Abuso de poder [Priv. Reiv]

por **Juliet Irina** Lun Dic 15, 2014 5:28 pm

En un trozo de papel, con tinta y pluma, decidió la manera de hacer un pequeño contacto inicial.

Carta:

Tras escribir una inquietante nota de instrucciones, esperó en Tempus Urbanis a que Lunnaris apareciera en las afueras de la ciudad. Al hacerlo, puso la carta amarrada fuera de la mochilita negra que colgó de la silla.

Aquella mañana, la había hecho recorrer el reino entero en busca de cierta persona. Sí, la había usado de lazarillo, pero era un favor que pagaría después a la unicornio.- Nos vemos pronto, Lunnaris.- Susurró y besó a la unicornio, acariciando su frente y dejándola partir. Ahora solo quedaba esperar y ver que traería la marea mientras Lunnaris encontraba al destinatario final de esa nota.

Lunnaris corrió. No tardó más de media hora en encontrar de nuevo el lugar donde el moreno había decidido parar. Velozmente pasó frente a él como un rayo y se detuvo. Casi pareciera que siempre había estado ahí, por lo fresca que se veía aquel blanco y majestuoso unicornio blanco de crines doradas y plata. Relinchó. Aquello de por si era una sorpresa, pues la mayoría de las veces las pasaba en silencio. Tomó la carta de su lomo y se la pasó por la cara al moreno hasta que la tomó. Ahora era solo cuestión de ponerse manos a la obra.

por **Reiv Black** Lun Dic 15, 2014 6:42 pm

Desde que abandoné mi ciudad natal para ir a ver mundo apenas había regresado a ella en un par de ocasiones. Cuando me marché me prometí a mi mismo pisar este lugar lo justo e imprescindible, ya que es un sitio al que le tengo cierta manía. No me trae recuerdos especialmente gratos, tampoco la recuerdo con cariño, me resulta tan fría, vacía e insulsa como el tiempo que estuve aquí atado. Aún así no me ha quedado otro remedio que venir, especialmente por cuestiones que requieren una visita a la abandonada casa de mis abuelos, en la que me crié. Al aproximarme a ella recuerdo el aborrecimiento que me provocaba habitar ahí, lo tediosos que resultaban los días, el ver caer a través de la ventana la silenciosa nieve, un silencio que ahoga. A regañadientes acabo entrando, aún conservo la llave del lugar, aunque la casa está ahora completamente inhabitable, con goteras y algunas zonas de muro derribadas.

Además al entrar compruebo el frío mortal que hace allí, casi más que en la calle. Eso por no decir que las ratas se han montado ahí su propia casa okupa y campan a sus anchas. Hago una mueca de disgusto al pisar por error a una de ellas, subiendo después las escaleras hacia la antigua biblioteca familiar. Casi todos los libros que me interesaban o podían hacer falta ya me los he llevado en el resto de ocasiones que he venido por aquí, dejándolos a buen recaudo. En esta ocasión vengo a por uno al que en su momento no presté atención, dejándolo aquí abandonado hasta que no hace mucho recordé que podía serme útil. Se trata de un libro relacionado con la elaboración de pociones, que puede resultarme de utilidad para seguir aprendiendo. Me hago con el libro, sacándolo de la estantería para guardarlo en una mochila de viaje, saliendo de la casa tras hacerlo, no tengo más motivo para quedarme allí. Al salir me espera una curiosa sorpresa, el unicornio de Juliet me espera en la puerta con lo que parece una carta, o al menos eso acierto a ver mientras me la pasa por la cara. Agarro la carta en cuanto puedo, pasando una mano por el cuello del animal mientras le agradezco que me haya traído el mensaje. Abro la carta con prisa, sabiendo de quién es el mensaje no puedo esperar. Conforme voy leyendo me hace más gracia, acabando por sonreír por el ingenioso modo de convocarme de Juliet. Miro al unicornio siguiendo la broma de que lo ha escrito ella, pidiendo permiso para subir y hacer lo que pone en la carta.

- Qué bien escribes, Lunnaris...y no te preocupes, seré un jinete respetuoso, aunque no tengo práctica en esto de... - monto en su lomo, sujetándome para no caerme. Después le doy vía libre para que me lleve, es un animal tan inteligente como para saber cumplir el recado de su dueña. Una vez empezado el trayecto sigo sus instrucciones al pie de la letra, esperando a que pare la primera vez, sobre todo por curiosidad de ver en qué acaba todo esto. Sería muy gracioso si decidiese tirarme a una carretera, o de un precipicio, o lo que sea para atentar contra mi integridad. Cuando se para cojo la venda que encuentro en la mochila, tapando con esto mis ojos. Ahora el trayecto se me hace más largo e inseguro al no ver nada, hasta el punto de que estoy deseando bajar cuando después de un rato se detiene por segunda vez. Se supone que ahora me toca bajar, así que con cuidado de no pegarme un buen golpe bajo de Lunnaris , quedando de pie junto a ella, pudiéndome la curiosidad por momentos.

por **Juliet Irina** Lun Dic 15, 2014 7:15 pm

El unicornio fue fiel al favor que había prometido a la chica pelirroja... a su manera. Cuando el contrario subió, apenas le dio tiempo de acomodarse cuando ya había salido disparado. Un unicornio mitológico era más rápido que cualquier transporte, y explotó aquella velocidad para espantar un poco al moreno. Cuando se detuvo, esperó a que se vendara los ojos y echó a andar con más rapidez que hacía un momento, aprovechando que le daría, quizás, un poco más de miedo así.

Sentada en una banca a las afueras de la Urbanis, Juliet alcanzó a ver los últimos metros de la carrera. No pudo evitar sonreír al verlo en aquella situación. Lunnaris se detuvo frente a la chica, con lo que Reiv bajó y Juliet se puso de pie en el más absoluto de los silencios.

Con cuidado, la chica tomó las manos del contrario, poniéndose frente a él y acarició sus muñecas, para luego posar en ellas un par de esposas de acero puro con una pesada cadena colgando de ellas.- Está arrestado por conspiración contra los tres reinos, actos de vandalismo, robo y posesión de armas no autorizadas por la jurisdicción del Lord. Tiene derecho a guardar silencio y por su condición de revolucionario se le retirará su derecho constitucional a tener un abogado que defienda su caso.-Susurró tirando de las cadenas con fuerza y poniendo un saco negro en la cabeza del contrario. Subió a Lunnaris y tiró de las cadenas para que el contrario caminara junto a ella.

Tras un rato observándolo, no pudo evitar sonreír, aunque trataba por todos los medios de no hacer ningún tipo de ruido que la delatara. El camino era un tanto empedrado, pero esperaba que no lastimara demasiado al contrario mientras jalaba de las esposas un tanto brusca.

por **Reiv Black** Lun Dic 15, 2014 9:36 pm

Permanezco inmóvil al lado del unicornio, con los ojos tapados y cada vez más impaciente por tanto misterio. La última vez que nos vimos le dije que en la siguiente ocasión me sorprendiera, así que puede que se trate de eso y quiera hacer alguna cosa diferente. Aún así la intriga empieza a ser tal que casi me dan ganas de hacer trampa y quitarme la venda, o mirar por debajo para ver alguna cosa. Es tan sigilosa que sólo me doy cuenta de que se ha acercado cuando noto su muñeca en mi mano, aunque no me da tiempo a saludar o decir nada porque enseguida noto unas esposas que me apresan, haciendo que me salga una risa de incredulidad mientras empieza a recitar mis acusaciones y mis derechos.

- ¿En serio? ¿Me estás leyendo mis derechos? ¿o estás practicando para una obra de teatro?

"pues sí que era una sorpresa...pero no me lo esperaba"

- Eso o quieres ponerme en situación para cuando me apreses de verdad.

"en caso de que no vayas en serio ahora...que en ocasiones nos cegamos y no queremos ver más allá"

Resoplo cuando noto que me pone un saco negro en la cabeza, se ha preparado el número bastante bien. Además escucho cómo se sube de nuevo en su unicornio, tirando después de las cadenas que me ha atado. Ahora mismo tengo dos opciones, o seguir con la supuesta sorpresa y fingir, o directamente quitarme lo que me tapa la visión directamente, al fin y al cabo podría hacerlo moviéndolo con telekinesis. Finalmente opto por esperar un poco más y seguir con el número que ha organizado, avanzando junto a ella.

- Has hecho cómplice a Lunnaris de esta tropelía, así ya no será una inocente criatura. Y tú, haces honor a tu nombre de reina de hielo, has sido muy calculadora. Te aplaudiría, pero ya sabes...- alzo las manos un momento, mostrando las esposas. - así no puedo.

por **Juliet Irina** Lun Dic 15, 2014 10:01 pm

La risa del moreno solo logra sacarle una sonrisa, pero su voz es dura cuando debe serlo.

¿Quieres que termine por dejarte sin derechos? Te regalaré un par de boletos en primera fila para cuando la obra se estrene. En prisión.

Murmuró, tirando un poco más de las cadenas. La dulce risa del contrario lograba sacarle sonrisas cada que lo escuchaba hablar. Le agradaba verlo feliz y despreocupado a pesar de que la situación era extraña. Demostraba confianza. Y si la confianza no era en ella, al menos era en él mismo. Y la confianza siempre era sexi.

Todo lo que digas será usado en tu contra.-Susurró y tiró un poco más de la cadena, obligándole a apurar el paso.- No intentes pasarte de listo conmigo.

Inocente criatura o no, tu no eres quien para juzgar lo que es o no. Una persona tan retorcida como tu no tiene ningún tipo de superioridad moral para decir que es bueno o no. Y sí puedes aplaudir. Las esposas no son tan apretadas.

Tras una pequeña sonrisa, bajó del unicornio y desenvainó la espada. Golpeó detrás de sus rodillas y tiró de las cadenas que lo ataban hasta que cayó de rodillas al suelo y quitó el saco negro y la venda de sus ojos. Las rodillas de la chica tocaban el pecho del contrario mientras bajo el pie derecho jalaba la cadena. El filo de la espada lamió la piel del cuello del moreno, mientras le veía desde su altura. Sus ojos carmín se toparon profundamente con los azules del moreno. En ellos había una serenidad inescrutable, que no tardó en convertirse en una sonrisa.- Hola.- Rió suavemente y envainó la espada de nuevo, abrazándose a su cuello y dando el más suave de los besos en labios del contrario por apenas unos instantes.

¿Sorprendido? -Seguía abrazándole con una dulce mirada.- Tardé mucho en convencer a Lunnaris. Así que harías bien en ser un buen prisionero y acompañarme a una aventura.-Rió y se acercó para besar su mejilla con una sonrisa en los labios.

por **Reiv Black** Mar Dic 16, 2014 9:22 pm

Al bajar de nuevo las manos las cadenas tintinean, dejando notar además todo su peso. A pesar de que sigo a oscuras espero un poco más, a ver cómo se desarrolla todo esto. Suelto un bah bastante pasota cuando dice lo de la prisión, realmente estaba muy metida en su papel, su tono de voz, lo que decía, el haberlo apresado...todo apuntaba al modo en que se realizaría una detención si ella realmente se hubiese planteado conquistarlo y engañarlo.

"Porque esto es una farsa, tiene que serlo."

Por un momento la parte desconfiada que hay en mi me llama idiota por haber confiado y haberme dejado llevar por esta situación que tengo con Juliet, la cual aún no sé muy bien cómo llamar. Por otro me digo que es imposible, que no se me ocurra pensarlo, que lo habría notado y que ella hasta ahora me ha parecido sincera. Otro tirón de las cadenas me trae de nuevo a la realidad, teniendo que replicar tanto a eso como a los comentarios.

- Muy dictadora te veo a ti hoy, no? espero que esa enfermedad del Lord no sea contagiosa. Además, si todo lo que diga va a ser utilizado en mi contra mejor que aproveche y diga de todo para quedarme a gusto. Total, me van a condenar igual.

No puedo evitar reírme cuando me llama retorcido y me invita a aplaudir a pesar de estar esposado. Podría decirle que todo este asunto también está siendo muy retorcido, aunque antes de que pueda decir nada todo sucede bastante rápido, empezando porque la escucho bajar del unicornio y escucho la espada siendo desenvainada. Lo siguiente que noto son mis rodillas golpeando contra el suelo al hacerme caer, aunque enseguida puedo ver de nuevo porque me quita tanto el saco como la venda, lo cual considero un avance a tener en cuenta si es que decide empezar con el asunto de la tortura.

En un abrir y cerrar de ojos tengo el frío acero a punto de morderme el cuello, pero ahora por fin puedo ver a quien sujeta la espada. Clavo una mirada insolente y retadora en la suya, tranquila, serena. Toda una guerrera con el enemigo a su merced. Esos tensos segundos tocan a su fin cuando por fin ella sonríe como siempre, la espada retrocede y en cambio la que se acerca es ella para abrazarme. Por mi parte no puedo abrazarla demasiado bien por eso de las esposas, aunque alzo los brazos para meterla entre ellos, aprovechando el momento que dura el beso. Sonrío de lado al separarnos, bajando un poco la cabeza para mirar a las cadenas. - Ahora la que estás atrapada eres tú.- comento como referencia a que la había dejado ahí un tanto bloqueada, alzando ambas cejas cuando me dice lo de sorprendido. - ¿Sorprendido? ¿sólo sorprendido? esta sorpresa será difícil de superar por cualquier otra! Esto es abuso de autoridad, encadenar a alguien para ir a una aventura, yo iría si me lo pidieses. Claro...luego dicen que nos volvemos revolucionarios, y con razón... -finjo hacerme el ofendido, aunque realmente ha tenido su gracia.

por **Juliet Irina** Mar Dic 16, 2014 10:05 pm

Le gustaba. De hecho, le agradaba un poco la insolencia del moreno. Saberse capturado y desprotegido, y aún así tener su atizbo de insolencia en la voz y en la mirada. En su voz escuchó, solo por un segundo, la desconfianza. Ahí estaba, y sabía que llegaría en algún momento. Solo trataba de protegerlo de lo que ella podía representar para él. Le dolía tener que recordarle de aquella manera que no era solo una cara bonita, y que estar con ella no sería nada fácil. Trataba, de alguna manera, de recordarle que aún tenía la opción de alejarse de ella, de la General de Orden del reino y que probablemente después de aquella cita no lo dejaría ir tan fácilmente. Simplemente le abriría las puertas de par en par aquel día, por lo que era el mejor momento para decidir que hacer con su futuro próximo.

Si, me queda claro que si te lo pidiese harías cualquier cosa. Después de todo, estás aquí con mis absurdas peticiones.- Susurró con una sonrisa mientras quedaba atrapada entre los brazos del contrario. Hacían una linda prisión.- Sabes, verte de rodillas y sometido ante mi me agrada de maneras que no te imaginas.-Musitó, alzando una ceja y sonriendo ladina mientras aún le miraba desde arriba.- Quizás deberías someterte a mí más seguido...

Con cuidado, le ayudó a levantarse y le sonrió con suavidad mientras devolvía el abrazo al contrario.- Ahora te devuelvo el reto. Sorpréndeme la siguiente vez... de buena manera, no seas cruel.-Rió, pidiendo clemencia de la implacable ira que podría tener el moreno acumulada. Se acurrucó en su pecho y fue ahí cuando notó la pesada mochila a su espalda, devolviéndola un poco a la realidad.- Bueno, tenemos un largo camino por seguir. Puedes acompañarme o salir corriendo.-Susurró. Dio media vuelta, aún entre sus brazos y tomó las esposas para liberarlo de ellas. Con una sonrisa, dejó caer la pesada cadena y las dejó tiradas en el suelo. No las necesitaba. Tras unos segundos, caminó hasta Lunnaris y subió de nueva cuenta, acomodándose en la montura. Por supuesto, no le daría la opción de salir huyendo como había dicho.- Sube. Dime una cosa. ¿Te conoce mucha gente en Tempus?- Preguntó mientras ayudaba al contrario a que subiera a la unicornio. Lunnaris había crecido tanto que ahora el moreno solo le sacaba una cabeza. Era incluso más grande que muchos de los caballos que tenía, y no tenía ni idea de si seguiría creciendo. Simplemente, cuando estuvieron arriba, ella arrancó.

En cuestión de minutos ya estaba en lo más profundo de la metrópolis de Tempus. Era un reino frío, y la velocidad de la blanca equina solo lo hacía frío y cortante. Gracias a esta misma velocidad, pudieron pasar desapercibidos hasta que llegaron a una gran casona vieja de encantos victorianos que había estado en Tempus casi desde el inicio de los nuevos tiempos. Bajó deprisa de ella y obligó al moreno a hacer lo mismo, haciéndolo entrar para que, si alguien los reconocía, al menos no asociaran las caras con los nombres. Una vez adentro, cerró la puerta y le sonrió al contrario, lanzándose a abrazarlo mientras continuaba con una nueva aventura.

por **Reiv Black** Mar Dic 16, 2014 10:45 pm

- Sí, puede que las peticiones fuesen absurdas, pero soy demasiado curioso. Y como suele decirse, la curiosidad mató al ratón. O era al gato? Lo que sea...pero puede que algún día eso me juegue una mala pasada. Imagina que yo me hubiese equivocado al confiar en ti. Ahora podría estar rumbo a la prisión. Cosa que no descarto que pase algún día...

Voy derivando de un pensamiento a otro hasta llegar al pensamiento final con lo de la prisión, adoptando por un instante una expresión más sombría al imaginar ese posible futuro privado de libertad. Prefiero apartar ese pensamiento ahora mismo, no tiene mucho sentido ponerse a pensarlo en un momento como este, en el que puede decirse que tengo delante mío a alguien que hasta ahora me ha dado muy buenos ratos compartidos. Ella me hacía reír, y no sólo eso, me daba una visión del mundo diferente a la mía en algunos puntos, algo más optimista e inocente. El comentario de verme sometido me hace dedicarle una sonrisa ladeada, no conocía esa faceta suya de gustarle dominar. - Abusona. Eso será si me dejo cazar, no?

Me levanto por fin del suelo, con cuidado de no caernos los dos por la posición trabada que teníamos, con ella aún entre mis brazos y yo con las esposas. Curiosa estampa para cualquiera que nos viera, más si sabían quien era ella. Por suerte no pasaba nadie ahora mismo por las afueras de la ciudad, demasiado frío para ello.- No sé no sé...me tienta una revancha. No será cruel, pero será otro tipo de cosa que ya pensaré. Secreto. - el reto podría ser complicado, pero seguro que se me ocurría alguna buena manera de sorprenderla para la próxima. Evidentemente no iba a ser algo tan maquiavélico como lo de la detención, pero debía ser original para estar a la altura.

- Si me quitas las esposas no salgo corriendo, lo prometo. ¿o es que temes que me escape? ¿se te han escapado muchos? - tiento a mi suerte haciendo probable que por vengarse quiera dejarme atado más rato, pero finalmente me libera del agarre de las esposas, quedando por fin mis manos libres. La sigo hasta Lunnaris, subiendo tras Juliet y esperando que el unicornio no se vea muy perjudicado por cargar a dos personas, a pesar de que había crecido mucho desde la última vez. - No, no me conoce demasiada gente. Al menos mientras viajaba por aquí no había participado aún en nada, ya sabes...no estaba implicado. A no ser que se conozcan más datos sobre los revolucionarios no creo que sepan. Espero. Pero a ti si te conocen...

"eso puede ser un problema. Su cargo es público, su cara conocida. A mi pueden conocerme por el incidente del valle y por lo de Nier"

- Por cierto, ¿a dónde me llevas? Estás de lo más misteriosa...

Minutos después la ciudad principal de Tempus se alzaba alrededor nuestro, tan silenciosa como siempre, a mi entender aburrida, fría, sin vida. Nos detenemos frente a una antigua casa que en cierto modo me recuerda a la que acabo de 'saquear', la de mis abuelos. La sigo con rapidez, pues ella parece que tenía mucha, dejando a Lunna afuera tras cerrar las puertas de la casona. Una vez dentro somos totalmente libres de las posibles miradas indiscretas, así que la abrazo con fuerza alzándola un poco del suelo por nuestra diferencia de altura. Susurro ahora que la tengo tan cerca, como si le contase una confidencia que no quiero decir.

- Tú no me has oído decir esto, pero...

"Lo digo o me lo callo?"

- tenía ganas de que volviésemos a vernos.

por **Juliet Irina** Mar Dic 16, 2014 11:25 pm

Durante todo el camino, sus provocaciones y preguntas quedaron sin respuesta. No quería revelar absolutamente nada, por lo que ignoraba todos sus comentarios. Incluso podía parecer que estaba distraída, pero realmente estaba cuidándose de tenerlo lo más despistado posible acerca de sus planes para él.

El barrio, afuera, estaba acostumbrado a elegantes personalidades que recorrían el lugar. Una chica joven vistiendo pantalones y un hombre en ropa cómoda no encajaban en absoluto con lo que se esperaba de aquel lugar. Sus pensamientos se desvanecieron cuando sintió sus pies despegarse del suelo, levantando los pies al sentirse tan libre en la prisión de los brazos del moreno.- ¿Esa es toda tu defensa? Seguro que el juez no se la cree cuando te dicten tu sentencia. Dicen que es una joven pelirroja dura de roer. Quizás te quiera cautivo mucho tiempo... - Bromeó, abrazándose a su cuello y besando su mejilla. Estaba muy feliz de volver a verle y, por alguna razón, sentía que tenía todo el derecho sobre sus labios, a pesar de que la última vez no había tenido mucho control sobre sí misma en ese aspecto. Había algo diferente en el aire entre ellos. Era... algo parecido a... romance. O al menos era lo que ella había atinado a pensar desde la última vez que se vieron.

Sin esperar mucho, rozó sus labios con los propios y... abrió los ojos, provocando al contrario con su cercanía.- Tenemos que irnos. Nos dejará pronto el tren.- Susurró tratando de bajar de sus brazos, y lo tomó de la mano para dirigirlo a una habitación amplia y exquisitamente decorada en tonos caoba y dorado.

Sobre la cama de esta había una bolsa de tela negra extendida con un traje dentro en tonos negros y ribetes dorados. En los hombros, una hermosa tela de hilos de oro y plata que cubría el negro. En el piso, además, una caja de zapatos nuevos, ropa interior, perfume, un reloj de platino hermoso y elegante, y un cinturón a juego que iba por encima de la camisa. El traje tenía algunas cadenas de oro y plata en él, pero siendo parte de la moda del diseñador que lo confeccionó, trató de pensar que el contrario no lo tomaría como un atentado a sus libertades. Previó todo lo que él pudo necesitar para aquel día y lo entregó. Aún no estaba segura de si terminaría por ponérselo bien, pero confiaba en el instinto del contrario. - Cámbiate. El baño está preparado si quieres usarlo, pero tienes solo treinta minutos. Pasados estos, entraré estés como estés y te arrastraré afuera, así no te hayas cambiado.- Dicho lo dicho, dio media vuelta y salió de la habitación cerrando la puerta con una sonrisa en los labios. Ella misma también tenía que prepararse. Se dirigió hasta la habitación que había designada para ella misma y se dispuso a prepararse por su cuenta. Tan solo esperaba que la ropa que había comprado le quedara bien al contrario.

Traje de él:

por **Reiv Black** Miér Dic 17, 2014 12:05 am

- Ah, que tengo derecho a uno de esos juicios justos! -bromeo como si eso fuese una utopía, en realidad los juicios que hacen a los nuestros me parecen de todo menos justos. - Si el juez no se lo traga pues...lo obligamos. ¿Y para qué me va a querer cautivo esa pelirroja? ¿seguro que puede aguantarme? soy un gruñón a ratos...

La dejo por fin en el suelo después del efusivo abrazo que nos hemos dado nada más entrar. Aunque la deje en el suelo sigo con las manos en su cintura, inclinado sobre ella cerrando un momento los ojos al sentir el roce de sus labios...pero ahí se queda el acercamiento, de manera repentina decide que hay otro nuevo plan. Más que perdido soy arrastrado a una habitación, escuchando hablar de un tren cuyo destino no conozco. Acostumbrado a ser yo el que sé a dónde voy a viajar esta situación se me hace nueva, diferente, y por otro lado curiosa. - ¿me vas a decir ya dónde vamos? La curiosidad me está matando ya.

Por toda respuesta me encuentro delante de una cama en la que hay uno de esos trajes que se pone la gente para arreglarse, y la verdad es que ni me acuerdo de cuando fue la última vez que me puse un traje. Tal vez tendría 10 años y lo usé para una fiesta en casa de los abuelos. No estoy muy seguro de verme vestido con un traje, pero depende de donde vayamos puede ser útil. Incluso para pasar más desapercibido. Como me mete prisa decido meterme al baño con el traje en cuestión y todo los complementos, si ha preparado la sorpresa al menos debo tenérselo en cuenta. Me meto en primer lugar a la ducha, intentando enjabonarme rápido y no tardar demasiado en quitarme la espuma, sacudiendo un poco la cabeza al salir a modo perro para intentar secarme un poco, con una toalla alrededor de la cintura. Me pongo la ropa interior y los pantalones, pero con tantas cosas por medio empiezo a liarme, aunque al menos localizo la camisa para empezar a ponérmela.

"aggg 30 minutos dijo? creo que me voy a pasar del tiempo"

por **Juliet Irina** Miér Dic 17, 2014 4:29 pm

Con una sonrisa en los labios, se dirigió a la habitación que le esperaba para terminar de arreglarse. Solo le faltaba rizar un poco su cabello, cosa que le tomó poco menos de diez minutos. Volvió a atárselo después en una coleta alta por detrás de la cabeza. Como siempre, los mechones de su fleco colgaban por encima de su frente y a los lados de su rostro. No era un gran cambio. No era de esas chicas que pasaban horas arreglándose, y ciertamente no empezaría aquel día.

Con paciencia, se colocó el vestido rojo que iba a usar tras quitarse el pantalón negro y la blusa blanca que había usado aquel día. Había tenido tiempo de sobra para prepararse y preparar toda la sorpresa mientras Lunnaris buscaba al hombre que se preparaba en la habitación contigua. Colocó unas zapatillas de sencillo ver en color rojo vino sus pies, terminando simplemente con lápiz labial a juego con su atuendo. Un par de pulseras y un collar de perlas blancas le daban el toque final. Su blanca piel parecía un poco más pálida y rosada cuando usaba rojo, así que le encantaba llevar ese color siempre que podía.

Aún no pasaba la media hora cuando terminó de arreglarse, por lo que decidió salir de la habitación hasta la puerta trasera de la casa. Salió por ella una vez vio a Lunnaris en ella y le sonrió.- ¿Cómo me veo? ¿Te gusta? - Al saber que le agradaba, le dio un suave abrazo y quitó la mochila y la silla de montar de lomos de la equina.- Puedes ir a casa si gustas. Ya sabes cuando volver por mi.- Acarició la frente del animal y besó suavemente su nariz como despedida. Había invitado a la unicornio, pero no tenía la más mínima gana de visitar el lugar al que irían. Entró a la casa de nueva cuenta cuando Lunnaris desapareció entre los árboles. Pronto se dio cuenta de que la media hora había pasado y, al parecer, el moreno no estaba listo aún. Tocó a su puerta y entró como había dicho que lo haría.- Listos o no, allá voy.- Dijo con la mirada gacha por si el contrario no había terminado o estaba en paños menores. La cuestión era apurarlo, no invadir su privacidad.

Spoiler:

por **Reiv Black** Jue Dic 18, 2014 6:00 pm

El asunto de la ropa lleva su tiempo, y más cuando es una tan elegante. Mientras empiezo a abotonarme la camisa me da por pensar que esto debe costar un montón, especialmente por el reloj y las cadenas. También me da por preguntarme por qué se ha gastado todo eso, dándome cierto apuro. Al darme cuenta de que con el despiste me estoy abrochando la camisa coja la vuelvo a desabotonar con prisa, pasando antes a recolocarme mejor el pantalón y comprobar que botón y cremallera estén cerrados. Me siento un momento para calzarme, echándome después el perfume que ha dejado también. Mucho antes de lo que pensaba entra Juliet al baño, aunque al menos no me pilla recién salido de la ducha y ya llevo parte del trabajo hecho. - Un momento, ya casi estoy! son estos endemoniados botones...- rápidamente me pongo en pie para pedirle que me de unos minutos más, pero al alzar la vista hacia ella me quedo sin palabras de manera momentánea, ahora mismo ella capta toda mi atención.

- Wow...estás muy secuestrable ahora mismo, lo sabías? Y no es negociable, general.

"eso ha sonado raro. Y como de criminal...mejora ese piropo"

- Quiero decir...que estás más que guapa. Me gusta...

Me acerco a ella para verla mejor, alzando la mano a su cara para apartar un momento un mechón del pelo que enmarcaba su rostro. Así arreglada parece un poco más mayor que de costumbre, aunque conservando sus rasgos al haberse arreglado acorde a como es ella y no intentar disfrazarse de adulta como hacen otras muchas. Echo después un vistazo al reloj que me puse en la muñeca hace un momento, viendo que ahora estamos quedándonos sin tiempo según lo que dijo antes.

- Llámame pesado si quieres, pero te preguntaré otra vez. ¿Dónde vamos tan arreglados? bueno...arreglada tú, yo aún no tengo muy claro cómo voy a quedar. Debe ser cosa de nobles eso de saber arreglarse bien y rápido.

por **Juliet Irina** Jue Dic 18, 2014 6:40 pm

Su instinto no había fallado cuando pensó que los botones y las capas de ropa lo harían perder la cabeza. Una sonrisa divertida se posó en sus labios mientras caminaba hacia él. Al menos estaba medio vestido, solo hacían falta los detalles... Y eran los detalles los que siempre tomaban más tiempo.- Perderemos el tren y los billetes cuestan más que lo que traes puesto hasta ahora.- Bromeó con su manera de estar vestido.- Siempre creí que los hombres tardaban poco tiempo en estar preparados.

Por un instante, le observó a la cara y vio en su semblante una gran sorpresa al verla bien vestida. Era cierto que con él nunca se arreglaba y casi siempre traía su uniforme: pantalón negro y camisa blanca, pero no creyó que fuera demasiado cambio.- ¡Eso es un piropo horrible! Eres terrible.-Bromeó, pero la realidad era que estaba tan nerviosa que se había sonrojado por tan mal cumplido.- Me... Me agrada que te guste.- Susurró, y cuando tocó su rostro cerró los ojos por un instante, abriéndolos solo cuando la devolvió a la realidad del tiempo con su pregunta.- Tenemos que apresurarnos...- Susurró de nuevo, pero no dijo más que aquello. No quería arruinar la sorpresa o arriesgarse a que no quisiera ir hasta tenerlo dentro del tren.

Vas a quedar bien, déjame ayudarte... -Suspiró y se acercó, tomando los botones de la camiseta desde abajo mientras comenzaba a abotonarlos hacia arriba. Al terminar, abrochó los botones de las mangas del chico y, por alguna razón, sonrió al ver que llevaba el reloj puesto. Creyó por un instante que no lo aceptaría y lo dejaría por algún sitio en la habitación.- Fájate la camisa en el pantalón.-Susurró y se dio la vuelta mientras desabotonaba el saco del traje. Esperó un rato mientras él terminaba y se volteó para ponerle la chaqueta y el cinturón. Una vez terminado con todo, le observó de pies a cabeza y sonrió satisfecha.- Sabes, podría acostumbrarme fácilmente a tenerte así... Bien cambiado, guapo, elegante... -Susurró y se acercó a él para abrazarle y besar su mejilla. Con las zapatillas, quedaba la chica casi tocando la nariz con la del contrario. Solo hacía falta estirarse un poco y no tendría que obligar al contrario a agacharse y encorvarse por un abrazo o... un beso. Le agradaba ser alta, aunque sabiendo que a él le gustaba molestarla con la altura también le agradaba ser bajita.

Ahora sí. Una vez listo, podemos irnos.-Le tomó del brazo y comenzó a caminar a la salida. Llegaron pronto a la puerta de la calle y la chica comenzó a caminar junto a él. A solo unas calles estaba la estación subterránea del tren. Cuando llegaron a ella, había bastante gente tratando de subir, sin embargo el andén donde abordarían se encontraba bastante solo y plagado con personas que iban igual o más elegantes que ellos. Ir incluso con el uniforme del ejército sería mal visto en aquel lugar, pero pasaron desapercibidos.- Ahora entiendes la ropa, supongo...- Susurró con una sonrisa mientras esperaban el próximo tren.

por **Reiv Black** Jue Dic 18, 2014 7:47 pm

- ¿En serio? no tenías que gastarte tanto, de verdad. No era necesario... - al saberlo me entra un poco de sentimiento de culpabilidad, no estoy acostumbrado a gastar dinero de esa manera, sobre todo porque suelo vivir al día con lo que tengo. El que alguien se gaste así lo que tiene me hace que no sepa muy bien cómo tomármelo, si aceptarlo como un detalle suyo o preferir que no haga esos gastos. - Serán los hombres acostumbrados a vestirse de traje, yo llevaba siglos sin ponerme uno.

Paso una mano tras mi nuca, mirando hacia un lado con el ceño ligeramente fruncido por lo del piropo fallido. Lleva razón en que no soy muy bueno en eso de hacer cumplidos, aunque la intención si sea buena no soy para nada como esos tipos que van de poetas o les salen cosas muy bonitas con las palabras. Por mi parte soy más de decir lo primero que se me viene a la cabeza, digo las cosas a mi manera, y aunque sea sincero puede que no quede tan bien dicho. Después la miro de reojo, bajando mi mano para encogerme después de hombros, sonriendo levemente - Está por perfeccionar aún la técnica, pero seguro que nunca te han dicho algo así. No esperes de mi que diga grandes moñadas...

Dejo que me ayude con lo de colocar la ropa, ayudando por mi parte a meter la camisa y dejarlo todo en su sitio. No tardamos mucho en terminar de dejarlo todo listo, tal y como debe quedar. Me miro un momento al espejo del baño, a pesar de que he de reconocer que da mucho nivel eso de ir vestido con traje me veo algo extraño, como si no fuese yo. Supongo que será cuestión de acostumbrarse, igual que hacen el resto de los que visten así. Alzo la barbilla con cierto aire de superioridad, muy metido en mi papel, dejando de mirar ya al espejo para volverme a Juliet - Parezco un pijo, pero...tampoco estoy tan mal - llevo el índice a la punta de su nariz cuando dice que podría acostumbrarse, dándole un pequeño toque - Pues no te acostumbres pelirroja, lo de los trajes no va conmigo. - me agacho un poco menos que otras veces por el cambio de altura en ella, dándole un beso en la mejilla y susurrando después a su oído. - Aún así gracias por el detalle...se nota que has puesto mucho interés

Finalmente estamos ambos preparados para marcharnos a un viaje sin rumbo, al menos por mi parte, todavía no sé nada de sus planes y cada paso que da es otra sorpresa más, desde la manera de hacerme llegar hasta ella, pasando por el crudo recibimiento, el posterior y agradable reencuentro y ahora el paso de vestirse tan arreglados. Caminamos del brazo hasta llegar a la moderna estación y lo cierto es que pasamos bastante desapercibidos entre toda esa gente tan arreglada, entendiendo ahora el motivo de habernos engalanado de ese modo. Lanzo una mirada cómplice a Juliet, alzando después el pulgar en señal de aprobación.

- No se te escapa nada, eh? Interesante...serías buena en espionaje, pasando desapercibida. Debes darme unos cuantos trucos.

Nos detenemos en el andén correspondiente, pero algo alejados para que los trenes de velocidades supersónicas no nos arrastren a las vías. No le pregunto más veces el lugar al que vamos, está claro que es buena guardando secretos y no lo va a decir, así que simplemente me dejo llevar por ahora. Tras unos minutos anuncian que el tren va a entrar a la vía correspondiente, como efectivamente sucede en el tiempo esperado. Poco a poco el tren se va deteniendo delante nuestro, hasta que por fin se detiene y abre sus puertas, de las que empiezan a bajar viajeros, la mayoría de aspecto elegante. Finjo modales de caballero al cederle el paso para que entre ella primero, aguantando un poco la risa. - Si es tan amable la señorita...

por **Juliet Irina** Jue Dic 18, 2014 8:18 pm

No fue tanto gasto, y el tren es muy barato y casi público, estaba bromeando en casa.- Susurró. No había tenido la oportunidad de contestarle pues había estado corriendo y apresurándolo. Por poco perdían el tren y no había tenido tiempo. No quería que pensara que era una de esas chicas que gastaban el dinero a manos llenas. Simplemente quería darle un día sin escatimar.

Sabes, los trajes podrían ir contigo si lo desearas... -Susurró en el andén cuando observó a algunas de las mujeres que por ahí pasaban echandole el ojo al moreno. No le agradaba, pero en parte le hacía sonreir con más fuerza de tenerlo del brazo. Por un momento sintió una punzada de celos.- Podrías ser un hombre de traje y palabras monas... Eres dulce, y sencillo pero nada sutil, y me encanta estar contigo... Pero el tiempo nunca nos es suficiente.

Aquel era su gran pesar. Con las última cita había obligado separarse demasiado pronto. En aquella ocasión no le permitiría irse hasta que se le antojara. Rió por el pensamiento, pues realmente parecía un secuestro. Le agradaba que él no se atuviera a horarios.- El mejor truco es "vístete mejor que la gente a donde vas". Si hubiera venido con las ropas que tenía, por más sencillas que fueran, habría llamado mucho más la atención que con un vestido rojo fuego.- Señalando su vestido daba por comprobado su punto. Cuando el tren abrió, entró y sonrió, jalando dentro al moreno.- Payaso... Vamos.-Rió amablemente y caminó hasta el final del vagón. No le gustaba estar entre tanta gente, y menos compartir la compañía del moreno. Tomó el penúltimo asiento doble del vagón y se sentó al lado de la ventana cuando cerraron las puertas. Frente a ella, una mesa la separaba de otro asiento doble de piel gris. Parecía de foca o imitación. Se estiró sobre la mesa, esperando a que el chico eligiera un lugar donde estar.

Bueno, ahora que no puedes escapar... ¿Aún quieres saber a donde vamos? - Esperó unos minutos observándole con una sonrisa pícara en los labios mientras el mismo tren develaba el destino. Por la ventana se vio de repente un cambio de aires. De pasar de cálido acero y nada alrededor a un entorno acuático con miles de peces afuera. Estaban, claramente, bajo el agua.- También es mi primera vez aquí.- Susurró observando con encanto todo lo que los rodeaba.- Tu me llevaste a lo más bajo de tu mundo... Y a una torre alta. Yo te llevaré a lo más alto de mi mundo... en el lugar más bajo que conozco... Te dije que quería conocer Atlantis.- Susurró, mientras la metrópolis submarina se podía ver a varios kilómetros bajo el océano.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
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MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater