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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Spirit Soul :: Tempus :: Karabor
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Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
La luz se encendió, ahí estaba el objetivo, que al carecer de mi posición se sentó en su butaca, un tiro limpio. Pude sentir el éxtasis que causaba el silbido de la flecha contra el aire, la adrenalina al contener la respiración, el latigazo de la cuerda contra la nada, sublime. La ventana hizo más ruido del que me hubiera gustado, eso solo auguraba problemas, pero mi propósito estaba cumplido. Me incorpore y recogí el arco a mi espalda, aun quedaba bajar del tejado.
Una ráfaga de viento fuerte me golpeo, lleve una mano al carcaj en la cintura, no quería que las flechas pudieran delatar mi existencia y otra a la tela que cubría mi cara, si había aprendido algo por las malas, era a no dejarme identificar.
Al menos, siempre me cubría el estratega. Pivoté rápidamente sobre mi mismo, mientras me decidía entre espadas o dagas, finalmente me decante por las segundas, no había espacio suficiente para una buena pelea, una desgracia. Mientras desenfundaba las gemelas del cinto, pude ver a una figura antropomórfica, un hombre, edad media, su sangre ardía en su interior en un frenesí desbocado; no debería dar muchos problemas.
Se lanzo contra mí demasiado rápido, espada en alto, apenas fui capaz de bloquear el golpe. Era demasiado lento para mí, débiles humanos; en lo que él se recuperaba del impacto avance en su dirección introduciéndome en su guardia y llevando las dagas a su cuello. La carne siempre ha sido fácil de cortar, la reconfortante sensación de la hoja desplazándose lenta e inexorablemente por el músculo, arterias, venas, piel; el sonido que causaba la salida de las primeras gotas de sangre por la herida, extasiante…
-¿Para?.- Proferí en voz alta.
Retire parte de la sangre de mi cara, la que me impedía ver, había terminado lleno de sangre, menudo desperdicio. Me acerque a la cabeza del reciente difunto y extendí el brazo para cogerla.
-Ne, ne, ne. Siempre igual de aburrido.-
Me incorpore, dispuse las dagas en su sitio y empecé a caminar hacía las escaleras de emergencia, era hora de bajar y desaparecer. O esa era la intención cuando un par de silbidos llamaron mi atención, me volví rápidamente y pude esquivar una de las hojas, la otra se abrió paso a través de mi hombro, eso me había cabreado demasiado.
No se quien era, no se porque estaba allí, pero me golpeo y no pudo escapar las lanzas que surgieron debajo suya, los humanos son muy lentos y torpes. Podía oír la sangre goteando, lleve mi mano derecha al hombro izquierdo, estaba manchado en sangre. Era hora de irse. Esta vez, nadie vino a herirme mientras me retiraba, maldito incordio.
-¿Enserio?, no me había dado cuenta.- Dije con evidente tono sarcástico.
Empecé a caminar por la calle, era algo molesta la herida del hombro, pero no moriría por ello, debía encontrar a algún medico de vuelta, algo irónico teniendo uno esperando, pero Roxanne no podía enterarse de esto. Oía pasos, eso era mala señal…
Ni lo se, ni me importa. Me acerque a la pared y me apoye contra ella, un punto menos que cubrir, con algo de suerte, hasta sería un buen samaritano que se preocupa por alguien que ve herido en la calle…
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Al salir de la tienda, con mis libros sujetos entre mis brazos como si fueran un verdadero tesoro, caminé procurando no perderme mientras intentaba de forma distraída guardar en mi pequeña mochila una bolsa de tela que contenía dos regalos para mis mejores amigos, Serenade y Allen. ¡No me pude resistir! En cuanto vi aquel colgante de estilo gótico con aquel pedrusco rojo sangre supe que era perfecto para Serenade, aunque no sé si el anillo que le llevo a Allen le gustará. Suspiré algo desmotivada con la imagen seria de Allen arqueando una ceja mirando el anillo, diciéndome poco mas que para que va a querer el esa cosa si no usa anillos. Es cierto... ¿Usara Allen anillos? No me fijé nunca en sí usaba o si le gustaban estas cosas. Sacudí la cabeza parándome en seco. -Allen no diría algo así el es un caballero, seguro que lo aceptaría e intentaría ocultar si le gustó o no para no hacerme... ¿daño? -Me dije a mi misma consolándome ante el rechazo de mi regalo y jurándome que no volvía a comprar algo a lo loco sin saber los gustos de la otra persona, pero con Allen era muy difícil el nunca hablaba mucho de él.
Miré a un lado y otro parpadeando buscando visibilidad, intentando ubicarme con lo que me rodeaba, pero aunque había tomado al salir el mismo camino por el que había venido, ni la luz era la mas idónea ni mi orientación la mas buena. -¿Cómo rayos termino siempre perdiéndome? ¡Sere tonta!
El olor a chimenea paseaba entra la neblina que comenzaba a caer. ¿Qué horas serán? A ver cómo regreso yo a la academia a estas horas. No paraba de preguntarme aquello constantemente y para colmo de males, mi estómago comenzaba a rugir como bestia parda eso o a saber que coso se acercaba mas que emitiera tremendos rugidos.
Tomé una calle que parecía bastante iluminada y digo parecía, porque con mi magnífica suerte nada mas que me adentré en ella la farola principal comenzó a parpadear de forma constante y cada vez emitiendo menos luz. Esto comenzaba a parecer una película de miedo. Mis ojos turquesas jugaban al pin pon de izquierda a derecha mientras caminaba lentamente con todo el sigilo posible. Si había algún monstruo o algo no quería que me escuchara claro está. Esta bien... reconozco que empezaba a darme miedo todo esto y la inquietud se hacía dueña de todo mi cuerpo.
Paré mis pasos en seco aferrándome los libros a mi cuerpo cuando escuché un ruido delante que me hizo pegarme toda al lado derecho de la calle. De pronto un enorme calor comenzaba a subirme por todo el cuerpo presa de aquella incertidumbre de saber que rayos estaba haciendo ruido ahí. Seguí caminando con la espalda pegada a la pared sin quitar ojo de encima a la zona ruidosa de la que provenían ese estruendo de movimientos. Lo asumo, ni respiraba para no hacer ruido.
-¡Que susto! -Grité al ver salir a unos gatos de un contenedor metálico de basura que se esparramó todo en el suelo al caer con los dos felinos.
Respiré aliviada a ojos cerrados pasando de aquel sofocante calor que el miedo me produjo a un frío intenso. Sonreí al ver a los gatos y me acerqué a ellos pero salieron corriendo despavoridos, no por mi sino por el escándalo que armaba un grupo de hombres que había cruzado al fondo por la otra calle. Al parecer estaban persiguiendo a alguien. "A saber dónde me he metido" pensé frunciendo el ceño y de forma medio aparatosa buscar en mi bolsillo el objeto invocador de mi Dweller, un pet que me habían regalado bastante cariñoso con cuerpo negro felino, jejeje parecía una pequeña panterita si no fuera porque llevaba la cara cubierta con una máscara blanca. Lo sé no es que diera mucho miedo pero me sentía más tranquila caminando por esos sitios con Puxi.
Cuando estaba cercana a la salida de ahí a un cruce de calles ya mas iluminado, algo se movió en la oscuridad sin ver muy bien lo que o quien era. En ese momento Puxi salió disparado hacia delante, siempre todo loco ¿ A dónde pensaba ir el solo para que le dieran un palazo o algo? si vale sabe pelear mi Puxi pero no es que sea un custos dei jajajaja. -¡PU...xii...! ven aquí... -Grite en un principio bajando el tono de voz a darme cuenta que si estaba ahí el ladrón al que perseguían los otros o peor aun...un asesino... mejor no gritar y exponerme aunque... ¿ya lo hice no?
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Inspiré profundamente cuando cruzaron la perpendicular sin mirar hacía mi dirección, era hora de irse tranquilamente; el hombro era algo molesto, aun sangraba, lo que podía llegar a ser algo preocupante, dado el momento.
Me desplazaba con relativa celeridad cuando algo salio a mi encuentro, ¿Qué narices era aquello?, parecía un felino, pequeño y con cierto toque macabro, precioso y molesto. Aquel ser daba vueltas a mi alrededor como queriendo llamar la atención, no parecía poseer ningún rastro de inteligencia, o al menos de sentido común.
-¿Compañía?-Susurre al felino. -¿Dónde esta tu…?-
Un grito interrumpió mi frase, aunque más bien, la respondió. Avance en la dirección del sonido, acompañado de… ¿Puxi?..., no podía verle directamente, pero era agradable ver su acelerado sistema circulatorio a través de la esquina, extasiante…
Aceleré el paso, y cuando estaba por llegar, la mascota me adelanto hacía los dulces brazos de su dueña, eso le daría confianza y tranquilidad, cada vez me gustaba más esta noche. Al tener contacto directo, aun desde la oscuridad y ella bajo la luz, pude verla al fin.
No podía si no reír en mis interiores, la noche acababa de ser genial, siempre me había preguntado si la sangre de la dulce e inocente Alba estaría tan edulcorada como su personalidad, nunca era tarde para comprobarlo. Avance rápidamente en su dirección, pero al llegar a la luz mi cuerpo dejo de responderme… maldito Allen…
El tonto de Jack estaba tan centrado en profanar a mi amiga que no se había dado cuenta de los pasos que resonaban por la calle, avance todo lo rápido que pude, y, haciendo acopio de la fuerza que me permitió la herida y la resistencia mostrada, agarre a Alba y la lleve a la oscuridad donde le sujete para que no hiciera ninguna tontería hasta que pasaron los guardias; todo ello, soportando al, ahora molesto, bicho, que hacía un vacuo intento de proteger a su ama, aunque era admirable.
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
-Puxi ven aquí. -Dije sin mucho ánimo en la voz, entrecerrando los ojos intentando ver aquella figura con más claridad, pero justo la casi única farola del final de aquella estrecha calle me estaba dando encima y costaba mas ver lo que había tras aquella oscuridad.
De repente mientras estaba distraída intentando ver bien quien estaba junto a Puxi, mi mascota llegó corriendo toda animada, tanto, que se me tiró encima a lo loco cosa que siempre hacía pero en ese momento no estaba preparada para algo así. Cuando me di cuenta mis orbes turquesas se abrieron de par en par y tuve que soltar al suelo sin mas mis libros para poder agarrar a mi Dweller dando unos pasos atrás por la inercia algo torpe pero evitando caerme literalmente de culo con mi Puxi encima. -¡Estas to loco Puxi me vas a caer! -Dicho eso mi singular mascota me uso casi como que de trampolín regresando al suelo escapándose de mis brazos así que resople inflando las mejillas agachándome para recoger mis libros del suelo.
Unos zapatos negros, bueno botas mas bien... esto... vale, ahora quien sea vendrá a regañarme porque Puxi le molesto... -Esto... buenas noches.... -Dije aun mirando sus zapatos mientras volvía a postura erguida regresando aquel abrazo protector con mis libros. -Disculpe a Puxi es un poco... -Me callé de golpe cuando subí la vista hacia el sujeto y seguramente en mi rostro se notó la impresión sorpresa, no lo se ni explicar con detalle pero, por alguna razón me quedé quieta mirando a aquel que parecía que no podía moverse. Arquee la ceja izquierda. -¿Se encuentra bien? -Y tras preguntar mis ojos se abrieron y el aire que entro por mi boca quedó atrapado en mi pecho cuando ese sujeto me agarró apartándome de la poca luz de la farola empotrándome contra la pared mas cercana ala derecha.
Mis libros otra vez volvieron al suelo porque ahora mis manos estaban unidas en mi pecho y saben los dioses que si hubiera querido gritar lo hubiera hecho, pero me tomó tan de sorpresa y yo no era de esas que gritaban por cosas así... ¿O sí? Fuera como fuese no grité, pero si cuando no pude aguantar mas el aire en mi interior lo solté con mucho cuidado, virando mis ojos al volver a escuchar pasos corriendo. Al regresar la vista para mirar al hombre, el recorrido de mis ojos se paró en un punto en concreto. Estaba herido y lo sé... sé que actúe sin pensar pero llevé mis manos a aquella herida para sanarla con mi poder de sanación sin preguntarme si quiera si la herida estaba hecha porque ese había herido ya a otros. ¿Qué le hago? Soy médico, mi deber es sanar a cualquiera que lo requiera y dar mi ayuda siempre que se me necesite, quizás el destino hizo que justo me perdiera porque debía curar a ese ser. Además... algo en el no me daba ningún miedo, era una calidez familiar, aunque Puxi ahora no pensaba eso y mordisqueaba la tela del pantalón zarandeándola. -Puxi quieto no me dejas trabajar. -Dije con voz rotunda aunque suave como siempre.
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Bien no sabía el porque no despachaba de una maldita vez al maldito bichejo molesto, era incomodo, pero podía suponer que a Allen no le haría demasiada gracia, aunque claro, nunca le ha importado la sangre en el camino recorrido… aunque no sería tan tonto, la noche era un clímax precioso y macabro, la bella y la bestia, y no iba a estropearlo, por esta vez, me contendría para no decepcionar a Allen, devolverme el control había sido un gran regalo por su parte.
Sus manos sobre la herida de mi hombro, dolía ligeramente, escocía con suavidad, nada peor a lo que me había enfrentado en mi vida; podía notar como se cerraba inexorablemente, estaba curándome, estaba acostumbrado a la sensación… sin duda, era demasiado tonta e inocente, lo cual me alegraba…
Lleve mi mano derecha al hombro izquierdo para comprobarlo, roté este sobre su propio eje un par de veces terminando la rutina a la que estaba acostumbrado cuando recibía una curación, aunque claro… para terminar la rutina, había que pagar por los servicios…
Esboce una sonrisa debajo de la tela que la cubría, me conocía bien, pero ella no era una desconocida, había que tratarla bien, ¿no?. Miraba fijamente sus ojos, haciendo caso omiso a las palabras que pronunciaba, llevando la mano hasta su mentón, deslizando suavemente el pulgar por barbilla, jugando con ella…
Adelante el pie izquierdo seguido de mi regenerado hombro para imprimir fuerza sobre la acción, llevé el antebrazo contra su región clavicular y le empuje contra la pared para inmovilizarla, sujete su barbilla con la mano que antes le acariciaba y me incline sobre ella en un apasionado, largo y forzado beso a través de la tela.
Retire lentamente mis labios para poder sentir su respiración agitada, mi mano derecha empezó a recorrer lentamente su mejilla, dibujando con suavidad un camino sobre su piel, de forma ascendente hacía su oreja, subiendo por esta y cogiendo un mechón de su pelo con el que jugueteé suavemente; retire un poco la cabeza para poder contemplar sus labios manchados de la sangre que aun no había coagulado, una escena preciosa…
Desande mis pasos ligeramente, interponiendo apenas un metro entre ambos, recogí el pequeño ser metálico que aun se mantenía en sujeto a mis pantalones por su fuerte mordedura y se lo acerqué… había que ser amable, así ganaría puntos con Allen, ¿no?.
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Levanté la vista a la suya, es lo único que podía ver de él. Esos ojos... ¿Será...? No puede ser, es imposible. Estos son mas encendidos, pero... ¿Y si fuera posible, Serenade tiene dos cambios de físi... - ¡Ah! -No estaba preparada para esto ¿Qué va a hacer? No pensará... Mis ojos se abrieron de golpe... malditasea no lo hagas... ¿Pero por qué no grito?... Entrecerré los ojos, se me acelera todo de una forma casi anormal mientras que me obliga a mirarlo y no hago nada. ¡Rayos! Me encogí un poco hasta que la impresión de aquel gesto con la tela me impresionó erizandome toda la piel. No puede ser... ¿¡mi primer beso así!? ¡Vamos no, él no es! o ... ¿Si, es? ¿Por qué siento esta calidez sobre esta tela húmeda? ¿Humeda pero qué? ...
Llevé mi mano algo temblorosa a mis labios y pase mis digitos de forma suave por ellos apartándolo para ver que era aquello húmedo que sentía. Sangre... Pasé el dorso de mi zurda rápidamente por los labios nerviosa con algo de reparo y cuando se acercó de nuevo aparté el rostro a la derecha cerrando los ojos, pegando las manos a la pared. ¿Eso significaba que realmente queria que se volviese a acercar? ¿Por qué no le ataca puxi o por qué yo no lo hago?
Abrí un ojo para ver la cara de Puxi mirándome a través de esa máscara suya. -Aww Puxi. -Tomé aire y suspiré y alargé las manos para cogerlo en brazos. -Gracias Allen. -Dije por inercia prácticamente, pero al darme cuenta de lo que dije, sorprendida alcé la cara para mirarlo cayendo en la cuenta sola al dejar de pensar en ello, en quien me recordaba esa energía. No puede ser... -Será mejor que me marche... no sé aun como regresar. -Me puse nerviosa, mucho más nerviosa que antes, se supone que si es yo no debería haber visto... Mis pensamientos repitieron la escena de antes mientras me agachaba para coger los libros como podía sin soltar a Puxi. No se por qué me pongo mas nerviosa al pensar eso, eso ni fue un beso, no fue un beso... no puedo tener tan mala suerte... o suerte... da igual si es el, eso solo fue algo para burlarse de mi seguramente. Eso es, se disfrazó para darme un susto seguro, ya ...bueno... recoge los libros llevar un rato en el suelo haciendo el tonto Alba... Cada vez hablo mas comigo misma.
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
No podía si no reír en mis interiores, ver a Allen desmoronándose, al que siempre mantiene todo bajo control cayendo presa del pánico, sentir el acelerado pulso de la joven recogiendo con nerviosismo y deseando estar en otro sitio; la noche era exquisita, no quería que terminara nunca, era… demasiado perfecta…
Evidentemente, Allen no dejaría que la matara, aunque eso fuera en contra de su propia norma de si alguien le… nos descubría, debía ser rápidamente eliminado, le tenía demasiado cariño a esa chica, y eso era malo, aunque él no quisiera darse cuenta.
No podía disfrutar más de la situación, hacía mucho que no sucedía nada así, sin más salidas, tendría que negociar conmigo, y, yo adoro negociar con ventaja. Aun quería resolver la cuestión de a que sabría la sangre de la inocente Alba, era irónico que ella misma me diera la ventaja que necesitaba…
Y, por fin, la fiesta daba comienzo. Ella se levanto al final de recoger los libros, yo me relamía del regocijo de mis pensamientos, estaba seguro que podía verlo en mis ojos; mi mirada estaba fija en la suya, mientras avanzaba un par de pasos, quería devorarla, aunque no podía llegar a ese extremo, tenia intención de divertirme mucho, empezando por devolverle ese bonito color…
Apoye la mano sobre la pila de libros, para forzar su regreso al suelo, mientras alzaba la zurda a su mentón, sujetándola con fuerza. Dispuse la diestra contra su hombro y el antebrazo en su pecho, entre su busto, dejando el codo sobre el estomago; hice algo de fuerza forzándola de nuevo contra la pared. En esa posición, acerque lentamente mi boca a su oído, respirando fuerte y profundamente a consciencia…
-No soy tu novio.- Mi voz era algo distinta a la de Allen, lo suficiente para que alguien que le conocía bien, pudiera diferenciarlas, pero dado el ritmo cardiaco que llevaba la peliplata, no quería arriesgarme, así que la forcé a unos tonos más profundos, además, creo que el drama le gustaba… -Pero no tienes que irte, la diversión solo ha empezado.-
Con la diestra tire con fuerza de su ropa, dejando al descubierto su hombro izquierdo. Me sentía mejor que nunca, una joven entre mis manos cuyo pulso estaba desbocado, a Allen deseando no tener que ver la escena, pero forzándose a aguantar porque era su amiga, odiándose por estar haciéndole eso, por dejarle con alguien como yo… ¿Había algo más precioso que esa velada?
Agarre una daga con la mano libre, ascendiendo lentamente para que ella pudiera ver el reflejo de la poca luz en la hoja que poco después le afligiría. Apoye ligeramente la punta sobre la base del cuello, y la deslice lentamente hacía su hombro, evitando dañar vasos importantes y músculos, irónicamente, gracias a la formación que había adquirido por ella y sus libros. Mi respiración empezó a agitarse, deseaba probar la sangre que corría por el la daga, la vitae que lentamente caía sobre su piel; pero podía notar a Allen vigilante… así que haciendo gala de toda la fuerza interna que pude encontrar, limpié la hoja sobre sus ropajes y volvía a guardarla.
Recorrí con el pulgar lentamente la herida, recolectando toda la sangre posible, para después hacer otro camino sobre sus labios, depositando la sangre recogida. Una imagen mucho mejor, con el carmín de su propio ser decorando su boca. Apreté ligeramente con la mano su hombro para forzar un leve grito que ahogue al momento en, aunque ella no lo viera así, otro largo y apasionado beso, dejando que la sangre en sus labios quedara mezclada con la de desconocidos, era una herejía y un desperdicio, pero no tenía más opción.
Retiré un poco la cabeza, quería sentir ambas respiraciones agitadas, forzadas, en busca de aire después de aquel largo beso; le miraba a los ojos, y le forzaba a mirar en mi dirección, deseaba saber que pensaba, ansiaba saber cuan excitada estaba, quería saber como de aterrada estaba. Su pulso acelerado, su corazón desbocado, era música celestial…
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Segundos miserables segundos bastaron para tenerme contra la pared como si fuera un bichito en una telaraña de las que hay en el jardín de casa. Me vi de nuevo obligada a mirarlo cuando su diestra alzó mi mentón con brusquedad y uno de mis ojos azules se cerró de golpe al sentir la molestia de su fuerza sobre mi hombro y la incomodidad de su codo que me dejo sin aire, no porque me causara daño sino porque se quedó todo atorado en mis pulmones al sentir que estaba en una incómoda situación.
Mis ojos se cerraron al sentir su aliento tan cerca, no entendía por qué Allen hacía algo así, hasta dónde iba a llegar la broma y es cuando escuche esa voz, aquella voz ronca distinta a la armoniosa de Allen, una voz que me costaba oír porque sentía en mis oídos el latir de mi corazón sin parar. Lo reconozco, dudé de que fuera él en ese instante donde el miedo se hizo presente en mi cuerpo. ¿Allen mi novio? Pero qué dice este…
-¡Agh… para por favor! Yo solo… -Puse mis manos sobre la suya pero por alguna razón no tenía fuerzas y mi pet estaba guardada de nuevo porque pensaba irme. ¿Por qué me tiene que estar pasado esto?
No podía hablar me costaba hasta tragar saliva. –Si debo…irme me están espe-rando… Déjeme ir… -Lo que siguió fue algo que no me esperaba, obligándome a encogerme como podía entre miedo y rubor por haber rasgado mi ropa. Abrí los ojos mirándolo directamente mientras se perfilaban de lágrimas, sintiendo el frío de Tempus sobre mi hombro desnudo. Podía defenderme pero no lo hacía, en ese momento me sentí una decepción para los míos, pero en mi defensa solo diré que solo yo sabía entenderme.
Quizás pensé que necesitaría sangre para continuar, porque perdió energías con las heridas, aunque le sané la que se veía a leguas que lo molestaba. Quizás inocentemente pienso que si toma un poco me dejará ir. Pero aquella hoja captó mi atención aunque débilmente porque aunque estaba asustada, reitero que por alguna razón no deseaba resistirme como me tienen enseñado.
Sentí el filo acariciar mi piel con dolor, dejando escapar un alarido mientras apartaba mi cara al lado contrario al daño que estaba recibiendo. No lo quería mirar si quiera pero cada vez que me tocaba sentía lo mismo una y otra vez. ¡Me estaba volviendo loca!
Sentí la humedad en mis labios de mi propia sangre la cual no me atrevía ni si quiera a probar, aunque estaba acostumbrada a cuando me hacía un corte leve tomarla como si fuera inercia antes de curarla, pero aquello era distinto. Nuevamente por obligación mis ojos tuvieron que toparse con aquellos carmín brillantes que lucían ahora más vivos que nunca y no pude evitar sentir, como se llenaban los míos manteniendo aquella agua cristalina atrapada con mis largas pestañas. -¡Ah..mm! – Otra vez no, sentí la calidez de él a través de la tela por sobre toda esa sangre y aunque hacía mucho tiempo que deseaba responderle algo así de ese modo no, así no… Mis parpados se cerraron despacio y con ellos dieron libertad a mis lágrimas que no tardaron en cruzar ambas mejillas.
Y volví a sentir a Allen de nuevo, que importaba si pusiera otro tono de voz, daba igual que sus ojos fueran mas intensos, que sus acciones fueran las de un malhechor… yo lo sentía a el. Por eso mi cuerpo no reaccionaba a defenderse, por eso cuando tome aire después de tal falta, mi cuerpo se relajó, de una manera que podía catalogarse como sentimiento de… ¿decepción?, ¿Tristeza? O simplemente me rendí a aquella broma.
Ciertamente lo miré me forzó a hacerlo, pero mis ojos azules ya no reflejaban miedo alguno al mirarlo, solo un dolor que no entendía. Mi pecho aun acelerado quizás por razones contrarias a las que incitaban aquella sádica broma, amenazaba con dejar de moverse de aquella manera al dejar de latir aquello que quizás fue dañado.
Pero en ese momento en que ambas miradas estaban fijas, los pasos volvieron a escucharse más cercanos que nunca y antes de que una luz chocara en nuestros cuerpos, adelanté mis manos sujetando la ropa ajena, moviendo mi cuerpo lo justo para separarme un poco de la pared en movimiento y poder abrazar a aquel que me había hecho daño hace solo un minuto. Por fortuna, no sé para quién, al moverme hice aparecer mis alas de ángel cubriéndonos a ambos con ellas antes de que la luz de la linterna de uno de esos hombres rompiera el momento privado de aquella broma.
-¿Señorita está bien? –Dijo aquel hombre revisando el suelo en donde los libros estaban tirados y mirando mis ojos que parecían casi inexpresivos. –Perfectamente señor… solo avergonzada porque nos está apuntando con esa luz. –Dije tranquila con aquel dulce tono de voz que me caracterizaba y cierto es, que mi habilidad para eliminar la hostilidad de otros resultaba, que aquel hombre se disculpó con un gesto sin más apartándose del lugar e indicando que por ahí no había nada que ver o buscar. –Debo… regresar. –Dije como si nada, quizás en ese momento entre en una especie de shock que me hacía inerte a la verdadera gravedad de mi asunto o a lo mejor me daba igual que me ocurriera. – Necesito que me digas… como regresar… no es bueno que ande sola a estas horas… ¿sabes? Vamos a casa… Allen, hace frío.
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Estaba tan distraído, sintiendo que la había decepcionado, que no se había fijado en los pasos, pero el peligro no llegó… el agarre se había aflojado por efecto de Allen, y la apresada, lejos de defenderse, nos cubrió con sus blancas alas, como intentando expiarnos de nuestros pecados inconfesables…
Es idiota y despreocupada, si sigue caminando por la noche, no esperes volver a verla.
¿Entonces…?
Es tu problema, Allen, no dejes que el sentimentalismo que has desarrollado te ciegue. Y que conste, que me debes una.
¿Tan convencida estaba de que era yo que me había protegido?, quería abrazarla, consolarla por todo lo que le había hecho, suplicar su perdón e implorar por su amistad… había sido cruel y déspota, pero no podía actuar así…
Cuando formulo su petición, tibia entre sus labios, fría para ser ella, solo pude asentir, separarme ligeramente de su cuerpo, y ayudarle a recoger sus libros que habitaban el suelo por obra mía, para colocarlos sobre sus brazos manteniendo la mirada hacía el suelo, sin poder mirarle a los ojos…
No funcionara esa treta, sabe que soy yo… por desgracia…
Pues mátala… o revélate…
No quiero que recuerde mi cara así…
Alce el brazo indicando la dirección en la que debía caminar y me dispuse a su espalda, desabroche el intrincado mecanismo que impedía que la capa del traje dejara su sitio y la dispuse lentamente sobre sus hombros, la perdida de sangre podía causarle hipotermia en una noche tan fría.
Le sujete por los hombros para indicarle que no debía de mirar atrás, y le empuje leve y suavemente para indicarle que andará, en esta posición, no podría ver mi cara. Podía ver mi capa sobre ella, como temblaba ligeramente bajo ella, como la sangre aun estaba en ella…
A las pocas calles, los pasos volvían a retumbar, pero se detuvieron en seco frente a mi compañera, no entendía bien lo que decían, pero sabía reconocer el ruido de una ballesta al cargarse… no permitiría que le hicieran daño, no más del que ya el había causado yo, le protegería, se lo debía…
Casi sin pensarlo, rodee su cintura con mi brazo izquierdo y le acerque y apreté con fuerza contra mi cuerpo, llevé la mano derecha a sus ojos, para evitar que viera lo que venía, y tiré ligeramente hacía atrás para impedir que se zafara… lo que vino después… no se como podía describirlo…
Las paredes se desdibujaron, el suelo se contorsionaba, podía sentir la sangre hirviendo en mi interior a la par que cientos de miles de pequeñas estacas salían de todas direcciones atravesando brutalmente a los asaltantes, quedando irreconocibles entre un macabro juego de ladrillo y asfalto…
Jadeaba con fuerza sobre el hombro de Alba, sentía el sudor corriendo por todo mi cuerpo, los brazos me dolían de apretarle contra mí, no podía soltarla, no podía dejarle ver aquello, tenia que protegerla… se lo debía… apenas podía pensar… me había sobreesforzado… me faltaba el aire… iba a perder el conocimiento… tenía… tenía… tenía que protegerla…
Intente retroceder con ella contra mi, no podía, el jadeo se hacía más intenso, era el fin… haciendo acopio de las pocas fuerzas que me quedaban, alce un muro ante ella, casi rozándole, así no podría ver lo que había hecho… no podía decepcionarle así… ella… ella…
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Aquel shock que sentía mi físico y mi mente se iba desvaneciendo porque mi yo autentico y solo, sentía algo que traspasaba los límites de lo moral, de lo correcto, de lo inocente. Y en ese momento sentí como mi madre me dejaba ir.
El tiempo había estado pasando y mi cuerpo reaccionaba fuera de sí, con movimientos casi mecánicos como si de una muñeca rota se tratase, intentando recomponerme con el soplar helado del viento de Tempus. No sentí nada en absoluto en aquel momento en que mi propia alma se sentía desdoblada, sintiendo aquella venda que cubría todo caer despacio y al sentir aquel leve empujón que me obligó a avanzar, aunque de forma suave y torpe por mi parte, adelante el pie derecho seguido del izquierdo, quedándome parada de nuevo pero parpadeando como si hubiera estado sonámbula. En esos segundos abrí lo suficiente mis labios y tome aire, sintiendo el frío pasar por mi garganta llenando mis pulmones como si hubiera estado mucho rato sin respirar.
Mi cuerpo se sentía como una gelatina preso del frío de aquel reino helado o quizás los nervios acumulados estaban dando sus frutos de forma retardada, fuera como fuese no miré a otro lugar que no fuera el suelo en ese instante y por un momento un enorme escalofrío me hizo aferrar a los libros y continuar caminando tal como se me indicaba, pero sintiendo que él me seguía de cerca.
No me dio tiempo, esta vez no pude... Cuando mis pasos pararon provocados por aquellas voces, solo alce con lentitud el rostro, con una inocencia serena que miraba sin más a personas delante que se movían con desesperación, pude sentir justo antes... como la energía de aquellos se alteraba hasta no entender. No hice nada, no me dio tiempo ni a reaccionar dentro de aquellos movimientos que percibía a cámara lenta.
"Su mano...está helada..."
Todo se oscureció en el momento en que su tacto se sintió sobre mis ojos, en mi cuerpo. Aún me pregunto como algo tan frío se sentía tan cálido en mí. Y la cruda realidad de los sonidos que no se ocultaban con el tacto, humedeció mis mejillas de nuevo, seguramente no fue lo único que se humedeció. Y comprendí el hecho de su acto, lo entendí en el justo momento en que la oscuridad se hizo ante mis ojos y los libros... volvieron a caer sin importancia, porque mis manos se fueron directa a mis ropas y con la misma frialdad que me amenazaba de Tempus, rasgué lo que pude y lo sostuve de manera que pudiera apartar su mano de mi rostro quedándome a ojos cerrados colocándome la tela rasgada sobre los ojos, siguiendo el juego.
"Dicen que la justicia es ciega y el amor también lo es..."
Con los ojos cubiertos fui con mis manos palpando de forma lenta y ascendente el cuerpo ajeno, ciega pero viendo lo que tenía delante, sintiendo como su energía se iba decayendo al paso de mi tacto. No soy estúpida, no estaba herido. Toqué la tela en su cuello y seguí subiendo mis dígitos con sumo cuidado hasta que acaricié el límite de tela y piel, rozando suave el filo hasta que con algo de incertidumbre por la reacción, baje la prenda notando en mis dígitos la piel ajena hasta la barbilla.
En ese momento entendí a Roxane Bathory más que nunca y el límite impuesto en moral se rompió en mil pedazos como si fuera un cristal. Ladee a la izquierda el rostro, reposé al pegarme más a él mi mano izquierda en su pecho mientras que la derecha retiraba mi cabello y bajaba la tela impuesta que pudiera molestar. En ese momento sentí como mi respiración se dificultó en un ahogo, al querer hablar pero no poder emitir sonido alguno... pero sé que debía hacerlo. -Solo... hazlo... -Dije con el tono suave aunque siempre fui bastante mala fingiendo, pero sonreí como buenamente pude con los ojos cerrados aun cuando los tenía vendados. -Si no lo haces... no podrás... llevarme de vuelta y aun tengo que... solicitar habitación. -Dije con aquella inocencia que comenzaba a hacerme sentir estúpida pero que intentaba que fuera de ayuda para él.
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
¿Allen?
Genial, el tonto ha perdido el conocimiento, sabía que su lazo era fuerte, pero esto era absurdo… ahora todo recaía sobre el demonio del laberinto de los pensamientos, el portador de los pecados terrenales, el hacedor de… ¿Cómo era ese insulto?... tampoco importaba ahora, había un trabajo que acabar.
No recordaba haber cerrado los ojos, pero los abrí para ver el panorama, que no era nada reconfortante, se había vuelto loco. Ella sujetaba un trozo de tela, ¿Era tan idiota como él? ¿O solo se había rendido a la locura de la situación?, sea como fuere, retire mi mano de sus ojos, la abrí y cerré repetidas veces, estaba… ¿Húmeda?. Todo cobró sentido, cuando se volvió, la tela ocultaba su delito, pero sus mejillas le delataban. Chasqueé la lengua de forma instintiva, me tocaría aguantar a Allen culpándose de lo sucedido bastante tiempo.
Podía sentirle recorriendo mi cuerpo, como un suave y ciego cordero que busca inocentemente al carnicero para jugar. Le deje hacer libremente, estaba más interesado en su interior, en como su sangre circulaba, como el corazón latía… aun perdía sangre… eso no era bueno…
Volví en mi cuando su mano ejerció presión sobre mi pecho… ¿era idiota?, ¿de verdad estaba ofreciéndose libremente?... no negare que la idea era grata, beber de esa inocente voz hasta la última gota, la caída de un joven ángel inexperto al pecado de la mortalidad… pero Allen no me perdonaría nunca… y, aunque odie admitirlo, he de llevarme bien con él, y se que hay límites que no debo cruzar…
Lentamente lleve mi diestra a su barbilla, sujetándola como si fuera de porcelana y pudiera romperse en cualquier momento, y dejando que mi pulgar jugara formando círculos sobre su piel, no pude evitar sonreír, algo dentro de mí así lo quería; mientras, lleve mi zurda hasta su mano, retirándola de mi pecho, entrelazando los dedos para que no escapara en un acto de costumbre. Lleve nuestras manos hacía abajo, dejando que sufrieran el influjo de la gravedad, retire mi mano derecha de su barbilla para que rodeara su espalda, forzándola levemente a avanzar y acercarse aun más a mi cuerpo; y, así, poder dejar mis labios a escasa distancia de su oreja.
-Has perdido mucha sangre, la hipotermia te acecha, si lo hago podrías tener problemas, y Allen no me lo perdonaría.- Le susurre con la voz suave y tranquila que solía usar con mis compañeras de misión. –Pero…-
Lamí lentamente el lóbulo de mi acompañante antes de separarme un poco, la situación puede que no fuera la adecuada, pero siempre era divertido, y él… no estaba vigilando. Alcé su mano junto a la mía, retire la diestra de su espalda para buscar una de mis dagas, moví lentamente mi mano izquierda sobre la suya para pasar de estar entrelazada a sujetar su dedo corazón.
-Cuidado, puede doler un poco.- Dije suavemente.
Deslice la punta de la hoja sobre la yema ajena dos veces, creando una cruz blasfema que expedía sangre. Una gota cayo al suelo, un desperdició que pasaría inadvertido, viendo lo visto. Guarde la daga en su sitio y acerque su mano a mi boca, lamí lentamente la yema, sintiendo como las gotas resbalaban por mi lengua, el divino sabor de la vida; pero ante la necesidad, tire ligeramente de ella de nuevo, su blanco dedo habitaba mi boca, mi lengua lo profanaba, una y otra vez ella daba vueltas sobre su nívea extremidad, succionaba toda la sangre que podía casi sin pensarlo, quería más de aquel icor divino… no era capaz de pensar con claridad…
Me detuve, solté su mano que cayo a su posición natural, mi respiración estaba agitada… le rodee con un brazo, apoye el otro sobre su hombro, no sabía cual era cual… le empuje contra la pared más cercana… mi mano fue de su hombro a su cabeza, bajo el pelo, sujetándole… la otra se deslizo hasta su nalga, apretando con fuerza… mis labios buscaron los suyos en un apasionado y largo beso salvaje de bajos instintos… antes de recuperar el aliento de uno, otro le seguía… y otro… y otro… el moviendo era limitado, solo sentía sus labios, su lengua, la mía perpetrando su boca… y otro… y otro… mis piernas forzando a separar las suyas…
Volví en mi, ¿Qué estaba haciendo?... me apoye ligeramente sobre ella dejando caer el peso sobre la pared, subí mi mano a su cintura, baje la otra a su hombro abrazándola a dos alturas… ambos recuperábamos el aliento… le había tratado como una más… eso era malo… él no me lo iba a perdonar…
-No le digas… nada de esto… a Allen…- Susurre entre bocanadas de aire helado que volvían a dañar los pulmones –Por favor…-
Me preocupaba ella, la noche había sido muy dura, había sangrado, sufrido… y, ahora esto… Allen no iba a estar contento…
-Te llevare a un sitio donde puedas descansar.- Dije tras recuperar el aliento.
Lleve la mano de su cuello hasta sus piernas y la levante en volandas, había empezado a nevar, menuda ironía… si estuviera Allen, seguro se le ocurría alguna tontería de las suyas… me dolía el cuerpo, había sido muy larga la noche…
Bajé la mirada hacía mi pasajera, aun conservaba ese trozo de tela… mientras la nieve caía sobre su cuerpo, y caminaba hacía el hostal más cercano que conocía, había estado previamente y sabía que eran de fiar… me preguntaba si esos serían sus gustos…
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Todo era sumamente lento, quizás por mis propias energías que estaban siendo mermadas por aquel terrible frío que me hacía temblar un poco en ritmo al nerviosismo que hacía latir mi corazón de una forma exagerada. Pero cada tacto ajeno, cada gesto ansiado por mí, hacia estremecer con un calor reanimador todo mi ser.
Estaba siendo consciente realmente de lo que hacía en una forma tan viva que me atrevería a decir que no era ahora precisamente que tenía los ojos tapado cuando he estado ciega. Su voz era nuevamente distinta, no tan forzada como antes. Reconozco que me sentí un tanto estúpida de ofrecerle mi cuello cuando tomó mi mano, fue una sensación tan vergonzosa que no pensé en lo que me dijo hasta que no sentí el daño en mi dígito.
-El dolor físico a veces es necesario… - Dije quizás en un intento tal vez de consolarme a mí misma con palabras que me había dicho mi padre, cuando hacía algún entrenamiento físico o parecido, que requería algún daño o una enseñanza más que alguna que otra vez he visto innecesaria.
Comencé a sentir un dolor que adormecía mi dedo extendiéndose por toda la extremidad de una forma atropellada haciendo que me retorciera un poco sintiendo como el mareo me iba haciendo tan presa como su agarre en mi persona. Los ojos los cerré con la fuerza que pude porque ya me faltaba realmente y como pude intente sostenerme de él, pero de nuevo todo cambio de forma extraña y volví a estar posicionada contra la helada pared.
Susurré apenas su nombre oyéndolo como si fuera parte del aire que estaba tocándolo todo, pero el susurró se vio silenciado abruptamente, por unos labios que sabían a mí y la calidez regreso a mi cuerpo otorgándome una energía que me faltaba. Mi zurda se aferró a su ropa mientras su boca obligaba la mía a responder ese juego caprichoso y sin experiencia alguna solo reaccioné de forma instintiva, respondiendo uno…dos….tres…. todos aquellos movimientos que provocaban en mí una forma de desear que pensaba que yo no tenía.
De nuevo acelerada, pero en distinta forma. Quería más, deseaba más, necesitaba más… pero aquello que me dijo sacó a esa yo que pensaba no existía y poco a poco, la energía que me quedaba, aquella que sin darme cuenta había cerrado la herida hecha en mi diestra y casi cierra la otra que aun sangraba levemente ya por suerte o desgracia quien sabe, se desvaneció dejándome si aún más cabía a merced de quien se apoyaba en mí y ahora mismo iba a dejarme caer si no sujetaba bien mi cuerpo. Ya mi mano aferrada en su ropa solo era un adorno más porque no tenía fuerza para sujetarme.
Es cruel cuando lo racional te golpea de forma tan brutal que te deja sin ganas de querer seguir. –“¿Qué no le diga a Allen?... Pero si tú eres Allen…” –Pensé cayendo en la cuenta de lo que estaba pasando realmente, encajando piezas en mi cabeza terminando un puzle macabro que había caído en mis manos para gritarme que soy una estúpida. Después de todo soy una caduceus he estudiado cosas así no debería extrañarme después de ver cosas peores y cuando digo peores me refiero a cuando el desdoblamiento se debe a un cuerpo ajeno al portador de dicha capacidad. - ¿Y a quién debo agradecer… el que… Allen esté bien? –Dije siendo cargada en brazos de la persona que más quería y que más extraña era para mí en ese instante, porque mi curiosidad, mi necesidad por saber en ese momento eran más importantes que mi propio dolor.
Solo recibí un nombre dicho con tal sequedad que me hizo pensar que lo decía más por compromiso que por cortesía, lo cual era más que comprensible teniendo en cuenta los hechos acaecidos y el mismo que resonó doblemente en mi cabeza memorizándolo. –Gra…cias Jack. –Dije suave bajando mi tono de voz débil y apagada, tan distinta del mío cotidiano que ni yo misma me reconocía.
Ahora mismo solo quiero llorar, solo eso, llorar hasta que ya no me quedén lágrimas y la poca sangre que me queda salga sin más regalando un último toque de color en mi palidez. Me daba igual donde iba, me daba absolutamente igual todo, no pensaba con claridad, el ahogo no me dejaba pensar estaba tan agotada de todo y sentía tanta vergüenza de mi misma que aunque mi cuerpo instintivamente se sanaba lo que podía, yo seguía sintiéndome mal.
Apenas moví el rostro escondiéndolo en su pecho sin moverme más, tampoco hubiera podido en ese momento ya no tenía fuerzas ni quería tenerlas.
Allen… o Jack… o quien sea no hablo mucho más, simplemente indicó algo que no me importó al entrar al lugar y cuando penetró conmigo en la habitación solo me dejó sobre la cama. Yo me moví en ella únicamente para ponerme en uno de los extremos dejando casi todo lo demás libre.
Pasaron minutos, bastantes diría yo pero no era consciente del tiempo real. Llevé mi mano a la tela y la aparté de mis ojos suspirando una vez más. Abrí un poco los parpados mirando el enorme balcón que tenía la habitación y aquellas cortinas que apenas dejaban ver lo que había detrás en el exterior. Sinceramente la vista no es que quisiera ver, ya que lo que había sentido superaba lo visto. Sonreí en un intento de risa de mi misma que se convirtió en un gesto de dolor que precedía a más lágrimas, pero estas solo se quedaron amenazando. Aquella imagen mental de lo que sería un primer beso con Allen Bathory se había roto en mil pedazos, esa ilusión de ser la primera y la única se había ido en el momento en que comprendí que no era nada especial y volví a sentirme estúpida como nunca, pero ya no me escucharían más llorar, así que de espaldas solamente quedé en aquel silencio, recomponiéndome porque aunque deseaba meterme bajo una buena ducha mi cuerpo no se ponía ni poner en pie. –Estúpida niña… -Me dije para mí misma con dolor cerrando los ojos de nuevo de espaldas a él en la cama cerrando aquella áspera manta en mi puño, ahogando cualquier sonido que pudiera salir de mi desdicha.
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
A pesar de todo, mi mirada se encontraba fija en un punto, un dulce ángel ennegrecido por el pecado y cegado por la culpabilidad que solo ocupaba una nimia parte de la cama, supongo en un vacuo intento de separarse de lo que había pasado. Había retirado la tela que le protegía, ahora, podía disimular todo lo que quisiera, su sangre no podía mentir, su corazón aun latía, aun peleaba por vivir.
-Una niña no se ultraja a si misma, pues no entiende lo que ha acontecido.- Dije con voz clara y serena. –Por otra parte…-
Dispuse una mano sobre el brazo de la butaca, mientras dejaba caer mi mejilla sobre el puño del otro brazo y cruzaba una pierna sobre otra; todo muy lentamente, dejando que su mente funcionara, dándole cierto misterio a un asunto que carecía de el.
-…una adulta no se ofrece libremente a un demonio, ni llora por los actos nacidos de su voluntad.- Mi voz era seca y tajante, yo no la trataría con pañuelos de seda, tal vez Allen le debía algo, yo no, yo solo necesitaba comprar su silencio, y dudaba que tuviera el valor suficiente para hablar…
Dada la situación, había dos opciones posibles, si le trababa como Allen consideraría “bien” me debería una, si no le trataba Allen se mosquearía. Solo podía suspirar ante la idea de hallarme en una encrucijada por cuyos caminos no quería discurrir…
Me impulse con las manos sobre la butaca para incorporarme, y empece a caminar lentamente hacía su lado de la cama. Intentaba hacer memoria de que debía hacerse en estos casos… ¿Un baño para la nieve y la sangre seca?... yo manchaba a las jovencitas, no las limpiaba… aunque… ello podía traer alguna recompensa; mi lengua recorrió de forma inconsciente el camino de mis labios a la par que venia a mi mente el sabor de su dulce vitae…
-¿Puedes levantarte?- Dije con voz imperativa, ordenando más que preguntando.
Cuando llegue a su lado aun seguía en la cama, no tenía tiempo para esas tonterías, estuve tentado de acabar con aquella tontería… despojarle de los harapos que aun cubrían su cuerpo… pero no era la mejor idea; pase un brazo bajo sus hombros y otro bajo sus piernas, levantándola en volandas… había paseado más a la peliplata en brazos en una noche, que a todas mis compañeras en toda mi historia… y ni siquiera podía devorarla… maldito Allen…
-Veamos cuanto tienes de niña…- Le susurre al oído con una voz suave y armoniosa que incitaba a la imaginación. -… y cuanto de adulta.-
La lleve hasta el baño, cerrando la puerta tras de mi de una patada. El baño era elaborado, aunque simple, contaba de lo básico, aunque traía ducha y bañera separadas, todo de un estilo muy similar al de la habitación, y exageradamente blanco… perfecto para teñir con sangre… La repose sobre el borde la bañera forzando a que se sentara, abrí el grifo y agarre su ropa por el hombro.
-O lo haces tu o lo hago yo.- Dije con una enorme sonrisa, espere un poco, y proseguí. –Esta bien, esto ya no vas a necesitarlo.- Murmure justo antes de tirar del harapiento trapo.
En poco tiempo, la joven de nívea piel y mejillas ruborizadas hasta un tono fuera de lo común, solo presentaba la poca ropa salvable que le quedaba, aquella que tapaba sus pudores. La levante ligeramente con suavidad y la solté suavemente dentro del agua de la bañera.
-El resto es cosa tuya, haz algo por tu cuenta.- Mi voz era una mezcla de un tono despectivo y jocoso… era divertido ver al débil ángel ocultándose como podía. –Y, agradece que aun te quede algo…-
Me senté al borde de la bañera, en el extremo opuesto a su cabeza, con la espalda contra la pared, para poder mirarle a los ojos directamente. Era divertido, era lo más divertido a lo que me dejaría llegar Allen, pero valdría como entretenimiento.
-Cuando acabes, estoy seguro de que podemos pedir la cena al servicio… y quizás algo de ropa.- Hice una pausa para recorrer lo que quedaba a la vista de su cuerpo de arriba y abajo, y esbozar una leve sonrisa. –Mejor solo la cena.-
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Apenas mis ojos azules se movieron para mirar de reojo al lado de procedencia de aquella voz, solo un instante lo justo para volver la mirada al frente, a la nada, al vacío que sentía en ese momento. Lo sé, me habló pero aunque podía haberle respondido en ese momento nada salía de mí, ni bueno ni malo solamente deseaba que cesara esa sensación de agotamiento que me estaba llevando a un cúmulo de insensatez en el cual prefería perder del todo el conocimiento de las cosas y quizás no despertarme. Pero no, aunque parezca frágil, insensata, inocente o incluso tonta, no lo era… solo necesitaba hacer como siempre hacía con todo, serenarme… echar mano de la templanza que me caracterizaba y tomar aquello por las riendas, no podía simplemente dejarme morir, no podía decepcionarme a mí misma ni a los míos más… ya estaba bien de todo aquello.
De vuelta a empezar levantada en brazos de aquel que tanto conocía y tan extraño era y por raro que pareciese en sus brazos no sentía para nada amenaza alguna, aunque su aura estaba tan cambiada que si no fuera por mis capacidades pensaría que es realmente otra persona. Y quizás lo sea después de todo, pero mi racionalidad sigue diciéndome que es él. Mi todo y mi nada. Aquel significaba todo mío y al mismo tiempo no era nada de mí… por desgracia.
Suspiré de forma pesada y volví a tomar el aire que me faltaba porque hasta ahora, tomaba del mismo como si en la habitación hubiese el aire justo para sobrevivir y tomar de él significaba tener menos en el habitáculo. Podía sentir como estaba algo mejor porque no me caí cuando me puso sentada en el filo de aquella bañera. El agua sonaba de fondo como si fuera una cascada que solo me indicaba que iba a despertarme en algún momento, pero… ¿Realmente quería hacerlo?
Alcé la vista a los ojos carmín intenso de aquel que se hace llamar Jack y comprendí que no estaba bromeando pero antes de cualquier reacción por mi parte, lo que cubría mi cuerpo, aquel vestido que tan roto ya de por si estaba, acabó destrozado y apartado de mi cuerpo, dejándome tiempo solamente para agazaparme cubriéndome en ropa interior. Sentí como mis mejillas ardían de vergüenza y mis brazos intentaron tapar aquella ropa interior que para pudor propio estaba adornada, en aquel color blanco, por el contraste negro que hacían unas figuras de gatos.
En aquel instante en que sentí el agua en mi piel al ser introducida en la bañera me agazapé como pude escondiéndome entre mis brazos y mi largo cabello, sin querer alzar la mirada a la persona que me miraba de forma fija, sintiendo como de nuevo volvía a ponerme nerviosa. Y volví a pensar en que, sin duda alguna anteriormente demostrada y tras ciertos hechos que mi cabecita pensadora iba atando, no había que ser científica para saber que había visto muchos cuerpo de mujer antes y sobre todo con mejor lencería y sin ella, así que ese sentimiento de decepción en cierto modo me tranquilizó, hasta el punto de acomodar mi cuerpo con más tranquilidad, sin tomar importancia que estaba mirándome o vigilándome más bien. –Es… inútil pedirte que no mires ¿no? –Dije de forma retórica mirando el agua que ya me cubría bastante sintiéndome incomoda con la ropa mojada.
Un suspiro más dejo entrever que no solo estaba cansada sino que me daba igual la situación en sí, me moví con algo de dificultad llevando mis manos a los lazos que tenía mi cadera en cada lateral y los quite sin mucho esfuerzo, sacando del agua la parte inferior de aquella ropa interior con gatitos negros. Me agazapé en mi misma y procedí con el sujetador del mismo modo, intentando cubrirme como podía mientras alargaba una mano para parar el grifo de agua, que amenazaba con inundarlo todo. Mis ojos bailaron buscando el bote de gel sin querer mirar al hombre que tenía ahora cerca por mi proximidad y con rapidez, haciendo gala de mi usual torpeza lo deje caer en el agua tras haberlo abierto. ¿Para qué aquello? Esperaba que la espuma comenzara a salir y me diera un solo respiro de privacidad cubriéndome un poco más que mi propio cuerpo. Por suerte parece ser que era de esos geles que hacen más espuma que otra cosa, causando dicho efecto una leve sonrisa en mi algo pobre, pero sonrisa al fin y al cabo.
Volví a mi postura de gata agazapada con las manos apoyándome en el filo de la bañera y miré durante un momento en silencio a los ojos inyectados de sangre de aquel. Sin darme cuenta mis labios rozaban contra mis manos como si quisiera verlo pero a escondidas. –Ehm… esto… ¿Por qué estas siendo… amable conmigo? –Dije mirándolo afligida esperando un a ti que te importa o algún comentario grosero y chocante, a decir verdad fue algo dicho sin pensar, pero ya bastante incómoda era la situación como para que la aumentara el enorme silencio.
Re: Blood in the Path [Priv. Alba Angelus]
Cuando la espuma empezó a cubrir la bañera, mi posición dejaba de ser útil, así que me incorpore, volviéndome hacía ella en la mitad del baño solo para poder verla haciendo gala del honor que portaba su ropa mojada; una leve sonrisa se esbozo en mi sin quererlo. Su pregunta merecía una respuesta adecuada, su atrevimiento una recompensa, su descaro… un castigo. Avance lentamente hacía la bañera, el espacio era pequeño, pero me asegure de que durara; al llegar, me dispuse en cuclillas hasta su altura para poder mirarle a los ojos, extendí la mano con celeridad agarrandole la barbilla con fuerza para que no pudiera zafarse.
-No me malinterpretes, querida.- Dije un tono más sombrío y acusador de lo que hubiera pretendido. Acerque mi boca a su oído para continuar susurrándole. –Si sigues con vida, casta y de una pieza… es porque le importas a Allen… por lo que a mi respecta…-
Aprovechando que aun la tenía sujeta, posé mis labios sobre los suyos, besándola a la fuerza. Me separe de ella y le empuje levemente hacía atrás con la mano, me incorpore, y me dedique a recoger los retazos de su antigua ropa y sus paños mojados, con una de las toallas envolví lo que hace un rato era su ropa y lo envíe con fuerza contra la butaca de la habitación. Recogí el resto de toallas y cualquier otra cosa que pudiera usar para taparse o secarse y salí hacía la habitación principal haciendo caso omiso de sus comentarios. Arroje todas, excepto una toalla, a la parte más alejada de la habitación y agarre el teléfono para llamar al servicio.
-¿Si?, traiga lo de siempre…- Inspire un momento y suspire antes de proseguir. -… y algo de carne con pasta, cualquier cosa valdrá.- Solté, antes de dejar caer el teléfono en su sitio.
Sabía cosas que apostaba la peliplata se volvería de color rojo con solo pensarlas, había convivido demasiado tiempo con Allen, conocía cosas que hasta ahora carecían de utilidad… y… siendo sinceros, dudaba que volviera a serme útil conocer ciertas cosas de la pseudo-adulta. Avance hasta quedarme en frente de la puerta del baño, donde podría verme con facilidad, apoye la espalda contra la pared, sonreí y alcé la toalla que tenía en la mano.
-Solo tienes que venir a por ella, no hay tanto camino… aunque… no hay espuma, ¿Qué pena, no?.- Dije con cierto tono de reproche hacía sus anteriores actos. -… oh… y las manos a la espalda.-
Poseía un bonito cuerpo, bien definido, con buenos atributos, no entendía de qué se avergonzaba, aunque, evidentemente, no pensaba retirar la mirada, las vistas eran espectaculares, y el color burdeos de sus mejillas, espectacular, casi iba a juego…
Cuando casi llegaba a la toalla, haciendo gala de mi velocidad, la solté a la par que obligaba a la joven que andaba tímidamente de puntillas a trastabillar; me impulse sobre la pared para recogerla y llevarla contra la pared contraría evitando el marco de la puerta. Su cuerpo estaba húmedo y mojado, aunque no me importaba, a peores cosas me había arrimado en mis quehaceres nocturnos. Lleve mis labios contra los suyos, le bese salvajemente contra la pared, hasta que las respiraciones no podían más. Separe ligeramente la cabeza para mirarle a los ojos y sonreírle.
-Upps…- Dije ladeando ligeramente la cabeza, como un niño que se disculpa de haber hecho caerse a un mayor, pero sin la sinceridad en la mirada de este.
Le solté, y me retire a la butaca desde donde le sonreía, podía verle, aquello que no estuviera oculto, podía contemplarlo perfectamente, no había donde esconderse en esa habitación…
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