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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
No había duda que ser lo que era implicaba una vida de riesgos que muchas veces podían llevarte a la muerte. Era una vida que cualquiera podía aprender a sobrellevar aun cuando no fuera del todo feliz en ella sin embargo había ciertas personas que lo hacían por disfrute personal, porque estaban cableados para disfrutar la guerra, la destrucción y el caos. Otras sin embargo disfrutaban de su trabajo pero no poseían ese apego innecesario a buscar cualquier excusa para pelear. En ese último estaba el efreet, siempre había sido su lugar desde que ese trabajo lo eligió a él.
Ahora ajeno a su costumbre, no había tomado un solo trabajo en varias semanas. No sentía deseos de salir de la base, no quería dejar esos cálidos bosques que rodeaban ese hermoso árbol donde vivían. Incluso formo una nueva costumbre, la de caminar y pasear por horas entre la espesura acompañado por sus tres mascotas, esas tres criaturas tan diferentes pero que realmente eran sus mejores amigos.
Ese día cumplía la misma costumbre, caminaba por el linde que limitaba ese amplio claro con la zona más profunda del bosque. En su hombro derecho dormitaba el pequeño hombre de jengibre, su primera mascota. A su derecha caminaba el gran león alado de pelaje negro, una bestia que ajena a su exterior peligrosa era muy pacífica y amigable. Finalmente a su izquierda marchaba la última adición a esa familia tan inusual que eran. Siendo más alto que el azabache, casi lindando con la copa de uno de los árboles, caminaba el gran tri-cuerno rojo, liberando capas de vapor cada cierto tiempo por su boca y su nariz. Ese extraño grupo de 4 individuos se movían sin prisas hacia un pequeño estanque donde a veces pasaba sus noches.
Hablando de la noche, esta se hizo presente con rapidez ese día en compañía de una suave neblina. El clima estaba frio sin embargo para Andrew realmente no había diferencia, su propio cuerpo solía mantenerlo a una temperatura agradable sin importar el clima que hiciera más esa noche estaba un tanto incómodo y por ello cuando llego al lago, se quitó la gabardina junto al chaleco negro que siempre usaba. Nunca se dejaba ver sin esas prendas porque no le gustaba que la gente viera donde su prótesis se unía a su piel. Siempre levantaba preguntas que eran incomodas de responder, sin embargo estaba solo y realmente quería estar cómodo.
Las horas pasaron, incluso dormito por un rato pero eventualmente camino hasta la orilla del estanque y se sumergió en el mismo. Ese sito era en realidad una fuente termal natural, por ello siempre entre más la noche avanzaba, mayor era la nube de vapor que rodeaba el perímetro de ese sitio. Para ese momento ya sus mascotas dormían plácidamente en distintos sitios del claro, dejando al Efreet tiempo para pensar y relajarse hasta que llegase la mañana.
Amo la naturaleza, es donde más a gusto me siento —Musito por lo bajo mientras cerraba sus ojos aunque cuando lo hizo, fue abordado por una imagen muy rápida. Estando ahí por alguna razón, recordó a la ninfa con la que solía pasar algunas horas en el gremio. En ese momento se dio cuenta que no la había visto en varios días y comenzaba a sentir la falta que le hacía —Me pregunto ¿Estará bien? —Murmuro abriendo sus ojos, llevándolos hacia el cielo donde apenas podía verse la luna brillar entre las capas de vapor tibio.
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
Ese día despertó más temprano de lo común, puede que hasta una delicada sonrisa se posara en sus labios mientras salió cuidadosamente del gremio, sin hacer demasiado ruido para dar rienda suelta a una ligera caminata que ya tenía prevista ante el aparente buen clima…Excusas, para ella siempre había buen clima, toda excusa era perfecta para salir, para estar en contacto con la naturaleza como tanto amaba o deseaba de igual modo. Disfrutaba en demasía esa sensación de libertad de la que era poseedora, una que no cambiaría por nada ni por nadie…O eso sentía, eso creía, eso quería creer. Se tomó la molestia de recorrer absolutamente gran parte del bosque, admirar su belleza y cuando lo creyó ciertamente necesario, prefirió retornar al gremio al recordar una sola cosa, se vería con Andrew, aquel compañero que en más de una ocasión la había sacado de algún apuro…Era raro, obviamente lo que sentía por él era extraño, a veces lo notaba como alguien demasiado impulsivo, y en otras ocasiones…alguien realmente calmo o sereno, extraño era, sí, pero los momentos compartidos con él, eran singulares, especial, únicos y así los prefería.
Su mirada volvió a brillar cuando tras recorrer un trecho relativamente corto, posando esos orbes tan expresivos sobre la figura del pelinegro, sonriendo por inercia absoluta, acortando distancias para luego llevar las manos detrás de la espalda, inclinándose ligeramente hacia adelante…aproximando los labios hacia el oído derecho de su compañero. —¿Me demore?, lo siento, pero el bosque me atrapó por completo y además…además…simplemente creí relativamente conveniente hacerme esperar un poco— Bromeó entre sonrisas, encogiéndose de hombros para finalmente dejar escapar alguna que otra risa, tan coqueta como juguetona…puesto que así era la personalidad de Elissa desde que tenía uso de razón. —¿Haremos algo en especial?, sabes…deberíamos iniciar alguna misión juntos. ¿Qué te parece?...sería buena idea, pero primero…primero necesito volverme más fuerte para no ser una carga para ti— Besó la mejilla de este, cerrando los ojos unos breves momentos antes de permanecer a su lado, observándole con interés. —Umh…por cierto, ¿en d-dónde estabas metido?. Claro, si puedo saberlo—
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
Tomo únicamente la gabardina del suelo, dejando el chaleco doblado y la coloco sobre su torso desnudo. Casi había olvidado que iba a encontrarse con la pelirroja, claro que aun sin recordar ese pequeño detalle, la mujer no abandonaba sus pensamientos. Es más todavía podía recordar los pequeños momentos que habían compartido tanto dentro del gremio como fuera del mismo. No podía negar que la ninfa había captado su atención, es más incluso habían días en los que no podía pasar ni una hora pensando en ella cosa que nunca le había sucedido al efreet. Era extraño pero al mismo tiempo agradable aunque no estuviera del todo seguro que significaban completamente esas emociones.
El caza recompensas estuvo distraído por un momento, jugando con un par de luciérnagas cuando sintió un escalofrió al escuchar su voz. Por inercia giro un poco, observándola con tranquilidad, llevando sus ojos dorados a los azules de la ninfa. La dejo hablar sin interrumpirla, dedicándole una sonrisa cálida a cada una de sus palabras e incluso una mirada dulce cuando sintió ese beso — No demoraste mucho en realidad…aun así te estaba extrañando. Hoy la verdad no sé, podríamos ir a un sitio que encontré hace relativamente poco, creo que será de tu agrado —Menciono al tiempo que rodeaba con cuidado a la ninfa con ambos brazos, atrayéndola por un instante a su pecho —Que alegría que estés aquí —Murmuro depositando un beso suave en la mejilla contraria, dedicando al mismo tiempo una caricia delicada a sus cabellos rojizos antes de separarse de ella.
El Efreet dio dos pasos hacia adelante, deslizando su mano sobre la melena de su león quien despertó de forma inmediata —Aquí Umbra también te ha extrañado ¿Sabes? Eres una de las pocas personas con las que realmente es amigable —Menciono estirando su otra mano hacia la joven, tomando con cuidado la ajena. Entrelazo sus dedos con los de ella, guiándola sin prisas por un pequeño camino trazado junto a esa fuente termal, el cual se perdía entre dos árboles de hojas azuladas y que guiaba a un túnel natural rodeado de plantas fluorescentes de distintos colores — Podemos hablar lo de la misión más adelante pero solo te diré que nunca pensaría en ti como una carga Elissa —Dijo entrando con ella al túnel, seguidos de cerca por el león negro.
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
Sin más, terminó dirigiendo una mirada hacia la mascota del cazador, agachándose con cuidado para dedicarle algunas caricias, siempre con una sutileza tan característica que la gobernaba. Admirando al animal siempre con sonrisas, a ciencia cierta que las mascotas eran de su agrado…pero no al punto de tenerlas, por temor seguramente a que no supiera cuidarlas como correspondía. —Es mutuo, porque yo también lo quiero mucho. ¿Sabes?, es raro porque los felinos no suelen quererme, la mayoría de las veces terminan rasguñándome y…simplemente no tengo tacto con ellos— Sonrió hasta que avanzó un poco más a prisa, permaneciendo al lado del contrario como era debido, no sin antes observar en todas direcciones, la curiosidad la carcomía, más de lo esperado o debido.
No se detuvo en la entrada del túnel, solo avanzó tranquila, percatándose del eco que se generaba ahí, de los sonidos extraños a sus sentidos y la brisa que no dejaba de mover esos cabellos rojizos como así también los bordes de su ropa. Elevó la mirada hacia el techo, inevitablemente sin dejar de cuestionarse demasiadas cosas que por obvias causas, no pudo reprimir. —¿Esto es seguro?...No es por nada, ni tampoco sé si ya te lo mencioné…pero…ante lugares así me siento un poco claustrofóbica y nada me sacara de la cabeza que puede haber un derrumbe y…yy….Ya, ya sé que son especulaciones mías pero eso no quita que me encuentre ligeramente asustada. Ahá, también sé que puedo volverme demasiado molesta o charlatana cuando me asusto pero es que…es que…¿qué tan seguro estás de que esto no puede caerse encima de nosotros?. No sé pero no es intención mía morir aplastada o sofocada, ¿seguro estás de que no va a pasar nada?—
Giró el rostro, observándole con ese propio reflejo de inseguridad instalado en su mirada, no pudiendo controlar el modo en los lugares relativamente pequeños o subterráneos la incomodaran tanto.
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
Su compañera que en ese momento parecía sufrir alguna clase de miedo acerca del sitio donde estaban. Enarco su ceja, sonriendo un tanto enternecido al escucharla. Nunca había esperado que fuese claustrofóbica, claramente de haberlo sabido no la hubiese echo entrar al túnel, sin embargo ahí estaba y bueno era el momento en que el Efreet debía cuidar de ella — Elissa no es la primera vez que camino por este sitio pero en caso de que algo pasara prometo que me asegurare que nada te pase —Dijo mirándola a los ojos con una suave sonrisa en los labios mientras soltaba su mano, rodeando su cadera con su brazo humano al mismo tiempo que levantaba el mecánico, tocando con sus garras el techo del túnel —Por si acaso —Susurro besando con ternura su mejilla antes de seguir caminando con ella.
Tardaron un poco pero eventualmente cruzaron el otro extremo del túnel, saliendo a un escenario bastante sorprendente. Un pequeño rio corría entre dos árboles inclinados cuyas copas estaban entrelazadas, bajando hasta una pequeña caída que se dividía en distintas zonas con pequeñas rocas guiando el agua, finalmente desembocando en un amplio lago.
En el centro del lago había un árbol precioso cuyo tronco tenía una forma de espiral, girando sobre sí mismo hasta llegar a las ramas que se extendían a ambos lados. En la parte superior, a unos metros de su copa, había una pequeña concentración de luz dorada junto a dos gemelas más pequeñas en ambos extremos de sus ramas. Finalmente pequeñas algas crecían a los costados de sus raíces, brillando con una luz celeste la cual junto a las muchas luciérnagas, brindaban una cálida e impresionante escena.
Desde que encontré este sitio, estuve pensando con quien podría compartirlo —Susurro apoyando su rostro con cuidado en su hombro, acariciando su oído con sus labios— Nadie parecía ser el indicado…al menos hasta que te conocí —Musito acariciando con mucho cuidado su vientre mientras besaba su mejilla con suavidad— He sido muy feliz desde que llegaste al gremio…desde que entraste a mi vida, Elissa. Creo que este sitio…del que ahora solo tú y yo sabemos…es el ideal para que sepas como me siento por ti —Con cuidado la giro, deslizando lentamente sus dedos por su mejilla, delineándola— Te quiero —Susurro mirándola fijamente a los ojos mientras dejaba un beso corto cerca de la comisura de sus labios—
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
Correspondió a esas caricias con un abrazo cariñoso, escondiendo entonces el rostro entre el cuello de este ligeros instantes, procediendo a separarse con cuidado para dedicarle una sonrisa en verdad dulce, que expresaba el buen momento que experimentaba a su lado. —Y yo a ti. De hecho creo que mi llegada al gremio no pudo haber sido más casual, sin embargo, he de suponer que llegué en el momento justo a tu vida. Por cierto…¿qué es este sitio?, ¿vinimos para algo en especial?— Pregunto con algo de sutil curiosidad, suspirando y procediendo a acomodar algunos rojizos cabellos detrás de la oreja izquierda, simplemente por mantenerlos alineados.
Rodeó el brazo de este con ambas manos, observando a todos los alrededores con interés para finalmente encogerse sutilmente de hombros. —Me agrada, es realmente hermoso. Dicen que bajo tierra hay muchas maravillas y…creo que es verdad, me alegra el poder observarlas contigo. Gracias por traerme aquí, Andy— Afirmó con delicadeza, dándole un beso en la mejilla antes de despeinarle, sacudiendo un poquito los cabellos negros del cazador. —Pero sinceramente me aterra el saber que tengo que estar mucho rato bajo tierra, es como si me faltara el aire…yo…no lo sé. No sabría explicártelo tampoco…confío en tus habilidades, pero no es como si quisiera poner en duda todo lo que sabes hacer, simplemente me sale natural el desear estar arriba. Tú me entiendes…— Mencionó como nota final, apoyando la mejilla contra el brazo de este para observar todo a su alrededor nuevamente, denotando la propia belleza natural que no era difícil de apreciar.
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
En silencio escuchaba las palabras de la menor, inevitablemente sonriendo con calidez y alegría por la simple razón de tener su compañía en ese momento. Era a veces casi extraño pensar como muchas cosas habían cambiado desde que su compañera llego. No altero su manera de proceder, continuaba siendo el mismo cazador que a veces peleaba por dinero y otra veces por el simple placer de divertirse en combate sin embargo algo que si cambio, fue los pensamientos que tenía durante esas peleas. En su tiempo nunca se ponía a pensar que sucedería luego del combate, simplemente se lanzaba con todo hacia adelante sin estar seguro si saldría ileso o no pero con Elissa, comenzó a considerar los riesgos inmediatos de cada combate y midiéndolos en relación a la posibilidad que tenia de no volver. Era la primera vez que pensaba en ese aspecto del combate y en principio se le hizo molesto pero termino por acostumbrarse a medir sus locuras para ser capaz de volver a su gremio y compartir con ella las historias que estas misiones creaban.
Con cuidado se separó de la menor y tomo su mano, guiándola hacia la orilla del lago donde un par de pequeños peces chapoteaban mirando a los dos extraño con bastante curiosidad. Aun recordaba que la primera vez que llego a ese sitio, espero encontrar alguna bestia marina oculta en esa laguna pero afortunadamente solo era hogar de peces y algunos anfibios —Entiendo un poco tu miedo…antes yo tenía pavor de ir a misiones desde que sufrí mi herida —Dijo hundiendo apenas en el agua sus garras metálicas, percibiendo un poco del frio gracias a los sensores nerviosos en el metal— No es exactamente lo mismo pero…tarde o temprano logramos superar nuestros miedos…solos o si realmente queremos…con la ayuda de alguien —Sonriendo levanto su mano, sosteniendo una de las flores plateadas que solo nacían en ese lago. Dejo que el calor de su brazo sacara el agua antes de colocarla con cuidado entre los cabellos de su compañera, admirándola unos instantes antes de depositar un beso en su frente— Hermosa —Murmuro mirándola fijamente a los ojos, dedicando una tierna caricia a su rostro previo a continuar caminando, guiándola ahora hacia un pequeño camino junto a uno de los árboles.
Se detuvo al llegar a ese camino, que en realidad era como una especie de pequeño pasillo que llevaba a otra zona de la misma cueva, una de las tantas porque había algo que todavía no compartía con Elissa y era que estaban en un sistema con decenas de distintas cavernas y algunas incluso iban más allá de lo que podían imaginar —Este primer lugar que te mostré, es uno de los tantos que quiero que veas esta noche. Se tu aprensión por los lugares cerrados así que pienso, este podría resultarte más cómodo —Menciono avanzando por ese pequeño pasillo hacia la siguiente cueva, siempre manteniendo su mano entrelazada con la ajena.
Al otro lado esperaba una amplia cueva parcialmente cubierta por una sabana de pasto verde y con árboles similares a los vistos atrás. En este sitio las luciérnagas también volaban por el cielo, lanzando sus destellos de color dorado y plateado por toda la zona. Aquí también había unas cuantas piedras pero estaba recubiertas de musgo azulado al igual que las paredes, dando un aire incluso más agradable que la primera cueva pero no era realmente esa la razón por la que Andrew pensaba su compañera estaría mejor. En el centro del pasto se podía apreciar una semi esfera de luz que mantenía toda la cueva iluminada y que provenía de un amplio agujero en el techo, abierto directamente al cielo nocturno y adornado con algunos cristales en ambos extremos, los cuales reflejaban el brillo de la luna sobre ambos muros, creando en esencia un sitio perfecto para poder relajarse y descansar.
Una vez dentro soltó la mano de su compañera y se colocó frente a ella, deslizando siempre con delicadeza, su mano por el suave rostro de la menor mientras sus labios se posaban sobre su mejilla derecha— En este lugar hay muchos caminos que llevaban a distintos paraísos escondidos. Podríamos pasar días aquí dentro explorando y quizás no terminaríamos de verlos todos. Por mi parte si tú lo deseas podríamos quedarnos aquí…y hablar bajo la luna hasta que la luz de la mañana llegue —Dijo en suaves susurros, atrayendo por unos instantes a la ninfa contra su pecho a la vez que centraba sus cariños sobre el cabello y la espalda de la menor, recorriéndolos poco a poco con las yemas de sus dedos— Ahora si quieres camina…y cuando estés lista, yo estaré esperando allí bajo —Musito señalando un punto en medio de la cueva para luego separarse nuevamente de la joven ninfa, comenzando a caminar por su cuenta.
Habiendo ya estado en ese sitio, sabía que más adelante podrían acostarse porque la misma agua que llenaba la laguna al otro lado, fluía por debajo en un rio que conectaba casi todas las cuevas o al menos las que había encontrado eran alimentadas por esa misma fuente. Se preguntaba si ahora ella estaría más tranquila, de verdad no quería verla asustada o más bien angustiada por estar completamente encerrados aunque eso era simple apariencia porque cada una de las cuevas tenía acceso al exterior, razón por la cual vegetación podía crecer en un lugar tan apartado y “hermético” —Quizás hubiera sido bueno traer al menos a Umbra con nosotros —Se dijo a si mismo mientras frenaba junto a uno de los tantos árboles, dejando su cuerpo caer sobre el pasto y deslizando luego su mirada hacia la menor.
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
—¿Hermosa?— Cuestionó de buenas a primeras entre alguna que otra sonrisa muy delicada, apartando la mirada en lo que se dejaba guiar por este, mostrando evidente sorpresa en su mirar por cada mínima cosa nueva que veía, olvidando mayormente el propio disgusto pasado por estar bajo tierra, algo que como ya sabemos, no era obviamente lo que más le gustaba. Todo eso era una novedad que a los ojos de la Ninfa no pasó desapercibido, pues automáticamente encontraba la belleza hasta en la cosita más diminuta que se posaba frente a ella. Le observó de reojo hasta que finalmente se volteó con delicadeza para mirarle, siempre sonriendo y sin poder reprimir el deseo de abrazarle con sumo cuidado, no sin antes darle un cálido beso en la mejilla izquierda. —Gracias…Gracias por tenerme en cuenta y mostrarme esto, imagino que eres un poquito receloso en compartir lo que verdaderamente podrías tomar como algún lugarcito especial. Ahora me siento muchísimo mejor…realmente me sofoco cuando sé que estoy bajo tierra— Explicó otra vez, separándose con cuidado para observar una vez más todo el predio…lugar que por obviedad no olvidaría fácilmente.
—¿Sabes algo?, eres la primer persona a la que dejo tocar mi cabello. Siempre he sido un poco arisca, no solo en eso, si no…en todo— Rio por lo bajo, observando con atención cuando este se recostaba en el pasto, lo suficientemente cómodo para notarlo tan relajado, tal vez como nunca. Ella por su parte estiró sus brazos hacia arriba, dejando escapar algún que otro quejido bajito en lo que al mismo tiempo y por simple maña, apoyaba la diestra sobre su propia cadera.
—Umbra debe estar entretenido, por eso no te preocupes— Dijo sin más, sentándose al lado del Cazarecompensas, manteniendo las piernas flexionadas y cada mano apoyada en el césped, precisamente a cada lado de su propio cuerpo, en lo que sin más suspiraba, relajada, cómoda tanto con el entorno como con la presencia del azabache a su lado. —Es la primera vez que me siento tan libre, creo que toda mi vida estuve en una jaula dorada y recién cuando pude darme cuenta de eso es que abandoné todo, me lancé hacia un mundo y camino completamente desconocido para mí. Sin embargo, no me arrepiento de nada, de no haberlo hecho en su momento…jamás hubiera sabido que podía valerme por mi misma, ni tampoco nos hubiéramos conocido. ¿No te parece?—
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
Su mirada vagaba por el techo de piedra, absorto en el danzar que tenían las gotas de agua sobre las enredaderas. La naturaleza siempre le había ofrecido una salida para relajarse y le permitía evaluar las cosas que iban sucediendo en su vida. Últimamente tenía mucho en lo que pensar ya que una serie de situaciones se habían presentado de manera imprevista y cada una aporto su porción para el cambio de rumbo que Andrew empezaba a experimentar. No tenía claro a donde iba a llevarlo esa nueva senda pero era algo que estaba emocionado de descubrir y con algo de suerte, esa travesía se uniría en algún punto al camino destinado para la ninfa.
Y hablando sobre su compañera, pudo sentir su presencia cuando se acercó a su sitio de descanso y poniendo con ello en pausa su momento de reflexión. Su mirada dejo las gotas y se posó en ella, esbozando una dulce sonrisa mientras enderezaba su cuerpo. Se dedicó a escuchar las palabras de la menor, manteniendo su semblante tranquilo en lo que analizaba lo que había dicho su compañera. Tenía mucha razón…quizás en otras circunstancias nunca hubieran cruzado caminos pero gracias al destino, sus vidas encontraron un punto donde poder encontrarse — Realmente creo que todo lo que ha sucedido tiene su propio motivo aunque no seamos capaces de entenderlo. Estoy seguro que estaba en los planes del universo que nos conociéramos…pero también creo que de ahí en más…nosotros mismos hemos ido fabricando este lazo que nos une. Al menos yo me encuentro contento que dentro de toda la desventura que en mi vida he tenido que experimentar…se me haya dado la oportunidad de conocer a alguien como tú…de tener estos momentos tan hermosos —Dijo con una sonrisa cálida y una mirada dulce a la vez que se acercaba un poco más a su compañera y depositaba un delicado beso en su mejilla izquierda. Estaba feliz de estar a su lado, estaba feliz de haberla conocido.
Se tomó unos segundos para continuar rodeando a su compañera con sus brazos pero finalmente se volvió a separar de ella y se levantó, llevando su mirada al pequeño rio que corría en la parte inferior de esa “colina”. Recordaba que dentro había una pequeña cueva donde podía conseguirse algunos tipos de pescado que eran perfectos para cocinar en leña— Creo que va siendo hora que comamos algo —Murmuro mirándola de reojo mientras se quitaba la parte superior de su traje, dejando a la vista su torso tonificado pero marcado con las cicatrices propias de un cazador— Si me esperas…iré por algo que seguro te gustara —Indicó sacándose las botas y luego de estirar un poco su cuerpo, echó a correr colina abajo para terminar dando un salto, sumergiéndose en el rio.
El agua era más fría de lo que recordaba, seguramente por la hora de la noche pero no lo afectaba demasiado. La distancia a la cueva era muy corta y la recorrió en tan solo unos minutos, pasando entonces por ese arco de piedra a una burbuja de agua más oscura pero más llena de animales. Le tomo algo de tiempo identificar los peces que estaba buscando pero apenas los diviso, uso su brazo mecánico para atraparlos a la vez que soltaba pequeñas descargas eléctricas, asegurándose que no se movieran más. Espero a tener una buena cantidad atrapada para dejar atrás la cueva y nadar de regreso, aprovechando esta vez una propulsión de su fuego para acelerar el paso.
— ¡Elissa! —Exclamó cuando se encontró en la orilla donde dejo los pescados y procedió a preparar una fogata rápida con algo de madera seca que abundaba en esa parte de la cueva— Espero te guste el pescado asado —Dijo el azabache con una expresión tranquila en su rostro mientras acomodaba la madera para luego encenderla y colocar a su alrededor, los pescados en estacas de madera también —Estoy pensando que después de comer…podríamos continuar explorando. Todavía quedan algunos lugares que quiero mostrarte…especialmente uno que creo será tu favorito —Explicó elevando su mirada hacia la ninfa mientras movía ligeramente su mano, invitándola a que se acercara.
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
Por momentos sentía su corazón estrujarse, pero el simple orgullo le impedía por sobre todas las cosas mostrarse así ante otras personas, abrirse sentimentalmente o manifestar los miedos de su pasado no le gustaba en lo más mínimo. Claramente ella podía cargar con sus problemas y recuerdos completamente sola, o eso pensaba. La voz del cazador sonó lejana, pero tras unos momentos fue abriendo lentamente los ojos para caer en cuenta sobre donde estaba, así mismo terminó enderezándose con total lentitud para ponerse de pie y dirigirse sin más hacia donde se encontraba Andrew, observando con atención lo que tenía preparado. Se sentó en un costado, con las piernas flexionadas, solamente para observar cómo se cocinaba el pescado.
—El pescado de por si me gusta muchísimo, sobre todo el de mar. Creo que es algo que no me cansaría de comer, pero siendo sincera…me gusta casi todo, no soy para nada quisquillosa con la comida. Reitero, de poder comer toda mi vida pescado de mar, yo feliz— Admitió entre sonrisas cálidas, observándole fijamente a los ojos con cierta calma…simplemente por ser él. —No tengo problema, me gustaría seguir explorando después de comer…nos hará bien supongo yo. Hoy es un día bastante poco normal, al menos para mí…que si no estoy en el gremio, me encuentro en alguna misión o cosas así— Admitió, tomando los pinchitos uno a uno para virarlos y que el pescado se asara también del otro lado, de modo parejo. —Se ven bien—
Re: Puedo ver el mundo, en tu mirada -Elissa-
Fue pequeña pero expresiva su sonrisa cuando su compañera se acomodó frente al fuego, sintiendo a la vez algo de alivio luego de enterarse que no eligió mal esa comida —En lo personal, soy muy fan de la comida marina…aunque en sinceridad fue un gusto adquirido —Mencionó apoyando sus manos por detrás de su cuerpo y tomando una posición más cómoda —Durante una de mis misiones fui a cazar una bestia de mar y pase días perdido en el océano…así que me toco alimentarme a base de pescado y mariscos, así fue como les cogí gusto —Comentó riendo ligeramente mientras sin darse cuenta se le escapaba un ligero bostezo pero casi de inmediato sacudió su cabeza, volviendo a sentarse derecho como antes — Yo creo que ya están —Dijo metiendo su mano directamente en las llamas, manipulando de esa forma los maderos para cambiar la intensidad del fuego, evitando que quemaran la comida —Espero te gusten —Mencionó al levantarse y caminar hacia el único árbol que crecía bajo el sol que se filtraba por el techo.
De las ramas más bajas tomo una serie de hojas suaves y anchas que luego coloco sobre unas piedras, obviamente lavando ambas en el rio previo a volver con la pelirroja. Apoyo frente a ella la piedra envuelta en la hoja y sobre ella sirvió dos de los pescados — No es la platería más elegante pero…creo que sirve —Dijo mostrando siempre esa sonrisa cálida y un tanto divertido mientras hacía lo mismo con su propia comida pero antes de empezar a comer, dejo su piedra en el suelo y se encamino hasta su chaqueta en el suelo, sacando dos pequeñas tazas de latón —Cuando vives en bosques o cuevas, desarrollas cierta manía de siempre cargar este tipo de cosas contigo —Explicó mientras llenaba ambas con agua del rio y luego tomaba distintas frutas que crecían a la orilla, vertiéndolas dentro también antes de volver.
Al estar nuevamente a su lado, coloco ambos jarrones cerca de las llamas mientras tomaba asiento para comer —Cuando el agua termine de hervir, será un té frutal bastante sabroso —Comentó al morder su pescado mientras elevaba sus ojos al techo de piedra —Como podrás notar…no soy una persona del todo normal. Siempre he vivido viajando o peleando. Incluso cuando debía de descansar luego de mi operación, continúe con mi vida y por eso demoro mi recuperación además de ser la razón de los dolores que a veces sufro en mi herida —Mencionó mirándola de reojo en lo que mordía de nuevo el pescado —A veces todavía siento que en cualquier momento deberé empezar de nuevo a viajar…supongo que es porque no estoy aun acostumbrado a la “estabilidad” que tengo ahora —Dijo riendo un poco mientras estiraba su mano izquierda y atrapaba un pétalo azul sobre la yema de su dedo.
Era sorprendente la variedad de planta que creían en un ambiente tan “cerrado” como lo era esa cueva, algo que en parte demostraba la verdadera fuerza del mundo—Me gustan estos lugares porque esconden la mayor belleza de la naturaleza. Muchos creen que necesita ser un lugar conocido o vistoso pero son en cuevas como esta…donde pocos han estado, los sitios que resguardan los verdaderos tesoros —Señaló dejando que el pétalo volara antes de desviar su mirada hacia ella e inclinándose, deposito un cálido beso en su mejilla —Gracias por acompañarme este día. Eres con la primera persona que he sido capaz de hablar sin sentirme en la necesidad de ocultar mi personalidad —Admitió manteniendo su mirada en los ojos de la menor por unos segundos antes de girarlos al fuego, tomando con cuidado ambos jarrones —Ahora solo necesitamos dejar que se enfrié un poco y luego podremos seguir explorando —Dijo volviendo a su comida aunque esta vez acomodándose de forma que podía verla sin mover su cabeza.
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