Un nuevo lugar

por **Takara Fūenjin** Miér Oct 05, 2016 12:00 pm

Llevaban largo rato caminando y Takara comenzaba a aburrirse cuando de pronto vio lo que le parecía un cuerpo en el suelo varios metros más hacia delante, mantuvo la calma y siguió caminando junto a su madre intentando disimular su cara de espanto. Varios minutos después pasaron junto al cuerpo y Takara pudo ver que dicho cuerpo había desaparecido hacía tiempo, lo único que quedaba era la armadura, eso en cierto modo la tranquilizaba. Pero esa tranquilidad desapareció pronto. Había estado tan centrada en esa armadura que no vio el resto y al levantar la mirada se encontró con otras cuantas armaduras entre las ruinas, algunas aún conservaban los huesos de sus dueños dentro y pudo ver que también había algún esqueleto sin armadura. Ciudadanos indefensos... Pensó con un nudo en la garganta. A Takara siempre le había dado igual que la gente solucionara sus problemas con violencia, no era una de las personas más pacíficas del planeta, pero no le parecía justo que salieran heridas personas que nada tenían que ver.

Inconscientemente había comenzado a apretar la empuñadura de su katana y tenía los nudillos completamente blancos debido a la fuerza. Cuando se dio cuenta soltó la empuñadura y bajó la mano. Respiró hondo e intentó pensar en otra cosa, ya no había cadáveres a la vista -siempre que no se girara- ahora solo había ruinas ante ella. Se quedó mirando una gran esfinge que había a su izquierda, se había conservado bastante bien. Le faltaban más de un trozo, pero aún así se mantenía en pie y se podía apreciar el trabajo que habían hecho los escultores y arquitectos en su momento. En aquel momento Takara se preguntó si en aquella época habrían arquitectos. Claro que si... ¿No? Se quedó reflexionando sobre el tema unos minutos, hasta que el rugido de sus tripas interrumpió sus pensamientos.

Abrió la mochila que llevaba a sus espaldas y sacó unas galletas que había guardado antes de salir. No tenía muy claro qué hora era, por lo que prefería no comerse aún la comida que tenían preparada. Podría aguantar perfectamente un par de horas más con las galletas.

-¿Quieres? -le preguntó a su madre mientras le extendía el paquete de galletas con una sonrisa.

por **Jabaku Fūenjin** Jue Oct 06, 2016 1:19 pm

Una cosa era entrenar en casa con cuidado para ir cogiendo el ritmo y los movimientos básicos y otra muy diferente era ponerlos a prueba en una situación real, aprendiendo de ello. Ya iba siendo hora de que Takara se pusiera a prueba, empezando por algo sencillo lógicamente, para que pudiera mejorar y defenderse correctamente, si bien Jabaku se había esforzado todo lo posible por enseñarle todo, en ocasiones había un enorme trecho entre la teoría y la práctica que resultaba insalvable. En las ruinas cercanas al Valle de Leumhades podría haber de todo, además de cadáveres de otrora salpicando el paisaje, armaduras y esqueletos antiguos que había sobrevivido al tiempo y a los azotes del clima, restos mortales de lo que fueron soldados y civiles. Esperaba quizá encontrar alguna alimaña poco preocupante para que Takara pudiese poner en práctica lo que había aprendido con ella, algo simple pero que pudiera presentar algo de resistencia, de encontrar algo más grande tendría que hacerse cargo ella misma, no arriesgaría nunca a su pequeña a un peligro que no fuese capaz de superar. Observaba de reojo a la infante con el único ojo sano que le quedaba, notando la forma en que sujetaba la empuñadura de su arma y sabiendo perfectamente a qué se debía, puede que estuviese entrenada, puede que fuese parte de la revolución y puede que fuese algo conflictiva mas no dejaba de ser una niña aún.

Lograron cruzar el campo de cadáveres para llegar a la zona donde estaban las ruinas y algunas de aquellas efigies que recordaban lo que allí sucedió, grandes testigos de la historia a lo largo de generaciones y sufriendo con la visión de aquella devastación sin fin. Estaban prontos a su destino, el lugar marcado donde debería haber -seguramente- algún tipo de criatura que utilizar de muñeco de prácticas móvil, estaba deseando comprobar en primera persona lo que era capaz de hacer en una situación de peligro real, aunque ella estaría ahí para ayudarle en el caso de que no pudiese acabar con lo que fuera que se encontrasen. El sonido proveniente del estómago ajeno llamó su atención, haciendo que Jabaku volviese a clavar su mirada en la pequeña para ver cómo ésta sacaba algunas galletas de su mochila, sería mejor dejar que comiese algo antes de continuar en busca de algún contrincante adecuado para la pequeña, no era buena idea luchar con el estómago vacío. Se había acercado a una roca cercana para sentarse sobre ella mientras Takara comía de aquel paquete que había llevado, sin embargo cuando elevó la mirada se la encontró de frente extendiéndole dicho paquete a ella y preguntando si quería. -Claro, pero solo una, tu las necesitas más…- Respondió tomando una de las galletas con una leve sonrisa pintada en su rostro, le resultaba imposible ocultarla estando con ella.

Probó aquella galleta devolviendo la mirada al paisaje, observando su alrededor en busca de cualquier movimiento extraño que llamase su atención, siempre alerta de cualquier detalle por pequeño que fuese que diera a entender que había o habría problemas de cualquier tipo. Normalmente no tenía ningún problema en enfrentarse a lo que se le pusiese por delante pero con su hija cerca no pensaba cometer errores, su seguridad era lo primero.

por **Takara Fūenjin** Miér Oct 12, 2016 8:59 am

Dejó que su madre cogiera una galleta y pensó en ofrecerle otra, tenía suficientes para las dos, pero por experiencia sabía que su madre no aceptaría. Ya la convenceré después. Se fijó en que su madre parecía estar buscando algo o a alguien con la mirada y pensó que quizás era ese su destino, quizás ya pudiera descansar. Pero aquel lugar era igual que todos los demás, no había diferente, nada que pudiera servir de referencia. Al menos nada que le pudiera servir de referencia a ella.

-¿Seguro que no quieres otra? Quedan un montón aún -dijo extendiendo el paquete hacia su madre sonriéndole nuevamente. Justo en ese instante vio que algo se movía tras un edificio que había varios metros más allá. ¿Será a quien esperamos? Se quedó con la mirada fija en el lugar aún con el brazo extendido, intentando ver algún otro movimiento, pero no había nada. Quizás haya el viento... Pensó mientras guardaba las galletas en su mochila nuevamente. Antes de cerrar su mochila, la revolvió un poco en busca del frasco. No lo veía por ningún lado. Buscó mejor empezando a ponerse un poco nerviosa, hasta que finalmente lo encontró al fondo de su mochila. Tampoco llevaba muchas cosas en esta, pero el frasco era bastante pequeño. Comprobó que el frasco estaba por la mitad y lo dejó nuevamente en la mochila. Por suerte hasta el momento nunca había necesitado el frasco, pero no se atrevía a ir a ningún lugar sin él. Le daba seguridad.

Se puso la mochila a la espalda y esperó a que su madre le dijera si debían continuar o era ese el lugar en que debían esperar. Deseaba con todas sus fuerzas que fuera ese, quería sentarse un rato más, pero no dijo nada y tampoco hizo nada que le demostrara a su madre que estaba cansada. No quería retrasarla, no debía retrasarla.

Jabaku se dedicaba a recabar información de todo tipo y hacer algunas otras cosas que Takara no sabía que eran, pero sabía por las veces que la había ayudado que debía ser discreta y estar alerta, y que muchas veces tenían que estar en el momento exacto en el lugar exacto. Pero también sabía que su madre no la haría caminar si tenía la menor sospecha de que estuviera cansada. A veces se preocupaba demasiado por ella y Takara no podía permitirse ser un estorbo. Jabaku hacía esas cosas sola, iba a donde tenía que ir cuando lo necesitaba y volvía cuando quería, pero decidió acoger a Takara y eso debió cambiar, la pequeña lo sabía. Por eso mismo se esforzaba siempre tanto, tenía que compensar a la que ahora era su madre y agradecerle todo lo que había hecho por ella.

por **Jabaku Fūenjin** Jue Oct 13, 2016 7:14 am

Los movimientos cercanos a su posición no pasaban desapercibidos para la revolucionaria por más que tratase de ocultarse, algo se estaba moviendo y lo había visto desde que apareció mas no dijo nada al respecto, tan solo se fijó en la pequeña y esperó a ver sus reacciones. No pudo evitar sentir un fuerte sentimiento de orgullo al ver que a la niña tampoco le pasó para nada desapercibido y que enseguida desvió la mirada en la dirección de la que procedía el movimiento en cuestión, para ser tan joven tenía un buen instinto de alerta que le sería muy útil en el futuro si aprendía a controlarlo. -Ahora mismo no, quizá más tarde…- Respondió intentando distraerla, aprovechando la situación le pondría también a prueba su capacidad de atención, ver si era capaz de continuar con la conversación mientras permanecía alerta y pendiente de aquel movimiento que bien podría ser un peligro potencial para ambas. Aquel ser parecía una especie de lagarto o camaleón, solo que mucho más grande y siendo un depredador, se estaba ocultando mientras intentaba acercarse poco a poco para atacar seguramente puesto que en esos momentos ninguna de las dos mostraban demasiada hostilidad o peligro, tan solo estaban ahí comiendo y aparentemente distraídas.

Mientras que Jabaku observaba de manera disimulada a la criatura que les acechaba, Takara guardó el paquete con las galletas mientras que también comprobaba que todo estuviera bien y no faltase nada en el interior de su mochila, ya una vez terminó las comprobaciones volvió a echársela a la espalda. -Siéntate un poco, aún no nos vamos a mover, tranquila.- Le dijo a su hija mientras relajaba un poco la postura, solo para volver a mirar de reojo al lugar donde sabía que estaba aquel ser vigilante, esperaba que habíendo calmado su cuerpo y con Takara sentada la cosa esa decidiese por fin a moverse o atacar, de nuevo queriendo comprobar que la pequeña era lo suficientemente habil y su instinto fiable. En el peor de los casos le cogería desprevenida y le haría algo de daño, Jabaku estaba más que preparada para desenvainar su arma y decapitar al ser si llegaba a suceder eso a la mayor brevedad, por lo que tampoco habría que lamentar nada mientras sólo fuese uno. Sospechaba que hubiera algo más por la zona, seguramente que habría algunos más como él en las cercanías del lugar en que se encontraban las dos revolucionarias, que quizá no se hubieran percatado aún de su presencia bien podría ser posible pero dudaba en gran medida que no hubiera nada más.

Seguía manteniendo su único ojo sano fijo en la pequeña con la máxima calma que podía aparentar aunque en realidad se encontraba totalmente atenta a lo que el monstruo ese hacía y también a los movimientos de la niña, se le estaba acercando lentamente por la espalda, probablemente creyendo que su camuflaje impedía que Jabaku le viese pero no estaba ni cerca de la realidad. Estaba sentada con la mano apoyada sobre la empuñadura de la katana de forma despreocupada, no parecía para nada que fuese a cogerla o desenvainarla mas no era más que otro truco más, siempre estaba alerta.

por **Takara Fūenjin** Miér Oct 19, 2016 4:57 pm

Mientras rebuscaba en su mochila había vuelto a ver movimientos extraños alrededor del edificio de antes, pero estaba tan centrada en encontrar el frasco que lo dejó pasar. Pero una vez se olvidó del frasco, volvió a echar un vistazo al edificio. Estaba claro que no era ni el viento, ni su imaginación jugándole una mala pasada. Allí había alguien o algo, pero no tenía claro el qué.

-Vale -le contestó sonriente a su madre mientras se sentaba junto a ella, sin apartar la vista del edificio. Lo más lógico habría sido avisar a su madre del posible peligro, pero había vuelto a perderle la pista a aquella cosa y no quería que su madre pensara que no eran más que desvaríos de una niña asustada. Ella no era ninguna niña pequeña que se asustara por cualquier cosa. Buscó con la mirada aquel ser intentando que no se notara demasiado que estaba buscando algo y mucho menos lo nerviosa que se estaba poniendo. No estaba muy segura de haberlo conseguido-. ¿Y exactamente a donde vamos? -preguntó para romper el silencio mientras se giraba hacia su madre. Y entonces lo vio, solo fue de pasada, pero estaba segura de haber visto una especie de reptil gigante. Intentó parecer relajada. No sabía muy bien que era -no había visto nunca nada parecido-, pero fuera lo que fuera si sabía que había sido detectado atacaría sin pensarlo y Takara prefería ser la primera en atacar. "El primer movimiento, si sabes usarlo, puede darte una gran ventaja sobre tu adversario." Había aprendido aquello en sus entrenamientos con Jabaku, ahora le iba a tocar ponerlo en práctica.

Mientras escuchaba a su madre deslizó su mano hasta la katana, aún sin saber muy bien qué debía hacer. Quería hacerle algún tipo de señal a su madre, pero temía que aquella criatura se diera cuenta. Dos contra uno... No hay de qué preocuparse... Se decía a sí misma para evitar que el miedo la paralizara, mientras seguía pensando en que sería lo más idóneo contra aquella cosa.

Repasó mentalmente cada uno de sus entrenamientos, cada una de sus lecciones y cada movimiento, ataque y defensa aprendidos. Tenía que pensar rápido o aquella cosa se les lanzaría encima y entonces sí que no podría pensar en nada. Respiró hondo y se puso en pie con tranquilidad, sin apartar la mano de la katana.

-Me duelen los pies, no sé porqué -murmuró una vez de pie mientras miraba al suelo, fingiendo observar sus zapatos. Se paseó un poco por delante de su madre sin un rumbo aparente, hasta que acabó a apenas un metro de aquella criatura. Desenvainó la katana lo más rápido que pudo e hizo un movimiento rápido hacia lo que creía que era el rostro de aquella criatura, rezando porque su piel no fuera muy resistente.

por **Jabaku Fūenjin** Vie Oct 21, 2016 11:16 am

Tenía que reconocer que para la edad que tenía estaba bastante avispada, fallaba un poco a la hora de disimular por los nervios pero no lo hacía nada mal, con un poco de práctica estaba segura de que no podrían con ella, y pensaba encargarse de ello personalmente, tomándose el tiempo que hiciese falta para ello. Era evidente que la pequeña iba a preguntar por qué hacían ahí o a dónde se iban a dirigir, porque Jabaku realmente no le había dicho gran cosa salvo que iban a salir de viaje, que preparase sus cosas y se mantuviese siempre alerta, preparada para cualquier peligro que les pueda acechar. Y es que no podía decirle que en realidad la estaba poniendo a prueba, si sabía que la estaba probando no actuaría con la misma naturalidad que en una situación de riesgo real, con peligros reales que evidentemente no se paran a avisarte de que te van a atacar para que estés consciente de ello. Si quería ver cómo se manejaba en una situación así, debía crear dicha situación sin que ella supiese absolutamente nada, lo cual no significaba que la fuese a dejar a su suerte, solo se haría la desentendida mientras no hubieran problemas graves de los que sí preocuparse, en cuyo caso saltaría de inmediato en su defensa como cabía esperar. -Vamos a investigar un poco la zona, de viejas ruinas se puede aprender mucho si sabes cómo y dónde mirar.- Tampoco era mala idea si les quedaba tiempo luego de ocuparse de aquella cosa que se acercaba como si nadie pudiese verla, desgraciado él que no se enteraba de nada, ambas se había percatado de su presencia hace un rato aunque Jabaku estaba más pediente de las acciones de Takara.

Vio como la mano de la pequeña se posó sobre su arma, si que estaba en alerta máxima que ya había sentido el peligro y la necesidad de estar preparada para lo que pudiera venir, lo más curioso de verla así era que ella misma solía adoptar esa postura cuando notaba algo extraño, posando suavemente la mano sobre la empuñadura por si requería de desenvainarla lo más rápido posible. Mientras aquella cosa se seguía acercando con cautela a ambas féminas, Takara se quedó mirando al suelo, a sus pies seguramente pues mencionó que le dolían y no sabía muy bien por qué, a lo que Jabaku no supo muy bien cómo responder. ¿Habrían estado andando demasiado quizá? Si estaba demasiado cansada o dolorida podría ser mala idea el ponerla a prueba en ese momento, siempre podría dejarlo para otro día y aprovechar lo que quedaba simplemente para dar una vuelta y echar un vistazo a las ruinas que había por la zona y que de seguro tendrían cosas interesantes que mostrar tanto a la niña como a su madre. Se equivocó. Lo que hizo fue atacar con rapidez a la criatura, en toda la cabeza además, cogiendo por sorpresa tanto a la pelirrosa como al reptil que no se esperaba un ataque directo estando camuflado. Ya no es solo que le diera justo en la cabeza sino que literalmente se la abrió por la mitad, impidiendo cualquier represalia por parte del ser que solo se sacudió por algunos segundos, confundido y sin siquiera haberse dado cuenta de que había muerto.

-Impresionante, por un momento me llegué a creer que te habías distraído y te iba a atacar... - Habría aplaudido de haber podido, cuando solo tienes un brazo es un poco complicado hacer cosas como aplaudir, al igual que resultaba un poco complicado guiñar un ojo cuando solo tenías uno, a eso normalmente se le llama parpadear. -No solo has pasado la prueba sino que además me has sorprendido... - Casi le estaba costando contenerse el darle un abrazo de orgullo, realmente se había emocionado un poco.

por **Takara Fūenjin** Dom Oct 23, 2016 2:52 pm

Se quedó quieta, con la katana en alto, como si de un fotografía se tratara. No movió un solo músculo mientras veía como aquella bestia se convulsionaba y caía finalmente al suelo, parecía que nada de aquello tuviera que ver con ella. Tras unos instantes abrió los ojos de par en par y bajó lentamente las manos, al tiempo que le echaba un vistazo rápido a la criatura, tirada en el suelo. No era posible que ella sola hubiese acabado con aquella bestia, era totalmente imposible. ¿Verdad? Volvió a bajar la mirada hacia la criatura, intentando no fijarse demasiado en lo que quedaba de su cabeza. Estaba muerta o muerto y su katana estaba manchada de sangre, de la sangre de aquella criatura. Si era posible, había sido ella. Ella sola había acabado con la vida de aquella criatura. Quizás no había sido un combate muy difícil, ni siquiera había llegado a empezar dicho combate. Pero aún así una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de la pequeña. Ella sola...

Entonces se dio cuenta de que su madre estaba hablando con ella. Se giró aún con el corazón latiéndole frenéticamente. ¿Prueba? Frunció el ceño levemente. ¿Qué significaba que aquello era una prueba? ¿Acaso aquella bestia no era real? No era posible. Miró nuevamente su katana, estaba cubierta de sangre al igual que el suelo tras ella. Y el olor... Aquel olor que cada vez era más fuerte era claramente real. Miró nuevamente a la criatura, pero tuvo que apartar la vista tras unos segundos. Aquello cada vez parecía menos un ser vivo y más un montón de sangre y tejidos. Su estómago no estaba muy acostumbrado a esa clase de cosas. Quizás por eso ha sido tan fácil... Pensó frunciendo aún más el ceño.

-Entonces esta... cosa... ¿no es real? -preguntó mirando nuevamente a su madre. No entendía muy bien a que se refería y le costaba creer que aquella alimaña fuera algún tipo de robot o algo así. Estaba algo decepcionada, por unos segundos había creído ser capaz de defenderse sola, por unos segundos había creído que podría acabar con cualquiera que le hiciera daño... o se lo hubiese hecho en el pasado.

por **Jabaku Fūenjin** Lun Oct 24, 2016 10:02 am

Jabaku se levantó del lugar en que había tomado asiento para acercarse un poco a la pequeña niña y dejar que su única mano se posase delicadamente sobre la cabeza de la contraria mientras la miraba fijamente con cierta calma y orgullo, aún si lo hubiera hecho mal estaría igual, no se podía enfadar con ella y sin embargo le había demostrado que no era tan frágil como podía simular su aspecto. Eso siempre resultaba en una ventaja, al igual que ella en ocasiones se aprovechaba de la posible fragilidad que podía desprender a ojos de algunos al haber perdido un ojo y un brazo, el exceso de confianza de los contrincantes podía ser la mejor arma contra ellos pues no se suelen esperar un ataque a su nivel y cuando lo reciben se quedan confusos y aturdidos por algunos segundos que podían bastar para equilibrar la balanza. -Si que era real, completamente real. Una criatura salvaje que al parecer se sorprendió tanto como yo de tu ataque sorpresa y apenas fue capaz de darse cuenta de lo que se le vino encima.- Daba la sensación de que hubiera malinterpretado sus palabras, como si se hubiera creído que de alguna manera había preparado el ataque de la criatura en cuestión o que era falsa, alguna máquina podría haber sido mas no quería interferir en su entrenamiento poniéndole una prueba falsa que pudiese superar sin ningún reto o peligro real. Por supuesto al hacerlo de esa manera se arriesgaba mucho a que pudiese salir mal y Takara acabase saliendo herida de dicha prueba, sin embargo para ello estaba tan preparada y atenta a todo lo que se movía cerca de sus posiciones y no se alejaba demasiado de la pequeña, si ocurría cualquier imprevisto que hiciese peligrar su vida actuaría al instante.

-No quise decirte nada antes para que fuese más natural, no quería influir de ninguna manera en tu comportamiento advirtiéndote de que te iba a poner a prueba o que iba a buscar alguna alimaña salvaje para que practicases en un combate de verdad.- Esperaba que de esa forma lo hubiese entendido mejor, no le había terminado de gustar mucho esa expresión de decepción que parecía haber tomado posesión del rostro de la joven, y menos aún le gustaba pensar que había sido culpa suya el que dicha expresión se fijase en ella. Además de eso, aún no había terminado con lo que había planeado, apenas había llegado y no se iba a marchar tan rápido apenas había llegado, aún quería echar un vistazo por la zona a las ruinas y a los seres que hubiesen por ahí para tenerlo en cuenta, el conocimiento es poder y Jabaku solía ocuparse de recabar información precisamente, conocer era parte de su trabajo. Quería asegurarse de que Takara era capaz de defenderse por sí misma, que aprendiese todo lo necesario y todos los trucos para llegado el momento sustituir a una mujer a la que ya le faltaban algunos miembros y que tarde o temprano terminaría por caer, cuando llegase ese momento quería estar segura de que todo iría bien. -¿Qué te parece si vamos a echar un vistazo de cerca a las ruinas? Con suerte hay otro bicho asqueroso como ese y te puedes encargar tu sóla.- Y si no, ella estaría ahí para ayudarla y protegerla hasta que estuviese lista, forzar demasiado a una persona no la hacía más fuerte, endurecía su cuerpo pero debilitaba su corazón.

por **Takara Fūenjin** Lun Oct 24, 2016 4:19 pm

Al escuchar a su madre tuvo que reprimir una sonrisa. Era cierto, había acabado ella sola con una posible amenaza. Ella sola. esas dos palabras se repetían una y otra vez en la cabeza de la pequeña. No te confíes... Se dijo tras unos segundos. Acababa de demostrar que podía defenderse sola, pero eso no significaba que pudiera bajar la guardia. Si había podido acabar con aquella criatura con tanta facilidad, había sido porque estaba alerta y pudo detectarla antes de que las atacara. Si hubiese sido aquel ser el que la cogiera desprevenida a ella, el resultado podría haber sido totalmente diferente.

Asintió sonriente ante la propuesta de su madre. Comprobó que su mochila estaba bien cerrada a su espalda y después se fijó en su katana. Se quedó pensativa durante unos segundos; no quería guardar la guadaña de ese modo, debía limpiarla aunque fuera un poco o podría dañarse de algún modo. Se acercó a la roca donde antes habían estado sentadas madre e hija y limpio ambos lados de la katana dejando dos líneas rojas en la superficie. La katana seguía sucia, pero al menos no chorreaba como antes. Envainó el arma y se puso junto a su madre dispuesta a seguir con el paseo. O la prueba... Quizás la prueba aún no había terminado, quizás se encontraran con más cosas de esas por el camino. Estaba claro que debía mantenerse bien alerta.

-¿Sabes que clase de criatura era aquella? -le preguntó a su madre tras unos minutos, intentando no volver la vista hacia el cadáver de la criatura. Sabía que no era buena idea pensar demasiado en ello o de lo contrario la culpa se adueñaría de ella, pero necesitaba saber más sobre aquella cosa. Como por ejemplo si normalmente iban en manada. En ese caso podrían ir preparándose. Aquella cosa desprendía un fuerte olor y si iba con otros de su especie, detectarían pronto el olor y querrían vengarse.

Takara sacudió levemente la cabeza. Fuera lo que fuera aquello no parecía ningún ser inteligente, ninguna criatura capaz de sentir amor u odio. Era simplemente un depredador en busca de comida, nada más. Nada más. Se repitió varias veces. No debía permitir que esa clase de ideas se le metieran en la cabeza o acabaría mal parada. Si alguien te ataca, te defiendes. Así de simple. No podías pararte a pensar en si ese alguien podría tener una familia que le echara de menos o sería tu familia la que te echaría de menos a ti. Respiró hondo intentando relajarse. Se estaba enfureciendo y no tenía muy claro con quién.

por **Jabaku Fūenjin** Jue Oct 27, 2016 9:32 am

Técnicamente hablando, la prueba ya había terminado en el momento en que le dijo que había sido una prueba, precisamente porque el objetivo era que ella no fuese consciente de ello mientras la observaba, ahora que ya lo sabía estaría más atenta y por tanto su comportamiento natural se vería modificado por pequeño que sea. Eso no quería decir que no pudiese volver a combatir si alguna otra criatura les atacaba y la pequeña quería volver a ponerse a prueba a si misma, ya había podido con una y probablemente podría con más sin demasiada dificultad de modo que no estaría nada mal. Ahí ya eran dos situaciones completamente diferentes la una de la otra, si bien podía servirle para su entrenamiento y fortalecerse para ser capaz de defenderse bien en caso de necesidad, ya no se trataba de ninguna prueba de reflejos, de atención o de manejo pues eso ya lo había superado. -No te preocupes, la prueba en sí ya la has pasado y con matrícula. Si nos vuelve a atacar y quieres practicar estará bien, intentaré mantenerme al margen salvo que sea necesario, y si no quieres me ocuparé yo sin problema.- Tampoco quería ver como Takara se preocupaba de cada rincón y cada esquina a doblar pensando en que su madre le estaría vigilando cual examinadora cruel, ya había visto lo que quería ver, no necesitaba más que eso para saber que los entrenamientos estaban dando sus frutos. En cuanto vio que la pequeña estaba lista retomó el camino en dirección a las ruinas que había cerca, sin separar en ningún momento la mano de la empuñadura de su arma sabiendo que cualquier momento era propicio para ser atacadas por cualquier otra criatura o uno igual que el anterior incluso, ni sabía qué era aquello o si tenía compañeros que fuesen a vengar su muerte.

Normalmente con ese tipo de criaturas, más aún en lugares donde se concentraban cadáveres y similares, no deberían tener ese tipo de problemas porque esos lugares sobretodo atraían seres carroñeros a los que el compañerismo les vale menos que nada y si uno de ellos moría por el motivo que fuese lo más posible era que el resto se dedicasen a comérselo a él. Al parecer Takara estaba algo preocupada por el monstruo o quizá es que le atacaba un poco la culpa, no era más que una niña aún, no podía exigirle que fuese insensible ante la muerte de un ser cualquiera, se conformaba con que supiese defenderse correctamente si era atacada. -No tengo ni idea, pero apostaría el ojo sano a que era un carroñero. Le habrás hecho un favor a todos sus congéneres que tendrán algo fresco que comer hoy.- Un poco cruel podía sonar, Jabaku no era una persona demasiado delicada y mucho menos sensible para esas cosas, ya había tenido momentos de debilidad en el pasado y le pasaron factura, solo se preocupaba por sí misma y por Takara, en realidad sería capaz de ponerse en medio si peligraba la vida de cualquier niño mas con ella era más que simple instinto maternal o de protección hacia los niños, con ella era más fuerte y era lo más normal, la consideraba su hija. Andando llegaron a las mencionadas ruinas y parecía que no había nada por los alrededores, no había sufrido ningún percance por el camino desde que se cruzaron aquel ser y daba la sensación de que no había absolutamente nada en ese lugar, que estaba del todo desierto… y eso le preocupaba aún más.

por **Takara Fūenjin** Sáb Oct 29, 2016 1:49 pm

Las palabras de su madre la tranquilizaron considerablemente. Sabía perfectamente que había una pequeña posibilidad de que su madre se equivocara, pero se respaldo en la ingenua creencia que tenían la mayoría de niños de que sus padres siempre tienen razón, eran dioses que todo lo sabían. En aquel momento le convenía, así podría dejar la culpa atrás junto al cadáver de aquella cosa. Si como Jabaku había dicho les atacaba alguna otra criatura, lo último que necesitaba era que la culpa la estuviera carcomiendo por dentro. Respiró hondo y se olvidó del tema.

Tras unos minutos llegaron a las ruinas que había dicho su madre, Takara miró a su alrededor y se dio cuenta de que no había absolutamente nadie. Entendía que las ruinas estaban algo apartadas de las ciudades, pero desde el momento en que entraron en el valle no se habían encontrado con ninguna persona. Quizás para la mayoría de personas aquí no hay nada interesante que ver... Pensó Takara mientras se acercaba a una estatua a tamaño real de una mujer. Le faltaba un brazo y estaba bastante agrietada, pero parecía conservarse en buen estado. La pequeña se quedó mirando atentamente el rostro de la mujer, por algún motivo le sonaba mucho, pero no lograba reconocerla. Se puso en cuclillas junto a la base por si había algún tipo de inscripción, pero tras dar varias vueltas a la estatua pudo estar segura de que no había nada escrito. Ni siquiera una mísera fecha que la ayudará a situar a la desconocida. Volvió a mirar a la mujer con semblante serio.

-Mamá, ¿sabes quien es esta mujer? -preguntó cada vez más segura de que la conocía de algo. Esperaba que su madre la reconociera, fuera quien fuera. Quizás fue una guerrera que luchó en ese valle mucho tiempo atrás, estaba claro que muy reciente no era la escultura. Ante esa idea se fijó mejor en las orejas de la mujer. No sabía mucho sobre la guerra que allí tuvo lugar, pero tenía claro que gran parte de los guerreros eran elfos. La mujer de la escultura tenía las orejas puntiagudas. Aún así no era seguro que fuera una guerrera, quizás aquella escultura estuviera allí desde mucho antes de que empezara la guerra y fuera simple casualidad.

por Contenido patrocinado

Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

Un nuevo lugar

Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

Re: Un nuevo lugar

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater