Re: Black King VS Red Queen [Libre]

por **Gissel Gremory** Miér Mayo 04, 2016 10:00 pm

Moverse en ese estado después del último golpe no era la tarea más fácil ni tampoco lo más recomendable, pero a ella no le importaba, no cuando pretendía por sobre todas las cosas seguir demostrando que podía pelear hasta el final. Se tomó unos instantes para procurar recuperar el aliento, mientras que la mano opuesta se apoyó delicadamente sobre el costado donde había recibido el golpe…notándose el movimiento de su pecho cuando los pulmones de la fémina buscaban constantemente obtener una gota más de aire extra. —A alguien se le subió el ego, o al menos es lo que noto. Solo porque estás teniendo un poco de suerte, no deberías permitirte tal comportamiento…puede que termines llevándote una sorpresa algo desagradable— Rio por lo bajo, negando con cuidado en lo que volvía a retomar esa postura erguida de siempre, altiva y que daba una imagen de superioridad incluso tras ir perdiendo en el encuentro.

Aunque el suelo temblase a nueva cuenta, ella no se inmutó en lo más mínimo, por consiguiente su cuerpo comenzó a ser rodeado por una energía de tonalidades rojizas que parecía ir apoderándose de ella como si no estuviese dispuesta a rendirse, no de momento ni tampoco cuando todavía podía permanecer perfectamente de pie. —Confiarse a veces puede ser el peor error de un guerrero, y creo que sería bastante divertido que ese fuera tu caso. El hielo…es un elemento completamente diferente a lo que estoy acostumbrada, pero logré hacerlo mi esclavo, así como aún estoy a tiempo de conseguir mi victoria ante tu rendición a simple voluntad…— Susurró en un tono de voz frio, aproximándose a paso lento pero manteniendo la cabeza levemente baja, manteniendo oculta que esa mirada que se tornaba impasible pero oscilando con ínfulas de pretensión. —No serás justamente tú quien oiga de mis labios un pedido de piedad o rendición…Oh, eres bueno Marcus Blacklock, eres un buen guerrero, sabes dar pelea y puede que te desenvuelvas casi a la perfección. Pero que no se te olvide cierto dicho..el diablo sabe más por viejo que por diablo—

Antes de que las agujas pudieran impactar sobre su cuerpo, la fémina empleó una coraza de hielo que se irguió frente a ella a la altura suficiente como para impedirle algún daño, esta desapareciendo siendo incapaz de protegerla del todo, pues nuevamente cedía ocasionando que varias de esas astillas se incrustaran en diferentes zonas de su cuerpo...era doloro o molesto, pero el dolor estaba consiguiendo sacarla de sus casillas con la gran diferencia que cada vez iba sintiendose más y más débil. Volvió a juntar sus manos, pero esta vez concentrándose lo suficiente como para enviar llamaradas en tonalidades más oscuras que a modo de remolino buscaban emboscar al Gladius, en pocas palabras…atraparlo en un vórtice ígneo. —¡Quémate de una buena vez!—

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por **Auros** Miér Mayo 04, 2016 10:00 pm

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por **Marcus S. Blacklock** Miér Mayo 04, 2016 10:33 pm

No podía creer que esa pelea hubiera llegado a ese punto, donde no había un claro vencedor. La balanza se encontraba prácticamente equilibrada entre ambos, los dos con heridas en todo su cuerpo y a cada momento más débiles pero aun así no estaba ni cerca de darse por vencido, continuara peleando hasta que su cuerpo no diera más. Así era su forma de ser, un alma templada como el acero que los samurái usaban para sus armas, un espíritu que nada podía quebrantar y aun si era derrotado no le sabría amarga porque no fue una pelea donde estuvo en desventaja, durante todo el combate estuvo a la par con la pelirroja, devolviendo cada golpe con la misma intensidad.

Escucho sus palabras, sonriendo un parte notando que no había perdido ni una gota de su fuerza, es más parecía haber recuperado energías a pesar de verse en un estado tan lastimero. Marcus estaba igual, su cuerpo era una masa de dolor, en especial su pierna perforada pero su expresión seguía intacta, esa sonrisa llena de emoción y una mirada firme aun cuando su ataque nuevamente se vio bloqueado por la mujer. Había esperado poder obligarla a mostrar más elementos pero hasta el momento había visto tres, la misma cantidad que el azabache hasta el momento había utilizado aunque ese nuevo ataque fue sorpresivo, quizás incluso por un momento hizo que retrocediera debido a la pesada energía que emanaba de esas llamas.

Intento defenderse, extendiendo el árbol a modo de escudo pero la madera no logro frenar ni un poco el avanzar de esa vorágine, terminando su cuerpo atrapado en medio de ella. Ya había mencionado que el fuego no era usualmente peligroso para su persona pero esas llamas se libraban de esa regla. Literalmente pudo sentir como su piel se carbonizaba bajo el calor incesante del fuego al mismo tiempo que su sentido de orientación se iba a la basura debido a los giros que experimento más en su interior algo despertó. Su propio fuego, negro como la noche, se hizo presente en la forma de sus alas de fénix que rompieron el torbellino y le permitieron caer de vuelta en la arena pero no sin haber recibido su buen número de heridas, representadas en quemaduras sobre su pecho y en una fracción de su rostro.

—Necesitarías liberar el fuego del inferno para quemar a un fénix —Murmuro con frialdad, deslizando su mano derecha por sus cabellos negros mientras sacaba un cigarrillo de su pantalón que milagrosamente continuaba medianamente intacto— Comienzo a cansarme un poco…pero no parare hasta ganar o caer vencido —Encendió su cigarrillo y exhalo el humo, tomando luego del suelo nuevamente su katana mientras se preparaba para continuar con el combate.

No quería usar una técnica demasiado poderosa, necesitaba guardar tanta energía como le fuese posible para liberarla en un momento de emergencia. En cambio desvió su mirada al suelo, notando la gran cantidad de escombros en los que se había convertido el piso de la arena. Un arma…recordaba esas palabras de uno de sus tantos maestros, todos tan sabios como los mejores guerreros del mundo. Suspirando miro a la pelirroja pero no pronuncio palabra alguna, en su lugar hundió su katana sobre la piedra, cortándola como si de papel se tratase. Tenso sus músculos y moviendo su arma hacia adelante, libero una ráfaga de piedras que se convirtieron en estacas que recorrían el campo a gran velocidad hacia la pelirroja.

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por **Auros** Miér Mayo 04, 2016 10:33 pm

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por **Gissel Gremory** Miér Mayo 04, 2016 11:13 pm

Se detuvo exactamente cuando su último ataque fue enviado…Allí en el firmamento, el cielo presentaba un tono pajero y uniforme tanto naranja como rojizo, el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte como si se tratase de las posibilidades de resistencia de uno y de otro…Ahora solo soportaría el más fuerte, Gissel…bueno, ella estaba completamente golpeada, con unos cuantos cortes y una costilla fracturada que le impedía moverse correctamente, pero a pesar de todas esas circunstancias que se encontraban ahí mencionadas…lucharía hasta su último aliento. Trastabillo apenas…elevando cuidadosamente ese rostro de porcelana que mostraba cansancio absoluto, siendo iluminado por sus propias llamas cuando rodearon a Marcus.

Jadeaba con algo de fuerza y ante el siguiente ataque intentó protegerse entre columnas de viento que en el acto la obedecieron, arremolinándose a su alrededor pero con las fallas de una mente que ya se encontraba completamente abnegada a más. Reprimió cualquier gemido de dolor pero solo cerró los ojos ante los fragmentos duros de roca que herían cada centímetro de su piel e incluso marcaban en un ligero tajo la mejilla derecha de esta. —N-no...Todavía no. Esto no puede terminarse aún— Se dijo a sí misma en el instante en que cayó de rodillas al suelo, procurando recuperar al aire perdido con algo de desesperación en su mirada…no podía respirar bien a causa de esa costilla rota e incluso puede que su mirada tan cristalina como sincera fuera humedeciéndose. ¿Cómo era posible?, que una pequeñas lagrimas asomaran por sus ojos al mismo tiempo en que oprimía el suelo con ambas manos, cerrándolas e hiriendo las palmas de ambas manos al enterrar las uñas…Mordió su labio inferior ante la impotencia, llena de un sentimiento que antes no había conocido, con su orgullo quebrado en unos cuantos pedazos ya que ninguna batalla le había costado nunca tanto en el pasado. —Por favor, necesito resistir un poco más…S-solo un poco más— ¿A quién le rogaba?, eso era algo que jamás se sabría, pero su tono de voz era tan bajo que pasó a un segundo plano. Y aunque no pronunció nombre alguno…fue Odín quien colmó sus pensamientos en ese entonces.

Volvió a tomar la espada, clavándola sobre el suelo a medida que mantenía ambas manos sobre la empuñadura y ambas rodillas en el suelo como soporte. Cerró los ojos lentamente para proceder a recitar lo que parecía ser una pequeña oración en un idioma que seguramente solo las Valkirias podían llegar a conocer a la perfección…un dialecto excelso que escapaba de las manos del tiempo. Segundos después, el cuerpo de la fémina comenzó a emanar una tenue luz dorada que también cubrió parte del terreno…La conjunción de energías desconocías generaban que los cabellos de la mujer se mecieran a nueva cuenta aun sin la presencia necesaria de viento, pero ella permanecía completamente concentrada hasta que nuevamente su mirada fue abriéndose de modo lento, fijándose en el objetivo.

Una parte mucho menor del ejercito de Odín había sido invocado, las almas de los guerreros caídos en batalla estaban tomando forma frente a los presentes, espectros de luz montados en corceles de igual apariencia, difusos, que adoptaban una clara posición frente a la Valkiria. —¡Valhalla!— Musitó con decisión en un tono de voz imperativo cuando finalizó en recitar el conjuro, observando cómo estos seres que parecían formados de luz se abalanzaban a toda velocidad para embestir al oponente elegido.

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por **Auros** Miér Mayo 04, 2016 11:13 pm

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por **Izaak K. Arliden** Miér Mayo 04, 2016 11:36 pm

Si contara las veces que se sorprende al regresa a su país de retorno no terminaría, después de todo pasa más tiempo en sus viajes que en su propia tierra natal, algo que como Custos no sabría si es bueno o malo, ya no veía caras conocidas, no sabía si se habían mudado o en el peor de los casos, fallecido. Sin embargo, le causaba siempre nostalgia volver, cada vez que lo hacía se encontraba con cosas nuevas y nadie con quien pudiese cruzar una palabras, lo bueno era que siempre podía hacer nuevas amistades, aunque él no era alguien que estaba dado para socializar.

Después de entregar su informe al Lord sobre sus viajes, quiso descansar, pero lamentablemente su habitación había cerrado y aquella posada que reservaba siempre se había convertido en una importante tienda de cosméticos en donde las chicas le recibieron con una mirada repugnante y casi indagando que se marchara y soltó un suspiro lleno de cansancio cuando se fijaron de quien hablaban, al grado de que la encargada y sus secretarias le pidieron una disculpa de rodillas. Fue realmente difícil convencerlas que todo estaba bien, pues por un segundo creyeron que les iba a cerrar la tienda y destruir el negocio “qué clase de pensamiento tienen sobre” pensó el azabache al salir de aquel lugar.

Lo siguiente que hizo fue ir por un lugar para descansar, pero en su camino se encontró con un bar, si necesitaba descanso y actualizarse, lo mejor eran esos lugares, algo que se la había vuelto ya una costumbre, si necesitaba información, seguramente ahí la obtendría. Sin embargo, de lo único que se hablaba en esos momentos era de una pelea muy esperada en el coliseo, algo que no lograba comprender, más sin embargo, escuchar su nombre, uno de sus apodos y de quienes se trataban se le subieron las intrigas de presenciarlo y se olvidó de su cansancio para abrirse paso en unos cuantos minutos hacía aquel enorme lugar.

La gente entraba ahí como hormigas, las filas estaban llenas y completamente abarrotado de gente, algo increíble de ver, pero antes de llegar ocultó su rostro bajo una capa al igual que su presencia y desde lo más alto del coliseo se sentó a observar con tranquilidad. La pelea aun no comenzaba, pero ahí se encontraba ella, majestuosa, elegante, inquebrantable y tremenda; una suave sonrisa se dibujó mientras que su mirada rápido cambio al chico que recién ingresaba, que si bien no olvidaba se trataban de un agente del gobierno, Marcus Seth Blacklock, de nuevo la situación le hizo sonreír y se sentó a mirar el inició de aquella batalla.

– Pero que tenemos aquí – susurró en las alturas.

Al inicio de la batalla todo parecía estar bien, pero luego, las cosas empezaron a salirse de control y era de esperarse de gente como ellos, era como enfrentar a dos bestias poderosas en un lugar tan desprotegido, así que antes que las cosas pudieran arruinar la pelea, alzó la mano para crear una barrera de viento protectora, que destruía todo aquel que tocara, como los escombros que aquellos dos desprendían de cada ataque con enorme magnitud, mientras que por dentro, la sangre le hervía de solo observar.

– Si esto fuera una batalla de elementos, yo sería el primero en perder – decía para sí mismo mientras veía como a cada segundos, ambos cambiaban de elementos, como si fueran magos especializados en todos los elementos, grandes maestro de magia. El pelinegro observaba cada segundo con una sonrisa – ¿no crees, Bellarosa? – le dijo a aquella pequeña Kyubey se posaba en sus hombros, mientras el pelinegro le alimentaba tranquilamente.

por **Marcus S. Blacklock** Miér Mayo 04, 2016 11:50 pm

Era la batalla más dura que había enfrentado y el contrincante más poderoso con el que se había cruzado. Marcus siempre había enfrentado desafíos que no llegaron a costarle demasiado pero esa pelea lo había llevado al límite. Su cuerpo estaba casi a punto de desmoronarse, apenas era capaz de mantenerse en pie además que el hielo se había derretido con el último ataque de la pelirroja y ahora sangre mezclada con ceniza manchaba la tela de su pantalón. No sabía de donde estaba tomando la energía necesaria para resistir pero de alguna forma aunque temblando, mantenía su postura erguida que todo samurái mantenía hasta que su vida le era arrebatada.

Observo sin moverse como su compañera era acribillada por las estacas, dejando ya de mostrar sorpresa alguna cuando vio que no basto para derribarla. No estaba seguro que necesitaría para derrotarla, parecía que sin importar cuanto poder usar, Gissel continuaría levantándose sin descanso y eso solo terminaría con el fénix cayendo rendido por el dolor. Sin embargo no tuvo tiempo alguno para un descanso, ni siquiera para un respiro porque al escuchar aquel extraño cantico, preparo su cuerpo para la siguiente oleada. Jamás diría nada porque no le importaba ser derrotado en ese lugar, había dejado toda su energía, toda su fuerza en esa pelea y había logrado poner contra las cuerdas a una guerrera que llevaba leyendas con su nombre en ellas. Había demostrado la fuerza que lo puso entre los hombres más poderosos de Chaos, demostrado que no llego a donde estaba por suerte sino con una lucha férrea y ahora solo quedaba esperar el climax de ese combate.

Sin palabras, como un niño en presencia de un dios, quedo por un momento paralizado en la presencia de esas criaturas fantasmagóricas. Guerreros respondían al llamado de la Gladius, soldados que lo rodearon dispuestos a destrozarlo y aunque levanto un domo de piedra alrededor de su cuerpo, este mismo se resquebrajo bajo la fuerza de sus embestidas. Lo que sintió a continuación fue dolor en su más puro estado, las armas de esos soldados etéreos cortaban su piel mientras que los cascos de los animales dañaban sus huesos, quebrando incluso un par de costillas. El aire abandonaba los pulmones del fénix e incluso su consciencia parecía querer escaparse cuando un profundo grito afloro de su garganta, liberando ráfagas de energía negra súper caliente. Algo en su interior se rompió, más allá de su cuerpo, algo en su mente se liberó y desato la técnica más poderosa del hombre.

Su piel estaba cubierta de cortes, algunos profundos y otros superficiales pero en lugar de sangre, solo emergía vapor rojizo de las heridas. Su mirada permaneció oculta por su cabello mientras que sus manos se hundieron en la piedra, atravesándola hasta la altura de sus antebrazos. Entonces un violento terremoto se hizo presente en el coliseo, agrietando las rocas alrededor del fénix y abriendo varias fisuras por donde primero emergió humo pero luego una luz rojiza se hizo presente, una que fue creciendo a una velocidad vertiginosa hasta el momento en que alrededor del hombre dos volcanes, porque a pesar que su tamaño apenas rebasaba al azabache, de sus cráteres se vertía sobre el suelo ríos de lava hirviendo —No me rendiré…asi tenga que inmolar mi propia alma…no pienso caer...¡¡¡INFERNUS!!! —Grito a viva voz, enderezándose y comenzando a correr hacia la pelirroja mientras a su lado dos canes infernales se formaban, sus cuerpos de magma puro— GRAWRRRR —No fue un grito sino el gruñido gutural de un animal acorralado, un animal dispuesto a todo para sobrevivir.
Estirando sus manos, tomo magma de los dos canes y cubrió sus manos casi por completo sus brazos, lanzando a los animales contra ella mientras entre sus manos se formaraban dos largas picas de roca fundida, las cuales lanzo con toda la fuerza que le quedaba hacia la mujer, creando dos pilares de pura lava junto a sus bestias.

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por **Auros** Miér Mayo 04, 2016 11:50 pm

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por **Gissel Gremory** Jue Mayo 05, 2016 12:32 am

No había duda alguna, Gissel ya no podía resistir más de pie y cualquier intento de erguirse sobre sus piernas era fallido…Mantenía las rodillas sobre el suelo y la mirada completamente perdida en su oponente, le observaba, sí, pero a la vez sin hacerlo, pues a causa del cansancio…del agotamiento en su puro estado, ya le era imposible discernir con propiedad. Los sonidos se distorsionaban cada vez más, las imágenes eran difusas e incluso su cuerpo iba perdiendo temperatura conforme pasaban los segundos…Aturdida a más no poder, así se sentía, pero ya siendo incapaz de volver a atacar, solo permaneció así…de rodillas, consiente de su destino final.

No distinguía exactamente que ataque venía a darle el golpe de gracia, pero automáticamente extendió la diestra con debilidad, algo temblorosa como para intentar crear una barrera de fuego, pues ni aun vencida se daba por acabada. Era ese instinto lo que la hacía aferrarse a una última oportunidad de victoria, ya que la rendición no era obviamente una palabra que adoptase como propia ni tampoco asimilase. Por primera vez en mucho tiempo, esos ojos de tonalidades aguamar se mostraban opacos, algo vacíos, perdidos en quien sabe qué momento o que recuerdo…Con todas sus fuerzas se esforzó para mantener la defensa intacta, pero ante el ataque avasallante del primer guerrero Gladius nada pudo hacer al golpearle de lleno…Quemaba, ardía incluso como las llamas de ira a medida que era embestida y caía pesadamente contra el suelo del coliseo.

Intentó pronunciar palabra alguna, más solo parecía que la Valkiria volvería a erguirse para continuar dando pelea, pero no…su cuerpo ya no respondía entre los ataques recibidos ni aunque quisiera. El cansancio como el dolor eran sus verdugos en ese preciso instante en el que su respiración iba tornándose irregular, para finalmente exhalar en un gesto casi imperceptible hasta que gradualmente un tenue brillo apareció en su mirada. No sintió miedo ni tampoco tristeza, solo paz, había algo en el viento…una presencia sutil como acogedora que calmaba el corazón de la guerrera. Casi sin raciocinio esbozo una sonrisa cálida, dulce, al menos por breves segundos en los que esta fue esfumándose y sus ojos se cerraron ya. Ya no había mucha vuelta que darle, resistió quien fue más apto en el encuentro. Los últimos rayos solares acariciaron la piel de la mujer, la que en algunas zonas se encontraba manchada con su propia sangre en hilos finos que buscaban un cauce. El tiempo se detuvo para Gissel, ya no había más dolor ni tampoco cansancio, pues había sido tomada por la misma nada en paz perdurable, infinita.

La brisa continuaba moviendo los cabellos de su frente como si se tratase de una sutil caricia reconfortante, siendo que la batalla se había desarrollado de manera tan feroz, en su semblante se notaba mucha paz. Así mismo, la temperatura corporal de la chica iba descendiendo gradualmente y ya con algo de quietud podían apreciarse más las heridas, la complejidad de estas pero que terminaría superando en un futuro cercano.

Altiva, orgullosa y caprichosa, así solían describir a una mujer cuya mano jamás temblaba a la hora de pelear por su reino, por su gente. Ella era como una imagen entrecortada en el tiempo, puesto que su sonrisa, su mirada e incluso su voz eran capaces de cautivar a cualquiera aunque ella obviamente no se lo propusiese…Finalmente, el cielo pasó de tonalidades naranjas a rojas para finalmente oscurecerse casi en totalidad, revelando algunas indiscretas estrellas que lucían juiciosas en el firmamento imponente de la bóveda nocturna, como si de algún modo supieran que ese día y por vez primera…la reina roja cayó.

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por **Auros** Jue Mayo 05, 2016 12:32 am

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por **Kuro Usagi** Jue Mayo 05, 2016 1:30 am

Eran tantas ciudades en cada reino que debía de visitar en Spirit Soul, queriendo saber más de este mundo. Aunque también en el fondo a veces me preguntaba de donde provenía yo, pues desconocía este dato aun actualmente. Cuando trataba de forzarme a recordar esto ultimo, en mi mente solo había blancura, siendo que eso me llevara a dejar de pensarlo y centrarme más bien en el presente que en el pasado o futuro. Pues era bien sabido que ambas podrían dar dolor de cabeza si te centrabas en ello o al menos muchos habían nombrado de esto, aunque yo realmente veía con optimismo la gran mayoría de las cosas. Pues gracias a que estuve entrenándome a fondo, subí al rango de Terzio Dei con gran esfuerzo.

Hoy era día de pasearme entre las calles de Spatium, nada nuevo realmente. Ya que últimamente esto es lo que hacia para empaparme de la cultura del reino de Spatium. Después de todo, yo vivía aquí. En algunas zonas habían unas señoras mayores en un banco hablando de su vida o de la gente que pasa por delante de estas y otras que iban y venían a quien sabe donde. Fue entonces que al pasar cerca de un grupo de gente, pude escuchar sobre algo del coliseo de Spatium que me llamo la atención. Me detuve y agudice mis orejas azuladas, haciendo que estas se movieran ligeramente. Se trataba de la voz de un hombre y este decía sobre que en ese lugar estaba aconteciendo un combate bestial, de esos que realmente no se ven mucho. Cosa que me hacia pensar de que quizás los oponentes eran fuertes. Asentí entonces con entusiasmo, alzando mi puño un poco al aire. Tenía que ver quienes estaban armando tanta expectación en la gente. También era para ver el nivel que tenían.

Me tomo mucho tiempo llegar al coliseo a pesar de que mis piernas eran rápidas. Siendo que yo recorría todo a pie, pero cuando llegué, me fije que estaba todo abarrotado de gente. Con eso me hacia ver que realmente la batalla estaba siendo gratificante de ver para ellos, por lo que yo también debía entrar pero era mejor coger por otro lado y buscar donde estuviera más vació, aunque eso seguramente era más bien algo complicado pero no estaba de más el hecho de intentarlo. Ya decidida, entré entre la multitud y pude ver de quienes se trataban tanta expectación. Aunque realmente solo conocía a Giss, del hombre ni si quiera sabía de donde provenía. Como pude, comencé a coger impulso para saltar demasiado alto, tratando de llegar a las zonas más alta y cada vez que mi pie tocaba una parte plana del coliseo, volvía a tomar impulso para volver a saltar hasta llegar a una zona intermedia del coliseo. Desde ahí comencé a ver el combate o al menos la mitad de esta al haber llegado algo tarde.

Observaba con admiración como ambos manejaban tantas habilidades, haciéndome ver que a mi me faltaba aun mucho por desarrollar infinitas habilidades que tendría que aprenderme en un futuro. Además de que me hacia ver que Giss realmente portaba una gran fuerza. Omitiendo eso, muchas veces parecía que iban a tirar abajo el coliseo, cosa que me hacía temer por la gente que estaba ahí pero ni si quiera me daba tiempo para hacer algo, porque parecía ser que alguien ajeno ya se encargaba de ello aunque no sabía de quien se trataba, a pesar de que mire alrededor de mía después de eso. Aunque después hubo un terremoto del cual hizo que emergieran dos volcanes, aunque sabía que esa presencia ajena acabaría por ocuparse de ello.

Finalmente, cuando Giss perdió. Cosa que en parte no esperaba, ya que quería que ganara ella por conocerla. Aunque realmente para mi es como si hubiera ganado después de tanto poder que mostró, cosa que cualquiera no podría. Fue entonces que tome la decisión de retirarme, sabiendo que no tenía nada más que ver. Siendo así que abandonaba el coliseo impulsándome entre saltos para bajar y salir luego entre alguna multitud que ya se retiraban.

por **Marcus S. Blacklock** Jue Mayo 05, 2016 1:31 am

Una guerra donde solo hubo dos contrincantes, un juego de ajedrez donde la reina y el rey intentaron tomar la victoria para sí mismos y en un giro inesperado de los eventos, el fénix obtuvo la victoria. Era casi una ilusión para el azabache que luego de impactar a su compañera con su último ataque, callo de rodillas y en ese momento sus bestias desaparecieron en el viento. Había forzado su cuerpo más allá de sus límites pero aun no era el final del combate, al menos no del todo.

Buscando fuerzas donde ya casi no había ninguna, se puso de pie nuevamente. Deslizo su mirada por los rezagos de la pelea, sorprendido de la destrucción que fueron capaces de causar dos simples personas. Solo en ese momento fue consiente del poder que poseía y de la fuerza que poseía su compañera, teniendo claro que aunque gano, fue una victoria otorgada por la suerte. Fácilmente pudo ser el quien hubiese caído pero ahora tenía un deber como soldado y también como hombre. Creando una pequeña llama, quemo la herida de su pierna, logrando de esa manera poder caminar sin cojera, avanzando mientras movía los escombros usando una fracción de su energía restante.

Finalmente logro llegar donde la mujer, observándola por unos instantes de pie antes de arrodillarse sobre el suelo, cruzando su brazo derecho bajo esa melena de puro fuego— Eres la primera persona que me ha llevado a este límite…la primera que me obligo a consumir casi todo mi poder en un solo combate —Murmuro sin saber si podía escucharlo, llevando su otro brazo hasta las piernas de la Gladius, cruzándolo por debajo de sus rodillas. Finalmente haciendo acopio de la fuerza que le quedaba, se enderezo con la mujer entre sus brazos— Creo que debemos buscar donde curarte pelirroja —Musito con una ligera sonrisa mientras usaba una delicada brisa para quitar los pequeños escombros que manchaban su rostro.

Elevo su mirada, tomando un poco de aire antes que sus alas negras aparecieran en su espalda, ardiendo con menos intensidad pero aun lo bastante fuertes para soportarlos a los dos. Se aseguró de tener bien cogida a la muchacha antes de batirlas una sola vez, poco a poco elevándose sobre el suelo del coliseo— Estoy seguro que pronto me pedirás la revancha…y estoy ansioso por ello —Musito antes de cerrar sus dos ojos, dejando una estela de fuego tras su cuerpo mientras se perdía junto a la pelirroja en el vasto cielo nocturno.

por **Izaak K. Arliden** Jue Mayo 05, 2016 1:50 am

Todo tembló, por un momento creyó que todo el coliseo iba a terminar destrozado, la gente se alboroto y buscaba salida del lugar casi de manera desesperada, podía mirar como la lava salpicaba por afuera de la gran barrera que había establecido y aun estando en una situación de sumo peligro, él mostró una mirada sonriente e inquebrantable, decidió dejar su lugar de confort y consigo comenzó a bajar por las escaleras con majestuosidad que solo a él describen, la gente gritaba llena de pánico y pero justo en ese momento de pánico un sonido logró escucharse, como una pequeña campanilla, un viento acaricio a cada uno de los presentes, humanos, mortales e inmortales y los que no pudieron con su presencia cayeron desmayados por aquella dulce y cálida brisa, el Custos hizo presencia, levantó el rostro con benevolencia y alcanzando el balcón más cercano a la arena dio un pisotón que resonó por todo el lugar evitando que aquellas erupciones de volcanes rompieran el coliseo entero, calmando el temblor con otro temblor que hizo mantener a la tierra en su lugar.

Lo segundo que pudo ver es como ella caía, en su mirada podía ver como se desprendía la corona de su cabeza y por alguna extraña razón la rabia le consumió, ella había perdido, a quien le debía la vida había perdido, levantó la mano y un viento solano le ayudo, haciendo que su cuerpo reposara suavemente sobre las rocas y evaporando el fuego donde estaba a punto de caer, la miró sonreír, había sido una excelente pelea, pero era algo de lo cual a él no incumbía, pero sin duda, tendría que pasar meses para que aquel lugar pudiera volver a estar en función, él tan solo había podido evitar que todo terminara hecho trizas, ya que esos ataques pudieron borrar de la faz de Spirit aquel lugar.

Volvió a echar la capucha en su rostro y al caminar desapareció en un soplido del viento, no sin antes mirar como el guerrero de Gladius la llevaba a un buen lugar para curar sus heridas, no tenía que preocuparse de nada más, así que sin que nadie más se fijara, desapareció como el suspiro de Dios.

por **Astrid Dagmar** Jue Mayo 05, 2016 11:33 am

Un combate de uno contra uno protagonizado por dos de los mejores Guerreros Gladius no era algo que ocurriera todos los días. Y más escasas eran las oportunidades que podía permitirse Astrid para poder presenciar una batalla de ese estilo. Había tenido el placer de conocer a los dos participantes poco tiempo atrás, y había podido comprobar con sus propios ojos el poder destructivo que albergaba uno de ellos. ¿Estaría su contrincante a su altura? Para ser una soldado del mismo nivel, debía ser capaz de hacerle frente como mínimo.

Debido a que disponía de cierto tiempo libre, consideró que podría permitirse el lujo de asistir al combate celebrado en el Coliseo de Spatium. Cuando llegó a ocupar un sitio en las gradas, pudo ver el momento justo en el que Blacklock efectuó un cariñoso saludo a su contrincante, lo que le hizo pensar que incluso podría llegar a ser una costumbre del guerrero. Aunque no lo opinaba en serio, por supuesto.

Tal y como pensaba, la batalla se desarrolló con una violencia aún mayor de la que jamás había visto. El hecho de que ambos soldados fuesen compañeros no impedía que la fuerza de sus golpes tuviese la misma agresividad que la que empleaban contra feroces enemigos — ninguno de los dos iba a contenerse, y como típicos guerreros de Chaos, lucharían hasta que no pudieran mantenerse en pie, sin estar dispuestos a dar su brazo a torcer, ni siquiera aunque su oponente se lo destrozara de manera literal.

Desde el principio, Blacklock pareció contar con ventaja, probablemente provocada por su afectuoso y explosivo saludo. Gremory, sin duda alguna, fue capaz de estar a la altura, hiriendo de gravedad a su compañero. Con cada ofensiva, la totalidad de la edificación temblaba, amenazando a los asistentes al espectáculo con su inminente derrumbe, hasta el punto de que muchos de los espectadores de esa rápida pero intensa batalla se vieron obligados a abandonar el recinto, huyendo despavoridos por puro temor.

Los guerreros no sólo eran capaces de efectuar poderosos ataques, si no que además tenían la suficiente resistencia y entereza como para poder resistir uno de ellos. Astrid sabía que si estuviese en el lugar de uno de los contendientes caería tras el primer golpe, a no ser que el atacante hubiese realizado un mal movimiento y ella pudiese reaccionar a tiempo para poder mantenerse en pie pese al daño recibido. Pero sólo sería eso: cuestión de suerte. En el caso de Blacklock y Gremory, más que suerte, se podía observar la maestría que desempeñaban, con la que ambos hacían despliegue de su increíble fuerza.

En lo que podría considerarse un tiempo récord, Gissel Gremory, la Reina Roja, tal y como le conocían algunos en el campo de batalla, cayó grácilmente ante los pies de su contrincante. Él, por su parte, no dudó en tomarla consigo, orgulloso de la hazaña realizada y mostrando a la vez piedad por su compañera derrotada. Si bien Astrid nunca tuvo preferencia por ninguno de los dos, tras haber presenciado por primera vez las hazañas de Blacklock en Chaos, podía esperar que él resultara victorioso.

—Aún tengo mucho que aprender de ti, Marcus—murmuró para sí misma, esbozando una ligera sonrisa de complicidad hacia Blacklock, pese a que él ya había desaparecido del coliseo con Gremory en brazos. La mujer dejó escapar una leve risa, satisfecha por la grandiosidad del combate que se había celebrado allí, y sin más, se marchó junto a la multitud que abandonaba el lugar.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater