronroneo suave y que solo ella pudiera escuchar, ademas de que quería desviar mi mente de todo el miedo que sentía mientras esperaba una respuesta expectante. Porque, como siempre, cuando me asusto mi lengua cobra vida y se vuelve mordaz-Pero no es necesario que respondas en estos momentos. Dejaré que lo pienses, si así quieres...

Supongo que, en estos momentos, esto es lo mejor que puedo hacer: Darle espacio para que no se agobie y termine asustándose tanto o mas que yo. Y, si por alguna casualidad llega a decir que no, pues me gustaría poder seguir siendo su amigo y eso.

por **Alisa Amiella** Lun Ene 25, 2016 3:47 pm

-¿Uhm?... -Solo sus ojos se movieron a la izquierda como intentando ver a su amigo tras escuchar las primeras palabras que de sus labios salieron y en ese momento desconcertada por lo que había escuchado sin entenderlo muy bien. Cuando los brazos de Ryusei rodearon por detrás a la dragona la mano que tenía en el pecho colocada, ahora atrapada por aquel dulce amarre, se aferró aun mas a su pecho ya que tras haberse calmado un poco su corazón con aquel suspiro, ahora se volvió a alterar bombeando de forma que parecía que se iba a salir de su propio pecho y era mas que obvio que no quería que él notara eso.
-Etto...Ryusei... -Estaba toda tensa, no porque le incomodara él en absoluto, entre ellos los abrazos eran cosa normal desde pequeños, era porque algo deseado estaba sonando a una burla extrema por parte de su amigo y aquellas palabras resonaron en su mente haciéndola ilusiones.

Frunció un poco el ceño y sin apenas darse cuenta la impotencia hizo que casi temblara como de frío entre sus brazos y cuando el aliento de sus labios en su oído, provocó aquel escalofrío delicioso que la obligó a cerrar sus ojos y agachar la cabeza, sus ojos se cerraron con fuerza y se movió forcejeando un poco, sin quererle lastimar y realmente sin quererse separar de él. Ahogó la respiración y las ganas de llorar quizás por rabia y cuando tuvo una oportunidad se adelantó separándose apartándolo un poco atrás poniendo su mano en el pecho ajeno, haciendo que la espalda ajena diera con la puerta de entrada a la taberna.
-¡Diablos Ryusei no te burles de mi yo te quiero, como puedes jugar con eso! -Dijo volteándose enfadada con los ojos vidriosos sin darse cuenta por el enfado de lo que había dicho ni la forma, hasta que no se hizo un silencio en la sala. En ese instante deseo que la tragara la tierra, miro a un lado y otro apenas queriendo mover su cabeza para ello y sus mejillas rojas como el color de su falda comenzaron a quemar de la vergüenza.

Agachó la cabeza con impotente reparo cubriéndose con sus cabellos de un rubio albino mientras sus brazos rectos y tensos estaban a cada lado de sus caderas, apretando los puños fuertemente. -Pobre chica... -Fue lo que escuchó Alisa de voz de una mujer que estaba sentada con su pareja no muy lejos de la entrada y eso la puso de mas mal humor. Sus ojos ya llorosos miraron a Ryusei aguantando que no cayera ni una lágrima, con enfado, apretando los dientes sin entender porque el le gastaba esa broma. ¿Acaso no se ha dado cuenta nunca de lo que ella sentía por el? -Vamos ya a una mesa. -Dijo rotunda con desanimo en la voz, volteándose para ir camino de aquella mesa en el fondo de la sala, oculta, perfecta para ese momento. Cuando la vio por primera vez pensó en un sitio bonito e intimo ahora solo piensa un buen sitio donde esconderse de las miradas ajenas y curiosas.

Tras dar unos pasos se paró y miro hacia atrás a Ryusei suavizando la expresión de sus ojos, no podía enfadarse con el al menos de forma seria, ya no era porque fuera su mejor amigo él era el hombre que amaba desde hace mucho, tanto que realmente no recordaba cuando pasó. -Perdón, siento haberme puesto así, pero por favor vamos... me siento incomoda. -Esperó a que el se pusiera a su lado quedándose quieta sin decir mucho mas en esos momentos sabía que pues había exagerado su reacción, pero ni ella misma sabía lo que le había entrado por el cuerpo para reaccionar de ese modo y peor aun le había dicho claramente que lo quería. En ese instante agradeció que su impulsiva boca no le hubiera dicho te amo porque ya hubiera sido su perdición total y la verdad mas grande dicha a gritos de una dragona en un bar lleno de gente.

por **Ryusei Ookami** Lun Mayo 09, 2016 3:49 pm

"¿Burlarme? Yo no estoy burlándome" era lo que quería decir. Al menos eso es lo que mi corazón estaba diciendo a gritos muy dentro mio y que no podía soltar al exterior por culpa de un maldito nudo en mi garganta. Era cruel que ella, que me conoce desde que eramos unos niños, piense que hay temas serios con los que yo bromearía y tomaría tan a la ligera, y uno de esos temas justamente es el amor que puedo sentir por una persona en particular... una persona que ahora creía que yo estaba de chiste cuando lo que hacia era simplemente expresar mi mas sentido deseo de estar con ella toda mi vida.

Supongo que, en cierto sentido, todo lo demás no me importaba. Ni la carne, ni el lugar, ni los comentarios inapropiados que algunas personas hacían, y por los cuales yo tenia muchas ganas de cortar cabezas por estar metiéndose en un asunto que no les concernía en lo absoluto, pero no puedo hacer nada porque, impotente como me sentía en estos momentos por la desgraciada negativa de mi amada dragona, no estaba en mi alma y en mi código moral el tomarla con gente que no tenia nada que ver en lo absoluto.

Esto es algo que existe y debe solucionarse entre Alisa y yo.

-Vamonos.-Dije de manera algo cortante, tal vez mas de la cuenta si tengo en cuenta que estoy hablando con mi querida Alisa, a quien amo con toda mi alma, pero en estos momentos el rechazo esta nublando mi cabeza y no me deja pensar con claridad. Ella dice que me quiere, pero al parecer no es al mismo nivel que yo la quiero a ella, porque si me amara como yo la amo, entonces habría entendido que lo que dije era verdadero y serio-No tenemos nada que hacer aquí.

"¿Ahora que?" es una buena pregunta, porque quería irme lejos, quería que me tragara la tierra y que Alisa se olvidara de mi. Si ella no me ama como yo la amo a ella, ¿que queda en mi vida? Por ella es que estoy en Chaos viviendo, visitándola cada tanto en lugar de estar viajando por todo el mundo como siempre lo hago, sin un rumbo fijo y sin un lugar al cual llamar hogar. Supongo que, en cierto sentido, esa es la mejor vida que me corresponde, una en la que no estoy apegado a nadie y por lo tanto no puedo llorar cuando comienzo a caminar una vez mas... Una vida en la que no puedo extrañar a nadie...

Una vida sin Alisa, supongo.

por **Alisa Amiella** Mar Mayo 24, 2016 10:33 pm

Era de esperarse que la dragona no era la única incomoda en aquella situación desafortunada. Su mirada estaba baja hasta el momento en que lo escucho decir “vámonos”. En ese momento levantó el rostro y fijo sus ojos con la mirada afligida en su amigo, comprobando la fría seriedad que embellecía el rostro del dragón pero que al mismo tiempo, se sintió como una puñalada más dentro de su pecho.
Sin mediar palabra prácticamente caminó hacia la salida del lugar detrás de él. Los aromas que antes embriagaban aquel feliz momento de encontrarse con su querido amigo, ahora resultaban amargos e incluso nauseabundos. Los nervios la comían por dentro a cada paso que ésta daba, percibiendo todo el alrededor como si fuera tristes sombras que presenciaban aquello.

Todavía no podía saber exactamente qué había pasado, pero sabía una cosa con certeza, ella había metido la pata y no sabe ni cómo, ni cuándo ocurrió todo aquello y muchísimo menos aún sabía cómo arreglarlo. Todavía en su mente pasaba como si fuera acto en marcha atrás de una película que acababa de ver, la escena en que le gritaba que lo quería. ¿Enserio no se dio cuenta de lo que ella dijo? O es posible que realmente estuviera bromeándole. Mas perdida no podía estar.

Mientras caminaba Alisa observaba la espalda de Ryusei, pasaba la vista a su brazo y lo recorría hasta ver su mano moverse al son de su caminar. Unos segundos bastó para que la dragona recordara en su mente, todas aquellas veces en que caminaban juntos cogidos de la mano y como siempre, la mente de Alisa relacionaba todo con la música de manera inconsciente.

(Seven) Walking with you♫:

Adelantó los pasos hasta ponerse a su altura junto a él, observándolo de reojo de vez en cuando comprobando que estaba enfadado no… lo siguiente…
Entonces impotente se paró aferrando sus puños fijando la vista al suelo, ahogándose en aquella impotencia sumida en aquella canción que le traía tantos recuerdos con él. Pero pudo mucho más sus sentimientos que aquel orgullo estúpido e infantil. Levantó la vista a él, que seguía caminando sin más, tomo aire y se adelantó corriendo a su posición, tomando su mano como si fuera el premio del final de una carrera. Aferró la mano al llegar al punto exacto, normalizando su caminar, sin mirarlo, con la mirada perdida en el suelo, intentando inútilmente ocultar su cara roja con sus cabellos. No podía hablar, no sabía que decir, solo quería estar a su lado… por siempre.

-Mejor... etto... nos vamos a casa, te prepararé algo de comer allí. -Dijo con la voz suave con temor a volver a fastidiarla de nuevo. -Ehm, siento haberlo... estropeado todo. Perdon. En realidad no vivia en casa propia, sino en uno de los edificios que destinaba el gobierno de Chaos para los miembros militares de la army. Alisa, recientemente había sido premiada con un departamento sencillo en uno de esos edificios al subir de rango a Caballero Élite, pero al ser algo militar, compartían el comedor y el baño con algunas personas mas. Se suponía que había informado a Ryusei de ello en una de sus cartas. Ahora solo esperaba que el no estuviera incómodo. -Necesito ahorrar mas. -Dijo suspirando pesadamente al pensar que habría cosas que le podrían causar "incomodidades".

por **Ryusei Ookami** Vie Jul 01, 2016 2:02 pm

Quería llorar. Realmente sentía y ardía en deseos de llorar a pecho descubierto y penar por todo lo que mi corazón sentía y no parecía ser correspondido por quien mas amaba en este mundo, quien creía que yo estaba haciendo un chiste al querer revelarle lo que siempre había pensado de ella, que quería estar con ella mas que nadie en el mundo y que su sola presencia era lo que me hacia feliz en este mundo injusto y cruel. Pero ahora, ese mundo parecía aun mas frío y malicioso porque veía que, en realidad, yo estaba solo y no era correspondido por esa persona importante a mi.

Sumergido en un estupor que bloqueaba cualquier clase de señal y pensamiento proveniente tanto de mi interior como del exterior, inalcanzable por todo lo que me rodeaba y con la mente entumecida y doliente, solo podía marchar como una especie de autómata sin prestar la mas mínima atención a lo que sucedía a mi alrededor, a lo que otros pudieran pensar al ver a alguien con cara de haber muerto y con ojos perdidos en la nada poseídos solo por aquellos que no tienen sentimientos o ilusión en este mundo, pues sus sueños se han visto rotos una y otra vez. Así supongo que es como yo me veía ahora mismo.

Realmente, ya nada importaba.

Mis nervios, los que estaban en mi mano, captaron la sensación de que alguien sujetaba con suavidad mi extremidad, pero aunque sabia quien era la única persona capaz de hacer tal cosa sin que yo reaccionara de mala manera, no estaba con ánimos como para prestar atención a lo que ella hacia ahora mismo. Tampoco podía oír bien lo que me estaba diciendo o hacia donde estábamos yendo, porque para mis oídos todo lo que de ella venia era un zumbido de palabras inaudibles e incomprensibles. ¿Donde estábamos yendo? ¿Que me estaba diciendo? ¿Acaso es algo que deba importarme ahora? Yo solo quiero desaparecer y convertirme en menos que una memoria.

-No... importa. Nada importa ya.-Respondí, tal vez suponiendo que eso podría servir de algo. Si realmente era algo que tenia que ver con lo que me estaba hablando, no lo se. Solo fui capaz de decir lo que en mi mente se repetía una y otra vez como un mantra enloquecedor, mis ojos por un momento fijándose en los de aquella que caminaba a mi lado, igual de gris que todo el mundo que ahora me rodeaba-Solo quiero dormir.

El hambre ya había pasado, olvidada por culpa de cosas mas importantes en mi mente. Las ganas de disfrutar de un día de calma... Ja, que gran chiste. No hay calma nunca, eso siempre lo he sabido. ¿Que me hacia pensar que las cosas iban a ser diferentes cuando la visitara a ella? Ahora mismo, mi cuerpo necesita reposo y mi mente la tranquilidad soporífera del sueño para poder reordenar el desastre que había en ella.

Maldita suerte la mía...

por **Alisa Amiella** Miér Jul 06, 2016 1:03 am

El maldito nudo de la garganta cada vez la estrangulaba mas hasta el punto de costarle respirar obligandose a tomar aire como si fuera el último que fuera a llenar sus pulmones.
Sus ojos miraba de reojo a Ryusei con aquel gesto afligido de dolor. Sabía perfectamente que ella era la causante del malestar del dragon, malestar que lo tenía envuelto en un aura decayente que solo indicaba lo mal que se encontraba en ese momento, pero a la dragona le extrañaba que en vez de ser un aura molesta de enfado, fuera una que indicaba simplemente lo abatido que estaba.

El camino hasta el edificio parecía eterno aunque realmente no tardaron mucho en llegar. De forma mecánica se movieron hasta el departamento de la rubia y sin darse cuenta estaban frente a la puerta parados. Le costó muchisimo separarse de Ryusei para abrir la puerta. Busco la llave de hierro que abria y antes de entrar una voz femenina e insinuante rompió el silencioso pasillo.

- Vaya Vaya Vaya... la dragoncita se trajo compañía esta noche.

Los ojos de Alisa de forma afilada se movieron hacia la derecha y posterior con lentitud tomado su tiempo los siguió su rostro para mirar cara cara a la demonio que ocupaba un departamento dos puertas mas abajo.

- Eso no es asunto tuyo.

- Entonces... ¿Es un hermano tuyo? -Preguntó la demonio con toda la mala intención de la pregunta.

Alisa frunció el ceño y aferró la llave en su mano, aún dentro de la cerradura. Los dragones son seres muy posesivos de lo suyo y suelen marcar terreno de una forma bestial por sobre todas las cosas y seres, pero Alisa aunque le doliera en toda su alma, no podía hacer tal cosa en aquel momento, porque ya bastante había fastidiado a Ryusei esa noche, así que apretó los dientes volteando el rostro a la puerta dejando caer su boina por el brusco movimiento y sin mucha dilación, entró en la habitación tomando la mano de Ryusei introduciéndolo rápido en la instancia.

Una vez dentro cerró la puerta y apoyando la espalda en la misma suspiró desanimadamente mirando al suelo hasta que el toque de la puerta la sacó de ese momento quizas triste y angustiado, provocando que se moviera rápido abriendola y encontrando a la demonio al otro lado, con su boina sujeta apenas de un dedo de la insinuante fémina.

-Te dejas esto... Caballero... Élite.

Si las miradas matasen había una demonio menos en Chaos dando la lata pero como no era el caso, Alisa tomó su boina agradeciendo con toda la entonación de enojo en sus palabras mientras pensaba al cerrar la puerta... "Mañana te vas a cagar... imbecil"

Pasado el mal rato para Alisa quedaba otro muchisimo mas importante que todos. Su dragón parecía un cuerpo inerte sin vida, de hecho al colocarse delante de él y mirarlo de cerca intentando hayar en sus ojos los suyos, no encontró mas, que el recuerdo de cuando vio un robot en uno de sus viajes a Tempus.
-Ryusei...
Su rostro se movía de un lado a otro mirándolo, acercandose más a él pero aquel no reaccionaba mucho, como si estuviera a millones de años luz de el lugar en donde su cuerpo estaba.
- ¡Ryu!
Le gritó sin recibir respuesta alguna mas que lo que parecía ser una intención de mirar hacia donde estaba el sonido de su voz. Aquello era demasiao para ella, podía soportar golpes, duros entrenamientos, insultos, cualquier cosa pero verlo a él en aquella situación. Además Alisa no entendía bien porque estaba así y no enojado como cuando eran niños y ella hacía alguna broma pesada que no gustaba demasiado.

Tomó entre sus manos el rostro del azabache y le direccionó la cara a la suya medio obligándolo a verla, intentando buscar una respuesta, atención hacia su persona y así sacarlo de ese momento inanimado en que se había sumido desde que salieron de aquel restaurate. Se quedó mirandolo con los ojos vidriosos amenazando con explotar en llanto de un momento para otro y por la cercanía quizás, desvió su vista a sus labios solo un momento antes de volver a subirla a sus ojos.
Se le aceleró el corazón y no pensó, de hecho había momentos en los que no tenía que pensar demasiado las cosas, momentos como el del restaurante, que por pensar de más cometió quizás un error grave al entender erróneamente lo que él le quiso decir. Agarrandose a esa posibilidad de error y quizás esa pequeña esperanza en que fuera cierto lo que decía y no una broma, a sabiendas que podría empeorar las cosas pero... ¿más aun?... Se acercó aun más a su persona alzándose de puntillas y con algo de temor pero suavidad en el gesto, marcó un beso en los labios del azabache sintiendo como en ello le temblaba todo el cuerpo.

por **Ryusei Ookami** Vie Jul 15, 2016 8:58 pm

No quería saber nada de lo que estaba pasando a mi alrededor en estos momentos. Mis ojos podían ver, si, pero mi mente no era muy capaz de interpretar las señales de las cosas que estaban ocurriendo a mi alrededor en estos momentos. No es como si estuviera con ganas de trabajar, tampoco, si puedo llegar a opinar al respecto. Con total honestidad podría decir, y sin temor a equivocarme, que mi mente habia entrado en un fallo cataclísmico que congelaba cualquier forma de pensamiento superior y cercano a un raciocinio presente en los seres inteligentes que supuestamente somos.

Que estaba ocurriendo a mi alrededor no era importante, ni con quien estaba hablando Alisa, pues hacia donde yo veía lo único que podía ver era que era una mujer que, ciertamente es imponente en su aspecto físico pero que, por razones que no podía o quería comprender, enviaba unas serias vibraciones de "enemigo", "presa" y "posible alimento". ¿Que diablos estaba pasando...? Ah, cierto, no me importa. ¿Debería acaso? No, para nada.

Cuando fue que entramos en el departamento de la dragona, no es algo en lo que me haya fijado, pero solo podía recordar que en un momento estuvimos afuera y que en el siguiente ya estábamos refugiados en el interior del lugar al que yo hasta hace un rato habia llamado "hogar". Supongo que, como guarida de descanso, puede tomarse como muy cómodo, pero la cosa es que no podía estar mucho tiempo mas allí, si es que no quería caer en un relapso de aquello que ahora mismo quería evitar, que es sentir algo mi amiga y otrora persona amada.

Al menos eso fue hasta que mis labios sintieron el agridulce sabor de la piel ajena presionándose contra ellos.

Mi primera reacción, lo primero que vino a mi cabeza fue el deseo de abrazarla y corresponder a ese beso, salir de ese letargo en el que habia caído y engañarme una vez mas en que ella sentía algo por mi, como yo lo habia sentido por ella. Pero en lo que parecía una eternidad y tal vez en realidad fueron milésimas de segundo, mi ceño se frunció y pude separar mis labios de los de Alisa, con el fin de hacer valer la primera de las preguntas que en mi mente ahora estaban surgiendo.

-¿... Por qué?-Pregunté apenas con un susurro, apenas siendo capaz de hacer oír mis palabras por encima del ensordecedor silencio que habia caído de golpe en el lugar-Es horrible que quieras darme esperanzas de esa manera luego de rechazarme al decir que estaba bromeando. ¿No es suficiente ya con lo que me hiciste sufrir?

Tantas preguntas, tantas interrogantes sin respuesta, tantos deseos de poder saber que hacer para entender que estaba sucediendo y porque estaba sucediendome esto a mi. Yo no hice nada para merecerme esto, después de todo. Fui un buen amigo, creo que así ha sido pues ella nunca ha tenido nada por lo que quejarse. La he amado como nadie podría amarla jamas sin estar pidiendo nada a cambio excepto poder ser parte de su vida al menos en una minúscula parte.

¿Ella? ¿Ella que es lo que piensa? ¿Acaso solo me ve como un objeto mas, algo para controlar y por lo cual ser egoísta ante los demás? Ella es una dragona, como lo soy yo. Por naturaleza creemos que lo nuestro no debe ser tocado por nadie mas, pero ¿Realmente ella ha sido mía? Y yo... ¿Yo soy de ella? No quiero sentir mas, no quiero sufrir mas, no quiero mas dolor y no quiero pensar mas. Pensar implica que voy a recordar, y recordar lleva a sufrir una vez mas por lo que ha pasado.

Por eso la aparté de golpe. No quería ser tocado, no ahora. No quiero saber nada con respecto a nada en este mundo. Quiero dormir, dormir y nunca despertar. Sumergirme en un sueño eterno en el que el dolor de mi alma no pueda alcanzarme, donde pueda ser feliz en mi soledad... No, no feliz. Donde pueda estar contento, supongo y donde mi recientemente creado vacío esté en paz y calma, porque esta herida sangrante jamas dejará de hacerlo mientras esté con ella.

-Mañana prepararé mis cosas y saldré de viaje otra vez.-Le dije de manera mecánica, sin emoción en mi tono de voz o en mi rostro, pues nada podía sentir en estos momentos. No quería sentir odio, no por ella. Realmente no estaba diciéndolo como para que pensara que iba a cortar relación con ella de forma definitiva, pero si como para dejar en claro que las cosas no serian lo mismo de antes-Tal vez sea lo mejor.

Un... tiempo para descansar, supongo. Algo para reordenar mi mente y limpiarla de todo este ruido que ahora está naciendo.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
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Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater