Los hijos no siempre somos los malos [Nanami] [+18]

por **Akatsuki Ousawa** Miér Ago 20, 2014 5:28 pm

Le abrió la puerta a su madre y la invitó a entrar. Todo estaba desordenado, como siempre, todo tirado por el suelo, colgado de la mesa, la silla e incluso cerca de la ventana, pero bueno, así era él. Akatsuki fue directamente a abrir su armario medio vacío, pero porque toda la ropa estaba por ahí desperdigada. Él sonrió porque no se dio cuenta de ello y al ver que estaba medio vacío, supuso que no había ningún problema para que su madre metiera ahí todas sus prendas. Sin embargo ¿De qué maleta? Si ella no llevaba nada, era una tontería porque ahora mismo no tenía nada para cambiarse y por la noche tendría que ducharse del sudor del viaje.

-No has traído equipaje, deberíamos ir a recogerlo.- Más bien, él debería haberse dado cuenta antes, para pasar por su hogar de Tempus antes de salir de allí, pero no había caído y como ya estaba hecho, tarde o temprano debían repetir el viaje hasta el alojamiento de su madre, para que pudiera mudarse a la base y más adelante a su propia casa, cuando él consiguiera un poco de espacio. -Veamos... Si nos volviéramos... Llegaríamos mañana a las ocho de la tarde de nuevo aquí.- Y la verdad es que no le apetecía pasar toda la noche de viaje, ni tampoco el otro día entero, pero ya se encargaría de hacerlo poco a poco. Siempre podía pasar la noche en la casa de su madre y volver.

-Descansemos y hablemos ¿Vale? Aunque es lo que llevamos haciendo toda la mañana.- Gracioso que habían estado sentados mucho tiempo, pero poco más podían hacer, a no ser que salieran a correr, se estaba bastante bien fuera. -También podemos dar un paseo por la ciudad... No hace falta quedarse aquí.- La miró fijamente, queriendo ver su expresión y escuchar su opinión. Tantas cosas para hacer y ninguna se le ocurría ¿Por qué se bloqueaba? Él que siempre tenía cosas para decir, se sentía mudo y tonto, más que de costumbre, tal vez porque era cuando no quería.

por **Nanami Ousawa** Miér Ago 20, 2014 10:17 pm

OFF: Cambiaré de color a violeta.

Su madre se adentró, pero sólo al ver detalles pequeños del desorden, emitió una suave risita que tapó con los dedos de su mano:

— No te culpo, hijo mío —decía refiriéndose a su equipaje—, tampoco es que sea yo una "mujer ordenada".

Ella sabía sobre si misma, sabía sobretodo que no era el arquetipo de madre perfecta; algo que llevaba con orgullo, a la vez que con cierta vergüenza. Al fijarse su hijo en que efectivamente, no llevaba equipaje, se quedó algo estancada.

— Ehm... es que... ¡Pedí que me lo trajeran! Eso... —decía ella, que en realidad, haría aparecer con un mismo chasquido de dedos desde el mismo infierno—, no sé cuando me lo traerán, pero no pasa nada. Ya me las apaño yo, gracias hijo mío.

Ante que su hijo, quería dejar espacio a su madre, compensó sus acciones con un beso agarrándole su cuello para dárselo en su mejilla.

En realidad, prefería no volver a Tempus, y menos con su crimen tan reciente... todo levantaría sospechas que no podría ocultar estando ella presente: y más sabiendo que su hijo era un ilustre del gobierno y el Lord.

— Por mi, no tengo ningún problema. ¿Sabes algún lugar... ehm.... "interesante" por aquí? —comentó ella, con cierta insinuación a la diversión; aunque esplicitamente no haría ver eso.

por **Akatsuki Ousawa** Miér Ago 20, 2014 11:04 pm

Él sabía que no era una madre demasiado estricta, pero al menos tenía la imagen de que sería más ordenada que él, algo más responsable, porque tenía la ocupación de criar a un chico rebelde como él. Que se resistía a la hora de hacer algo que le desagradara o le interrumpiera en sus acciones. No le gustaba que le despertaran para tonterías, pero ella debía hacerlo seguramente, para que no fuera tan vago, pero bueno, debía admitir que tener una madre tan despreocupada como la suya, sería mucho mejor que el vivir amargado por una que le estuviera regañando el día entero, por muy bueno que resultara a la larga.

-Está bien, si tú lo dices te creo.- A medias, no la creía del todo, porque no había tenido ningún momento para avisar de que se mudaba, sin embargo, no era tan curioso como un gato y lo único que le importaba es que estaba con ella, el equipaje ni siquiera llegaba a ser algo secundario. Akatsuki se estiró y se frotó los ojos, pero no estaba cansado, solo se despejaba un poco más, para luego pensar en algo interesante como ella había preguntado. -Pues, podemos ir a la Torre Astral, es una torre muy alta, no se puede ver el final desde abajo.- Sonrió ampliamente. Tenía pendiente ir y nunca lo había hecho. No justamente por estar ocupado, si él de verdad tuviera un interés mortal en ir, ya lo habría hecho años atrás.

-No hay mucho más en esta ciudad, es más urbana que otra cosa. Siempre llena de coches y de gente yendo de un lado a otro, esta no tiene paisajes excepto la Torre Astral.- Le comentó intentando hacer memoria, pero no, no había nada más, aunque podía llevarla a otras ciudades con una arquitectura distinta, mucho más bellas y con hermosos parques. Spatium Urbanis también tenía, pero peor cuidados y menos extensos. -También puedo enseñarte la base. Tiene un salón bastante bonito, con un par de cristaleras grandes, circulares y con cristalitos bastante lindos.- Él no era alguien que halagara las cosas así como así, pero al menos sabía reconocer cuando algo colorido daba simplemente buena impresión a los ojos.

por **Nanami Ousawa** Jue Ago 21, 2014 8:49 pm

La madre, pese resultar sospechosa, no buscó asegurar sus mentiras.

Su madre, tras lo acontecido, husmeó en su cuarto curiosa y tras una risilla aguantada mientras cogía una ropa interior suya con un dedo a modo de gancho, le dijo:

— ...En fin... —pausó su risilla— ...Claro que podemos ir a esa torre. Y donde tu quieras en realidad. Ahora, tengo todo el tiempo del mundo... —rectificó, improvisadamente, diciendo casi al instante— ...realmente no tanto, pero si más que antes; ya que no trabajo en la fábrica.

Ese "todo el tiempo del mundo" se refería en realidad a su melancólica vida y eterna monotonía como secretaria infernal, algo que debía censurar de su discurso. Soltó su ropa interior con un suave gesto con su dedo, y se giró hacia él nuevamente.

— Ya improvisaremos y encontraremos cómo divertirnos, sí, tu madre es muy fiestera... y muy loca cuando quiere —reconoció, quitándose su moño para dejar su pelo largo libre.

— ¿Salimos ya? ¿O te vas a preparar? —decía, acercándose a la puerta— Ya otro día te en cargarás de ordenar esto, y así poder ver tu habitación... que creo que entre mareas de ropa habrá una cama.

Bromeó, guiñando su ojo.

por **Akatsuki Ousawa** Vie Ago 22, 2014 7:30 pm

El General se sonrojó cuando su madre cogió la ropa interior que estaba por ahí. De verdad que era muy vergonzoso que aunque no dijera palabra, el hecho de coger la prenda era casi una indirecta. Él no pudo hacer otra cosa que tragar saliva y poner cara de tonto, como podía ser tan bruto dejando eso por ahí y lo peor sería si entre todo ese desorden, hubiera ropa interior de mujer. Ella mencionó que no trabajaba en la fábrica y esto despertó la gran curiosidad ¿Entonces por qué ella estaba como guía? Algo le decía que todo era un truco, que su madre guardaba muchas cosas, pero no cosas pequeñas, sino grandes y tal vez peligrosas. ¿Pudiera ser que fuera una revolucionaria encubierta? Esperaba de corazón que no, porque entonces sufrirían los dos como nunca.

-Me cambiaré de ropa que sino me asaré como un pollo.- Llevaba ropa de abrigo para Tempus y sudaría a los diez minutos de ponerse a pasear por Spatium. Akatsuki empezó a quitarse la ropa, empezando por la chaqueta, siguiendo por la camiseta y luego los pantalones tras los zapatos. El forro de piel que tenía la chaqueta esa terriblemente caluroso y pudo notar un gran alivio al estar sin nada con una pequeña corriente de aire proveniente de la ventana. Se dio cuenta de que ya tenía que recoger, no porque se lo dijera su madre sino porque le quedaba poca ropa limpia para poder ponerse y él no se pondría algo sucio, antes iría desnudo sin lugar a dudas. Más tarde como ella había dicho, lo lavaría todo y dejaría bien las cosas. Por ahora, aparte de vestirse, cogió algunas prendas del suelo para dejarlas en una silla.

-Sí, está ahí.- La señaló después de dejarla al descubierto. Las sábanas estaban revueltas y la almohada en una posición misteriosa, totalmente vertical y en medio del colchón, como si hubiera estado encima de ella en una acción sospechosa. -Debo tenerla cubierta porque cada vez que la veo me entra sueño.- Bostezó tras decir eso y luego se ató bien fuerte las botas de militar, terminando por despeinarse, así se veía más guapetón. -Ahora sí podemos irnos.- Puso dulcemente una mano en la espalda de su madre próxima a la puerta, para salir junto a ella.

por **Nanami Ousawa** Sáb Oct 18, 2014 5:12 pm

No abrió la puerta hasta que estuvo con su hijo en cercanía, pues miraba de soslayo y con una sonrisa fina de sugerencia. Sus ojos de soslayo, podía denotar esa mirada sin reparo y casi descarada, no porque fuese su madre, sino por algo mucho más profundo que nacía en la mente de la perversa Nanami.

Su mirada pues, cambió su fijación a los ojos de su hijo, tras notar el contacto de su mano en el mismo hombro de ella, echándose su cuello atrás de perfil a éste y dejando caer parte de su moño hacia atrás, con la misma fina sonrisa.

— Pensándolo mejor... —inquirió su madre, cerrando la puerta lentamente— ... ¿Porque no nos quedamos aquí un rato? Nos quedan muchísimos días para irnos de turismo... y para muchas cosas más...

De sus labios, se escapó una suave sonrisita angelical, que se acompañó con el frío contacto de su madre en la mano de su hijo, dándose la vuelta luego frente a él.

— Así, bueno... puedo explicarte lo que quiero... a solas...

Ella, posó ambas manos en el abdómen de su hijo, mirándolo con una mirada maternal... lo que podría transformarse en algo perverso si su hijo descubría las segundas intenciones.

— Soy una demonia —decía sin reparo a causar una mala impresión— Tu padre me llevó al infierno, y para mi alegría, el infierno me encargó ser su secretaria a tiempo completo... —repasó con sutileza el hombro de su hijo con un solo dedo. — Llámalo, no sé, una segunda oportunidad en la vida...

El íntimo contacto pasó a una fase mucho más cercana, pues la madre se pegó a su hijo, pegando también sus mismos pechos y alzando su cuello para poder verle mejor.

— Solo eso... —decía, con la mano en su hombro llevándola a su cabello.

por **Akatsuki Ousawa** Dom Oct 19, 2014 11:06 pm

Cuando iba a salir, su madre decidió quedarse y la verdad es que a él pues no le importó, no le pareció mal plan, al fin y al cabo, no estarían mal en esa habitación. El chico volvió a cerrar la puerta y se volvió sonriente para mirar fijamente a los ojos a su madre, durante unos segundos, antes de que terminara mirando un poco más abajo. Cerró los ojos e intentó mantener la compostura, pero ese acercamiento y la voz que ponía la mujer, le dificultaban mucho. Se sintió muy provocado, demasiado y por ello pudo averiguar lo que pretendía Nanami, pero él no podía permitir eso, era una locura. Esperaba que solo estuviera gastándole una broma o simplemente molestándole.

-Por fin el infierno hace algo bueno, me alegro mucho de esta "segunda oportunidad", tú nunca debiste haber fallecido.- Se sonrojó ligeramente y luego le dio un abrazo. Como a todo hombre, tras el abrazo, aún estando ella tan pegada, se le fueron los ojos, apenas podía controlarse, pero como sabía que "estaba muy mal", digamos que una voluntad extraña, porque la moralidad de Akatsuki no era la más coherente, según qué temas, pudo como separarse. -¿Y qué quieres hacer?- Preguntó haciéndose el tonto, pero esto era algo que se le daba especialmente bien. Sabía más o menos lo que quería ella, pero se negaba a admitirlo, por lo que en realidad la pregunta era en serio.

-Vamos a sentarnos y a hablar.- Le dijo, acariciándole los hombros, como si imitara lo mismo que había hecho ella. Le sostuvo de la cintura y llevó a su madre junto a él hasta la cama, para sentarse, porque era el lugar más cómodo. -¿Qué trabajo es el de secretaria infernal?- Le preguntó desconcertado, desconocía de echo lo que hacía incluso una "secretaria normal".

por **Nanami Ousawa** Lun Oct 20, 2014 8:46 pm

— Hijo, ahora más que nunca sé lo caprichoso que puede ser el destino.

El abrazo, sacó a Nanami de sus pretensiones insinuosas, sacándole un sonrojo maternal en las mejillas, más cierta parálisis y recapacitar en un breve periodo de tiempo. Era su hijo después de todo. Ahora, en este lápsus normalizado, se limitó a responder:

— ¿Hacer...? Ah, bueno... —pensando en frío, la pregunta tenía lo suyo y la vena maternal de ella se encontraba en la peor encrucijada de su carrera como madre y demonia.

Se dejó llevar por su hijo, aún confusa, recomponiéndose de ese lazo sentimental que no podía ignorar así porque sí. O no. Desde luego, el hijo no ayudaba con sus golpes, comprendibles, de amor puro y respeto a su madre. Sin embargo, el contacto de nuevo y el leve espasmo interno lujuriosa luchaban contra su "cordura" ante la pregunta.

— A veces, puro "papeleo"... Otras... algo informativo. Algunas almas descarriadas, algunas que parecen irse impunes y otras que ni si quiera merecen portarla. Una... mera embajadora de lo que incumbe abajo. E incluso, una pieza más en algo mucho más profundo que el bien o el mal. Pero... nada, sólo eso.

Fue muy clara en lo que dijo, daba entender que lo tenía memorizado: quizás porque así lo veía. Aunque, esta vez, nuevamente el arrebato le pudo, agarrándole de los pelos de la nuca de su chico para acercarlo lenta pero costantemente hacia sus pechos, quizás con una idea camuflada.

— Incluso, aún, tengo corazón y no debería.

por **Akatsuki Ousawa** Miér Oct 22, 2014 11:42 pm

En un principio casi había sido él, el cortado, pero ahora era su madre quien parecía tener la cabeza en otro mundo, como si sintiera timidez a la hora de hablar. A lo mejor era culpa de su forma de ser, pero no tenía sentido, antes a ella incluso le había agradado, no podría olvidar sus sonrisas, ninguna de ellas. El íncubo escuchó como si de una regañina se tratase, comprendiendo que al igual que casi todos los demonios, era una marioneta más en el plano existencial, una entidad por encima de todas las cosas que amaña con los hilos del destino, todas y cada una de las criaturas. Sí, Akatsuki muchas veces no estaba seguro de tener todo el control sobre si mismo, pero se resistía a pensar que él no era nadie.

-Interesante... Ten cuidado, los demonios somos malos y traicioneros. Bien pueden eliminarte de nuevo, antes de que seas tú quien lo haga.- Le advirtió, aún sabiendo que ella había vivido más, incluso muerta su alma seguro que había tenido alguna experiencia, al fin y al cabo, las ánimas no son valoradas por la mayoría de seres, pero escuchan y ven, por lo que pueden saber mucho pasando desapercibidas. Se dejó guiar, ladeando la cabeza en el último momento y apoyar el oído para intentar escuchar los latidos del corazón ajeno. Se acomodó entre ambos pechos restregando la cabeza y se hizo el silencio, hasta que sonrió y se separó, cogiéndole las dos manos a la mujer, en realidad, ella más que nadie merece un corazón.

-Los seres que tenemos corazón, estamos vivos. Tú siempre mereciste una vida apacible y agradable, ya te lo dije. Tú más que nadie deberías estar orgullosa de que siga latiendo.- Después de decir eso, quiso volver a escuchar sus latidos, se sentía bien ahí, por varias razones y una de ellas era que, bueno, le gustaban las mujeres y los pechos de su madre le resultaban muy atractivos. Apoyó la palma de una mano, alzando ligeramente el pecho izquierdo para sentir el ritmo, acompasado y suave, como una canción que otorgaba la vida. Cerró los ojos y se relamió, para luego dar un largo suspiro, no sabía cuánto podría sostener esas provocaciones tan notables, pero es que eran tan grandes y esponjosos, seguro que también tenían un tacto delicioso.

-Me relaja estar apoyado así ¿Estás nerviosa? Ahora late un poquito más rápido.- Se le escapó una risilla socarrona, porque sabía bien la razón de ello. ¿Quién era más decente? ¿Akatsuki o Nanami? Para ser cada uno, las cosas están muy extrañas.

por **Nanami Ousawa** Dom Oct 26, 2014 9:39 am

El entrecruce emocional fue parpable, literalmente incluso. Quizás, las palabras de su hijo tenían razón, de ahí que Nanami se percatase de sus cambios esporádicos... demostrando al final que en el fondo era la misma.

— Somos... —pronunció en voz baja, ahora con una faz más solemne, escuchando sin interrumpir las palabras de su hijo. Al final, lo único que sacó de conclusión fue que ella se merecía esto, por no haber sido más precavida, por no haber sido más fuerte... pero eso no atormentó su rostro, que seguía acompañando los movimientos de su hijo.

Su rostro se mantuvo igual, con una leve sonrisa: menos taciturna aún como se había colocado recientemente. Comprensiva de lo que su hijo quería decir, porque era su hijo.

Sin embargo, el cambio de estado sucedió. Nuevamente, cuando él se apegó a ella, sus ojos tornaron de nuevo con sugerencia. El contacto y la risa, sólo hicieron que esta se riera también, más leve y con menos carcajada.

— Nerviosa no, siempre estoy de los nervios... eso si —quizás, esas palabras quedaron en el aire sin muy venir a cuento. Ésta, llevó su mano al cabello azulado de su hijo, hasta el pelaje greñoso de este mientras estaba en su pecho e intentó tirar de ello lentamente hasta situar a su hijo con el cuello echado hacia atrás; para poder mirarle desde "lo alto".

— Y tú, sin embargo, no... —soltó otra risilla, mientras situaba su otra mano en la mandíbula de Akatsuki— Todo un guerrero.

por **Akatsuki Ousawa** Lun Oct 27, 2014 1:44 am

Se quedó en silencio durante un rato, con los ojos cerrados, sonriendo complacido, ese calor de ella, reconfortante y agradable, aunque tuvo que quitarse la cazadora para no convertirse en un pollo cocinado. La dejó justo a su lado, para moverse lo menos posible, el aire salía por la nariz y rozaba el pecho de la mujer que le vio nacer. En parte le costaba creerse que esto estuviera pasando, pero no quería arruinar las cosas y le empezaba a entrar sueño estando así. Ella, siempre de los nervios, según decía, bueno, entendía que a lo mejor algunos trabajos del infierno podían ser arriesgados y dejar a uno con dudas, tal vez con remordimientos, según cada quién, no iba a cuestionarle sus razones secretas.

-Yo... Aparento ser un despreocupado, me guardo mis problemas, aunque no tenga muchos.- Le respondió acomodándose, pero entonces justamente Nanami le agarró del pelo para alzarle la cabeza. Se sorprendió pero se dejó, para ladear ligeramente la cabeza y clavarle la mirada, profunda e inmensa, unos zafiros puros de maldad y a la vez de bondad, porque él era un demonio bueno, tenía el corazón gris, mezcla de su oscuridad interna y su luz externa. -Así es, ya que no pude defenderte cuando era pequeño, lo haré ahora que soy mayor. En realidad soy un guerrero porque siempre me agradó defender a los más débiles, pero eso ocurrió después de lo tuyo.- Le explicó. Tal vez si él nunca se hubiera visto solito y en la calle, sin nadie a quien poder recurrir, su trabajo actual sería otro, uno mucho más normal.

No sabía qué más decirle, sentía como que a pesar de los 21 años larguísimos que habían acontecido, no tenía nada que contar. Lo único serían anécdotas, situaciones casuales o encuentros del pasado, no había hecho mucho, aunque cada día de trabajo era casi algo digno de recordar. Las mejillas de Akatsuki se colorearon notablemente, estaba muy cerca de ella, la mirada ajena era una juguetona y burlona, nunca había estado tan cerca de una mujer así de quieto, por esto, no sabía reaccionar ¿Ahora qué? Solo puede quedarse mirando ligeramente hacia arriba, a esos labios carmesí trazando una sonrisa gentil. En un segundo le dio un beso en la mejilla, tenía tantos que darle, todos los que hubiera propinado un chiquillo normal.

-Oye, mamá ¿Qué puedes hacer ahora que no hicieras cuando era un niño?- Le preguntó curioso, restregando la cabeza contra ella, pidiéndole mimos, caricias y en general, muestras de afecto. No, él no era una roca, solo lo parecía de vez en cuando.

por **Nanami Ousawa** Sáb Ene 31, 2015 8:33 am

— Muchas cosas hijito mío... —decía Nanami, con el tono aún sugerente: pero no descarado, como de costumbre, dejando las cosas a libre interpretación— Todas las que nos podamos imaginar

Nanami empezó a acariciar su mejilla, dando luego suaves apretones, deslizándola a su pelaje, cual también apretó y acarició. Sus palabras empezaron a salir mucho más lentas, moviendo sus labios con mucha más suavidad, haciendo pocos movimientos faciales y menos aún corporales, para acomodarle en su cuerpo.

— Me reconforta saber que eres un hombre de principios, pero, espero que los mantengas y no te tuerces como lo hizo tu padre —el apretón fue nuevamente notable, en el cabello de este, quizás incluso se pasó de la línea al apretar, no siendo más deseo que un alejado odio renacido: el beso en la mejilla ayudó a retirar ese odio espontáneo. Sólo se pudo notar ese odio en el apretón, pues el restante de su ser se mantuvo intacto.

— No desaprovecharemos esta milagrosa vuelta de madre e hijo —decía, aún en ese estado— existen varias maneras de mostrarme mi cariño y afecto

Fue entonces, cuando su deslizante mano se apoderó de la mejilla de su hijo, acariciando con su pulgar sus labios, y bajarse. Primero su cuello y luego a su pectoral, el cual apretó con más suavidad y extendiendo sus dedos lo máximo que le podía permitir.

por **Akatsuki Ousawa** Mar Feb 03, 2015 6:31 pm

Sentía que ya no tenía ninguna duda y que había captado a la perfección los planes ajenos. Antes, se los veía venir pero como que quería negarlo, decirse a si mismo que no eran más que abrazos, porque al no haber estado con ella de niño, a saber si todas las madres abrazaban igual a sus pequeños, pero estaba seguro de que no. El íncubo sintió el apretón, pero no hizo nada, seguro que era emoción, sí, eso. Si él se sentía bien, ella aún más, porque supuestamente, él había sido un deseo. Exhaló un gruñido y dejó el cuerpo muerto, sin hacer fuerza con nada.

-La vida da muchas vueltas, a saber lo que pasa en el futuro...- Al tener los ojos cerrados, solo escuchaba y sentía los dedos suaves y firmes ajenos pasar por su piel y la ropa. -Oye... No es bueno que hagamos ciertas cosas y sé que me entiendes.- Y se preguntaba por qué estaba dando "rodeos" o mejor dicho, hablando "fino". -Mejor dicho, no puedo follar contigo porque eres mi madre y eso es lo que quieres... Te averiguo las intenciones solo por el hecho de que yo también hago estas cosas cuando quiero sexo.- Aún así no se separó, solo se echó a reír.

Por fin lo había soltado con naturalidad, yendo totalmente directo. No es que tuviera toda la certeza, pero por sus gestos, pues estaba claro que quería algo más. No se lo podía dar, nunca había hecho algo así, porque él cuanto mucho llegaba a acostarse con mujeres casadas o con cualquiera. Ladeó la cabeza para buscar su reacción: Si era su madre y él había heredado su personalidad o al menos parte de ella, estaba seguro de que no podía tomárselo demasiado bien. Akki se enfadaba cuando no conseguía lo que quería y entonces, recurría a la fuerza.

-¿Te recuerdo a mi padre, verdad? ¿Aún sientes algo por él? Somos casi iguales.- Y tal vez decir eso fuera golpear fuerte en los sentimientos de ella. No quería hacerle sentir mal, pero con el tiempo que había pasado, a lo mejor era capaz de contestar sin hundirse.

por **Nanami Ousawa** Jue Feb 12, 2015 9:25 pm

— Wo, wo... Para el carro vaquero ¿Esos modales? Míos no son desde luego —decía soltándose ahora— Tan acostumbrada a mantener mi mismo estilo que en el trabajo, que se me olvida que tu no estás en esto... Pero que yo te la trabaje, es otra cosa~

Quizás excusa, quizás no tanto.

— Que sea tu madre no cambia nada, criaturita mía. Tenemos nuestras necesidades, nuestros caprichos y nuestros vicios. ¿Acaso no hay algo tan dulce como que tú madre no los sacie? Te recuerdo que estuviste once lindos meses dentro de mi, alimentándote.

Decía la madre, que aún se mantenía en la misma postura.

— Que mal haces en recordarme a tu padre, cielín. Muy pero que muy... —y sin más miramientos, avalanzó su mano contra la entrepierna de su hijo, quedando sus pechos tapando el rostro de éste al encorvarse ella— ... mal... ¿Tú tan machito? Pero si sigues siendo mi lindo bebé llorón. Déjame, que te lo recuerde...

Y a esto, que la madre, no dejaba de hablar con esa fina lengua pero, a la vez, dando lugar a esa segunda intención lasciva. Su mano, empezó a apretar entre sus dedos el paquete resaltado de su hijo, moviendola con su brazo a la vez que así movía su cuerpo, y sus pechos sobre su rostro.

— Ahora comprobaré si estás tan bien dotado como tu padre, entonces ya veré si me corroe la conciencia ¿Vale? Vale~

La madre, se fue apartando de su entrepierna, no sin antes recorrer con su mano el ombligo y su cuerpo hasta el cuello, cosa que tras un giro inesperado, mordió, si, el cuello de su hijo.

— Tú, mírame como tu madre. Y no como otras —susurró— Y yo procuraré hacer lo mismo

por **Akatsuki Ousawa** Vie Feb 13, 2015 6:48 pm

Como cabezota, no podía admitir que Nanami tenía toda la razón: Las necesidades son necesidades con todo el mundo. El íncubo se sintió ligeramente ofendido, pero no podía alzarle la voz a su madre: Le tenía mucho respeto por todo lo que había hecho por él. Cuando iba a negarse, fue cuando ella le agarró la entrepierna, obligándole a estarse quieto si no quería que esta le hiciera daño. Apenas podía luchar contra sus instintos, que dictaron que debía tener una erección. Akatsuki cerró los ojos y exhaló un jadeo suave, teniendo la cara entre los dos hermosos pechos de su madre. Eran muy suaves y agradables, pero a él si que le estaba atacando la culpa y la consciencia.

-¡He dicho que no!- Exclamó apartándose en cuanto ella le dejó libre. -No me hagas enfadar.- Le dijo entrecerrando los ojos.

Llevó una mano hasta su cuello para acariciárselo debido a la mordida. Todo esto se le hacía raro por momentos y tampoco sabía qué hacer exactamente. Le había dejado con ganas de sexo y seguía sin poder permitir que fuera ella quien las calmara. Por desgracia tampoco tenía otras opciones. No mantenía mucha distancia de su madre, pero era la suficiente como para ver venir cualquier agarre, para que no le volviera a pillar desprevenido. No podía negar que había sentido placer con los roces de la mano ajena y que por eso estaba excitado. Se sentía mal por dentro, por una vez era algo así como responsable.

-Di lo que quieras, solo yo sé lo que soy realmente. No puedes hacerme cambiar de opinión.- Dijo, cruzándose de brazos, más autoritario de lo que acostumbraba a ser. -Estoy decidido.- Sentenció casi agresivo.

Consideraba que aunque fuera su madre, él ya era mayor, mucho de echo y no podía dejar que ella le controlara. Ser cariñoso con ella estaba bien, pero era diferente a ser un perrito. A él nadie más que el Ministro le daba órdenes y muchas veces ni le hacía caso a la gran autoridad, porque eran amigos y bueno, no le tomaba como jefe. Solo algunas veces, cuando pensaba que tenía razón, obedecía. Para desgracia de Nanami, ella tampoco podría mandar sobre él. Era un espíritu libre y solo se contenía cuando a él le daba la gana.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

Los hijos no siempre somos los malos [Nanami] [+18]

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater