Re: Un lugar para nunca olvidar. [Akatsuki Ousawa]

por **Kougyoku Ren** Lun Nov 09, 2015 3:37 pm

No es que me incomodara o algo así estar con Akki, solo que me hacia sentir nerviosa el ver expuesto por primera vez el torso de un hombre. Aunque no debería de darle muchas vueltas, pues debería de estar centrada en Pokku, pues este también me preocupaba de que le pudiera pasar algo, pero esto se vio interrumpido cuando escuche a Akki contestarme del porque me había preguntado tal cosa y esto incremento un poco mis nervios, haciendo que me sintiera un poco mal porque parecía que le estaba preocupando. Obviamente le conteste enseguida repitiendo de que estaba bien, pues no me sentía mal, aunque aun el hecho de que tuviera calor no se me pasaba y esto iba un poco en aumento por el vestido que llevaba, pero yo había salido bien de mi hogar. ¿Realmente me habría enfermado o al menos quemado el rostro como había dicho? Nuevamente me dije a misma que no podría ser, pues me sentía bien, sin contar el hecho de que estaba nerviosa y emocionada, igual no me dolía la cara.

Escuchaba lo que recientemente me dijo el peliazul, mirando apenas a este de reojo hacia arriba, pues este era más alto que yo y me hacia levantar la cabeza. —¿Xepher?— Pregunte automáticamente después de escuchar que decía de que este le había mordido la mano nada más nacer, cosa que me hizo pensar de que realmente habría dolido si tenía dientes claro. Seguía escuchando atenta lo que me estaba diciendo Akki, no pudiendo evitar sonreír o en otros momentos reír suavemente, pues me imaginaba al pobre Xepher no poder entrar en casa por ser tan grande, aunque por otro lado me resulto un poco triste, porque seria agradable de que pudieras estar siempre al lado de un amigo, aunque no era su culpa, después de todo, era un dragón por lo que me había contado y era evidente de que este tipo de animales no iban a quedarse pequeños o por lo que sabía, era obvio.

Me tomo por sorpresa las siguientes palabras de Akki, pues me tomaron totalmente fuera de lugar y esto hizo que mis ojos se abrieran de par en par. ¿Qué me iba a morir en cualquier momento? Enseguida me alerte y consiguió ponerme más nerviosa. Entonces cuando me hizo una seña, enseguida le mire confundida y al fijarme nuevamente en el pecho descubierto seguía manteniendo mis nervios al aire, aunque más bien me centre en lo que quería que viera y al ver lo que hacía, no pude evitar sentir ganas de reír y que se me fueran los nervios un rato. ¿Me estaba imitando? Es lo que había sentido y no pude evitar inflar las mejillas de forma inconsciente. —¡So-solo me si-siento ner-nerviosa!— Dije por fin, mirando hacia el frente después de que él dejara de hacer eso. No me había molestado, más bien no podía evitar aguantarme pequeñas risas que casi se me escapaban, aunque la gran mayoría las pude contener.

Al escuchar su pregunta y luego como señalaba hacia los arbustos, más los arboles del lugar, llene mis pulmones de oxigeno para luego soltarno a modo de suspiro, sintiéndome un poco más relajada, sin mirar a Akki obviamente para tratar de seguir manteniendo un poco los nervios a raya. —¡Cla-claro que si! Pe-pero...— Hice una pequeña pausa, mirando a un árbol. —So-solo que... No a-acostumbro a ha-hablar con gente que n-no re-reside en m-mi hogar...— Dije, recordando que la primera persona con la que me hable, fue con una chica y ahí es cuando fue la primera vez que salí de mi hogar, aunque las cosas salieron de una forma extraña. Aunque esto paso en otro lado de Spatium. Por ello, al ser la segunda vez que salía, no sabía como expresarme o hablar adecuadamente con Akki. Mientras pensaba en esto, observe como Pokku seguía tanteando la zona, después de todo, para él también era nuevo.

por **Akatsuki Ousawa** Mar Nov 10, 2015 6:58 pm

La chica le aseguró que se encontraba perfectamente y Akki no tuvo más remedio que creerla, al fin y al cabo, él ya había avisado que le dijera la verdad y Kou no tenía cara de mentirosa. Además, luego le dijo que era porque estaba nerviosa, así que se quedó bastante más tranquilo, pero con la duda de ¿Nerviosa por qué? Ni que tuviera un cuchillo en el cuello. Aún a pesar de que había escuchado un par de risillas mientras contaba sobre su fantástico compañero de batalla, Kou seguía medio paralizada. Había tratado con ese tipo de gente, pero que él recordase, nunca había encontrado a alguien tan tímido: El nivel de Kou sobrepasaba lo normal, lo que uno pudiese imaginar. Si había alguien más tímida que ella, esperaba no encontrársela nunca.

-Tienes que acostumbrarte pronto, pero se te ve rara andando por la calle como si estuvieras compungida.- Le dijo, intentando que se diera cuenta de que debía parecer más normal. -No tienes porqué estar nerviosa. A mi ya me conoces... Un poco.

Admitía que tal vez no tenía la suficiente confianza como para estar tranquila y dejar de sonrojarse como un tomate, pero esperaba que a base de verse a menudo las cosas cambiaran. A Akki le gustaba demostrarles a sus amigos que los quería de cierta manera, ya fuese llevándolos de vacaciones, comprándoles algo que les gustara. Diciéndoselo o dándoles un beso y un abrazo al encontrarse y despedirse. El íncubo no sabía qué más decirle y solo podía pensar en el tipo de hogar en el que vivía la jovencita. Debía ser algo así como una cárcel: Estar recluída de todo contacto exterior para comportarse así. Se llevó una mano al pelo, rascándose confundido. Cada vez comprendía menos a su amiga.

-¿Por qué no? ¿Te prohíben salir?- Inquirió, acercando la cabeza un poco más hacia ella, por si le quería susurrar. -Puedes contármelo, te sentirás mejor si te desahogas.

Quería dejarle claro que podía contar con él para cualquier cosa, aunque se acabaran de conocer. Él era un buen chico, un gran amigo, pero también un gran adversario y le gustaba que sus conocidos supieran que podía ser muy bueno con ellos y muy malo con cualquiera que osara hacerles daño. Le hizo una caricia en las mejillas a la pequeña, con la palma de la mano derecha: La piel ajena era realmente suave en comparación a la suya, ligeramente áspera. También notó el contraste entre la blancura de la piel de Kou y la suya, morena. No era tan oreno para considerarse "negro", pero tampoco era pálido como muchas otras personas. El tono era más bien uno tostadito, como cuando la gente toma el sol, la diferencia, es que ese era su toque normal, sin tomar el sol. Las 24 horas del día y los 365 días del año.

-Eres muy blanquita, te ves guapa.

por **Kougyoku Ren** Miér Nov 11, 2015 1:28 pm

Esbocé una suave sonrisa mientras miraba a Ori y a Pokku estar juntos, dándome por una parte felicidad al verle con alguien y por otro lado envidia sana. ¿Por qué ambas cosas? La primera por el simple hecho de que no sabía que era el tener un amigo y parecía ser que Pokku lo estaba pasando bien con compañía de otro, lo segundo por lo mismo pero con la ligera diferencia de que era porque yo nunca había experimentado eso y aun no olvidaba el hecho de como dos ladrones se burlaron a mi costa. A pesar de eso, no lo tome como algo tan grave, sabía que habían personas que le pasaban cosas peores que a mi, por ello había veces en los que lo acababa olvidando y otras pocas como ahora, en las que lo acababa recordando y haciendo que esto me deprimiera algo.

Cuando escuche las palabras de Akki, solo pude cohibirme un poco más en mi lugar, agarrando con algo más de fuerza mi vestido. —Es q-que es la se-segunda v-vez que sa-salgo de mi ca-casa...— Realmente no sabía como debía de ir, solo sé que debía de guardar en todo momento elegancia o inspirar respeto a los que me vieran. ¿No? Si no recordaba mal, era así para una noble. —De i-igual for-forma eres la u-única per-persona de fu-fuera de mi ho-hogar que co-conozco más.— No le iba a mentir, puesto que la otra persona que conocía era mi asistente, pero él vivía en casa. La primera vez que salí de mi hogar, conocí a una ladrona que se hizo pasar por un soldado, pero suponía que eso ya no contaba, así que básicamente Akki seria la única persona fuera de mi hogar que conociera al menos un poco. Así que no sabía bien como podía actuar delante de la gente.

Me quede pensando en los soldados o sirvientes, aunque realmente no había podido entablar realmente conversaciones decentes o las que se suponían que tendrían amigos con estos, así que quedaban descartados totalmente como gente que conociera. ¿No? Eran trabajadores y ellos iban a lo suyo, así que no podía hacer nada más con eso. Resople, manteniendo mi mirada hacia el frente, fijándome de como Pokku corría de un lado y hacia otro, observando curioso algunas zonas. Entonces cuando escuche la pregunta del peliazul, sentí que mi cuerpo tembló de repente y mantuve aun mi mirada directa, forzando una pequeña sonrisa. —No es que me prohíban, creo...— Me quede pensando por unos segundos esto. —So-solo que debo d-de estar en-entrenando por propia voluntad y a-aprendiendo mo-modales. E-eso es muy importante en mi familia...— Después de todo, tenía una imagen que mantener.

No sabía porque, pero no pude evitar quedarme pensando si realmente me prohibían el salir en casa. Había veces en los que mi propio asistente decía de que era mejor el estar repasando mis modales y en otras este mismo estaba ocupado. De igual forma, también para que pudiéramos salir, antes debíamos de avisar para poder hacerlo y recordando un par de veces en los que quería ir a tales lugares, se me negaron. ¿Por qué? Aparte por lo ya dicho, también era porque quizás no me iban a enseñar nada valioso para enriquecer conocimientos de la nobleza o ese tipo de cosas. Aunque de igual forma me sentía egoísta cuando decía de que quería ir a tal lugar, por ello deje de pedirlo y preferí esperar a que mi propio asistente me avisara de que pudiera salir a alguna zona, pues suponía que la nobleza no es de estar moviéndose de casa.

Obvio que le iba a decir como si nada eso a Akki, quizás era ingenua pero era por el simple hecho de que me caía bien a pesar de haberle conocido hace unas horas. Demostró ser alguien gracioso y amable, de igual modo agradecía el hecho de lo que gasto por mi, cosa que aun me hacía sentir mal cuando lo recordé otra vez. Tenía que agradecerle en algún momento todo esto. De igual modo, yo ya veía a Akki como a un amigo, pues pensaba que quizás así es como se trataban los amigos. ¿No? Hubo un momento en el que sentí unas caricias en mis mejillas y me sentí nerviosa, dando un pequeño bote que casi ni se noto y lo mire al rostro nerviosa. Cuando escuche lo que dijo, desvié la mirada rápidamente más roja que antes si es que era posible. —Es que cui-cuido mi pi-piel, pero...— Le dije casi enseguida, haciendo una pequeña pausa mientras recordaba los baños de melocotón que siempre me daba. —N-no soy gu-guapa— Era la primera vez que alguien me decía guapa, así que por eso todos los colores se me subieron a la cara, avergonzada.

por **Akatsuki Ousawa** Miér Nov 11, 2015 4:49 pm

No supo cómo reaccionar al enterarse de que era la segunda vez que salía de casa ¿De verdad? Debía ser una auténtica tortura estar siempre entre cuatro paredes. Akki simplemente no podía, una de sus necesidades, aparte del sexo, era la de moverse. Se volvía inquieto, nervioso, cuando estaba mucho tiempo en el mismo sitio. También le pasaba cuando tenía que estar varias horas sentado: Al principio bien, pero con el paso del tiempo, sentía que tenía que hacer algo, ya fuese mover las manos, los pies, tocarse el pelo, cambiar de posición... Eso hacía que fuese imposible tener un plan con él que significara estar mucho tiempo parado. Por lo general se ponía de muy malhumor, pero eso era a partir de las tres horas. También, eso de que entrenase por su propia cuenta y aprendiese modales, le dejaba extrañado ¿Tantos modales había como para estudiarlos durante tantos años sin salir de casa? Increíble.

-¿En serio? ¡Parece que estudias la carrera de medicina! ¿Tanto tiempo para aprender modales? Pobrecita mía.- Dijo, llevándose ambas manos a las mejillas. -Me apiado de tu alma y de tu sufrimiento.

Hizo drama por unos instantes, pero luego le sonrió como pudo. Todavía se sentía perturbado por eso: Esa jovencita no había vivido todavía. No, no era "vivir" el hecho de estar siempre encerrada, se había perdido una preciosa infancia experimentando cosas nuevas. Seguro que no sabía lo que era mancharse de tierra jugando a corretear, ni tampoco chapotear en un charco de lluvia. Ya había comprobado que apenas había tomado dulces ¿Sabía lo que eran los helados? ¿Alguna vez habría ido a la playa? Era realmente divertido jugar con las olas, tomar el sol, probar los cocos. Muchísimas otras cosas, como par paseos bajo la luz de la luna y visitar lugares hermosos. Akki sintió la necesidad de llevarla a algunos sitios de excursión, a que pasara al noche fuera de acampada, a que probara a comer cosas cocinadas en una hoguera. Eran cosas que uno no podía perderse, experiencias nuevas que transmitir a otros.

-¿Cómo que no? No digas tonterías, eres preciosa.

El íncubo rodeó a la chica con ambos brazos. Era tan ligera que durante el abrazo, llegó a sentarla sobre sus piernas como si fuera su hija. La presionó contra su pecho suavemente y le repitió que era una chica muy hermosa. Odiaba cuando ellas mismas intentaban desprestigiarse, ya fuera por complejos estúpidos como el tamaño de los pechos o porque simplemente carecían de autoestima. Akki pensaba que cada persona era bonita porque todos tenían algo que les hacía especial. Estrujó a Kou y le dio mimos, rozando una de sus mejillas contra la ajena, como un buen amigo que intenta subirle los ánimos. Las chicas siempre solían tener ese problema de que se veían feas y necesitaban que alguien les demostrara lo contrario.

-No te infravalores, guapa. Si no te ves linda tú ¿Cómo te verán bonita los demás? Empieza por ti.

por **Kougyoku Ren** Vie Nov 13, 2015 2:39 pm

Me quede pensando cuando podría volver a salir la próxima vez y de igual modo pensé que tipo de ciudades habrían. Solo me quedaba imaginar esto, de igual modo era lo único a lo que me podía aferrar de momento. Algo es algo. ¿No? No me quejaría y realmente no tenía motivo de hacerlo o así lo estaba pensando yo, pues por algo hacían ya mucho con permitirme venir hoy aquí. De igual modo de lo que pude ver en Ba Sing Se, me encanto demasiado, ojala pudiera volver más adelante y mirar más a fondo los lugares. Pues sabía que en un día no iba a poder recorrer toda el lugar como si nada obviamente. Dependiendo siempre del tamaño de las ciudades o los pueblos, podría llevarme un par de días, puesto que no iba a poder estar caminando horas sin descanso, además de que quizás se me haría tarde por distraerme en los puestos o ese tipo de cosas que supongo sucedería a la gente que visita nuevos lugares.

Escuchar entonces lo que me dijo Akki, me hizo mirarle por unos instantes, ladeando la cabeza pero luego devolví mi mirada hacia delante. —Debo de re-repetirlos una y o-otra vez a lo lar-largo de mi vida, así se vu-vuelve como costumbre.— Le explique, recordando esas palabras de mi propio asistente. Porque hubo una vez en el que le pregunte porque repetía tantas veces los mismos modales y era por ello, aunque parecía ser que a lo largos de los tiempos no conseguía adaptarme a ellos, por eso mismo siempre estaba tratando de aprenderlos, pero solo conseguía recordar algunos pocos. Quizás para otros nobles era totalmente fácil el aprenderlo por tanto tiempo que le enseñan, pero yo no podía por más que quisiera hacerlo solo por mi familia. Aunque era por eso mismo que me sobre esforzaba solo por el hecho de que supieran de que estoy ahí.

Por ultimo, cuando me volvió a decir de que era preciosa, sentí como la cabeza casi me explotaba por ello, pues repetía que nadie nunca me había dicho tales palabras y era algo totalmente extraño para mi. Pensaba responder una negativa ante eso, pero cuando sentí que unos brazos me rodeaban, sentí que de nuevo mi cabeza casi explotaba. Era la primera vez que otra persona, aparte de mi madre la cual desconocía su paradero, me abrazaba. —A-Akkii...— Es lo único que pudo salir de mis labios, porque después de eso, comencé a ver borroso y me sentía ligeramente mareada. ¿Qué me estaba pasando? Los nervios habían aumentado cuando Akki me dio aquel abrazo. Aparte de tener calor hace rato, no ayudaba el hecho de que estuviera nerviosa y el calor de mis mejillas solo hacía más que aumentar.

Hubo un momento que no supe diferenciar que era el suelo, ni que era mis manos, ni nada de lo demás que se presentaban delante de mis ojos. En un abrir y cerrar de ojos sentí como me desvanecía todo, primero viendo como se iba volviendo negro todo a mi paso y luego cayendo inconsciente sin darme cuenta.

por **Akatsuki Ousawa** Vie Nov 13, 2015 7:20 pm

La capitán le explicó el porqué tenía que estudiar siempre. No se imaginaba que hubieran tantas reglas y normas de educación, debía ser abrumador y menos mal que no tenía razón para estudiarlas. Vivía perfectamente como estaba: Comiendo con las manos, sentándose con los pies en la mesa, bebiendo a morro de los bricks, metiendo el dedo en las tartas para probar la nata... En fin, esas cosas que hace mucha gente, aunque estén "regular" en la sociedad. Un noble jamás podría comer una hamburguesa o una pizza con las manos y eso era terrible. Era como comer tortilla de patata, sin patatas... O un sandwich sin pan... Chocolate sin cacao... ¡Locuras del mundo! Eso no podía ser.

-Ya veo... Bueno ¡Ánimo en los estudios!

Jamás se hubiera esperado que se desmayara durante un abrazo y eso fue lo que sucedió poco después de haberla rodeado con los brazos. Había escuchado el susurro que decía su nombre, pero no le estaba mirando la cara porque en lugar de ello, tenía una mejilla pegada a la ajena. Lo que sí sintió, fue el peso muerto de la joven y eso le hizo alejar la cabeza para verla inconsciente. El íncubo se alertó y pensó que Kou le había mentido descaradamente y que se había muerto ¡Él lo sabía, estaba enferma! Se llevó las manos a la cara, medio desesperado y dejó a la joven tendida sobre el banco para pedir ayuda. Él no tenía teléfono móvil para llamar a nadie, además que tampoco habían en Spatium.

-¡Ayuda, se ha muerto! ¿¡Dónde está el hospital más cercano!?

Varias personas se acercaron a ver lo que pasaba y al ver el cuerpo pálido y a la vez sonrojado, así como ardiente de la joven, pensaron que había sido un golpe de calor y que debían llevarla a urgencias. Le señalaron la dirección, ya que los Spatienses que se acercaron no tenían manera de llamar, en casa si, pero en la calle no. Akki llamó a Ori, para que trajera a Pokku y corrieran al hospital siguiendo las indicaciones. Cogió en brazos a la chiquilla y salió corriendo como si no hubiera un mañana, hasta llegar a su destino. Menos mal que con el entrenamiento del antiguo ministro de Spatium, pudo moverse a la velocidad de luz, para pegar gritos hasta que llamó la atención de algunos médicos que decidieron internar a la "niña".

-¡NO LA DEJEN MORIR!

Obligó a los médicos a que le dejaran acompañarla y solo por el "miedo" que infundía Akki cuando se lo proponía, no le negaron nada. Además lo recordaban como el Ex-General de Justicia que fue y seguía siendo autoritario, lo que significaba que su trabajo no le había dado el liderazgo que poseía, sino que su persona era así. Akki se sentó en una silla y no molestó, dejó que los médicos actuaran libremente para tomarle la tensión, recostarla, refrescarla un poco. Le desajustaron las prendas, ya que se ahogaba con ellas y vigilaron que se estabilizara del vahído. Estaba preocupado por Kou, no quería que le pasara nada.

por **Kougyoku Ren** Mar Nov 17, 2015 12:39 pm

Qué Akki me diera ánimos, fue algo que me tomo por sorpresa cuando me lo dijo, pues era algo que valoraba mucho. No todos iban a estar deseándote ánimos o al menos valoraba el hecho de que me estuviera escuchando, pues cualquier gesto era de agradecer de forma sincera. ¿Quien no haría tal cosa? Al menos para mi era algo normal agradecer por todo aquello que me pareciera motivo de hacerlo. Aunque sabía que en algunas ocasiones me costaba el hecho de decir tales palabras, como ahora con Akki. Por algo hacía ya mucho rato que no le había podido dar las gracias precisamente por todo lo que había hecho y por ello me sentía aun mal, pues estas palabras no parecían querer salir de mi de momento.

Al final, cuando caí desmayada. No sé que ocurrió exactamente, aparte de escuchar unos gritos que me parecieron lejanos, luego de eso, todo fue total oscuridad para mi. Cuando finalmente desperté, me sentí totalmente ida al principio, pues aun seguía con los ojos cerrados. Mi cabeza me daba un poco de vueltas, cosa que me resulto extraño, de igual lo otro que me pareció extraño es sentir algo de aire fresco y estar cómoda, bastante cómoda más de lo normal como para que fuese el banco en el cual me había sentado con Akki. El olor que me venía era diferente al del parque. ¿Qué había pasado? ¿Cuando me quede dormida? Pensaba, creyendo que todo había sido un sueño, aunque esto duro por unos segundos, pues cuando fui abriendo lentamente los ojos y mirar donde me encontraba. Entonces todo lo que había pasado, golpeo mi cabeza rápidamente.

Me fui sentando un poco en el lugar en el que estaba, fijándome bien de que trataba de una cama, de igual modo estaba algo recostada en esta sin entender que estaba pasando. ¿Qué había pasado? Volví a preguntarme. Recordaba perfectamente que Akki me había abrazado y luego de eso, todo se volvió negro. Parpadee un par de veces sin saber que decirle a Akki, pues este estaba sentado en una silla. —¿Y Pokku? ¿Y Ori?— Es lo primero que pregunte nada más fijarme de que no estaban ahí. Aunque a medida de que pasaba los minutos, me daba cuenta de que estábamos en un hospital, siendo la primera vez que visitaba uno o más bien, era la primera vez en el que entraba a uno.

Después de inspeccionar más a fondo con mi mirada el cuarto en el que me encontraba, desvié mi mirada algo tímida sobre Akki, sintiendo que le habría preocupado, aunque ni yo misma entendía bien que había pasado. Por ello preferí esperar alguna respuesta, antes de seguir diciendo cualquier cosa que no podría venir a cuento o de igual modo, lo único que se me vino a la cabeza es pedir unas disculpas, aunque realmente no sabía si había hecho algo mal. —Lo siento...— Le dije de repente, pensando de nuevo esperar no haberle causado alguna molestia o algo, aun tratando de entender que es lo que había pasado.

por **Akatsuki Ousawa** Miér Nov 18, 2015 12:44 am

El ambiente de los hospitales era una de las cosas que más odiaba, le angustiaba, pero la preocupación por la chiquilla le ayudó a aguantar la hora y media que estuvo inconsciente. Varios médicos habían entrado y salido durante ese tiempo, llegando a dejarle solo varias veces por periodos de tiempo inferiores a los quince minutos. Los ojos azules del íncubo no se quitaban de su pequeña amiga, como si solo ella existiera allí dentro, su concentración era máxima y cuando percibió los vagos movimientos ajenos, continuó serio, pero se levantó de la silla para acercarse a la camilla por el lateral izquierdo. Abrió los ojos lentamente, aturdida, hasta que terminó por sentarse, mirándole.

-Están fuera, no pueden entrar animales en el hospital.- Le dijo, llevando una mano para apartarle el flequillo. -¿Cómo te encuentras?

Le habían quitado el pasador del pelo, ya que a los médicos les había resultado molesto, pero estaba a salvo, obviamente podría volver a ponérselo cuando se marchara. No parecía estar mal, por lo que Akki sonrió dulcemente y sin pensárselo, depositó un beso en la frente de la chica. Se sentía como su padre, igual que cuando acostaba a su preciosa hija y le daba un beso. Dio un suspiro: Jamás hubiera visto venir el tener que pasar un tiempo en el hospital, ya que su plan inicial era simplemente ir a tomar algo, conocerse mejor y poco más. Ni lo de Pokku estaba pensado, ni esto. Era raro, no sabía muy bien qué hacer ahora, tenían que esperar al próximo doctor para decirle que se encontraba bien.

-No sé qué te pasó... Pero me preocupaste.- Bajó la cabeza, como entristecido. -Debiste haberme dicho que estabas enferma ¿Por qué me mentiste?

No es que se sintiera ofendido, porque al fin y al cabo, se conocían de tan solo unas horas, pero Akki pensaba que con las enfermedades no se jugaba. Una cosa era evitar hablar de novios o historias de la infancia que a uno le doliera contar, cosas que uno guardara para si, pero enfermedades que podían resultar mortales (como él pensaba que tenía), ya no era tan gracioso si estabas con un desconocido que lo último que se imagina es eso. Ella tenía sus razones para no decirle qué tenía, pero un aviso, sin decir el nombre de la afección, es suficiente. Apoyó una mano en la camilla, mirándola a los ojos: Quería mantener el contacto visual cuando le dijera porqué había hecho eso.

-Me alegro de que hayas despertado y te encuentres mejor.

por **Kougyoku Ren** Jue Dic 03, 2015 5:15 pm

Espere paciente por alguna respuesta, pues realmente estaba preocupada por aquellos dos pequeños. Obviamente preguntaría por Akki, pero él se veía bien, así que omití el hecho de preguntar tal cosa, pues quizás me vería tonta por preguntar algo obvio. ¿No? Sentí entonces como Akki se había acercado por la parte lateral izquierda de la cama y cuando escuche su respuesta, sentí alivio pero que era algo lógico de este tipo de lugares, a pesar de que yo nunca haya entrado a un hospital realmente. Después de todo, no en todos los lugares permitían animales. ¿Verdad? Entonces cuando sentí como apartaba mi flequillo, me sentí algo nerviosa, pues era la primera vez que alguien, aparte de mi madre cuando era pequeña claro, hacia tal cosa, así que lo tome como un gesto cariñoso. Después escuche su pregunta, a lo cual respondí enseguida. —Es-estoy mejor.— Conteste un poco nerviosa.

Cuando no sentí el peso habitual que tenía mi cabeza, eleve mis manos para saber que estaba pasando y no sentí mi pasador, por lo cual me alerte, pues esto era algo muy preciado para mi. No solo por el mero hecho de que este objeto se pudiera usar como arma, sino porque era un valor emocional, por ello cuando baje las manos de mi cabeza, mire hacia todos lados, buscando bien con la mirada donde estaba, aunque no pude seguir porque las palabras de Akki me sacaron totalmente fuera de lugar, por lo cual dirigí mi mirada afligida hacia él. —¡No te men-mentí! ¡Es que no lo es-estoy!— Le dije enseguida nerviosa, pues no quería que pensara de mala manera de mi. —¡Es que!— Me calle enseguida, para luego bajar un poco la mirada avergonzada. —E-eres la única per-persona de fuera que me ha da-dado un abrazo y y no sa-sabía como re-reaccionar... Nadie nun-nunca me había dado un abrazo, a-aparte de mi ma-madre cuando e-era pequeña, pero hace años que no la ve-veo...— Le explique al fin, quedándome pensando sobre mi madre, aunque aleje rápidamente mis pensamientos de ahí, pues no quería entristecerme.

Levante mi mirada para mirar hacia donde Akki, suspirando profundamente al saber que le había preocupado mucho, escuchando esta vez lo ultimo que me dijo, haciendo que esto me dieran ganas de abrazarle, cosa que no omití. Escondí mi rostro en su pecho y cerré los ojos con fuerza, teniendo estos ligeramente llorosos. Era la primera vez para mi que yo misma daba un abrazo a alguien, pero sentía la necesidad de hacerlo por todo lo que había hecho Akki por mi, no solo por eso, sino porque realmente me nacía esto, pues había preocupado al pobre, haciéndome imaginar que le hice tirar de los pelos o algo así, aunque realmente era sorprendente para mi el hecho de preocupar a alguien, pues no era algo normal para mi realmente.

Abrí los ojos después de unos segundos de aquel abrazo. —Lo si-siento mucho, no que-quería preocuparte...— Dije avergonzada —Tam-también tenía que..— Tome algo de aire para poder terminar la frase. —Que agra-agradecerte por todo l-lo que hi-hiciste por mi este día, es la pri-primera vez que al-alguien ha-hace tal cosa por mi...— Me sentí totalmente aliviada cuando le dije esas palabras, pues realmente hacía ya mucho que quería agradecer al chico y ni sabía como hacerlo, por eso sentía que cuando lo dije, me quitaba un gran peso de encima, además de sentirme mejor. Luego de eso, me aparte de él lentamente, aun con nervios, esperando que no le hubiera incomodado.

por **Akatsuki Ousawa** Lun Dic 07, 2015 11:28 pm

No pasó mucho tiempo hasta que la joven le respondió. Digamos que intentó justificar de la mejor manera posible lo que le había pasado. Akki nunca se había topado con alguien así y además, tampoco sabía que era posible que una persona se desmayara por un mero abrazo. No podía hacerse a la idea de que fuera el motivo real, así que se llevó la mano a la cabeza, sin poder comprenderlo ¿Por qué? ¿Qué tenía eso? No recibir un abrazo ¿De verdad causaba eso? Pudiera ser que... ¡No! No lo podía entender. El íncubo agachó la cabeza, asintiendo, aunque seguía debatiéndose en la mente el asunto. Kou se abrazó a él y empezó a sollozar, él no se quedó quieto, en absoluto. Posó una mano suavemente sobre su cabeza y le acarició el pelo.

-No llores, no pasa nada.- Le dijo, susurrando y presionando dulcemente a la chica aún más contra su pecho, aún desnudo. -Todo bien ¿Vale?

En un momento recibió agradecimientos, pero no tenía porqué hacerlo, para él era un gusto. Se separó de ella y le palmeó un hombro, para que se recostara de nuevo. Estaba bien y ya se podía ir pero tenía que decirlo un médico, por supuesto. Akki le pidió a su compañera que esperase ahí, porque iba a buscar a un doctor para que simplemente le diera el alta y pudiera llevarla a su hogar. No quería tener que separarse tan pronto de ella, pero seguramente, lo mejor era dejar a la jovencita en la puerta de su casa y quedar otro día para hacer algo. Ir a comer, hablar, jugar con las mascotas... Cualquier cosa, pero ese día era mejor terminarlo, por si acaso llegaba a ser peor. El íncubo recorrió parte de un pasillo lleno de enfermeras, hasta que paró a una para pedirle que llamara a un doctor.

Pasaron varios minutos hasta que uno de ellos, bastante joven, decidió entrar preguntando por Kou. Se acercó a ella, con una sonrisa, para preguntarle cómo se encontraba y comprobar que no tenía nada. Había sido una pequeña conmoción, por lo que le permitió marchar. Solo le dijo que tuviera cuidado y se marchó. Fue entonces cuando el íncubo volvió a acercarse a la camilla para ayudar a Kou a bajar de la misma, agarrándola con los brazos y luego señalarle el adorno que se ponía en la cabeza. Se encontraba sobre una mesilla metálica al otro lado de la habitación, justo entre un armario y una encimera. Él se encargó de mirar por la ventana durante unos instantes mientras ella se preparaba para salir y luego acompañó a su compañera hacia la salida del hospital. Justo fuera, en una especie de jardincito, esperaban Ori y Pokku.

-Ahí los tienes, jeje.

Extendió el brazo hacia delante y Ori levitó hasta posarse en el mismo, recorriéndolo para sentarse en su hombro y lamerle una mejilla. Además se frotó contra él en señal de amistad y cariño: Él le acarició la cabeza dulcemente. Le sonrió a Kou, esperando a que estuviese lista, de nuevo, para marcharse.

por **Kougyoku Ren** Miér Dic 09, 2015 7:15 pm

Escuchar sus palabras, me aliviaron, pues eso me hacía pensar de que realmente no lo había tomado a mal o que veía que decía la verdad. De igual modo temía que pudiera perder lo que apenas había construido con Akki, quizás para otros serían poco, pero para mi era más que suficiente y algo importante todo lo que había pasado con él, por algo le había cogido ya hasta aprecio y podría decir cariño sin dudar. Sinceramente es que nunca había pasado por algo así, supongo que era debido a eso, porque yo me sentía bien y si me hubiera sentido con fiebre o algún resfriado o así, seguramente no estaría en estos momentos aquí o quizás ni le hubiera conocido, porque me habría quedado en mi casa.

Cuando me había apartado de él, me fije que aun seguía sin camisa, cosa que me hizo desviar rápidamente la mirada, aunque al menos no me había puesto tan nerviosa que antes. Sentí de igual modo como palmeó mi hombro, haciendo que me recostara en la camilla, la cual se sentía demasiado cómoda al sentir el tacto de esta con mi espalda, cosa que no impedí a pesar de que no me sentía realmente tan mal. No se me ocurrió que más decirle después de eso, aunque no hizo falta, él mismo me dijo que esperara. Desde que se fue, comencé a recordar todo lo que habíamos hecho, aunque no era mucho. Primero fue el instante en el que él apareció y me hablo, donde me sentía completamente nerviosa, luego nos fuimos a comer y al final sucedió lo de Pokku. Después de esto ultimo, nos habíamos ido al parque. Recordando cada cosa, me hacía esbozar suaves sonrisas a cada momento, pues había sido genial todo.

No sé cuanto tiempo paso hasta que un doctor entro preguntando por mi y ante eso, solo me levante un poco de la camilla, dando a entender que ahí estaba. Escuche como preguntaba como estaba y comprobaba mi estado. —Me si-siento bien.— Respondí lógicamente con algo de nervios, pues repetía que era la primera vez que visitaba un hospital pero suponía que eso era lo que hacían, pues era algo obvio saber tales cosas. ¿No? Después escuche todo lo que dijo y me alegre que me dejara marchar, además de que no tuviera nada, de igual forma me había dicho de que tuviera cuidado. Sabía que no había sido para tanto, pues repetía que si fuese así, ya seguramente no hubiera salido de mi hogar y hubiera guardado reposo. Aunque después de todo esto, me quede pensando algo. ¿Ahora que haría? Pues suponía que podríamos seguir en el parque.

Opte entonces ya a bajar de la camilla cuando se fue el doctor, sentándome primero y luego levantándome lentamente, aunque vino Akki a ayudarme, cosa que acepte gustosa, agradeciendo después eso. Después vi como señalaba mi adorno, cosa que me hizo recordar del porque anteriormente había estado algo angustiada, pues ese objeto era muy preciado para mi. Me acomode entonces bien mi vestido mientras Akki miraba hacia la ventana y luego fui hacia el otro lado para coger mi pasador, pasando este lentamente por los agujeros del otro pasador y así tenerlo bien puesto. Cuando termine fui hacia donde el peliazul y salimos del lugar, cosa que me agrado o me hizo sentir calmada porque ese tipo de lugares me hacía sentir incómoda o angustiada.

Una vez fuera del sitio, escuche como Akki decía que ahí estaban y Ori fue hacia donde su amigo, mientras que Pokku vino corriendo hacia a mi y dio un salto a lo que rápidamente le abrace en pleno vuelo para que no cayera. No había podido evitar sonreír de forma tierna por ello. —Me ale-alegro de que estén bien.— Dije con sinceridad, mirando a Akki. —¿A-ahora que haremos?— Le pregunte, pues quizás él ya estaría cansado o quizás podría querer ir a otro lado o hablar, quien sabe, pero por eso preguntaba.

por **Akatsuki Ousawa** Dom Dic 20, 2015 4:30 pm

Esa chiquilla era muy dulce, quizá tanto que llegaba a resultar empalagosa, pero Akki era un hombre muy paciente, así que, aunque por momentos sintiera que su paciencia se esfumaba, siempre mantenía su dulce sonrisa en el rostro. Kou se arregló, ajustó sus ropas tranquilamente antes de irse. Vaya, sí que era una joven coqueta, que le gustaba estar bien vestida, ya que colocó bien su vestido, que se había retorcido. Fuera, le preguntó lo que harían y él tenía que pensar cómo decirle lo que tenía en la cabeza sin que sonara mal. La verdad es que casi cualquier proposición dicha por un íncubo tenía doble sentido, aún si él solo tenía buenas intenciones. Era la maldición de su raza, pero Kou no parecía saberlo.

-Me gustaría acompañarte a casa.- Hizo una pausa, mirándola con serenidad. -¿Dónde vives?

Cualquiera que supiera su condición, estaría huyendo de él o actuando con desconfianza. Pero era un incomprendido, nadie podía entender lo difícil que resultaba desenvolverse siendo lo que era él. Era cierto que alguna vez había hecho cosas malas, pero nadie está exento de pecado, de cualquier tipo. Ni siquiera Kou. Dio un suspiro mientras le daba mimos a Ori, aunque no le hacía demasiado caso porque nunca había sido demasiado amoroso aquel espíritu del bosque. El íncubo dejó que la joven le guiara en dirección a su hogar, sin importarle que incluso tuvieran que cambiar de ciudad. Sería mucha coincidencia que Kou viviera allí, porque si no se conocía la zona, era extraño. Aún así, recordando que no había salido de casa, quizá no era tan raro.

-Si vives en otra ciudad, te llevaré también. Así me aseguro de que llegas bien y nadie te hace nada.

Ori se subió en la cabeza y entonces pudo guardar las dos manos en los bolsillos del pantalón, alzando la mirada hacia el cielo azul. Que mañana y mediodía tan ajetreado, nunca se hubiera imaginado que pasaran tantas cosas en tan poco tiempo, pero si algo tiene el destino, es que sucede rápido y es impredecible. Si uno se tiene que hacer daño, lo hará en una fracción de segundo. Nadie podía decir que no fuera un buen chico... Ofreciéndose incluso a llevarla a casa, para que estuviera sana y salva. No todo el mundo que conoces en ese mismo día hace esas cosas, pero si Kou no tenía más amigos, entonces era imposible que lo tuviera en cuenta.

-Podemos ir volando, si está muy lejos.

por **Kougyoku Ren** Mar Dic 29, 2015 5:59 pm

Apretujaba de vez en cuando a Pokku entre mis brazos, pues este era demasiado abrazable y tierno, por eso no paraba de hacerle eso al pobre Pokku que estaba entre mis brazos, pero tenía cuidado de que esto no le hiciera daño. Escuche entonces después de un rato lo que prefería hacer Akki. ¿Acompañarme a casa? Suponía que era normal que dijera esto después de haberme desmayado en el parque, a pesar de que le dije de que no me pasaba nada, aunque realmente era buena idea de volver a casa, pues quizás debía de hacer de que Pokku se acostumbrara a su nuevo hogar. Aunque antes de que le pudiera responder, él se me adelanto, por si vivía en otra ciudad. No pude evitar lógicamente sonreír suavemente, pues me sentía como si alguien se preocupara por mi por primera vez. —S-si, vivo en Spatium Urbanis y si queda en otra ciudad.— Aclare lógicamente, pues no sabía si él conocía este.

Me fije como Ori volvía a la cabeza de Akki. Entonces de la nada recordé que debíamos de ir a comprar las cosas de Pokku, aunque omití esto, porque podría pedirle a mi asistente sobre esto, quizás él sabía más que yo y compraría mejor las cosas. ¿No? Después de todo, él sabe más cosas de Spirit Soul que yo. De ese modo podía orientarme de que tipo de raza o ser era Pokku o quizás ni lo sabía y tendría que preguntarle al de la tienda, pero obviamente esto seria un recado o mandado a mi asistente, pues pensaba que no debía de estar moviéndome mucho por si lo preocupaba o algo. Entonces la opción de volver a casa era razonable y yo solo debería de indicarle por cuales parte debía de ir, aunque yo tampoco es que hubiera salido mucho en la misma zona que mi hogar, más bien solo fue una vez y fue solo para ir a dentro de otro lugar.

Escuchar la propuesta de ir volando, me hizo quedarme viendo desde abajo el rostro de Akki, un tanto sorprendida. ¿Acaso podía volar? —¿Vo-volando?— Pregunte, claramente confundida. —Bu-bueno, si llegamos rápido entonces si.— Respondí, aun con algo de duda, pues yo no le veía alas a Akki como para poder imaginar que este podía volar. ¿Acaso tenía las alas ocultas? O ¿Acaso eran invisibles? Me dejo pensando, así que finalmente dije antes de que él me respondiera. —Pero... ¿En donde iremos volando?— Le pregunte al fin, aun mirando confusa al chico de cabellos azulados, bajando la mirada un poco para ver a Pokku, el cual miraba a cada lado con curiosidad entre mis brazos.

Igual no olvidaba a mi asistente, el cual quizás o seguramente seguía en la zona de los nobles o vete a saber si ahora estuviese buscándome. Aunque al pensar en esto ultimo me sentí algo culpable, así que me quede pensativa, esperando que aun siguiese con lo que quisiese que fuera. Pues recordaba de que a lo que vino a hacer era algo importante y era un mandado, así que quizás estaría tardándose aun lo suyo.

por **Akatsuki Ousawa** Vie Ene 01, 2016 5:56 pm

Pronto se enteraba de que Kou vivía en Spatium, igual que él, lo cual le hacía sonreír. Así estarían más cerca para verse a menudo, porque al residir en la misma ciudad, él siempre podía pasarse a hacerle una visita, aunque fuera nada más que para saludar e interesarse por cómo le iba con Pokku. Quizá no le permitieran salir mucho de casa, así que por eso no se hacía a la idea de llevarla de paseo muchas veces. Pero algo era algo ¿No? Seguro que poco a poco ella se soltaría y le dejarían irse tranquilamente. Akki quería conseguir que Kou fuera más libre a medida que pasara el tiempo, al menos por tener a alguien de confianza quien la protegiera. Esa era la clave. Le sonrió ampliamente a la chica, mientras le surgía una nueva duda: Tartamudear al hablar, era ahora por timidez ¿O por miedo a volar? Porque claro, había preguntado sobre eso...

-Sobre mi dragón, Xepher.- Le dijo, llevándose una mano a la cabeza. -¿Te da miedo? Podemos ir andando si eso... Él es muy bueno, pero si el problema son las alturas, entonces... ¡Ah! Caminando, sí...

Tenerle miedo a un dragón no era lo mismo que tenerle miedo a volar en sí, ya fuese en una nave, avión o cualquier vehículo. Cualquiera estaría aterrorizado de ver a una bestia tan grande, pero Akki insistía en que Xepher era un amor de criatura, era igual de bromista que su amo. Muy calmado, a veces vago y juguetón, pero frente a todo, un gran compañero, un buen amigo, de esos que duran para toda la vida... Nunca lo había visto como una mascota. Era raro porque todo el mundo acostumbraba a hacerlo, pero después de todo lo que había vivido con su dragón, que podía hablar, que tenía sus sentimientos, gustos y disgustos, no podía verlo de una manera tan inferior. Le acarició suavemente la espalda a la joven, como si así quisiera que se tranquilizara un poco. Después de todo, Kou ya sabía que con él no le iba a pasar nada.

-Primero tenemos que salir de la ciudad, ya que invocarlo aquí puede asustar a la gente.- Le dijo, mirando a ambos lados, confuso. -No sé por dónde se sale, ahora pregunto.

Se echó a andar calle abajo, para acercarse a la primera persona que pasaba por allí. Se trataba de un joven no muy alto, de pelo castaño corto. Vestía una camiseta roja y una chaqueta negra por encima, junto a unos pantalones vaqueros y unas deportivas blancas. También tenía una mochila a la espalda: Se sorprendió cuando un hombre tan alto como Akki le paró. Le preguntó si sabía salir de la ciudad y el joven, aunque desconfió al principio luego le indicó el camino. Le dijo que tenía que tirar para el lado contrario y seguir recto hasta no poder más, luego girar a la derecha y continuar recto, hasta de nuevo, toparse con edificios que le obligaran hacer un desvío, esta vez a la izquierda, pasando una plaza en medio de un parque. Después recto de nuevo y verían la salida.

-Gracias, nos vemos.- Se despidió del chaval, que no dijo nada y siguió su camino. -Creo que le asusté.

Se había acercado al oído de su compañera después de que él se hubiera ido, para comentarle aquello. Si estaba desarmado, llevaba ropa casual ¿Qué era lo que daba miedo de él? ¿Su altura? Tampoco era para tanto... No entendía cómo podía parecer tan peligroso, acompañado de Kou, que le quitaba aspecto amenazante o eso pensaba. Dio un suspiro y sonriéndole a ella, se dispuso a empezar a recorrer el camino correcto.

por **Kougyoku Ren** Dom Ene 03, 2016 2:47 pm

Hubo un momento en el que Pokku se removió entre mis brazos, a lo que obviamente yo afloje el agarre por si este le estaba molestando, pero entonces de la nada este escalaba por mi ropa para subirse a mi hombro en un instante, acomodándose ahí. Sentí una inmensa ternura cuando esto paso y le mire de reojo, pues era la primera vez de lo que llevaba con Pokku que se subía ahí. Ante eso, obviamente recordé que esperaba estrechar más los lazos con Pokku y volverme más unida a él como lo era Akki con Ori. Después de todo, yo prefería ver a Pokku como un amigo o un compañero fiel y no como una mascota, pues me parecía desagradable calificar de mascota a alguien que va a estar a tu lado en muchos momentos. ¿No? Además de que yo también iba a estar al lado de este.

Escuche las palabras de él, a lo que recordé nuevamente como había mencionado ya eso. Entonces. ¿Iríamos volando con Xepher? Supuse que estaba ''aparcado'' fuera de la ciudad, aunque realmente no recordaba verlo. Pues suponía que si se trataba de un dragón, seguramente ya lo hubiera visto. Después de escuchar eso, escuche sus siguientes palabras, a lo que negué lentamente. —No es e-eso, es que nunca he volado. Así que no podría decir que me de miedo volar. Tampoco he ido sobre un dragón.— Le conteste comenzando a pensar de que era cierto de que nunca había sobrevolado los cielos, por ello me causo curiosidad. —Se-seria interesante ir en uno.— Le dije rápidamente.

Sentí una suave caricia en mi espalda, sabiendo o imaginando de que era lógicamente Akki, a lo que enseguida le dedique una suave sonrisa. Luego de eso, escuche como decía lo de Xepher. Parpadee entonces un par de veces. ¿Invocarlo? ¿Eso dijo? Pensé que estaría fuera de la ciudad, pero con eso me confirmaba de que realmente no. Supuse entonces que seria algo como Ori del como lo haría para hacer que apareciera este. Me fije entonces como miro a los lados, a lo que yo ladee la cabeza. Después de eso, soltó que no sabía por donde salía y que iba a preguntar. Se echo a andar calle abajo para acercarse a la primera persona que pasaba por allí. Yo lógicamente me quede callada, pues sabía que si trataba de ayudar, quizás nos perdíamos más que nunca.

Me fije que cuando termino de hablar con el chico, este parecía sorprendido y algo desconfiado al fijarme como miraba a Akki. Arquee una ceja por ello, pero luego de que intercambiaran un par de palabras, este se fue después de que le diera las gracias mi compañero y se fuera sin decir nada. Luego de eso, Akki se me acerco y me dijo cerca del oído aquello, a lo que me reí ligeramente. —Es extra-extraño que se asuste, si tu eres un buen amigo y de buen corazón.— Solté sin más, sin pensar y cuando me di cuenta de ello, desvié la mirada nerviosa, pues ya le había llamado amigo a pesar de que nunca le pedí que lo fuesemos. —Bu-bueno, entonces comencemos a caminar.— Dije, tratando de evadir lo anterior. De ese modo primero esperaría a Akki y luego comenzaría a caminar siguiendo obviamente las indicaciones que dio aquel chaval a Akki.

Antes de que pudiera si quiera avanzar algo más, escuche un grito de una voz que me era totalmente familiar. —¡¡Señorita!!— Parpadee un par de veces y me voltee un poco al lado contrario y me encontré con mi asistente. Este era alto, quizás no tanto como Akki. Tenía marcas negras o violetas oscuro quizás de pintura en su rostro, de cabello ondulado entre azabache o castaño oscuro y los ojos de color amarillo oscuro. Viste un sombrero con toques violetas en la zona central y lineas blancas, mientras que lo demás era amarillo, igual tenía un cordel que este se ataba debajo de su barbilla. La ropa tradicional que él portaba eran amarillas y la parte de la ''falda'' eran moradas oscuras. Por ultimo y como siempre también lleva un abanico de gran tamaño de color verde. —¿¡Donde se había metido!?— Dijo acercándose y sin dejarme hablar, miro a Akki y después de estudiarlo con los ojos en silencio, frunció más el ceño. —¿¡Qué hacía usted con la señorita!?— Le acuso, a lo que yo rápidamente salté.—¡Ka Koubun! ¡E-es mi amigo!— Ante esto, se me quedo mirando con cierta incredulidad, pero luego volvió a clavar sus ojos amarillos sobre Akki. A lo que me di cuenta de lo que dije, pues sin querer le llame mi amigo cuando quizás él a mi no. —Lo siento Akki, él es mi único asistente.— Le aclare y presente a la vez, mirando a Akki al suspirar, pasando por alto de momento mi asistente a Pokku y Ori.

por Contenido patrocinado

Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater