Kishimura Sho [Priv. Kishimura & Rosette]

por **Atreyu** Sáb Ago 27, 2016 4:27 pm

El cargo de ministro le resultaba más aburrido de lo que llegó a imaginarse, cuando todo estaba en aparente calma, no había mucho que hacer a parte de papeleo; revisión de tratados, acuerdos mercantiles, órdenes de busca y captura y otros asuntos menores que no paraban de llegar a su mesa. Supervisar al Army era un caramelo, pero desde que ascendió a Lestrange a paladín, prácticamente no tenía nada que revisar, pues su trabajo era impecable. Siempre que sus funciones se lo permitían, salía del castillo a algún punto aleatorio de Chaos para comprobar el estado del reino. Pasó miles de años vagando por el territorio, estaba acostumbrado a pasar las noches en posadas o bajo el peculiar manto estrellado de Chaos. Además, rara vez dormía solo, era lo que peor llevaba de su nueva posición, no podía excederse ya que tenía una reputación que mantener, pero de vez en cuando aprovechaba sus salidas para no pasar la noche en la soledad de aquella enorme habitación.

Todos los días entrenaba como mínimo dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la tarde. Cuando entrenaba en privado, le gustaba hacerlo en la parte trasera del castillo. Era una zona amplia, cercada por la muralla de piedra que rodeaba toda la construcción, bastante desértica por lo que ordenó plantar rosales trepadores junto al muro. Al terminar, solía pasearse por la base para saludar a sus guerreros, pues siempre ha sentido el impulso de ser cercano a cualquier criatura que se encontraba bajo su protección. Una vez a la semana, organizaba un entrenamiento con los soldados nuevos, así podía evaluarlos y ver cuales eran los que necesitaban más adiestramiento y quienes estaban listos para pasar a manos de Lestrange.

El punto de encuentro siempre fue en la sala principal de adiestramiento de la base militar, la más amplia, pues últimamente el reclutamiento estaba aumentando bastante rápido el número de guerreros y era importante organizarlos por rango. Tras acabar sus ejercicios, se dirigió a la base militar para reunirse con los soldados. En la planta superior, estaban todos los guerreros esperándolo para empezar la fiesta. Como era habitual, no utilizaba las pistolas, pero si a Rebellion, su espada, principalmente la usaba para detener los ataques de los soldados, pero si encontraba uno diestro con ella, no dudaba en intercambiar un par de toques. Su cuerpo estaba cubierto de cintura para abajo, dejando la parte superior al descubierto, alardeando de su excelente condición física. - Bien soldados, ya sabéis como va esto. El que consiga darme un golpe asciende un rango.- Se situó en el centro de la sala e hizo una señal que marcaba el inicio del combate.

DISTRIBUCIÓN DE LA BASE:

por **Kishimura Sho** Sáb Sep 03, 2016 12:29 am

Chaos - Base Militar / 11 de Julio / 11:00 hs.

Mi estadía en la Ciudad Oishi, aquél lugar que podría compararse con mi preciado Valle Chocobo por tener un ambiente pacífico, con tradiciones, y libre de tecnología Tempus, no fue tan larga como me hubiera gustado que fuese, aunque debía admitir que solo una noche fue necesaria para hacerme cambiar de opinión con respecto a varias cosas. Debía continuar mi viaje para regresar lo más rápido posible a mi reino antes de que la ministro se enojara conmigo por estar ausente varios días sin mantenerla al tanto de mis acciones. Mi próximo destino sería la Base Militar del reino de Chaos donde, si no me equivocaba, podría encontrar a Atreyu, la nueva persona a cargo de todo Chaos. En mi viaje no habrían paradas, no debía distraerme con nada, por lo que me aseguré de tener todo preparado antes de salir.
Mi motocicleta supersónica me esperaba fuera de la ciudad, donde la había dejado. Abandoné la posada, en la cuál me había quedado, con un cambio de ropa más acorde a mi persona. No es que el kimono no fuera cómodo, pero no era la mejor vestimenta para una reunión con el alto mando, además sería complicado manejar la motocicleta con esa ropa. Vistiendo nuevamente unos pantalones oscuros tipo cargo y mi característico abrigo blanco, el cual había guardado en mi bolso cuando el Surprise llegó al puerto de Chaos para entregarme mis pertenencias, monté mi veloz vehículo y aceleré en la dirección que me habían indicado. Mi hora de partida fue a las diez de la mañana, por lo que calculaba que mi hora de llegada a la base sería dentro de una hora.

Durante el transcurso del viaje, Argos, mi fiel halcón, volaba sobre mi a la misma velocidad que yo hasta siendo capaz de superarme en algunos momentos. Al pensar en eso como una carrera, el recorrido se me hizo mucho más corto ya que no pensaba en la distancia, sino en ganarle a mi compañero emplumado. La temperatura en el ambiente comenzaba a sentirse cada vez más caliente con cada kilómetro que recorríamos en dirección a nuestro destino. - Espero que puedas soportar este calor, amigo mío. ... ¿Yo? Creo que no tendré problema alguno, pero no te aseguro nada. Recuerda que soy un mago de hielo, no de fuego. - Viajar a altas velocidades directo hacia una fuente de calor hacía que el aire caliente chocara contra mi cuerpo y, al no estar tan acostumbrado a algo similar, esto provocaba efectos secundarios en mí, como por ejemplo: Escuchar que mi mascota me hablaba.

El viaje en motocicleta había llegado a su fin y no porque yo lo quisiera, sino porque debía cruzar lo que parecía ser un río de lava a través de un puente levadizo. Solo el peso del vehículo sería suficiente para provocar desastres en aquel antiguo puente, que podría romperse en cualquier momento. No quería ser yo quién lo rompiera. Para poder cruzar el río que emanaba altísimas temperaturas para mi gusto, congelé el aire a mi alrededor para no sufrir un golpe de calor y luego perder el conocimiento en ese inestable lugar. Calculaba fríamente mi próximo paso, con miedo a caerme en la lava. Realmente le temía a algo como eso. El hielo común se derretía a temperatura ambiente, por lo que un poco de lava podría derretir a un mago que manipulaba la magia helada. El halcón no tuvo problema alguno en cruzar, tan solo voló sobre el río y me esperó del otro lado. - Realmente debo diseñar una técnica para poder volar... Tal vez unas alas de hielo, ¿Qué crees? - Fueron mis palabras al terminar de atravesar el puente que me puso nervioso más de una vez. La temperatura seguían siendo elevadas, pero no tanto como al estar sobre eso.
Una vez dentro de Chaos Urbanis, le preguntaba a los habitantes que veía en las calles donde se encontraba la base militar del reino. La gran mayoría de estos ni siquiera me miraban, me estaban ignorando. En el momento que ofrecí algo de dinero a cambio de información, todos los que me rodeaban demostraron interés en mi duda. Mientras cientos de voces invadían mis oídos, todos tratando de "ayudar" para conseguir su recompensa, Argos sobrevolaba la ciudad buscando el edificio que trataba de encontrar. Su graznido llamó mi atención, por lo que decidí abandonar al grupo de ciudadanos, sin antes lanzar unos cuantos Soulinks al aire para que me dejaran escapar, para seguir a mi emplumado amigo. Gracias a las indicaciones del halcón llegué hasta lugar extraño, el cual no parecía ser una base militar a mi parecer. Caminé en dirección a una persona parada en la puerta, quién a simple vista parecía ser un guardia, para poder preguntarle si esa era la base y donde podría encontrar al ministro. - Buenos días... Estoy en busca del ministro de este reino. Necesito charlar con él y felicitarlo por su ascenso. - Al terminar de decir aquellas palabras me di cuenta de que faltaba lo más importante: Identificarme. No a cualquiera se le daría el permiso de ver a tan poderoso hombre. - ¡Ah! Olvidé decir quién soy, lo siento. Soy el almirante de la marina del reino de Tempus, Kishimura Sho. En fin. Si es tan amable, ¿Podría usted llevarme a donde está el señor ministro? - En ese mismo instante, Argos se posó sobre mi hombro derecho, el cual estaba cubierto con una gruesa capa de hielo para que sus garras no me lastimaran.

Datos:

por **Rosette Lestrange** Lun Sep 19, 2016 4:35 pm

Para Rosette los días transcurrían con aburrimiento, nada divertida sucedía en el castillo del ministro, lo único eran los soldados que iban pasando por sus manos para adiestrarlos. Disfrutaba mucho llevando a todos esos hombres y mujeres al máximo, ver la determinación o el miedo en sus rostros. Hay quienes la consideraban una bestia por su modo de entrenamiento, la falta de piedad, dando lo mínimo para sobrevivir a los reclutas. La razón tras este brutal entrenamiento no era que la paladina de Chaos buscaba la perfección en sus soldados, lo más fuertes sobreviven y los débiles se marchaban de nuevo a casa o eran destinados a otra cosa. No era un misterio que para Rosette el ministro se había convertido en una persona muy importante, él le dio la oportunidad de ser paladina, él la entrenaba para hacerla más fuerte y depositó todo su confianza en ella ¿Cómo respondería la peliazulada? Con fuerza, el ministro quería hombres fuertes, un ejército implacable capaz de arrasar cualquier zona. Ella se lo proporcionaba a base de esos brutales entrenamientos, pero por supuesto, ella no quedaba atrás, entrenando en solitario cuando el ministro no podía acompañarla.-Más poder, ser más fuerte.- Se repetía en voz alta cada instante para motivarse.

Ese día estaba en las puertas del castillo haciendo de vigía, no era habitual, sin embargo le gustaba ver la clase de gente que visitaban al ministro por motivos políticos. El aburrimiento no se lo quitaba nadie, parada allí por horas apoyada en la lanza haciendo estupideces como dar vueltas alrededor de ella o golpear contra el suelo para marcar un ritmo. Tuvo que ponerse seria cuando divisó un individuo a unos metros de ella acercándose. Le observó en silencio cuando estuvo lo suficientemente cerca. De inmediato aquel hombre le habló con una naturalidad asombrosa, casi considerando una falta de respeto su petición. Antes de decir nada, el chico se identificó como almirante de la marina de Tempus, así que respiró hondo para calmarse.-¿Almirante Kishimura?- Lo meditó unos segundos.-Tiene suerte- Mencionó sonriendo.-Soy la paladina Rosette Lestrange, mano derecha del ministro, es un honor conocerle- Actuando según el protocolo, hizo una pequeña reverencia al muchacho. La seriedad de Rosette se desvaneció en un segundo al ver como la ave se posaba en el hombre del almirante.-¡Que halcón más guay! Es la primera vez que veo uno en directo.- Exclamó entusiasmada, y sin contarse un pelo acarició el plumaje del ave.-Suave… es precioso.- Sí, Rosette podía ser fácilmente impresionable a veces.-Perdone almirante, le guiaré hasta el ministro, por favor, no se separé de mi en nigún momento.- Dio media vuelta para entrar por las impresionantes puertas del castillo. En el periodo de tiempo que había estado viviendo allí, aprovechó para aprenderse el castillo de memoria, cosa que le costó un poco al punto de hacer un mapa y estudiarlo para memorizarlo. En completo silencio, guió a Kishimura por el castillo hasta llegar donde se encontraba el ministro. Allí estaba el albino, entrenando a unos soldados, como de costumbre fardando de su espectacular condición física.-Incluso el sudor que cae por su torso es sexy. Rosette agradecia a dios que sus voces no pudieran ser escuchadas, de lo contrario la vergüenza hubiera sido enorme.-Espere un segundo, por favor.- Pidió al almirante para acto seguido acercarse al ministro. Como muestra de respeto y superioridad, la paladina se arrodilló ante el ministro, descansando la lanza sobre el hombro.-Disculpad que os interrumpa, mi señor.- Se disculpó.-Un hombre desea una audiencia con usted, dice ser Kishimura Sho, almirante de Tempus, le he dejado ahí esperando.- Señaló con la mirada al almirante, para poner inmediatamente después de pie esperando las órdenes de Atreyu.

por **Atreyu** Jue Sep 22, 2016 1:45 pm

Más de uno ya había combatido con el ministro y sabía que era muy difícil pillare desprevenido, pero contaban con la ventaja de que eran más. Unos adoptaron posición combativa con sus puños en alto, otros sujetaban las armas y se movían nerviosamente, desplazándose lateralmente a distancia, observaban al dios oscuro parado en el dentro de la sala que movía la espada en círculos con un suave movimiento de muñeca.

Uno de los guerreros atacó, empuñando una espada corta en cada mano, se abalanzó contra el ministro ejecutando un combo de movimientos básicos. Predecibles, pues Atreyu movía ligeramente su arma para pararlos. En ningún momento devolvió el ataque, simplemente se limitaba a bloquear y esquivar mientras recorría en círculos la parte central de la sala. - ¡Vamos, soldados! ¿¡Habéis venido a mirar o a pelear!? - Tras las palabras del ministro, los guerreros entraron a combate. La escena cambió drásticamente, el ordenado grupo de soldados se convirtió en un barullo de personas que se estrellaban contra un único objetivo que repelía todo y cada uno de los ataques. Uno a uno caían al suelo quejándose de dolor o inconscientes, el número de soldados en pie decrecía conforme avanzaba la pelea.

Las puertas de la sala se abrieron dejando paso a Rosette, camino despacio, dando tiempo al ministro para que terminase con el entrenamiento. El último hombre que quedó en pie, era bastante diestro en combate cuerpo a cuerpo, Atreyu lo estaba disfrutando, pues la sonrisa no desaparecía de su cara y le animaba a que siguiera lanzando ataques mientras lo provocaba. Desconcentrado por la aparición de la mujer, bajó la guardia un segundo desviando la mirada hacia la puerta. El guerrero pensó que sería el momento perfecto para atacar con todas sus fuerzas. Se impulsó y de un salto, giró sobre sí mismo elevando sus piernas a la altura de la cabeza del albino. Estiró la derecha precipitando su tibia contra la cara del dios oscuro. Cuando parecía que iba a alcanzarle, éste le sujetó la pierna con la mano derecha, sacudiéndole contra el suelo, dejando al soldado sudoroso y jadeante tumbado boca arriba sobre el mármol.

Su respiración estaba agitada y su cuerpo cubierto de una capa de sudor. El combate fue intenso, pues el rumor se extendió y cada vez acudían más guerreros a este entrenamiento tan particular que mantenía ya por costumbre. Quitó el sudor que pudo de su rostro con ambas manos, retirando su pelo hacia atrás, dejando durante unos segundos su cara despejada de los mechones níveos que normalmente caían por su rostro. Sacudió la cabeza y el pelo regresó a su posición original. Extendió su mano al último guerrero con el que combatió y le ayudó a levantarse. - Gran combate, soldado. - Dio una palmadita en la parte alta de la espalda del contrario y comenzó a caminar hacia la paladina que permanecía con una rodilla clavada en el suelo.

Se detuvo a su lado y ésta se levantó, anunciando la presencia de el Almirante de Tempus; Kishimura Sho. El dios oscuro asintió con la cabeza a Lestrange, indicándole que le hiciera pasar. - Bienvenido a Chaos Kishimura - Saludó al inesperado invitado. - Lamento mi aspecto, de haber sabido que tendría visita hubiera pospuesto mi sesión de entrenamiento. Dígame, ¿qué puedo hacer por usted? -

por **Kishimura Sho** Jue Oct 13, 2016 8:26 pm

Quien se encontraba realizando una guardia en la entrada del castillo de Chaos era la nueva paladín Lestrange, la mano derecha del nuevo ministro. Antes de que yo me presentara, en su rostro podía notar un cierto enojo y creía que el motivo de eso erase debía a mi falta de modales por haber solicitado una charla con Atreyu sin antes haber me identificado. - Es un honor para mi poder conocerla, señorita Lestrange. - Al igual que ella, realicé una leve reverencia ante la joven, como muestra de respeto. En cuanto Argos aterrizó sobre mi protegido hombro, la guerrera de alto rango dejó de lado el protocolo y la seriedad para poder acercarse a él y acariciarlo algo impresionada. - ¿En serio es la primera vez? Los halcones son animales hermosos y majestuosos, aunque son difíciles de adquirir últimamente. Si usted gusta podría decirle donde conseguir uno a un precio razonable. Además, son criaturas que pueden ser fieles a sus amos si estos los tratan con amor y cuidado. Solo míralo jaja. - Comentaba con una sonrisa mientras observaba como ella continuaba mimando a mi ave.
Segundos después la guardia me pidió que la siguiera, que me guiaría hasta el ministro quien se encontraba en alguna de las salas del castillo. Fue un corto recorrido, pero al estar ambos en silencio hizo que el viaje pareciera mucho más extenso. La decoración que se encontraba en el lugar era más de mi agrado que la que podría comprarse en el reino de la tecnología. Al llegar a una gran sala tuve la oportunidad de ver a un solo hombre combatir contra un gran número de soldados a modo de entrenamiento. No había que pensar mucho para darse cuenta de que se trataba del mismísimo ministro. Rosette me dijo que permanezca en mi lugar mientras ella le daba aviso a su superior acerca de mi presencia. Observé como ella se acercaba al jefe de Chaos para luego arrodillarse ante él.

Recibí una señal, indicándome que me acercara a su posición. Al estar frente a frente con el nuevo encargado del reino, este me dio una cálida bienvenida y se disculpó por su aspecto. - Por favor, no se disculpe por nada, ya que si alguien debe pedir disculpas ese debo ser yo por venir sin previo aviso. - Realicé una pequeña reverencia ante aquél hombre al igual que Argos, quién aún seguía sobre mi hombro. No me presenté ante él como lo hizo su subordinada porque yo no formaba parte de su armada, pero debía mostrarle mi respeto de alguna forma. - A decir verdad, no vengo por parte de la ministra HelleMond ni en nombre de mi amado reino helado. He tenido la oportunidad de venir a su hermoso, aunque caluroso reino para completar una misión que se me había encargado, junto con una de sus guerreras Gladius, y ya que estaba aquí decidí tomarme un par de días libres para recorrer Chaos y conocerlo en persona. No he tenido oportunidad para conocer al Ex-Ministro Azazel, por lo que me gustaría hacerlo ahora con usted. - Me encontraba en una posición de descanso, mirando fijamente a los ojos del hombre de cabellos claros. - Pero si está ocupado puedo regresar en otro momento, esta vez programando una reunión con anticipación. - Finalicé quitándome el bolso que tenía colgando sobre mi hombro, y apoyándolo en el suelo después de que mi halcón abandonara mi brazo para poder volar con libertad por el gran salón, sin molestar a nadie. - Veo que sus hombres están bien entrenados. Yo hace tiempo no formo parte de un entrenamiento tan intenso como el que he presenciado. Creo que podría hacer algo similar con los nuevos cruisers en la marina. - Ver aquella pelea, la emoción y destreza de todos los presentes me habían dado ganas de sumarme a ese entrenamiento, pero no lo había hecho porque podría haberse visto de una forma incorrecta, y se había considerado un ataque al reino.

Datos:

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016

Ataque Dados -	Defensa Dados -	Contraataque -
Ataque Total -	Defensa Total -	Ataque Recibido -
HP Actual 999 / 999	HP Perdida/Curada -	HP Restante 999 / 999


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater