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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
Spirit Soul :: Zona de rol :: Dominus castle :: Catedral
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Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
Sin embargo al pasar de los años una gran herida de arrepentimiento se formó en su corazón, volviendose cada vez más profunda por los crimenes, violaciones y pecados que cometió, pero gracias a un pequeño grupo de personas la poca humanidad que un demonio puede poseer terminó germinando en su alma, gracias a Seishiro y a Astrid aprendió que las vidas tienen un gran valor, que está mal acabar injustificadamente con ellas, desde entonces decidió cambiar para el bien común y cumplir con un trabajo mucho más factible y saludable para la comunidad deesta sociedad, hacer algo bueno en los tiempos de guerra. Su instinto demoniaco se fue apagando desde que salió del agujero de Tempus al que llaman Arcadia, dando como consecuencia a un ser (que aunque no lo demostrara por el orgullo) mucho más maduro que antes. Decidió confiar en la Fe de Gutam al confirmar que aquellos Dioses Divinos eran reales y tenían gran conocimiento sobre este basto mundo, más aún cuando las palabras de las mismas deidades confirmaban que necesitaba un corazón tranquilo para ganar más poder... corazón que debía ser limpiado si quería llegar a obtener más fuerza y conocimiento.
Gracias a las nuevas leyes impuestas por el gobierno, aquella cazarecompensas tardó mucho más en llegar a su destino, teniendo en cuenta que era obligatorio pasar por un monitoreo al viajar por el transporte público de los tres reinos, además de eso no era más que una simple civil, pues tampoco tenía permitido llevar algún tipo de arma u objetos que pudieran utilizarse como algo semejante. Así que por esa razón llevaba ropa del común, bastaba con usar un vestido de una pieza de color blanco, con un escote un tanto revelador, unas zandalias y su cabello corto levemente recogido con un listón negro. Entró a la catedral como un ciudadano del común junto con otras personas que deseaban entrar para simplemente confesarse, tan solo quería escuchar las palabras que la Fe de Gutam tenía para la gente normal... ¿Cómo podría hablar personalmente con un Clerigo a solas?...
...Se tardó un poco en investigar pues había mucho para ver, desde estatuas, hasta un enorme lugar en donde la gente estaba decidida a compartir su Fe, pero al fondo estaba el confesionario, junto con una fila bastante amplia de personas que se encontraban esperando desahogarse con algún sacerdote, no le quedaba de otra que hacer la Fila y esperar. Era curioso como varias personas se quedaban mirandole, susurraban en cuanto el aura demoniaca invadía el lugar gracias a su presencia, como volteaban a ver su larga y Fina cola negra en punta de corazón que confirmaban que se trataba de un ente demoniaco, como si supieran que ella no debería estar ahí en primer lugar. Afortunadamente la Súcubo era totalmente apatica al respecto, no le podía importar menos lo que dijeran aquellas personas sobre ella o su raza, y tampoco había alguien con las suficientes agallas como para decirle algo en mitad de la cátedral... sin embargo, lo que si que le molestaba era la larga espera.... ¿Cuanto tiempo debería estar ahí?.
Re: Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
Última edición por Kefka Palazzo el Lun Oct 17, 2016 8:45 pm, editado 1 vez
Re: Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
... suficiente, no tenía la paciencia para quedarse ahí a ser discriminada, dejó la fila para evitar maldecir en público, se mordió los labios y metió la cola entre sus piernas para ocultarla solo para abrazarse a si misma evitando golpear al próximo imbecil que se atreviera a mencionar algo de su persona... vaya lugar de mierda al que había entrado. Pero entonces dos mujeres se pararon en frente de ella impidiendole salir, la cazarecompensas, indiferente ante ellas solo intentó a hacerlas a un lado para proseguir hasta la salida... en cambio fue empujada violentamente hacia atrás. Las personas cercanas se quedaron sin palabras y muchas de ellas voltearon a ver lo que había pasado... le empujaron sin una razón aparente, sabían que Celes y Terra eran miembros del Clerigo y utilizar la violencia en un lugar sagrado era sin duda un acto pecaminoso, pero los civiles se negaron a interactuar por miedo a cometer un acto indebido, en cambio comentarios negativos comenzarona surgir entre ellos. -No quiero problemas.- Apretó sus puños dejando las cosas claras ante las dos chicas que tenía en frente. Comenzó a ser empujada sin sutileza hasta un lugar aislado, ¿Por qué mierda eran tan abusivas? se defendió en principio... pero causar problemas en Dominus Castle, en donde el mismisimo Lord estaba descansando... si llegaba a hacer un escandalo era literalmente cometer un acto de suicidio... por lo que simplemente no mencionó nada y directamente siguió hasta apartarse de la multitud.
-No se que coño quieren de mi, si no les agrada que esté en este lugar, bien, de todas formas no pensaba volver.- en realidad aquella rubia no deseaba pelear, se le notó en las palabras que dijo cuando se dirigió a Celes y a Terra, sin embargo notó inmediatamente como la más joven sacaba un pañuelo... -Pero que...- Y como toda una profesional, una patada ascendente golpeo directamente el mentón de la jovencita para apartarla inmediatamente. -¿¡Saben la puta locura que están cometiendo!? Estaba despistada, tan solo estaba concentrada en Celes, pues una postura de combate salió inmediatamente como acto de hostilidad, cerró sus puños nuevamente y frunció el ceño, solo para retroceder de la mujercita con el cloroformo en su mano... sus reflejos no le fallaron, pues detuvo de lleno un golpe que probablemente le lastimaría de una forma grave, tomandola del antebrazo con su zurda -Una daga y cloroformo.- dijo manteniendo aquel seco rostro sobre Terra. Realmente enfrentarse individualmente a cada una no sería un problema para la Sucubo. Devolvió el golpe, un Uppercut directo en la mandibula de Terra solo logró darle una pequeña ventaja... pero la otra molestia se levantó rápidamente solo para tomarla de la espalda y alejarla empujandola con fuerza.
No tenía sus armas consigo... ese era un inmenso problema debido a que esas dos guerreras si que estaban armadas, miró a su alrededor fugazmente mientras que sus puños mantenían cubriendo su rostro como si de una boxeadora se tratara. La más joven, Celes, inmediatamente se acercó para darle un puñetazo que Hikari pudo bloquear con gran facilidad, bastó con parar el impacto utilizando la palma de su de su mano solo para comenzar lentamente a estrujarla.. pero esta no se rindió tan facil, le dio un brutal cabezaso que logró hacerla ver estrellas por un segundo, entonces fue cuando la guerrera logró safarse y tomarle por la espalda, La cazarecompensas la estrelló una y otra vez contra el muro, pero fue tarde, Terra rápidamente sacó ventaja apuñalandole por primera vez. -¡A-agh! Un quejido perfectamente audible se notó, abrió los ojos como platos solo para ver a la maldita que injustificamente le apuñaló, en cambio recibió puñalada tras puñalada hasta que aquel pañuelo le cubrió la boca... cosa que le hizo cerrar los ojos y caer en el suelo inmediatamente.
¿Cuanto tiempo había transcurrido?... perdió totalmente la noción del tiempo en cuanto abrió los ojos ¿En donde estaba?... su sensitiva nariz inmediatamente notó el alto nivel a esencia másculina que estaba impregnado en toda la habitación, como si de un Burdel lleno de hombres se tratara, al intentar moverse un agudo dolor en su estomago impidió que se levantara con normalidad, esta posó su mano sobre las heridas solo para intentar calmar la molesta sensación al mismo tiempo en que sus oídos le permitían escuchar la melodía de la música que no daba paso al silencio. Vio entonces al sujeto que sostenía aquel asqueroso cadaver... Pero.. que coño... dijo en un tono muy bajo de voz para si misma mientras lentamente se acomodaba en el suelo, sentandose en contra de la pared al no poder levantarse por la gravedad de sus heridas.
Sintió también el peso sobre su pierna derecha, cuando sus ojos dorados bajaron para ver de que se trataba era una simple cadena... ¿Acaso ese lunatico no creía que de un jalón no podría romperla?... bien, primero haría como si en primer lugar no estuviera atada, solo para escuchar la voz del sujeto presente que bailaba con gran alegría en frente de ella. -...- guardó silencio al inicio solo para ver detenidamente al hombre que tenía en frente... rubio con la cara pintada y ropa colorida... -Quería confesarme en una capilla, limpiar mi corazón con la Fe de Gutam.- realmente fue muy clara al respecto, ¿Estaba encerrada en Dominus Castle por algún delito? ¿Sindar tendría que ver con esto?... ya le encerró antes con dos lunaticos. -No he cometido nada ilegal... ¿Por qué estoy aquí?-
Re: Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
Se había levantado sobre las cinco de la mañana, siendo algo habitual para la diosa desde hacía algunas semanas. Seguía una rutina que ya le resultaba automática: una vez desayunaba (algo nada copioso) y se colocaba sus vestiduras, comprobaba la herida que el cilicio dejaba en su muslo derecho para confirmar si debía o no apretar un poco más. Para ella, la oración física constaba una anulación de los deseos y de la consciencia propia, de forma que así sentía que se acercaba más a la Iluminación. Pero, a decir verdad, el infligirse a sí misma la mortificación corporal constataba un círculo vicioso: sus más bajos instintos de diosa oscura pugnaban por sobresalir, deseosos de alimentarse de ese dolor represor. Algo completamente sin sentido, pues su esencia primitiva era justo lo que impedía que alcanzara por completo la Liberación y la Verdad Absoluta. Si el origen de todo sufrimiento era el anhelo, pero muy en el fondo su ansia era el propio sufrimiento… no tenía más remedio que tratar de negarse a sí misma su propia naturaleza para poder cumplir con su misión como Gran Sacerdotisa.
Había celebrado dos misas en esa misma mañana. Pregonaba el mismo discurso que el día anterior, y que el anterior… una aseguración de que la salvación se encontraba dentro del espíritu de cada individuo. Una manera de tranquilizar a los feligreses, confirmándoles que, aunque el Gran Lord, mejor ejemplo a seguir, se encontraba envejecido y moribundo, ellos podrían alcanzar la Iluminación si seguían correctamente los preceptos impartidos por la Santa Fe. También había confesado a varios adeptos, absolviéndoles de sus pecados una vez mostraban el arrepentimiento que debían y aceptaban el castigo a seguir para terminar de purificarse. Normalmente no pasaban de una semana de ayuno, lo cual era bastante suave.
Y así, el tiempo pasó hasta la hora del almuerzo. No lo cumplió para poder atender aún más feligreses, pero finalmente tuvo que relegar el puesto a un sacerdote de confianza para que la cabeza no terminara por explotarle. Generalmente eran varios clérigos los que realizaban las labores pertinentes con los adeptos que se agolpaban en la catedral, de modo que el trabajo no era tan pesado, pero había llegado a un punto en el que le era necesario reposar por al menos un par de horas. Lamentablemente, el cansancio le había dejado con un aura de mal humor que pretendía disipar cuanto antes. Aquello sólo era un indicativo de que todavía no era capaz de destruir su propio ego... y no lo sería por mucho tiempo, probablemente.
Tras haber comido lo que consideraba suficiente, se dispuso a caminar hasta sus aposentos con el fin de permitirse relajarse un poco, lo cual en el lenguaje de Éride significaba algún tipo de oración, ya fuese meditación o mortificación. Sin embargo, conforme caminaba por el largo pasillo que llevaba a su cámara, un alboroto estalló desde el corazón de la catedral. Se dio la vuelta inmediatamente, sin pararse a pensar en qué demonios estaría sucediendo allí. No era el momento de preocuparse por su propia seguridad. Y si se llevaba a algún que otro revolucionario herético por delante, al menos habría cumplido con su propósito. Sus pasos fueron interrumpidos por un viejo sacerdote, que miraba asustado a los llameantes ojos dorados de la sacerdotisa, que se preguntaba internamente por qué no se hacía a un lado. —¡M-mi señora, ha ocurrido algo horrible! ¡L-las sirvientas del Padre Kefka han atacado a alguien!—exclamó, con las manos temblorosas. La diosa pudo advertir que éstas estaban cubiertas de sangre, e inmediatamente le ordenó que le informara más al respecto. —A-ah… creo que… encontraron a un ser impío… alguien que no puede ser salvado… ¡una súcubo! Y-y se negó a salir de allí… y se vieron forzadas a apuñalarle… A-ahora el Padre Kefka se está haciendo a cargo de ese demonio…
Tragó saliva. ¿Una súcubo? No eran comunes en Spirit Soul y a lo largo de su vida había conocido a pocos seres pertenecientes a aquella raza. Si bien confiaba en la salvación de absolutamente todas y cada una de las razas, los íncubos y los súcubos eran la única excepción, pues su forma de vida partía en base al deseo, lo cual causaba su propio sufrimiento… y el de muchos otros. Su mera existencia era un pecado, por lo que debían ser tratados como cualquier otro hereje. Le preguntó al clérigo cómo sabían que se trataba de alguien de naturaleza tan nefasta, pero las pruebas no parecían ser otras que su provocativa vestimenta y una estúpida cola que podría pertenecer a cualquier otro individuo. Suspiró con resignación, indicándole al sacerdote que volviera a la capilla. —Escuchadme bien, Padre. El Padre Kefka es un clérigo de confianza y sé que no se equivocaría en algo como esto, mas debo comprobar con mis propios ojos que no se trata de una confusión. Lo que ha sucedido en la catedral es inaceptable, sea verdad que es un demonio de aquella clase o no. Haced el favor de tranquilizar a los feligreses junto al resto de sacerdotes. Por ahora debo asegurarme de que el accidente está basado en una razón de peso y no en un error. Las sirvientas recibirán su castigo, no lo dudéis… pero la gravedad que le encargaré al Padre Kefka del mismo dependerá de la naturaleza verdadera del sujeto que se ha llevado a sus celdas.—Carraspeó, puesto que el tipo no se movía de allí. —Haced lo que os ordeno. Evacúen a los fieles, cálmenles y limpien todo rastro de aquella funesta y pecaminosa acción.
No dijo nada más, sino que en su lugar se dirigió rápidamente a las catacumbas que albergaban las celdas de los condenados, así como la sala de castigo para los herejes. No era la primera vez que entraba, alguna que otra vez había presenciado los castigos de Kefka (en quien confiaba como el mejor castigador de actos heréticos de todos los Inveteratus Illuminati), e incluso ella misma los había aplicado. El olor asqueroso a sangre, tierra y orín recubría el pasillo. A la diosa le asqueaba, pero eso no le impedía continuar con su camino. Mientras avanzaba, unos esqueléticos brazos cuyas manos habían sido amputadas se asomaron a través de las rejas de la celda número cuatro. Un hombre calvo y en estado lamentable le miraba con ojos vidriosos, a los que ella respondió con severidad. —M-mi señora… os juro… os juro que estoy arrepentido…—Era un exsacerdote. Había recibido tal castigo por diversas denuncias de maltrato a otros clérigos menores de edad, desde abusos hasta otro tipo de vejaciones, siendo una de sus víctimas la pequeña Yuuki, su discípula, a quien por fortuna tan sólo había herido en sus manos… por el mero hecho de no ser capaz de aprender con rapidez. —Vuestro comportamiento no es digno de misericordia. Tales actos que cometisteis son tan sólo merecidos por aquellos que niegan la fe e irrumpen con principios que se alejan de nuestras creencias. Justo lo que vos hicisteis con aquellos inocentes sacerdotes.— El hombre sollozaba, agachando la cabeza, y Éride pudo ver quemaduras severas en su piel que parecían totalmente irreversibles y desfiguraban su cuerpo. —No os merecéis un destino menos aciago que éste.—Dejó de hablar y no escuchó el resto de sus súplicas, puesto que no tenía mucho más tiempo que perder.
No era difícil identificar el lugar donde Palazzo se encontraba, puesto que Celes, una de sus sirvientas, estaba de pie en la puerta, custodiando la entrada. La diosa tan sólo le dedicó una mirada acusadora, esperando que se apartara, consiguiendo amedrentar a la joven de cabellos dorados. —Pensé que el Padre Kefka os había dejado en claro que vuestras acciones tienen consecuencias. Tanto vos como Terra saben lo que han hecho en terreno sagrado, de forma que no esperen dormir plácidamente esta noche. Me encargaré personalmente de que su amo les aplique el correctivo adecuado. Ahora, apartaos.—Su educación y cortesía habían desaparecido desde el mismísimo instante en el que el alboroto estalló entre los muros de la catedral, y su ira luchaba por apoderarse de su ser desde que el sacerdote le comentó los hechos. La chica se echó a un lado, abriéndole la puerta para que pudiera pasar.
—Padre Kefka.—Su tono de voz era autoritario. El hedor a muerte provocó que su nariz se arrugase, pero no hizo ningún gesto más aparte de cerrar la puerta tras de sí. Observó el cadáver que el clérigo sostenía entre sus brazos. Sin duda, conservar uno de esos era un buen método para asustar a los condenados. —Estoy al tanto de lo sucedido en la catedral, y debo decir que es completamente imperdonable.—Ignoró la presencia de Terra, situándose al lado del sacerdote para mirarle directamente a su colorido rostro. —No tenemos pruebas de que la mujer que habéis traído sea… de naturaleza de moralidad dudosa, de forma que es posible que lo que se ha cometido allá arriba sea completamente injustificado. Sea como sea, manchar terreno sagrado es inaceptable, de manera que espero que apliquéis el castigo adecuado a vestras sirvientas. Confío en vuestro criterio.—Miró con desdén a la mujer que había en el suelo, acercándose hacia ella con cuidado.
Ciertamente, su vestimenta no era la más adecuada para entrar en una catedral… y sus atributos denotaban que, en efecto, podría ser una súcubo. Sin embargo, no podía basarse en meras conjeturas y suposiciones. —Habéis sido acusada de ser una súcubo. Un ser cuya existencia es un error de la naturaleza, un pecado. Un ser que nunca, jamás, podrá salvarse.—Suspiró, estando quieta, sin atreverse a tocar los juguetes del clérigo. —Por más que lo neguéis, debemos comprobarlo. En caso de que seáis inocente, se os purificará y se os absolverá. De lo contrario… seréis condenada por herejía, pues vuestra existencia ya lo es, de por sí.—Volteó hacia Palazzo, señalando con su diestra a la rubia. —Necesito que comprobéis vos mismo si las acusaciones son ciertas. Supongo que sois lo suficientemente inteligente como para saber qué hacer.—Caminó de nuevo al lado del sacerdote, para después darse la vuelta de nuevo y clavar sus ojos dorados en la supuesta demonio. —Si se cura o se siente mejor, sabremos que lo que dicen de ella no ha sido en vano. De lo contrario, será inocente. Proceded cuando gustéis.—Miró a Terra, quien le acercó una silla convenientemente dispuesta dentro del lugar (probablemente por si Kefka quería quedarse a ver cómo se desangraba alguno de los herejes), y tomó asiento sin parase a comprobar que estuviese lo suficientemente limpia. Iba a mancharse las manos tarde o temprano… qué más daba.
Re: Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
- Habilidades Utilizadas:
- Habilidad especial 4: Embrujo reforzado: Celes embruja su cuerpo para reforzarlo con el elemento tierra, haciéndose más densa y pesada de lo normal, suele usar este ataque en medio del aire para caer a una velocidad anormal o golpear mas contundentemente, también esto refuerza su defensa y estabilidad en combate cuerpo a cuerpo. Adicionalmente es capaz de levantar muros de piedra de aproximadamente dos metros de alto que usa para ocultarse o defenderse.
Debilidad: Su velocidad baja drásticamente pudiendo esquivar pocos o ningún ataque solo valiéndose de su resistencia mental para aguantar. También los ataques de aire pueden romper esta defensa y sacarla del hechizo.
- Datos de Combate:
Interés de Kefka en el enemigo: 995//995
Ataque: 155
Defensa: -
Última edición por Kefka Palazzo el Sáb Oct 22, 2016 11:30 am, editado 1 vez
Re: Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
'Dado Cósmico' :
Resultados : 31
Re: Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
Viendo la situación, lo mejor sería detener aquel acto. Si no era una súcubo no tenía sentido continuar con ello y probablemente podrían proceder a otros métodos de tortura. —Padre Kef…—Detuvo sus palabras en seco en cuanto vio que Terra recibía un puñetazo por parte de la mujer, de forma que se acercó rápidamente a intentar detenerle. Quizás podría haber lanzado más cadenas, pero no tenía mucho tiempo de ponerse a recitar otro verso. Celes saltó rápidamente hacia ellos para defenderles, y a la vez el sacerdote le llevó a la fuerza junto a la muchacha herida. ¿Para qué perdía el tiempo en eso? ¡Debían atacarle! —¿Qué están haciendo? ¡Aprésenla!—bramó, en un tono de voz que reflejaba no sólo ira, si no una profunda decepción. Kefka Palazzo, el mejor ejecutor de herejes, había fallado y ahora se enfrentaban a un problema mayor.
Sintió el empujón del clérigo, a la vez que instaba a Terra a sacarle de allí. —¡No os he dado permiso para tomar tal decisión! ¡Vuestro error no os deja en posición de decidir qué hacer! ¡Llevadme de vuelta, Terra! ¡Es una orden!—exclamó, pero fue completamente en vano. Había sido desautorizada de la manera más estúpida posible, y además no podía tener una actitud muy autoritaria teniendo en cuenta toda aquella confusión y absurdez. Incluso sintió que alguien le agarraba el trasero conforme le obligaban a salir por la puerta, pero la situación le hacía despreocuparse por eso último. No era lo más grave que había sucedido en esa sala: aquel demonio les había engañado, sí era una súcubo, y había engatusado a Kefka para hacerle entender que no estaban en lo cierto. La actitud del clérigo hizo que los demás bajaran la guardia y, para colmo, aquella bestia pagana ahora se burlaba de ellos… todo por aquel tremendo error por parte del sacerdote. Sí que no se había equivocado en que era un demonio del placer, pero había errado en pensar por un momento que no lo era, o más bien, en dejar de ser tan violento con ella. Y Éride nunca debió fiarse: jamás debió apartar las cadenas.
La puerta se cerró tras ellas, y la expresión de la sacerdotisa se volvió extrañamente tranquila, como si todo el caos se hubiese quedado atrás y de nuevo volviera a adoptar su actitud habitual. Sin embargo, la severidad no se había apartado de sus ojos, así como no lo harían de su tono de voz. —Joven Terra,—murmuró, sin mirarle aún. —Por vuestras acciones y por las de Celes he podido deducir que el Padre Kefka no es lo suficientemente severo con ustedes. Existe una diferencia entre discípulo y sirviente… y ni siquiera un discípulo tiene permitido tales actos. En el caso de ustedes, no poseen siquiera el más mínimo derecho para actuar con autonomía a menos que la vida de vuestro señor esté en peligro.—Volteó hacia ella. —Él ha cometido varios errores, errores que no serán pasados por alto. Yo misma cometí uno y me encargaré de redimirme por ello. En su caso, será algo más, y en el de ustedes…—Comenzó a trazar muy lentamente una cruz en el aire, justo en el espacio que separaba a ambas mujeres. —Pagarán por haber mancillado la catedral, por realizar actos impuros que condujeron a error a vuestro señor y por no tener en cuenta lo más importante: la palabra que deben obedecer sobre todas las cosas, por encima de la de vuestro señor, es la mía.— Por supuesto, por encima de sus órdenes estaban la palabra del Lord y la doctrina de Gutam, pero dudaba de que aquella muchacha pudiera llegar a tener acceso al magnánimo monarca. —Sacra Purificatione,—susurró. La forma geométrica se materializó en forma de fuego, y la sacerdotisa retrocedió un poco, pero aún con la mano extendida. La cruz entonces se movió hacia la joven y la envolvió en llamas, llamas que se apagarían si tenía los conocimientos básicos, por supuesto. —Es una advertencia, tanto para vos, como para Celes, como para el Padre Kefka.
Por un momento estuvo a punto de entrar de nuevo, pero viendo la fuerza de la súcubo, pensó que lo más inteligente sería llamar a varios guardias. Dejó a Terra allí, sin importarle lo más mínimo cómo resultaría tras aquello, y subió hacia la catedral en busca de algunos soldados. Debía salir al exterior para ello, y esperaba que el público ya se hubiera tranquilizado en mayor medida, pero no podía ser vista. De lo contrario, algunos desearían confesarse con ella o a saber qué, y no podía perder el tiempo. Y conforme caminaba, una idea cruzó su mente. Debería consultarlo, llegar a un acuerdo con el resto de la Asamblea de Seres Santos, pero haría lo posible para que aquello se llevara a cabo tarde o temprano. Una sentencia que acabaría con aquellas presencias impuras de una vez por todas: propondría la caza de todo íncubo o súcubo que habitara en toda la extensión de los dominios del Lord. Debía hilvanar aquella idea de una manera más sólida, puesto que no le bastaría con los malos actos contra los Inveteratus Illuminati por parte de un ejemplar. Debía pensar en algo…
- Datos de batalla:
- HP: 999/999
Tirada 1: Castigo a Terra como advertencia (26*5 = 130 de daño)
- Habilidad usada:
Sacra Purificatione
La sacerdotisa señala a la víctima a la que decide purificar de sus pecados dibujando una cruz en el aire con los dedos. Tras pronunciar el nombre de esta habilidad, la cruz invisible es rodeada con fuego y se dispara hacia el enemigo. Así mismo, al dibujar este símbolo en una superficie, puede hacerla arder o destruirla (o no hacer nada) dependiendo de su resistencia ígnea.
Debilidad: Por supuesto, el elemento agua puede anular completamente esta habilidad. Además, todos los escudos mágicos tienen una alta resistencia a ella y dependiendo del tipo del mismo pueden llegar incluso a ser inmunes. El daño de esta habilidad varía según los dados: puede causar una leve quemadura que tan sólo enrojezca la piel o llegar a causar graves lesiones.
Última edición por Éride el Sáb Oct 22, 2016 4:51 pm, editado 2 veces
Re: Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
'Dado Cósmico' :
Resultados : 26
Re: Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
- Stats:
- HP 881/999
Ataque hacia Celes= 18* 5= 90
Daño recibido= 155 - 37 = 118
Última edición por Kiss Shot el Mar Oct 25, 2016 10:49 pm, editado 1 vez
Re: Presencias Demoniacas [Con Kefka y Eride] [+18]
#1 'Dado Cósmico' :
#1 Resultados : 18
--------------------------------
#2 'Dado Cósmico' :
#2 Resultados : 37
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» Tu hogar es tu refugio, pero no acabes encerrado en él [Priv. Atreyu]
Mar Nov 01, 2016 6:18 pm por Atreyu
» —Registro de Rangos [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:27 pm por Christa HelleMond
» —Registro de Cuentas [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:24 pm por Christa HelleMond
» —Registro de apellidos [Opcional]
Lun Oct 31, 2016 7:16 pm por Christa HelleMond