Prodigia Sanitas [Yuuki Okami]

por **Éride** Jue Jul 28, 2016 8:29 pm

Las salidas que realizaba Éride no eran frecuentes y no se llevaban a cabo a no ser que se tratase de algo verdaderamente importante o que hubiese algo o alguien que llamase especialmente su interés. Tal era el motivo del viaje que había emprendido hacia un humilde monasterio fiel a la fe de Gutam, a las afueras de un pequeño pueblo que se encontraba rodeado de jardines. El emplazamiento del mismo era en la parte oriental de la nación de Spatium, alejado del alboroto de las grandes ciudades.

Sin embargo, el flujo de personas parecía haber aumentado considerablemente durante los últimos meses, algo que habría sido un detalle sin importancia para la suma sacerdotisa si no fuera por la noticia que se escondía tras ese hecho: según los rumores, una joven perteneciente a los eslabones más bajos del clero parecía destacar mucho más que el resto de sus compañeras de fe, no sólo por acercarse más que ninguna de ellas a la Iluminación (según se decía), si no por las increíbles habilidades curativas que poseía a pesar de su corta edad.

Quizás podría haberle encargado a alguien que fuese a confirmar si las noticias eran realmente ciertas. Era el camino más fácil, sin duda, ya que tener que salir de Dominus Castle implicaba tener que pasar por ciertas medidas de seguridad que incomodaban a la diosa al punto de que la misma se acostumbró a llevar una vida confinada al majestuoso castillo sin que realmente tuviese ningún anhelo por viajar por el mundo exterior salvo para casos puntuales. Podría haberse ahorrado el protocolo necesario para la salida, pero su curiosidad para ver hasta dónde podía llegar el don de la muchacha le había motivado lo suficiente como para querer comprobar la situación por sí misma.

Iba escoltada por una comitiva no muy grande, un grupo lo suficientemente pequeño como para que pudieran acudir en el mismo vehículo sin llamar la atención. El hombre que lideraba la expedición era un tipo fanfarrón que intentaba quedar bien delante de la importante mujer, cuidando el trato y midiendo sus palabras con un temor que evidenciaba su falsa seguridad y charlatanería. Como habían acordado, Éride y dicha comitiva se presentarían en el monasterio como un grupo de nobles curiosos. Claro estaba que el rostro de la sacerdotisa sí era reconocible, de modo que lo mantenía cubierto por un velo translúcido que tan sólo dejaba ver sus ojos dorados.

Una vez detuvieron el carruaje delante del humilde edificio atestado de gente, el jactancioso líder de la expedición carraspeó en cuanto la sacerdotisa bajó del vehículo, acompañada por otras tres personas. De algún modo, el tipo había logrado irse haciendo hueco entre la gente para abrirle el paso a la diosa hasta una posición cercana a la muchacha. —¿Es esta la famosa curandera de la que tanto hemos oído hablar?—preguntó con sorna el incauto guardaespaldas, desconfiando de las capacidades de la joven. —Mi señora desea ver qué tan buena sois con vuestras habilidades curativas.—Éride le dirigió una mirada de desaprobación, puesto que no era necesario utilizar ese tono con la joven. Sin embargo, se mantuvo en silencio y esperó una respuesta de los presentes, incluida de la propia chiquilla.

por **Yuuki Okami** Dom Jul 31, 2016 10:57 pm

Sus inicios como sacerdotiza fueron bastantes complicados, su visión infantil del mundo era un gran discrepante para los altos miembros de la Fe de Gutam, y muchos cuestionaron que una simple chiquilla estuviera a cargo de una minoría de personas para reforzar su creencia. Fue realmente dificil entrar, no solo tuvo que pasar por rigurosas pruebas físicas para ser parte de esto, si no que también debía crear una falsa fe hacia una creencia que ella no compartía, los espiritus de la naturaleza eran su apoyo en este mundo y fue gracias a su visión de la vida que estos mismos le pidieron el favor de que ayudara a este basto y miserable planeta a reducir su sufrimiento, no con la muerte, si no con la sanación y el perdón.

-... Pero estaré mintiendo entonces.. Hablaba la pequeña inocente en uno de los templos olvidados de la naturaleza. Es cierto que siendo una simple vagabunda no puedo ayudarlos.. no tengo dinero.. no tengo recursos.. pero mentir sobre mi fe..

Si...

La fe de Gutam... ¡E-entendido! ¡Seré la guía de muchas personas! ¡Pero mi espiritu siempre estará ligado al suyo, a todos ustedes! ¡Cumpliré con mi palabra! ¡Lo prometo!.

Fue entonces como aquella pequeña mujercita decidió formar parte de la Fe de Gutam y así poder ayudar a muchas personas desde un lugar accesible, con recursos, medicinas, habitaciones y demás cosas, además de tener un pequeño equipo que era de muchisima ayuda. Era un día del común y las tareas como curandera eran bastantes, un nuevo pelotón afectado por la guerra había llegado en tan solo una hora y ella aún preparaba todo lo necesario para poder iniciar con la sanación. ¿Con qué cosas se toparía hoy?... ultimamente sus pacientes llegaban con heridas graves causadas por la actual guerra del gobierno y los revolucionarios... pero los casos mas graves llegaban directamente en sus manos.

Hay un joven novato.. tan solo de 19 años, hemorragia interna... Tuvimos que amputar una pierna... Fue tan solo el primer informe que le dieron, así que debía darse prisa para comenzar. Lo curioso del caso era que en las manos de la joven canina no llevaba instrumentos medicos, tan solo un tazón con agua, y tres pequeños recipientes muy particulares, parecían pequeñas personas talladas a mano, con decorados rojos y delineados de color rojo en lo que disimulaban en ser sus ojos que por el momento eran de un color negro.. se notaban huecos a simple vista. -T-todo está listo, ¡Ire en este momento! Avisó la pequeña mujer que en ese entonces fue en camino hacia el soldado afectado... todo era un caos, pues el el bosque del Cosmos era un lugar de canalización efectiva y los equipos de personas no sabían como actuar exactamente.

¡T-trataré de atender a los demás pacientes para evitar este tumulto! Afortunadamente nadie más corre peligro inmediado, los llevaré a un lugar seguro en la ciudad más cercana de Spatium.. espero verla pronto allí, señorita Yuu. Y el translado comenzó, solo para que la gran cantidad de personas dieran un poco de descanso a la naturaleza del bosque del cosmos. Yuu se encontraba afuera de una carpa improvisada, adentro se encontraba el paciente descansando en la camilla, pero había que darse prisa.. lastimosamente fue interrumpida por dos nuevas almas. "—Mi señora desea ver qué tan buena sois con vuestras habilidades curativas.—" A lo que ella tardó en girar y notar de quien se trataba, se alteró por completo. Prodigia Sanitas [Yuuki Okami] Bardo_Meeps

Prodigia Sanitas [Yuuki Okami] Bardo_Meeps

Le provocó en la pequeña un gran susto, haciendo que sacara a volar involuntariamente la urna con agua, que afortunadamente pudo sostener antes de que cayera al piso de nuevo, y con un rostro que reflejaba nerviosismo saludó como es debido. N-no esperaba la visita de la Gran sacerdotiza.. E-eride.. Habló por lo bajo mientras sostenía la urna con fuerza, evitó verle a la cara, por obvias razones. -¡S-soy Yuu! ¡Sacerdotiza menor! Pero su presentación fue cortada por un adolorido quejido del interior de la carpa. E-el paciente no puede esperar más. Dijo con aquel nerviosismo inicial. -S-se que es irrespetuoso de mi parte.. pero les ruego que permanezcan en total silencio cuando entren a la carpa... por favor.-

Suspiró por la presión del asunto, pero sin hacer mayor la espera abrió la carpa y entró. Dentro era sumamente oscuro.. apenas una pequeña luz se asomaba desde el exterior, en mitad de la zona estaba el paciente, carente de su pierna derecha, y junto a el había una pequeña mesa en donde Yuuki acomodó la urna con agua, acto seguido cerró la carpa para evitar que la luz continuara pasando.. obviamente dejó pasar a sus dos acompañantes. Se acercó al joven que ahora carecía de una pierna.. este estaba conciente y confundido por la oscuridad. -No te preocupes.. mi niño.. que este pequeño incidente no sea la rendición de tu valiosa vida... Habló en un tono sereno y sumiso. ella aún no había tocado directamente al afectado, tan solo tocó su rostro para mover su cabello y tranquilizarlo un poco, este respiró con un poco más de serenidad.

Yuu utilizó las dos pequeñas urnas en forma de personitas para guardar agua, estas tenían una pequeña avertura en la cabeza que podía cerrarse, y cuando las llenó totalmente ella las dejó sobre el torso ajeno.. luego, pegó sus manos y cerró los ojos. Nada pasó durante dos minutos... el silencio podría decirse que causaba cierta ansiedad.. más aún con un paciente que estaba desangrandose ahí mismo.. pero entonces algo comenzó a cambiar. Un sonido curioso comenzó a escucharse, proveniente de las dos pequeñas urnas en forma de personas que descansaban sobre el agitado torso del sujeto.. ¿Qué era?.. el sonido de lo que parecían ser un par de campanas hacer un ritmo particular.. sereno.. tranquilo.. como una canción de cuna, y en plena oscuridad los ojos de aquellas urnas brillaron iluminando una pequeña zona del cuarto improvisado, Tras un par de segundos la melodía comenzó a intensificarse, cambiando drasticamente de ambiente, y aquellas criaturas comenzaron a moverse por cuenta propia.

Vieron todo a su alrededor, incluyendo a los dos sujetos que eran simplemente observadores... Saltaron del torso ajeno y con cada pequeño movimiento que hacían aquellas campanas y pequeños sonidos que parecían una mini orquesta creaban cierto sonido interesante.. esos dos pequeños seres solo miraron fijamente forma curiosa a sus espectadores.. luego volvieron a su posición inicial para ver lo que sucedía.. y estos se dieron cuenta casi de inmediato.. se movieron a la zona afectada, ya allí se sujetaron solo para interpretar nuevamente un sonido de campana.. y la herida del mismo comenzó a cerrar con rápidez, creando en ella una luz del mismo color de los seres que se encontraban. Para cuando la herida cerró las campanas cesaron, y las urnas cayeron al suelo, pues ya no tenían vida, y como era de esperarse, no había agua dentro de ellas.

-Ahora podrás sonreír otra vez.-

por **Éride** Miér Ago 03, 2016 1:42 pm

Los ojos de la suma sacerdotisa se abrieron de par en par al oír cómo la joven curandera le había identificado. Si bien era cierto que llevaba el rostro cubierto y mantenía su identidad en secreto vistiendo otro tipo de ropas diferentes a las que acostumbraba a llevar, quizás no fuese tan difícil conocerle si se era lo suficientemente observador. La muchacha lo había dicho en voz baja, tan baja que, por fortuna, el público pareció no haber percibido sonido alguno. Ni siquiera su fanfarrón escolta se había percatado de lo que la chica murmuraba, pero Éride, dado que tenía los sentidos más agudizados de lo común, había conseguido oírle.

“—¡S-soy Yuu! ¡Sacerdotisa menor!—” se presentó la joven, desviando la vista quizás por respeto o vergüenza. En ese mismo instante, los otros tres guardaespaldas de la diosa, ataviados con ropajes similares a los que podría llevar un Golden Alliance, se colocaron detrás del líder de la expedición. Él había reparado en la sutil expresión de sorpresa de su señora, pero decidió no pronunciar palabra hasta que la joven sacerdotisa se retirara al interior de la carpa. Mientras le seguían los pasos, el hombre ladeó ligeramente el rostro hacia Éride y le habló en voz baja. —Puede que sea un prodigio, pero le veo demasiado joven como para realizar curaciones milagrosas—susurraba—,¿y qué son esos ídolos que trae consigo? Sugiero no apartar la vista de sus acciones, mi señora—puntualizó el desconfiado capataz.

Y de nuevo, la suma sacerdotisa clavó sus ojos color ámbar en las facciones de su acompañante, expresando desagrado ante la soberbia que desprendía con cada verborrea que salía por su boca. —El propósito de nuestra visita no es otro que ése, señor Fournier—respondió también en un susurro, ésta vez con la mirada al frente—,mas mi interés se debe a la curiosidad y no a la envidia o deseos de satisfacer mi propio ego, tal y como parece ser vuestro caso—. El hombre permaneció callado hasta que arribaron a la carpa, frustrado por el hecho de tener que morderse la lengua ante el comentario sin tapujos que había recibido por parte de la mujer. ¿Ella era la más próxima a la Iluminación? Tenía gracia la cosa. —Ella me ha reconocido. Pude oír cómo pronunciaba mi nombre, pero tuvo la consideración de no hacerlo en voz alta—continuó Éride, revelando el por qué de su sorpresa momentos antes.—Sólo ha sido una primera impresión, pero deduzco que su empatía será digna de alabanza, y que eso es justo lo que le permite potenciar sus habilidades curativas—.

El interior de la carpa estaba sumido en la oscuridad y el ambiente era pesaroso. Los quejidos del paciente inundaban la estancia, pero la joven muchacha trató de calmarlo, tanto a él como a su dolor, mediante un pequeño ritual donde involucraba las figuras que portaba consigo. Durante unos minutos no pasó nada, provocando que el orgulloso acompañante de la sacerdotisa carraspeara con impaciencia y contagiando dicho sentimiento a la mujer. La pequeña diferencia radicaba en que la ansiedad de Éride se originaba en la actitud de su guardaespaldas. Los demás, al menos, se mantenían en silencio, tal y como había pedido Yuu.

Sin embargo, un pequeño espectáculo protagonizado por aquellas extrañas urnas tuvo lugar delante de ellos. Los atónitos ojos de los espectadores observaron con detalle cada movimiento de los estrafalarios recipientes, que danzaban al son de una canción particular, hasta que finalmente se detuvieron, inertes, cuando la herida del afectado había sanado por completo. Fournier, forzándose a mostrarse incrédulo, se aventuró a incomodar a la chica con intención de sonsacarle cómo había realizado tal actividad. —Nunca había visto magia similar—inició, caminando hacia Yuu con la cabeza alta y con una vanidad que podría ser palpable con sólo acercarse a él. —¿Realmente poseéis un don, joven doncella? ¿O tan sólo sois parte de un teatro para crédulos?—espetó, desviando la mirada al chico que había sido curado.

Éride respiró hondo, evitando que el malestar que le provocaba la presencia de su tan mal asignado guardaespaldas le hiciese perder los estribos. La ignorancia en el arte de la curación que poseía Fournier fue evidente con su última pregunta. —Basta.— Sonaba firme, pero no enfadada. Se adelantó hasta donde estaba él, mostrando de nuevo una expresión de clara desaprobación con su actitud. —No existe razón alguna por la cual acusar de tal manera a esta sacerdotisa.—Volvió el rostro hacia ella, suavizando sus facciones, en un intento de mostrar amabilidad. —Joven Yuu, con vuestra loable hazaña habéis demostrado a esta humilde servidora que sois digna de vuestro reconocimiento—le halagó. Tales poderes, si se unían a la profunda empatía que la muchacha parecía poseer, eran ideales para un servidor de la fe de Gutam. Si además se le aplicaba una educación adecuada… incluso podría convertirse en un miembro de la Asamblea de Seres Santos en un futuro.

Sí, lo había decidido. Quería vigilar la evolución y el crecimiento de Yuu con sus propios ojos. Desde hacía un tiempo no había conocido a nadie con tanto potencial — hasta algunos miembros actuales de la Asamblea pecaban de algún modo u otro, pero la pureza de los actos y el comportamiento de la chica denotaban la posibilidad de que, por primera vez en mucho tiempo, dicha reunión de clérigos tuviese entre sus integrantes a alguien merecedor de su puesto, más allá de ser evaluado por su férrea creencia en los principios de la Iluminación.

Corrió el velo hacia un lado, revelando su rostro, a pesar de no haber planeado hacerlo hasta que estuvieran a solas. —Como Gran Sacerdotisa quizás debería haber enviado algún mensajero, mas me corroía la curiosidad por ver de cerca vuestros actos.—Aclaró su garganta, extendiendo la mano hacia ella, con la palma hacia arriba. —Es por ello por lo que os convido a acudir a Dominus Castle. Tras comprobar la nobleza de vuestras acciones y el poder curativo que sois capaz de ejercer, me gustaría que continuárais empleándolo bajo mi propia tutela. Si aceptáis, contribuiré en vuestro aprendizaje para servir a nuestra fe de forma ejemplar.— Bueno, quizás tendría que pensárselo. Le acababa de decir a una sacerdotisa que quería que fuese su discípula, casi sin ton ni son. No sería algo fácil de asimilar. Tan sólo había que ver la cara de asombro de Fournier.

por **Yuuki Okami** Lun Sep 05, 2016 2:18 pm

Lo primero que hizo fue asegurar que aquel joven soldado caído estaab a salvo, limpió su rostro con un pequeño pañuelo remojado en agua, pues su cara estaba sudada y llena de tierra, además de esto arropó con una sabana limpia el ahora descansado cuerpo del sujeto que había atendido al mismo tiempo en que las palabras hirientes de aquel guarda espaldas salían a flote. ... No mencionaba nada al respecto.. ¿Teatro para credulos?.. realmente solo utilizaba lo que la madre tierra le regaló para ayudar a las personas, ella hacía exactamente lo que amaba, cuidar de todo ser vivo existente, sin importar su ideología y bando, aunque a sombra de todos utilizara recursos del gobierno para ayudar a las personas de la revolución de la misma forma, solo que en ánonimato. -Puede que tan solo sea un acto de teatro... Habló la loba mientras sus grandes orejas bajaron un poco. Pero si así hago felices a estas desafortunadas personas, está bien para mi.- giró la vista hacia el gran sujeto que cuidaba de Eride.

Pero antes de que pudiera decir algo más, fue interrumpida por un fuerte y autoritario Basta, Yuuki apenas y mencionó algo más, solo retrocedió cabizbaja mientras aquel hombre buscaba desmeritar sus nobles hazañas, como cualquier niña insegura que temía por hacer un acto incorrecto, pero fue defendida por la Gran rama de esperanza ante los creyentes de Gutam, La mismisima Eride estaba reconociendo el don de una pequeña, humilde y pagana chiquilla de no más de 15 años, era normal que alguien con tanta experiencia como aquel sujeto sintiera cierta humillación.. pero eso era algo que no podía evitar ni con el agradecimiento o disculpa más sincera de su corazón, tan solo repetía las palabras de Eride con cieta confusión. ¿D-digna...? Dijo con bastante timidez ante su superior.

Pero no terminó todo allí, además de recibir reconocimiento por parte de la Gran Sacerdotiza, una propuesta increible por parte de ella también fue una sorpresa que la jovencita trató de asimilar, ¿Era real lo que estaba escuchando? ¿Un lobo salvaje como ella sería capaz de tan solo tocar el suelo de un gran castillo?... era una chica sucia de cabello enmarañado, arapos como ropa y manos descuidadas, sin porte o habla, y sin duda alguna no tenía las caracteristicas básicas de una princesa, ¿Acaso se estaban equivando de persona? Yuuki negó con su cabeza, y retrocedió un par de pasos tropezandose de esta manera con la camilla del paciente que permanecía durmiendo de forma muy tranquila. -E-es todo un honor recibir su reconocimiento, Gran sacerdotiza Eride.. s-sin embargo.. lo que dice su acompañante es cierto.. E-es probable que se estén equivocando de persona, Y-yo tan solo soy una niña que fue adoptada por la orden de Gutam.. Y-yo no tengo clase ni sangre.. s-soy una campesina de pueblo que solo quiere ayudar un poco.- Habló de forma nerviosa mientras su rubor facial aumentaba considerablemente, era bastante la presión que sentía ya que no estaba acostumbrada a recibir tanta atención, no sabía como reaccionar o que decir, la confusión era notoria en su mirada y ojos vidriosos.

por **Éride** Mar Sep 06, 2016 9:24 pm

La pequeña sacerdotisa mostraba una humildad mayor de la que cabría esperar por parte de una joven en la flor de la vida. Las veces en las que Éride había sido testigo de la actitud arrogante de los chiquillos en plena adolescencia habían sido tantas que ya desconfiaba un poco de los valores morales de la juventud. Sin embargo, la muchacha que tenía ante sus ojos no sólo poseía un don asombroso que nacía de la más pura bondad, si no que además parecía tener todas las papeletas de ser, como mínimo, la más respetada discípula directa de la Gran Sacerdotisa.

Fournier, por su parte, parecía en total desacuerdo con la propuesta de la diosa. No se molestaba en ocultarlo, ni siquiera en disimularlo un poco, pero aquello traía sin cuidado a la mujer, cuya opinión sobre su acompañante se alejaba cada vez más de una impresión positiva. Era soberbio, mezquino y prejuicioso, cualidades que sobraban para todo aquel que deseara permanecer al lado de la religiosa. Si bien no podía exigir que todo aquel que le rodease fuese un santo, la carencia de virtudes que ese malquisto tragavirotes ostentaba ponía a prueba su grandísima paciencia.

—Como podéis ver, mi señora,—terció Fournier, —hasta la propia doncella en la que confiáis para ser vuestra aprendiz reconoce su paupérrima alcurnia.—El hombre ladeó la cabeza, dirigiendo una orgullosa mirada de fingida lástima hacia la chiquilla. —No considero apropiado que alguien sin la educación suficiente ni los modales adecuados se pasee por los mismísimos jardines por los que, en algún momento, puede llegar a aparecer el Gran Lord,—opinó. Los ojos dorados de la diosa se posaron en él, dedicándole una mirada sumamente autoritaria y fulminante, indicándole, sin mediar palabra alguna, que no deseaba escucharle hablar más. Él tragó saliva, intimidado por la figura de la mujer que podría condenarle al infierno con tan solo chasquear los dedos. O eso decían.

Éride volvió la vista hacia la muchacha, de nuevo cambiando su expresión por una mucho más amable. —Levantad la vista, joven Yuu, pues no debéis temerme. Los ojos son el espejo del alma y los vuestros indican lo puro que es vuestro corazón.—Las comisuras de sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba. —Tal vez no vengáis de los escalones más altos de la sociedad, pero decidme: ¿sirven de algo las riquezas y el linaje si se carece de lo más noble que puede poseer un ser vivo?—Miró por el rabillo del ojo a Fournier, que tenía cara de sentirse completamente aludido, para después volver a clavar sus orbes color ámbar en el rostro de la sacerdotisa. —Mientras conservéis esa pureza en vuestra alma, seréis bienvenida. Os ruego que ignoréis por completo a mi deshonroso acompañante, pues sus palabras nacen de la más deplorable de las intenciones.—Suspiró antes de continuar con su discurso. —Si el problema reside en vuestra formación con respecto a vuestros modales, reitero que yo me encargaré personalmente de ello. Estando bajo mi tutela, no sólo os convertiréis en mi aprendiz que seguirá fielmente mis pasos hacia la Iluminación, siendo este el propósito más importante de vuestra enseñanza., si no que además se os inculcarán los valores necesarios para convivir en sociedad.— De nuevo extendió el brazo hacia Yuu. —Comprenderé vuestro rechazo, mas os aseguro que esta oportunidad os permitirá brindar una ayuda aún mayor a los desafortunados que imploran por ser curados por vos.— Cierto brillo dorado cruzó su mirada. Si bien no mentía, sabía que con eso daría en el clavo.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater