Encuentro femenino en las termas {Grupal - Solo Chicas}

por **Airin Apple** Lun Sep 28, 2015 9:22 am

Fecha: 27 de septiembre de 2015
Hora: 11:08 AM
Clima: 28 grados

Airin tuvo una semana bastante dura en la clínica. Muchos pacientes enfermos o heridos acudían a ser atendidos por ella. En lo poco que llevaba en Spatium viviendo, el resultado de sus remedios había corrido como la pólvora y muchos habitantes acudían a verla, lo cual la había dejado agotada.

Paseando por las montañas para ir a relajarse un poco dio con unas fuentes termales. En las cuales ponía en ese momento, un cartel bien grande, que solo se permitía el acceso a mujeres, ya que se había organizado como un encuentro o algo así. Además en la entrada, había como un guardia de seguridad, que controlaba el acceso. Airin vio eso como su salvación al estrés acumulado por esa semana tan dura y ya que era día festivo, lo iba a aprovechar.

El guardia le permitió pasar y accedió a lo que era como una pequeña habitación de madera, donde vio que en cestas se encontraban prendas de ropa de otras chicas. Se desvistió, dejando su ropa en una cesta vacía y se puso una toalla para cubrirse. Caminó hasta lo que era ya la entrada al baño termal y un vapor inundaba sus ojos, siendo incapaz de ver lo que había a su alrededor. Varias chicas se encontraban allí, desconocidas para ella, que se bañaban tranquilamente.

Airin es algo pudorosa en estas cosas y se fue a una esquina vacía, dejó la toalla en el suelo y poco a poco se fue metiendo, sintiendo el calor agradable que le daba el agua. Desde luego era el mejor remedio que podía obtener para una semana de duro trabajo.

Mirando a su alrededor, observó entonces a alguien familiar que reconoció rápidamente.

—Oh vaya. Nos volvemos a encontrar Astrid.—le dijo a la morena que estaba un poco más adelante de ella.—¿Qué os trae por aquí?

por **Kougyoku Ren** Lun Sep 28, 2015 8:58 pm

Cuando me enteré de que existían unas termas gracias a que mi asistente lo dijo, no dude ni un segundo más y vine sin demora alguna hacia el lugar. Evidentemente nunca había ido a unas y era por eso que me parecía perfecto visitar el lugar, pero lo comparaba como si fuese una especie de playa, aunque a esta ultima tampoco había ido nunca pero sabía un poco de ello. Antes de que viajara, obviamente me prepare y me puse el bikini rosado de bajo del vestido. Aunque realmente no sabía si debía de llevar o no, pero aunque no se pudiera, si o si lo llevaría.

Llegué entonces ya por las montañas de Spatium y me pasee por este en busca de las termas. Hasta que por fin di con ellas, viendo a lo lejos el cartel y lo que ponía en este, cuando me acerque, vi a un guardia custodiar la entrada de las termas. Este me permitió el paso y sin duda alguna entré al lugar. Observe el nuevo entorno en el que me encontraba y era como una especie de pequeña habitación de madera. Estaba nerviosa. Cuando busque una cesta libre y di con una, tarde casi una eternidad para desvestirme y dejar mi ropa en la cesta, luego de eso, deje mis dos pasadores entre el vestido. Tenía puesto en ese entonces el bikini que me había puesto en casa antes de salir.

Vi una toalla y pensé que esta se usaría para secarme, así que la tome y camine hacía donde se suponía que ya estaba el baño termal. Aunque no llegué a ver casi nada, estaba todo inundado de vapor, cosa que agradecí, porque estaría muriéndome de vergüenza al saber que habían más chicas ahí. Trate de buscar algún sitio donde estuviera algo alejado de las demás por timidez y me metí en el agua, dejando la toalla fuera para que no se mojara, quedándome callada en mi sitio.

Tenía las mejillas ligeramente rojas por los nervios. ¿Podría hacer amigas? Me preguntaba al ver a las demás de soslayo, para luego dedicarme a mirar el agua como si fuese lo más importante del mundo. Tenía miedo de no caerle a ninguna bien o el que me volviera a casa sin haber conocido a nadie. Después de todo, yo quería tener muchos amigos, aunque sabía que mi modo de reaccionar era diferente a mis pensamientos.

Bañador:

por **Astrid Dagmar** Mar Sep 29, 2015 10:54 am

Astrid no tenía ni la más mínima idea de que existían unas termas en Spatium. Y eso que había recorrido el reino de un lado a otro. Aunque lo cierto era que nunca había pasado por aquel camino montañoso, por lo que seguramente habría obviado que éste albergaba unos baños termales. Pensó que debía pasar por esa ruta más a menudo, no sólo porque tenía la posibilidad de pararse a descansar y relajarse, si no porque parecía así mismo ser un atajo para cruzar esa pequeña sierra.

Había descubierto el camino cuando viajaba desde Mills al pueblo Nibelheim. Necesitaba retirarse temporalmente de la gran ciudad. No sólo había estado allí por más tiempo del debido (y no sabía cómo siempre acababa volviendo, más incluso que a Spatium Urbanis), si no que había llegado a un punto en el que necesitaba tomarse un descanso. Y, por casualidades del destino, se había fijado por primera vez en una ruta que le haría más rápido el viaje y que para colmo contaba con unas instalaciones preparadas para brindar descanso a los viajeros.

El guardia que había en la puerta de las termas se hizo a un lado, dándole acceso al lugar. Pasó después a una estancia con decoración rústica, repleta de cestas de mimbre. Comenzó a quitarse la ropa, con algo de parsimonia debido al cansancio. Tampoco tenía mucha prisa por entrar, ni que fuera a zambullirse. Aunque sí que sería divertido. Guardó su vestimenta y agarró una toalla, para no ir completamente desnuda hasta la entrada de los baños. Siendo un vestuario femenino, tampoco es que nadie fuese a asustarse. No sería la primera vez que ven a una mujer como la trajeron al mundo, después de todo. Aunque fuesen ellas mismas.

No había muchas chicas. No le importaba demasiado, pero prefería que fuera así: quizás de este modo podría estar más tranquila que teniendo a un grupo de cotillas parloteando sobre quién se había acostado con quién recientemente o si el pelo de Godofreda era teñido. Entró con cuidado en el agua, dejando la toalla a un lado, y se agachó hasta cubrirse. Le gustaba esa sensación de no oír absolutamente nada más que el movimiento de las ondas acuáticas, pero tampoco es que pudiera aguantar mucho tiempo en esa posición, así que se incorporó un poco. Para ese entonces, una conocida que parecía acabar de llegar se le había acercado. Sonrió levemente ante su presencia. – Hola, Airin. Acabo de descubrir este lugar, y creo que necesitaba un buen descanso. – Suspiró un poco. – No sé si ya sabías de este sitio, pero deduzco que también necesitas relajarte.

Pese al vapor, logró reconocer el cabello de color fucsia de una muchacha que entró después. ¿Era la capitana a la que había conocido tiempo atrás, Ren? No había visto a nadie más que tuviera el pelo en ese tono. No sabía su nombre, ahora que lo recordaba. Entrecerró los ojos, tratando de asegurarse de que era quien pensaba, pero desvió la vista al darse cuenta de que quizás estuviese incomodándole, con la suerte de que puedo reconocer sus facciones. Quizás ella sí le había conocido a la primera y no había querido acercarse, sin más. Después de todo, no es que Astrid le hubiera dado muy buena impresión anteriormente.

por Invitado Mar Sep 29, 2015 7:01 pm

Ahahahaha, no, muchas gracias.

¿Cuál había sido su error? Repasaba el escenario pero no lograba comprender su punto de flaqueo, al menos hasta ese punto todo había ido bien, recordaba haber respondido con su típica educación y tono amigable con el que solía tratar a Anaria, estaba atendiendo uno de los libreros nuevos enriqueciendo su bien abastecida biblioteca personal mientras que la muchacha trataba de convencerla con los típicos argumentos que se les daba a una anciana; “Estás muy cansada”, “Se te nota muy débil”, “No puedes mantener ese ritmo” pero Jaina, lejos de ignorar a alguien tan querida solo se limitaba a dedicarle una sonrisa de vez en cuando mientras seguía organizando los nuevos libros, en cuestión de segundos ya tenía la mitad del mueble completamente lleno y se agachó un poco para continuar con su tarea, no le parecía tedioso, al contrario, se llenaba de orgullo al ver lo que había construido. Tomó el canasto que se escondía detrás, doblando con mucho cuidado su vestido para poder guardarlo, repitió el mismo proceso con sus pantalones, su bolero, el sobretodo y su ropa interior, dejando otra canasta para poder guardar sus alhajas, no se sentía para nada cómoda dejando esas cosas a la vista de todos y a merced de ser robadas por cualquiera pero confiaba en las recomendaciones del lugar así como en su seguridad, sino, ya pensaría en algo.

Al ponerse de pie sus recuerdos encontraron a Tharama, tal y como era costumbre su persona irradiaba una admirable determinación, ahí inició el problema. A penas si se atrevió a corresponder su mirada pues sentía como es que sus ojos pasaban a través de su ropa apreciando así sus heridas, era muy difícil engañar a alguien que había vivido cientos de años, su falta de defensa, la suma de su cansancio con los dolores, la idea atractiva de acudir a un lugar solamente para descansar y dormir terminaron por seducirla dando como resultado un simple “Está bien”. Desnuda frente al escenario no tenía mucho de qué preocuparse, se suponía que solo estaría acompañada de varias damas que estaban ahí con el único fin de relajarse, Jaina al menos para estas ocasiones no presentaba mucho pudor y lejos de tener que ver con temas de pureza gran parte de su vida la pasó compartiendo su cuerpo con un par de criadas que la ayudaban a arreglarse, tradiciones antiguas de las cuales no pudo desprenderse sino hasta haber alcanzado algo de independencia.

Una escalera la ayudó a sumergir su cuerpo con algo más de calma, disfrutando del toque caliente en su piel que cuando la misma se acostumbró pasó a tornarse tibio, y así continuó hasta encontrar el punto más profundo del lugar para poder sumergir su cuerpo por completo, sin imponer ni un poco de resistencia a las aguas para que aliviaran su cuerpo, desprendiendo las impurezas del mismo y esperando que hiciera lo mismo con los problemas, los dolores y el sufrimiento que tan acongojada la tenía. Solo en ese momento se sintió realmente relajada, por alguna razón cada vez que estaba en el agua se sentía más cerca de su madre, ese también fue uno de sus motivos que la persuadió de asistir, y dentro de nada surgió del agua, tomando su cabello para poder acomodarlo hacia atrás y que el agua no molestara su rostro, recargando su espalda contra uno de los bordes, podía escuchar voces que no estaban muy lejos de ella, inclusive llegaba a entender la conversación, más de uno habría venido acompañado de amigos seguramente, Jaina también, solo que a ellos no se les permitía la entrada a este tipo de lugares.

Pericles estaba sobrevolando los alrededores en busca de comida, se sentía cómodo en los climas fríos de la montaña al ser una lechuza fantasma, claro que al estar cerca de las termas comenzaba a ahogarse por su denso pelaje así que no era saludable que la acompañara por los recintos, quizá más tarde podría tener la oportunidad de decirle buenas noches. Su caballo afortunadamente también gozaría de un hospedaje digno para alguien de su raza, sus asuntos en Tempus estaban siendo cubiertos así que… ¿Qué preocupación le estaba impidiendo el disfrutar de su descanso? No tenía excusa, forzó una sonrisa de medio labio en dedicación para cualquiera que la estuviese viendo y buscara un poco de compañía, tal sería su nuevo entusiasmo que comenzó a explorar con la mirada todo el lugar, lo más resaltante era el color rosado que refulgía entre tantos colores opacos, aquello le generó uno que otro recuerdo de hace no mucho tiempo.

"¿Y ella qué estará haciendo?"

por Invitado Miér Sep 30, 2015 8:04 pm

Después de tanto trabajo un tiempo para la relajación no estaría mal, ¿no? Pues no. Estaba terriblemente mal. Ia Aria no había nacido para descansar, había nacido para luchar y para obedecer a sus superiores. Ese maldito trabajo solo la retrasaba de lo que realmente era el fin de su existencia: la destrucción del Lord y su reinado déspota. Lo peor de todo aquel asunto era que no podía mostrar su verdadero rostro ante desconocidos, así que no le quedaba otra que aparentar y más aparentar. Respiró hondo, terriblemente cansada, mientras andaba en dirección a las aguas termales de las que había recibido un vale por cortesía de aquel hombre gordo y seboso. Nunca lo tuvo como santo de su devoción, pero le pagaba bien por cantar en los eventos privados que organizaba y le mandaba regalos de vez en cuando, así que no podía negarse. Esa pose de doña perfecta llegaba a dejarla sin aliento en múltiples ocasiones.

Cuando el guarda de seguridad le echó un vistazo, Ia se limitó a poner el pase a la altura de su cara y pasar sin siquiera abrir la boca. Una vez dentro, un olor poco familiar inundó sus fosa nasales, haciendo que estas se abriesen y sintiera la relajación invadirla poco a poco. Igual no era tan mala idea como ella pensaba el ir allí después de todo. En cuanto encontró los vestuarios comenzó a quitarse la ropa, dejándola doblada en una de las cestas libres, y subió las manos hasta su coronilla para comenzar a recogerse el cabello minuciosamente hasta transformarlo en un moño alto. Solo iba a darse un baño relajante, no a tirarse dos horas lavándose el pelo. Cuando lo tuvo bien recogido lo pilló con un par de palillos chinos y se dispuso a colocarse el traje de baño. Estaba al tanto de lo que eran baños termales, pero no estaba dispuesta a arriesgar su trabajo y su tapadera simplemente por capricho de bañarse desnuda. De todas formas eso podía hacerlo siempre que quisiese en cualquier otro lugar donde no hubiese tanta gente.

Cuando entró en la sala de las piscinas el vapor terminó de llenar su cuerpo por completo. Era extrañamente agradable sentir aquel calor sobre su piel y, como si de un acto reflejo se tratase, Ia se dejó invadir por la sensación que le rodeaba. No tardó en llegar hasta el borde de una de ellas para introducirse dentro y dejar que el agua le llegase hasta el cuello, cerrando los ojos para disfrutar del todo de ese ambiente. Tras varios minutos pudo escuchar murmullos cercanos y abrió lentamente los ojos, fijándose en las féminas que allí estaban. No reconoció a nadie, aunque había una muchacha de pelo oscuro que le resultó ciertamente familiar. De todas maneras se limitaría simplemente a descansar, al menos por ahora. Tras varios minutos en ese estado y, casi sin pensarlo, se vio a sí misma tarareando una de las canciones que mejor se había aprendido últimamente. Después de la noticia de que vendría bien tener actuaciones con más personas los dúos estaban a la orden del día en su repertorio, pero ella seguía prefiriendo los solos. Tuvo la precaución de hacerlo lo bastante bajo como para no ser escuchada.

Traje de baño:

Para los curiosos, canción que tararea:

por **Seira** Jue Oct 01, 2015 2:54 pm

No habia dejando su toalla todo el tiempo pasado en las termas. No tenia la constumbre de ver tanta chicas aqui en esta hora. Seira gusta pasar tiempo en las termas sola, ya que no tenia amigas o nadie unido a ella ileso su madre.

Cuando Seira habia visto toda la gente, tenia sobre todo miedo, 《¿Como puedo hacerme amigas?》.
Era para eso que había ido en el retrete de la sala para observar un poco. Ella estaba pensativa, y probaba de aprovechar de los vapores del agua termal. Su rostro estaba rojo, normalmente blanco.

No gustaba ser sola sin aprovechar de su lugar preferido.
Ella habia dejando su parte para ir en un sitio sin nadie para bañarse en la piscina. Ella gusta la sensación del agua caliente, era para ella como relajación.

Era para relajarse que va aqui todos los dias. Es el unico momento que le pertenece. Su vida de sacerdotisa no le permite mas, y su vida con su familia tambien. Piensa mas a los otros que a ella, pero cuando tiene tiempo, va aqui.

Se bañaba y se relajaba en esperando que alguien va hablar con ella. Para atender, ella observaba todas las personas, y se haciendo una opinion sobre ellas.

por **Jana Aigner** Lun Oct 05, 2015 12:34 am

Fueron varios golpes los que llegue a recibir, pero no tantos como los que yo alcance a dar –¡Tiempo!- El entrenamiento había terminado y me había ido a sentar, tomando todas mis pertenencias para guardarlas en un bolso y así poder irme a casa. No estaba cansada, pero tampoco me encontraba con todas las energías del mundo. Los músculos empezaban a dolerme, quizá por no haber calentado y estirado bien antes, así que lleve una mano a un punto entre mi hombro y mi cuello e hice presión masajeando esa área, comenzaba a molestarme.
Me puse de pie e hice unos estiramientos pero la molestia no desaparecía. Di un pequeño suspiro y decidí mejor irme a casa a descansar. Estaba bastante tensa.

-Hey Jana-
Volteé al lugar donde mi nombre fue mencionado, era una chica, compañera mía. Me acerque a ella sin decir nada y la miré en silencio, esperando a que me dijera lo que tuviera que decirme. Me extendió un pequeño papel y lo mire sin comprender- Las termas no están muy lejos de aquí, deberías ir a darte una vuelta, a ver si con eso puedes relajarte un poco, quizá hasta te hagas más amigable- Pero que chica tan graciosa... como si necesitara algo como eso. Estruje el papel entre mis manos y lo hice bolita, para luego meterlo en el bolso y seguir con mi camino, de vuelta a casa.
En el camino la sensación en mi hombro iba haciéndose más incómoda, incluso llegó a dolerme levemente. Solté un gran suspiro y me quede pensativa. Miré mi bolso y como no queriendo, tome el papel de antes y lo abrí, buscando el nombre o la dirección del lugar, ahora hasta me parecía una buena idea, nunca había ido a las termas después de todo.

Al llegar pude notar que era como una especie de cabaña, estaba algo alejada de la civilización, lo cual me pareció oportuno, así no habría que escuchar los barullos de la gente... hasta podría olvidarme de mi trabajo durante unos momentos y alcanzar a relajarme para volver como nueva.
Me dirigí a los vestuarios. Me quité la ropa, dejando mis prendas en un pequeño armario y me envolví en una toalla, saliendo al área de las temas. Se podía ver una pequeña neblina ocasionada por el calor del lugar. Sonreí para mis adentros y a paso lento camine hasta la orilla, dejando caer la toalla al suelo quedando descubierta por completo. Me quite algunos nudos de mis cabellos y lo recogí en una coleta para evitar mojarlo, por ahora. Entre lentamente, metiendo un pie para probar la temperatura y al poco tiempo estaba dentro desde los hombros hasta los pies. No pude evitar soltar un suspiro de placer y relajación, cerrando mis ojos, el calor del agua era agradable y en verdad disfrutaba la paz del lugar.
Al poco tiempo abrí los ojos, esta vez prestando atención a las personas de mí alrededor. No estaba muy lleno, por suerte, pero si había varias chicas reunidas no muy lejos de mí. Imploraba a los dioses porque mi calma permaneciera hasta que me fuera, ya que existía la posibilidad de que algunas empezaran a hacer un escándalo por nada. Sí... Creo que era una amargada, pero me merecía un tiempo de paz ¿No?

por **Airin Apple** Dom Oct 25, 2015 9:03 am

Hora: 11:13 AM

Poco a poco, el lugar se iba llenando de mujeres. Algunas al igual que Airin se metían desnudas, sin pudor alguno y otras obtaban por un bañador. Como era el caso que se percató Airin de una chica de pelo rosado. Aunque todas eran mujeres, era normal que alguna sintiera cierta vergüenza. En el caso de Airin también era así, pero el vapor impedía ver más que las cabezas de las demás chicas.

—Lo mismo que yo entonces.—le comentó a Astrid una vez esta le habló. —Y no, no conocía de este lugar, casualmente pasaba por aquí.

Hizo una pequeña aguadilla para así mojar su pelo y salir a la superficie. Luego relajó sus hombros sobre las piedras del borde de la terma. Miró de reojo a la joven de pelo rosado con bikini, parecía no conocer a nadie y como que tenía intención de hablar con alguna.

—Hola, soy Airin, ¿has venido con alguien o estás tu sola? Si es así, puedes venir a hablar con nosotras.—dijo señalando a si misma y a la peliazul.

Esperaba que no tuviera ningún problema de estar con ellas, más porque daba aspecto de ser una chica tímida, pero algo que se ganó muchas veces Airin, es la confianza de gente como ella.

—Se está mejor en compañía, sobre todo si es de mujeres, que uno solo ¿no os parece?.—comentó la pelirroja a ambas chicas. —Por cierto ¿como te llamas? Yo soy Airin, como ya te dije y ella Astrid.—señaló a la peliazul.

por **Kougyoku Ren** Dom Oct 25, 2015 3:35 pm

Miraba atentamente el agua, como si fuera esto lo más importante del mundo, aunque más bien era que me daba vergüenza mirar a las demás chicas que se encontraban ahí por el lugar. ¿Qué debía de hacer? No me atrevía a moverme del lugar, como si realmente estuviera clavada en el sitio o más bien es que mi cuerpo no quería responderme por los nervios y la timidez. Vale, había venido primero para relajarme y porque esto sabía para la salud de mi piel, pero también ahora que me daba cuenta, podía llegar a hacer amigas y esto era algo que realmente me importaba mucho. ¿Por qué? Evidentemente porque para mi era importante el tratar de socializar o al menos conocer a personas, aunque a veces o siempre se me diese algo pésimo.

Pude llegar a observar a un par de chicas que me llamaban la atención. Una había entrado con traje de baño, como yo, a lo que me hizo pensar de que si que se podría traer al lugar bikinis. Luego de lo que apenas pude ver, me fije en una chica de cabellos blancos y ojos violáceos. Seguí recorriendo con mi mirada el lugar, fijándome en una chica de cabellos verdes. Realmente costaba ver las cabelleras blancas por el lugar en el que nos encontrábamos, así que por eso entrecerraba los ojos para ver de forma disimulada, para no ser mal educada al quedarme mirando a la gente, aunque también era porque me daba vergüenza de que supiera que las miraba.

Resople, sintiendo como realmente quizás me quedaría todo lo que quedara de día ahí inmóvil. Cuando pensé hundirme más en el agua, escuche una voz y levante la mirada para ver de donde había provenido. Viendo a una chica peliroja de ojos verdes. —N-no vine con na-nadie, a-asi que me pa-parece bien.— Me sentí más nerviosa que antes pero me levante algo del lugar, acercándome un poco a ellas dos, sin fijarme bien en la peliazul.

Escuche las palabras de la peliroja, a lo que asentí lentamente con la cabeza para darle la razón, mirando hacia otro lado nerviosa. Realmente si que era genial estar en compañía, aunque yo apreciaba cualquier compañía, puesto que no me gustaba estar sola o más bien temía la soledad. Luego escuche como preguntaba mi nombre y se presentaba ella y la otra chica. Espera. ¿¡Astrid!? Voltee la mirada, centrando esta hacia la peliazul, pero antes que nada dije. —Soy Kougyoku Ren.— Después de presentarme como era debido en una noble o así pensaba que era, no pude evitar señalar de forma acusadora a Astrid, diciendo. —¡TU!— Mi ceño estaba fruncido y ni si quiera repare el hecho de bajar la voz, solo me centré en Astrid, recordando todos los sucesos acontecidos con ella. —¡Pensé que nunca te volvería a ver!— Decía mientras seguía señalando a la chica.

Si lo pensaba, realmente no me interesaba tener pelea o tener problemas con ella, pero era de lógica que ni de broma iba a olvidar lo que paso con ella. Hasta me costo un ojo de la cara el reparar el collar con mi propio dinero de capitana, después de todo, no quería depender o molestar a mi familia con ese tipo de costes.

por **Astrid Dagmar** Lun Oct 26, 2015 2:51 pm

Pues sí que era casualidad que, sin conocer el lugar, Airin y Astrid hubieran acabado en el mismo lugar, que precisamente no estaba en un punto muy transitado, ni era muy popular. ¡Y cada vez se estaba llenando más! No se fijó apenas en las demás – estaba tan cansada y tan relajada que al cerrar los ojos por un segundo casi acaba en brazos de Morfeo. Se llevó una mano al rostro y se frotó los párpados. – Vaya. No creo que este sea el mejor sitio para echar una buena cabezada. – Miró a Airin, que justo en ese momento salía del agua. Decidió imitarla, ya que sólo se había mojado parte del pelo.

Una vez se hubo remojado el cabello por completo, se colocó al lado de la pelirroja, que se había acercado al borde y estaba hablando con alguien.

Con la capitana.

Sí, ahora que la veía mejor podía reconocerla perfectamente. Se acercó con timidez, como si tuviera miedo de que ambas chicas le mordieran. Parecía más menuda de lo que recordaba. Airin trató de animarla diciendo que era mejor estar en compañía, a lo que Astrid respondió afirmativamente con un gesto de la cabeza. – No podría estar más de acuerdo. – Le pareció divertida la reacción de Ren, cuyo nombre de pila acababa de conocer después de que ésta se presentase. No le dio mucho tiempo a hacer nada más debido a que en seguida tenía el dedo de la pelirrosa apuntándole directamente.

Dicha reacción, combinada con su tono de voz, había sorprendido a Astrid, pero a la vez le parecía divertida. La morena le miró con ambas cejas levantadas, y no pudo evitar soltar una pequeña risilla. – Yo también me alegro de verte, Kougyoku. – Hizo énfasis en su nombre, como intentando concentrarse en pronunciarlo correctamente. Alargó una mano y rodeó la de ella, a pesar de que ésta seguía con el dedo acusador. La movió un poco, como si pretendiera darle un apretón, una especie de saludo cordial. Después la soltó y se cruzó de brazos. – No voy a negar que también me sorprende verte por aquí. – Miró de reojo a Airin, que quizás estaría un poco perdida con el diálogo de ambas. – Como habrás podido deducir, ya nos conocemos. ¿No crees que el mundo es un pañuelo? – preguntó, tratando de relajar un poco el ambiente.

Lo que menos necesitaba en ese instante era que hubiese una pequeña trifulca simplemente porque la presencia de Astrid incomodaba a la capitana. E incomodar era un buen eufemismo, por lo que había podido ver.

por Invitado Mar Nov 03, 2015 6:43 pm

No se movió de posición en todo el rato que estuvo allí. Se encontraba tan a gusto que se quedó dormida por varios minutos hasta que escuchó un grito y se despertó sobre saltada. Como acto reflejo creó su escudo protector alrededor y se puso a mirar hacia todas partes. Cuando vio que solo se trataba de una cría dando el espectáculo sus músculos se relajaron y el escudo desapareció. Miró a las mujeres que se encontraban cerca y sonrió ligeramente —sin ninguna gana— justo antes de disculparse por haber hecho eso sin previo aviso. No quería armar jaleo, estaba relajada y quería seguir así, pero al parecer aquellas chicas no tenían gana alguna de permanecer calladas y en silencio.

Apretó los dientes y cerró de nuevo los ojos, pero el cuchicheo era inminente, así que no tuvo más remedio que fijar su mirada en las tres féminas que no paraban de cotorrear como si estuviesen en un parque cotilleando. ¿Acaso no tenían respeto siquiera por el lugar y la gente que iba a descansar allí? Ia intentaba por todos los medios no salir de sus casillas porque podría causar algún estrago poco conveniente, así que respiró hondo y apaciguó sus ganas de amordazarlas con distintas ramas, sobre todo a la que la había despertado. Esa imagen de las chicas amordazadas y suplicando la hizo tranquilizarse por unos minutos, pero ahora tenía cierta curiosidad por la conversación de ellas así que puso atención.

Mantuvo su posición de agua hasta las orejas sin apartar la vista de ellas. Por lo visto la morena y la gritona se conocían. No parecía que hubiera sido un encuentro agradable, al menos para la cría, porque la morena parecía bastante tranquilita. A parte de eso la conversación era tan banal como un cuenco de palomitas sin sal, así que decidió dejar de prestar atención y se dispuso a nadar un poco por allí. La verdad es que había mujeres de todo tipo y raza, era algo interesante ver aquello. Aria no es que tuviese precisamente una personalidad fácil, así que eso de relacionarse con la gente no era lo suyo. Puede que esa fuera la razón de que no intentase interactuar con nadie, solo observara.

Pudo distinguir a varias personas que le llamaron la atención, como una mujer de pelo verde y otra casi igual de rubia que ella. No parecían ser malas personas, pero claro, ella tampoco y sin embargo era la ninfa más despiadada que habían conocido muchos en su vida. Si hubiera sido por ella, aquellas chicas no habrían tardado ni dos segundos en ser atravesadas con sus ramas o estranguladas con sus propias manos, pero debía controlarse por el bien de su jefe y su trabajo. Si su tapadera fallaba todo podía irse al traste, por lo que el autocontrol era algo importante. Esperaba poder seguir así hasta salir de allí o terminaría por liar alguna de la que no pudiese salir.

por **Seira** Vie Nov 06, 2015 3:14 pm

Una joven mujer ha venido a proximo de Seira. Tenia los ojos verdes, como muchas personas, pero tenia el pelo rojo. Estaba la primera vez que la sarcedotisa ha visto una chica con esta color, pero es cierto que Seira no salio depues mucho tiempo.
La peliroja habia dicho llamarse Airin y habia preguntado a la joven su nombre. Seria una de las raras vez que Seira habia hablado con una otra persona aqui.

Seira, me llamo seira. ha dicho la joven, con una voz débila.
No sé por que hay toda gente...
La joven mujer, Airin, estaba con una otra chica. Tenia la piel muy blanca, y estaba muy baja...Muy muy muy baja..Astrid, se llama Astrid. Seira estaba muy extrana de ver una chica como ella, pero cuando ha visto su cara, pensaba que Astrid puede ser mala.

Hay una chica, lejo delante Seira, que tenia los pelos de colores rosa. La joven sacerdotisa habia tomado mucho tiempo para la observar. No parece una persona mala, pero parace muy timida, como ella. Pensaba que entablar la conversacion con ella sera una buena cosa.

Seira habia acercado la otra chica, y ha dicho con una voz timida H-hola? No sé si te molesta pero..Me llamo Seira y tu? Soy una persona habitual aqui y... No te ha visto antes.. Seira habia hecho el primer paso, para no estar sola, sin persona con hablar, o no para ser excluido con frecuencia.

Lo siento:

por **Jana Aigner** Dom Nov 15, 2015 5:17 am

Estaba relajada y me hundí hasta que el agua llegó a tocar mi nariz, conteniendo la respiración por unos segundos. Era la mejor idea que se me había ocurrido en días, ya que mi cuerpo se desentumía por el agua caliente.
La paz duro muy poco, ya que no muy lejos de mí se reunían otras chicas a charlar, pero una de ellas, sorprendida por su acompañante comenzó a hacer un pequeño escándalo. Me acerque con lentitud hasta situarme a una persona que se me hacía bastante familiar. La chica tenía los ojos y el cabello de un color peculiar, pero no tan peculiar como el mío, eran de una especie de rosa, un fucsia más bien… No conocía a ninguna, eso estaba seguro, pero el rostro de la chica se me hacía conocido. Quizá era una persona de alto rango o simplemente alguien que había visto caminar por las calles, pero no lo sabría hasta averiguarlo.

Fruncí el ceño, un poco molesta y trate de controlarme para no parecer una anciana amargada ¡Eso jamás!, pero termine por ponerme de pie junto a la muchacha. El agua escurría por mi cuerpo y esta llegó a mis caderas, dejando de la cintura hacia arriba al descubierto. -Disculpa, quizá sea un reencuentro muy conmovedor y quieren abrazarse y llorar de felicidad al haber encontrado a tu amiga perdida, pero algunas personas quieren relajarse. -Aparte unos mechones de mi rostro, pues al estar húmedos se habían pegado a mi cara.- Si tan solo pudieras... no lo sé... ¿Bajar la voz? te lo agradecería mucho. -Me cruzaba de brazos mirándola seria. Puede que estuviera siendo un poco severa, pero solo quería un poco de paz por lo que quedaba de tiempo antes de volver a casa. Sonreí fingidamente y me di cuenta de las demás.

Después de mi pequeño... discurso, mire a las otras chicas junto a ella. Deje de sonreír casi al instante y analice sus rostros, tratando de analizarlos para después. Volví a sumergirme en el agua y me aleje solo un poco, pero quedando más cerca al grupo que antes.

por **Airin Apple** Jue Nov 19, 2015 12:22 pm

Airin entrecerró los ojos, dejándose llevar por la calidez del agua a tan alta temperatura. Sí, como Astrid mencionó, no era el lugar idóneo para ponerse a dormir, si pasabas más rato de la cuenta, metida en el agua, te podrías llegar a marear, incluso desmayar.

En el momento que le pidió acercarse a ellas, a la pelirrosa, esta se la presentó como Kougyoku Ren, jamás había escuchado ese nombre, así que se le iba hacer difícil llamarla de esa forma.

-Espero que no te importe, si te digo Kou.-le dijo para intentar ganarse su confianza.

La chica parecía algo tímida y tartamudeaba al hablar. Por lo visto estaba sola, eso ya se veía, que no estaba con nadie. Así que Airin quiso que estuviera con ellas dos, para así no se sienta sola, entre todas esas chicas que se encontraban allí bañándose y algunas charlaban con las otras.

En el momento que ésta observó a Astrid y por lo visto la reconoció. Ya que de repente la habló como si se hubieran visto ya antes, Airin se quedó bastante extrañada, no porque vale, Airin ya conocía a Astrid y ambas tenían una relación casi vamos a decir de amigas, pero la pelirrosa no la veía como una amiga precisamente. Airin estaba confusa, ya que no entendía que problema había tenido con la peliazul como para que levante la voz, provocando en una chica de pelo verde cercana a ellas, que bajaran la voz.

-Lo-lo siento.-se disculpó Airin por ellas.

Sin duda ese mundo que vivían era demasiado pequeño. No solo por encontrarse Airin con Astrid de casualidad, si no, que Astrid conocía también a Ren, desde luego el mundo era un pañuelo como Astrid dijo. Airin se limitó a comentar, con una sonrisa un poco nerviosa.

-Ya, ya veo que os conoceis. Pero ¿qué tipo de problema han tenido como para…

De repente la pelirroja se cortó. Un sonido como de un flash de una cámara de fotos había sido lanzado en ese momento. Airin salió del agua y se puso una toalla, indicó a Astrid y a Ren que mantuvieran la calma y no se movieran, a la vez de que estuvieran calladas, mientras ella caminó despacio hacia los arbustos y allí estaba, no uno, sino al menos dos chicos, espiando a todas las chicas mientras se bañaban, uno portaba una cámara de fotos en la mano.

-¡Nos espían! ¡Chicas, echemosles de aquí!.-dijo Airin elevando la voz y poniendo un tono autoritario, al momento que se lanzaba a espantar a aquellos mirones, que a saber cuánto tiempo llevaban espiando.

Off Rol:

por **Kougyoku Ren** Vie Nov 20, 2015 3:16 pm

Negué lentamente a Airin cuando escuche como se quería referir hacia mi, dándole a entender que no me importaba. De todas formas no era la primera vez que decían solo parte de mi nombre, haciéndome suponer que realmente este era muy largo o difícil de pronunciar. ¿No? Seguramente si yo escuchara un nombre así y fuese la primera vez, me costaría mucho el memorizarlo y seguramente acabaría cambiando el nombre a mi modo sin querer. Sinceramente con el mío fue muy fácil aprenderlo por el simple hecho de que siempre lo repetía mi madre cuando era pequeña o así. Pues mi asistente siempre se refería a mi por mi apellido, mientras que los demás de mi familia nunca me habían mencionado de alguna forma u de otra.

Al escuchar una voz ajena a la que me di cuenta que no pertenecía ni a Airin o a Astrid, sentí que me encogía en el lugar de forma arrepentida y algo tímida, pues después de todo parecía ser que habíamos molestado a alguien. Baje un poco la mirada avergonzada, escuchando como Airin se disculpaba. A pesar de ello, volví a levantar la mirada para fijarla sobre Astrid, la ladrona o que al menos para mi era una ladrona al recordar la primera vez que me tope con ella. Esto hizo que la molestia volviera de nuevo en mi al menos un poco.

¡¿Había escuchado bien?! ¡¿Qué ella también se alegraba de verme?! Me dieron ganas de lanzar agua a la peliazul como si esto fuera a calmar la molestia que me hizo sentir esas palabras. Aunque lo que me hizo verla incrédula fue el hecho de sentir como rodeaba la mano que usaba para señalarla de forma acusadora y hacer un pequeño saludo cordial, cosa que al principio acepte como si nada de forma inconsciente y una media sonrisa boba, pero cuando reaccione, ella se había cruzado de brazos y le había dicho un par de palabras a Airin. No pude evitar inflar ligeramente las mejillas, pensando en decir algo después de escuchar a Airin, aunque no la escuche acabar.

Deje de estar molesta por unos instantes cuando escuche que Airin se quedo callada a mitad de una frase y entonces me sentí confundida. Mire a Airin para saber que estaba pasando y vi como esta tenía la toalla puesta. Igual me había fijado de que había salido del agua para después escuchar como esta nos decía que estuviéramos en calma y no nos moviéramos, aparte de quedarnos calladas, cosa que hice caso, como si fuera una orden. Mi ceño se fruncía algo más, mirándole aun confundida. No sabía porque estaba yendo hacia ese lado, pero preferí quedarme en el lugar y esperar a ver que es lo que pasaba.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater