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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
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Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Una de las jóvenes que acompañaba al extraño miembro del clero, comenzó a moverse velozmente por la sala sirviendo un poco de el vino que prometía de exquisito el sacerdote. A su vez, la aprendiz de sacerdotisa, abría una colorida caja que contenía galletas. El tenso ambiente que reinó al inicio de la reunión se transformó en una vorágine de impensables acciones a ocurrir en un estado de alarma. Presurosa, la Gran Sacerdotisa puso orden con sus dos subordinados, dejando constancia de su irritación con su comportamiento. No comprendía muy bien por qué se enfrentaban verbalmente entre sí, no quiso darle mayor importancia, pues entre ellos mismos, intentaron resolver sus diferencias. El asunto que les apremiaba era su prioridad, sus disconformidades no le importaban en absoluto, sólo quería su apoyo como aliados que eran. Se levantó de su asiento y se dirigió a los presentes;
- Me congratula poder contar con su ayuda en esta hora tan sombría, pues de no ser por ella, el tiempo correría en nuestra contra. Os agradezco vuestra intervención, Chaos es afortunado de contar con aliados tan poderosos y comprometidos con su trabajo.- Todos prestaron atención a sus palabras, dejando por un momento sus trivialidades. - Gran Sacerdotisa, el Primo Dei me recomendó acudir a usted para una labor muy concreta. Nuestro enemigo se encuentra oculto tras una barrera muy poderosa. Cuento con la fuerza de su espíritu para acabar con ella. Izaak, gracias por su pronta respuesta, reunir a todos los Custo y recomendar solicitar el apoyo a Éride. Si la Quarta Dei tiene intención de unirse al grupo de vanguardia, los Gladius partirán en breve hacia esa posición. Si así lo desea, puede ir con ellos. - Propuso el dios oscuro con la intención de facilitar el recorrido a su aliada. - Siento tener que interrumpir en este momento nuestra reunión, pues todo no ha quedado detallado aún, pero lamentablemente, no puedo ofrecerles más información, ahora mismo el primer grupo debe estar asentando el campamento base. He de reunirme con mi ejército para dirigir junto con Rosette Lestrange el primer regimiento. Espero que su estancia en el castillo sea confortable. En un par de horas procederemos con el gabinete de guerra. Hasta entonces, pueden vagar libremente por el castillo. Os mostraré vuestras habitaciones, seguidme, por favor.-
Abandonó su posición tras la mesa y se encaminó hacia la puerta. Salieron todos del despacho y subieron la gran escalera central del palacio hasta el primer piso. Arriba, siguieron al ministro hacia el ala oeste del castillo. Esa parte estaba destinada a las habitaciones de invitados. Al principio del pasillo se encontraban paradas tres doncellas, abrieron paso al regente y sus invitados con una reverencia y se colocaron detrás del grupo, caminando en la misma dirección. - Espero que encontréis todo lo necesario. Atenderán cualquier petición que tengáis. A parte tenéis total libertad para moveros por el castillo. Volveremos a reunirnos en la base militar en un par de horas. Enviaré a un guardián para que les guíe. Ahora si me disculpan, otra reunión me espera.- Se despidió elegantemente de sus invitados y deshizo el camino hasta el piso inferior.
El tiempo se le echaba encima. En breve recibiría a Rosette y los Gladius en el despacho. Al entrar en la habitación comprobó como la paladina ya estaba esperando junto a su silla su llegada. - Lestrange. Tan puntual como siempre.- Inclinó levemente la cabeza saludándola y se situó junto a la mujer. Por la puerta apareció la élite de su ejército, hombres y mujeres fuertes, letales. Los ejecutores de sus órdenes. Les ofreció asiento y extendió a cada uno los mismos documentos que enseñó a sus aliados. Todos tomaron asiento a excepción de Rosette, que permanecía firme a la derecha del ministro sujetando su lanza, observando con detalle a los presentes. - Imagino que ya os habrán llegado los rumores de lo descubierto en el desierto. Esta mañana mandé un dirigible al Dominus Castle a por los Custo Dei, Mikaela, Éride y dos de sus sacerdotes. Van a participar junto con el Army of Chaos en la intervención del Desierto. Ya hay un grupo en la vanguardia montando el campamento base. Vuestro cometido es acudir allí como fuerza de choque. En este momento se trata solo de una misión de reconocimiento. Quiero que organicéis las defensas y que inspiréis a los soldados que ya se encuentran allí. Haceros con el mando del campamento en mi nombre y reorganizar las patrullas de reconocimiento en busca de alguna brecha en el perímetro del enemigo. Únicamente atacaréis si la posición se ve comprometida.- Hizo una breve pausa hasta que terminaron de leer la documentación. -¿Alguna idea, objeción, duda, sobre las órdenes?.-
- INTERACTUA CON:
- @Rosette Lestrange
@Marcus S. Blacklock
@Gissel Gremory
@Morrigan Sparda
@Viktoria V'Haussen
@Jhonatan Alexander
Todos los demás pueden postear
- PARA PARTICIPAR:
- Si eres parte del ejército del Lord, de Tempus o un Neutral (o rezagado de Chaos que no vio el MP) y quieres unirte a la aventura, no dudes en mandar un MP a @Atreyu
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Minutos antes de la hora citada por el ministro, la paladina ya estaba en el vacío despacho, examinando procurando que todo estuviera en perfecto orden. Probablemente estaría acompañando a los invitados a sus aposentos y regresaría en breve. Tomó su posición habitual, justo en el momento en que el hombre entró. No articuló palabra, como respuesta hizo un leve gesto con la cabeza. Poco después entraron el ejército de élite, los gladius, personas que pocas veces tuvo la oportunidad de ver y conocer. Todos tomaron asiento, salvo ella, que como paladina y protectora del ministro permaneció a su derecha con una postura rígida. Conocía los detalles de la historia, ella junto con Morrigan estaban presentes cuando la llegada del fatigado soldado. Escuchó en silencio las órdenes del regente, no le agradaba mucho tener que esperar para entrar en batalla pero nunca desobedeceria una orden. Espero que los Gladius terminaran de leer los pergaminos con la información, analizando a cada uno. -¿Cuando partimos, señor?- Rompió finalmente el silencio. Quería estar preparada de lo antes posible (acostumbrada a ello) para partir de inmediato y cumplir con los mandatos de su señor.
La misión sin duda era la más importante en la que participaba hasta la fecha, con tal cantidad de gente involucrada, sólo dios sabía cómo acabaría la cosa. Una corriente de emoción y temor recorrió el cuerpo entero al imaginarse la clase de batalla les esperaba en el desierto. Como paladina su principal deber era proteger al ministro, en la batalla que les presentaba necesaria usar toda su fuerza, dependía de la colaboración de los demás… una persona a la que le costaba horrores socializar sin pegarse primero, controlar su parte más salvaje le iba a costar. Ya buscaría la forma de no causar problema.
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Tragó con cierta dificultad y durmió suavemente los párpados al sentir la caricia del Primo, más aquel corto momento de delicadeza terminó por disolverse en el extraño aura que consumió en cuestión de segundos aquel óvalo arquitectónico, diluyéndose en el ambiente una fricción que terminó por disgustar profundamente a la Quarta. Sus profundos ojos de azul cósmico se afilaron bajo sus claros párpados mientras su expresión se hacía más y más seria de lo que en un principio pudo estar. Paso la vista de uno a otro, siguiendo silenciosa la “amena” conversación a la par que se tomaba el tiempo en estudiar el dramático despliegue que el extraño miembro del Clero desdoblaba ante ellos, engatuzandola tan profundamente como lo hizo la mismísima Sacerdotisa. Definitivamente no eran de fiar, al menos hasta ese momento, era la conclusión en la cual podía llegar; sin embargo, la humilde acción de la pequeña loba que los acompañaba pintó ligeramente sobre su corazón un idea afable, por lo que delicadamente procedió a tomar una de las galletas ofrecidas y en un acto de respeto profundo y agradecimiento, la guardó en una pequeña y hermosa cajita de cuero del mismo tono que su armadura duramente fijada al cinturón de cuero que le rodeaba la cintura.
Sutilmente soltó un profundo suspiro y apaciguó su espíritu al igual que sus ideas buscando desentrañar de una manera mucho más “pulcra” la situación, pues sobre sus cabezas, cientos de cabos sueltos danzaban con tremenda locura casi sacándola de quicio.
Fijando una expresión de fastidio, se dispuso a calmar al Primo, más Orion se le adelantó e hizo su magia. Tan fresco como siempre, sencillo y amable con unas pocas palabras. La joven dama de cabellera clara terminó por cerrar la boca y volvió a acomodarse en su asiento completamente en silencio, más fue allí cuando sintió al Semidragón interviniendo con ella misma. Estaba claro que aún no podía digerir su repentino ascenso, por no decir que estaba bastante molesta con él; sin embargo no lo evitó, más bien dejó que sus labios dejasen salir unas simples palabras de tal forma que solo fuese oída por él y nadie más. – Tu lengua… sigue siendo tan afilada como siempre… Dragón.- Le dirigió una refulgente mirada que en vez de contener solo su molestia, frialdad y desconcierto, también cargaba con un halo de complicidad, congratulación y orgullo.
Apartó la mano de él y se la llevó contra su pecho cruzándose los brazos bajo el busto y aguardó a que el espectáculo se centrase nuevamente en la actividad bélica para la cual fueron convocados. Definitivamente su mente se encontraba completamente ajena a los despilfarres de gracia y diplomacia que pudiesen sucederse en el instante, lo único que le preocupaba eran los kilómetros y kilómetros que se sucedían a cada segundo entre ella y Sindar. Es por eso que cuando las palabras del Ministro la invocaron desde lo profundo de su pensamiento, la joven Custos ensanchó la apertura de sus párpados y sus orbes destellaron con fiereza. Viró el rostro hacia el albino y sus labios de miel se separaron uno del otro aspirando con sutileza, tragó suavemente y volvió su vista al Comandante de su unidad. – Primo – reclamó su atención instándole a que le diese una respuesta a su solicitud.
Su aura finalmente comenzó a destilar por sus poros y ajena a lo que anteriormente hubiese ocurrido, la dama de porte divino dejó que su espíritu de lucha así como su intenso poder crepitase de forma invisible a su derredor. – Libere mis alas… Señor… - le dijo de manera cómplice a la par que una especie de sonrisa se dibujó en sus carnosos labios.
Lentamente se elevó sobre sus pies y se apartó de la silla dirigiéndose al Ministro – Me temo que esperar un solo segundo más aumentará la distancia entre mi compañero y yo… Ministro. Tal vez sería más prudente tomar mi propio camino hasta el lugar. Conociendo a mi compañero de batalla, una perfecta carta topográfica de guía me habrá dejado.. – Y acompañando a la comitiva fuera del salón, volvió la vista hacia su Comandante – Al menos, si es que Primo acepta mi partida…- finalizó expectante.
- Interacción:
Última edición por Aldara Sashenka el Miér Oct 05, 2016 10:00 am, editado 1 vez
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Viktoria había logrado descansar un poco su espíritu al igual que su corazón y para aquella hora, se alzaba en su espigada figura completamente renovada e incluso un tanto emocionada. Es así que ni bien el anuncio de su reunión golpeó a su puerta, la misma se envolvió en su aterciopelada capa roja y se hundió bajo la capucha para luego dirigir sus pasos, completamente equipada hacia el despecha de su Señor mientras enormes alas de nívea blancura, se deshacían en destellos cristalinos bajo la mata de tela que la arropaba cayendo tras ella en una estela que a simple vista parecería una lluvia de estrellas tras la dama de rojo.
Delicadamente ingresó al gran salón precedente al despacho y pudo notar como el pecho se le comprimía ligeramente. Sus enormes ojos de cristal azulado se abrieron de par en par y sus pies se pararon en seco mientras recorría con la vista el hall principal. La fina piel se le erizó por completo y la sorpresa cruzó su faz, pues a pesar hacer pasado un tiempo prudencial, la joven podía sentir aún el cúmulo de energías que había llenado el lugar con una tremenda ferocidad. El resto de sus presencias seguía en el ambiente, o al menos era lo que pensaba. -¿A quienes ha llamado Atreyu sama? – caviló un tanto sobrecogida y hundiéndose nuevamente en su capucha, procedió a deslizarse lentamente hasta el despacho.
Suavemente deslizó la fina mano blanca sobre el picaporte y apartó la pesada puerta frente a ella, notando que tanto su Señor como la Paladín del Reino se encontraban ya dispuestos en sus lugares. Recorrió con la mirada el recinto y se lamentó al no notar a sus demás compañeros, al parecer se había adelantado en exceso. Suspiró dejando escapar una estela blanca de aire congelado y se deslizó lenta y muy suavemente, inclinando la parte superior de su cuerpo, obviamente con el rostro oculto bajo su roja capa – Mi Señor…- musitó con su casi espectral y angelical voz – Cuarta Gladius a sus servicios. – Su blanca mano resaltó vibrantemente entre los pliegos de su capa al llevarla sobre lo que sería su vientre en son de servilismo – ¿Se me permite el paso? – Consultó dulcemente si mover un solo músculo, aguardando las indicaciones del Supremo de Chaos, mientras hacía el máximo esfuerzo por controlar la baja temperatura que generaba su cuerpo a su derredor-
- Interacción:
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
— ¿Amenaza? — Interrogó el albino mientras sus facciones se endurecían y se lamía ligeramente los labios al momento de fruncir el ceño — ¿sabes algo de Atreyu? — volvió a cuestionar esta vez para sacar un poco más de información — se dice que está en su oficina planeando la estrategia junto al ejército del Lord, y la élite de Chaos.
— Vaya, tienes mucha información enano, gracias por las noticias — expresó Hades al momento de alejarse del escritorio y dirigirse especialmente al lugar de reunión. Él no era nadie, y en realidad Hades nunca buscó ser alguien importante, sin embargo había generado cierta afinidad al Dios Oscuro que le generaba un imán de adrenalina al estar presente y al servicio del Ministro.
Lo descubrió desde los hechos acontecidos en las islas putrefactas y antes de aquello, en realidad podría ser extraño ya que sabía que perdía el hilo de sus pensamientos pero estaba tan acostumbrado que Hades le importaba poco aquello, de hecho lo dejaba pasar al ser algo habitual en su trabajo como militar del Chaos.
Pero no podía evitarlo, y mucho menos ansiaba evitarlo; ya que él siendo nadie o solo un soldado del Chaos había tomado su vehículo para dirigirse hacia donde estaba reunido Atreyu junto las tropas élites, sin importarle que se viera mal o en dado caso que le ordenan la retirada.
Fue cuando llegó al sitio, una sola puerta lo separaba de la oficina del Ministro por lo que permaneció en el salón principal notando la presencia no lejana de ciertas personas que prefirió ignorar al tomar asiento y esperar a que tanto como la paladina y Atreyu se hicieron presentes.
¿Qué hacía ahí? Él simplemente deseaba entrar en acción.
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Tal vez aquellos no era como lo estaba pensando, pues solamente juzgaba con la mirada y por su simple sentido de análisis altamente desarrollado, pero sentía como emanaba un aura detestable de aquel colorido hombre, aunque no podría decir lo mismo de la sacerdotisa, los vendajes de la chica, tenían mucho que hablar. Fue así como cuando las palabras de ambos, le hicieron ver lo equivocado que estaba y tenían razón, pero... la desconfianza del pelinegro permaneció ahí como una flama ardiente. Así que se dispuso a hablar cuando en sus hombros posó una mano que le hizo hacer una leve pausa; miró como aquella chica intentaba atacarle y a la reacción rápida de los Custos ante su muestra de enojo, si ella le llegaba a tocar, probablemente no quedara ni un solo rastro de ella o más bien, no hubiera esquivado ni un solo centímetro aquel ataque, pero a pesar de todo, ahí se encontraban para detenerle.
— Sí, mi ignorancia misma, es la que me hace enojar, se bien que es imprudente, pero no quiero mostrar mi fuerza aquí cuando el campo de batalla está ahí — mencionó haciendo una reverencia — así que me disculpo por mi comportamiento poco diplomático, pero... — levantó su mirada con mucha determinación y seriedad — no retractaré mis palabras — declaró soltando un pesado suspiro, mirando al regente de Chaos, debería estar avergonzado por arruinar el ambiente, pero no tenía tiempo para eso — Gracias, Orion, Kuro — susurró para sus hermanos, la ira permanecía dentro de el, crepitando en sus ojos, explotando en su interior, pero había cosas más importantes que atender.
Dio unos pasos hacía Aldara, llevó su mano hacía la mejilla acariciándola apenas con unos dedos — Si regresas y encuentro en tu rostro el más ligero rasguño, den por hecho, que tu y el elfo, serán castigados bajo el crisol de mi propia mano — demandó a la chica, retirando la mano de su tan delicado rostro y volteó al escuchar las palabras del peliblanco, no pudiendo evitar soltar una cara de desconcierto al decir que lo llevaría a una habitación; Arliden había venido a destruir un ejercito de no muertos, no a descansar en los aposentos del Ministro que se encontraban de lujo. A veces no lograba entender muy bien la estrategia que se llevaba a cabo. Antes que la chica partiera le hizo una última observación — Aldara, es mejor que lleves algo para cubrirte, puede que la arena, no te deje ver — le miró con un aire de complicidad, para seguir los pasos del peliblanco — Orion, Kuro, seguidme — ordenó, sin mirar a nadie más.
Habiendo entrado en aquella habitación, incapaz de concentrarse, se despojó de sus ropajes y quedando en ropas ligeras, decidió bajar para escuchar lo que el ministro tenía para su gente, guerreros hechos y derechos, dispuestos a morir por su nación, habiéndose colado con mucha astucia entre los guerreros gladius, mientras escuchaba atentamente la voz de Atreyu, que organizaba sus filas con mucha astucia e inevitablemente, al escuchar si había alguna duda, objeción o idea, levantó la mano cual muchacho en clases — Si el primer equipo de reconocimiento ya fue hayado ¿no es mejor que rompáis filas y atacar al enemigo antes de que pueda movilizar sus filas? — caviló unos instantes mientras decía eso, llevándose la mano al mentón, pensativo — Además las tropas enemigas podrían haber hecho su primer movimiento y aquel lugar podría ser un simple señuelo tan solo para conseguir algo de tiempo — se rebuscó en su propio asiento olvidando casi que se encontraba sentado entre los guerreros — propongo mover al Dei Squad como punta de lanza, mientras que su santísima sacerdotisa permanezca en espera al igual que sus condiscípulos y reforzar todas las entradas de Chaos, también no estaría mal refugiar a la gente en un bunker y cerrar todas las entradas, aumentar la patrulla en dentro de la ciudad y que todo oficial porte arma con el permiso de desenfundarla, si así lo requiriese — concluyó mirando seriamente al ministro, sus ropajes ligeros, lo hacían ver con un simple humano, el Primo Dei, no gustaba de perder tiempo y tampoco, de presumir lujos o riquezas, pues quería el apoyo de su gente y de sus soldados.
- Interacción:
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
El Primer Dei hasta finalmente se había disculpado pero que luego dijo que aun así no se iba a retractar en sus palabras. No podía opinar mucho sobre el Primer Dei, en verdad apenas había coincidido con él cuando lo de la batalla en Prodigy City y cuando fuimos el ejercito del Lord sama al Castillo olvidado. Así que solo me quedaba el hecho de observar que tipo de personalidad tenía aquel que nos dirigía. Luego escuche como este mismo nos agradecía a Orion y a mi, a lo que yo obviamente negué con la cabeza para restar importancia a dicha cosa. Que hablando ahora sobre Ministro de Chaos, este había comenzado a hablar, siendo así que nos dedico en general unas palabras. Además de que cuando termino, nos aviso sobre que enviaría a un guardián y luego de eso se fue yendo de ahí tras despedirse. Fijándome después en la Quarto Dei que espero permiso para irse, siendo que este se la dio. Luego nos llamo a Orion y a mi para que le siguiéramos y yo sin duda sin vacilar en ningún segundo, le seguí tranquilamente.
Aproveche a mirar a mi alrededor mientras seguía al primero. Después de todo, aunque fuese una misión seria, quería observar que tal era esta parte de Chaos. Porque realmente apenas había pisado un pie en dicho reino, siendo solo el Pantano Maldito, la Aldea de Nihil, las Islas Putrefactas, el Castillo del Olvido y finalmente iríamos al Desierto de Chaos. Ahora que lo pensaba, realmente si que había visitado ya muchas partes de Chaos, haciendo que me sorprendiera ese hecho por haber pensado que no. Omitiendo ahora eso, cuando seguimos avanzando y llegamos hasta otro lado. Donde se encontraba el Ministro de Chaos hablando y al finalizar lo que había dicho. El Primer Dei levanto la mano y comenzó a hablar. Cosa que hizo que le mirara con cierto deje de duda. ¿Por qué lo habría hecho? Yo me había mantenido de pie, no sabiendo que hacer exactamente. Era como cuando había ido a ayudar a Tempus en una misión, que apenas sabía hacia donde ir o como manejarme y apenas hablado realmente. Por eso me mantuve otra vez en silencio, escuchando y aprendiendo de las cosas que decían. De hecho, era un buen momento de observar a mi superior y ver como se manejaba. Siendo que realmente podría tratar de aprender de este y no solo de él, sino de los demás, ya que poseer conocimiento era importante.
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
-Ho mi Lord, en esta hora de flaqueza, imploro por tu iluminación, mis hermanos no están conmigo pero siento su ardiente espíritu conmigo, solo pido perdón por mis pecados, honor por mi padre y mi madre…- Susurro mientras se encaminaba hacia la barrera -Ho mi señor, déjame ver tu mano presta actuando en pos de la justicia del hombre, déjame servirte por última vez, fortalece mi temple en el crisol de tu sabiduría y déjame ver todo aquello que nadie puede ver….- alabo mientras desenfundaba la Gunblade cuya hoja brillo con el poder de mil soles. -… Se mi guía en el oscuro calabozo de la medianoche en la que me adentro y ayúdame a buscar respuestas, poder, furia y orgullo, regalos inútiles sin el amor de mis cercanos, dame determinación para traer a la luz a los que desean ser salvados y reparte justicia para los crueles y paganos.- Termino recitando mientras se acercaba más y más hasta el velo pagano de magia negra.
Una pulga en un mar, una insignificante resistencia ante un coloso de desesperanza, pero tan brillante como la fe que profesaba. El lobo no se quedaba atrás olfateaba alrededor como si estuviera ya en medio del combate volvía sus grandes orejas de un lado a otro y tan serio y sereno como su compañero “Orejas” camino hasta su destino final. La oculta fortaleza del enemigo.
La fe en la luz del elfo era su mejor baza en esta cruzada, no podía esperar a que los demás llegasen, incluso se había adelantado a muchos soldados de Chaos que se comenzaban a apostar en la avanzada, los muertos no eran algo con lo que se puede jugar en su linaje, muchos habían perecido en la antigüedad al menospreciar el poder de una magia tan negra como la que levanta a los muertos de su eterno descanso, su abuelo, Lord Finwë era una eminencia en el conocimiento de los muertos vivientes, los esqueletos llameantes y los despojos zurcidos, todas bestias terribles y difíciles de enfrentar, señores del caos que solo se movían para devorar y regocijarse en la gula, una gula que no terminaba cuando consumían las vidas del inocente, sino que seguían de manera depravada incluso a sus propios señores invocadores.
Una presencia a sus espaldas, Hellfrost se volvió lentamente, y el elfo giro el rostro. Una emboscada? Habían enemigos oculto detrás de él?. Su arma se movió se amartillo dispuesta a incinerar a cualquier enemigo, el elfo giro y con una potente voz que retumbo en la nada que le rodeaba hablo.
-Quítate el velo de las sombras que te protege, atiende el llamado de la verdad cuando la justicia mencione vuestro nombre… muéstrate!! ¿Quién eres?- Pregunto mientras su mano izquierda comenzó a iluminarse con una fuerza tan grande que el sol tendría dificultad para competir con ella, meintras el lobo emitió un gruñido apenas audible por oídos humanos y se preparó para lo que sea que amenazase la seguridad de su viejo compañero, pero sintió ese aroma, un aroma exquisito, embriagador y que le llevaba de nuevo a un episodio en su niñez como un lobato nuevo que recién abandonaba los cuidados de su madre… seria… podría ser… “Petalos?”
- Datos:
- Fingon Sindar: Elfo (Quinto Custos)
Vitalidad: 999//999
Dado de Ataque: Cosmico
Dado de Sanación: Cosmico
Mascota:
Hellfrost: Fenrir
Vitalidad: 75
Dado: Supermascota
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Junto a Aldara quien por primera vez en la reunión le dirigió la palabra, provocando que Orion le mantuviera la mirada, sabía que estaba enojada lo podía hasta adivinar por la forma que lo miraba, que le hablaba o lo rechazaba hasta el contacto de su mano; aunque no era el momento ideal para charlar con la mujer sin embargo lo tenía como una nota mental fija.
Desde que se elevó como Custos luego de su encuentro con los Dioses, Aldara no le había dirigido la palabra, ¿Que tanto le molestaba? Era una de las interrogativas que el azabache se preguntaba en su interior, aunque para ese momento se enfocó en el trabajo; debía demostrar que su actuación con los Dioses no fue solo una apariencia ni fachada.
Él merecía el puesto aún más de lo que hacía tres años, y tenía la suficiente fuerza e inteligencia para poder igualarse con cualquiera de esa habitación incluyendo a Aldara. De nuevo estaba siendo vanidoso, ególatra pero no importaba, ya que prefirió verla irse sin decirle ninguna palabra, si ella deseaba seguirle la pista al quinto Dei que lo hiciera con el permiso del Primo.
Cuando escucho la orden de Izaak, Orion se levantó para seguirle el paso al lugar en donde el ministro deseaba formarlos, altivo, atento y sobre todo prestando atención a las palabras de su alrededor. Lo normal para alguien que podía llegar a ser bastante desconfiado después de haber escuchado el enfrentamiento entre el clérigo con el azabache.
Si él desconfiaba era por algún motivo que aunque no lo conociera era válido, y para eso Orion debía estar alerta a cada detalle. Como a la explicación de Atreyu hacía los soldados, y la propuesta de Izaak hacia el ministro — apoyó la noción del primo en proteger a la gente, no sabemos si el ejército de no vivientes ha dado un paso en contra de la ciudad — se detuvo por un momento — por otro lado tanto como Aldara y Fingon han partido, Primo — esta vez se dirigió hacia el azabache — a pesar que podemos ir en punta ¿cree usted que sería más sensato poner cada Custo en compañía de los Gladius dirigiendo las tropas de Chaos?
Preguntó mientras observaba los documentos que le otorgaron con anterioridad — tengo entendido que no hay un solo camino para llegar, hay varios… ¿cierto? — aunque prefirió continuar con sus palabras — por lo que si hay más caminos para llegar al objetivo es bastante posible que los no vivientes hayan tomado estos senderos para provocar emboscadas o tener la ventaja y acceso a la ciudad — mencionó, y luego puso los papeles sobre la mesa del frente esperando las opiniones de los demás.
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
—¿Aigner y Amiella no vendrán?. Ah sí…desde el mandato del anterior ministro que nunca se las ve haciendo algo provechoso para el reino. Pero lo que más me sorprende es no ver a ninguno de los otros Gladius aquí, principalmente a los más antiguos como Jhonatan y Marcus. Supongo que no es el caso de las otras dos señoritas que siempre acuden…Curioso— Meditó sobre los Gladius masculinos, bufando tras eso. —¿Qué les pasa…?— Le extrañaba de sobremanera, lo tomaba como cierto desaire el no acudir cuando su superior los tenía en cuenta para una expedición que podía ser relevante en gran manera para el mismo reino. —Ninguna duda, queja o sugerencia, mi señor. Estoy lista para partir cuando lo ordene, sin embargo…¿me permite?. Creo que mis compañeros no han entendido bien el llamado pero puedo enmendar eso, usted verá…nuestros hombres son un tanto “especiales”— Susurró haciendo énfasis en las comillas con sus manos, notándose ligero índice de maldad en los profundo de su mirada, pero claro…cabreo tenía por aquel par de irresponsables. —No lo tome personal, solo necesitan amoldarse al nuevo ministro. Tomaré las consecuencias de mis actos, por supuesto. Con su permiso, serán solo cinco minutos—
Fue abandonando el lugar, teniendo en mente las ordenes a seguir una vez que partieran, sin embargo, con notable prisa fue descendiendo hasta la planta baja del castillo y tras cruzar las grandes puertas fue hacia la parte exterior, bordeando precisamente hacia el ala donde estaban las habitaciones dedicadas a los del sexo masculino, especialmente la de los Gladius. —Veremos si no salen las marmotas de la cueva— Entornó la mirada, tomando algo de distancia a lo lejos solo para ir retrocediendo cada vez más y cuando estuvo a una distancia aproximada de diez metros, extendió sus manos al frente con suma delicadeza, apuntando las manos en lo que empezaba, sin más, a formular una esfera de tamaño medio, siempre de llamas negras…explosivas en buena medida. Apunto a la mitad, entre las habitaciones correspondientes a Marcus y Jhonatan, para que una vez tras estar totalmente segura de lo que hacía, dejó escapar aquel bólido sobre la construcción. El sonido del estruendo fue ensordecedor por algunos momentos, principalmente por el daño causado a ambas habitaciones…literalmente quedó un agujero a tomar en consideración que ahora conectaba ambas habitaciones, los cristales rotos o fragmentos del propio castillo se desplomaron sobre el suelo libremente, ya que había intentado tener el cuidado de ver debajo antes de “atacar”. No quería matar ni tampoco herir a los demás, en cuanto al par de Gladius, acostumbrados estaban a cosas peores…seguramente acabarían con un poco de polvo o rasguñito, a fin de cuentas tampoco le importaba…par de vagos buenos para nada. —¡Jhonatan Alexander Von Freecs Sinclair! ¡Marcus Seth Blacklock! ¡¿Qué están esperando?! ¡¿Una orden firmada y sellada desde el mismo Dominus?!— Inquirió imperativa e irónica desde su posición, llevando la diestra hacia la cadera y con un adorable semblante que oscilaba entre un carácter imperativo o seductor por más enojada que estuviera. —¡Muevan las nalgas, señoritas. Ya bastante hicieron esperar al ministro! ¡Si me hacen entrar por ustedes desearan no haber ingresado nunca a la milicia de Chaos!. ¡Tienen cinco minutos!—
Finalmente, a paso tranquilo fue ingresando al castillo para beber tan solo un poco de agua y así ya conforme, partir bajo las ordenes de Atreyu…hombre al que seguramente le debería más que una explicación por destruir parcialmente un sector del castillo pero…ante su criterio, situaciones extremas requerían medidas extremas. Asumiría las consecuencias sin rechistar ni oponerse, eso era seguro.
- Interaccion:
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Su llegada coincidió con la de la Segunda Gladius, en la sala ya esta Viktoria y el ministro junto con la paladin. - Ministro - Inclinó levemente la cabeza y se sentó frente a la mesa, escuchando atentamente las palabras del regente de Chaos. Tal como comentaron horas antes, serían destinados a ocupar el puesto de vanguardia y dirigirla hasta su llegada. Ya habían salido los primeros soldados para montar el puesto e inspeccionar y vigilar la zona. Nunca hubo movimiento en el desierto, es más, si no llega a ser por las masivas desapariciones nunca hubieran descubierto su rastro. Pero tras descubrir al soldado y acabar con los otro cuatro, lo más lógico era esperar una invasión, por su parte la posibilidad de un ataque era inminente, de ahí que rápidamente montaron el puesto de vigilancia.
Su compañera Gissel conocía a los dos gladius faltantes bastante bien. Un suspiro de indignación salió de sus rosados labios al escuchar a la pelirroja excusar a sus compañeros. ¿Cómo era posible que estando en estado de guerra no estuvieran presentes? El mismo ministro los había convocado, ¿Qué esperaban, ser arrastrados de la oreja como a un par de adolescentes rebeldes?. La mujer abandonó la sala anunciando que sería por un breve lapso de tiempo y que volvería con los gladius restantes.
Saliendo la valkiria por la puerta, fueron interrumpidos de nuevo por los Custos que se autoinvitaron por el Primo al parecer, irrumpiendo en la reunión privada de la élite del reino de Chaos. Una cosa que no soportaba era que no se respetara la autoridad impuesta por una jerarquía militar. Indignada, se levantó de la silla para encararse contra los entrometidos que no contentos con irrumpir en el despacho, se atrevieron a replicar una orden que no era para ellos. - ¿¡ Qué autoridad poseéis para irrumpir en este despacho y faltar al respeto a este reino!? ¿Acaso os gustaría que Chaos se entrometiera en vuestros asuntos? Debéis una disculpa por esta ofensa - Su mirada reflejaba furia, le hubiera encantado poder hacer algo más que soltar cuatro palabras más o menos respetuosas para, por lo menos, calmarse un poco. Pero la situación requería no perder ni un segundo. Tenía una orden y debía obedecerla. Tomó aire y giró hacia su izquierda para dirigirse a Viktoria, su compañera. - ¿Estás lista?- Se situó de frente a la mesa, con una postura firme, mirando al ministro fijamente. - Señor, Viktoria y yo nos adelantamos. Esperamos al resto de los Gladius en la vanguardia. Si cualquier incidente ocurriese, se lo habríamos saber inmediatamente - Con otra leve inclinación se despidió de sus superior y se dirigió hacia la puerta, no sin antes dedicar una mirada de rencor hacia los Custos que aún esperaban una respuesta por parte de Atreyu.
- INETACTUA CON:
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Su primera acción fue tomar su katana del suelo, agarrar el saco de su traje que siempre colgaba de la pared lateral a su cama y sin ponerse la camisa, saltar hacia la fuente del ruido…solo para quedarse unos momentos sin habla. De lo que era su cuarto, una gran parte estaba convertida en un manojo de piedra molida y vidrio esparcido…vidrio que también estaba clavado en su cuerpo pero que apenas y le generaba una pequeña molestia —Pero que… —Murmuró buscando el causante de tal destrozo…algo que no demoro en descubrir luego de escuchar la voz de su compañera. Gissel…que manera tan vistosa que tenia de despertarlo…al menos no fue como otras veces porque si lo hubiese hecho de esa manera, seguro no llegaba a la reunión —Pelirroja del mal…mi cuarto… —Un suspiro escapo de los labios del Gladius mientras salía hacia el pasillo al mismo tiempo que realizaba un par de movimientos con sus manos, manejando la piedra de forma que la pared quedo restaurada a su anterior aspecto.
Con la chaqueta solo puesta en un brazo y con el torso desnudo, el fénix se encamino tras su compañera gracias a la energía que siempre emanaba. Definitivamente necesitaría cuadrar límites con la pelirroja cuando se encontrasen en privado…no podía seguir despertándolo como si estuvieran en medio de una guerra — ¡Gissel! —Exclamó al darle el encuentro fuera del castillo mientras guardaba la katana y se acomodaba la chaqueta sobre los hombros — ¿Por qué nunca puedes despertarme de manera normal? Cuando yo te despierto no voy y tumbo tu puerta, valkiria. Casi me lanzo a atacar a la nada por esa explosión —Dijo ligeramente ofuscado, clavando sus ojos rojos en los azules de la menor mientras se inclinaba sobre su rostro, olvidando un momento en que situación se encontraban todo ese sitio —No entiendo cómo puedes descontrolarme tanto —Señaló soltando un largo suspiro antes de separase de ella, sacudiendo algunos fragmentos de su cuerpo y limpiando un poco la ropa que llevaba —Cuando volvamos…hablaremos. ¿Ahora podrias ponerme al corriente? No estoy del todo seguro de que debemos hacer ademas de que sigo medianamente aturdido por tu "agradable" despertador —Señaló terminando por ajustar su arma al cinturón de su pantalón, aprovechando ese momento para dejar un beso cerca de los labios ajenos previo a colocarse a unos pasos de su compañera en espera de algo de información
- Interaccion:
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Apenas uso días bastaron para que el ministro nos movilizara a todos y comenzara a tomar medias por todo Chaos.
A ver, es cierto que en Chaos siempre han deambulado las criaturas más absurdas que te puedes echar a los ojos, cierto muy cierto, pero de ahí a ver como cosos muerto que se movían para comerse a otros, pues… que sepa no.
Aquello me ponía los bellos de punta ojo… no por miedo, después de la paliza casi de muerte que me dio el Coloso aquel, esos bichos de mier… no van a darme miedo, pero si un asco infinito. ¿Qué le hago? Mi olfato de dragona es muy sensible.
Se había estado enviado información por orden del ministro, al ejército del Lord y otros reinos. Todo comenzaba a tomar forma y sentido, muchos cuchilleos por el castillo del señor Atreyu y por todo Chaos en sí y por fin llego el día clave en que todo iba a tomar un rumbo crucial.
Esperaba a ver podido ir a informar a los gladius y poderlos guiar hasta la reunión que el ministro había acordado, pero en contra me tocó esperar a la gente que venía de Tempus. Dicen que son tan fríos como sus tierras, pero bueno yo estuve con Ryusei de visita una vez y la gente exagera mucho, aunque es cierto que no tomé contacto con gente directa del alto ejército. Tengo mucha curiosidad y bueno, llevo ya bastante esperando y mirando los cielos todo el tiempo. Me he arreglado el uniforme no se ya ni cuantas veces, lo que menos quiero es dejar mal a Chaos.
-Uh ahí parece que llegan… -Dije atusándome completa, caminando unos pasos para esperar que el dirigible que envió el ministro para recogerlos, descendiera a tierra. Espere y cuando la distancia fue prudencial, di la orden a os guardianes para que hicieran las medidas de seguridad pertinentes para que ellos bajaran a salvo.
Y ahí salió el primero, un hombre de cabello largo y negro como la noche que no tenía pinta de moderno en sí, aunque le quedaba bastante bien el uniforme de la marina. Seguidamente la siguiente en bajar del dirigible fue ella, la ministra. No niego que esa mujer imponía, además bajo con tal fría seriedad que tuve la impresión que me echaría una bronca por algún motivo, pero nada de eso a mí solo me riñe mi ministro dicho sea. La seguía un hombre que imponía también como tal, creo que es el almirante por como los demás se comportaban con el paso de su persona. He de reconocer que cuando esos dos últimos pusieron pies en suelo de chaos, la temperatura de mi cálido reino bajo un poco… fue agradable dicho sea.
-Alisa Amiella Caballero Élite de Chaos a sus órdenes. Bienvenidos a Chaos, por favor síganme, el ministro los espera. – Si, era linda cuando hacia mis protocolos tan bien, quizás por eso me mandaron el recibimiento, lo que no me esperaba es que la ministra suavizara el gesto hacia mí, pareciendo otra persona de la que bajó del dirigible. No sé por qué me sonrojo porque me sonría una ministra, no entiendo porque me puse algo nerviosa, pero algo… ya se me pasó ahora vamos directamente a donde tenemos que ir.
Antes de entrar al lugar tenía que abrir la puerta los que la custodiaban y acto seguido entramos en a instancia donde había muchas personalidades importantes de Spirit. – Saludos a todos, mi señor Atreyu, la representación del reino de Tempus ha llegado señor. Con su permiso. –Dije saludando formalmente al ministro, caminando a mi lugar en un extremo de la sala, en donde podía verlo todo y mantener mi silencio para no interrumpir.
- Datos:
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Deslizó su cuerpo hacia las afueras del gran castillo e indómita se rodeó de eólica magia para así acelerar su traslado hasta el punto fijado como frente. Tenía mucho por delante si deseaba seguirle el paso al gran elfo, sin contar con que las malditas parcas podrían haber estado de traviesas dándole un punto a favor a los incógnitos.
Profundamente aspiró y tras soltar el aire en un largo suspiro, dejó que su amante Aeolos se hiciese con su materialidad.
Tras minutos que parecían horas, finalmente sus profundos orbes cósmicos lograron dar con el montículo armado de Chaos, más los rastros de su compañero de armas seguían escondidos bajo la inmensidad sofocante de aquel desierto. Debía apresurarse, Fingon a veces terminaba por meter las orejas en la cueva de Ella Laraña sin medir las consecuencias que esto pudiese traer a sus demás compañeros y en esta ocasión, los compañeros, eran personas inocentes y gallardos guerreros de un reino muy abatido.
Extendió sus brazos en la altura, completamente rodeada por un casi invisible torbellino presurizado y afiló su mirada en busca de alguna señal especial, si seguía conociendo al elfo, este haría algo bastante llamativo y estrambótico. La joven dama rodó los ojos ante aquel pensamiento cuando he allí su vista le daba la razón.
A lo lejos, justo al límite del campamento y lo que se había fijado como la tela de lo desconocido, una estela de esencia blanca se alzaba como columna de humo, llamándola delicadamente – Maldito grandulón…- susurró la dama y dibujando una floritura con las manos ordenó a las huestes eólicas a que la trasladasen velozmente al lugar sin que su presencia fuese realmente detectada.
Más ¿Quién podría burlar el agudo olfato de aquella bola de pelos que tanto le gustaba?. Una ligera sonrisa se dibujó al notar como este la descubría sin siquiera haberla visto. Empuñó una especie de esfera de viento y saliendo de entre las brisas, descendió lentamente junto a los dos no sin antes propiciar un ligero golpe de aire al rostro del gran elfo. – Estúpida Mole de músculos… ¿Acaso ahora irás a atacarme?...- le dijo sin entonación alguna, siempre tan fría, seca y profunda como antes.
Su fina cabellera rosa brilló cuan hebras de plata al sol del desierto tras quitarse la capucha dejando a la vista de todos su hermoso rostro de diosa eterna. - ¿Quién más podría ser el loco suicida que correría tras de ti, después de la locura que has cometido? – le dijo nuevamente sin perder el hilo de su voz – Si ponemos en riesgo a estos hombres o si un solo rasguño pega contra nuestra piel, seremos alimento de Primo…- le dijo mirándolo con un tinte algo divertido escondido en su profunda mirada, pues estaba más que claro que ante aquello, los castigos posteriores serían tan solo un entremés.
-Tranquilízate… estas tierras tienen un Señor bastante inteligente… no apresures tus pasos antes que este emita una orden. Solo nos moveremos si es necesario… - le dijo poniéndose en cuclillas para así comenzar a rascar por todo el rostro y hocico al gran animal azul.
- Interacción:
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Tomando una respiración profunda se levantó de su asiento. - Izaak, tenían permiso para moverse libremente por el castillo, pero no imaginé que tomaría la libertad de participar activamente en una reunión privada con los miembros de mi ejército. Estos asuntos son internos. Agradezco su preocupación, pero ahora mismo no voy a responder esas preguntas, puesto que no procede. Por favor… - Se desplazó por la habitación hasta llegar a la puerta, la abrió y tras ella vio a Hades. No sabía qué hacía ahí, pero el guardian le vino de perlas en ese momento. - Hades, necesito que guíes a nuestros invitados, custos y sacerdotes a sus dormitorios por si necesitan coger algo antes de la partida. De no ser así, llévalos directamente a la Base Militar, que esperen en la sala de reuniones. Enseguida me dirigiré para allá.- Volvió a entrar para dirigirse a los custos que se encontraban en el interior del despacho. - Acompañen a Hades, les indicará donde me reuniré con ustedes para comentarles la estrategia. - Sabía que podía confiar en el joven guardian, cumpliría su cometido, pues aunque tenía su personalidad rebelde, era un gran guerrero. El hecho de que fuera él quien escoltara a los custos, le tranquilizó. Solo faltaba esperar que Gissel encontrase a los dos gladius restantes y se dirigieran al desierto.
Volvió a entrar en el despacho, en el ya solo se encontraba Rosette esperando sus órdenes. - Busca a los Caballeros de élite. Avísales de que vayan preparando el ejército, partiremos en breve. Al alba tenemos que estar en el desierto. Estaré en la base para comenzar la reunión. Tan pronto des la orden, incorpórate a ella.- Dicho esto se encamino a la base militar, estaba junto al castillo, a través de un paso subterráneo, el acceso era rápido, en pocos minutos accedió a la planta principal que daba acceso a la sala de estrategias donde se daría encuentro con los aliados que acudieron a su llamada. En la puerta se encontró con Hades, deteniéndose para agradecer su labor al guardián. - Gracias Hades por guiarlos aquí. Necesito que vayas con Rosette y los caballeros de élite. Ayúdarles en todo lo que te pidan.- Dio una palmada en la espalda al joven, sabía que era de confianza y muy eficaz en la batalla. Tenía su genio, pero al dios oscuro siempre le han atraído las personalidades difíciles, y la de Hades, sin duda, era complicada. Tras despedirse, accedió al interior de la sala de guerra, encontrándose en ella ya a los aliados. Se trataba de una enorme sala cuadrada de paredes y suelos blancos, en el centro, había una mesa muy amplia redonda de mármol negro, donde esperaban todos los presentes, algunos sentados, otros en pie algo impacientes por la espera.
- Siento haberme retrasado.- Se dirigió a todos los presentes mientras se acercaba a los recién llegados - Christa HelleMond, me honra su presencia. Gracias por el apoyo prestado en estos momentos de crisis para Chaos. Procederé a resumir brevemente la situación y expondré la estrategia.- Hizo una breve pausa y puso su atención en la caballero de élite. - Alisa. Rosette te buscaba para organizar las tropas. Está en la planta superior de la base, reúnete con ella. - Prosiguió su camino hasta situarse entre la mesa y una silla vacía. Extendió un mapa del desierto que traía con él y comenzó la explicación. - Recibimos varios avisos de la población de Oishi, alertando de la presencia de extrañas criaturas, necrófagos concretamente, que se veían merodear por las afueras de la ciudad. A su vez, un número elevado de desapariciones comenzaron a ocurrir, tras recibir varias alertas, se procedió a enviar una patrulla para contrastar esa información, pero nunca regresó. Procedimos con un escuadrón de cinco hombres para que investigasen el incidente y la desaparición de los soldados. De los cinco miembros especiales que salieron del castillo, sólo uno regresó.
Nos relató lo ocurrido tras llegar al castillo herido y al borde de la muerte. Tras seguir a un necrófago, descubrieron que dentro del desierto había un portal que ocultaba mediante magia una ciudad entera a los habitantes del reino. Se infiltraron en estos dominios desconocidos para obtener más información. Una vez pasado el umbral oscuro, descubrieron al otro lado una metrópoli completamente habitada por criaturas de ultratumba. Decidieron recaudar toda la información posible sin ser descubiertos, descubriendo así a un grupo de necromantes que se encargaban de convertir a los habitantes de Chaos en el grueso del ejército de no-muertos. Cuando por fin recabaron toda la información relevante para regresar, fueron descubiertos y reducidos por aquellas criaturas. Afortunadamente, este guerrero consiguió burlar la muerte y salir de aquel infierno, llegando a duras penas al castillo poniéndonos en alerta.- Se centró en el mapa señalando la posición a la que se iban a dirigir.
- En este punto está el campamento de operaciones, desde ahí se dirigirán todos los movimientos de tropas. Según nuestro soldado y una avanzadilla que salió ayer para reconocer los datos del terreno, la barrera empieza aquí. Desde esta posición y protegidos por el ejército de Chaos, tras nuestra llegada, nos comunicaremos con el castillo para confirmar la situación. En la capital se quedará parte del ejército para defenderla en caso de ataque. Una vez verificada la situación, Éride y sus sacerdotes utilizarán su poder para romperla. Cuando esto ocurra, lo más seguro es que seamos atacados, cerraremos filas mientras el clero se repliega poniéndose a salvo.
A partir de ahí, nos dividiremos en tres grupos, y dos de ellos comenzarán su avance por los flancos, quitando peso al grueso del ejército que estará en posición central, podrán comenzar a avanzar cuando todo el conjunto esté cohesionado en formación de “U”. El centro del ejército además de tener la principal tarea de contener y avanzar, también debe auxiliar a sus flancos, no podemos permitirnos que alguno de ellos desaparezca, o se bata en retirada, en el caso de tener problemas, el ejército en formación compacta, volverá atrás a terreno conquistado, rearmará filas y retomará el avance. Nada más dejar atrás la gran plaza, los soldados se abrirán perdiendo consistencia de columnas y avanzarán más lentamente, teniendo como principal rol, ayudar a sus flancos a barrer al enemigo de las construcciones anexas de los laterales, es el momento más peligroso de la batalla, y solo la velocidad de los flancos en limpiar, hará viable que ganemos, por lo que si los extremos necesitan descansar, serán relevados por soldados más frescos, mientras cogen aliento tras las filas centrales de la formación. Una vez terminado de vaciar el camino a las catacumbas, descansaran en escuadras por turnos de cinco minutos, y mientras haremos inventario de tropas. Del interior de la ciudad no tenemos a penas conocimiento, por lo que cambiaremos la formación antes de acceder a ella, concentrando la fuerza de ataque en un sólo grupo. Dependiendo de la disposición de la ciudad, cambiaremos de formación o avanzamos todos juntos. El Army of Chaos espera que finalicemos nuestra reunión para unirse a nosotros y comenzar el avance. ¿Alguna pregunta o salimos ya?. -
- ESTRATEGIA:
- Tras la barrera, está es la zona que se encuentra protegiendo la ciudad. Los laterales están cubiertos, según los informes, de altares de sacrificio, carnicerías y pozos mágicos. Todos ellos patrullados por unas criaturas élite que vigilan constantemente las zonas.
La parte central es una gran planicie desértica en la cual se prevee se concentre la defensa del enemigo. Ahí se concentrará la fuerza de ataque principal, dotando a las falanges de ayuda extra en caso de ser necesario. Los grupos quedarían distribuidos de la siguiente manera.
- INTERACTUA CON:
- PARA PARTICIPAR:
- Si eres parte del ejército del Lord, de Tempus o un Neutral (o rezagado de Chaos que no vio el MP) y quieres unirte a la aventura, no dudes en mandar un MP a @Atreyu
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