Re: Visitando nuevos lugares [Kamoz]

por Invitado Dom Mayo 31, 2015 7:19 pm

Sentado sobre el mástil me encontraba, intentando adivinar las siluetas de las islas detrás del manto de negrura que limitaba mi infravisión a unos cuantos metros de mi. La negrura que provenía de esos trozos de tierra ennegrecía tanto la noche como mi corazón, solo siento odio y angustia proveniente de ese lugar.
Me estoy cuestionando si valdrá la pena ir o no.

Desde mi locación, puedo escuchar los gritillos de las putas desde la costa, las risas de los hombres, al contramaestre vomitando en la borda y pasos desequilibrados y mal coordinados por todo el barco. Por eso me llamó la atención escuchar pasos sincronizados, como si de una persona sobria se tratase. Sorprendido miré hacia abajo, y logré ver una figura encapuchada, la misma capa de la chica de hoy.
Descendí en silencio, y seguí sus pasos detalladamente desde las sombras, sin dejar notar mi presencia, quería ver que hacía ella.

Al final, se detuvo frente a mi camarote y golpeó la puerta, supuse que entraría sin avisar, como casi todos lo harían.

-Adelante, eres libre de pasar.- Dije de improviso mientras me acercaba por su espalda.

por Invitado Dom Mayo 31, 2015 8:49 pm

Estaba algo nerviosa después de ver cómo un hombre vomitaba por allí y que otros tantos no hacían más que dar vueltas. Esperaba no tener que estar allí sola mucho rato, así que si no respondían rápido entraría y punto. Era mejor eso que estar allí en medio. Me encontraba pensando en eso cuando escuché una voz demasiado cerca de mí. Como acto reflejo eché el brazo hacia atrás y le di un codazo a quien fuese y, una vez de frente, un rodillazo en el estómago. Entonces fue cuando paré, con los nervios por las nubes, y me di cuenta de que me sonaba ese tipo.

Abrí los ojos de golpe al darme cuenta de quién era y me acerqué para cogerle del brazo —Madre mía, lo siento Kattan, perdóname. Ha sido un acto reflejo… Pensaba que eras… Joder, perdón —. Lo cierto es que me había pillado muy desprevenida y ahora me sentía mal, aunque una parte de mí tenía unas enormes ganas de reírse de la situación, pero me contuve como pude y seguí agarrándole para ayudarle a entrar al camarote. Abrí la puerta y la empujé como pude antes de entrar.

Una vez dentro le solté y miré a mí alrededor. Lo cierto es que era bastante espectacular estar en un sitio así, era la primera vez que entraba a un camarote en mi vida y, sin duda, me pareció bastante peculiar —Vaya… Me gusta. ¿Todos los camarotes son tan grandes? —. Empecé a andar alrededor del sitio, mirando los detalles de lo que quería parecerse a una habitación. Hacía mucho tiempo que no dormía en una cama así que sería agradable volver a hacerlo de nuevo, por eso sonreí un poco al verla —¿Seguro que no te importa que me quede aquí?

por Invitado Lun Jun 01, 2015 11:35 am

Muy firme contestación, una frase muy contundente fue lo que ella dijo, sin siquiera mover los labios.
Admito que me dolió, pero fue gracioso y no pude hacer más que reírme mientras ella me metía a mi camarote y me dejaba sobre mi cama.

-No pasa nada, el dolor es un sentimiento temporal- Dije una vez pudiera incorporarme completamente. -Y no, este camarote es especial- Añadí mirando los blasones con espadas y pistolas en las paredes, la ornamentación de la madera y el entorno adornado con recuerdos. -Este camarote es más grande que el resto y es el único con cama de doble plaza, además aquí se guardan los objetos que engrandecen la nave- Repuse mientras volvía a mirar los blasones y la cama de sábanas rojas.
-Es curioso, porque normalmente somos los piratas los que metemos mujeres en nuestros camarotes, no al revés- Dije entre risas. -Y no te preocupes que esto es solo una habitación entre tantas, puedo dormir en cualquiera- Respondí mientras me erguía sobre mis pies.

En este momento la chica se veía menos amenazante que esta tarde cuando nos sentamos al borde del precipicio, había algo en ella que cambiaba a la luz de los faroles de cera, dentro de este lugar pequeño se veía más pequeña y más femenina, aunque siguiera sin revelar más que sus ojos ante mi presencia.

-De donde vengo es de buena educación decir el nombre cuando te hospedas en la casa de otra persona- Le dije sonriéndole.

por Invitado Lun Jun 01, 2015 12:59 pm

Le escuché con atención mientras seguía dando vueltas por aquella extraña habitación —Es decir, el cofre del tesoro —. Lo cierto es que era bastante parecido a un cofre: estaba lleno de cosas valiosas, tenía puerta, era en su mayoría de madera y contaba con una llave del único acceso a él. Al menos era lo que yo sabía hasta ahora del cuarto —Debéis de haber viajado mucho para tener tantas cosas. ¿Cómo sabéis qué es suficiente valioso como para quedároslo y qué vendéis? Lo cierto es que siempre he tenido curiosidad en ese tema.

Terminé de dar mi ronda y me quedé de pie en medio de la habitación, a varios metros de distancia de él. No tenía aun confianza como para acercarme más ni quería que él lo hiciese. Aún mantenía para mí la fama de todo pirata y no solía fiarme tan rápido de la gente que acababa de conocer, no era habitual en mí. Y había algo en él que no me daba buena espina, aunque aún no sabía lo que era —Gladius. Señorita Gladius—. No diría más. Ese era mi nombre al fin y al cabo, mi apellido. No había necesidad de desvelar nada más. Y si no le había mentido era precisamente porque me dejaba hospedarme allí.

Ante el comentario gracioso acerca de haberle metido en la habitación no dije nada, simplemente sonreí ligeramente bajo el velo sin darle mayor importancia al asunto. Al fin y al cabo había sido eso, un chiste fácil. Esperé allí de pie para ver qué pensaba hacer, yo poco tenía más que hablar con él así que solo me quedaba eso, esperar.

por Invitado Lun Jun 01, 2015 8:06 pm

Siento que algo me oculta. No creo que sea una amenaza, ya ha tenido tiempo suficiente como para hacerme daño y no lo ha hecho, pero algo oculta al no querer revelar ni su cara ni su identidad. No le culpo, soy un pirata, nosotros hurtamos, violamos, asesinamos y torturamos, no somos ninguna princesa de cuento, pero al igual que el abogado, al igual que el comerciante, al igual que el obrero, nosotros hacemos lo que hacemos para vivir, no somos el villano de la película tampoco.
Siento claramente su frialdad cuando dice su apellido, una frialdad punzante y defensiva, con una actitud precavida, temerosa y lo suficientemente clara como para hacerme entender que no quiere más preguntas sobre ella.

Me di la vuelta y me dirigí hacia la puerta, sin decir una palabra. Mas me detuve antes de llegar a tener contacto con el pestillo.

-No es un cofre del tesoro.- Refuté sin moverme. Es una sala de recuerdos. Las armas que ves colgadas son las que algún día algún estúpido capitán osó usar contra mi o contra los mios. Los acumulamos con el correr del tiempo, desde que el capitán Stiph era vivo hasta el momento. - Añadí secamente, con dolor en el corazón y malos recuerdos en la mente al recordar a mi capitán. - He asesinado, he cometido cosas que tu considerarías como atrocidades, pero para mi siempre ha sido supervivencia, necesidad y defensa. Aunque todo varíe desde los ojos de quien lo mire yo solo soy un vivo, lo que me separa de muchos muertos es eso; que yo he estado dispuesto a hace lo necesario para vivir y darle vida a mis hombres. - Proseguí sin voltearme, tomando fuertemente el mango de mi sable y mordiendo la angustia que fluía por mi garganta.

-No te pido que confíes en mi, ni que te quedes. Puedes irte en cuanto se te de la gana y puedes ocultarme todo lo que quieras. Pero si tan poco es lo que confías en mi deberás de tener cuidado, porque es muy fácil envenenar las sábanas. Mañana al despuntar el alba levaremos anclas hacia las islas putrefactas. No te presentes en cubierta si así lo deseas, hay quienes dicen que es de mal augurio que una mujer viaje con nosotros a través del mar y sin mi presencia ni mi aviso de tu estadía ellos podrían tomarte como polizón y echarte por la borda. Hasta mañana, señorita Gladius. - Sentencié mientras me iba de la habitación, dejando la llave sobre la almohada y cerrando la puerta.

Me senté al lado de la puerta, y allí me quedé un rato tendido sufriendo la muerte de mis familiares por dentro y rabiando de ira por fuera, para luego subir el mástil y quedarme a dormir en la junta de los palos bajo el baño de luz lunar y el canto de las estrellas mudas.

por Invitado Mar Jun 02, 2015 8:04 am

Me quedé parada justo donde estaba, frunciendo un poco el ceño por lo que acababa de pasar sin entender nada. ¿Qué había hecho para que me dijese aquello de esa manera? Me encogí de hombros y rodé los ojos. No sabía si me escucharía, pero no me quedaría callada ante eso —Para empezar, si me quisieses matar ya lo habrías hecho. Y claro que no confío en ti, pero ni en ti ni en nadie que haya conocido hace apenas unas horas y haya cruzado apenas dos palabras con dicha persona. Llámame escéptica si quieres, pero no es mi estilo. Si acepté venir es porque creo que fuiste muy amable al invitarme a tu barco y porque realmente me gustaría ver cómo son realmente los piratas, no como los pintan. Si me quedo aquí encerrada, ¿de qué servirá haber venido? —. Tras decir aquello me acerqué hasta la puerta y eché la llave.

Fue un alivio que me la diese desde luego, aunque no estaba aún del todo segura, por eso tendría las espadas cerca. ¿Ese hombre en qué mundo vivía? Claro que no me fiaba de nadie, ni siquiera de mi sombra. Después de todos los problemas que había tenido, sobre todo con la guardia real, estaba como para hacerme la confiada con cualquiera. Algunos incluso aún me estarían buscando. La suerte es que no me reconocerían si me veían la cara, pero ante unos piratas que no conocía de nada prefería mantener el anonimato, sobre todo por si en algún momento me había desecho de alguno. No podía decirle mi trabajo de antes y mucho menos por dónde trabajando a sabiendas de que mi vida podía correr peligro, no era imbécil.

Decidí aparcar el tema para poder descansar, así que me senté en una esquina de la cama, la más alejada de la puerta y me apoyé en la pared. Prefería dormir sentada solo por si acaso, después de decirme aquello me fiaba menos aun de ellos. Igual no había sido tan buena idea como yo pensaba el encaramarme a este barco tan rápido. Cerré los ojos y me dejé llevar por el dulce sueño, que no tardó mucho en hacer su aparición después de todo lo que había tenido que hacer ese día. Esperaba llegar pronto a las islas para poder hacer lo que allí iba.

por Invitado Miér Jun 03, 2015 3:51 pm

Una mañana nublada, con un tímido sol escondido bajo un manto perpetuo de nubes rojizas, el mar encrespado mostraba su desdén contra los tablones de popa y el viento nos traía el salpicón de las aguas que no llegaban a tocarnos de manera directa pero que aún así nos mojaba levemente con gotitas de mar.
Había dado la orden de reunión en cubierta hace ya unos minutos y un conglomerado de tripulantes de amontonaban frente al contramaestre Grieto, mientras que yo estaba entre el montón, encapuchado y con el paño tapándome la cara para evitar ser reconocido y poder escuchar lo que los demás hablan.

Escuchaba hazañas históricas acerca del capitán Kattan "Señor de las dagas negras", quien había acuchillado a un Leviatan con un simple cuchillo hasta matarlo, o cuando un tal Kattan "Espada siniestra" desnucó a un dragón con la empuñadura de su sable y demás habladurías falsas de gente ignorante.
También hablaban acerca de la misión, muchos decían que junto con mis hombres estaría garantizado el éxito, otros que seguramente sería un suicidio pero necesitaban dinero, y otros tantos que se creían poco menos que un ser omnipotente.

-¿Donde está el capitán?- Dijo uno de los reclutas, a lo cual todos quedaron mudos, nadie movía más que el cuello para intentar encontrar al líder de la expedición. Grieto y alguno de mis hombres ubicados detrás de el me miraron como pidiendo consejo, por lo que decidí avanzar, empujando a quienes estaban entre medio hasta llegar al frente de la informe formación.

-¡Aquí tenéis al capitán Kattan!.- Vociferó Grieto hacia la multitud.

Miré a cada uno de ellos, solo vi rostros emocionados por la aventura, indiferentes o bien listos para lo que venga... La clase de tripulación que cualquier capitán desea.
No dije nada, ellos no dijeron nada. Todo se sumió en el sonido de las olas y el clamor del viento.

-Leven anclas, ¡Que hoy iremos al mismísimo infierno! - Dije mientras me daba la vuelta y me dirigía a mi camarote.
Al decir esto una exclamación de aceptación le hizo contra al rugir de la naturaleza, mis hombres están prestos.
Todos comenzaron a ajustar las cuerdas, levantar las anclas, maniobrar el timonel, preparar la pólvora, cuchillos y demás armas mientras yo pensaba en que me encontraría en esas tan difamadas islas.

Cuando llegué a la puerta de mi habitación recordé que tenía un huésped, y que probablemente se hallara durmiendo.
Así que para no interrumpirle me dirigí a estribor y allí me quedé sentado al borde de la cubierta observando como todos trabajaban, tome mis dagas y como de costumbre comencé a afilarlas.

por Invitado Vie Jun 05, 2015 5:48 am

Un grito me despertó de lo que podría llamarse sueño. El sol ya entraba por la cristalera del fondo del camarote y pude ver con mayor claridad dónde me encontraba. Dijera lo que él dijera aquello era totalmente como un cofre del tesoro. Había cosas de muchos lugares distintos y cosas que jamás había visto. No tocaría nada por si acaso, no podía fiarme si ni siquiera sabía exactamente de qué se trataban aquellos cachivaches. Lo único de lo que estaba segura era de que aquello tenía el mismo aspecto que un cuarto de algún coleccionista. Respiré hondo y me estiré un poco antes de bajar de la cama y acercarme a los cristales para ver cómo nos empezábamos alejar de la costa.

No sabía cuánto exactamente íbamos a tardar y estaba algo preocupada. Quería salir de allí, pero con el aviso que me había dado la noche anterior Kattan ya no estaba tan segura. Al fin y al cabo eran muchos y yo solo una, cosa para nada justa en caso de alguna pelea o lo que fuese. Y si por algún motivo al final decidían pasarse a la democracia y votaban si tirarle al agua o no, lo más probable es que finalmente terminara con mis amigos los peces y lo que no eran peces. No me hacía especial ilusión ver criaturas cuando me estaban atacando la verdad. Me pasé una hora entera recapacitando en qué hacer sin llegar a una conclusión clara.

Aquel comedero de cabeza estaba siendo algo realmente tonto y absurdo. En maldito momento se me ocurrió aceptar aquella invitación, pero era cierto, tenía curiosidad por saber cómo vivían los piratas. Igual podría desvelar aquel mito de que eran unos sanguinarios que lo único que hacían en el barco era tener a los grumetes limpiando y los demás de peleas y bebiendo. Aunque por ahora no podía ver más allá de lo que mis oídos me permitían, y no entendía nada.

Entonces fue cuando decidí abrir un poco la puerta y asomarme fuera, después de todo se supone que aquel era el camarote del capitán. Con un poco de suerte pensarían que había pasado la noche con él. Lo malo sería que pensaran que ellos también tenían derecho y sería cuando se montaría la gorda. De todas maneras no podía quedarme más tiempo allí sin hacer nada o me volvería loca, así que me até bien la capa, me puse la capucha hasta taparme del todo y me quité el velo. Sabía que de los que estaban allí lo más probable es que no hubiese tocado a ningún familiar y menos que hubiese guardias del gobernador, por lo que podía estar segura dentro de lo que cabía. Además, llamaría demasiado la atención con el velo y sin él podía llevar la capucha y aparentar ser cualquier otro grumete. O al menos era mi idea.

por Invitado Dom Jun 07, 2015 11:35 am

-¿Quien es la mujer que anda en la cubierta?- Preguntó grieto al sentarse a mi lado, mientras yo terminaba mi labor de afilar mi metal.
-Sinceramente no tengo idea.- Contesté sin mirarle, mas observando a todos en cubierta asegurándome que cada cual estuviera en lo suyo.
-¿Es una prostituta? Inquirió el contramaestre luego de meditarlo un rato - Usted sabe bien que la mar se pone celosa si nos acostamos con mujeres a bordo mi señor. Añadió.
-Puede que su trabajo sea entretener a los hombres con su cuerpo, pero al menos yo no me la he tirado aún, ni en esta nave ni fuera.-Respondí mientras las embravecidas aguas nos salpicaban las espaldas y las gaviotas detenían su canto estridente ante el coro de los vientos.
-Pero señor, ¿Entonces quien es ella? ¿Que hace aquí? ¿Que es ella? ¿Para que está en este barco? - Inquirió Grieto interrogándome.
-No lo se Grieto, solo se que quiere ir a las islas para conocer mundo, y que está armada, no se si será una asesina o una mujer importante, pero me cae bien, y mientras mi garganta no está abierta en canal ella tendrá derecho de estar mi nave.- Respondí tajantemente, haciendo que el contramaestre se callase y se retirase en silencio -Aunque los dioses y la mar no estén de acuerdo- Proseguí para mi mismo, mientras miraba como el cielo nos mandaba la lluvia sobre nuestros lomos.

Me levanté de mi asiento y me dirigí al camarote para guarecerme de la lluvia y de paso ver como se hallaba esta misteriosa mujer.

por Invitado Miér Jun 10, 2015 10:42 am

Al parecer no dio resultado mi idea de pasar inadvertida, pero no me preocupé mucho. Lo peor que podía hacer después de todo era eso, mostrarme débil, y ni lo era ni lo parecería. Es por ello que no me escondí más y salí hasta poder estar en cubierta y me dediqué a pasear por allí, viendo mejor aquel barco del que la noche anterior no tuve ocasión de apreciar. Estaba bien. No era muy de observar navíos y mucho menos de subirme en ellos, pero era la única forma en la que podía viajar a lugares como aquellas islas. Me acerqué hasta uno de los laterales del barco y me apoyé para poder ver por dónde íbamos y, a la vez, fijarme en el mar. Al ser la primera vez que viajaba en barco me pareció algo bastante interesante poder apreciar el movimiento de las olas desde allí.

Fue entonces cuando noté en la mano pequeñas gotas que comenzaron a caer. Gracias a dios, hacía tiempo que no disfrutaba de una buena lluvia, aunque no me hacía gracia eso de estar en un barco con una tormenta. Fruncí un poco el ceño y miré hacia arriba, con la consecuencia de que la capucha se resbalase por mi pelo y cayese sobre mi cuello, pero mereció la pena. Cerré los ojos al notar las gotas impactando sobre mi cara. A los pocos minutos, cuando comenzó a caer bastante más fuerte, volví a echar el cuello hacia delante y abrí los ojos para ver como el mar comenzaba a picarse.

Podía notar el nerviosismo a mí alrededor, todos corrían de un lado a otro, supongo que apañando el barco para que no hubiese destrozos con la lluvia, al menos esa fue mi impresión. Me quedé unos minutos más mirando hacia las islas a las que nos dirigíamos y esperando que no tardásemos mucho. Solo entonces me giré y comencé a andar decisivamente de nuevo hacia el camarote. Cuando estuve bajo un techo empecé a secarme la cara como pude. Pensé en quitarme la capa, pero no me resultó tan buena idea cuando vi allí dentro a Kattan. Después del desplante de la noche anterior no me apetecía saludarle, pero algo tenía que decirle. Mi educación me lo pedía a gritos —Gracias por tu hospitalidad. Espero no ser una molestia para tus tripulantes —. Dicho esto fui hacia una silla que había por allí y me senté, sin mirar nada en concreto. Solo quedaba esperar a llegar.

por Invitado Sáb Jun 13, 2015 12:16 pm

Al entrar a la habitación no le encontré a ella, solo me encontré con las miradas pérfidas y desesperanzadas de los dueños de las armas que adornaban los blasones, el aroma que dejó en el aire la nueva tripulante y la lluvia interna de recuerdos que acongojaban mi corazón... Después de mucho tiempo sigo sin poder entrar a este lugar y no entristecerme. Miré a mi izquierda y una vez más le vi a él, al capitán Stiph sentado en su escritorio bajo su pistola y su sable, mirando a la nada con sus ojos pero penetrando mi armadura de severidad con la mente... El es el único que me mostró cariño verdadero alguna vez, el único que me ha dicho que dentro de mi hay más que un bandolero descorazonado...
-Siento haberte fallado, debí haberme quedado junto a ti, pero un día vengaré tu nombre-. Dije para mis adentros.

Entonces me pareció escuchar una voz débil y lejana a mi mundo, que pareciera venir desde el mar llamándome de vuelta a la realidad, mas yo no le presté atención hasta que de repente la figura de mi capitán se esfumó volviéndose nada en el momento en que Gladius se sentaba en la silla del escritorio debajo de las armas del recuerdo.

Entonces realicé que estaba soñando despierto de nuevo, y que despertaba solo para encontrarme en la pesadilla de la realidad nuevamente.
Puede que la voz que percibí fuera la de ella pero no alcancé a oír lo que decía metido en ese estado de trance.
-Perdón, ¿qué me decías?-. Le pregunté al incorporarme con los ojos bien abiertos observando mi derredor.

por Invitado Jue Jun 18, 2015 4:25 pm

Me quedé quieta hasta que respondió, aunque más bien no fue una respuesta. Por lo visto aquel tipo estaba muy distraído o se le iba bastante la cabeza. Debía apuntarme aquello para próximas conversaciones. Ahora era el momento de cuestionarme si había hecho bien en subirme a aquel barco, pero ya no podía dar vuelta atrás. Solo quedaría esperar hasta llegar a las islas. Respiré hondo mirando hacia otro lado justo antes de volver a mirarle —Nada. No importa —. Después de todo no era de las que repetía las cosas. Decidí entonces que aquel sería un buen sitio para quedarse mientras la lluvia pasaba.

Después de un rato mirando a la nada comencé a hacer divagaciones, pensando en lo que podría encontrar en aquella isla. Igual había monstruos o igual no. Puede que fuese algo tranquilo o que no lo fuera. Lo único que tenía claro es que nunca había estado y quería poder deleitarme con las maravillas u horrores que allí pudiese encontrar. Volví a ponerme la capucha cuando noté que se había secado ligeramente, aunque aún estaba húmeda. Me incomodaba estar allí con aquel tipo, pero era eso o mojarme bajo la tormenta, así que no tenía más remedio que estar allí.

No me consideraba alguien que hablase mucho y menos que se relacionase con la gente así porque sí. Y en aquel momento no tenía verdaderos motivos para hablar con aquel tipo de nada, por lo que me limité a estar allí pensando en mis cosas mientras él hacía las suyas. Lo cierto es que sería un viaje bastante largo por lo que pude comprobar.

por Contenido patrocinado

Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater