i´ll bite you harder [Kaileena]

por **Chikage Kazama** Jue Ago 13, 2015 5:28 pm

Semanas habían pasado desde que retomé la marcha, hacía tiempo ya que no pasaba por ninguna aldea, al menos no una con vida, las pocas que había logrado encontrar habían sido arrasadas por bestias o bandidos, otras en cambio vivían en tal pobreza que apenas tenían para sobrevivir ellos mismos...las restantes en cambio sucumbieron ante mi poder, segaba sus vidas sin piedad, cortándolos en pedazos o encerrándolos en féretros de hielo, cuando cerraba los ojos podía oír los gritos de dolor y angustia resonando en mis oídos, una música tan fascinante que lograba hervir mi sangre de la emoción, incluso mi katana se mostraba entusiasmada a la hora de perforar los órganos de los necios humanos que cometían la idiotez de oponerse a mí. En le bifurcación con la que di en el camino uno de ellos conducía a una aldea, según el cartel se trataba de Nihil, lejos de querer organizar otra carnicería esta vez me dirigiría al bar, necesitaba humedecer mi garganta con el delicioso néctar que era el sake. Aprovecharía mi estancia en Nihil parara agenciarme con una posada en la que reposar, tantos días durmiendo a la intemperie estaban machacando mi cuerpo de mala manera.

El dueño de la posada de Nihil se mostró atemorizado cuando vio como accedía al interior de su negocio, podía oír como hablaba en voz baja con uno de sus empleados para encontrar la manera de sacarme de ahí sin armar demasiado jaleo entre los demás clientes. Antes de que terminaran su conversación tomé de la cabeza a ambos y con fuerza los estampé contra el suelo, destrozando la madera del suelo. Estaba cansado...días sin comer ni dormir no le sentaban nada bien a un cuerpo que constantemente gastaba grandes cantidades de energía...ya en la habitación de la posada que había elegido me acomodé en la cama y cerré mis ojos, sólo...unas horas de sueño serían suficientes para reponer fuerzas...entonces me ocuparía de reunir víveres para mi partida...cuanto antes abandone esta sucia aldea infestada de humanos antes podría ocuparme de los asuntos que me motivaban a seguir caminando por el mundo de los humanos.

por **Kaileena** Jue Ago 13, 2015 6:13 pm

Volvía a pasar por Chaos otra vez. Había salido de la Chaos Urbanis y me dirigía a ciudad Oishi por unos encargos del hospital de Tempus que tenía que hacer. Sí, podría haber cogido algún transporte, pero prefería andar y pensar. Tenía que aprovechar aquellos momentos que tenía para escapar de la multitud, de la ciudad, y pasar por lugares solitarios.

Chaos no era un sitio en el que me acabase de acostumbrar nunca. No es que me sintiera incómoda, pero me hacía sentir que no era mi casa. Aun así, lo encontraba interesante y tenía algo que me atraía. Eso hacía que no me molestara pasear por sus lares con tranquilidad. Sin bajar la guardia, obviamente, pues en Chaos nunca la podías bajarla.

Pasé por el Lago y llegué a la Aldea de Nihil. Ya estaba oscureciendo, y no era buena idea seguir mi viaje por la noche. Así que decidí pasar la noche en aquel sitio, que tenía la fama de ser un sitio bastante neutral.
Solo al llegar andó entre las frías calles llenas de nieve hasta encontrar la posada. Al entrar en ella no me sorprendió encontrar dos cuerpos en el suelo. Típico de Chaos. Por donde se encontraban, en la barra de recepción, deduje que uno de ellos sería el propietario.

Me acerqué a ellos y revisé sus constantes vitales. Estaban vivos. Miré entonces que sus ojos reaccionaran a la luz. Por suerte sí. Les palpé la cabeza para ver si tenían alguna fractura pero no encontré nada. Solo les habían dado un buen golpe con el suelo dejándoles unos rasguños.
Suspiré y miré a mi alrededor. Decidí sentarme en un sillón que había en esa misma sala y descansar un poco y esperar si se despertaban, pues por mucho que les abofeteara, no lo hacían.

por **Chikage Kazama** Sáb Ago 15, 2015 12:48 am

Fui incapaz de dormir todo el tiempo que habría querido, no fue por culpa del colchón ni tampoco por sentir incomodidad por el ambiente en el cual me encontraba, la razón por la que únicamente pude gozar de unos minutos de sueño fue que me encontraba hambriento, ya había sentido la necesidad de ingerir antes de echarme a la cama mas no pensé que me afectaría al punto de privarme de mi sueño; exhalé un tenue suspiro, frustrado y molesto, no me resultaba cómodo ni agradable tener que tomarme la molestia de buscar dónde comer dada la falta que me hacía una buena cabezada, ocuparme de saciar el apetito sería un asunto del cual me ocuparía tiempo después de haber dormido lo suficiente, por suerte me encontraba en una posada por lo tanto tan sólo tendría que ordenarles a los estúpidos gerentes de la posada que hicieran algo útil con su patética existencia y me sirvieran algo decente que satisfaga mi selecto paladar. Ya en pie sacudí mi ropa y volví a la entrada del establecimiento, como no ahí estaban, en el suelo desmayados por la conmoción que les provocó el duro golpe que recibieron en la cabeza al encontrar el suelo sin embargo noté a alguien más que no estaba ahí antes.

Giré la cabeza, vi sentada en el sofá a una mujer de negros cabellos, con una figura delicada y bella, armada con una katana. Por cómo se veía la fémina encontraba disonante que portara un arma, no la veía como una persona familiarizada con la batalla y menos aún con la sangre fría como para arrebatarle la vida a otro ser vivo. Esa era la sensación que percibía en la primera impresión que tuve de ella. Da igual se tratara de quien se tratara, no me iba a molestar en tratar con alguien que ni siquiera me producía un cosquilleo en la entrepierna, mujeres de ese porte tan...santo...tan...puro...únicamente lograban que reaccionara con indiferencia, por otro lado podría estar equivocándome, después de todo no la conocía de nada y estaba basando cómo era ella en simples suposiciones. Por pocos segundos la observé con la frialdad que me caracterizaba, luego regresé la vista a los cuerpos inconscientes que yacían en el suelo y sin piedad alguna sacudí una patada en el estómago al gerente en un intento por despertarlo, por desgracia no surtió efecto alguno...quizás debiera tomar medidas más...drásticas. Me planteaba la posibilidad de cortarle una pierna, el dolor le haría recobrar el sentido, pero entonces caí en la cuenta que sería más gratificante apuñalarlo reiteradas veces...pero no era lo que me atraía ahora mismo. Acabar con la vida de una persona sin sentido no me otorgaría la inyección de éxtasis que me daba matar a alguien consciente. -Esta especie inferior...les estampas la cabeza contra el suelo y ya pierden el sentido.

por **Kaileena** Dom Ago 16, 2015 5:52 pm

De repente oí unos pasos que se acercaban por mi derecha. Me di cuenta que provenían del pasillo que había detrás de un arco. Y efectivamente, al cabo de unos segundos apareció un joven rubio andando con pasos decididos hacia los dos hombres que había en el suelo. Cada vez que ponía un pie en el suelo para avanzar lo hacía con seguridad y con fuerza, pero sin hacer ruido ninguno.

Parece que él no me vio, así que lo pude observar detenidamente durante unos instantes. Era alto, y el yukata que llevaba no lo hacía parecer más bajito. Su cabello rubio solo hacía que destacar sus ojos rojos y fríos. Aquellos ojos habían visto muchas muertes, estaba segura. Pero lo que me hizo ponerme más alerta fue su aura. Era especial…

Él giró la cabeza y me observó. Al poder ver más sus ojos solo me reafirmó mi teoría que era alguien con quien tenía que ir con cuidado. Pero eso me dio miedo, sencillamente le mantuve la mirada, pero sin que la mía fuese amenazadora. Cuando se dirigió a uno de los cuerpos y le dio una fuerte patada, no me moví. Solo levanté una ceja.

¿Raza inferior decía? Entonces era eso lo que me hacía sentir que era diferente a esos dos hombres que había al suelo, que, como yo, tampoco era humano. Sin moverme del sillón me dirigí a él:

- Efectivamente, los humanos son una especie débil. Y por eso y por mi experiencia, aun tardaran unas horas en despertarse. Tenía esperanza que tardasen menos, pero si con tu patada no ha reaccionado, significa que el cerebro ha recibido un golpe demasiado fuerte y se le ha anulado el sentido del dolor.

Me levanté y me coloqué bien el kimono y la katana. Eso realmente era un contratiempo. Me acerqué al mostrador pasando por encima de uno de los cuerpos sin preocuparme. Cuando llegué me puse a rebuscar entre los papeles y folletos que había allí para ver si había información de otra posada en la aldea. O de algún lugar para avisar que llevasen esos hombres y viniese alguien. Pero no parecía haber nada. Así era Chaos. No entendía porque no estaba acostumbrado ya.

- Parece que no vendrá nadie a sustituirlos. Tendremos que servirnos nosotros mismos.

Miré a mí alrededor. El joven había salido de la derecha, y supuse que venía de las habitaciones. Así que la cocina se iría por la puerta de la izquierda, ¿no?

por **Chikage Kazama** Lun Ago 17, 2015 4:57 pm

Para saciar el hambre debería buscar un buen sitio para comer, como estaba en una posada sería natural que tuvieran una cocina para preparar la comida a los inquilinos sin embargo que hubiera tan poca gente hospedada me hacía sospechar que quizás elegí una de las peores posadas para quedarme, debí pensar con cabeza antes de meterme sin más aquí. La mujer pelinegra se levantó del sofá en el cual se encontraba y se dedicó a buscar algo en el mostrador mas parecía que no lograba dar con lo que estaba buscando. Para saciar mi hambre bien podría asesinarla y comerme su cuerpo tras ponerlo a fuego lento por unos minutos, no sería la primera vez que me como a alguien aunque no era un medio al cual recurriera muy a menudo. Como no había nadie para servir la comida tal como había dicho la fémina sólo nos quedaría servirnos nosotros mismos si de verdad queríamos llenar el estómago, de haber sabido que tendría que recurrir a eso no habría dejado inconscientes a los dos humanos que trabajaban aquí, siempre podría obligarla a ella a cumplir mis exigencias mas no se veía como alguien capaz de acceder a las demandas de un desconocido y menos a las mías, ya de por sí podía notar cómo parecía temerme. Podría ser divertido abusar de ella, así al menos pasaría el rato pero antes me ocuparía de reponer fuerzas.

Tras meterme por un pasillo a la izquierda pude dar con la cocina. Estaba bien provista, tenía varias cajas con víveres, un congelador donde guardar la carne y otros tipos de alimentos para saciar a los clientes, por desgracia la cocina no era uno de mis puntos fuertes, me había acostumbrado a que me sirvieran todo hecho, pocas veces tuve la necesidad de prepararme algo por mi mismo así que ahí me encontraba, inspeccionando los utensilios de cocina, las botellas de aceite y los fogones, no parecía tener mucha ciencia, por lo poco que recordaba bastaba con poner la sartén al fuego con un poco de aceite y tras unos minutos poner dentro lo que se fuera a freír. Salí de la cocina y volví a donde se encontraba la chica. -Hay comida más que de sobra para los dos, deberíamos despertar a estos humanos para que nos preparen algo...amputarles una pierna o un brazo sería suficientes para que recobrasen el sentido.

por **Kaileena** Lun Ago 17, 2015 7:28 pm

Observé como él se dirigió hacia donde me parecía que estaba la cocina. Me pregunté por un momento si realmente había ido a hacerse la comida No me imaginaba a ese hombre con un delantal cocinando. De hecho, eso sí que me pareció algo gracioso. Por desgracia mis fantasías no se harían realidad porque volvió. Y lo hizo sin haber cambiado su actitud, así que supuse que no había comido nada.

Y todas mis suposiciones resultaron ser acertadas. Por aquel pasillo se iba a la cocina y él no había comido nada. Se dirigió a mí para decirme que había suficientemente comida. Y que tendríamos que reanimar a esos dos pobres hombres. Obviamente la forma que me sugirió para hacerlo fue, digamos… poco delicada. Otra vez me volvió a hacer levantar la ceja. A ese ser solo le movía la sed de sangre, y eso no le hacía ver más allá.

- ¿Realmente crees que sí les cortas un brazo o una pierna estarán en condiciones de cocinar? Sí le cortas la extremidad inferior, no podrá mantenerse en pie. Si le cortas la superior, no podrá manejar los utensilios. Sin hablar del consecuente dolor insoportable que sentiría y que no le dejaría casi moverse, y el desangramiento en pocos momentos. Estamos hablando de humanos, recuerda. –le dije mirándole directamente a los ojos.

¿Qué otra posibilidad tenía? Pensándolo bien, estaba en una casa sola con un asesino. De momento no me había hecho daño, pero eso no quitaba que lo quisiese hacer en un futuro próximo. Sí que me sabría defender para escapar de esa aldea, pero entonces tendría otros problemas fuera por la noche.
Así que lo seguí mirando, pero más intensamente, manteniendo mi habitual expresión fría para decirle.

-Te ofrezco un trato. Sustituiré a esos hombres haciéndote la comida y lo que necesites, pero a cambio tú no me haces daño. ¿Qué te parece?

por **Chikage Kazama** Mar Ago 18, 2015 4:45 am

Puede que ella tuviera razón, de amputar alguna de las extremidades de estos seres inferiores lo más probable era que fueran incapaces de ponerse en pie, mucho menos de estar en condiciones de cocinar mas la idea de comprobarlo era tentadora, así podría saber cuanto tiempo puede un ser humano mantenerse vivo mientras sufre la hemorragia de una amputación, sería una manera más agradable de disfrutar de la comida, algo así como "cena con espectáculo" sinceramente me daba igual cuanto sufrimiento pudiera azotar sus cuerpos, con tal de pasar el rato sería capaz de reducir a un montón de escombros hasta la ciudad más prospera que se alzara en éste mundo. Me estaba preparando ya para cortar a alguno de los dos hombres, con la mano en la empuñadura de mi katana y seleccionando con la mirada una zona para cortar de sus cuerpos, ignorando por completo lo que ella me estaba diciendo ¿Qué importaba si el dolor les impidiese cumplir con las órdenes que le encomendaría una vez conscientes? Si eran incapaces de aguantar una insignificancia como esa entonces es que se trataban de unos blandengues a los que habría que aniquilar lo más pronto posible.

Con un movimiento de mi mano ya iba a deslizar la katana para sacarla de la vaina y proceder a seccionar la pierna del hombre más mayor mas cuando escuché de sus labios aquella propuesta esbocé una sonrisa ¿Realmente estaba tratando de negociar conmigo? Si bien podía suponer que quería una salida que evitara que la vida de esos dos individuos siguiera peligrando también era capaz de afirmar que su pavor hacia mi persona era tal que no temía rebajarse a obedecer para complacerme y todo ello con aquella expresión tan fría...sencillamente fascinante ¿Sería alguna clase de estúpida insensata o es que realmente poseía mucha valentía? Era irrelevante; si de verdad estaba dispuesta a hacer lo que decía que haría en ese caso podría prestarme a cumplir mi parte del trato y mantener una postura que le permitiera salir ilesa del pueblo, aunque claro todo ello será así suponiendo que lo que me sirva sea capaz de saciarme y de complacer mi paladar. Aparté la mano del arma señalarla y con una expresión fría sentencié lo siguiente. -Tienes hora y media para servir la comida, de lo contrario te va a faltar campo para correr, no dejo que nadie siga con vida después de decepcionarme.

por **Kaileena** Mar Ago 18, 2015 1:18 pm

Me cogería una rampa de tanto levantar la ceja. Ese hombre solo se veía a sí mismo, como si fuese el centro del mundo. Casi no cabía en esa habitación con él y su ego. Le mantuve la mirada mientras me señalaba descaradamente. Tenía suerte que para mi el orgullo no era un problema. Obviamente tenía mi orgullo y dignidad pero sabía controlármelo, pues lo encontraba una cosa primitiva e inútil. Nos podía convertir en animales, y quitarnos la inteligencia y racionalidad
Así que sin más preámbulos me dirigí a la cocina.

- Dime dónde querrás comer para traértelo cuando termine - le grité para que me oyese mientras entraba en la cocina.

Lo primero que hice fue revisar de lo que disponía para satisfacer a... ¿Cómo se llamaba? Bah, daba igual. El asesino de la katana le llamaremos. Parecía que hacía poco que habían reabastecido la despensa. La carne de la nevera parecía estar fresca, así que más buena estaría. Y algo me decía que El asesino de la katana era carnívoro.
Así que reuní todos los ingredientes para hacerle un sukiyaki y un poco de arroz. Realmente con el frío que hacía hasta a mi me apatecía sukiyaki. Aunque seguro que después de cocinar se me quitaba el hambre, como siempre me pasaba.

Me puse manos a la obra. Cocinar me gustaba. Podía estar sola pensando en mis cosas. Me recordaba a cuando operaba a alguien. Manejaba el cuchillo con precisión igual que lo hacía con el bisturí y era limpia, como tenía que serlo en la mesa del quirófano. En las dos ocasiones hacía algo bueno: operando salvaba a alguien y cocinando hacía comido pata alimentar. Muchas veces en el hospital cuando no habían muchos pacientes también ayudaba en la cocina. Pero hacerlo para mi no me gustaba. Acababa haciéndome cualquier cosa con verdura o cogía una fruta.

En esos momentos, el mundo de mi alrededor no me importaba lo más mínimo. Estaba completamente en mi mundo

por **Chikage Kazama** Miér Ago 19, 2015 1:01 pm

Ya me estaba dirigiendo de vuelta a la habitación, quería tomarme el tiempo que le designé para preparar la comida en seguir reposando, ni que decir tiene que otra razón para alejarme de el lugar era que la presencia de esta mujer me resultaba un tanto desagradable; podía oler en ella el aroma de medicinas, debía de tratarse de alguien acostumbrada a tratar con ese tipo de utensilios, una doctora posiblemente, era inevitable que me mostrara reacio a compartir un mismo sitio con alguien de su posición, siendo yo alguien que amaba arrebatarle las vidas a quienes me apetecía destruir, tener que tratar con quien desempeñaba un oficio que consistía en salvar vidas no era algo que me entusiasmara, además el olor a medicinas me mareaba un poco. Mientras subía las escaleras la oí alzar la voz para que le hiciera saber dónde comería, en respuesta alcé la voz también para que pudiera oírme. -Estaré en la habitación, dejaré la puerta abierta. En la habitación abrí la ventana un poco, me senté bajo ella en el suelo y saqué mi pipa de entre la ropa. Fumar siempre me calmaba, me ayudaba a despejar la mente y ordenar mis ideas, siempre que tenía que meditar como algo no podía evitar fumar, se había convertido ya en una costumbre.

Que me haya encontrado con una médica aquí me hizo plantearme que quizás supiera en dónde se ocultaba el Lord, quizás hubiera trabajado para él o al menos tratado a quienes le servían, por otro lado la posibilidad de que aquello fuera así eran muy remotas y ya había dado bastantes palos de ciego por ahora, antes de volver a obsecionarme con que cualquiera pudiera saber lo que necesitaba más me valía investigar antes, eso me ahorraría tiempo. Más tarde ya me ocuparía de interrogarla así que por lo que restaba dejaría de preocuparme y me relajaría comiendo lo que fuera que estuviera preparando...aunque por el olor que ya ascendía a la habitación...uno de los ingredientes debía tratarse de la carne, también percibía verduras...sea lo que fuere que estuviera preparando no me fiaba aún de ella, quizás estuviera aderezándola con algún somnífero o otro condimento venenoso, no era la primera vez que atentaban contra mi vida usando como medio la comida...de ser así sería lo último que hiciera en su vida...a todo ésto...¿Cual era el nombre de esa tipa?

por **Kaileena** Jue Ago 20, 2015 8:18 pm

Miré el reloj que había en la pared. Había pasado solo la mitad del tiempo y ya estaba casi todo preparado. La cocina se había llenado del calor y el vapor de la cocina. Ya estaban todos los ingredientes mezclados y solo faltaba que acabase de hacerse el último hervor. Unos diez minutos más.
Me fui a un rincón y me senté al suelo, con las rodillas dobladas a la altura de la cara. Las abracé y apoyé la cabeza en la pared para empezar a cantar.

Otra de las cosas con las que me sentía cómoda inmediatamente era cantar. Estuviese dónde estuviese. No era alegre lo que cantaba, pero me llenaba. La abuela siempre decía que si cantas mientras cocinas, la comida sale más buena. No pude evitar sonreír al recordar eso, pues nunca me lo había creído. A ella le salía todo bueno cantase o no cantase.
Me puse a mirar las palabras escritas que llevaba en mi piel; alrededor de mis piernas, mis brazos… Hoy eran de un poema antiguo de guerra. Pero ya se estaban empezando a ir, pues el negro se había vuelto grisáceo. Tendría que repasármelos en algún momento. O quizá esperaría a que se me terminasen de desaparecer para tatuarme otro poema. ¿Uno de la muerte quizá? O podría hacerme el gran dragón azul que me recorriese la espalda y bajase por las piernas…

Levanté la cabeza para volver a mirar el reloj y efectivamente ya habían pasado los diez minutos que le faltaban al plato. Me levanté y busqué entre los armarios el recipiente adecuado para ponerlo. Por suerte encontré dos boles; uno grande y otro pequeño. El pequeño era perfecto para el arroz y en el grande puse el sukiyaki. Cogí una bandeja de madera con nansas y puse los platos encima, junto con un pañuelo y los palillos. Entonces pensé en la bebida. ¿Qué querría beber? Miré y solo encontré sake. Supuse que no sería mucho problema por El asesino de la katana.

Cogí la bandeja y puse rumbo a las habitaciones. Pasé por la recepción, donde estaban aún los dos hombres tumbados al suelo. Paré un momento a volver a comprobar sus constantes. Estaban bien. Fui hacia el pasillo de las habitaciones y me paré. ¿Cuál sería la suya?
Entonces fue cuándo olí el olor a pipa. Debía de ser de él. Me guié con él hasta una de las habitaciones y entonces me puse de rodillas delante de la puerta, dejé la bandeja al suelo y fui a picar.
Pero cuando mis nudillos estaban a punto de tocar la madera de la puerta me di cuenta que aún estaba cantando. Paré de cantar y, entonces sí, piqué.

- Ya está la comida.

por **Chikage Kazama** Vie Ago 21, 2015 2:24 am

Todo estaba tan tranquilo...el silencio en la habitación...en el edificio...en el exterior...ni siquiera oía a los otros aldeanos en las calles ni nada que pudiera alterar el silencio ¿Estarían todos durmiendo? Era posible a la par que extraño si tomamos en cuenta que cuando estampé a esos dos contra el suelo el golpe no fue suave, el sonido de sus caras hundiéndose contra las maderas del suelo, resquebrajándolas hasta romperlas debería haber sido suficiente para causar que la gente se percatara de que aquí sucedía algo. Que aburrido resultaba todo ésto...no me gustaba estar en un sitio desconocido en el que imperaba el silencio, pese a que disfrutaba de la calma para ser capaz de reposar sin contratiempos que pudieran perturbarme...reconozco que tampoco es del todo sensato confiar en el que el silencio es algo de lo que alegrarse...nunca sabes cuando podría salir alguien a asaltarte por sorpresa o si algo había acabado con las vidas de quienes habitaran el lugar y aún siguiera merodeando por estos lares. La idea de que algún posible enemigo pudiera aprovechar un momento de descuido para atacar me hacía que me mantuviera alerta, incluso con alguien tan aparentemente inofensiva como esa mujer no podía bajar la guardia así como así.

La comida estaba preparada, podía sentirlo por el olor que iba haciéndose más fuerte, eso era un claro indicador de que se estaba aproximando a la habitación. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de mis aposentos la observé y la invité a entrar llamándola con un "Pasa" dicho con voz calmada...casi amistosa. Eché una ojeada al menú que se había tomado la molestia de preparar: sukiyaki. Si me paraba a pensarlo iba a ser la primera vez que podría comer algo como eso, conocía el plato pero no tuve la oportunidad en el pasado para probarlo, ya fueran las ganas o que los ingredientes en el restaurante eran escasos jamás mi paladar degustó el sabor de esa comida; también traía consigo sake, sólo por esta vez sería más complaciente en caso de que la bebida no fuera de mi agrado, siendo como es sería culpa del establecimiento y no de ella que simplemente pasaba por aquí y me sirvió la comida. -¿Has comido? En caso contrario, toma asiento, este tipo de platos tienen a mejorar su sabor en compañía de alguien. En cuanto tuve la oportunidad me serví un poco de saque y en el acto me lo bebí. -Podría llamarte de muchas formas. Gatita, meretriz, idiota, infeliz...pero creo que me sentiré más en paz si me dices cómo te llamas. Yo soy Kazama.

por **Kaileena** Dom Ago 23, 2015 6:28 pm

Oí como me ordenaba pasar y silenciosamente me acerqué a él. Volví a arrodillarme a un metro de él y le dejé la bandeja delante. Seguidamente coloqué mis manos en la falda pensando qué tenía que hacer a continuación. ¿Me quedaba mirándolo mientras él comía? Sinceramente no me parecía muy buena idea. Me parecía demasiado intimidante y de maña educación. Aunque pensándolo bien, no creía que a ese macho le intimidara. También podría irme a una habitación libre y descansar, cosa que no sería mala idea para nada.

Me sorprendió que me invitase a comer con él, así que esperé unos instantes para asegurarme que lo decía enserio. Pero no pareció que lo dijese en broma, pues no se retractó. Al contrario, me dijo que quería saber mi nombre. Bueno, eso después de sugerirme una lista de nombres muy poco agradables, para decirlo suave.
Miré a la bandeja y me di cuenta que solo había unos palillos y una servilleta. Obviamente la bebida no me interesaba. No bebía alcohol y si lo hacía me afectaba demasiado. Así que debía hacer un viaje a la cocina.

- Mi nombre es Kaileena. Encantada de conocerte Kazama.- dije con una ligera venia – Voy a buscar unos palillos para mí.

Sin esperar qué me decía me levanté y me dirigí a la cocina deprisa pero sin correr. Mis pies descalzos hacían poco ruido al chocar contra el frio suelo de madera, así tampoco molestaba nadie, aunque dudaba que hubiese nadie más en ese lugar.
Con los palillos y mi servilleta volví, me arrodillé de nuevo delante de la bandeja y cogí un poco de comida para llevármela a la boca. Mientras masticaba me llevé la servilleta a los labios para secarme el caldo que se me había quedado alrededor de la boca. Bueno, no me había quedado mal. No era fan de esos platos tan copiosos pero debía comer, pues el siguiente día seguiría mi viaje andando y tenía que coger fuerzas.

por **Chikage Kazama** Jue Ago 27, 2015 4:41 am

La comida estaba en su punto, no podía quejarme de ella, tanto la carne como el resto de ingredientes que componían el sukiyaki eran sumamente sabrosos, iba comiendo de todo un poco tomándome mi tiempo para acabar mi parte del plato, lo que más me resultó agradable al paladar era la textura de la carne, tan suave y tierna que se deshacía en la boca, fácil de comer y tragar, además en compañía de aquel sake que para mi sorpresa no poseía tan mal sabor como muchos otros que había tenido la desgracia de dejar caer por mi garganta, quizás opte por no arrasar la aldea al final, un sitio capaz de guardar unas referencias como estas debían conservarse, sería una lástima perder un sitio así, tranquilo, con ingredientes de calidad y una bebida como a mi me gustaban. Tan sólo esperaba que esta paz no fuera momentánea, como algo osara arruinar la tranquilidad que se respiraba en el ambiente no me lo pensaría dos veces en volver a mi intención primaria de reducir a un montón de escombros Nihil. De vez en cuando iba dirigiendo miradas furtivas a Kaileena, una costumbre, me gustaba mantener vigilados a aquellos en los que no confiaba en absoluto pero puede que debiera enterrar el hacha de guerra por ahora y conversar con ella un poco más, tanto silencio en presencia de alguien con la que disfrutaba de una comida me podía llegar a poner de los nervios.

-¿Qué te trae a Nihil? pregunté haciendo una pausa entre la comida. Di un trago al saque que previamente me había servido en un pequeño cuenco y tras humedecerme la garganta di un par de bocados más antes de volver a dirigirle la palabra a la pelinegra. -Si has venido a atender a algún herido, descuida, aún no he matado a nadie así que no hay nadie al que "curar". No era como si realmente me sintiera interesado sobre los motivos de esta mujer para estar en Nihil más no encontraba ningún otro punto por el cual iniciar una conversación, así que preguntar por ello era una forma buena de romper el hielo supongo. Saciado y sin ganar de seguir comiendo, cuando hube acabado con mi porción de comida me cubrí la boca para bostezar y me recosté de lado hacia ella para mirarla, apoyando la cabeza en la mano.

por **Kaileena** Jue Ago 27, 2015 1:08 pm

Él había comido mucho más rápido. Seguramente sería debido a que tenía más hambre que yo. También yo tenía la manía de masticar mucho los alimentos y comer no era un gran placer para mí. Hasta me llegaba a cansar. Por eso aún quedaba gran parte de mi comida cuando él terminó, pero no me estresé. Paré de comer un momento para coger aire. Me sequé la boca con la servilleta antes de contestarle.

- Estaba de paso. Salí de Chaos Urbanis y me dirigía a la ciudad de Oishi por unos encargos, y esta aldea me iba perfecta para quedarme a dormir. –le conté mientras observaba como se tumbaba de lado. Se notaba por su tono de voz que no le importaba nada lo que yo le dijese, pero a saber porque lo hacía. - ¿Y cómo sabes que soy médica? En todo caso, no vine a curar a nadie. Si quieres matar a alguien hazlo, no seré yo quien te lo impida.

Alisé la parte del kimono que me cubría la falda. Moví el cuello llevándome la mano hacia él. Me dolía un poco los músculos de esa zona, cuando llegase tendría que hacerme un buen baño para relajarme.
Miré hacia el pasillo y me di cuenta que en todo el rato no habíamos escuchado ningún ruido. ¿Sería verdad que no había nadie más en ese hostal? Si observabas la habitación no estaba mal: una cama grande, un baño privado, un armario pequeño empotrado… No entendía porque no tenía más clientes. ¿Habría otro hostal mejor? A saber, tampoco es que fuese ahora importante eso.

- ¿Y tú qué hacías en esta aldea medio abandonada? –pregunté volviendo a dirigir la mirada hacia él. Pero le pille en medio de un bostezo, pero eso sabía que no significaba nada; él no dormiría conmigo cerca, aún me veía como un peligro.

por **Chikage Kazama** Sáb Ago 29, 2015 8:53 am

Por lo visto me había equivocado, ella no había venido aquí a atender herido o a algo así como me había supuesto sino que como yo estaba de paso. Mejor así, nada me molestaría más que estar de matanza y tener detrás a alguien curándome las víctimas todo el rato, arruinándome así toda la diversión. Pero aunque ella no fuera a impedirme que tomara la decisión de armar una gran carnicería dudo que fuera a ser posible llevar a cabo tal acto, no por falta de ganas ni porque no mereciera la pena acabar con la vida de esta gente, sino por falta de..."materiales" casi parecía una aldea fantasma...Nihil con ese silencio sepulcral me hacía preguntarme porqué sólo me había encontrado a esas dos personas, los empleados de la posada. Quizás eran los únicos que quedaban y se hubieran marchado pronto ya sea por una migración o porque unas bestias desolaron la aldea. La segunda opción era ilógica pues no había signos de destrucción ni olor a bestias por ninguna parte. Sea como fuere esto me daba mala espina, incluso me esperaba una especie de emboscada o algo así.

-¿Cómo que como supe que eres médica? Pregunté arqueando una ceja, ya estaba empezando a asumir que estaba tratando con alguien con una inteligencia reducida...eso o que por defecto esta persona no se había dado cuenta aún. -Mis sentidos están más desarrollados, he podido oler el aroma a medicinas que desprendes...un olor no muy agradable para un asesino como yo.

Seguí observándola con detenimiento, por lo que podía observar se veía dolorida...¿El viaje le habría sentado mal? Debería descansar, estar agotado o en un estado en el que el cuerpo está sujeto a alguna dolencia sería letal en donde estamos, de darse el caso de un ataque puede que su fatiga le impidiese emplearse a fondo. Aunque claro, solo eran suposiciones basándome en lo poco que podía averiguar de ella mirándola. Como no llegamos al momento en el que tendría que explicar mis motivos para pasar por Nihil pero ¿Qué podría decir? Los motivos estaban claros. -Solo de paso, pretendía encontrar información que me ayudara a dar con el Lord para poder asesinarlo, pero por lo visto aquí solo he podido encontrar a una médica que no es lo suficientemente espabilada como para darse cuenta de que está ante un jodido demonio.

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Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater