Re: Al borde del abismo [Takumi] - [Entrenamiento]

por **Ichinose Takumi** Sáb Dic 13, 2014 8:59 pm

Observó cada una de las acciones de la muchacha mientras inhalaba y exhalaba humo de forma tranquila, al principio el joven notó que logra hacerlo aunque el tiempo en que pudo mantenerlos no fue el que el había dictado por lo que su ceño se frunció levemente mientras apretaba aquel cigarrillo con sus dientes dejando apenas ver sus colmillos.

-Tsk... -Fue lo único que dijo al notar como se alejaban aquellas criaturas nuevamente mientras ella volvía a intentar traerlas cerca de si.

El pelinegro alzó una ceja al ver como todos estos se acercaban como el había pedido y se mantenían allí mientras el contaba cada segundo que pasaba en este nuevo intento, sin embargo al llegar al décimo segundo aquella masa poderosa de murciélagos se alejó nuevamente. El demonio dejó escapar una sonrisa y se acercó caminando lentamente hacia ella con ambas manos en los bolsillos hasta por fina quedar detrás de la muchacha colocando su mano sobre el hombro ajeno.

-Mal... he dicho quince segundos, no diez... Si esto fuera una batalla real estarías muerta. -Aseguró el joven de forma autoritaria.

Súbitamente su cuerpo comenzó a envolverse en electricidad, su ropa se movía y pequeñas descargas podían verse alrededor de si mismo, así sin decir nada mas el demonio dejó escapar una poderosa descarga sobre el cuerpo de la joven manteniendo aquella sonrisa un tanto bastante sádica sobre su rostro. De improvisto, aquellos murciélagos con los que la joven había hecho el contrato se lanzaron sobre el revolucionario con la intención de atacarle, sin embargo, este se mantuvo inmutable y se giró para observarlos de frente con aquel dominante mirar que poseía por naturaleza. Estos seres se detuvieron tan solo a unos centímetros de el durante algunos segundos sin siquiera tocarle para finalmente volver a donde estaban hace unos momentos, por su parte azael comenzó a alejarse caminando tal como había llegado hasta allí.

-Vuelve a intentarlo... quince segundos, completos... Tomate tu tiempo y no dudes ni temas... -Musitó a la joven que parecía intentar recuperarse de aquella descarga.

por **Isela A. Ichinose** Sáb Dic 13, 2014 9:15 pm

Tal descarga ocasionó un certero dolor a nivel físico en la chica, la cual dejó escapar algunos que otros gemidos de dolor en esos instantes, apoyando al mismo tiempo una mano sobre el hombro donde él anteriormente la había tocado. Le observó fijamente, precisamente su espalda cuando parecía dirigirse nuevamente hacia su posición, para ese entonces, la chica estaba completamente cansada, hastiada, molesta incluso ante sus insinuaciones tal vez como subestimándole. Entornó la mirada, manteniendo el ceño fruncido y en cuestión de segundos le bloqueó el paso mediante aquella pared de murciélagos, ordenándoles el detenerse simplemente a no más de cinco centímetros del rostro ajeno.

-¿Muerta?...No, eso no! Que no se te olvide de donde vengo, nunca me viste en batalla así que no puedes opinar- Sentenció dejándose llevar por el momento, por todas esas sensaciones mencionadas anteriormente, alzando al mismo tiempo el mentón y esperando a que él se voltease para verle, dándole a entender que podía al menos ahora mantenerlos todos juntos por el tiempo estipulado que se le había indicado. Volvió a entornar la mirada, apretando con evidente molestia su hombro. –Las veces que sean necesarias me voy a poner de pie, ¿escuchaste bien?, porque prometí que te acompañaría y…y…y no voy a parar hasta que algún día estés orgulloso de haberme elegido!!- Le gritó desde la distancia completamente decidida, respirando incluso con un poco más de dificultad que antes debido al agotamiento energético que había padecido unos momentos antes.

Estaba decidida, cuando eso ocurría nada ni nadie podría hacerla retroceder, no cuando su voluntad era como el mismo diamante, inquebrantable ante las adversidades que pudieran presentársele.

por **Ichinose Takumi** Sáb Dic 13, 2014 10:02 pm

Tras escuchar las palabras ajenas el revolucionario se volteó y observó a la híbrida durante escasos segundos dejando detrás de el aquellos seres que le cerraban el paso. Una vez mas aquellas pequeñas descargas comenzaron a aparecer en su cuerpo mientras mantenía la mirada altiva y autoritaria sobre ella.

-Si esto fuera una batalla real y tu única salvación o la de tus soldados fuera la de mantener bajo control tu habilidad, puedo asegurarte que en este instante estarías muerta. El enemigo no dudará ni un segundo para asesinarte. -Musitó de forma firme clavando su mirada sobre ella.

No tardó demasiado en desaparecer entre aquellas criaturas una vez mas y volver a aparecer frente a la joven, rodeándola por la cintura y mirándole directamente a los ojos.

-Sin embargo, he dicho que te daría un premio si podías hacerlo bien... A partir de hoy me quedaré un día mas contigo. Es decir que mañana también me quedaré en casa -Aseguró el pelinegro apegando a la joven de ojos violeta un poco mas a si mismo acercando su rosto al de la contraria para besarle de forma apasionada y dominante.

Estaba realmente complacido por lo que la joven había logrado en tan poco tiempo, pero también estaba seguro de que ella podría dominar la habilidad muchísimo mejor que cualquier otra persona. Y si bien jamas se lo diría el estaba total y completamente orgulloso de haberla elegido, por que podía ver en sun interior un poder inmenso. Por otra parte, tampoco se hubiera casado con ella si no la considerara digna de estar a su lado. A pesar de que todo esto no llegaba a un plano sentimental aquella era la mayor muestra de afecto que el demonio era capaz de mostrar. Terminado aquello abrazó a la joven por la espalda una vez mas.

-Vuelve a intentarlo, pero esta ves tendrás que darle forma... Si lo logras me quedaré contigo un día mas -Musitó finalmente besando el cuello ajeno de la forma mas sensual en que sabía hacerlo.

por **Isela A. Ichinose** Sáb Dic 13, 2014 10:39 pm

A nueva cuenta apoyó la frente contra el pecho del mayor, cerrando con cuidado las manos sobre su camisa antes de sollozar un poco, apenas y levemente. –P-pero…estoy muy cansada Takumi, en serio…q-quiero descansar…- Susurró bastante apenada, escondiendo en todo momento el rostro contra el cuerpo del hombre por el que había dejado absolutamente todo. Apenas este se separó, la joven observó el suelo con algo de fatiga, dejando escapar al mismo tiempo un suspiro que denotaba el cansancio por el que estaba experimentando.

Tras unos minutos de concentrarse tan solo un poco, volvió a agrupar aquella manada de murciélagos en un solo punto, esta vez con más facilidad que antes o tal vez incluso más rapidez. Lo pensó un poco, realmente en ese punto no sabía o no imaginaba que forma poder darles, mentalizo con firmeza la silueta de un murciélago y en ese instante, ellos fueron acomodándose de tal forma que simplemente parecían ser uno solo de todos esos pero de tamaño abismal. Por unos momentos parecía mantener su forma, pero conforme pasaban los segundos iba desestabilizándose hasta volver a tomar la apariencia anterior.

Sus orbes impasibles, rojizos, se mantenían entornados, totalmente atentos a tales criaturas mientras poco a poco y producto de una nueva orden mental, estos fueron armándose hasta consolidarse en una sola criatura aparentemente, cuyas alas se veían lo suficientemente imponentes como para hacer retroceder a cualquiera.

por **Ichinose Takumi** Sáb Dic 13, 2014 11:30 pm

Completamente complacido el pelinegro comenzó a dar aplausos pausados mientras se acercaba a ella para finalmente abrazarla por la espalda observando a la imponente criatura frente a sus ojos. La muchacha avanzaba a pasos agigantados si se la comparaba con el resto de los demonios y aquello significaba que el no se había equivocado al elegirla, y que pronto tendría entre sus filas a una persona tan poderosa que incluso podría plantar cara a un Custos Dei. Pero por sobre todas las cosas lo que hacía que la muchacha fuera incluso mas importante era que lo amaba profundamente y estaba dispuesta incluso a dar su vida por el o con el si era necesario y aquel tipo de adoración era algo que el respetaba demasiado. Finalmente dejó ir a la muchacha y llevó su mano hacia su cintura observando a la inmensa masa de murciélagos que el también podía controlar, ordenando que se dispersen aunque no demasiado lejos, estos obedecieron al momento y despejaron aquella inmensa luna llena que iluminaba a los jóvenes.

-Bien, podemos descansar una hora antes de seguir con el entrenamiento. Necesitamos acabar antes de que salga el sol o tendremos que volver a este lugar mañana y con el gran dolor que sentirás en el cuerpo no es muy buena idea. -Musitó el demonio tomando a la muchacha en brazos y cargándole hasta donde su caballo yacía recostado. La dejó allí con cuidado y se levantó acercándose a la silla del caballo de la cual colgaba una mochila.

-¿Has traído todo lo que pedí? – Preguntó el revolucionario mientras rebuscaba entre las cosas allí guardadas hasta finalmente hallar el desinfectante, las vendas y aquellos aperitivos que había solicitado y aún seguían calientes.

-No sabía que cocinabas... -Musitó el joven acercando uno de estos a la joven mientras llevaba tanto las vendas como el desinfectante y un poco de algodón hacia donde ella estaba.

-Desnudate... -Musitó de manera firme dejando en claro que no tenía otra opcion que hacer lo que demandaba. -Me encargaré de tus heridas mientras repones tus energías aún nos falta una ultima faceta de esta habilidad para que aprendas. -Aseguró aquel hombre que era tan estricto como seguro de si mismo, mientras clavaba sus orbes profundos y plateados sobre el cuerpo de la joven hibrida.

por **Isela A. Ichinose** Sáb Dic 13, 2014 11:45 pm

Le observó con la calma que tanto la caracterizaba, dejándose cargar sin oponer resistencia alguna al menos por el momento, aunque, para ser sincera, ella jamás podría oponerse a alguna petición que el pudiese hacerle. Claramente dejó escapar un pequeño quejido de dolor cuando la tomó en brazos, al mismo tiempo que rodeaba su cuello con ambos brazos y apoyaba delicadamente la cabeza a la altura del corazón del pelinegro. Suspiró con calma, ciertamente algo cansada, por momentos deseando simplemente ir a casa con él y dormir…largamente durante horas. Asintió apenas a sus cuestionamientos, llevando las manos sobre los primeros botones de aquel vestido blanco que llevaba puesto, ahora cubierto de sangre tanto por las mordedoras de los murciélagos como por el golpe que se había dado el caerse a pique mientras volaba.

La tenue luz de la luna iluminaba la piel de porcelana de la joven, descubriendo la cantidad de heridas que poseía. Observó hacia abajo antes de posar la mirada en el rostro del contrario, extendiendo de igual modo la mano izquierda para acariciarle la mejilla suavemente, con cariño pero sobre todo ternura. –Ciertamente, no veo la hora de poder dormir pero…te veo y lo único que deseo es ir a casa para hacer el amor- Aseguró en un susurro bajo cerca del oído del mayor, inevitablemente mostrando ese profundo sonrojo en sus mejillas casi en todo momento.

A medida que pasaban los minutos y su cuerpo entraba en reposo, parecía que el dolor de las heridas se acrecentaba un poco más, sin embargo estaba completamente segura de que podría continuar un poco más, al menos hasta conseguir dominar aquella habilidad en sus principios. La brisa traía aroma a mar, por ende…sus largos cabellos negros se mecían a un costado, dejando al descubierto la espalda de la joven también con sus heridas en aquella zona. Volvió a cerrar los ojos unos momentos, esbozando una pequeña sonrisa de cansancio casi total. –Hay mucho que no sabes de mi pero…poco a poco sé que si lo sabrás…- Aseguró mordiéndose el labio inferior en el momento que sentía los bordes del vestido rozar contra sus heridas al ser bajado.

por **Ichinose Takumi** Dom Dic 14, 2014 2:52 pm

El muchacho se acercó a la joven y sin siquiera preguntar colocó aquel bocadillo en su boca haciendo que esta lo tomara con los dientes mientras el la rodeaba, y se sentaba detrás de la misma bajando su vestido con suavidad. Dejando así que la muchacha comiera aquello mientras el se encargaba de curar las heridas de su espalda, o por lo menos hacía lo necesario para evitar que se infecten. Tomó un poco de algodón del montón y lo mojó con abundante desinfectante comenzando a pasarlo suavemente por la espalda ajena, mas precisamente sobre la heridas que poseía la muchacha. Casi todo su cuerpo estaba mordido y algunas heridas aún sangraban, aunque a los ojos del mayor aquello tan solo la hacía aún mas deseable.

-Ciertamente te vez realmente sensual en este momento y creo que tu cuerpo lastimado es lo mas erótico que he visto en mi vida... Pero primer debemos entrenar -Musitó el revolucionario besando con suavidad la espalda de la muchacha.

De aquella manera pasó a limpiar los brazos ajenos con un nuevo pedazo de algodón mezclado en desinfectante mientras sentía la brisa mover suavemente sus cabellos, con delicadeza deslizaba aquel algodón sobe la piel ajena mientras clavaba su penetrante mirada sobre la piel magullada de la muchacha.
Al terminar el joven subió el vestido de la híbrida y besó su cuello de forma apasionada para finalmente dejarla ir y ponerse de pie en lo que observaba su reloj de muñeca.

-Duerme una hora o dos, te despertaré para acabar el entrenamiento... o podemos continuar ahora si ten sientes lista. -Finalizó el demonio observándole directamente a los ojos.

por **Isela A. Ichinose** Dom Dic 14, 2014 3:11 pm

Como tener hambre podría decirse que no tenía, sin embargo comió un poco, tal vez lo justo y necesario para soportar lo que quedaba del entrenamiento. Cada vez que el pelinegro apoyaba el algodón sobre cada mordida era una especie de pequeña tortura al sentir algo de dolor pero sobre todo ardor, sin embargo, en ningún momento se quejo o al menos…intentó permanecer en silencio a pesar de la molestia que ocasionaba tales continuos roces. Levantó la mirada repentinamente, posándola en el oscuro cielo antes de apoyar levemente la cabeza contra el hombro ajeno.

Su pecho subía y bajaba lentamente, denotando la respiración calmada de la chica al estar al menos por esos momentos completamente relajada. Cerró aquellos ojos que se habían tornado rojizos por el cansancio, sin embargo, estaba completamente atenta a lo que podría llegar a ocurrir, mentalmente contaba los minutos, por lo que en no más de seis minutos se enderezó, colocándose de pie para abrazarlo por detrás repentinamente, rodeándolo incluso delicadamente con ambos brazos.

-No te preocupes, puedo seguir…eso creo. Si bien creo que perdí algo de sangre dudo que sea peligroso…después de todo no soy una humana- Finalizó, tomando una pequeña banda elástica del bolsillo de la mochila para disponerse a atar su cabello en una cola de caballo, larga y que incluso parecía hacerla un par de centímetros más alta. Con paso tranquilo fue dirigiéndose otra vez a la mitad de aquel terreno, sintiendo el viento rozar suavemente contra sus brazos, piernas y por sobre todas las cosas el rostro.

-Deben ser como…las tres y media de la mañana ya…¿verdad?...- Cuestionó en apenas un tono bajo de voz algo desorientada al no tener encima el reloj pequeño que se había quitado ni tampoco poder divisar las estrellas para medianamente calcular una hora exacta. Bajó la mirada a nueva cuenta cuando extendió hacia adelante los brazos, notando las mordidas o marcas en casi toda su extensión. –No entiendo cómo puedo gustarte así…Takumi…-

por **Ichinose Takumi** Dom Dic 14, 2014 4:03 pm

El revolucionario sacó su ultimo gitanes de aquella pequeña cajita y la arrojó lejos mientras la muchacha le abrazaba por la espalda y el encendía aquel cigarrillo iluminando apenas el lugar donde estaban. Acarició suavemente aquellos brazos que le rodeaban y dejó ir a la muchacha que comenzaba a atarse el cabello.

-Entonces podemos seguir ahora mismo...- Musitó alejándose un poco mas de la muchacha mientras le observaba con cuidado sin despegar la mirada de ella en ningun momento. -Las tres y cuarenta en realidad... -Musitó respondiendo la pregunta de la joven de forma sencilla en lo que llevaba sus manos a los bolsillos.

-Hay muchas coas que no entiendes de mi, pero poco a poco se que lo entenderás – Aseguró el joven haciendo alusión a un reciente comentario de la muchacha.

Finalmente el joven revolucionario se dispuso a enseñarle la ultima técnica a la híbrida esperando que aquello terminara pronto para poder regresar, estaba algo cansado y necesitaba comprar cigarrillos lo antes posible por lo que fue directo al grano.

-Bien, la siguiente técnica es un poco mas difícil que la anterior pero confío en que la dominarás completamente... -Aseguró observando a la joven de ojos rojizos durante algunos segundos antes de volver a tomar la palabra. -Lo que viene ahora es la desmaterialización. Esta técnica es realmente ventajosa tanto para moverte como para defenderte o atacar y es esencial que aprendas a manejarla por lo que presta mucha atención. -Dijo el revolucionario levantando su dedo al cual inmediatamente llegó uno de sus murciélagos a posarse. -Cada uno de ellos posee tu sangre, esto permite que los lugares puedan ser intercambiados... Lo que quiero que hagas es que cierres tus ojos y que reconozcas la esencia de cada uno de los murcielagos y en el momento en que te sientas lista imagines que ambos se vuelven uno... Creelo con todo lo que tienes y verás que podrás lograrlo. -Musitó el muchacho dejando que la joven se calmara y lo intentara relajadamente.

por **Isela A. Ichinose** Dom Dic 14, 2014 4:26 pm

Sus ojos se abrieron un poco más ante aquella explicación la cual creía que podía comprender de manera más óptima que cualquier otra, ella de hecho tenía la capacidad para fragmentar su cuerpo en luz cuando deseaba escapar de algo o alguien, pero reconocía las diferencias que podría haber en este caso. Los labios de la joven se mantuvieron ligeramente separados, ella realmente se encontraba completamente absorta en las palabras de Azael, sin embargo, buscaba alguna forma de poder adaptarse a esta nueva habilidad de la manera más pronta posible. En ese instante que solo podía sentir el viento mover sus cabellos y los continuos chillidos de aquellos seres en la cercanía optó por dejar escapar un pequeño suspiro.

Cerró los ojos, manteniéndose así el tiempo que creyera prudente, reconociendo poco a poco que no lo lograría si continuaba sintiéndose ajena a esos murciélagos. Si bien tenía entendido que los pactos de sangre eran incluso más fuertes que cualquier otro, le costaba tal vez hacerse a la idea, buscaba en su interior el sentirse tan unida a ellos como con las corrientes de viento o con la misma electricidad tal vez. Dejó de oír el sonido del océano a los lejos, para ser envuelta completamente por aquella manada compuesta por los hijos de la noche, parecía que su consciencia misma podía dividirse entre todos esos, como si lejos de partirse se potenciara al poder replicarse en todos y cada uno de ellos.

Empezaba a ser parte de la masa, cuya sensación podía ser algo avasallante, sin embargo sabía que tenía que enfocarse de algún modo u otro…ella no volvería sin haber conseguido lo que deseaba. Cuando finalmente logró simplemente fundirse con ellos no logró trasladarse más allá de los seis metros, por lo que producto de esta interrupción aquella gran masa se dispersó, manteniéndose a una distancia prudencial.

Dejó escapar un gruñido por lo bajo, evidentemente molesta con ella misma por el poco alcance que había logrado al menos la primera vez. –Tsk…patético- Susurró para ella misma entrando en un estado poco habitual, la sensación de molestia abarcaba todo su ser, siendo acrecentada aun más por el cansancio. Se mantuvo con la rodilla izquierda apoyada sobre la tierra unos momentos antes de volver a ponerse de pie con decisión, esta vez atrayéndolos con más ligereza que las primeras veces.

-Ataca. Evidentemente no puedo sin presión alguna- Susurró de la nada en un fino dialecto casi infernal, sabiendo que él podría entenderlo a la perfección. La mirada de la joven se había tornado dura, impasible, todo rastro de calma o pacifismo se había borrado, incluso la misma timidez o inseguridad con la que solía observarle pareció haber sido tragada por la misma nada.

por **Ichinose Takumi** Dom Dic 14, 2014 4:48 pm

El revolucionario dejaba escapar una bocanada de humo de cuando en cuando mientras observaba a la híbrida, una leve brisa que gradualmente se convirtió en un ligero viento movió suavemente los cabellos y las ropas de ambos acrecentando un poco el oleaje del mar. Por su parte el revolucionario observaba atentamente a la joven quien parecía querer conseguirlo en el primer intento, aunque claramente el creía que aquello era un error y de hecho para ser su primera vez el resultado había sido muy bueno. Sin embargo ella no parecía haber quedado satisfecha con esto ni siquiera un ápice, y termino por pedirle al mayor que la atacase. El aún con las manos en los bolsillos la observó con aquella dominante, autoritaria y endurecida mirada mientras el humo escapaba de sus labios.

-Sabes que no voy a contenerme. -Musitó arrojando su capa hacia un costado y escrutando a la híbrida con la mirada. Al no notar ni un atisbo de duda en ella decidió hacer lo que decía.

Lentamente comenzó a acercarse a ella sin cuidado alguno hasta acortar la mitad de la distancia momento en el que tomó la forma de aquella bandada de murciélagos y a toda velocidad golpeaba a la joven una y otra vez acercándola poco a poco hacia el borde del acantilado donde le esperaba una muerte segura. Finalmente tras varias embestidas la joven quedó arrinconada y el terminó parado frente a ella observándole sin expresión alguna pues estaba completamente decidido a llevar aquello hasta el final, alzó su mano frente a la joven volvió a golpearla con una potente ráfaga de aquellos murciélagos haciéndole caer hacia atrás. No estaba seguro de si sobreviviría o no a aquello, ni tampoco si ella sería capaz de aprender la habilidad de aquella forma, sin embargo no dijo nada. Lentamente comenzó a caminar de vuelta hacia aquel caballo que se mantenía dormido esperando a su dueña.

-Suerte...-Musitó finalmente en lo que dejaba escapar una gran bocanada de humo detrás de el y tomaba su chaqueta del suelo volviendo a colocarsela.

por **Isela A. Ichinose** Dom Dic 14, 2014 5:08 pm

En aquel momento intentaba claramente el volver a unirse a ellos para cambiar de posición o desplazarse, sin embargo, cada vez fallaba por los constantes ataques ajenos que poco a poco conseguían hacerla retroceder en aquel poco convencional terreno, inestable. Como pudo mantuvo la mirada fijamente puesta en él, observándole de manera decisiva e incluso con algún que otro atisbo de tristeza al notar que no conseguía lo deseado. Por momentos perdía incluso noción del espacio y tiempo, ignorando que tanto se había acercado al borde de aquel acantilado. Ladeó el rostro para observar con algo de temor al sentir que su pie derecho ya no tocaba lo firme, por el contrario, comenzaba a ceder, sin embargo…de manera casi repentina fue empujada a nueva cuenta por el ataque del mayor, ocasionando que cayera deliberadamente de él.

Como si en ese seguro se hubiese detenido el tiempo, su cuerpo se inclinó hacia atrás en aquella rigurosa caída. El viento fuerte movió sus largos cabellos hacia arriba al igual que con sus ropas a medida que iba cayendo al mismo vacio, mantuvo sus ojos cerrados sabiendo perfectamente que no podía sacar sus alas, no después de lo dañadas que habían quedado por tantas mordidas. La extraña sensación de su cuerpo cayendo a gran velocidad en medio de tal oscuridad le llenó el corazón de una no grata experiencia al pensar en que tal vez…ese sería su final.

Frunció el ceño a nueva cuenta, negándose rotundamente a perecer, no allí, no ante él, no de esa manera. Esa decisión conllevó a que los murciélagos comenzaran a rodearla, a unirse a ella para volver a formar un solo ser y así remontar el vuelo por un costado a gran velocidad, subiendo con aquella ligereza característica para colocarse a nueva cuenta en aquel terreno, de rodillas sobre la tierra y posando la mirada fijamente en la espalda del pelinegro al mismo tiempo que aquellos seres volvían a dispersarse. Jadeaba con un poco de fuerza, aun incluso algo confundida por todo lo ocurrido, no sabiendo si había ocurrido o a lo mejor solo había sido una mala pasada de su mente misma.

por **Ichinose Takumi** Dom Dic 14, 2014 5:26 pm

El joven continuó caminando lentamente mientras fumaba su cigarrillo hasta que finalmente se detuvo al sentir la presencia de la joven detrás de el y aquella jadeante respiración que tan solo demostraba que aún estaba viva. Giró apenas el rostro para observarle clavando su mirada sobre la contraria durante un par de segundos para luego regresarla hacia el caballo ajeno.

-Estas lista, procura entrenar seguido. -Fue todo lo que dijo el mayor en lo que arrojaba aquel cigarrillo al suelo y lo pisaba suavemente para luego acercarse al caballo.

Tomó las riendas de este y se acercó a la joven híbrida oliéndoselas mientras clavaba su mirada sobre los orbes ajenos. -Regresa a casa, con esto es suficiente pero procura seguir entrenando. -Aseguró el joven que estaba realmente complacido por el increible potencial de la muchacha pero que como siempre no dejaba ver aquello en ningún momento.

-Yo me adelantaré... -Dijo el revolucionario de forma autoritaria, sin embargo una leve sonrisa de lado descubrió los colmillos ajenos.

-A menos que te sientas en condiciones de seguirme el paso con tus criaturas... -Musitó casi desafiando a la joven y aún sabiendo que aquello solo le causaría mas dolor, pero estaba en su naturaleza ser así y realmente no podía evitarlo. En el fondo el único sentimiento que movía el interior de aquel hombre era su incontrolable sadismo, lo unico que realmente podía disfrutar y le hacía “feliz” en cierta manera era el hecho de ver sufrir a los demás por lo que desgraciadamente la joven no era una excepción.

-Si no te agrada la idea puedes ir a caballo... -musitó finalmente en lo que aquellas criaturas de la noche comenzaban a rodearlo poco a poco mientras el mantenía sus ojos platedos y profundos fijos sobre la joven que no parecía estar en las mejores condiciones realmente.

por **Isela A. Ichinose** Dom Dic 14, 2014 5:46 pm

Aquella respiración denotaba que la chica estaba ciertamente cansada, agotada, y esos orbes rojos como la misma sangre lo confirmaban en totalidad. Apenas levantó la mirada para observarle fijamente, alzando el mentón en lo que susurra algo agitada. –Que chistoso eres…sabes que aun no podría seguirte de ese modo, a-además…no puedo dejarlo solo a su suerte…volveré a casa cuando lo deje en su sitio antes- Aseguró sin observarle en referencia al corcel negro que estaba a su lado, con cuidado se subió en él, teniendo en claro que con cada trote que el animal diese le generaría aun más dolor o incluso podrían comenzar a sangrar sus heridas, sin embargo ninguna queja abandonó sus labios.

Por escasos momentos observó su propio cuerpo, lleno de mordidas, marcas, moretones, cortes o raspones con cierta incredulidad. Tomó las riendas con firmeza, observando al contrario por unos momentos de reojo, tal vez algo picada o molesta por así decirlo, tras una ligera orden el caballo comenzó a correr a toda prisa, perdiéndose justamente en aquellos frondosos árboles que en pocos segundos ocultaron la presencia de la jovencita.

Mantuvo su mirada entornada, dejando escapar algún que otro quejido cada vez que el corcel saltaba o su propio cuerpo subía y bajaba levemente al cabalgar. El cansancio extremo que padecía era extremo pero aunque sea por orgullo no diría nada, no se quejaría cuando él estuviese, simplemente ocultaría todo tras una pequeña sonrisa como tan bien podía hacer. Fácilmente hubiera podido abandonar al caballo a su suerte, pero ciertamente ellos eran su debilidad y además…le gustaban demasiado como para poder hacer semejante cosa, por lo que no tuvo más remedio que a nueva cuenta volver a postergar su tan deseado descanso. El trayecto que quedó lo continuó en silencio, completamente inmersa en la vertiginosa sensación que le había generado tal entrenamiento.

por **Ichinose Takumi** Dom Dic 14, 2014 6:31 pm

-Hmm... -Fue la única contestación que recibió la muchacha de parte del pelinegro que comenzaba a envolverse en aquellas criaturas hasta volverse solo uno con ellos y comenzar a dirigirse a su hogar donde residía con la guerrera a quien le había prometido quedarse en casa por los proximos dos días. Sin embargo antes de dirigirse hacia allí el demonio prefirió volar hacia uno de los bares de rihm donde pasaría un rato antes de regresar a casa. Sinceramente sabía que la muchacha tardaría un par de horas en llegar por lo tanto el tardarse no le preocupaba para nada, en cuanto llegase nuevamente a casa la tomaría, la desnudaría y le haría el amor hasta el cansancio. Ademas seguramente al día siguiente se ocuparía de que recibiera los cuidados médicos necesarios o quizás lo haría esa misma noche. Conociendo la aversión de la joven por los médicos se encargaría de intentar curarle mediante magia, aunque de no ser posible haría que ella se sometiera a sus ordenes y aceptara dejarse curar. Sería un tanto duro pasar aquellos días sin poder disfrutar de distintas mujeres, pero también estaba seguro de que la joven podría entretenerlo bastante. Realmente estaba complacido de lo que la joven había logrado y estaba aún mas seguro de que la quería y deseaba para el y solo para el. No dejaría que nadie alejara a la joven de su lado puesto que para el representaba un herramienta muy poderosa contra el gobierno y quizás hasta una compañía bastante grata con la cual pasar el tiempo. Esperaba por el momento poder mantenerla viva un poco mas, quizás forjarle un poco de carácter hasta que la muchacha volviera a mostrar aquella actitud desafiante que había tenido con el hace tan solo unos minutos cuando pidió que le atacase. Estaba seguro de que la proxima vez que hiciera aquello le haría el amor en el momento, importándole realmente un bledo el momento o el lugar donde estuvieran.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater