Momentos atipicos de tranquilidad [Takumi-Elliot]

por **Isela A. Ichinose** Mar Mayo 05, 2015 3:37 pm

Una mañana ciertamente común en la vida de la hibrida mitad ángel mitad demonio, cuando no se encontraba haciendo alguna labor referente a la revolución pasaba gastando el tiempo en lo que más disfrutaba, entrenando durante arduas horas gracias a ese obstructivo orgullo que tanto la caracterizaba. Por ese entonces, el sonido de las armas delataba a dos individuos que se encontraban ubicados en la parte trasera de la antigua mansión, en uno de los tantos jardines, allí mismo podía notarse la presencia de un hombre mayor, de unos cuarenta o cincuenta años cuyo cabello era completamente blanco hasta la mitad de la espalda, altura aproximada de dos metros diez y una contextura física que bien despertaba respeto en cualquiera que pudiera observarle.

Conocido como un antiguo revolucionario de élite desde su juventud, con el que Isela solía pasar varias horas entrenando puesto que él no era el tipo de hombre que se contuviera frente a una mujer ni siquiera del rango de la hibrida, las capacidades combativas de este veterano eran sorprendentes, causando admiración incluso en la pequeña muchacha que por ese entonces se encontraba frente a él, jadeando para intentar recuperar el aliento tras unas horas de intensos movimientos físicos tanto defensivos como ofensivos. La joven mantenía el cabello sujeto justamente para que esto no le impidiera una buena visualización al frente y en ambas manos podían vislumbrarse ese par de katanas gemelas que siempre acompañaban a la joven…esas mismas que usaba con tanta soltura o como si fueran extensión más de su cuerpo.

Él contantemente iba hablando, como si de algún modo marcara las posibles fallas de la joven revolucionaria o los espacios libres que dejaba para que el oponente pudiera ganar terreno, e Isela por su parte procuraba recordar todo lo entrenado en esos momentos, tanto lo pasado como el mismo presente. Cuando menos se lo espero, entre otras tantas maniobras de combate, lo tenía justamente detrás, rodeándole el cuello con una cadena que normalmente solía usar como arma…La Novarum entornó la mirada ante la ligera presión que le dificultaba un poco el movimiento de aire, sin embargo, sabía que un movimiento en falso podía generar que se rompiese el cuello por más entrenamiento que fuera, trataban de verlo como si fuese una batalla real. Tampoco tenía permitido usar sus facultades mágicas, no cuando lo que deseaba era ser más diestra en combate cuerpo a cuerpo.

La cadena iba tensándose alrededor del delicado cuello de la chica, quien por ese entonces no dudó en propinar un golpe con el mango de la katana justamente en el plexo solar de su “oponente”, con la suficiente fuerza medida para hacerlo retroceder un poco, el afloje de sus ataduras le permitió girarse y tomar un fragmento de la cadena con la mano izquierda aunque tuviese que soltar la otra katana…así al menos y momentáneamente se aseguraría de no seguir siendo estrangulada aunque el tensara más.

Un nuevo jalón repentino por parte del albino culminó con que ella perdiera algo de estabilidad y se aproximara contra su voluntad, Isela terminó por abrir un poco más los ojos algo sorprendida al notar el puño izquierdo ajeno aproximarse hacia su rostro. Sin embargo, con el poco tiempo que contaba optó por inclinarse aún más aprovechando esa rapidez o agilidad que su delicada figura le proporcionaba para ejercer un corte ascendente, partiendo la cadena que impedía más libertad de movimiento. Su objetivo era poder darle un fuerte golpe en el estómago, pero claro, para su sorpresa aquel viejo sabio no dudó en rotar el cuerpo y descargar una patada con la pierna izquierda sobre el costado contrario de la novarum, quien terminó en el suelo junto con un fuerte golpe de por medio.

Solo terminó colocándose de pie, tras unos intercambios de palabras la joven suspiró, tomando las katanas que habían quedado sobre el césped para luego alejarse un poco con total tranquilidad, tomando asiento en una de las bancas del jardín para admirar las rosas que no se encontraban muy lejanas a su posición. Tomaría un descanso, posiblemente hasta el día siguiente en lo que se recuperaba. Elevó finalmente la mirada al cielo azul despejado, pensativa, absorta en sus pensamientos, pensando en todo pero a la vez en nada.

por **Ichinose Takumi** Mar Mayo 05, 2015 5:37 pm

Tras terminar aquella reunión que había durado bastante poco, el revolucionario se había dirigido directamente hacia el valle chocobo. La razón de esto era reunirse con algunos pocos revolucionarios de élite para asegurarse de que la revolución siguiera su curso como se había planeado, además, era necesario que el demonio de ojos plateados impusiera su presencia frente a sus subordinados. Tras lo sucedido en arcadia donde su cabeza había cobrado una recompensa sumamente alta, debía demostrar que no temía a nada y que podía caminar bajo la luz del sol sin miedo alguno. Naturalmente el duque infernal no poseía dicha característica, pero si era alguien muy precavido a quien no le agradaban los contratiempos ni las peleas absurdas. Por esta razón era que solía pasar sus días en las sombras de rihm o en su inmensa mansión de wutai. Sin embargo, los rumores de que el líder de la revolución se había acobardado y se pasaba sus días escondidos corrían demasiado rápido y un motín de sus propios subordinados en aquel momento era lo que menos deseaba. Por lo que con aquellas excusas predispuestas estableció la reunión, remarcando claramente a sus hombres de élite que no toleraría la traición y que si alguien debía decirle algo lo hiciera allí mismo. Claramente, jamás tendrían una oportunidad tan buena como aquella, pues el revolucionario se había presentado al lugar sin escolta alguno. A tal punto estaba seguro de sí mismo que sabía perfectamente que nadie se atrevería a decir palabra alguna, y así fue, un silencio sepulcral reinó en aquel lugar al momento en que el aclaró aquellos puntos. Demostrando que si elegía mantenerse en las sombras era por pura estrategia, pues el demonio de ojos plateados y cabello azabache no poseía miedo alguno y se plantaría nuevamente frente al lord si se viera obligado a ello. Pero la valentía y la estupidez son cosas distintas, la astucia revolucionario le impedía a toda costa buscar una batalla que no pudiera ganar. Si los revolucionarios deseaban continuar aumentando sus filas y su poder debían actuar de formas distintas. Necesitaban poner al pueblo y al ejercito mismo en contra de aquel monarca elitista y dictatorial que se alzaba como ser supremo en aquel mundo.

La reunión terminó sin imprevisto alguno al igual que el camino de vuelta a casa, exceptuando un pequeño encuentro con tres soldados de brigada que no serían capaces de contar lo que vieron. Fuera de eso, aquella era una atípica mañana de tranquilidad para el joven ichinose que podía ya divisar la mansión desde el automóvil deportivo en el que viajaba. Y a pesar de que un deportivo podría haber causado alboroto en otro lugar, la zona residencial de wutai estaba repleta de estos. Un auto normal hubiera llamado la atención, por lo que si tanto el cómo su esposa deseaban mantener un perfil bajo, debían actuar como la típica pareja adinerada. De esta forma sus largas ausencias se remitían a “viajes de negocios” y “semanas vacacionales”. Al observar una vez más por la ventana del coche, el revolucionario notó que estaba atravesando la entrada de la mansión. Frente a esta algunos soldados revolucionarios custodiaban la misma vestidos de seguridad, únicamente se podría sospechar algo sobre aquella mansión al atravesar la primera frontera. Pues en esta, se encontraba un pequeño ejército de revolucionarios entrenando y turnándose en las rondas para proteger los muros de la misma con armamento pesado. Ante las visitas, el plan a seguir era simple, los hombres rápidamente tomaban una ruta secreta hacia las zonas pobres de wutai. Y el hogar ichinose quedaba únicamente custodiada por la cantidad normal de guardias.

El coche se detuvo y el revolucionario vestido con una gabardina y un sombrero negro descendió del mismo, acercándose a la entrada para abrir las puertas de la mansión donde fue recibido por la servidumbre que tomó su abrigo y su sombrero.

-¿Mi mujer? –Inquirió el revolucionario hacia una criada que no respondió pero tampoco alzó la vista ante él.

-Detesto la inutilidad, manda a llamar a Elliot… -Musitó el revolucionario un tanto ofuscado por el mal servicio de la contraria, sabiendo que las dos únicas personas competentes en aque lugar eran su esposa y su mayordomo, Rápidamente la criada desapareció por la puerta de servicio mientras el pelinegro mantenía los brazos cruzados esperando por aquel hombre que seguramente sabría decirle donde encontrar a su mujer, pues conocía aquella mansión y las costumbres de sus habitantes casi como la palma de su mano. O eso había demostrado hasta ahora en sus años de servicio.

por Invitado Jue Mayo 07, 2015 2:12 pm

Ese día era usual me levante a las cuatro de la mañana para completar las preparaciones usuales de la mañana tras levantarme me prepare con mi usual uniforme, un frac negro de cola larga, un chaleco ajustado del mismo color, una camisa blanca, pantalón y zapatos de vestir negros, para completar ese formal y elegante atuendo un lazo que rodea su cuello y atado en forma de moño negro y guantes blancos, tras vestirme fui directamente al patio trasero para encargarme yo mismo de la hortensias pues para el desayuno de esta mañana iba a cortar las mas hermosas y ponerlas de adorno en un florero que previamente prepare tras cortarlas llene el florero con agua y hielo para después meter las hortensias,tras eso lo coloque en la mesa donde se serviría el desayuno, tras eso metí mi mano en el bolsillo izquierdo de mi pantalón sacando un reloj de plata-Son las cuatro con cincuenta minutos- dije volviendo a meter el reloj en el bolsillo de donde lo saque-Es hora de ir a comprar los ingredientes del desayuno de mis amos- dije colocando mi mano derecha en la barbilla propia -creo que también seria bueno comprar los ingredientes del almuerzo-tras eso fui directamente al mercado mas cercano de la mansión el cual se encontraba a no mas de 1 hora a pie así que presurosamente fui al mercado una vez que llegue me pasee por diversos puestos los cuales apenas estaban colocando la mercancía, si me preguntaran porque voy tan temprano es porque los mejores Productos y mas frescos la ponen primero y debo hacer un desayuno de calidad para mis amos,

Una vez que compre todo lo necesario me dirijo a la mansión una vez que llego a la puerta vuelvo a sacar el reloj -son las siete con treinta y cinco minutos- volví a guardar el reloj-el desayuno se debe servir a las ocho sin falta-así que presurosamente me fui a la cocina -por el corto tiempo tiempo les are un desayuno estilo Tempus- pero antes de comenzar un ruido de espadas me distrajo a lo que suspire y dije-mi ama nuevamente entrenando sin desayunar- así que tome unas naranjas y prepare un zumo- ey tu- dije señalando al chef- necesito que prepares el desayuno- Tras eso metí el zumo al congelador mientras comenzaba a escribir la receta la cual no era complicada-Sigue las instrucciones- le di el papel al chef-si no sale bien considérate despedido- una vez que le dije eso saque el zumo del congelador y unos hielos pues el zumo aun no estaba muy frio, tras eso salí de la cocina y me dirigí al patio de donde provenía el sonido de pelea no sin antes en tomar una pequeña toalla.

Una vez llegando ahí al ver que mi ama se sentó le proporcione la toalla y el zumo dejándolos aun lado de ella y antes que pudiera decir algo una sirvienta estaba corriendo por la mansión gritando mi nombre así que le hice una reverencia a la señora Ichinose -Con su permiso- después de esas palabras me dirigí con una caminata rápida a la mansión a encontrarme con la sirvienta-Que pasa?- dije sin que mi rostro expresara ninguna emoción
a lo que ella le comento que el señor había llegado y pidió que me llamara-bien ve a preparar los platos y calienta agua a cuarenta y cinco grados no mas y no menos yo iré a atender al señor- Tras eso me dirigí al estudio y tome el libro de cuentas para seguidamente dirigirme a la entrada.

Una vez que llegue ahí le hice una reverencia al señor- buenos días señor- dije haciendo una pausa- me mando llamar?- me incorpore diciendo-Espero que su viaje haya sido grato y productivo señor-tras eso le extendí el libro de registro de gastos de la casa-me tome la liberad de hacer esto podría revisarlo cuando tenga tiempo?- dije mientras mantenía mi mano con el libro extendida- así que amo cual es su orden?-dije presurosamente para no faltar le al respeto pues había olvidado el motivo por el cual fui requerido.

por **Isela A. Ichinose** Jue Mayo 07, 2015 2:57 pm

Suspiraba de tanto en tanto, preocupada por el mismo entrenamiento o en cómo mejorar sus habilidades físicas ya que después de todo, alguien como ella debía mantenerse al nivel que su cargo requería a toda costa. Terminó sobresaltándose un poquito ante la inesperada llegada del mayordomo, la única persona después de Takumi en la que podía confiar ciegamente en lo que la mansión respectaba, un pequeño esbozo de sorpresa abandonó sus labios, puesto que realmente no lo había sentido llegar. ¿En qué momento él se había aproximado con tal sigilo y determinación?. No importaba, simplemente le dedicó una pequeña sonrisa cálida mientras extendía la diestra para tomar la toalla para colocarla sobre su regazo.

-Muchas gracias, Elliot, no te hubieras molestado. ¡Oh! Con eso acaparaste mi atención- Musitó la pequeña hibrida, pasando a tomar el vaso entre sus delicadas manos, observándole de reojo como este parecía retirarse nuevamente a los interiores de la mansión. –Gracias y no te estreses, tómalo con…calma. Y…se fue- Suspiró finalmente, resignada pero sin borrar esa pequeña sonrisa que tanto la caracterizaba. Con sumo cuidado terminó por apoyar los labios sobre el borde del fino cristal para comenzar a beber poco a poco el zumo, arrugando un poquito la nariz en el proceso ya que los cítricos normalmente le causaban ese afecto, aunque le gustaran bastante.

-Bueno…- Comentó para sí misma, pensativa en cómo se tomaría el resto del día hasta que una silueta familiar llamó su atención…sentado en esa misma banca estaba el pequeño felino del averno, observando con toda curiosidad el suelo en lo que movía su cola negra. La hibrida, automáticamente bajó la mirada también, notando al pequeño hombrecito de jengibre que sonreía bastante animado. -¡Shogun!- Le llamó animada, dispuesta a cargarlo hasta sin premeditación alguna, este dio un saltito y no tuvo mejor idea que golpear al felino del averno en la cabeza con lo que parecía ser uno de los tantos dulces que cargaba, en este caso una paleta de caramelo. Hades terminó con los pelos del lomo erizados y automáticamente se lanzó a perseguirlo, perdiéndose ambos entre el inmenso jardín trasero. Ante la mirada atónita de la muchacha, solo negó ligeramente, volviendo a tomar la toalla para quitar algún que otro rastro de tierra que pudiese haberle quedado en el rostro.

Sin más que hacer, optó por ponerse de pie y así a paso lento encaminarse hasta el interior de la mansión, manteniendo como de costumbre ese paso lento pero seductor o seguro que tanto la caracterizaba.

por **Ichinose Takumi** Jue Mayo 07, 2015 6:19 pm

Apenas unos segundos habían transcurrido desde que aquella mujer sumamente incompetente se había retirado en busca de su mayordomo. Por alguna razón la servidumbre le temía, quizás el mismo inspiraba aquella aura un tanto sombría, dominante y autoritaria que asustaba a la mayoría de las personas. Sin embargo, aquel que podía fingir ser el hombre mas amable del mundo no deseaba ocultar su verdadera forma de ser en su propia casa. A menos que alguna visita llegara, seguiría siendo el mismo en aquel lugar, que resultaba ser uno de los pocos en los que se sentía los suficientemente seguro como para no tener que actuar.

Lo cierto era que aquel demonio de ojos plateados, duque del infierno y líder del ejercito revolucionario pocas veces pensaba en algo que no fuera su revolución. Constantemente se mantenía pensando en planes y estrategias para derrocar el sistema, sin embargo, aquella mañana era bastante diferente. Por unica vez en muchísimo tiempo deseaba tan solo un tiempo de paz en aquella inmensa mansión que compartía con su esposa. Finalmente, la puerta de servicio fue atravesada una vez mas, esta vez por aquel a quien había hecho llamar. Este se presentó ante el saludándole de forma educada y tranquila, como pocas personas lo hacían al estar frente a el, siendo aquella quizás la cualidad que mas le agradaba de aquel hombre.

-Buenos días Elliot -Musitó Astaroth de forma cordial.

- Muy productivo de hecho, estoy seguro de que ahora Elliot nadie duda de mi capacidad como líder o de las consecuencias de un motín. Por lo que si, ha sido un muy buen viaje, productivo, pero agotador. -Aseguró el demonio posando aquellos ojos profundos sobre el contrario mientras recibía aquel libro y lo abría comenzando a ojearlo un poco en silencio. Por lo que pudo apreciar a simple vista se trataba de un libro sobre las finanzas de la casa, al parecer contrastando los gastos y los ingresos del hogar.

-Tan eficiente como siempre Elliot, le daré un vistazo luego de desayunar si te parece bien. -Afirmó el demonio cerrando aquel libro para luego observarle de forma cuidadosa.

-Mi esposa, necesito saber donde se encuentra y para variar las criadas no pueden ni siquiera dirigirme la palabra, aunque ahora que lo pienso quizás no sea a mi a quien le temen -Musito el pelinegro alzando una ceja mientras hacía aquella notable referencia a su esposa. Que si bien era bastante tranquila y sumisa, ni el podía detenerla cuando los celos la consumían. Por lo menos, no sin hacerle daño seguramente.

Tras decir aquello comenzó a caminar detrás del mayordomo lentamente y de forma calmada, una vez que ambos salieron afuera su collar de oro puro resplandeció con gracia. Mientras el joven comenzó a caminar hacia su esposa, besándola de forma tranquila al acercarse lo suficiente.

-Buenos días preciosa, ¿como has pasado la mañana? -Musitó el muchacho alzando una ceja al ver una pequeña marca alrededor del cuello ajeno casi indetectable a una vista común, pero para los ojos del demonio aquello era muy facil de ver. Lentamente llevó una mano a su chaleco y de allí sacó uno de sus gitanes colocandolo entre sus labios para encenderlo con su mechero.

-Entrenar sin haber desayunado te hará daño - musitó el mayor sentándose en aquella banca junto a la menor mientras abría la primera pagina de aquel libro y alzaba una ceja sin mirar al mayordomo.

-En cuanto el desayuno esté hecho por favor avisanos Elliot, mientras tanto iré leyendo el libro de gastos. -Finalizó Ataroth mientras se adentraba en su lectura de forma tranquila.

por Invitado Sáb Mayo 09, 2015 8:56 am

Tras decirme que necesitaba el joven amor ver a la señora isela le dije-sígame- comencé a caminar mostrándole el camino al señor Takumi pero en el camino no pude quedarme callado pues tenía que contestar a la afirmación del señor- amo debe recordar que aunque las personas sepan las consecuencias seguirá habiendo personas que sigan dudando y tratando de hacer un motín- dije cerrando pacíficamente los ojos-y los que anuncian abiertamente que no están de acuerdo conforme a usted son los mas fáciles de ver y amedrentar, pero no debe descuidar de los que se quedan callados pues son los más peligrosos- abrí los ojos y lentamente hasta llegar a la puerta que daba al patio donde se encontraba mi ama-ahí esta mi señor- dije de forma serena mientras divise a aquel gato negro como la noche, era Hades la mascota de mi ama al cual yo cuidaba cuando ella no se encontraba y lo dejaba en la casa, aquel gato estaba persiguiendo a un pequeño Hombre de jengibre-!Hades¡ , !Shogun¡- exclame sin modificar mi rostro sereno o eso fue hasta que se metieron al jardín de rosas que cuidaba desde hace meses en preparación al aniversario de nupcias de mis amos; una sonrisa tétrica y algo molesta se dibujo en mi rostro, lo cual era algo extremadamente raro de ver, pero para no interrumpir la charla de mis amos solo incline mi cabeza y fui en dirección a aquellos seres tomando a hades entre mis brazos y viendo a aquel hombre de jengibre-Mejor váyanse a jugar a otro lado, pero antes Hades debe desayunar- tras decir aquella frase el gato nuevamente puso su mirada en aquel hombre de jengibre que se echo a correr, pero al no soltar el gato este año mi brazo izquierdo.

Tras ese pequeño incidente volví a con mis amos aun con el gato en brazos ocultando la herida antes propinada por el felino-My lady, My lord- dije haciendo una pausa-El desayuno se servirá en unos minutos- tras esa pequeña frase el señor me replico que les avisara cuando ya estuviera echo- claro señor- respondí inmediatamente para después posar la mirada en la dama-my lady me llevare a hades a la cocina para que el también desayune- tras eso me fui a la cocina.

Una vez llegado ahí deje a Hades en el suelo y comencé a preparar su comida, comenzando a moler unos hígados previamente hervidos, hasta hacer una pasta a la cual le agregue jugo de carne y croquetas para gato molidas con unos trozos de lomo de res crudos como al gato le gustan y se los serví a lo que el felino comenzó a comer, acto seguido me lave las manos y comencé a probar lo que el chef había hecho era todo casi perfecto , el desayuno consistía en unos huevos fritos y tocino acompañado por tostadas francesas y jalea de fresa casera preparada por mí en los días anteriores de tomar un zumo de naranja y té o café mokacchino tras la degustación decidí servirlos en la mesa la cual era de madera con un mantel blanco como la nieve por encima, y en el medio de esta un hermoso florero blanco con motivos de color azul en el cual previamente había puesto las hortensias, la vajilla blanca también pero con ilustraciones de flores de cerezo y por último las tasas donde se servirían el te eran de cristal templado donde se podía apreciar claramente la bebida servida, y por ultimo había una servilleta en cada extremo alado del desayuno doblada a semejanza de una rosa, una vez que todo estaba en su lugar volví al lugar donde se encontraban mis amos.
Una vez que llegue -señores el desayuno está servido- dije sin vacilación para volverme a introducir a la mansión yendo a donde ya se encontraba el desayuno servido esperando a que estos llegaran mientras posicionaba las sillas para que mis amos se sentaran en ellas procurando primero a la dama.

por **Isela A. Ichinose** Vie Mayo 15, 2015 1:14 pm

Volvió a extender sus brazos hacia arriba, estirándose tranquilamente mientras emitía un pequeño quejido de gusto por aquello, suspirando finalmente y colocándose de pie al percibir cierta presencia imponente cerca que la hizo voltearse. Grande fue su sorpresa cuando divisó al lado del mayordomo a su esposo, seguramente recién llegado, aunque la verdad era que Isela prefería no preguntar de donde regresaba por esas horas…Simplemente llevó las manos detrás de la espalda y sonrió ligeramente, ocultando como siempre esas propias facetas de ella que tanto la caracterizaban.

-¡Takumi! B-buenos días a ti también- Omitió el hecho de decirle claramente lo que pensaba, menos en presencia de alguien más, por lo que cuidadosamente apoyo ambas manos sobre las mejillas ajenas para corresponder ese beso suavemente, retomando luego la posición actual ni bien se percató de que el mayordomo era capaz de cualquier cosa si alguien tocaba las rosas que cuidaba con tanto empeño. -¿Lo llevaras?- Parpadeó curiosa cuando notaba como él cargaba al pequeño felino para llevárselo a la cocina, por lo que simplemente asintió, manteniendo entornada la mirada. –Siento lo de las rosas Elliot, pero…él no me hace caso. No al menos en ese ámbito- Sentencio tras encogerse ligeramente de hombros al perderle de vista, posando esta vez la atención en su esposo que parecía de lo más curioso en observar las anotaciones.

-Quería esperarte para desayunar- Replicó en una suave queja mientras se colocaba detrás de él, cruzando los brazos y manteniéndose espalda con espalda, recargándose en él con seguridad. Claramente, esto poco duró, porque en segundos terminó por voltearse y dar un saltito sobre él, rodeándole el cuello con ambos brazos y acomodando el mentón sobre el hombro derecho del demonio. -¿Balances?, a mí no me mires, yo no fui…No he salido casi de la mansión en estos días, no quiero- Aseguró en un susurro, volviendo a bajarse mientras le explicaba que al menos ella no había gastado en nada relevante.

Por ese entonces ante el llamado de Elliot, volvió a dedicarle una sonrisa animada, ciertamente como con muy pocas personas solía ocurrir tal cosa. -¡Enseguida vamooos~!- Admitió tranquila, tomando de la mano a Takumi para así comenzar a jalarlo despacito en aquella dirección, observándole por encima del hombro izquierdo con algo de curiosidad, parpadeando de tanto en tanto bastante pensativa. –Me muero de hambre…llegas tarde, que lo sepas. ¿Me entrañaste?, yo sí, demasiado- Así de contenta estaba después de un tiempo transcurrido, tiempo que le ayudó a sanar tanto física como espiritualmente, o al menos…intentaba relajarse, pasar pequeños momentos felices al lado del hombre que realmente significaba todo en la vida de Isela.

por **Ichinose Takumi** Sáb Mayo 16, 2015 7:33 pm

El revolucionario se mantenía casi completamente sumido en su lectura, sin embargo, aquello no le dificultaba para nada conocer lo que sucedía a su alrededor sin necesidad de alzar la vista. Todos sus sentidos eran por mucho superiores a los de las demás razas, por lo que su oído le entregaba toda la información necesaria mientras sus ojos se mantenían en la lectura de aquellos gastos y ganancias. Por lo que fácilmente pudo escuchar como aquellas mascotas correteaban entre las rosas y como la muchacha se excusaba de aquello.

-Los mimas demasiado, a ambos -musitó seria y fríamente refiriéndose también a shogun, sin levantar la vista, demostrando que hablaba en serio- Recuerda que son peligrosos, no solo para el enemigo... -Musitó el demonio alzando una ceja para luego dirigirle a la menor una mirada un poco mas cálida, protectora y carismática. Tras esto retornó una vez mas a su lectura con suma tranquilidad. Básicamente se trataba de un libro de balances teniendo en cuenta las entradas de dinero y las salidas del mismo. Unas mucho mas grandes que las otras, al parecer su pequeño ejercito allí afuera estaba costándole bastante caro y parecían haber estado dándose lujos a costa suya. Incluso, las expensas del mismo ascendían muchísimo mas que los gastos propios en autos importados o las joyas preciosas que el revolucionario le regalaba a la menor y que esta rara vez solía usar. Pero que seguramente atesoraba de gran manera. Lo cierto con respecto a ellos era que quizás gastaban demasiado y usaban muy poco de todo aquello que compraban, pues la joven solo usaba el collar que el le había regalado y el unicamente utilizaba sobre si mismo la cruz de oro que la joven le había entregado aquel primer mes de casados y que nunca se quitaba desde entonces. Por otro lado, la mansión era demasiado grande, por lo que incluso para remover la tierra se necesitaba un pequeño ejercito de sirvientes y aquello... costaba dinero, como todo en la mansión. El revolucionario estaba realmente metido en aquello, aunque finalmente se detuvo debido nuevamente a la introducción de la muchacha nuevamente.

-Sabes que a veces puedo tardar días en volver... Debes comer de todas maneras. -musitó viéndole a los ojos pero no de forma amenazante, ni siquiera protectora sino mas bien calmada, con la guardia totalmente baja como podía estarlo solo con ella.

-Lo se, lo se... La mayoría de estos gastos son míos, por la colección de autos de lujo que poseo en el subsuelo, las joyas que te compro... Y los hombres que mantenemos en la mansión... ¿Puedes creer que tuvieron la valentía de comenzar a gastar nuestro dinero como si fuese suyo? Les di pase libre con ello y viven quizas mejor que nosotros, sus gastos son mayores por lo menos.

En aquel momento sintió el pequeño jalón por parte de la menor quien ante el llamado de elliot no dudó en comenzar a jalarlo hacia la mansión.

-También ando con el apetito abierto. Jamas llego tarde preciosa, llego cuando debo llegar. Si, te extrañé bastante -Musitó el mayor adentrándose en el comedor para finalmente sentarse a la cabeza de la mesa observando de reojo a elliot en cuanto entró a la habitación.

-Elliot, he revisado el libro de balances. Necesitaré que tanto tu como mi mujer se encargen de poner en su lugar a estos tipos que parecen ser el ejercito de mercenarios mas caro de todos. Ciertamente podría hacerlo yo, pero los falsos revolucionarios me sacan de quisio. No quiero asesinar a nadie innecesariamente, estoy seguro de que será suficiente con ustedes. Si es necesario pueden despedirlos o transferirlos a otro lugar, ya no necesitaremos de sus servicios. -Finalizó para finalmente, prepararse para desayunar lo que fuera que Elliot les hubiera preparado.

por Invitado Dom Jun 14, 2015 6:20 pm

Incline levemente la cabeza al escuchar las palabras de mi señor-Lo siento My lord- dije pausando un momento -Ya arregle ese asunto, advertí a los hombres, despedí y/o transferí a los que tuvieron los mayores gastos injustificables, también unos 3 hombres mas están sirviendo de abono por no acatar las órdenes del despido y me atacaron así que me defendí y tal vez me accedí pues les corte la cabeza de un tajo- suspiro sin cambiar la expresión de mi rostro - también le pedí al entrenador que los ponga a meditar y los enseñe a controlar la ira porque dejan muchas aberturas cuando se molestan-camine por la mesa y me le acerque a la señora Isela a una distancia prudente sin violar su espacio personal- My lady que desea tomar?- dije haciendo una pausa corta-Hay zumo de naranja, té y café mokacchino el té es importado su nombre es Earl Grey su mescla es te negro aromatizado con aceite de bergamota- en lo que ella tomaba su decisión fui con el señor takumi dándole la misma oferta que a my lady pero no espere la respuesta pues tan pronto se los ofrecí dije -si me disculpan- salí de la habitación para revisar el agua que había puesto anteriormente la sirvienta.

Una vez que entre a la cocina me percate que el gato había estado molestando a la sirvienta la cual no había sacado la olla con agua caliente del fuego así que hice a un lado a ambos y saque la olla del fuego y la puse en un recipiente parecido a una tetera y lo puse en el carrito con unos postres que había comprado tras eso tome a Hades y lo saque de la casa-señorita podría ir a ver si la ropa ya se seco?-dije mientras salía con el carrito con las bebidas y el postre-Mis señores podrían por favor ahora si decirme lo que quieren de tomar?-

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater