Caminos Cruzados [Privado Con Noir]

por **Yuuki Okami** Miér Mar 30, 2016 2:29 pm

Rihm era conocido por su amplio historial criminal y por la gran variedad de objetos que se conseguían dentro de ella, toda arma, hechizo, maldición, enfermedad,droga, artilugio e incluso parte del cuerpo se conseguía allí si se buscaba bien, gran cantidad de comerciantes sin renombre llegaban a aquel lugar para vender toda clase de porquerías libremente, un lugar desagradable, con un mar de personas que mantenían la ciudad llena de actividad colocando puestos y chozas para exhibir sus maleficios a cualquier pagano que tuviera el suficiente dinero para adquirirlos, calles y calles llenas de gente encapuchada y armada con el objetivo de no ser identificabas se encontraban ahí, esperando a su próximo cliente, pero los pocos con el rostro descubierto eran simples ciudadanos que solo iban de paso para seguir con su camino como cualquier persona normal, y por supuesto, la basura que era arrastrada por unas pocas monedas llamados vagabundos que mendigaban por ahí en busca de una miserable suma para gastarlo en comida o en droga.

Era extraño ver a seres de raza por aquel lugar mal oliente, casi todos los que pululaban por ese sitio eran híbridos sin habilidades las cuales que destacar, la gente solo iba allí por tres razones, Gastar dinero, ganar dinero o adentrarse más en Chaos para buscar problemas, el sector criminal era el pan de cada día, a cualquier hora del día se veían como personas perseguían criminales y al final eran apaleados y humillados en público para "enseñarles una lección", ese era el código, no había autoridades, ni guardias, ni policías, ni personas del gobierno para intervenir con este asunto tan complejo, el código era claro y si se rompía sufrirías las consecuencias, no robar mercancía, y no hacerse responsable de la compra.

Pero aquí es donde entran los profesionales del hurto, hombres y mujeres tan ágiles que en muy pocas ocasiones son detectados por alguna persona, seres tan precavidos que rompen este código y se salen con la suya ganándose el respeto y el odio de muchos, pero algunos, pasando desapercibidos solo para comer en silencio y ganar en el anonimato, y este era el caso de aquella jovencita con ropa harapienta que se encontraba allí el día de hoy. Vestida como el resto de vagabundos, de su cuello colgaba un pequeño Magatama de color verde, mientras que en su mano una pequeña flauta en mal estado resaltaba, ya que creaba un ambiente totalmente distinto al de otros vagabundos.. no era triste y desesperada, todo lo contrario, se le notaba feliz y alegre tocando de su instrumento mientras caminaba tropezándose con muchas personas, la llamaban mocosa, ciega, torpe y otras palabras menos agradables cada que tropezaba con alguien, pero entre manos se escondía algo mucho más importante con cada tropiezo "accidental".

Parecía torpe, pero era todo lo contrario, hurgaba en cuestión de un segundo dentro de los bolsillos ajenos con sus manos cuando simulaba un choque y en menos de nada, arrebataba pulceras, relojes, monedas, o cualquier cosa que brillara mientras que dentro de un pequeño bolso lo guardaba todo al disculparse con gran disimulo, tenía un sistema muy sencillo y efectivo, salía inocente de la situación solo ganándose un insulto. Mantenía una gran sonrisa, como una chiquilla feliz e ignorante mientras que movía su cola hacia los lados como el de un canino feliz, mientras que sus ojos de color carmesí se mantenían atentos solo para buscar rutas en caso de que le detectaran demasiado rápido, mientras que sus dos grandes orejas funcionaban como radares de audio para evitar con este a las personas que robaba.

Ya había terminado su ronda diaria pero se cruzó con alguien que llamó particularmente su atención a lo lejos, era diferente al resto, más alta y sin su rostro tapado para evitar el anonimato.. piel blanca y cara perfecta, una mujer con orbes rojizos que caminaba como si nada ante toda esa inmundicia y mal olor.. ¿Quién era?... la chica era toda una curiosa y sabía que debía tener algo valioso, pero primero debía llamar su atención y sabía como hacerlo, era tan simple como pedir una limosna así que caminando con rapidez simplemente tocó la espalda de aquella chica esperando a que esta girara para verle. Disculpe señorita, tan solo soy una cachorra que busca un poco de dinero para alimentarse, ¿Tiene usted un corazón de oro para darle una pequeña moneda a esta pobre criatura del abismo? Dijo mientras movía un poco su oreja derecha hacia un lado, era más bajita que aquella misteriosa mujer... así que alzó sus manos como cualquier limosnero mientras que sostenía su flauta averiada. A cambio podría tocar una canción para usted.

por **Noir L. R'Lyeh** Dom Abr 03, 2016 7:09 pm

-Mrrrj…- unos suspiros… - Muuurrjjj…- otros suspiros y otros más siguieron al suave sonido de los roces de las sábanas en medio de un perfecto soneto de griteríos, música y otros barullos que conformaban el maravilloso ambiente de la efervescente Rihm. Ciudad de los pecados y hangar de la locura.

¿Qué otra ciudad si no Rihm, para hacer estallar al máximo las vastas carnalidades y los amplios deseos?

-Mrrrjj…- más susurros y el roce de las sábanas. Una habitación sin memoria, un estuche de chelo recostado en una esquina, un par de botas tiradas al otro lado, un hermoso corsé negro, pantalones cortos y otras prendas más, mientras una espigada figura yace extendida sobre la adoselada cama, moviéndose de tanto en tanto, con el tick tack del reloj y los profundos ecos de Rihm, hasta que….

-¡Arrrjjj!...- la clara sábana de seda voló por los aires en ondas y ondas, danzando hasta caer al piso. Unos finos pies de blanca nieve se posaron sobre la alfombra mullida junto a la cama y la escultura sobre estos se hizo empoderada con una estructura casi tan pecaminosa como las mismas súcubos.
–Por los mil demonios… - susurró apenas la fémina de ardientes ojos rojos despertando apenas los mismos, miró a su derredor y con paso sutil se acercó a las pesadas cortinas de la ventana extendiendo desganada uno de los dedos hasta esta y la apartó ligeramente a la par que lanzaba un bufido, fruncía el entrecejo y apartaba el rostro.

El sol aún destellaba sobre los lomos de Spirit Soul, a pesar de su ocaso inminente, seguía brillando con ligereza cosa que no siempre era un problema para Noir, sin embargo tras no poder dormir en todo el día y tras una noche un tanto agitada, su nivel de irritación esta en un pico ligeramente elevado, por lo que viró sobre sus pies y se metió a la bañera dejando la ducha abierta sobre sí por un largo rato.

Pasada unas horas y con los ánimos un poco más calmados, cogió un par de prendas, su “chelo” y se precipitó a las calles a cumplir con su cometido principal, Pociones. Tras varias cacerías, su stock de pociones se encontraba un tanto escaso y tenía otra más en camino por lo que debía muñirse de forma impecable.

Guardó en su cinturón principal una pequeña bolsita de monedas mientras que su principal dote lo resguardo de forma más segura, se abrochó la capa al cuello, fijó una pistola a su muslera y se echó el porta chelo al hombro, para luego llevarse por las calles abarrotadas, distrayéndose en uno que otro puesto. Compró algunas que otras cosas y se hizo con algunos artilugios que le ayudarían a mejorar sus espadas. Pasó por otras tiendas más y finalmente decidió dirigirse a las tiendas de herbología y alquimia cuando cierto toque sutil hizo que su piel se le erizara. Lentamente y con la mirada afilada viró el rostro depositando su atención en cierta criaturita que tenía a su espalda.

Por un momento Noir simplemente la acribilló con su fría mirada, observándola de pies a cabeza cual espectador ante una roca, hasta que logró fijar sus pupilas en las de la pequeña. Una especie de hueco pesado se dibujó en su pecho como si un maestre compás se lo hubiese trazado y cavado en cuestión de segundos. Su expresión vaciló por un segundo figurando la extraña fluctuación en su espíritu, pues por un segundo una poderosa sensación de abofetearla se había apoderado de ella como también una terrible angustia y deseo de borrar esas dolorosas palabras. -“Pobre criatura del abismo” – retumbó en su mente al igual que la tremendamente miserable idea de ofrecer una melodía con tal maltratado instrumento.

Un profundo suspiro escapó de la fina nariz de la vampiresa, quien giró sobre sus pies dándole el frente a la cachorra, apretó con fuerza el puño que tenía escondido bajo la capa y se inclinó inexpresiva hasta quedar frente a su rostro – ¿Podría acaso una criatura del abismo ser capaz de tocar una canción?... ¿Puede una ser miserable acercarse a tal arte de prodigios y divinos, con tan maltrecho aparatejo?... – susurró suavemente con cierto aire fiero y regio. -¿Por qué pretendes herirla Noir? – se preguntaba a sí misma debatiéndose aquello que extrañamente esos pequeños ojos del mismo color que el suyo habían despertado en su interior.

por **Yuuki Okami** Mar Abr 05, 2016 4:51 pm

Su impotencia era grande, mujer de gran porte, sin una pizca de piedad por las almas menos afortunadas que se encontraban a su lado... resultaría lastimada si hacía algo que no debía y esta se enterara.. además, lo sentía bien, en su corazón había algo que resultaba dificil de explicar.. no sentía aroma alguno.. no escuchaba un latir o una llama viva de espíritu en su mirada.. alma dificil de explicar pero complicada de convencer, La pequeña loba era desafortunada al sentir tanta curiosidad por saber más de ella. Ojeo bastante bien lo que llevaba encima.. un cinturón con varias bolsitas dentro.. había botín para comprar algo mejor, todo mientras trataba de convencerla para darle un par de monedas.. pero una mirada llena de indiferencia y mal humor clavó la vista justo en las orejas de aquella criatura del abismo.

Entonces una pregunta brotó en el aire.. como un golpe bajo a su inocencia, ¿Una chica como ella no podía tocar música?... no sabía exactamente como responder a aquella pregunta a decir verdad, pero era cierto que tocaba bien, no como toda una profesional, pero si que la mayoría de gente que le rodeaba. Giró su cabeza por la pregunta de la chica y entonces miró su pequeña flauta averiada y arreglada con cinta, entonce estiró sus manos para que ella la viera mejor. Esta flauta.. la hice cuando era muy pequeña. sonrió muy levemente cuando dijo eso Tiene la misma fragancia y espiritu que una criatura del vacio... y está averiada por los errores que yo cometí, así aprendí a tocar. Movió su cola de lado a lado y una de sus orejas hizo un rápido movimiento. Aprendí a tocar con las experiencias que la vida y la naturaleza me han dado.

Frías palabras de un ser sin alma, que aunque punzantes no lastimaban a aquella criatura del abismo, la canina era una persona de bien a pesar de todo, "Si alguien te golpea, pon la otra mejilla" Y aunque sea un ser miserable, me siento feliz de que la vida me haya otorgado este don, aún con mi querido y averiado aparatejo. bajó sus manos y nuevamente le miró a aquellos ojos carmesí. ¿Desea ayudarme? Siento que usted tiene un corazón de oro bajo esa fría mirada.

por **Noir L. R'Lyeh** Lun Abr 25, 2016 10:50 pm

El extraño hueco que aquella mirada cargada viveza le producía en el pecho se hacía cada vez más y más profundo, como si de aquellas pupilas destilara algún tipo de ácido directamente al seno de su alma. Agudizó la mirada y frunció ligeramente el ceño en un aire de desdén.

-¡Hum! – bufó ante las aseveraciones de la desaliñada pequeña y espabilo su psique con un profundo suspiro – Antes que una deleitante melodía, ¿me ofreces acaso la obertura de tus errores y la sonata de tus fracasos? – Se elevó nuevamente en toda su elegancia y altura - ¿Qué beneficio podría traerme ofrecer mi dinero a cambio de un cuento de lamentos y penurias?. ¡Vaya negocio el que propones pequeña! – le espetó con una voz en extremo calma, profunda y hasta casi tan dulce como el aire.

Intentó pasar un poco de saliva por su garganta, más ciertos hilillos de pena parecían escapar de las hebras castañas de la niña y se entretejían a los músculos de su cuello ahorcándola ligeramente. Y es que ¿tanta semejanza podría existir o acaso era simplemente sus ansias de hallar a su pequeña hermana?

Otro intento más se fijó en su cuerpo, buscando mover sus pies. Más fácil sería olvidar tal tontería y continuar su camino, pero ¿Por qué?.

Sus finos dedos se deslizaron en el pequeño saquito que traía en la cintura y desenfundaron una pequeña moneda de oro, la cual en un pequeño truco la aventaron al aire con un casi inaudible silbido. – Ni ayuda ni condena… un simple penique de oro no alejará a la muerte de tu garganta, ni mucho menos dará aliento a tu nariz… - le susurró mientras la pieza de metal giraba al aire adquiriendo altura. – Es solo un desperdicio de mi parte y un fracaso del tuyo. Migajas de una vida a la cual se supone le debes la existencia. – negó y atrapó la moneda antes que cayese al piso y la deposito en la cabeza de la pequeña.

-Ahora me debes… - le dijo con suavidad y severidad.

No admitía ninguna de las afirmaciones de aquella pequeña, y sobre todo de ella. No había una razón lógica, tal vez su parecido con la pequeña hermana que perdió o el hecho de que aquella mirada tan tibia enmarcada con aquel rostro tan inocente. La llenaba de ira, sus palabras eran incorrectas y aún siendo justas y propicias para un sinfín de seres en todo Spirit Soul, en aquella loba, únicamente en ella, no podía admitirlas. ¿De dónde rayos había salido alguien con tal poder de airarla con tanta facilidad?

por **Yuuki Okami** Lun Mayo 02, 2016 1:05 am

Las palabras deprimentes creaban cierto aire sombrío en el ya de por si ambiente negativo de Rihm, las frases filosas nacían de sus labios con el objetivo de intentar herir directamente a la jovencita limosnera que aunque ignorante, tenía un gran don para la escucha y le fue inevitable suspirar por lo bajo mientras miraba su averiada y fea flauta. -La obertura de mis errores... y la sonata de mis fracasos. repitió sus palabras al mismo tiempo que sus delgados dedos limpiaban pequeñas manchas de su instrumento de viento. Bajó sus enormes orejas al mismo tiempo en que la mujer de facciones perfectas recobraba su imponente postura, le hizo sentir como un ser inferior por un segundo, pero a decir verdad era muy posible que lo fuera, su sonrisa desapareció por un segundo y luego la punta de la flauta se cayó, la cinta que la unía estaba muy gastada.

Amor.- Fue su única palabra, se agachó para recoger el pedazo de su pedazo de maderucha.-Amor es de lo que carece el espíritu de un alma tan grandiosa como la suya.- poco a poco esa pequeña sonrisa apareció en su rostro, que se encorvó poco a poco dejando al aire pequeños colmillos caninos, mientras que sus orejas nuevamente subían por lo alto. -Y aunque yo no pueda hacer nada para crear en usted una semilla de amor, este ser insignificante lleno de lamentos y penurias hará un gran esfuerzo para ayudarla- aquel movimiento tan alegre de su larga y y sucia cola no cesaba. -Lloraré por usted cuando más lo necesite, y crearé una canción tan hermosa que todos desearan escucharla en sus tabernas, ¡Lo haré por usted!-

Entonces la vio, con una perfección sin igual lanzó una moneda al aire y sus ojos rojos se quedaron observándola subir mientras giraba con rapidez al mismo tiempo que la fémina hablaba con gracia, una nueva frase salía de los incoloros labios de aquella vampiresa. -¿Una muestra de piedad?...- no sabía como responder exactamente, trató de pensar en algo rápido, pero un pequeño golpecito en su cabeza solo logró desconcentrarla un poco.. fue allí cuando tomó la pequeña cantidad que le habían dado. -... una monedita brillante.- con un tono bajo de voz habló, entonces, de su cinturón sacó una pequeña bolsa en donde al parecer guardaba su dinero, ¿Cuanto traía consigo? agitó un poco la bolsa y sacó de ellas tan solo tres monedas muy similares, en total con la que le regaló tenía cuatro, algo realmente miserable.

¡Que los Dioses bendigan tu corazón de oro! Agradeció la chica mientras daba un pequeño salto con las monedas en su mano, su flauta rota estaba en su cinturón, la guardó después de tomar su bolsa. -¡Cuatros monedas! ¡Una manzana para la cena!- dijo con emoción mientras que giraba sobre si misma, como si de un baile se tratara. Era realmente una chica optimista, pero a pesar de esto era muy torpe, y en ese momento lo dio a relucir, mientras que giraba se tropezó con su propia cola y perdió el equilibrio haciéndola caer hacia delante, terminó boca abajo en el sucio suelo y las monedas se salieron de sus manos al caer.. todas, a una rejilla de la alcantarilla de la ciudad de Rihm.

Auch.. Auch...- se quejó la pequeña loba sin ser consiente de lo que había hecho, el sonido de las monedas cayendo al agua hicieron que esta mirara directamente hacia la rejilla,perdió todo lo que con tanto esfuerzo se ganó. -...- no dijo nada, se levantó poco a poco limpiando su ropa de la tierra utilizando sus manos. N-no te preocupes Yuu.. S-solo debo.. ¡D-debo tocar un poco más! D-de seguro a los visitantes les encantarán mis cancio- no completó la palabra, recordó las palabras de la mujer. Mis.. errores y fracasos..

por **Noir L. R'Lyeh** Miér Mayo 04, 2016 10:30 pm

Sus orbes de tinte escarlata, enmarcados por aquellas largas y muy pobladas pestañas, titubearon con cierta fineza al dormirse en una mirada reveladora, pues ante ella su mayor debilidad cobraba vida, se bamboleaba y regodeaba autodenominándose “Criatura del abismo” mientras con el dulce aroma de la añoranza esparcía picardía y cierta travesura en cada palabra y en cada gesto.

Su férreo temperamento empezaba a fisurarse con la simple curvatura de su sonrisilla, con cada parpadear suyo y con los inquietos movimientos de su peluda colita. Simplemente la estaba erosionando con su sola existencia. Tan pequeña y a la vez tan radiante en su propia miseria e inanición, florecía con cierto dejo de valentía aún si su delicado y castaño pelaje apenas y estaba cubierto con prenditas llenas de hollín y sudor.

Noir sentía como cada centímetro de su cuerpo vibraba bajo la presión de sus emociones ahora completamente erizadas bajo su blanca piel, los huesos parecían quebrársele bajo la musculatura, la cual a su vez vibraba con desesperación intentando empujar a toda su señoría a que se desmoronase ante la pequeña en un abrazo cargado de la más poderosa fuerza que los mismos podían ejercer. Su mente desesperada parecía desplegar todo un mundo enciclopédico de frases de protección y consuelo como si toda una vida, un escriba dotado, hubiese estado formulándolas con las más perfectas palabras a fin de acunar el corazón más adolorido con alientos de vida.

Y al final en su propia travesura tuvo que mencionar aquello dejando a la joven vampiresa en una especie de shock. Intentó pasar un poco de saliva por su garganta y mantener su inexpresivo semblante tan prepotente como siempre, sin embargo al apretar con dificultad la lengua contra los dientes y forzar a su garganta a dejar pasar el fluido corporal, las finas musculaturas de su cuello se tensaron al igual que sus finos y brillosos labios, evidenciando que aquellas palabras no habían pasado desapercibidas.

Amor… Lo suyo era mucho más retorcido y en pos de lo suyo ahora era una trotamundos sanguinaria. En pos de su “amor” ahora era una simple asesina a sueldo… unas monedas, un poco de información por su dignidad.

¡Pero qué gran error! Tan solo unos segundos despegó de la realidad para que la pequeña engatusadora se hiciese con lo suyo. -¡Oh qué pequeña ladrona más astuta!.- pensó Noir arqueando la ceja derecha en una expresión de desaprobación, mientras se taladraba la cabeza con cientos de reproches y preguntas a la par que su fino torso se ensanchaba en costillas y pulmones con un profundo suspiro.

Más al momento en que sus pies dispusieron despegar en una ligera persecución un pequeño golpecito hizo que la delgada vampiresa quebrase su expresión en una crispada ¿por el dolor?. Y es que la pequeña en toda su humilde e inocente algarabía terminó por arruinar la gran hazaña dejando que las pequeñas monedas se colasen en una sucia y húmeda rejilla mientras ella iba de barbilla contra el caliente e irregular asfalto.

Lentamente fue abriendo el ojo que había cerrado en la expresión que acompañó a la pequeña en su caída y frunció las cejas en una especie de aire de compasión, volvió a suspirar y tras girar para adentro y para afuera las propia idea, lentamente se acercó hasta el sitio en el cual la pequeña yacía. Volvió a afinar su expresión y la cargó nuevamente con aquel gélido aspecto de siempre.

-¡Haa.. ah!- soltó al momento en que depositó su último paso en un sonido hueco junto al brazo de la pequeña tendida. – Me pregunto ¿Si el pago por una sola moneda era que tú te convirtieses en la portadora y exhibicionista de mis sentimientos, cuál será el pago por las otras tres que acabas de hacerme perder?. – su voz sonaba tan profunda, serena y suave como antes e inclusive un tanto más afable. – Tsk tsk tsk…- negó a la par que depositaba su mirada en la pequeña loba ahora en pie junto a ella y oyó sus últimas y apagadas palabras, las cuales solo hicieron que Noir volviera a suspirar, se maldijese una y mil veces mentalmente y apretase nuevamente los labios.

-Nunca…- continuó posando la mirada en la oscuridad de la rejilla – Des por muerto a tu enemigo mientras no veas su alma despedirse de su mirada. – le dijo pausadamente mientras sus finos dedos tan pálidos como la luna que se iba alzando a lo lejos se elevaban en el aire en dirección al desaguadero – Y nunca festejes un botín hasta que tu víctima esté completamente fuera de tu vista.- finalizó y moviendo lentamente sus dedos ejerció cierta atracción telequinetica sobre las modenillas al fondo de la coladera, las cuales se elevaron entre las varas de metal tintineando suavemente. Las hizo flotar hasta ellas y las hizo girar en el aire. – Nunca puedes saber qué tan astuto o poderoso puede ser el desafortunado… o qué tan – bajó la mirada observándola de pies a cabeza.- hábil hayas amanecido ese día.

Dejó caer las monedas en la palma de su mano y despejó la mirada sobre el gentío multirracial que pululaba junto a ellas. – Por las tres monedas restantes…- volvió a hablar…- Serás mi porta maletas, el vertedero de todo alimento que ya no pueda consumir y la percha de toda prenda que ya no pueda usar. – Delicadamente depositó las cuatro monedas en la cabecita de la castaña y giró hacia ella inclinándose de tal forma que sus rostros quedasen frente a frente.- Y créeme.. soy una negociante muy odiosa… si no cumples con los servicios que acabo de comprar con estas cuatro monedas, te cazaré y te haré devolverme la suma multiplicada por veinte millones.- Fijó su roja mirada en las pupilas de la loba indicándole la severidad y veracidad de sus palabras así como una pizca de la peligrosidad que podría representar tenerla como enemiga.

Estaba claro que por más que sus acciones, palabras y deseos parecieran un tanto toscas, en cierto modo buscaba responder a las inquietudes y necesidades que aquella niña generaba en ella, sin contar con que algo en su frio corazón la encadenaba al menester de acoger a aquella traviesa limosnera ladrona.[/color]

por **Yuuki Okami** Lun Mayo 09, 2016 8:16 pm

Era una chica desafortunada de verdad, que gran torpeza fue la que cometió al intentar hacer las cosas sin pensar, ahora solo llevaba consigo un dolor en sus brazos y piernas por la caída, también probablemente terminaría en problemas por abusar de su buen acto, pero era cierto que la necesidad a veces le ganaba.. tenía mucha hambre, y la basura de Chaos no era realmente la mejor de todas, suspiró por lo bajo y agachó nuevamente las orejas a la espera de una reprimenta por parte de la joven y hermosa mujer, le llamó ladrona y todo.. un pequeño quejido canino salió de su garganta y fue ahí cuando esperó algún golpe o algo como castigo, ya había recibido bastantes en el pasado así que estaba un poco a costumbrada a ellos.

Pero las palabras de aquella mujer eran confusas para la canina, no entendía muy bien, de hecho le causaba un poco de miedo cuando hacía referencia a muertes y esas cosas, ¿Acaso iba a matarla o algo así?.. solo eran un par de monedas, retrocedió un poco y tragó saliva, intentó no mirarle a la cara, pues tal y como se temía le estaba reprendiendo.. algo podría hacer para remediar lo que hizo.. L-lo siento.. es que yo... no sabía.. dijo entre dientes mientras juntaba sus dedos y comenzaba a jugar con ellos en frente de la aparente vampiresa -B-buscaré la forma de pagarle...- dijo al mismo tiempo en que su vista se desviaba a diferentes lugares de la calle, no había a donde escapar y le estaban viendo ya varias personas, no había donde ir.. lo más responsable era quedarse y responder por sus actos.

Pero nuevamente frases extrañas salían de la boca de la mujer misteriosa de la cual no sabía ni su nombre, sombrías palabras que le hacían erizar su piel un poco, entonces notó que ella veía un lugar en particular, así que giró la vista también, y allí se encontró con una gran sorpresa, ¡Esas monedas levitaban! Claro, no debería asombrarla tanto, después de todo sabía que la magia no era un simple cuento.. aún así le pareció asombroso. Aplaudió y nuevamente, esa sonrisa tan limpia e inocente iluminó su rostro. -¡Usted es increíble señorita! No entendió la indirecta de torpeza que insinuó, pues se fijaba en el movimiento giratorio de las monedas que en ese momento bailaban para la pequeña loba, luego lentamente cayeron sobre la fina mano de la mujer de ojos carmesí.

Sus palabras eran un poco difíciles de asimilar.. le costaba entenderla bien, pero algo pudo comprender después de que terminó de hablar, y un movimiento en su cola indicó que estaba de acuerdo con lo que decía. -E-eso quiere decir... ¿¡P-podré acompañarte y me darás de tus sobras?! ¡E-es fantástico! se acercó un poco más, e instintivamente olfateo un poco a la chica, sus manos, para ser más precisos, luego volvieron a tocar su cabeza, solo para dejar las monedas sobre su enmarañado y sucio cabello. Ahora pudo verla frente a frente, se había agachado mientras la pequeña tomaba las monedas, entonces pudo ver que tenían un color similar de ojos.. como el de las más deliciosas y dulces manzanas, y una amenaza algo intimidante no logró bajarle el ánimo.-Sus palabras son tan amargas como la capa que recubre su corazón... guiñó uno de sus ojos en frente de ella. ¡Está bien! ¡Yo seré la llave para abrir esa amarga capa! ¡Pero será trabajo suyo regar la semilla de cariño que yo plantaré en el!. ¡Y el amor que le de, yo lo multiplicaré por cuarenta millones!

por **Noir L. R'Lyeh** Sáb Mayo 21, 2016 8:01 pm

Apenas frunció las finas cejas un tanto sorprendida por la naturalidad con la que aquella pequeña terminaba ardiendo en una infinidad de emociones, preguntándose muy en el fondo cuanto más podría fingir, pues no lograba concebir semejante….- Libertad- se dijo a sí misma observando cada pequeña línea dibujada en los ojos de la loba, cada pequeño pliego en su rostro, cada pequeña luz destellando en sus hebras.

Lentamente fue alimentando sus pulmones con el pesado aire de Rihm a la par que se erguía nuevamente sobre sus pies sin despegar la mirada de ella tan confundida como nunca antes pudiese haber estado, preguntándose miles de cosas y a la vez terminando en una sola. ¿Cómo alguien tan pequeño y sin corromper ha podido vivir en estas tierras por tanto tiempo si haberse marchitado?

Marchito. Era verdad, aquella pequeña pieza vieja y rota en sus manos la había encadenado por completo junto a sus palabras. Al fin y al cabo las palabras podían convertirse en pesadas e inquebrantables cadenas.

Noir dejó escapar el aire de sus pulmones con un profundo suspiro y pasándose la lengua por los labios, elevó la mirada a lo lejos mientras se arreglaba la capa que traía y se aclaraba ligeramente la garganta.- No pierdas el tiempo con ese tipo de tonterías.. – le dijo ajustándose el cinturón – Tendrás demasiado trabajo intentado seguirme el paso… - continuó a la par que revisaba el saco de las compras y chequeaba la lista que traía en el pequeño dispositivo electrónico en forma de brazalete.

Volvió a acomodar la bolsa al hombro y viró de nuevo el rostro hacia la niña, con la expresión tan gélida como siempre más con un ligero tinte de desaprobación…- Sin embargo… - torció ligeramente los labios y la inspeccionó de pies a cabeza para terminar con otro suspiro un tanto cansino. –No toleraré esto..- chasqueando suavemente la lengua, elevó la mirada hacia la amplia calle y tras unos segundos pareció algo convencida para lo que bajó la mirada y solo soltó un simple – Sígueme.- al momento en el que sus largas piernas apartaron la capa que la cubría en medio de una interesante caminata, sutil y elegante como solo ella podía ser.

Tenía algo de dinero sobrante, la niña la seguiría por una temporada según se figuró la vampiresa y no era muy apegada al desaliño y suciedad, por lo que inevitablemente tendría que comprare algo de ropa, meterla a una prolongada hora de baño y arreglarle el cabello, sin contar con que debía alimentarla. –Noir.. tú y tus actos de caridad sin sentido.- se regañó internamente mientras sus ojos pasaban de tienda en tienda buscando prendas adecuadas al tamaño de la niña. –La llevarás a una ciudad mejor y te asegurarás de entregársela a los Rubinus en cuanto te sea posible.- siguió pensando embriagada por un coctel de extraños sentimientos tan polvorientos como lo eran sus recuerdos.

-Cumple tus palabras… - una extraña voz se le cruzó en la mente y sus ojos se abrieron de par en par a la merced de una punzante memoria que rebelde intentaba invadirla. –Sálvame de mi misma…-

por **Yuuki Okami** Sáb Jun 04, 2016 4:28 pm

Su nueva acompañante se notaba bastante fatigada, veía en su expresión la confusión al notar su alegría que sin duda alguna la mantenía con vida, ¿por qué tanto empeño en destruir la pirámide de cartas llena de optimismo que construyó con los años? No era muy feliz, lo notó en su ser en cuanto los cansados suspiros salían de sus finos y hermosos labios, ella aunque disimulaba bien se enteraba a la perfección de esos pequeños detalles, ¿No era muy feliz al parecer? No lo sabía exactamente, tal vez había tenido una vida dura y no podía comparar exactamente lo que ambas vivieron, teniendo en cuanta que la loba tan solo era una chiquilla. ¿Qué tanto podría corromper este mundo a tal punto de tener tal caparazón de frialdad?... Vaya, se quedó viéndola por un rato mientras continuaban su camino

¿Perder el tiempo?... Repitió parte de su frase mientras con un tono de confusión giraba su rostro ligeramente hacia la derecha, no entendió demasiado bien, después de todo solo iba a cargar sus cosas y ya ¿No?... Se mató un poco la cabeza pensado, "Cabeza hueca" Pensó mientras sonreía, le hizo gracia su propio comentario interno, pero desviaron su atención con nuevas palabras de la mujer sombría -¡Oh! ¡Seguirte el paso! ¡Me gusta correr y caminar! ¡Andar y bailar en los prados!- Entonces comenzó a rodearla mientras daba pequeños pasos, movía su cola mientras poco a poco iba dando varias vueltas al mismo tiempo en que caminaban. -¿A donde iremos? ¿Saldremos de Rihm? ¿Nos quedaremos? ¿Spatium? ¿Tempus? Hablaba y hablaba mientras su sucia cola revoloteaba por doquier.

Pero algo distrajo su atención mientras iban por ahí, había una tiendecilla de mascotas ambulantes y en toda la estantería había una pequeña pecera circular con un pez dorado dentro, era brillante y se movía rápidamente por todos lados y en cuanto los orbes carmesí de aquella canina pudieron verlos simplemente se acercaron al puesto para verlo. -¡Q-que brillante!... Mantenía la vista fija en el pequeño pez, así que ignoró por un par de segundos a la vampiresa, tan solo entendió el "Sígueme" que logró hacer desviar la atención de la pequeña mujercita. ¿Ah donde iremos... Ah..? Creo que había olvidado su nombre... -Oh, Mi nombre Es Yuuki, La vagabunda del bosque, ¡Pero mis amigos me dicen Yuu! Pausó su habla para tomar un poco de aire y luego volvió con a hablar. ¿Cómo te llamas?.. Espera espera, soy buena para estas cosas.. Ah.. y entrecerró la vista para verla a la cara.. Tienes.. ¡Tienes rostro de llamarte Sara! ¡No no! ¿Chris? ¡No, Ana! ¡¿Te llamas Yuuki también!? ¡Si si! ¡No espera ya lo tengo! ¿¡Chloe?! ¿Charlotte? ¿¡Fiona?!

por **Noir L. R'Lyeh** Dom Jun 12, 2016 4:47 pm

-Sálvame de mi misma-

Las palabras de su memoria seguían deslizándose por las paredes de su cráneo y retumbaban en sus oídos mientras sus orbes seguían a la pequeña en su travieso danzar rodeándola con cierto hechizo cargado de su típica algarabía. Hasta que por un instante las rojizas pupilas de la lobita le devolvieron la imagen de una mirada que mucho tiempo atrás habían sido puestas en ella en una noche lluviosa, por última vez.

Como por arte de magia, las pequeñas orejas de la pequeña loba fueron reemplazadas por una brillosa tiara de plata, sus enmarañados lazos capilares por una fina y sedosa catarata de negra espesura y su rostro un tanto más macizo por uno más afilado y de una tez en extremo pálida. Noir aminoró la marcha y siguió a la lobita ahora convertida en otra, virando de un lado a otro para no perderla de vista.

Parpadeó una y otra vez, pero seguía viendo a la otra niña fija en el rostro de su pequeña acompañante que traía. Su voz seguía siendo a misma, más todo su ser e inclusive su ropa habían sido suplantadas por su memoria para luego en un solo instante desvanecerse con estelas multicolores al movimiento inesperado de la lobita quien rauda se separo de ella y fue a parar ante una pequeña tienda de animales.

No pudo evitar fruncir ligeramente el ceño y aplacar una expresión de complacencia combinada con tristeza, pues lo entendía al fin. Esa niña era idéntica a su pequeña hermana, de piel a esencia, tan pura y libre como la recordaba. Soltó apenas un suspiro profundo y cerró los ojos negando suavemente. Santo cielo, que era una tonta…

La observó por unos cortos minutos cuando finalmente logró notar muy junto al otro local, uno perfecto para las compras que necesitaba en ese momento, retomó su andar un tanto más lento aguardando a que la pequeña volviese a ella.

No paraba de hablar, cosa que en cierto modo aturdía a la vampireza a tal punto que se paró en seco, viró el cuerpo, tomó a la pequeña de los hombros y se inclinó observándola directamente a los ojos. – Yuuki, ¿No?. – se aseguró de que le prestara la suficiente atención. – Necesito que te tranquilices. Tengo unos asuntos que arreglar en esa tienda, pero para ello preciso que te tranquilices, te comportes y hagas lo que yo te diga. ¿Entendido?. – le consultó irguiéndose nuevamente. Le indicó que la siguiera y se dirigió a la tienda de ropas, la cual en todo su esplendor se abría ante ambas damitas con una belleza indescriptible.

Cientos de listones, cinturones, faldas y enterizos de diversas telas colgaban de un lado a otro, mientras en los costados filas y filas de exhibidores con calzados de todos los tipos, desfilaban en colores y formas. Un fina ninfa se acercó a ellas y ofreció su ayuda a lo que Noir respondió con un tono educado y dulce, completamente ajeno a todo aquel que haya utilizado hasta ahora, solicitando prendas de viaje para toda estación, del tamaño de la pequeña Yuuki. – También necesitaremos zapatos.- finalizó la vampiresa dejando que su rostro de porcelana fuese invadido por una muy pequeña pero hermosa sonrisa, fingida claramente, pero sonrisa al final.

Bajó la mirada hasta Yuuki volviendo nuevamente a su expresión nula y se inclinó – Nada de preguntas… tú solo te los probarás… ¿Entendido?...- le dijo suavemente para luego erguirse de nuevo. – Y por cierto… ¿De dónde rayos has sacado tantos nombres horrendos para mí?... ¿Acaso me veo tan anciana para ser una Charlotte?...- finalizó un tanto más afable y cálida.

por **Yuuki Okami** Jue Jul 07, 2016 12:35 pm

Era bastante gracioso verla de tan mal humor, ¿Por qué era tan estirada? tal vez era algo dificil sacarle una sonrisa después de todo pero tampoco se rendiría tan facilmente solo porque ella presentaba cierto mal humor. Estuvo repitiendo nombres mientras que caminaba a su lado pero al parecer no quedó con ninguno, suspiró y agachó sus enormes orejas e infló sus mejillas calmandose un poco. -A mi me parece un bonito nombre.. dijo en voz baja mientras continuaba con su camino. ¿A donde irían exactamente? Pero comprendió la situación pues anteriormente le dijo que se calmara, pero habían ciertas cosas que no le llegaban a la pequeña cachorra, ni siquiera sabía el nombre de su acompañante.. ¡Definitivamente no era justo!.

Bien.. me quedaré tranquila si me dices tu nombre, ¡te he dicho el mio! Habló nuevamente cuando iban llegando a su destino, la zona comercial de ropa de Rihm, allí se encontraba de todo, Listones, zapatos, camisas, faldas, pantalones, sombreros, collares y demás cosas que resaltaban por doquier, Los orbes carmesí de aquella loba miraban de izquierda a derecha con entusiasmo, era un lugar tan colorido que no parecía que se encontraran en Rihm. -¡Cuantos colores! Ignoró a la ninfa que se encontraba en ese lugar y en un dos por tres comenzó a corretear el lugar. Cada tienda se especializaba en algo, y ella se encargó de visitar los primeros puestos. ¡P-pero que linda ropa! ¡Mira ahí señorita vampiresa! ¡Esos sombreros! ¡Y por allá hay muchos collares! ¡Oh oh! ¡Esa camisa tiene el diseño de un gatito! Apuntaba cada que veía algo que le llamara la atención. ¡Orejas falsas! ¡Tirantes! ¡Pantalones! ¡Mira, este tiene un agujero para sacar la cola! ¿No es genial?

Y así continuó por un buen rato, no les prestó tampoco demasiada atención y Noir al parecer charlaba a gusto con esa ninfa... sin embargo su caminar tan apresurado solo empeoraba la suciedad de su cuerpo, arrastraba su gran y peluda cola en el sucio barro, ya que en Rihm no había muchas zonas pavimentadas y sus pies estaban tan sucios que casi no se distinguía su piel, estaban llenos de lodo y mugre, la ropa que llevaba también la arrastraba ya que le quedaba un poco grande y su cabello gracias a que era muy largo estaba muy enmarañado y asqueroso, como cualquier pordiosera.. su aliento tampoco era el mejor, pero sus dientes no estaban tan mal a pesar de que no se cepillaba muy frecuentemente, y en sus orejas probablemente había más de un parasito viviendo dentro, pues se rascaba constantemente, le picaba mucho.

por **Noir L. R'Lyeh** Dom Oct 23, 2016 4:07 pm

La fina ninfa asintió con delicadeza e inmediatamente se encargó de lo solicitado por la hermosa vampiresa, mientras esta quedaba un tanto pasmada con el disparo emocional de la niñita que traía en las espaldas.

Un pesado suspiró escapó de sus finos labios de cereza y sus pies ligeramente se envolvieron en una especie de aura invisible, trasladando su delgado cuerpo a una velocidad casi imperceptible tras la pequeña niña. Sus enormes ojos carmín se aseguraron de que nadie la viese moviéndose así y finalmente tomó a la pequeñita de los hombros desde atrás. Lentamente se inclinó sobre sus hombros y con una sutileza increíble, dejó que sus palabras fluyesen hasta las orejitas inquietas de la misma. – Creí haberte dicho que te tranquilizaras… - bajó la mirada hasta sus ojos a la par que ladeaba el rostro hacia el de ella pues había cruzado la cabeza sobre uno de los hombros de la pequeña casi pegando su mejilla a la de ella.

Parpadeó varias veces y la examinó soltando otro suspiro. Su mirada nuevamente se tiñó con el mismo color que hacía unos minutos, como si en ellos una especie de pena lejana y culpa se estuviesen arremolinando con las mismas olas de su alma. Sus finas cejas se fruncieron y el agarre que aún mantenía en los hombros de la pequeña, temblaron ligeramente.

-Noir…- le dijo en un casi susurro y fue apartándose con gran lentitud de la jovencita. – Mi nombre es Noir… - repitió con la expresión cargada de mayor tristeza. – Pero no es un nombre que puedes ir gritando en todos lados.. Confío en ti. – le dijo finalmente con un golpecito en la punta de la nariz y girando sobre sus talones elevó la mirada hacia la ninfa que volvía con una montaña de prendas, capas, listones y zapatos. – Me los llevo todos. – le espetó la joven vampiresa con un aire de supremacía haciendo que la ninfa por poco y se pegara un desmayo.

-¿No… no se lo probará? – consultó complemente sorprendida a lo que Noir solo respondió con una mirada fulminante. Giró sobre sus talones y elevó una de sus finas y muy largas manos – También agregue eso y eso otro… Aquellas zapatillas también están bien y esos listones. – Pasó por entre los exhibidores – Agregue esas capas y esos bolsones. No olvide nada. – finalizó acercándose al mostrador con una pequeña bolsita repleta de monedas de oro. – Con eso debería cubrirlo..- le dijo a la otra ninfa mientras llamaba con una mano a la pequeña lobita.

-Apresúrate, hay más cosas que necesito comprar.- le dijo apremiándola mientras la ninfa del inicio corría como loca cargando todos los pedidos en grandes bolsas.

Cogió las más pesadas y el resto se las dejó a la lobita indicándoselo con la mirada y comenzó a caminar. – Necesitaremos un boticario para solucionar esa picazón…- murmuró por lo bajo mientras observaba de un lugar a otro entre los grandes negocios – Y mucho jabón y shampoo..- siguió diciéndose a sí misma por lo bajo.

Viró suavemente el rostro y se cercioró de que la pequeña la siguiese.- No te retrases.. o terminarán confundiéndote con un muñeco parlante y te llevarán…- le dijo en broma pero con un tono serio extendiéndole la mano entre los montones de bolsas que llevaba.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

Caminos Cruzados [Privado Con Noir]

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater