Aprendiendo cosas en un pic nic [Entrenamiento]

por **Alba Angelus** Dom Ago 16, 2015 3:32 pm

-Suspira sonriendo- Es un hermoso día en Tempus. Llevo 2 días aquí en este reino, vine para una prueba de armas y para saludar a Christa, la ministra de Tempus y amiga de mis padres desde hace muuucho tiempo. Christa Hellemond es una hermosa mujer ángel, como mi padre, ella ayudo a mi padre a cuidar de mi y es la que me motivo en mis estudios. De hecho quizás la Srta. Hellemond sepa mas cosas de mi que mi propio padre, pero...es que hay cosas de chicas que bueno, me da vergüenza contar a mi padre, quizás ese sea uno de los motivos por el que vine a visitarla.

Antes de que mi padre y yo pusiéramos un pie en Tempus, ya Christa estaba llamándome al móvil, es sorprendente como tiene todo bajo control en este reino, aunque ella siempre ha estado muy pendiente de la gente que quiere y bueno, Christa quiere a mucha gente tiene un corazón enorme. Así que una vez que Master, mi padre, y yo hicimos aquella prueba de armas tan divertida y un poco frustrante todo hay que decirlo, Descanse en nuestro hotel para hoy estar lista ya que la ministra quería llevarme a las praderas Keish a tomar un "pic-nic" y charlas de nuestras cosas, realmente tengo muchísimo que contarle.

Estaba esperando en la entrada del enorme hotel cuando un empleado del mismo se me acercó.
-Srta Angelus, disculpe. Me han encargado que le indique que la están esperando en la zona de azotea. Sígame por favor, es por aquí. -Hm...Claro con mucho gusto y...gracias -Solo alcancé a decir aquello y camine junto con aquel joven a ascensor, mientras que se cerraba la puerta pude ver como mi padre también salía del edificio, seguramente también tendría cosas que hacer en Tempus y aprovechando que no tenía que cuidar de mi, aunque soy ya lo suficientemente grande para moverme sola, pero bueno para mi padre supongo que sigo siendo su pequeña y saber que ando con la ministra le da mas que tranquilidad.

por **Christa HelleMond** Dom Ago 16, 2015 8:35 pm

Había pasado ya casi un año que no veía ni pasaba un poco de tiempo con Alba, su medio sobrina o al menos así la sentía Christa. La ministra de Tempus conocía a Master Angelus y a su esposa desde hace muchísimo tiempo, tanto tiempo que ya ni se acordaba de aquella noche en la que sus lágrimas se confundían entre goce y tristeza por la pérdida de su amiga Ivy y por el nacimiento de aquella luz de luna hermosa que era Alba. Algo dentro de esa angelita le recordaba tanto a su amiga y es más, cuando estaba con ella sentía continuamente la presencia de Ivy en ella. Algo demasiado curioso que mas de una vez había mantenido pensativa y sin dormir a la ángel de cabellos dorados.

Christa apartó un segundo su flequillo mientras esperaba dentro de aquel helicóptero especial de Tempus, relajada con sus piernas cruzadas y acomodada en el asiento de piel, mientras las gafas de sol ocultaban la molestia del sol en sus ojos claros y azules. Había mandado avisar en el hotel para que llevaran a Alba a su encuentro, ya que a la ministra no le gustaba perder tiempo alguno y le habían recomendado ir en helicóptero para mas rapidez, eso, y que debían ir con escolta en todo momento, ya que su asistente puso las manos en la cabeza y el grito en el cielo cuando vio a la ministra prepararse para salir volando por sus propios medios en busca de su "sobrina". -Ya está aquí ministra -Dijo uno de sus guardaespaldas mientras abría la puerta del helicóptero. El rostro de Christa cambió de manera considerable mostrando una agradable y a la vez hermosa sonrisa que siempre la caracterizaba. -Perfecto Henri -Se aguantó las ganas por el protocolo y espero a que su sobrina subiera al helicóptero con ella, pero seguro que Alba perdería un poco de sus modales con aquella linda efusividad que volvía loca a la ministra.

por **Alba Angelus** Lun Ago 17, 2015 10:15 pm

Mientras subíamos en el ascensor en el interior sonaba una música parecida a la de los centros comerciales, aquellos momentos eran algo incómodos. Yo en un extremo, el joven del hotel en el otro y los dos mudos sin saber hacer, por suerte no tardó apenas el ascensor en abrirse.
Al llegar a la parte de la azotea un enorme viento agitaba con fuerza por las hélices de aquel helicóptero, parpadee un par de veces antes de salir del ascensor y en ese momento una ráfaga me mando todo el cabello a la cara el cual tuve que apartar rápido para ver el rostro de aquel hombre enchaquetado con gafas oscuras que se acercaba a mi.
-Buenas señor. -Pase por aquí Srta. Angelus, la ministra le espera en el interior -Me indicó el de gafas negras mientras me acompañaba dentro. Mi reacción cuando vi a Christa fue, algo normal... bueno... exagerada un poquito, pero para mi no era la imponente ministra de Tempus era mi tía Christa. -Tia Chriiiiiiiiiiiiiis!!! -Grité abrazándola contra mi, obvio tirándome encima de ella a lo que el hombre de gafas oscuras se impresionó y varias veces aclaró la garganta mientras cerraba la puerta de aquel vehículo.

Christa era una mujer hermosa e imponente, muchas veces recuerdo haberla imitado a escondidas en casa, pero ese carisma y belleza que te atrapaba con una sola sonrisa no creo que yo la tenga y he practicado mucho delante del espejo. Aún así aun me queda mucho tiempo y la tengo a mi lado para que me enseñe, no estaría nada mal hacerle una de sus miraditas o sonrisitas a mi ministro, igual pues... Bueno a lo que iba, el helicóptero continuo su trayectoria y yo muy bien sin saber a donde íbamos a ir. -¿A dónde vamos a ir tia Christa? -pregunte feliz sin dejar de soltarle una de sus manos, observando un anillo de oro blanco que siempre lleva consigo desde que tengo uso de memoria.

por **Christa HelleMond** Lun Ago 17, 2015 10:36 pm

La ministra de Tempus, aquella mujer que igual que era cariñosa y bondadosa podía pasar a la seriedad militar mas absoluta, pero que se derretía con alguien como Alba Angelus. El rostro de la ministra resplandeció al ver a su sobrina y si es cierto que sobrina de sangre en sí no era, pero para la ángel era tan de su sangre como una propia.

La efusividad extrema que tenía a veces Alba, la hacía reír recordándose a si misma muchos años atrás por eso cuando alba se le echó encima de aquella manera. La ministra sintió un vuelco en el corazón y durante apenas 3 segundos recordó cuando la joven de cabellos plateado era mas pequeña. -Aww mi Albita -Indico la rubia mientras acariciaba el cabello de la joven respondiendo el abrazo -A ver que te vea. -Le dijo moviéndose en el asiento dejándola sentar a su lado, manteniendo su mano aferrada a la de la joven híbrida.

-Bueno, bueno al menos primero un ¿como estas tia Christa?, esos modales no te los he enseñado ni yo ni tu padre. Hablando de él ¿Cómo esta el viejo Master? -Dijo la ministra arqueando una ceja picara porque sabía que llamar así a Master picaba enormemente a Alba. -Y te voy a llevar de pic nic por cierto a un sitio que creo no recuerdas desde la última vez que fuimos.
Hace tiempo, antes de que Christa tomara el puesto de ministra del reino de Tempus, habían ido de pic nic justo a ese mismo valle, en aquel entonces la peliplata estaba estudiando junto con ella, mientras que Master las vigilaba no muy de lejos y siempre, intentando que su hija no aprendiera mas cosas de las que debía. El ángel custos dei, pretendía alejar a su hija de todo tipo de bandos, guerras y todo lo que llevará a la violencia de un modo u otro. Pero hace un tiempo, Christa había recibido una llamada de Master, indicando todo lo contrario, cosa que a la ángel, después de todo, no le sorprendió, pues lleva sangre de dos personas que en su día dieron mucho por la paz.
La ministra, pensando en aquello se quedó algo pensativa, desviando su azul mirada de reojo a la joven que la mirada atenta y curiosa.

por **Alba Angelus** Jue Ago 20, 2015 8:49 pm

Bajé la vista un momento mientras me acomodaba de forma correcta en el asiento, con las mejillas un poco sonrosadas por el comentario de mi tía Christa. Tenía mas que razón, no estábamos solas, había varias personas en aquel helicóptero y yo seguía comportándome como una niña pequeña loca que no ha recibido modales. -Discúlpame tienes razón -Dije mostrando una linda sonrisa arrepentida por la demasía de mi efusividad, que se borró con gesto de medio molestia cuando mi tía Christa llamo viejo a papa. Le encantaba picarme y yo siempre caía.

-¡Mi padre no es viejo! -Dije frunciendo el gesto y cruzando los brazos mirándola seria, pero todo me duro poco cuando ella misma hizo aquel pícaro gesto que provocó mi risa.
-Padre está bien Tía Christa, imagino que ya sabes que aceptó el puesto de Custos Dei. ¿Hm..de pic nic? -Aquello que dijo christa me dejó pensando un momento, era cierto que no iba con ella de pic nic desde que tenía pues, unos 13 años que es mucho tiempo, pero al cabo de poco chasquee los dedos sonriendo ampliamente. -¡Si recuerdo! me vas a llevar a la Pradera Keish. -Aquella idea me entusiasmó bastante mas de o que ya estaba, me lo pase estupendamente la vez que fuimos los tres allí, pero esta vez vamos ella y yo solas, podré hablar de muchas cosas que con mi padre no puedo o mas bien me da reparo.
-Me parece estupendo tía Christa, tengo muchas cosas que quiero decirte y algunas dudas. - Volví a bajar la vista algo apurada porque cada vez que pensaba en él, de aquel modo distinto a lo profesional o a la amistad, no podía evitar ruborizarme, peor mas roja aun me puse cuando me di cuenta que mi tía Christa me observaba sabiendo seguro de lo que estaba hablando, ella era muy intuitiva siempre.

por **Christa HelleMond** Jue Ago 20, 2015 10:01 pm

La voz de Alba sacó a la ministra de sus pensamientos y obvio también le sacó una risa cuando la vio enojarse levemente. Por muchos motivos no le sorprendía tanto que Alba recordara la Pradera, era una joven con una mente maravillosa que recordaba muchas cosas a la perfección, lo cual la hacía una estudiante excelente y al mismo tiempo, Christa pensaba que en el fondo muy fondo había mucho de ella en esa pequeña ángel.
-Sabía que te acordarías despumes de todo lo pasamos bien ¿no?

La ministra se quedó observando el rubor de la peliplata de una forma picara como siempre. -Uh ese rubor yo lo conozco. -Dijo haciendo un amago de risa recordándose a sí misma hace ya bastantes años. -Ains... Y bueno enhorabuena por tus nuevos cargos Albita. -Le prosiguió con toda la intención del mundo en el comentario, comprobando el efecto de su comentario en los colores de la menor. -Arno, se ve buen hombre, confío en que te esté cuidando bien, sino habría problemas serios. -La ministra decía muy enserio aquellas palabras cruzándose de brazos mostrando total seriedad en lo que indicaba. Para la rubia la menor era alguien muy importante, era de su "familia" y sería un disgusto enorme el tener pleitos con otro ministro ya que entraría en un conflicto interno ella misma, puesto que tenía que actuar fríamente y mirar por otra de sus pasiones, su nación de Tempus, pero a su vez, no deja de querer proteger a alguien a quien quiere como Alba.

-Henri ¿Cuánto nos queda para llegar? -Preguntó Christa observando al joven de gafas oscura que permanecía en silencio en un asiento atrás de ambas. -No mucho ministra, en unos 10 o 13 minutos como mucho según lo previsto. -Perfecto entonces. -Volvió a dirigir su atención en Alba. -Bueno Alba espero que vengas con apetito porque traje mucha comida, la vamos a necesitar.

por **Alba Angelus** Jue Ago 20, 2015 10:16 pm

Me cubrí el rostro con las manos apenada, totalmente se había dado cuenta y como no sabía demasiado. En ese momento pensé "espero que no le haya dicho nada al ministro, me moriría de la verguenza y no podría volver a ir a trabajar normal, mas aun sabiendo que su habitación esta pegada a la mia". Era mucho mejor no pensar demasiado. -Ehm...Gracias tía Christa. Yo solo quiero ser eficiente, ayudar a muchos y... bueno que esteis orgullosos de mi. -Dije pensando en ella y en mi padre. Matuve silencio mientras que mi tía conversaba con el hombre de oscuras gafas.

-¿Hambre? A pues si tengo pero... ¿la vamos a necesitar? aw tía ya me vas a hacer entrenar. -Comenté con un poco de pereza en mi tono de voz, cuando tía Christa le daba por entrenamientos físicos era brutal, además que la mayoría la hacíamos a escondidas de papa porque obvio mi padre ni oír hablar de que hago cosas que tengan que ver con violencia, pero ahora que lo pensaba, era raro que el mismo me hubiera llevado a aprender a usar armas.
-Por cierto ¿Mi padre sabe que me llevas a entrenar? -Le pregunté mirándola toca pícara esperando ver su rostro, ya que tía Christa no sabía mentir ni cositas piadosas. Por alguna razón comencé a mirar a un lado y otro de manera sospechosa, pero el agite del helicóptero con alguna corriente leve de aire me hizo agarrarme bien del asiento.
-Pero si me ibas a llevar a entrenar me debiste haber avisado, yo no traigo ropa de entrenamiento físico. -Aquello era una salida muy rápida y tonta conociendo como era Christa, la cual siempre llevaba todo calculado de una manera previsora increíble, de seguro tenía alguna bolsa con ropa guardada. Obvio me puse a buscarla . -¿Dónde está? -Dije sospechosa buscando y mirando moviéndome del asiento.

por **Christa HelleMond** Jue Ago 20, 2015 10:31 pm

La ministra suspiró de manera relajada y fijo sus ojos azules en la menor. -Alba, nosotros ya estamos orgullosos de ti, tengas el cargo que tengas y seas lo que desees ser. -Dijo sonriéndole y llevando la diestra a acariciar su cara tras apartar un mechón de su rostro. Alba era una chica extraordinaria, dulce, inteligente, prepocupada por el entorno de una manera, delicada, dedicada y motivadora para los enfermos. Cuando hacía sus practicas de medicina, no solo los jardines estaban mas hermosos que nunca, los enfermos a los que visitaba en prácticas parecían mejorar notablemente tanto físicamente como interiormente. Esa ángel, tenía el donde de alegrar el alma hasta de los mas oscuros y en efecto, lo hacía a diario con Master, su padre, el cual se sumió en aquella oscura tristeza cuando Ivi dejo de vivir, por decirlo de algún modo.

La ministra volvió a reír pero esta vez sonoramente al escuchar como su sobrina se colmaba de pereza al pensar en los entrenamientos que ella le daba. -Eh que yo todo lo hacía por tu bien pequeña mía y si...tu padre sabe que voy a entrenarte entre otras cosas Alba. ¿Hmm...Qué se supone que haces? -Dijo la ministra mirando como la menor se movía como bichito nervioso buscando a saber el qué? -Alba, siéntate correctamente ya viste el movimiento que tuvo el helicóptero antes, no quiero que te pase nada y ya no tienes 10 años. Te estas comportando igual que cuando te escondía tu regalo de navidad o cumpleaños. Si buscas ropa deportiva etc, no la vas a encontrar. Vamos a entrenar si, pero nada físico en un principio. - Ya les faltaba poco por llegar a la Pradera Keish. Henri comenzaba a preparar las cosas que debía bajar con los demás hombres que iban protegiendo que todo estuviera bien al rededor de a ministra. -Ministra 5 minutos para la llegada, vayan preparándose ambas por favor.

por **Alba Angelus** Jue Ago 20, 2015 11:01 pm

El escuchar de los labios de mi tía Christa que ambos ella y mi padre estaban orgullosos de mi, me hacía enormemente feliz. Casi todo lo hacía en mi vida, era para que otros estuvieran bien y felices, sobre todo mi padre, no soportaba verlo triste por nada del mundo y motivos tenía de sobra. De ahí mi afán por curar a mi madre, resucitarla de ese estado en el que se encontraba. Yo también la quería conmigo, pero mi padre la necesita aun mas que yo. Desde que comencé a sentir cosas fuerte por Arno, comencé a entender mas aún el dolor de mi padre.

-¿Mi padre lo sabe? -Aquello si que me dejó sorprendida. ¿Qué estaría pasando para que mi padre cambiara su forma de pensar sobre mi de todo este tiempo? igual entendió mi afán por aprender para ser mas útil, había muchas ocasiones en las que me había sentido inútil, siempre defendiéndome el o su discípulo, mi medio hermano Owen y yo también quiero saber defenderme. Si era cierto que me habían enseñado para protegerme de algunos ataques físicos y todo eso, pero yo quería ser útil en el caso de que las cosas se pusieran realmente feas. Después de todo el es gran guerrero y según sé mi madre no se quedaba tampoco atrás.

-Si tía Christa -Dije con obediencia colocándome el cinturón de nuevo al escuchar tanto a la mayor como a Henri, el cual parecía algo atareado por ahí detrás. -Aw... -No me gustó para nada aquel comentario, pero tenía que reconocer que tenia razón, así que me limite a parecer una muñeca inerte toda quieta en el asiento de piel, en silencio, no por estar en correcta postura o comportamiento, es que mi cabeza no paraba de pensar que aquí había gato encerrado y nadie era clara conmigo, así que debía aprovechar al máximo el tiempo que iba a estar con mi tía Christa para intentar sacarle de todo, la verdad era algo que se me daba bien.

por **Christa HelleMond** Dom Ago 23, 2015 11:01 am

Los suspiros pesados y casi intentando que fueran inaudibles, adornaron durante unos instantes el interior del helicóptero. De vez en cuando la rubia miraba de reojo a la peli plata, comprobando no solo que su comportamiento estaba siendo correcto, sino el aura que desprendía la misma.
-Tranquila Alba, responderé tus dudas no hay nada que esconder ni nada extraño en todo esto querida.

El helicóptero comenzó a descender poco a poco con tranquilidad mientras la vegetación se agitaba en la zona colindante al vehículo volador, provocando el movimiento las mismas aspas de el. El joven de gafas oscuras hizo señas a dos mas con la cabeza y antes de que se escuchara como el motor del helicópetero iba parándose poco a poco, ya varios hombres estaban llegando desde a saber donde.

la puerta lateral de atrás se abrió y los dos hombres salieron al encuentro de los que estaban ya en aquel lugar.
Christa permanecía tranquila en su asiento sin quitarse el cinturón de seguridad si quiera. Ladeo el rostro hacía la joven ángel la cual parecía por unos omento algo perdida con todo aquello y la misma que estaba apunto de quitarse el cinturón.
-Señorita Angelus no se quite el cinturón de seguridad aún. -Pronunció el varón de gafas oscuras desde la parte de atrás.
-Es puro protocolo Alba no te preocupes -Dijo la ministra sonriendo ampliamente a Alba la cual se había puesto recta y quieta al escuchar la voz de aquel hombre.

por **Alba Angelus** Dom Ago 23, 2015 11:44 am

Habían sido pocos minutos realmente los que habíamos estado en silencio esperando a llegar y descender en la pradera, pero para mí estaban siendo medio eternos… y esto que intentaba mantener mi mente distraída pero cierto era que cuando más pensaba más nerviosa e incómoda me encontraba. Mi tía Christa era de esperar que notaria mi desconcierto con todo aquello y su mirada hacia mí no hizo más que indicarme que estaba en lo cierto, a Christa Hellemond no se le puede esconder u ocultar nada, o al menos yo, me pilla enseguida.
Asentí a lo que me indicó y decidí esperar pacientemente ordenando en mi cabeza una lista de preguntas que iba a bombardearle nada más que pudiera.

Cuando aquello parecía que se paraba y estábamos ya digamos en tierra firme llevé mis manos al aparatoso cinturón de seguridad cogiendo una enorme bocanada de aire porque en ese momento es como si me faltara, pero la retuve con los mofletes hinchados del aire al escuchar a don gafas oscuras decirme que me estuviera quieta. Miré de reojo a Christa y asentí coloreándome de vergüenza y fui soltando el aire de a poquito mientras mis mejillas rojas se iban normalizando, quedándome igual de quieta que un gato de escayola. Yo realmente no entendía estas cosas y tantos hombres a un lado a otro, revisando, hablando por aparatos…nah no estoy acostumbrada a este show por más que lo haya vivido ya más de una vez, nunca me acostumbro.

Miré un momento al asiento de atrás para preguntarle a hombre de oscuras gafas pero ya no estaba detrás nuestra. Ni me había enterado de que se moviese de ahí y cuando giré el rostro me lo encontré a mi lado con la puerta abierta lo cual me dio un pequeño susto, que por fortuna no se vio adornado por uno de mis gritos pero mi cara y movimiento lo dijo todo. –Ya-aay me va matar de un susto… -Resoplé con la mano en el pecho mientras mi tía obvio se reía un poco con todo aquello y al cabo de un momento comencé a reírme como tonta con ella.

por **Christa HelleMond** Dom Ago 23, 2015 11:47 am

Los hombres y mujeres que formaban todos y cada uno de los puestos de la marina de Tempus, eran absolutamente eficaces. Todos ellos estaban bien entrenados y bueno si… los errores se pueden cometer, pero ninguno de gran importancia y mucho menos aún se repetían. La ministra estaba acostumbrada a estos estrictos protocolos que ella misma había organizado hace tiempo y que la almirante había supervisado minuciosamente. Estaban ocurriendo cosas internas entre reinos, los revolucionarios cada vez eran más fuertes y cometían menos errores, así que ellos no podían permitirse el lujo de cometer ninguno.

Se percató de los movimientos de Henri, pero al parecer su sobrina, la cual parecía estar absorta en su mundo de preguntas y pensamientos no, llevándose un susto que hizo que la ministra riera como nunca al ver la cara y gestos de la peli plateada. –Jajajaja Alba, por dios… ves para que tengo que entrenarte jajajaja
El joven de gafas oscuras parecía algo apurado y apenado al mismo tiempo pidiendo disculpas, pero Christa, aun riendo, negaba con un ademan de las manos bastante divertida y aun mas cuando Alba comenzó a reír con ella.
-¡Aaay! Que buen ratito sobrina, echaba de menos tus risas. – Sra. Todo correcto, están preparando todo nada mas terminen las acompaño. –Henri relájate, si esta todo seguro tu también podrás descansar un rato con los demás. –Finalizó dándole un guió al joven guardaespaldas el cual se coloreó todo y se volteó de espaldas a las dos carraspeando.
Ahora solo tocaba esperar un poco mas mientras aseguraban la zona donde iban a estar las dos y una vez que todo estuviera listo, por fin comenzaría su pic nic y entrenamiento.

por **Alba Angelus** Dom Ago 23, 2015 11:48 am

La verdad había sido un momento divertido, sobre todo cuando el pobre de Henri, si ahora me quedé por fin con su nombre, se vio tan apurado pidiéndome perdón. Me hubiera gustado ver mi propia cara que seguro ha sido todo un espectáculo, pero aun no sé como desdoblar personalidad… algún día aprenderé a hacer esa cosa.
Miré a Tía Christa mientras reía y luego a Henri, así como dos veces rápidas solo moviendo mis pupilas turquesas. Mi tía era una mujer muy guapa y cualquiera de sus gestos que se podían catalogar como sexys, provocaba en más de uno la misma reacción que a Henri, que se puso rojo como tomate maduro. ¿Me pregunto si me pongo igual cuando me sonríe Arno? Aquel pensamiento me ruborizó sin duda, el cual intenté inútilmente ocultar poniendo mis manos en las mejillas y diciendo… -Si tía hasta calor me entró con la risa. – Si con la risa…algo tenía que decir sin duda.

Con paciencia fui quitándome el cinturón cuando Henri nos comunicó que podíamos hacerlo y bajar ya del helicóptero. El joven de gafas oscuras me extendió la mano para ayudarme a bajar, la cual tome con mucho entusiasmo ya tenía muchas ganas de tocar tierra firme, eso y un hambre que tenía enorme porque no había desayunado apenas en la mañana. - ¿Tía Christa? –Dije mirando a un lado y a otro porque no la veía y no estaba dentro del helicóptero ya. - ¿Dónde fue mi tía Henri? –Pregunté al joven que me señaló hacia el cielo sin levantar la vista de mis rostro sonriendo. –Es una costumbre de la ministra. –Dijo más que acostumbrado ya.
Al levantar la vista ahí estaba ella, se veía realmente hermosa con el sol dándole de lleno, haciendo que su rubio cabello se viera mas dorado y hermoso y esa figura imponente con aquellas alas… las mías no son tan…hermosas, se parecen a las de mi padre en tamaño, pero las de Christa brillan de una forma especial.

por **Christa HelleMond** Dom Ago 23, 2015 11:50 am

Al parecer todo estaba perfectamente en la zona, no había peligro alguno sobre todo para su sobrina, ella sabía bien cuidarse aunque realmente era una persona importante, le preocupaba más la gente que estaba con ella, que su propia existencia. Pero así era Christa Hellemond, la muerte era algo que tenía asumida desde una corta edad, como ella decía todos nacemos y por ende moriremos algún día para volver a nacer.
Cuando todo estuvo correcto para que ambas bajaran del helicóptero, la ministra se acomodo las ropas y bajo del vehículo para desentumecer su cuerpo completo tras haber estado un buen rato sentada en aquel asiento de cuero. Al tocar tierra firme se estiró un poco y extendió sus alas en plenitud, agitándolas para desentumecerlas también.
Miró a un lado observando a una de las mujeres que estaban bajo su cargo y esta le asintió sonriendo sabiendo que deseaba hacer la ministra y en cuestión de segundos las enormes alas de la ministra ángel la llevaron a los cielos.

Tras dar unos cuantos movimientos en el aire se quedó parada en el aire mirando hacia abajo posando sus ojos azules en Alba. –Vamos sobrina, demos un paseo sobrevolando la zona, hace mucho que no haces esto conmigo y esas alas debes de estar pidiendo a gritos movimiento. –Desvió la vista al joven de gafas oscuras – ¿Henri por favor mientras pueden preparar la comida? No tardaremos mucho. – Henri asintió y espero a que la joven Alba ascendiera junto con su tía para el ir a por sus tareas encomendadas. No había nada que temer, puesto que dos ángeles las guardarían en su paseo alado.

por **Alba Angelus** Dom Ago 23, 2015 1:23 pm

-¡Yaay! – Dije antes de hacer aparecer mis alas en la espalda de forma un poco tímida, no se podían comparar con las de ella, las mías eran algo más pequeñas, pero aún así las agité varias veces para de forma prudente y tímida, ascender por el aire para estar junto a mi tía Christa.
-Es verdad tía hace mucho no volamos juntas y bueno no las he estado usando mucho últimamente. –Sin darme cuenta estaba pululando alrededor de mi tía y fue cuando me di cuenta que había más alejados en el aire también, una pareja de ángeles, que al parecer eran los encargados de cuidarnos en ese paseo.

Mientras estaba distraída observando a los dos ángeles “guardianes”, al mirar a mi lado me di cuenta que ya no estaba Christa, pero la hallé rápido al mover mis ojos y mi propio cuerpo viendo que estaba algo mas alzada en el aire y emprendía ya vuelo para sobrevolar un poco la zona. De inmediato agite las alas y la seguí hasta ponerme a su altura. Era cierto tenía que usar mis alas más a menudo porque me notaba muchos movimientos que me costaban y eso no era bueno, después de todo también debía de aprovechar mis habilidades de ángel y recuerdo que de pequeña mi padre también me hacía bastante hincapié en eso mismo. En aquel momento pensé que igual tía Christa me había traído a la pradera para ejercitar mis alas, pero luego observando el gesto concentrado y serio de la rubia pues me quedé pensando en que eso solo era parte de lo que me esperaba aquella tarde con ella.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

Aprendiendo cosas en un pic nic [Entrenamiento]

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater