Visitando nuevos lugares [Kamoz]

por Invitado Jue Mayo 28, 2015 12:23 pm

La brisa por aquellos lugares era menos cargada que en la ciudad y el centro del territorio. Un cambio agradable después de todo el tiempo que me había llevado llegar hasta allí. Estaba tensa y necesitaba un momento de respiro de toda aquella locura, demasiada guerra a nuestro alrededor. Me habían dicho que la parte del acantilado era más tranquila a pesar de los entrenamientos que solían verse por allí. Me mantuve con la capucha puesta, atándome bien la capa marrón que me cubría todo y solo dejaba ver parte de mis pantalones. Cuando por fin conseguí llegar al acantilado fui hasta el borde y miré hacia el horizonte.

Al final la gente tenía razón: desde allí se podían ver todas las islas. Desde luego había valido la pena todo lo recorrido para poder ver aquello. El viaje estaba siendo bastante productivo para mí y cada vez tenía más claro cómo funcionaba la sociedad de Chaos. El día permaneció nublado desde la mañana, por lo que no me molestaba el brillo del sol para poder contemplarlo todo con más facilidad. Había peces por doquier en el agua y las olas rompían con fuerza a los pies de aquel imponente accidente geográfico.

Me acerqué del todo al borde para asomarme abajo. Sería algo interesante tirarse desde allí, pero no hacía un día demasiado bueno para un baño y la profundidad no estaba clara en absoluto, por lo que me abstuve de intentarlo siquiera. No era un buen día para morir de forma tan tonta. Decidí que lo mejor sería concentrarme en las sensaciones que transmitía todo lo que me rodeaba: la sal del mar, la brisa rozándome las mejillas por encima del velo que tapaba mi boca, el olor tan característico, mezcla entre el salitre y la hierba del lugar.

Me estiré ligeramente y tomé una gran bocanada de aire, cerrando con fuerza los ojos y centrándome esta vez en los sonidos. Era una mezcla extraña la del sonido de la naturaleza envuelto con el de las espadas de los que entrenaban cerca chocando y los quejidos de dolor o de alegría por una victoria. Sonreí ligeramente. Me recordaba a mi infancia, cuando jugaba con los demás niños a las guerras de gladiadores. Puede que por eso me hubiese parecido bien adoptar el apellido de Gladius: siempre me consideré buena guerrera. En estos pensamientos decidí sumergirme durante un momento, olvidándolo todo y a todos.

por Invitado Jue Mayo 28, 2015 12:58 pm

Me han dicho estúpido por querer meterme dentro de esas islas por dinero, dicen que no me servirá el dinero si estoy muerto... pero díganme... ¿En este mundo vale vivir sin dinero?
Yo creo que no, y somos piratas, por amor al cielo que se tambalea sobre nuestras cabezas y nuestras rojas velas.

Estamos acampando en Chaos, entre la ciudad de Rihm y el acantilado, reuniendo suministros y reclutando gente nueva para esta empresa. Carne nueva y fresca, cosa que no dura mucho pero rinde durante en su momento.

El cielo gris de este continente no me llama la atención, ni me da ánimos de celebrar antes de partir, pero de igual manera mis hombres han decidido armar una fiesta con putas del lugar y posibles reclutas, yo accedí, ya que es buen imán para la gente tonta que podría seguirme hasta la misma muerte solo por un poco de oro y alcohol.

Me alejé del campamento, y subí la cuesta hasta el acantilado. Tenía la boca cubierta, pero si hubiera alguien a quien le debo algo no tardaría en reconocerme por mis prendas y mi porte pirata, tengo que admitir que no soy el mejor confundiéndome con los demás, pero ni me inmuta.

Desde este punto podía ver las islas. Si entramos, entraremos a la isla central, suponiendo que esta es donde podría haber mayores tesoros y gloria...

Caminando al acantilado, divisé una figura delgada mirando a las islas, inmutable en su propia burbuja. Me recordó a mi hermana... ¿Donde estará ella?
No la veo desde que tenía un puñado de años, pero la pinta de esta mujer me resultó parecida en cierta forma a la mía, haciéndole algo familiar a la vista.

¿Que pensará ella? Es lo que pensaba yo mientras estaba sentado en el acantilado, con las piernas colgando por la cornisa a un par de metros de ella.

-¿Y tu quien eres?- Le pregunté mientras avanzaba mi vista hacia ella sosteniendo mi sable con mi mano derecha.

por Invitado Jue Mayo 28, 2015 1:12 pm

Toda aquella paz y tranquilidad era algo que llevaba tiempo buscando y me había resultado difícil de hallar. Estaba pensando que sería genial poder mantener eso por el resto de mi vida cuando algo la turbó. Estaba claro que no iba a poder estar tranquila en ninguna parte, ni siquiera en medio de la nada. Respiré hondo sin llegar a abrir los ojos y me tomé mi tiempo para contestar, de todas formas qué le importaba quién era o quién dejaba de ser, ¿acaso le había causado daño alguno como para querer mantener contacto con un desconocido?

Giré la cabeza levemente hacia la dirección de la que provenía esa tosca voz y abrí los ojos lentamente para fijarme bien. Resultó ser un hombre, como no, con una espada. Estaba sentado a poca distancia de mí en el acantilado. ¿Cómo era posible que no le hubiese visto al llegar? Al parecer era más capaz de meterme en mi propio mundo de lo que yo pensaba. Sonreí ligeramente a sabiendas de que no podría ver mi expresión gracias al velo y puse una mano sobre la empuñadura de mi arma, por debajo de la capa. No la sacaría a no ser que me sintiese realmente amenazada.

—¿Acaso importa? No tengo negocios que hacer contigo. ¿Nunca te han dicho que tutear a una persona sin conocerla es de mala educación? —de nuevo, volví a girar la cabeza para centrarme en las vistas que tenía delante. Estaba claro que no me iba a dejar en paz, mucho menos después de decirle algo así. Tenía la mala costumbre de decir las cosas sin pensar y eso solía acarrearme problemas, pero tampoco me importaba. Qué había de malo en decir la verdad al fin y al cabo. Sentí un golpe de viento detrás de mí y retrocedí un par de pasos, solo por si acaso.

En cierto modo me resultó interesante aquel tipo. Era raro ver a alguien solo allí, bueno eso fue lo primero que pensé, lo segundo fue que frecuentaba demasiado poco aquellos lares como para saber qué solía pasar y qué no. De todas formas no estaba segura de sí mi primera impresión había sido buena o mala. Mala en el sentido de que, preguntar algo así de golpe, no es precisamente algo normal. Pero por cierto motivo no me causó ni temor ni rabia, lo que sí era una buena sensación.

por Invitado Jue Mayo 28, 2015 6:19 pm

Me pase la mano por el pelo, ya que me estaba molestando la vista unos pelitos que se alborotaban con el viento que me acariciaba la espalda.

Tome aire, lo exhale y tomándome mi tiempo me paré en tierra firme, dándole la espalda a la niña.
Volteé para mirarle, y sin decirle nada estuve allí unos segundos reflexionando en que hacer, mirándole a los ojos. Me quité mi bufanda, dejando caer ambos extremos sobre mi abdomen.

-Lo siento niña.- Le dije sonriendo. Pero yo no tengo ni idea de que significa "Tutear" y el hombre que me educó fue un hombre de otro tiempo, con modales distintos a los que se te han enseñado a ti. - Añadí mientras me sentaba en el suelo nuevamente. -No considero que ea necesario el mal humor, aunque se que a los de este continente les gusta la discordia.-El día comenzaba a cambiar, aunque en realidad no cambiaba el día sino que era mi forma de verlo lo que cambiaba, el cielo no se veía tan oscuro, y el viento me traía el canto de sirenas imaginarias que nunca podría escuchar desde este punto. - Ven, siéntate conmigo y simplemente relájate, se nota a leguas que necesitas simplemente no pensar en problemas. Confía en mi, ya que yo confío en ti, siendo una mujer con una capa que oculta quien sabe cuantas armas. -

por Invitado Jue Mayo 28, 2015 6:45 pm

No estaba segura de si debía fiarme, pero claro, iba armado. Si pasaba algo iba a pasar de todas formas así que, para qué esforzarme en pensar que pasaría —Vaya. Impresionante —. Dije mientras me sentaba a medio metro de él, dejando las piernas colgando en el acantilado y sintiendo cómo el aire las mecía con suavidad. Era agradable —. ¿Qué eres? ¿Adivino o algo por el estilo? Y no estoy de mal humor. Es mi forma de hablar.

Me dejé caer hacia atrás con la consecuencia de que la capucha se bajase, pero nada más. Miré al cielo y fruncí el ceño, los días nublados eran agradables pero muchas veces se tornaban bastante pesados y no me daban buena sensación. No sé quién sería aquel tipo ni qué quería, pero ya que tampoco tenía nada que hacer no sería mala idea poder mantener una conversación con alguien, a pesar de que no me gustase demasiado eso de hablar con la gente, mucho menos con desconocidos.

—No soy de aquí. Así que no sé cómo se comporta la gente en este lugar ni lo que hacen. Solo estoy de paso. ¿Y tu? ¿Alguna buena historia que contar para pasar el rato o simplemente te dedicas a perseguir mujeres y hablarles sin siquiera presentarte? —entrelacé los dedos de la mano sobre mi abdomen y me quedé mirando al cielo con tranquilidad, respirando el olor a la hierba sobre la que estaba tumbada. Bajé entonces una de las manos y arranqué varias briznas, estrujándolas entre mis dedos varias veces hasta lograr teñirlos de un verde esmeralda intenso.

por Invitado Jue Mayo 28, 2015 7:22 pm

-No, no soy adivino, simplemente mi trabajo me hace tener que conocer a la gente, si no quiero terminar con un tajo abierto en el lomo a merced de las olas sin siquiera tener la oportunidad de reaccionar.-Le respondñi mirando como las imponentes olas rompían contra la inmutable pared de roca negra.
Chaos es hermosa, desde algunos puntos. Pero mayormente está compuesta por un peligro detrás de otro, uno no puede darse el lujo de bajar la guardia muy frecuentemente. Aunque ahora mismo, soy yo, y es ella los que estamos bajando la guardia, podría asesinarle de diferentes maneras, y ella podría deshacerse de mi de otras tantas formas en este momento.
Pero simplemente me siento seguro, por primera vez en bastante tiempo.
-¿Si me dedico a perseguir mujeres? Eso depende de quien te lo cuente, hay algunas personas a las que no les caigo bien, así que me dedico a lo que digan que me dedico. Pero si, tengo unas cuantas historias buenas. - Proseguí mirando la palidez de su rostro.

por Invitado Jue Mayo 28, 2015 7:46 pm

Ese hombre era de lo más raro que había conocido en mucho tiempo. ¿De verdad estaba teniendo una conversación con alguien así? No pude más que reírme de lo tonto de la escena justo antes de volver a incorporarme y flexionar las piernas para rodearlas con los brazos —Eres un tipo de lo más extraño sabes. Aunque algo me dice que debes de ser algún tipo de… maleante. ¿Qué es? ¿Ladrón, cazarrecompensas, pirata…? Solo alguien así podría hablar de esa forma. Al menos eso creo, aun no conocí a nadie así. Aunque pareces mucho más interesante que otros muchos que he conocido.

Respiré hondo y volví a mirar de nuevo las tres islas. Había tanta diversidad en un mundo tan pequeño que incluso costaba creerlo. Nunca me había parado a pensarlo pero éramos muchas razas distintas. Podríamos haber tenido enfrentamientos por ello y en lugar de eso teníamos más enfrentamientos por quién ostenta el poder. Era bastante ilógico y absurdo, aunque era nuestro mundo y no podíamos hacer más que adaptarnos. La vida seguía su curso, al igual que el destino.

Le miré frunciendo el ceño justo antes de hablar —Has dicho que tenías muchas historias que contar. Pues no te cortes, adelante. De todas formas no creo que tengas nada mejor que hacer y yo tampoco. Al fin y al cabo para eso he venido, para saber más de la gente de por aquí. No sé si tú eres exactamente de aquí pero tampoco es relevante—. Me eché un poco hacia atrás para apoyar las palmas de las manos sobre el suelo y comencé a mover los pies un poco, intentando que no se me durmiesen.

por Invitado Jue Mayo 28, 2015 8:59 pm

Le hice reír, eso es bastante bueno, imagino.-Capitán pirata Kattan De Dagas, un placer conocerte.- Le respondí sin dejar de observarle. Si, soy extraño, pero eso se debe a que el mundo es extraño y todos tenemos nuestras extrañezas ¿O no?-Añadí sonriendo.

Cada segundo que paso con ella pienso más y más en mi hermanita... Se que hice bien en dejarle en casa cuando me fui, apenas pude mantenerme a mi mismo y no podría haberme hecho cargo de una niña de pocos años, ella no habría aguantado todos esos años en el bosque... No lo merecía.

-¿Que tipo de historia te gustaría escuchar? Tengo de todo tipo, y estoy planeando en vivir una historia nueva que contar mañana en la mañana.- Pregunté.

por Invitado Vie Mayo 29, 2015 11:29 am

Asentí ante eso bastante convencida —Sí, tienes razón. El mundo es terriblemente extraño y complejo, igual que nosotros… Cada uno más extraño al anterior…—. Ese pensamiento me hizo reflexionar y recordar ciertos momentos de mi pasado en el que me había planteado si la extraña era yo o eran los demás. Él acababa de dar con el punto: no podía echarle las culpas a unos o a otros porque todos éramos extraños por unas cosas o por otras. Realmente nunca lo había pensado y era algo realmente interesante, aunque no sabía si ahora sería el mejor momento para pensar en ello.

Así que Kattan… —Vaya. No solo eres pirata. Eres un capitán. Eso sí es interesante —. Me incorporé un poco antes de mirar a la isla que teníamos frente a nosotros—. No tengo preferencia, puedes contarme, por ejemplo, la historia que más te haya marcado hasta ahora. Y, si aún tienes ganas de hablar, también podrías contarme cual es esa historia nueva que vas a emprender —. Mis pensamientos divagaron por un momento cuando dije aquello. Sonreí ligeramente y miré el mar y todo lo extenso que este era.

Volví la vista hacia el chico un momento justo antes de volver a mirar al mar de nuevo. Si, puede que tuviese pinta de haber pasado por ese enorme océano lleno de secretos —Siempre quise saber qué es lo que el mar esconde. Estoy segura de que hay muchas criaturas de las que poca gente puede decir que haya visto personalmente. Es interesante eso de la piratería, aunque la finalidad ya no la encuentro tan interesante. Es probable que muchas veces te sientas desplazado por tanto pensar en el bien personal. ¿Me equivoco?

por Invitado Vie Mayo 29, 2015 12:55 pm

-No.- Dije de forma tajante.-O más bien si. Me mueven los intereses personales, pero no los intereses de mi persona, sino los de las personas que me rodean. Mis tripulantes son mi familia, y debo hacerme cargo de que no les falte nada a ellos.- Repuse.- En esta vida he aprendido a apreciar a quienes te tratan bien y a cuidar a los que cuidan de ti.-

A decir verdad, nunca me puse a pensar cual sería la historia de mi vida, seguramente sea mi vida en el bosque, pero eso no me cambió, o más bien si lo hizo, porque así conocí la piratería, al capitán Stiph y a mis compañeros de mar.
Mi vida ha sido una odisea constante desde que recuerdo, pero últimamente las cosas van a mi favor.

-¿Quieres una historia? Pues, hubo una vez un niño pequeño, sin madre o padre, sin nadie que se hiciera cargo y muchos que quisieran hacerle daño, con unos cuantos pedazos de metal que le quitaba la vida a los animales y alargaban la suya... dicese que este niño creció allí con los dotes de su ascendencia salvaje, con las armas que robó de su padrastro y con el dolor de haber dejado a lo único que quedaba de su familia.- Comencé a relatar con la mirada baja. -La gente que se aventuraba al bosque salía con el cuento de haber visto un espíritu malvado, por lo que regularmente mandaban personas para cazarlo. Y un buen día ese niño casi muere, pero agonizando en la orilla de un río se encontró con el capitán Stiph, la piratería y un nuevo comienzo.-Proseguí levantando la mirada hacia las islas.

Desde este punto, solo parecería verse una isla enorme, pero cuando veníamos a Chaos pude apreciar las divisiones de agua.

-¿El mar?- Le interrogué mirándole a los ojos. -Es un ser extraño, a veces está tranquilo y hace que todos se sientan bien, otras veces la gente provoca su ira y este les demuestra de lo que es capaz. Hay que tenerle respeto al mar, ya que oculta muchas aventuras, hazañas heroicas, pero también muerte, dolor, sangre y los restos de los más grandes novíos. Es un lugar maravilloso para explorar y un estupendo hogar donde vivir tus contados años. - Le expliqué sin dejar de mirarle.

-Mañana en la mañana zarparemos rumbo a las islas que están frente a nosotros ahora mismo, y estamos reclutando gente en Chaos. ¿Te gustaría formar parte de mi historia?

por Invitado Vie Mayo 29, 2015 2:13 pm

Al parecer le había molestado que le dijese algo así, insinuando que solo se limitaban a mirar para ellos mismos. Es posible que la fama que rodease a los piratas fuese solo eso, mala fama dada por ser saqueadores y extorsionistas. Puede que realmente fuesen como una gran familia que se protegen unos a otros. Estaba empezando a resultarme curiosa esa vida y quería saber más sobre todo lo que acaecía en ese gremio, aunque probablemente sería muy difícil que te aceptasen sin pretender ser uno de ellos. De todas formas me encantaban los retos y no tenía nada que perder.

Me mantuve todo el rato mirándole atentamente y escuchando su historia. Le había dicho que me contase una historia, pero no pensaba que fuese a ser la suya. Aun así me mantuve callada sin interrumpir. Al parecer había tenido momentos duros, pero quién no los tenía. Era probable que todos los piratas fuesen así, dudo que alguien naciese queriendo ser un pirata teniendo en cuenta que sus condiciones de vida no son precisamente las más idóneas ni con las que alguien sueña cuando es pequeño. Sobre todo en una sociedad actual como la nuestra en la que lo único que importa es a quién sigues ideológicamente.

Cuanto terminó respiré hondo y aguardé unos minutos antes de hablar. Justo cuando me dispuse a ello él comenzó a contestarme sobre el mar y yo sonreí un poco, a pesar de que no me vería hacerlo —Hay que tenerle respeto, tienes razón. Pero no hay que temerle. Yo creo que debes saber cuándo tienes que pasar una buena velada con él y cuando debes retenerte a ti mismo en la orilla y no molestarle. El mar es bravo, no atenderá jamás a tus deseos. Pero también es libre. Igual me aventuro demasiado, pero creo que por eso los piratas os sentís tan bien allí. Es un lugar libre, sin ataduras. Nadie puede gobernar el mar a su antojo… Bueno, a menos de que seas un dios —. No pude evitar reírme un poco por eso. Era bastante irónico.

Cuando escuché lo próximo que tenía que decir no pude hacer más que fruncir el ceño y mirarle de nuevo, ya que había desviado la mirada hacia el mar mientras estaba hablando de él, esperando ver algo que me demostrase que realmente era tan bravo como me habían contado. Pero esos pensamientos se vieron interrumpidos por su extraña pregunta —Bueno, eso dependerá de varias cosas. No voy a hacerme pirata, no está dentro de mis planes, pero lo cierto es que has conseguido despertar mi curiosidad acerca de cómo vivís. Me gustaría ver más. Pero solo con dos condiciones. La primera: que ninguno de tus hombres me toque. Como bien has notado antes, voy armada, y pienso seguir así. Si alguno me toca le corto las manos. La segunda: que me dejéis en tierra y os olvidéis de mí —. Estaba claro que con piratas tenía que andar con pies de plomo y no sabía nada de ellos, pero tampoco era tonta. No era la primera vez que me pasaba algo así —Si llegamos a formar alianza durante el viaje me gustaría seguir teniendo ese lazo, pero no voy a formar parte de vuestro séquito ni obedeceré órdenes de nadie a menos que sean para ayudar a que todo vaya bien. Si me aceptáis como acompañante debe ser con esas condiciones. Entenderé si no quieres acatarlas, no es un viaje de negocios así que no pienso suplicar.

por Invitado Vie Mayo 29, 2015 9:35 pm

Pues bien, uno más con nosotros. Si ella porta armas imagino que sabrá como usarlas. No tiene pinta de ser una persona muy aguerrida, pero me hace buena compañía, y no es por despreciar a mis compañeros, pero hay veces en que las mujeres son mejor bienvenidas que los hombres, tienen cierta calidez de la que nosotros no contamos.

Me puse a tirar piedritas por el acantilado, intentando ver como se estrellaban contra los escollos, pero la espuma del mar me quitaba rango visual.

-Si entras conmigo a mi barco serás uno más de nosotros. - Sentencié sonriendo. - Nadie se atreverá a poner una mano en tu cuerpo a menos que tu lo pidas.- Añadí acercándome a ella. Ellos saben que no me gusta ese tipo de cosas y no las hacen en mi presencia, como muestra de respeto hacia mi y hacia el Erizo Alado.-

Miré sus ojos, penetrando dentro de su alma e intentando decifrar el mar dentro de su persona, pero lo único que pude contemplar fue una marejada iracunda que seguramente estaría ocultando un cauce tranquilo y amansador.

-Al subir a mi barco no hay nada que no te permita dejarlo. Nadie que no quiera estar a bordo estará allí, a menos que sea mi disposición necesaria, no te preocupes por eso, en cuanto quieras irte, solo vete.- Añadí apartando la vista.

En mi nave, se encuentran los marinos a los que les confío mi vida en cada expedición, son mis hermanos, mis padres, mis hijos y mis primos. Son todo lo que me queda, y si ellos me acompañan es porque así me ven a mi también. Solo el que se sienta cómodo en mi navío debe permanecer en el.

-Tu ya sabes algo de mi, ¿Por qué no me cuentas algo de ti? ¿No te sientes incómoda con ese trapo en la cara?

por Invitado Sáb Mayo 30, 2015 8:50 am

Era bueno saber aquello, puede que hubiese sido buena idea ir al acantilado después de todo: había encontrado transporte sin siquiera ir a buscarlo. Las islas eran un lugar al que me gustaría poder ir para explorar y ver qué estaba pasando por allí, cómo estaba el ambiente y demás. Últimamente los ataques aumentaban y las poblaciones iban sufriendo cada vez más. No sabía si en las islas realmente había algo así o interesante para poder ver, pero aun así quería ir. Solo me quedaban un par de dudas por resolver cuando me dijo que no sabía nada sobre mía. Eso no me gustaba, pero lo cierto es que tenía razón, era lo justo.

—Para empezar… No, no me siento incómoda llevándolo. Una vez alguien importante para mí me enseñó que una de las cosas más valiosas que poseemos es nuestra identidad. Desde entonces llevo algo así y ya casi ni me acuerdo de que lo llevo puesto —. Comencé de nuevo a jugar con la hierba que tenía alrededor, hundiendo las manos para poder tocar la tierra y las piedras de las que estaba creciendo —. No hay mucho que contar. No tengo familia así que puedo permitirme viajar sola. Solía hacer cosas por dinero y ahora simplemente hago las mismas cosas pero sin ganar nada a cambio. Nuestro mundo se va a la mierda y lo único que importa allá donde vaya es si crees en el gobierno o si eres un paria. La gente no se da cuenta de que la muerte no es un bien que se pueda ir pasando de mano en mano como si de un jarrón se tratase.

Aquello hacía que me hirviese la sangre. Puede que por ello hubiese decidido cambiar de vida. ¿Qué más daba en qué creías y en qué no? Todos estábamos vivos por alguna razón y no podías sentirte tan superior como para acabar con la vida de otros simplemente por un pensamiento en desacuerdo con el tuyo. Decidí desechar todos esos pensamientos antes de cabrearme aún más y cerré los ojos por un momento, respirando hondo. Cuando volví a abrirlos extendí la mano hacia mi nuevo capitán por unos días para estrechársela —Entonces tenemos un trato. ¿Por casualidad tenéis un lugar para quedaros esta noche? Como te he dicho, viajo mucho, y si puedo ahorrarme el dinero que cuesta una pensión me lo ahorraré.

Dicho esto me levanté y sacudí la tierra de la parte de atrás de mi capa al igual que la poca que tenía en las manos —Ha sido todo un placer, pero creo que debería irme. Tengo cosas que hacer, aunque no creo que tardemos mucho en volver a vernos, señor De Dagas —. Estaba siendo una charla muy agradable, pero era cierto que debía arreglar unos asuntos antes de poder poner marcha hacia las islas y aún era temprano, me podría dar tiempo si partía en ese momento.

por Invitado Sáb Mayo 30, 2015 7:28 pm

El sol comenzaba a ponerse ya, y su rival hacía acto de presencia tímidamente por el horizonte. La lucha entre las luces del ocaso comenzaba a hacerse notoria, tiñendo todo de un color ámbar muy nostálgico.

Ella dice que prefiere ocultar su identidad, por ser un bien preciado para ella. No le entiendo, al menos yo suelo mostrar mis bienes más valiosos. Como mis anillos o mis armas.
¿Será que es una persona de renombre? ¿Será un fugitivo? Quien sabe, a lo mejor en algún momento me entere de su parte todo esto.

Ella extendió su mano hacia mi, como todo un marino haría para firmar un trato, pero ella no es un marino, es una joven aventurera con sed de mundo.
-Es un trato, Señora del velo. - Dije mientras tomaba su mano y le besaba el dorso de esta.

-Si no tienes donde hospedarte, puedes quedarte en mi nave esta noche, podrías quedarte en mi camarote donde dormirías sola y sin nadie que se atreviese a entrar. Y mis hombres armaron una fiesta cerca de la costa, a mi no me van las fiestas, pero si tu quieres ir eres libre de concurrir.-Añadí antes de que ella se fuera.

por Invitado Sáb Mayo 30, 2015 7:59 pm

Me pilló por sorpresa que me diera un beso en la mano y me resultó un poco desconcertante, aunque no quise darle mayor importancia que la que tenía o yo esperaba que tuviese. Le escuché atentamente y asentí, sin más, lo cierto es que no era mala idea, pero tendría que dormir con las armas cerca, no es que me fiase precisamente aun de una tripulación desconocida —Gracias por el ofrecimiento, creo que te tomaré la palabra. Nos vemos —. Dicho esto me encaminé hacia el camino que teníamos justo detrás para poder seguirlo hasta la costa y adentrarme en el bosque. Tenía que atender esos asuntos lo antes posible.

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Ya bien entrada la noche fui hacia la costa donde supuse que estaría el barco. No era un navío extraordinariamente grande pero lo cierto es que tenía su encanto, claramente pirata. Me fijé en la fiesta que tenían montada abajo, aunque preferí no mirar mucho. Todos estaban bastante desinhibidos y preferí descansar, al fin y al cabo el día que me esperaba después iba a ser duro. Intenté que ninguno me viese para no tener problemas y, cuando conseguí subir al barco, me puse a dar vueltas por la cubierta, buscando algo parecido a un camarote.

Después de un rato di con una enorme puerta a uno de los lados del barco, supuse que sería la popa aunque no estaba para nada familiarizada con todo aquello. Iba a entrar directamente pero decidí que era mejor llamar antes de entrar y esperar un poco, solo por si había alguien. No me gustaría pillar a cualquier persona haciendo algo que no quisiese ver con mis propios ojos.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater