The Dance of Blood and Webs [Elise]

Ese Bosque Oscuro...En una noche como esta, era digno de una poesía larga y descriptiva acerca de el follaje decadente de sus arboles, como cada paso en aquella mugrosa tierra hacía que tus pies se hundieran de una forma suave pero como sintiendo la mano de un muerto desde abajo de esta acariciarte la suela de los pies...Un sombrío viento que le daba ambiente una leve melodía de desolación y tristeza...La luna, en su cuarto menguante, flotaba por encima de este paisaje, dándole la poca luz que había.A los costados y atrás de Amane, la gran mayoría eran sombras que ocultaban cosas que solo podían ser conocidas por los valientes, o las pobres victimas idiotas.

Porque el demonio saldría de su morada de la prisión a horas como esta? Puede ser que solo amaba las caminatas bajo la luna, pero quien sale a caminar con una motosierra carmesí colgada al hombro?.Claramente alguien sin muy buenas intenciones, eso de seguro.El Gladius, cada vez que pasaba por aquella zona, sentía una fuente de energía demoníaca y oscura a la vez que era sorprendente...No parecía tener un patrón regular, de todas formas.Una vez que decidió fijarse que era lo que habitaba en este bosque que era TAN poderoso como el creía, se encaminó en dirección a aquella energía que se emanaba en el aire.

Paso a paso, parecía estar cada vez más cerca de la fuente.Sentía esto en su interior, como si invadiera su estómago.Se detuvo por un momento en el medio del pasaje para girar a su derecha y meterse entre los arboles...No le importaba que saltara ante el, el sabía que lo iba a matar antes de que siquiera le tocara un maldito pelo...Hasta que nuevamente se paró ante lo que largaba ese poder.

La entrada de una cueva.Oscura, estrecha, húmeda, y una entrada bastante imponente.Que tenía de especial? Muchísimas telarañas por afuera y que se metían adentro, como si continuaran.El ya se podía hacer una idea de que le esperaba adentro, por lo que sonrió ladina mente mientras seguía avanzando hacia el interior de esta.

No había ni una sola pizca de luz en ella.Nisiquiera proveniente de la luna.Cada paso hacía que el sintiera como se esparcían por las paredes y el suelo varios insectos.Una vez que la sensación de poder en su estomago llegó a su punto culmine, frenó en seco y miro hacia arriba sonriendo filosamente, con una calma expresión para poder así decirle al aire con su fina y elegante voz.

Muestrate ante mí, oh demonio de las sombras...Tu presencia no se puede ocultar ante mí~

Mantuvo la motosierra sostenida en su espalda solo por las dudas.El no quería pelear contra un compañero demonio, pero no siempre eran los mas inteligentes, por lo que beligerantemente se lanzaban hacia el para intentar matarlo.No es la primera vez que pasaría...Pero si era algo tan poderoso, el confiaba en que también notaría lo poderoso de su propia aura para notar que no era un humano común y corriente el cual consumir.Por lo que se quedó parado y espero la respuesta de lo que había en aquella cueva...

Los gritos y las suplicas desesperadas de aquel hombre enredado en las finas hebras de la seda de la bella araña caían en los oídos sordos de Elise, quien estaba en su forma humana disfrazada, su gran altura siendo mayor que incluso la mosca a su lado. Le dedico una sonrisa mientras cruzaba sus piernas, cerrando sus ojos cómodamente sentada sobre una de sus redes- Así que oro y joyas… ¿Me las darás hoy mismo? -Le pregunto, su voz calmada y suave como siempre llenando de horror al humano que palidecía por la situación de vida o muerte en que se encontraba. Rápidamente contesto el mismo, asintiendo exageradamente mientras se retorcía sin mérito alguno en el capullo. Sus ojos se abrieron mientras soltaba una risa suave y corta, por la desesperación del hombre. Claramente era un idiota. Por eso fue una presa fácil de capturar con tan solo salir disfrazada a uno de los restaurantes en la zona, seduciéndolo con frases coquetas y la misma voz suave que estaba usando ahora mismo.

Cuando había logrado alejarlo del resto, creyendo el hombre que tendría un momento apasionante, le había inyectado su veneno a través de sus colmillos que hacían de quelíceros en esta forma, clavándolos en una vena de su cuello para que se transportara mucho más rápidamente por su sistema. El hombre obviamente al sentir aquel liquido ser inyectado y el fuerte mordisco de la mujer, la alejo empujándola lejos de si mismo, mientras se aferraba con fuerza la zona, desmayándose en cuestión de segundos. Y así, habían parado aquí, en el restaurante exclusivo de la diosa… una cueva llena de sus telarañas y súbditos, viudas negras.

Se transformó en su verdadero ser, volviéndose pequeña pero mucho más poderosa, desapareciendo la hermosa mujer tras una enorme araña. Soltó una risa aguda al escuchar los gritos de horror del hombre, al verla acercarse a el, sus patas arrastrando su enorme masa por las hebras. Se aferró con las delanteras al torso, clavando como hace unas horas sus colmillos en su cuello, acabando con la vida de ese hombre, deleitándose de sus jugos internos mientras todo su ser se regocijaba en la dulce sensación. Pronto, lo que había quedado atrás no era más que un recipiente vacío de un alma. Lo cubrió al completo lanzándolo abajo junto a la pila de cuerpos- Otra comida deliciosa –Movió sus quelíceros volviendo a donde antes se había transformado pretendiendo descansar por un rato y recuperar su veneno.

Más, sus planes fueron cancelados por una visita inoportuna de algún curioso que deseaba el tener su alma arrancada de si. Se detuvo, quedándose completamente quieta, sintiendo las vibraciones viajar, viéndolo en la completa oscuridad sin necesitar observar. Espero a que se acercara lo suficiente, preparada para defenderse, pues la respuesta era sencilla, ¿Qué humano entraría aquí sin pegar gritos al ver las viudas negras, los cadáveres medianamente enterrados en la seda, algunos aun con su expresión facial expresando gritos, los más frescos con los ojos totalmente volteados. Así que si, esto no era un niño curioso o un adolescente haciendo un reto para probar su valentía ante los que llamaban amigos. Se había acercado al fin.

Soltó una risa aguda al notar al ser debajo suyo- Así que eres tú el que se atreve a entrar a mis aposentos sin previo aviso –Descendió sobre él, mas no lo ataco pues no tenía razón alguna si el no lo había hecho primero, y ella no tenía hambre. Sus cuatro ojos de un color rojo vivo se fijaron en el- ¿Qué haces por aquí criatura inferior? –Movió sus patas, algunas viudas negras de mayor tamaño acercándose hasta finalmente acabar rodeado por cientos de las mismas. Después de todo, esta era su cueva, un terreno en que tenia gran ventaja, no solo por tener visión completa de la misma, pues estaban sus queridas súbditas aquí. Soltó otra risa aguda observando la arma que descansaba sobre su espalda, pensando en arrebatársela de sus manos antes de que se le ocurriese iniciar un combate con ella. Mejor prevenir que lamentar. Por lo que lentamente fue produciendo una fina tela, colocándola frente sus patas aprovechando la oscuridad para disimular sus movimientos.

Al fin había aparecido ante el...Esa era la demonio por la cual tanta curiosidad tenía? Una simple araña? No...Esto no era un simple arácnido...Podía presentirlo.Pero, aún así, mantuvo su sonrisa firme y su expresión relajada, no quería darle una impresión equivocada a la dueña de esta caverna, o no? No solo que se presentó sin avisar, vaya falta de modales...Como si importaran, al fin y al cabo.Notó como un hilo aparentemente invisible se posaba al lado suyo, aterrizando en su motosierra...Dejó que ella creyera que estaba al mando de la situación por un momento.Sus cuatro ojos podían verse claramente en esta oscuridad, y sentía la presencia de las miles de viudas negras a su alrededor...Que, ahora llamaba a sus súbditos? Quizá se equivocaba sobre el demonio, no era beligerante como los otros, pero en verdadera naturaleza infernal, intentaba devorarlo de todas formas.Que ternura, pensaba el.Cuando le fue preguntado que hacía allí, tomó especial atención ante "Criatura inferior".No pudo evitar reírse un poco y contestarle, de la misma forma suave que antes, aunque con un tono un poco más...Autoritario:

Inferior? Querida, en todo caso, la inferior aquí eres tu... Mientras decía esto, se mordió un dedo con tal fuerza que se arrancó parte de la piel y sangre comenzó a fluir de la punta...El no reaccionó para nada ante ese dolor, y mientras hablaba, una especie de V liquida se estaba formando con la sangre que caía... Veras, entiendo que parezca cualquier cosa dado a que estoy en un cuerpo humano, pero mi nombre, si desea saberlo, es Asmodeus...Uno de los 7 demonios del pecado.Aquel que gobierna sobre la Lujuria.TU eres el insecto tanto literal como en jerarquía aqui. Cuando dijo eso, la V de repente se tornó en un cristal carmesí que como una tijera, cortó el hilo que ella estaba extendiendo la araña y con un chasquido, las sombras de la cueva crearon un cilindro tangible, forzando a que las viudas negras se separaran de su maestra y en aquel circulo quedaran solo ella y el.Amane sonrió filosamente mientras se agarraba con fuerza del hilo que cortó.Tranquilamente con un ademán podía tirarla al suelo de la fuerza y asesinarla, pero no era lo que venía a hacer.Ese circulo sombrío formaba una especie de tejido que dejaba entrever lo que sucedía afuera, que era las arañas intentando penetrar la barrera.Siguiendo esto, el pelirrojo continuó hablando ante aquel insecto.

Serías tan amable de mostrarme tu VERDADERA forma, cariño? Vine aquí para hablar entre bestia infernal a bestia infernal, no a pelear, lamentablemente.Si eso es lo que quieres, me veré obligado a complacerte

Se relamió los labios tras decir eso, abriendo los ojos para mostrar aún mas aquellas orbes esmeralda que tenía por ojos...Esa sonrisa filosa realmente demostraba que no era ningún humano ordinario, y era fácil subestimarlo a pesar de su apariencia humana...Cual será la verdadera forma de este diablo? Si tan solo así como era ya parecía tan fuerte...

¿Esta criatura la había llamado inferior a ella a pesar de la gran desventaja en que se encontraba? No pudo evitar el sentir un fuerte deseo de asesinarlo por tal insolencia dicha a su cara, brillando tenuemente sus ojos rojos mientras trataba de pensar las cosas con la cabeza fría. Tal vez si era una presencia mucho más fuerte que ella misma, pero dudaba eso, demasiados pocos seres la superaban, y solamente era por que llevaban más tiempo en esta tierra gobernada por el Lord. Hizo un gesto de desagrado al pensar en él. Sin embargo, el olor a hierro viejo invadió su sentido del olfato, fijándose sus ojos en el dedo del que brotaba el líquido carmesí. Volvió a sentir hambre por un minuto, moviendo sus quelíceros como si tratara de saborearla, deteniéndose al instante Tengo clase, no soy una bestia sin cerebro… volvió a concentrarse en la escena frente a ella. Noto la V formada por la sangre del pelirrojo, mientras hablaba cosas incoherentes, temas de los que una persona que ha perdido su cordura afirmaba como ciertas. Soltó una risa aguda al escucharlo afirmar que era Asmodeus en un cuerpo humano, y que ella estaba debajo de el en cuestiones de jerarquía como de poder, insultándola de insecto. ¿Insecto? No pudo evitar volver a reír, cierto era que era una araña, pero había usado el termino incorrecto. Ella era una hermosa e inteligente arácnida. Y no solo una simple arácnida… una Diosa Oscura. Sin embargo, no pudo discutir aquel punto con el ser, a la extraña figura de antes materializarse, sintiendo la red que planeaba lanzarle por si se acerba ser cortada junto a la lanzada hacia su arma, la cual ahora sujetaba el hombre. Sin embargo, eso no era lo peor de todo, porque cuando había vuelto a prestar atención, sus arañas quedando alejadas de su Diosa, quien claramente era ella. Alzo sus quelíceros hacia él, molesta con el intruso lleno de aires de grandeza. Escuchaba los llamados desesperados de sus arañas, el estrés creciendo y el anterior deseo de asesinarlo volviendo con fuerza- Entras aquí afirmando ser alguien tan importante como Asmodeus, invadiendo mis terrenos y tras eso amenazando a mis súbditas… tu deseo de muerte, ¿Es tan fuerte? –Su voz era aún más aguda de lo usual, perdiendo la compostura por unos segundos. Noto su mirada demente, bajando la mirada al hilo que sujetaba, rápidamente deshaciéndose del mismo con sus patas traseras antes de que se fuese a arrepentir, alejándose del ser dejando una distancia considerable.

Se quedó quieta, en una pose defensiva por si se acercaba, pensando en que debía hacer. Los deseos de asesinarlo eran demasiado fuertes, y a pesar de que estuviese alegando el ser Asmodeus, tenía que admitir que su aura era poderosa. Aunque… sentía algo débil debajo de aquella alma. Cerro sus cuatro ojos, lanzando una red al techo y poniéndose cómoda allí, posicionándose sobre una red- Esta es mi hermosa forma real… ser –Acabo, no muy segura de que se suponía que fuese el- Pero si prefieres verme como una patética humana, visto tus gustos en apariencia –Lo insulto indirectamente por aquella forma débil en que su alma se alojaba- Lo hare… no con mucho gusto –Se transformó desapareciendo tras un humo espeso, de un color carmesí, apareciendo con un suspiro de nuevo, disfrazada aun. Se cruzó de brazos viéndolo fijamente, cómodamente sentada en la red- Mi nombre es Elise, la Diosa Arácnida –Volvió a ver a las viudas negras que lentamente se iban tranquilizando, dejando de intentar atravesar aquel muro oscuro- Me gustaría que al menos dejes en paz a mis súbditos, y te invito a que sacies el motivo de tu… -Lo miro fijamente a sus ojos esmeraldas- molesta visita. –Descanso su mentón sobre su mano mientras esperaba las preguntas que le fuese a dirigir, o el tema del que quisiera hablar. Al final, se había resignado porque, después de todo, se había alimentado recientemente, y necesitaba digerir aun su comida, además de que no conocía del todo al contrincante, por lo que antes de enfrentársele le gustaría conocer al menos sus puntos débiles. Cerró sus ojos cruzando sus piernas tranquilamente.

Jo, así que este ser a quien había logrado doblegar en cierto punto era una Diosa Oscura? Quién lo diría, ciertamente tiene el orgullo de una...Pero atrapados en medio de este cilindro de sombras, le traía un placer menor escuchar los sonidos de las arañas rogando que parara, por más que no tuvieran voces, esos chillidos que reaccionaban ante su crueldad eran música para sus oídos, e inspiró profundamente el aire de la cueva para saborear el húmedo, oscuro y tétrico ambiente de la situación...Su plan funcionó y al meterse con los siervos de la emperatriz arácnida y poner en juego la soberbia de esta, logró conseguir poder hablar tranquilamente con ella.Sin dudas su forma humana era tan preciosa, con un corto pelo blanco que contrastaba con la penumbra producida por la luz lunar en esta caverna...Adornos en su cuerpo que parecían brillar de forma azulada a pesar de tener un tinte bordó en ellos...Una fina figura femenina, con una piel casi tan pálida como la nieve y tan suave de solo verla que el simple hecho de pensar en pasarle un cuchillo lentamente por encima de aquellas blancas y largas piernas...Babeaba un poco la boca de Amane...Pero se contuvo de mostrar alguna señal de éxtasis, ya que sabía que debía mantenerse estoico al tratar con esta Diosa si deseaba que se lo tomase en serio.Aclaró su garganta y desató el moño rojo de su camisa, soltándolo para poder tener el cuello menos oprimido por lo apretado que estaba.Relamió de nuevo sus labios y procedió a hablar, clavando su motosierra en el suelo delante de el mientras apoyaba ambos brazos encima de esta, para estar cómodo mientras explicaba el porqué de su visita.

Es un placer conocerla, Elise, a pesar de sus malas intenciones...Pero, supongo que no soy quién para hablar dada mi intrusión, no? Sonrió ante la arácnida de forma algo burlona para continuar. Veras, mi propósito aquí como ya mencione antes es hablar de Gobernador del Pecado a Dios Oscuro.Resido en las cercanías de esta cueva y no podía evitar después de tanto tiempo sentirme curioso de ver quien era el ser que vivía por aquí...De mas esta decir, no esperaba tanto poderío! La cuestión, es que vengo a hablar de negocios contigo, Elise. Caminando un poco alrededor de la cueva, puso de nuevo su motosierra en su espalda mientras liberaba con un ademán de su mano la pared de sombras, haciendo que aquellas pequeñas Viudas Negras se hicieran para atrás del miedo mientras el caminaba...Se notaba que no querían meterse con el.Luego de ello, continuó para explicar lo que el tenía en mente. Desconocía de tu existencia hasta hace unos minutos, pero no me cabe duda alguna de que debes traer algún negocio entre manos allí en la superficie, por ende, mi intención aquí es ofrecerte mis servicios a cambio de un favor de tu parte.Como veo que no eres alguien fácil de manipular y que tienes tu "Red" bien armada, seré honesto contigo.Como ya te he dicho antes, yo soy el mismísimo Asmodeus, solo que...No al 100% de mi poder.Mi alma fue confinada a un Necronomicon, y estuve siglos esperando a alguien lo suficientemente estúpido como para abrir el libro donde me encontraba yo...Una vez que el pobre crío tomó la peor decisión de su vida, poseí su cuerpo y hasta el día de hoy, tomé control de este, realizando todas las semanas un ritual para destruir completamente su alma y que la mía resida al 100%, pudiendo así volver a mi forma verdadera, y este incluye muuuuucha sangre y asesinatos, por largos, largos años....Mi posición en este sucio continente como un Gladius compromete mucho mi placer y recursos, así que si en tu negocio llegas a tener algún cliente con el que se te dificulte tratar...Te ofrezco mis servicios como verdugo, asesino profesional y demonio, para tener víctimas a mano y facilitar tus negocios.Seré tu mano derecha y mi único pagamento será en sangre, dinero me sobra...Que dices, Elise? Tengo que hacer algo de casualidad para probar mi estatus como Gobernador?

Dicho esto, dio una elegante reverencia pronunciada, parado en su lugar y sonriendo como siempre mientras levantaba su cabeza levemente para mirar a los ojos a la Diosa, que con suerte, habría estado escuchando todo el discurso del Gladius pelirrojo.Ahora solo quedaba esperar que ella aceptase, y si no? Bueno, no le veía mucho más uso que ello de todas formas...Por ende, ya que estaba a un nivel parecido al de el, la dejaría a lo suyo mientras el se arreglaba con lo que tenía.En su cabeza, sabía que tarde o temprano este sería el año en el que por fin su verdadera forma saldría a la luz de una forma u otra...La poca luz de la luna brillaba de forma suave sobre el filo de su motosierra e iluminaba un poco las gafas de este asesino...Que raro encuentro el de esta noche, no podía evitar, en medio del silencio, solo suponer cual será la reacción de parte de aquella bella aráña...

Abrió sus ojos al escuchar su voz, dedicándole una mirada fría mientras observaba sus labios moviéndose en sincronía con las palabras que decía, palabras que a ella no le interesaban en absoluto en un principio pero había decidido no interrumpirlo para pensar en como huir de aquella situación. Era difícil, pues a pesar de ser una diosa oscura no tenia ya el mismo poder que antes poseía, al arribar en aquel mundo. Pero de todas formas, sabia que debía llegar a este, por que había dejado de ser admirada y se había vuelto en una diosa sin seguidores, ridícula y muchísimo mas débil que antes, volviéndose parcialmente mortal, pues aunque pudiera vivir por siglos sin envejecer, y ser inmune a las enfermedades, podía morir victima de un ataque poderoso que acabara con toda su vida. Eso no ocurriría con ella, eso pensaba, por que no le decía a cualquiera su verdadera raza, no queriendo terminar muerta por algún idiota esparciendo un rumor. Los pocos que la sabían, entraban en su mira, y antes de que siquiera pronunciara palabra alguna su corazón se detendría, su rostro se volvería pálido y fallecería en el lugar con el dardo clavado en la vena de su cuello si no tenia algún tipo de cura o regeneración contra el veneno que invadía sus sistemas. La respuesta era sencilla, siempre eran perseguidos por algún hombre de Elise, equipados con armas y los venenos usados por la compañía. Pero, con este en especifico tenia un problema. Por lo que le estaba contando, pues había decidido escucharlo aunque no fuera digno de ello, era Asmodeus, un demonio que claramente era poderoso, pues su conocimiento siempre era basto y conocía a los príncipes de los pecados. No personalmente, pero por escrituras, narraciones y leyendas populares entre los mortales. Allí fue cuando comprendió el por que sentía dos almas en un mismo recipiente, aquel cuerpo no pertenecía a el. Arqueo una ceja optando por mantenerse en silencio, esperando a que terminara de relatar los hechos ocurridos. Sin embargo, cuando escucho la palabra Gladius sintió un escalofrió, pues era del bando opuesto, colaborando con los de la rebelión y dándoles una parte de su fortuna para derrotar a guerreros sirvientes de Lord como el. Para su suerte, parecía que no era leal a su causa al ofrecerle sin preguntar antes en que bando estaba.

Descendió de la red saltando desde donde se encontraba, cayendo perfectamente de pie sin daño alguno, caminando hasta donde se encontraba cruzándose de brazos, disfrutando de aquella reverencia que le había dedicado, como debía ser siempre en su opinión- Muy bien, aceptare lo que dices. Mas, debo de atreverme a preguntarle Asmodeus –Fijo su mirada en su rostro analizando cada gesto que hiciese con cuidado de retroceder si llegaba a atacarla de la nada- ¿A que se refiere exactamente –pronuncio estas palabras con precisión y fuerza- con pagos en sangre? –Camino dando vueltas alrededor de él, juntando sus manos en su espalda- Se que te refieres a asesinar a los objetivos que te ordene, pero, y si no es suficiente para ti un día, tu mente pidiéndote mucha mas sangre derramada? ¿Llegaras a asesinarme como venganza? Porque si es así… -Formo con gran rapidez una red entre sus manos, lanzándola a sus manos y alejándose del mismo tomando su distancia, alerta a cualquier movimiento ofensivo que fuese a lanzar hacia ella al no conocerlo- prefiero no hacer un trato contigo. Por cierto, no te molestes por la red, es solo una precaución para hacer sentir seguras a mis leales súbditas –Sonrió, tomando asiento sobre una piedra resbalosa de la cueva, mientras las viudas se acercaban de nuevo, depositando su fe sobre Elise- No pienso matarte ya que después de todo, no me has herido, y no necesito alimentarme –Coloco su mano sobre su mentón pensando en la reciente comida que había adquirido y succionado de jugos internos- Y bien, aunque vaya a aceptar la oferta que me has brindado, me gustaría una prueba de lo que puedes hacer, pues aunque pueda sentir una alma muchísimo más débil en el interior de ese cuerpo –Iba a decir afeminado, pero se abstuvo para no ofender a su nuevo aliado. No era que le molestase claro, debía de admitir que tenia cierto encanto en si. Prosiguió en una voz carente de emociones- No estoy segura del como domines esa forma humana. Por lo que hagamos una prueba, ¿Te parece? –Sonrió filosamente, su voz expresando un odio leve- Se me han escapado pocos pero aun así importantes objetivos, gente que me roba dinero porque la gente que tengo contratada al parecer no sirven para nada más que el espionaje. Y eso me frustra, pues no me gusta cuando algo no sale como YO lo he planeado –Se levanto de la piedra con lentitud, las arañas alejándose de ella al sentir su ira- Algo así como cuando llegaste esta noche cuando pretendía descansar de la cena –Sonrió de lado, sus ojos observándolo con rencor- Pero aun así, te perdono, pues hay errores que también son buenos. –Camino por la oscuridad de la cueva, notando los rayos de la luna tratando de iluminarla con un poco de éxito- Iremos en busca de alguna alma desafortunada por este bosque, quiero ver tus habilidades en vivo. Puedes desmembrarlas, hacerlas sufrir, no me importa. Mientras no dures mucho en el proceso. Y como recompensa, si veo que eres digno de trabajar con alguien de mi clase, de mi altura –Hablo con orgullo de si, su sonrisa intacta al hablar- Te dejare usar mi veneno, el cual no se cura con facilidad a menos de que tengas algún tipo de cura en el instante. –Cruzo sus brazos de nuevo, dirigiéndose hacia la salida mientras una de las viudas se subía por la espalda del hombre caminando hasta sus muñecas removiendo lo que hubiese quedado de la telaraña lanzada por Elise si lo hubiese impactado o no.

Al llegar a la entrada de la cueva, levanto la mirada observando aquel peligroso bosque, del que no muchos salían vivos o sanos luego de ver lo que allí habitaba. Por eso, era fácil para ella esconderse, hasta que llego aquella noche. Junto sus manos frente al kimono, esperándolo pacientemente mientras escuchaba algunos chillidos de dolor en la distancia, de personas estúpidas siendo asesinadas por alguna bestia creyendo que podrían ingresar y salir intactos. Los lentes de contacto le empezaban a molestar, pero decidió quedárselos puestos al querer que su forma natural permaneciese desconocida. Pronto los gritos agudos habían desaparecido, la alma del desafortunado siendo liberada de su forma física. Elise sonrió, se preguntaba si eso pasaría con ella si de alguna forma muy improbable terminaba falleciendo.

En cierto modo había logrado el cometido de que ella aceptara trabajar con el.Pero claro, ella también tenía sus condiciones, las cuales Amane siempre odiaba seguir, pero si quería mantener a gente de su lado, era necesario.Lo primero fué que no la tendría que matar a ella en caso de no ser "Pagado" lo suficiente.Cosa obvia, realmente.No lo podría hacer de todos modos ya que uno no suele morder la mano que le da de comer, menos aún cuando se trata de una relación "Una mano rasca a la otra".Lo segundo, luego de todo el discurso de su parte, era mostrarle que realmente era Asmodeus yendo a buscar a alguna pobre alma desolada que estuviera en este bosque...Cosa rara, realmente, ya que mucha gente le temía a este lugar y a las criaturas que habitaban allí.Pero lo que sea para ganarse la aprobación de ser lo suficientemente "Digno" de trabajar con ella...Aunque el ya estaba consciente desde el vamos que lo era, más que cualquier otro asesino que ella pueda haber visto en su vida, y de eso no tenía duda alguna...Una vez que fue "Liberado" de esas redes por el súbdito de Elise, decidió no lastimarlo para no recibir odio de parte de ella.Con una sonrisa irónica, dijo cuando la viuda se fue caminando al ver las intenciones de esa red que ella le había puesto en las manos.

Realmente eres una buena reina ante tus súbditos, Elise...

En la entrada de la cueva, mientras veía como salía todavía disfrazada, pensaba en cuanto se molestaba ella para ir cambiando de apariencia cada vez que salía.Suponía que estaba justificado por el hecho de que ella era una gigantesca araña en su forma real y que no es algo que por la calle se ve todos los días...Una vez terminada de prepararse, salieron en búsqueda de la próxima víctima de Amane.Cada vez que un grito de agonía se escuchaba a lo lejos, este parecía morderse un labio y cerrar sus ojos apreciando ese sonido como si fuera música clásica compuesta por los grandes genios.En un momento, habían llegado a un claro en medio del bosque donde la luz de la luna pegaba directamente en el suelo alejado de los frondosos y tétricos arboles alrededor del area.Le parecía el lugar perfecto para una ejecución.Tenía en claro lo orgullosa que era Elise...Por lo que esta noche le daría un buen espectáculo con la muerte que estaba por propinarle a el próximo idiota que se acercase.Caminando hacia un árbol robusto en especifico al lado de este claro, comenzó a enterrarse una uña en su brazo derecho creando un largo tajo para hacer que sangre brotase de este...No parecía importarle el dolor causado por eso, es más, también tenia pinta de gustarle dada las caras que ponía al hacerlo...Era casi como si le excitase o algo así.Girando su cabeza hacia Elise mientras la sangre fluía en cantidades al suelo repleto de hojas, musitó sonriente:

Esta muerte será realizada de una manera que estoy seguro que será de tu agrado.Si voy a hacer de sicario ante aquellos que te roban, no debe tratarse de solo morir...Debe ser acerca de mandar un mensaje a los demás! De que se den cuenta del error que cometieron y que pasen lo que queda de sus días con miedo, pensando que ellos serán los siguientes.

Volvió a mirar al árbol y comenzó a mover el dedo que apuñaló su brazo como si de un pincel se tratase.El fluido carmesí que salía de su extremidad salió entonces de un grosor similar al del hilo de una araña, flotando en el aire siendo manejado por el demonio.Empezando desde la rama que colgaba más baja de ese roble muerto, formó con esos hilos de sangre una telaraña carmesí que se adhirió al árbol una vez que apretó su puño, cristalizando aquellos hilos finos y dándole un brillo en particular gracias a la hermosa noche que pintaba el cielo...Ahora, solo quedaba una víctima que colgar de aquella obra de arte...Mientras un cristal carmesí finito se formaba en el tajo que Amane portaba en su brazo ahora, caminó de nuevo hacia las sombras al lado de Elise, como quien espera su turno para salir al escenario en una obra de teatro...

Luego de un rato sorprendentemente corto, empezó a escuchar pasos provenientes desde el oeste.Eran apresurados...No parecía ser ninguna bestia.Jadeos fuerte se asomaban como una melodía en la distancia..Para después surgir de la sombra de los arboles, mostrando toda su esencia ante el claro en frente de ella...La pobre persona que sufriría hoy un final terrible no era más que una niña que no parecía pasar los 8 años...Pelo largo y negro, un sueter violeta a rayas y una falda negra...Tenía rasguños y alguna que otra herida encima de ella.Debía haber estado corriendo por mucho tiempo, ya que se arrodilló en medio de el área para recuperar el aliento, pensando que estaba segura...Que ilusa.Amane ajustó su moño y miro sin decir nada a Elise, asintiéndole para afirmarle que ella sería el objetivo indicado.Entonces, Amane caminó lentamente desde las sombras, hablando con una clara voz, a pesar de su tono afeminado...Pero algo en sus palabras cuando estaba por asesinar a alguien cambiaba rotundamente de su burlona y exagerada voz normal.Como si su verdadera voz demoníaca estuviese mostrándose levemente.

Niña...Acaso no sabes... Dijo mientras salía de su escondite, motosierra en su espalda y en frente de aquella chica, concluyendo mientras se acercaba despacio a paso firme hacia ella. Lo peligroso que es andar solo a estas horas?...

La niña sin más, rompió en un severo llanto, mientras se abrazaba a Amane ya que quizá era el único humano vivo que tenía cerca...No le habían enseñado a no hablar con gente extraña en medio de un bosque? Oh bueno, ella entonces comenzó a gritar suplicando desesperadamente.

Por favor, ayuda!! Mis padres y yo nos metimos aquí por accidente y una bestia nos separó y no se donde están ellos...Y-YO SOLO QUIERO IR A CASA! TENGO QUE BUSCARLOS, QUIERO A MI MAMÁ Y A MI PAPÁ!! Exclamó hasta volver a hablar en lloriqueos incomprensibles.Amane, arrodillado en frente de ella, respondió el abrazo...Acarició el suave pelo de esta mientras dejó que llorara en su pecho...Por dentro, estaba regocijando estos momentos pensando en cuanto cambiaría la situación en solo instantes...Luego de que ella se calmara un poco, la separó de el y puso sus manos en sus hombros, mirándola con firmeza a los ojos e intentando tranquilizarla con su suave voz.

Calma, calma...Yo vine aquí buscando a alguien también...Los encontraremos juntos, si? Iré contigo y te defenderé...Porque yo... Y mientras la chica sonreía ante sus palabras, el Gladius se interrumpió a si mismo para dar una pausa dramática...Y le devolvió la sonrisa.Solo que no fue una cálida.Fue una un tanto...Deformada, muy abierta, parecida a cuando un monstruo muestra sus temibles colmillos ante su presa para sacarla de rumbo...Con esa misma expresión, su voz se distorsionó un poco en un eco grave digno de cualquier demonio de alto rango, terminando su frase. Soy peor que cualquier bestia que hayas visto en tu corta y miserable vida. Y ni bien lo dijo, retiró un brazo del hombro de la joven para que de abajo de su muñeca saliera una espada oculta...Era una espada larga y fina de 45 centímetros, con una hoja de doble filo, que atravesó la carne del demonio como si estuviese fusionada con sus huesos.Sin duda funcionaba genial como una táctica sorpresa.Con esta misma arma empaló atravesando los sutiles tejidos al infante, levantándola en el aire mientras esta se deslizaba hasta caer al puño de su asesino.Seguía viva, dado a como tosió sangre de inmediato.Se notaba que lo que quería ver el hombre era como sus victimas se retorcían del dolor, tal y como una araña viendo a su atrapada presa en su red.Con un movimiento fuerte de su brazo, giró apuntando a la red sangrienta que el formó en ese árbol y la niña salió disparada a esta, quedando pegada gracias a unos aros del mismo material formándose para sostenerla de sus brazos extendidos, como si estuviera crucificada.Con lo poco que le quedaba de energía a ella, se puso a gritar con todas sus fuerzas.

AYUDA!...M-ME INTENTAN *COF* MATAR!! AYUDAAAAAAAAAAAAAA!!! ALGUIEEEEEEEEEN!! MAMAAAAAAAAAAA!! PAPAAAAAA!!

Blandiendo su motosierra con la otra mano, otra vez se dedicó el Gladius a acercarse de forma lenta a su presa, gozando de sus gritos de auxilio...El hecho de que sea una niña tan pura y que haya sentido ilusión antes de que se le sea quitada tan rápido como llegó de la peor forma imaginable hacía que se mordiera el labio tan fuerte del placer que le sangrara levemente...Largando un suspiro de satisfacción, arrancó la motosierra tirando del cordón.El estruendo fue impresionante y resonó en el bosque con un eco mecánico que se convirtió en un zumbido del motor arrancado...La miró a los ojos y dijo, con la misma voz distorsionada que antes.

Gritar no sirve de nada...Tus esfuerzos, tal y como tu vida, son en vano...Es hora de que sufras el mismo destino que tus padres, me aseguraré de visitarte...EN EL INFIERNO!

Con aquella misma expresión de éxtasis, encendió de nuevo su arma y pegó un salto de considerable altura en el aire.Con el arma en mano y estirando sus brazos para su espalda, dió un corte descendente que causó un grito agudo de dolor desgarrador de parte de ella que definió la sinfonía de ese bosque, causando que algunos cuervos salieran volando del area.Este corte fue casi instantaneo y partió a la mitad a la chica...Sus órganos, huesos, músculos expuestos y cayendo al suelo hacia un Amane que estaba parado con sus brazos en T, pecho inflado y sus ojos cerrados con una sonrisa de alguien que parecía tomarse una ducha caliente...La sangre bañaba la cara y ropa del Gladius, junto con algunas cuantas vísceras que caían a sus hombros.Todo mientras recitaba en la misma posición hacia la Diosa Oscura que estaba viendo desde las sombras:

El matar...Es un arte.Con cada muerte, es otra obra en la cual la víctima es la protagonista de mis designios...La inocencia perdida, la ilusión arrebatada, la falsa seguridad, la sensación de traición y la cara de la gente cuando sabe que su vida va a llegar a su fin, y al no aceptarlo sus rostros se contorsionan en terror, son algo que mi misma alma DELEITA con inmenso placer...Si me convierto en tu asesino personal, juraré solemnemente darte más obras maestras como estas, y te aseguro que ya no robarán de Elise...Porque ya sabrán...Lo que se hace con aquellos que piensan que se salieron con la suya.Quizá fue ruidoso y mi victima haya sido una niña indefensa...Por lo que si buscas es la muerte de algo más grande, aceptaré esa orden y seguiré mostrando lo que por ti puedo hacer a cambio de solo pagarme con la sangre de los imbéciles... Una vez que la lluvia de sangre del cuerpo que colgaba arriba de el terminó, apoyó su motosierra apagada de nuevo en su espalda para dar una reverencia a su audiencia...Todo para ser cortés ante esta, por supuesto, total, que clase de actor le faltaría el respeto a su público? Aunque debía de admitir, no solía ser observado por alguien más que sus victimas mientras cometía estos actos.Pero algo sobre ello le atraía mucho...Era como estar dando una actuación en una obra maestra...SU obra maestra, todas y cada una de las muertes que consiguió.

Al escuchar los pasos detrás suyos producidos por su posible nuevo aliado, se giro sobre sus pies mirando con curiosidad sus expresiones, arqueando una ceja pensativa mientras teorías se formulaban en su mente con rapidez, los fuertes gritos de agonía sonando aun a la distancia luego de un corto silencio. Esto produjo según lo que observaba que el contrario se llenase de placer, cosa que provoco un escalofrió en Elise mientras volteaba su vista, algo perturbada por lo que asumía era una señal de que este fuese una persona sádica. Era de esperarse, un asesino tenía el corazón helado, o ardiendo en el deseo de la adrenalina que producía el asesinar a alguien, el despojarlo de su alma y arrebatarlo de la vida. Esperaba que no fuese lo segundo, y mas bien lo primero pues podría llegar a herirla en la emoción del momento. Trago saliva observando la cueva detrás de ambos, y a sus súbditos esperando a por su regreso obedientemente. Si llegase a atacarla no sabia bien lo que haría tan lejos de estas y completamente por su cuenta, pues aquella arma que cargaba consigo el pelirrojo la destriparía en cuestión de segundos. Decidió dejar estos pensamientos a un lado, mientras optaba por sugerir hacia donde ir- Asmodeus –Hablo en una voz neutral, sin mostrar emoción alguna aunque su corazón estuviese agitado, gracias a los pensamientos en el posible combate que se produciría si aquellas expresiones eran producto de un placer sin moral alguno- He escuchado los gritos hacia aquella dirección –Señalo un punto en medio de los arboles, de aspecto escalofriante, con su dedo índice- Dirijámonos hacia allá, tal vez nos topemos algo… entretenido –Dijo lo ultimo con una sonrisa pequeña e falsa, volviendo a girarse hacia delante, caminando en la dirección indicada, su paso era elegante, caminando en medio del bosque, atenta a cualquier peligro inminente o bestia deseosa de sangre. Se quedo callada en el trayecto para no llamar la atención, su figura siendo iluminada entre las ramas gracias a la luz que les brinda la luna. También, estaba atenta al ser detrás suyo, por si de repente traicionaba su confianza y osaba atacarla. No sabia absolutamente nada de el, a excepción de que era un demonio y un Gladius. Esa ultima palabra ya lo elevaba en cuestión de poder, aunque no a comparación de Elise, la cual era parte del bando enemigo, cosa que escondería de el, seria un error estúpido el informarle de esto, pues era un blanco fácil en aquel momento. Podía darle lucha, si, pero no vencerlo, y aunque su orgullo fuese enorme, valoraba mas su vida. Y no quería comprobar el desenlace de aquello.

Finalmente, luego de esquivar en corto tiempo las ramas largas y finas de los arboles, y de no producir sonido alguno y alertas a las bestias alrededor, llegaron a un claro- Aun mas débil… -Frunció el ceño susurrando por lo bajo, levantando la vista hacia la luna, observándola y perdiendo aquella expresión de molestia rápidamente, calmándose- Es una bella noche para un asesinato –Menciono sarcásticamente sonriendo- La persona a morir hoy será afortunada, de perder su alma en tan bello paisaje –Volvió a hablar sarcásticamente, pues aquel bosque de bello no tenia nada, mas bien llenando los corazones débiles de temor con tan solo poner un pie en el. Giro su rostro observando a Asmodeus, a tiempo de verlo enterrar su propia uña en su carne, la sangre rápidamente deslizándose por su piel. Se alejo de el, su corazón acelerándose de nuevo aun mas, mientras se colocaba al lado de un árbol, su mano derecha reposando en el tronco del mismo mientras sus ojos se abrían levemente, aun fijados sobre el y sus expresiones de placer, comprobando su hipótesis. Era una persona sádica, o masoquista, alguna de ambas. Otro escalofrió la recorrió, pero decidió no mostrar pánico alguno, volviendo su rostro rápidamente a uno neutral, perdiendo su sonrisa como única señal de aquel inquietante sentimiento y temor por su propia vida. Observo el trayecto de la sangre hasta las hojas volviendo a levantar su vista hacia los ojos verdes del demonio, o mas bien, de su recipiente, escuchando con atención lo que decía. Por buena o mala suerte esto había logrado calmarla y que recuperara su sonrisa orgullosa, volviendo a juntar sus manos entrelazando sus dedos y dejándolas reposar sobre su falda- Bien dicho querido –Alzo su mentón mientras su soberbia se apoderaba- Así debe ser… que me teman como debe ser –Sonrió de nuevo soltando una risa por lo bajo cerrando sus ojos complacida. Pero esto no duro mucho al escuchar la carne del brazo atravesado por la uña, observándolo de nuevo pero esta vez calmada, sin demostrar emoción hacia el dolor… o placer ajeno. Retrocedió al observar aquel hilo carmesí que salía de la herida, observando entretenida la telaraña que lentamente se formaba- Nada mal –Expreso oculta de nuevo en la sombra de los arboles, solamente pudiendo observarse su figura desde las rodillas hasta los pies, pues el resto de esta solo se podía notar si se miraba con atención a su ubicación.

Dejo que se le acercase cerrando sus ojos calmada, ya no tan alertada hacia las intenciones del otro consigo, decidiendo confiar aunque fuese por aquellos instantes en el. Si la atacaba trataría de defenderse, o de alguna forma negociar por unos días mas con vida, meses, o años a cambio de lo que pidiese. En aquel silencio muerto, pues los gritos anteriores ya se habían apagado igual que la luz en los ojos del cadáver pertenecientes, se empezó a escuchar pasos rápidos, hojas siendo pisadas y ramas quebrándose bajo el peso. La aura que producía era de algo débil, por lo que no le presto atención continuando relajándose, hasta que se había acercado demasiado hacia ellos. Abrió sus ojos, notando una figura salir de entre los arboles próximos a ellos… una niña. Continúo observándola, tomando unos pasos atrás para esconderse en la sombra, y alejándose de la telaraña que había formado el pelirrojo, temiendo mancharse con la sangre de la posible víctima. Noto la indicación mientras alzaba una ceja curiosa por la falta de nervios algunos por el debido a lo joven que era la humana, pero decidió no decir nada sarcástico y alertar a la otra, o molestarlo. También por si venia acompañada de lo que fuese que hubiera hecho que parase allí, prefería el poder huir primero intacta y que se encargase del problema el. No quería manchar su disfraz, pues el atuendo que llevaba en aquel momento era uno de sus favoritos.

La niña apenas lo observo había expresado multitud de emociones. Elise no podía comprender bien el por que lo estuviese observando como si fuese su salvación, considerando el lugar en el que estaban, y que probablemente fuese de Chaos, ¿No conocía la maldad que prevalecía en este mundo? Una sonrisa burlona se formo, mientras retenía una suave risa en sus labios, era una escena espectacular y entretenida Una bestia… su sonrisa desapareció, ¿Aquellos gritos habían sido producidos por sus padres? Si era así, estaba rondando aquel lugar y estaban en peligro. Noto el abrazo que le había correspondido, se hubiese reído por aquella hipocresía si no hubiese sido por el peligro inminente que corrían en aquel claro del bosque. El cambio drástico de voz de el al parecer había provocado que la sonrisa inocente y de felicidad que llevaba la niña se perdiese por completo, y una de pánico la reemplazara. También Elise, abrió sus ojos sorprendida por la brutalidad con la que la había atravesado, el delgado y pequeño cuerpo deslizándose en su cuchilla, para luego sonreír por el inesperado movimiento sin compasión alguna. En su vida aburrida y larga pocas veces podía disfrutar de algo así, presenciándolo en carne propia. Noto el movimiento rápido de Asmodeus, alejándose de la red aun mas al ser arrojado el cuerpo hacia esta, salpicando sangre en donde hacia unos segundos se hallaba de pie. Frunció el ceño algo molesta al no haber sido avisada, pero sabia que no podía o hubiese sido notada su presencia por la joven alma- Mama, papa –Susurro por lo bajo burlona, debía de aceptar su muerte, el gritar no le ayudaba de nada. Rio lo más bajo posible también por la desesperación que le había llevado a decir algo tan estúpido. Tal vez la hubiesen salvado si no hubiese sido por que se hallasen en algún lado de aquel lugar muertos y devorados por la bestia. Y si podían hacerle frente a alguien como el. Lo observo fijamente, apreciando la frialdad con la que asesinaba, digna de su esencia como demonio Asesinando a una chica tan pequeña, definitivamente podrá lidiar con el sentimiento de culpa que proviene del asesinato, si es que el siente eso… un punto positivo considero como si se tratase de la compra de un articulo normal en lugar de la contratación de un sicario. El fuerte ruido de la motosierra hizo que cerrara sus ojos algo molesta por este, pero decidió ignorarlo aun observando el asesinato tratando de no desconcentrarse y perderse algo que pudiese apreciar únicamente en aquel instante.

Sin embargo, lo que siguió hizo que perdiese su compostura cubriendo sus oídos y colocándose de rodillas mientras siseaba adolorida por aquel chillido agudo de dolor que había salido de la pequeña, cerrando sus ojos con fuerza- ¡Cállate! –Grito también enfadada como si fuese a hacerle caso luego de tan enorme dolor que experimentaba su pequeño cuerpo… o cadáver en aquel momento. Abrió sus ojos apenas desapareció colocándose de pie con rapidez antes que la observase en aquella posición débil y no digna de alguien como ella, aun expresando algo aturdida por el grito, dolor. Escucho con atención, lentamente desapareciendo el zumbido en sus oídos. Noto algo disgustada mientras le hablaba que su cuerpo se hallaba cubierto de órganos y sangre, junto a su rostro, perdiendo todo pequeño encanto que apreciaba hace unos segundos. Perdono su suciedad gracias a su discurso- Muy bien… entonces aceptare tu propuesta, seremos aliados de cierta forma –Observo sus manos llenas de sangre y de carne, por lo que no estrecho su mano prefiriendo el quedarse con ambas limpias. Sonrió complacida por la reverencia anterior aun asi- Aunque no deberías de mancharte tanto… -Salió de las sombras, sin finalizar aun su frase colocándose a su lado al la sangre haberse detenido, observando el cadáver sobre la red como si de una obra maestra se tratase- Debo de admitir que hiciste un excelente trabajo. Cierto es –Cerro sus ojos mientras su tono de voz se volvía aun mas suave- Que asesinaste a una niña indefensa. Pero, no mostraste falta de valentía en ningún momento, y eso es algo importante –Giro su rostro observándolo a sus ojos- Pues no me sirve el que alguien sea bueno, si tiene corazón para perdonar y sentir misericordia hacia mocosos o ancianos, personas benévolas o hambrientas -Sonrió levantando su mentón- Por que no me sirve tener a esas personas con vida. Y si no me sirven, sus almas no tienen valor para mi –Sin embargo, luego de apreciar tan excelente obra de arte, volvió su seriedad al recordar las palabras de la difunta- Debemos de irnos aun así. No quiero combates innecesarios ya que te contrate. No se si lo notaste pero… esta niña nos informo de un detalle importante. Estaba siendo perseguida por una bestia junto a sus padres, y si paro aquí, puede que su rastro atraiga a esta y terminemos siendo atacados. Debemos de retirarnos en cuanto antes –Le indico, volviendo a observar el cadáver, sintiendo de nuevo hambre por unos momentos, tratando de no olvidar aquel momento y almacenarlo en su memoria- Lastimosamente los cuervos se harán cargo de llevarse los restos, y también las bestias. Y si por alguna razón no es así, el olor pútrido y su cadáver descompuesto harán imposible el apreciarlo como antes. –Se acerco hacia la red tomando una de las mejillas de la niña, de la parte derecha de su cuerpo partido en dos- Fue un gusto, joven. –Menciono sarcástica mientras se volteaba, notando aun el cuerpo lleno de sangre de el y los restos- ¿Nos retiramos por esta noche, Asmodeus? –Hablo suavemente- Y si es así, me gustaría el primero ir a un lugar seguro y informarte sobre la información básica y necesaria, pues tampoco quiero llenarte de detalles sobre mí –Cerro sus ojos sonriendo, recordando el que era un blanco fácil de asesinar en aquel momento para desconocimiento o no del otro, y el que le ayudaría en su trabajo como Gladius. Una sombra en los arboles se movía donde la niña había aparecido, su presencia camuflándose gracias a la conversación que mantenía la Diosa Oscura con el demonio, mas su aura fuerte lo delato. Elise se quedo callada, volteándose con seriedad hacia la dirección que la sentía- Parece que… estamos atrapados –Cerro sus ojos, la ira invadiéndola pero manteniéndose seria y tratando de mantener la mente fría. Debía de haberse retirado en cuanto pudo- Repito, no quiero lucha innecesaria, pero si tu gustas de otra mas, adelante… -Observo de nuevo el bosque, pensando en su plan de huida o lucha para su disgusto- También podrías ayudarme a huir distrayéndolo, o con algo que se te ocurra, alguna idea buena claro esta. –Suspiro molesta, juntando sus manos. Hoy no era un día bueno para ella, a excepción de aquel asesinato que había presenciado y un nuevo poderoso aliado a su lado.