No hay usuarios |
Afiliados Hermanos
|
Afiliados Élite
|
|
|
|
|
—Monarca
|
—Príncipe
|
—Custos Dei
Fingon Sindar |
|||
Kuro Usagi |
Orion Ärud |
Aldara Sashenka |
Quintus Dei (Libre) |
—Triada Celestial
Mikaela |
(Disponible) |
(Disponible) |
—Orden de regem
Atreyu |
Arno Mireault |
Christa Hellemond |
—Gran Sacerdotisa
Éride |
—Novarums Inferno
Ichinose Takumi |
|||
Isela Adramelech |
|
Libre |
Adam Benjamín |
—Cacique Supremo
Disponible |
—Triada Infernal
Lucifer (Libre) |
Adramelek (Disponible) |
Belcebu (Disponible) |
—Neutrales
Disponible |
Hikari Hiroshi |
Jellal Slater |
—Triada Divina
(Disponible) |
(Disponible) |
(Disponible) |
Lider: Jhonatan Alexander
Miembros: 16
Lider: Ichinose Takumi
Miembros: 11
Lider: Marcus S. Blacklock
Miembros: 8
Lider: Andrew M. Hale
Miembros: 10
Lider: Astrid Dagmar
Miembros: 12
Lider: Christa Hellemond
Spirit Soul Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional, prohibida su reproducción total o parcial, la que no dudaremos en denunciar. ¿Te gustó alguna propiedad del foro y la deseas para el tuyo?, consulta sin temor a los webmasters vía MP y veremos si es factible
Ante cualquier duda contactar con los Webmasters.
El foro se visualiza mejor con Opera o Google Chrome.
SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
|
|||||
Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
|
|||||
Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
|
|||||
Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
|
|||||
Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
|
|||||
Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
|
|||||
Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
Página 1 de 2. • 1, 2
Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
Una gota, dos, tres, un pinchazo nuevo de vez en cuanto y el dolor punzante que no se apagaba.
Un día, una noche, dos, tres, no sabía cuánto tiempo había pasado, ni cuanto pasaría antes de que pudiera escapar de su prisión oscura y cálida. A ratos sentía cada célula de su cuerpo vivo y alerta, pero no podía moverse, esos eran los momentos más desesperantes, donde lloraba internamente por su mala suerte. Por su ineptitud. Por su debilidad en combate, que le habían costado estar atrapada en aquella cama insulsa. No había aprendido a vivir en aquella oscuridad. Era depresivo y frustrante. Estar en cama era difícil para una persona que desde siempre había estado activa.
Un día nuevo, más gotas, más pinchazos, más dolor en el pecho. Parecía incrementarse.
Hacía uno, dos, algunos días, ya no llevaba la cuenta. La habían sedado hacía tiempo. Se sintió muerta y feliz, incorpórea y volátil. Mientras se encontraba inconsciente, los doctores, ignorantes de su condición de semi-dragón y su estado natural de curación, habían decidido hacer una operación a corazón abierto. No habían consultado a nadie, mucho menos a la chica pelirroja, que se habría negado de manera rotunda a una cirugía de ese calibre. Simplemente resultaba inútil, teniendo en cuenta que, con tiempo y meditación, sus propias escamas regenerarían el tejido muerto. Tras el procedimiento, el cuerpo de la chica rechazaba la cirugía y las puntadas que habían dado a la arteria como a su propio pecho. Los escalofríos y la fiebre azotaban de vez en cuando a la chica. O al menos fue así los primeros días. Cuando su cuerpo pudo cicatrizar las heridas, la oscuridad se convirtió en una tranquila calma más que en una mísera tortura.
Para el cuarto día, y tras un intento de fuga de parte de la chica, la habitación donde estaba quedó destrozada por su recientemente adquirida habilidad de lanzar fuego y hielo. Entre guardias y personal, sometieron a la chica para inyectarle sedantes. La vista se volvió borrosa de nuevo y las sombras la envolvieron entre sus brazos por días y noches. Parecía que no había nada más que oscuridad en un mundo donde las enfermeras inyectaban sedantes nuevos cada vez que el viejo era consumido por sus células.
Uno, dos, tres, tic tac, aullar del viento, no había nada, solo silencios. Silencios que no se rompían, pues nadie se atrevía a despertarla de su ensoñación. Silencios que se prolongaban en la infinita oscuridad de su mente. Una prisión nueva que traía solo temores, olor a sangre, ceniza y miedos.
Última edición por Juliet Irina el Lun Feb 09, 2015 2:27 am, editado 1 vez
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
Aterrizó fuera de la ciudad y luego fue preguntando amablemente las direcciones hasta el hospital. Por el camino decidió comprarle algunos chocolates a su amiga y compañera, porque eso de llevar flores no era lo suyo, era mucho mejor algo que pudieras consumir y disfrutar, no algo para ver cómo se marchita y muere delante tuya: Eso es muy cruel, sobretodo para alguien que está enfermo y lucha por llegar al siguiente día. El íncubo, a pesar de que odiaba los hospitales con todo su ser, iba a entrar a uno por su propio pie y voluntad, nadie le había dicho que lo hiciera. Dio un suspiro frente a las puertas y se adentró para preguntar en información sobre la paciente a la que quería ver. Le costó mucho conseguir que le permitieran ir, porque tras informarle del estado ajeno y de la operación que le habían hecho, solo admitían visitas de familiares. Si lo logró fue básicamente por su encanto y carisma.
Bajó las escaleras, dirigiéndose a los pisos subterráneos, allí donde le habían dicho. Akatsuki buscó el número de habitación de la chica y cuando llegó, abrió la puerta lentamente: Se le olvidó llamar, pero estaba nervioso. Nadie le prestaba atención y ese sitio le hacía sentir bien, ninguna enfermera reparaba en su presencia, tenían otras cosas más importantes que hacer. Cerró la puerta de la manera más silenciosa y se acercó hasta la camilla en la que descansaba Juliet. Podía ver en la pared del fondo, las profundidades de los canales que reinaban en Ichi, era bonito aunque no había demasiada vida, era más una imagen azul estática. No tenía mucha experiencia en hablar con gente que estuviera así. Antes de decir nada, se inclinó para intentar ver la cicatriz de la operación: Era demasiado curioso. Luego se quedó ahí de pie, quieto como un tonto, saludándole al aire con una mano.
-Hola, Juliet ¿Estás?- Preguntó por si acaso ni le estaba escuchando. -Soy yo, Akki, he venido a ver cómo te encuentras.- Se llevó una mano a la cabeza indeciso. -Eh... ¿Cómo estás? Ya sé que mal pero... Mejor que me cuentes tú ¿No?- No estaba seguro de que tuviera que decirle eso, pero ya era tarde. -Si me dejan, pasaré esta noche contigo y mañana me iré. Creo que necesitas compañía, la de alguien que se preocupa por ti.- Se acercó a su rostro por si acaso estaba muerta. Ya se estaba asustando. -Um... Te he traído chocolate... ¿Resucitas ahora?- Susurró ladeando la cabeza.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
De pronto, el sonido de su propio nombre la trajo a su realidad. Había estado a muchos kilómetros de ahí, mimetizada con la pura agua del río. No sabía dónde estaba, y nunca había visitado la ciudad, pero se hacía una idea. El sonido de una voz conocida acompañada por la pronunciación de un nombre que ella sabía bien la trajo de vuelta. No estaba segura de que fuera real o si era otra ilusión. Su mente le había jugado muchas pasadas por esos días, y además, nadie le había hablado desde que estuvo consciente y quemó su antigua habitación.
Sus ojos, no recordaba ya ni como abrirlos. Temblaban de a poco mientras trataba de recordar cómo funcionaban. La voz de aquel hombre, cuyo nombre tenía en la punta de la lengua, le ayudaba a volver en sí. Después de muchos días, pudo empuñar sus manos y tomar con poca fuerza las mantas que la cubrían. Se sentía abochornada por el calor. Siendo ella un dragón de hielo, le resultaba imposible estar cubierta, inclusive en invierno.
Un par de palabras más y sintió el aliento del chico contra su rostro. Podía distinguir un poco más las palabras y descifrarlas, jugar con ellas hasta componer las frases y adivinar su significado. Con un poco de angustia en el pecho, abrió los ojos con mucha suavidad. Los cerró de inmediato, pues la luz de la habitación era todo lo contrario a las sombras en las que había estado sumida. Con los ojos entreabiertos, observó a su alrededor con cuidado. Sí, recordaba haber estado en una habitación igual, pero también recordaba haberla dejado quemada y congelada. Para ese entonces, no se había dado cuenta de que estaba en un hospital, pero ahora le parecía más de lo mismo. Observando el techo, alcanzó a ver aquellas bolsas con agua. Estaban a ambos lados de su cabeza, en lo alto del techo, colgadas en una vara de metal. Bajando un poco la vista, la voz parecía provenir de un alto muchacho de cabellos azules. No lo reconoció de inmediato, pues su vista estaba nublada, pero se aclaró conforme los segundos pasaban y alcanzó a decir un nombre.- A… Akki…- Desde que le había conocido, lo había apodado con aquel cariñoso sobrenombre. Nunca lo había dicho frente a él, pero esperaba que no le molestara. Al tratar de doblar sus manos, sintió de nuevo los pinchazos de las agujas clavándose en su vena.- A-Akki… Gracias… - Su voz era rasposa y lastimera, pero estaba contenta pues en él veía claramente un boleto de salida de aquel lugar.- N-No te vayas sin mi… Por… favor…-Con la garganta seca, tuvo que iniciar a toser. Una tos un tanto descontrolada que lastimaba su pecho. No quería asustar al contrario, pero con la mano, lo tomó para que se quedara y no llamara a las malditas enfermeras.- P-Por favor… N-No te vayas sin mi… -No estaba nada segura de si el contrario haría caso o no, pero era un riesgo que debía correr.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
-Tranquila, no pasa nada, yo estoy aquí, no me iré por ahora.- Pero no le había dicho que se la fuera a llevar con él. -¿Puedes respirar tú sola? No creo que te haga falta el suero, no eres humana y seguro que puedes alimentarte por ti misma.- Le puso la otra mano en la frente y luego le dio un beso en la misma.
Se le rompía el alma de verla así, por muy negra, oscura y llena de lujuria que estuviese. Estaba contemplando la desgracia ajena en todo su esplendor y no disfrutaba de ello, nunca lo hacía a no ser que fuera de un enemigo tras la batalla. Le acarició las mejillas y siguió con la mirada a toda la sonda, hasta encontrar la parte donde se unía al catéter que tenía introducido en el dorso de la mano. No era médico pero estaba en un hospital y había muchas herramientas que podía usar para curarle eso.
-Te voy a quitar la vía ¿Vale...?- Quiso saber si estaba de acuerdo. Estuvo atento por si le pasaba algo, por si se ahogaba con su tos, pero no, pasó todo bien. -Espero no hacerte daño, preciosa. Te doy permiso para que me muerdas si lo hago, aún así, estoy seguro de que duele más tenerlo puesto todo el rato ¿Verdad? Yo te libraré de este sufrimiento.- Parecía más que la iba a matar, pero ella debía saber que él no era malo.
Se alejó un poquito de ella y en una mesita cercana, buscó algodón y alcohol, lo típico. A lo mejor ellos usaban otras cosas pero con lo básico era suficiente, no es como si se fuera a desangrar por una herida que le cruzara todas las venas. No se podía creer lo que iba a hacer: Él, tocar una aguja y no salir corriendo. Eso sí, temblaba como un flan, casi estaba más asustado él que ella, más nervioso e inestable. Tragó saliva y sintió cómo se desmoronaba por dentro. Sin embargo, no podía dejar a la pobre Juliet ahí, en manos de gente desconocida y que no hacen más que meterle drogas.
-Todo saldrá bien, ya lo verás... Vine a salvarte, no puedes quedarte aquí.- Le dijo de la mejor manera posible, porque se le entrecortaba la voz.
Akatsuki empapó el algodón con el desinfectante y luego, con las dos manos, llevó a cabo su tarea. Sujetó la muñeca de la joven con la mano izquierda y utilizó dos dedos de la derecha para tirar de la parte plástica que sujetaba la aguja. Retiró la vía como pudo y se dio toda la prisa del mundo en soltar y coger el algodón que se había camuflado con el color de las sábanas. Aún así, no salieron más que un par de gotas de sangre, él cubrió la marca del pinchazo. No sabía qué más hacer salvo presionar para que no se cayera.
-¿Tienes en la otra mano también?- Preguntó por si debía repetir el proceso para tenerla totalmente liberada.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
Las palabras del contrario la tranquilizaban. No estaba del todo relajada, pero podía sentir como él le decía la verdad. No la dejaría, al menos no en aquel estado. Se sentía tan indefensa y frágil al estar tan drogada que no había manera de negarse. El beso que el peliazul le entregaba en la frente le daba un poco más de fuerzas para conseguir salir de aquel lugar.
Pronto se dio cuenta de lo que el contrario trataba de hacer. ¡Sí! Si le quitaba el catéter, lo más probable era que el somnífero dejara de azorarla y así solo faltaría un poco de tiempo antes de que pudiera estar lúcida de nueva cuenta. Se mantuvo quieta y esperando un pequeño dolor que nunca llegó. Por más que lo esperó, solo sintió un alivio inmediato en cuanto la aguja dejó de invadir su cuerpo. Observándola con ojos cansados, pudo ver que era una larga aguja encajada en lo más profundo de su vena. Con la mano que estaba libre, se acercó a la otra mano. La derecha estaba puesta con una aguja un poco más pequeña, pero más gruesa. Era más dolorosa y había dejado de sentir ese brazo hacía varios días. No podía moverlo en absoluto. Acercó su mano a la que creía muerta, tratando de quitar el catéter de la misma. No le importaba realmente que saliera un poco de sangre, solo quería liberarse de aquello.
-G-Gracias, Akki…- Susurró en voz cansada mientras trataba de deshacerse sin mucho éxito de la aguja que aún quedaba en su mano. Cuando se sintió fatigada, dejó los intentos y se concentró en el contrario. O al menos eso intentó. Posó sus ojos borgoña en el rostro del peliazul y le sonrió con dulzura.- M-Me alegra mucho verte aquí… Solo tú te atreverías a sacarme de un hospital…-Bromeó suavemente. Aunque su risa y voz sonaban rasposas y extrañas para ella, seguro que no serían tan lastimeras como parecían.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
-Sí, es que, todo el mundo siempre está: Que es por tu bien. No es para tanto. Eres un exagerado. Te sentirás mucho mejor. Solo es un ratito. Es la única opción. No duele tanto, no te quejes. Más me duele a mi verte así.- Dijo, enumerando múltiples frases que se solían decir para "convencer" a alguien de quedarse en el hospital.
El íncubo incluso había estado gesticulando al decir eso, a total modo de burla, ofensivo. Había sacado la lengua mientras hablaba porque le molestaba y le daba cierto asco escuchar eso. Siempre igual, como si encima de padecer por heridas y tratamientos, ahora las palabras les tenían que hacer sentirse culpables respecto a: ¿¡Cómo!? ¿Quieres irte del hospital y morirte? ¿No piensas en tus seres queridos?. A él le cabreaba mucho que le soltaran eso: Primero pensaba en si mismo y si a alguien no le gustaba, pues más gente había en el mundo a quien regañar.
-¿Puedes levantarte? Esperaremos un rato a que te encuentres un poco mejor para poder irnos.- Sonrió con cariño, dándose cuenta de que no le había entregado los chocolates que había comprado.
Estaban en el suelo, así que volvió a dar un rodeo y se agachó para coger la caja, envuelta en un plástico transparente. Como supuso que no podría abrirlo, fue él quien rasgó un poco para que ella lo quitara, ofreciéndoselo con alegría. Al menos los dulces podían alegrar a la gran mayoría de gente, hacerles pasar un buen rato, saboreando su maravillosa textura y el regusto variado de la combinación de diferentes ingredientes. Dejó la caja en su regazo y se apoyó en una mesita para poder sentarse parcialmente.
-He pensado que te apetecería chocolate, eso siempre anima ¿No?- Esperó tranquilo a que ella se acomodara un poco, aún no podía marcharse.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
La realidad era que él estaba completamente en lo cierto. No había necesidad de que ellos la tuvieran así, sobre todo porque ella misma podía curarse estando en un lugar tranquilo y calmo. No había necesidad de tanta parafernalia.- A... A mi no me dijeron nada... Me desperté aquí hace días.- Susurró un poco sofocada por el esfuerzo. Trató de levantarse despacio y con mucho cuidado, sentándose en la cama y cuidando de no hacer muchos movimientos. Resultaba un tanto penoso estar tan cansada solo por hacer un par de movimientos de mas. Tenía que calmarse, o su ritmo cardiaco alertaría a las enfermeras.
Ante la pregunta que el contrario le hizo de si podía levantarse, se sacó las mantas de encima y movió suavemente las piernas hasta que estas quedaron colgando por debajo de la cama. Las sentía pesadas y muy cansadas. Muy pesadas mientras la sangre comenzaba a fluir por ellas, pues parecía que se había quedado estancada. Un corto mareo la recorrió de pies a cabeza, aunque se aferró rápidamente al borde de la cama para no caer. Fue entonces que se dio cuenta de que su bata le quedaba demasiado grande y estaba abierta por la espalda hasta la cintura, pues casi se caía por encima de su hombro derecho. Tuvo que acomodarla con cuidado para no lastimarse.
La vista del regalo que el contrario había traído para ella le obligó una sonrisa dulce. Era un adorable detalle, y mientras lo tenía en el regazo, quitó con suavidad el plástico y abrió la tapa para encontrar los deliciosos chocolates que había traído el contrario.- Muchas gracias Akatsuki... ¿Te gustaría uno? - Preguntó. Trató de tenderle la caja para que el contrario escogiera, pero fue un total fastidio pues no tenía demasiada fuerza en las manos. Por poco de se cae la caja, pero logró afianzarla entre sus manos antes de que cayera alguno.- L-Lo siento. Sí, siempre anima, gracias por todo, Akki.- Con un suave suspiro, estiró suavemente las piernas, tratando de fortalecerlas un poco después de las últimas semanas. Mientras buscaba a su alrededor por algo que la ayudara a levantarse, vio en su mesita de noche una tabla de madera con papeles, del tipo que usaban los doctores. Se estiró sobre la cama para tomarla, tratando esta vez de agarrarla con fuerza para que no escapara de sus manos. Una vez sentada de nuevo, se dedicó con cuidado a hojear las páginas mientras leía con cuidado. Habían gastado una cantidad exorbitante de sedantes con ella. La orden de compra eran casi tres páginas para un par de días que había estado ahí. Además de todo, había un par de gastos fuertes, miles de monedas de oro que, al parecer, habían gastado en implementos y materiales para una cirugía a corazón abierto. Totalmente alarmada, se bajó el cuello de la bata hasta que observó la horrible cicatriz. No podía creer que hubiera mancillado su cuerpo de aquella manera sin tener autorización de nadie.
La cicatríz era seguro que sanaría, pero le parecía estúpido que lo hubieran hecho.-I-Idiotas... -Susurró mientras observaba con cuidado aquella herida. Ya estaba completamente cerrada la piel, los puntos ya no estaba ahí tampoco.- M-Me hicieron cirugía...-Explicó a Akatsuki con una incredulidad que le parecía demasiado hasta a ella. Con cuidado, tocó el lugar donde la cirugía parecía haber pasado.- E-Esto es el colmo, tengo que salir de aquí. antes que... que me maten ellos mismos- Susurró. Buscó entre los papeles por si había hecho alguna otra barbaridad, pero todo parecía indicar que había sido solo eso.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
-Ten cuidado, Juliet. Si ves que te caes, puedes abrazarte a mi, yo te sujeto y te ayudo a andar.- Le dijo, rodeando un poco el cuerpo ajeno para servirle de "pared" ultraresistente. -¿Puedo ver la cicatriz?- Preguntó curioso, ladeando la cabeza.
Ella se centró durante unos instantes en los dulces, que él rechazó por el mero hecho de que se los había comprado a ella expresamente, no es que los tuviera para comérselos y hubiera cambiado de opinión. De echo, el estar en un hospital le quitaba las ganas de todo. Acompañó a la semi-dragona para leer por encima del hombro lo mismo que ella, todo lo que le habían hecho, pero no comentó nada al respecto. Akki estaba nervioso y no paraba de mirar en todas direcciones, pero no tenía miedo de que entrara nadie, porque estaba seguro de que si eso ocurría, el guantazo que se llevaría la enfermera o el doctor que se atreviera a abrir la puerta, sería galáctico y no harían falta sedantes para dejarlos K.O durante el resto del día.
-¿No vas a hacer nada al respecto?- Inquirió con el ceño fruncido, no parecía querer venganza, a diferencia del demonio. -¡Ohh! ... Es grande...- Susurró fascinado al vez la extensión.
La marca cruzaba de arriba a abajo gran parte del torso de Juliet y él empezó a pensar si su magia sería capaz de regenerar eso. Podría con el tejido, pero los puntos habría que quitarlos de manera tradicional, cosa que él no sabía hacer: Hiciera lo que hiciera, tendrían que quitar eso. Tal vez no hubiera dolor alguno si curaba la herida en si, podría probarlo, pero preguntándole antes a ella, por si las moscas.
-Creo que puedo curar la cicatriz, hacerla desaparecer, pero con los puntos ya no ¿Quieres que lo haga? No te dolerá ni nada, pero no sé cómo quitar eso.- Informó, esperando una respuesta. Mientras le acarició el pelo y le dio un paseíto con cuidado por la habitación.
- Off Rol:
- Tengo mucha prisa, sorry por no avanzar apenas uwu lo sientooooo D= -Se tiene que ir corriendo-
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
Un poco acalorada por el esfuerzo, se dio cuenta de que por la ventana se podía ver agua...- Akki... ¿Dónde estamos? ¿Esto es... A-Atlantis?- En realidad sabía que no podía ser Atlantis, puesto que la ciudad estaba bajo un domo y no podrían tener aquella vista tan cercana del agua.- ¿Qué día es? ¿Cuanto... cuando... Cuanto tiempo he estado aquí? ¿Es mucho? -Había demasiadas preguntas que tenía que hacerle, pero solo necesitaba hacer las esenciales para comenzar a pensar en algo para salir de ese lugar. De repente, la proposición del contrario sobre la cicatriz le hizo sonreír. Asintió suavemente y agachó el rostro un poco.- Sí, pero antes hay que salir de aquí... Si conseguimos un par de tijeras, yo puedo sacarlas y tu me ayudas con la curación.- Ese era un buen principio al menos, con un poco de curación que no fuese de la normal, podía quedar lista en pocos minutos. Al menos ahora, sin tanto sedante, era más fácil que su sangre quemara todas las toxinas que se hubiesen acumulado por culpa de aquellos malos médicos.
Akki... Solo... Necesito que corras conmigo y que si alguien se acerca lo derribes... Sé que puedes hacer eso... Por favor... - Susurró, un poco más tranquila, descansando en el respaldo de la silla donde estaba cansadamente sentada.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
-Te pondrás esto, te cubrirá por completo.- Le dijo. No aceptaría una negación por respuesta. -Si quieres un vestido como el que se te rompió, yo te lo compraré y así podrás llevar algo más femenino.- Al fin y al cabo, no era más que una prenda. Él como hombre lo veía así. -Estamos en el hospital de Ciudad Ichi, el más tecnológico y avanzado de todo Spirit Soul.- Le aclaró, quedándose de pie a un lado de ella.
Le acarició la cabeza suavemente, siendo tiroteado a preguntas. Bueno, él no tenía respuesta para todo, pero sí para algunas cosas, que trataría de resolverle. Fue a rebuscar por los cajones de la habitación en busca de tijeras. Estaba seguro de que en un hospital tenía que haber alguna, para cortar vendas o algo así, solo tenía que mirar detenidamente. Ella seguía hablando y él removiendo cosas, sacando cajas e instrumentos envueltos para que no se ensuciaran. Tras unos largos y aburridos minutos, encontró unas pequeñitas, que le enseñó a la chica antes de guardarlas.
-Tranquila, mujer. Creo que has estado unos días, pero no lo sé con exactitud. Yo vine en cuanto me enteré de tu ausencia.- Sabía que había pasado un rato desde que había hecho la pregunta, pero más vale tarde que nunca. -Por supuesto, pero vas a tener que coger fuerzas para agarrarte a mi, necesito los brazos libres para librarme de todos los doctores. Come chocolate, el azúcar seguro que te da fuerzas.- Le dijo acercándose a ella.
Ayudó a la joven a ponerse su uniforme y lo ató bien, para que no se viera nada, porque imaginaba que ella sería muy recatada, como solía ser lo normal en una mujer. El íncubo se arrodilló delante de Juliet, pero dándole la espalda, apoyando un pie en el suelo y la otra rodilla. Le pidió que se subiera, porque no podía llevarla en brazos, esto era lo único que podía hacer. Lo malo es que al pegar el pecho ajeno contra la espalda, tal vez se hiciera daño en la cicatriz de la operación, pero no había otra opción y además, tampoco sería mucho tiempo. Esperó a que ella se acomodara de alguna manera y que no sintiera mucho dolor.
-Cuando tú me digas, saldré corriendo ¿Vale? No te preocupes por apretarme el cuello ni nada.- Se puso en pie y se acercó a la puerta, sosteniendo el pomo, esperando la señal.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
Ante sus respuestas y lo que el contrario sugería para ponerse más fuerte, asintió y tomó un par de chocolates para comérselos. Seleccionó con cuidado los que le gustaban, pues sus gustos eran más por el chocolate sencillo que por los más elaborados y finos. Con cuidado, se guardó los papeles de la tabla de su cabecera en el saco y todos aquellos que había encontrado en la mesita de noche. También guardó la caja de chocolates, escondiéndosela bajo la capa. Con cuidado, dejó que el contrario le acomodara la capa y después subió a su espalda, volviéndose a acomodar las prendas que se habían volteado un poco.- ¿Te da mucho frío o puedo pegarme a ti con hielo? - No sabía aún si podía usar esa habilidad, por lo que decidió que lo mejor sería no hacerlo. Con cuidado, se preparó mentalmente y se tomó del cuello del contrario para darle pase a que estuviera agusto mientras corría.- Gracias por hacer esto... Podemos irnos.- Susurró una vez que había comprobado que nada le faltaba.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
-¡A la salidaaa!- Exclamó justo antes de empezar a correr.
Nada más salir se dirigió hacia la derecha que era por donde había venido él. Los médicos y enfermeras que iban por los pasillos apenas tuvieron tiempo de reaccionar, quedaron estupefactos, pero luego les persiguieron. Los que estaban delante y veían lo que pasaba, se preparaban para atrapar al sujeto que se llevaba a uno de sus preciados pacientes. Gritaban que debían atraparle de cualquier manera y rescatar a la chica, porque no estaba en condiciones de marcharse. Todo el hospital se puso en alerta rápidamente. Llegaban guardias de seguridad y gente especializada en la protección. Akatsuki embestía a todos los que se le ponían en medio, apartándoles violentamente, tal vez demasiado fuerte, porque muchos eran incapaces de ponerse en pie.
-Vamos Juliet, agárrate más fuerte, esto puede ser movido.- Le dijo en un periodo en el que estaban solos, subiendo escaleras.
El íncubo iba dando saltos para cubrir más espacio y tardar menos, pero también se cansaba más. Quedaban tres tramos largos de escaleras y lo peor es que habían muchos médicos que bajaban expresamente para detenerles y empujarlos significaría tirarlos por las escaleras. Si alguno moría, Akatsuki seguramente iría a prisión por varios delitos que, no debería estar cometiendo. Esto le hacía sentir mal por dentro, pero como comprendía a la joven, no podía permitir más sufrimiento para ella. Agarró a uno de los hombres de la ropa y lo levantó del suelo, llevándoselo hasta suelo plano, para dejarle ahí y que no se hiciera daño con la caída. Finalmente habían alcanzado el vestíbulo, la planta baja, donde estaba la salida, pero muy al fondo.
-¡Un poco más!- Jadeó un par de veces y se vio en la peor parte.
Ahora que todos estaban alerta, tuvo que saltar por encima de las camillas con mucho cuidado de que Juliet no fuera demasiado zarandeada. A girar con brusquedad por si se encontraba a alguien y a evitar ataques con "armas". Intentaban sedarle, porque así es como se amansan las bestias y eso, es lo que era Akatsuki para todos los empleados del hospital. Golpeaba todo, aguantaba los choques y hacía lo imposible por llegar al exterior. Alguno de esos médicos tuvo puntería para hacerle algo, porque nada más salir del hospital el íncubo empezó a sentir dolor de cabeza y una extraña debilidad, pero que no fue suficiente para ser detenido. Invocó a su dragón y se aferró a la punta de la cola para empezar a ascender, fuera del alcance de todos.
-Trepa por mi espalda, agárrate a la cabeza de Xepher ¡Corre!- Le pidió como pudo. Temía soltarse y que pasara algo.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
Los gritos, la velocidad y una pequeña falta de aire comenzaban a marearla, aflojando un poco el agarre que tenía del cuello del contrario. En un momento de adrenalina, logró volver en sí y se tomó con fuerza al escuchar las palabras del contrario. Los saltos de las escaleras eran, por mucho, los peores zarandeos que tenía que soportar. Gimoteaba, jadeaba y gemía de dolor, soltando su aliento en la nuca del General, sin poder controlarse. Sentía que la vida se le escapaba, pero de quedarse, lo más probable es que la agonía se prolongara por mucho más.
Tras algunos minutos exhaustivos de correr, subir y herir doctores, por fin vieron la luz, escuchando cada cosa de lo que él decía, grabándolo en su memoria con fuego.- P-Prometo que adelgazaré.- Susurró en su espalda cuando escuchó como el cansancio podía con el contrario, agobiada de haberle puesto en aquella situación. De haber sabido que le era tan difícil, hubiera preferido simplemente aguantar lo que tenía que aguantar al estar en aquel hospital.
Un dragón inmenso apareció. Quizás era un poco más pequeño que Juliet en su modo dragón, aunque no podría estimar adecuadamente siendo humana. Al escuchar las órdenes de Akatsuki, comenzó a trepar. Nada más sentir las escamas de aquel dragón, su corazón comenzó a latir dolorosa y rápidamente. Era como si su sangre reaccionara ante un dragón, aunque fuera una invocación y no un ejemplar libre. Con cuidado, tomó la mano del contrario y la soldó con hielo a su propia mano. No habría fuerza que los separara mientras estuvieran ambos encima de ese dragón. Con cuidado de no lastimarse, jaló de él, tratando de mantenerlo a salvo después de la ajetreada carrera que había tenido junto a él.
-A-Akatsuki, p-por favor, ya estamos fuera de peligro. P-Por favor, sube. Si caes, saltaré tras de ti, no lo dudes.- Gritó, buscando que así, al menos, se preocupara de estar a salvo él tambien, y no solo de tenerla a ella sobre Xepher.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
-Tranquila Juliet, voy a subir, pero ponte segura.- Le pidió, tratando de soltarse de aquel agarre de hielo o de lo contrario no podría mover la mano. -Hay que ir a su cabeza, es lo más estable.- Comentó, aferrándose a los pinchos de la cola, impulsándose un poco.
El íncubo se sentía debilitado, pero aún no lo suficiente como para verse incapacitado de escalar por las escamas de su compañero y aliado Xepher. El dragón hacía todo lo posible por moverse lo menos posible, por dejar la cola en esa posición para que ninguno cayera, pero le resultaba complicado, sabiéndose que durante los vuelos, se acostumbra a mover el cuerpo para fundirse con el aire, dejarse llevar y gastar menos energía. Akki finalmente, pudo ponerse de rodillas y en esta posición, sujetó a Juliet para avanzar poco a poco por el inmenso lomo del dragón.
-Recuéstate, aquí delante de mi, así no te caes.- Casi se lo mandó, pero ella no debía gastar más fuerzas. -Tienes que relajarte, yo te curaré ahora.- Añadió alzando los puños y crujiéndose los dedos.
Al sentarse, sintió un dolor muy desagradable y junto a la debilidad, supo lo que le había pasado, lo que provocó que Akatsuki se abrazara ligeramente a si mismo, que bajara la mirada y su expresión pasase a ser una mezclada entre pánico y tristeza. Los ojos se le humedecieron y las lágrimas se precipitaron por las mejillas hasta caer sobre los brazos cruzados que le rodeaban un poco. Después, pasó a ser un sollozo, ligeramente sonoro, era más el comienzo de lo que hacía un niño, sorbiendo con la nariz y controlando los gritos infantiles.
-M-me siento mal... N-necesito un abrazo.- Pidió secándose la cara como bien podía, acariciando dulcemente las mejillas de la semi-dragona.
Re: Sangre, cenizas y miedos infundados. [Priv. Akatsuki]
Con cuidado, se recostó frente al contrario tal como pedía, cooperando para no hacer más arduo el castigo. Lo único que no sabía cómo haría era si le pedía después que se levantara. Sentía que no había fuerza en el mundo que pudiera hacer que se levantara de aquella cama con escamas.- G-Gracias.- Susurró de nueva cuenta al escuchar aquello sobre que él la curaría. Al menos sabía que fueran cuales fueran sus métodos, serían muchas veces mejores que los que estuvieron aplicándole durante su estancia en el hospital.
De pronto, el silencio reinante entre ellos la sacó de su estado de ensoñamiento. Abrió suavemente los ojos y movió un poco el rostro para ver al peliazul, que no se veía del todo bien. Al encontrarle tan afectado, no pudo sino aceptar a su súplica con rapidez. Rodeó con cuidado el cuello del peliazul con sus brazos y comenzó a tararear una canción de cuna que recordaba de su tierna infancia en el pueblo donde nació, acariciando suavemente su cabello. No sabía que andaba mal, pero le daba la impresión de que se sentía solo y desprotegido, o que al menos algo así era, por lo que leía en su rostro.
Con cuidado, se separó un poco de él para ver si se sentía mejor.- ¿Cómo estás? ¿Qué te ha pasado?
Página 1 de 2. • 1, 2
» Bonds~ [Akatsuki]
» La sangre llama [Kanu Doragon]
» Una cita a ciegas | { Priv. Akatsuki Ousawa }
» La letra con sangre entra (entrenamiento priv. Naomi)
Vie Nov 04, 2016 6:33 am por Auros
» (Misión Rango 2- Caza un Chameleo) En busca del bicho ♫ Privado con Morgana Deveraux y Ranmaru Murakami ♫
Vie Nov 04, 2016 6:32 am por Auros
» Trapped in the swamp - Rng.4: Pantano Infestado [Atreyu ft. Rosette - Marduk]
Jue Nov 03, 2016 11:00 am por Auros
» — TORNEO DE GREMIOS [Categoría Amateur] — BRÜDER OF FIRE vs INVICTUS [Finalizado]
Jue Nov 03, 2016 12:06 am por Auros
» Ataque a mar abierto [Priv. Klaus, Vinnie, Blasius, Ilaira]
Mar Nov 01, 2016 10:37 pm por Klaus
» Tu hogar es tu refugio, pero no acabes encerrado en él [Priv. Atreyu]
Mar Nov 01, 2016 6:18 pm por Atreyu
» —Registro de Rangos [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:27 pm por Christa HelleMond
» —Registro de Cuentas [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:24 pm por Christa HelleMond
» —Registro de apellidos [Opcional]
Lun Oct 31, 2016 7:16 pm por Christa HelleMond