Todo por un arma [Priv. Hikari]

por **Ithel Ebner** Mar Mayo 31, 2016 10:56 am

El constante sonido metálico de las monedas, el ruidoso hablar de la multitud y los interminables trueques daban la certeza necesaria de encontrarse en el que era la ciudad más comercial de toda Chaos. Llegar hasta ella no era en absoluto tarea fácil, pues había que recorrer una larga distancia hasta llegar a un portal donde te trasladaría a millares y millares de metros bajo tierra, solo para acceder al paraíso de los mercados negros y autónomos. Sabiendo esto ¿Qué tenía que hacer el caballero de hebras doradas en un sitio como ese? Bueno, él había estado pensando en ir a reunir algunas “hermosuras” para su colección, y por esa palabra se refería a atractivas espadas que pensaba comprar. Era muy cierto que su habilidad le permitía invocar espadas y otros tipos de armas, pero no era tan sencillo como la situación te lo pintaba, pues para poder invocar primero se debía poseer. Y a su vez para poseer primero se debía adquirir.

El calor era muy palpable en el ambiente y todas las calles estaban repletas de gente que, como mínimo, dejaban caer de sus manos hacia otras manos desnudas unas pocas de monedas. En aquellos lugares era recomendable no llamar demasiado la atención, por lo que Ithel prescindió de viajar con su armadura de oro puesta, además de que el calor hubiese sido insoportable. Actualmente llevaba una pequeña ramera de color blanca y finas mangas, unos vaqueros de color marrón y unos zapatos de cuero del mismo color que lo anterior. Le tomó un par de esquinas ubicar un pequeño puesto donde una de las armas le llamó la atención. Una increíble espada de hoja aserrada con una empuñadura de color esmeralda se postraba ante él, como si pidiera a gritos que la hiciese parte de su propiedad. Una mirada directa con una sonrisa ladina escapó de su rostro hacia el mercader, quien en seguida se dio cuenta de ello.

“—¿Ha visto algo de su gusto?—“ El rubio volvió a echar un vistazo a la espada de reluciente hoja. —Parece que tienes ahí una increíble joya, ¿Cuál es su precio?— Formuló señalando con un ademán de su dedo índice al artículo. Ithel no obtuvo respuesta alguna, en su lugar el vendedor pareció mostrarse nervioso como si una gota de sudor apareciese por su sien izquierda. “—Verá… Esa espada… No se encuentra en venta.—“ El caballero de élite no tardó en fruncir el ceño, fulminando con la mirada al hombre ligeramente rellenito. —¿Cómo que no está en venta? Oye, oye… No trates de tomarme el pelo.— Sonrió. —Si se encuentra a la vista es porque cualquiera lo puede tener ¿Me equivoco?— Su tono de voz sonaba sereno, pero daba a entender que en su interior cierta tensión comenzaba a generarse, pues no le gustaba en absoluto que le vieran la cara de idiota.

“—S-sí… Tiene razón.—“ Musitaba el hombre a la par que asentía con su cabeza. “—Pero… Resulta que esta espada ya ha sido reservada por alguien.—“ La situación no podía volverse peor, pues cada vez que el mercader abría su boca, Ithel comenzaba a sentirse más furioso. —¿Reservada dices? Me parece que las cosas no funcionan así…— Tragó saliva. —La regla básica del comercio es que el primero con el dinero suficiente para pagar, se lo queda.— El contrario asintió otra vez. —¿Quién es la osada persona que ha cometido tremenda estupidez? Dame su nombre.— “—E-eso es…—“ —¿No me has oído? He dicho que me des su nombre, mi paciencia no es infinita.— Espetó, más como amenaza que como dato, dispuesto a sacarle la información a la fuerza si era necesario.

por **Kiss Shot** Mar Mayo 31, 2016 1:25 pm

El tiempo transcurría lentamente y sus recuerdos poco a poco volvían, de ser una extraña mujercilla sin objetivo aparente a tener un cambio radical en su cerebro, con cada experiencia nueva hacía que el fuego de su memoria se encendiera poco a poco, pero los últimos acontecimientos de su vida simplemente hicieron estallar su cabeza, en tan solo un evento importante logró retomar su filosa y vieja forma de ser. Su renombre renacía junto con su personalidad logrando un cambio considerable en su forma de actuar y de ser, ¿Quién era realmente ella? Los viejos pergaminos del tiempo podrían recordarla, las personas con más carga de vida reconocerían ese rostro lleno de frialdad, ese cabello largo y dorado que llega casi hasta el suelo pero crea un laberinto de picos que suben impidiendo que toquen la suciedad de la tierra, muchos recordarán aquella voz imponente y esos orbes de color miel que penetraban lo más profundo de un alma de hierro y roca, y sin duda alguna muchos recordaran el hermoso y perfecto cuerpo de aquella demoníaca figura femenina, el contonear de su caminar, el seducir de su hablar, una mujer singular desde muchos puntos de vista.

Mujer nacida en Chaos, era habitual encontrársela por esas calles no solo debido a su trabajo, tenía su vida personal en ese agujero de crimen y caos que afortunadamente ella misma le ponía un poco de orden de vez en cuando al momento en que la inestable ciudad perdiera el control, pero esta vez venía por algo muy distinto a lo que solía hacer, se trataba de algo que le traía bastantes recuerdos, no se trataba de una persona o una simple baratija, ella misma encargó un arma especial que junto con su enorme guadaña traía encima, la recordaba tan bien que inclusive hizo una pintura para no olvidar como era en un futuro, pero esta se encontraba ahora perdida y lamentablemente no sabía en donde encontrarla... así que optó por imitarla. Contactos tenía bastantes y fue guiada hasta el mejor herrero de Rihm y con bastante tiempo habló con el para intentar imitar algo similar. Mucho tiempo pasó pero al final había sido llamada para que su queridisma arma volviera consigo.

Caminaba como cualquier civil, vestía de una forma bastante particular que solía llevar cuando se mostraba ante muchas personas, un vestido negro que cubría todo su torso y vientre, y que de la cintura para abajo se tornaba de color carmesí hasta tocar el suelo, con pequeños cordones que mantenían todo en su lugar y por supuesto unas zapatillas de color negro que hacía cierto ruido al pisar. Hacía calor como de costumbre pero realmente estaba más que acostumbrada a ello, por lo que se tomó su tiempo para beber algo, mirar cosas en el mercado y husmear por ahí a ver que nuevas presas pagarían su hogar, pero cuando llegó a su destino se topó a lo lejos con aquel herrero a quien había contratado con bastante tiempo atrás. Al acercarse un poco pudo escuchar la conversación que tenían.. ¿Esa cosa exhibida era su gran espada?... bufó mientras lentamente fruncía el ceño, pero entonces nuevamente escuchó las palabras de aquel sujeto con agallas. ¿Tremenda estupidez?.

La mirada del pobre herrero simplemente se desvió al notar su presencia, con mucho más nervios comenzó a balbucear cosas sin sentido y entonces fue cuando cortó aquella disputa. -Hiroshi Hikari dio un par de pasos al frente mientras miraba aquella espada.. ¿Qué era esa cosa?... la tomó del mostrador y la agarró del filo solo para comenzar a detallarla. -¿Es el nombre que querías escuchar?. Dijo mientras continuaba viendo con detalle su "recreación". -No es lo que te ordené, anciano. Habló mientras entrecerraba su ojo derecho al mismo tiempo jugueteaba con sus manos sobre la obra de aquel sujeto -B-bueno.. E-el modelo que me has dicho no es ergonómico... a-ademas un filo... U-un filo tan largo es m-muy dificil de controlar... H-he hecho un p-par de modificaciones pa.. Y un fuerte sonido se escuchó, ella golpeo la mesa con su puño. -No-es-lo-que-ordené. Aparente burla con su tono de voz.

Este pobre sujeto no dijo una sola palabra, tan solo asintió con la cabeza mientras que aquella fémina se mantenía con el arma entre manos. Basura. Mencionó mientras giraba la vista hacia el rubio que con agallas le llamó estúpida. Al igual que esta espada, tu paciencia y tiempo es basura. Sonrió lentamente mientras con su mano derecha sostuvo el mango, y con la izquierda sostuvo la punta contraria, y con tan solo hacer un poco de presión esta se partió en dos, luego la tiró al suelo justo en los pies de ese tipo. -Toda tuya.

por **Ithel Ebner** Vie Jun 03, 2016 9:41 am

Sus rojizos orbes cuya pupila vertical guardaban en su interior continuaban mirando al hombre quien solo sabía colocar una excusa detrás de otra. ¿Para qué seguir con esa discusión sin sentido? En el mostrador se hallaban otras armas de diseño atractivo que fácilmente podrían sustituir para que el caballero dorado señaló. Pero no, ya no era una cuestión que girara únicamente en torno a esa espada, solo se trataba de simple capricho el deseo de querer ver intimidado al hombre frente a él, y de alguna manera también dañar a la persona detrás de esa joya con filo. Si él quisiera podría tratar de arreglar todo identificándose como parte de los caballeros de élite en el ejército de Chaos, pero tampoco quería armar un revuelo, ya que en teoría estaba allí en estado de civil. —Lo repetiré por última vez.— Miraba fijamente al contrario, mostrando una sonrisa maliciosa y divertida para él, ubicando ese encanto oculto que se encontraba en ser el “depredador”. —No me gustaría tener que sacarte la información a la fuerza.— Inhaló aire. —Dime el nombre de ese idiota ahora mismo.— Al tiempo que dejó escapar aquellas palabras, el hombre al otro lado del mostrador desvió la mirada y su rostro cambió por completo, como si hubiera visto alguna especie de espectro.

“—Hiroshi Hikari.—“ Una voz femenina completamente desconocida para el rubio hizo eco en su mente, hacienda que volteara media vuelta su cuerpo para observar con sus ojos a la intrusa dentro de la conversación. Una vez estuvo en posición, se tomó su tiempo en observarla de arriba abajo, sintiéndose satisfecho con la imagen visual que recibía. Aquel llamativo cabello dorado que finalizaba en puntas onduladas hacia arriba, ese hermoso vestido de oscuros colores que adornaba la sensual figura de esa mujer y ese carismático rostro acompañado de dos atractivos ojos. “—¿Ese es el nombre que querías escuchar?—“ La mujer pasó un poco de largo a Ithel por un costado y se dispuso a examinar el arma. El caballero simplemente la siguió con su mirada, sonriendo de forma ladina ante una situación algo cómica. —Así que tú eres…— Echó a reír un poco por lo bajo. —Parece que llegaste justo en el momento más indicado.— Le dedicó una mirada sobrante de confianza. —Estaba a punto de hacerle algo terrible a tu recadero, deberías agradecerme que siga sobre sus dos piernas.— El hombre observó divertido la pequeña disputa de los otros dos, en lo que la mujer se quejaba por el diseño del arma y el otro cobarde solo colocaba un pretexto detrás de otro, de la misma forma que había hecho con él.

El espectáculo sin duda alguna resultaba ser bastante entretenido, pero por desgracia el ambiente no tardaría en cobrar un rumbo de ciento ochenta grados. La mujer se giró hacia Ithel y muy inocente él pensó que sería para dedicarle palabras bonitas, aunque nada más lejos de la realidad, lo que escuchó le enfureció bastante. “—Basura.—“ El rubio frunció el ceño. —¿Cómo has dicho?— “—Al igual que esta espada, tu paciencia y tiempo es basura.—“ Con unos ligeros movimientos ella hizo añicos el arma que tenía en ambas manos, dejando caer los pedazos al suelo frente al caballero de oro. “—Toda tuya.—“ Se estaba burlando. No había espacio para la duda en que ella estaba osando burlarse del rubio. Frustrado, llevó su mano izquierda a la altura de su rostro y poco a poco comenzó a reír, en un tono que inició suave y fue intensificándose con el paso de los segundos. —Fufufu… Haha… ¡Hahahaha! Piensas que eres bastante divertida ¿Verdad?— En lo que Ithel terminaba de reír, el herrero mercader observada desde su lado del puesto a la espada hecha añicos en el suelo. “—Ohh… ¡Ooohh! ¿Quién va a pagar ahora por esto? El trabajo no fue gratis.—“ Expresaba de manera atónita.

—¡No te preocupes por algo tan mínimo como eso! Haré que ella lo pague con su humillación.— Acto seguido de decir eso, el caballero usó su poder para invocar una espada que tomó con su mano derecha, realizando un ademán de corte al viento con la misma. —¡Uhm! Lo que acabas de hacer sería considerado un crimen ¿Sabías?— Sonrió. —¡Yo, el caballero de Chaos Ithel, no puedo ignorarlo!— Exclamaba con intención de atraer la atención de los alrededores, algo que consiguió y preocupó a algunos por el hecho de andar portando un arma. —Supongo que podría arrestarte por ello.— Musitó realizando hincapié en la palabra “supongo”, dando a entender que esas no eran por enteras sus intenciones. —Admito que en un principio quise saber tu nombre, pero me corrijo, tal banalidad no merece ni el esfuerzo, ni el pensamiento.— La apuntó con el filo del arma blanca, posicionándose lentamente en postura de batalla. —¿Te parece si la hoja de esta espada te enseña buenos modales, mujer?— Fueron sus últimas palabras antes de dedicarle una sonrisa burlona y ladina.

por **Kiss Shot** Sáb Jun 04, 2016 6:06 pm

Su presencia hablaba por si misma y el temor de aquel sujeto ante su aparición no era un simple adorno, ¿Por qué alguien se pondría tan a la defensiva simplemente por un arma de poco valor? Era poco resistente y con tan solo un toque de presión terminó por romperse, las armas creadas a manos por los trabajadores de Rihm eran pésimas, aunque ella no era consiente de esto, pero se dio cuenta de su error en cuanto comprobó con lo que hizo con el arma. En cuanto la aparente burla del joven y enormes carcajadas comenzaron la gente de alrededor desvió la vista hacia donde estaban ellos, pues era dificil no hacerlo teniendo en cuenta de la gruesa voz del hombre que se postraba ahí. Ella por su parte mantenía una mirada bastante indiferente mientras esperaba a que este terminara de reír, pues al parecer le había causado gracia su comentario. Y el estúpido empleado de cuarta había hablado. -Ah, te pagaré en cuanto sepas hacer tu trabajo.

Pero respondieron por ella de una forma bastante agresiva.-"Haré que ella lo pague con su humillación"- ¿Qué clase de idiota era este hombre? No dijo nada al respecto, se limitó a observar mientras la multitud comenzaba a balbucear a su alrededor al mismo tiempo en que el alboroto del tipo rubio causaba cierta tensión en el aire. Se encontraban en un punto bastante caliente de Spirit Soul, Rihm era bastante reconocido por repeler a los agentes de autoridad, pues era una ciudad llena de Caos e ilegalidad: robos, asesinatos, violaciones, contrabando y corrupción eran pruebas suficientes como para saber que realmente las personas del gobierno no eran precisamente bienvenidas. Las personas murmuraban cosas mientras que seguían con su camino.-"¿Caballero?"... ¿Qué hace en un lugar como este?- -De seguro es un corrupto más de Chaos..- -¿Habías escuchado su nombre antes?..- -Si si... creo que era un recién llegado o algo así.. de las tropas de Chaos.. además ese cabello rubio es muy llamativo...- Cosas por el estilo pasaban, pues este logró bastante bien su cometido, llamar la atención.

Era un hombre apresurado sin duda alguna, en cuanto pudo hizo algo que la rubia no reconocía muy bien y de algún lugar sacó un arma blanca, lo admitía dentro de sus pensamientos, era un hombre veloz pero lamentablemente ella no era ninguna novata, en cuanto este terminó de hacer su exitosa y brillante presentación solo para apuntarle directamente con esa cosa la mujer de orbes color miel parpadeo lentamente mientras que en su mirada una leve sonrisa comenzó a notarse, mucho más sutil a decir verdad, al mismo tiempo en que su mano derecha recorría lentamente su propio torso hasta toparse con un pequeño estuche.-Lindo nombre para un perro del gobierno. Y sacó de su funda una pistola muy peculiar, era negra y con bordeados dorados artesanales, el cañón era corto pero era ligeramente grueso y tenía escrito en color dorado los simbolos "XV" en ambos lados, la empuñadura era totalmente negra y al parecer el arma era automática, pues no se veía ningún cargador visible.

Sin tomarle demasiada importancia comenzó a girar su arma utilizando su dedo indice sobre el guardamonte y rápidamente comenzó a jugar con ella en frente de el. Giraba y giraba su arma esperando a que terminara de hablar de una vez por todas y justo hasta que sugirió lo del arresto, entonces se detuvo y directamente apuntó hacia el torso ajeno estirando su brazo hacia el frente. -¿Crimen? Piensa un poco, chico listo, ¿Acaso robé o timé a este sujeto? Acabo de romper el arma que yo misma ordené y compraré, ¿Acaso es un crimen romper algo que es mio?. Sopló para apartar un mechón de cabello de su cara. Supongo que para ser un crío de las tropas de Chaos eres un simple novato, porque al parecer no sabes en donde estás y no conoces las reglas de este lugar, además he cumplido varios favores hacia su bando y por supuesto, me deben bastante, y tu, cachorro del gobierno, deberías lamerme los zapatos en este momento en vez de apuntarme con esa cosa, ¿O es que los caza recompensas también somos criminales? Soltó una pequeña risa.

Pero te elogiaré por tus agallas. Dio un paso hacia el frente y con su mano izquierda tocó el filo de aquella espada que blandía el sujeto y mientras avanzaba hacia delante, de la misma forma lo hacía su mano hasta toparse con el, cara a cara, guardó su arma nuevamente en su lugar y dispuesta a hablar esperó que este no se tornara agresivo, pues el lenguaje corporal femenino que tenía no indicaba que estaba por atacar. -No cualquier sujeto tiene la valentía de retarme... Bajó su tono de voz mientras sonreía placenteramente y sus orbes dorados mantenían la vista sobre el sujeto. ¿Acaso quieres que te enseñe las reglas de este lugar? A los cachorros se le pueden enseñar muchos trucos nuevos.- Y el sujeto de las armas simplemente se dio la vuelta, y los demás siguieron con su camino, ella sin siquiera decir algo para el público logró hacer que todos continuaran con lo suyo. Una bella mujer de cabellos dorados que con los años se hizo la pesadilla de muchos hombres.. que es recordada generación tras generación por su agresividad y poca compasión... el terror de los criminales y el sueño y el mito de muchos aventureros. No necesito una presentación, pues aquí todos me conocen.. ¿O es que no lo notas a tu alrededor?...

por **Ithel Ebner** Jue Jul 07, 2016 1:32 pm

El rubio desviaba su mirada de reojo ante un costado viendo cierta multitud de gente reunirse alrededor de ellos, pero manteniendo una distancia prudente. Su rostro se mostraba divertido por los comentarios de las personas, que si bien le importaban poco, había logrado que fijaran sus miradas en tanto él como ella, justo como quería. —Eso es.— Musitó bastante satisfecho. —Hemos logrado un escenario bastante propicio para ti, quiero que todas estas personas vean lo que sucederá contigo aquí y ahora.— Le expresó directamente a Hikari, mostrando una confiada sonrisa de oreja a oreja. La comisura de los labios de la mujer también se curvó, con una elegancia a la que sin duda el caballero no podría igualar, y tras realizar un recorrido con una de sus manos, acabó iluminando la vista de todos con un arma de fuego impregnado en un diseño bonito y llamativo. “—Lindo nombre para un perro del gobierno.—“ Una vez Ithel escuchó estas palabras, toda sonrisa divertida en su cara fue borrada al instante, como si le hubiesen propinado una rápida bofetada emocional a su orgullo. Después de todo lo que había hecho y provocado, ser considerado como un sucio perro era de los insultos más despreciables que podía recibir.

Una vez ella lo apuntó con el cañón de su arma, el hombre de dorados cabellos invocó en seguida dos espadas que no tardarían en salir disparadas a alta velocidad contra ella si tenía la osadía de apretar el gatillo; Había vivido lo suficiente como para poder ver el funcionamiento de esas armas. “—¿Crimen? Piensa un poco, chico listo, ¿Acaso robé o timé a este sujeto? Acabo de romper el arma que yo misma ordené y compraré, ¿Acaso es un crimen romper algo que es mío?—“ Ithel esperaba que sus palabras se detuvieran ahí, pero por lo visto a la rubia le gustaba bastante hacer funcionar sus cuerdas vocales, tanto que incluso comenzaba a irse de la lengua de ahí en más. “—Supongo que para ser un crío de las tropas de Chaos eres un simple novato, porque al parecer no sabes en donde estás y no conoces las reglas de este lugar.—“ La sonrisa volvía a aparecer en el rostro del hombre, pero esta vez no por diversión, sino por simple enojo, aunque por el momento esperaría que la contraria terminara sus no tan agradables balbuceos.

“—Además he cumplido varios favores hacia su bando y por supuesto, me deben bastante, y tú, cachorro del gobierno, deberías lamerme los zapatos en este momento en vez de apuntarme con esa cosa, ¿O es que los caza recompensas también somos criminales?—“ Echó a reír, lo cual le puso de los nervios. “—Pero te elogiaré por tus agallas.—“ Ella de forma extraña comenzó a caminar hacia delante, haciendo gozar el tacto de su mano con el filo de la espada que él mismo empuñaba, al mismo tiempo que el cuerpo de la fémina continuó quedando cara a cara frente a Ithel. ¿Elogiarlo por sus agallas? Más bien debería ser el caballero quien hiciese algo así por una acción tan demencial como la de la caza recompensas. “—No cualquier sujeto tiene la valentía de retarme.—“ En el momento que Hikari había enfundado su arma de fuego, el caballero de dorados cabellos hizo desaparecer el par de espadas invocadas previamente como medida de prevención. Además también dejó de apunta con la que mantenía empuñada en su mano, sin soltarla en ningún momento, pues la confianza que tenía puesta en la contraria era menor a cero.

“—¿Acaso quieres que te enseñe las reglas de este lugar? A los cachorros se les pueden enseñar muchos trucos nuevos.—“ Sus orbes se vieron cruzados entre sí y de alguna extraña manera se sentía tentado por ella, esa mujer de figura sensual que presumía tener cierto sobre nombre en los barrios bajos de aquella ciudad. Aunque sus palabras eran muy difíciles de olvidar. —Creo que estás malinterpretando algo.— Musitó con el volumen exacto en su voz para que solo ella pudiese escucharla. —Observa bajo tus pies, mujer. Aún no he visto ni una moneda tuya ¿Sabías? Ni siquiera reclamaste para tu posesión el arma. Yo solo vi a una mujer cualquiera tomar un material comercial y destruirlo delante de todos. Eso sí es un crimen.— Arqueó una de sus cejas aprovechando la cercanía de sus rostros, con intención de hacerla entender hacia qué dirección se dirigía todo esto. —Aunque tienes un punto donde dices que no sé nada sobre este lugar.— Dejó escapar una leve risa. —¿A quién le importa este mugriento sitio? Yo solo busco tesoros y bellezas que únicamente merezcan formar parte de mi posesión, y parece que he encontrado uno bastante hablador.— Expresó depositando una ambiciosa mirada en el rostro de la contraria, mostrando sus pupilas verticales, similares a las de un reptil.

Ella por su parte se dedicó a hacer uso de sus “secretos” para apartar al populacho de ahí y deshacer toda posibilidad de crear un espectáculo en ese mismo lugar. “—Una bella mujer de cabellos dorados que con los años se hizo la pesadilla de muchos hombres… que es recordada generación tras generación por su agresividad y poca compasión… el terror de los criminales y el sueño, y el mito de muchos aventureros. No necesito una presentación, pues aquí todos me conocen, ¿O es que no lo notas a tu alrededor? …—“ Formuló entre pausas dramáticas. Ithel volvió a reír levemente por lo bajo una vez echó otro vistazo a su entorno para ver como efectivamente las personas ya no les prestaban atención alguna. —Ciertamente parece que gozas de cierta reputación por aquí, eso haría el doble de divertido ver cómo reaccionarían ante la caída de su tal adorada diosa. Aun así, puedo ver que la sed de sangre no es lo tuyo y eso le arrebata encanto a la situación.— Expiró, parpadeando de forma lenta para acto seguido mirar directamente a los hermosos ojos de la señorita.

—Desperdicias saliva en vano. ¿Elogiarme por mis agallas? ¿Valentía? ¿Enseñarme las reglas?— Frunció el ceño. —No te sumerjas tanto en gloria, mujer. Un buen halcón sabe cuándo ocultar sus garras…— Dicho esto, le dio la espalda con intención de marcharse, pero no sin antes dejar en claro una última cosa. —Dos horas. En dos horas nos reuniremos en la planicie que hay a la superficie, ahí nadie nos molestará. Recomiendo que te prepares muy bien… has osado llamarme perro y cachorro en más de una ocasión, no cualquiera tiene la valentía de decirme tales ofensas.— Le devolvía sus palabras. —Estoy dispuesto a olvidar todo lo sucedido aquí si logras darme un buen entretenimiento. Pero ten cuidado, te mostraré que mis colmillos son mucho más afilados que los de un triste sabueso.— Y dejando esas palabras al aire, comenzó a caminar en dirección a la salida, perdiéndose entre la multitud de personas.

por **Kiss Shot** Lun Jul 11, 2016 6:33 pm

Realmente era un hombre egolatra que sin duda alguna mantenía cierto aire de grandesa al hablar, caminar y actuar, conoció al pasar en su largo tiempo de vida a un par de sujetos así pero realmente no era realmente de su interés interactuar con alguien así, no porque no pudiera cerrarle la boca en cualquier momento simplemente con el movimiento de su mano, pero también sería divertido ver en el enorme problema en el que podría meterse si continuaba hablando de esa manera, ¿Por qué no escucharlo? Guardó silencio en cuanto este decidió devolverle sus palabras, pues ella ya había hablado demasiado. Sus ojos de color amarillo se mantenían fijos hacia el insignificante ser que tenía en frente, que inutilmente intentaba romper su ego de manera poco sutil.

Pero al parecer sus secas palabras sin sentimiento alguno si que lograron tocar el orgullo de aquel montón de alimento parlante y con solo escucharlo hablar sonreía y con cada pausa que hacía soltaba una pequeña risa. su primer comentario le hizo cambiar de expresión, de ser una mujer seria, a una burlona, pues sonrió de manera sutil cuando escuchó su frase entera. "—Ciertamente parece que gozas de cierta reputación por aquí, eso haría el doble de divertido ver cómo reaccionarían ante la caída de su tal adorada diosa.". y ella soltó una pequeña risa. ¡Jaja! pero el no había terminado ahí, pues continuo intentando quebrar su sólido ego con palabras vacías. —No te sumerjas tanto en gloria, mujer. Un buen halcón sabe cuándo ocultar sus garras…— Y ella nuevamente dejó salir una pequeña risa. ¡Jaja! Pero su rostro parecía encantado por las palabras de aquel delicioso festín parlante. "Recomiendo que te prepares muy bien…" Y nuevamente dejó salir una risa. -¡Jaja! Y sus últimas palabras fueron las que le hicieron hacer algo diferente.

Le dejó terminar y este con una amenaza decidió dejarla ahí.. analizó un poco sus palabras mientras que el se retiraba y luego chasqueo la lengua mientras que esa sonrisa llena de sarcasmo seguían ahí, ¿Creía que se iría cómo un campeón lleno de gloria después de eso? Estaba bastante equivocado si el creía eso. Dio un gran zapataso al suelo y en frente de aquel joven de cabello amarillo salió del suelo un enorme muro que le bloqueo el paso. Repetiré mis palabras, exquisito cachorro. Aplaudió para que este girara a verla nuevamente. -Tienes agallas, eso lo reconozco, tu temeridad y valor para no ceder ante mi indican que eres un soldado digno del gobierno a pesar de que no sigas su misma ideología. Comenzó a caminar lentamente hacia el mientras que la gente nuevamente se amontonaba por el revuelo que ella misma causó al levantar el enorme muro.

-Por este motivo no me pondré emocional y como una adulta de más de quinientos años seré generosa con un mocoso como tú. Y se detuvo a tan solo medio metro de el, y con aquella gran sonrisa alzó un poco su rostro sin dejar de verlo.Si retiras lo que dijiste te haré el favor de olvidar lo sucedido. Y de la nada, con una gran velocidad arremetió contra el y con la palma de su mano le sujetó directamente el rostro, en un parpadear ya le tenía encima, sujetandolo directamente de la cara solo para golpearlo en contra de la pared que ella misma creo. -Si te disculpas, te perdonaré. Y así comenzó apretar con una enorme fuerza su mano, enterrando poco a poco sus uñas en partes distintas del rostro ajeno, una sien, una mejilla y parte de su frente.-De hecho, seré tan generosa que te daré no dos horas, más bien un mes para que pienses bien sobre tus actos, y si aún tienes esas mismas agallas me enfrentaré a ti... y si no.. bien puedes disculparte en este momento.. o.. Y dejó de hablar.

Movió su brazo con fuerza, y sin pensarlo dos veces le lanzó directo hacia la tienda de armas de aquel pobre sujeto, que tan solo era de maderucha y terminó rompiendose cuando el rubio impactó contra ella, luego arrojó tres bolsas de oro hacia la misma dirección, para pagar los daños.

por **Ithel Ebner** Vie Jul 29, 2016 12:04 pm

Aquella risa sin duda había logrado colocarle de los nervios, dando uso de esa entonación tan arrogante, infantil e irónica. Sus pasos no se detuvieron en absoluto, saliendo de la zona después de ese “encuentro” verbal que había podido disfrutar con la mujer rubia de nombre Hikari. Por otra parte ella parecía que no estaba muy dispuesta a dejarlo ir de rositas, pues justo delante del caballero, un muro emergió del suelo con el único propósito de cortarle el paso y retenerlo ahí. “—Repetiré mis palabras, exquisito cachorro.—“ El ceño de Ithel se vio fruncido y desvió su mirada hacia atrás, dispuesto a amenazarla con filosos ojos del color de la sangre, al escucharla dar una palmada que buscaba llamar su atención. “—Tienes agallas, eso lo reconozco, tu temeridad y valor para no ceder ante mí indican que eres un soldado digno del gobierno a pesar de que no sigas su misma ideología.—“ Mientras ella se acercaba paso a paso, las personas volvían a reunirse en el mismo punto, pues la segunda parte del espectáculo parecía que estaba por empezar.

El chico de dorados cabellos sonrió levemente. —¿Oh?~ ¿Ahora sabes adivinar también la forma de pensar que tiene la gente? Eso da miedo~— Musitaba en un tono claramente sarcástico, sin sentir un ápice de temor por la contraria. “—Por este motivo no me pondré emocional y como una adulta de más de quinientos años seré generosa con un mocoso como tú.—“ El hombre tuvo que realizar una cantidad considerable de esfuerzo para no romper la tensión del momento con una enorme carcajada. ¿Quinientos años? ¿Tan poco? Si esa mujer tan siquiera tuviera una mínima idea de la antigüedad que poseía Ithel, estaba seguro de que no afilaría tanto su lengua. “—Si retiras lo que dijiste te haré el favor de olvidar lo sucedido.—“ El caballero del gobierno acercó aún más su rostro al de la mujer de largos cabellos, separando ambas comisuras de los labios por apenas unos pocos centímetros. —Y si no lo hago… ¿Cuál sería el favor que me darías?— Formuló susurrante y divertido directamente al rostro de la mujer, obteniendo un resultado muy distinto del que se podía esperar.

Con la velocidad digna de un felino en plena caza, la dama sujetó la cara de Ithel con la palma de su mano. (¿¡Qué!?) Pensó mientras trataba de asimilar cómo ella lo golpeaba contra la pared que previamente había invocado. “—Si te disculpas, te perdonaré.—“ No hubo respuesta por parte del caballero. Hikari apretó con fuerza sus dedos en la cabeza de Ithel, realizándole pequeñas heridas en las zonas más blandas, sin embargo no se escuchaba una sola queja. “—De hecho, seré tan generosa que te daré no dos horas, más bien un mes para que pienses bien sobre tus actos, y si aún tienes esas mismas agallas me enfrentaré a ti… y sino… bien puedes disculparte en este momento o…—“ Su discurso quedó abruptamente interrumpido con una pausa dramática en la cual solo se dejaba oír a los civiles de alrededor susurrar entre ellos los sucesos del conflicto. Ahora con la fuerza digna de un búfalo, la fémina arrojó de forma agresiva al varón contra el puesto de armas donde había iniciado todo, levantando una nube de polvo, y escuchándose de fondo el metálico sonido de monedas de oro golpear el suelo.

—Para ser una mujer a la que le encanta llamar “cachorro” a los demás, ladras demasiado.— Se escuchó de repente provenir de detrás de la polvorienta escena, la cual fue deshecha cuando dos espadas a gran velocidad salieron disparadas en línea recta en dirección a la rubia. Una tercera espada fue arrojada con una fricción de tiempo menor a las anteriores. De ahí, el caballero dorado se dejó mostrar con un par de hilos de sangre bajando por su sien y sus labios. —Acepto tu propuesta de un mes como aplazamiento, mujer. El lugar y la hora lo dejaré a tu gusto.— Acto seguido invocó unas cuatro espadas más de aparente calidad media, dos en cada costado suyo, listas para ser arrojadas en cualquier momento. —Pero por ahora, me tomaré mi tiempo divirtiéndome en bajarte de esa luna llena de fantasía que tienes en tu cabeza, basura.—

Estadísticas y ataques:

Habilidad usada:

por **Auros** Vie Jul 29, 2016 12:04 pm

El miembro 'Ithel Ebner' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Rango 2' : 5

por **Kiss Shot** Sáb Ago 06, 2016 2:12 pm

¿Por cuanto tiempo tendría que soportar las palabras de este misterioso ser?... mantuvo su postura en cuanto aquel sujeto se quedó en el suelo y mencionó aquellas palabras y con una mirada fría y sin sentimiento alguno de gusto o disgusto en su rostro, pues la nube de polvo no le permitía ver correctamente, sin embargo en vez de escuchar una disculpa simplemente un contra ataque se dirigió directo hacia su persona, cosa que de cierta manera logró hacerla confundir un poco ya que a pesar de su directa amenaza este quizo continuar. Aquellas espadas buscaron apuñalar distintas partes de la rubia y sin duda alguna lo harían ya que la velocidad excepcional en que fueron disparadas no eran precisamente para reirse. Pero eso no sería suficiente como para hacerla mover más de una extremidad; Sus orbes amarillos vieron con detalle aquellas armas blancas que bruscamente se dirigían hacia ella, pero con estirar sus brazo derecho sujetó del filo la primera y segunda parando de inmediato su trayecto, con la tercera espada hizo un menor esfuerzo, ladeo su cuerpo hacia un lado y esta continuó con su trayecto, apuñalando en su camino a un civil inocente en una pierna.

Soltó las espadas, estas cayeron directamente al suelo creando aquel sonido del choque de metal caracteristico de cualquier arma de este material, el quejido cercano del civil alertó a los demás, que fueron a socorrerle en ese momento. -Deberías tener más cuidado con esas cosas, niño bonito.- Sus orbes dorados no apartaron la ahora lastimada cara de aquel sujeto; parpadeo lentamente, sus pestañas eran perfectamente visibles al igual que su pupila ligeramente rasgada, y fue allí cuando la indiferencia nuevamente fue la protagonista de su expresión facial. Entonces escuchó las palabras ajenas que como mantequilla resbalaban frente a su gran ego. -Muy bien, entonces tendré la desagradable tarea de sacar la basura.- Mencionó la fémina de cabello dorado que lentamente fue colocando la mano derecha sobre su cintura. -Cuando la luna llena se aparezca nuevamente en lo más alto del cielo, en la arena de Spatium te estaré esperando.- Y otro pequeño y lento parpadeo apareció nuevamente, pues fue interrumpida por las bruscas palabras de su acompañante del gobierno."—Pero por ahora, me tomaré mi tiempo divirtiéndome en bajarte de esa luna llena de fantasía que tienes en tu cabeza, basura.—".

Y nuevamente cuatro espadas aparecieron de la nada a dos costados del sujeto, ella suspiró con bastante molestia, pero no respondería a ese comentario verbalmente, ¿Qué tal con una simple acción de su parte?. Realmente no tenía muchas ganas de lastimar a un blandenge y menos si se trataba de alguien del gobierno, si lo mataba sin querer su reputación estaría en juego, pues su estilo no era el asesinar, es un código que no rompía tan facilmente, ni siquiera con un idiota intentando sacarla de sus casillas, así que por esta razón mediría un poco su fuerza. No hizo nada particularmente extraño, solo desvió su vista ligeramente hacia las espadas flotantes de aquel tipo. Estiró su brazo izquierdo e haciendo un puño al mismo tiempo hacia arriba, luego estiró su dedo indice, como si estuviese apuntando con el hacia al cielo, y comenzó a moverlo en circulos mientras que su mano derecha continuaba sobre su cintura y así mantuvo un silencio incomodo durante unos 30 segundos.¿Te gusta el fuego? Rompió el silencio, sonrió levemente en ese entonces y simplemente con su mano izquierda chasqueo los dedos: Lo que el no sabía es que sus guantes eran ligeramente rasposos en las puntas, así creo una pequeña chispa chasqueando los dedos y en cuestión de medio parpadeo una llamarada se expandió directo hacia aquel molesto sujeto.

Ella no perdió su tiempo, pues se impulsó hacia delante en media llamarada y como si atravesara el fuego se abrió paso directamente hacia el y de un puñetazo cortó el flujo de fuego que había creado, al mismo tiempo en que el golpe impactó el estomago de aquel sujeto, con una fuerza moderadamente alta, obviamente se estaba conteniendo, su mirada indiferente continuó presente, y en el instante en el que estaban cerca parpadeo nuevamente con gran lentitud, luego se separó dando un pequeño salto hacia atrás. -Solo utilizando una mano...- Habló en un tono muy bajo de voz. ...Solo utilizando una mano te aplastaría el craneo con facilidad. Sonrió muy levemente. -Pero no es mi estilo.-

Stats:

Habilidad usada:

por **Auros** Sáb Ago 06, 2016 2:12 pm

El miembro 'Hikari Hiroshi' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Dado Cósmico' :
Todo por un arma [Priv. Hikari] Baw6yAz

#1 Resultados : 39

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#2 'Dado Cósmico' :
Todo por un arma [Priv. Hikari] Baw6yAz

#2 Resultados : 50

por **Ithel Ebner** Dom Sep 04, 2016 10:47 pm

Su contra-ataque había sido efectuado con éxito aunque el resultado no fue el más esperado, siendo que la mujer había logrado interceptar dos de las tres espadas, evadiendo esta última la cual fue a parar a un pobre desdichado del lugar. “—Deberías tener más cuidado con esas cosas, niño bonito.—“ La nube de polvo se había disipado casi al completo y ahora era perfectamente visible la imagen del dorado caballero, al cual ya no se le veían rastro alguno de hilo de sangre por su cabeza o sus labios, seguramente se la habría limpiado con el dorso de su mano. —Tsk, veo que te has cansado de utilizar el mismo mote, mujer.— La conversación no se detuvo allí pues ella parecía haber notado con cierta sensibilidad sus palabras anteriores. “—Muy bien, entonces tendré la desagradable tarea de sacar la basura.—“

Por completa lógica aquel comentario no le hizo ninguna gracia al narcisista de Ithel, provocando que re direccionase las cuatro espadas invocadas a un solo punto, la rubia quien se mostraba confiada con una mano sobre su cintura. “—Cuando la luna llena se aparezca nuevamente en lo más alto del cielo, en la arena de Spatium te estaré esperando.—“ El hombre de dorados cabellos arqueó una de sus cejas, ¿aquello era una invitación formal? ¿Un desafío? Bastante divertido a su parecer, pero no respondería a eso hasta ser capaz de ver con sus propios ojos lo que ella podría hacer. Por la parte de su oponente, ella alzó el puño hacia arriba, estirando el dedo índice del mismo, comenzando a moverlo en círculos a la par que formulaba una pregunta. “—¿Te gusta el fuego?—“

El ceño del caballero se frunció, ella estaba tramando algo y mantener la guardia alta no sería suficiente contra alguien de semejante fuerza como lo demostró hacia unos minutos atrás. Tal como esperaba, algo intentaba la mujer, pues después de un leve movimiento, una llamarada de fuego salió disparada hacia Ithel, eso sería un problema, pero en mitad del ataque la propia Hikari avanzó hasta su rival, cortando el movimiento con un puñetazo dirigido hacia él. Los reflejos del rubio fueron rápidos pero su reacción lenta, para cuando quiso disparar las espadas al cuello de la mujer, ella le había otorgado un golpe en el estómago, cortando su respiración durante unos segundos, y como consecuencia desapareciendo sus espadas. —¡Blggh!— Como era de esperar la contraria retrocedió, y murmuró algo lo cual se hizo indescifrable con el esfuerzo de intentar recuperar la respiración, manteniendo una de sus rodillas hincadas en el suelo.

—Lo admito…— Musitó con su rostro tapado de la nariz hacia arriba por su flequillo. — Eres fuerte, mujer…— Acto seguido invocó un total de seis espadas, todas apuntando hacia el suelo. —En la próxima luna llena en el estadio de Spatium, ¿Dices? ¡Muy bien, acepto!— Y al exclamar aquello, arrojó todas sus armas de forma simultánea creando una gran nube de polvo en los alrededores. —La próxima vez que nos encontremos, no me contendré, puedes venir con todo. Hasta ese entonces… no se te ocurra caer derrotada ante nadie.— Finalmente, detrás de esa sentencia, el silencio se adueñó del lugar, dando a entender que Ithel Ebner había abandonado el lugar para prepararse y sanar sus leves heridas.

Estadísticas de personaje:

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater