Undisclosed Desires {Privado. Aldara Sashenka}

por **Orion Ärud** Jue Ago 18, 2016 12:41 am

Interior del Castillo, Dominus Castle.
Sábado, 23:03 horas.

Tres años habían pasado para que Orion volviera a pisar el suelo de su habitación, podríamos agregar que el mismo no era pomposo era simple y lo necesario para hacer sentir al semidragón cómodo cada vez que llegaba de las misiones a cuales lo enviaban. Esta vez no fue diferente, el viernes regreso aproximadamente a las siete de la noche, luego de ser uno de los últimos de despedirse de sus colegas y compañeros de misión para tomar camino hacia su morada.

Llegar a la misma fue relajante, pero una de las cosas que más disfrutó fue la ducha caliente que tomó antes de irse a dormir. Mientras que el sábado fue el día que lo deseo aprovechar en solitario disfrutando esa soledad que no había podido apreciar en la misión con sus compañeros.

Podría decirse que lo resentía de alguna forma, sin embargo Orion conocía su situación por lo que nunca se quejaría en compartir su tiempo con sus compañeros. Cada misión era diferente, y cada una de ellas le ilustraba un panorama diferente al modo de socializar para el pelinegro, logrando una sensación diferente pero extrañando de igual manera sus tiempos a solas.

Y a pesar que diseñó su horario del sábado para consigo mismo, las noticias de su regreso se hicieron un rumor entre los residentes del castillo por lo que las visitas de sus colegas más cercanos no dudaron en llegar para poner actualizarlo con las novedades entre esas noticias, el apellido Sashenka apareció en la conversación.

Aldara… el nombre resonó en su interior, como tantas veces había recordado a la mujer de cabello rosa en el lapso de su misión fuera del área del castillo. Sin embargo la novedad sobre su cargo dejó sorprendido al semidragón de hielo, su mirada se mantuvo fija sobre la persona quien le hablaba sobre los relacionados con su persona.

No obstante a pesar que pudo mantener el hilo de la conversación durante el tiempo que su amigo estuvo en su casa de habitación, la mente del pelinegro permaneció en las noticias y rumores sobre Aldara. ¿Por qué era tan importante? No podía explicarlo con totalidad ni tampoco el motivo de que pasó la tarde pensando especialmente en la situación de la Custos Dei.

¿Estaría ella enterada de su llegada? Pudo ser la pregunta interna que más reprimió en su mente al no ser repetida nuevamente. Mientras que las palabras de su amigo se repetían en forma constante, tan constante y tan repetitivas que fue el suficiente motivo para salir de su habitación con el motivo de guiar sus pasos hacia la morada de la mujer a quien tuvo que despedirse con una carta antes de partir.

Conocía el interior del castillo por lo que sus pasos eran ligeros, rápidos y seguros a pesar de la hora, Orion no dudo en tocar la puerta de manera sonora con dos golpes de sus nudillos, y mantenerse a la espera de que la mujer apareciera al frente o en dado caso recibir el permiso requerido para entrar a sus aposentos.

¿Qué sentía? En realidad Orion no estaba consciente de esa respuesta, si fue sensato que se dejó de guiar por un impulsivo pequeño al salir de sus aposentos para guiarse hasta los de Aldara, sin embargo iba más allá de su paciencia requerida para esperar al domingo.

Había esperado tres años en los que la lejanía era un impedimento, y ahora una cuestión de horario nocturno no le impediría hablar con la mujer detrás de la puerta.

por **Aldara Sashenka** Sáb Ago 20, 2016 2:21 am

¿Qué exactamente deseaba de la vida?
¿Qué realmente estaba haciendo?
¿Quién realmente era ella?

Con cada tic y tac del reloj, cientos de preguntas asediaban su mente y engullían su psique en maremotos que terminaban por perturbar sus emociones, llenándola de dudas y miedos sobre sí misma.

Era conocida como alguien con el espíritu de acero y el brazo fuerte, sin embargo en su interior era tan sensible y débil como cualquier otra jovencita. Hasta podría decirse que incluso lo era más, pues a pesar de saberse y sentirse como Aldara, ciertos susurros extraños se deslizaban por las paredes de su mente y cierta forma extraña se arrastraba en los recovecos de su personalidad, de tanto en tanto dándole algunos empujones y arañazos para que moviese el esqueleto.

Divida en su propia psique.

Un suspiro, otro y otro más. Sus ojos cielo fijos en el objetivo, sus puños ante su rostro en plena cobertura y sus pies únicamente envueltos en unas finas vendas moviendo a un ritmo equilibrado y muy poco previsible. Un suspiro, otro y otro más que de manera sutil fueron suprimidos por el llanto del aire al ser cruelmente rasgado por una lluvia de golpes propinados por sus finos puños, los cuales se retrotraían y empujaban con una velocidad casi invisible, fijos en el centro de la gran bolsa de arena que colgaba de un torneado adorno propio del elemento de gimnasio.

Delicadas gotas de cristal se deslizaban de manera casi apasionada sobre su lozana piel, mientras hebras de cabellos rosa, se adherían completamente empapados a su rostro de porcelana. Sus músculos, fino, sedosos y muy resistentes, se tensaban y explotaban en fuerza bajo su blanca piel a cada golpe certero que iba acertando en la bolsa de arena, la cual adolorida dejaba escapar sordos ecos desesperadamente.

La noche estaba en su ceñid, y el día casi en su ocaso; más ella seguía con la energía al máximo, o más bien se exigía a sí misma mantenerla en ese nivel. Mientras ante sus ojos, los recuerdos de toda una vida de sacrificios se mezclaba y arremolinaba impresionándola de tanto en tanto con recuerdos específicos.

Recuerdos que terminaban por hacer mucho más potentes sus golpes a tal punto que la gran bolsa terminó por rajarse vertiendo todo su contenido sobre sus finos pies y el pulposo suelo especial que recubría aquel salón especial casi en su totalidad.

Al ascender a Custos, la joven de cabellos claros había solicitado el montaje de un gran salón de entrenamiento privado. A sudor, sangre y lágrimas se había hecho con lo que podía sostener con el puño y ahora, sobre todo un ejército como vigilante del pilar de aquello que ella llamaba paz, no podía flaquear.

Un grito seco y rasposo recorrió su garganta y algo frustrada liberó su poder psíquico empujando los desechos de su anterior bolsa e incorporó otra nueva para continuar con su descargue.

Suspiró profundamente y volvió a ubicarse en su posición, cuando cierta memoria nítida eclosionó desde lo más profundo de su ser, haciendo que toda su piel se erizada y las piernas le temblaran ligeramente. – ¿Ärud? – dejó que las palabras aflorasen sobre sus carnoso labios de rosa. Negó con la cabeza apartando la imagen de su antiguo compañero y maestro, y enfocando una concentración de frustración, se mordió los labios, giró cual penzoa sobre el pie izquierdo y elevando el diestro le asestó una patada casi divina, partiendo nuevamente su bolsa de arena por la mitad.

Habitación de Aldara.

Una delgada y muy hermosa shinigami se encontraba hurgando en el enorme clóset de la Custos, cuando unos golpes a la puerta la hicieron pegar un respingo y darse de lleno con la estantería interna del armario. – AUCH!!...- soltó saliendo con unas lagrimitas en los ojos y la mano sobándole la parte trasera de la cabeza. – Mooo….- soltó apenas sujetando con la otra mano unas toallas, una bata y un cambio de ropa.

-¿Quién rayos osaría molestar a Aldara-sama a estas horas? – dijo sobándose aún la cabecita y emprendiendo camino hacia la puerta de la habitación – Seguro desea morir como para atreverse a esto, aunque …- no terminó su comentario, pues ya había abierto la puerta y la boca por poco y se le cae hasta los pies al notar al sujeto apostado frente a ella.

Nunca antes había visto a un ser con la presencia tan imponente y hermosa como la del joven suicida, sin contar con que a pesar de haber conocido a un sinfín de especies, este joven no solo tenía algo particular en la sangre, sino también en el aura. Era como su mismísima Señora, era como Aldara. Ambiguo y a la vez magnánimo.

Ladeó apenas la cabeza y tartamudeando preguntó : - ¿L.. Le pu-puedo a-ayudar e-en a-a-algo? – las prendas que tenía en las manos comenzaron a caérsele ante el extraño y torpe temblor que comenzó a batirla cual suave mantequilla y el rubor simplemente inició una caminata sobre sus finas mejillas.

-¡E- e-estas n-no son horas p-pa-para visitas! – lo regañó sin siquiera entender lo que hacía, pues aunque estuviese muy ligada a su trabajo como asistente de Aldara, la fineza y presencia del joven le hicieron mella hasta la médula, mareándola por completo.

por **Orion Ärud** Miér Ago 24, 2016 11:03 pm

Claramente no era la persona que esperaba tras la puerta, la mirada del semidragón se posó sobre la mujer que llevaba en sus manos ciertas prendas y las mismas terminaron en el suelo — Le ayudó — expresó con elegancia mezclada entre frialdad; lo normal en el trato que mantenía con los extraños hacía él. Sin embargo, se puso de cuclillas tomando las prendas que pudo tener unos para examinar, eran ropas de Aldara.

Las prendas eran finas, de una tela abrigadora… pero pertenecientes a la mujer que buscaba, elevó la mirada y extendiendo las mismas hacia la delgada mujer que se mantenía al frente, con un ligero rubor y comportamiento tímido para con él.

Aunque Orion, no hizo mención sobre eso; sino lo contrario respondió a sus preguntas — Estoy buscando a Aldara Sashenka — menciono tan seguro de sus deseos, que pudo sentir como una fuerza potente latía en su interior, a ese momento pudo notar el aroma de la Diosa que estaba impregnada en la habitación.

Por lo que le tomó unos segundos para cerrar los ojos, y poder distinguir el aroma, antes de volver a retomar su altura y permanecer al frente de la mujer que lo había recibido — Esta no es una visita como cualquier otra, esta visita es especial; estoy seguro que Aldara deseará recibirme — explico con un pizca de vanidad hasta ego por su parte — ¿puedo pasar? — esta vez sus orbes azules se posaron directamente en la mirada de la mujer — por favor — agregó, adelantándose a la respuesta para dar un paso hacia el interior de la alcoba.

— Puedo suponer que la señorita Sashenka, no se encuentra — dijo al mirar nuevamente a la mujer que lo acompañaba, no obstante aunque deseaba adentrarse más a la alcoba se mantuvo a solo unos pasos lejos de la puerta — ¿Tiene un conocimiento de donde se encuentra? o en dado caso, ¿cuándo regresa? — pregunto nuevamente.

— Si ella regresará dentro de unos minutos, no me importaría esperar — explicó, quedándose unos segundos en segundos. ¿Qué estaba haciendo? Entrar sin permiso a su habitación, esperarla de forma intromisoria a su lugar de descanso, si lo llegaba a pensar con detenimiento podría regañarse a sí mismo.

No estaba bien, pero sus deseos pareciere anteponerse a su misma lógica. ¿Por qué? No pudo responderse porque en ese mismo instante prefirió callar al hablar a la que suponía que era la dama de compañía de la Custos.

— Que falta de mi parte, me he olvidado presentarme — caminó hasta extender su mano a la mujer — Orion Ärud, ¿con quién tengo el placer? — dijo plasmando una ligera sonrisa en sus labios.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater