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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
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Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Puede que a Hades no le importaba ciertamente pero una cosa era ser estúpido y generarse un problema por algo que no lo valía. Era mejor esperar, se dijo internamente apagando el encendedor y guardarlo entre sus pantalones; aunque la espera valió la pena al momento que observó la puerta abrirse.
El albino se levantó de un brinco para acercarse al Dios Oscuro, que se dirigía hacia él. ¿Acaso Atreyu sabía que él lo esperaba? No lo pensó mucho ya que como lo pensó podía ser útil para el ministro en esos momentos — sí, señor — agregó con una sonrisa amplia, mientras se mantenía esperando a la afueras del despacho, una vez que los Custos salieron su mirada se enfocó sorpresivamente en la chica de orejas de conejo.
— ¿Peluche? — Preguntó incrédulo, pero tuvo que reprimir la risa al momento que observar al ministro — me encargaré, lo veré en la base — mencionó al momento que su mirada volvió a los Custos, especialmente al peluche que los acompañaba. Si nunca se lo imaginó que ella en especial fuera una de guerreras del Lord, aunque eso no cambiaría su forma de tratarla.
— Síganme, por acá — dirigiendo sus pasos por el castillo hasta subir al ala de invitados, en donde noto la presencia de los sacerdotes o al menos eso pensó debido a que Atreyu le había hablado de su presencia en el castillo — pueden tomar sus pertenencias — expresó a los Custos, para luego caminar hasta ser notado por los otros tres — mi nombre es Hades, seré el encargado de transferirlos hasta la sala de reuniones de la base militar, pueden tomar sus pertenencias para poder partir — dijo con una sonrisa en realidad despreocupada pero con un comportamiento a la altura.
Si deseaba estar involucrado en batalla debía seguir de forma muy eficaz las instrucciones dadas — ¿todo listo? — Interrogó luego de un pequeño lapso a los tres Custos y tres sacerdotes — de ser así, seguidme.
Empezó a caminar para directamente transferirlos hacia la sala de reuniones de la base militar en donde esperarían a Atreyu para más órdenes. El paso fue rápido y sin problema, aunque de frente se topó a Anton — prepara la sala de reuniones — le ordenó al novato para cuando al momento que llegaron estuviera todo habilitado — tomen asiento, en un momento llegará Atreyu — dijo y se quedó en un marco de la puerta mientras los observaba… realmente el sacerdote con cara de payaso era bastante extraño, y la chica con orejas de lobo le daba curiosidad, además de la sacerdotisa que le parecía conocida, por otro lado estaban los Custos los dos azabaches uno con cara de mujeriego y el otro que parecía más frío que el mismo hielo y por último estaba el peluche que parecía no encajar entre esas personas, bueno hacía juego con la chica orejas de lobo… pero eso no significaba que internamente se reía de la situación.
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Eso significaba que las uniones de ambos reinos podían verse reflejadas para limar asperezas, no es que lo tenían pero siempre era bueno reforzar el sistema. Las bases actualizadas, y sobre todo tener un mayor panorama de lo que ocurre en los otros reinos, una oportunidad única para el pelinegro, primer vicealmirante de la armada naval.
Aun cuando la última palabra la tomará Christa, Henri le había comunicado sus pensamientos con respecto al tema por lo que cuando se decidió acudir al llamado del ministro del Chaos se sintió satisfecho, al igual que saber que el almirante Sho los acompañaba.
Cuando el día llegó, Henri ya tenía todos los pormenores cubiertos dándole las indicaciones procedentes a su hermana que tenía la obligación de ayudar al segundo vicealmirante con lo necesitado, así mismo le dejo algunas funciones extras para mantener lo que él consideraba el control de la oficina.
Funciones que confiaba plenamente en su hermana menor, por lo que Henri se alistó con su impecable uniforme de la marina para acompañarlos pasos de sus compañeros a la espera del dirigible proveniente del Chaos, la espera fue corta en realidad admitía que llegó a justa hora.
Henri ayudó a Christa a subir al mismo vehículo aunque por un momento hubiera preferido que los tres hubieran llegado en una de las aeronaves de su propio reino aunque aquel pensamiento no lo exteriorizo, y luego de que almirante y Christa estuvieran a bordo Henri subió al dirigible en la espera de que fuera un buen viaje.
El viaje fue… normal, sin contratiempos para su llegada al reino de Chaos, que a diferencia de cómo se subieron, el pelinegro fue el primero en poner pie en territorio ajeno. Extendiendo su mano para ayudar a la ministra y luego esperar a su compañero, para empezar a dirigirse hacia la persona que parecía esperarlos.
— Señorita Amiella, muchas gracias por recibirnos — expresó de manera educada antes de seguir los pasos ajenos, por lo que llegar ante el ministro y las demás personas, Henri los repaso con la mirada antes de saludar y quedarse a un costado derecho de la ministra prestando atención a lo que iba a explicar el ministro Atreyu.
Por su parte iba a permanecer callado dejando que su ministra se hiciera cargo de la situación, pero resguardando siempre la seguridad de Christa así como la del Almirante Sho, por lo que si tenía que manchar sus ropas no lo iba a dudar.
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Tan sorprendida como el propio ministro vio marchar a la mujer pelirroja, le sorprendía también la ausencia de los dos Gladius restantes, deberían de haber estado allí desde el primer momento para estar a las órdenes del ministro, pero ha pesar de su rango, cada persona era un mundo y quizás el sentido del deber de los dos dejaba mucho que desear, la verdad es que no lo sabía, probablemente solo fuera un error o retraso, Gissel se encargaría de ellos. Para no variar, Morrigan se mostraba indignada con la interrupción de los Custos, la furia de la mujer era palpable pero el asunto se quedó en meras palabras, la situación no dejaba cabida a una batalla entre ellos. El estruendo que se escuchó poco después provocó que la paladina se alarmara.-¿Que ha sido eso?- Por alguna razón sospechaba que la responsable de semejante caos fuera la Gladius pelirroja tomando represalias contra sus compañeros Las dos mujeres que quedaban allí se despidieron del ministro y se marcharon del despacho. Quedaban los tres Custos allí parados, el ministro y ella, pero pronto los tres invitados salieron del despacho guiados por Hades, uno de los guardianes, a los dormitorios preparados para ellos.
El despacho había quedado vacío después de tanta actividad, para una simple mujer como Rosette la presencia de toda esa gente era abrumadora.-Aquí uno no se aburre.-Hay gente muy fuerte reunida en el castillo, es impresionante.-Hay que ir con pies de plomo para no hacer el ridículo frente a ellos.- Hablaba la insegura voz con miedo de no tener el respeto de sus superiores.- Olvidad eso… lo importante es no dejar en evidencia a Chaos y al ministro, eso si sería una verdadera humillación.- Lo que opinaran de ella le daba exactamente igual, no podías ganarse el respeto de todos, a veces la gente profesaba un odio tan profundo a la par de simple, sin razón aparente. Lo único que deseaba era cumplir su función de paladina, buscando siempre la gloria del reino de chaos.
Recuperó la atención con el regreso del ministro quien llegaba con sus órdenes, la paladina asintió a su interlocutor.-Así será, informaré a los soldados, hasta pronto.- Se despidió con una reverencia y salió del despacho para buscar a los soldados.
Estuvo buscando un buen rato sin suerte, sin embargo después de unos minutos pudo encontrarse con alguien conocido.-Marduk, dichosos los ojos.- Saludó al rubio con una sonrisa, le había conocido siendo guardián y tras promocionarle ya era un soldado de élite.Debemos reunirnos son el ejército para comenzar los preparativos, pero aún tenemos que encontrar al resto de los élite, no deberían estar muy lejos.- Suspiró agobiada, siempre cumplía las órdenes con rapidez pero cuando dependía de otras personas la cosa se complicaba, dificultaban la situación.-Vayamos yendo con el ejército, puede que nos encontremos con Alisa. - Hizo un gesto con la mano para que Marduk le siguiera atravesando un trecho de camino en silencio, cuando casualmente se encontraron con Alisa.-Aquí estabas… tenemos prisa, vamos.- Ya tendrían tiempo de hablar después, lo primera era cumplir la orden del ministro de preparar el ejército para salir en cuanto lo ordenara.
- Molesto a...(?):
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Cogí el pomo de la puerta, y antes de girarlo, deguste el silencio de mi cuarto en penumbra, - a partir de ese momento no habría ni un momento de paz – Pensé volviendo la mirada y entrando en la algarabía del pasillo. – La paladine debe de estar a punto de terminar la reunión, sino a terminado ya – pensé tomando rápido el camino más corto hacia el despacho del Ministro. Cuanto más cerca me encontraba de las dependencias del Ministro Atreyu, menos gente ajetreada me encontraba, era un alivio salir del hormiguero, en este momento podía probar la estabilidad y acoplamiento de la armadura sobre el traje a medida, no quería roces, ni coacciones en mis movimientos. Absorto en los estiramientos, me sobresalte cuando de pronto a mi espalda, - Marduk, dichosos los ojos – dijo mi superiora con una amplia sonrisa, - Debemos reunirnos con el ejército para comenzar los preparativos, pero aún tenemos que encontrar al resto de los élite, no deberían estar muy lejos – comento algo nerviosa - Vayamos yendo con el ejército, puede que nos encontremos con Alisa. – comento rápidamente, mientras comenzaba a andar otra vez indicándome con un gesto, que la acompañara. Me situé a su derecha y con paso firme avanzamos por los pasillos, quizás ella no se percataba, pero era un placer caminar a su lado, todo ese enjambre de gente se retiraba a un lado para dejarnos pasar. Por fin al girar y entrar en un nuevo corredor, atisbamos a lo lejos a una mujer menuda, de melena rubia, pertrechada para la batalla, habíamos encontrado a Alisa, - Aquí estabas… tenemos prisa, vamos – dijo la paladina a la Caballero de Elite sin parar ni un segundo. Había que terminar de preparar al gran ejercito de Chaos
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Los papeles y documentos sin firmar que se encontraban sobre mi escritorio comenzaban a desaparecer con el paso de las horas. Únicamente me faltaba por revisar una última carpeta llena de informes del último mes, para luego llevarsela a Christa, pero mi tarea se vio interrumpida por la entrada de Erin, mi secretaria, quien me dijo que había sido citado por la ministro de mi reino para hablar de un asunto importante. Cosas así no ocurrían con tanta frecuencia por lo que abandoné la oficina, dirigiéndome hacia la sala de reuniones número uno.
Allí, mi superior, me explicó brevemente la situación que estaba ocurriendo en uno de los reinos vecinos; Chaos. Acto seguido fui invitado por ella a formar parte del refuerzo que iría a aquél lugar gobernado por Atreyu, hombre a quien tuve la oportunidad de conocer en persona durante mi viaje a sus tierras. Si nuestro reino ayudaba al suyo, tal vez ellos nos darían una mano cuando más lo necesitemos. Acepté sin pensarlo dos veces y el motivo no era la futura alianza que podría surgir tras nuestra ayuda, sino que no podía permitir que HelleMond fuera sin su mano derecha, ya que si algo le llegara a suceder jamás me lo perdonaría. Le tenía mucho respeto a esa mujer y la seguiría hasta el fin del mundo si así fuera necesario.
La fecha indicada para partir había llegado. En el punto de encuentro se encontraba otro de nuestros acompañantes, el primer vicealmirante de nuestras filas. Podría jurar que vi una expresión de sorpresa en el rostro de Christa cuando me vio utilizando el uniforme de almirante, en lugar de mi preciado abrigo color nieve. Una situación así requería de un Kishimura serio, y que no se tomara todo a la ligera. No tenía miedo a que la misión fracasara, sino al hecho de que mi maldición podría salirse de control y ocasionar más problemas de los que tendríamos. Las marcas ya habían cubierto todo mi brazo derecho, salvo mi mano, por lo que estaba a salvo de que nadie pudiera ver lo que me sucedía.
Se haber utilizado alguna de las avanzadas máquinas de Tempus, nuestro viaje hubiera sido muy corto, pero se había llegado a un acuerdo en donde viajaríamos en uno de los dirigibles de Chaos. Permanecí en silencio durante todo el recorrido, sin nada para decir, solo meditaba acerca de lo que ocurriría. En cuanto el dirigible detuvo su avance, nos informaron de que podíamos descender del transporte volador. El de menor jerarquía fue el primero en pisar tierra para ayudar de afuera a nuestra superior a bajar. Por lo que el último en poner los pies sobre la tierra fui yo, y ni bien lo hice me coloqué a la derecha de Christa, un par de pasos atrás de ella. La temperatura que hacía en el reino no era de mi agrado, así que con mis poderes logré congelar levemente la zona a nuestro alrededor. Una caballero de élite fue la primera en darnos la bienvenida y la encargada de guiarnos hasta la sala donde se realizaría la reunión. No pensé que al entrar en aquella habitación hubieran tantas personas presentes. Si habían guerreros a los que conocía, no los reconocí en el momento, y si lo hubiera hecho no me acercaría para saludarlos ya que no podía alejarme de mi ministro. El líder del reino anfitrión se acercó a nosotros para saludar y agradecer nuestra colaboración. Tras organizar un poco a sus unidades y sus prioridades, este hombre dio comienzo a la junta, explicando la situación y su estrategia. Presté atención a cada palabra, pero no realicé ninguna pregunta al respecto. Si alguien de Tempus debía hablar, esa persona sería mi señora HelleMond.
- Interactué con...:
- Datos:
- Datos iniciales de KishimuraVida Inicial999 HPDado AtaqueCósmicoDado CuraciónCósmico
◕ Efecto de Títulos Propios:
× Guerrero: +7 Ataque & +3 Defensa.Created by Kishimura Shō
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Por supuesto aquello solo era una parte de ese enorme pastel, pues personalmente Ithel todavía debía pensar una forma de combatir a esa rubia mujer, Hikari, siendo consciente de que ya había pasado una semana desde su encuentro con ella en los bajos barrios de Rhim, y que todavía le quedaba una semana más para hacerle saber que se metió con el individuo equivocado. Una vez el hombre terminó de subir las escaleras, caminó recto hasta ubicar la gran sala donde el resto de participantes en el periplo, que no eran pocos, iban a tener su hueco en el transporte. —¿No somos muchos para algo como esto?— Dejó caer tras llegar, justo después de un silbido que fingía asombro. —Estoy seguro de que todo este asunto podría resolverse únicamente entre tres o cuatro de los que estamos aquí, aunque eso ya no es asunto mío.—
Por supuesto él hablaba sin tener conocimiento, aunque no es como si le hiciera falta, algunas de las personas allí presentes podían prescindir totalmente de una presentación, ya que sus meros aspectos físicos hablaban por ellos. Por su parte, Ithel mostró una diminuta pero prepotente sonrisa y caminó hasta una pared cercana, alejado del resto, cerrando sus ojos en una silenciosa acción que les decía a todos “no tengo la más mínima intención de relacionarme con ustedes”. Así es como era este general, orgulloso hasta decir basta, a un punto que incluso sus puntos malos de aquella propia personalidad podían jugarle en contra numerosas veces. Escucharía lo que el resto tenía que decir, pero que no esperaran una colaboración de buena gana o amistosa, porque no la tendrían. Había que ser abiertos y decirlo todo un claridad, al mismo tiempo que al caballero le enfurecía la repentina aparición de aquella ciudad, la tarea le parecía aburrida.
De hecho ni siquiera iba a esforzarse, ¿Para qué? Los cuatro Dei estaban reunidos en un solo lugar para una sola tarea, no era depender de ellos, todo lo contrario, se trataba de saber que con esas personas al frente, jamás llegaría a aparecer ningún rival digno de él en lo que durara su experiencia por aquel lugar. Otro punto a aclarar sobre Ithel es que era muy poco paciente, estando él ya ahí ¿Qué razón había para no partir? ¿Acaso esperaban todavía a más gente? Fuera como fuera, muy dentro de él sabía que sus intenciones distaban mucho de ayudar a los presentes. Capaz e incluso en alguna que otra ocasión resultara ser un estorbo para ellos, sería divertido de ver, pero tenía un deber que cumplir, su fama tenía que ir por delante de su diversión, en esta ocasión.
- Interactuación con…:
- @Orion Ärud
@Éride
@Kuro Usagi
@Kefka Palazzo
@Mikaela
@Izaak K. Arliden
@Yuuki Okami
@Aldara Sashenka
@Fingon Sindar
@Atreyu
@”El resto que es demasiado largo de decir”
- Comentario del uss:
- Un montón de participantes, tres páginas de rol y debía hacer resumen en un post introductorio (?) Pido disculpas si me salté algunas partes por haberme simplemente perdido entre lecturas, pasé directamente a cuando todos, en teoría, andan reunidos en una misma sala (corrijanme si me equivoco, por favor). Ya que la personalidad de Ithel va como va... Si quieren le pueden hacer un llamado de atención en el rol y a partir de ahí yo voy trabajando. Muchas gracias~
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Pero el compañero del elfo identifico mucho antes a quien le sorprendía en el frente. Era “Pétalos” aquel muro de frialdad que tenía por nombre, Sashenka, Aldara SAshenka, la Cuarto Dei y superiora espiritual del señor de los elfos, las revoluciones y las vibraciones del alma bajaron y al final se relajó, el lobo se acercó a la muchacha y salto como si fuera un ciervo juguetón hacia su encuentro, movió su inmensa cabezota contra su mano de piedra y se auto saludo enérgicamente, algo en ella le hacía sentir como un cachorro nuevo, aunque su entrenamiento también había ayudado a su personalidad, Sindar a estas alturas ya no tenía el control de él, cuándo la chica se encontraba presente y mucho menos se molestaba, pues ya de todas formas eran compañeros de vida y jamás se enojaría con un compañero que es tan leal como Hellfrost.
-Estúpido?...- se preguntó el elfo mientras se quitaba la capucha y la máscara de combate -jejeje… jamás mi señora, solo proteger a mis compañeros es mi deber. Pero Sashenka, no pensé que usted vendría a la avanzada tan pronto, como ha ido la reunión o tal como lo hice yo, prefirió investigar por cuenta propia?- pregunto mientras se rascaba la nuca algo avergonzado por causar preocupación a sus compañeros… -S…iiii… últimamente el Primo anda molesto por quien sabe qué cosa… pero no creo que nos coma, yo al menos sé que soy salado- respondió ante la amenaza de ser devorado por la burocracia del gobierno ante acciones apresuradas.
Ella se acuclillo para rascarle el rostro al inmenso animal el cual movía la inmensa cola levantando una polvareda descomunal… -Hey…. Sabes que esa es una máquina de matar, verdad?, he invertido mucho tiempo en entrenarlo y tu boicoteas todo ese tiempo…- dijo volteando el rostro al ver que su compañero, su apoyo en batalla se convertía en una mascota de bolsillo como los tamagotchi que hace años estuvieron de moda en Tempus… entonces se sintió realmente viejo al recordar el primero que tuvo.
-Pffff da igual, supongo que terminara cambiando de dueño el cabron…- dijo, sin embargo el lobo sacando su inmensa lengua se le acerco y parándose en dos patas le golpeo el pecho para intentar lamerle la cara… su aliento era agradable, quizás por las botanas elficas que le daba de premio de vez en cuando, pero el elfo rápidamente le aparto al verle juguetear con el tan infantil como siempre. El elfo sonrió tomándole por las patas y le rogo que no hiciera eso en frente de otros soldados. Seguramente a Sashenka le divertía esa situación, pero al elfo le avergonzaba a veces que Hellfrost sea tan efusivo con él, sobre todo cuando altos rangos militares estaban cerca. Custos.
-Bueno, bueno si el jefe lo ordena, aguardare como todos, además solo quería dar una pequeña vuelta de reconocimiento del terreno, no me metería en una ciudad llena de muertos vivientes- Mintió el elfo, pues era exactamente lo que deseaba hacer.
Suspiro, como si le liberaran de un peso y le hizo una seña a Sashenka… un par de minutos después, ambos soldados recogían maderas secas del desierto mientras el elfo hablaba cosas triviales y sin importancia, cosas que cualquiera podría tomar como cotidianas como que había comido uno en el almuerzo, que si el transporte público de Tempus el otro día había sufrido un corte de luz, un dirigible de Chaos se había inaugurado como salón comedor y varias cosas sin importancia. Quizás ella estaba aburrida del intenso chachareo del Elfo, pero así era el en confianza, no descargaba discursos motivadores o palabras de fe rimbombantes en confianza o de manera personal… en una situación privada era como cualquier otra persona de cualquier reino.
Cuando al fin reunieron lo suficiente para pasar la noche, saco de sus pertenencias un hermoso encendedor con unos filigranas tallados en plata y en el fondo tenía una inscripción “Tan fuerte como el Sol, Tan frio como el acero, la luz no se amedrenta”, lo miro unos segundos… era un regalo de su amigo Alcarin cuando se le otorgo el título de graduado en la escuela de guerra de Tempus… la melancolía le invadió un segundo, pero agitando el encendedor, prendió la mecha y soplo arrodillado para encender una fogata.
Se quitó sus inmensas hombreras, el peto de batalla y de pie al fuego acerco las manos para calentarse un poco, la noche ya era reina y las estrellas interminables comenzaron a aparecer adornando el inmenso manto oscuro que protegía la barrera mágica, Sindar cerró los ojos mientras escucho un poco lejos el aullido de Hellfrost, un aullido que indicaba que todo estaba bien. El gigantesco lobo había ido a cazar como era de costumbre cuando estaba fuera y de noche, quizás traería un par de liebres o alguna serpiente. A veces tenia suerte y encontraba algún ciervo o algo mas grande como un antílope perdido, todo dependía del terreno y de su peligrosidad, sin embargo pocos monstruos podían causarle verdadero daño al animal del gobierno.
-Hace muchos años… cuantos exactamente, no lo sé, había una persona especial- comenzó a hablar sin motivo el elfo mientras escudriñaba las llamas, quizás Sashenka prefería el silencio, pero a él le tranquilizaba crear un lazo con sus compañeros. –Su nombre era Mamba, bueno no era su verdadero nombre, pero así le conocían desde hace mucho, era una simple humana, una mujer delicada, dulce, amable y llena de sentimientos, éramos muchos los que se instruían bajo sus órdenes, y yo era un elfo de apenas veinte años, un bebe en comparación, ella nos instruía en el poder de la luz y sus características, ella fue la que me indico el camino recto, la que me hizo y me moldeo como soy hoy… después de 313 años de vida, sigo recordándola en cada minuto, cada segundo de mi vida vuelve a mi como una sombra del pasado, sabes que puede significar eso?- hizo una pregunta retórica.
- Mamba:
-Mi padre, Fingolfin, el señor de las mareas del Este, y uno de los señores supremos de los elfos de Tempus dijo que era amor… que la amaba y que por eso era tan débil, “Uno no puede amar si quiere servir bien” me dijo, pero yo no le creí. Siempre pensé que el amor era lo que impulsaba la luz… y la luz es lo más poderoso de este mundo no?- pregunto el elfo volviendo el rostro hacia su compañera.
-Y usted que cree?, es el amor lo más fuerte del mundo?, es necesaria en la vida de un soldado?... lo digo porque después incluso de la muerte de un ser querido uno sigue amando, es decir, ni la muerte puede acabar con el amor.- interrogo mientras se volvió hacia la chica de cabellos rosados para calentarse por ambos lados, la noche era extremadamente fría y a diferencia del día, podría uno morir afuera producto de la hipotermia.
El campamento podía verse y varios soldados con iniciativa también habían hecho más fogatas alrededor de la barrera que ocultaba a los enemigos, si algo ocurría en la noche, al menos no escaparía ninguno, y aunque muriesen muchos soldados de Chaos, podrían contenerlos al menos hasta la llegada del grueso de los ejércitos. Al parecer las órdenes eran esperar hasta el alba, cuando los seres de la oscuridad eran más débiles y quizás a la hora del lobo comenzaría a sonar la primera trompeta de batalla. Se escuchó nuevamente el aullido de Hellfrost en la oscuridad, el aullido del orden y de la calma.
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
— Kuro, Orion, creí haberles dicho que me siguieran hasta sus habitaciones ¿por qué me siguieron incluso en el despacho? — preguntó, su mirada de irritada, severa y dura, se suavizó, mostrando una simple mirada — Debo reportar algo al Lord, así que os ordeno a que permanezcáis aquí y luchen por Chaos, Kuro como la segunda, dejaré a cargo la dirección de los Custos, es momento de mostrar que esas orejias tuyas no solo son una prenda de tu para burla — miró al guerrero — Orion, que bajo esa espada demuestres el poder del que te envió, eres fuerte, por alguna razón has brincado tantos peldaños como ninguno, confió en tu fuerza y en tus nervios de acero —.
Volvió a mirar a la Segunda y le regaló una sonrisa — Aldara y Fin son seres incontrolables, pero no cabe duda que son demasiado fuertes y aptos para el lugar, he convivido poco-mucho con ellos, son lo mejor de lo mejor — aspiró con paciencia el aire conteniéndolo en sus pulmones y al liberarlo una suave brisa abrazó a los dos haciendo que se colara por sus ojos e inevitablemente cerraran estos — me alegra haberlos conocido y haber podido estar junto a vosotros al menos una vez, pero debo volver a donde mi señor me ha invocado — su presencia se fue desvaneciendo, esparciéndose en el ambiente, hasta por fin perderse en un eco del viento, para cuando abrieran sus ojos, ya no estaría ahí.
Su presencia se había vuelto cero.
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Cuando volvió con la señorita Eride y el padre Kefka, esperó realmente un regaño de su parte, por eso su actitud cambió un poco al volver con ellos dos, y en cuanto el Primo Dei intervino de una forma violenta sintió como su corazón se detuvo por un pequeño segundo... estaba causando problemas sin querer hacerlo realmente. Retrocedió un par de pasos buscando esconderse del duro Primer Custos, simplemente fue tras Celes y Terra para sentirse a salvo una vez que se ocultara detrás de ellas para observarlo todo como un simple canino asustado. Realmente ni la Señorita Eride ni el padre Kefka le lastimaban, ellos no tenían la culpa de que fuera una loba tonta que no aprendía, o eso fue lo que pensó ella en su momento... estuvo a punto de hablar para aclarar las cosas, pero en cambio Kefka decidió hacerlo en su lugar mientras que Celes se acercaba violentamente al primo Dei.
Yuu le siguió detrás, y en cuanto el padre terminó de hablar Yuu se hizo en frente de los presentes solo para agachar la cabeza y hacer una gran reverencia. Cerró los ojos con fuerza solo para intentar corregir su error, mientras que apretaba los puños por las pocas agallas que tenía ante los conflictos. -¡E-ellos no tienen nada que ver en esto!- Dijo la jovencita manteniendo aquella gran reverencia. -L-la gran Éride me trata muy bien! ¡me dio un hogar y comida! e-es mi culpa no cumplir con los estandares de perfección de Dominus Castle... mi maestro dice que soy una pésima estudiante por no aprender a leer... p-pero... pero...- Guardó silencio un par de segundos solo para continuar hablando. ¡Yuu se esfuerza como nadie para aprender! dijo en un tono muy alto de voz. Cuando acabó, la comida que estaba dentro de su mochila cayó al suelo, pues ella olvidó cerrar la mochila que llevaba encima... manzanas, bolsas con diferentes bocadillos y cosas similares cayeron al suelo... todas con la marca del almacén de cómida de la Catedrál de Dominus... comida robada.
Yuuki no dijo nada en su lugar, después de haber intentado calmar a los Custos aclarando lo sucedido ella fue rápida al guardar toda la comida de vuelta en su lugar, fue muy rápida, los nervios se le notaban con el temblar exagerado de sus manos al recoger la comida del piso, pero una vez que todo estaba en su mochila la cerró solo para volver a su lugar junto a la gran sacerdotisa. -L-le guardaré un par de galletas, señorita Éride- Sonrió nuevamente, esta vez de una forma más tranquila al notar que en realidad ella no estaba enojada con lo sucedido. Kefka habló una vez más, pero tan solo fue para ordenar a Celes y a Terra que se retiraran una vez que terminara esta reunión, Yuuki, por supuesto se despidió de las dos estirando su mano hacia arriba solo para moverla de izquierda a derecha. -¡Celes, Terra! ¡Cuidense mucho! -.
Tuvieron que transladarse a una zona con muchas más personas, Yuuki simplemente guardó silencio esperando todo lo que tuvieran que decir... lo cierto es que estaba temerosa por todo lo que hablaban... formaciones, estrategias, planes para atacar... todo abrumaba mucho a la pequeña loba de allí, cuando el grupo grande de personas comenzó a reunirse la licantropa dejó las presentaciones a un lado solo para intentar llamar lo menos posible la atención... nuevamente se ocultaba en la espalda de alguien, esta vez, de la Gran Eride, le sujetaba de la mano derecha mientras que su cuerpo se mantenía detrás de la cabellera azul de la mujer, apenas viendo a los presentes por el rabillo del ojo. -S-señorita Éride...- Mencionó su nombre apenas, en un tono muy bajo de voz. -¿E-en verdad está segura de que deba acompañarlos?... e-es que no siento que les sea de ayuda...- Excusa para una niña cobarde en verdad.
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Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
-Paya san?, que es ese trato pequeña insolente… te recuerdo que estas refiriéndote a un miembro de la asamblea de nuestro Gutam, el señor de todo lo que el sol toca, y vos solo sois guardias de él, por favor no infles tu poder pensando que puedes ir y mandar sobre todo aquel que sea devoto de nuestro amadísimo señor.- Dijo el hombre pintado sin ánimos de ofender pero dejando claro que no estaban al servicio de nadie más que el Lord y sus enseñanzas, al tiempo que su señora recriminaba al Primo Dei.-Y bueno opino igual que usted, somos aliados y debemos comportarnos como tal, quizás más tarde podríamos como dije antes celebrar la victoria en nombre de nuestro señor, algo austero claro esta… como corresponde a nuestra orden- se corrigió con una gran sonrisa, aunque de reojo miraba el busto de Kuro, jamás había examinado a una chica como ella, seria hermosa bajo esas ropas?, tendría mucho pelo?... la idea de despojarla de sus prendas y someterla a diversas pruebas le emociono y no pudo evitar emitir una carcajada como quien se acuerda de un chiste que alguien le había contado.
La pequeña Yuuki, delicada y frágil se paseó por toda la sala y sinceramente a Kefka aunque era un gran pervertido, no le causaba ni calor ni frio, sin embargo le irritaba que fuera tan inocente y llena de alegría en un mundo tan lleno de dolor. Si fuera por el la torturaría hasta que fuera un sombra gris de su alegre y radiante presente, antes de retirarse se había despedido de Terra y Celes y Kefka sintió como en lugar de él controlarlas a ellas, sucedía a la inversa y ambas muchachas se despidieron con una sonrisa de la pequeña sabandija. Kefka rápidamente retomo el control pero esa sensación no le gustaba nada.
Al final todos emitieron disculpas y el tema para Kefka había pasado como un simple intercambio de ideas o un ajuste de engranajes así que se recostó sobre la silla y dejo el tema por zanjado, eran todos los Custos unos patéticos debiluchos que se deshacían en disculpas?, que fácil sería manipularlos entonces para sus intereses, Atreyu, el sensual ministro de Chaos, hablo entonces para dar por terminada la reunión que Kefka capto como de consolidación, una reunión militar donde se aclaran los puntos principales de una cruzada, el Mago salió detrás del ministro y sus dos esclavas le siguieron igualmente hasta su habitación, ahí se encerró y disfruto de una secreta comida que contenía abundante carne roja a medio cocinar, vino y otras delicias, sus esclavas comían igual que él, después de todo eran sus guardianes y tenían que estar fuertes para proteger a su señor, pero el desgraciado sacerdote arrojaba al suelo lo que las chicas podían comer y ellas afanosas tomaban las piezas y las engullían con premura, solo el vino podían beberlo del pellejo de su señor.
Kefka después de comer, se fumó un gran puro justo al costado de la ventana pensando en sus aliados, el que más le quitaba los pensamientos era Atreyu, Éride y los Custos, los demás barbaros de Chaos no merecían su atención…
La reunión se reanudo unas horas después y estaban todos los aliados, aunque ahora faltaba otro Custos, La Cuarta y el Quinto… la perversa mente del sacerdote del Gutam no pudo evitar pensar en una especie de amor prohibido entre ambos debido a la insistencia de ella por ir tras el.. elfo?, era un elfo el quinto, eso al menos era lo que recordaba, que patética raza, debilucha y amante de la luz y la naturaleza, armonía? Armonía con la naturaleza? Era completamente lo opuesto al gran y tremendo Kefka, señor de las perversiones. Ok basta de pensar en deliciosas acciones de conspiración, pues el rostro del mago parecía anormalmente humano producto de la felicidad que le causaba el vanagloriarse solo.
El Ministro dio una clase magistral de tácticas de asedio y suponiendo una general técnica invasiva dividió a sus fuerzas de manera equitativa, aunque no sabía que había tras el velo oscuro tenía una idea más o menos acertada de como asediar un lugar desconocido. Un estratega nato el Mago se alegró por que al menos iría con el grueso del ejército y por consiguiente seria el lugar más seguro, pero si podía darse la oportunidad, sin duda volvería a la seguridad de Chaos, no estaba para mierdas que pusieran en peligro su vida… solo se quedaría si tras el velo habían cosas interesantes de las cuales aprovecharse… o quizás si podía eliminar a algún estorbo. El tiempo lo diría.
Su misión era reunir todo su poder mágico y derribar una enclenque barrera que ocultaba a la ciudadela… pan comido.
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Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Cierto es que Tempus en aquel fatídico ataque que sufrió Chaos, a manos de un loco cargado de monstruos, se había sentido en parte responsable de no poder ayudar en aquellos momentos. Pero su armada naval, estaba enfrascada en una misión que escapaba en ámbito general, con los resultados que se vieron más adelante y de los cuales Christa aún se lamenta.
La Hellemond no dudó ni un segundo en responder con un una respuesta afirmativa cuando la comunicación del ministro de Chaos llegó a sus manos. Estaba cansada de las habladurías y sobre todo de que constantemente pareciese que los de gobierno, se la pasaban pelando continuamente, ella no estaba en Tempus para eso, su señor el Lord no la puso en su lugar para soportar palabrerías y mantener distancias con otros, sino para mediar en donde era necesario y no había mejor forma para ello, que tender su ayuda a su compañero en reino vecino y a quien necesitase de Tempus.
Llegado el momento, como estaba acordado el dirigible que el ministro de Chaos, llegó a la nación de Tempus para recoger a los que irían a dar apoyo al reino y si, la ministra entendió que aun pudiendo enviar a gente en su nombre, era necesario ir ella misma, de ese modo tratar en persona con alguien que solo conocía de momento, por correspondencia y protocolos administrativos.
El viaje no tardó mucho, o quizás se le hizo ameno a la ángel, en compañía de los suyos y de algún miembro más de la nación de Tempus que había sido invitado a Chaos. Cuando tomaron tierra ya alguien estaba esperándolos para conducirlos hacia aquella inusual reunión. La de cabellos azules, bajo con a seriedad que le correspondía pero aunque su aspecto podía ser tan frío como lo que se hablaba de su reino, su suave sonrisa agradecida hacia la joven caballero élite, rompió en un momento el estereotipo que se decía de ella. A su lado, dos de sus más fieles, el Almirante Kishimura Sho y Henri, ahora vicealmirante y anteriormente asistente personal de Christa.
Tras entras en la sala un saludo de respeto a los allí presentes y un especial interés al acercamiento de ministro hacia ella y los suyos. –Gracias a ti por contar con nosotros, con su permiso ministro… custos dei… - indicó la ministra sonriendo de forma suave en saludo a todos, pero solicitando permiso protocolario ante su igual y los superiores a ella misma y junto con los suyos tomó asiento y escuchó con atención tanto el problema que tenían en Chaos, como la estrategia de ministro.
No hubo objeción por su parte ya que estaba todo perfectamente elaborado por el mismo, tampoco Christa a menos que fuera necesario iba a interrumpir algo de aquella índole.
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
El híbrido caminaba con pasos firmes, detrás de él se encontraba María quien seguía los pasos curiosa del lugar en donde se encontraban. No era la primera vez que Belthz visitaba aquellas tierras, pero si la primera en que se encontraba en el desierto siguiendo el rastro de los desalmados hacia la ruptura o la situación de peligro que anteriormente la sacerdotisa le había comentado.
Pudo sentir o tal vez pensar que Éride le haya confiado aquella misión, el tantear el terreno sin embargo Belthazor era un experto rastreador de almas perturbadas no de seres putrefactos, siendo de esa forma se detenía cada cien o menos pasos para repasar el lugar; lo último que necesitaba era ir en círculos, debajo de aquel calor que lo estaba consumiendo tanto a él como a María.
— María, deberías entonar alguna melodía — expresó el pelirrojo, al saber que la mujer la misma que empezó a cantar una suave melodía la perfecta para agradar el ambiente putrefacto del que pisaban.
María era alusión al primer demonio exorcizado, el primer impacto de Bel y quizá el único ser que sería su compañera de sus aventuras por milenios. Su voz, su ser, el ente le pertenecía a él, al exorcista que la libero del mal, y ella le brindaba el respeto necesario para obedecerlo para actuar bajo sus órdenes.
Y cuando la mujer terminó la canción, Belthazor se encontraba al frente de uno de los campamentos improvisados o al menos eso pensó al momento de avanzar — María, no hagas ruido — dijo como si realmente iba a pasar, cosa que era imposible María no hablaba era muda sin serlo en realidad.
Cuando estuvo más cerca del campamento, Belthz detuvo sus pasos había hallado uno de los campamentos sin embargo fue la presencia de dos guerreros que llamó su atención, guerreros conocidos no directamente sino que todo Spirit Soul sabía la existencia de los Custos.
— Guerreros — expresó dando a conocer su presencia y con sus palabras una sonrisa — mi nombre es Belthazor y al parecer hemos venido para la misma expedición — dijo al momento que volvió a avanzar sus pasos.
— No me he presentado, que falta de educación. Belthazor, representante de la Asamblea de los Santos — haciendo una leve inclinación como parte de su saludo — el profeta me envió para expedición, al parecer no fue la única con esa idea.
Canción de María
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@Aldara Sashenka @Fingon Sindar
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
— ¿Has visto a la paladina Rosette? — Interrogo con su clásica sonrisa coqueta al dirigirse hacia las mujeres — si… la vi pasar por estos pasillos hace menos de un minuto — dijo la chica, era atractiva y su uniforme prácticamente le sentaba muy bien al contrario de Hades que no le gustaba vestir por completo el uniforme del reino.
— Gracias — dijo Hades guiñándole el ojo al momento de dar un paso hacia el costado sin impedirle el paso — espero verte luego — amplio su sonrisa, era una lástima que tenía órdenes directas de Atreyu sino fuera por eso se hubiera quedado haciendo una parada temporal no necesaria pero atractiva con la soldado en una de las oficinas vacías.
Sería en otra noche, otro día ya que el humano empezó a trotar por el pasillo deseando que la paladina junto a al ejército elite no se perdieran de su radar. Y así como lo deseo sucedió pudo observar no tan lejos pero si en el mismo pasillo a los superiores provocando que Hades acelerara empezando a correr y esquivando ciertos de sus compañeros.
Aquel día en la base era un completo desastre, con miembros de lado a lado y órdenes por doquier, aunque a decir verdad aquel ambiente le emocionaba al albino que podía sentir la adrenalina correr por sus venas como un pequeño niño recibiendo regalos sin parar.
— Paladina Rosette — dijo al bajar la velocidad pero siguiendo sus pasos al regularla con lo de la mujer y los otros — listo para servirle, y a sus órdenes — menciono, y se quedó en silencio sin perder el paso ajeno.
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Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
El camino se mantuvo callado, en sus pensamientos sin prestar atención necesariamente al camino. Cuando llegaron a la sala de reuniones no tomo asiento, pero se mantuvo al lado de su compañera en la espera del Ministro. Ya no daría más ideas, ni hablaría no estaba en condiciones aunque presto atención a los movimientos y planes del ministro.
Necesitaba aire fresco, enfocarse en la situación pero Izaak era un tema pendiente para el dragón. ¿Por qué se había despedido e ido de esa manera? Movió su cuello de lado a lado, para luego mirar a Kuro Usagi, el segundo a cargo y ahora responsable de la misión en tierras del Chaos.
— Kuro — nombró para acercarse a una de sus orejas hablando lo más suave posible, no estaba seguro si ella era tan sensible o tenía intensificado aquel sentido pero era lo más probable por lo que suavizó su voz al hablar — será necesario que vaya a avisar los planes y estrategia tanto a Fingon como Aldara — menciono, pero antes de escabullirse por la puerta se detuvo unos momentos — cuídate.
Le dijo conocía sus capacidades o al menos la había visto en la búsqueda de la reliquia; pero no estaba demás decírselo era su nueva compañera de equipo así como los otros, incluía Aldara ya que prácticamente a pesar de conocerla desde anterioridad oficialmente nunca habían estado en la misma sincronía del ejército.
Sin embargo no podría irse sin su compañera de equipo conformada por la gladiadora Viktoria, se separó de Kuro y pasó lentamente sin causar problemas ni alertar a los demás para llegar a la que conocía o señalaron como la gladiadora que lo acompañaría.
— Señorita Viktoria debo adelantar mi paso, ¿prefiere seguirme o quedarse? — interrogó a la mujer con suavidad en sus palabras el mismo tono suave y anteriormente usado con Kuro del cual recibió una afirmación por su parte.
Salieron sin necesidad de alertar de los presentes, sin embargo pronto partirían todos mientras que Aldara y Fingon estaban sin órdenes directas, ni un panorama sobre el mapa; aquello le disgustaba no obstante sabía que era un pensamiento redirigido al sobrecargo de detalles ante la despedida repentina del Primo.
Noto la presencia de la doncella a su costado, y con ella una repentina presencia de la gladius Morrigan — para llegar antes de los demás debemos acortar tiempo, volaré puedo llevar a ambas en mi lomo — cosa que no fue necesario. Cuando aterrizó espero que las gladius que lo seguían hicieran lo mismo — las presentare, seguidme por favor.
— Fingon, Aldara — nombró para llamar su atención — Viktoria y Morrigan — mencionó sin muchos detalles para determinar la presencia del pelirrojo, y realizar un saludo gestual, mismo gesto que hizo ante la nueva presencia del pirata.
Centrándose en sus compañeros de equipo, siendo por eso fue que Orion se puso de cuclillas, y con su propio dedo empezó a dibujar el gráfico mental del mapa con pequeñas líneas de cristal que salían de su dedo. — Este es el mapa, y nosotros seguiremos esta línea — detallando las palabras dadas por el ministro con la necesidad de explicar las órdenes dadas por el Ministro de esas tierras.
De momento sin expresar la repentina despedida de Primo Dei.
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Última edición por Orion Ärud el Jue Oct 27, 2016 9:04 pm, editado 1 vez
Re: PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Ambas salieron del castillo por sus propios medios, sobrevolando las agitadas calles de Chaos Urbanis, entre la multitud, una silueta llamó la atención de la Tercera Gladius, avisando a su compañera de que siguiera, que en breve la alcanzaría, descendió para caer justo delante de aquel hombre que reconocería a kilómetros. - Vaya, vaya, cuánto tiempo, marinero... ¿Qué se te ha perdido por estas tierras? - Hacía meses que no se encontraba con el pirata y por lo visto, no abandonaba sus costumbres, ese olor a ron era inconfundible. - Como puedes observar, estamos un poquito ocupados en este momento, no sé si te apetecerá unirte a la batalla…- Se puso de puntillas apoyando sus manos sobre el pecho del pirata, acercando sus labios al oído. - Ya sabes el efecto que la sangre provoca en mí…- Mostró una una picaresca sonrisa mientras se alejaba del robusto cuerpo, elevándose de un salto sobre el tejado de la taberna. - Si te pica la curiosidad siempre puedes seguirme. Solo tienes que seguir mi rastro.- Tomó impulso y se elevó en el cielo, tenía que recortar distancia entre Viktoria y ella, quería llegar al desierto junto a su compañera. Tras varios impulsos sobre el firme suelo, consiguió divisar la figura del ángel que volaba rápida hacia la zona del desierto. - Qué amable por tu parte bajar el ritmo para que pudiera llegar a tiempo antes de entrar a la vanguardia.- Sonrió a la mujer mirándola de soslayo. - ¿Nerviosa? Nuestra primera misión importante como Gladius…- La diablesa sí se sentía nerviosa, excitada, había conseguido el rango más alto y honorable dentro del ejército de Chaos, de su tierra, elevando el apellido Sparda a la más alta gloria después de tanto tiempo en el olvido. Debía hacer honrar a su linaje, servir a su tierra y cumplir las órdenes.
A su llegada al campamento tomaron control de la cadena de mando, informándose del estado de la situación. Hizo un recuento rápido de los soldados que habían en la vanguardia, no se figuró que hubieran tantos desde un principio. Atreyu era bastante más precavido de lo que la diablesa imaginó. En lo alto de una duna, pudo observar la figura del soldado rebelde, sin pensarlo dos veces se fue directa a él. - Guardian Azathoth… Veo que vigilas que las dunas no se agiten esta noche… En vez de estar tan contemplativo, ayuda a esos soldados de allí a preparar las fogatas… Es una orden…- Sus ultimas palabras esperaba que fueran como dagas en el pecho del demonio, tan orgulloso como para hacer odios sordos, pero en esta situación le iba a ser difícil oponerse sin salir impune.
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