Re: Un lugar para nunca olvidar. [Akatsuki Ousawa]

por **Akatsuki Ousawa** Dom Sep 27, 2015 8:57 pm

Su compañera se tomó unos segundos para elegir, pero finalmente cogió uno de chocolate. Él no le dijo nada, porque estaba más atento a lo que hacía en ese momento. Media cafetería estaba alertada por lo que acababa de pasar y Akki seguía sin saber que hacer, ya que le había pillado demasiado por sorpresa. Lo peor fue ver la cara de "miedo" que había puesto la chiquilla, entendía que era extraño. No tuvo tiempo de apartar la mano cuando ella la sujetó para pasarle una servilleta por encima. No le gustaba ser ayudado, porque era él quien tenía que hacerlo. Cerró los ojos bajando la cabeza, pero encima que ella era complicada de tratar, no podía mostrarse borde.

-Gracias, pero no es nada.- Sonrió tranquilamente. -Me alegro que te gustaran. Come más.

Tan pronto como ella quitó la servilleta, las heridas volvieron a llenarse de sangre, no obstante, Akki apartó la mano y dejó ambas en la cintura, observando su pantalón manchado. Le dijo a Kou que iba a lavarse al baño y que le esperase allí. Se levantó tranquilamente y separó la silla, para darle la espalda a su compañera después de sonreír y encaminarse hasta los lavabos masculinos. Habían un chaval haciendo sus cosas, que se asustó al ver como le goteaba la sangre al echar agua sobre la misma. Le preguntó si se encontraba bien y Akki intentó convencerle de que no pasaba nada y le pidió por favor que le dejara en paz y que no se preocupara de él. Estuvo echándose agua fría hasta que la mayoría de heridas dejó de sangrar.

El siguiente problema eran los pantalones con una mancha rosada que se iba volviendo blanca con el paso del tiempo. Cogiendo algo de papel mojado, empezó a frotar, empeorando las cosas porque al deshacerse, le manchó más. Tras aprender la lección, decidió frotar con papel seco, limpiando una gran parte, al menos hasta conseguir camuflarlo. Dio un suspiro y salió para encontrarse de nuevo con Kou. Las camareras ya habían limpiado la mesa y recogido los cristales, disculpándose ante Kou a falta del íncubo, de quien sabían había resultado algo herido. Al verle regresar, se interesaron por su estado, pero con toda la amabilidad posible, les dijo que se apartaran y que no le molestaran. Él quería continuar desayunando con aquella chica.

-Disculpa, ya está todo bien.- Cogió otro dulce, metiéndoselo entero en la boca. -Y... Bueno... ¿Qué estudias?

por **Kougyoku Ren** Vie Oct 02, 2015 12:50 pm

¿Había escuchado bien? Espera. ¿En serio había dicho que no era nada? ¿¡Cómo que no!? ¡Si estaba sangrando! Para mi eso no era nada y menos al imaginarme como se sentiría eso, aunque nunca me había echo daño de esa manera, así que solo me quedaba imaginármelo. Luego me había dicho que comiera más, ni si quiera sabía como iba a seguir comiendo después de presenciar eso. Aunque también podía excusarme con que mi estomago era pequeño, cosa que no era mentira. También podría preguntarle sobre guardarlos para llevar a casa, aunque no sabía si eso se podía.

Cuando retire la servilleta, pude observar como aparecía de nuevo sangre, cosa que hizo que quisiera que le limpiara de nuevo la sangre, pero él había apartado la mano. Esto hizo que le mirara directamente, teniendo aun el ceño fruncido desde antes. Pensaba reclamarle a Akki, pero este antes de que le dijera algo, dijo que se retiraba al baño para lavarse y que le esperara aquí.

Le vi entonces levantarse y después de que sonriera, me dio la espalda, no deje de mirarle hasta que desapareció de mi vista. Inhale oxigeno, para luego soltarlo a modo de suspiro, mirando la sangre de la servilleta que aun sostenía en mi mano. No pude evitar mostrar una pequeña mueca de disgusto al volver a imaginármelo. Al cabo de un rato desde que se fue Akki, vinieron las camareras a limpiar. Yo solo estruje la servilleta manchada de sangre y se lo entregue a una de las camareras con timidez, esperando no molestarla por ello, aunque pareció que no fue así o eso pensaba yo.

Después de eso, no preste atención a lo que hicieran las camareras. Hasta que escuche a Akki hablarme. Abrí los ojos de par en par y le mire rápidamente, aunque luego relaje las facciones de mi rostro. Al menos mi ceño se había relajado ya mientras veía como tomaba otro dulce y se lo comía entero, cosa que me hizo arquear ligeramente una ceja, sin poder evitar mostrar al menos una leve sonrisa, porque parecía que todo estaba bien, aunque esperaba que pudiese haberse curado un poco la herida.

Antes de responder a su pregunta, cosa que me tomo por sorpresa. Deje descansando una de mis manos en mi regazo, mientras la otra tomaba mi batido para darle un sorbo. —Yo...— Hice una pequeña pausa. —No sé si a-aprender y repasar mo-modales es es-estudiar.— Le respondí pensativa, ya que quien me enseñaba esas cosas era mi asistente. Tampoco había ido al colegio, más bien todo lo básico que aprendí fue gracias nuevamente a mi asistente.

Dependiendo de si me decía algo más después de lo que dije, se lo respondería y si no, le preguntaría si él trabajaba o algo. Ya que siempre que te preguntaban, tenías que preguntar de vuelta el ''¿Y tu?'' o algo similar. ¿No?

por **Akatsuki Ousawa** Lun Oct 05, 2015 11:21 pm

Kou estaba algo más relajada después de que regresara, por lo que él también se sentía mejor. Una actitud despreocupada había servido para suavizar ese extraño momento. Finalmente le respondió, cosa que le dejó pensando porque él tampoco tenía muy claro si eso era estudiar. Técnicamente sí porque tenía que aprender y memorizar, pero él se refería a otra cosa. A lo mejor tenía que aprender sobre eso porque era una sirvienta y debía ser educada con los señores de la casa. Se llevó una mano pensativo, buscando razones por las cuáles una jovencita como ella dedicara su tiempo a estudiar modales en vez de sacarse algún título para trabajar. Quizá era mala estudiante, como él, pero eso no explicaba de qué le servía ser educada.

-No estoy seguro... Aún así, me refería a si ibas a la escuela o trabajabas. O tal vez ninguna.- Concretó, apoyando un codo sobre la mesa y la cara sobre el puño. -¿Para qué quieres ser tan educada?

Sonaba a pregunta estúpida, pero Akki era alguien que no hablaba de manera muy educada y casi nunca había tenido problemas. Quizá si le importara que le mirasen mal por comer con las manos, pero no era así, por lo que no se había visto en la necesidad de aprender más que un poco para comportarse en su boda. No es que hubiera servido para mucho, porque seguía siendo un malhablado, pero al menos era algo más civilizado que hacía unos años. Había aprendido a no soltar tantos comentarios obscenos en un conversación normal y eso era un logro descomunal para alguien como él que nunca ha ido a una escuela. Se hizo el silencio durante unos instantes en los que ambos parecían pensar en lo que acababan de decir.

-Bueno, vamos a acabarnos los dulces y luego a dar un paseo para bajar el desayuno.- Le propuso, cogiendo otro de los bocaditos. -¡Mmm! Me encanta este.

Mordió la mitad, para ver que tenía nata dentro, además de unos cuantos piñones. La masa era dulce y estaba un poco más dura que el interior, con un tono ligeramente tostado. Al principio era crujiente, pero después estaba blandito y cremoso. Se preguntó cómo los hacían, pero esos eran secretos de pastelero. El íncubo fue comiendo despacio, dejándole tiempo a Kou de probar más, hasta que tras un rato se terminaron todos, solo faltaba la chica con su batido. Dio un suspiro, satisfecho, había estado todo genial salvo lo de la mano, pero se encontraba perfectamente.

-¿Sabes qué hora es?

por **Kougyoku Ren** Lun Oct 19, 2015 11:07 pm

No pude evitar quedarme pensando ante la respuesta que le había dado yo a Akki. ¿Realmente eran estudios? O ¿Yo lo tomaba como estudios? Siempre estaba aprendiendo nuevos modales y los volvía a repasar por si se me olvidaban. Después de todo, mi familia era de la nobleza y por algo tenía que aprenderlos, ya que sino, estaría humillando mi apellido si no supiera comportarme de forma educada para aquellos que sabían que era de tal familia. Aunque en el fondo esto no era algo propio de mi, a pesar de haber pasado ya un largo tiempo en mi familia, aun seguía sin creerme de que fuese una noble y seguiría así por quien sabe cuanto tiempo.

Escuche las palabras de Akki y aun no despegaba mi mirada de él, aunque realmente no miraba directamente sus ojos al sentir esos nervios que casi nunca me abandonaban. Nunca había ido a la escuela y mucho menos trabajado, aunque supongo que ser una capitana puede ser un trabajo. —Nu-nunca he ido a la escuela.— Respondí con sinceridad. ¿Debería de responder sobre que mi trabajo era ser capitana? No sabía si debía, igual podía opinar que encima que era una capitana, estaba ahí como si nada, sin estar patrullando las calles o ese tipo de cosas. —Aunque de-debo de suponer que vigilar a que este todo bien, pu-puede ser un trabajo.— Volví a hablar, aunque realmente no dije exactamente a lo que me dedicaba, pero suponía que ser una capitana podía considerarse como trabajo.

Pude observar como Akki había apoyado un codo sobre la mesa y la cara sobre el puño, luego de eso, me pregunto. ¿Qué le debería de decir exactamente? No sabía como se iba a tomar que le dijera de que era de la nobleza, después de todo, había comido de una forma incorrecta según había aprendido, pero tampoco podía pensar de que el chico fuese a opinar de mala manera de mi, después de todo, parecía un hombre amable. —Es que..— Hice una pequeña pausa nerviosa. —Como provengo de la nobleza, de-debo de apre-aprenderlos y ese tipo de cosas.— No sabía como explicarme, así que eso es lo único que le pude decir. Luego no pude evitar quedarme en silencio, pensando como podría reaccionar él.

Cuando escuche lo siguiente que dijo, no pude evitar sentirme un poco mal, ya que hacía rato que se me había ido el apetito. —Y-yo ya n-no puedo más, estoy llena.— Tampoco era una mentira, realmente no tenía más ganas de comer pero al menos me termine el batido de fresa, dejando el vaso vació al fin.

Había desviado la mirada para mirar a mi alrededor con tranquilidad, hasta que Akki me pregunto por la hora, por la cual solo pude negar varias veces con la cabeza. Realmente ni si quiera sabía cuanto tiempo habíamos pasado aquí, por lo cual me sentí un poco tonta y a la vez feliz, ya que no me pasaba siempre eso, solo cuando realmente parecía que me lo estaba pasando bien. Entonces me levante de la silla y coloque las cosas para que se le fuera mas fácil a las camareras coger las cosas de la mesa y metí la silla hacia dentro, levantando esta para no hacer ruido en el acto. Antes de moverme del lugar esperare lógicamente al chico para que saliésemos de la cafetería.

por **Akatsuki Ousawa** Miér Oct 21, 2015 11:46 pm

La pequeña niña le dijo que nunca había ido a la escuela. Fue entonces cuando pensó en sí mismo durante un momento. Él tampoco había podido ir a la escuela, pero en su caso, era porque en Chaos no habían y su madre fue asesinada por su padre, por lo que el pequeño Akki tuvo que vivir solo, aprendiendo lo poco que conseguía asimilar de las peligrosas calles del continente de la destrucción. Pensaba que indagar en las razones por las que no había podido estudiar, podrían abrir viejas heridas, por lo que prefirió no decir nada y meditar sobre su trabajo de vigilar. Solo se le ocurría que fuese una soldado de las brigadas dominia. A continuación le contó que venía de la nobleza: Personalmente eso no le agradaba demasiado, porque esa gente suele tener mucho dinero que derrocha en mansiones, mientras otras personas no tienen ni para migas de pan, no obstante, ella no parecía ser así.

-Ya veo... Supongo que te exigen educación... Yo...- Hizo una pausa, pensándose si debía decirlo o no, pero no tenía nada que perder. -Yo soy un maleducado, nunca he recibido educación. No es tan malo, estoy vivo.

Terminó de comerse los pastelitos que Kou no quería, metiéndose dos al mismo tiempo, un poco a lo bruto: Esto demostraba su poca etiqueta y educación, así como lo rudo que era a la hora de llenar la boca al tope con tal de comer más rápido. Apenas le llevó unos minutos, en lo que ella se fue levantando tal cuál hace una señorita. El íncubo se levantó después de terminar, metiendo la silla también, pero solo para imitar a Kou y parecer menos bestia. Akki le puso una mano en el hombro a su preciosa amiga para luego salir del establecimiento tranquilamente. Se dispuso a dar un paseo con ella, uno largo para bajar el desayuno, haciendo tiempo hasta que alguno se tuviera que marchar. Pasaron por todo tipo de tiendas y comercios: Estaba plagado de gente que trabajaba, mientras ellos hacían el vago.

A él le llamó la atención un escaparate transparente que les separaba de diferentes mascotas. Habían pequeñas crías de lobos alfa e incluso un pobre Ori enjaulado, aunque se le veía sumamente triste: Lloraba en silencio, abrazado en su propio cuerpecillo y en una esquina. Como él, también habían otras pequeñas criaturas, como gatitos o algún que otro Pikachu. Incluso habían huevos de reptil. Realmente era una auténtica lástima, pero no podía centrarse en comprar todas las mascotas del mundo, cuando ya está atendiendo a todas las personas que lo necesitan. Tal vez si en un futuro la situación de los habitantes pobres y desamparados se soluciona, entonces se dedique a rescatar a todos los animales enjaulados y devolverlos a su hábitat. Tal y como pintaban las cosas, iba a llevar muchos años y seguramente, él muriera de viejo y todo siguiera igual. Había que intentarlo de todas formas.

-Pobrecitos ¿Verdad?

No quería hacerle sentir mal a Kou, al fin y al cabo, él no era el culpable, no tenía porqué enfadarse con él. Aún así, solo había mirado a las mascotas tristes, porque luego habían otros super contentos, jugando entre ellos y mirándoles con interés, deseando jugar detrás del cristal. Eso le hizo sonreír. Que estuvieran en una tienda, no significaba que les maltrataran, que no les dieran de comer. Por las condiciones físicas, se veía que los trataban de muerte: Les daban de la mejor comida, les peinaban, tenían acolchado en su jaula (los que estaban), algunos estaban vestidos por si tenían frío. La única pega, eran los que solo querían ser libres y les daba igual que les dieran todo el cariño del mundo, pero de eso también hay personas. Muchas de ellas que odian los acercamientos y no aceptan siquiera abrazos o besos.

por **Kougyoku Ren** Jue Oct 22, 2015 3:04 pm

Temía cual seria la reacción de Akki cuando le dijera que era de la nobleza. ¿Por qué? Por la sencilla razón de si tenía que empezar a ser más moderada en mi vocabulario o a la hora de comportarme simplemente para aparentar una imagen que no me pertenecía, pero que servía para no mancillar el importante apellido que portaba. Así que me tomo por sorpresa cuando le escuche hablar sobre que él tampoco había recibido educación, por ello me sentí aliviada por esa parte, ya que también me hacía ver que no era tan malo el no ir a una escuela y al menos me hizo sentir como una chica normal, porque por otro lado pensaba de que lo habitual seria el ir a clases como casi todo el mundo hacía. ¿No? En cambio por el lado sobre que no dijera nada de la nobleza me calmaba, por la razón de que quizás no era algo que le interesase, así que no hacia falta estar fingiendo tanto otra imagen y igual me parecía incorrecto, después de todo, él había sido muy amable conmigo a pesar de no conocerme de nada, además de que me parecía un buen chico al tratarme bien.

Al sentir la mano de Akki en mi hombro, me puso un poco nerviosa al principio pero pensé que hacer ese tipo de cosas era normal en los amigos, así que por ello no pude evitar sonreír alegre, pensando que ya había hecho mi primer amigo. Después de todo, era la segunda vez que salía de mi hogar y digamos que la primera no tuve buena experiencia de lo que había pasado en Spatium Urbanis, aunque prefería no estar recordando los sucesos de ese momento. Omitiendo esto ultimo que había pensado, salimos de la cafetería tranquilamente los dos. Sorprendiéndome de como estaba lleno de gente las tiendas. De todas formas, era la primera vez que veía este tipo de cosas y siempre atraían mi mirada los lugares nuevos, por ello trataba de recorrer con mi mirada todo para no dejar nada sin ponerle el visto. Aunque cuando vi a la gente trabajar, me hizo sentir un poco mal al pensar si yo estaba haciendo bien el tomarme el tiempo libre, cuando quizás debería de estar patrullando las calles o haciendo misiones importantes para mi cargo.

Pensaba seguir caminando, pero cuando sentí que el contrario se quedaba quieto, hice yo también lo mismo confundida. Le dedique una mirada confusa y luego me fije donde estaba mirando. Al ver lo que estaba a través del escaparate transparente, sentí como algo partía mi corazón a ver tantas mascotas juntas, así que sin poder evitarlo me acerque a este, apoyando mis manos en el cristal, hasta no pude evitar que mi nariz y la frente se pegaran contra el cristal, teniendo los ojos iluminados. Nunca había tenido un animal, a pesar de que siempre había querido uno, pero no me atrevía a molestar a mi familia o a mi asistente en pedirle tal cosa, sentía que me pasaba de caprichosa y que seria abusivo estar pidiendo cosas como cuán niña mimada. Aunque cuando me fije, pude ver bien que habían algunos tristes, por lo cual no pude evitar poner un rostro triste por ellos, queriendo llevarme a todos los que parecían triste, pero no podía. ¿Podría liberarlos para que escaparan? Es lo que había pensado, pero negué un par de veces para mi misma, suspirando profundamente. Era una capitana y seria un delito que alguien como yo que era del gobierno, hiciera tales cosas. Esto me deprimió. En el momento que me quede mirando a un animal amarillo que las puntas de las orejas acababan en un color negro, teniendo un circulo rojo en ambos mofletes, suspire de forma profunda.

Escuche hablar a Akki y ante lo que dijo, no pude evitar asentir lentamente. —De-deberían de estar libre...— Dije en un susurro audible más para mi misma, que para él. —Aunque...— Hice una semi pausa. —Son muy adorables todos.— Cuando dije esto, dibuje una pequeña sonrisa en mi rostro, dando un vistazo a todos. Luego volví a posar mi mirada sobre el amarillo, porque no sabía porque pero este había captado toda mi atención al principio, aunque a veces mis ojos se desviaba hacia los gatitos, porque estos me encantaban de sobre manera pero el amarillo parecía más solitario, así que por eso al final me quede observando a este.

¿Qué podría hacer yo? Sentía como mi pecho se había oprimido, queriendo poder hacer algo por ellos pero tampoco iba a faltar las leyes, yo era alguien que respetaba y seguía estas, así que no pude evitar taladrar mi mente de forma constante. No me despegue del escaparate. Hasta sentí que seguramente me fuese del lugar, estaría pensando que pasaría con ellos, a pesar de que realmente parecía ser que los cuidaban bien, pero es que quienes me habían más la atención, fueron los que parecían triste. Esto hizo que sintiera unas inmensas ganas de tratar de animarlos o lo que fuese y me estaba sintiendo inútil, cosa que me desagradaba de sobre manera.

por **Akatsuki Ousawa** Vie Oct 23, 2015 8:52 pm

Ambos hicieron el silencio durante un rato, en el que Akki no se imaginaba en absoluto lo que se le podía pasar por la cabeza a su nueva amiga. Podía advertir que siempre parecía pensativa, pero no tenía ni idea de qué cosas le rondaban. Era bastante callada, a diferencia suya, pero comprendía que podía a llegar a ser muy pesado si no hacía silencio en algún momento. El íncubo observó el rostro de la joven al centrarse en los animales de la tienda de mascotas. Le dio la razón, puesto que realmente deberían vivir en su hábitat natural, pero nada podían hacer por ahora. La atención de Kou se centró en una sola criaturita, que a su vez denotaba un interés en la jovencita, como si hubieran conectado con la mirada. Akki se llevó una mano a la barbilla, pensativo y después, le dio la espalda a su compañera.

No le dijo nada y se acercó a la puerta de la tienda para abrirla con una mano y entrar. Sonó un dulce tintineo que alertó al vendedor. Se trataba de unas varillas metálicas que colgaban frente a la puerta y que al ser mecidas con la puerta, eran un aviso de clientes o de una posibilidad de los mismos. El interior estaba sumamente iluminado, había un mostrador blanco con una tabla marrón oscuro y ahí, algunos panfletos, un bolígrafo y unos caramelos. A lo mejor eran para las mascotas, algo para que le cogieran cariño a los dueños nada más ser comprados. Rápidamente apareció un hombre más o menos joven, de pelo castaño, corto y liso. Vestía una camiseta granate con rombos y cuadrados delineados de verde, con el interior azul oscuro y unos pantalones verdes, largos y lisos.

-¡Buenos días! ¿En qué puedo ayudarle?
-Quiero a ese.

Akki se acercó hasta una de las jaulas donde se encontraban los ratones amarillos con mejillas rojas y señaló a uno de ellos: Al que Kou había mirado fijamente. No, no le había dicho nada a Kou, pero sabía que ella se negaría si lo preguntaba y a él le daba la gana comprarle a aquel animal. Había visto la chispa en sus ojos, que ambos se habían mirado con esperanza, como si desearan poder abrazarse tras un reencuentro. El vendedor se acercó a la jaula, poniéndose unos guantes de goma y luego abrió la reja, para agarrar al pikachu del pelaje. El animalito se quejó, pero no pudo resistirse de ninguna manera, era un bebé y apenas entendía nada. Se lo llevó hasta otra especie de jaula, pero era más bien un contenedor, de plástico, azul por debajo y blanco por arriba, con una reja que lo encerraba. Le incluyó un cepillo y un par de cosas para cuidarlo.

-Son 1250 Soulinks.
-Vale.- Respondió Akki, pagando al instante, sin darle tiempo a Kou de negarse (tampoco estaba haciéndola caso, porque se iba a salir con la suya). -Aquí tiene, gracias.

Él sacó a la criaturita después de que el vendedor la hubiera encerrado de nuevo, pero esta vez quería entregársela a su dueña. Desde luego que esa rata había sido cara, pero no quiso siquiera aparentar que en el fondo se había cagado en todo al escuchar el precio ¡Le había costado más que su dragón! ¿Cómo una rata podía costar más que un dragón? No podía entenderlo, pero era lo que él había querido hacer. El pequeño pikachu dio un respingo entre los brazos de su nueva mami: Estaba tranquilo, ya que al no haberle hecho daño ni nada, no tenía motivos para enfadarse. Se limitó a olisquearla y a darle algún lametón. Akki por su parte, cargó con el transportín y salió de la tienda después de despedirse del vendedor.

por **Kougyoku Ren** Sáb Oct 24, 2015 4:51 pm

Realmente no quería seguir mirando a esos pobres animales. Me imagine de repente como si los comprara a todos y los llevara a casa. Seguramente me armarían la de dios en mi hogar al tener tantas mascotas en casa y seguramente se desharían de la mayoría de estos, por lo cual dude aun más de ello. Nada más quedaba resignarme y suspirar por ese hecho, sintiendo como mi pecho se oprimía por ello, siendo costoso el hecho de moverme del lugar por haber visto a todos estos pequeños y otros no tan pequeños, por ahí. Aunque yo seguía mirando al ser de amarillo, el cual parecía haberse quedado mirando también hacia mi o quizás me había vuelto loca al pensar que ese animalito me estaba mirando a mi precisamente, aunque obviamente no lo dudaba tanto, ya que nuestras miradas estaban en contacto.

Suspire profundamente, despegando mi frente y mis manos del cristal del escaparate, pensando en retirarme, pero al escuchar el sonido de un tintineo y luego ver a Akki ahí dentro, sentí como mi mente estallaba de la nada. ¿¡Qué hacía ahí dentro!? No sabía que se le pasaba por la cabeza, pero mis ojos estaban completamente abiertos, hasta ni pude evitar que mi boca se abriera de la sorpresa. Aunque luego de sorpresa, mi rostro paso a ser a uno entre ceñudo y confundida. Quizás solo entraba a ver de mejor forma o algo así, aunque por otro lado no se me venía a la mente que podría llegar a hacer ahí dentro, quizás por lo que estuvimos hablando, querría comprar alguno y liberarlo o eso es lo que estaba pensando yo en ese instante cuando lo vi entrar así como si nada.

Trate de mantener la calma, sin saber de que hablaban porque yo seguía fuera, pero al ver a Akki señalar precisamente a la especie de roedor que me había quedado mirando, mis mejillas adquirieron un tono rojo, haciendo que estas me ardieran. ¿Pensaba comprar ese animal para mi? Quizás seguía confundiendo lo que estaba pasando, pero que fuese casualmente ese, ya me daba para que pensar. Me hizo sentir entonces mal, porque ya me había pagado el batido de fresa y encima me dejo tomar de sus dulces, me sentiría aun más mal que antes de que me comprara una mascota. Yo no era de estar permitiéndome caprichos y no creía que me los mereciera, por ello trataba de no pedir nada a los sirvientes que trabajan para mi familia. Trate de ignorar los anteriores pensamientos y sin dudarlo más, entre a la tienda, oyendo de nuevo el tintineo, dejando que la puerta se cerrara tras de mi y me acerque a Akki rápidamente, sintiendo como los nervios me invadían. —¡A-akki!— Trate de llamarle la atención para decirle que dejara eso, pero parecía no hacerme caso.

Pude observar al pequeño como lo ponían dentro de otra jaula. Ante esto no pude evitar tomar un poco la camisa de Akki, dando pequeños jalones de esta para tratar de llamar su atención, mientras decía. —¡No ha-hace falta que lo com-compres!— Sentí como de nuevo no me hacía caso. Aunque cuando escuche el precio, no pude evitar esta vez soltar su camisa y dar pequeños golpecitos detrás de la espalda de Akki. En verdad para alguien de la nobleza, quizás sería algo barato pero yo era la excepción y me parecía muy caro. —¡Qué n-nooo!— Nuevamente pareció no hacerme caso otra vez.

Iba a gritarle o reclamar de nuevo al peliazul, pero parecía ser que este ya había pagado por el ser amarillo. Mi ceño estaba completamente fruncido, pero cuando Akki saco a la pequeña criatura y me la dio, no pude evitar quedarme por unos instantes en blanco. Más cuando me comenzó a olisquear y me dio un pequeño lametón, haciendo que muriera de ternura por dentro. Obviamente comencé a caminar con este en mis brazos, yendo al lado de Akki y despidiéndome de igual modo del vendedor, estando más atenta al pequeño. Cuando ya estábamos fuera, dije de repente sonriendo al pequeño. —Podría llamarte Pokku...— Dije en un susurro audible, olvidando el hecho de regañar a Akki por haber comprado a esa especie de roedor, aunque quizás seguramente luego lo hacía si me acordaba.

Pokku:

por **Akatsuki Ousawa** Lun Oct 26, 2015 12:43 am

Tal y como pensaba, en cuanto Kou reaccionó y se dio cuenta de lo que estaba haciendo, no dudó en acercársele para intentar impedirlo. Cuando a él se le metía algo en la cabeza, era muy difícil quitárselo y en todo caso, lo aplazaba a otra ocasión o se las arreglaba para lograrlo de otra forma. Le hubiera comprado el pikachu aunque ella no estuviera a su lado ese día: Se despedirían y vendría sin que ella lo supiera para llevárselo. Le tiró la ropa y le golpeó la espalda con insistencia. Tal vez a otra persona le hubiese hecho daño y por tanto, obligarle a darse la vuelta para pedir que parase, pero él apenas sintió unos toquecitos. Supo que había merecido la pena cuando vio la expresión de dulzura en la jovencita, dándole cariño a su bebé mascota.

-Pokku es un nombre muy bonito ¿A ti te gusta, Pokku?

Akki se inclinó hacia el pequeñín al preguntar, como si esperase una respuesta y aunque obviamente no contestó, no se mostró desagradado. Se permitió hacerle una caricia en la cabeza, entre las orejitas alargadas. Luego se centró en el camino a seguir: Iban sin rumbo por la calle. A saber a dónde acabarían, aunque pensaba buscar otro parquecito para sentarse y jugar con Pokku. Seguro que deseaba corretear por ahí y esperaba que no se escapara, porque sería una faena terrible, pero teniendo en cuenta que era un animalito pequeño, era probable que denotara interés por lo desconocido y tuvieran que seguirlo muy de cerca. Akki decidió llamar a su pequeño Ori, invocándolo desde otro sello, esta vez uno azulado que brillaba con un destello blanco.

-Mira Ori, te presento a Pokku. Seguro que os hacéis buenos amigos.

Le sonrió a Kou, pensando que ella también se sentiría alegre. Ori olisqueó a Pokku y viceversa, pareciendo haber congeniado. El íncubo le pidió a su pequeño Ori que buscara el parque más cercano para quedarse por ahí un rato y el espíritu no tardó nada en desaparecer entre los edificios. Ellos siguieron tranquilamente, a ver hasta dónde llegaban antes de que el "gatito blanco" regresara. Apenas pasaron diez minutos cuando volvió como una exhalación. Una centella blanca que había recorrido la calle y girado hacia ellos dejando un rastro de luz. Akki silbó sorprendido y le ofreció el hombro para sentarse, pero en esta ocasión, Ori prefirió recostarse sobre el pelo de su padre adoptivo. Él suspiró, pero no se quejó, aunque diera un calor insufrible.

-Ori dice que hay un parque a tres calles rectas y luego dos hacia la izquierda.

Ellos se comunicaban por telepatía, ya que el espíritu arbóreo no tenía la capacidad de hablar. Le preguntó a su amiga si le apetecía ir, porque podía ser que ella tuviera otro plan en la cabeza, como el de ir a comprarle ropita o alguna cosas de esas. Quizá justamente, ir a un mercado a comprar la comida para Pokku y una cama, todo dependía de ella. Puede que quisiera que el ratoncito eléctrico durmiese en su propia cama, por eso ya tenía que ir evaluando Kou a dónde iban.

por **Kougyoku Ren** Jue Oct 29, 2015 5:49 pm

No podía evitar que mis mejillas estuvieran rojas de la emoción y de la ternura que me causaba Pokku, pues se veía tan indefenso entre mis brazos que me causaba más ganas de protegerlo entre estos. No sabía porque, pero realmente había sentido una gran conexión con esta especie de roedor nada más verlo. Quizás era el destino o eso pensaba yo, pero realmente sentía que ahora nada podía quitarme la felicidad que tenía ahora, hasta cuando lo pensaba, me hacía sentir mejor este hecho. Porque ahora no estaría tan sola en mi hogar, aunque aun así me sentí triste por los demás, a lo que solo pude resoplar triste cuando recordé los que parecían triste. Entonces me dieron más ganas de volver sobre mis pasos y liberarlos, pero la idea de que yo era una capitana del gobierno, me impedía este hecho, pues estaría haciendo algo que iría en contra de la ley. ¿No?

Realmente me alegro el escuchar que Akki dijera que le parecía bonito el nombre, a lo que no pude evitar sonreír de forma cálida y aun más al ver que a Pokku no parecía que le desagradara su nombre. Luego de eso, vi como acariciaba su pequeña cabezita, siguiendo los pasos de Akki, ya que sabía que si yo era quien le llevaba a cualquier lugar, acabaríamos perdidos por quien sabe donde. A ratos miraba a Pokku entre mis brazos y otras veces miraba a mi alrededor para ver las zonas que íbamos pasando, de igual modo había momentos en los que miraba a Akki, sin saber como podría agradecer que me comprara a Pokku y no solo eso, también por el batido y los dulces. Sabía que bastaba con un simple gracias, pero no salían estas palabras de la boca seguramente por nervios. Aunque deje de pensar en todo esto, cuando vi al peliazul hacer algo que no supe definir como era y de la nada apareció una especie de animal que me pareció terriblemente adorable.

Parpadee un par de veces cuando escuche lo que decía y de como le presentaba a su mascota o mejor dicho, compañero. Prefería decirle de este modo que de mascota, porque después de todo, estos eran nuestros amigos. ¿No? —Se-seguramente se llevan bien.— Conteste de vuelta de forma rápidamente, mirando a ambos seres del como se olisqueaban y luego devolverle la sonrisa un poco tímida a Akki. Pareció pedirle algo a su compañero, aunque yo estaba prestando más atención a la zona en la que nos encontrábamos, porque después de todo, quería ver la gran mayoría de las cosas de las ciudades para que estas me quedaran grabadas en las memoria. Luego de que comenzamos de nuevo a caminar, no supe a donde había ido Ori, aunque no se tardo en volver, a lo que mire sorprendida el rastro de luz que dejaba tras de sí y luego se poso sobre la cabeza de Akki, a lo que no pude evitar sonreír aun más por ello.

Escuche atenta a las palabras de Akki, aunque me dejo confundida eso. ¿Qué Ori le dijo? Yo no lo había escuchar hablar, pero quizás es que ellos dos se entendían perfectamente si eran ya amigos de hace mucho. —Me pa-parecería bi-bien, de ese mo-modo estira las pa-patas.— Le conteste enseguida. Pensé que Pokku merecía el estirar un poco las piernitas, porque después de todo estaba encerrado en una jaula. —A-aunque también de-debo de comprarle la co-comida para que no pase hambre, pero...— Hice una pequeña pausa. —No sé bi-bien que ti-tipo de cosas come.— Baje mi mirada hacia Pokku.

Quería ir tanto al parque, como comprarle la comida, pero no me decidía a cual primero. Haciendo que entrara en un debate interno de lo que debería de hacer primero, aunque quizás lo lógico seria ir primero a por la comida y luego al parque, aunque preferí esperar a ver que decía Akki, pero temía de que él gastara más por mi y encima aun no le había agradecido todo lo que hizo.

por **Akatsuki Ousawa** Dom Nov 01, 2015 10:06 pm

Aunque se conocían desde hacía muy poco, Akki empezaba a acostumbrarse a interpretar que ella vivía sonrojada y que eso significaba que era feliz. Feliz con su pequeño Pokku, alguien a su cuidado, solo al de ella. Kou tenía la responsabilidad de criar al pequeño ratoncito, de evitar que se muriese, atendiendo todas sus necesidades. Akki había criado a varias mascotas, por lo que no lo veía difícil, la mayoría se las apañaban solas y solo pedían mimos y un poco de atención en los primeros meses. El íncubo estaba relajado, con la guardia baja, puesto que no temía que Kou le fuera a hacer algo. Era tan tímida y adorable... Que no pudo evitar exhalar un suspiro de alivio.

-Claro que si, a Pokku le vendrá bien hacer un amiguito desde ya.- Le dijo, cargando a su pequeño amigo. -La verdad es que yo tampoco sé lo que come...

Era fácil adivinar lo que comía un dragón o un león por ejemplo, pero con otras criaturitas más exóticas (por decirlo de alguna manera, porque un dragón es exótico) pues se desconocía su alimentación. Akki pensó que comería hierba o alguna cosa de esas, pero para asegurarse, tal vez deberían preguntar a un especialista u ofrecerle diferentes comidas y que eligiera lo que le gustaba. En estos casos era un tanto arriesgado, pues los animales a veces disfrutan de alimentos que les hacen daño, ya sea a largo o corto plazo. Él pensó que deberían informarse un poco primero, de camino al parque. Le pidió a Ori que buscara una tienda de alimentos o de cosas de mascotas, pero no le hizo falta moverse para decirle que en el lugar donde habían comprado a Pokku estaba todo lo necesario para cuidarlo.

-¡Mhm! Es verdad, gracias Ori.- Le agradeció, volviéndose luego hacia Kou. -Si regresamos a la tienda, estará todo solucionado ¿Volvemos ahora o luego?

A él se le hacía extraño volver tan pronto, porque a lo mejor el señor se les quedaba mirando de manera extraña y eso era molesto. Quizá si esperaban unas horas después de que jugaran fuese mejor, aunque por otro lado, se preguntaba qué diablos le importaba lo que pensaran de él. Lo cierto es que a él no le importaba, pero estaba pensando en Kou, en que a ella si le molestara si la miraban raro. Espero a que se decidiese, deteniéndose en medio de la calle, con Ori sobre la cabeza, moviendo la cola de un lado a otro y observando a Kou con sus hermosos ojos negros. Akki quería que Kou tomara las decisiones acerca de su compañero amarillo ella sola, porque al fin y al cabo, era suyo y con el tiempo se acostumbraría a saber lo que mejor le venía.

-Tampoco sé si tiene hambre o no ¿Tú crees que quiere comer?

por **Kougyoku Ren** Jue Nov 05, 2015 3:27 am

Mi mirada estaba posada sobre Ori y Pokku, mirándolos con ternura, porque después de todo, me causaban mucha ternura ambos y daban de abrazarlos hasta espachurrar estos como si fueran peluches, aunque era evidente de que les iba a doler, pues no eran de peluche sino seres vivos de carne y hueso. Mientras pensaba en esto, de repente volví a recordar de que le debía de dar las gracias a Akki. ¿Cómo le daría las gracias? Quizás podría pasar por su lado corriendo y agradecerle sin ver su rostro o algo para no ponerme nerviosa, aunque descarte esto, pues no parecía algo agradable, aunque creía que cualquier opción valdría para agradecer de forma sincera todo lo que había hecho. Cuando escuche lo que dijo Akki, me quede observándole, aunque más bien mi mirada se poso sobre la de Ori. Opinando lo mismo que Akki, ya que de ese modo Pokku no se sentiría tan solo y al menos quería eso para él, pues no quería que pasara lo que yo y no pudiera conocer a algún amigo.

Cuando el peliazul cargo a su amigo, mi mirada se poso sobre la cabeza de Pokku, escuchando lo siguiente de Akki y dejándome pensativa. Pues parecía ser que Akki también desconocía del alimento del pequeño y fruncí ligeramente el ceño, pues no paraba de pensar que podría hacer. ¿Y si tuviera que volver a la tienda? Después de todo, el que atendió a Akki debería de saberlo, para algo trabajaba ahí y seria raro que alguien que trabajaba de eso no fuera a saber algo así. ¿Verdad? Ante esto, no pude evitar suspirar, pues no quería mal alimentar a Pokku y tenía miedo de que si era así, se enfermara o le pasara algo grave, cosa que hizo que ya comenzara a montarme películas mentales de como Pokku caía enfermo o hacía cosas peligrosas que podrían peligrar su vida. No pude evitar reflejar en mi rostro el agobio de esto.

Entonces cuando escuche a Akki decir algo, esta vez levante la mirada y le mire directamente, aunque no por mucho tiempo, ya que este me estaba mirando. Obviamente me quedé pensando que responder y acto seguido volví a mirar a Pokku. ¿Qué debía de hacer? Realmente no lo sabía. Aunque realmente moría de ganas de ver a Pokku jugando y no volver a la tienda, además de que hace poco que acabábamos de salir de ahí. ¿Y si eso pudiera hacerle agobiar a Pokku? Es como si a mi me sacaran de mi hogar y a unos segundos me hicieran volver enseguida, aunque realmente no es que despreciara mi casa, es que siempre tenía la misma rutina todos los días, siendo la mayoría de ellos ya triste, ya que solo hablaba con mi asistente y muy que muy rara vez con algún sirviente.

Hubo un momento en el que el peliazul se paro, haciendo que yo acto seguido lo hiciera, quedándome pensando que es lo que debería de hacer. —No cre-creo que tenga ham-hambre.— Le dije pensativa, aun con el ceño ligeramente fruncido. —Si-siento que podría a-agobiarle el volver allí ahora, así que se-sería mejor volver des-después.— Deje de fruncir el ceño, suspirando.

No sabía si estaba haciendo bien, pero eso es lo que creía, así que por ello se lo dije a Akki. Después de todo, no quería hacerle sentir mal a Pokku, quería que se sintiera a gusto conmigo. De todas formas me imaginaba de que ya le habrían dado de comer en su momento em la tienda y pensaba que era mejor volver cuando ya Pokku se hubiera divertido lo bastante.

por **Akatsuki Ousawa** Sáb Nov 07, 2015 12:04 am

La jovencita no sacaba ningún tema de conversación si no era él quien iniciaba, por lo que durante un rato estuvieron en silencio hasta que finalmente respondió ¿Qué se le estaba pasando por la mente? Maldita sea, veía cómo fruncía el ceño y no entendía porqué, pero no iba a cuestionarle. Al desconocer lo que pensaba, podía ser absurdo que se ofendiera él sin tener seguro si era culpa suya. Lo dejó pasar, otra vez (porque ya había visto varias veces esa cara en Kou) y escuchó lo que ella tenía para decir. Le costaba decidirse, sí, lo notaba mucho. Desde el primer momento, en que le preguntó si quería ir a desayunar, ya se había dado cuenta de que le costaba dar respuestas, como si nunca fuese capaz de afirmar o negar algo con seguridad.

-Está bien, volveremos luego.- Alzó el pulgar derecho y continuó por la calle. -Pareces resignada... ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas un doctor?

Se llevó una mano pensativo, tal vez deberían ir para asegurarse de que estaba perfectamente. Tenía mala cara y bueno, podía ser tímida pero ese sonrojo ya parecía de fiebre, además que hacía calor y quién sabe si ella iba a tener una lipotimia. Claro que, Akki no tenía porqué encargarse de ella ¿O sí? Lo cierto es que no sería capaz de marcharse dejándola en mal estado, por muy leve que fuera. Por ahora, terminaron de llegar al parque. Estaba rodeado por un murillo que a él apenas le llegaba hasta las rodillas. Dentro, habían parcelas de césped separadas por vallas metálicas que trazaban círculos, como intentando parecer algo más agradables a la vista por su forma y no por su desagradable color oxidado. Entre una parcela y otra, los caminos recorrían toda la extensión.

Más o menos en el centro, había una especie de descampado, que era donde mucha gente traía a sus mascotas a jugar: Perros, gatos, lobos, etc... Las mascotas grandes no tenían cabida, pero incluso habían bebés quimera y mantícoras. Akki le señaló un banco más o menos alejado, porque temía que a la mantícora se le escapase el aguijón venenoso y tuvieran que ir a un veterinario muy rápido. Al llegar al banco, aprovechó a quitarse la cazadora y la camiseta, porque sentía que empezaba a sudar y eso no le gustaba, era desagradable. Él no era capaz de imaginar que su compañera llegase a reaccionar mal, porque lo veía normal, así que dejó la ropa a un lado y se sentó, vigilándola bien para que no se la robara alguna mascota juguetona. Ori empezó a revolotear alrededor de ambos, emitiendo un misterioso ronroneo.

-Si vas a soltar a Pokku, Ori lo protegerá ¿Verdad?- Le inquirió al espíritu del bosque, quien estuvo de acuerdo y quiso abrazar al ratoncito. -Tendrás que educarlo para que no vaya soltando descargas a diestro y siniestro.

Apoyó la espalda en el banco, situando el pie derecho sobre la rodilla izquierda, sin perder de vista a su amiguito arbóreo. Luego alzó la vista al cielo y la desvió: El Sol estaba en pleno auge y su calor era descomunal, aunque debía admitir que en Chaos era peor. Podía aguantar el calor sin problema, pero la cuestión era que su camiseta se empaparía y eso pues daba bastante "asco" a ojos ajenos. Akki miró a Kou, para ver qué decidía hacer, si soltar a su amiguito o no, al fin y al cabo, habían ido allí para que jugueteara un poquito y se sintiera más o menos libre.

por **Kougyoku Ren** Sáb Nov 07, 2015 4:16 pm

En mis mejillas disminuyo el tono rojo de estás. No quería mal cuidar a Pokku, porque después de todo le había cogido cariño nada más verlo y más aun cuando lo tome en brazos, pero... ¿Sabría cuidarlo bien? Tenía miedo de que llegase a pasarlo algo, cosa que hacía que tratara de pensar en otras cosas, porque ahí comenzaba a montarme una peli mental donde Pokku estaría enfermo o le pudiera pasar cualquier otra cosa. Esto hizo de que realmente me preocupara a niveles insospechados por el pequeño, pues no quería que le pasara algo al pequeño, aun seguía siendo una cría. Por suerte, tenía a mi asistente que podría entender sobre los cuidados de este, igual agradecía internamente a Akki, porque sabía que sin él podría haberme perdido desde hace rato de saber que hacer. Trate entonces de omitir de pensar tanto, porque eso me estaba comenzando a agobiar, aunque cuando escuche las palabras de Akki, comencé a caminar junto a él, aunque cuando le escuche preguntarme lo siguiente, me sentí nerviosa y le mire rápidamente, aunque no directamente. —Cla-claro que es-estoy bien.— Le respondí sin saber porque de esas dos preguntas. —¿Por qué pre-preguntas?— Luego de preguntarle esto, mire hacia el frente, pensativa. ¿Acaso tenía mala cara? Me pregunte, confundida.

Mientras caminaba pensativa, me fije en que lugar habíamos llegado, haciendo que frunciera ligeramente el ceño, para luego dejar de hacerlo. ¿Habríamos llegado al parque? Me preguntaba, observando cada rincón del lugar, puesto que era la primera vez que veía algo así. Aunque lo que había llamado mi atención, fueron las parcelas de césped que eran separados por vallas metálicas. Apreté suavemente a Pokku entre mis brazos, mirando por si acaso bien esas parcelas, por el hecho de que tenía miedo de que Pokku se pudiera escapar por ahí y encima Akki había gastado mucho dinero por este y realmente me haría sentir mal ambas cosas. Negué lentamente con la cabeza, tratando de centrarme en otro tipo de pensamiento, puesto que con esto solo me haría preocupar más o alterarme un poco tiempo.

Observaba todo el lugar, hasta que mis ojos fueron a reparar en la quimera, sobre todo en la mantícora. No pude evitar fruncir nuevamente el ceño, aunque más bien mi vista se había posado en el aguijón del cual no pude evitar sentirme más preocupada de lo que ya estaba. Cuando el peliazul me señalo un banco que estaba algo alejado, acepte rápidamente sin dudar ni un segundo, solo por el hecho de prevenir. En parte me sentía mal al pensar así, puesto que seguramente también podría ser un cariñoso ser y yo estaba aquí con miedo o preocupación de que eso pudiera hacerle algo a Pokku. Trate de pensar en otra cosa cuando nos encaminamos hacía el banco, aunque cuando vi a Akki quitarse la cazadora y la camisa, mis mejillas enseguida se encendieron como si no hubiera un mañana. ¿¡Qué hacía!? Me quede inmóvil pero desvíe la mirada nerviosa. ¿Era algo normal eso? Realmente no lo sabía, puesto que nunca en mi vida había visto a un hombre con el torso expuesto, ya que en mi familia todos íbamos siempre con mucha ropa. Tome algo de aire, tratando de relajarme, escuchando una especie de ronroneo, dándome cuenta de que era Ori.

No sabía que hacer. ¿Me sentaba al lado de Akki o me quedaba de pie? Realmente no lo sabía hasta que escuche lo que dijo Akki, haciendo que le mirara de soslayo directamente al rostro, aunque enseguida mi mirada se desvió hacia Ori, aun estando nerviosa. Escuchar esas palabras lograban calmarme, pues confiaba en que Ori pudiera protegerlo y tampoco iba a desconfiar de las palabras del peliazul y menos aun cuando había hecho mucho por mi. Sonreí ligeramente y asentí lentamente, poniéndome de cuclillas para dejar a Pokku en el suelo, el cual miraba todo con curiosidad y después fue abrazado por Ori. Luego de esto, retrocedí un par de pasos, mirando a ambos. Escuche lo siguiente de Akki, haciendo que me dejara totalmente confusa. ¿Acaso Pokku lanzaba electricidad? Desconocía esto, hasta ahora. —Ha-haré lo que pu-pueda.— Le dije pensativa, puesto que no sabía como iba a poder hacer que controlara tal cosa.

Finalmente me decidí sentar en el banco al lado de Akki, apoyando mis manos sobre mi regazo y sintiendo algo de calor, cosa que me estaba desagradando por el hecho de que no me gustaba el calor. ¿Desde cuando había comenzado a hacer calor? No lo había notado hasta ahora que me había separado de Pokku. Aunque cuando recordé nuevamente como estaba Akki, volví a ponerme nerviosa, agarrando con algo de suavidad mi vestido. No quería que pensara de que era una mal educada, por si era una cultura de él o si era algo normal, después de todo, yo no estaba acostumbrada a todo lo demás que estuviese fuera de mi hogar, pues era la segunda vez que salía de ahí.

por **Akatsuki Ousawa** Dom Nov 08, 2015 10:14 pm

No sabía si Kou intentaba hacerse la fuerte estando enferma o que de verdad estaba bien. En serio, Akki empezaba a asustarse, ella iba super cubierta con un solazo insufrible, no estaba bebiendo agua, ni habían encontrado un lugar a la sombra. El íncubo le contestó que pensaba que tenía algún problema de salud porque estaba muy roja. Incluso le comentó que tal vez se había quemado con la luz del sol. No le dijo nada más, sino que esperó a que le aclarase si le ocurría algo, pidiéndole que fuera sincera y que no tuviera reparo en comentar si se encontraba mal, porque sería peor si se terminaba por desmayar o algo así. Akki no reparó en la extraña reacción de la chica al verle semi desnudo, ni tampoco lo atribuyó a eso. Vio como liberaba a Pokku, quien se iba alejando con curiosidad, oliéndolo todo, mientras Ori lo perseguía por encima, vigilando que no comiera algo malo.

-A mi me pasó con Xepher.- Dijo, mirándola. Al fin se había decidido a sentarse con él. -La primera vez que le acerqué la mano, nada más nacer, me mordió.

Decidió explicarle un poco mejor, puesto que ella desconocía a su dragón. Le contó que compró un huevo mientras se dirigía a una cueva y que el pequeño, nació allí dentro. Al principio soltaba calambres cuando se le cogía en brazos, lo que lo hacía bastante difícil de educar, porque todo su cuerpo podía electrificarse. Le dijo que con el tiempo lo fue controlando, que le enseñó con paciencia y que ahora eran muy amigos. También le comentó que cuando se hizo mediano, le mandaron a dormir sobre el tejado y que se hizo tan grande, que ya ni siquiera pudo dormir dentro de la ciudad. Él se reía a contarlo, porque era gracioso, incluso Xepher se reía al recordar los viejos tiempos. Algún día se lo enseñaría, pero no dentro de la ciudad, pues podía causar demasiado revuelo: No era normal ver un dragón gigante en medio de un parque.

-¡Estás muy extraña, nena! Te juro que parece que te vas a morir en cualquier momento.- Exclamó, ligeramente alterado, por si acaso. -Es que tú no te estás viendo, pero me da cosa por si te da un chungo y la palmas aquí mismo. No sé dónde hay un hospital.

Le hizo una seña, para que le observara. Se dispuso a imitar a Kou de la mejor manera posible, como lo percibía él. Se frotó las mejillas para sonrojarlas por la fricción, aunque le ardieron de una manera muy desagradable. Luego se encogió un poco como ella y se aferró a los pantalones. Se mantuvo en esa posición extraña y compungida durante escasos segundos, los suficientes para que ella lo percibiera bien y luego se relajó, apoyando un brazo sobre el banco y girando todo el cuerpo para prestarla atención. Si que hubieron algunas personas que se pararon desde la distancia para ver el torso musculoso del íncubo, pero él no se dio cuenta, sino que siguió centrado en Kou, para que se diera cuenta de cómo estaba y del tipo de "preocupación" que levantaba.

-Deberías relajarte ¡Mira que paisaje más bonito! ¿No te da ganas de relajarte?- Preguntó, señalando a los arbustos y árboles que poblaban el parque. -Yo me dormiría aquí sin ningún problema.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater